Queridos Amigos Lectores:
Gracias a todos!!! por la enorme colaboración en la difusión de “Descubriendo –el cerebro y la mente" Editor: Asociación Educar para el Desarrollo Humano Dirección General: Dr. Carlos Logatt Grabner Dirección y Administración: Marita Castro Correcciones y Coordinación general: Emanuel Moreira Merlo – Yasmín Logatt Grabner Traducción al inglés: Karina Melnick Supervisión y coordinación versión en inglés: Mirta Pola Diagramación y Diseño: Jorge Condomí Hospedado y Distribuido por Tlpweb
Secciones Neurociencias:
Los argentinos y los avances en las neurociencias - La memoria
Neurosicoeducación:
El ejercicio aumenta en diez años la expectativa de vida Los límites de la atención cognitiva y emocional Mejorar la memoria seria también útil para incrementar el coeficiente de inteligencia Notas realizadas en esta edición: Dr. Carlos Logatt Grabner
Realizado el registro de la propiedad intelectual N°610917 Permitida su reproducción total o parcial citando la fuente
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Mejorar la memoria seria también útil para incrementar el coeficiente de inteligencia
Hasta ahora era aceptado como verdad, que la inteligencia fluida, que es la encargada de razonar abstractamente y resolver los nuevos problemas con los que se enfrentan la unidad cuerpo cerebro mente, era innata y no podía ser enseñada o mejorada por ningún tipo de instrucción. Pero nuevos estudios parecen indicar que quizás al entrenar la memoria se la puede aumentar. La clave de estos hallazgos se encuentra en el cuidadoso entrenamiento de la memoria de trabajo, que es aquella que junta la información temporal y la acopiada en la unidad cuerpo cerebro mente necesaria para resolver algún problema que se presente en el aquí y ahora, además de controlar la atención. Parece ser entonces que tanto la inteligencia fluida como la memoria de trabajo estarían estrechamente unidas entre sí pareciendo que ambas se apoyan sobre las mismas redes neurales. Los investigadores primero midieron el nivel de inteligencia fluida que presentaban cuatro grupos de voluntarios utilizando los test estándar para categorizarlas. Hicieron que estos individuos se entrenaran en la práctica de un complicado juego de memoria en el que tenían que memorizar simultáneamente varios estímulos visuales y auditivos que luego debían recordar. El entrenamiento según los grupos comprendían ocho, doce, diecisiete y diecinueve días, durante 30 minutos diarios, al final se sometió a todos los participantes a un test que servía para evaluar el nivel actual de inteligencia fluida que presentaban. Los resultados publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), fueron sorprendentes pues todos los individuos mostraron mejoras significativas (desde los que tenían un coeficiente de inteligencia más bajo a los que ostentaban un coeficiente de inteligencia más alto), siendo las mismas más evidentes cuanto más tiempo duraba el entrenamiento. Según
los autores del estudio la Dra. Susanne Jaeggi y el Dr. Martin Buschkuehl, investigadores de la Universidad de Michigan, estos resultados muestran que ahora si es posible aumentar el nivel de inteligencia fluida con un entrenamiento que sea apropiado.
Los argentinos y los avances en las neurociencias: La memoria
Desde la izquierda: Carlos Baratti, Arturo Romano, Verónica de la Fuente, Gabriela Acosta, Mariano Boccia y Ramiro Freudenthal Foto: CEPRO-EXACTAS Investigadores argentinos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, lograron demostrar en estudios con animales, que es posible eliminar recuerdos ya consolidados en la memoria de largo plazo. Hallaron que una proteína denominada NF-KB, participa tanto en el proceso de consolidación de la memoria como en el de rememoración.El trabajo, fue publicado en la revista The Journal of Neuroscience. NF-KB, es la proteína encargada de regular la expresión de los genes responsables del almacenamiento de los recuerdos a largo plazo. Por ello si se inyecta en el cerebro un inhibidor de la síntesis de esta proteína luego de que un recuerdo ha sido evocado, se verá afectada la retención del mismo según informa el doctor Arturo Romano. Estos resultados son de gran interés pues podrían en potencia ser aplicables en el caso de pacientes fóbicos ó con stress post traumático. Los estudios se realizaron en cangrejos y ratones. La memoria de un ratón si bien es mucho más simple que la de un ser humano, puede ser interferida por manipulación farmacológica como así también por otro nuevo aprendizaje que actué interfiriendo la reconciliación del antiguo recuerdo, según señala el doctor Carlos Baratti, que es el director del laboratorio neurofarmacológico de procesos de memoria de la Facultad de Farmacia y Bioquímica. El termino reconsolidación de la memoria se acuño en el año 2000 ante una gran polémica, pues el paradigma imperante hasta esa época era que un recuerdo una consolidado permanecía inalterable en la memoria con el correr del tiempo. Pero hoy se sabe que esto no es así, no solo por los resultados de este trabajo, sino también por el de otros grupos de investigadores del mundo según informa el doctor Mariano Boccia. El nuevo paradigma es entonces que cuando se evoca un recuerdo el mismo es pasible de nuevas reformulaciones. Según el doctor Baratti esto tiene sentido pues no sería practico para la unidad cerebro mente la fijación estática del recuerdo sin poder modificarse, aun cuando el mismo hubiese dejado de ser útil para la supervivencia en el presente. Por lo tanto ahora se considera que al traer un recuerdo del pasado ya no es un recuerdo estático, sino activo y cada vez que se produce la activación del mismo este puede ser modificado según la conveniencia del usuario.
Como se realizo el experimento Los ratones primero fueron entrenados para evitar un estímulo doloroso (contrasupervivencia). Estos animales tienden a seleccionar lugares oscuros para refugiarse, pero cuando los mismos entraban en estos recibían una descarga eléctrica que actuaba como estímulo que producía aversión. Luego a las 48 hs., eran conducidos de nuevo al mismo contexto experimental, observándose que los animales evitaban el compartimiento no iluminado, pues traían al presente el recuerdo doloroso de la descarga eléctrica recibida dos días antes.
En ambos casos se tomaron muestras de la proteína NF-KB y se comprobó que la misma se activaba en ambas situaciones experimentales. Estos cambios se estudiaron a nivel del hipocampo que es el área del cerebro que genera los recuerdos a largo plazo y que memoriza los contextos en donde suceden tanto los hechos placenteros como dolorosos. Cuando se inyecto en esta estructura cerebral un inhibidor de la proteína antes mencionada, se observo entonces que interfería con el recuerdo del ratón que terminaba por olvidar que la zona de oscuridad estaba electrificada volviendo a entrar en ella. Lo que debe quedar bien en claro según explica el doctor Baratti es que el recuerdo no es borrado sino que ahora ya no se expresa. Si bien esta investigación esta aun a nivel de ciencia básica como se menciono antes, estos hallazgos pueden ser útiles para el tratamiento de ciertas patologías humanas en donde el recuerdo negativo es el principal responsable de la alteración de la salud mental. Felicitaciones a todos los investigadores intervinientes: Carlos Baratti, Gabriela Costa, Mariano Boccia, Arturo Romano, Verónica de la Fuente y Ramiro Freudenthal.
Las hembras serian las creadoras de las armas Cuando se estudia a los chimpancés se observa que una vez que estos desarrollan su fuerza física a pleno, no necesitaban mas que sus cuerpo para defenderse o cazar a sus presas. Sin embargo con las hembras de esta especie no sucede lo mismo, por lo que estas debieron apelar a la creatividad de sus cerebros para desarrollar armas que le permitieran compensar su mayor debilidad ante los machos. La investigación llevada a cabo por Jill Pruetz y Paco Bertolani, de la Universidad de Iowa (EE UU) y que fue publicada en la revista Current Biology, muestra el estudio de una comunidad de chimpancés que habitan la sabana al sureste de Senegal. En este trabajo se atribuyo el comportamiento innovador de las hembras a la necesidad de igualar oportunidades en un medio muy hostil. Los expertos descubrieron en esta población de chimpancés, que solo las hembras roían palos con regularidad para sacarles punta y luego los usaban como lanzas para matar y atrapar a sus presas. Esta era la primera vez que se detectaba un animal usando un arma para cazar, lo que demuestra que el cerebro del chimpancé está más cerca del hombre de lo que se venía pensando. El uso de estas primitivas armas se observa solo en las hembras y en los machos que eran aun inmaduros, pero no entre los machos adultos que por su fuerza y velocidad pueden cazar animales más grandes solo con sus manos o sus dientes. Las hembras entonces, debieron recurrir a formas creativas para solucionar los problemas que se presentaban, y que los machos resolvían con la fuerza bruta.
Los límites de la atención cognitiva y emocional
Cuando se habla de unidades de atención, se está hablando de la capacidad que posee la mente consciente para procesar algún tipo específico de información. El límite natural de esta capacidad en el ser humano, se manifiesta una y otra vez en diversos y sencillos test. Por ejemplo, si se le pide a una persona que beba 20 vasos de té helado con una cantidad diferente de azúcar disuelta en cada uno de ellos, y luego que los clasifique según el grado de dulzura que presentan, esta solo podría diferenciar entre seis o siete categorías y más allá de esto empezaría a cometer errores. Otro muestra sería, si se proyectan puntos sobre una pantalla a toda velocidad y se le pide a alguien que cuente cuantos ve, seguro que solo alcanzara a contar como máximo unos 7 y a partir de ahí comenzara a usar sus dotes adivinatorias para intentar acertar. Sin duda parece existir una limitación dentro de nosotros debido al diseño que posee la biología cerebral, por lo cual nuestras capacidades analizadoras no pasan de este rango general. El sicólogo George Miller, en su famoso ensayo de hace 30 años denominado “The magical number seven”, ya hablaba de esta limitación que está también presente en animales, siendo la razón por la cual los números telefónicos se componen de siete cifras. Según expresa Jonathan Cohen investigador especializado en memoria de la Universidad de Princeton, si los números telefónicos tuvieran más de siete cifras excederían la capacidad de análisis de nuestra unidad cerebro mente (UCM), por lo que se producirían errores al hacer llamadas, pues nos costaría mucho más recordarlos correctamente. Dicho de otro modo, solo somos capaces de manejar determinada cantidad de piezas de información (máximo siete unidades de atención) de una sola vez. En cuanto este límite es sobrepasado la información nos abruma y nos confunde. Cada número es entonces un trozo de información, sin embargo si se los divide en grupos más pequeños se pueden recordar cifras mayores sin problemas.
Si prestamos atención consciente como máximo a siete elementos, todo el resto de la información que percibe la unidad cuerpo cerebro mente (UCCM) por segundo (200 trillones de datos) será procesada en forma totalmente inconsciente. Siempre que el procesamiento
consciente de una persona este sobrecargado, se puede transmitir información al inconsciente de la misma, sin que esta se dé cuenta de lo que está sucediendo. Un ejemplo sería el siguiente: a) Hacerle cerrar los ojos a una persona b) Hacerla contar en voz alta o baja en sentido descendente desde el 100 al 0, saltando de tres en tres números, por ejemplo 100, 97, 94, 91. c) Mientras la persona realiza esta tarea se le colocan las manos sobre los hombros y se lo hace girar en círculo, luego se le dice: si en algún momento descubres que te resulta más cómodo dejarte caer en un bonito trance profundo hazlo con la plena consciencia de que estas en buenas manos. d) Al hacer esto muchas personas caen en transe pues al sobrecargar su sistema sensoriales el consciente se desconecta. Pero si vamos más lejos veremos que también tenemos un límite en la capacidad de contactarnos socialmente. Por ejemplo si se toma un minuto para elaborar una lista con toda la gente que se conoce y cuyo fallecimiento o lejanía nos produciría gran consternación, lo más probable es que tenga como máximo un total de 12 integrantes. Esta es al menos la respuesta media que da la mayoría de la gente. Todo este conjunto de nombres conforman lo que los sicólogos denominan círculo de compasión. La pregunta sería entonces porque no es más grande este grupo, y la respuesta es que en parte se debe a una cuestión de limitación temporal. La lista de personas que confeccionamos, se caracteriza por tratarse de los seres humanos a los cuales les dedicamos más tiempo en la vida, ya sea telefónicamente, personalmente o pensando en ellos, etc. Si en cambio la lista fuera más grande (el doble o el triple), obligaría a una persona a dividir el tiempo de dedicación entre todas ellas y la consecuencia lógica de esto, sería que al poco tiempo se sentiría menos unida a cada una de estas personas. Para generar realmente un vínculo y apreciar a alguien es entonces necesario invertir tiempo en la relación. Por esto es que a partir de cierto punto, entre las 10 y 15 personas comenzamos a sentirnos sobrecargados, igual que cuando se embotaba la consciencia cuando debe procesar más de siete datos a la vez.
Maquetas y Material didáctico Cerebro: Cerebro, cerebelo y tronco encefálico Reproducción en escala 1/1 – Realizado en resina acrílica.
Se separa en dos hemisferios, se puede observar cuerpo calloso, cerebelo, tronco, bulbo y protuberancia, uno de ellos se divide en partes que permiten observar: amígdala, insula, hipocampo, tálamo. Corte sagital del cerebro: Escala 1/1 – Realizado en resina acrílica
Permite observar: sustancia nigra, núcleo rojo, sustancia reticular, acueducto y sustancia gris periacueductual. Cabeza y cuello: Escala 1/1. Resina Acrílica – Base giratoria
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El ejercicio aumenta en diez años la expectativa de vida
Los científicos cada vez están más seguros de que la actividad física aumenta la expectativa de vida, no solo por disminuir la posibilidad de sufrir enfermedades relacionadas con la edad, sino porque además puede influir directamente sobre el mismo proceso del envejecimiento. A estas conclusiones llegaron el doctor Tim Spector y sus colegas del King’s College de Londres, Inglaterra, tras estudiar a 2400 hermanos mellizos que integran el St. Thomas UK Twin Registry , un registro de mellizos que incluye a 10.000 mellizos ingleses.. Los investigadores extrajeron sangre de todos los voluntarios a fin de obtener el ADN a través de sus glóbulos blancos, centrándose en el análisis de los telómeros del mismo.
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Telómero Los telómeros, son una porción del ADN que se encuentra en los extremos del mismo acortándose cada vez que una célula se divide, y cuando estos se vuelven muy cortos, las células que los posee ya no puede dividirse más y por lo tanto muere. Cada año que pasa, 21 de las unidades que los conforman se acortan, funcionando estos como un sistema que permite medir la edad de cada célula a la que pertenece. La pregunta que buscaban responderse los científicos era si el llevar una vida activa físicamente, tenía algún tipo de impacto sobre los telómeros. Para encontrar la solución a este interrogante, los científicos verificaron el largo de los telómeros de los voluntarios, teniendo en cuenta la cantidad de actividad física que realizaban en su tiempo libre. Así dividieron a los 2.400 mellizos en cuatro grupos: Grupo 1: Los inactivos, con menos de 16 minutos de actividad física a la semana Grupo 2: Poco activos, con 36 minutos de actividad física a la semana Grupo 3: Moderadamente activos: con 122 minutos de actividad a la semana Grupo 4: Los muy activos: con 199 minutos de actividad a la semana Descubriendo que los sujetos pertenecientes al grupo 4 tenían los telómeros del mismo largo que individuos sedentarios pero con diez años menos. Estudios previos realizados por los mismos investigadores, había ya demostrado que la obesidad y el tabaquismo también acortaban los telómeros.
La teoría que explicaría este raro fenómeno, es que el ejercicio disminuye el impacto del estrés oxidativo sobre las células del organismo, protegiéndolas del deterioro de los radicales libres. Otra hipótesis es que la actividad física disminuye el stress sicológico que es uno de los enemigos más grandes tanto para la salud física como mental. No importando si ambas o una sola de estas teorías es la respuesta final al interrogante, los autores están de acuerdo en que es de vital importancia promover que por lo menos las personas realicemos 30 minutos diarios de actividad física, cinco días a la semana, pues esto tiene repercusiones significativas sobre la salud general y sobre el envejecimiento.