CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO EN VENEZUELA La mayor parte de los venezolanos descienden de inmigrantes europeos, de indígenas Amerindios venezolanos y de africanos traídos al país como esclavos en la época colonial. Los venezolanos abarcan una variada combinación de herencias. Históricamente los actuales indígenas Amerindios, los colonos españoles y los africanos han contribuido en diversos grados a la composición étnica y cultural de Venezuela. Posteriormente, oleadas de grupos europeos (italianos, portugueses y españoles) emigraron a Venezuela en siglo XX, influenciando muchos aspectos de la vida venezolana, incluyendo su cultura, lengua, comidas, y su música. Según la mayoría de las fuentes, más de la mitad de la población posee un origen racial mezclado; mestizo, mulato y zambo. Alrededor de un quinto de la población posee ascendencia blanca europea, y un décimo son negros de ascendencia africana. La población restante está constituida por indígenas Amerindios en una proporción estadística mucho menor. Las tribus indígenas más importantes situadas en el país son los Wayúus, situados en el estado Zulia al oeste del país, los Timoto-cuicas, ubicados también al oeste del país, y los Yanomamis ubicados en el estado Amazonas al sur del país. Un porcentaje cercano al 85% de la población vive en zonas de la región costera del país, repartida en numerosas conglomeraciones urbanas (Caracas, Maracay, Maracaibo, Valencia, etcétera), aunque casi la mitad del área geográfica de Venezuela se ubica al sur del río Orinoco; esta región contiene solamente un 5% de la población venezolana. La demográfica de Venezuela es bastante Evoluc Evolución ión Demo Demo ráfica ráfica singular en la región, se trata del país que más ha crecido en las últimas cuatro décadas, llegando a cuadruplicar su población (sobre la base de un fuerte crecimiento natural y de un poderoso movimiento inmigratorio que duró hasta los años 90), y por el otro es uno de los países caribeños que más ha avanzado en su transición demográfica – demográfica – en en el sentido de pasar de tener una población principalmente joven y de crecimiento rápido a poseer otra relativamente envejecida y de bajo crecimiento, situación en la que ya están países como Uruguay o Cuba.
NATALIDAD
EL crecimiento de la población venezolana se debe, fundamentalmente, a la disminución progresiva de la tasa de mortalidad; a que la tasa de natalidad se ha mantenido siempre alta y, en menor grado, a la fuerte inmigración que ha recibido el país. En Venezuela la población creció lentamente debida, básicamente, a la alta tasa de mortalidad; a partir de 1920, aumenta el ritmo de crecimiento llegando a sobrepasar el 2% en 1940. La población comienza a crecer más rápidamente y a distanciarse de la curva de crecimiento de la población mundial; en 20 años es decir entre los periodos de 1920-1940 aumento en un 55% que comparado con el periodo anterior, significa una diferencia notable; en cambio la población mundial en este período solo logra aumentar un 20%. En el año de 1936 durante el gobierno de López Contreras fue celebrado el 6to censo oficial específicamente el 26 de diciembre que dio como resultado una población de 3.491.159habiltantes. Durante 1941-1945 en el periodo del gobierno constitucional del general Isaías Isaías medina Angarita se celebro el séptimo censo oficial que dio como resultado una población de 3.951.351habitantes, la tasa de natalidad durante este periodo el crecimiento se hace violento debido a la brusca caída de la tasa de mortalidad, que de 15,5 en 195 pasa a 5,5% en 1979. Después de 1960, la natalidad muestra cierto descenso, debido a la estrategia de Evolución de la tasa de natalidad en Venezuela durante el siglo XX desarrollo basada en la sustitución de importaciones y al enorme crecimiento de Natalidad Año (por mil habitantes) las actividades terciarias. El resultado final fue que para 1960 más del 83% de la fuerza 1920 40,5 de trabajo se concentraba en los empleos de 1935 42,8 los sectores terciario y secundario. Este tipo 1955 47,0 de conformación de la mano de obra ha 1960 45,9 1970 38,0 impulsado el surgimiento en Venezuela de 1980 34,3 aquellos aspectos que, como los señalados, 1990 29,9 hacen variar la fecundidad. Por ello las tasas de natalidad han evolucionado en el siglo XX. El patrón que ha seguido gobernando el comportamiento de los venezolanos con respecto a la fecundidad es él del espaciamiento involuntario de los nacimientos.
Según las estimaciones efectuadas por CELADE, la población venezolana en 1990 se aproximaba a los veinte millones de personas, de las cuales en torno a la mitad (49,6%) correspondía a mujeres. Es decir, se calcula que ese año había 9.780.700 mujeres y 9.954.267 hombres. En un país de 912.050 kilómetros cuadrados, ello significa una densidad de 21,3 habitantes por kilómetro cuadrado, lo que sitúa a Venezuela entre los países de baja densidad de la región. El crecimiento de la población venezolana ha estado referido tanto a la evolución de los factores naturales, nacimientos y muertes, como a la del movimiento poblacional, las migraciones, las cuales han mantenido un signo positivo constante: CELADE estima que entre 1950 y 1990 inmigraron al país más de un millón y cuarto de personas, de las cuales 725 mil ingresaron durante la década de los años setenta, cuando tenía lugar la expansión petrolera.
La población de Venezuela (según estimaciones del I.N.E. para 2001) era de 23.916.810 habitantes, con una densidad de 26 hab/km². Sin embargo, la distribución no es equilibrada: más del 80% de la población se agrupa en los litorales, valles y piedemontes de la cordillera de la Costa y la de los Andes, creándose así grandes vacíos poblacionales al sur del eje fluvial Orinoco -Apure. Hay que señalar que más del 40% de la población está asentada en los ocho complejos urbanos más importantes del país. En el sur de Venezuela y en parte de la región zuliana se localiza la mayor parte de la población indígena, que apenas alcanza un 1,5% del total nacional. El 13% de la población vive en áreas rurales. EL mismo instituto estimó que para el año 2001, la tasa de crecimiento de la población se ubicó en el 1,56%, siendo la densidad demográfica de la población venezolana de 26 habitantes por cada kilómetro cuadrado de superficie; en cuanto a la esperanza de
Vida para el Venezolano, ésta se ubicó en 73,3 años; de manera más específica, la esperanza de vida para las mujeres en el 2001 fue calculada en 76,6 años, mientras que para los hombres fue más baja, pues se ubicó en 70,3 años. La tasa de mortalidad infantil en el 2001 tuvo una estimación de 25 fallecidos por cada mil niños nacidos vivos, mientras que la tasa de Alfabetización llegó al 98,1 %
MORTALIDAD La caída de la mortalidad ha sido apreciable en Venezuela durante las pasadas décadas: a comienzos de los años cincuenta la tasa de mortalidad era del 12 por mil y a fines de los ochenta se situaba sobre el 5 por mil. Esa reducción fue mayor en las mujeres que en los hombres: al concluir el decenio pasado la tasa femenina era de 4,6, mientras la masculina era de 6,2. Mujeres y hombres presentan diferencias moderadas cuando se examinan las causas de muerte en todas las edades, siendo las más evidentes el mayor peso de los tumores malignos en las mujeres y la notable cantidad de accidentes mortales que se registra entre los hombres. En correspondencia con los cambios demográficos y sanitarios, el cuadro de las causas de muerte está dominado por las enfermedades
referidas a las personas adultas y mayores: dolencias del corazón y tumores malignos, aunque las afecciones originadas en el período perinatal aparecen entre las cinco primeras causas de muerte (así como las estimaciones de CELADE sobre composición etaria de la mortalidad estarían indicando un mayor peso de las enfermedades infantiles). Entre los jóvenes de 15 a 24 años destaca el hecho de que las complicaciones obstétricas componen la tercera causa de muerte en las mujeres, si bien son los accidentes la primera también en ellas. En los varones de este grupo etario la casi totalidad de los decesos procede de traumatismos externos, bien por accidentes, por homicidios o por suicidios. Entre los adultos de 25 a 44 años ya aparece entre las mujeres el peso de los tumores malignos, primera causa, aunque todavía las complicaciones obstétricas son la quinta causa. Entre los hombres siguen siendo los traumatismos fatales los que dominan el cuadro de causas, si bien las enfermedades del corazón y los tumores ya son un tercio de las muertes masculinas a estas edades. A lo largo de casi 5 décadas, los progresos en materia de salubridad, nutrición y otros factores asociados a la mortalidad han sido notables, prueba de ello es el decrecimiento continuo de la mortalidad. En la tendencia se pueden destacar cuatro momentos: 1) 1955-1962, años en que se presenta una disminución más acelerada, reduciéndose la tasa cerca de medio punto anual. 2) 1963-1973, se presentan un conjunto de fluctuaciones (incrementos y disminuciones) que desaceleran la reducción de la mortalidad, sin que por ello se paralice esta tendencia.
Disminución de la tasa de mortalidad en el siglo XX Año
Mortalidad (por mil habitantes)
1920 1935 1945 1955 1965 1980 1990
27,7 23,6 20,7 12,1 7,9 5,8 4,7
3) 1974-1988, la tendencia a disminuir la mortalidad vuelve a evidenciarse de forma sostenida aunque menos acelerada que entre los años 1955 y 1962.
4) 1989-2003, partir del año 1989 en adelante se observan oscilaciones que no hay que desestimar, son incrementos y descensos que desaceleran nuevamente la tendencia a disminuir la mortalidad. Esta desaceleración se hace más evidente a partir del año 1997 cuando la tasa de mortalidad aumenta hasta llegar a 5 fallecidos por cada mil para el año 2003 (último año para el que se ha publicado información, en el momento que se realiza este reporte).
La desaceleración de la reducción de la mortalidad, que se inicia en el año 1989 y se acentúa en el año 1997, lleva a realizar una apreciación más detallada, observar la mortalidad según sexo y edad buscando identificar a quienes se les atribuye este hecho. La tasa de mortalidad en las mujeres tiende a disminuir de manera constante; a partir de 1986 se presentan una desaceleración de la disminución de la mortalidad haciendo que para el año 2003 la tasa se mantenga en el mismo nivel del año 1986 (3,8 por cada 1.000 habitantes), significando esto muy poca variación en la mortalidad femenina nacional. En los hombres la tasa de mortalidad tiende a disminuir de forma constante hasta el año 1986, a partir de este momento se inicia una desaceleración de la disminución de la mortalidad, desaceleración que se acentúa a partir del año 1997 con el inicio de un aumento sin interrupciones de la mortalidad masculina hasta el año 2003. Esto lleva a que en el año 2003 la tasa sea similar a la del año 1978 (6,2 por cada 1.000 habitantes). Este crecimiento de la mortalidad masculina a partir del año 1997 debe apreciarse más finamente, para ello detalláremos su variación por edades.
A partir del año 1997 el ascenso de la mortalidad masculina en Venezuela llama la atención; pero, el crecimiento de esta tasa es distinto dependiendo de la edad a la que se haga referencia. La observación de la tasa según edades permite discriminar tendencias dentro de la evolución nacional de la mortalidad masculina: 1. En los menores de 1 año y en los hombres de 50 y más años de edad, la mortalidad tiende a disminuir. 2. De 1 a 14 años la mortalidad masculina se mantiene estable. 3. La mortalidad en los hombres con edades entre 35 y 49 años presenta aumento y disminución en sus tasas, algo que no permite establecer una tendencia clara. 4. Entre los 15 y 34 años de edad la mortalidad masculina presenta un aumento progresivo; aumento que es más acentuado entre los 20 y 29 años de edad. La observación detallada de las defunciones según la edad permite identificar que el aumento de la mortalidad masculina del país, que se presenta desde el año 1997, es más acentuada entre los 15 y 34 años de edad y más precisamente en aquellos hombres que se encuentran entre los 20 y 29 años. Estas estadísticas nos dan otros datos importantes: la esperanza de vida para los venezolanos, en los hombres es de 69,75 años y en las mujeres 75,53 años.
La población venezolana superó los 28 millones de habitantes en 2010, el presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), Elías Eljuri, reveló el dato en un programa del canal estatal Venezolana , no precisó en torno a qué fecha se alcanzó ese nivel de población ya que es muy complicado el saber exactamente fecha en la que se ha alcanzado esta cifra. Hasta ahora se tomaba como referente oficial sobre la población venezolana el dato de 27,2 millones de habitantes calculado en base a proyecciones de 2006. Eljuri asegura, que la tendencia en el crecimiento de la población es menguante y se está asimilando al patrón de las naciones más avanzadas. “Venezuela es un país que ya entró en una etapa de transición. Eso quiere decir que el crecimiento de la población comienza a disminuir en la misma forma de un país desarrollado , dice el funcionario Eljuri. ”
En ese sentido reseñó que hace 60 años Venezuela tenía una tasa de crecimiento de la población del 3 por ciento mientras que actualmente es del 1,67 por ciento. Además expresó que la tasa de fecundidad seis décadas atrás era del 7 por ciento, frente al 2,78 por ciento actual, con una tendencia a situarse por debajo del 2 por ciento hacia 2020.
POBLACIÓN ACTIVA
La distribución de la población activa de Venezuela por sectores y ramas de actividad económica ha sufrido grandes cambios en el transcurso de los últimos periodos intercensales. Ello originó una transformación radical de su fórmula estructural, entre las décadas de 1950, 1961, 1971 y 1990. Como se muestra en el gráfico siguiente:
Estos cambios han significado una acentuada población activa, ya que el sector terciario a crecido de manera alarmante a expensas del primario y no como producto del crecimiento sostenido del sector secundario, que más bien se presenta con escasa capacidad de absorción de mano de obra. De aquí se desprende una serie de consecuencias negativas que se resumen en los siguientes apartes:
La mayoría de la población trabajadora venezolana está ocupada en el sector terciario, en actividades económicas consideradas como improductivas: servicios públicos y privados, comercio, transporte, comunicaciones, finanzas; y representa más de la mitad de la población activa empleada total (51,12%).
Es realmente preocupante el aumento desbordado de los servicios públicos, calificados en un alto porcentaje como Burocracia Ociosa. Según el censo de 1981, la población ocupada en los servicios comunales, sociales y personales alcanzó el 25, 36%, y para 1990, el 28 4%. Cuadro.
Para 1981, se dedicaban a actividades agrícolas y a la explotación de hidrocarburos, minas y canteras. Aproximadamente el 16.4 y el 1.1%, respectivamente. Esto significa que al sector primario solo correspondió, para el año referido, 17.5% de la población activa ocupada
En 1990 correspondió al sector primario el 14.12% porcentaje que se distribuye aproximadamente así: 13.15% para la rama agrícola y 0.97% para minas e hidrocarburos.
La perdida de significación del trabajo generado por las actividades agropecuarias es de un gran riesgo para el país porque ello pone en peligro la seguridad alimentaria de la población e incrementa las importaciones y la fuga de divisas, que pondrá en una situación de mayor gravedad el endeudamiento externo de la nación
En 1981, alrededor de un millón de personas trabajan en las industrias: manufactureras, de la construcción, de electricidad, gas y agua; lo que en cifras porcentuales represento un 27.7% para 1990, el sector secundario absorbió el 24.4% de la población activa, algo superior a millón y medio de efectivos, distribuidos así: manufacturas, 16.27%; construcción, 7.25%; electricidad, gas y agua, 0.97%
En Venezuela, la proporción de población activa con respecto a la población total es todavía relativamente baja, a pesar de haber venido aumentando significativamente en el transcurso de último periodo intercensal; en 1971 era de un 28.1% y en 1981 de 32.33% en 1990 se coloco en 34.5%. estas cifras resultan aun mas bajas cuando se comparan con la de los países desarrollados, cuya relación proporcional oscila entre 35 y 50%por tal motivo, el país tiene el reto de alcanzar un grado de desarrollo tal que le permita ampliar se capacidad para incorporar al trabajo un numero cada vez mayor de efectivos de ambos sexos, para poder atenuar el desempleo y el subempleo.
En el mes de Septiembre de 2010 la tasa de actividad obtenida, fue de 65,5%, lo que representa 13.316.817 personas, la misma aumento en 0,4% (108.185 personas) respecto al mes de Agosto de 2010, donde fue de 65,1%, equivalente a 13.208.632 personas. Por sexo, no se presentaron cambios estadísticamente significativos. Análisis comparativo: comparativo: Septiembre 2010 - Septiembre 2009 La población económicamente activa, en el mes de Septiembre de 2010 fue de 13.316.817 (65.5%), que en comparación con el mes de Septiembre del año 2009 que fue de 13.016.740 personas (65,3%), mostrando un incremento en la tasa de 0.1%., que representa 300.077 activos .
DESEMPLEO El término "desempleo" es "desempleo" es equivalente a la desocupación la desocupación en la fuerza la fuerza de trabajo, es decir, aquellas personas mayores de 15 años de edad que desean trabajar y no están trabajando. La población mayor de 15 años se divide en dos grupos: dos grupos: población población activa y población inactiva, tales como estudiantes, amas de casa, jubilados, incapacitados, etc.. La población activa se divide a su vez en ocupados y desocupados. La evidencia parece indicar que en los orígenes del desempleo se encuentran, entre otros, dos aspectos íntimamente relacionados: el crecimiento de la tasa de actividad (incorporación de personas a la fuerza de trabajo) y la incapacidad del sector productivo de absorber a nuevos trabajadores. A esto hay que agregar el aumento poblacional experimentado durante el período, de modo que, en el segundo semestre de 2003 se llegó a 2.014.913 personas desempleadas. Según el Instituto Nacional de Estadística en enero pasado (2003) la tasa de desempleo estaba en 15,5%. Al comparar la tasa de desocupación de desocupación del mes pasado con la de febrero del 2004 se observa una caída de 3,1 puntos porcentuales. En febrero del 2004 el índice de desempleo era de 17,1% (2 millones de desocupados). esto significa que alrededor de 1,67 millones de personas no tienen trabajo en una población de 24 millones.
El Instituto Nacional de Estadística al respecto de lo informal nos señala, que cerca de la mitad de la población en edad de trabajar desconoce lo que es ejercer un oficio con cierta estabilidad, se señala también que la economía informal la integran aquellas personas que laboran en servicio doméstico, por cuenta propia, vendedores, artesanos, conductores, pintores, carpinteros, buhoneros, etc. Desde luego no cabe duda que el desempleo ha provocado el desencadenamiento de un problema socioeconómico en el país, en donde está presente una modalidad de la informalidad de la economía, como lo es el buhonerismo, que es un tipo de actividad de venta al mayor o al detal de diversos bienes en plena vía pública o en ciertos espacios urbanos destinados a tal fin, tanto de manera ambulante, como establecimientos improvisados, sin el cumplimiento de los requisitos legales que el ejercicio de la actividad comercial requiere de acuerdo a las ordenanzas y leyes
municipales, lo cual genera un verdadero problema a las ciudades y al país en general, porque da lugar a un deterioro urbanístico, a una inadecuada organización espacial, deficiente funcionamiento espacial, congestionamiento peatonal y vehicular, efectos ambientales y de salud pública, entre otros efectos perjudiciales para el desarrollo y avance de la economía de Venezuela. Cabe señalar, que Venezuela, a pesar de ser uno de los mayores productores de petróleo del mundo, más de la mitad de su población vive en la pobreza. la pobreza.
En conclusión, preocupa seriamente el que el Centro de Estudios Sobre Crecimiento de la Población Venezolana informa que con una población de 21 millones, 8,3 millones de los venezolanos (40%) pertenecen al estrato de pobreza crítica y 7,7 millones (37%) pertenecen al estrato de pobreza relativa. A ello se agrega que Venezuela es uno de los pocos países del mundo donde aumenta la mortalidad infantil y que ocupa el segundo lugar entre los peores sistemas de educación pública, educación pública, agregándose a gregándose que q ue cada c ada vez v ez más se incrementa la fila de los que le siguen dando vida a la economía informal del país.
Del reporte generado por la Oficina de Asesoría Económica y Financiera (OAEF) de la Asamblea Nacional se desprende una serie de interesantes estadísticas sobre el desempleo en Venezuela, que revelan la influencia de variables como edad, sexo y educación sobre la probabilidad de estar desempleado. El primer dato de relevancia es que los venezolanos entre 15 y 30 años de edad sufren en mayor medida los problemas de desempleo que otros grupos. Un 19% de las personas en este rango ra ngo está desempleado, mientras que el desempleo afecta en menor medida a los individuos entre 31 y 50 años (8,5%) y mayor a 50 años (7,0%). Esta situación es de alguna manera compensada pues los jóvenes entre 15 y 30 años duran menos tiempo desempleados (8,7 meses) mientras que los individuos entre 31 y 50 años esperan en promedio 15,27 meses para conseguir un nuevo trabajo y los mayores de 50 años esperan en promedio más de dos años para conseguir un nuevo empleo. Desde siempre ha sido el lema de la clase media que para adquirir movilidad social es necesaria una educación universitaria. El desempleo entre aquéllos que poseen educación universitaria es la más baja de todos los grupos (6,6%) y supone menos de 4% del total de desempleados. Como dato curioso, en Venezuela, de acuerdo al reporte preparado por la OAEF, la educación universitaria también conlleva a que el individuo pueda pasar más tiempo buscando trabajo. El reporte revela que en este país aquéllos que tienen educación universitaria tienden a permanecer desempleados más tiempo que otros grupos sociales. Los resultados incluidos en el reporte indican que los graduados universitarios se mantienen desempleados 16,6 meses, o sea 4,4 meses más que el promedio para otros grupos (12,2 meses). Un tercer dato importante es que, mientras la mayoría de los desempleados son hombres, a las mujeres les es más difícil encontrar empleo. La población desempleada está principalmente compuesta por hombres, pues éstos suman casi 70% del total de personas sin empleo. Los hombres tardan menos tiempo para encontrar trabajo (8,2 meses) que las mujeres (18,4 meses). El informe explica esta divergencia por la menor experiencia exp eriencia de las mujeres que se incorporan al mercado de trabajo por primera vez con respecto al promedio d el mercado, y por discriminación por parte del empleador.
CONCLUSIONES En el treceavo Censo de Población y Vivienda se comprendieron dos operativos, el Censo General, que arrojó 23.054.210 habitantes, y el Censo de las Comunidades Indígenas, en el cual se registraron 178.343 habitantes y actualmente se culmina el procesamiento de todas las variables investigadas. Esto implica un total de 23.232.553 personas residentes en el país para el momento del Censo 2001. En el Censo General 354.400 personas se declararon pertenecientes a un pueblo indígena, lo cual ubica la población indígena total del país en 532.743 habitantes (2,3 %).En comparación con el Censo de 1990, la población aumentó 28,3%, ello corresponde a una tasa de crecimiento anual de 2,3 personas por cada 100, índice que para el período 1981-90 fue 2,5. Los resultados de 1990 no se incluye la población indígena censada en comunidades de muy difícil acceso, la cual fue objeto del Censo Indígena realizado en 1992 (118.000 personas empadronadas). Con respecto a la tasa de crecimiento, se ubican por debajo del promedio nacional las entidades: Distrito Capital (0,1%); Vargas (0,6%); Delta Amacuro (1,3%); Sucre (1,3%); Táchira (1,9%); aunque los resultados finales del censo del año 2001 no han sido todavía publicados, el Instituto Nacional de Estadística ha publicado en su página web los resultados parciales. Se puede observar que históricamente los hombres presentan una mortalidad mayor que las mujeres. La mortalidad es un hecho que se vincula a una gran variedad de factores, por ello su estudio siempre debe responder al conocimiento de las características de la defunción, las causas de muerte y las condiciones del difunto (sexo, edad, lugar de residencia, etc). La reducción de la tasa general expresa una mejoría de factores asociados a la mortalidad, tales como: salubridad, nutrición, seguridad pública, entre otros. Siendo estas mejoras producto de políticas públicas de largo plazo. A pesar que la serie histórica evidencia grandes avances en cuanto a la reducción de la mortalidad del país, no se debe desestimar la desaceleración en la disminución de las tasas. Debe considerarse que al llegar a este nivel de mortalidad, un nuevo descenso cada día es más difícil de conseguir. De allí que la disminución de la tasa de mortalidad será cada vez más lenta y cualquier desinversión en los servicios de salud y nutrición, el deterioro de la seguridad pública o un incidente epidémico podrá detener o revertir el proceso de mejoramiento
Bibliografía:
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