ATRIBUTOS GENERALES DE LOS AGROECOSISTEMAS
Introducción
Para abordar el modelo de los agroecosistemas es necesario detallar primero que se entiende por sistema. Un sistema se puede definir como un arreglo de componentes ó un conjunto de colección de elementos, unidas o relacionadas entre sí, de tal manera que forman y actúan como una unidad, una entidad o un todo. Los elementos de un sistema son sus componentes, la interacción entre ellos, las entradas, las salidas y los límites del sistema. En el caso de los agroecosistemas, los componentes pueden ser físicos, como el sustrato geológico, el suelo, el clima o la parcela de cultivo; biológicos, como plantas, animales y microorganismos; y socioeconómicos, como pueden ser la familia o la unidad de producción. La interacción entre componentes pueden ser de diversos tipos y dicha interacción es la que conforman la red o la trama del sistema, que también se le conoce como estructura o conjunto de relaciones del sistema. Las entradas y las salidas son todos aquellos flujos de productos materiales, energía e información hacia el interior o el exterior del sistema; como por ejemplo, los insumos químicos, el dinero o la semilla. Los límites del sistema determinan el área y se definen de acuerdo con los objetivos que se tengan planteados, desde una parcela hasta una comunidad o región. Es importante señalar que los límites no sólo no suponen fronteras físicas, si no también fronteras en términos de tiempo y espacio. Los sistemas vivientes, llamados elementos bióticos, junto con su ambiente físico (elementos abióticos), constituyen un ecosistema. Entonces, el agroecosistema se puede definir como un sistema abierto que comprende plantas, animales, residuos orgánicos, gases atmosféricos, agua y minerales, que se relacionan mediante flujos de energía y materia, patrones de interacción entre especies y procesos del tipo evolutivo. Importancia de los agroecosistemas
Los agroecosistemas son ecosistemas naturales transformados por el hombre mediante procesos para obtener productos animales, agrícolas y forestales. Son sistemas abiertos que reciben insumos del exterior y brindan productos que entran en otros sistemas externos. Además de proporcionar cultivos alimentarios y de fibra, y de constituirse en fuente de recursos genéticos de cultivos y suministrar empleo, los agroecosistemas mantienen algunas funciones biológicas muy importantes, tales como la infiltración y el control de flujo de agua yla protección parcial de los suelos; proveen hábitats para aves, polinizadores y organismos del suelo importantes a la agricultura; producen materia orgánica para el suelo; y fijan carbono de la atmósfera.
Cabe mencionar que los agroecosistemas cubren cerca de un cuarto de la superficie terrestre, pero en casi tres cuartas partes de ese total la fertilidad es deficiente; mientras que una tercera parte está formada por terrenos inclinados, lo que limita la producción. Perspectiva sistémica
Existe una serie de propiedades o atributos sistémicos de los agroecosistemas para poder precisar operativamente el concepto de sustentabilidad. Estos atributos pueden utilizarse para el análisis de los aspectos relevantes del sistema y obtener algunos indicadores de la sustentabilidad del modelo. En algunos de los casos la definición de estos atributos se hace de manera ad hoc , como la propuesta elaborada por el Grupo de trabajo Internacional para Evaluar el Manejo de las Tierras Sustentables (FESLM, por sus siglas en inglés), en su reporte sobre los Recursos Mundiales de Tierra, para la FAO en 1994. Aquí se identificaron, como bases para evaluar los modelos de sustentabilidad, a la productividad, la seguridad, la protección, la viabilidad y la aceptabilidad. Este conjunto de propiedades pretende de considerar los aspectos básicos que deben cumplir los agroecosistemas o sistemas de manejo de recursos naturales, con la finalidad de ser sustentables. Los atributos sistémicos de la agricultura sustentable, que se enlistan a continuación, se han propuesto para que se vea a los sistemas de manejo de recursos naturales como un todo, integrando aspectos sociales, económicos, ambientales y tecnológicos: •
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Productividad. Capacidad del agroecosistema para brindar bienes y servicios como promedio en cierto intervalo, es decir, representa el valor del atributo (rendimientos o ganancias) en un periodo determinado. Estabilidad. Propiedad del sistema de tener un estado de equilibrio dinámico; o sea, es la posibilidad de mantener los beneficios proporcionados por el sistema a lo largo del tiempo, bajo condiciones promedio o normales. Resiliencia. Capacidad del sistema de regresar al estado de equilibrio o mantener el potencial productivo después de sufrir perturbaciones graves por huracanes, incendios o la caída drástica del precio de uno de los productos fundamentales del agroecosistema. Confiabilidad. Capacidad del sistema de mantener su productividad o beneficios cerca del equilibrio, ante perturbaciones normales del ambiente. Adaptabilidad. Capacidad del sistema de encontrar nuevos niveles de equilibrio; es decir, seguir siendo productivo ante cambios ambientales o económicos a largo plazo. Esto incluye la capacidad de búsqueda de nuevas estrategias de producción por medio de nueva tecnología y capacitación.
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Equidad. Capacidad del sistema para distribuir de manera justa, dentro de esta generación y las que vengan, los beneficios y costos relacionados con el manejo de los recursos naturales. Autogestión. Capacidad del sistema de regular y controlar sus interacciones con el exterior y con otros sistemas, incluyendo los procesos de organización.
Fuentes de información
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MASERA, ASTIER y LÓPEZ-RIDAURA. Sustentabilidad y manejo de recursos naturales: El marco de Evaluación MESMIS. GIRA, 1999. MASERA, ASTIER y LÓPEZ-RIDAURA. Sustentabilidad y sistemas campesinos: cinco experiencias de evaluación en el México rural. GIRA, México, 2000. WRI. Agroecosystems. WORLD RESOURCES INSTITUTE (WRI). http://www.wri.org/wri/wr2000esp/agroecosystems.html