CAJA DE HERRAMIENTAS Universidad Veracruzana Facultad de Antropología Licenciatura de Antropología Histórica Líneas de Investigación
Año 1
Número 1
Universidad Veracruzana Facultad de AntropologíA Director :
Mtro. Félix Darío Báez Galván Secretario Académico:
Mtro. Edgar Sánchez Martínez
Carrera de Antropología histórica Jefe de carrera :
Mtra. Cristina María Millán Vásquez Coordinador de Academia :
Mtro. Sergio R. Vásquez Zárate Representante ante Consejo Técnico :
Mtro. René Cabrera Palomec
Carrera de Antropología histórica, Facultad de Antropología, Universidad Veracruzana, Francisco Moreno Esq. E. Alatriste, Col. Francisco Ferrer Guardia, C. P. 91020, Xalapa, Ver. Teléfonos: (228) 8 15 24 12, (228) 8 15 24 90; E-mail:
[email protected] [email protected];;
[email protected];;
[email protected] [email protected] [email protected];;
[email protected] [email protected].. Registro en trámite. Viñeta de la portada: El ebanista (1925), Gabriel Fernández Ledesma, óleo/tela 80 x 80 cm. Colección Andrés Blaisten. Diseño: RCP, CMV, SVZ
Universidad Veracruzana Facultad de AntropologíA Director :
Mtro. Félix Darío Báez Galván Secretario Académico:
Mtro. Edgar Sánchez Martínez
Carrera de Antropología histórica Jefe de carrera :
Mtra. Cristina María Millán Vásquez Coordinador de Academia :
Mtro. Sergio R. Vásquez Zárate Representante ante Consejo Técnico :
Mtro. René Cabrera Palomec
Carrera de Antropología histórica, Facultad de Antropología, Universidad Veracruzana, Francisco Moreno Esq. E. Alatriste, Col. Francisco Ferrer Guardia, C. P. 91020, Xalapa, Ver. Teléfonos: (228) 8 15 24 12, (228) 8 15 24 90; E-mail:
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CAJA DE HERRAMIENTAS 1
ÍNDICE
Editorial
5
Presentación de la Carrera de Antropología Histórica René Cabrera Palomec
6
Requisitos de ingreso a las Líneas de Investigación
9
Cuerpo y sexualidad Cristina Ma. Millán Vásquez
11
Cultura Material y Técnica Sergio R. Vásquez Zárate
16
Espacio social y Geografía histórica José Francisco Javier Kuri Camacho Camacho
20
Identidad y Tradición René Cabrera Palomec
25
Memoria colectiva y Movimientos sociales Plan de estudios de A ntropología Histórica
32
Vida cotidiana y Políticas culturales María de Lourdes Becerra Zavala
34
Datos curriculares de los Profesores de Líneas L íneas de Investigación
37
Editorial
La enseñanza de la Antropología en la Universidad Veracruzana forma parte de una de las más sólidas tradiciones académicas en el país, sólo precedida por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. En 1957, la Universidad Veracruzana fundó la Escuela, el Instituto y el Museo, con sede en la ciudad de Xalapa. Desde su creación, en el primer plantel se imparten las carreras de Antropología Social y Arqueología, y un año después, iniciaron los cursos de Lingüística.
En el año 2000 comenzó el plan de estudios de la licenciatura en Antropología Histórica, la primera en su tipo en Latinoamérica. A una década de su fundación, el cuerpo docente ha iniciado un amplio programa para analizar, mejorar y difundir los propósitos y características de este prometedor campo del conocimiento y el quehacer antropológico.
Con la edición de este boletín se inicia también un nuevo proceso de divulgación de los programas y proyectos que se desarrollan al interior de la carrera. Cabe mencionar que con este propósito, no solo se recurrirá a medios impresos, sino también a recursos informáticos, exposiciones y a una serie de eventos académicos como conferencias, talleres y foros. Esperamos contar con la participación de todos los interesados, de manera que todo comentario, crítica o sugerencia será bienvenida.
Hemos retomado el concepto de Caja de Herramientas, que ha sido utilizado por autores como Bourdieu y Foucault, para presentar conceptos y textos de utilidad teórica y metodológica en nuestra comunidad académica. Así, el primer número de esta publicación trimestral está dedicado a las seis Líneas de Investigación que actualmente se imparten en la carrera.
Esperamos que estos textos permitan presentar la amplia diversidad temática que se aborda desde nuestras aulas y que este sea el inicio de una longeva publicación.
Presentación de la carrera de Antropología Histórica René Cabrera Palomec
La carrera de Antropología histórica se está construyendo a partir de un esfuerzo ciertamente desigual en lo general y en lo particular- por parte de profesores y estudiantes que han aceptado un reto singular: crear una opción de conocimiento que sin apartarse de la tradición intelectual que le da origen, explora e incorpora otras maneras del conocer aquella parte de la realidad que se convirtiera en el objeto de saber bajo principios racionales tanto como sensibles de la modernidad europea: la condición humana. Este intento se coloca en una doble perspectiva, ya que incluye problemas y paradigmas de la investigación antropológica cultural de los últimos 25 años, como las que corresponden a la investigación historiográfica contemporánea que se iniciara bajo el nombre de escuela de los Annales. Los practicantes de una y otra disciplina, en la crítica y reconocimiento de su quehacer encontraron temas, procedimientos y resultados comunes aún en situaciones de alejamiento total a los que los obligaba el rigor y las fronteras demasiado estrictas de sus respectivos quehaceres. Sin fidelidad total a ninguna de sus fuentes, poco a poco se ha ido perfilando en nuestra carrera un estilo de investigación “demasiado viejo, demasiado nuevo”, que está permitiendo observar una nueva pertinencia del campo de investigación cultural -aunque existen múltiples trabajos sobre distintos aspectos de este campo, no se había sistematizado en sus límites y en la terminología que lo sustentara para todos los que lo investigan. Al decir nueva pertinencia, me refiero a la cultura “como objeto de políticas” – en palabras de José Joaquín Brunner 1-; es decir, a la posibilidad de analizar ya no una totalidad descriptiva (pueblo, época, estilo, alta y baja), sino un proceso: el de producción de significaciones que las sociedades requieren para su reproducción. Cabe mencionar que no sólo se advierte que la cultura forme parte de acciones que no se dejan al simple juego de la espontaneidad o del azar, sino que se sugiere que forma parte de una preocupación tan importante como la misma seguridad nacional o la civil; así como que es necesaria una conceptualización que permita su uso generalizado por las varias disciplinas que la incluyen en sus reflexiones 2.
1
José Joaquín Brunner [1985a]: “La cultura como objeto de políticas”, en José Joaquín Brunner 1992 América Latina: Cultura y modernidad, México: Grijalbo/CONACULTA. 2 Estamos, pues, en deuda con aquellas investigaciones que conciben la cultura como un proceso, como una actividad creadora, como el ámbito de “producción, circulación y consumo de significaciones” que los hombres se dan a sí mismos. Véase Néstor García Canclini 1991: “Los estudios culturales de los ochenta a los noventa”, Iztapalapa, Año 11, Número 24: 9-26.
La utilización de la noción de cultura ya no como sustantivo sino como adjetivo, y la conversión de su utilización meramente ontológica en instrumental paralelo a su entendimiento como proceso de autocreación permanente, permitió pensar en un campo de investigación y reflexión que no dudamos en llamar políticas culturales. Las políticas culturales como campo de reflexión y de acción. Las políticas culturales no son una invención nuestra. Sin que tengan que llamarse del mismo modo, son prácticas consustanciales a toda organización colectiva, ya que garantizan la normalidad y la normatividad de las significaciones que cada sociedad se permite a sí misma como estrategia necesaria a su reproducción como sociedad. La idea más general hoy es que la relación entre cultura 3 y política no puede soslayarse por más tiempo y que hay que enfrentar en el debate epistemológico y en la investigación los nuevos escenarios en que se debaten los temas y acciones que nos unen y nos separan. ¿Qué son las políticas culturales? Son el resultado todavía inconcluso de las relaciones que desde los años 80 del siglo XX establecieran dos ámbitos de la actividad humana: el de la política, es decir, el del ejercicio colectivo y público del poder, y el de la cultura, que es el de la producción de significaciones 4. En realidad, estos dos ámbitos han estado relacionados durante mucho tiempo: lo que sucedió hace 20 años fue que tuvieron que redefinir tales relaciones por el “…efecto combinado de la globalización, la emergente sociedad de la información y la valorización de la democra cia”5. Visto en perspectiva, este momento se conoce como el sexto periodo de un desarrollo de las políticas culturales en América Latina 6. Su posible detonador quizá haya sido La Conferencia Mundial sobre políticas culturales, realizada en 1982 en la ciudad de México y patrocinada por la UNESCO y el Gobierno de México: el malestar generalizado que dejara esa Conferencia se vio expresado en artículos como los de Claude Lévi-Strauss y Mario Vargas Llosa 7. Lo que pareció ser lo único positivo fue el acuerdo sobre la obligación de los gobiernos de fijar un porcentaje anual para la cultura en los presupuestos nacionales, la búsqueda de fuentes de financiamiento que no fueran meramente gubernamentales y la mejor distribución de los recursos. Hoy implica un vasto 3
Aún aquella que admite la existencia de una „cultura culta‟ en oposición y complementariedad con una „cultura popular‟. 4 Decimos relaciones tratando de entender la importancia de la vida cultural sobre la política y los efectos directos y colaterales en las economías regionales y en la nacional. A su vez suponemos con ello una creciente participación de la llamada sociedad civil, justamente desde el terreno de la cultura. 5 Martín Hopenhayn [2001]: “¿Integrarse o subordinarse? Nuevos cruces entre política y cultura”, en Daniel Mato (comp.) 2005: Cultura, política y sociedad. Perspectivas latinoamericanas, Buenos Aires: CLACSO. 6 Véase Edwin Harvey 1990: Políticas culturales en Iberoamérica y en el mundo, Madrid: Editorial Tecnos. 7 “Identidad cultural y apertura al exterior” y “El elefante y la cultura”, respectivamente.
campo de problemas en el que cotidianamente se requiere de análisis y propuestas que nos involucran como científicos y como ciudadanos y porque la acción gubernamental está imponiendo un tipo de política cultural que hay que conocer y desentrañar, ya que de un modo u otro, son formas que consagran alguno o varios elementos de los cuatro modelos ideales de hacer políticas culturales según Brunner 8. La construcción de una Línea de Investigación para la car rera de Antropología histórica. Esta es la perspectiva general sobre la cual pretendemos encauzar las investigaciones que se realizan en la carrera de Antropología histórica: la redefinición –y consiguientemente, el planteamiento de nuevas formas de acción- de la transición entre tradición y modernidad operadas en el ámbito de la cultura expresadas en las políticas culturales emanadas de los gobiernos nacionales y estatales así como la emergencia de movimientos culturales que han dado precisamente, por lo menos desde una parte, formas a esa transición. El objetivo es necesariamente el análisis de las políticas culturales desde esa época hasta el presente, intentando explicar no sólo genéticamente el proceso sino también sus tendencias parciales y regionales tanto como la nacional. Para ello se han organizado idealmente seis proyectos:
Cuerpo y sexualidad Espacio social Identidad y tradición Memoria colectiva Técnica y materia Vida cotidiana
Tenemos el acuerdo de que cada proyecto está obligado a establecer heurísticamente las relaciones entre el tema específico que el estudiante quiera investigar -en el marco de la racionalidad interna a cada proyecto- con el enfoque general que aquí se ha expresado. De este modo, las investigaciones que darán fruto a trabajos recepcionales tendrán que mostrar la relación existente entre el tema específico, los fenómenos que señalan los títulos de los proyectos y las políticas culturales y sus posibles implicaciones para el reconocimiento de patrimonios culturales ciudadanos, sin importar el ámbito de acción de tales ciudadanos, el lugar en que se hallen esos patrimonios o la época referida.
8
José Joaquín Brunner [1985b]: “La mano visible y la mano invisible”, en José Joaquín Brunner 1992: América Latina: cultura y modernidad, México: Grijalbo-CONACULTA.
Requisitos para ingresar a las Líneas de Investigación
Los requisitos académicos para inscribirse en algunas de las líneas que se imparten en la licenciatura de Antropología Histórica son: a) Haber acreditado todas las experiencias educativas del Área Básica. b) Haber acreditado, al menos, tres seminarios en la carrera, incluyendo el correspondiente a la Línea de interés para el alumno. c) El alumno debe solicitar por escrito su ingreso a la Línea de Investigación de su interés, mediante una exposición de motivos, en la cual argumentará las razones por las cuales ha elegido esa Línea, describiendo la temática que le gustaría investigar y estableciendo la relación que podría tener con los demás seminarios. Esta solicitud deberá ser dirigido a la Academia de Antropología Histórica y entregada al Jefe de Carrera o al Coordinador de Academia. d) Contar con el aval del tutor académico. e) El profesor encargado de Línea, deberá constatar la afinidad y pertinencia de solicitud, con base a la exposición de la temática. En los casos en que la demanda exceda el máximo de sección establecido por la Academia, será el profesor de la Línea solicitada quien elabore una lista de prelación, con base en la carta de exposición de motivos. Los requisitos para cambiar de Línea de Investigación son: a) El cambio de Línea podrá realizarse sólo una vez, sin demérito de los créditos obtenidos. b) El cambio de Línea sólo podrá autorizarse durante el bloque correspondiente a la Línea de Investigación I, o bien, durante el período intersemestral y hasta las primera semana de la Línea de Investigación II. En estos casos, el alumno no está obligado a repetir Línea 1. c) Además de cubrir los requisitos administrativos, el alumno solicitante deberá dirigir a la Academia de Antropología Histórica con copia a la Jefatura de Carrera, un oficio de solicitud donde exponga las razones académicas por las cuales considera pertinente la permuta. d) Igualmente deberá cubrir los requisitos establecidos en las fracciones “c,d y e” de los requisitos para ingresar a las Líneas de Investigación. En el caso en que un estudiante pretenda cambiar de Línea por segunda ocasión, deberá darse de baja en la Línea cursada y cubrir los requisitos antes mencionados, para inscribirse en el primer bloque (Planteamiento del Problema) de la nueva Línea solicitada.
En este caso, no contará la acreditación previa de experiencias en la Línea que el estudiante desea abandonar, y su incorporación a una Línea distinta estará supeditada al cupo y aceptación del titular. Transitorio.- Los casos de ingreso o cambio de Línea no especificados aquí, serán evaluados como asunto escolar en la sesión ordinaria de la Academia de Antropología Histórica más próxima a entrega de una solicitud escrita por parte del alumno.
Cuerpo y sexualidad Cristina María Millán Vásquez
“El cuerpo no se comporta, ni de lejos, como simple receptor pasivo…El cuerpo se ejercita, se entrena, casi a sí mismo, le gusta el movimiento, y va allí dispuesto, se deleita al entrar en acción, salta, corre o danza, no se conoce a sí mismo, de manera inmediata y sin tener lenguaje, más que en su arrebato y por éste, descubre su existencia en el fuego. ” Michel Serres
El estudio del cuerpo y la antropología históric a La Línea de investigación Cuerpo y Sexualidad es una de las seis que se ofrecen en la Carrera de Antropología histórica. En ella se aborda uno de los temas de interés que se planteó la antropología desde sus inicios: el cuerpo humano, y, en tanto que, como lo reconoce la UNESCO , “el cuerpo es el patrimonio primario de los individuos, es el depositario del patrimonio cultural y el principal instrumento para su ejecución o – literalmente- encarnación” (UNESCO, 2003), su estudio se ha convertido en una de las prioridades de la carrera.
La vida es una experiencia corporal. Todos poseemos un cuerpo. Con él sentimos, deseamos, actuamos, nos expresamos y creamos. A través del cuerpo y los sentidos aprehendemos, en primera instancia, la realidad. En este sentido el cuerpo representa un campo de percepción, un espacio en el que convergen y del que se propagan diversas prácticas sociales, la condición indispensable para actuar en el mundo, la base de nuestra identidad como individuos y como grupo; en suma el cuerpo representa el fundamento existencial de la cultura y, por lo mismo, campo de atención de políticas culturales. Cuando hablamos de cuerpo, estamos haciendo referencia a una construcción, a una unidad biosocial donde se significan y adquieren
sentidos particulares las características o atributos físicos, el esquema corporal, las sensaciones, placeres y deseos. Sin embrago, podemos decir que se trata de una unidad biosocial inacabada que necesita de un largo proceso de “domesticación” (enculturación) para poder ser aceptado planamente por el grupo. El cuerpo es moldeado por el contexto social y cultural al que pertenece. Cada soci edad establece las normas, los modelos y las reglamentaciones que operan sobre él; es decir, cada grupo social tiene su propia forma de moverse, de hablar, de expresar los sentimientos, de vestirse, de comunicarse, en fin, de vivir. El estudio de las condiciones de producción y reproducción de esta diversidad de formas de expresión corporal de nuestra sociedad, el quehacer de las políticas culturales en este ámbito, así como su aportación a la conformación del patrimonio histórico cultural de nuestro estado y país, son algunos de los principales objetivos de esta Línea de investigación.
Trabajo en la Línea “No hay nada en el intelecto que no haya estado pr imero en los sentidos…” Michel Serres
“…y en el cuerpo. ” Cristina Millán
Conforme a lo establecido en el Plan de estudios de la carrera, la Línea de investigación está dividida en cuatro bloques que son: I Planteamiento de un problema de investigación, II Diseño de protocolo, III Análisis de información de campo, y IV Interpretación de la información y conclusión, y que se encuentra acompañada por dos períodos intersemestrales de trabajo sobre terreno. El objetivo es que los estudiantes cumplan cabalmente lo que se encuentra estipulado en el Plan de estudios de la carrera para cada uno de los bloques de manera que cuando finalicen la línea se encuentren en condiciones de concluir la redacción de su trabajo recepcional.
Se debe mencionar brevemente que el antecedente de las Líneas de investigación son los seminarios, concretamente en este caso el Seminario de Cuerpo y sexualidad. En este espacio se analiza la diversidad con la que se ha abordado, y se sigue haciendo, el estudio del cuerpo; diversidad que va desde las ciencias biomédicas hasta las artes como la literatura, danza y la plástica, para ello se revisan diferentes autores de diversas áreas del conocimiento ya que consideramos que el cuerpo, en su significación social, debe ser analizado con una perspectiva transdisciplinaria.
Un aspecto importante que debemos tomar en cuenta es que esta unidad biosocial tiene un carácter histórico, por lo que se puede decir que el cuerpo es una unidad biológica-social-cultural-histórica. En la Línea de investigación reconocemos como irrefutable el carácter biológico de nuestro campo de estudio, sin embargo, enfocamos nuestro análisis en los otros tres aspectos de la unidad, a través de categorías como: - Técnicas corporales (Mauss, 1991): término que Marcel Mauss utili za para referirse a la diversidad de formas en que los hombres (y las mujeres) de los diferentes grupos sociales tradicionalmente utilizan su cuerpo. Este concepto hace referencia a los aspectos anatómicos, sociales y psicológicos que se transmiten por tradición oral otorgando importancia al proceso de enseñanza/aprendizaje, ya que se basa en la imitación de las acciones exitosas de otras personas, las técnicas corporales conforman, según la expresión de Mauss, una “idiosincras i a social”, es decir, un conjunto de disposiciones corporales marcadas por la educación recibida. - Imagen corporal (Aguado, 2004): El cuerpo humano, como realidad
inmediata, es un cuerpo significado. Es una estructura dinámica en el que se tejen de forma compleja los procesos fisiológicos con los simbólicos. Desde esta perspectiva la imagen corporal es la configuración e specífica de un sujeto que da las evidencias sobre el Sí-mismo. La imagen corporal se configura a partir de un proceso ritual en el que se van delineando (significando) evidencias sobre el cuerpo del sujeto que contienen un sentido cultural y que se “anclan” al cuerpo a partir de la experiencia, por ello involucra la sensación, la percepción, su afectividad y su proceso cognitivo; es decir, su corporalidad. - Habitus (Bourdieu,1991,2002): La noción de habitus da cuenta de un sistema de disposiciones encarnadas de manera durable en el cuerpo. A
través del habitus se inscribe en el cuerpo, bajo la forma de ritmos, gestos y palabras, toda una relación con el tiempo y el espacio que el sujeto vive en forma orgánica y natural. El habitus es un proceso de interiorización de lo social y permite que las estructuras objetivas concuerden con las subjetivas. Los movimientos que ejecutan los sujetos forman parte de su cultura, de su vida social e individual; no son arbitrarios, son productos de su realidad histórica. - Capital corporal (Wacquant, 1999 ): Trabajo acumulado (en su forma materializada o en
su forma “in-corporada”, hecha cuerpo que, cuando es apropiado de manera privada, esto es, exclusiva, por los agentes o por un grupo de agentes, les permite apropiarse de la energía social en forma de trabajo viviente o deificado. En la medida en que todas las acciones que tejen la trama de la actividad humana implican la intervención del cuerpo podemos decir que la línea de investigación de Cuerpo y sexualidad tiene una relación estrecha con las otras líneas que se ofrecen en la carrera. El cuerpo es el sustrato de nuestra identidad como individuos, como grupo y como sociedad; es el referente a partir del cual construimos nuestro espacio social y ordenamos la vida cotidiana; con él y para él utilizamos la técnica y la materia que nos permite reproducirnos y a través de él transmitimos l a memoria de nuestro grupo social.
Proyectos de investigación que han emanado de la esta Línea de investigación: En proceso: Fabiola Escamilla Femat: El Cuerpo en el Espejo: la construcción de la imagen femenina Midory Lizbeth HernándezHernández : Entre bailes, bebidas embriagantes y comercio Jorge Luis Jiménez Matus: La enfermedad, el cuerpo y sus procesos de curación. La automedicación y su desarrollo histórico
Ana Isabel Alarcón Villegas: El objeto de nuestro afecto Rodrigo Agustín Arenas Sánchez: Pretty woman: Estudio sobre el cuerpo Una visión frecuente
femenino.
Cristina Alvarado Ronquillo: El concepto de virginidad en tres generaciones de mujeres en El Progreso, Veracruz”
Concluidos: Azminda Meybelli Román Nieto: La educación de la sexualidad en jóvenes universitarios. Concepción, prácticas y alternativas: El caso de la UPN en Tuxtepec, Oaxaca.
María Concepción Espinosa Chamorro: Recuperando el gusto por lo fecundo. Ensayo sobre la pérdida de poder de la mujer en el embarazo y el parto.
Bibliografía mínima: 1. Aguado Vázquez, José Carlos (2004): Cuerpo Humano e Imagen corporal. UNAM/IIA/ Fac. de Medicina. México. 2. Bourdieu, P. (1985): “Notas provisionales sobre la percepción social del cuerpo “, en Mills, W. et al , Materiales de Sociología crítica, La Piqueta, Madrid. 3. Bourdieu, P. (2000): La dominación masculina. Ed. Anagrama. Barcelona, España. 4. Breton, D. le (2002): Sociología del cuerpo, Editorial Nueva Visión, Buenos Aires, 5. Bourdieu, P. (2000): La dominación masculina. Ed. Anagrama. Barcelona, España. 6. Breton, David le(1995): Antropología del cuerpo y modernidad. Ed. Nueva Visión, Buenos Aires. Argentina. 7. Mauss, Marcel (1991): Sociología y Antropología. Ed. Tecnos, Madrid. 8. Pinzón Castaño, C.E. (1999):” El Cuerpo -Imagen. El cuerpo como espacio de confrontación cultural”, en Maguaré 14, pp. 9. Vigarello, G. (1997): Historia de cuerpos: entrevista con Michel de Certeau, en Historia y grafía No. 9.
Cultura Material y Técnica Sergio Vásquez Zárate
“Es incluso, extremadamente sano, que la ciencia del ser humano sea la más interdisciplinar de todas la disciplinas” (André Leroi-Gourhan, El gesto y la palabra)
Esta línea de investigación forma parte del Área disciplinar de la carrera de Antropología Histórica. A lo largo de cuatro semestres seriados se fomenta el origen y desarrollo de un proyecto de investigación que el estudiante construye bajo una línea temática. Su antecedente inmediato es el seminario homónimo que forma la base de los conocimientos necesarios para inscribirse en esta línea de investigación, la cual trata de reconocer y analizar la utilidad social del patrimonio objetivado o construido, identificando los procesos creativos que le originan y su trascendencia y significación cultural. Sus principales relaciones transversales son las otras líneas de investigación, con las cuales se procura establecer puentes, analogías y actividades académicas de reciproca complementariedad. Encuentra un fundamento en las experiencias educativas introductorias y teóricas de la carrera, y también se apoyan en el conjunto de habilidades que se imparten en los talleres. La línea se divide internamente en dos tipos de actividad académica: por una parte se pretende revisar los enfoques teóricos sobre la producción, adquisición y consumo de bienes diseñados y elaborados por el hombre, mientras se sugieren o construyen rutas metodológicas pertinentes, para que los alumnos inicien una investigación formal. La otra faceta de la línea se relaciona con el desarrollo de las habilidades necesarias que todo estudioso de la antropología debe fomentar. Es decir, la línea intenta proporcionar gradualmente, un abanico de saberes y quehaceres básicos para apoyar proyectos individuales de investigación que pueden constituirse en trabajos recepcionales emanados del trabajo documental y de campo. Como es sabido, el estudio de las sociedades a través de sus manifestaciones culturales es tarea esencial de la Antropología, pero dado que la cultura constituye un universo infinito y en constante transformación, su estudio se ha dividido en distintos campos disciplinarios y científicos. En todos ellos es necesario reconocer la importancia de la evidencia física producida por la actividad humana (también llamada “cultura tangible”) y contar con una noción general de los procedimientos técnicos y simbólicos que ese tipo de producción implica. A especificidad de la línea está en el énfasis con el cual se abordan las producciones materiales, tangibles u objetivadas de la sociedad, ya que se intenta conocer su papel como entidades de comunicación y, preferentemente, su valor como legado patrimonial. Así mismo, la línea procura fomentar el estudio de los productos materiales y simbólicos de la cultura, desde una perspectiva
interdisciplinaria que permita comprender o explicar los procesos emanados de la facultad creadora del hombre. “A partir del momento en que el ser humano no puede hablar por sí mismo, porque está ausente porque ha muerto; o por ausencia de documentos, subsisten dos testimonios: el del arte y el de la técnica” (Leroi-Gourhan) Con frecuencia son los artefactos –la cultura tangible- el único testimonio de una sociedad; esto no quiere decir que necesariamente hablemos de culturas remotas, ágrafas o pretéritas, sino de todo un grupo en la medida en que se identifica o se evoca en referentes objetivados de la civilización contemporánea, como sus centros históricos, el ajuar o menaje doméstico, los acervos museográficos, los monumentos públicos, los archivos, el instrumental, el legado patrimonial, el paisaje culturalizado, entre otras muchas posibilidades que permiten recrear la historia y el presente, como coordenadas para conocer las expectativas sociales hacia el futuro. Por ello, todo estudioso de los cambios tecnológicos debe reconocer los atributos distintivos que se imprimen y se proyectan en el utillaje mobilliar o en el bien inmueble, pues estas manifestaciones corresponden a un contexto que incluye procesos de transformación y una “historia vivida” en un tiempo y espacio específicos. De esta forma, las posibilidades de estudio sobre la cultura material –y su intrínseca relación con la cultura interiorizada o intangible- son inmensas, pues abarcan desde el análisis de cambio social, hasta estudios pragmáticos muy concretos, como pueden ser las aplicaciones ergonómicas de ciertos objetos o los inventarios de bienes muebles o inmuebles. Por su parte, el estudio de la técnica, o mejor aún, de la tecnología, ha sido una de las constantes de la Antropología, no sólo para entender los procesos generadores de cultura, sino como parte de ella. La tecnología no es inocua, ni inocentemente neutral, está fuertemente imbuida por los intereses, expectativas y actividades humanas que la conciben y que giran en torno a ella, pues reiteramos, forma parte de la cultura de una sociedad. Es por tanto, una producción del hombre y, consecuentemente, representa un campo prioritario del quehacer antropológico. En términos esquemáticos existen dos corrientes para abordar la tecnología, entendida como parte creativa de un sistema social, que involucra aspectos intelectuales, organizacionales, quehaceres y saberes encaminados a la producción de bienes o satisfactorios. Sin embargo, ningún estudio puede emprenderse sin reconocer su obvia relación con la cultura y con los hábitos que se expresan en forma de acción, participación y significación encaminadas al cambio social. Los enfoques antropológicos se relacionan necesariamente con los valores que una sociedad le otorga a la cultura material y a la técnica, pues ambos implican procesos significativos. Como arriba se sugiere, prevalecen dos corrientes de pensamiento que han abordado estos aspectos. Los materialistas tienden a concebir a la cultura como una respuesta de adaptación a partir de una base productiva, en la cual interactúan elementos como el material tecnológico, el sociológico y el ideológico. Es precisamente en el estudio de estas interrelaciones, donde radica la comprensión de los procesos de cambio. En este grupo ubicamos las propuestas de Julian Steward, Leslie White y Richard Adams, entre otros. El primero introdujo dl concepto de “núcleo cultural” que se refiere a los hechos y producciones esenciales y perdurables en las actividades de subsistencia y que, por
su trascendencia histórica, es determinante para analizar procesos evolutivos de la cultura. Por su parte, White analizó el impacto que el desarrollo tecnológico tiene en distintas manifestaciones del sistema cultural, evaluando además las posibilidades de respuesta humana ante distintos grados de adaptación. Adams subrayó la importancia de la relación entre la tecnología (entendida como la capacidad de elaborar herramientas, formas físicas y medios de producción) con la cultura (capacidad para inventar símbolos y dotarlos de valor). Muchas de las aplicaciones de esta corriente materialista ha abordado la relación productiva, sobre todo como una estrategia para entender procesos como la intensificación agrícola o el desarrollo de la industrialización y sus consecuentes cambios en la organización social y los niveles de vida, e incluso, la construcción de nuevos paradigmas de convivencia colectiva. Por su parte, el enfoque estructuralista, originalmente dirigido al estudio de estructuras de parentesco, prácticas rituales, mitologías, magia y religión, sostiene que “el significado es la propiedad específica del objeto antropológico” (Sahlins, 1988). Consecuentemente, desde esta perspectiva no se enfatiza el estudio o análisis de cultura material, e incluso rechaza que los procesos de significación de los rituales, las prácticas mágicas o la mitología puedan desentrañarse mediante explicaciones esencialmente materiales o económicas, que reducen las infinitas posibilidades de la naturaleza humana (cf. Douglas, 1973). No obstante, existen interesantes ensayos donde se analiza la mutua interacción entre las significaciones culturales y su medio material. Por ejemplo, Sahlins propone que la interacción del hombre con su medio natural favorece (o por el contrario inhibe) el desarrollo de técnicas, procedimientos o mecanismos que le permiten generar y regular marcos contextuales de referencia, y que caracterizan el comportamiento humano. Es decir, destaca la importancia de los esquemas significativos que las sociedades construyen para ordenar su vida en el mundo material. En ese sentido, Clifford Geertz (1988) reitera que la cultura integra al conjunto de esquemas y “mapas mentales” que dan referencia y ordenan la conducta social. La división esquemática antes presentada en realidad le hace poca justicia a la riqueza conceptual, metodológica y cognitiva que puede generarse a partir de los estudios del cultura material y la técnica. Casos excepcionales son los estudios desarrollados por el prehistoriador y antropólogo André Leroi-Gourhan, un destacado discípulo de Marcel Mauss, que aun siendo eminentemente estructuralista, subraya diferencias notables cuando otorga gran importancia al “gesto técnico” y a la cultura material, enfatizando además la relevancia de las etapas históricas para aprehender los contextos que le dan significación a cada fenómeno o hecho. Otros autores que aportan referencias bibliográficas necesarias en esta línea son Mary Douglas y Baron Isherwod, Arjun Appadurai e Igor Kopitoff, Michael Schiffer y Norman Pounds. Los primos proponen sistemas de clasificación y contribuyen a la diferenciació n que existe entre “bien” y “mercancía”; los segundos elaboran una teoría sobre la valorización social de los objetos convertidos en mercancía y además, caracterizan la secuencia –siempre dotada de proyecciones culturales- en la cual “viven” las cosas, desde la extracción como materia prima, hasta su desecho, pasando por fases de demanda, intercambio y comercialización. Este ciclo puede abordarse mediante un análisis “biográfico” del objeto. En este sentido, Schiffer aporta un marco que da
énfasis a los contextos sistémicos en los cuales un bien o un artefacto cobra coherencia durante su etapa de uso o vida funcional. Pero también refiere el contexto “arqueológico” en el cual sus restos se depositan una vez concluida su actividad utilitaria y que “revive” mediante el rescate de otros valores documentales (el objeto como testimonio de eventos pretéritos) o como evocación alegórica de sucesos exaltados (reliquia o monumento) Proyectos emanados de la línea Bajo la temática de Cultura material y Técnica se han iniciado tres proyectos generales que a su vez, han dado lugar a 9 investigaciones particulares, la mayoría ya presentada como trabajos recepcionales o próximos a ser defendidas: a) El proyecto sobre patrimonio edificado en la ciudad de Misantla se enfocó al valor patrimonial de sus monumentos y su centro histórico. El proyecto obtuvo un financiamiento del Programa de apoyo a la cultura municipal y comunitaria (PACMyC) y comprendió estudios sobre la arquitectura pública, la evolución de la traza urbana y la importancia de la vivienda típica y tradicional de la región. Paralelamente se realizó el inventario de monumentos históricos y se asesoró la creación del pie-museo de la Casa de la Cultura de esta ciudad. b) El Patrimonio cultural de Coscomatepec, en coordinación con el Ayuntamiento, la Fundación Jesús Domínguez Rosas, A.C. y la Asociación Museo Comunitario Tetlalpan. En este municipio se asesoró la restauración de algunas pinturas de gran formato, se concluyó una propuesta para la creación de una pinacoteca de arte religiosos del siglo XIX, el montaje museográfico de un acervo arqueológico y un programa de estudio, conservación y difusión de los bienes patrimoniales histórico-culturales. c) Un seminario sobre el papel de los bienes icónicos en la identidad cultural propició la formalización de un proyecto sobre la importancia de vainilla en la cultura de Papantla y sobre los relicarios y estandartes religiosos en Oaxaca. Ha habido participación de alumnos de la línea en un proyecto interinstitucional sobre el camino real Veracruz-Perote, en el cual se desarrolló un programa de restauración y puesta en valor de la arquitectura militar decimonónica en Plan del Río, que en el año 2008 obtuvo el Premio Francisco de la Maza que el INAH otorga al mejor trabajo de conservación del patrimonio histórico y urbanístico en el país. Actualmente se prepara un trabajo recepcional sobre cocina como patrimonio cultural y otro sobre la trascendencia simbólica de la indumentaria de Santa Ma. Magdalena, patrona de Xico, Ver. Bibliografía mínima: ADAMS, Richard. Energía y estructura: una teoría del poder social , F.C.E México. 1983. APPADURAI, Arjum. La vida social de las cosas, Edit. CONACULTA, México, 1985.
FLORESCANO, Enrique. “El patrimonio nacional. Valores, usos, estudio, difusión” en: El patrimonio nacional en México , T. I, Enrique Florescano (Coord.), Biblioteca Mexicana, CONACULTA, FCE, México, 1997, Págs. 15-27. HARRIS, Marvin. Caníbales y reyes. Breviario, Alianza Editorial, España, 1985. HELLER, Agnes. Sociología de la vida cotidiana. 3ª Ed., Edit. Península, Barcelona, 1991. KAPLAN, David y Roberto L. Manners. Introducción crítica a la teoría antropológica , Editorial Nueva Imagen, 1981. KLEIN, Naomi. No logos: el poder de las marcas . Edit. Paidos, Barcelona, 2001. LEROI-GOURHAN, André. El hombre y la materia (Evolución y técnica I) , Edit., Taurus, Madrid, 1988. POUNDS, Norman J. La vida cotidiana: historia de la cultura material . Edit. Crítica, Barcelona, 1999. SCHIFFER, Michel, “Social theory an history in behavioral archaeology”, en Expanding Archaeology , James Skibo, W. Aalter y A. Nielsen (eds.), University of Utah Press, Salt Lake City, 1995, Págs. 22-35. SCHIFFER, Michael y Andrea Miller. The material life of human beings. Routledge, Londres y New York, 1999.
Espacio social y geografía histórica Francisco Javier Kuri Camacho
1. Espacio social y Geografía Histórica y su relación con la Antropología Histórica. La línea de investigación Espacio Social y Geografía Histórica tiene como finalidad indagar la conformación, representación, percepción y apropiación del espacio, el territorio y/o el paisaje por los grupos sociales, tomando en cuenta la necesidad de historizar los procesos sociales desde un postura que retome el contexto histórico y con ello de importancia a los procesos históricos. Todos los espacios que conocemos y habitamos en la vida cotidiana tienen un vínculo fundante en las relaciones sociales: el espacio físico siempre es generado y moldeado por el espacio de las relaciones sociales y es efecto de su compleja trayectoria, por lo que las formas espaciales son producidas por la acción social. Así, el espacio social es el resultado de luchas históricas permanentes entre actores sociales con posiciones, intereses, valores y proyectos en pugna por la hegemonía del espacio urbano, religioso, económico y del poder, entre otros. Asimismo, un elemento agregado al estudio del espacio social es el paisaje como un medio de análisis retrospectivo y prospectivo de componentes como el territorio, la población, la organización del poder hasta las formas simbólicas y virtuales del espacio. Para ello, es primordial que los estudiantes realicen cartografías que tiendan a proveer materiales para fundamentar los campos sociales donde se expresan las luchas simbólicas en torno a la percepción y apropiación de los espacios sociales a través de los procesos históricos. Dentro de la línea de investigación se pretende centrar en una primera fase los estudios de espacio social en las ciudades del centro de Veracruz a fin de hacer un primer balance del impacto, transformación, adaptación y proyección de los paisajes urbanos y sus modificaciones a través de la construcción de los mismos por los tejidos sociales que se construyen en los trasfondos no sólo institucionales sino a través de los actores sociales involucrados en la construcción de su vida diaria.
2. Objetivos de la Línea de Investigación. General
Construir una línea general de investigación que dé cuanta de cuáles son los medios que utilizan los actores sociales para representar, apropiarse y/o trasformar los espacios sociales que se generan en medios urbanos de la zona centro del estado de Veracruz, a través de sus procesos históricos.
Particulares
Analizar los distintos enfoques que estudian el espacio social como elemento sustantivo de los procesos sociales para la investigación. Generar una base de datos sobre bibliografía relacionada con estudios de espacio urbano en ámbitos virtuales y tradicionales. Construir mapas de ciudades del equipamiento cultural. Integrar a la formación del estudiante, los métodos y técnicas de representación e indagación de la geografía histórica, tales como la cartografía, los registros públicos de censos y otras formas de representación de carácter oficial y tradicional. Constituir un seminario de discusión con la participación de especialistas en el tema que comenten los ensayos de los tesistas para apoyarles en la construcción del trabajo recpcional. Concluir la elaboración de trabajos recepcionales sobre espacio social y geografía histórica de los estudiantes de Antropología Histórica. Integrar a los estudiantes en experiencias profesionales que involucren sus temáticas como serian congresos, seminarios, asesorías profesionales, todo ello a través de la vinculación interinstitucional.
3. La investigación desde el espacio social y los proyectos particulares. Se parte de que la investigación debe ser cultivada en equipo que permita generar sistemas de información general y particular sobre el espacio social y la geografía histórica. También se considera que estos sistemas de información deben ser compartidos con otros equipos de investigación a través de cuerpos académicos que aborden la misma temática, así como redes interinstitucionales dedicadas a ello, pues de esta manera se podrá hacer evaluaciones sobre lo que se ha investigado o están en proceso y posibilite determinar estudios profundos y detallados de las formas de representación y percepción que los veracruzanos tienen sobre los problemas históricos, políticos, económicos, sociales y culturales de la entidad veracruzana.
Un enfoque que me interesa destacar es la investigación sobre el espacio social desde el contexto histórico con la finalidad de que los estudiantes realicen una primera valoración en la temática que han definido inicialmente y en que, en su caso, ratifiquen o rectifiquen la misma. Esta línea de investigación se orienta hacia el estudio de la producción social, política, simbólica y económica del espacio desde la perspectiva de la geografía histórica, considerando como fundamentales los siguientes problemas y/o temas:
Medio ambiente y sociedad: el entorno constituido. La formación histórica del Territorio y sus variaciones históricas como localidad, región y nación.
Las políticas de los asentamientos y la dinámica de la población.
La conformación de las geopolíticas.
Las redes sociales, políticas y económicas a partir del espacio social y virtual.
La formación de las instituciones y el reordenamiento de los grupos sociales.
4. Lista de proyectos en curso y concluidos. Investigaciones en curso: Su Jiménez, Juan Manuel. Los cambios en el sistema geopolítico veracruzano en los siglos XIX Y XX: el caso de San Rafael, Veracruz. Carrera Cerdán, Arianna. “ASÍ SE VIVE ADENTRO”. Unidad Hospitalaria de Salud Mental de Xalapa, Veracruz. Zapata Andrade, Lydia Josefina. Las comunidades virtuales del Facebook en la vida cotidiana de los jóvenes .
Resultados de investigación: Salcedo González, Blanca Jimena. (2008). Sueño y realidad cultural: un estudio sobre la función social del sueño. Modalidad: Ensayo. Licenciatura en Antropología Histórica.
5. Bibliografía ÁLVAREZ-GAYOU Jugenson, Juan Luis (2004). Cómo hacer investigación cualitativa. Fundamentos y metodología. Editorial Paidós Educador, México. BOURDIEU, Pierre (2000). “Espacio social y poder simbólico”, en: Cosas dichas. Editorial gedisa. Barcelona. GALINDO, J. (1998). “Introducción. La lucha de la luz y la sombra”, en: Técnicas de investigación en sociedad, cultura y comunicación. Adison Wesley Longman CONACULTA, México. GALINDO, J. (1998). “Etnografía. El oficio de la mirada y el sentido”, en: Técnicas de investigación en sociedad, cultura y comunicación. Adison Wesley Longman CONACULTA, México. GIMÉNEZ, Gilberto (1994). “La teoría y el análisis de la cultura. Problemas teóricos y metodológicos”, en: Metodología y cultura. Conaculta, col. Pensar la cultura. México. Coords. Jorge A. González y Jesús Galindo Cáceres. GONZÁLEZ, Jorge A. (1994). “La transformación de las ofertas culturales y sus públicos en México”, en: Estudios sobre las CULTURAS CONTEMPORÁNEAS. Revista de investigación y análisis. Volumen VI/ Número 18. Colima. Varios (2001). El protocolo de INVESTIGACIÓN. Lineamientos para su elaboración y análisis. Editorial trillas, México.
IDENTIDAD Y TRADICIÓN
René Cabrera Palomec
Las identidades y su relación con la antropología histórica
Las identidades deben su importancia a sus transformaciones y a su ubicuidad en el mundo de las relaciones entre los seres humanos. Pocas investigaciones en las ciencias sociales no se referirán a ellas puesto que no dejan de asomarse en los intersticios de la cultura. En la “Línea de investigación” Identidad y Tradición se pretende trabajar no solamente desde el entrecruzamiento de dos disciplinas –con especial énfasis en la antropología, ya que es aquella en la que me he formado y porque, como ha sido explicado desde sus cursos introductorios, esta carrera se debe asimismo a los aportes que realizaran los llamados Estudios culturales latinoamericanos tanto como a las sugerencias de las disciplinas “para-antropológicas” (según expresión de Julio Caro Baroj a)-, sino también desde la convicción de que la investigación como toma de conciencia de la emergencia de realidades nuevas y la revaloración de las antiguas, es una de las tareas más urgentes y sensibles del momento. En esta Línea se preparan y se realizan pequeñas investigaciones acerca de los procesos de construcción de identidades colectivas -en particular, pero no exclusivamente, de aquellas que todavía conservan una base territorial. Al respecto, si bien se ha puesto en duda la pertinencia de investigar las identidades tradicionales en momentos en que dos de las exigencias analíticas para su estudio –es decir, un territorio y una colección de monumentos, emblemas, marcas, accidentes, paisajes, arquitecturas, gustos- ya no son importantes en “tiempos de globalización” y de migraciones intermitentes, para esta propuesta la base territorial es imprescindible puesto que parte de la idea de que ciertas identidades colectivas solamente pueden comprenderse desde la perspectiva de la larga duración. Para ello, tentativamente, distingue entre alteridades históricas –colectivos con un largo proceso histórico, simbólico y estético- e identidades políticas –más coyunturales, reveladas por acciones políticas, festivas, religiosas o del consumo cultural mediático. El punto de partida para el estudio de las primeras es el de la concepción –presente en Marx como en Braudel y en Leroi-Gourhan- de que la civilización material permite explicar a largo plazo y en sus determinantes, los procesos que observamos en coyunturas histórico-
sociales definidas. Aquí se le toma como el contexto del proceso que da sentido y organiza las alteridades históricas; existen, pues, estructuras para las identidades, revelándose éstas como históricas, limitadas, objetivables. Por eso mismo, se privilegian estudios que se enmarquen en la llamada cultura material -habitación, vestimenta y culinaria en lo central y relaciones simbólicas en lo aleatorio-, lo cual permitirá reflexionar acerca de la amplitud del llamado patrimonio histórico y cultural. Pero, por otro lado, es menester señalar que en la siempre permanente transición entre lo llamado tradicional y lo moderno, la identidad es inconcebible sin el despliegue territorial e histórico del llamado por André Leroi-Gourhan “estilo étnico”, esa realidad estética con que nos relacionamos con el imaginario, las personas y los objetos; luego entonces, es inconcebible sin los hábitos, los cuerpos, los gestos y los gustos soterrados que no pierden oportunidad de manifestarse. Tampoco es sostenible la idea de la identidad sin la ubicación de sus portadores en un espacio social al estilo de Pierre Bourdieu, en donde la posición social y la noción de interés tienen, al parecer, la última palabra. Menos aún es sostenible la identidad sin las mediaciones simbólicas de la vestimenta y el adorno, el sex-appeal y el erotismo. Tampoco se puede sostener sin la historia íntima del identificado. La comprensión de las identidades políticas devendrá de la consideración del papel de los procesos emergentes. Ha sido pertinente para esta misma concepción, señalar una cierta tensión entre la identidad y la globalización, ya que la reestructuración del capitalismo y la diversificación, expansión y profundización de la tecnología de la información están creando un mundo nuevo. Mundo nuevo por lo menos para las viejas identidades que se sostenían entre otras cosas por su relación con un territorio local y con uno nacional, en los cuales hay “evidencias” de la representación adecuada de su existencia. En ello la llamada cultur a popular ha sido el sostén de lo tradicional, y, por ende, de la identidad, en este caso nacional. Pero la cultura popular no es solamente nacional; se trata de una cultura popular transnacionalizada, mundializada: imitar colectivamente cierto baile de Michael Jackson no tiene fronteras. Esto quiere decir que los referentes para las identidades están cambiando y que habrá que poner más atención no solamente a los nuevos procesos sino también a los nuevos conceptos: hay que reformular los relativos a la industria cultural, al patrimonio, a la creación y sus derechos, a la noción de ciudadano, a la de calidad de vida. Y nos quedamos cortos. El abordaje de la investigación La identidad –en realidad, las identidades, ya que aquí hablo tanto del concepto como de las realidades vividas por sus portadores- ha servido como un pequeñísimo campo de investigación formativa que, en el contexto de la carrera, ha permitido que varios estudiantes hayan obtenido su grado. Las temáticas de estos trabajos recepcionales, se han conectado a
las dos problemáticas básicas de la carrera: la de las políticas culturales y la de la formación del Patrimonio histórico-cultural de grupos sociales que desean desarrollar sus propias políticas culturales. ¿Qué y cómo se ha investigado? Lo primero que hay que decir es que no se les impone una concepción única y predeterminada de lo que es la identidad. Así, solamente funciona una metáfora inicial para las investigaciones que los estudiantes emprenden: la identidad es una construcción hecha de materiales diferentes –en sus texturas, resistencias y propiedadesunidos por una argamasa que son las significaciones imaginarias sociales, el imaginario social a la manera de Cornelius Castoriadis. La identidad es una encrucijada: lo que exige asimismo la encrucijada teórica: social y cultural como estética. La identidad es poder; la identidad es un “habla”, en el sentido de Roland Barthes; pero también es una puesta en escena, un “performance”, como lo mencionara, sin estas palabras, hace mucho tiempo Marcel Mauss; un palimsesto, visiones nuevas sobre visiones viejas, texto; un reto a campo abierto; un juego de pókar; un salto al vacío: una reciprocidad; la configuración de lo deseado: la tarea siempre inconclusa de no hallar quiénes somos. Y tenemos que encontrar las complementariedades posibles en este juego de espejos. La llamada Línea de Investigación “Identidad y tradición” se está construyendo con una triple finalidad: 1.- Aplicar los conocimientos obtenidos por los estudiantes en sus diversas experiencias educativas, en particular: Seminario de Identidades, Cuerpo y sexualidad, Espacio social, Etnografía, Mentalidades y representaciones, Técnica y materia, Teorías de Ritos y Mitos y Vida cotidiana , por lo menos. 2.- Organizar los intereses cognoscitivos alrededor de alguna de las formas -sobre todo materiales- en que se organiza lo que suele llamarse identidad y tradición. 3.-Contribuir a la construcción de la Antropología histórica como “bloque histórico”, an tes que como disciplina. Los trabajos tienen que ver, entonces, con el reconocimiento de las maneras de construcción y reconstrucción de las identidades colectivas e individuales de los sujetos o actores sociales, en una compleja imbricación con los de la creación del patrimonio de tales grupos sociales. Por esto mismo “Identidad y tradición” se presentó desde el principio como un espacio de estudio y reflexión temática -teoría social, historiografía- y de adquisición de habilidades documentales y etnográficas que permitieran profundizar conocimientos y diseñar y terminar una investigación.
Proyectos emanados Hasta el día de hoy, he propiciado cuatro sub-proyectos con desigual demanda y continuidad, pero con el mismo formato, del que solamente cambiaron ciertos contenidos, sobre todo de los seminarios para cada uno de ellos: 1. “Ecomuseo en el istmo veracruzano” Este trabajo se fue definiendo en la práctica, ya que nació como respuesta a la demanda que pobladores de Piedra Labrada, Veracruz, hicieran a la Carrera en esa época, relacionada con la construcción de un museo comunitario. En realidad en el principio queríamos formular un proyecto para un estudio de un estilo étnico –en la definición de André Leroi-Gourhanque según nuestra sospecha llegaba, con sus altibajos y variantes, hasta Venezuela desde el Sotavento veracruzano. Queríamos someter a prueba la idea de una hibridación tanto genética como simbólica que daba como resultado una realidad afroandaluza. Pero llegó una carta dirigida al jefe de carrera y todo cambió a partir de la visita al lugar. El resto es una historia que los tres protagonistas –entonces estudiantes- deben de contar. Debo advertir que aunque no pudimos cumplir al 100% el programa indicado, esta es la concepción general que animaba al proyecto. El trabajo de los estudiantes fue sobre todo autogestivo. Trabajos Recepcionales:
Alberto Córdova, con el ensayo Cabeza de piedra y el cuerpo que se levanta. Jenny Cárdenas con Guión y propuesta del Museo de Sitio de Piedra Labrada, Veracruz.
Demián Ortiz con El Ecomuseo: un espacio comunitario para recordar, conocer y reinventar (Premio “Miguel Covarrubias”, INAH 2007 en Museografía).
2. “Indumentaria: la tradición y la moda” Con la siguiente generación de estudiantes que se apuntó conmigo (4), quise contrastar algunos de los resultados que ya se apuntaban, y en la medida en que el trabajo en Piedra Labrada no requería por el momento –era una de las etapas menos prometedoras- de más estudiantes de Antropología histórica, propuse trabajar la temática de la identidad urbana, de la ciudad concebida como una herramienta para acceder a un tipo de vida, a una dintinguibilidad. En especial me atraía la idea de la “ciudad letrada” (título de un libro de Ángel Rama y que leímos sin falta ninguna), que hablaba de los intelectuales como grupo simbólico. Xalapa, me decía, era un espacio preferido para esta clase de oficio. El poco entusiasmo como respuesta de los estudiantes me indujo a proponerles un cambio hacia una temática que requiriera más de habilidades manuales que intelectuales: esta vez, les propuse la indumentaria, cuyo desarrollo principal se encontraría en los contenidos de los sucesivos seminarios que proporcionarían un sentido de los objetos, y sería coronable en el último
taller en donde se trataría la semiótica como procedimiento de análisis de los objetos. Nuevamente, nos faltó tiempo para acabar con las lecturas y sólo dos estudiantes se interesaron realmente con la propuesta y terminaron su trabajo recepcional, los otros cambiaron de asesoría. Trabajos Recepcionales:
Rocío Juárez, con el Trabajo Práctico Naturaleza y artificio en la indumentaria Rañutu. Evelyn Viveros, con el ensayo Ruidos y Trapos: La identidad expresada en la Indumentaria y el consumo musical, ejemplo el rock.
3. “Tradición y modernidad en América Latina” Con esta generación se ha adoptó una perspectiva más amplia y a la vez más estable: las temáticas particulares ya no se sugirieron. La noción de identidad toma cuerpo cuando la insertamos en la lógica del sentido estético y en algún momento de la transición entre lo tradicional y lo moderno. Las nociones de mundo circundante, imaginario y tradición permitirían ver la lógica de las mediaciones simbólicas con que los hombres afirman aquella distinguibilidad. Por eso, sin importar los objetos específicos que los estudiantes adoptaran para su trabajo recepcional, se ofreció el marco donde pudieron concebir y analizar su objeto. Cinco estudiantes trabajaron mediante esta idea, de los cuales dos se graduaron –uno de ellos con asesor diferente- y los restantes están por hacerlo. Trabajos Recepcionales:
Quetzalli Malagón Pimentel, con el ensayo El patrimonio Ignorado. Usos y valoraciones del espacio en el Patio Muñoz de Xalapa, Veracruz. Emiliano López Carlton, con el trabajo Práctico Científico El son istmeño en Juchitán, Oaxaca. Identidad, tradición y creación.
Están por graduarse:
Gustavo Mendoza Andrade, con una Crónica-ensayo: Usos y desusos de la radio en Veracruz. Antropología y comunicación (1890-1930). Juan Ramón Álvarez Vázquez, con el ensayo Jata-jama-etzé, la danza del Carnaval. El patrimonio histórico cultural de los zoques de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Diana Barrón López, con el ensayo La danza flamenca en México. Estereotipos, industrias culturales y clase social.
3. “La Imagen como fuente y como narrativa de investigación” Con esta generación se acudió una vez más a esas hibridaciones temáticas resultantes del uso de nociones nuevas y complementarias a las tradicionales. El proyecto trabajó sobre
todo en los aspectos representacionales de las identidades; de este modo pudo definirse un pequeño campo de problemáticas, como son los estereotipos y las relaciones entre los humanos a través de las imágenes. El seminario temático trató luego entonces, de estereotipos raciales y étnicos, del concepto de imagen y de las caracterizaciones de los tipos sociales en el cine mexicano –con su respectivo cine club. Tres estudiantes se inscribieron en este proceso; uno de ellos se encuentra redactando su trabajo recepcional; los otros dos en la última etapa de su paso por la Línea de investigación y ya están redactando su informe preliminar. Trabajos Recepcionales:
Fernán González Hernández, con el ensayo Maestros del disfraz. Liminalidad y símbolo en los dandys actuales. Linda María Ruiz Ledezma, con el ensayo El cine en México: una construcción desde el blanco y el negro.
Miguel Pérez Ramírez: con el ensayo Estética del imaginario. Un estudio sobre la conformación de las identidades sociales.
4. “Antropología y estética. La noción de estilo como organización de la investigación” Esta generación participó en un semestre de las obligaciones académicas y formativas de la anterior y su transición apunta hacia el examen y el uso de la noción de estilo, de larga existencia en las formulaciones antropológicas. Vislumbrado por Marcel Mauss, propuesto por primera vez como procedimiento de investigación por A. L. Kroeber en 1959 y reformulado por André Leroi-Gourhan en 1965, esta noción está sirviendo para distinguir algunos aspectos de las relaciones simbólicas existentes entre los seres humanos y que contribuyen al reconocimiento propio y ajeno de los sujetos. Los estudiantes que trabajan conmigo apenas están creando sus proyectos de investigación con los siguientes títulos tentativos:
Diana Irene Fabre Olvera: Iconografía textil nahua . Lenguaje de identidad. Anaíd Hernández González: De la crisis a la creación. El Estridentismo como política cultural y de sensibilidad. José Carlos López López: Santos patronos. Sincretismo religioso o nueva religión. Carlos Mendoza Chávez: Cubanos en México en el siglo XX. Erick Said Rodríguez Sánchez: Yaotiliztli, el guerrero reinventado. El combate cuerpo a cuerpo en el México prehispánico y en la actualidad en los grupos indígenas. Abraham Emmanuel Vera Renteria: La experiencia estética. Comprensión y ordenamiento del mundo.
Pequeña bibliografía de uso:
Fernand Braudel: 1979: Civilización material, economía y capitalismo. Siglos XVI-XVIII. Las estructuras de lo cotidiano, Madrid: Alianza Editorial. Julio Caro Baroja 1974: De la superstición al ateísmo. Meditaciones antropológicas, Madrid: Taurus. André Leroi-Gourhan [1965] 1971: El gesto y la palabra, Caracas: Ediciones de la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela. Cornelius Castoriadis 1988: Los dominios del hombre, Barcelona, Editorial Gedisa. Néstor García Canclini y Juan Carlos Moneta (Coords.) 1999 : Las industrias culturales en la integración latinoamericana, Buenos Aires: EUDEBA/SELA. Pedro Gómez García (Coord.) 2000: Las ilusiones de la identidad, Madrid: Frónesis Cátedra-Universitat de Valencia. Manuel Antonio Garretón (Coord.) 2002: América Latina: Un espacio cultural en el mundo globalizado. Debates y perspectivas, Santa Fe de Bogotá: Convenio Andrés Bello. Rubens Bayardo y Mónica Lacarrieu (Comps.) 2003: Globalización e identidad cultural, Buenos Aires: Ediciones CICCUS.
André Jorge Leandre Adolf Leroi-Gourhan
Memoria colectiva y movimientos sociales
Con relación a esta Línea de Investigación, el Plan de estudios de la Licenciatura en Antropología Histórica de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana establece lo siguiente:
“A partir de la historia de las mentalidades, se estudian las manifestaciones que tienen que ver con los usos y lugares sociales de la memoria, sus representaciones y, en consecuencia, el imaginario colectivo. Para esta corriente resulta importante esclarecer los distintos sentidos de la memoria en los grupos sociales, a partir de sus concepciones, percepciones, y todo aquello que tiene que ver con la vulgarización de los modelos culturales instituidos e instituyentes. La construcción de la memoria colectiva y del imaginario social comienza con la historia de la producción material, y recorre todos y cada uno de los esfuerzos cotidianos de una colectividad para su reproducción. Así, el objeto de estudio de la memoria, concierne a la objetivación del imaginario, el cual se expresa en la idealización de la vida social. Para la memoria, la realidad aparece transfigurada en inflexiones que una colectividad asume como ideas, figuras, símbolos e imágenes sobre sí y sobre los otros. Las representaciones van desde una simple idea del bien o del mal, hasta las más elaboradas percepciones de la vida pública y privada. Otra capa de las representaciones cubre a los gestos y actitudes, portadoras de emblemas con los que se identifica a personajes, cargos, estamentos, lugares, paisajes, cuerpos y normas. El estudio del imaginario ha tenido una gran aceptación entre los historiadores de la escuela de los Annales, tomando de la sociología de Mauss y Durkheim el concepto de representación colectiva, y de los estudios de psicología social de Moscovici y Claudine Herzlich el concepto de representación social; el primero para comprender los sistemas de clasificación social y el sistema de valores que de ello se derivan; del segundo se sirven para la comprensión de las conductas y actitudes sociales que generan las representaciones sociales, ponderando más el valor que tiene esta categoría en las sociedades llamadas “complejas” Por otro lado, la antropología académica ha podido incluir en sus investigaciones cierto tipo de “situaciones sociales” observadas a partir de su interés por las hasta hace poco llamadas sociedades primitivas. Pero tales situaciones sociales no sólo son objeto de la
antropología, pues los son también de la sociología, de la historia y de la psiquiatría por lo menos. Lo que inicialmente observaba nuestra disciplina es producto, sin duda, de la llamada aculturación que vivían las sociedades colonizadas: movimientos de protesta, de libertad y salvación contra el orden impuesto. En suma, trataba el problema de las transformaciones culturales en los terrenos más sensibles e irritantes para los colonizados: mundos de vida, sistemas de creencias, religión. La emergencia de procesos y el reciclamiento de otros, producto de las fluctuaciones económicas y sociales a nivel mundial, vuelve a hacer necesaria la reflexión sobre estas nuevas situaciones que no encuadran en las consideraciones teóricas clásicas. Es preciso entender los fenómenos del poder en relación con los procesos y movimientos no sólo feministas y de minorías étnicas, sino también los de grupos de edad, deseantes, religiosos o de adicción, -sin caer en la condena previa que quiera dictar qué es lo normal o qué es lo desviado-, en las causas de su origen, en su desarrollo, en sus consecuencias y en los procesos ideas, esperanzas y utopías que generan. La Línea de trabajo pretende ser un campo de reflexión e investigación, sobre algunas de las maneras en que es posible la expresión de los movimientos sociales, y las redes del poder en las que emergen tanto en situaciones modernas como premodernas. Los movimientos sociales y la encarnación del poder como objetos de estudio, requieren de una sólida formación teórica y documental, inicialmente, y luego de una investigación directa. Algunos de estos movimientos a estudiar serían: milenarismo, nativismo, revivalismo, utopismo, mesianismo, desobediencia civil, pacifismo, feminismo, negritud, ecologismo, etc.
Vida cotidiana y políticas culturales María de Lourdes Becerra Zavala
Campo temático y su relación a la antropología histórica Comenzar un recorrido de conocimiento acerca de la vida cotidiana invita a localizar el punto de inflexión entre el individuo y la comunidad, entre el cambio y la permanencia, la reconstrucción del pasado y las perspectivas del futuro, la articulación entre las grandes estructuraciones de la vida social y los vínculos que nos permiten re-construir el mundo de la vida. Este campo de la Antropología Histórica se presenta como el espacio/tiempo donde las personas re-producimos nuestra vida en sociedad, objetivada en hábitos, imágenes, actitudes, consumos, iconos, esperanzas, modelos de vida, tiempo productivo y de ocio, integraciones elegidas consiente o inconscientemente. Sostenida en los valores y hábitos del tiempo largo, estructurada por el “espíritu de la época” en cada sociedad, y sacudida por los eventos coyunturales, puede ser interpretada como un proceso en el que los escenarios sociales construyen mediante la praxis cotidiana las grandes objetivaciones sociales que, a su vez, serán la estructura más vasta donde los escenarios sociales se realizan. Es el movimiento en el tiempo lo que nos permite identificar los cambios, imperceptibles o abruptos, en la vida de una sociedad. Por ello el análisis que pretendo construir con los estudiantes que opten por esta línea debe ineludiblemente mantener la perspectiva histórico-social que la carrera de Antropología Histórica propone. Las categorías que acompañan el recorrido desde el planteamiento del problema de investigación hasta las conclusiones y preparación del trabajo recepcional son: el ser humano en su condición de especie (labor, condición humana: la vida biológica); en su condición de ser histórico-social (trabajo, condición humana: relación con todo aquello que el hombre construye materialmente); y la vida construida de manera colectiva con los valores, orientaciones del hacer que nos hacen vivir en colectividad con otros humanos (acción, condición humana: individuos que viven en colectividad). La condición humana:
indexicalidad (dónde y cuándo, tiempo-espacio) de las prácticas sociales recurrentes (hábitos, costumbres), así como las expectativas mutuas que reúnen a las personas que realizan la vida social. Escenarios sociales:
“Sistemas que
, que son auto-regulados, adaptativos y creadores ” (GONZÁLEZ 2005:474). Se parte de la idea que los vínculos y Sistemas históricos:
escenarios sociales se extienden en el tiempo y espacio, incrementando su nivel de interacciones al interior de las relaciones que los conforman y sus relaciones con otro tipo de escenarios y vínculos sociales. Objetivos particulares de la línea Aportar a la construcción de la Antropología histórica mediante la realización de proyectos particulares desde el campo de la vida cotidiana Construir un conocimiento que tenga como telos el pensamiento crítico, acerca del patrimonio, la historia y las políticas culturales
¿Cómo se aborda la investigación desde esta línea? Dialogamos sobre los procesos por los que han atravesado las sociedades a partir del siglo XVI. Se pone especial atención en el territorio llamado América Latina porque las sociedades que la habitan contienen elementos comunes: una historia colonial (interna y externa), movimientos de independencia, formas de exclusión social, movimientos intelectuales y sociales. Sin embargo no se considera que sea un bloque homogéneo sólo por identificar procesos sociales semejantes. El conocimiento sobre estos procesos ayuda a revelar “ la convergencia en la praxis entre los aspectos “macro” y “micro” de la vida, entre las subjetividades y las objetividades de la
vida social es en la praxis cotidiana interpersonal donde el contexto es producido y reproducido; es de donde surge, de modo “paralelo, concomitante y simultáneo”, lo micro
social (las subjetividades sociales individuales) y lo macro social (estructuras de relaciones sociales objetivas)” (SOTOLONGO y DELGADO 2006:201)
El proceso de investigación es largo, se hace menos pesado si se va acompañando y se comparten las experiencias entre todos los que lo llevan a cabo. La enseñanza-aprendizaje de la investigación no busca enseñar a nadie, se conoce el mundo mediante el diálogo sostenido entre personas, parafraseando a Paulo Freire. Por ello se procuran dos tiempos: un seminario común donde se revisan temáticas presentadas en los párrafos anteriores y otro donde se discuten temáticas particulares a cada fase de la línea de investigación. Conforme se avanza en las fases de las líneas la bibliografía se hace más especializada al tema de que cada alumno propone desde sus opiniones (escritas y orales), preguntas, intereses…
Bibliografía mínima Berger, Peter. Modernidad, pluralismo y crisis de sentido: la orientación del hombre moderno. Barcelona, Paidós, 1997. Castoriadis, Cornelius. “Transformación Social y Creación Cultural” en
www.infoamerica.org/teoria_articulos/castoriadis01.pdf consultado el 7 de enero de 2009.
González Casanova, Pablo. Las nuevas ciencias y las humanidades. De la Academia a la Política. Barcelona, Anthropos/Instituto de Investigaciones Sociales UNAM, 2005.
Goldmann, Lucien. Marxismo y ciencias humanas . Buenos Aires, Amorrortu. Heller, Agnes. La revolución de la vida cotidiana . Barcelona, Península, 1982. Lukács, Georg, “Consciencia de clase” en Historia y Consciencia de clase. Estudios de Dialéctica marxista. México, Grijalbo, 1969, pp. 49-88. Quijano, Aníbal. “Colonialidad del poder y clasificación social” en Journal of WorldSystems Research V, XI, 2, Summer/Fall Special Issue: Festchrift for Immanuel Wallerstein – Part I, 2000. Sotolongo Codina, Pedro Luis y Delgado Díaz, Carlos Jesús. La revolución contemporánea del saber y la complejidad social. Hacia unas ciencias sociales de nuevo tipo. Buenos Aires, CLACSO, 2006.
Breve listado de Proyectos emanados o en curso de la línea Enseñanza de la historia y educación patrimonial
Imágenes de Xalapa, vida cotidiana en el centro histórico
Discurso estético e imaginario social en la vida cotidiana
El sentido de la vida, una aproximación a la antropología filosófica
Políticas culturales y ocio, estudio de caso en Xalapa
Parque Juárez y ocio, conformación de la vida cotidiana en Xalapa
Tribus urbanas y contracultura en la ciudad de Colima
DATOS CURRICULARES DE LOS PROFESORES DE LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
María del Lourdes Becerra Zavala Licenciada en Antropología Histórica por la Universidad Veracruzana Miembro del equipo asesor del Proyecto Escolar “Educación Patrimonial, primera fase” de la Escuela Primaria “Manuel de Boza” en Xalapa, Ver. Ciclo escolar agosto 2004/julio 2005. Becaria del Programa Regional de Becas CLACSO-Asdi 2007 en el concurso “Actualidad del pensamiento crítico de América Latina y el Caribe” Docente de la Facultad de Antropología desde febrero de 2006 Experiencias Educativas a cargo: Línea de Investigación y Práctica de campo HB: Vida cotidiana y Políticas culturales
René Cabrera Palomec
Nació en San Jerónimo Ixtepec, Oaxaca Es etnólogo con maestría en Ciencias Antropológicas por la ENAH y la UNAM. Se inició en el oficio con Roger Bartra y Luisa Paré como ayudante de campo cuando éstos investigaban estructuras de dominación política en el Valle del Mezquital (1972-1973). Se interesó por la docencia después de una experiencia de dos años en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Desde 1977 enseña en la Facultad de Antropolog ía de la Universidad Veracruzana. En el año 2007, el Maestro Cabrera fue distinguido con el Premio al Decano por la Universidad Veracruzana. Actualmente organiza un grupo de investigación sobre la tradición y la modernidad de las llamadas culturas populares y su investigación particular es sobre la indumentaria en Oaxaca, Puebla y Veracruz (incluyendo la indígena) en los siglos XIX y XX.
Actualmente imparte las siguientes Experiencias Educativas: Introducción a la Antropología histórica, Etnografía, Teorías de los Ritos y los Mitos, Teorías de la Magia y la Religión, Historia de las Mentalidades, Seminario de Identidades y Línea de investigación Identidad y Tradición.
Francisco Javier Kuri Camacho
Es licenciado en Antropología social graduado por la Escuela Nacional de Antropología e
Historia (1980). Es candidato a Doctor en Historia y Estudios Regionales del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana. Ha dirigido dos trabajos recepcionales: Religiosidad y Carnaval en la Huasteca Veracruzana. Colatlán, Ixhuatlán de Madero , de Araceli Espinoza Carreón en la licenciatura de Antropología Social, Facultad de Antropología, U.V. y Sueño y realidad cultural: un estudio sobre la función social del sueño, de Blanca Jimena Salcedo González, de la licenciatura en Antropología Histórica, Facultad de Antropología, U.V. Publicó “ La identidad religiosa. Dimensión de lo local y global en Veracruz”, La palabra y el Hombre, abril-junio de 2002. Fue Director de la Facultad de Antropología de la U.V. entre 2000 y 2009.
Cristina María Millán Vásquez
Nació en Xalapa, Veracruz Estudió la licenciatura en Economía en la Universidad Veracruzana. En la década de los años 80 participa en el movimiento de productores de café del que surge la Unión de Productores de Café de Veracruz, y posteriormente la CNOC. De 1995 a 1997 estudia la Maestría en Ciencias del Desarrollo Regional en la Universidad Autónoma de Chapingo. En 1999 ingresa a la Universidad Veracruzana como maestra por asignatura en la Facultad de Antropología. Actualmente es Candidata a Doctora en Historia Contemporánea por la Universidad del País Vasco, España y catedrática de Tiempo Completo en la Facultad de Antropología.
También ha impartido clases en las Facultades de Sociología y de Historia de la UV Ha sido colaboradora de la Universidad Veracruzana Intercultural Las experiencias educativas a su cargo son: Seminario de Cuerpo y sexualidad, Línea de Investigación y Práctica de campo y el curso de Matrimonio y familia.
Sergio Rafael Vásquez Zárate
Licenciado en Antropología por la Universidad Veracruzana (Mención Honorífica, 1990). Diplomado en Arqueología Subacuática por el INAH y la UV (1990-1991). Maestría en Arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (Mención Honorífica 2007). Candidato a Doctor en Historia Contemporánea por el País Vasco. Desde 1990 es catedrático de la Universidad Veracruzana, adscrito como tiempo completo a la Facultad de Antropología en 1992. También ha impartido clases en la Facultad de Historia y en la Maestría en Restauración de Bienes culturales. Fue director de la Facultad de Antropología desde 1996 hasta el año 2000. Como investigador ha trabajado en varios proyectos auspiciados por Arizona State University, National Geographic Society, Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Veracruzana, Conacyt y el Gobierno del Estado, en los estados de Veracruz, Oaxaca, Querétaro y Guanajuato, principalmente. Ha impartido más de 50 ponencias y conferencias sobre temáticas diversas: arqueología de la Costa del Golfo, monumentos históricos, sistemas tradicionales de cultivo, escritura temprana de Mesoamérica, historia decimonónica y protección, manejo y difusión del patrimonio cultural. Ha participado en eventos académicos en México, Estados Unidos, Italia, Panamá, Colombia y Suecia. Autor de más de 30 artículos o capítulos de libros publicados. Coordinador o editor de 3 memorias académicas. Autor de dos libros de divulgación. Ha sido miembro de los comités editoriales de la Colección Teoamoxtli, Ecos de Coscomatepec, Neskayotl (Fac. de Historia, Universidad Veracruzana) y Centenarios (SEC de Veracruz), entre otros. Miembro de la Mesa Directiva de la delegación estatal de ICOMOS (International Council of Monuments and Sites) organismo de la UNESCO, entre 1995 y 2000.