Comunicación II – Devalle Devalle (Ex-Arfuch) – Resumen Resumen 1º Parcial
Diseño y comunicación – Arfuch Consideramos al diseño como una práctica significante compleja que impone un orden y deja marcas en todos los registros de la vida social: tanto en los espacios y superficies graficas y audiovisuales, como en los hábitos y consumos de la vida cotidiana, en la configuración de identidades individuales y colectivas. La imagen diseñada es ofrecida en una naturalidad engañosa, pero es producto de arduos procesos de intermediación, que no solo informan, hacen ver y comunican, sino que construyen imaginarios sociales, sujetos y subjetividades. El Diseño es indisoluble de la trama cultural en la que se encuentra inscripto, en la multiplicidad, en las redes, en la complejidad del campo de la comunicación. Diseño en la trama de la cultura
Propone pensar el diseño gráfico en su relación con la cultura, no solo la pregnancia en los objetos sino también en los suje tos. No hay espacio significante sin la huella del diseño. Ese asedio visual que modula nuestra experiencia nos lleva a la naturalización del sentido. Es una forma de hacer ver que que solo parece incrementar el mecanismo de la invisibilidad. Estas tendencias responden a las transformaciones profundas de la época (post-modernidad) Economía globalizada, valor del consumo, movilidad migratoria, expansión de las tecnologías, multiculturalidad de los escenarios urbanos… En este contexto el mercado no es ya un lugar de competencia entre productos y símbolos. Las decisiones de la práctica del diseño involucran cuestiones como la historia, la memoria, los derechos cívicos, una dimensión ético-política. La práctica del diseño excede un análisis formal de tendencias y estilos, esta relacionado con todo un horizonte de problemas. El diseño trae toda una carga histórica, y todo lo que puede ser y hacer esta relacionado con la co mplejidad social en la que se encuentra. No puede equipararse de una forma simple el diseño a la comunicación, con connotaciones de transparencia, univocidad, intención y finalidad. Es una utopía pensar que el diseño puede democratizar la forma y controlar lo caótico. El diseño esta articulado en una compleja trama, en una red mass-mediática de la cual no se lo puede desvincular. Diseño y Comunicación
La palabra comunicación no tiene los atributos de único, unívoco, dominable y transmisible. No se puede pensar el diseño como un campo especifico, delimitable y enseñable. En la historia del diseño se produce constantemente una tensión entre certezas e interrogantes acerca de lo que constituye la entidad del campo, para afirmar lo que es o no es el diseño. En las definiciones corrientes que tenemos naturalizadas aparece una forma de equivalencia entre diseño y comunicación, de manera que el diseño vendría a tener atributos de claridad, univocidad, síntesis, pertinencia, lo cual es una utopía. Según estas características seria el productor del mensaje el que impone el sentido, el enunciador ejercería el control sobre su mensaje y sus efectos, y el receptor no tendría libertad alguna en la interpretación. La autora propone pensar desde otro punto la complejidad de la comunicación , desde una divergencia entre emisor y receptor (enunciador y destinatario). A pesar de que se compartan códigos comunes para la comprensión del mensaje, hay divergencias de la cultura, posiciones y contextos, puntos de vista e interpretaciones. No se puede leer, comprender, percibir de la misma manera ni otorgar al mensaje el mismo sentido que lo inspiró. Porque el sentido no es algo inequívoco, que viene dado con el mensaje sino que se negocia, producto de una tensión entre la significación que el texto propone y la apropiación que re aliza el receptor. De esta manera el enunciador no tiene u n papel central, sino que se trata de un proceso c ontinuo de significación en donde no se puede separar enunciador de destinatario. Solo porque existe el otro tiene lugar el mensaje, otro capaz de comprender, aunque este solo sea una figura imaginaria, un desdoblamiento, otro yo. Se introduce entonces la idea de azar , de imposibilidad de predecir el comportamiento del otro, y se ve esto como el funcionamiento normal de la comunicación. El desvío, el malentendido, no vienen a ser obstáculos en una c omunicación feliz, sino la posibilidad misma del lenguaje y la comunicación. La comunicación entendida como el cumplimiento de un sentido es imposible. La comunicación opera como un principio ordenador de la trama multifacética de la significación, del devenir caótico de las interpretaciones, pues si bien no hay un único sentido, tampoco hay cualquier sentido. Es una negociación entre lo que el mensaje significa y las lecturas
posibles que suscita. La otra connotación que arrastra la idea de comunicación es la de finalidad , idea de intención, propósito, voluntad, control que guía la producción del mensaje. Sin embargo la circulación de significaciones en la vida social no se puede reducir a un utilitarismo, al cumplimiento de fines previsibles y específicos. La supuesta equivalencia entre diseño y comunicación reduciría su finalidad a la transmisión de un mensaje para que el mismo alcance a un target para para llevar a buen fin la seducción de un hacer-hacer, que es ya un hacer-ser , es decir una concepción de la comunicación no ya en términos de transmisión de información sino de persuasión, incidiendo sobre las creencias y costumbres, configuración de identidades e identificaciones. Este enfoque deja de lado el punto más importante que es la irreductibilidad del sentido , su imposible captura, el hecho de que es en la recepción en donde se termina de construir el mismo, que nunca es del todo predecible. El modo en que la grafica diseñada invade nuestra vida cotidiana e imprime un giro en nuestra percepción. Es desde este punto que la autora propone no inventariar atributos del diseño sino ver la posibilidad de dispersión, de diálogos, de entrecruzamientos. Pensar el diseño como
un campo plural inmerso en redes incesantes de producción de sentido, es comunicación y circulación como así también es técnica, creatividad, conocimiento, practica significante. Involucra pluralidad de códigos. De la insuficiencia de definiciones, de la incertidumbre que produce toda nominación da cuenta la propia práctica profesional en su institucionalización en el mercado. La lógica equipara al diseño con tres ejes principales · Diseño/ Comunicación · Diseño/ Arte/ Creatividad · Diseño/ Imagen Corporativa (Este grupo enfatiza la idea de voluntad totalizadora absolutista del diseño.) El diseño parece no poder renunciar a la utopía de conservar la armonía del mundo, la posibilidad de triunfar sobre lo caótico, lo incontrolable. Hoy por la centralidad que tiene la empresa en el horizonte contemporáneo, parece ser que uno de los lugares preferidos para imponer el orden es el de la identidad corporativa . Por encontrarse en un territorio marcado por la fluctuación, la multiplicidad, irreductible a un significante, supone un desafío proyectual que se trata de una operación de síntesis extrema en do nde unos pocos rasgos pretenden expresar la totalidad ideal de un universo de sentido. La intervención del diseño es de índole política y no cosmética.
El diseñador debe asumir todas las implicancias y responsabilidades de sus operaciones semióticas, a partir de una postura histórica y social. Posicionamiento reflexivo y crítico sobre la propia practica. Esto implica una distancia respecto de la aceptación incondicional de tendencias, modas, estereotipos, pasar del automatismo de respuesta al mercado a una experiencia mas compleja, donde se problematice el lugar de la enunciación, ya que el diseño es indisociable no solo de las redes mediáticas y de los cambios tecnológicos de la época, sino también de todos los conflictos e inequidades que se producen en la sociedades
Semántica del objeto – Barthes Barthes parte de una reflexión sobre el objeto en nuestra cultura situándose en el marco de la semiología (ciencia de los signos) . Anteriormente Saussure definió a la lingüística (de qué manera los hombres dan sentido a los sonidos articulados) como una parte de esta ciencia más general de los signos. Todo lo que en el mundo genera significación está, en mayor o menor medida, mezclado con el lenguaje; no existen objetos significantes en estado puro; el lenguaje interviene siempre, como intermediario, especialmente en los sistemas de imágenes. Diferencia entre significar y comunicar
La diferencia según Barthes entre estos dos términos quiere decir que los objetos no sólo nos transmiten una mera información, sino también sistemas estructurados de signos: diferencias y oposiciones, contrastes. Un objeto no es simplemente alguna cosa, sino que transmite connotaciones. Un objeto no es simplemente alguna cosa, sino que transmite connotaciones. Hay dos tipos de connotaciones: - Connotaciones existenciales : el objeto adquiere apariencia de “una cosa” inhumana, obstinada en existir, fuera del hombre. Es la forma semántica del objeto. - Connotaciones tecnológicas : se define el objeto como lo que es fabricado, estandarizado, normalizado según normas de fabricación y calidad. En ese momento es un elemento de consumo, su función es una finalidad de uso, es el mediador entre la acción y el hombre. El objeto no se escapa ya hacia algo infinitamente subjetivo, sino hacia algo infinitamente social. Definimos objeto como “una cosa que sirve para algo” (función), aunque hay objetos inútiles, los objetos sirven para algo y también
comunican información. Siempre hay un sentido que va más allá de la función, del uso del objeto. No hay ningún objeto que escape al sentido, todo objeto tiene un sentido y cuando no lo tiene o parece no tenerlo, tiene el sentido de no tener sentido. Semantización del objeto
Ésta se produce desde el momento en que el objeto es producido y consumido por una sociedad, desde que es fabricado y normalizado. Todos los objetos que forman parte de una sociedad tienen un sentido; para encontrar encontrar objetos privados de sentido habría que i maginar objetos enteramente improvisados, y para encontrar objetos absolutamente improvisados habría que llegar a estados absolutamente asociales. El objeto se convierte siempre en el signo de e sa misma función: no existen objetos, en nuestra sociedad, sin algú n tipo de suplemento de función. Coordenadas del objeto 1. Simbólica: todo objeto tiene una profundidad metafórica, remite a un significado. Esta coordenada está constituida por el hecho de que
todo objeto es por lo menos el significante de un significado. 1. 1. Estado puramente simbólico: remite a un único significado, es el caso de los grandes simbólicos antropológicos (ej: la cruz ), los cuales una sociedad posee una reserva infinita de grandes objetos simbólicos ampliamente histórica resultantes de una disciplina simbólica. 1. 2. Deslizamiento/desplazamiento del sentido – un objeto no significa sino por medio de uno de sus atributos, el e lemento significante está ahí, perfectamente claro y sin embargo está en cierta manera sumergido, naturalizado, en lo que podría llamarse estar-ahí del objeto. 1.2.1. Metáfora 1.2.2. Metonimia 2. Taxonómica/de clasificación: no vivimos sin albergar en nosotros, en mayor o menos medida conscientemente, cierta clasificación de los
objetos que nos es sugerida o impuesta por nuestra sociedad. 2.1. Sintagmas: Cuando se disponen un conjunto de objetos que crean composiciones llevando a una lectura que sería imposible crear con el lenguaje humano. Los objetos están ligados por una ú nica forma de conexión, que es la parataxis, es decir, la yuxtaposición pura y simple de elementos. El objeto es polisémico: se ofrece fácilmente a muchas lecturas de sentido, frente a un objeto hay casi siempre muchas lecturas posibles. Todos los grados de saber, de cultura y de situación son posibles frente a un objeto y una colocación de objetos. Conclusión
No hay objetos que no terminen por proporcionar un sentido y reintegrar ese gran código de los o bjetos en medio del cual vivimos. El objeto se presenta siempre ante nosotros como un útil funcional: es tan sólo un uso, un mediador entre el hombre y el mundo. La función sustenta siempre el sentido. El sentido desactiva el objeto, lo vuelve intransitivo, le asigna un lugar establecido en lo que se podría llamar un cuadro vivo del imaginario humano. El sentido es siempre un hecho de cultura, un producto de ella, y ese hecho es incesantemente naturalizado.
El problema de los géneros discursivos – Bajtín Todo lo referido a la actividad humana se relaciona con el uso de la lengua. El uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales o escritos) concretos y singulares. Estos enunciados reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada una de las e sferas por: Su contenido (temático) Estilo verbal (selección de léxicos) Composición o estructuración
Géneros discursivos
Formas típicas de enunciados que elabora cada esfera del uso de la lengua ¿Y cuáles serían estas esferas? Aquellas relacionadas con la actividad humana: la docencia, el periodismo, los ámbitos de esparcimiento, la medicina, la política, etc. Las diversas esferas de la ac tividad humana están relacionadas con el uso de la lengua. Y el uso de la lengua se lleva a cabo a través de enunciados concretos, que r eflejan las condiciones específicas de cada esfera por su contenido temático, su estilo verbal y sobre todo por su composición y estructuración. La diversidad de géneros es muy grande, y hay que tener en cuenta la importante diferencia entre géneros discursivos primarios (simples) y secundarios (complejos). Géneros primarios: se dan en la comunicación discursiva más inmediata, cotidiana (charlas, cartas, emails, mensajes, etc). Géneros secundarios: surgen en la comunicación cultural más compleja, organizada y desarrollada, principalmente escrita (novelas, teatro, investigaciones científicas, géneros periodísticos). En el proceso de formación, lo géneros secundarios absorben y reelaboran a los primarios, que se transforman y pierden su relación con la realidad y los enunciados reales de otros. Pasan a participar de la realidad tan sólo en el contexto enunciativo del texto que los contiene. Por ejemplo, una carta en una novela, o una declaración en un artículo periodístico. Los géneros discursivos nos son dados. No conocemos nuestra lengua materna por estudiar diccionarios o manuales de gramática, sino porque escuchamos y reproducimos enunciados concretos en la comunicación con los otros. Aprendemos a plasmar nuestro discurso en formas genéricas Obligatoriedad de las formas genéricas
Las formas genéricas no obligan de la misma manera que las lingüísticas, son más elásticas y flexibles. Pero para el hablante tienen una importancia normativa, y para manejar libremente los géneros hay que dominarlos bien. Un enunciado no puede ser concebido com o una combinación absolutamente libre de formas lingüísticas, que era como concebía Saussure al habla, a la utilización del sistema de la lengua. Género y estilo
Todo estilo está vinculado con una forma típica de enunciado, con un género discursivo. Pero, ¿qué es el estilo? Según Bajtín, el estilo tendría que ver con los recursos léxicos, fraseológicos y gramaticales de la lengua. Todo enunciado puede reflejar la individualidad del hablante, porque le pertenece. Pero no todos los géneros se pr estan para absorber un estilo individual. Diferencia entre enunciado y oración Oración
- Su contexto es el del discurso de un mismo hablante. - Se relaciona con otros enunciados del mismo hablante - Se comprende su significado lingüístico pero no puede ser respondida - Sus límites son gramaticales. - Es la unidad de la lengua - No tiene autor - Posee cierta entonación gramatical Enunciado
-Su contexto es una situación comunicativa concreta, la realidad - Se relaciona con los enunciados anteriores y posteriores - Puede ser respondido porque se comprende su intención discursiva - Sus límites se determinan por el cambio de sujeto hablante. - Es la unidad de la comunicación discursiva - Pertenece a un hablante concreto - Posee expresividad
El carácter de conclusividad de los géneros discursivos se da por: El sentido del objeto del enunciado agotado. (la capacidad de agotar el sentido puede ser casi completo en donde los G.D tiene carácter estandarizado al máximo. Una mínima conclusividad permite adoptar la postura de respuesta. Si bien el objeto es inagotable, cuando se convierte en el tema de un enunciado, en determinadas condiciones y dentro de los propósitos del autor adquiere un carácter relativamente concluso) Determinado por la intencionalidad discursiva del hablante (en cada enunciado, desde el dialogo cotidiano hasta largas obras literarias podemos sentir la intención del hablante, y es mediante esta intención discursiva que nos imaginamos que es lo que quiere decir, y entender el grado de Conclusividad del enunciado) Formas típicas, genéricas y estructurales de conclusión (La voluntad discursiva del hablante se aplica en principio en la elección de determinado género discursivo. La intención discursiva del hablante, junto con su individualidad y subjetividad, se aplican y adaptan al genero elegido y se desarrolla en una forma genérica)
La variedad de los géneros discursivos se determina por, - la situación discursiva, - posición social, - relaciones entre participantes de la comunicación (cada uno con sus tonos expresivos y formas elevadas, familiares o íntimas) La palabra denota emociones (alegría, dolor, bello) pero estos significados son neutros y adquieren un matiz expresivo solo e n el enunciado. La palabra existe para el hablante como: Neutra, no pertenece a nadie, no fue puesta en contexto Ajena, llena de ecos y enunciados de otros, que incorporo en mi enunciado Propia, es la apropiación de la palabra ajena, tomo algo que ya fue dicho, pero es atravesado por mi subjetividad. La experiencia discursiva individual se forma y desarrolla en interacción con enunciados ajenos, es la asimilación de palabras ajenas.
Bajtín critica a Saussure que deja de lado el habla. Los géneros discursivos prescriben formas de comportamiento, estructuran una totalidad. Si estructuran un sentido plantean una dinámica, conclusiones, tipos de relación entre personas. El género discursivo es impuesto pero elegimos si queremos ser irónicos, sarcásticos etc. A diferencia de Saussure (oyente = pasivo), Bajtín dice: El oyente se prepara para una acción, completa el discurso, y la postura de respuesta del oyente esta en formación a lo largo de todo el proceso de audición y co mprensión desde el principio, toda comprensión del discurso tiene un carácter de respuesta, la cual no tiene que ser siempre en voz alta, en el caso de una orden pude ser el cumplirla. También el hablante busca una contestación. El momento de hacer comprensible su discurso es tan solo un momento abstracto. Todo hablante es un contestatario, el no es un primer hablante, quien ha interrumpido por primera vez el eterno silencio del universo, el cuenta con la presencia de enunciados anteriores, suyos y ajenos. Todo enunciado es un eslabón de la cadena de otros eslabones (se apoya en ellos, problematiza o supone conocidos por su oyente). Arfuch, toma a Bajtín en el hecho de la construcción de enunciados (que son unidades reales de la comunicación discursiva) para construir géneros discursivos y los compara con el diseño gráfico de manera de que se repiensa la comunicación en el diseño utilizando las mismas características del enunciado. Al diseñar pienso en la respuesta de un oyente, se plantea por y para otro. Ahora el estilo es más ornamental que comprometido con la vida. También habla de la oración individual posible pero socializada (Bajtín lo ve más en los géneros discursivos) El otro es una realidad objetiva externa y hay infinidad de interlocutores. La forma y contenido tienden a diferenciarse (se ve como un to do) se piensa que la forma es más importante que el contenido (el diseño de los malos mensajes) la forma hace al sentido. Como hacer las cosas con palabras – Austín – Enunciados / expresiones constatativas – Enunciados / expresiones performativas o realizativas – Acto / dimensión locucionario – Acto / dimensión ilocucionario – Acto / dimensión perlocucionario – Decir-hacer – Performatividad
La formación de los precios y la previsión de beneficios – Bourdieu – – – – – – – – – –
intercambio económico signo lingüístico como signo de riqueza signo lingüístico como signo de autoridad valor del discurso estrategia de condescendencia mercado lingüístico competencia lingüística negociación capital simbólico lenguaje legítimo
– habitus – anticipación de beneficios