Informe N°4 Manejo Mecanico de Malezas
Los métodos mecánicos usando todo tipo de aperos como rejas de cultivador, gradas de púas o de discos, rotovator, arados, etc. an sido durante muco tiempo, ! son todav"a, una opci#n via$le en mucos cultivos. La oportunidad de la escarda, es decir, su momento de ejecuci#n, suele ser decisivo en la e%cacia contra las malezas. &e$ido a la conciencia tomada so$re el efecto de la alteraci#n de la estructura ! erosi#n del suelo producida por el la$oreo, particularmente el 'ue voltea el suelo ! de$ido a su ma!or consumo de energ"a, en la actualidad se tiende a una reducci#n, practicándose practicándose más las la$ores la$ores verticales o super%ciales. (sto conduce a un cam$io en la )ora arvense, o$servándose infestaciones de especies 'ue antes esta$an con%nadas en los ri$azos *en (spa+a romus spp., -ulpia spp. ! aumento en la densidad de otras 'ue se adaptan a las condiciones de m"nimo la$oreo *p.ej./ Lolium rigidum, 0alsola 1ali. (l uso de los aperos tiene ventajas e inconvenientes 'ue a! 'ue conocer ! valorar, !a 'ue según la $iolog"a ! el estado de desarrollo de la maleza tendremos diferentes o$jetivos ! para alcanzarlos serán más adecuados unos aperos 'ue otros. Las gradas de varillas )e2i$les son aperos sencillos ! 'ue están teniendo aceptaci#n en agricultura ecol#gica. 3ermiten la escarda de cultivos sem$rados en l"neas como cereal de invierno, ma"z, a$as, vezas, puerros, etc. ! en estados precoces de las malezas. 0u la$or es poco profunda *asta cm, las ier$as anuales son arrancadas ! e2puestas al aire. No crean suela de la$or ni compactaci#n, a$iendo menos peligro de erosi#n 'ue con una la$or convencional. Mu! e%caces contra plántulas dicotiled#neas en secanos semiáridos. (l control es incompleto escapándose especies miméticas del cultivo, as" como especies vivaces o perennes. La e%cacia suele ser mu! varia$le *5678 por ciento dependiendo del tama+o de las malezas ! la umedad del suelo. 9 menor tama+o, densidad de malezas ! umedad del suelo, mejor efecto. 9 veces, una pe'ue+a e%cacia con la grada, 'ue le proporcione al cultivo ventaja so$re la maleza, es su%ciente para alcanzar un $uen rendimiento *3ardo et al., 5664. (2isten tam$ién numerosos aperos ligeros, con nuevos dise+os ! materiales, 'ue permiten escardas ! $inas con gran rapidez ! precisi#n.
El principal efecto de la labranza labranza sobre las malezas está relacionado relacionado principalmente con el tipo de implemento usado y con la profundidad de la labranza. Estos factores tienen considerable influencia sobre la distribución de las semillas y propágulos propágulos de las malezas en todo el perfil del suelo y, por lo tanto, afectan directamente al número de malezas que pueden emerger en un campo.
El arado de rejas es sumamente efectivo para reducir la densidad de las malezas y, por lo tanto, es un importante método preventivo cuando los agricultores están obligados a usar (o desean usar métodos directos de control de malezas parcialmente supresivos (p. ej., control mecánico! además, reduce el trabajo necesario para la posterior remoción manual de las malezas. "l contrario, cuando la labranza no provoca la inversión del suelo (especialmente la labranza cero las semillas de malezas son enterradas solo en forma parcial y, por lo tanto, están generalmente distribu#das en la capa superior del suelo desde donde pueden fácilmente germinar y dar origen a plantas vigorosas. $eóricamente, si el control directo de las malezas %a sido suficientemente efectivo como para reducir las ca#da de las semillas de las malezas (&, los sistemas sin inversión del suelo, con el correr del tiempo, deber#an reducir la densidad de las malezas en mayor medida que los sistemas basados en las aradas. Esto deber#a ocurrir en los suelos no invertidos a causa del mayor agotamiento del banco de semillas (' debido a altas tasas de emergencia y condiciones ambientales (relacionadas con menos semillas enterradas que conducen a una latencia secundaria y a una mayor depredación de semillas por parte de la fauna del suelo. En términos de la dinámica de la población de las malezas, ocurre una reducción en el tamao de la población si ')&, una situación que raramente se encuentra con la labranza sin inversión ya que el control de las malezas en el campo dif#cilmente es completo y, por lo tanto, las malezas tienen buenas oportunidades de formar semillas y reabastecer el banco de semillas del suelo. *or esta razón, las densidades de las malezas en los sistemas de labranza m#nima o labranza cero son invariablemente más altos que en los sistemas basados en la labranza (+roud -illiams, /00! 1ardina et al., //! &pandl et al., ///. 2os datos de bancos de semillas de malezas tomados en un e3perimento a largo plazo en cuatro sistemas de labranza fueron usados por 4 aos consecutivos en una rotación continua de trigo de invierno o una rotación de guandul y trigo de invierno! mostraron que la densidad total de las malezas fue mayor en el tratamiento sin labranza, labranza m#nima (p.ej., rastra rotatoria a 5 cm de profundidad y arado cincel (a 65 cm profundidad en las capas de suelo 7 5, 587 y 8765 cm, respectivamente (9:rberi y 2o 1ascio, 477. 2a densidad en el total del suelo (765 cm no difirió significativamente entre los sistemas de labranza, pero en el caso sin labranza más del ;7 por ciento del total de las plántulas emergieron de la capa superior comparadas con un promedio de 68 por ciento en los otros sistemas de labranza (+igura . 2a rotación de cultivos no tuvo influencia sobre el tamao del banco de semillas o sobre la distribución de las plántulas en las capas de suelo y tuvo una influencia limitada sobre la abundancia de las principales especies. El banco de semillas fue dominado ();; < de la densidad total por Conyza canadensis y Amaranthus retroflexus que prosperaron con arado de cincel y sin labranza, respectivamente. Entre las otras especies importantes, Bilderdykia convolvulus y Chenopodium album estuvieron asociadas principalmente con la arada con rejas, Papaver rhoeas y Portulaca oleracea con la labranza m#nima y Lolium multiflorum y Veronica spp. con la labranza cero. 2os resultados sugieren que si bien la sustitución de la arada con rejas por la labranza sin inversión (especialmente en el caso de labranza m#nima puede no resultar, a largo plazo, en mayores problemas de malezas, es probable que el uso de la labranza cero incremente las infestaciones de malezas a causa de la mayor concentración de semillas de la capa superior causando, consecuentemente, un mayor requerimiento de aplicación de %erbicidas. El uso de labranza cero puede ser deseable en los trópicos a causa de las condiciones que podr#an e3acerbar los problemas de control de malezas.
El disturbio causado a las malezas por la labranza depende más del tipo de implemento que de la profundidad de la labranza. 2as %erramientas que no invierten el suelo (p. ej., arado de cincel aumentan la densidad de las malezas y cambian la composición de la flora de malezas %acia una mayor presencia de bianuales, perennes y anuales no estacionales. 2a mayor#a de estas especies se caracterizan por tener semillas dispersadas por el viento, de poca longevidad y latencia y son incapaces de emerger de las capas profundas (=anin et al., //>. "lgunas especies que por lo general no son favorecidas por la inversión de la labranza o la labranza cero son las perennes Agropyron repens Calystegia sepium Lolium perenne y Plantago spp. y las anuales !igitaria sanguinalis Lolium multiflorum "etaria viridis y #hlaspi arvense. 2a relativa abundancia de especies perennes en una comunidad de malezas también es favorecida por una reducción de la frecuencia de la labranza dentro de la secuencia de los cultivos. *or ejemplo, la inclusión de una cobertura perenne en una rotación de cultivos significa que el suelo no es labrado todos los aos. 2a falta de disturbio del suelo unida a un mayor control de las malezas anuales por medio de repetidos cortes puede cambiar la composición de la comunidad de malezas en el sentido de una mayor presencia de bianuales y perennes. "l contrario, los sistemas que se basan en la labranza parecen favorecer a algunas dicotiledóneas anuales como Chenopodium album Papaver rhoeas y Polygonum spp., si bien este efecto siempre está modulado por la efectividad de los métodos de control de malezas por ejemplo, %erbicidas usados en la rotación (2ég?re et al., //8! 2iebman et al., //;. En un sistema dado de cultivo la densidad de las malezas puede ser reducida en forma sensible cuando los métodos de labranza cambian, más que cuando el mismo sistema de labranza es usado ao tras ao. @n ensayo a largo plazo llevado a cabo en *isa, Atalia, en una rotación de dos aos de sojatrigo de invierno mostró que alternando el arado con rejas a 57 cm de profundidad con labranza m#nima (rastra rotatoria a 5 cm profundidad fue posible reducir la densidad de las malezas en el trigo, comparadas con el arado de cincel (a 57 cm de profundidad, labranza m#nima o arada superficial (a 45 cm profundidad aplicadas cada ao. (9:rberi et al., 477, $abla 4. El uso de labranza m#nima para el trigo de invierno y de la arada profunda para la soja fue mejor que el sistema opuesto ya que en el primer caso la comunidad de malezas estaba compuesta principalmente por especies menos competitivas ( Anagallis arvensis y Papaver rhoeas vs. Lolium spp., Polygonum aviculare y Veronica spp. en el segundo caso. @na forma simple de diversificar el sistema de labranza es incluir en la rotación cultivos que requieren diferentes operaciones de labranza, por ejemplo, cereales y ra#ces. %ttpBCCDebcac%e.googleusercontent.comCsearc%qFcac%eBtim*GHrIDJBDDD.fao.orgC8Ca y578sCy578s7e.%tmKLcdFL%lFes6/LctFclnMLglFpe
INTRODUCCIÓN
En muc%os sistemas agr#colas de todo el mundo la competencia de las malezas es uno de los principales factores que reducen el rendimiento de los cultivos y los ingresos de los agricultores. En los pa#ses desarrollados, a pesar de la disponibilidad de soluciones de alta tecnolog#a (p. ej., %erbicidas selectivos y cultivos genéticamente modificados resistentes a los %erbicidas la proporción de las pérdidas de rendimiento de los cultivos no parece disminuir significativamente con el pasar del tiempo (1ousens y Nortimer, //5. En los pa#ses en desarrollo, los %erbicidas dif#cilmente están accesibles a un precio razonable, por lo tanto, los agricultores a menudo deben confiar en métodos alternativos para el manejo de las malezas. En todo el mundo, el limitado é3ito de los %erbicidas se debe probablemente a la e3cesiva simplificación %ec%a cuando se enfrenta el problema. &e %a puesto demasiado énfasis en el desarrollo de las tácticas de control de malezas (especialmente de los %erbicidas sintéticos como OlaP solución para cualquier problema relacionado con las mismas, mientras que la importancia de integrar diferentes tácticas (p. ej., métodos preventivos, culturales, mecánicos y qu#micos basadas en las estrategias de manejo de las malezas en los sistemas de producción, %an sido por largo tiempo escasamente consideradas. El manejo integrado de las malezas está basado en el conocimiento de las caracter#sticas biológicas y ecológicas de las mismas para entender la forma en que su presencia puede ser modulada por las prácticas culturales. En base a este conocimiento, el agricultor debe primeramente construir una estrategia general de manejo de las malezas dentro de su secuencia de cultivos comerciales y después elegir el mejor método de control directo de las malezas durante los ciclos de cultivo. "demás, es necesario recordar que el manejo de las malezas está siempre estrictamente vinculado al manejo del cultivo. 1omo tal, las interacciones entre el manejo de las malezas y otras prácticas culturales deben ser debidamente consideradas. *or ejemplo, la inclusión de cultivos de cobertura en una secuencia de cultivos es una forma interesante de integrar el manejo de las malezas con el manejo de los nutrientes y con beneficios adicionales para otras propiedades importantes del agrosistema (p. ej., fertilidad y retención de la %umedad del suelo, biodiversidad. %ttpBCCDDD.fao.orgC8Cay578sCy578s7e.%tm