steríaprehis:pánica Fernando Sánchez-Martínez y José Luis Alvarado .'t
Recolec:ci9ny oo~rvación
de fruta;
ysernillas, fundas rnortuorias, acarreo de agua~\ ollas p::rra hervir alimentos, ronstrti'traones acuát:icx:Is, ;~~~~.
de graneros o viviendas, son algunos de los curíosos usos que se deducen de los objetos de cestero enrontrados en sitiosarqueológic::a; . y
cuevas. Estos.hallmgos y las
crónioos de los misioneros son las únlcas fuentes que rios dan :¡
ínformocíón sobre
¿r desarrollo y la
utilidad de este ofic!Ovegetal.
El quees ofoüú tk A4ar
-== •ti
lB
poro a poro. pn-ro
hiende las cañas J después de partidas entretéjelas;
de ellas hace los cestos, tejiéndolas
muy bien, echándoles un borde u milla alrededor de la boca. Unos hacen redondos y largos, y otros anchos y angostos,
y otros que tienen asiento por Pie y tapadera. FRAy BERt'lARDINO
DE SAHAGÚN
a cesterÍa es, sin duda, una de las artes más antiguas que el hombre ha practicado con objeto de aprovechar la materia vegetal, generalmente tallos o ramas, para entretejerla y elaborar artefactos útiles en su vida cotidiana. En la época prehispánica, las cestas desarrollaron una función importante en la vida de las culturas, ya que desde que el hombre se dedicó a la caza y a la recolección de alimento, requirió de un contenedor. En un principio la cesterÍa fue muy simple, pero después se desarrollaron diferentes patrones y la alternancia de material rígido y flexible amplió el campo de diseño y promovió diferentes técnicas para manufacturar no sólo cestas, sino esteras o petates, cajas, petacas, asientos, cunas e incluso prendas como vestidos y calzado, o trampas y elementos útiles para la protección y construcción de viviendas. La cestería generalmente es perecedera, dado el carácter orgánico de sus materiales. Por tanto, para lograr un conocimiento fiel de lo que es la cestería prehispánica es necesario recurrir a dos fuentes de información esenciales: el registro arqueológico y las crónicas históricas. Debido a que los materiales orgánicos con los que se elabora la cestería no se conservan, es difícil hallar vestigios arqueológicos. No obstante, cuando las condiciones en las que se hallan estos materiales se man-
Pendiente. 300 a.C.
tienen estables, las posibilidades de conservación son mayores. Los ambientes extremadamente secos o
Cueva del Gallo,
húmedos retardan la pudrición y desintegración de la cestería, debido a la exclusión
MOTelos.INAH
de humedad intermitente,
Palma tejida.
Páginas 36 Y 37: Fragmento de petate. 250 a.C. Palma tejida. Cueva de la Chagüera, J/orelos.
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oxígeno, bacte-
rias o la combinación de dichos agentes de destrucción. Algunas veces ciertos especímenes carbonizados o incinerados están a salvo de pudrirse y se conservan por largos periodo , si no hay variaciones o disturbio en el sitio donde e encuentran. Las condiciones ideales para la co servació de la :E:Í2 s '
luz, sequedad ambiental. temperar table y ausencia de microorgscisr:
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mencionar alguna . La cestería puede encone rse frecuencia en cuevas ecas y an o::: sos, aunque también hay vesrigi : eL'
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zados en sitios abiertos o bien:' 0:= _.::::.e::: impresiones sobre cerámica o : sos de alguna construcción ar en_ CESTERÍA ARQUEOLóGICr>.
El México antiguo estaba habita '0 ~ -::~_' pos humanos muy emejantes e;::::;: ::: -:. . vivían de la recolección, la caza :- ::-.~ Las diferencias entre ellos co eazz: -= _ gestarse hace 7 000 año aproxiz; c......~~ cuando se domesticó el maíz. Esta área se designa artcic:iz.==:::::= _ . tir de las fronteras políticas de zrees Hubo en dicho territorio culturales que comprendían, :. s
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Aridoamérica, que abarcaba ¿ .;'S= península de Baja Calirornia; O~ '~:::.=ea, el noroeste y Iesoamérí ' .2. -=--.:. :=¿:-
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ridional de México. T0d2s:"6..:.:..:::: =torio mexicano, las do príc.erzs _ buena parte de E rudo- L~'¿ s, que la última e extendía . -".2. ~
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es Centroamérica. De acuerdo con divers queológicos el hombre y' eszaoz -;::=--...:~-= en nuestro terrirorio ha e j; vestigios de aquella é sos, debido a la acción ce, ;ie=-;::
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ellos, además de que número de excavaciones a: ~. En América la mayor ?,2.:::= ce ta c ._=. ría arqueológica proviea las regiones áridas y _emii::c....:: de
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xico, además de abrig s '. ""--':"'-11>" de 1 evada. Oregon. L:a::, .--=: vo México. Colorado,
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Peuacau: 250. a. C. Palma tejida y sujeta con hilos. Cueva de la Chagüera, Morelos. INAH.
Bolsa. 250 a. C. Palma tejida triaxialmente. Cueva de la Chagüera, Morelos. INAH.
rante un siglo han permitido dividir la historia prehispánica de sus habitantes en siete fases: tres periodos" cesteros" y cuatro "pueblo". Las sociedades de las tres primeras etapas se caracterizaron por producir fina y bella cestería en lugar de cerámica. Este periodo de cesteros abarca del año 100 a.e. hasta el 700 d.e. La mayor parte de estos trabajos fueron realizados con la técnica de enrollado en espiral. Entre los objetos recuperados en los sitios arqueológicos de esta área se encuentran bandejas circulares y planas, grandes cestos cónicos, pequeños cestos hondos, o con bocas estrechas, usados para la conservación de semillas, además de fundas mortuorias. De particular interés son los cestos-cántaro para el acarreo y conservación del agua. Sus tejidos son de notable finura y precisión, de manera que algunos retienen el liquido por la calidad misma de su tejido. Otros tipos de cestos servían como ollas para cocinar y hervir alimentos. Los líquidos contenidos en ellos se calentaban echándoles piedras candentes que se vaciaban del fuego al cesto y se iban cambiando a medida que las piedras se enfriaban. En México los californianos del centro y del sur son considerados maestros en la elaboración de cestería. Ellos han realizado finos trabajos en piezas de fibras delgadas adornadas con cuentas y plumas de diversas aves. Los hallazgos arqueológicos han mostrado que la cestería recuperada por debajo del paralelo 28°, en la Península de Baja California, es enrollada. Similar, pero tecnológicamente distinta, es la cestería enrollada elaborada por los yuma, al norte del parale-
19S seris pe la costa de Sonora. Se ha mostrado que los seris nunca realizaron las cestas como utensilios para la cocina, y que cada mujer, pasada la pubertad, hacía la cesta que utilizaría en la recolección. en tanto que los hombres nunca -r"'::· .araron una cesta, además de que ~....:_~::: .~- _~a:L Po- el contrario
lo
30°, Y por
los seris y los bajacalifornianos
elaboraban
cestas de diferentes tamaños con tejidos muy cerrados. Las pequeñas servían para tomar agua, las planas para comer y las grandes para la recolección y conservación. En otros estados de la República destacan, por su antigüedad, los restos de cestería recuperados en las cuevas de acampo y de Romero en Tamaulipas, cuya antigüedad data del 7000 a.e. al 400 a.e. y está representada por esteras y cestos elaborados con técnica de enrollado en espiral y trenzada. En la cueva de Coxcatlán, en Tehuacán, Puebla, se encontró cestería con técnica de enrollado y de torsión, con una antigüedad que va del año 6500 a.e. al 460 d.e. En Oaxaca, en la cueva de Guila Naquitz, pudo recuperarse un fragmento de cestería enrollada del 6910 a.e. 6670 a.e. aproximadamente. En el estado de Morelos, en las cuevas del Gallo y de la Chagüera se registró una gran cantidad de artefactos de cestería realizados entre 1280 a.e. y 220 d.C, allí se aprecian las técnicas de enrollado, torsión y entrecruzada. De edades más tardías, que van del 400 d.e. al periodo de posconquista, se tienen restos de cestería con técnica de enrollado en Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Durango, Guanajuato, Michoacán y la cuenca de México. En los sitios mencionados también aparece una gran cantidad de cordelería, que aunque en ocasiones se considera diferente de la cestería, tiene los mismos principios técnicos; pueden apreciarse cuerdas torcidas, trenzadas, o bien tejidas a manera de red o bolsas. Otra modalidad de cestería es la que se aplica a cierto tipo de construcciones acuáticas que servían para desviar las corrientes de los ríos o para atrapar peces. También dentro de las viviendas se utilizaba la cestería para hacer divisiones de los espacios. Consistían en entramados de partes pasivas y activas. En las primeras generalmente e utilizan troncos gruesos y, sobre ellos, se
EL DIOS DE LA CESTERÍA PREHISPÁNICA l. Este dios Nappatecutli era el dios de los que hacen
esteras de juncias. y
es uno de los que llmnan tlaloques; dicen que éste es el que inventó el arte de hacer esteras. y por eso lo adoran
por dios los de este
oficio, que hacen
esteras
que llmnan petates,
y
tejía con bejuco o carrizo (parte activa); posteriormente la estructura se recubría con arcilla. Este tipo de construcción aún se emplea en la construcción de graneros y en paredes de casas habitación. En Chihuahua, en casas situadas en los acantilados de la sierra, se encontraron graneros construidos con técnica de enrollado. Se utilizó paja para el cuerpo del granero y posteriormente se recubrió con lodo. Estos graneros se remontan al año 1350 de nuestra era.
hacen asentaderas que llmnan icpales,
y hacen
cañizos de juncias que llmnan tolcuextli;
decían
que por la virtud de este dios nacían
y se criaban
las juncias y juncos, y cañas con que ellos hacen su oficio; 2.y porque tenían que este dios producía tcnnbién las lluvias. hacíanle
fiesta donde le
reverenciaban
y adoraban
y le demandaban
que
diese las cosas que suele dar, que es agua,
juncias,
etcétera. Fray Bernardino de Sahagún HIsToRIA GENERAL DE
LAS COSAS
DE LA NUEVA
EsPAÑA
FUENTES HISTÓRICAS
Otra fuente esencial para el estudio de la cestería prehispánica son los códices y las crónicas de los frailes que llegaron a México en el siglo XVI. En relación con los códices, vale la pena subrayar su importancia en la descripción que fray Bernardino de Sahagún hace al respecto: "y todas las antiguallas suyas y libros que tenían de ellas estaban pintados con figuras e imágenes de tal manera que sabían y tenían memorias de las cosas que sus antepasados habían hecho y dejado en sus anales por más de mil años atrás, antes de que vinieran los españoles a esta tierra", Desafortunadamente mucha de la información que aparecía en los códices se perdió, ya que la mayoría fueron destruidos. Sin embargo, en los códices que todavía se conservan, podemos apreciar el uso de los siguientes elementos: petates o esteras (petatl), tejidos con palma o tule y que se utilizaban como alfombra, tapiz de pared y para formar asientos; asiento ttollicpallii, de forma prismática, elaborado con madera y cubierto con un petate; silla con respaldo itepotzoicpalli). Un prisma rectangular en la base, con respaldo, ambos de petate; chiquihuite (chiquibuitl) , cesto cilíndrico, con o sin - tapa, elaborado con tiras de carrizo que dan gran resistencia a su estructura. Se utilizó sobre todo como tortillero; ta-
nate (tanatli) y tompeate itompiatl), otros canastos pequeños que servían para guardar diversas cosas; cajas (petlanali) de forma cuadrada, con tapa y elaboradas con otate y carrizo y cajas de petate (petlacali) útiles para guardar o transportar mercancía; calzado (cactli o ixcacles). Las sandalias elaboradas con fibras vegetales, en las que generalmente se utilizaba maguey, yuca o palma, tienen como punto de partida los cordeles que se enrollan en espiral para formar la base de la sandalia, la cual puede llevar o no talonera. Las cintas superiores pueden ser de un cordel de uno o dos cabos, o de cordel torcido y trenzado; redes Icocbimatlatl) utilizadas para dormir a manera de hamacas; abanicos (ecacehuaztli). Los más sencillos eran fabricados con tule. Entre las clases privilegiadas se elaboraban con plumas de colores; mecapal tmecapalli), artefacto empleado por el tameme o cargador; cunas. En los llamados Mapas Tlotzin y Quinatzin, hechos en el siglo XVI, se dibujan cunas formadas por dos aros elípticos de vara flexible unidos y fijados por uno de sus lados como dos hojas de.un libro entreabierto, con un tejido elástico elaborado a partir de cuerdas de jonoteEsta cuna se cargaba con un mecapal. Con respecto a ciertos materiales vale la pena citar las descripciones de algunos de los cronistas, Sahagún escribe: "El que es oficial en hacer esteras tiene muchas juncias, u hojas de palma, de que hace los petates, y para hacerlos primero extiende los juncos en algún lugar llano para asolearlos, y escoge los mejores, y pónelos en concierto; y de los petates que vende unos son lisos, pintados, y otros. son de hojas de palma; de éstas también se hacen unos cestos que se llaman otlatompiatli, que son como espuertas,
"Vende también unas esteras de juncias gruesas y largas, unos de estos petates son bastos y ruines, y otros lindos y escogidos entre los demás; de los petates unos son largos y anchos, y otros cuadrados, y otros largos y angostos, otros pintados. El que no es buen oficial de esto, Mecate. 500 a. C.-400 d.C. Cabos de agave torcidos en "s". Cueva de la Candelaria, Coahuíla. INAH.
Página siguiente Red. 300 a. C. Cuerdas de corteza. Cueva del Gallo, Morelos. INAH.
Página 40: Cesta. 500 a. C.-400 d. C. Sotol cosido en espiral. Cueva de la Candelaria, Coahuila. INAH.
Página 41 abajo:
Izcacle. 250 a. C. Cabos de agave torcidos en "s" y enrollados. Cueva de la Chagüera,
vende esteras hechas de juncias ruines y dañadas". Fray Bartolomé de las Casas describe algunos de los usos que tenían las esteras o petates: "las podían poner por las paredes en las casas de los señores de Castilla por paños de pared, aun los veranos, porque son muy frescas, y destas muchas son pintadas, poniendo muchas palmas dellas de colores, entretejidas". Francisco Javier Clavijero, en su Historia antigua de México, aborda el mismo tema de la siguiente manera: "su cama se reducía a una o dos esteras de enea; los ricos añadían esteras de fina palma y lienzos de algodón más o menos curiosos, y los señores telas entretejidas de pluma [' .. J no usaban mesas; comían en esteras que tendían sobre la tierra [ ... J sus asientos eran unos taburetes bajos de madera,enea o palma, o de cierta especie de cañas, a los cuales llamaban icpalli, palabra que los españoles alteraron en equipal". Con referencia a los 'cestos o canastos, Sahagún menciona: "El que trata en los
Morelos. INAH.
cestos que se llaman chicuites, primero y antes que los haga, echa las cañas en el
Página 41 abajo:
. agua para que se remojen y humedezcan, y des pues las quiebra, y así, quebradas, pónelas en orden para hacer de ellas cestos, a los cuales echa un cordoncillo de nequen y una caña partida por medio, alrededor, en el hondón por fuera. Los cestos que vende
Cesta. 500a. C.-400d. C. Palmilla
cosida en
espiral. Cueva de la Candelaria, Coahuíla. JNAH.
son hechos de diversas maneras, unos tienen divisiones como escritorios, y otros que tienen las orillas almenadas, y otros prolongados, y otros que hace para poner en ellos tortillas, unos de los cuales son bastos, y otros bien hechos, vende también cestos grandes de cañas gruesas, y unos cestillos llanos, unos de éstos son mal tejidos, flojos, gordazos, al fin, mal hechos". A pesar de que las fuentes históricas y arqueológicas nos brindan poca información, sí nos dan una idea de la gran utilidad que tuvieron los trabajos de cestería empleados en épocas pasadas y, aunque en los tiempos modernos se emplea toda una gama de materiales para elaborar cestas o cajas, la cestería realizada con fibras vegetales y técnicas tradicionales no ha perdido su utilidad y belleza. Una forma de ampliar nuestro conocimiento sobre la historia del desarrollo de la cestería, será estudiar el material manufacturado con fibras vegetales que sea recuperado en sitios arqueológicos. En nuestro país hay mucho que investigar todavía y, a pesar de que se han localizado lugares que ofrecen buenas posibilidades de estudio, desafortunadamente han sufrido la acción sistemática de saqueadores que, en su afán de buscar tesoros, han destruido evidencias sobre las actividades cotidianas de nuestros antepasados. Sin embargo, habrá que continuar con las investigaciones relativas al análisis de materiales como la cestería prehispánica, al tiempo que se hace indispensable brindar la información necesaria para que el público, en general, tome conciencia del valor de los sitios arqueológicos y de lo importante que es proteger nuestro patrimonio cultural. FERNANDO SANCHEZ MARríNEz y JOSÉ LUIS ALVARADO son
. biólogos e investigadores botánica, Académico e Historia.
Sub dirección en el Instituto
del Laboratorio de Laboratorios
de Paleoy Apoyo
Nacional de Antropología