El poder curativo de la mente Larry Dossey Introducción Nunca olvidaré a una mujer que se acercó a mí, temblando, llorando y casi sin poder hablar por la ira. Acababa de regresar de la unidad de cuidado intensivo de mi hospital, donde su madre, una paciente mía, se estaba muriendo. Su madre estaba inconsciente y con varios aparatos que la mantenían viva, pero nada funcionaba. A la hija le habían prohibido que siguiera al lado de la madre porque las horas de visita habían terminado; le dijeron que prolongar la visita no era “política del hospital” y sería “contraproducente”. Esa noche su madre murió sola. El haber sido separada de su madre moribunda m oribunda le había parecido a esta mujer un acto de vileza. Maldecía a toda la medicina moderna, no solo por su ineficacia, sino también por su insensibilidad. Se encontraba resentida hacia un sistema que, para ella, ni servía ni se preocupaba. Esta experiencia experiencia recoge muchas de las razones por las que actualmente la gente acusa a la medicina moderna de inhumana, distante, fría, indiferente, i ndiferente, demasiado mecánica y técnica, costosa y demasiado heroica, además de que casi nunca actúa a tiempo. Cuando la medicina falla y los pacientes y familiares se sienten llenos de decepción y dolor, no les alivia recordarles los éxitos de la medicina. Para ellos, solo el momento inmediato es real. ¿Cuándo cambiará la medicina? La pregunta no es cuándo o si lo hará, sino en qué dirección y hasta qué grado. La medicina siempre ha cambiado; históricamente históricamente ha sido una de las fuerzas más dinámicas de la cultura humana, y en la actualidad no es diferente. Hoy en día, la ciencia c iencia médica resuena con nuevos avances. La decodificación del genoma humano está casi terminada, lo cual pondrá al descubierto el libro de nuestro ADN y hará posibles terapias inimaginables. Se está planeando la manipulación genética y la transferencia de ADN de un individuo a otro; los investigadores pronostican la desaparición de muchas enfermedades g enéticas. Continúan apareciendo apareciendo nuevos procedimientos quirúrgicos, así como nuevos fármacos. Los avances en el trasplante de órganos marchan vertiginosamente. La lista de los nuevos avances crece día a día. Sin embargo, a pesar de estas encantadoras encantadoras palabras, cuando la gente se enfrenta verdaderamente verdaderamente con “el sistema”, frecuentemente se decepciona, como sucedió con la hija de mi paciente moribunda. El motivo principal no es que la gente enferme, y ni siquiera que muera. El problema fundamental es percatarse de que algo esencial ha sido excluido de la medicina moderna: la mente humana y su función en la cura. c ura. Este elemento ausente ha dejado un profundo hueco que los ade lantos técnicos más deslumbrantes deslumbrantes nunca nu nca llenarán.
¿Acaso no se ha aclarado la función de la mente en la cura? Hoy en día todo el mundo sabe que la conciencia es un factor que influye en la salud. Un ejército de psicólogos y psiquiatras están dispuestos a enseñarnos cómo moldear la mente de manera más sana, y el manejo del estrés se ha convertido en una industria en crecimiento. Aun así, no se ha colocado a la mente en el puesto que merece. *****