CONCLUSIÓN Todo tipo de parasito que afecta al hombre, como la Tenia, Giardiasis y la Tricuriasis son infecciones que se pueden evitar: En el caso de la Tenia, evitar comer las carnes cerdo crudo a medio cocer. La cisticercosis y la teniasis humana y porcina son, más que problemas alimentarios, problemas de higiene y educación sanitaria, problemas que se pueden solucionar transmitiendo desde el aula las medidas sanitarias más comunes y los hábitos de limpieza básicos para ingerir y preparar alimentos. La infección por Giardia lamblia puede ser totalmente asintomática y su diagnóstico resulta entonces un hallazgo de laboratorio laboratorio.. Los síntomas pueden ser diarreas ser diarreas,, que alternan con períodos de normalidad o estreñimiento, dolor abdominal a tipo cólico, dolor en la boca del estómago (epigastralgia), gases gases,, manifestaciones alérgicas en la piel en forma de urticaria (ronchas). En la fase crónica las diarreas pueden ser mantenidas, con severa pérdida de peso, anemia, ocasionando lo que se conoce como síndrome de mala absorción intestinal con incapacidad para digerir y absorber los azúcares de los alimentos. Consumir siempre agua hervida o de calidad sanitaria registrada. Lavado con agua hervida y correcta manipulación de los alimentos destinados a ingerirse crudos, como las frutas y los vegetales; lavarse las manos antes de comer y después de defecar, y enseñar a nuestros hijos, desde la más temprana infancia infancia,, correctos hábitos higiénicos. La tricuriasis se puede evitar con un buen lavado de manos antes de manipular alimentos y vegetales potencialmente contaminados. En el caso de la pediculosis es evitable con aseo diario, revisión permanente y en el caso de contaminación seguir tratamiento medico.
CONCLUSIONES
1. Los parásitos intestinales causan enfermedades de diversa índole tanto en los perros y gatos como en las personas, especialmente en los niños y en las personas inmunodeprimidas (VIH+, enfermos transplantados o con algún tipo de cáncer que son sometidos a terapias inmunosupresoras prolongadas). Entre los grupos de riesgo también debemos considerar a ancianos y mujeres gestantes, enfermos con desnutrición o cualquier otra patología debilitante, de bilitante, cuyo sistema inmunitario se halla comprometido 2. Los datos recogidos en este estudio demuestran que en España alguna de estas enfermedades tienen, todavía hoy día, prevalencias importantes que exigen adoptar una serie de medidas de control. 3. En España, más del 30% de los perros y/o gatos pueden estar parasitados, sobre todo los animales jóvenes y todos aquellos que no siguen un control sanitario
periódico. Este dato es especialmente importante si tenemos en cuenta que el número de perros y gatos está creciendo progresivamente en nuestro país: el censo nacional de animales de compañía es actualmente de 4,3 millones de perros y 3 millones de gatos, incluyendo en estas cifras únicamente a los animales con propietario. 4. Las heces de los animales de compañía son un material biológico altamente contaminante en todas las ciudades, donde los parásitos pueden ser viables durante largos periodos de tiempo. 5. Las zonas donde las personas puedan exponerse al contacto con estas heces (arenas de los parques, playas, jardines, alcorques de los árboles, aguas no potables, etc.) se pueden considerar zonas de riesgo. 6. En general, los propietarios españoles de perros y gatos desconocen los riesgos que los parásitos intestinales de sus mascotas pueden suponer para su propia salud y la de su familia. Según los datos que aporta el informe, el 23% de los propietarios de perros o gatos no saben lo que es un parásito intestinal, y más del 50% desconoce que pueda ser causante de enfermedades en personas. 7. La desparasitación preventiva de perros y gatos es la mejor herramienta para evitar los riesgos de padecer estas zoonosis. 8. Al adquirir un perro o un gato debemos exigir unas garantías sanitarias y, en caso de recogerlo de la calle, debemos llevarlo inmediatamente al veterinario para su correcto control sanitario (que incluye desparasitación y vacunación). 9. Extremar los hábitos de higiene cuando se convive con una mascota puede minimizar los riesgos de contraer ciertas zoonosis. 10. Los veterinarios son los sanitarios responsables de informar adecuadamente a los propietarios de perros y gatos sobre la existencia de estas zoonosis, así como de las principales vías de contagio y las pautas de medicina preventiva adecuadas.
Conclusiones Como no hay datos de la prevalencia de las infecciones en los propietarios de los perros y gatos analizados en el estudio, no es posible emitir ninguna conclusión cuantitativa acerca del riesgo de transmisión de estos parásitos de las mascotas al hombre. Hay que tener en cuenta que la transmisión de parásitos y protozoos a los seres humanos es sólo posible si estos organismos se han desarrollado hasta alcanzar su estadía infectante, son patógenos para las personas y se ingieren en cantidades suficientes como para desencadenar la infección. No obstante, es necesario que los veterinarios formen a los propietarios de animales de compañía acerca de la higiene necesaria en sus interacciones y los riesgos potenciales a los que están expuestos.