CONCLUSIONES DEL ABP
El Aprendizaje Basado en Problemas es una forma de trabajo en ambiente colaborativo mediante la cual se practica la resolución de problemas, presentados éstos a través de escenarios que posibilitan la experiencia de aprendizaje significativo y social, así como la práctica y desarrollo de habilidades, actitudes y valores en el alumno. Es importante señalar que el objetivo del “ABP” no se centra en resolver el problema, sino que éste se utiliza como pretexto para identificar los objetivos de aprendizaje que realizará el alumno de manera preferentemente grupal, es decir, el problema sirve como detonador para motivar a los alumnos a cubrir los objetivos de aprendizaje del curso. Durante este proceso de trabajo grupal, los alumnos mejoran su rendimiento y desempeño académico, van integrando una metodología propia para la adquisición de conocimientos, desarrollan habilidades de pensamiento crítico, análisis, síntesis, auto evaluación y autorregulación, así como también adquieren la responsabilidad y confianza suficiente para desempeñarse en el trabajo de e quipo. Algunas habilidades, valores y actitudes que la aplicación del “ ABP” promueve en el alumno son: Escuchar y comunicarse de manera eficiente. Argumentar y debatir ideas con fundamentos sólidos. Participar en procesos de toma de decisiones. Identificar, analizar y solucionar problemas. Capacidad para identificar las necesidades propias de aprendizaje. Sentido de pertenencia a un grupo o equipo. Autoestima, autoconfianza y autonomía. Comprender que los fenómenos estudiados forman parte del entorno de los alumnos (la disciplina, aspectos socio-económicos, políticos, ideológicos y culturales). Actitud positiva hacia el aprendizaje y al logro de contenidos curriculares. Cuestionamiento de la propia escala de valores (responsabilidad, honestidad, compromiso, etcétera). Cultura orientada al trabajo en equipo. Con respecto al profesor, éste no sólo adquiere el rol de facilitador y conductor del proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que desarrolla su creatividad a través de la elaboración de buenos escenarios para los estudiantes y materiales de apoyo para la docencia entre otras opciones. En el salón de clase el profesor debe: Actuar como facilitador. Servir de modelo. Comportarse de la misma forma que desea lo hagan los alumnos. Pensar en voz alta con los estudiantes. El profesor debe evitar: Dar opiniones Compartir información, pues esto envía el mensaje de que existe una respuesta correcta y el estudiante deja de sentir que el problema es suyo. Abusar de las intervenciones en los equipos. Debe ser m edido. Por todo lo anterior, se considera que esta forma de trabajo representa una alternativa eficiente y congruente con la idea de un desarrollo integral del estudiante en los ámbitos social, cultural y científico, un desarrollo potenciador de capacidades y fortalecedor de valores, que puede ser aplicada como estrategia didáctica por los profesores de cualquier disciplina y nivel, con el fin de lograr la mejora personal y académica del alumno.