COMUNIDAD INDÍGENA WAYUU El territorio wayuu es compartido por dos estados nacionales; Colombia y Venezuela.
Otros nombres Ubicación
Guajiros o Goajiros (en castellano)
Península de la Guajira: Guajira:
Colombia (
La Guajira) Guajira)
Venezuela (
Zulia)) Zulia
Ubicación de la etnia
Población total
500.000 habitantes. Venezuela:
293.777 hab. (censo 2001)
Colombia:
144.003 hab. (censo 1997)
Idioma
Wayuunaiki o guajiro (en castellano castellano))
Etnias relacionadas
Cocinas, Paraujanos, Guanebucanes
1
INTRODUCCIÓN
Los Wayuu no se distribuyen de manera uniforme en su territorio tradicional. La densidad de población en los alrededores de Nazareth, por ejemplo, es mayor que en las otras áreas de la península. Otras zonas de alta densidad de población guajira están ubicadas en los alrededores de Uribia, la Serranía de Jala'ala y en las sabanas de Wopu'müin, en los municipios de Maicao y Manaure.
La distribución demográfica de los Wayuu en la península está íntimamente relacionada con los cambios estacionales; durante la estación seca muchos Wayuu buscan trabajo en Maracaibo o en otras ciudades o pueblos, pero cuando llegan las lluvias un gran número de ellos retorna a sus casas.
Los Wayuu se refieren a sí mismos simplemente como Wayuu. Usan el término Kusina para denominar a otros grupos indígenas y el término Alijuna para designar al blanco y, más generalmente, a toda persona que no sea Wayuu. Los indígenas rechazan la interpretación de Wayuu como indio. Prefieren traducir Wayuu por persona o gente, mientras traducen Alijuna como "civilizado" y Kusina como indio.¨ (Vergara, 1987).
2
INTRODUCCIÓN
Los Wayuu no se distribuyen de manera uniforme en su territorio tradicional. La densidad de población en los alrededores de Nazareth, por ejemplo, es mayor que en las otras áreas de la península. Otras zonas de alta densidad de población guajira están ubicadas en los alrededores de Uribia, la Serranía de Jala'ala y en las sabanas de Wopu'müin, en los municipios de Maicao y Manaure.
La distribución demográfica de los Wayuu en la península está íntimamente relacionada con los cambios estacionales; durante la estación seca muchos Wayuu buscan trabajo en Maracaibo o en otras ciudades o pueblos, pero cuando llegan las lluvias un gran número de ellos retorna a sus casas.
Los Wayuu se refieren a sí mismos simplemente como Wayuu. Usan el término Kusina para denominar a otros grupos indígenas y el término Alijuna para designar al blanco y, más generalmente, a toda persona que no sea Wayuu. Los indígenas rechazan la interpretación de Wayuu como indio. Prefieren traducir Wayuu por persona o gente, mientras traducen Alijuna como "civilizado" y Kusina como indio.¨ (Vergara, 1987).
2
OBJETIVO
Conocer la cultura Wayuu, su historia, población, economía, organización social y política, ubicación geográfica, economía y modo de vida.
3
COMUNIDAD INDÍGENA WAYUU Historia El pueblo Wayuu es uno de los pueblos arawak que, como una gran corriente migratoria, se desplazaron tanto por la Amazonía, como hacia las Antillas, a donde llegaron hacia el 150 a. C.
Hacían parte de sus costumbres ancestrales, la caza, pesca y recolección, así como la horticultura, donde ella era posible, al sur de la península o en otros lugares con un ambiente menos desértico que el actual. La vivienda era comunal, en forma de maloca.
Aunque el contacto con los conquistadores europeos data del siglo XVI, los Wayuu no fueron conquistados sino hasta muy tardíamente, después de la independencia de Colombia y Venezuela. En esto influyó tanto la resistencia indígena, como las duras condiciones ambientales del desierto, que sirvió como refugio a los Wayuu.
La intervención europea supuso sin embargo la pérdida de tierras agrícolas y áreas de caza, que los Wayuu compensaron con el pastoreo de especies introducidas, especialmente las cabras y, en menor medida, bovinos. Conflictos frecuentes ocurrieron por la política de los europeos de controlar la pesca de perlas. Luego, aprovechando los enfrentamientos entre españoles, holandeses e ingleses, fueron capaces de desarrollar una actividad comercial intensa, que ampliaron durante el período republicano.
4
A pesar de la expansión de las dos Repúblicas sobre su territorio, los Wayuu mantuvieron una amplia autonomía extralegal que sólo recientemente han reconocido constitucionalmente ambos estados y que se caracteriza por la aplicación del derecho propio en todo el territorio propio.
Población Según el censo binacional wayuu, realizado por el DANE en 1992, sus miembros llegaban a 297.454, de las cuales 128.727 (43.3%) tienen asentamiento en la Guajira Colombiana y 168.727 (56.7%) habitan la Guajira Venezolana.
Además, el DANE (1992), referenció que el 71% de la población no lee ni escribe. El 96.5% habla la lengua materna y el 32.1% es bilingüe, mientras que el 3.4% habla solo el castellano. Actualmente existen 22 clanes: Uliana, epieyuu, Epinayuu, lipuana, siijuana, Aapüshana, Püshaina, Waliriyuu, Jinnuu, Juusayuu, Paüsayuu,
Uliyuu, Walepühana, Uleewana, Waliriyuu, Maipüshana, Shooliyuu, Ja’yaliyuu, Uraliyuu, Wouliyuu, Uchalayuu y Walapuana (Guerra, 2002, p. 68). Entre los más numerosos están: Los Epieyuu, con 26.478 personas; los Uriana, con 21.804 personas; los Ipuana, con 20.689 personas; los Pushaina, con 18.804 personas; Los Epinayuu, con 10.280 personas. La población de estos clanes comprende el 68.8% del total de los wayuu (DANE, 1992).
Las investigaciones realizadas por varios lingüistas, entre ellos Esteban Emilio Monsonyi (1980, p. 4) sostiene que el idioma Wayuunaiki 1, hablado por los wayuu, proviene de la familia Arawak; llamado por ellos, inicialmente Goajiro, Lengua wayuu ágrafa. Investigadores lingüistas y docentes, han desarrollado una gramática, orientada por el Alfabeto Fonético Internacional. La Ordenanza No 001 de 1993 de la Asamblea Departamental de La Guajira, avalada por el Artículo 1 de la Constitución Política de Colombia de 1991, obliga a las instituciones y centros educativos, a enseñar en Wayuunaiki, y lo declara segundo idioma oficial después del castellano, en la Guajira 1
5
El territorio ancestral es hoy conocido como Departamento de la Guajira. Los procesos históricos que les ha correspondido vivir han caracterizado una especial forma de vida, ligada a la naturaleza y al territorio que tanto significado tiene para su existencia como pueblo indígena. El mundo wayuu se circunscribe al territorio legado de los antepasados, donde la distribución de la población corresponde a un patrón de asentamiento disperso, no se establecen en poblados sino en conjuntos de viviendas cuyos habitantes se encuentran unidos por lazos de parentesco y residencia común.
Existe una particular forma de migración interna debido a los fuertes veranos que amenazan la conservación del rebaño, lo que obliga un desplazamiento temporal en busca de agua para subsistir, que muchas veces es definitivo. El agua se ha convertido en el vía crucis de los wayuu, debido a los prolongados veranos que no permiten el desarrollo de la economía tradicional, disminuyendo sus posibilidades de vida.
Woumainpa’a, nuestra tierra, es la madre, de donde surgen las diversas manifestaciones de la naturaleza y la cultura, y es el calificativo que expresan los wayuu para determinar su apego a la tierra heredada de sus antepasados. Aquí habitan en un conjunto de viviendas que los cronistas denominaron ranchería, refiriéndose a los pequeños poblados que construyeron los buscadores de perlas en las costas guajiras en el siglo XVI. Hoy, los poblados wayuu son identificados como rancherías, constituyéndose en un término heredado de la colonia.
La Asociación de Autoridades Tradicionales del Norte de la Guajira, Wayuu Alaulayu, (2004, p. 17), expresan que cada región o territorio clanil representa un
parto de la tierra que se conoce con el nombre de “u” o “ekiiwei”, su testimonio oral enseña que este:
6
(...) es el punto de origen de nuestros antepasados, y es el que marca de por vida a un clan, el que identifica su verdadera historia, y el que permite hacer negociación, arreglo o enemistad con un clan. Así, cada clan posee un territorio distinto y cada uno de estos territorios claniles wayuu posee su origen o llamado en lengua
materna “u”, que es el lugar por donde salió la primera cabeza que conforma un clan matrilineal o del apushii, que generalmente es una piedra hueca que representa la cabeza, tiene tres orificios; uno debajo de los otros dos, que no están muy separados entre sí. Los dos que están arriba representan los dos ojos, los dos oídos y los dos orificios de las fosas nasales. El que está debajo representa la boca,
la vagina y el ano. Los “u” que no están dad os en piedra se reconocen por medio de pequeños pozos naturales, y es (sic) el que marca de por vida a un clan específico.
Para la presente y futura generación, la historia contada a través de la tradición oral, testimonia la presencia milenaria del pueblo wayuu, el cual sobrevive como cultura, arraigado a un territorio que considera como propio, no solo por su presencia en el, sino por ser legado de sus ancestros. El testimonio de los viejos wayuu ha permitido reconstruir la historia cultural y lingüística, acerca de su presencia en la península de la Guajira.
Al consultar los escritos sobre reconstrucción histórica de Fajardo (1999, p. 8), se encontró información recopilada acerca de la presencia wayuu en La Guajira:
(...) el origen remoto de la lengua wayuu debió ocurrir en el centro de Amazonas, que según los cálculos léxicos estadísticos de Kingsley Noble (1965), debió ocurrir entre 5.000 y 3.500 años mínimo, cuando se dio una gran dispersión geográfica desde la parte central del río Amazonas, durante los cuales se separaron físicamente a medida que las lenguas también divergían.
7
Las investigaciones realizadas por Ardila (1990), han determinado que hace cinco milenios los ancestros wayuu comenzaron su trayectoria hacia la península de La Guajira. En algún punto de esta trayectoria, hace 3.000 a 2.000 años, hubo una separación entre el lokono (hacia Guayana- Suriman) y el wayuu (hacia la península de la Guajira). Hace al menos unos 1.500 a 1.000 años, tuvo lugar la separación entre el wayuu y el paraujano, lo que pudo haber ocurrido en un punto céntrico en la región que conecta el Orinoco y los Llanos en el Amazonas central.
Los cronistas, en 1.532, indican la presencia de los kusina, wayuu y caquetios en el mosaico inter-étnico de la guajira. Los kusina y los wayuu estaban localizados en la serranía de kosina y makuira. De los cosinas, relatan los cronistas “nunca
habitaron en poblaciones, ni en lugares conocidos sino metidos en montanas”, por esta razón se dice que se extendieron más allá de la región peninsular. Algunos autores se atreven a decir que los caquetios habitaban la península antes de que los wayuu llegaran. Como también se afirma que a la llegada de los españoles, ya los wayuu compartían territorio con los caquetios.
Fajardo (1999) relata que el comienzo del siglo XX, se caracterizó por una gran movilidad migratoria del pueblo wayuu, del norte al sur de La Guajira, que testimonian la presencia wayuu en esta región. A medida que llegaban crearon pequeños asentamientos, dinamizados por el trueque que realizaban en la
hacienda “los corazones”, ubicada en la región de Hatonuevo, donde llegaban procedentes de la alta Guajira a comercializar pieles, sal y otros productos que intercambiaban por panela y telas. Durante este proceso algunos se casaron entre sí, o con colonos, establecieron residencia permanente, trabajaron como jornaleros en los trapiches de Guayabal, Lagunitas, Porvenir y el Potrero, que se constituyeron en centros llamativos para el trabajo y la subsistencia, aumentando el número de la población.
8
A partir de estos lugares de trabajo, empezaron a dispersarse, dejando las tierras ocupadas originalmente, en manos de los terratenientes, quienes aumentaron el número
de
fincas
ganaderas.
Finalmente,
se
organizaron
en
poblados
comunitarios, como: Jawey, Pozo de Cerro, la Zona, Oreganal, Platanal, Potrerito, Pulgar, Normandia, Arroyo Mamon, Totumita, Porvenir, el Chorro, El Hato, Koonomaana, Estrella, Sirramona, Kuika, Cerrillo, Berraco, Barba de palo, Socorro, Carripía y la Granja.
En estos lugares, la cultura ha venido deteriorándose, debido a la asimilación y apropiación de elementos socios culturales y lingüísticos propios de los vecinos alijunas, con quienes comparten hoy sus hijos, a pesar de la enorme diferencia étnico- cultural.
Desde los procesos educativos desarrollados actualmente, existe el firme propósito de recuperar el espacio usurpado, reconstruir la historia a partir de la tradición cultural y lingüística, labor que hoy se hace con el acompañamiento de las autoridades tradicionales y sus organizaciones de base, siendo el territorio, la educación, la salud y los derechos fundamentales, los propósitos de la lucha organizativa.
Geografía Ocupan un territorio 15.300 km 2 dentro del departamento colombiano de la Guajira, Colombia, y 12.000 km2 dentro del estado de Zulia, Venezuela. El clima de sabana xerófila al sur y occidente (Baja Guajira) y de estepa árida o semiárida al norte y oriente (Alta Guajira), es cálido y seco, la lluviosidad de esta región es muy reducida y sólo hay lluvias en el juyapu, entre septiembre y diciembre. En la Alta Guajira está el denominado Macizo Guajiro conformado por las serranías Macuira,
9
Jala'la, Chiare, Cojoro y Cocinas y el cerro Epitsú, que alcanzan hasta 900 m.s.n.m. Al sur de la baja Guajira corren, hacia el occidente el río Ranchería y el río Limón hacia el oriente.
El pueblo Wayuu habita la árida península de la Guajira al norte de Colombia y noroeste de Venezuela, sobre el mar Caribe. Es una región con un clima cálido, seco e inhóspito, bañada por los ríos Ranchería (Colombia) y El Limón (Venezuela). Presenta unas estaciones climáticas marcadas por una primera temporada de lluvias, denominada Juyapu, que se desarrolla durante los meses de septiembre a diciembre, seguida de una época de sequía, conocida como Jemial, que va desde diciembre hasta abril. Posteriormente, viene la segunda temporada de lluvias, llamada Iwa, para rematar con una larga temporada de sequía que va desde mayo a septiembre.
Algunos aspectos socio - culturales Desde la perspectiva social, poseen un sistema matrilineal, organizado en clanes, donde la mujer, es la principal fuente de origen del mundo wayuu, que forja la vida de todos los miembros. Cada clan 2 posee un territorio distinto de acuerdo a su “u” (ekiiwi) o lugar de origen que lo señala de por vida, aunque se escuche repetir el mismo nombre. Un territorio posee innumerables rancherías que conforman a su vez determinado número de viviendas, cementerios y acceso a fuentes de suministro de agua, sean pozos para aguas subterráneas, o jagüeyes para recoger el agua lluvia.
Se identifican también como Eirukuu que traduce grupo familiar clanil o literalmente, carne. Cada clan (Eiruku) posee un territorio clanil. Por ejemplo, un Wayuu podría ser del clan Uliana, pero hay que especificar el lugar de origen, porque puede ser Uliana con origen en Pali’siwo’u, Uliana de Tooloma’ana, Uliana de Alaimapü, Uliana de Anuapa’a, Uliana de Moochoma’ana, etc., así como sucede con este clan, sucede de igual manera con los demás clanes 2
10
El sistema matrilineal wayuu se da por el parentesco de consanguinidad o filiación materna, por los apüshi (descendientes uterinos), que traduce verdadera familia, porque es la dada por la carne o eirukuu de la madre, porque al traer al mundo un bebé, trae con él un pedazo de su carne formado en sus entrañas. La familia del
padre es parentela de sangre, a quienes se les conoce como o ‘upayuu, Achonnii o Aitkeyuu, quienes pueden vivir en el mismo territorio con el consentimiento paterno, sin llegar a ser dueños de las tierras por ellos ocupadas.
El territorio de un clan se determina por la existencia del cementerio familiar por línea materna, por eso muchos wayuu expresan que el cementerio es la escritura de propiedad, testimoniada en la tumba de sus antepasados, de quienes no deben alejarse,
manteniendo
contacto
con
ellos
a
través
de
sus
sueños.
Excepcionalmente, pueden aceptar el entierro de miembros de la familia paterna, cuando estos han crecido en su seno, sin tomar decisiones en asuntos territoriales; por este hecho, posteriormente sus restos (segundo velorio), son llevados al cementerio de su clan (Fajardo, 1999).
En cada territorio clanil existe un jefe familiar, plenamente identificado por su carácter y templanza, y es sobre lo que Saler (1988, p. 109) escribe acertadamente:
(...) en donde se encuentre un conjunto de parientes uterinos, es posible encontrar un varón mayor que se encarga de organizar equipos de trabajo para diversas tareas, suavizar las tensiones surgidas entre los residentes en el asentamiento y representar a sus parientes uterinos corresidentes que se ven envueltos con otros wayuu.
Según Asociación de Autoridades Tradicionales del Norte de la Guajira (2004), la
autoridad dentro del clan es el tío materno, “alaülaa”, quien sustenta todo tipo de
11
responsabilidad frente a los miembros de su familia. Es el sabio; el jefe que ejerce la autoridad representativa; poseedor del pleno conocimiento de los linderos, límites de cada territorio clanil, y de todo lo que él contiene; conoce los miembros de la familia materna y sabe quiénes la habitan: conoce las fuentes hídricas, cementerios, necesidades o problemas, lugares sagrados, ciclos de vida de acuerdo al movimiento de la luna, de las lluvias, del sol, de las estrellas, de las mareas, de la temperatura, de los vientos fuertes; sabe que los fenómenos naturales ejercen poder sobre la agricultura, la pesca, la ganadería y sobre la vida humana y animal. Además, posee el don de la palabra para orientar la resolución de conflictos, bien sea de tipo intercianil, intraclanil o intercultural; debe defender los derechos, la autonomía, el territorio y la cultura; debe saber administrar los bienes colectivos del clan familiar existente en su territorio y velar por el bienestar general de su familia materna.
En la legislación nacional indígena el tío materno es reconocido como una entidad de derecho público ante el Estado colombiano, y, entre sus deberes está el de mantener la cohesión interna dentro del grupo. Además, posee autoridad sobre los demás miembros del clan.
Economía Pueblo dedicado especialmente al pastoreo. Los bovinos se consideran el mayor valor, pero su crianza es limitada por las condiciones ambientales. Cada clan tiene una marca de hierro, ya que el ganado es marcado con el símbolo clanil. Las cabras (kaa'ulaa) o chivos, registran el mayor número de cabezas y son cuidados en rebaños de 100 a 150 animales y a veces de muchos más. Anteriormente se criaban muchos caballos, asnos y mulas, pero en los últimos años las epidemias han diezmado estas especies.
12
Entre los Wayuu el ganado es la principal riqueza y además el principal motivo de prestigio. Aunque se comercia con él, se intercambia de modo no comercial: para sellar una alianza matrimonial, como derecho sobre una descendencia o para compensar daños o delitos, solucionar conflictos y establecer la paz. Además, el pastor asocia su ganado a los rituales que marcan su ciclo vital. Donde es posible, tiene una pequeña huerta llamada apain, donde siembran maíz, fríjol, yuca, pepino, ahuyama, melón y sandía, sin que puedan rotar ni variar de cultivos, debido al clima.
La economía es mixta pues se requiere también de otro tipo de actividades económicas como la pesca, el comercio, la producción textil tradicional, la cerámica y el trabajo asalariado en haciendas, en las minas de carbón de El Cerrejón, en manos de la Exxon y la Glencor, en las explotaciones de talco y dividivi y también cuenta con la cooperativa ayatawacoop donde es un programa indígena, la comercialización
de
combustibles
y
derivados
del
petróleo
donde
son
aproximadamente 1200 asociados a la cooperativa y el 80% son indígenas o en el sector de servicios.
La explotación de la sal marina en Manaure era realizada desde antes de la llegada de los europeos. Primero la Corona española y luego el estado colombiano explotó las salinas y varios Wayuu se hicieron asalariados, aunque otros mantuvieron explotaciones artesanales. En 2005, después de una larga lucha, transitoriamente la explotación de la sal estuvo de nuevo en manos de los indígenas, pero una sentencia los ha despojado nuevamente.
13
Vivienda Wayuu Los wayuu no viven en asentamientos estables, es frecuente que las familias se trasladen a residir temporalmente a otro lugar cuando se agota el pasto para sus animales o cuando deben cumplir un compromiso social. Tradicionalmente se organizan en cinco o seis viviendas ubicadas de forma dispersa con distancias de varios minutos de camino, conformando una ranchería o caserío.
La casa es de forma rectangular, dividida en dos habitaciones con techos en los que se cuelgan las hamacas para dormir y las mochilas. Junto a la casa se ubica la cocina, la cual carece de techo y es encerrada en plantas de cactus para protegerla del viento y la arena. Además, se encuentra, aparte de la casa, una enramada techada y sin paredes en donde se realizan las actividades diurnas y sociales. Cuentan también con un corral para los animales, bovinos y caprinos.
Organización sociopolítica wayuu La organización social wayuu se sustenta en clanes definidos por línea materna, dispersa y no corporativa. Los miembros de un clan comparten una misma condición social y un ancestro común. Existen veintidós clanes entre los que se destacan los Epieyú, Uriana o Uliana, Iguana o Lipuana, Pushaina, Epinayu, Jusayu, Arpushana, Jarariyu, Wouriyu, Urariyu, Sapuana, Jinnu, Sijona, Pausayu, Uchayaru, Uriyu, Warpushana, Worworiyu, Pipishana y Toctouyu. El mayor porcentaje de población se encuentra en los clanes Epieyú con el 20,8%, Uriana con el 17,1% el puana con el 16,2%.
14
El parentesco de esta etnia se encuentra ligado a la sucesión y la herencia de acuerdo a la cual el sobrino materno mayor está destinado a suceder a su tío y a heredar
sus
bienes.
El
tío
materno
asume
muchas
de
las
funciones
socioeconómicas del padre. El matrimonio se realiza preferencialmente entre miembros del mismo clan. Un hombre puede tener varias esposas si está en capacidad de pagar la dote a los parientes de la novia y mantenerla a ella y a sus hijas. Es la mujer quien regula elementos fundamentales del grupo, ya que la dote afianza el sistema de filiación matriarcal.
En cada asentamiento hay un hombre mayor que ejerce la autoridad, administra los bienes colectivos y dirige las labores cotidianas. Así mismo, a nivel del linaje, existe un hombre que lo representa y dirige. En el ordenamiento jurídico de los wayuu, cuando se produce un agravio contra una persona es la familia a quien se
ofende. Cuando esto ocurre, los afectados recurren al “palabrero“-pütchipü-, mediador y conocedor de las leyes internas, para que intente buscar un acuerdo equitativo entre las partes. Existen varios tipos de palabreros.
Organización y cultura Sociedad organizada en clanes eiruku. Entre el pueblo Wayuu existe todavía la autoridad tradicional y un sistema autóctono de la administración de la justicia en la cual se destaca el pütchipü o pütche'ejachi, es decir, el portador de la palabra o "palabrero", quien resuelve los conflictos entre los diferentes clanes. En lo que se refiere a la familia extensa matrilineal "según la sangre" o apüshi, el alaula tío materno mayor es quien ejerce la autoridad. Los parientes por línea paterna, "según la sangre", se reconocen como oupayu, aliados con quienes se espera solidaridad yana'ma' o trabajo conjunto.
15
Grupo Wayuu aprendiendo a leer y escribir
El hombre puede tener varias mujeres. Antes del matrimonio el novio debe llegar a un acuerdo con los padres de la novia en una reunión denominada ápajá y entregar a ellos la cantidad de ganado y joyas que acuerden. La mujer permanece en el hogar y es símbolo de respeto y unidad. Habitan en rancherías (piichipala o miichipala), pequeñas comunidades distantes unas de otras, conformadas por agrupaciones de parientes cercanas al clan. El pastoreo es la actividad más importante. El número de cabras, reces, caballos y mulas son el símbolo de riqueza y poderío. El tejido es una labor que combinan con las demás actividades cotidianas, en los ratos libres, en las visitas y cuando van de viaje.
Un personaje de gran importancia en cada comunidad es el piachi', quien ha adquirido poder espiritual mediante su experiencia visionaria y las virtudes otorgadas durante sueños o trances que se interpretan como la incorporación de un espíritu protector Seyuu, por lo que es llamado para curar. Los espíritus se comunican con los humanos vivos en los sueños. Maleiea es el creador; Pulowi mujer primigenia; Juyá la lluvia; Shanceta, Acaracuy y Kéerraria espíritus de lugares especiales; Yoruja los espíritus errantes de muertos. El Wayuu cree que tras la muerte va a Jepirá, el Cabo de la Vela, lugar de felicidad donde se descansa hasta que tras el segundo velorio, cuando los restos son exhumados para llevarlos un sitio definitivo, el espíritu del muerto toma el camino hacia la eternidad.
16
Los conocimientos retenidos en la memoria han pasado de una generación a otra para plasmarse con manos Wayuu en un sinnúmero de objetos tejidos de singular belleza y funcionalidad, elaborados en diversidad de técnicas, formas y colores. Anteriormente los Wayuu se valían de materiales naturales de su medio ambiente para elaborar y tinturar los hilos de sus tejidos; esta antigua transformación ha sido reemplazada por las materias primas procesadas industrialmente, en especial finos hilos de algodón mercerizado, hilazas y fibras acrílicas en vistosos colores.
Lengua La lengua hablada por el pueblo Wayuu se denomina wayuunaiki. Pertenece a la familia lingüística arawak. Es una lengua aglutinante. Registra seis vocales y 16 consonantes.
Vocales Anteriores Centrales Posteriores Cerradas Medias Abiertas
i
+
u
e
o a
Consonantes labial alveolar palatal velar glotal oclusivas sordas nasales fricativas sordas vibrantes vibrante doble aproximantes
p
t
ĉ
m
n
ñ
s
ŝ
† rr w
y
17
k
' h
† es una vibrante lateral que se pronuncia con la lengua un poco más lateral y más
atrás que la "r" del castellano.
Designación La palabra Wayuu es la auto designación usada por los indígenas, y significa persona en general, indígena de la propia etnia, aliado y también la pareja (mi esposo o mi esposa). Se opone al término "arijuna", persona extraña, posible enemigo, conquistador, que no respeta las normas Wayuu. Kusina es la denominación para otros indígenas, excepto los Añu, a quienes llaman paraujano.
La designación de los Wayuu como "guajiros" es usada por los no indígenas. La palabra "guajiro" se presta a confusión porque normalmente es usada por los Wayuu para designar a los no indígenas habitantes de la Guajira y en ese caso significa "colono". También se llama "guajiro" en Cuba y las Antillas, a los campesinos, a la población que vive en las zonas rurales y en general a aquel que cultiva la tierra o cuida de las plantaciones agrícolas.
Ciclos de vida El origen de la primera persona salió de un “ji” según la concepción wayuu, posee un padre que es Juya (Lluvia) y una madre que es Mma (Tierra).
Ezequiel Prieto Hernández3, en conversación realizada con él, en Febrero cíe 2007, expresa que Juya es un ser primigenio masculino, que tiene movimiento, mientras
Miembro del clan Epieyuu de Panterramana, Autoridad Tradicional que representa legalmente a la Asociación WAYUU ARATJRAYU 3
18
que Mma, deidad primigenia femenino no posee movimiento alguno. También explicó que:
(...) en la concepción de vida wayuu, Juya debe recorrer todo el territorio clanil o lo
que se conoce como “ji” que representa la vagina de la tierra, y obviamente la tierra debe estar estática para recibir el semen de Juya, representado en gotas de agua que caen al suelo. Por eso, anteriormente y en un mínimo hoy día, la mujer wayuu (cuarta generación) no se menea al realizar el acto sexual, es el hombre quien se mueve, pero el movimiento que se le está permitido al padre Juya a través de sus recorridos por el territorio wayuu, es lo que le permite tener varias esposas y visitarlas regularmente, dada la permisividad cultural de la poligamia. Cuando
éste visita a M’ma para copular con ella, la fertiliza desde todo sentido, porque de ella no solo salen nuevas plantas que nacen, recoge también agua en las hondonadas para darle de tomar a todos sus hijos, a plantas, humanos y animales, permitiéndoles vivir, y a éstos últimos, procrearse, además de darle alegría al wayuu, porque en una tierra semidesértica como es la península de La Guajira, el agua es la principal fuente de vida y si hay agua, hay vida y alegría, hay comida, hay también pervivencia de acuerdo a la fertilidad, que es el resultado de todo ese encuentro de emociones y sensaciones que se producen en los wayuu.
Al procrear Juya con M’ma y al producirse la fertilidad del suelo, justo al momento de dar a luz a su primer hijo, o sea, la primera cabeza que sale de cada clan según las versiones mitológicas de la tradición oral, se produjo una abertura del suelo que representaría a la vagina o a la vulva de la madre tierra, que es el orificio por donde salió la primera persona de un clan matrilineal.
Agrega Fajardo (1999) que, ya sobre la tierra, los hijos de Juya y Mma, continúan su ciclo natural de vida. La primera infancia, que va desde la gestación hasta los 7
19
años de edad4, aproximadamente, se le denomina, tepichi, que significa niño/niña. En esta etapa, su formación se inicia con el juego, puesta en escena, donde imita la cotidianidad de su comunidad y de su familia. Durante esta etapa, los tepichi, de acuerdo al género, se les denomina fintut, si es niña, y jintüi, si es niño
Luego viene el ciclo denominado jimo ‘ol fimo ‘olü, si es niña yjimai ü si es niño, etapa que va de los 7 años a la primera menstruación, que puede ocurrir de los 10 años en adelante. A este ciclo se le denomina también aleematüshi, es la etapa donde pone en práctica los saberes aprendidos en su comunidad.
La primera infancia wayuu, se divide en varias etapas:
- Ale ‘eruiwa ‘ya: gestación (crecimiento uterino) - Jemeiwa: nacimiento (0 meses) - Jo ‘uiwa ‘aya: desde el momento del nacimiento a los tres años.
Atulayüli ‘iya: etapa de la lactancia Aputiraa: deja de amamantar Aikafüina: se sienta Ansünajüina: se va arrimando en posición sentado, apoyándose con las manos. Alamajüina: gatea Ashawaajüina: se pone de pie solo Akoyojaa: empieza a dar pasitos Kakuaina: ya caminan. Kawatiraina: ya corren. - Jintut /Jintüi: desde los tres a los siete años - Jimo ‘olü, si es Ninayjímai, si es niño: de los 8 a ños a la primera menstruación.
4
La expresión hasta los 7 años, se refiere a los niñas y niños menores de 7 años
20
La etapa de la niñez wayuu, corresponde al desarrollo de la socialización en familia, primera responsable de la formación integral, caracterizada por la aprehensión de valores, que son significativos en la medida en que el niño se involucra en la vida colectiva de su comunidad, mediante el aprendizaje de un oficio que desarrollará en la vida.
De acuerdo con los escritos del antropólogo González (2007, p. 2), es importante el papel de la abuela en la transmisión del conocimiento cultural. Igualmente, las prácticas culturales referidas a los niños se centran en el juego, los cuales giran alrededor de la ranchería que ellos mismos construyen en miniatura, a medida que el niño crece, va aumentando el tamaño de la misma. Allí imita todas las actividades económicas de la familia y las representa con figuras de animales que el mismo fabrica, al igual que aquellos objetos de otras culturas que el va conociendo, por ejemplo fabrica carritos de palo u otros.
Las niñas van identificando su papel en la familia, experimentado a través de los consejos de los mayores, juega con las wayuunqueras, con las que habla y viste, mientras que los niños se dedican a imitar el pastoreo, la siembra, la errada de animales, etc.
Aspectos educativos Concepción sobre educación
La educación wayuu es un proceso socioformativo a través del cual se aprenden normas como la cortesía, los valores y labores cotidianas. También se asumen actitudes y comportamientos de acuerdo con los preceptos culturales en la búsqueda de una formación integral.
21
Mejía (2004, p. 43), al referirse a la educación wayuu expresa que ésta consiste en:
“Educar en la vida “, con un sentido esencialmente práctico; basado en la imitación por parte del niño y en el consejo, en el respeto y en la aceptación del niño, por parte del adulto, este tipo de educación provee el oficio desde muy temprana edad y los procesos de enseñanza y de aprendizaje se desarrollan conjuntamente con las prácticas que los refuerzan.
Las normas de convivencia y los escenarios comunitarios, conforman el entorno natural del niño, y son fundamentales para su desarrollo integral. Es una educación basada en la formación para el aprendizaje de oficios, que se inicia desde muy temprana edad, a través de la imitación y la participación directa en las actividades de los mayores, donde el niño empieza a conocer el uso de las herramientas de trabajo. Mientras la niña se inicia ayudando a la madre y abuela en los quehaceres de la casa, en los hilados para elaborar sus (mochilas), y en el montaje de los süi
(chinchorros), Si’ira, en los respectivos telares.
Esta forma de aprender y enseñar del pueblo wayuu, es lo que Mejía (2004)
intenta explicar como una educación “en la vida, para la vida y con la vida “. Para ello, es requisito indispensable la vida en la comunidad, en la ranchería, para que los procesos de socialización sean coherentes con sus formas de representación social y cosmogónicas, importantes en la educación inicial y en el fortalecimiento de su identidad como miembro de un pueblo indígena. Es así como la educación se constituye en un patrimonio social y cultural, pues se tiene la concepción de ser un bien para alguien, que desarrolla competencias para desempeñarse eficientemente en un oficio, y de allí genere bienestar para su familia y para la comunidad a la que pertenece.
22
A partir de esta concepción de la educación propia, se tiene una definición muy particular de desarrollo, entendida como la generación de condiciones optimas para la vida comunitaria armoniosa y equitativa, solidaria y compartida socialmente, entre los miembros de la familia. Esta circunstancia genera bienestar general, que equivale a estar tranquilo y disfrutar la naturaleza que le provee alimentos y otros elementos necesarios para la pervivencia.
Educación endógena Es la educación centrada en elementos propios de la cultura. La vida, la entiende el wayuu como lo fundamental, siendo el niño el sujeto de la educación; el adulto se encarga de captar su atención y de cerciorarse de su comprensión. Los derechos de los niños, ejercitados en la vida wayuu, se configuran en normas de convivencia y ésta a su vez constituye valores en el ámbito de la cultura y la cotidianidad de la familia y la comunidad.
La familia y la comunidad, son los responsables de esta educación y del ejercicio de los derechos, que no es más que la satisfacción de la vida plena, para un desarrollo integral desde la individualidad de cada ser social. Toda responsabilidad respecto a los derechos del niño y la niña wayuu recae sobre la familia materna, y algunos momentos que tienen que ver con la solidaridad, la confianza y el apoyo mutuo se comparten con la familia paterna.
En la figura del pütchipü 5, se deposita la responsabilidad del ejercicio de esos derechos. En este sentido, los conflictos originados entre niños, o los causados por adultos son atendidos y solucionados por él; en algunos casos, por tratarse de Persona sabia y respetable, conocedora de las leyes y normas que rigen la sociedad wayuu. Es el encargado de mantener la cohesión interna dentro de grupo, y de dirimir los conflictos entre sus miembros 5
23
infracciones menores, estos son atendidos directamente por los alaulayu o tíos maternos, quienes hacen contacto directo con los familiares del niño infractor, para llegar a un entendimiento. Los consejos, el ejemplo y la imitación son los principales pilares para corregir las conductas negativas de los niños y lograr una formación en valores, como el respeto, la solidaridad, la honestidad y la responsabilidad.
Sobre este tema, Fajardo (1998, p. 16), desde las cátedras en la Universidad de la Guajira, se refiere a la educación endógena, como:
(...) la enseñanza que no está restringida a tiempo ni espacio ni a contenidos específicos, ésta se basa en la participación directa del niño en las actividades de los mayores siguiendo la división por sexo y edad para el desarrollo de las mismas. El resultado de esta experiencia es la formación integral en la que se desarrolla una singular percepción y una visión del mundo que permea la cultura. Al niño y a la niña wayuu se le orienta para que poco a poco aprenda a ejecutar las labores que van a ocupar su vida. El conocimiento se inicia con observaciones del segmento de la realidad, luego vienen las experiencias y su reflexión, las descripciones y explicaciones orales.
Los miembros de la familia que actúan como depositarios de las tradiciones, los fundamentos morales y las normas de convivencia, para los procesos de socialización del niño y la niña wayuu, son:
La abuela materna, primera maestra de la familia, enseña a sus nietos el arte de tejer, preparar las comidas y otros quehaceres del hogar. Es la que dirige la etapa de formación social y cultural durante la pubertad.
24
La madre, consejera y conductora de los principios morales y de participación en las actividades propias de los niños y niñas. Ella decide sobre el aprendizaje que requieren sus hijos, de acuerdo a la vocación de los miembros de su familia.
El padre, encargado de enseñar y orientar a sus hijos en los trabajos cotidianos como:
arülejaa (pastorear), eichiijaa (explotar la sal), olojoo (pescar), apünajaa (cultivar la tierra) en tiempos de lluvia, construir las viviendas, saber buscar fuentes de agua, domar equinos, marcar los animales.
El tío materno, es la máxima autoridad en el núcleo familiar para tomar decisiones, dar y recibir pagos en cualquier caso, ya sea por ofensa, robo y lesiones menores. El representa a sus sobrinos, es el encargado de educarlos, de resolver sus problemas y de él heredan sus bienes.
La oralidad es la estrategia utilizada para los procesos de formación en la niñez. Los relatos, historias, cuentos y anécdotas son contados en las noches y en la madrugada, alrededor del fogón o mientras se descansa en los chinchorros. Mediante estos relatos se conocen los familiares, los amigos y su lugar de residencia; se transmiten saberes y conocimientos, algunos de ellos aprendidos a través de los sueños de los mayores; se conoce el oficio de los parientes matemos y paternos; se le indica a los niños sobre su actividad durante el día, haciéndoles conciencia acerca de la responsabilidad, honestidad y lealtad que debe tener con su familia y las tareas encomendadas
25
Los juegos infantiles Los niños practican una variedad de juegos, propios de su edad, que comparten con niños de su misma edad, incluso de las rancherías vecinas. Mientras juegan fabrican objetos en la pequeña ranchería que ha construido para imitar la vida en comunidad. El niño a través del juego, reflexiona, construye y reconstruye la vida de los mayores, de quienes aprende los valores de responsabilidad, solidaridad, honestidad y el respeto a los mayores.
Entre los juegos más comunes y más conocidos, están:
Atchmjirawaa: lucha libre, se practica en forma independiente.
Achiipajawaa: tiro con arco, es un deporte cotidiano, para que aprenda a alcanzar un objeto con precisión, para luego salir con su padre a cazar animales
Awawaijaa: tocar instrumentos musicales, y aprender a fabricarlos y sacarles sonido Ayoujirawaa: carreras de velocidad
Katünaa: nadar en los arroyos, en épocas de lluvias Awate’eraa ama: participar en carreras de caballos
O’ulakawaa:
tiro al cuerpo con trozos de cardón tierno. Se colocan frente a frente
a cierta distancia dos grupos de jóvenes, y se van tirando trozos de cardón tierno, previamente cortado para tal fin, hasta acabar con todos los trozos.
Kalapasiawaa: imitan ser una patilla. Otros niños tratan de levantarlo y se hace el pesado.
26
Molokonayaa: un niño se le cuelga a otro del cuello y lo hala andando, imitando el paso del morrocoy.
Eperüiya: saltar, imitando los pasos del sapito, hasta cansarse.
Achochojawa: enrollarle hilo al trompo, luego lo lanzan contra el piso, el impacto hace que este gire sobre sí mismo.
Junaya: fabrican bolitas de barro que colocan en la honda, y la dirigen hacia un objeto localizado a cierta distancia.
Cada uno de estos juegos tiene como propósito el desarrollo psicomotor, y el desarrollo de habilidades y destrezas en el niño, para su socio formación. En la cultura wayuu, se aprende pensando, haciendo e imitando, desde la percepción configurada de su entorno comunitario, guiada por los mayores de la familia a muy temprana edad.
Las niñas, juegan con wayuunkeras, muñecas que fabrican con barro, las cuales son utilizadas para iniciarlas en la educación sexual, y en el respeto a los mayores, por esta razón a estas figuras no se les pone cabeza ni cara humana, para no ofender a los mayores. En el cuerpo se hacen trazos que representan el símbolo del clan materno, como también, figuras del cosmos, para aprender cómo funciona el universo, y su relación con las formas de pensamiento del pueblo wayuu.
27
Aspectos de salud Concepción sobre la salud
Desde el punto de vista de la salud, esta es vista como el bienestar físico y espiritual de una persona, de allí que el outsu, juega un importante papel en lograr el equilibrio entre el cuerpo y el espíritu del paciente, ya que se tiene la idea de que las enfermedades tienen un origen maligno, y que ha sido adquirida, cuando fuerzas negativas influyen en los niños y personas adultas, seguramente, cuando estuvo en el jawey, o cuando caminaba de noche por el monte, o por haber comido alimentos prohibidos para su edad en algún velorio o ceremonia cósmica.
Los outsu, recogen las plantas medicinales, que en sueños les indican sus antepasados para curar algún tipo de enfermedad, las trituran y se les extrae el zumo, para ser medicada por dosis a los niños. En otras ocasiones, de acuerdo a la enfermedad que tratan, las hojas de la planta son trituradas y luego compactadas, las secan al sol, y son medicadas para ser rayadas y mezcladas en agua, y darla en cucharadas a los niños, en dos dosis: al salir y ocultarse el sol.
Parto y posparto El parto generalmente es atendido por la abuela, por parteras o en algunos casos por la misma gestante. El parto se lleva a cabo con la madre acostada o sentada sobre un asiento de madera llamado tulu, hecho del árbol conocido como patsua. Cuando el parto lo realiza la madre sentada, ésta pone su espalda contra un chinchorro colgado, y extiende sus brazos tomándose del mismo, frente a ella está dispuesto una capa de de arena, cubierto con una sabana, para colectar la sangre que derrame la madre y después poder disponerla fuera de la casa.
28
Una vez ha nacido el niño, se le corta con una tijera el cordón umbilical, en los siguientes minutos después del parto. Se busca un lugar cercano a la casa, se hace un hueco y se entierra la placenta, para evitar que sea consumida por animales.
Cuando es su primer hijo la madre no puede comer sino comida liviana, es decir, chicha y mazamorra hasta una semana después del parto.
Existen algunas restricciones para la mujer embarazada, para que el niño pueda nacer sano y sin complicaciones, entre ellas, están:
Evitar ir al monte, y no andar por los caminos, para no ver la culebra sarüt, identificada como la boa, puesto que le puede suceder que el parto sea demorado, ya que existe una relación entre el tamaño de la culebra y el tiempo de alumbramiento.
Evitar comer iguaraña que haya sido picoteada de pájaros, porque el niño puede sufrir de pelagra en la boca Evitar ir al monte, y no andar por los caminos, para no ver la culebra kasiwanou, ya que puede acelerar el parto.
Evitar ver, en lo posible, ciertas especies de aves, puesto que también pueden causar problemas al niño recién nacido, que son detectados por el Outsu, a través de la contextura y el color del excremento del niño.
Evitar salidas nocturnas e ir al jagüey en horas avanzadas de la tarde, mucho menos de noche para no ser flechadas por los espíritus malignos
29
No asistir a los velorios ni entierros de personas que hayan muerto asesinadas, pues esto puede dar lugar a un aborto, y si el niño lograr sobrevivir puede sufrir de desnutrición y ser muy llorón.
Para las niñas también existen prohibiciones, con relación a la alimentación, para que puedan tener una vida sana, físicamente, entre están:
No comer el rabo del chivo, pues esto hace que las mismas lleguen a tener una sexualidad descontrolada.
No comer el órgano del animal denominado librillo, para evitarles arrugas a muy temprana edad.
No consumir los sesos de los animales pues esto hará que le salgan canas desde muy jóvenes.
Aquí es interesante ver como el conjunto de las restricciones alimenticias, afectan sólo a las niñas, y éstas tienen que ver con la prevención de una vida sana.
30
CONCLUSIÓN Los Wayuu o Guajiros del (Del arahuaco guajiro, señor, hombre poderoso) son aborígenes de la península de la Guajira, sobre el mar Caribe, que habita territorios de Colombia y Venezuela, sin tener en cuenta las fronteras entre estos dos países sudamericanos.
Esta es una cultura caracterizada por ser defensores de su cultura e ideología, caracterizado por mantener las costumbres que han de pasar de generación en generación.
31