Universidad de Costa Rica. Sede de Occidente.
Curso: eg0079 Apreciación Literaria.
Trabajo final de análisis sobre el cuento: ¡Díles que no me maten!
Alumno: Gustavo Alonso Zúñiga Campos. Carné: B07066.
Prof.: Ronald rivera rivera.
I semestre, 2010.
Díles que no me maten. Argumento: La historia trata de un hombre llamado Juvencio Nava, al cual lo persigue su destino desde hace treinta y cinco años; ya que aproximadamente ese tiempo ha transcurrido luego de un asesinato que él había cometido contra otro hombre llamado Guadalupe Terrenos. Todo sucedió debido a que en aquel entonces Juvencio tenía varios animales de corral y se estaba viviendo una gran sequía, sus animales estaban muriendo de hambre, por lo que le dijo a Guadalupe que dejara a sus animales pastar en sus tierras. Guadalupe se negó y no dejó entrar en sus pastos a los animales de Juvencio, éste primero se aguantó ya que según él eran compadres, pero después cuando vio que sus animales seguían muriendo y su amigo seguía indiferente, Juvencio decidió romper la cerca y dejar pasar a sus animales a devorar el pasto de su amigo. Cuando Terrenos se dio cuenta de esto, le dijo a Juvencio que si se volvía a pasar una res a su lado la mataría. Y así sucedió, le mató una res a Juvencio y éste por venganza lo mató a él. Después del asesinato Juvencio vivió escapando y escondiéndose de la justicia y de las demás personas, por un tiempo encontró refugio en la casa de su hijo, pero luego de treinta y cinco años fue capturado, su destino siempre fue pagar por sus actos. Después de tanto tiempo, y él viejo como estaba, pensaba que ya ese caso se había esfumado en el olvido, pero no fue así, ya que siempre lo capturaron. El hombre fue llevado por varios sargentos hasta donde se encontraba el coronel, para que éste decidiera que sería de su vida. Lo que Juvencio no sabía es que el coronel era hijo del hombre al que él había asesinado. Cuando se encontró con el coronel, le dijo que no lo matara ya que el después de viejo no se merecía tener un final así, que dejara que se muriera sólo, porque de todos modos ya no le quedaba mucho tiempo. Pero el coronel no dudó ni un momento y mandó a sus hombres a fusilar a Juvencio, es así como después de mucho tiempo, Juvencio tuvo que pagar por sus actos. Al principio del relato, Juvencio le dice a su hijo llamado Justino que hable con el coronel para evitar su muerte, luego de un rato de negación, su hijo le dice que va a ir, pero parece que no consiguió hablar con el coronel o simplemente se fue y no hizo nada, ya que al final, el hijo solo llega a recoger el cuerpo de su padre ya abatido por las balas. Luego, se lo lleva en una mula para ir a hacerle el funeral.
T ema
central:
Pienso que el tema central del texto es que todo lo malo que hagamos en el transcurso de nuestras vidas, se nos devolverá algún día, y que tarde o temprano en ésta o en la otra vida, tendremos que dar cuentas sobre los actos indebidos cometidos contra alguien. Interpretación: La lectura nos invita a reflexionar acerca de cómo muchas veces en un momento de cólera o resentimiento contra alguien, podemos llegar a cometer acciones de las cuales luego nos arrepentiremos para el resto de nuestras vidas. Características del cuento más presentes en la lectura: -Pocos personajes (Juvencio Nava, Justino (hijo de Juvencio), el sargento, Don Guadalupe Terrenos, el coronel (hijo de Guadalupe), la nuera Ignacia, etc.). -Abarca un solo tema: La historia del protagonista. -Sigue un solo hilo narrativo. -Es breve. Situación: La situación que se nos presenta es la de Juvencio Nava, que luego de muchos años es capturado por la justicia, y fusilado como castigo por el asesinato de Don Lupe Terrenos: Y ahora habían ido por él, cuando no esperaba ya a nadie, confiado en el olvido en que lo tenía la gente; creyendo que al menos sus últimos días los pasaría tranquilo . Pero para eso lo habían traído de allá, de Palo de Venado. Complicación: Cuando el protagonista es capturado y llevado con el coronel y también cuando el protagonista le pide al coronel que por favor, no lo mate, pero después de todo, lo asesinan: --¡Llévenselo y amárrenlo un rato, para que padezca, y luego fusílenlo! --¡Mírame, coronel! --pidió él--. Ya no valgo nada. No tardaré en morirme solito, derrengado de viejo. ¡No me mates...! .... ¡No me mates! ¡Díles que no me maten!...
Climax: La lectura nos da a conocer los distintos lugares a través de los cuales se van desarrollando los acontecimientos: La pila de piedras, la puerta del corral, el horcón, el monte, los pastizales, etc.: Lo habían traído de madrugada. Y ahora era ya entrada la mañana . ya en abril andaba yo en el monte, corriendo del exhorto. Y yo echaba pal monte, entreverándome entre los madroños y pasándome los días comiendo sólo verdolagas. La madrugada era oscura, sin estrellas. El viento soplaba despacio, se llevaba la tierra seca y traía más.... Habían atravesado los surcos pisando la milpa tierna. Simbolismo: El horcón, que llega a representar como la muerte para Juvencio, la madrugada oscura y sin estrellas, pienso yo que representa un día triste porque se aproxima su muerte, también el viento soplando despacio, nos dice que es un día de silencio y resignación para Juvencio, la tierra seca, pues durante el camino hacia su muerte él dice que allí estaba toda su vida, es decir, estaba dejando sus últimos momentos de vida para recordar como el tocaba la tierra y la encerraba entre sus manos, como la había probado y desmenuzado con sus ojos, la milpa tierna, representa para él una forma de nacimiento de una nueva vida en la tierra, pienso yo que él recordó que amaba a la tierra: Y ahora era ya entrada la mañana y él seguía todavía allí, amarrado a un horcón, esperando . Allí en la tierra estaba toda su vida. Sesenta años de vivir sobre ella, de encerrarla entre sus manos, de haberla probado como se prueba el sabor de la carne. Se vino largo rato desmenuzándola con los ojos, saboreando cada pedazo como si fuera el último, sabiendo casi que sería el último.
Relación
del título con el contenido:
Pienso yo que tiene gran relación, ya que él en varias ocasiones dice que no lo maten, el no tiene deseos de morir de esa forma (fusilado), si no que él quiere morir en tranquilidad, morir de viejo y en paz: --DÍLES que no me maten, Justino. --¡Mírame, coronel! --pidió él--. Ya no valgo nada. No tardaré en morirme solito, derrengado de viejo. ¡No me mates...! .... ¡No me mates! ¡Díles que no me maten!.... Figuras literarias: En la lectura se presentan varias figuras literarias (hipérboles, prosopopeyas, símiles) entre ellas están: su cuerpo había acabado por ser un puro pellejo correoso curtido por los malos días en que tuvo que andar escondiéndose de todos. Comenzó a sentir esa comezón en el estómago, que le llegaba de pronto siempre que veía de cerca la muerte y que le sacaba el ansia por los ojos, y que le hinchaba la boca con aquellos buches de agua agria que tenía que tragarse sin querer . el corazón le pegaba con todas sus fuerzas en las costillas". piernas flacas como sicuas secas. llena de ese olor como de orines que tiene el polvo de los caminos. El viento soplaba despacio, se llevaba la tierra seca y traía más,. Narración: Se da la narración en primera, segunda y tercera persona: --No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti. --Díle al sargento que te deje ver al coronel. Y cuéntale lo viejo que estoy. Y él y don Lupe alegaban y volvían a alegar sin llegar a ponerse de acuerdo .
Narrador: La lectura presenta un narrador más que todo omnisciente, y de vez en cuando protagonista: Justino se levantó de la pila de piedras en que estaba sentado y caminó hasta la puerta del corral.
Pero los demás se atuvieron a que yo andaba exhortado y enjuiciado para asustarme y seguir robándome .
Desenlace: El desenlace se presenta cuando Juvencio Nava es fusilado por el crimen que había cometido, Al final, es cargado por su hijo en una mula para ir a Palo de Venado a hacerle el funeral: Ahora por fin, se había apaciguado. Estaba allí arrinconado al pie del horcón.
Lo echó encima del burro. Lo apretaló bien apretado al aparejo para que no se fuese a caer por el camino. Le metió su cabeza dentro de un costal para que no diera mala impresión. Y luego le hizo pelos al burro y se fueron, arrebiatados, de prisa, para llegar a Palo de Venado todavía con tiempo para arreglar el velorio del difunto.