Carta a los españoles americanos
Nacido el 26 de junio de 1748, el jesuita, Juan Pablo Viscardo y Guzmán se transformó en uno de los más importantes precursores de la independencia tras la publicación y posterior difusión del documento “Carta a los españoles americanos” ; en el cual no solo exhortaba a la separación de la colona hispana del Virreinato español, sino también insertaba el concepto de patria y nación. En este escrito a manera de carta se expresan por qué no solo ya dejamos- hace mucho- de ser una colonia de España con justa razón, sino, también, denuncia de qué manera quienes fungieron en su momento de nuestros protectores son ahora nuestros verdugos. Con base en la ingratitud, injusticia, la esclavitud y la desolación es como se expresan estos motivos. a) Ingratitud: “A ella hemos sacrificado riquezas infinitas de toda especie, prodigado nuestro sudor, y derramado por ella con gusto nuestra sangre. Guiados de un entusiasmo ciego, no hemos considerado que tanto empeño en favor de un país, que nos es extranjero, a quien nada debemos, de quien no dependemos, y del cual nada podemos esperar es una traición cruel contra aquél en donde somos nacidos, y que nos suministra el alimento necesario para nosotros y nuestros hijos; y que nuestra veneración a los sentimientos afectuosos de nuestros padres por su primera patria, es la prueba más decisiva de la preferencia que debemos a la nuestra. Todo lo que hemos prodigado a la España ha sido pues usurpado sobre nosotros y nuestros hijos; siendo tanta nuestra simpleza, que nos hemos dejado encadenar con unos hierros que si no rompemos a tiempo, no nos queda otro recurso que el de soportar pacientemente esta ignominiosa esclavitud.” esclavitud. ” (Viscardo y Guzmán, Juan Pablo: Obra Completa. Ediciones del Congreso del Perú.Lima.1998) Perú.Lima.1998 ) Cuando se fundó el Virreinato del Perú nuestros padres llegaron a este Nuevo Mundo con la promesa de un futuro mejor, generando con ello una deuda generacional, la cual consistía en ser gratos y fieles con el Reino de España; sin embrago, con el pasar de los años esta deuda se fue transformando en más una obligación. Con lo cual, dejaron de lado el sentimiento de pertenencia a este nuevo mundo, sentimiento albergado por quienes no conocieron más tierra que la habitan, generando con ello una gran ingratitud con la tierra que los vio forjarse y a la cual sus antecesores se entregaron para convertirla en su patria. Pero, no solo es esta una forma de ingratitud, ingratitud, sino el hecho de que además nuestra deuda, en relación relación a la proporcionalidad de riquezas extraídas del virreinato, fue pagada y con creces. b) Injusticia: “¡Qué diferencia no hay entre aquella situación momentánea de los españoles y la nuestra de tres siglos acá! Privados de todas las ventajas del gobierno, no hemos experimentado de su parte, sino los más horribles desórdenes y los más graves vicios. Sin esperanza de obtener jamás, ni una protección inmediata, ni una pronta justicia a la distancia de dos a tres mil leguas, sin recursos para reclamarla, hemos sido entregados al orgullo, a la injusticia, a la rapacidad de los ministros, tan avaros, por lo menos, como los favoritos de Carlos V” (Viscardo y Guzmán, Juan Pablo: Obra Completa. Ediciones del Congreso del Perú.Lima.1998)) Perú.Lima.1998
El contexto de injusticia que se vivía en aquel entonces englobaba dos aspectos: la repartición de cargos importantes solo a peninsulares y la extorción de la que eran víctimas los indios con los repartos de los corregidores y posteriormente con la creación de nuevos impuestos además del aumento de los mismos.
La decisión de repartir los cargos solo a los españoles y no a los criollos giraba en torno no en torno a un tema de preparación, sino a partir de un tema de confianza; es decir que la corona prefería a los españoles nacidos en España que a los españoles nacidos en América, pues los primeros les parecían más confiables y con ellos no sentirían el temor de un aprovechamiento de la situación de poder para buscar una emancipación. Paralelo a ello, los indios eran el último eslabón de la cadena de corrupción y maltrato: los corregidores y las nuevas reformas propuestas por los borbones subyugaban de manera excesiva la condición del indio no solo abusando de él como esclavo también fue utilizado como medio de recuperación de riquezas. c)
Servidumbre:
“Tres siglos enteros, durante los cuales este gobierno ha tenido sin interrupción ni variación alguna la misma conducta con nosotros, son la prueba completa de un plan meditado que nos sacrifica enteramente a los intereses y conveniencias de la España; pero, sobre todo, a las pasiones de su Ministerio. No obstante esto es evidente, que a pesar de los esfuerzos multiplicados de una falsa e inicua política nuestros establecimientos han adquirido tal consistencia que Montesquieu, aquel genio sublime ha dicho: “Las Indias y la España son potencias bajo un mismo dueño; mas las Indias son el principal y la España el accesorio. En vano la política procura atraer el principal al accesorio; las Indias atraen continuamente la España a ellas”. Esto quiere decir en otros términos, que las razones para tiranizarnos se aumentan cada día. Semejante a un tutor malévolo que se ha acostumbrado a vivir en el fausto y opulencia a expensas de su pupilo, la España con el más grande terror ve llegar el momento que la naturaleza, la razón y la justicia han prescrito para emanciparnos de una tutela tan tiránica.” (Viscardo y Guzmán, Juan Pablo: Obra Completa. Ediciones del Congreso del Perú.Lima.1998) El reino español aprovechando su condición dominante ha abusado de las arcas del virreinato y utiliza sus poderes sobre este para atentar contra el mismo, con lo cual los pone a merced del capricho de los reyes de Castilla quienes se han aprovechado del tesoro del Nuevo Mundo. d) Desolación: “Si corremos nuestra desventurada patria de un cabo al otro, hallaremos donde quiera la misma desolación, una avaricia tan desmesurada como insaciable; donde quiera el mismo tráfico abominable de injusticia y de inhumanidad, de parte de las sanguijuelas empleadas por el gobierno para nuestra opresión. Consultemos nuestros anales de tres siglos y allí veremos la ingratitud y la injusticia de la corte de España, su infidelidad en cumplir sus contratos, primero con el gran Colón y después con los otros conquistadores que le dieron el imperio del Nuevo Mundo, bajo condiciones solemnemente estipuladas.” (Viscardo y Guzmán, Juan Pablo: Obra Completa. Ediciones del Congreso del Perú.Lima.1998) La España corrupta nos daña, domina y maneja a su antojo, crea un cerco comercial, separa a los criollos de los cargos públicos, los avaros españoles en cargos importantes se desquitan esa sed y arroja a los jesuitas del virreinato. Este panorama no solo es la desolación absoluta, es la muestra que este poder despótico no sabe controlar una colonia e incluso no sabe administrarse ella misma.
Son por estas razones y por el ejemplo que nos impartió América del Norte separándose de Inglaterra que Viscardo pide que nos separemos del reinado español. Porque, no solo la distancia natural nos hace entender que no es propia esta conquista, sino debemos separarnos de aquel que nos sacrifica por su avaricia y su sola continuidad como reino dominante cubre de vergüenza nuestro dolor.
En conclusión, Carta a los Españoles Americanos es un grito de libertad que apela al valor de la patria (primer esbozo de la colectividad nacional) y que busca en ello la revaloración del antepasado común basado en la conquista española, a comparación de lo que exponía Hipólito Unanue (también precursor de la independencia).