El sargento canuto Autor: Manuel Ascencio segura Genero: Especie Biografia del autor:
(Lima Lima,, 23 de junio de 1805 - † 18 de octubre de 1871)) fue un dramaturgo peruano 1871 peruano,, representante importante del costumbrismo en los inicios de la literatura peruana republicana. Manuel Ascencio Segura y Cordero
Su padre perteneció al ejército español e hizo que siguiese la carrera militar como cadete del ejército realista. Su familia residió en Huancavelica Huancavelica.. Peleó como parte del ejército realista en la Batalla de Ayacucho. Ayacucho . Después, siguió en el ejército independentista -alcanzando el grado de sargento mayor- hasta 1841 1841.. Cesa en el ejercicio de las armas e ingresa a la burocracia como empleado del Ministerio de Hacienda. Contrajo matrimonio con María Josefa Fernández de Viena. Inició sus actividades literarias con la comedia El Sargento Canuto y la novela Gonzalo Pizarro, publicada en El Comercio (1839). Funda el diario "La Bolsa", también en 1841. En este medio de comunicación publica sus artículos y poesías costumbristas. Más adelante, crea "El Moscón", semanario en el que predominaría la sátira y la burla. También dirigió "El Cometa". En 1858 dejó la administración pública, concurre a las veladas literarias convertido ya en centro de la intelectualidad. Así transcurre su vida, entre la actividad periodística y animadas tertulias. Muere el 18 de octubre de 1871 1871.. Lima, 1805- id., 1871) Dramaturgo costumbrista peruano, considerado el más renombrado del siglo XIX en el país. Hijo del teniente del ejército español Juan Segura y de Manuela Cordero, Manuel Ascencio Segura combatió al lado de los peninsulares y junto a su padre en la batalla de Ayacucho, la última en la guerra de la independencia. Perdida la causa que defendían, los Segura se quedaron en el país, logrando el joven hijo el grado de capitán en 1831, durante el gobierno del general Gamarra, del cual era su seguidor. Entre 1833 y 1834 Manuel Ascencio Segura escribió su primera comedia, La Pepa, en la cual criticaba la prepotencia militarista, aunque no llegó a representarse ni a ser editada, debido a que sus opiniones subyacentes podían poner en peligro su carrera militar. Durante los siguientes años, Segura se vio inmerso en la vorágine anarquista de las guerras civiles que se sucedieron durante los inicios de la república. Así, fue seguidor de Felipe Santiago Salaverry y nombrado administrador de la aduana de Huacho; luego, decidió trasladarse al sur, para combatir al lado del joven caudillo. Perdida la causa, fue hecho
prisionero en Camaná por las fuerzas de la Confederación peruano-boliviana. Finalmente, derrotada la Confederación (1839), era nuevamente llamado por Gamarra a su ejército, del cual se retiró definitivamente siendo Teniente Coronel de la Guardia Nacional, en 1842. Por entonces ya había estrenado su pieza Amor y Política y su comedia "El Sargento Canuto" (1839), nueva crítica al militarismo, la cual tuvo una excelente aceptación entre el público. Enseguida escribiría el drama literario Blasco Núñez de Vela, la comedia La saya y el manto y el entremés La mozamala. En La saya y el manto aparecía el tema de las prácticas políticas de la época, particularmente de los recursos femeninos para alcanzar puestos públicos para sus familiares. Para esos años, Segura era el hombre del teatro en Lima. Efectivamente, entre 1839 y 1845, era el único que, cada cierto tiempo, estrenaba piezas en el ambiente limeño. Precisamente ese último año se estrenaba en Lima la primera versión de Ña Catita, pieza de 3 actos (que luego ampliaría a 4), probablemente la más reconocida de sus piezas teatrales. Segura también escribió en medios de prensa de la época, como El Comercio (aún hoy en circulación), del cual fue redactor. En él publicó su única novela, Gonzalo Pizarro. En 1841 decidió dejar este diario para dedicarse a la edición del periódico La Bolsa. En él aparecerían sus artículos de costumbres Los Carnavales, Me voy al Callao, El Puente, etc. Se trata de textos sin mucho cuidado en el estilo, pero con un lenguaje directo y familiar que atrapa fácilmente al lector. En este periódico también publicó algunos poemas, como A las muchachas. Otros artículos de costumbres publicados en diferentes periódicos fueron El té y la mazamorra, Los viejos, Las calles de Lima, Dios te guarde del día de las alabanzas, etc. Cuando apareció El Espejo de mi tierra, publicación satírica de Felipe Pardo y Aliaga, Segura colaboraría en los dos números de Lima contra Pardo. Sin firmar ambos y con similar agudeza, cruzaron versos uno contra el otro. Segura y sus compañeros de redacción le achacaban a Pardo una actitud anticostumbrista y despectiva frente a los gustos populares. Un ejemplo de esta "correspondencia" literaria, fueron el poema Los tamales (de Segura) y su consiguiente respuesta, El tamalero (de Pardo). Otras publicaciones en las cuales colaboró fueron El Cometa, El Vigía y El Moscón. Segura, ya casado con María Josefa Fernández de Viana, marchó a Piura en 1842, destacado como Secretario de la Prefectura de esa ciudad. Allí vivió los siguientes once años, publicó el periódico El Moscón y escribió La Pelimuertada, epopeya de última moda, poemas llenos de ingenio en los que nuevamente hacía alusiones contra su contendor literario, Felipe Pardo, y los escritores academicistas de la capital. Producción literaria Segura cultivó tres géneros en sus obras: lírico, épico y dramático. Lírico: Escribe versos satíricos como A las muchachas y La peli-muertada, dirigidas contra Santa Cruz y Felipe Pardo y Aliaga. Dramático: Produjo sainetes y comedias. Son sainetes Lances de Amancaes y El Cacharpari y como
comedia consideramos a El sargento Canuto, obra en que ridiculiza las bravuconadas de un militar inculto y fanfarrón. La saya y el manto (1842) se ocupa de un solicitante de empleo público que, para lograrlo, enamora a una joven para que ella interceda por él. También contamos a Ña Catita (1845). Argumento El sagento canuto es un militar el cual quiere casarse con jacoba una jovencita la cual esta enamorada de pulido cereso el cual no se atreve a decirle de su amor asia ella . Don sempronio El padre de jacoba quiere casar a su hija a la fuerza con canuto pues en esos tiempos el padre escogía el esposo de su hija. Nicolaza aconseja a jacoba que luche por su amor a pulido. Jacoba q detestaba a canuto y no quería por nada del mundo casarse con el logra convencer a su padre de que la dejara casarse con pulido y q Nicolasa se pudiera casar con juan y canuto se marcha resentido y molesto. Tema de la obra leida El amor entre jacoba y pulido y la obsesion de canuto al querer casarse con jacoba. Personajes principales:
DON SEMPRONIO. JACOBA, su hija. NICOLASA, su hija. CANUTO, sargento.
PULIDO CEREZO, pretendiente de JACOBA. JUAN, pretendiente de NICOLASA. CAZOLETA,
cuartelero.
EL ESCRIBANO (Sigismundo). TARIMA, mozo del ESCRIBANO. CAMOTE, criado de DON SEMPRONIO
Elaboración de 20 preguntas de comprencion lectora 1 Que prenda de vestir estaba de moda en esta época? La saya 2 Cual es el nombre completo del hombre q amaba jacoba ¿ Pulido cereso 3 Como se llama el criado de don Sempronio? Camote 4 Como se llama el mozo del escribano? Tarima 5 Como se llama el cuartelero? Cazoleta 6 Quien convence a jacoba q luche por su amor a pulido? Su hermana nicolaza 7 Q pasa al final con nicolaza ‘ Se casa con juan 8 Q pasa al final con canuto? Se marcha con su criada 9 A quien amenaza canuto al marcharse 10 A Sempronio y su familia 11Q amenasa canuto’ 11 Q va a volver para no dejar raza de esa familia endabliada 12Q llevaba puesto jacoba al inicio de la obra? Una saya 13Por q don Sempronio quería casar a su hija con canuto? Por el dinero y por q era acostumbrado en esa época q el padree escogía el esposo a su hija 14Q le grita nicolaza a canuto a la hora q este se marcha?
Nicolaza le grita “Maricon”
15Con quien se marcha al final canuto: Con tarima 16A quien pone a cuidar canuto la casa den Sempronio A su cuartelero cazoleta Como le decía de cariño jacoba a su hermana Le decía colasa Apreciasion critica Esta obra es muy bonita pues se muetra como al fin jacoba logra casarse con pulido y a la vez chistosa. Mensaje Nos muestra q no debemos imponer nuestra opinión a las personas pues ellas mismas son duañas de su propia vida Elaboración de mapa conceptual
godo, da 1. adj. y s. Se dice de un antiguo pueblo germánico que, escindido en dos grupos, visigodos y ostrogodos, invadió territorios del Imperio romano y fundó reinos en España e Italia: hubo muchos reyes godos en España.
bufón, ona 1. m. y f. Persona vestida grotescamente que se dedicaba a hacer reír a la corte: los enanos bufones de Velázquez son magníficos. 2. Payaso, persona que trata de divertir a toda costa: es el bufón de todas las reuniones.
desjarretar 1. tr. Cortar las piernas a una res por el jarrete: en los mataderos se desjarretaba a mano, pero ahora se hace con una máquina. 2. col. Dejar sin fuerzas a alguien, agotarlo: estos niños me tienen desjarretada, necesito unas vacaciones.
paletilla 1. f. omóplato, cada uno de los dos huesos anchos de la espalda. 2. Carne que rodea a este hueso: comimos paletilla de cordero asada. 3. Ternilla en que termina el esternón y que corresponde a la región llamada boca del estómago.
galpón 1. m. Casa grande de una planta. 2. Departamento que se destinaba a los esclavos en las haciendas de América. 3. amer. Cobertizo grande con paredes o sin ellas.
lozanía 1. f. Robustez o frescura en personas y animales: se alegró de ver su lozanía y su aspecto saludable.
2. Verdor y frondosidad en las plantas: para que las plantas mantengan su lozanía, hay que echarles fertilizante.
pampanilla f. Taparrabos de tela o de cualquier otra cosa: pusieron pampanillas a las figuras desnudas de los cuadros.
bígamo, ma adj. y s. Que se casa de nuevo, teniendo todavía vigencia legal su anterior matrimonio: su marido resultó ser bígamo.
carrocero, ra 1. adj. De la carrocería o relativo a ella. 2. m. y f. Persona que fabrica, monta o repara carrocerías.
frenesí 1. m. Exaltación violenta de una pasión o sentimiento: el público aplaudió con frenesí; se aman con frenesí. 2. Locura, delirio: las drogas le producían accesos de frenesí. pl. frenesís o frenesíes.
espantajo 1. m. Cualquiera de las cosas que se ponen para espantar y especialmente el muñeco que se coloca en los sembrados para espantar los pájaros: hicimos un espantajo con ropa vieja rellena de paja. 2. Cualquier cosa que causa infundado temor: ese jefe tuyo no es más que un espantajo. 3. col. Persona que se comporta o viste de manera estrafalaria o despreciable.
fundillo 1. m. amer. Nalgas. 2. amer. Trasero de los pantalones.
disputar 1. tr. Debatir, discutir con violencia sobre algo. También intr.: tus hermanos disputan con violencia. 2. Competir con alguien por la consecución de un objetivo: hoy se disputa la final del torneo de tenis.
parentela f. Conjunto de parientes de una persona.: a la boda acudió toda la parentela de los novios.
estropajo 1. m. Porción de esparto machacado, que sirve principalmente para limpiar: frotar la sartén con el estropajo. 2. P. ext., porción de cualquier otra materia como plástico, alambre, nailon, etc., que sirve para fregar. 3. Planta cucurbitácea, cuyo fruto desecado se usa como esponja de baño. 4. Persona o cosa inútil o estropeada: la regañina le ha dejado hecho un estropajo.
iracundo, da adj. y s. Propenso a la ira, colérico.
metralla 1. f. Fragmentos menudos de clavos, tornillos, metal, etc., con que se cargan algunos proyectiles, bombas y otros explosivos: la metralla de la bomba casera estaba hecha de tuercas. 2. Fragmento en que se divide un proyectil al estallar: tiene alojada metralla en la tercera vértebra dorsal. 3. Conjunto de cosas inútiles o desechadas: tiene toda su metralla en el desván. 4. MIN. Conjunto de los pedazos de hierro colado que saltan
fuera de los moldes al hacer los lingotes.
empachar 1. tr. Causar indigestión. También intr. y prnl.: se empachó con la fabada. 2. Cansar, aburrir: su charla empacha al más paciente. También prnl. 3. Disfrazar, encubrir. 4. prnl. Avergonzarse.
anzuelo 1. m. Arponcillo o garfio, generalmente pequeño y metálico, que, pendiente de un sedal o alambre y puesto en él algún cebo, sirve para pescar: la trucha mordió el anzuelo. 2. Trampa, atractivo o aliciente: la prostituta hizo de anzuelo para que la policía pudiera detener a una banda de traficantes. 3. echar el anzuelo loc. col. Tratar de atraer con artificios o engaños: mi amiga está deseando echar el anzuelo a un hombre. 4. morder, picar o tragar el anzuelo loc. col. Dejarse engañar: ese anuncio trata de hacernos tragar el anzuelo.
torreón m. Torre grande para defensa de una plaza o castillo: el torreón árabe aún está en pie.
traza 1. f. Planta o diseño para la construcción de un edificio u otra obra. 2. Aspecto o apariencia de una persona o cosa: esas nubes no tienen buena traza.
Antonimos
escarmiento premio, recompensa
frenesí tranquilidad, pasividad, frialdad, calma
perplejo
Sinónimos
decidido, resuelto
afán aspiración, determinación, esfuerzo, pretensión, apetencia, brega, anhelo, ambición, ahínco, ardor, ansia, deseo, decisión, vehemencia, interés, actividad, trabajo, voluntad, codicia
adefesio m. col. Persona, traje o adorno ridículo y extravagante: estás hecho un adefesio.
petardo explosivo, cohete, pesadez, rollo, tostón, m orterete, triquitraque, buscapiés, pestiño
El MUNDO ES ANCHO Y AJENO DATOS IMPORTANTES AUTOR CIRO ALEGRIA GENERO narrativo ESPECIE BIOGRAFIA DEL AUTOR
Biografía [editar]
Ciro Alegría, novelista y político peruano, nació en el caserío de Quilca, uno de los 7 "pungos" (casas de administración y gestión) en que se dividía "Marcabal Grande" la extensísima hacienda de su familia (más de 75.000 hectáreas), un 4 de noviembre de 1909, en la sierra del departamento de La Libertad, Perú . Su padre, José Eliseo Alegría Lynch fue un joven intelectual, lector del anarquista peruano Manuel González Prada, que desafió la autoridad del abuelo del novelista, Don Teodoro Alegría, casándose con la hija del capataz de la hacienda (Herminia Bazán Lynch), e intentando una pequeña reforma agraria entre los campesinos de Marcabal. Don Teodoro que había dejado a José Eliseo al frente de la Hacienda y vivía en Lima como Diputado, regresó a sus tierras y deportó a su hijo a un modesto caserío en las estribaciones de los andes, y ahí nació y vivió su primera infancia Ciro Alegría, rodeado de indios, hasta que el abuelo recordó que su nieto tenía que escolarizarse, y lo separó de sus padres para enviarlo a Trujillo (capital de La Libertad), donde estudió en el Colegio San Juan, siendo su primer maestro, el que le enseñó a leer y escribir, el poeta peruano César Vallejo. Sus abuelas eran primas hermanas entre sí, e irlandesas (Lynch), y su sangre de "hacendados" oficialmente no había tenido mezcla alguna con la indigena, aunque él siempre defendió que su abuela Juanita si tuvo algo de indígena. De joven, Alegría fue encarcelado y torturado a causa de su militancia en el APRA, siendo definitivamente deportado a Chile, con 21 años. Su regreso al Perú se vio truncado en múltiples ocasiones a causa de la concatenación de dictaduras y gobiernos oligárquicos que le negaban su derecho a volver al Perú. Alegría vivirá ese largo exilio de 3 décadas en Chile, los Estados Unidos, Puerto Rico y Cuba. Durante prácticamente toda su vida adulta, escribe, vive y recuerda el Perú en la distancia. En su exilio en Santiago de Chile, se desposó con su tía segunda, Rosalía Amézquita Alegría, con la que tuvo dos hijos, Ciro y Alonso. Alonso Alegría Amézquita ha llegado a ser un considerado dramaturgo peruano. Se divorcia desde Nueva York ( en 1945). Posteriormente se casaría con una portorriqueña, con la que no tendría hijos (Ligia Marchand). Por último, desposaría en terceras nupcias a la poetisa hispano-cubana Dora Varona, recopiladora y estudiosa de su obra, con la que tuvo 4 hijos (Cecilia, Ciro, Gonzalo y Diego), de los cuales el menor nacería póstumamente (Diego) y fallecería con 14 años. Gonzalo Alegría es presidente de la Fundación bMundi. desde la cual colabora con el Perú y la obra de su padre. Volvió a residir en su tierra con 51 y falleció con 58 años. En su exilio en Nueva York, Alegría abandona el aprismo. A su vuelta al Perú y a pedido de su amigo Fernando Belaúnde Terry, Alegría se unió al partido Acción Popular, por el cual fue electo diputado en 1963. Asimismo, se incorporó a la Academia Peruana de La Lengua en 1960 y asumió el cargo de presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas. Falleció en Lima en 1 Producción literaria: La serpiente de oro (1935), Los perros hambrientos (1939), El mundo es ancho y ajeno (1941) y Duelo de caballeros (1962). 967 Argumento
Rumi, la comunidad olvidada en la crestería de los Andes, vivía en medio de paz y contento: sus campos trabajados con cariño le producían lo suficiente. Cierto día llegaron los montoneros, gritando: unos, "¡Viva Cáceres!" — eran los colorados — , y otros, "¡Viva Iglesias!" — los azules — . Estos montoneros dejaron en Rumi ingratos recuerdos e hijos bastardos como Benito Castro, quien repudiado por su padrastro vivió en la casa del Alcalde hasta que partió a conocer mundo. Con todo esto había en Rumi paz y contento. Mas, un día, la presencia del poderoso terrateniente Álvaro Amenábar ensombreció el límpido cielo de la comarca. El gamonal amenazó a Rosendo, el Alcalde, reclamando las tierras comunales. Íñiguez entabló juicio a la comunidad que, para defender sus derechos, contrató los servicios del abogado Bismark Ruiz. Amenábar compró testigos: al "Mágico", al gobernador García y a otros de la comunidad de Muncha; también sobornó a Bismark, al juez y a otras autoridades. Los comuneros, huérfanos de influencias, ni siquiera hallan testigos a su justa causa. Todos temían al terrateniente. Bismark Ruiz defecciona y engaña a los comuneros: recibirá cinco mil soles, igual que la tísica Melba, incoadora de la traición. Sólo Jacinto Prieto era leal a Rumi, pero había sido anulado a causa de un lío que le provocó "El Zurdo", un vagabundo lacayo del gamonal. ¿A quién acudir? El despojo era un hecho. La asamblea convocada por Rosendo Maqui acordó el éxodo: se irían a las faldas del cerro Yanañahui. En esos roquedales donde crece la miseria como sombras de muerte, pasaron más penurias aún. Muchos se fueron a probar suerte; algunos, como Quispe, Cahua y Condorumi, se volvieron bandoleros. Después, Rosendo Maqui fue encarcelado acusado de abigeato, intento de homicidio y ser compinche del Fiero Vásquez. Golpeado por los gendarmes, el buen viejo Rosendo murió en la cárcel. Años después retorna Benito Castro, que trató de redimir a los suyos y procuró construir la escuela que no pudo hacer el venerable Rosendo, pues era bueno saber leer y escribir. Pero Amenábar no cesaba en su ambición: no satisfecho con las tierras despojadas, ahora quiere y necesita gente que trabaje sus minas o sus plantaciones de coca. ¡Y no hay quien proteja a los indios! Los gobernantes solían decirles: "Váyanse a otra parte, el mundo es ancho". Cierto, el mundo es ancho, pero ajeno. Benito Castro y los suyos mueren defendiendo su tierra y sus vidas, sus cerros y sus animalitos. No quedaba otra alternativa: vivir o morir abatidos como los cóndores: "Todas las rutas se hallan ensangrentadas". ¿Adónde ir? ¿Adónde?... Tema de la obra leida la vida y la destrucción del pueblo de Rumi en la lucha por la posesión de tierras Personajes principales
Ciro Alegría utiliza tres tipos de personajes en su novela: los indios, los mestizos y los blancos. Entre los indios podemos destacar a:
Rosendo Maqui, alcalde de la comunidad de Rumi, que se preocupa por construir caminos y escuelas, y que bajo la ambición del gamonal Álvaro Amenábar, de la hacienda de Umay, enarbola la defensa de su "ayllu" hasta sucumbir en la prisión, vejado por las autoridades. Benito Castro es otro personaje de la comunidad, quien abandona su tierra para ir de hacienda en hacienda, de pueblo en pueblo, conociendo de cerca el dolor de sus hermanos los indios. Demetrio Sumallacta, un joven músico. Nasha Suro, mujer "adivina", que vaticina las desgracias de la comunidad.
El Fiero Vásquez, héroe bandolero que sirve a la causa de los indios con gran pasión, demostrando un enorme coraje en sus acciones. Amadeo Illas, por el que podemos conocer lo que significa la explotación de los indígenas en los sembríos de cocales, en donde se interna en busca de una mejor suerte y porvenir. Augusto Maqui, hijo de Rosendo, quien se interna en los cauchales donde la explotación es similar.
El indio Valencio, lugarteniente del Fiero Vásquez y que realiza proezas singulares. Entre los mestizos, Ciro Alegría nos muestra a: Julio Contreras, un personaje al que se le conoce como "buscavidas", que cae en Rumi sirviendo — en medio de negocios delictivos — de falso testigo en favor del insaciable Amenábar y que termina en las garras de Doroteo Quispe, quien lo sentencia a morir en una ciénaga. Jacinto Prieto, un advenedizo bien intencionado, que sirve a la causa de Rosendo Maqui.
Y como no podía ser de otra manera, los blancos, enemigos de los indígenas, cuyo mejor personaje es: Álvaro Amenábar , terrateniente de horca y cuchillo de Umay, quien valiéndose de documentos fraguados, sobornando a diversas autoridades y corrompiendo conciencias, ensancha sus dominios hasta devorar las tierras de Rumi. Zenobio García, gobernador sin escrúpulos, que sólo vive para enriquecerse. Bismark Ruiz, tinterillo inescrupuloso que empieza sirviendo a la comunidad para luego prevaricar y entregarse al servicio del gamonal Amenábar.
En la novela, el hombre blanco representa al usurpador, a la autoridad, al poderoso, al amo, al sistema capitalista imperante. El indio, en cambio, representa al poseedor de la tierra, su legítimo dueño, pero que es cruelmente explotado. Elaboración de 20 preguntas Quien le dio a Benito la noticia de q se podía quedar y cultivar la tierras El doctor correa Zavala Con quien se casa Benito Con marguicha Por q clemente renuncio a su cargo de alcalde Por el reuma Q le paso a Benito por haber matado a su padrastro Se fue a la carsel Quien saco de la carsel a brenito Rosendo Maqui De que era dueño don renato era el dueño y el primer jefe del canuco y q esplotaba aquí el caucho por q quedo ciego augusto porel caucho q quería llevarse el cultachaqui a nora en q convirtió la esposa del casique coranke a su hija en un pájaro y como se llama el pájaro
ayaymama cuando canta el ayayamama en las noches de luna con q descabeso ordoñes al indio con un machete por q por no haber traido caucho donde muere ordoñes en una pelea q los caucheros vencen contra los indios d la selva como muere recibe una flecha y muere cuantas mujeres traen los caucheros 30 Y con quien dejan a marabi con augusto Q hace zenobio cuando regresa y no encuentra a su esposa y a su hija Se emborracha Q hicieron los bandidos con el mágico
despojarle de la mercadería, le echaron en un pantano, donde se hundió. Apreciasion critica Esta novela pone de relieve iniquidad del trato injusto al indio.
— con
calidad literaria y maestría en el relato — la
Presenta una neta división de la sociedad en clases: por una parte todos los que tienen alguna autoridad — gobernantes, jueces, policías, etc. — , que están a una con el hacendado (que es el explotador y opresor); y por otra parte los indios, que son explotados y oprimidos. Sin embargo, no se encuentran las argumentaciones dialécticas o demagógicas típicas de la doctrina marxista: aunque la temática podría haber facilitado una orientación de este tipo, el autor va por otros derroteros.
La religión aparece como una costumbre de gentes campesinas que celebran las fiestas del santo y acuden a él o a la oración "al Justo Juez", en sus necesidades. Las prácticas religiosas están mezcladas muchas veces con elementos de superstición. La figura del sacerdote o la del fraile, aunque aparece pocas veces, no queda bien parada. Sin embargo, la actitud del autor hacia el tema religioso no es despectiva ni tampoco ridiculizante. Aunque no abusa del recurso a lo erótico, hay capítulos con pasajes un poco fuertes, pero sin detenerse en la descripción (vid. Cap. I, IV, V, VIII y XII). La edición abreviada de esta obra presenta inconvenientes menores y parece más apta para estudiantes de secundaria y universitarios.
Mensaje Palabras desconocidas
máuser m. Fusil de repetición inventado por los armeros alemanes Wilhelm y Paul Mauser: el máuser fue muy utilizado por los militares en la primera mitad del siglo|[cf7]XX[cf2].
mosto m. Zumo exprimido de uva sin fermentar: el médico me ha prohibido el mosto porque tiene mucho azúcar.
moho 1. m. Nombre común de los hongos ascomicetos filamentosos que se desarrollan sobre materia orgánica, en condiciones de humedad o descomposición: el moho del pan es una espora que se transporta por el aire. 2. Capa que se forma por alteración química en la superficie de un cuerpo metálico, como la herrumbre o el cardenillo: encontró la llave llena de moho. 3.
no criar moho loc. col. Estar en continuo movimiento o actividad: tranquilo, que su dinero no va a criar moho.
mayoral, la 1. m. y f. Pastor principal que cuida de un rebaño, especialmente de ganadería brava: el mayoral conoce a cada toro por su nombre.
2. Capataz de las cuadrillas de trabajadores del campo. 3. Cochero de diligencias y otros carruajes.
macolla f. Conjunto de vástagos, flores o espigas que nacen de un mismo pie. También se escribe macollo o macoya.
tirillas com. Persona con poca fortaleza física: está hecho un tirillas, no come nada. No varía en pl.
bandidaje m. bandolerismo.
vandalaje m. amer. Vandalismo, bandidaje: grupos incontrolados se dieron al vandalaje.
Rosendo Maqui y la comunidad
Rosendo es el alcalde. Se describe la vida de una comunidad andina. Los gamonales con leyes para expropiar a los comuneros. La ley, el derecho, es para los gamonales. Dificultades para levantar la escuela. El indio es despreciado. El tinterillo Bismark, "defensor jurídico" frente al gamonal Amenábar. Murió mucha gente del tifo. Guerra con Chile. "Las madres blasfemaban...". Aparecen los azules y los colorados. Dejaron hijos. Habla de dos ladrones disfrazados de frailes que bendecían el ganado y regalaban ovejas a la comunidad. Referencia a diversas supersticiones. La esposa de Rosendo, Pascuala, había muerto. II. Zenobio García y otros notables
La hija mayor de Zenobio hace una apología de la muerte. El "cañazo" — bebida alcohólica fuerte — para el velorio (justifica la borrachera). Todo el pueblo asistió al velorio. III. Días van, días vienen
Sentido materialista de la muerte. Se construye la escuela con adobe. Llega don Álvaro Amenábar diciendo que los terrenos son suyos y así lo había denunciado. Rosendo sintió odio por primera vez. Crítica a funcionarios y maestros. "En el Perú las cosas se hacen solas". Amoríos de Bismark Ruiz, el tinterillo, y la "costeña". Rosendo le deja
cincuenta soles a Bismark para que les defienda, y éste les dice que vayan tranquilos, que la justicia está de parte de ellos. La estafa del "Mágico" en una fiesta. IV. El Fiero Vásquez
Se presenta a este personaje que despojaba a los ricos y daba a los pobres; aunque también robaba a los pobres cuando necesitaba. Encuentra a Doroteo Quispe que iba a comprar para la fiesta de San Isidro. El Fiero le roba los cien soles que llevaba, pero después le devuelve ochenta y diez más para velas a San Isidro, por la oración al Justo Juez que recita Doroteo. Aparece Valencio, hermano de Casiana, amante del Fiero Vásquez. Describe la miseria, el látigo y la incansable deuda de los pobres. Hieren en la cara al Fiero con carabina. Se repone y llega a un pueblo, donde le cura la Sra. Elena. Llega don Teodoro, el esposo de Elena. El Fiero cuenta que anduvo errante por matar a don Malaquías que había pegado a su madre. Se queda trabajando con don Teodoro. Describe las peripecias de don Teodoro y el Fiero para atravesar el río Condebamba. Don Teodoro se fue a firmar porque fue elegido diputado. El Fiero se casa con Gumersinda. Estando en la chacra le ataca un desconocido al que mata en defensa propia, pero tiene que huir. A los seis meses regresa. Su hijo había muerto. Su esposa había sido violada por los gendarmes y tuvo que ser sirvienta del juez para poder salir de la cárcel. Se informa del juicio con Amenábar y se va, caída la noche. V. El maíz y el trigo
Narración del arreo de vacas por un grupo de jóvenes por un valle. También se narra la siega, el acarreo y la trilla. Describe cómo se avienta el trigo con horquetas y palos de madera, hasta separar la paja del grano. VI. El ausente
Ganó Benito en la carrera de caballos para atrapar el gallo, que colgaba de una soga, y los treinta soles que estaban en un canasto. Por la noche hubo un baile. Prefirió no pelear y se fue. Vagando de un lado para otro llegó al Callejón de Huaylas. Allí pagaban los gamonales peor que en el norte. Tuvo que huir porque soltó a dos indios que habían sido torturados por considerarles culpables de robo. Llegó a Pueblo Libre. Pajuelo, que había dejado el pueblo por los abusos, vino, ya adulto, a ponerse al lado de los indios explotados por gamonales y autoridades; se puso a arengar a la gente. Benito está ahí con su caballo "Lucero". Hieren a Pajuelo y a los pocos que quedan les llevan presos por subversión. Con el tiempo salen todos menos Benito, que por ser forastero no tiene quien le defienda. Por fin lo sueltan, pero se queda sin su caballo y con hambre. Se pone a trabajar en una hacienda. Allí, los indios cuentan historias de revoluciones en el Callejón, pensando que se repetirán: y al día siguiente, la misma realidad. VII. Juicios de los linderos
El papel sellado es un mal nacional, que no puede faltar, aunque falte el pan. Por su familia don Álvaro es enemigo de los Córdova. Íñiguez es el defensor de don Álvaro. Se compran a falsos testigos, al subprefecto, al juez y al mismo Bismark Ruiz. Se encontraron los hitos — que señalan los linderos — fuera de su sitio, y los colocaron de nuevo.
Mardoqueo, vendedor de esteras y encargado de espiar, fue flagelado. Bismark dijo a Rosendo Maqui que él descalificaría a Contreras, a García y a otros más. Habla de Nasha, bruja y curandera, que con hierbas, el cuy, etc., podría hacer algo contra don Álvaro Amenábar. Sacó una fotografía suya de la hacienda, de noche. Don Álvaro la descubrió y dijo que no la mataba porque su padre había salvado al de don Álvaro. ¿Qué había hecho don Gonzalo Amenábar con los indios? ¿Qué hacía don Álvaro? Explotarlos, matarlos, flagelarlos, despojarlos. En vista de que don Álvaro seguía bien de salud, empezaron las dudas sobre Nasha, y al final nadie creía en ella; se justificaba: "No le puedo agarrar el ánima...". Rosendo Maqui tiene que buscar testigos que no sean de Rumi. Rezan a San Isidro para que salve a la comunidad. Los buscaron en Muncha y Viyumi; sabían que los comuneros tenían razón, pero no se atrevían a enfrentarse con don Álvaro. Apareció Jacinto Prieto, el herrero del pueblo; y enviaron al "Zurdo", vagabundo y truhán, para que le provocase. En efecto, le propinó una paliza y Prieto fue a la cárcel. VIII. El despojo
Rosendo Maqui quiso dejar a Bismark, pero nadie en la provincia quería defenderles. Consejos del sacerdote de que acepten la voluntad de Dios, guarden sus mandamientos y piensen en el Cielo. Augusto Maqui, nieto de Rosendo, va a la hacienda enrolado por su abuelo, como espía; escuchó que irían cuarenta para tomar Rumi. Lo contó todo a su abuelo; al siguiente día, al mediodía, ocho caporales de Amenábar, llegaron amenazantes por lo del espía. "Hasta el 14" gritaron, aludiendo al día del juicio. En el juicio dice Rosendo: "han ganado la plata y la maldad". Artemio Chauqui intentó criticar — sin éxito — la gestión del Alcalde y de los Regidores. Se entró a discutir si defender o no la comunidad; Gerónimo Cahua optó por la resistencia; otros, no. Casiana — sin avisar — salió en busca del Fiero Vásquez. Llegaron a un acuerdo: no se resiste, y se irían de la comunidad antes del día 14. Reeligen alcalde al viejo Rosendo Maqui. Casiano no encontró al Fiero; hicieron fuego como señal. "No pienso que Dios esté administrando las cosas de la tierra", pone en boca del "Manco". Llegó Valencio, hermano de Casiana. El Fiero decidió ir, con veinte hombres, a defender a los comuneros. Salieron los comuneros de Rumi y llegó el gamonal con su cohorte. Los comuneros (Alcalde y Regidores) saludaron a don Álvaro, que les dijo: "¿Por qué no me saludan, indios imbéciles, malcriados?". Al fin se produjo el enfrentamiento entre el Fiero y los comuneros, con los gendarmes y Amenábar. Murió Íñiguez por la piedra rodada por Mardoqueo. IX. Tormenta
Yanañahui es una laguna encantada. Nasha se desprestigió con la pérdida de las tierras. Rosendo se dirige al cerro: "Taita Rumi, ¿nos irá bien en Yanañahui?". Le hizo ofrendas de pan, coca y chicha. Siguió insistiendo. El cerro le dijo: "Bien", al ingenuo y panteísta Rosendo. La vida había cambiado mucho por la aspereza del lugar. Se intentó un recurso de apelación a la Corte Superior. Pero se enteró Amenábar: "no saben donde se meten y con el jovencito el tal Zavala Correa" (el abogado). Se produce una gran tormenta y algunos animales son muertos, entre ellos "Frontino", el caballo de Rosendo. Un emisario
de Zavala Correa vino a decir que habían asaltado al que llevaba la apelación, la que poco después se quemó en la chimenea de don Álvaro. Anselmo, el tullido, tocaba muy bien el arpa. La vida era dura. Murió Anselmo. Doroteo, Gerónimo y Condorumi intentaron matar a Bismark y a su amante Melba, pero no se atrevieron: sólo robaron los dos caballos. Melba murió de pulmonía. Bismark volvió al lado de su esposa, a la monotonía del trabajo. El diario "La Patria" se refirió en el editorial al orden que pusieron, a la laboriosidad y honestidad de Amenábar, y al bandidaje y a la revolución a la que se dedicaron muchos comuneros. X. Goces y penas de la coca
A Hipólito le picó una víbora. Corrían historias de muertes por picaduras de víboras. También molestaban los zancudos. Amadeo Illas iba a empezar a raumar. Los dos caporales que estaba allí habían violado a su mujer, aunque él no lo sabía. El trabajo, al principio, era fácil; después ardían las manos y salían ampollas. El almuerzo era un cucharón de trigo. Las manos le sangraban. Tuvo que dejar el trabajo. Era cuestión de acostumbrarse, pero no se acostumbró: las ampollas, la sangre... Regresó sin nada. Tuvo que irse a Lomas, pero le buscaron y el hacendado pagó su deuda de 50 soles: de nuevo estaba amarrado. XI. Rosendo Maqui en la cárcel
Falsificador de billetes. El engaño del entierro al cura. Se descubrió la estafa por un telegrama equivocado. XII. Valencio en Yanañahui
Gran recibimiento. Cuenta el enfrentamiento con los gendarmes y la muerte de algunos de éstos y de la banda. El Fiero Vásquez y otros, siguen a salvo. Decide casarse con Tadea por religioso. XIII. Historias y lances de minería
Calixto Paucar busca trabajo en la mina de Navilca. Se encuentra en el camino con presos encadenados. Al llegar, le dijeron que comenzaría a trabajar el lunes, pero luego le avisaron que empezaría una huelga. Alberto y Calixto salieron a dar un paseo. Los mineros sorprenden a 14 de la banda del Fiero Vásquez, borrachos, en una cueva y los llevan presos a la mina de los Godogrey. Allí los colgaron de los pelos y a los que no murieron, les fusilaron. El Fiero no volvió a Gallayán. Había informes de su captura. Se le rompió la soga con otro compañero, pero no explotó la carga de dinamita y salvó la vida. Un periodista le preguntó por la huelga. Habló de cuando estuvo en Cerro de Pasco y de otras huelgas. "Ellos tienen plata y los mineros hambre". Alemparte, el Secretario General del Sindicato de Navilca, había declarado la huelga. Vinieron muchos gendarmes. Gritaban: "¡Viva Alemparte! ¡Viva el gringo Yack! Somos socialistas". Se enfrentaron a los gendarmes y hubo ocho muertos: el primero, Alemparte. Yack y otro compañero desplegaron un trapo rojo y cantaron; los demás no sabían nada. XIV. El bandolero Doroteo Quispe
Nació el hijo de Casiana. No se sabe nada del Fiero Vásquez; otros han muerto. Doroteo entra a Muncha, el caserío donde esta Zenobio García, el gobernador. Sospechan del bandido. Los bandidos entran a medianoche disparando mucho, para impresionar. Entraron en Muncha y Zenobio huyó, pero la esposa, la hija y la sirvienta no pudieron hacerlo. Cuando regresó a la casa se encontró con el saqueo: todo el esfuerzo de años, perdido. Se emborrachó. Los bandidos encontraron al "Mágico" (mercachifle) y después de despojarle de la mercadería, le echaron en un pantano, donde se hundió. XV. Sangre de caucherías
Augusto Maqui, con otros, ha llegado a un lugar de la selva. Al frente va el veterano Carmona. Don Renato era el dueño y el primer jefe del canuco, donde se explotaba el caucho. Se servían de los indios, a los que habían reducido, que tenían que entregar su cuota; de lo contrario eran castigados: hombres, mujeres y niños. En el Putumayo mueren cuatro en una expedición a manos de los cashibos. Se preparan para vengar esas muertes: el prefecto Arana con otros de su comitiva y gente de tropa sorprenden a los cashibos en una orgía. Matan a algunos y se llevan rehenes, entre ellos a la esposa del jefe, Yanacuna. Al insistir en el ataque, apoyados por los cañones de tres embarcaciones que llegan para ayudar, muere el jefe y hacen una carnicería humana. Por eso ponen a ese lugar el nombre de "Puerto del castigo". Cuenta la historia del Cultachaqui ("pie de hombre y de venado") que querían llevarse a Nora, la esposa del cacique Coranke; al intentar evitarlo, convirtió a su hija en un pájaro, el "ayaymama", el cual se dice que sigue cantando, especialmente en las noches de luna. Ordóñez, el dueño, descabezó con machete a un indio por no haber traído caucho. Augusto quedó ciego por el caucho. Todos se fueron. Escuchó la voz de Maribi. Ordóñez, en una pelea que los caucheros vencen contra los indios de la selva, recibe una flecha y muere. Los caucheros traen 30 mujeres, y dejan a Marabi con Augusto. XVI. Muerte de Rosendo Maqui
Un preso, Jacinto, había escrito al Presidente de la República, seguro de obtener justicia. Pero no fue así. Jacinto exclamaba: "Todo es mentira; ¿dónde están los hombres probos de la patria? Todos son unos serviles a las ordenes de los poderosos. Un rico puede matar y nadie le hace nada. Un pobre da un puñete fuerte y lo acusan de homicidio frustrao". Todo esto lo decía a gritos, pero de nada le sirvió. Lo torturaron los gendarmes. Sólo salió por los 1.000 soles que pagó el Fiero Vásquez. A Rosendo Maqui lo pusieron en la misma celda que al Fiero. Luego, acusándolos a ambos de sedición, confunden al Fiero Vásquez y dan muerte a Abdulio. El alcalde le hizo llegar un revólver al Fiero Vásquez, quien propone a Rosendo la huida: Rosendo lo piensa, pero renuncia a este plan por miedo a que Amenábar ganara las elecciones a Córdova. Esto le costaría caro. El Fiero soborna al gendarme y a otro más con 400 soles (el gendarme ganaba 30 soles mensuales) para huir; abre con una ganzúa el candado. En el patio mata a dos gendarmes. Al enterarse los demás gendarmes, acuden a la celda de Rosendo: "¿por qué no gritaste, tú indio babieco?". Golpearon a Rosendo hasta que se desvaneció; al llevarle el almuerzo no contestó: estaba muerto. El médico diagnosticó muerte por infarto y el juez levantó acta de defunción. El subprefecto mandó a los gendarmes que lo enterraran en la noche para que los indios no armasen bulla, pues no quería líos — si los indios se enteraban de lo sucedido — .
XVII. Lorenzo Medina y otros amigos
En una cantina de Lima está Benito Castro, que trabaja en una imprenta. Allí comenta con el tipógrafo llamado Santiago de cómo domó una mula en su comunidad. Llegó Lorenzo Medina, el gran líder sindical. Benito se va con él a trabajar en un bote pesquero. Luego se entera Benito que Lorenzo no dirige nada; que había sido expulsado del sindicato. Hablan de explotación de indígenas en las haciendas, de la construcción de ferrocarriles, etc. En la provincia de Azángaro los gamonales han despojado a las comunidades de sus tierras, de la manera más clamorosa: han matado y torturado hombres, mujeres y niños, con el apoyo de las autoridades. Lorenzo comenta: "Ayer ha hecho un año que la fuerza pública, al mando del coronel Revilla, prefecto de Cajamarca, entro en Llaucán y arrasó con todos..., no sólo los indefensos reunidos, sino entrando a las casas". Hace referencia a una carta de Llaucán al señor Ministro de Justicia, exponiendo los atropellos de Llaucán; entre los firmantes está Rómulo Quinto (de Rumi), según Benito. Cuenta Benito que, por haber matado a su padrastro, y a falta de cárcel, fue encerrado en un cuarto de Rosendo Maqui; este último lo soltó. Benito quiere volver a la comunidad, por eso estaba aprendiendo a leer. Termina la historia narrando la fuerte explosión que hubo en el Callao, y cómo eso hundió el bote; de cómo la lancha no daba para vivir; y de que ambos (Benito y Lorenzo) tuvieron que quedarse en el Callao, resignados en trabajar recogiendo conchitas, después de haber intentado éxito — encontrar otro trabajo en Lima. XVIII. La cabeza del Fiero Vásquez
Una pastora encontró entre unos matorrales la cabeza del Fiero Vásquez. Llegaron el juez, el subprefecto y muchos campesinos. No había indicios de quién lo había matado: ¿los gendarmes, una mujer por celos,...? Enterraron la cabeza. Casiana se enteró del suceso. XIX. El nuevo encuentro
Juan Medrano está mirando Solma, la tierra que tiene por delante y que se parece un poco a Rumi; Juan Medrano la anidó. Simona, cocinando al raso, está con él. Se hace de noche y duermen allí. Su destino es trabajar la tierra, como su abuelo Antón. Juan y Simona tienen dos hijos: Roli y Elvira. Hacen su casa, y siembran en ese mes de noviembre, con la ilusión de obtener una buena cosecha que pueda beneficiar a los padres de ambos y a Modesto, un pastor que vive solo — únicamente tiene la compañía de una culebra — y a quien tratan de brujo. Llegaron las lluvia y crecieron el trigo y el maíz; Juan realizó la cosecha — con la ayuda de otros, como es habitual — , acordándose de Rosendo. Al final de la cosecha llegó don Ricardo, que se llevó la mitad de lo recogido, y reclamó casi otro tanto por las facilidades prestadas: los colonos se quedaron únicamente con los granos necesarios para su sustento. XX. Sumallacta y unos futres raros
La indiada llenaba el pueblo en fiesta. "Demetrio Sumallacta vio a Amadeo Illas en una cantina. Les contó el cuento del zorro y el conejo". El zorro, decía unos de los futres, representa al mandón y el conejo al indio; pero el indio toma revancha. Un pintor invita a Demetrio para ser modelo; le dará dos soles diarios. Al regresar a casa dice que se encontró con unos futres que hablaban del "indio", "justicia", "el hombre", y que consideran hombre al indio. Se durmió después de haber hecho grandes alabanzas del maguey. XXI. Regreso de Benito Castro
Se enroló en el ejército y ascendió a Sargento primero. Se licenció. Consiguió un rifle y quinientos tiros. Benel, guerrillero, quiso plegarse a él, pero desistió al saber que era hacendado. Ningún gobernante hacía nada por el pueblo. Se compró un caballo y se fue a su comunidad. Se dio con la sorpresa de que había desaparecido; en la casa de Rosendo no encontró más que un cerdo. ¿Qué pasó con la gente? ¿Dónde estaban? ¿La peste? ¿Algún gamonal les había desalojado? ¿Rosendo? ¿Pascuala? Lloró. Encontró tan sólo a un habitante, Ramón Briceno, quien le comunicó lo de Amenábar y que estaban en Yanañahui. Subió a Yanañahui y se encontró con su hermana Juanacha. Se enteró de la muerte de sus padres y del nuevo Alcalde — Clemente Yacu — que estaba enfermo; éste le fue contando lo sucedido. El espíritu de Rosendo estaba en la comunidad. XXII. Algunos días
Benito revivió intensamente en dos días todo lo ocurrido en la comunidad. Fueron presentándole a todos. Madre e hija se presentaron para que Benito les leyera la carta que el esposo de la hija le había enviado. Benito fue a conversar con el Dr. Correa Zavala, que le dio la noticia de que se podían quedar y cultivar las tierras — que ahora ocupaban — con tranquilidad, porque la Corte Superior de Justicia había fallado a favor de la comunidad. Benito salió de caza con Porfirio Medrano y le anuncia que le propondrá como regidor. Luego, se casó con Marguicha. XXIII. Nuevas tareas comunales
Dinamitaron la laguna para aprovechar más tierras de cultivo. Benito Castro dijo a la comunidad que él era el responsable de eso, a pesar de las supersticiones. La gente se oponía por la superstición de la "mujer negra y peluda", que suponían vivía en la laguna. También destruyó unas ruinas donde, decían, estaba el "chocho". Pero no había ni tal chocho ni tal laguna encantada. No pocos se opusieron, se discutió en la comunidad, y la mayoría voto a favor de Benito. Clemente renunció por el reuma y Benito fue elegido Alcalde. XXIV. ¿Adónde? ¿Adónde?
Artemio Chauqui decía: "El indio es un Cristo clavado en una cruz de abuso". Benito Castro organizó a la gente contra Amenábar, que intentaba llevarles a trabajar a su chacra. También luchan los munchinos. Se acercaron los de Amenábar. Benito Castro dispuso las operaciones y treinta hombres se pegan contra las peñas dejando la vía libre. Al fin
aparecieron los guardias con un indio de guía. Se tiraron al suelo ante los disparos; murieron seis guardias y algunos comuneros: Porfirio Medrano y Fidel Vásquez. Rumi y Umay también se sublevaron, pero les atacaron con máuseres. Mueren muchos, entre ellos Benito Castro.