UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS E. A.P. DE HISTORIA
EL M USEO USEO NACI ONAL DE L PERÚ PERÚ: M USEOL USEOL OG OGÍ ÍA, H I STORI TORI A Y EL PROY PROYECTO ECTO TAWAK
Monografía elaborada por: ARÉVALO DE LA CRUZ, GUSTAVO ARRIETA GAMBOA, STEFANY MORÓN PONCE, HANS
Patrimonio Histórico
Lima, 2014 1
Índice Introducción
pág. 4
Capítulo 1: El museo y su teoría 1.1. Museo
Pág. 9
1.1.1. Concepción de museo
pág. 9
1.1.2. Historia del museo
pág. 10
1.1.3. Elementos constructivos del museo
pág. 13
1.1.3.1. El público
pág. 13
1.1.3.2. La planificación
pág. 13
1.1.3.3. El continente
pág. 14
1.1.3.3.1. ¿Cómo es, pues, el continente?
pág. 14
1.1.3.4. El contenido
pág. 15
1.1.4. Museología y museografía
pág. 15
1.1.4.1. Nueva museología vs Museología Tradicional
pág. 16
1.1.4.2. Museografía
pág. 17
1.1.5. Misiones del museo
pág. 17
1.1.5.1. Misión educativa
pág. 17
1.1.5.2. Misión científica
pág. 18
1.1.5.3. Misión difusora y social
pág. 18
1.1.5.4. Conceptos auxiliares
pág. 19
1.1.6. Museología y el museo de hoy: nuevas perspectivas
pág. 20
Capítulo 2: El Museo Nacional: 200 años de historia 2.1.Antecedentes: El Virreinato y las colecciones
pág. 24
2.2.Los inicios del Museo Nacional
pág. 25
2.2.1. El museo: su papel en la formación de la Republica
pág. 25
2.2.2. Las primeras décadas del museo (1820-1830): Los vaivenes del pág. 26 naciente museo 2.3.El intento de Consolidación del Museo Nacional
pág. 28
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Índice Introducción
pág. 4
Capítulo 1: El museo y su teoría 1.1. Museo
Pág. 9
1.1.1. Concepción de museo
pág. 9
1.1.2. Historia del museo
pág. 10
1.1.3. Elementos constructivos del museo
pág. 13
1.1.3.1. El público
pág. 13
1.1.3.2. La planificación
pág. 13
1.1.3.3. El continente
pág. 14
1.1.3.3.1. ¿Cómo es, pues, el continente?
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1.1.3.4. El contenido
pág. 15
1.1.4. Museología y museografía
pág. 15
1.1.4.1. Nueva museología vs Museología Tradicional
pág. 16
1.1.4.2. Museografía
pág. 17
1.1.5. Misiones del museo
pág. 17
1.1.5.1. Misión educativa
pág. 17
1.1.5.2. Misión científica
pág. 18
1.1.5.3. Misión difusora y social
pág. 18
1.1.5.4. Conceptos auxiliares
pág. 19
1.1.6. Museología y el museo de hoy: nuevas perspectivas
pág. 20
Capítulo 2: El Museo Nacional: 200 años de historia 2.1.Antecedentes: El Virreinato y las colecciones
pág. 24
2.2.Los inicios del Museo Nacional
pág. 25
2.2.1. El museo: su papel en la formación de la Republica
pág. 25
2.2.2. Las primeras décadas del museo (1820-1830): Los vaivenes del pág. 26 naciente museo 2.3.El intento de Consolidación del Museo Nacional
pág. 28
2
2.3.1. El Museo de Historia Natural
pág. 28
2.3.2. El Museo Nacional en el Palacio de la Exposición
pág. 30
2.3.3. Reconstrucción del Museo Nacional
pág. 31
2.3.4. El inicio de la pérdida de la unidad arquitectónica: la
pág. 31
“descentralización” del museo
2.4.El Museo en estos últimos años
pág. 32
2.4.1. El proyecto Belaundista
pág. 32
2.4.2. La implementación del Museo de la Nación
pág. 32
Capítulo 3: El proyecto del Nuevo Museo Nacional: Pachacamac y nuevas perspectivas 3.1. Los primeros indicios del museo
pág. 35
3.1.1. La ASPA y el “multifuncional” museo
pág. 35
3.1.2. Las palabras de la ministra de Cultura
pág. 35
3.2. El nuevo museo: el inicio de una polémica
pág. 37
3.2.1. La carta de Cooper
pág. 37
3.2.2. La respuesta del Ministerio
pág. 37
3.3. Concurso de Ideas de Arquitectura para el Museo Nacional del Perú
pág. 38
3.3.1. El lanzamiento del concurso
pág. 38
3.3.2. El concurso: polémicas bases y los resultados
pág. 39
3.4. Análisis de los resultados: La Museología presente en este proyecto
pág. 41
3.5. La propuesta Tawak, el boceto del MuNa
pág. 43
3.5.1. El carácter del Museo Nacional del Perú
pág. 44
3.5.2. El porqué un concurso de ideas
pág. 45
3.5.3. Consideraciones para declarar ganador al proyecto Tawak
pág. 45
3.5.4. Pachacamac: el sitio idóneo para este proyecto
pág. 46
3.5.4.1. La trascendencia de Pachacamac en la historia del pág. 46 Perú 3.5.5. Estructura del MuNa: aproximaciones
pág. 47
Conclusiones
pág. 49
Anexos
pág. 51
Referencias
pág. 53 3
Introducción “En el presente siglo el museo es, indudablemente, una de las
instituciones que ha ganado importancia, no solo como repositorio de bienes patrimoniales, tanto culturales como naturales, importancia ya ya reconocida desde tiempos tiempos anteriores, sino como medio de difusión de los valores sociales y riqueza natural de los países, además de haber contribuido a identificar tradiciones regionales que de algún modo son sustento de las diversas nacionalidades” (Ávalos de Matos, 1989: pp. 9)1
El museo de hoy se encuentra inmerso en un proceso de adaptación dentro de la ciencia en la que este se desarrolla: la museología. Esta institución es el resultado de un interés general por parte de los hombres en preservar su memoria histórica. El museo es pues necesario para identificar al hombre con su cultura, su patrimonio y realización en la comunidad. En el caso peruano, la necesidad de crear un Museo Nacional es también resultado de estas cuestiones, involucrando un largo proceso que parce haber encontrado fin con la futura construcción del MuNa2 en el sitio arqueológico de Pachacamac. Es importante analizar este proceso por, las nuevas concepciones dentro de la museología y a la vez los más de doscientos años de búsqueda, pasiones, intentos fallidos y aspiraciones por su realización. rea lización. El presente trabajo posee una transcendencia significativa en el contexto de gestión cultural de nuestro país ya que con los conceptos desarrollados se amplían las perspectivas en 1
Rosalía Avalos de Matos, e ntonces Directora General de Museos del Instituto
2
Nuevo Museo Nacional del Perú.
Nacional de Cultura (hoy Ministerio de Cultura) quien escribió la presentación del libro del arqueólogo peruano Rogger Ravines: Los Museos del Perú: breve historia y guía. [Ver Referencias]
4
torno a la nueva museología y a la vez ayudan a vislumbrar el proceso de creación – basándonos en la información reciente – de de nuestro nuevo gran Museo Nacional. Nuestra investigación se ha desarrollado sobre una base teórica y un caso particular: el del Nuevo Museo Nacional del Perú; centrándonos en el análisis de relación de la Nueva Museología que se presenta dentro de este nuevo proyecto y cómo se llega a consolidar después
de casi 200 años de vida republicana. De manera complementaria se estudiará la importancia de la teoría museológica y el devenir histórico de una institución olvidada pero a la vez fundamental para nuestra identidad como nación. Para aproximarnos a las respuestas de estas interrogantes consideramos la nueva museología se hace presente en el proceso de creación del Nuevo Museo Nacional a través de la aplicación de elementos constructivos; como la consideración del entorno, la forma de presentación al público y sobre todo basándose en un fin social, cultural y educativo que involucre de manera activa y dinámica a la comunidad, para que esta se sienta identificada con su cultura y patrimonio, dejando de lado al otrora concepto de museo como un edificio cerrado, majestuoso y de corte señorial, que solo servían para aquellos iniciados en la precaria museología tradicional. Conjuntamente el Museo Nacional ha sido uno de los proyectos más antiguos del Perú republicano, pero nunca se ha logrado concretizar por motivo de la inacción política y la falta de preocupación por la cultura que se tiene en nuestro país; donde la voluntad para su creación siempre estuvo presente, pero subyugada a las decisiones y el “humor” del gobierno de turno, esto se refleja en los grandes intentos que se dieron durante estos casi doscientos años de vida independiente que dejan como corolario a un nuevo proyecto donde realmente se dé un interés por la consolidación y “preservación” de una cultura milenaria como es la nuestra, un sincretismo de lo andino y lo hispano, que da como resultado a la sociedad actual en la que nos desarrollamos. Asimismo, la teoría del museo es importante porque permite un análisis integral de la realidad social, cultural, económica y política del museo contrastándose con la nueva museología que tiene una concepción multidisciplinaria de museo y de manera implícita se puede aproximar al conocimiento del hombre en relación con su cultura y su comunidad. En segundo lugar, es 5
importante porque mediante la reivindicación del patrimonio se asimila la identidad cultural y valora y protege la cultura.. Finalmente se modifica la estructura orgánica del museo ya que conjuntamente con la exhibición y conservación se promueve la investigación para poder ampliar los horizontes de conocimiento en relación al desarrollo el hombre y su comunidad. Para contextualizar al museo como institución empieza su funcionamiento conjuntamente con la instauración de la república peruana, existiendo a la vez algunas colecciones coloniales bajo la dirección de la aristocracia criolla que puede ser considerado un antecedente directo al museo peruano. En las primeras décadas de actividad, su local varía muchas veces, se ubicó en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Gobierno, la Inquisición, la Biblioteca Nacional, etc.; esto se daba por la importancia que tomaba en cada gobierno. A mediados del siglo XIX se establece en el Palacio de la Exposición, es aquí donde sufre el saqueo chileno en plena Guerra del Pacífico. A inicios del siglo XX se intentó una nueva reivindicación por parte de Julio C. Tello y Max Uhle, proyecto que quedó trunco y a mediados de la década del cuarenta, se establece una serie de pequeños museos que representó en unidad al gran Museo Nacional. No fue hasta el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry que se planteó un mega proyecto que fue desestimado por el primer gobierno aprista y asignándole un nuevo lugar, aunque no el más adecuado, para el Nuevo Museo de la Nación (ex Ministerio de Pesquería, San Borja) y fue ahí donde de vivió una cierta “estabilidad”. Hasta que en los últimos años se empezó el desmontaje
de sus salas para dar paso a grandes cumbres económicas y al nuevo Ministerio de Cultura. Ahora con este nuevo proyecto se consolida todo lo anteriormente mencionado en el gran reciento de la cultura peruana. Para poder demostrar lo expuesto se han planteado una serie de objetivos siendo el más trascendental conocer la teoría del museo y sus principales concepciones, tales como identidad, cultura y patrimonio para así poder identificar la realidad del Nuevo Museo Nacional y si este responde a estos postulados. También buscamos estudiar el proceso histórico de la formación del Museo Nacional en el Perú, partiendo desde sus inicios, conjuntamente con los de la república, pasando por proyectos fallidos e insuficientes intentos hasta la desarticulación del museo de la nación y el MuNa. Finalmente planteamos analizar el proceso de construcción del futuro Museo Nacional del Perú, basándonos en la información más reciente que se recopilar. 6
Esperemos que se cumpla los objetivos planteados y sea una base referencial para próximos estudios con cierto grado de profundización, sabiendo que los hechos aún no han terminado de concretarse y el Nuevo Museo no es una realidad tangible.
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Capítulo 1 El museo y su teoría
El museo – como concepto y ente cultural – ha sufrido una serie de cambios que nuestro siglo XXI reconoce con el nombre de Nueva Museología. El museo es, hoy en día, algo más que un lugar donde se almacenan, conservan y muestran obras, objetos culturales; es ahora un espacio integral que envuelve tanto a la institución como al medio y la comunidad. Por esta razón es necesario el estudio de los conceptos y relaciones ligados al desarrollo social y cultural del museo, tales como monumento, patrimonio, identidad, cultura, así como de las disciplinas encargadas del análisis teórico y práctico. La historia nos muestra que el ser humano ha buscado el recuerdo y la conservación de su pasado. Desde Egipto y Grecia, el atesoramiento y recolección de objetos era común en la sociedad, iniciando así la tradición museística que avanzara a través de los siglos con las colecciones privadas hasta centros dedicados a la conservación y almacenamiento con el carácter público, dando lugar a la denominada Museología Tradicional. Lo cierto es que el estudio del museo comprende un análisis y metodología propia, que los científicos sociales tienen que conocer, para de esta manera, comprender la realidad de una necesidad histórico-social. Siguiendo estos lineamientos, en este capítulo abordaremos conceptos fundamentales, el debate en torno a la definición de museo, el desarrollo histórico y del pensamiento hasta llegar al umbral de lo que conocemos como Nueva Museología, con nuevas ideas y perspectivas. 8
Museo Concepción de museo El museo, del griego mouseion, templo de las musas3, es un término empleado para denominar “(…) a la institución como al esta blecimiento o lugar generalmente concebido para
proceder a la selección, el estudio y la presentación de testimonios materiales e inmateriales del individuo y su medio ambiente” (Consejo Internacional de Museos [ICOM], 2010, p. 52). Conjuntamente la Unesco (1960) entiende como museo: Cualquier establecimiento permanente administrado en interés general a fin de conservar, estudiar, poner en evidencia por medios diversos y, esencialmente, exponer para el deleite espiritual y la educación del público un conjunto de elementos de valor cultural; colecciones de objetos de interés artístico, histórico, científico y técnico, así como jardines botánicos y zoológicos, y acuarios. (p. 130).4 De manera complementaria, la Real Academia Española (RAE) plantea la siguiente definición de museo: “Lugar en que se guardan colecciones de objetos artísticos, científicos o de
otro tipo, y en general de valor cultural, convenientemente colocados para que sean examinados” (RAE, 2014). Sin embargo, actualmente el ICOM (2007, [citado en ICOM, 2010]) maneja la siguiente concepción de museo: El museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la
sociedad y de su desarrollo, abierta al público que adquiere, conserva, estudia, expone y transmite el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y de su medio ambiente con fines de educación y deleite. (p. 52)
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Diosas inspiradoras del arte. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (1960) Recomendaciones sobre los medios más eficaces para hacer los museos accesibles a todos. En Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Convenciones y recomendaciones de la UNESCO sobre la protección del patrimonio cultural (pp. 129-133). Lima, Perú. [Ver referencias] 4
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Expuestos los conceptos anteriores, podemos llegar a la siguiente conclusión: el museo es una institución de carácter público, encargado de educar, investigar y difundir la cultura para que esta sea accesible, tanto al especialista como a los desconocedores de la materia. Para demostrar esto, en las siguientes líneas, se detallará la evolución histórica de esta institución.
Historia del museo Si deseamos remontarnos a los orígenes del museo tenemos que analizar el origen del atesoramiento y recolección de objetos. En las tumbas ubicadas en el valle de los reyes5, además de las momias de los faraones, se podían encontrar ricos objetos acumulados en cámaras cerradas que serían utilizadas por estos en el más allá; es decir, los objetos respondían a las necesidades en la vida de ultratumba. En el caso de los griegos, esto era radicalmente diferente. Para ellos, el tesoro era utilizado para ofrendar a los dioses y tenía un carácter público y, en el caso de las piezas de especial valor material, estatales, dando así lugar al primer concepto de museo. Según Pendorf (1987). “El concepto de museo se remonta a los griegos: el “museion” era un bosquecillo con un templo consagrado a las musas, diosas de las artes. Más tarde se llamaron así algunos institutos de carácter científico, por ejemplo, el de Alejandría” (p. 8). Es importante aclarar que los clásicos nunca apreciaron las obras por su calidad artística, sino en relación con el culto a su respectivo dios. Todo esto cambiara con el establecimiento del mundo helenístico y el ascenso de los Atálidos, que situaron en Pérgamo6una serie de colecciones privadas de pinturas y esculturas, producto de donaciones. De esta manera se concentró en las salas del santuario de Atenea un museo en el verdadero sentido de la palabra. Tras el ascenso del imperio Romano y sus constantes conquistas, los generales llevaron a Roma como botín obras originales de todas las regiones del mundo. A pesar de existir leyes que le concedían al estado potestad sobre las obras de arte arrebatadas a otros pueblos, el comercio hizo posible la aparición de coleccionistas privados, como es el caso del procónsul Verres7, quien prefirió el destierro para así conservar sus tesoros. Todo esto fue denunciado por Cicerón y se formuló un proyecto para que todas las colecciones privadas pasaran a manos del estado y crear así un espacio apropiado donde el público pudiera visitarlas, lamentablemente fracasó. “De
5
Necrópolis del antiguo Egipto, donde se encuentran la mayoría de los faraones del Imperio Nuevo. Capital de la dinastía Atálida tras la muerte de Lisímaco de Tracia, general de Alejandro Magno. 7 Político romano. Conocido principalmente por su tiránico gobierno de Sicilia. 6
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haberse aprobado esta iniciativa, el primer museo publico habría nacido mil ochocientos años antes” (Pendorf, 1987, p. 10).
Al caer el imperio Romano e instaurarse la Edad Media, se reunieron una gran cantidad de tesoros en las instituciones cristianas por excelencia, las iglesias. “Con la Edad Media se
asiste a una polarización eclesiástica de la actividad artística; la Iglesia es la única forma de museo público” (León, 2000, p. 20). En días de fiestas especiales, las iglesias exhibían
públicamente sus tesoros en plazas para mostrar así el poder del cristianismo y afianzar la fe. A inicios del siglo XIV la iglesia dejó de ser la única poseedora de tesoros históricos ya que los príncipes, reyes y nobles también comenzaron también a ostentar sus propias colecciones, destacando entre ellos el duque de Berry8. En el siglo XIV, en Florencia, se da un gran interés por parte de los ricos por las colecciones de arte, especialmente los retratos. El renacimiento italiano había creado las mejores condiciones para un gran desarrollo y colección. Para las familias influyentes que ejercían el poder, el cultivo de arte y de la ciencia fue una necesidad y deber social, fomentando así el desarrollo de diversas manifestaciones culturales. Un siglo después, se inició un desarrollo parecido en países del norte de Europa, donde surgieron grandes ciudades comerciales burguesas (podemos mencionar la colección de la familia de los Fugger de Augsburgo9). Lamentablemente estas colecciones desaparecían cada vez que moría la familia a cargo. Pendorf (1987) indica que: (…) a partir del Renacimiento comenzaron a generarse cambios en todos los
aspectos, y el museo no era la excepción: como antes, se guardaba todo tipo de curiosidades, pero a ellas se añadían ahora instrumentos matemático-físicos, microscopios, telescopios y globos terráqueos (p. 43) Según León (2000): “Aparecen los museos de ciencias naturales con un criterio moderno de exposición ya que cada objeto es más interesante por lo que enseña que por su belleza” (p.30).
8
Juan de Francia. Príncipe francés de la rama Valois de la dinastía capetiana. Fue Duque de Berry de 1360 hasta su muerte. 9 Negociantes alemanes que llegaron a constituir uno de los mayores grupos empresariales de los siglos XV y XVI, representantes del primer capitalismo comercial y financiero de la época; amasaron una enorme fortuna que les permitió gozar de gran influencia política, fundar establecimientos de beneficencia, coleccionar bibliotecas y obras de arte y practicar el mecenazgo.
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Durante la época del absolutismo, las colecciones principescas llegaron a desplazar a las colecciones burguesas, destacando la Fiesta del Rosario para Rodolfo II10. Es en este periodo en donde se crean las galerías, que pronto se impondrán a las demás naciones europeas, destacando la Galería de los espejos del palacio de Versalles del arquitecto Jules Hardouin11. Las exposiciones, organizadas por primera vez en 1665, al principio solamente estaban destinadas a la élite; pero, a partir de 1673, también abrieron al público en general. A partir de 1737, en el Salón Carré12se imprimieron por primera vez catálogos para los visitantes. Exposiciones
similares se dieron en Alemania y Rusia (por ejemplo, la galería de Catalina II). Esta época nos demuestra que muchos países ya consideraban esencial el acceso por parte del público hacia determinadas galerías o exposiciones, esto gracias al desarrollo de nuevas ideas progresistas que empezaban a cuestionar el antiguo régimen. Todo este proceso histórico conllevó a la inauguración del primer museo estatal abierto al público, el British Museum, fundado en 1753, en Londres. Esta es una época en donde a nivel europeo, se fundan los primeros museos por parte de la burguesía. La revolución Francesa ayudó a consolidar a una joven museología que empezaba a surgir. Lo más notable por parte de los revolucionarios fue la expropiación de miles de sitios sagrados como iglesias y de castillos de la nobleza, en donde confiscaron miles de obras para pasarlos a propiedad nacional. Bajo la dirección de Vivant – Denon13 se buscó la creación de un gran museo universal que abarcara las obras de todas las épocas y escuelas, lamentablemente este proyecto fracaso al ser derrotado Napoleón y volver todas las obras incautadas a sus naciones de origen, aunque se rescató su importante iniciativa de crear un museo de tales características. “Pero la importancia de este museo, el más rico de todos, surtió un efecto
verdadero: se convirtió en ejemplo y estímulo para la creación y estructuración de todos los museos europeos” (Pendorf, 1987, p.52). Con el constante ascenso político de la burguesía, se
dio una mayor atención a los museos especializados en determinadas colecciones, por ejemplo, el arte contemporáneo o el museo de arte industrial. 10
Rodolfo II de Habsburgo. Archiduque de Austria, rey de Hungría y de Bohemia y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. 11 Arquitecto francés. Uno de los más importantes del siglo XVII europeo, considerado la cumbre del Barroco en Francia, estilo que sirvió para engrandecer el nombre de Luis XIV. 12 El salón cuadrado del palacio de Louvre. 13 Inspector general de los museos de Paris bajo el mando de Napoleón.
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Todo este modelo de desarrollo museístico y artístico cambian cuando, en el siglo XX, surgen, en Paris, una generación de artistas que se caracterizaran por su rechazo al arte tradicional y su búsqueda por encontrar nuevas posibilidades de expresión artística. Era evidente que la situación estaba cambiando, ahora debían enfrentarse nuevas tareas: crearle a este nuevo arte construcciones y recintos adecuados. En la primera mitad del siglo XX, ocurre un cambio de concepciones sobre la naturaleza el museo, su función social y el estilo arquitectónico. En los años veinte y treinta de nuestro siglo se construyeron edificios de museos que respondían a las aspiraciones de dejar que las obras de arte asuman sus propios valores y surtan su efecto por sí mismas, facilitando al visitante una vivencia y comprensión personales (Pendorf, 1987, p.84). Lo resaltante de estos nuevos museos es que, además de albergar obras antiguas, poseen también, obras de arte contemporáneo. Otro punto importante es que, a partir del fin de la segunda guerra mundial, nuevos arquitectos son responsables de la construcción de nuevos museos (por ejemplo: el Salomón R. Guggenheim de Nueva York). Esto dará proceso a la diversificación y a nuevas concepciones que se encargaran de replantear la problemática del museo, dando lugar a lo que conocemos como “Nueva Museología”.
Elementos constructivos del museo El público. Respecto al público, el museo plantea serios problemas de estructura puesto que este se ofrece igual para el gran público, los historiadores, artistas, personas cultas, marchantes… Para establecer una sistemática adecuación en orden al
consumo necesario de cada individuo, la Museología intenta establecer plataformas y una serie de normas viables para obtener el máximo rendimiento en la relación público-objeto. (León, 2000, p.77).
La planificación. Planificar es, ante todo, analizar científicamente los datos suministrados por la realidad del museo y las metas que pretende alcanzar. Para esto se debe estudiar al público es un punto
13
necesario para la planificación museística y que guarda estrecha relación con el tipo de museo. Estas interrelaciones público-museo deben analizarse en varios niveles específicos: 1° Ubicación del museo: condiciona la afluencia del público limitado por factores de tiempo, espacio, posibilidades. 2° Exigencias intelectuales: marcan a un público cultivado que requiere del museo la respuesta que su formación y sensibilidad necesitan. 3° Rasgos etnológicos: favorecen a un tipo homogéneo de público y museo. 4° Valores estéticos: diferenciación de público en museos que ofrezcan obras oficialmente consagradas (a donde asiste la mayoría del público) y las obras menores (público minoritario)
El continente. Para Aurora León, estructura arquitectónica y actividad del museo son conceptos inseparables, que a menudo son valorados de distinta manera, haciendo predominar la una sobre la otra o viceversa. El edificio (el continente) implica una serie de problemas (sociales, funcionales, estéticos, perceptivos...), de los que dependen el sentido cultural y científico, artístico y social de la vida que desarrollará el centro museístico. ¿Cómo debe ser, pues, el continente?
Todo el material cultural tiende a reunirse en el museo y a ser presentado según una determinada concepción museológica. Este rasgo dota a la arquitectura museística de un valor no permanente, flexible, abierto a posteriores modificaciones o ampliaciones; es decir, una arquitectura no acabada, gradual y transitoria, ya que transitorias son, dada la dinámica que debe conllevar el museo, sus funciones, su creciente público, sus exposiciones y ciclos culturales. Lo único permanente del museo, el contenido, es incluso algo movible, que puede ser retomado para presentarlo desde diversos puntos de vista. Ello implica serios problemas en la construcción de museos de nueva planta y en la adaptación de edificios antiguos destinados a fines museográficos. 14
El contenido. Matizaremos que “el contenido” de un museo no es una “colección”. La colección tiene
un carácter esencialmente privado, en tanto que un museo es una institución pública. Por contenido de un museo se entiende sus “fondos”. El tratamiento de los mismos en un museo presenta diversos problemas: A. Es imposible, al menos pedagógicamente, exponer todos los fondos de un museo, de modo que es preciso llevar a cabo una selección de los mismos cara a su exhibición pública. La selección implica una labor difícil y compleja, pero necesaria. Además deberá hacerse siempre atendiendo más a la comprensión del público que a la obra misma. B. El museo suele cometer una serie de errores con respecto a sus fondos:
Creer que son tanto mejores cuanto mayor material expongan; esto obedece a una falta de criterio científico, de visión psicológica y pedagógica de sus directivos.
Hacer permanente la exposición de sus piezas, lo que aumenta la ya de por sí existente descontextualización, al eternizarlas sobre el muro.
Carecer de criterio científico y de una auténtica política museológica, es decir, que el desarrollo de un museo obedezca al gusto personal de la dirección; ello produce lagunas injustificables. Para alcanzar este objetivo hay que estudiar un plan en el que concurran público, obras y
espacios disponibles, poner en juego esos elementos y dotarlos de la máxima capacidad comunicativa.
Museología y Museografía La museología es hoy en día una ciencia en proceso de consolidación. La ICOM (1970 citado en Fernández, 1999) presentó su definición de museología como: La ciencia del museo; estudia la historia y razón de ser de los museos, su función en la sociedad, sus peculiares sistemas de investigación, educación y organización, la relación que guarda con el medio ambiente físico y la clasificación de los diferentes tipos de museos. (p.20) 15
Para conocer sus postulados y principales características es necesario distinguir su doble evolución: una Museología tradicional , caracterizada esencialmente por tener una mirada histórica; y una Nueva Museología, bajo una mirada esencialmente multidisciplinaria. El concepto de nueva museología viene, pues, a suplir los antiguos paradigmas tanto en esta ciencia creciente como en el mismo museo, la metodología de este enfoque disciplinal ideológico y práctico es considerada desde una perspectiva antropológica.
Nueva Museología vs Museología Tradicional. Como se mencionó anteriormente, es necesario constatar una doble evolución de esta ciencia: como hecho histórico, que ha dado lugar a la concepción tradicional; y como resultado de un enfoque antropológico y sociocultural, que ha dado lugar a la nueva museología. Fernández (1999) propone la existencia de. “(…) dos orientaciones diferentes y opuestas de la museología actual: restrictiva y lineal la primera; y abierta, multidisciplinar y circular la segunda” (p. 40). En la primera, el museo es identificado como el objeto propio y especifico, con
el objetivo de explicar la realidad y las funciones socioculturales a partir de premisas históricas. En la segunda, el museo es identificado no como la meta, sino como el medio, siendo el objetivo principal la exposición desde una perspectiva de diálogo entre el museólogo y la comunidad. Frente a los objetivos lineales de la museología tradicional, todos aquellos se ensamblan en un fenómeno histórico y un nuevo sistema de valores, “(…) en una museología de la acción, que es la nueva museología, y en el principal método de trabajo que ella tiene para con el público, que es la exposición desde la perspectiva del diálogo entre museólogo y comunidad” (Fernández, 1999, p.48). Marc Maure (citado por Coleto Vizuete, 2012) define la nueva museología como un fenómeno histórico y un sistema de valores; una museología de acción, definida por los siguientes apartados: 1. La democracia cultural : hay que preservar, valorar, utilizar y difundir la propia cultura de cada grupo. 2. Triple paradigma: de la monodisciplinaridad a la pluridisicplinaridad, del público a la comunidad y del edificio al territorio.
3. La concienciación de la comunidad respecto de la existencia de su propia cultura 16
4. Un sistema abierto e interactivo: nuevo modelo de trabajo con el objetivo de colectar, preservar y difundir el museo tradicional teniendo por objeto el patrimonio donado por la comunidad 5. Dialogo entre sujetos : funcionamiento del nuevo museo basada en la participación activa de miembros de una comunidad. El experto se debe convertir en un catalizador al servicio de necesidades de la comunidad. La nueva museología, en consecuencia, está destinada a atender la diversidad y pluralidad de sus corrientes, y a conseguir que la función esencial del museo sea efectivamente la de instrumento del desarrollo sociocultural al servicio de una sociedad.
Museografía. Pero si queremos entender a la ciencia del museo de una manera más integral, es importante distinguir la museología de la museografía. La ICOM (citado en Fernández, 1999) define a la museografía como “(…) la técnica que expresa los conocimientos museológicos en el
museo. Trata especialmente sobre la arquitectura y ordenamiento de las instalaciones científicas de los museos” (p. 25).Podría decirse entonces que la museografía se mueve en el campo de lo
práctico y concreto de los hecho, mientras que la museología tiene como función analizar los fenómenos museísticos.
Misiones del museo Misión educativa. Es la principal de las misiones de los museos y su importancia radica en el desarrollo y perfeccionamiento de las facultades humanas, predisponiendo la mente del visitante en el “encuentro” con civilizaciones pasadas. Por educación no se debe entender solo instrucción sino
también como apertura a diversas visiones y a la reflexión sobre sí mismo. La educación a nivel objetivo es científica y presenta la necesidad de encauzar los planteamientos educativos para corregir ciertos errores de formación para que la información brindada sea más eficaz. Teniendo como base un pensamiento que acepte las contradicciones, modificaciones, etc. de los postulados en beneficio de un acercamiento más profundo a la realidad. 17
El nivel subjetivo su principal objetivo es producir estímulos en la curiosidad del espectador enfrentado a la obra. En este sentido, el museo o es impositivo sino expositivo.
Misión científica. Es aquella que busca conocimientos esenciales o adicionales para su trabajo. Esta misión se centra eminentemente en una labor profesional. Se deben realizar fichas y catálogos científicos para sumistrar el material de primera mano para acometer cualquier trabajo sobre el contenido del museo. También debe realizarse actividad científica para solucionar todas las consultas que los visitantes pueden expresar por cartas o visitas personales. Además, es recomendable entrar en contacto con otros centros museísticos que favorezcan el intercambio de publicaciones y revistas. Activar permanente los fondos de la biblioteca y archivos fotográficos, que no sea accesible solo a investigadores sino al público interesado. La misión científica recae sobre el mercado y adquisición de obras o el rechazo de las mismas .La actitud de la Museología presenta dos caras frente a los compradores (coleccionistas, anticuarios y museo): por una parte, el Icomno se pronuncia ni a favor ni en contra, es decir, presenta una actitud proadquisición. La actitud opuesta queda explícita en las frases de VarineBohan cuando habla de una política que prohíba todo tipo de comercio artístico.
Misión difusora y social. A esta misión le dan escasa importancia y esta radica en la idea tradicional de que el museo está esencialmente dedicado a los valores sacralizados de la cultura, cuando en realidad esta ejerce mayor proyección al difundir dilatadamente las emisiones culturales. Los medios de difusión se desarrollan a un doble nivel: hacia el exterior y en el interior del museo. Los medios por la palabra son los que menos influyen ya que el público ahora está saturado de un contacto real y directo con la imagen visual y sensorial. Los medios escritos radican en los anuncios, circulares, etc. y son de gran utilidad ya que así el público se siente animado a participar por el interés que le reporta la actividad a la que se le cita, por sentirse útil 18
en el proceso de la vida del museo. En los mensajes museísticos las ideas esenciales deben ser asequibles a todos. La divulgación también se obtiene en las guías que el museo realiza y estas no deben ser exhaustivas en ningún sentido ya que se trata de contactar al público con los elementos esenciales del museo y para esto se debe suprimir un sinfín de nombres, apellidos, apodos, etc. Los medios mediante la imagen son los que juegan un papel más importante hoy en día ya que es la base más certera en la política de expansión cultural.
Conceptos auxiliares. En la nueva museología que se ha desarrollado en los últimos años, los siguientes conceptos han destacado: patrimonio, cultura e identidad. Es importante construir una concepción que nos ayude a configurar una visión integral de los términos anteriormente mencionados por lo que en primer lugar explicaremos la significancia que Arpin le da a patrimonio (citado en ICOM, 2010); él lo define como “(…) todo objeto o conjunto, material o inmaterial, reconocido y apropiado colectivamente por su valor de testimonio y de memoria histórica, merecedor de ser protegido, conservado y puesto en valor” (p. 67). El que presenta mayor número de contradicciones es el de la cultura y a pesar de estar incorporado al lenguaje diario, tiene connotaciones que no se le reconoce en esta ciencia. Por esta razón, en esta investigación buscamos orientar dicho termino al campo correcto en donde, la acepción más adecuada sería: “Producción del ser humano, de carácter continuo y de fenómenos que permiten comprender, reproducir o transformar el sistema social de determinada comunidad (entendida como modo de vida y forma de convivencia)” (Hayakawa, 2010, p. 55).
En el caso de identidad, J. Anouilh (citado en Fernández, 1999) define que esta “(…) puede ser comprendida como el conjunto de caracteres personales que nos definen y nos distinguen de otros en tanto que persona individual” (p. 100).
19
Esta nueva visión que se plantea sobre estos términos además de distinguir el uso cotidiano que se le da a estas palabras con el enfoque que se le da en la museología, aumenta nuestras perspectivas en el campo del patrimonio cultural.
Museología y el museo de hoy: nuevas perspectivas El museo actual y la nueva museología se consideran nuevos paradigmas en el desarrollo de la ciencia que lleva el nombre de “museología”. El museo, por ende, debe responder con
soluciones prácticas al amparo de las investigaciones y alentados por el espíritu de la nueva museología.
Tabla 1 Esquema comparativo entre museo tradicional y nuevo museo.[Marc Maure (citado en
Fernández, p. 95)]
El museo tradicional y el nuevo museo Museo tradicional:
un edificio+ una colección + un publico El nuevo museo:
un territorio + un patrimonio+ una comunidad (estructura descentralizada) (material e inmaterial, natural y cultural) (desarrollo)
Diferencia entre el museo tradicional, ambientado en una colección enmarcada en un edificio con el fin de ser visitada por un público; y el nuevo museo, ambientado en un patrimonio dentro de un territorio con el objetivo de ser un fin social para la comunidad.
Hugues de Varine-Bohan (citado en Fernández, p. 105) edifico un cuadro para ejemplificarnos mejor las diferencias entre el museo clásico con el museo de desarrollo de la comunidad:
20
Tabla 2 Esquema di ferenci al entre museo clásico y modern o.
Museo clásico
Museo de desarrollo de la comunidad
Edificio (s)
Territorio
Colección (es)
Patrimonio (cultural y/o natural) mas todos los recursos disponibles presentes en la comunidad
Disciplina (s) científica(s) y practica (s)
Desarrollo
global,
enfoque
interdisciplinar. Publico
(voluntario,
aficionado, a) La población de la comunidad
cautivado)
b) Los visitantes de la comunidad
Persecución del conocimiento, educación, entretenimiento.
Capacidad de iniciativa creativa
Diferencia entre características fundamentales del museo clásico, ambientada a una colección y disciplina científica que involucra el conocimiento frente al museo de desarrollo de la comunidad, que plantea un desarrollo global e interdisciplinar abierta a la comunidad.
La función esencial del nuevo museo es constituirse en un instrumento de desarrollo sociocultural al servicio de una comunidad concreta dentro de una situación democrática, el nuevo museo pretende ser al mismo tiempo una expresión de la comunidad y un instrumento a su servicio, creándose de esta manera un rol en la educación y de la actividad cultural. Los museos, cualquiera que sea su tipología o enfoque, solo pueden justificarse social y culturalmente en función de su destinatario: el público; o, por decirlo con la nueva museología, es la comunidad la que marca y consagra la razón de ser de estas instituciones como un instrumento de desarrollo cultural, social y económico a su servicio (Fernández, 1999, p.125). Tras haber recopilado los principales lineamientos de la nueva museología, podemos afirmar que la importancia de desarrollar una teoría sobre el museo radica en la revaluación del patrimonio, promoviendo la investigación. Esto trae como consecuencia una recuperación de la 21
identidad. Por estos motivos, el nuevo Museo Nacional que se ubicará en Pachacamac, en pleno siglo XXI, aplicará los nuevos conceptos y postulados que se vienen desarrollando en el terreno de la ciencia anteriormente mencionada
22
CAPITULO 2: El Museo Nacional: 200 años de historia
“Señor Presidente: Ruego a la Mesa se sirva consultar a la Cámara la dispensa del trámite de
Comisión al proyecto relativo a la or ganización del Museo Histórico” (Tello, 1917)14. Este pedido, es uno de los muchos intentos que se dieron durante la vida republicana de nuestro país, para consolidar la creación y darle la merecida importancia a nuestro Museo Nacional. Nuestro Museo Nacional, desde sus inicios no ha sido considerado una de las institución publicas más relevantes y trascendentales en el Perú. Lamentablemente, una instrucción como el museo que no sea considerado.
(…) tan necesarios para los países como las escuelas y los hospitales. Ellos educan tanto y a veces más que las aulas y sobre todo de una manera más sutil, privada y permanente que como lo hacen los maestros. Ellos también curan, no los cuerpos, pero sí las mentes, de la tiniebla que es la ignorancia, el prejuicio, la superstición y todas las taras que incomunican a los seres humanos entre sí y los enconan y empujan a matarse. Los museos reemplazan la visión pequeñita, provinciana, mezquina, unilateral, de campanario, de la vida y las cosas por una visión ancha, generosa, plural. Afinan la sensibilidad, estimulan la imaginación, 14
Biblioteca del Congreso de la República. Diario de Debates 1917 – Sesión Ordinaria. P. 1270.
23
refinan los sentimientos y despiertan en las personas un espíritu crítico y autocrítico (Vargas Llosa, 2009) Esta condenado a sufrir la historia que sufrió el nuestro, un conjunto de vaivenes, una línea del tiempo distorsionada llenas de picos y depresiones, nunca estuvo de manera estable, salvo ciertas excepciones; este vertiginoso proceso, será expuesto en extenso en el presente capítulo, para poder así entender porque, después de casi 200 años, recién se toma conciencia y se intenta consolidar el Museo Nacional en todas sus dimensiones ya que. “La promesa del museo peruano es quizá el más antiguo de los ofrecimientos que nos ha hecho el Estado republicano: desde 1824 existe como proyecto, y sin embargo no logra aun realizarse plenamente” (Castrillón, 1986: pp.
11)
Antecedentes: El Virreinato y las colecciones Durante el siglo XVIII el afán coleccionista (que representa los inicios del museo moderno) no estuvo ausente en el Virreinato del Perú y principalmente en Lima, estos gabinetes y colecciones de curiosidades no alcanzan la majestuosidad de sus pares europeos, pero significo un gran avance en materia cultural, “(…) estos lugares era n almacenes de objetos misceláneos,
en los que se entremezclaban las antigüedades indígenas con productos de la naturaleza, piezas exóticas, obras de arte documentos y libros antiguos”. (Ravines, 1989: pp. 15)
, pero siempre
bajo la administración de privados, es decir, de personajes que pertenezcan a la aristocracia de la época, con cierta solvencia económica. Pero al mismo tiempo los viajeros y naturalistas15 europeos que recorrieron América, encontraron un mundo inexplorable, quienes en un afán científico, formaron
grandes
colecciones zoológicas, botánicas, mineralógicas, etc., que constituyen los primeros fondos museológicos más importantes de Europa, basados en América. Vargas Torreblanca (2009) expone: (…) en el periodo borbónico de América (siglo XVIII) hubo algunos ilustrados
que reunían objetos exóticos provenientes de las colonias americanas, cocos, ídolos y minerales, con el objeto de demostrar lo singular de la riqueza natural 15
Es aquella persona que profesa las ciencias naturales o tiene en ellas especiales conocimientos, quienes aparecieron en el siglo XVII hasta su declive en el siglo XIX, y dando un giro en el siglo XX estos se abocan al estudio de la naturaleza y el medio ambiente.
24
americana, así como también conservaban relatos, cosmografías y descripciones del Nuevo Mundo. (p. 20) Basándonos en lo expuesto anteriormente, podemos llegar a la conclusión, de que si bien no existió en el Virreinato un museo, como entidad cultural (encargado de trasmitir la identidad y preservar la cultura) ni tampoco el lugar (como complejo arquitectónico); se dan ciertas colecciones, basadas en un coleccionismo por “moda” y “estatus” social, más que por su
preocupación por la cultura; incluso se da un cuidado de este patrimonio, respaldado en el prestigio y beneficios económicos. Estas colecciones pueden significar, hablando en términos museológicos, como importantes cimientos a la creación de museos como medios de dialogo y conocimiento del hombre y su comunidad.
Los inicios del Museo Nacional El museo: su papel en la formación de la Republica El museo como institución, adquiere una significación en el Perú a partir de la República; pero contrastándose con el proceso histórico mundial, podemos inferir que el desarrollo de sus inicios (mas no su funcionalidad orgánica) se dio a la par que en otras latitudes, Zubiaur (2004) concibe al museo nacional como. “(…) la idea que busca recuperar el pasado histórico de un país y consolidar su identidad cultural, como consecuencia del avance del sentimiento nacionalista y del espíritu romántico” (p. 23) y de manera complementaria, ya centrándonos en el desarrollo del museo peruano, se denota, de manera atrasada (como toda corriente ideológica que llega a América) un notable sesgo de la Ilustración, donde el Estado peruano, dirigido por criollos, esencialmente trastocados por dicha corriente; se dedicaron a crear entidades que difundieran símbolos culturales que se dediquen a la promoción del desarrollo de las ciencias y el estudio de la cultura clásica latina. “(…) el Estado tenía en los museos un signo de la Ilustración, opuesta al presunto “oscurantismo” del antiguo régimen” (Vargas Torreblanca, 2009, p. 16), donde estas instituciones intentaron al inicio de la República “(…) construir un imaginario de identidad
política cuyo trasfondo era el reconocimiento del pasado historio del antiguo Perú” (Vargas Torreblanca, 2009, pp. 16-17)
25
Las primeras décadas del museo (1820-1830): Los vaivenes del naciente museo La primera mención hacia el Museo Nacional, se da en el decreto supremo del 2 de abril de 1822: (…) Art. 2.- El que contraviene el artículo anterior 16, incurrirá en las penas de
perdimiento de la especie, sea poco o mucho su valor, la que se aplicará al Museo Nacional, y más mil pesos de multa aplicados a los fondos destinados a la 17
instrucción pública (…). (p. 23)
Algunos autores, plantean que este documento es con el cual se funda el Museo, lo cual e muy cuestionable, ya que algunos plantean que el Museo empezó a funcionar conjuntamente con la Biblioteca Nacional, emulando al museo Alejandrino18. Pero esta situación siempre se enfrascará en un interminable debate hasta que no se encuentre algún tipo de documentación que defina este tema. Otra situación complicada es definir donde fue su primer local de fundación. Tello y Mejía (1967) aducen que debió empezar a funcionar en una de las oficinas del Ministerio de Gobierno y de Relaciones Exteriores, ya que administrativamente dependían de este (p. 4), mientras que otros autores como Ravines (1989) postula que para 1823 el museo funcionaba en una pequeña sala anexa a la Biblioteca Nacional (p. 24). Lo único concreto con todo esto es que durante cuatro años (1822-1826) el museo no funcionó para el público, pero si se logra una conformar una colección, por eso se le denomina proto-museo (Vargas Torreblanca, 2009, p. 11). En este proto museo, la colección estaba basado en curiosidades, y objetos con cierta peculiaridad, donde. “Esta visión era manejada por parte de sus fundadores para que dicho
establecimiento se convierta con el transcurso del tiempo en museo alejandrino: depositario de 16
Art. 1.- Se prohíbe absolutamente la extracción de piedras, obras antiguas de alfarería, tejidos y demás objetos que se encuentren en las huacas, sin expresa y especial licencia del Gobierno, dada con alguna mira de utilidad pública. 17
Documento extraído de: Ravines, Rogger (1989).Los museos del Perú: breve historia y guía. Lima, Perú: Instituto Nacional de Cultura 18 Tipología utilizada para mencionar a las bibliotecas que poseen cierto tipo de colecciones (un museo incluido), en la antigüedad se atesoraban las preciosidades de las diversas culturas de las antiguas civilizaciones en honor a las musas.
26
las artes y las ciencias de la humanidad” (Vargas Torreblanca, 2009: pág. 13). Cabe resaltar que
esta posible colección no llegase para la fundación del Museo en 1826, por el ataque realista a Lima en 1824. Para 1825, con la llegada de Mariano E. de Rivero y Uztáriz 19 (1798-1857), los procesos de implementación del Museo Nacional se agilizaron rápidamente; en 1826 el Ministerio de Gobierno y Relaciones Exteriores emite una circular a toda autoridad pública, eclesiástica y a la ciudadanía en general para que hiciesen donativos para el Museo Nacional, ya sean especies naturales (como plantas, animales o minerales) o productos culturales de las antiguas civilizaciones (cerámicos, tejidos, etc.). Circular del Ministerio de Gobierno y Relaciones Exteriores del 8 de abril de 1826: (…) Queriendo el Consejo de Gobierno fomentar la enseñanza de las ciencias
exactas, ha creído necesario a el logro de sus honrosos designios establecer el museo proyectado en el año 1822, para proporcionar a la juventud que se dedique al estudio sublime de la naturaleza, (…) el gobierno se ha propuesto colocar los
establecimientos públicos al nivel que se encuentran en las naciones civilizadas: (…) le inspira la confianza de que todos los a mantes del país se desprenderán de
generosamente de las rarezas naturales que posean, donándolas para el servicio y ornamento de tan importante institución. (p. 3)20 A fines de 1829, Rivero es destituido como Director de Minas y Director General de Instrucción y de Director del Museo Nacional. En 1830 se da el traslado del Museo Nacional hacia la Capilla de la Inquisición, bajo la dirección de Francisco Barreda y en 1831, vuelve a la misma Mariano Rivero. El Museo Nacional permanece en ese local hasta 1836, el cual es trasladado hacia la Calle del Espíritu Santo. Pero. “Entre 1836 y 1872, en que los ministros de
19
Químico y metalúrgico peruano, nacido en Arequipa y educado en Europa, estudió en la Escuela Real de Minas (Paris) donde obtuvo su grado académico. Vuelve a América invitado por el ministro colombiano Francisco Antonio Zea, para que asuma el cargo de catedrático en la Universidad de Bogotá. A mediados de 1825, vuelve al Perú acudiendo al llamado del Simón Bolívar para hacerse cargo de la Dirección General de Minas y de Instrucción Pública 20 Documento extraído de: Tello, Julio y Mejía Xesspe, Toribio (1967). Historia de los museos nacionales del Perú: 1822-1846 . Lima, Perú: Museo Nacional de Antropología y Arqueología e Instituto y Museo de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
27
gobierno fueron “Directores Natos” del Museo, la institución tuvo la misma suerte que el vaivén político de la temprana republica” (Lumbreras, 1986, p. 122)
El intento de Consolidación del Museo Nacional El Museo de Historia Natural En 1836, Luis Orbegoso expide el Decreto Supremo n° 433, donde se organiza y se dan las funciones del Museo, donde se amplía el carácter de gabinete de historia natural a Museo de Historia Natural. Donde principalmente se detallan la organización del museo, los horarios, el establecer ciertos procesos (hacer un inventario, etc.), darle a cada funcionario sus labores, etc. Es una especie de manual para el funcionamiento del museo.21 En 1839, el Museo de Historia Natural, por mandato del gobierno del General Gutiérrez, es desalojado del local del Espíritu Santo, para ser destinado al colegio de Educandas. Con este motivo, el museo deshace sus instalaciones para ocupar una sección de la Biblioteca Nacional (Tello y Mejía, 1967, p. 16) El proceso de adaptación del Museo Nacional a la Biblioteca Nacional, llega a demorar más de un año: (…) para 1840, se emite una Circular del Ministerio de Gobierno, de 27 de
octubre de 1940, en este circular se recomiendo a los prefectos de los departamentos de la República para que se “invite y excite el patriotismo de los ciudadanos” a donar algunas cosas curiosas de los tres reinos de la naturaleza, de
las antigüedades y otras preciosidades de que carece el Museo Nacional. (Tello y Mejía, 1967, p. 18) Un año después (1841) el presidente Agustín Gamarra, expide el Decreto Supremo del 1 de marzo de 1841, sobre la conservación, reglamentación y darle mayor relevancia al Museo Nacional. En un análisis los ocho primeros artículos denotan la función administrativa y en los siguientes se centran en la protección y conservación, y por último se vuelve a poner en 21
Para verificar el documento buscar en: Ravines, Rogger (1989).Los museos del Perú: breve historia y guía. Lima, Perú: Instituto Nacional de Cultura, p. 26-28
28
relevancia el Decreto Supremo del 2 de abril de 1822, que prohíbe la extracción de objetos culturales de las huacas sin autorización del Gobierno. Uno de los artículos más resaltantes es: (…) Art. 6: El Ministro nombrará un visitador, cuya comisión durará un año. Sus
principales atribuciones son: promover la conservación y engrandecimiento del Museo, cuidar del cumplimiento de este reglamento, la existencia y solvencia de los fiadores del encargado del Museo, cotejar el inventario de las especies, y si 22
hubiese faltas disponer de la reparación, (…) (p. 29)
Durante la primera mitad de la década de 1940 el Museo Nacional entra en un corto periodo de bonanza, en 1945 y 1946 el museo se instauró en la Biblioteca Nacional; ya para 1847, el museo empezó a perder ese brillo fugaz que obtuvo. Botmiliau (citado en Ravines, 1989) retrata al museo en 1848. “El museo muy pobre salvo en antigüedades de los indios,
conserva algunos cuadros. Se puede ver una curiosa colección de retratos de todos los virreyes y de los primeros presidentes del Perú” (p. 32) pero para la década de 1850 a 1956 se paralizaron
las donaciones y adquisiciones de objetos arqueológicos y otros. José Lastarria (1967) quien era un político y viajero chileno, en su visita a Lima en 1850 observa. “(…) un museo que todavía ofrece muy pocas curiosidades, los retratos de todos los virreyes (…). En el mismo edificio se
halla la biblioteca pública, que ocupa dos grandes salones, el cual tiene más de cincuenta mil volúmenes” (pp. 89-90)
En los años siguientes no se sabe mucho del museo, excepto unas caricaturas satíricas de Geo Carleton quien visitó el Perú alrededor de 1860.
22
Documento extraído de: Ravines, Rogger (1989).Los museos del Perú: breve historia y guía. Lima, Perú: Instituto Nacional de Cultura
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[Fotografía de Geo Carleton]. (Museo Nacional de Lima. 1860). Viajeros en el Perú Republicano (1967). Biblioteca Central de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima Perú Esta fotografía refleja la precaria situación del Museo Nacional en esa época, esta momia se supone que es la de Atahualpa, nadie sabe de su paradero ni de su procedencia, estos elementos son el vivo espejo de una política cultural. De 1865 a 1870, el Museo incrementó sus colecciones a partir de las donaciones y envíos de los funcionarios públicos (como prefectos), además se da la incorporación (por muy poco tiempo) del Museo Raimondi, que estaba constituido por especies de historia natural, arqueología y etnografía. En 1869 el Congreso decretó que el Museo Raimondi pasara a la Facultad de Medicina de Lima.
El Museo Nacional en el Palacio de la Exposición En 1871, se crea la Sociedad de Bellas Artes cuyos objetivos era la administración y conservación del Palacio de la Exposición, se “dispone el traslado a este local el abandonado
Museo Nacional, se inicia bajo el entusiasmo de la entidad recién creada, un intento de reflotamiento del Museo en su nuevo y bello local (…)” (Lumbreras, 1986,
p. 123)
En 1881, durante la ocupación de Lima por las fuerzas chilenas (periodo en que se desarrolla la Guerra del Pacífico). “(…) el museo a igual que otras instituciones públicas fue 30
saqueado y parte de sus colecciones, especialmente las de antigüedades prehispánicas, embarcadas a Santiago” (Ravines, 1989, p. 33)
Durante 1882 y 1905, el Museo Nacional permaneció cerrado. (…) pero fue el periodo en que se formaron los más conspicuos museos de Europa y Estados Unidos “especializados” en el Perú, miles de objetos fueron a llenar las
galerías del Museo Etnográfica de Berlín, de Museo de Pennsylvania, del Museo Americano de Historia Natural, etc. (Lumbreras, 1986, p. 123)
Reconstrucción del Museo Nacional En 1893, “se declara como monumento nacional (a través del Decreto Supremo del 27 de
abril de 1893)23 a todas las antiguas construcciones anteriores a la conquista española; se crea una Junta Conservadora; y se establecen normas para los trabajos arqueológicos, con el fin de garantizar el derecho del Estado” (Tello y Mejía, 1967, p. 47).
En el año 1901 se funda el Museo de Historia Nacional en el Palacio de la Exposición; el cual se inauguró el 29 de julio de 1906, con dos secciones: Histórica y Arqueología, bajo la dirección de Max Uhle (encargado de la última) y de Izcue (encargado de la primera). Hasta el año 1911, Uhle había logrado reunir cerca de nueve mil piezas arqueológicas en comparación de las mil que encontró al momento de un ingreso al Museo. El inicio de la pérdida de la unidad arquitectónica: la “descentralización” del museo
Entre 1915 y 1931, el Museo Nacional estuvo bajo la dirección de Luis E. Valcárcel; durante este periodo cabe señalar ciertos hechos. En 1915 Julio C. Tello renuncia a la Dirección de la Sección Arqueológica del Museo Nacional, que llevo a su clausura. En 1924, se funda el museo de Arqueología Peruana (Antiguo Museo Larco), bajo la dirección de Julio C. Tello y en 1925 se da la primera división de las colecciones arqueológicas del Museo Nacional.
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Para verificar el documento buscar en: Tello, Julio y Mejía Xesspe, Toribio (1967). Historia de los museos nacionales del Perú: 1822-1846 . Lima, Perú: Museo Nacional de Antropología y Arqueología e Instituto y Museo de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Pp. 47-48
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En el año 1931, al convertirse el Instituto de Investigaciones Antropológicas en el Museo Nacional de Antropología y Arqueología, con autonomía y legitimidad, el Museo Nacional adoptó la siguiente organización, hasta 1945: 1. Museo Nacional de Arqueología: Av. Alfonso Ugarte 650, Lima 2. Museo del Virreinato (Sección I, siglo XVI y XVII) Plaza Bolívar, antiguo Tirbunal de la Inquisición 3. Museo del Virreinato (Sección II, siglo XVIII) Quinta de Presa, Rímac 4. Museo Nacional de la Republica, Plaza Bolívar, Magdalena Vieja (Pueblo Libre) 5. Museo de Arte Italiano, Paseo de la Republica, Lima (Ravines, 1986, p. 49) Donde se puede evidenciar que a partir del siglo XX, el Museo Nacional pierde esa “unidad arquitectónica” y es representado por pequeños museos especializados, las colecciones no están
en un solo recinto para poder así analizar la historia del Perú de manera general.
El Museo en estos últimos años El proyecto Belaundista Durante el Primer gobierno de Fernando Belaunde Terry (1965- 1968) se da una especie de licitación pública para la creación del nuevo gran Museo Nacional, un museo que engrandezca al Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia que durante muchísimos años fue el referente máximo de cultura en la ciudad. En el año 1968, se conocen a los ganadores de este concurso, pero no es después de diez años que se empieza a estudiar al proyecto y ver su viabilidad. En el informe que remite Luis Guillermo al Instituto Nacional de Cultura en 1978, llega a las conclusiones de que ese proyecto era inviable, por muchos motivo, por la ubicación, la distribución, la aplicación de la museografía, etc. Muchos fueron los motivos por los cuales se desestiman un proyecto así, y queda en el aire el proyecto de la creación de un Museo Nacional
La implementación del Museo de la Nación En el año 1990, empieza su funcionamiento bajo la dirección del Dr. Fernando Cabieses Molina; quien asumió la dirección del museo dos años atrás. En ese mismo año es nombrado director, por un cortísimo periodo de tiempo, el Dr. Luis Guillermo Lumbreras y posteriormente asume el cargo Arturo Jiménez Borja hasta el año 1993. 32
En 1992: se establece que el Museo de la Nación reemplaza al Museo de la Cultura Peruana en la finalidad de exponer, conservar e investigar las manifestaciones del arte popular, así como de sus cultores, además se indica que se transfiere la colección arqueológica, y que los bienes restituidos por acciones contra el tráfico ilícito sean adjudicados al Museo de la Nación. Este recinto (San Borja)24, no fue construido en un primer momento para albergar a un museo, sino en cambio para ser un edificio administrativo en donde funcione el Ministerio de Pesquería y posteriormente el Banco de la Nación, es así como lo evidencia los materiales que se usaron para su construcción, en donde prima el concreto, el cual está presente en muchas de sus zonas como son las columnas, techo, escaleras, entrepisos, etc.El cual tuvo que sufrir un sin fin de modificaciones para poder responder a todas las necesidades museológicas y museográficas actuales. Conjuntamente en la siguiente descripción podemos señalar las características arquitectónicas: “Edificio de tendencia moderna brutalista, de estética y volumetría compleja y
armoniosa. Tiene un eje central de circulación vertical constituida por cuatro ascensores que llegan al 9no piso. Interesante espacio interior de características monumentales, así como el exterior” (UNI, 1994).
Es así como por casi 20 años se vivió una cierta estabilidad, con respecto al local que albergase al Museo Nacional, pero a partir del año 2008, cuando nuestro país se convirtió en sede de grandes foros económicos como lo son el AL-CUE y la APEC; se convirtieran – por una mala decisión política- grandes e importantes salas de exposición en las salas de reuniones para dichos eventos, despojando al Museo de sus principales herramientas museológicas, y solo condenándolo a simples muestras temporales que no llenan la demanda tanto de la museología como del público. Estos hechos hacen que se busque una nueva alternativa que pueda albergar a las piezas tanto de este museo, como de los principales de Lima, para que se forme una gran colección, una colección del Museo Nacional. Esto se espera en el MuNa de Pachacamac, que represente la consolidación de toda la historia expuesta anteriormente, ya que como podemos ver esta es muy vertiginosa y accidentada, siempre subyugada o a la decisión política o a la bonanza económica, ya que se cree que un museo es un privilegio más que una necesidad.
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Ver Mapa en anexos
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Capítulo 3: El proyecto del Nuevo Museo Nacional: Pachacamac y nuevas perspectivas
Desde que altos mandos tuvieron en mente la concretización de un Museo Nacional que centralice todos aquellos pequeños museos en la capital, se manifestaron diversas posturas frente a este proyecto que presentó irregularidades en las bases sobre las que se desarrollaría el concurso anteriormente mencionado. Estas condiciones, fueron calificadas como negativas e injustas por los jóvenes y por los más experimentados arquitectos. Además, en este capítulo, al aplicar la teoría museológica al proyecto ganador: Tawak, presentado por la arquitecta Alexia León en conjunto con José Canziani Amico, Paulo Dam Mazzi y Luis Marcial; buscamos explicar que el recinto diseñado por ellos involucra el diálogo entre los sujetos que participan en él; tal y como se demuestra en la Nueva Museología. Si bien es cierto que la locación de este monumento sorprende a muchos debido a su distante ubicación a la zona urbana de Lima, en la presente sección expondremos que la elección de Pachacamac como sede para el Nuevo Museo no es un hecho fortuito.
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Los primeros indicios del museo La ASPA y el “multifuncional museo”
Para el año 201225, el Museo de la Nación (ubicado en San Borja) había perdido en su totalidad la ambientación de las salas de exposiciones permanentes, esto venía tiempo atrás (desde el gobierno de Alan García Pérez). “(…) ya que a partir de la realización de las
importantes cumbres económicas ALC-UE y APEC (2008), el Museo de la Nación perdió su exposición permanente dedicada al Antiguo Perú, que fue desmontada con motivo de dichos eventos” (Cabanillas, 2012)
El gobierno de turno, siguiendo este ejemplo, usó estás salas ya “acostumbradas” a cumplir funciones para las cuales no fueron ni designadas ni inicialmente acondicionadas, en esa oportunidad el importantísimo evento y de indiscutible trascendencia fue la Cumbre III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes (ASPA), por la cual no solamente se usaron salas del dicho “museo”sino también se implementaron salas en la nueva
sede de la Biblioteca Nacional del Perú (ubicada también en San Borja, muy cercana al recinto del museo). Este con junto de acciones políticas evidencian que “(…) las autoridades creen que el progreso se mide sólo con el aumento de los negocios. Su visión limitada del desarrollo humano les hace creer que la ciencia, la educación y el arte pueden esperar” (Cabanillas, 2012).
Las palabras de la ministra de Cultura El 24 de julio de 2013, asume el cargo como cuarta ministra de Estado en la cartera de Cultura, la abogada Diana Álvarez-Calderón26, siendo sus primeras declaraciones: “no es tan complicado juntar a la empresa privada y al Estado para poner en valor los monumentos
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A un año, desde que el candidato a la presidencia del Perú por el periodo 2011 – 1016, Ollanta Humala Taso asumiera el mando como nuevo presidente constitucional de la República 26 Nacida en Lima, en el año 1952; estudió en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) se desenvolvió en el ámbito profesional como secretaria general del Ministerio de Justicia (2003-2006), jefa de Desarrollo Humano de la Defensoría del Pueblo (2006-2012) y asesora de la Municipalidad de Miraflores.
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arqueológicos” (El Comercio, 2013). Añadiendo estas palabras la ministra inspiraba una cierta
tranquilidad en el ámbito cultural, e incluso planteaba una revolución27: (…) al aludir a alianzas público -privadas para salvar nuestro patrimonio. Si
durante su gestión logra llevar el dicho al hecho – como su personalidad y trayectoria prometen que lo hará – puede muy bien que su paso por el Ministerio acabe siendo lo mejor que le haya sucedido en mucho tiempo a nuestro riquísimo legado monumental, además de a todos los peruanos – presentes y futuros – interesados en poder disfrutarlo en toda su belleza y extensión. (El Comercio, 2013) En una entrevista realizada a la ministra el 22 de diciembre de 2013, por el diario El Comercio, es donde esta manifiesta por primera vez el posible proyecto de construcción de un
nuevo Museo Nacional: Tenemos el proyecto para hacer el gran museo arqueológico del Perú en Pachacamac. Al presidente le fascina la idea. Él quería hacer el Museo Amazónico en Iquitos y ya conseguimos el terreno. Le dije que un museo amazónico es importante, pero falta el gran museo del Perú (Vivas, 2013) Incluso a la pregunta, Alan García tiene el teatro, Humala que tenga el Museo; a la que ella responde. “Mínimo, ¿no? [ríe]. Hay esos proyectos importantes para que no digan que el ministerio es pura filosofía (…)”(Vivas, 2013). Donde quizás denote la ambición que tiene con
respecto a los proyectos a realizar en cuestiones de cultura, pero también se puede evidenciar cierto afán de “figurar” en la historia del Perú Contemporáneo con una gran obra, pudiendo ser
incluso contraproducente para el gobierno y sobre todo para la comuna, ya que al acortar plazos o al “crear” nuevos mecanismos que en su totalidad no sean beneficiosos para el desarrollo del
proyecto, llevará a su aplazamiento, encarecimiento e incluso a tener que asumir sobrecostos no considerados.
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Que hasta el día de hoy d e manera “parcial”, ya que en muchos aspectos aún tiene mucho que mejorar especialmente en los Concurso de Ideas, lo va logrando con campañas de concientización, con reconocimientos públicos, rápidas acciones como con el caso de las Líneas de Nazca y Greenpeace, etc.
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El nuevo museo: el inicio de una polémica La Carta de Cooper Frederick Cooper Llosa, decano de la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), denunció ciertas irregularidades en la realización de determinado proyecto; calificando al proyecto como que su realización había sido por medio de un “encargo directo” (sin un concurso público). Por lo que en la carta que presentó a la
Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) redactó: La carta busca exigir a las autoridades correspondientes -Presidente de la República, al Primer Ministro y a los Ministros de Cultura y de Vivienda- la adjudicación del proyecto del futuro Museo Nacional de Arqueología a través de un concurso público de proyectos con participación de jurados irreprochables y de la más alta competencia, capaz de calificar un concurso de dicha altura: “El Nuevo 28
Gran Museo Arqueológico de Perú” (Cooper, 2014)
La Respuesta del Ministerio Días después (aproximadamente a mitad del mes de mayo) en la página web del diario El Comercio donde a manera de respuesta se escribe en un artículo. “ Fuentes del Ministerio de
Cultura dijeron que ni el diseño ni la obra han sido definidos y que, si bien para la construcción debe haber una licitación, no hay una base legal que exija hacer lo mismo con el diseño” (El
Comercio, 2014a). Lamentablemente en este tipo de publicaciones puede inferirse muchas cosas, en el peor de los casos se puede llegar a la conclusión de que el hecho que tenga una licitación solo fuese un pretexto para que el diseño que se considere más adecuado gané sin ninguna objeción, pero este tipo de conclusiones solo llegan a ser especulaciones pero que de alguna manera si pueden afectar la viabilidad del proceso, hubiera sido bueno que algún funcionario del
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Carta pública. Véase la carta completa en: Cooper, Frederick (2014). Petición de concurso público de proyectos para el nuevo Museo Nacional en Pachacamac. Recolección de firmas. Lima, Perú. Facebook. Recuperado de https://www.facebook.com/notes/bit%C3%A1cora-arquitectura-peruana/petici%C3%B3n-de-concursop%C3%BAblico-de-proyectos-para-el-nuevo-museo-nacional-en-pachac/846453788704804 [Ver Anexos]
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ministerio, al leer esa nota saliese a desmentirla y desvirtuarla categóricamente para garantizar la transparencia del proceso que estaba a puertas de realizarse.
Concurso de ideas de Arquitectura para el Museo Nacional del Perú El lanzamiento del concurso El día 29 de mayo del presente año, se oficializó el lanzamiento del Concurso de ideas de Arquitectura para el Museo Nacional del Perú. Este hecho llegó a significar la primera piedra en la real consolidación de un edificio que represente al proceso histórico de un país: (…) ya que el Museo Nacional del Perú será el eje emblemátic o de los museos del
Perú y reflejará la importancia y trascendencia de nuestro patrimonio cultural en la economía, cultura y vida social del país, siendo además una necesidad largamente postergada para una nación que es también uno de los centros de desarrollo de las civilizaciones del mundo (Ministerio de Cultura, 2014a)29 El objetivo principal de este concurso es, “(…) recoger ideas para la elaboración del
anteproyecto del museo que albergará a las principales colecciones de piezas prehispánicas del Perú” (El Peruano, 2014). Este objetivo se precisa de mejor manera en el Art. n° 1 de la
Resolución Ministerial N° 173-2014-MC, titulada Oficializan “Concurso de Ideas de Arquitectura para el Museo Nacional del Perú”, que detalla:
Artículo n° 1: Oficializar el “Concurso de Ideas de Arquitectura para el Museo Nacional del Perú” que permitirá obtener iniciativas y propuestas de pre
anteproyectos arquitectónicos relacionados con el diseño de la infraestructura que albergará al Museo Nacional del Perú. (Ministerio de Cultura, 2014a) En resumen, este concurso tiene por finalidad la elección del diseño, y en base a esto crear el anteproyecto que entrará en licitación; la cual tendrá como única finalidad la elección de la empresa que la construirá mas no diseñará el museo; y que intenta poner en relevancia la importancia del diseño sobre los costos. 29
Resolución Ministerial N° 173-2014-MC, que se encuentra en el diario El Peruano, en la sección NORMAS LEGALES, del día 30 de mayo de 2014. [Ver Referencias]
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Lamentablemente este concurso se lanzó inmerso en una polémica, ya que la carta de Cooper, tuvo un gran impacto en este proceso, y se dejaba entrever que este concurso solo era una especie de “espejismo”
sobre el cual ya existía un diseño ganador, pero este tipo de
inferencias sobre llegan a ser consideradas simples especulaciones.
El Concurso: polémicas bases y los resultados A pesar de hacer pública la invitación a la participación en este proyecto, las condiciones para la elección del plan de construcción del Nuevo Museo eran absurdas para muchos de los jóvenes arquitectos ya que se solicitaba una colegiatura mínima de 10 años, requisito que discriminaba a un grupo considerable. Ante tal disconformidad: El arquitecto Adolfo Córdova envía una carta de reclamo al CAP. En esta misiva, el arquitecto con gran precisión indica la falta de intervención del Colegio de Arquitectos
y las irregularidades del concurso (varias). Esta carta no fue
respondida por el CAP, confirmando la desidia y la falta de ética en su actitud y proceder. (Fernando Freire Forga, 2014) Paralelamente, en esta misma carta el arquitecto Adolfo Córdova, plantea una cierta posibilidad, para modificar este punto de las bases: Se exige una colegiatura no menor de 10 años. Si bien esto busca experiencia profesional, discrimina a los jóvenes talentosos. En el concurso para el Centro Cívico, por ejemplo, se exigió que al menos un miembro de cada equipo tuviera 10 años de colegiatura, lo que permitía la participación de arquitectos jóvenes (Córdova, 2014) Denotando las múltiples opciones, para poder resarcir, a nuestro parecer este gran error, como los es; solo considerar a los arquitectos con 10 años a más de colegiatura, donde sí; se puede fundamentar una cierta exclusión de grandes pero jóvenes mentes. Un punto que indignó a los profesionales fue que el tiempo establecido para la recepción de proyecto era muy corto (1 mes), otra razón fue que el ganador no recibirá honorarios sino solo reconocimiento público (cuestión que indignó de sobremanera a un gran porcentaje de 39
arquitectos peruanos, renunciando a participar ) y finalmente, al ser un concurso de ideas y no un anteproyecto30, los planos del participante ganador perdería la autoría, pudiendo ser modificado en cualquier momento para cualquier otro plan. La ministra Diana Álvarez-Calderón, anunció a los arquitectos que formarían parte del jurado en donde encontramos, encabezado por Emilio Soyer Nash, a Susel Biondi Paredes, Óscar Francisco Borasino Peschiera, Reynaldo Ledgard Parro y Sigfrido Herráez Rodríguez. Este último personaje es un arquitecto español que presenta una cuestionable trayectoria ya que “facilitó las licitaciones para la construcción de edificios públicos a empresas constructoras
(donde actualmente labora) y otras que son propiedad de su esposa, cuando fue concejal del Ayuntamiento de Madrid”. (Exitosa, 2014)
Tras presentarse más de un centenar de arquitectos, luego de seleccionar 30 trabajos; el proyecto ganador fue el de Alexia León, quedando en segundo lugar Juan Carlos Doblado y el tercer y cuarto lugar recibieron una mención honrosa. Juan Carlos Domeneck y Ronald Moreira Vizcarra fueron, respectivamente lo últimos premiados. El proyecto ganador supero a sus rivales por destacar en los valiosos aportes estéticos. Por lo que el presidente del jurado, “resaltó el adecuado empleo que hace esta iniciativa del
volumen, que se relaciona tanto con el santuario arqueológico de Pachacamac como con el cer cano litoral”. (
, 2014b)
Paulo Dam, José Canziani y Luis Marcial, colaboradores de Alexia León, afirman que fue todo un reto idear un museo cuyo diseño arquitectónico sea sencillo pero que, al mismo tiempo, pueda cumplir con múltiples funciones. Así, el futuro Museo Nacional del Perú no solo tendrá como objetivo la exposición de material prehispánico, sino que también se enfocará en la conservación del patrimonio y en estudiarlo. Paulo Dam (2014)31 agrega que el nuevo Museo Nacional sería “(…) un museo único en el país, que te permitirá ver el stock de piezas
arqueológicas y saber cómo fue el proceso desde el hallazgo, pasando por la conservación,
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Un concurso de ideas es aquel en el que un grupo de participantes, tras exponer sus propuestas pasan por una calificación por parte de un jurado. Mientras que en un anteproyecto, se realiza un esquema a partir de un proyecto. 31 Entrevista realizada por Puntoedu de la Pontificia Universidad Católica del Perú. [Ver referencias]
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recuperación, hasta la exposición del material”. Donde se detalla el mega-proyecto en un plano
teórico y con mucha esperanza que en el plano práctico se logre a plenitud. Antes del nuevo concurso, hay que recordar que ya existía un proyecto de Museo (Arquitectos Julio Gianella y Enrique Alegre), un terreno y hasta obras preliminares iniciadas en el segundo gobierno de Belaúnde. ¿Quién ha liquidado ese proyecto? ¿Por qué razones? ¿Quién y con qué criterios ha elegido la nueva ubicación? ¿Cuáles son los sobre costos y riesgos de dicha ubicación (humedad, tsunami…)? Recordemos además el Museo de la Nación promovido por la desbordante megalomanía de Alan García reciclando el Ministerio de Pesquería, proyecto auto devaluado desde su origen.
Análisis de los resultados: La Museología presente en este proyecto El Ministerio de Cultura premió oficialmente a cuatro de los treinta proyectos que competían en el concurso de ideas, dentro de los cuales se incluyeron las dos menciones honrosas para Juan Carlos Domenack Lentzkow y Ronald Moreyra Vizcarra, el segundo premio para Juan Carlos Doblado y finalmente el primer puesto para la arquitecta Alexia León Angell. Se ha culminado pues un periodo de largos anhelos: “contar con un espacio emblemático, a la altura del patrimonio cultural de nuestro país” (Diario 16, 2014). Con la proclamación del
proyecto ganador se abren nuevas interrogantes acerca del futuro de la tradición museológica y las nuevas concepciones en nuestro país ¿Es este nuevo Museo Nacional la realización de las nuevas concepciones museológicas que se vienen aplicando desde la mitad del S. XX? ¿En qué medidas este nuevo museo involucra los conceptos esenciales de identidad, patrimonio y cultura en beneficio de la comunidad? ¿Es el sitio arqueológico de Pachacamac el más idóneo para asentar a este gran museo de 15.000 metros cuadrados? El debate – aunque reciente – tiene la promesa de ser extenso, especialmente acerca de la ubicación del nuevo museo en Pachacamac. La historiadora Roxanne Chessman (2014) criticó la futura ubicación del museo argumentando. “que colocando toneladas de concreto dentro del sitio arqueológico, lo único que conseguirían seria arruinar sus templos y subordinar visualmente la zona arqueológica, alterando su conjunto”. El proyecto de Alexia Leon - que tuvo como
colaboradores a los arquitectos José Canziani Amico, Paulo Dam Mazzi y Luis Marcial, así como el equipo de León de Lima Arquitectos – destacó en la ceremonia por sus aportes estéticos, 41
así como su adecuado empleo del espacio que establece relación con el Santuario de Pachacamac y el paisaje. El jurado enfatizó que la estructura cuadrada del edificio se integra al contexto sin competir con el sitio arqueológico y que el diseño evoca a las canchas de la arquitectura inca. Esta polémica solo puede ser respondida dentro de la llamada nueva ciencia del museo o Nueva Museología y en su aplicación dentro de este proyecto.
Jean-Moulin de Lyon (citado en Fernández, 1999), dentro de su concepción del museo 32
como una imagen idolatrada del hombre , identifica como apartado esencial “La identificación del hombre con su cultura” (p. 100). Gracias al descubrimiento del patrimonio por parte de la
comunidad se ha estimulado la conciencia de estos bienes mediante la exposición de contenidos cercanos a los intereses de los vecinos naturales del entorno físico y espiritual del museo, en el sentido de poder explicar y reflejar mediante esa realidad la cultura de sus habitantes. Los intelectuales de la nueva museología defienden que un museo es una reflexión del hombre y su accionar, de su natural, cultural y medio ambiente-social. Sobre la realidad y evolución de los museos, así como sus nuevas concepciones, Marc Maure (citado en Fernández, 1999) propone: (…) un sistema abierto e interactivo (…) supone la utilización de un nuevo
modelo de trabajo museístico. No se trata ya de un proceso donde las operaciones de recolección, preservación y difusión son efectuadas en el museo, constituyendo un mundo en parte aislado de la sociedad (p. 107) Se distinguen de esta manera dos tipos de museos: el tradicional y el nuevo museo. 1° Museo tradicional: que involucra un mundo separado de la sociedad y de carácter lineal. 2° Nuevo Museo: con la función principal de involucrar el diálogo entre sujetos, fundamentado en la participación activa de los miembros de una determinada comunidad.
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Donde resalta que el acceso a la cultura y la civilización se hace por el sesgo de una doble identificación: la identificación del hombre con su cultura y la identificación de cada individuo con el hombre universal.
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Se puede identificar al nuevo Museo Nacional dentro del segundo tipo. Al ubicarse en un monumento histórico, el futuro museo conectará este espacio con la sociedad, involucrándola activamente en ella. La función esencial del nuevo museo es constituirse en un instrumento de desarrollo sociocultural al servicio de una comunidad
concreta dentro de una situación
democrática. El nuevo Museo de Pachacamac pretende ser al mismo tiempo una expresión de la comunidad y un instrumento a su servicio, creándose de esta manera un rol en la educación y de la actividad cultural.
La propuesta Tawak, el boceto del MuNa Tawak, es el seudónimo que le dio Alexia León a su proyecto, quien se convirtió en ganador en el Concurso de ideas de Arquitectura para el Museo Nacional del Perú (MuNa). Sabemos que el museo siempre ha desempeñado un rol social y esto es exactamente lo que busca el proyecto de Alexia León: el de unir tanto cultura como patrimonio en un solo espacio. La unión del sitio arqueológico de Pachacamac y el Nuevo Museo Nacional forman parte de un proyecto de identidad, un proyecto de identificación del hombre con su cultura. Enrique Planas (2014) sostiene que. “(…) el proyecto ganador (…), el nuevo MuNa está concebido como un puente cultural que sostiene dos mundo: el mundo subterráneo del pasado formado por las colecciones arqueológicas y el mundo terrenal de la vida pública contemporánea” (p. 10)
La finalidad primera de este museo es la renovación de la museología en el Perú, y ponernos a la par de todas las instituciones museológicas contemporáneas y poder así comparar a nuestros museos con el Louvre o el British Museum. Para cumplir este fin la ministra Diana Álvarez-Calderón (2014) detalla: Lo que estamos pensando con la construcción de este museo, no es solamente en espacios para mostrar las piezas, sino también en la creación de almacenes apropiadamente armados para ese fin y un centro de investigaciones que sirvan para restaurar, conservar.
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Ya que con la gran cantidad de piezas arqueológicas, artísticas, históricas, plásticas, escultóricas, etc., representa un fondo museológico de gran importancia y trascendencia mundial; lamentablemente el Perú en toda su historia no ha sabido darle la significación que se merece y tampoco poder exponerlo y preservarlo de la mejor manera; este gran problema intentara ser resarcido con el MuNa, ya que como lo plantea la ministra Álvarez-Calderón (2014): (…) lo que nosotros tenemos para mostrar en cuanto a cultura en el Perú (...),
nosotros tenemos unas colecciones realmente impresionantes y queremos dotar a e este museo de esas salas espectaculares que luzcan eso espectacular que tenemos nosotros aquí en el Perú El Nuevo Museo busca ser el gran centro cultural de nuestro país, y porque no del mundo; para poder así mostrar, valorar, preservar y admirar por mucho tiempo más nuestra imponente cultura e identidad.
El Carácter del Museo Nacional del Perú. El Nuevo Museo Nacional del Perú será de una temática prehispánica o precolombina, donde se exalte la importancia de nuestro milenario pasado, como lo fueron las altas culturas y sobre todo la imponente civilización inca, en la siguiente cita se resume lo que pasaría con los principales museos de la actualidad (basándonos en únicamente la temática) con respecto al nuevo museo: En el Ministerio de Cultura planea que el Museo Nacional del Perú reúna todas las piezas precolombinas de otros museos. De ser así, el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, en Pueblo Libre, podría convertirse en uno de historia colonial y republicana (El Comercio, 2014b) Puede ser punto de muchas críticas, pero hay algo irrefutable: La arqueología extiende la historia de las naciones más allá de los tiempos que dan a conocer los testimonios escritos y la tradición oral; aclarando la noche del origen de los pueblos, da entrada en la historia general a naciones que ignoran la diferencia del símbolo y de la verdad histórica; y este es el caso del Perú, (…) la arqueología nos hace penetrar en el interior, en el fondo de la vida; nos enseña a 44
conocer las costumbres, los usos, los trajes y las creencias de los antiguos; nos los hace visibles trasportando nuestra imaginación, al medio de las sociedades que ya no existen. Los elementos que sirven de datos irrecusables para esta reconstrucción de un pasado siempre interesante, constituye por lo tanto una verdadera riqueza. (Ravines, 1989, pp. 35-36) Esta concepción de arqueología es muy completa, pero hay una cierta crítica, que es aceptable desde cualquier ángulo, el MuNa representa la historia de la cultura del Perú, y la arqueología solamente trae a colación la historia ágrafa del Perú, y se siente que en este museo no se está tomando en cuenta a la Colonia y Republica, periodos controversiales pero que también conforman el imaginario nacional; sino se relega a otros museos como lo es el Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia; que muy pronto solo albergará colecciones coloniales o republicanas. Sería buena una integración de dichas colecciones en el MuNa.
El porqué de un concurso de ideas. Uno de los puntos que causaron polémica en el concurso fue la ausencia de una remuneración por el proyecto, esta falencia se puede enmarcar en la tipología del concurso de ideas el cual solo se centra en el diseño, y la posterior remuneración se dará una vez terminado el anteproyecto y la licitación. Esto se debe para garantizar la calidad del proyecto y no solo centrarse en el lado económico, que muchas veces en este tipo de proyectos empobrece el resultado final. Con respecto a esto el arquitecto Jorge Orrego precisó: (…) que en los concursos públicos que hace el Estado para construir algún
edificio las propuestas ganan si son más baratas y no se considera el diseño, por lo que realizar este concurso de ideas era la única forma de incluir un proyecto arquitectónico de calidad en el proceso (Acosta, 2014)
Consideraciones para declarar ganador al proyecto Tawak En la siguiente cita se expondrá de manera global las principales consideraciones por la cual fue declarado ganador el proyecto de Alexia León. Enrique Bonilla Di Tolla (2014) señala: (…) la adecuación de la propuesta al contexto, poniendo en valor el lugar y
respetando el sitio arqueológico; la calidad arquitectónica de la propuesta (grado 45
de innovación, expresión formal, comprensión de los valores culturales, presencia y representatividad de la intervención arquitectónica); originalidad de la propuesta y cualidad genérica del edificio para construirse como un ejemplo de arquitectura pública. Asimismo fueron factores a tomarse en cuenta: la viabilidad técnica, económica y funcionalidad de la propuesta. (p. 34) Donde se rescata la protección del patrimonio, la preservación en entero del complejo arqueológico, la difusión de los valores culturales y más que todo la función educadora que este museo tendrá, es decir que cumpla con todos los requisitos y características de la nueva museología que es tan positiva en estos nuevos centros culturales.
Pachacamac: el sitio idóneo para este proyecto Durante la realización del Concurso de ideas de Arquitectura para el Museo Nacional del Perú, uno de los ejes de gran controversia fue la ubicación, muchos estaban a favor pero muchos otros estaban en contra de que Pachacamac fuese el sitio ideal para la construcción de una estructura como lo será el MuNa. Desde nuestro punto de vista, estamos completamente a favor de que la realización de este proyecto se diese en un complejo arqueológico de gran envergadura como lo es Pachacamac. El principal problema hacia este tema es que un museo arruinaría la armonía estética pero a la vez destruiría el complejo, para responder a esta interrogante; se prepara un diseño preliminar como lo ha hecho el Concurso de Ideas de Arquitectura para el Museo Nacional del Perú, y en base a este se crea el anteproyecto para poder así tener la certeza de que la armonía y la seguridad no será afectada de ninguna manera, más aún cuando la cabeza de este proyecto es el organismo gubernamental que vela por la seguridad de este tipo de complejos como lo es el Ministerio de Cultura. L a trascendencia de Pachacamac en l a historia del Perú
Pachacamac no solo representa un gran complejo arquitectónico y arqueológico, sino que las historias y culturas que encierran son impresionantes. La siguiente cita resume lo que significó Pachacamac en los tiempos milenarios y el porqué es tan importante en nuestra ciudad.
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Pachacamac es uno de los monumentos religiosos más importantes del Perú antiguo. Este santuario comenzó a ser construido durante la vigencia de la cultura Lima, a comienzos de nuestra era. Continuó sus funciones hasta la llegada de los españoles en 1532 gracias a sus significativos poderes. Pachacamac era el Señor de los Temblores y además un poderos oráculo que al prever el futuro lo guiaba. Después de la caída del Tahuantinsuyo, el santuario cayo rápidamente en el abandono (…) había sido un lugar sagrado altamente venerado durante más de mil
quinientos años. Los tremendos sucesos de a conquista destruyeron devociones milenarias, aunque las angustias y esperanzas religiosas de los pobladores andinos se hayan sintetizados en nuevas creencias y cultos. (Rostworowski y Zapata, 2002, pp. 11-12) Pachacamac fue la principal huaca de la costa central del Perú, allí llegaban las grandes peregrinaciones, siendo la primera “oficial” la que realizó Pachacutec, luego Túpac Yupanqui
quien mandó a edificar el Templo al Sol, demostrando el gran respeto que se le tiene al oráculo mayor de los andes. Pero a través de la religión representó: Un aspecto importante de las relaciones sociales y económicas en los Andes, ya que a través de las peregrinaciones religiosas; se mantenían las relaciones de complementariedad entre grupos situados en zonas distintas, en el contexto de una sociedad sin mercado; ayudaban a la circulación e intercambio de bienes. (Rostworowski y Zapata, 2002, p. 40)
Estructura del MuNa: aproximaciones Siguiendo la nueva museología, el MuNa representa el nuevo centro cultural del país, ya que con una inversión de 300 millones de soles, monto en donde se incluye el diseño, construcción y museografía contará con: (…) espacios climatizados, especialmente urgentes para la conservación de
textiles prehispánicos. Acogerá también el Instituto Nacional de Investigación en Patrimonio, abierto a los investigadores locales. Contempla un centro para actividades culturales contemporáneas, una gran zona gastronómica y un centro interactivo para niños relacionados con la arqueología. En los pisos superiores 47
operará la dirección del Sistema Nacional de Museos, entidad que se encargará del registro, conservación, acción pedagógica y museografía del patrimonio cultural del país, la cual se encargará de conducir el flamante MuNa (Planas, 2014, p. 10) Esa cita demuestra, el dinamismo con el que se desarrollará el MuNa, para así convertirlo en un museo “vivo”, que tenga una gran trascendencia en nuestra historia, que sea reconocido
tanto por su gran administración como por su propuesta museología. Se espera que se cumplan todas las expectativas que se tejen alrededor de este proyecto, para poder así reivindicar al museo y museología peruana.
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Conclusiones 1. En la presente investigación se ha tratado de demostrar el impacto de la Nueva Museología en la futura construcción del MuNa. Se han considerado las principales ideas de los intelectuales de la nueva ciencia del museo, como también los nuevos avances con respecto a la técnica museográfica. Considerando su ubicación en un monumento histórico, el futuro museo servirá como un puente entre cultura y sociedad, involucrándola activamente en ella. Como se mencionó anteriormente, la función esencial del nuevo museo es constituirse en un instrumento de desarrollo sociocultural al servicio de una comunidad concreta dentro de una situación de democracia cultural. La consideración del entorno, la forma de presentación al público y el fin social como característica esencial, imponiendo un desarrollo cultural y educativo que involucre de manera activa y dinámica a la comunidad, para que esta se sienta identificada con su cultura y patrimonio son las principales características que esta nueva institución peruana se dispone a tener, dejando de lado el antiguo concepto de museo como un edificio cerrado a la sociedad. Dentro de este análisis de valoración del MuNa, es necesario hacer una crítica al contenido del museo, que se caracterizara por contener restos arqueológicos de nuestro territorio, destinándose otras manifestaciones artísticas u elementos de otras épocas (como por ejemplo arte colonial) a otras instituciones, como por ejemplo el museo de Pueblo Libre. Consideramos que el nombre “Museo Nacional” evoca una necesidad de integrar al hombre
con todos los contenidos de su comunidad; y en el caso de un país multicultural y megadiverso como el Perú, es necesario exponer una gran variedad de manifestaciones artísticas para, de esta manera, identificar el hombre, comprometerlo activamente en la preservación de su patrimonio y fortalecer su conciencia nacional. 2. Después del análisis de la historia del Museo Nacional, se puede llegar a la conclusión que si existió una cierta preocupación por la cultura y la educación de la población por una parte de los políticos e intelectuales que vivieron en el Perú durante el periodo republicano y se 49
inmiscuyeron en la lucha por establecer un museo digno. Pero también se puede inferir que otra gran parte, el “grueso” de la población y ari stocracia limeña; no le importa la cultura, ni
tampoco le importa buscar nuevos conocimientos ni reconocer su identidad cultural, por ende se tiene en el olvido la protección al patrimonio, la valoración a los museos y sobre todo no se le da a la cultura la importancia que es debida, mejor ejemplificación que el Museo Nacional, con sus innumerables locales, la falta de apoyo económico y el olvido hacia este; no se va a encontrar. 3. Luego de haber esclarecido el origen del museo, sus elementos y la ciencia que se encarga de su estudio; podemos comprender que la teoría museológica, se desarrolla a partir de la revaluación del patrimonio que promueve la investigación, haciendo posible la ampliación de horizontes de conocimiento en relación al desenvolvimiento del hombre en su comunidad y por consiguiente, la existencia de publicaciones científicas sobre estos estudios. Para nosotros, la relación entre la museología y el Nuevo Museo Nacional nos permite identificar la realidad del nuevo proyecto, la viabilidad que este presenta y la adaptación que tendrá en nuestra sociedad.
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Anexos I Carta Pública redactada por Frederick Cooper Petición de concurso público de proyectos para el nuevo Museo Nacional en Pachacamac. Recolección de firmas. Compartimos la carta abierta redactada por el Arq. Frederick Cooper junto a un grupo de reconocidos arquitectos peruanos, sobre el nuevo Museo Nacional de Arqueología en Pachacámac, proyecto que se ha encargado directamente sin concurso público de arquitectura. La carta busca exigir a las autoridades correspondientes -Presidente de la República, al Primer Ministro y a los Ministros de Cultura y de Vivienda- la adjudicación del proyecto del futuro Museo Nacional de Arqueología a través de un concurso público de proyectos con participación de jurados irreprochables y de la más alta competencia. Puedes suscribir la petición con tu firma como comentario al pie de esta nota: nombre completo y documento de identidad. ¡Firma y difunde! MUSEO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA La señora Ministra de Cultura Diana Álvarez Calderón, a través de unas declaraciones formuladas en días pasados a un medio de comunicación, corroboró lo que era un rumor a voces que había venido circulando en torno a SU Ministerio desde hace varios meses. Que el Ministerio de Vivienda, a solicitud del Ministerio de Cultura y con el beneplácito y anuencia de las más altas autoridades del país, va a construir un nuevo Museo Nacional de Arqueología en Pachacámac de inmediato, con la intención de ver si puede el Presidente Ollanta Humala inaugurar la obra antes de que concluya su mandato, es decir, llevarlo a cabo en el inverosímil plazo de dos años. Si bien es incuestionable la sana intención de llevar a cabo una obra cultural de esta importancia, resulta escandaloso que se realice por encargo directo, vale decir, no a través de un concurso público de proyectos de arquitectura abierto a todos los arquitectos peruanos y, si se quisiera, incluyendo la invitación a distinguidos proyectistas extranjeros. Para un Estado cuyos gobiernos en los últimos años se regodean proclamando sus convicciones democráticas, el que se decida llevar a cabo un edificio tan significativo, y emblemático de nuestra nacionalidad demuestra no sólo una actitud absolutamente contradictoria con esas pretensiones democráticas, sino su 51
persistencia en obviar una práctica - la de los concursos públicos para los proyectos de arquitectura de obras gubernamentales y edificios privados significativos – que en la actualidad es de uso común internacionalmente. No sólo en los países desarrollados, también en la gran mayoría de los latinoamericanos, actualmente es inconcebible llevar a cabo un edificio público importante que no sea adjudicado mediante concurso público de proyectos. No sólo se presta esta anacrónica y arbitraria práctica a desdeñar el ejercicio de una profesión que no sólo modela las ciudades, si no que provee la imagen contemporánea de nuestra identidad cultural. El mismo hecho que una obra de esta importancia y envergadura haya sido concedida y orientada en secreto, y que los arquitectos peruanos y la ciudadanía en general debamos enterarnos de una decisión de tanta trascendencia subrepticiamente, para luego verla corroborada dentro de una entrevista que trata múltiples asuntos, no solo refleja lo poco transparente de la acción pública también en el ámbito de la cultura, sino la persistencia de un anacronismo e ignorancia lamentable respecto al valor de la arquitectura como medio sustancial de identificación de nuestra situación cultural contemporánea. No es verdad, como aducen con frecuencia los gobiernos, que concursar edificios representa necesariamente un perjudicial alargamiento de sus plazos de ejecución y un incremento de sus costos. Recientemente, dos obras de indiscutible trascendencia nacional y cultural han sido adjudicadas mediante concursos públicos, con la participación de jurados internacionales del más alto rango y con la absoluta prescindencia de la intervención de sus propietarios o funcionarios en la elección de sus autores. Ambos edificios, el del Lugar de la Memoria y el de la sede de la Universidad UTEC, son actualmente realidades plenamente tangibles. La reincidencia en esta malhadada costumbre se observa igualmente en el anuncio de que el gobierno construirá un Centro de Convenciones igualmente adjudicado a una empresa extranjera sin el requisitorio de un concurso público. Los suscritos exigimos a las autoridades del gobierno al Presidente de la República, al Primer Ministro y a los Ministros de Cultura y de Vivienda la adjudicación del proyecto del futuro Museo Nacional de Arqueología a través de un concurso público con participación de jurados irreprochables y de la más alta competencia. Lima, 22 de abril del 2014 Siguen firmas
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