Escuela de Arte Provincial N°500 “Orillas del Rio Quequén” Profesorado de Artes Visuales – 3° Año Cátedra: Teorías del arte I Prof. Vázquez, Olga. Alumna: Alberti, Yisela. Trabajo Practico II: Análisis del texto “Los mitos de la evasión” Bibliografía: “Las vanguardias artísticas del siglo XX” (fragmento) de Mario De Micheli. 1. ¿En qué términos se expresa la oposición al sistema marcado por la cultura oficial?
2. ¿Qué actitudes adoptan los artistas mencionados?
1) La oposición al sistema de la cultura oficial por parte de artistas e intelectuales revolucionarios se expresa mediante una importante crítica a las partes que componen dicha cultura. Es el caso del arte, al cual se lo tilda de antirrealista, ya que su función deja de ser la de expresar la realidad, para convertirse en el ocultamiento de la misma. Dicho arte cubría con hipocresía los sucesos desagradables que ocurrían en la sociedad y mostraba virtudes o valores, que ya se habían perdido para ser sustituidos por numerosos vicios y males. El rechazo al mundo burgués se volvió un hecho concreto y sin vueltas, era un rechazo hacia una sociedad, sus costumbres, su falsa moralidad y sus modos de vida. Otros en cambio, intelectuales alejados de tomar una posición política y cultural formaron parte de un distanciamiento entre las clases, que llevó a vivir un largo tiempo de protesta hecha, como menciona el autor, de evasión.
2) Los artistas e intelectuales que menciona el texto adoptan diferentes actitudes:
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Baudelaire escribía que “los premios académicos, los premios a la virtud, (…) inventos del diablo, fomentan la hipocresía y frena los impulsos espontáneos de un corazón libre… En un premio oficial hay algo que hiere al hombre y a la humanidad y ofusca el poder
de la virtud.” En sus poemas invocaba a la muerte para que lo llevara a un lugar distinto al que habitaba, cansado de la vulgaridad de su presente. •
Leconte de Lisle afirmaba que “la poesía realizada (…) en toda época de decadencia literaria ya no es capaz de enseñar al hombre”. La poética de los sentimientos se convirtió en ese tiempo se transformó en la poética de la evasión, una herramienta frecuente para escaparse de la realidad.
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Rimbaud tuvo la idea embrutecerse para revelarse completamente contra la sociedad. Quiso abandonar el cristianismo y las leyes “morales” que regían porque no se sentía capaz de vivir en compañía de otros. Hacerse salvaje era un modo de evadirse de la sociedad, que se había vuelto insoportable para muchos.
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Paul Gauguin es uno de los que instalo el mito del salvaje, pero ya no era una novedad, ya que muchos tomaron la misma iniciativa en la época. La idea era evadirse de la sociedad, irse fuera de ella, fuera de brutalidad, para encontrar una felicidad no contaminada e inocente. Era un extrema y real tentativa de salvación. Gauguin caracteriza a la sociedad de “criminal, mal organizada y gobernada por el oro”, evidenciando, además de un profundo desprecio por el poder y el dinero, un renovado valor por la belleza de los instintos primitivos. El exotismo del artista adquiere valor porque es, sin dudas, un claro significado de denuncia. Su evasión toma dos direcciones: el mito de la espiritualidad popular y el mito de lo primitivo, con el simple fin de liberarse de los prejuicios de una moral de conveniencia. Hay en él un fervor místico y naturalista que conviven al mismo tiempo, y dejarse penetrar por la fuerza de una naturaleza salvaje significaba rescatar su propia existencia y purificarla.
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Siguiendo los pasos de Gauguin, se puede nombrar a otros como Kandinsky, Nolde, Pechstein, Segall, Klee, Macke, Barlach y Fattori. Otros, en cambio, eligieron el suicidio como solución, como Kirchner y Lehmbruck. En estos artistas el mito del salvaje y de lo primitivo son parte de una ansiosa búsqueda para reencontrarse a sí mismos, su propia felicidad y su propia naturaleza de hombres, fuera de las hipocresías, de los convencionalismos y de la corrupción que contaminaban a la sociedad.
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Delacroix toma una postura romántica, impartiéndole a sus obras un dramatismo cargado de exotismo, voluptuosidad y muerte.
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Gustave Moreau, como lo menciona el texto, es uno de los ejemplos de evasión más frívola que existió, llamado decadentismo, con una actitud racional, liviana, sin inclinaciones revolucionarias. Este artista mantuvo los cánones formales de la tradición, haciendo obras estáticas y frías que no transmitían para nada el espíritu romántico de la época, excluyendo temáticas pasionales, turbulentas y naturales.
