Keith Lo Lowe we
Continente savaje Europa después de a Segunda Guerra Mundia Traducción de Irene Cifuentes
Índice I n t r o d u c c i ó n 13 Parte I El lEG E l GE 1 estrucción física 2 usencia 3 espaamiento 4 Hambruna 5 estrucción mora 6 Esperana 7 E paisaje de caos
23 33 49 57 65 85 95
Parte II VEGz 8 Sed de sangre 9 los campos iberados 10 Mano de obra escava 11 Prisioneros de guerra aemanes 12 Cambio de tornas 13 E enemigo dentro 14 la vengana contra mujeres y niños 15 la intención de a vengana
101 105 123 141 157 179 199 217
10
Continente salvaje
Parte III lIMPIEz TIC 16. pciones en tiempos de guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . 17. la huida de os judíos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18. la impiea étnica de crania y Poonia . . . . . . . . . . 19. la expusión de os aemanes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20. Yugosavia: un microcosmos en Europa . . . . . . . . . . 21. Toerancia occidenta, intoerancia orienta . . . . . . .
225 229 253 273 293 311
Parte IV GE CIVIl 22. Guerras dentro de as guerras . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23. Vioencia poítica en Francia e Itaia . . . . . . . . . . . . . 24. la Guerra Civi Griega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25. E cuco en e nido: e comunismo en umanía . . . . . . 26. la subyugación de este de Europa . . . . . . . . . . . . . . 27. la resistencia de os «Hermanos de Bosque» . . . . . . 28. E espejo de a guerra fría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
317 323 343 365 381 391 411
C o n c u s i ó n 417 g r a d e c i m i e n t o s 431 gradecimientos por as fotografías 433 otas 435 B i b i o g r a f í a 483 Índice onomástico y temático 505
Mapas 1 Cambios territoriaes en Europa, 1945-1947 2 la muerte de Europa 1939-1945 3 rchipiéago de os campos de concentración
aemanes 4 Campos de despaados en emania, ustria y norte de Itaia 5 la huida judía a Paestina 6 la expusión de os aemanes 7 lugares de exterminio en Yugosavia, 1945 8 zonas iberadas por a esistencia francesa, 23 de agosto de 1944 9 Itaia 1945-1946 10 zonas de Grecia bajo e contro de os partisanos, 1944 11 los países báticos 12 la división de Europa en a guerra fría
12 36 122 131 251 275 304 328 333 345 393 413
. Cambios territoriales en Europa, 1945-1947
Adquisiciones soviéticas
Petsamo
N
Adquisiciones polacas de Alemania
Murmansk
Otros cambios
KARELIA
mar del Norte a i n t o
B e d
FINLANDIA
f o l o G
SUECIA
Lago Ladoga
NORUEGA
Leningrado
Helsinki
Oslo
Tallin
Estocolmo
ESTONIA
mar Báltico
Riga
DINAMARCA Copenhague
LETONIA
LITUANIA
Memel Kaliningrado
Kaunas Vilnius
PRUSIA DEL ESTE
Gdansk POMERANI A
Szczecin ALEMANIA POLONIA Berlín Varsovia DEL ESTE SILESI A Breslavia
Ámsterdam
HOLANDA
Bruselas Bonn BÉLGICA LUX. ALEMANIA
Berna SUIZA
Praga
Cracovia
BIELORRUSIA
Kiev
Budapest
AUSTRIA
HUNGRÍA
VENECIA JULIA
m a r
ITALIA
Zara
A d r i á
UCRANIA BUCOVINA DEL NORTE
(enYug.)
Odesa RUTENIA SUBCARPATIANA
RUMANÍA Bucarest
Belgrado
YUGOSLAVIA
i c
o
ALBANIA Tirana
mar Negro DOBRUJA DEL SUR
BULGARIA Sofía
t
Roma
Leópolis
Bratislava
Viena
(en Yugoslavia)
km
Minsk
C H E C O S LO V A Q U IA
Trieste
millas
V O L I V I A
GALITZIA
DEL OESTE
FRANCIA
URSS
(aBulgaria)
Estambul
TURQUÍA
Introducción Imaginemos un mundo sin instituciones Es un mundo en e que as fronteras entre países parecen haberse disueto, dejando un único paisaje innito por donde a gente viaja buscando comunidades que ya no existen Ya no hay gobiernos, ni a nive naciona ni tan siquiera oca o hay escueas ni universidades, ni bibiotecas ni archivos, ni acceso a ningún tipo de información o hay cines ni teatros, ni desde uego teevisión la radio funciona de ve en cuando, pero a seña es remota, y casi siempre en una engua extranjera adie ha visto un periódico durante semanas o hay trenes ni vehícuos a motor, teéfonos ni teegramas, ocina de correos, comunicación de ningún tipo excepto a que se transmite a través de boca a boca o hay bancos, pero esto no constituye una gran adversidad porque e dinero ya no tiene ningún vaor o hay tiendas, porque nadie tiene nada que vender quí nada se produce: as grandes fábricas y negocios que soía haber han sido destruidos o desmanteados como o ha sido a mayoría de os edicios o hay herramientas, guardad o que se pueda extraer de os escombros o hay comida la ey y e orden prácticamente no existen, porque no hay fueras poiciaes ni judiciaes En agunas onas ya no parece haber un caro sentido de o que está bien y o que está ma la gente coge o que quiere sin tener en cuenta a quién pertenece –de hecho, e sentido de a propiedad en sí ha desaparecido en gran medida los bienes sóo pertenecen a aqueos o bastante robustos para aferrarse a eos y a os que están dispuestos a defenderos con su vida Hombres armados deambuan por as caes, cogiendo o que quieren y amenaando a cuaquiera que se interponga en su camino Mujeres de todas as cases y edades se prostituyen a cambio de comida y protección o hay vergüena o hay moraidad Sóo a supervivencia as generaciones modernas es cuesta imaginar que semejante mundo pueda existir fuera de a imaginación de os guionistas de
14
Continente salvaje
Hoywood Sin embargo, hoy día sigue habiendo cientos de mies de personas que padecieron exactamente estas condiciones –no en rincones remotos de gobo, sino en e coraón de o que se ha considerado durante décadas una de as regiones más estabes y desarroadas de a tierra En 1944 y 1945, grandes fragmentos de Europa se quedaron en e caos, a a ve, durante meses la Segunda Guerra Mundia –con mucho a guerra más destructiva de a historia– no sóo había destruido a infraestructura física, sino también as instituciones que mantenían unidos a os países E sistema poítico se había desmoronado hasta ta punto que os observadores americanos advirtieron de a posibiidad de una guerra civi a escaa europea 1 la fragmentación intencionada de as comunidades había sembrado una desconana irreversibe entre vecinos, y a hambruna universa hio intrascendente a moraidad persona «Europa», armaba e NewYorkTimes en maro de 1945, «está en una situación que ningún americano espera poder entender» Era «E nuevo continente negro»2 E hecho de que Europa se as arregara para sair de este fango, y uego pasar a convertirse en un continente próspero y toerante, parece poco menos que un miagro ememorando a proea de a reedicación que tuvo ugar –a reconstrucción de as carreteras, os ferrocarries, as fábricas, hasta ciudades enteras– resuta tentador no ver más que progreso E renacer poítico que aconteció en ccidente es asimismo impresionante, sobre todo a rehabiitación de emania que pasó de ser una nación paria a un miembro responsabe de a famiia europea en sóo unos pocos años urante os años de posguerra nació también un nuevo deseo de cooperación internaciona que no sóo evaría prosperidad, sino pa las décadas posteriores a 1945 han sido ensaadas como e periodo más argo de pa internaciona en Europa, sin excepción, desde os tiempos de Imperio romano o es de extrañar que aqueos que escriben acerca de periodo de posguerra –historiadores, poíticos e iguamente economistas– o describan a menudo como una época en a que Europa se eevó como un fénix de as cenias de a destrucción Según este punto de vista, a naiación de a guerra no sóo marcó e n de a represión y a vioencia, sino también e renacer espiritua, mora y económico de todo e continente los aemanes aman a os meses posteriores a a guerra Stunde null («Hora Cero») –o que supone que fue un periodo en e que se hio borrón y cuenta nueva, y se dejó que a historia comenara de nuevo Pero no hace fata mucha imaginación para darse cuenta de que
Introducción
15
ésta es una visión de a historia de posguerra caramente haagüeña Para empear, a guerra no acabó simpemente con a derrota de Hiter n conicto de a magnitud de a Segunda Guerra Mundia, con todos os pequeños enfrentamientos civies que a rodearon, tardó meses, si no años, en cesar, y e n egó en diferentes momentos en distintas partes de Europa En Siciia y e sur de Itaia, por ejempo, acabó prácticamente en e otoño de 1943 En Francia, para a mayoría de a pobación civi terminó un año después, en e otoño de 1944 En cambio, en agunas onas de Europa orienta, a vioencia continuó mucho después de ía de a Victoria las tropas de Tito siguieron combatiendo a as unidades aemanas en Yugosavia a menos hasta e 15 de mayo de 1945 las guerras civies, que estaaron en primer ugar por a participación nai, continuaron haciendo estragos en Grecia, Yugosavia y Poonia durante varios años después de que a guerra principa hubiera terminado, y en crania y os Estados Báticos os guerrieros nacionaistas siguieron combatiendo contra as tropas soviéticas hasta bien entrada a década de 1950 gunos poacos arman que a Segunda Guerra Mundia no acabó en reaidad hasta épocas aún más recientes: puesto que e conicto dio comieno ociamente cuando os nais y os soviéticos invadieron e país, no naió hasta que e útimo tanque soviético saió de territorio en 1989 Muchos habitantes de os países báticos pensaban o mismo: en 2005, os presidentes de Estonia y lituania decinaron visitar Moscú con motivo de a ceebración de 60.º aniversario de ía de a Victoria porque, a menos para sus países, a iberación no se produjo hasta principios de a década de 1990 Cuando se considera a guerra fría, que efectivamente fue un estado de conicto permanente entre e este y e oeste europeos, y diversos aamientos nacionaes contra e dominio soviético, entonces a pretensión de que os años de posguerra constituyeron un periodo de pa ininterrumpido parece competamente exagerada Iguamente dudosa es a idea de Stundenull Sin duda no hubo borrón y cuenta nueva por mucho que os estadistas aemanes o hubieran deseado con ahínco En e periodo posterior a a guerra, oeadas de vengana y castigo inundaron todos os ámbitos de a vida europea E territorio y os bienes de as naciones eran saqueados, os gobiernos y as instituciones sufrían depuraciones, y a percepción de o que habían hecho durante a guerra aterroriaba a comunidades enteras gunas de as peores venganas se inigían a os individuos la poba,
16
Continente salvaje
ción civi aemana repartida por Europa fue gopeada, arrestada, utiiada como mano de obra escava o senciamente asesinada los sodados y os poicías que habían coaborado con os nais fueron arrestados y torturados as mujeres que se habían acostado con sodados aemanes as desnudaban, rapaban y paseaban por as caes cubiertas de brea Miones de mujeres aemanas, húngaras y austriacas fueron vioadas lejos de hacer borrón y cuenta nueva, os agravios entre comunidades y entre naciones, muchos de os cuaes siguen vivos en a actuaidad, se propagaron después de a guerra Tampoco e n de a guerra signicó e nacimiento de una nueva era de armonía étnica en Europa e hecho, en agunas partes de Europa as tensiones étnicas empeoraron Siguieron discriminando a os judíos, a igua que durante a guerra misma na ve más, por todas partes as minorías se convirtieron en objetivos poíticos, y en agunas onas eo condujo a atrocidades exactamente igua de repugnantes que as cometidas por os nais E periodo de posguerra contempó también e ógico na de os esfueros de os nais por casicar y segregar as distintas raas Entre 1945 y 1947, decenas de miones de hombres, mujeres y niños fueron expusados de sus países en unas de as mayores acciones de impiea étnica que e mundo ha visto nunca ste es un tema que os admiradores de «miagro europeo» rara ve discuten, y es más raro aún que comprendan: incuso os que están a tanto de as expusiones de os aemanes saben poco de expusiones simiares de otras minorías a través de este de Europa la diversidad cutura, que en otro tiempo fue una parte tan esencia de paisaje europeo antes e incuso durante a guerra, no recibió e gope morta na hasta después de terminada a misma E hecho de que a reconstrucción de Europa comenara en medio de todos estos probemas a hace aún más notabe Pero de mismo modo que a guerra tardó mucho en naiar, a reconstrucción tardó mucho en ponerse en marcha la gente que vivía en medio de os escombros de as ciudades arrasadas de Europa estaba más preocupada por os pequeños detaes de a supervivencia cotidiana que por a restauración de os piares de a sociedad Estaban hambrientos, apesadumbrados y amargados por os años de sufrimiento que es habían hecho padecer –antes de que pudieran estar motivados para empear a reconstruir, necesitaban tiempo para descargar su ira, reexionar y amentarse las nuevas autoridades que estaban tomando posesión de sus cargos en toda Europa también necesitaban tiempo para estabecerse Su
Introducción
17
principa prioridad no era impiar os escombros, o reparar as íneas de ferrocarri, o reabrir as fábricas, sino únicamente eegir representantes y edies en cada comarca de sus países luego, estos edies tenían que ganarse a conana de a gente, a mayoría de a cua había aprendido en seis años de atrocidad organiada a tratar a todas as instituciones con una prudencia extrema En semejantes circunstancias, a instauración de agún tipo de ey y orden, y menos aún cuaquier reconstrucción física, era poco más que un sueño imposibe Sóo os organismos externos –os ejércitos aiados, as aciones nidas, a Cru oja– tenían a autoridad o os recursos humanos para intentar taes proeas En ausencia de dichos organismos reinaba e caos la historia de Europa en e periodo inmediato de posguerra no es por o tanto, y sobre todo, una de reconstrucción y rehabiitación –es en primer ugar una historia de a caída en a anarquía ocenas de ibros exceentes describen sucesos en distintos países –más que nada en emania– pero o hacen en detrimento de un panorama más ampio: os mismos temas tienen ugar una y otra ve por todo e continente Hay una o dos historias, como Posguerra:unahistoriadeEuropadesde1945 de Tony Judt, que contienen una visión más ampia de continente en su conjunto –aunque o hacen a o argo de un periodo de tiempo mucho mayor, y de ese modo se ven obigados a resumir os sucesos de os años inmediatos de posguerra en sóo agunos capítuos Que yo sepa no existe ningún ibro en idioma aguno que describa con detae todo e continente –este y oeste– durante esta época decisiva y turbuenta Este ibro es un intento insuciente de recticar esta situación Como tantos otros ibros han hecho, éste no tratará de expicar cómo namente e continente resurgió de sus cenias para reconstruirse física, económica y moramente o se centrará en os juicios de úremberg ni en e Pan Marsha ni en cuaquiera de os demás intentos de cicatriar as heridas que produjo a guerra En su ugar, se reere a periodo anterior a que taes intentos de rehabiitación fueran siquiera posibes, cuando a mayor parte de Europa seguía siendo sumamente inestabe, y a vioencia podía estaar una ve más a a menor provocación En cierto sentido intenta o imposibe –describir e caos lo hará seeccionando diferentes eementos de ese caos e indicando de qué manera estaban enaados por aspectos comunes
18
Continente salvaje
Empearé mostrando precisamente o que se destruyó durante a guerra, tanto física como moramente Sóo si apreciamos en su totaidad o que se perdió podemos entender os sucesos posteriores la Parte II describe a oeada de vengana que se extendió por e continente y da a entender cómo se manipuó este fenómeno para ograr benecios poíticos la vengana es un tema constante en este ibro, y si queremos entender e ambiente de a Europa de posguerra es esencia comprender su ógica y os nes que perseguía las Partes III y IV exponen o que ocurrió cuando esta vengana, y demás formas de vioencia, se dejaba que se fueran de as manos la impiea étnica, a vioencia poítica y a guerra civi resutante fueron agunos de os sucesos más trascendentaes de a historia europea Sostendré que éstos fueron, en efecto, os útimos espasmos de a Segunda Guerra Mundia –y en muchos casos un nexo casi perfecto con e comieno de a guerra fría Por consiguiente, e ibro abarca, grosso modo, os años 1944 a 1949 no de mis principaes propósitos a escribir este ibro era desprenderme de a imitada visión occidenta que suee dominar en a mayoría de os textos que se han escrito sobre esa época urante décadas, os ibros acerca de periodo posterior a a guerra se han centrado en os sucesos ocurridos en Europa occidenta, principamente porque no era fáci disponer de información sobre e este, incuso en a propia Europa orienta esde a desmembración de a nión Soviética y sus estados satéites dicha información se ha vueto más asequibe, si bien tiende a seguir siendo oscura y en genera sóo aparece en ibros y revistas especiaiados, a menudo en e idioma de autor e este modo, aunque muchos poacos, checos y húngaros han reaiado mucho trabajo innovador, sigue siendo sóo asequibe en poaco, checo y húngaro En gran parte ha seguido estando en manos de académicos –o cua me brinda otro propósito de este ibro: hacer que ese periodo cobre vida para todos os ectores en genera Mi propósito na, y ta ve e más importante, es despejar un sendero a través de aberinto de os mitos que se han propagado sobre e periodo posterior a a guerra Muchas de as «masacres» que he investigado resutan ser mucho menos impresionantes de o que se describen habituamente tras un examen minucioso e mismo modo, agunas atrocidades absoutamente increíbes se encubrieron, o simpemente se perdieron barridas por otros acontecimientos históricos unque puede que fuera imposibe descubrir a verdad exacta que hay
Introducción
19
detrás de agunos de estos incidentes, a menos es posibe eiminar agunas de as fasedades na de mis pesadias particuares es a superabundancia de estadísticas imprecisas y sin fundamento que se difunden con reguaridad en discusiones referentes a este periodo las estadísticas importan de verdad, porque con frecuencia se empean para nes poíticos gunas naciones sueen exagerar os deitos de sus vecinos, bien para desviar a atención de sus propios deitos o bien para fomentar sus propias causas nacionaes os partidos poíticos de todos os coores es gusta exagerar os desmanes de sus rivaes y dan poca importancia a os de sus aiados los historiadores también exageran agunas veces, o simpemente eigen e número más sensacionaista de a variedad de cifras disponibe para hacer que sus historias parecan más espectacuares Pero as historias de este periodo son sucientemente fantásticas –no necesitan exageración Por esta raón he intentado en o posibe basar todas mis estadísticas en fuentes ociaes, o en estudios académicos responsabes en caso de que as fuentes ociaes hubieran desaparecido o fueran dudosas Siempre que a estadística esté en entredicho, pondré en e texto principa e número que considere más abe, y os números aternativos en as notas icho esto, sería disparatado imaginar que mis intentos de precisión no se puedan mejorar Tampoco puede pretender este ibro ser una historia «denitiva» y «exhaustiva» de periodo inmediatamente posterior a a guerra en Europa: e objeto de estudio es demasiado ampio para eso En cambio, es un intento de arrojar u sobre todo un mundo de acontecimientos sorprendentes y en ocasiones terrorícos para aqueos que de otra manera no os habrían descubierto nunca Mi esperana es que abra un debate acerca de cómo afectaron estos acontecimientos a continente durante as etapas más penosas de su renacer y –puesto que existe un campo enorme para investigaciones adicionaes– ta ve estimuar a otros para que ahonden en eas Si e pasado es un territorio extraño, este periodo de a historia de Europa sigue teniendo regiones inmensas con a única seña de «quí hay dragones»
Parte I
El lEG E l GE
Creí que estaríais ahí esperándome… lo que me recibió en cambio fue e hedor persistente de as cenias y os enchufes vacíos de nuestra casa en ruinas Samuel Puterman cuando regresó a Varsovia, 19451
Podíamos ver a destrucción física, pero e efecto de gran desbarajuste económico y a destrucción poítica, socia y psicoógica de cinco años en os que Hiter reconguró Europa en una maquinaria béica se nos escapaba por competo Dean Acheson, Subsecretario de Estado, 19472
1
estrucción física En 1943, e editor de ibros de viajes Kar Baedeker pubicó una guía de Gobierno Genera –esa pequeña parte de Poonia a a que se otorgó una aparente autonomía bajo e dominio nai Como todas as pubicaciones aemanas de a época, o mismo se ocupaba de difundir propaganda que de informar a sus ectores la sección dedicada a Varsovia es un buen ejempo E ibro se deshacía en eogios acerca de os orígenes aemanes de a ciudad, su carácter aemán y e modo en e que se había convertido en una de as capitaes más importantes de mundo «fundamentamente debido a esfuero de os aemanes» Instaba a os turistas a visitar e Castio ea medieva, a catedra de sigo xiv y a bea igesia de os Jesuitas de naes de enacimiento –todos os productos de a cutura e inuencia aemanas Especia interés tenía e compejo de paacios de barroco tardío arededor de a paa Pisudski –«a paa más bonita de Varsovia»– ahora amada paa de dof Hiter la atracción principa era e Paacio «Sajón», por supuesto construido por un aemán, y sus hermosos Jardines Sajones, que una ve más fueron diseñados por arquitectos aemanes la guía de viaje admitía que amentabemente uno o dos edicios habían resutado dañados a causa de a bataa de Varsovia en 1939, pero desde entonces, aseguraba a sus ectores, Varsovia «está siendo reconstruida de nuevo bajo a dirección de os aemanes» 1 o se hacía mención de os suburbios a oeste de a ciudad, que se habían convertido en un gueto para judíos Esto probabemente daba o mismo porque en cuanto e ibro se pubicó estaó un evantamiento que obigó a SS-Brigadeführer Jürgen Stroop a incendiar prácticamente todas as casas de distrito2 Casi cuatro kiómetros cuadrados de a ciudad fueron totamente destruidos de esta manera año siguiente estaó otra revueta en toda a ciudad Esta ve se trató de una insurgencia más genera aentada por e Ejército aciona poaco En agosto de 1944, grupos de hombres, mujeres y adoescentes poacos empearon a tender emboscadas a os sodados aemanes y
24
El legado de la guerra
a robares sus armas y municiones urante os dos meses siguientes se hicieron fuertes dentro de a Ciudad Vieja y sus arededores, y sometieron a más de 17000 efectivos aemanes3 la insurrección egó a su n en octubre tras agunos de os combates más brutaes de a guerra luego, cansado de a desobediencia poaca, y sabiendo que de todas formas os rusos estaban a punto de entrar en a ciudad, Hiter ordenó que a arrasaran competamente4 En consecuencia, as tropas aemanas voaron e Castio ea medieva que tanto había impresionado a Baedeker También minaron a catedra de sigo xiv y a hicieron satar por os aires luego destruyeron a igesia de os Jesuitas E Paacio Sajón fue bombardeado sistemáticamente durante tres días justo después de a avidad de 1944, como o fue todo e compejo de paacios barrocos y rococó E hote Europeo, recomendado por Baedeker, fue incendiado por primera ve en octubre y uego, sóo para estar seguros, o voaron en enero de 1945 las tropas aemanas iban de casa en casa, de cae en cae, destruyendo sistemáticamente toda a ciudad: e 93% de as viviendas de Varsovia fueron destruidas o dañadas sin remedio Para que a destrucción fuera competa, incendiaron e rchivo aciona, os rchivos de ocumentos ntiguos, os rchivos Financieros, os rchivos Municipaes, os rchivos de uevos ocumentos y a Bibioteca Púbica 5 espués de a guerra, cuando os poacos estaban pensando en reconstruir su capita, e Museo aciona organió una exposición que mostraba fragmentos de edicios y obras de arte que habían sido destruidos o dañados durante a ocupación aemana Iba acompañada de una guía que, a diferencia de a de Baedeker, estaba toda escrita en tiempo pasado E propósito era que os habitantes de Varsovia, y e resto de mundo, recordaran exactamente o que se había perdido Tanto a guía como a propia exposición hacían que aqueos que vivieron a experiencia de a destrucción de Varsovia se dieran cuenta de que ya no eran capaces de apreciar a enormidad de o que había ocurrido en su ciudad Para eos había sucedido de manera gradua, empeando con e bombardeo de 1939, siguiendo con e saqueo durante a ocupación y acabando con a destrucción de Gueto en 1943 y a aniquiación denitiva a naes de 1944 hora bien, unos meses después de su iberación, se habían acostumbrado a vivir en armaones de casas, rodeados por todas partes por montones de escombros 6 En cierto modo, sóo os que contemparon os resutados de a destrucción sin habera presenciado podían apreciar su magnitud John
Destrucción física
25
Vachon era un joven fotógrafo que egó a Varsovia formando parte de un operativo de ayuda después de a guerra las cartas que escribió a su esposa Penny en enero de 1946 expresan su tota incomprensión ante a magnitud de a destrucción sta es una ciudad increíbe y quiero que te hagas una idea de ea, pero no sé cómo hacero Es una gran ciudad, ¿sabes? ntes de a guerra tenía más de un mión Tan grande como etroit hora está toda destruida en un 90%Vayas donde vayas hay porciones de edicios en pie sin techo ni muchos muros ateraes, y gente viviendo dentro Savo e Gueto, que no es más que una extensión de adrios, con camas retorcidas, y bañeras y sofás, cuadros enmarcados, baúes, miones de cosas que sobresaen de entre os adrios o comprendo cómo pudo hacerse es ago tan atro que no puedo creero7
la bea ciudad barroca que describía Kar Baedeker justo dos años antes había desaparecido por competo Es difíci transmitir en términos eocuentes a magnitud de a ruina que causó a Segunda Guerra Mundia Varsovia era simpemente un ejempo de ciudad destruida –sóo en Poonia hubo docenas más En e conjunto de Europa cientos de ciudades fueron parcia o totamente arrasadas las fotografías tomadas después de a guerra pueden dar una idea de caibre de a destrucción de ciudades en particuar, pero cuando se intenta mutipicar esta desoación por todo e continente escapa por fuera a toda comprensión En agunos países –sobre todo emania, Poonia, Yugosavia y crania– apastaron un mienio de cutura y arquitectura en e intervao de unos pocos años Más de un historiador ha vincuado a vioencia que provocó semejante devastación tota con rmagedón8 las personas que fueron testigos de a ruina de as ciudades europeas ucharon por asimiar a desoación oca que veían, y sóo en sus descripciones angustiadas e insucientes podía imaginarse ago de a destrucción Sin embargo, antes de egar a taes reacciones humanas ante e paisaje apastado y hecho pedaos, es necesario dejar por escrito agunas estadísticas –porque as estadísticas son importantes a pesar de o escurridias que puedan ser tratarse de a única nación que desaó a Hiter con éxito durante
26
El legado de la guerra
toda a guerra, Gran Bretaña sufrió muchísimo la luftwaffe (Fueras éreas aemanas) dejó caer sobre ea casi 50000 toneadas de bombas durante e Bit,* destruyendo 202000 casas y dañando 4,5 miones más9 E gope que recibieron as principaes ciudades de Gran Bretaña es bien conocido, pero o que es ocurrió a agunas de as ocaidades más pequeñas es o que muestra e verdadero acance de os bombardeos la ferocidad de os ataques sobre Coventry dio origen a un nuevo verbo aemán, coventriren –«coventrar», o destruir por competo Cydebank es una pobación industria reativamente pequeña a as afueras de Gasgow: de un tota de 12000 viviendas, sóo ocho se ibraron de daño10 otro ado de cana de la Mancha e daño no fue tan generaiado, sino mucho más concentrado Caen, por ejempo, fue prácticamente barrida de mapa cuando os iados desembarcaron en ormandía en 1944: e 75% de a ciudad fue arrasado por as bombas aiadas 11 Saint-lô y E Havre sufrieron aún más, con un 77% y un 82% de os edicios destruidos12 Cuando os iados desembarcaron en e sur de Francia, más de 14000 edicios de Marsea estaban destroados en parte o en su totaidad 13 Según os registros gubernamentaes de as recamaciones de indemniación y préstamos por as pérdidas debidas a a guerra, 460000 edicios franceses fueron destruidos y 1,9 miones más dañados 14 Cuanto más a este se viajaba después de a guerra, mayor era a devastación En Budapest, e 84% de os edicios estaban dañados, y e 30% de eos en tan ma estado que eran totamente inhabitabes15 rededor de 80% de a ciudad de Minsk, en Bieorrusia, estaba destruido: sóo 19 de 332 fábricas sobrevivieron en a ciudad, y únicamente porque os apadores de Ejército ojo desactivaron justo a tiempo as minas coocadas por os aemanes en retirada16 la mayoría de os edicios púbicos de Kiev estaban sembrados de minas cuando os soviéticos se batieron en retirada en 1941 –e resto o destruyeron cuando regresaron en 1944 Se peeó tantas veces por Járkov, en e este de crania, que a na quedó poco por disputar Según un periodista británico, en ostov y Voroneh «a destrucción fue casi de 100%»17 Y a ista prosigue En a SS, 1700 ciudades y pobaciones quedaron arrasadas, 714 de eas sóo en crania18 * Bit es e nombre que recibió e bombardeo sostenido de Gran Bretaña por a emania nai entre septiembre de 1940 y mayo de 1941 (N.delaT.)
Destrucción física
27
los que viajaron por este paisaje asoado después de a guerra contemparon a destrucción de ciudad tras ciudad tras ciudad Muy pocas de esas personas intentaron siquiera describir a totaidad de o que habían visto –en cambio, en cada ciudad, es costaba aceptar e daño más ocaiado a medida que o encontraban Staingrado, por ejempo, no era más que «troos de paredes, estructuras de edicios medio en ruinas, montones de escombros, chimeneas soitarias» 19 Sebastopo «era de una meancoía indescriptibe» donde «hasta en os suburbios… apenas había una casa en pie» 20 En septiembre de 1945, e dipomático americano George F Kennan se haaba en a antigua ciudad nandesa, hoy rusa, de Viborg, admirando cómo «os rayos de so de a mañana acanaban os armaones de os edicios de pisos destruidos, y os inundaban momentáneamente de un desteo frío y desvaído» parte de una cabra a a que asustó en uno de os portaes en ruinas, parecía que Kennan fuera e único ser vivo en toda a ciudad 21 En e centro de toda esta destrucción se encuentra emania, cuyas ciudades sufrieron sin duda e perjuicio más competo de a guerra las fueras aéreas británicas y americanas destroaron unos 3,6 miones de viviendas aemanas –es decir, arededor de una quinta parte de todos os espacios habitabes de país22 En términos absoutos, e daño a dichos espacios fue casi 18 veces mayor que en Gran Bretaña23 gunas ciudades en particuar sufrieron mucho más que e promedio Según as cifras de a cina Estadística de eich, Berín perdió más de 50% de os ocaes habitabes, Hanóver e 51,6%, Hamburgo e 53,3%, uisburgo e 64%, ormund e 66% y Coonia e 70%24 Cuando os observadores aiados egaron a emania después de a guerra, a mayoría de eos esperaba encontrar una destrucción igua en magnitud que a que presenciaron en Gran Bretaña durante e Bit Incuso después de que as revistas y os periódicos británicos y americanos empearan a pubicar fotos y descripciones de a devastación era imposibe prepararse para a visión de a reaidad ustin obinson, por ejempo, fue enviado a emania occidenta inmediatamente después de a guerra en representación de Ministerio de Producción británico Su descripción de Main mientras estuvo aí expresa su sensación de estupor: Ese esqueeto, con boques enteros arrasados, onas enormes en as que no hay más que paredes en pie, fábricas destruidas casi por competo, era una
28
El legado de la guerra
imagen que yo sabía que me acompañaría de por vida no o sabía inteectuamente sin sentiro emociona ni humanamente25
E teniente británico Phiip ark se sintió iguamente consternado por a visión apocaíptica que contempó en Hamburgo a na de a guerra: os despaamos hacia e centro y empeamos a entrar en una ciudad asoada hasta ímites incomprensibes Sobrepasaba e horror Hasta donde acanaba a vista, kiómetros y kiómetros cuadrados de armaones de edicios vacíos con vigas retorcidas como espantajos en e aire, radiadores de un piso que sobresaían por un hueco en una pared aún en pie, como e esqueeto crucicado de un pterodáctio Butos horribes, horrorosos de chimeneas brotando de a estructura de una pared Todo eo impregnado de una atmósfera de cama imperecedera… Semejantes impresiones no se comprenden hasta que se ven26
Hay una sensación de desesperación absouta en muchas de as descripciones de as ciudades aemanas en 1945 resde, por ejempo, ya no se parecía «a Forencia sobre e Eba» sino que era más bien como «a cara de a una», y os directores de panicación creían que se tardaría «a menos 70 años» en reconstruir 27 Múnich estaba tan cruemente arrasada que «reamente casi hacía pensar que e Juicio Fina era inminente»28 Berín estaba «competamente destroado –sóo había montones de escombros y esqueetos de casas» 29 Coonia era una ciudad «yacente, sin beea, amorfa bajo os escombros y en a soedad de a derrota física competa»30 Entre 18 y 20 miones de aemanes se quedaron sin hogar a causa de a destrucción de sus ciudades –es decir, os mismos que as pobaciones juntas de Hoanda, Bégica y luxemburgo antes de a guerra31 tros 10 miones de personas en crania también quedaron sin techo, más que a pobación tota de Hungría antes de a guerra 32 Esta gente vivía en sótanos, ruinas, agujeros en e sueo –en cuaquier sitio donde pudieran encontrar un mínimo de refugio Estaban totamente desprovistos de servicios esenciaes taes como agua, gas y eectricidad –a igua que miones más por toda Europa En Varsovia, por ejempo, sóo funcionaban dos faroas 33 En desa sóo se podía obtener agua de un poo artesiano, de modo que hasta os dignatarios que a visitaban sóo recibían una botea de agua para avarse 34 Sin estos servicios
Destrucción física
29
púbicos esenciaes a pobación de as ciudades europeas se veía obigada a vivir «a a manera medieva rodeada de a maquinaria derruida de sigo xx», ta como o describió un coumnista americano 35 Mientras que a devastación en as ciudades había acanado su punto más dramático, as comunidades ruraes sufrían a menudo tanto como eas Por todo e continente as granjas eran saqueadas, incendiadas, inundadas o simpemente abandonadas a causa de a guerra las marismas de sur de Itaia, drenadas tan asiduamente por Mussoini, fueron de nuevo inundadas adrede por os aemanes en retirada, o que motivó un rebrote de a maaria36 Más de medio mión de acres de Hoanda (219000 hectáreas) se arruinaron cuando as tropas aemanas abrieron aposta os diques que mantenían e mar a raya 37 E aejamiento de os principaes escenarios de a guerra no protegía de semejante trato los aemanes en retirada destruyeron más de a tercera parte de as viviendas en laponia38 la idea era negar todo tipo de abergue a as fueras nandesas renegadas durante e invierno, pero también tuvo e efecto de crear más de 80000 refugiados Se coocaron minas en as carreteras por todo e norte de oruega y Finandia, se derribaron as íneas teefónicas y se voaron os puentes, o que ocasionó probemas que se dejarían sentir durante años tras e na de a guerra e nuevo, cuanto más a este, más destrucción Grecia perdió un tercio de sus bosques durante a ocupación aemana, y más de mi puebos fueron incendiados y quedaron deshabitados 39 Según a Comisión de eparaciones de posguerra, en Yugosavia se destruyó e 24% de os vergees, a igua que e 38% de os viñedos y arededor de 60% de toda a ganadería E expoio de miones de toneadas de grano, eche y ana competó a ruina de a economía rura yugosava 40 En a SS fue aún peor: aí se destruyeron no menos de 70000 puebos junto con sus grupos de pobación y toda a infraestructura rura 41 Semejante perjuicio no fue simpemente e resutado de a ucha y e saqueo ocasiona –a causa estuvo en a destrucción sistemática y deiberada de a tierra y a propiedad las granjas y os puebos se quemaban a menor indicio de resistencia Extensiones enormes de bosque a o argo de as carreteras se taaron para minimiar e riesgo de emboscadas Se ha escrito mucho acerca de o despiadadas que fueron emania y usia cuando se atacaban mutuamente, pero eran iguamente impacabes en defensa Cuando e ejército aemán penetró en territorio so-
30
El legado de la guerra
viético en e verano de 1941, Stain emitió un comunicado por radio a su puebo diciéndoe que antes de huir se deshiciera de todo o que pudiera: «Todos os bienes de vaor, incuidos os metaes no ferrosos, e grano y e combustibe que no se puedan sacar, deben ser destruidos sin fata En onas ocupadas por e enemigo, as unidades de guerrieros… deben prender fuego a os bosques, amacenes y medios de transporte» 42 Cuando empearon a cambiar as tornas, Hiter ordenó asimismo que no debía dejarse nada atrás para os soviéticos que regresaban «Sin hacer caso de sus habitantes, toda ocaidad debe incendiarse y destruirse para privar a enemigo de aojamiento», reaba una de as órdenes de Hiter a sus comandantes de ejército en crania en diciembre de 1941; «as ocaidades que se dejen intactas tienen que ser arrasadas posteriormente por a fuera aérea» 43 Más tarde, cuando as cosas empearon a ponerse muy ma, Himmer ordenó a sus mandos de as SS que destruyeran todo: «o debe quedar ni una soa persona, ni ganado, ni quinta de grano, ni vía de ferrocarri… E enemigo debe encontrar un país totamente quemado y destruido» 44 Como consecuencia de órdenes como éstas, grandes extensiones de tierra de abor en crania y Bieorrusia fueron incendiadas no una, sino dos veces, y con eas innumerabes puebos y haciendas que pudieran ofrecer abergue a enemigo Como es natura, a industria era una de as primeras cosas a destruir En Hungría, por ejempo, se desmantearon 500 fábricas importantes y se trasadaron a emania –más de 90% de resto se destruyeron o dañaron a propósito– y casi todas as minas de carbón fueron inundadas o derrumbadas 45 En a SS, se destruyeron cerca de 32000 fábricas46 la Comisión de eparaciones de Yugosavia cacuó que e país había perdido industria por vaor de 9,14 mies de miones de dóares, o una tercera parte de todo e patrimonio industria de país47 Ta ve o que resutó más dañado fue a infraestructura de transporte continenta Hoanda, por ejempo, perdió e 60% de su transporte por carretera, cana y ferroviario En Itaia se inutiió más de un tercio de a red naciona de carreteras y se dañaron o destruyeron 13000 puentes Tanto Francia como Yugosavia perdieron e 77% de sus ocomotoras y un porcentaje simiar de todo e materia rodante Poonia perdió una quinta parte de sus carreteras, un tercio de as vías de tren (en tota más de 16000 kiómetros), e 85% de todo e materia rodante, y e 100% de su aviación civi oruega había perdido a mitad de su transporte marítimo de carga anterior a a guerra, y Grecia
Destrucción física
31
perdió entre dos tercios y tres cuartos de toda a ota marítima na de a guerra, e único medio de transporte universa digno de conana era viajar a pie48 la devastación física de Europa fue más aá de a mera pérdida de sus edicios e infraestructuras Fue más aá, incuso, de a destrucción de sigos de cutura y arquitectura lo que verdaderamente tenían as ruinas de perturbador era o que simboiaban Como expresó un miitar británico, os montones de escombros constituían «un monumento a poder de autodestrucción de hombre» 49 Para cientos de miones de personas era un recordatorio diario de a barbarie que presenció e continente y que podría resurgir en cuaquier momento Primo levi, que sobrevivió a uschwit, sostenía que había ago casi sobrenatura en e modo en que os aemanes habían destruido todo a su paso En su opinión, os restos destroados de una base de ejército en Sutsk, cerca de Minsk, demostraban «e genio de a destrucción, o anticreación, aquí como en uschwit; era a mística de a esteriidad, más aá de todas as exigencias de a guerra o e estímuo de botín»50 los estragos causados por os iados fueron casi igua de dañinos: cuando levi contempó as ruinas de Viena se vio abrumado por una «fuerte y amenaadora sensación de que en todas partes estaba presente una madad irreparabe y denitiva, acurrucada en as entrañas de Europa y e mundo, a semia de daño futuro» 51 Este trasfondo de «anticreación» y «madad absouta» es o que hace que sea tan perturbador contempar a destrucción de as ciudades y pobaciones europeas lo que está impícito en toda descripción de esa época, pero nunca manifestado abiertamente, es que detrás de a devastación física hay ago mucho peor los «esqueetos» de as casas y as fotos enmarcadas que sobresaen de os escombros de Varsovia son sumamente simbóicos: escondido tras as ruinas, tanto itera como metafóricamente, había un desastre humano y mora distinto
Títuo de a edición origina: Savage Continent. Europe in the Aftermath of World War II Traducción de ingés: Irene Cifuentes
Pubicado por: Gaaxia Gutenberg, Sl v iagona, 361, 1.º 1.ª A 08037-Barceona info@gaaxiagutenbergcom wwwgaaxiagutenbergcom Círcuo de lectores, S Travessera de Gràcia, 47-49, 08021 Barceona wwwcircuoes Primera edición: octubre 2012 © Keith lowe, 2012 la primera edición en ingés de a obra ha sido pubicada por Penguin Books ltd, en Gran Bretaña © de a traducción: Irene Cifuentes, 2012 © Gaaxia Gutenberg, Sl, 2012 © para a edición cub, Círcuo de lectores, S, 2012 Preimpresión: Maria García Impresión y encuadernación: epósito ega: B 20544-2012 ISB Gaaxia Gutenberg: 978-84-15472-12-4 ISB Círcuo de lectores: 978-84-672-5182-1 N.º 34223
Cuaquier forma de reproducción, distribución, comunicación púbica o transformación de esta obra sóo puede reaiarse con a autoriación de sus tituares, a parte as excepciones previstas por a ey iríjase a CE (Centro Españo de erechos eprográcos) si necesita fotocopiar o escanear fragmentos de esta obra (wwwconicenciacom; 91 702 19 70 / 93 272 04 45)