Estilos de apego 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
Introducción. Antecedentes históricos del apego Tipos de apego Desarrollo del apego Estrés y apego Estilos de apego y relaciones interpersonales futuras Trastornos psiquiátricos y apego Conclusiones Bibliografía IT!"D#CCI$
En el curso de la e%olución, e%olución, sentimos atracción hacia determinados elementos del amiente animado o inanimado, en especial gentes ! lugares con las "ue nos hallamos #amiliari$ados. %or otra parte, e&perimentamos recha$o por situaciones amientales "ue nos proporcionan indicios naturales de peligro potencial tales como suelen ser' la soledad ! lo desconocido. (eres humanos ! animales de otras especies, tienden a permanecer en un sitio #amiliar espec)#ico, en compa*)a de personas tami+n #amiliares. os indi-iduos de una especie determinada, leos de deamular al a$ar a todo lo ancho de la región a la "ue pueden adaptarse desde el punto de -ista ecológico, e cológico, por lo com/n, pasan su -ida dentro de un sector sumamente restringido de a"uella 0 denominada rea de acción. En un sueto, los sistemas de acti-ación "ue determinan la conducta de temor tienden a apartar al indi-iduo de situaciones potencialmente peligrosas. e igual #orma, los sistemas "ue determinan la conducta de apego, suelen empuarlo hacia situaciones en "ue potencialmente se hallar a sal-o, ! mantenerlo en esas condiciones. En el homre adulto la conducta de temor puede ser pro-ocada por indicios "ue deri-an por lo menos de tres #uentes' 1 Indicios naturales ! sus deri-ados 0desarrolladas en la in#ancia 2 Indicios culturales aprendidos por medio de la oser-ación 0desarrolladas gracias a la sociedad ! 3 Indicios aprendidos ! utili$ados con un ma!or grado de per#eccionamiento, a los e#ectos de e-aluar el peligro ! e-itarlo. &a respuesta de te'or suscitada ante la inaccesibilidad de la 'adre, 'adre , puede considerarse una respuesta adaptati-a sica, una respuesta "ue, en el curso de la e-olución se ha con-ertido en parte intr)nseca intr)nsec a del repertorio de conductas del homre en e n -irtud de su contriución a la super-i-encia de la especie. 0ol!, 1985 1998. (eg/n ela 02() 02() el a'or cumple a'or cumple #unciones psicológicas sicas' compartir, a#iliación 0punto de partida para las relaciones interpersonales )ntimas, protección, estailidad ! seguridad, intimidad, apo!o emocional, entrega, compa*)a, -isión optimista del mundo, re#uer$os sicos 0atención ! placer se&ual, prestigio ! reconocimiento social, autoestima ! la reducción de ciertas in"uietudes psicológicas 0soledad, ansiedad, temor a estar solo en la madure$ ! en la -ee$, no sentirse di#erente a la ma!or)a ! la transición de un estatus psicosocial a otro socioculturales 0transmisión de normas e incluso e-oluti-a 0#ortalecimiento del -)nculo entre los progenitores en la especie cu!as cr)as son ms inde#ensas ! necesitan protección. a ausencia de amor maternal durante la in#ancia se asocia a prolemas psicopatológicos en la etapa adulta 0histeria, autismo, inseguridad,
temor al recha$o e intensa necesidad de aproación d+#icit psicológicos traducidos en una actitud de hostilidad ante el mundo ! ante los dems 0ela, 2. (in emargo, el amor de madre depende en mucho del estilo de apego "ue ha!a desarrollado a tra-+s de su e&istencia, lo cul repercutir de igual manera en la seguridad "ue le transmita a su hio al momento de nacer ! durante los a*os posteriores, haciendo especial +n#asis en los primeros meses de -ida "ue son cruciales para el estalecimiento del apego. %or lo tanto, se puede de#inir al apego como un proceso de maduración a tra-+s del cual el cuidador principal de la in#ancia ad"uiere la calidad de un oeto de amor 0England, 1981 citado ci tado por :i$puru, 1994, o como la conducta "ue reduce la distancia de las personas u oetos "ue suministrar)an protección 0ol!, 1985 1998 E-oluti-amente, la función que tiene las conductas de apego radica apego radica en proteger al indi-iduo de los animales de presa esto ocurrir)a tanto entre los seres humanos como en otras especies de mam)#eros ! a-es. %ara los primates de gran tama*o "ue moran sore la super#icie terrestre, la seguridad reside en integrarse a la manada 0ol!, 1985 1998. ;reud 01926 0
"ue se -a!a solidi#icando seg/n las relaciones entre los miemros de la #amilia. (e producen alian$as ! coaliciones "ue en parte de#inen su estructura #uncional. a ruptura de una alian$a o coalición implica la necesaria reestructuración de la dinmica #amiliar 0>rtigosa, 1999. as relaciones a#ecti-as #amiliares tempranas proporcionan la preparación para la comprensión ! participación de los ni*os en relaciones #amiliares ! e&tra#amiliares posteriores. :!udan a desarrollar con#ian$a en si mismo, sensación de autoe#icacia ! -al)a 0?rianes, 2. entro de esta, la ri"ue$a de las interacciones madre@hio o cuidador@hio es el predictor mas consistente de la hailidad, el conocimiento ! la moti-ación en los ni*os 0%ino ! Aerru$o, 2. a personalidad adulta se -isuali$a como producto de la interacción del indi-iduo con #iguras cla-es durante sus a*os inmaduros !, en particular, con las #iguras de apego. Indi-iduos "ue han crecido en un hogar adecuado, con padres a#ectuosos en la medida normal, ! han tenido ante s) a personas "ue pueden rindarle apo!o, aliento ! protección, ! saen donde uscar todo ello suelen tener e&pectati-as #irmes ! satis#echas por lo "ue, como adulto, le resulta di#)cil imaginar un mundo distinto. Ello le hace sentirse seguro, de "ue toda -e$ "ue se -ea en di#icultades siempre tendr acceso a #iguras dignas de con#ian$a "ue -endrn en su a!uda. En#rentar al mundo con seguridad !, cuando se -ea ante una situación alarmante, podr encararla con e#icacia, o uscar a!uda para hacerlo. a e&periencia #amiliar de los ni*os "ue se con-ierten en seres relati-amente estales ! dotados de con#ian$a en s) mismos, no solo se caracteri$a por el apo!o "ue les rindan los padres cuando ello es necesario, sino tami+n por el aliento "ue les rindan, de modo paulatino pero oportuno, para "ue -a!an ad"uiriendo una autonom)a cada -e$ ma! or. os adultos "ue desconocen la posiilidad de contar con #iguras "ue le rinden apo!o ! protección de manera constante, puede llegar a no con#iar en la posiilidad de "ue siempre puedan tener acceso a una #igura de a#ecto "ue les mere$ca plena con#ian$a. =en al mundo como algo impredecile ! hostil, respondiendo en consonancia' apartndose de +l o ri*+ndole 0ol!, 1985 1998. Entre amos e&tremos se encuentran las personas "ue pueden haer aprendido "ue una #igura de apego sólo responde de manera positi-a cuando se le hace oeto de mimos ! halagos. >tros pueden haer aprendido durante la in#ancia "ue la respuesta deseada solo puede otenerse si se cumplen determinadas reglas del uego. (iempre "ue esas reglas ha!an sido modeladas ! las sanciones tiias ! pre-isiles, el sueto podr seguir cre!endo en la posiilidad de otener apo!o cuando lo necesite. %ero cuando las reglas son estrictas ! di#)ciles de cumplir, ! en especial cuando inclu!en amena$as de "uitar todo el apo!o, la con#ian$a suele des-anecerse 0ol!, 1985 1998. ATECEDETE* +I*T$!IC"* DE& C"CE,T" DE A,E-" El concepto de apego e-olucionó del %sicoanlisis, en particular de la teor)a de las relaciones oetales. El primero en desarrollar una teor)a del apego a partir de los conceptos "ue aportara la psicolog)a del desarrollo, con el oeto de descriir ! e&plicar por "u+ los ni*os se con-ierten en personas emocionalmente apegadas a sus primeros cuidadores, as) como los e#ectos emocionales "ue resultan de la separación, #ue Bohn ol!, "uien intenta me$clar los conceptos pro-enientes de la etolog)a, el psicoanlisis ! la teor)a de sistemas para e&plicar el la$o emocional del hio con la madre 0arro, 1972 citado por :i$puru, 1994. e esta #orma, ol! 01985 1998 de#ine al apego como la conducta "ue reduce la distancia de las personas u oetos "ue suministrar)an protección esde esta perspecti-a, la conducta de apego parece ser un componente ms de entre las heterog+neas #ormas de conducta com/nmente clasi#icadas dentro de la categor)a de conducta dictada por el temor. :insorth 01983, lo de#ine como a"uellas conductas "ue #a-orecen ante todo la cercan)a con una persona determinada. Entre estos comportamientos #iguran' se*ales 0llanto, sonrisa, -ocali$aciones, orientación 0mirada, mo-imientos relacionados con otra persona
0seguir, apro&imarse e intentos acti-os de contacto #)sico 0suir, ara$ar, a#errarse. Es mutuo ! rec)proco. (rou#e ! Caters 01977 descrien el apego como un la$o a#ecti-o entre el ni*o ! "uienes le cuidan ! un sistema conductual "ue opera #le&ilemente en t+rminos de conunto de oeti-os, mediati$ado por sentimientos ! en interacción con otros sistemas de conducta. >rti$ arón ! arno$ aen 01993 se*alan "ue el apego es el la$o a#ecti-o "ue se estalece entre el ni*o ! una #igura espec)#ica, "ue une a amos en el espacio, perdura en el tiempo, se e&presa en la tendencia estale a mantener la pro&imidad ! cu!a -ertiente sueti-a es la sensación de seguridad 0 citados por >rti$ ! Dutierre$, 21. ela 02 dice "ue la importancia del estalecimiento de un -)nculo amoroso #uerte ! con#ortale entre el ni*o ! una #igura de apego de cara a un desarrollo óptimo de la persona ha sido sura!ada tanto por etólogos 0"uienes consideran muchas conductas como sicamente innatas ! espec)#icas de la especie o de origen i nstinti-o como por psicodinmicos ! otros psicólogos de distintas corrientes. TI,"* DE A,E-" Clasificación de Ains.orth :insorth ! cols. 01978 elaoraron un instrumento denominado situación e&tra*a , con el oeti-o de e-aluar la manera en "ue los ni*os utili$aan a los adultos como #uente de seguridad, desde la cual pod)an e&plorar su amiente tami+n la #orma en "ue reaccionaan ante la presencia de e&tra*os, ! en los momentos de separación ! reunión con la madre. a pruea consta de ocho episodios de tres minutos de duración cada uno. %re-iamente a su aplicación, se rinda la in#ormación adecuada ! precisa sore la misma, tanto a la madre como a la persona e&tra*a. a secuencia completa de la interacción es -ideograada a tra-+s de una cmara de Dessell. 0artigue ! =i-es, 1992. :insorth distinguió a ra)$ de +sta pruea tres tipos de apego seg/n la respuesta del ni*o' 1. 2.
3.
Niños ansiosos-evitantes: Niños con apego seguro Niños con apego ansioso-ambivalente'
?omando como ase la clasi#icación de :insorth, se procede a descriir las caracter)sticas de cada uno de estos tipos de apego. Apego seguro n patrón óptimo de apego se dee a la sensiilidad materna, la percepción adecuada, interpretación correcta ! una respuesta contingente ! apropiada a las se*ales del ni*o, #ortalecen interacciones sincrónicas 0:i$puru, 1994. as personas con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus cuidadores como una ase de seguridad cuando estn angustiados. Ellos tienen cuidadores "ue son sensiles a sus necesidades, por eso, tienen con#ian$a "ue sus #iguras de apego estarn disponiles, "ue respondern ! les a!udarn en la ad-ersidad. En el dominio interpersonal, tienden a ser ms clidas, estales ! con relaciones )ntimas satis#actorias, ! en el dominio intrapersonal, tienden a ser ms positi-as, integradas ! con perspecti-as coherentes de s) mismo. e igual #orma, muestran tener una alta accesiilidad a es"uemas ! recuerdos positi-os, lo "ue las lle-a a tener e&pectati-as positi-as acerca de las relaciones con los otros, a con#iar ms ! a intimar ms con ellos 0;eene!, . F GirHpatricH, . 1996, citados por Da!ó, 1999. Apego ansioso / e%itante
%ara la conducta "ue tiende a aumentar la distancia de personas ! oetos supuestamente amena$adores resultan con-enientes los t+rminos retracción huida ! e-itación. %ara otro componente importante ! adecuadamente organi$ado, el t+rmino utili$ado es inmo-ili$ación 0ol!, 1985 1998. a conducta de retracción ! la de apego se suelen dar con #recuencia !a "ue amas cumplen una misma #unción' protección. esulta #cil cominar en una acción /nica el acto de alearse de una $ona ! acercarse a otra. Jo ostante, e&isten poderosas ra$ones para tra$ar un distingo entre amas. En primer lugar, aun"ue en uena medida las condiciones "ue las pro-ocan son las mismas, no siempre ocurre as). a conducta de apego, por eemplo, puede ser acti-ada por la #atiga o la en#ermedad, tanto como una situación "ue pro-oca miedo. %or otra parte, cuando amas #ormas de conducta son acti-adas al mismo tiempo no siempre son compatiles, aun"ue si lo sean en la ma!or)a de los casos. %or eemplo, puede producirse una situación con#licti-a cuando el est)mulo "ue pro-oca tanto la huida como la conducta de acercamiento de un indi-iduo se halla uicado entre +ste /ltimo ! la #igura en "uien se centra su a#ecto. e-iste primac)a una u otra #orma de conducta cuando el indi-iduo atemori$ado marcha de manera ms o menos directa hacia la #igura del apego, a pesar de "ue para ello tiene "ue pasar cerca del oeto amena$ador, o cuando hu!e de este /ltimo a/n cuando al hacerlo pone una distancia cada -e$ ma!or entre si mismo ! la #igura de apego 0ol!, 1985 1998. na conducta de apego insegura@e-itante o la presencia de #allas en el estalecimiento del -)nculo materno@in#antil, tami+n se ha asociado con madres "ue maltratan a sus hios, !a sea de manera #)sica, -eral, a tra-+s de la indi#erencia o por una inhailidad psicológica 0Egeland ! Ericsson, 1987 mencionado por artigue ! =i-es, 1992. Este tipo de apego no seguro, se ha asociado con la presencia del s)ndrome no orgnico de detención del desarrollo "ue se caracteri$a por carencias nutricionales !Ko emocionales "ue deri-an en una p+rdida de peso ! un retardo en el desarrollo #)sico, emocional ! social. Luestran tener una menor accesiilidad a los recuerdos positi-os ! ma!or accesiilidad a es"uemas negati-os, lo "ue las lle-a, en el caso de las personas e-asi-as, a mantenerse recelosos a la cercan)a con los otros ! a las personas 0e-enthal et al, 1988 mencionado por artigue ! =i-es, 1992. as madres de ni*os e-itantes pueden ser soreestimulantes e intrusitas 0:i$puru, 1994 as personas con este tipo de apego, tienen despliegues m)nimos de a#ecto o angustia hacia el cuidador, o e-asión de esta #igura ante situaciones "ue e&igen la pro&imidad ! recha$an la in#ormación "ue pudiese crear con#usión, cerrando sus es"uemas a +sta, teniendo estructuras cogniti-as r)gidas tienen ms propensión al enoo, caracteri$ndose por metas destructi-as, #recuentes episodios de enoo ! otras emociones negati-as 0Da!ó, 1999. 9:lgunos ni*os suetos a un r+gimen impre-isile parecen llegar a un punto de desesperación en el "ue, en -e$ de desarrollar una conducta a#ecti-a caracteri$ada por la ansiedad, muestran un relati-o desapego, aparentemente sin con#iar en los dems ni preocuparse por ellos. : menudo esta conducta se caracteri$a por la agresi-idad ! la desoediencia, ! esos ni*os son siempre propensos a tomar represalias. Este tipo de desarrollo es mucho ms #recuente en los -arones "ue en las ni*as, en tanto "ue ocurre a la in-ersa en el caso de una conducta de #uerte a#erramiento ! ansiedad 0ol!, 1985 1998. Apego ansioso a'bi%alente os suetos ami-alentes son a"uellos "ue uscan la pro&imidad de la #igura primaria ! al mismo tiempo se resisten a ser tran"uili$ados por ella, mostrando agresión hacia la madre. esponden a la separación con angustia intensa ! me$clan comportamientos de apego con e&presiones de protesta, enoo ! resistencia. eido a la inconsistencia en las hailidades
emocionales de sus cuidadores, estos ni*os no tienen e&pectati-as de con#ian$a respecto al acceso ! respuesta de los primeros. Estas personas estn de#inidas por un #uerte deseo de intimidad, unto con una inseguridad respecto a los otros, pues desean tener la interacción e intimidad ! tienen intenso temor de "ue +sta se pierda. e igual #orma, desean acceder a nue-a in#ormación, pero sus intensos con#lictos las lle-a a alearse de ella 0Da!ó, 1999 na situación especial en la "ue se produce con#licto entre la conducta a#ecti-a ! la conducta de aleamiento, es la "ue se produce cuando la #igura de apego es tami+n la "ue pro-oca temor, al recurrir, "ui$s, a amena$as o actos de -iolencia. En esas condiciones, las criaturas ms pe"ue*as no suelen huir de la #igura hostil, sino a#errarse a ella 0ol!, 1985 1998. ?odo apego regido por la ansiedad se desarrolla no sólo por"ue el ni*o ha sido e&cesi-amente grati#icado, sino por"ue sus e&periencias lo han lle-ado a elaorar un modelo de #igura a#ecti-a "ue suele mostrarse inaccesile o no responder a sus necesidades cuando a"u+l lo desea.
eda 01998 0citado por =argas, : )a$, ! (nche$, ., 2 identi#ica siete' miedo@ansiedad, inseguro@celoso, seguro@con#iado, realista@racional, independiente@distante, distante@a#ecti-o, dependiente@ansioso DE*A!!"&&" DE& A,E-" Glauss ! Genell 01976 0citados por
as tareas e-oluti-as caracter)sticas de cada etapa comien$an en los primeros meses, donde tienen "ue -er con el estalecimiento de un uen la$o a#ecti-o con los padres ! de respuestas a las e&igencias paternas ! sociales sore el control de es#)nteres, los camios en la alimentación, ! otras 0?rianes, 2. :ntes de las diecis+is semanas las respuestas di#erencialmente dirigidas hacia una #igura en particular son mu! pocas ! sólo se ad-ierten cuando se aplican m+todos de oser-ación mu! sensiles entre las diecis+is ! las -eintis+is semanas las respuestas di#erencialmente dirigidas son ms numerosas ! perceptiles ! en la ma!or)a de los e+s de seis meses o ms criados en el seno de una #amilia todos pueden perciirlas 0ol!, 1985 1998. %iaget 01937 menciona "ue durante la segunda mitad del primer a*o, ha! prueas de "ue el pe"ue*o comien$a a conceir el oeto como algo "ue e&iste independientemente de s) mismo, en un concepto de relaciones espaciales ! causales, incluso cuando no lo percie directamente, por lo cul puede emprender su /s"ueda. :un"ue los resultados otenidos indican "ue la ma!or)a de los e+s desarrollan anteriormente esa capacidad en relación con las personas "ue en relación con las cosas, sólo hacia el no-eno mes a"uella se desarrolla de manera ra$onale !, en una minor)a, reci+n -arias semanas despu+s. El hecho de poder con#iar en una #igura de a#ecto, am+n de mostrarse accesile ! "ue pueda ser capa$ de responder a los re"uerimientos del sueto, depender)a de' a el "ue se estime "ue la #igura de apego es o no el tipo de persona "ue por lo general pueda responder a los re"uerimientos de apo!o ! protección el "ue uno mismo, de acuerdo con las estimaciones, sea o no el tipo de persona hacia "uien un tercero pueda responder con muestras de apo!o. rtigosa, 1999. esde los siete meses de edad, los ni*os son mu! sensiles a las separaciones ! -ulnerales a perciir separaciones inesperadas como amena$as a la relación de a#ecto con su madre o padre. :ntes de esta edad no son tan sensiles por"ue los la$os a#ecti-os se estn #ormando, ! despu+s de los 4 a*os tampoco lo son, puesto "ue han ad"uirido las hailidades cogniti-as "ue mantienen la relación con sus #iguras de apego cuando estn ausentes. En este proceso muchos ni*os utili$an mu*ecos u otros oetos "ue les inspiran con#ian$a ! les a!udan a controlar la ansiedad de separación 0?rianes, 2. El tipo de apego desarrollado al a*o de edad, predice el tipo de apego a los 18 meses, la #rustailidad, persistencia, cooperati-idad ! entusiasmo en la tarea a los 24 meses, la competencia social en los preescolares ! la autoestima, empat)a ! la conducta en el salón de clases 0(tern, 1985 mencionados por artigue ! =i-es, 1992 : medida "ue crecen, los pe"ue*os pueden recurrir a la -isión ! a la comunicación oral como medio de mantener el contacto con la madre. En presencia de una #igura materna sensile a sus re"uerimientos, por lo com/n el ee se muestra contento ! una -e$ "ue ad"uiere cierta mo-ilidad suele e&plorar el mundo circundante lleno de con#ian$a ! -alor. En ausencia de a"uella #igura, ms tarde o ms temprano el ee e&perimenta un sentimiento de $o$ora ! responde con una -i-a sensación de alarma a toda suerte de situaciones impre-istas, por le-emente e&tra*as "ue le resulten. :nte la inminente partida de la #igura materna o cuando +sta no puede ser
hallada, el pe"ue*o suele emprender una acción dirigida a detenerla o uscarla, ! no logra superar su ansiedad hasta tanto no lograr cumplir sus oeti-os. 0ol!, 1985 1998. En la adolescencia, el -)nculo de apego "ue une al hio con sus padres camia, !a "ue otros adultos comien$an a tener igual o ma!or importancia "ue los padres acompa*ando la atracción se&ual "ue empie$a a sentir por compa*eros de su misma edad. En esta etapa, las -ariaciones indi-iduales en el apego se -uel-en ma!ores. En un e&tremo se encuentran los adolescentes "ue se apartan por completo de sus padres ! en el otro, los "ue siguen apegados a ellos ! no pueden o "uieren dirigir su conducta de apego hacia otras personas. En medio se encuentran los "ue siguen teniendo un apego #uerte hacia los padres, pero sus -)nculos con los dems tami+n son importantes. El -)nculo con los padres se mantiene durante la -ida adulta ! a#ecta a la conducta de di#erentes maneras. En la -ee$ cuando la conducta de apego !a no puede orientarse hacia miemros de la generación anterior, tal conducta se puede dirigir hacia los miemros de la generación ms o-en urante la adolescencia ! la -ida adulta, parte de la conducta de apego no sólo se suele dirigir hacia personas de #uera de la #amilia, sino tami+n hacia grupos e instituciones #uera de esta. %ara muchos la escuela, traao, grupo religioso, etc., pueden con-ertirse en #iguras de apego susidiarias. En tales casos, es proale "ue, al menos inicialmente, el -)nculo con el grupo se estale$ca por el apego hacia un miemro "ue ocupe una posición destacada en +l. :nte una en#ermedad o catstro#e, los adultos se -uel-en con #recuencia ms e&igentes respecto de los dems. :nte un desastre o peligro, es casi seguro "ue el sueto uscar la pro&imidad de alg/n conocido en "uien con#)a 0ol!, 1969 1998. En cuanto al miedo a los e&tra*os, la secuencia se encuentra marcada por los siguientes hitos' 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.
os primeros d)as de -ida, el ee no discrimina entre personas #amiliares ! no #amiliares. eacciona de #orma similar ante unos ! otros :uda$' la presentación de oetos no-edosos desencadenan respuestas de inter+s sin temor 3 ! 6 meses' reacción positi-a ante personas desconocidas, pero comien$a la di#erenciación en la interacción con las personas conocidas ! no conocidas. 6 ! 8 meses' cauto e inhiido ante la persona e&tra*a 8@9 meses' miedo a los e&tra*os 9@12' aumento en la intensidad conductual del miedo a los desconocidos 24 meses' m&imo de intensidad del miedo. : partir de los dos a*os suele perder intensidad deido a procesos autorregulatorios 0;ernnde$ et. al, 22.
1iguras de apego >so#sH! ! Eehart 01988 0mencionados por artigue ! =i-es, 1992, identi#icaron tres patrones de riesgo en los "ue ten)a lugar un intercamio de a#ectos negati-os. El primer patrón #ue de landura o aurrimiento en la interacción, en el cual casi no e&iste comunicación el segundo patrón caracteri$ado por el enoo ! raia de la madre hacia el e+ el tercer patrón como un intercamio negati-o mi&to donde el in#ante ! su madre aparecen #uera de sincron)a el uno con el otro ! por /ltimo, cuarto patrón de interacción rec)proca positi-a caracteri$ado por la disponiilidad emocional, sinton)a a#ecti-a ! sensación de ienestar El mero hecho de estar cerca de una madre ! poder -erla parece su#iciente como para rindar a un pe"ue*o de dos a*os una sensación de seguridad, en tanto "ue un pe"ue*o de un a*o suele insistir en sus deseos de entalar contacto #)sico. os ni*os de dos a*os se "uean menos "ue los de un a*o durante periodos re-es en "ue las madres los dean solos. ee llega a la conclusión de "ue, por comparación con los ni*os de un a*o, los de dos a*os
poseen estrategias cogniti-as ms per#eccionadas para mantener el contacto con la madre. ecurren en medida mucho ma!or a la comunicación ocular ! -eral, ! con proailidad tami+n elaoran imgenes mentales 0ol!, 1985 1998. . En su estudio longitudinal de pe"ue*os de dos a tres a*os, Lacco! ! ;eldman 01972 ad-ierten la hailidad mucho ma!or de estos /ltimos para comunicarse con la madre a distancia, as) como su capacidad para comprender "ue la madre har de retornar mu! pronto cuando sale de la haitación.
empleadas en el momento del estudio. (e encontraron e#ectos mu! le-es del estatus laoral de la madre sore la conducta de apego de los pe"ue*os mani#estados en un ma!or porcentae de ni*os con apego desorgani$ado entre los de LJ?. (e oser-ó un e#ecto signi#icati-o en el desarrollo intelectual a #a-or de los ni*os de madres traaadoras 0hasta los cinco a*os. ?anto en patrón de apego como en ni-el de desarrollo, a los seis a*os los -arones mostraron des-entaas en relación con las ni*as. (e oser-ó solo e#ecto negati-o en los ni*os de las tensiones con la parea en L?. a relación entre la ma!or #recuencia de apego ami-alente ! la presencia de otros adultos en casa ! ma!or apego e-itati-o ! la ausencia de otros adultos en los ni*os de las L?, hala de las di#icultades "ue se generan cuando ha! otros cuidadores. En cuanto a la conducta en presencia ! ausencia de la madre, -arios psicólogos registraron la conducta de los ni*os pe"ue*os cuando ingresan por primera -e$ a una guarder)a o asisten a un centro de e&perimentación para ser e&aminados. os especialistas recogieron datos "ue pruean "ue el ingreso a la guarder)a mucho antes de los tres a*os constitu!e una e&periencia indeseale para la ma!or)a de los ni*os, deido a las tensiones "ue les pro-oca. En el primer estudio reali$ado por (hirle! ! %o!nt$ 01941, se oser-ó a 199 pe"ue*os 011 -arones ! 98 mueres de dos a ocho a*os en el curso de una -isita de un d)a de duración a un centro de in-estigación, durante la cual #ueron sometidos a una serie de e&menes m+dicos ! psicológicos, intercalados con periodos dedicados al uego, la comida ! el descanso. os ni*os permanecieron todo el tiempo sin las madres. En los resultados, relación "ue los ni*os de tres a*os sol)an demostrar ma!or in"uietud "ue los de los grupos de ma!or ! menor edad' los pe"ue*os de dos a*os o dos a*os ! medio ten)an poca conciencia de lo "ue les reportar)a el d)a e&perimentaan escaso temores por anticipado. : los tres a*os, tomaan ma!or conciencia de las e&igencias de la ornada ! se mostraan ms reacios a dear sus hogares. Ello ocurr)a en el caso de a"uellos "ue ha)an e#ectuado una o dos -isitas pre-ias al centro. eos de acostumrarse a los e&menes ianuales en ausencia de la madre, los pe"ue*os se mostraan cada -e$ ms aprensi-os al respecto. sol)an demostrar ma!or in"uietud al comien$o del d)a 0shirle!, 1942. La!or perturación en los ni*os ma!ores al pre-er ms #cilmente lo "ue har)a de suceder. 0
En algunos estudios ! a determinada edad no se oser-a di#erencias en la conducta de ni*as ! -arones. En la medida en "ue se oser-an di#erencias, se ad-ierte "ue los -aroncitos tienden a e&plorar ms en presencia de la madre, ! se muestran ms -igorosos en sus intentos por alcan$arla cuando a"uella se marcha las ni*as por su parte, suelen mantener una ma!or pro&imidad con la madre ! entalar amistad ms rpidamente con la desconocida 0ol!, 1985 1998. (in emargo, los -arones son los "ue suelen su#rir ms la separación de la madre. E*T!3* 4 A,E-" En la in#ancia e&isten cantidad de situaciones ! acontecimientos "ue pueden ser considerados como estresores, por"ue implican da*o o p+rdida son amena$as reales o potenciales para el ienestar, retos ante los cuales irremedialemente ha! "ue responder. Ligram 01996 0citado por ?rianes, 2, propone una clasi#icación de dichos acontecimientos' 1 tareas rutinarias,. 2 acti-idades o transiciones normales del desarrollo 3 acontecimientos con-encionales, 4 acontecimientos negati-os, 5 alteraciones #amiliares gra-es, 6 desgracias #amiliares, 7 desgracias personales ! 8 desgracias catastró#icas. ?oda separación eerce un e#ecto particularmente ad-erso sore los ni*os cu!os padres suelen mostrarse hostiles o amena$arlos con la separación como medida disciplinaria, o cu!a -ida #amiliar es inestale. e esta #orma, se oser-a "ue las amena$as de aandono o suicidio por parte de los padres, suelen desarrollar ms la elaoración de un apego ansioso. a amena$a de aandono puede e&presarse de distintas maneras' a#irmar "ue al pe"ue*o se le puede lle-ar a un lugar para ni*os malos, a la polic)a. >tro tipo de amena$a es la "ue dice el padre cuando menciona "ue se marchar de la casa, dendolo solo. na tercera, radica en se*alar "ue si el ni*o no se porta ien, la madre o el padre se en#ermarn e incluso morirn. na cuarta, es la reali$ada en momentos de enoo ! cediendo a la impulsi-idad, "ue hace uno de los padres en el sentido de aandonar a la #amilia, e incluso de cometer suicidio. ?ami+n ha de tomar en cuenta la ansiedad "ue se despierta cuando el ni*o o!e discutir a sus padres, ! por lo tanto, teme "ue uno de ellos llegue a aandonar el hogar 0ol!, 1985 1998. L+nde$ 01999, menciona "ue los #actores "ue e&plican el origen ! la persistencia de los miedos in#antiles son' 1 preparatoriedad, 2 -ulnerailidad iológica, 3 -ulnerailidad psicológica, 4 historia personal ! 5 e&periencias negati-as. os elementos "ue componen la e&periencia del estr+s en los ni*os son' 1 -ariales antecedentes 0est)mulos estresantes, 2 -ariales "ue median la e&periencia del estr+s' modeladoras 0g+nero, edad, temperamento ! amortiguadoras o protectoras 0#amilia, interacción, 3 #actores de riesgo 0condiciones personales ! amientales "ue predisponen a padecer estr+s ! 4 #actores de a#rontamiento 0condiciones personales ! amientales "ue a!udan a manear ! superar el estr+s 0?rianes, 2. (eg/n >rti$ 01994 0citado por ;ernnde$ et. al, 22, la acti-ación del sistema del miedo depende de la e-aluación "ue el ni*o realice de la situación. Inclu!endo #actores tanto indi-iduales 0seguridad de apego, e&periencia social pre-ia, temperamento ! capacidades cogniti-as como conte&tuales 0no-edad de la situación, #orma de apro&imarse e interactuar de la persona e&tra*a, edad de la persona e&tra*a ! presencia de las #iguras de apego. %or otra parte, el miedo a e&tra*os se mani#iesta en la siguiente secuencia' 1 tendencia a retirarse !Ko e-itar a la persona e&tra*a, 2 reducción de conductas de interacción social positi-a, 3 orientación de la mirada, atención ! manipulación hacia otros elementos, 4 mani#estación de temlores, 5 e&presión de llanto !Ko "ueas intensas, 6 mani#estación de desagrado o malestar, 7 acti-ación de conductas de apego 8 0;ernnde$ et. al, 22.
*eparaciones (eg/n ol! 01985 1998, en las separaciones prolongadas los ni*os atra-iesan tres #ases' 1 %rotesta ! trata de recuperar a la madre por todos los medios posiles 2 esespera la posiilidad de recuperarla pero, sigue preocupado ! -igila su retorno 3 esapego emocional (iempre "ue el periodo de separación no sea demasiado prolongado, ese desapego no se prolonga inde#inidamente. Las tarde, el reencuentro con la madre, causa el resurgimiento del apego. e ah) en adelante, durante d)as o semanas, el pe"ue*o insiste en permanecer con ella. (iempre da muestras de ansiedad cuando intu!e su posile partida 0ol!, 1985 1998. a respuesta in#antil es di#erente dependiendo de "uien inicia la separación. El ni*o no muestra signos de miedo cuando se alea por"ue alguna cosa atrae su curiosidad o para ugar. (i la separación se reali$a contra su -oluntad mani#iesta se*ales de intenso temor, aun"ue el adulto cuidador permane$ca en su campo de -isión, ! usca ansiosamente el contacto con +l. :s), durante la in#ancia, se producen las separaciones #or$adas por di-ersas circunstancias 0L+nde$, 1999' a. . c. d.
Escolari$ación Aospitali$ación i-orcio Luerte
Escolari5ación In-estigadores sostienen "ue los ni*os deen perciir su amiente como seguro para tener +&ito ! curir las demandas acad+micas de la escuela 0Aoo-er ! Aa$Her, 1991, citado por Bu-onen, 1999. a escuela se presenta, como el ms importante conte&to social ! de aprendi$ae de conocimientos, dando lugar a nue-os ! desconocidos retos con la amigPedad de contriuir al crecimiento personal o con-ertirse en acontecimientos "ue amena$an a dicho crecimiento 0?rianes, 2. os #actores interpersonales desempe*an un papel #undamental para promo-er el aprendi$ae en la escuela ! "ue +ste puede optimi$arse en conte&tos interpersonales caracteri$ados por el apo!o, autonom)a ! el sentido de relación con los dems 0!an ! %oelson, 1991, citados por Bu-onen, 1999. %or consiguiente, la amistad "ue es de#inida como una relación -oluntaria ! rec)proca entre dos ni*os 0uHosHi ! Ao$a, 1989 citado por Bu-onen, 1999 act/a como apo!o para los ni*os pe"ue*os en su amiente escolar !, por tanto, los a!uda a aclimatarse a la escuela. ?ami+n, se oser-a "ue un apego seguro es la ase para "ue los ni*os en edades preescolares muestren competencia en las relaciones con los iguales, sean aceptados por compa*eros ! tengan amigos 0?rianes, 2. El recha$o de sus compa*eros puede desarrollar actitudes negati-as e inhiirlos en la e&ploración 0Bu-onen, 1999 de tal manera "ue llanto, "ueas, triste$a, apat)a por ir a la escuela, e&cesi-o apego al adulto ! otros s)ntomas pueden ser deidos a una percepción de soledad asociada al hecho de no tener compa*eros con "uien ugar 0?rianes, 2. Entre los chicos, las amistades dentro del aula "ue se caracteri$an por altos ni-eles de con#licto se asocian con m/ltiples #ormas de mala adaptación a la escuela, incluidos ni-eles ele-ados de soledad ! e-asión de la escuela ! ni-eles mu! aos de agrado ! compromiso
con ella. os ni*os "ue cuentan con un amigo mutuo en el salón de clases pueden estar dispuestos a utili$arlo como #uente de apo!o emocional o instrumental o tal -e$ como una ase segura a partir de la cual e&ploran el amiente escolar 0Aoes, 1988, citado por Bu-onen, 1999. a mera participación en la amistad con un compa*ero de clase puede actuar como un #actor de protección para los ni*os, "ue de otra manera correr)an el riesgo de su#rir e&periencias negati-as en la escuela 0como sentimientos de soledad 0Bu-onen. 2. En cuanto a la relación con los pro#esores, Aoes ! Aamilton 01992 notaron "ue uno de los muchos papeles de los maestros de ni*os pe"ue*os es el de pro-eer cuidado ! ser responsales por el ienestar #)sico ! emocional del chico en ausencia de sus padres. :l proporcionar una ase segura a partir de la cual el ni*o puede e&plorar sus alrededores, los maestros #acilitarn la adaptación de +ste al amiente escolar. ?res caracter)sticas de relaciones entre maestros ! ni*os, signi#icati-as para los pe"ue*os a medida "ue se en#rentan a transición en di#erentes a*os escolares son' cercan)a 0relaciones de apo!o, dependencia ! con#licto. os teóricos del apego han distinguido entre apego 0"ue tiene connotaciones positi-as ! la dependencia 0connotaciones del desarrollo negati-as se considera adaptale el hecho de "ue la cercan)a incremente con el tiempo ! "ue la dependencia disminu!a. os ni*os "ue son e&cesi-amente dependientes podr)an sentirse indecisos para e&plorar su amiente escolar. os sentimientos de soledad ! ansiedad, as) como los sentimientos negati-os acerca de las actitudes hacia la escuela ! los compa*eros de clase, tami+n son ms comunes en ni*os "ue muestren ni-eles ms ele-ados de dependencia hacia el maestro. irch ! add 01994 0mencionados por Bu-onen, 1999 comproaron "ue los ni*os con relati-amente poco con#licto, poca dependencia o ma!or cercan)a con sus maestros eran meor aceptados por sus compa*eros de clase "ue los chicos "ue e&perimentaan ms con#licto, dependencia o menos cercan)a. +ospitali5ación (eg/n %riego ! =alencia 01988, la hospitali$ación puede causar reacciones inmediatas en el mismo momento de la separación 0gritos, llantos, negación a "uedarse o ien despu+s de la e&periencia en conductas tales como regresión, actitudes de recha$o a los padres, alteraciones del sue*o o alimenticias, etc. ?ales comportamientos dependen de una serie de #actores como el conocimiento pre-io de lo "ue es un hospital, la personalidad del ni*o, el tipo de relaciones "ue estalece con sus padres ! la propia e&periencia. :l respecto, se han reali$ado una serie de estudios. En 1915, durante la primera guerra mundial, el m+dico alemn Irahim descrie una en#ermedad del hospital, donde a pesar de los cuidados ! el e"uipo moderno con el "ue contaan, los ni*os ian muriendo ps)"uicamente por una #alta de amor. Ese mismo a*o, %#launder en Europa ! A..
En 194, ore! reporta "ue a tra-+s de una larga estancia de 28 ni*os entre las dos semanas ! los once meses de edad en una institución 2 o 3 a*os, muchos de estos ni*os presentaron un cuadro cl)nico similar al de los ni*os recha$ados por sus #amiliares. En 1945, spit$ de#ine al hospitalismo como el e#ecto noci-o, sore todo desde el punto de -ista psi"uitrico, de la atención "ue se da en los hospitales a in#antes puestos a su cuidado a temprana edad. ?ami+n lo descrie como el comportamiento peculiar de los ni*os "ue se mani#iesta por una primera #ase de llanto ! protestas, pasando a un estado de apat)a, silencio, inercia, actitud somr)a, deando de seguir la mirada, sin responder a la sonrisa ! a la -o$. (u estado #)sico se deteriora perdiendo peso ! aumentando su sensiilidad en #orma e&agerada a las in#ecciones, su desarrollo psicomotor presenta retrasos importantes. (pi$, reali$ó un estudio "ue reali$ó a 69 ni*os residentes de una casa cuna de una institución "ue re#ugiaa a madres delincuentes, en donde cada una de ellas ten)a la oportunidad de atender a su hio, con 61 pe"ue*os de un hogar de crian$a "ue pro-en)an de un n/cleo social ! materno adecuado, pero cu!o impedimento era "ue sus madres no pod)an hacerse cargo de ellos. %osteriormente, eecutó un seguimiento con 21 ni*os del hogar de crian$a "ue por su depri-ación de cuidado, estimulación ! amor maternos su#ren un da*o irreparale, tendiendo este incluso a ser progresi-o. :dems del desarrollo #)sico ! psicológico inadecuado, todos estos ni*os mostraan un serio decremento en su resistencia a la muerte ! por lo tanto, un alto )ndice de mortalidad. En 1958 loom presenta un estudio reali$ado con 143 ni*os entre los 2 ! 4 a*os e&puestos a una situación de estr+s dada la signi#icancia emocional de una operación de am)gdalas ! de su posterior hospitali$ación. El grupo de menor edad #ue el "ue presentó ma!or ansiedad ante la hospitali$ación, sicamente deida a la separación materna "ue su#r)an. (e ha llegado a la conclusión "ue en a"uellos ni*os sore los siete meses se presenta una #orma de conducta "ue representa la postura de la separación' protesta durante el per)odo inicial de hospitali$ación negati-ismo personal, inter-alos de conductas de sumisión ! retiro, ! un periodo de reauste al regresar al hogar durante el cual se mostró un gran monto de inseguridad centrada alrededor de la presencia de la madre. En a"uellos ni*os por deao de los siete meses, por otro lado, la separación de la madre no produce protestas signi#icati-as 0%riego ! =alencia, 1988 Di%orcio En un estudio reali$ado por Aenr! ! Aolmes 01998 0citado por =argas, : )a$, ! (nche$, ., 2 se e-idencia la importancia del apego en las etapas iniciales de la -ida, pues parece "ue cuando ni*as de padres di-orciados -s. Jo di-orciados son e-aluadas en t+rminos de su apego, +stas se identi#ican ms con un estilo preocupado, miedoso, menos seguro ! recha$ante 0en orden decreciente mientras "ue los ni*os se identi#icaron ms con un estilo miedoso, preocupado, menos seguro ! recha$ante, respecti-amente. e igual #orma, se ha e-idenciado "ue en los ni*os ms pe"ue*os, las circunstancias ms dramticas de los primeros momentos pueden ser -i-idas con menos consciencia de drama ! ms normalidad si se mantienen las rutinas de -ida ! la calidad de apego.0?rianes, 2. :rnold !
rol! 0198 1997 destaca "ue las reacciones de duelo "ue se oser-a a menudo en la ni*e$ muestran muchos de los rasgos "ue constitu!en el sello caracter)stico del duelo patológico adulto. as cuatro -ariantes descritas por el autor son' a. . c. d.
anhelo de la persona perdida reproche contra la persona perdida, cominado con autorreproches cuidado compulsi-o de otras personas incredulidad de "ue la p+rdida sea permanente.
Consecuencias de la separación Aa! ra$ones para creer "ue despu+s de una separación mu! prolongada o "ue se repite durante los tres primeros a*os de -ida el desapego e&perimentado puede prolongarse de manera inde#inida. ?ras las separaciones ms re-es desaparece esa conducta de desapego, por lo com/n tras un periodo de horas o d)as. %or lo general sucede una #ase durante la cual el ni*o muestra una notoria ami-alencia hacia sus padres. E&ige su presencia ! llora amargamente si lo dean solo por otra parte puede dar se*ales de recha$o hacia ellos o mostrarse hostil o desa#iante. Entre los #actores determinantes de la duración de esa ami-alencia, uno de los ms importantes suele ser el modo en "ue responde la madre 0ol!, 1985 1998.
Estudios de Bames ! Bo!ce oertson 01971.
os padres de un ni*o maltratado son menos a#ectuosos, inter#ieren en las acti-idades ! conductas de su hio, e&iste poca interacción con +l ! su contacto ocular es pore 0:i$puru, 1994. !ns@uth, et al., 01987 0citados por :i$puru, 1994, re#iere "ue en di-ersos estudios se ha encontrado "ue en ni*os maltratados ha! una ma!or incidencia de apego ansioso puesto "ue ellos muestran un ma!or )ndice de #rustración, de agresión. :l haer menor respuesta de la madre, acompa*ada por una #alta de seguridad el ni*o teme acercarse a los adultos amistosos, impidiendo as), la interacción. %ino ! Aerru$o 02 mencionan "ue los ni*os "ue su#ren maltrato, a los 18 ! 24 meses su#ren un apego ansioso ! presentan ms raia, #rustración ! conductas agresi-as ante las di#icultades "ue los no maltratados. Entre los 3 ! los 6 a*os tiene ma!ores prolemas e&presando ! reconociendo a#ectos. ?ami+n e&presan ms emociones negati-as ! no saen animarse unos a otros, a -encer las di#icultades "ue se presentan en una tarea ! presentan patrones distorsionados de interacción tanto con sus cuidadores como con sus compa*eros. En un estudio reali$ado por England et al 01983 0citado por %ino ! Aerru$o, 2, se menciona "ue los ni*os maltratados tanto #)sica como -eralmente ! los aandonados emocional ! #)sicamente, presentaan apego ansioso desde la edad de un a*o hasta los 42 meses. os "ue adems de padecer maltrato #)sico padec)an aandono emocional, mostraron menos angustia ! #rustración "ue los "ue padec)an sólo aandono emocional, corroorando "ue en condiciones e&tremas de pri-ación, cual"uier conducta de atención, aun"ue sea a-ersi-a, puede #uncionar como re#or$adora. Deorge ! Lain 01979 0citados por %ino ! Aerru$o, 2 encontraron "ue los ni*os maltratados de 12 a 36 meses e-itaan mas a los adultos amistosos "ue se les acercaa "ue a los ni*os "ue iniciaan la interacción, situación corroorada por Aoes ! Espinosa 01979, "uienes tami+n hallaron "ue el d+#icit en la interacción desaparec)a cuando se interactuaa con ni*os a los cuales !a se conoc)a. os in#antes maltratados desarrollan con ma!or proailidad relaciones de apego inseguras como respuestas a e&periencias repetidas de maltrato !Ko desconcertantes. :dems esas e&periencias ! e&pectati-as conducen al desarrollo de una estrategia de#ensi-a a tra-+s de la cual estos in#antes dirigen su atención leos de sus madres con el propósito de mantener su organi$ación #rente al con#licto surgido por la incompatiilidad de sus deseos 0:i$puru, 1994. !educción del estrés R%or "u+ algunos indi-iduos se recuperan en gran medida o completamente de las e&periencias de separación ! p+rdida, en tanto "ue otros, les resulta imposile lograrloS En cuanto a las condiciones "ue desempe*an cierto papel en la respuesta di#erencial, se encuentran' 1.
la intr)nsecas a la separación en s), o estrechamente relacionadas con ella, en particular las condiciones en "ue se cuida al ni*o en ausencia de la madre. 2. as presentes en la -ida del pe"ue*o durante un periodo ms prolongado en particular, sus relaciones con los padres durante los meses o a*os anteriores ! posteriores al hecho 0ol!, 1985 1998.
Entre las condiciones "ue mitigan la intensidad de las respuestas de los pe"ue*os separados de la madre, las ms e#icaces parecen ser' 1. 2.
a presencia de un acompa*ante #amiliar !Ko posesiones #amiliares os cuidados maternos proporcionados por una madre sustituta 0ol!, 1985 1998.
AeinicHe ! Cestheimer ad-irtieron "ue cuando un pe"ue*o se halla en una guarder)a con un hermano, disminu!en sus muestras de in"uietud, en particular los primeros d)as ! oertson oser-ó "ue la presencia de un hermano siempre sir-e de consuelo, incluso si es ms pe"ue*o "ue el otro. a presencia de un acompa*ante #amiliar, incluso si no suministra casi ning/n cuidado como sustituto materno, constitu!e un #actor de ali-io de astante importancia. ?ami+n proporciona alg/n consuelo los oetos inanimados, como uguetes #a-oritos o ropas personales 0ol!, 1985 1998. na segunda opción "ue mitiga el dolor pro-ocado por la separación, son los cuidados maternos "ue rinda una madre sustituta. Inicialmente el pe"ue*o teme a la e&tra*a ! recha$a sus intentos de rindarles a#ecto ! cuidados maternos. e all) en adelante, incurre en una conducta intensamente con#licti-a' por un lado usca su consuelo, por otro la recha$a, por serle desconocida. (ólo al cao de algunos d)as o semanas puede acostumrarse a la nue-a relación. Lientras tanto contin/a anhelando la presencia de la madre ausente !, ocasionalmente, -entila la ira "ue produce su ausencia 0ol!, 1985 1998. >tras condiciones "ue, se sae reducen los e#ectos de la separación entre madre e hio, son las posesiones #amiliares de +ste, la compa*)a de otro ni*o conocido !, los cuidados ! el a#ecto materno de una madre sustituta capacitada ! con "uien el pe"ue*o se halle #amiliari$ado. as personas e&tra*as, los sitios desconocidos ! las situaciones insólitas son siempre moti-os de alarma, en especial cuando dee hacerles #rente el ni*o solo 0ol!, 1985 1998. (eg/n un un estudio e#ectuado por Loore 01971, los ni*os a partir de los tres a*os otienen ene#icios del uego con sus pares en un amiente ordenado con tal #in, en especial cuando la alternati-a es su reclusión en un espacio limitado dentro de un amiente urano. En 192 Catson ! a!ner in#ormaron "ue no era posile pro-ocar las respuestas a una rata lanca, en el caso de un e+ de once meses, :lerto, mientras +s te tu-iera el pulgar en la oca. El condicionamiento de este ni*o tu-o lugar sore un colchón en una pe"ue*a mesa, ! sin "ue se hallara presente ninguna #igura #amiliar hacia "uien pudiera -ol-erse. :lgunas de sus respuestas, no ostante, eran similares a las del ni*o "ue se -uel-e hacia una #igura materna' e&tender los ra$os para ser le-antado !, posteriormente, hundir la cae$a en el colchón. :l e&perimentar $o$ora por lo com/n, tend)a a chuparse el pulgar una -e$ hecho esto, :lert se -ol-ió impermeale a los est)mulos destinados a pro-ocarle temor deieron de sacarle el dedo de la oca antes de Tpoder otener la respuesta condicionada. :nte tal circunstancia, los e&perimentadores llegaron a una conclusión' el organismo, en apariencia desde el nacimiento se -e lo"ueado a cual"uier otro est)mulo cuando act/an sore +l los est)mulos a#ecti-os. En 1929 English descriió a una pe"ue*a de catorce meses "ue no demostraa ning/n temor ante los oetos e&tra*os mientras se hallara en su sillita alta ! #amiliar, aun"ue si e&perimentaa temor cuando se la depositaa en el suelo. =alentine 0193 puntuali$a "ue la presencia de un acompa*ante, tiende a desterrar los temores 0
(ears 1989, 0citado por :i$puru, 1994, menciona "ue el apego a la madre o cuidador primario es sólo uno, el primero de tres apegos -erdaderos "ue ocurren en la -ida. El segundo ser)a en la adolescencia tard)a, la /s"ueda del segundo oeto' la parea. El tercero ser)a hacia el hio o hios. >eda, :., ! )a$, . 02 mencionan "ue se pueden apreciar dos en#o"ues de estudio hacia los estilos de apego ! su in#luencia en las relaciones interpersonales por un lado, ha! in-estigadores "ue se han aocado a e&plorar si la historia de un indi-iduo podr)a in#luir en su estilo de apego hacia pareas romnticas durante la edad adulta, tal como el reali$ado por >choa ! =$"ue$ 01991 0citados por ela, 2, "ue mencionan "ue la ad"uisición de respeto ! de con#ian$a 0en uno mismo ! en los dems sern uenos predictores de la satis#acción amorosa adulta . Lientras "ue por otro lado, se han interesado en el proceso de cómo la gente con determinado estilo de apego mantiene sus -)nculos a#ecti-os en sus relaciones cercanas, moldeando la #orma ! el contenido de las mismas. os estudios se han en#ocado a anali$ar los modelos de traao internos "ue se #orman a partir del proceso de sociali$ación ! del acumulo de e&periencias agradales -s. esagradales "ue se -i-en con la #igura de apego. ?ales modelos de traao tienen la #unción de guiar las e&pectati-as indi-iduales de acercamiento@aleamiento hacia la #igura de apego. !elaciones ro'ánticas Aa$an ! (ha-er han propuesto la ?eor)a del apego sore relaciones amorosas en la "ue, estalecen un paralelismo entre el tipo de relación amorosa adulta ! el tipo de apego a la madre en la in#ancia. Ese -)nculo ni*o@madre tender a reproducirse en la relación amorosa adulta #utura. :un"ue dea aierta la posiilidad del camio en la sociali$ación (eg/n Cilson ! Jias 01976, muchas #ormas de intimidad en las relaciones amorosas adultas 0lenguae, cogerse de la mano, ara$arse, etc. son reminiscencias del contacto con los padres. os amantes adultos se turnan en la interpretación de los roles de ni*o@a ! padre@ madre. ;eene! ! Jooler 01991 0citados por ela, 2 constataron di#erencias en la ideali$ación de la parea, en #unción de los estilos de apego. os ms ideali$adores #ueron los amantes ansioso los amantes e-itadores #ueron los "ue menos ideali$aan a su parea, mientras "ue los amantes seguros mostraan un ni-el intermedio de ideali$ación. ela 02, por su parte encontró "ue los amantes posesi-os eran ms ideali$adores "ue los amantes compa*eros, siendo los ms ideali$adores los amantes l/dicos. (e ha constatado "ue la #idelidad se&ual presenta una ele-ada correlación con el estilo amoroso maniaco o posesi-o. especto a la satis#acción, los pasionales tienden a resultar los de ma!or satis#acción amorosa, mientras "ue los posesi-os aparecen como los de menor satis#acción tanto amorosa como se&ual. =arios estudios han determinado "ue algunas caracter)sticas "ue se presentan en las relaciones )ntimas "ue estalecen las personas tienen mucho "ue -er con sus estilos de apego indi-iduales. as personas con estilo seguro tienden a desarrollar modelos mentales de s) mismos como amistosos, a#ales ! capaces, ! de los otros como ien intencionados ! con#iales, ellos encuentran relati-amente #cil intimar con otros, se sienten cómodos dependiendo de otros ! "ue otros dependan de ellos, ! no se preocupan acerca de ser aandonados o de "ue otros se encuentren mu! pró&imos emocionalmente. as personas con estilos ansiosos tienden a desarrollar modelos de s) mismos como poco inteligentes, inseguros, ! de los otros como descon#iales ! reacios a comprometerse en relaciones )ntimas, #recuentemente se preocupan de "ue sus pareas no los "uieran ! sienten temor al aandono. os con estilo e-asi-o, desarrollan modelos de s) mismos como suspicaces, esc+pticos ! retra)dos, ! de los otros como descon#iales o demasiado ansiosos para
comprometerse en relaciones )ntimas, se sienten incómodos intimando con otros ! encuentran di#)cil con#iar ! depender de ellos 0(impson, B. 199 citado por Da!ó, 1999 (iegel 01986 ha sura!ado el importante papel del amor como estimulador del sistema inmunológico 0citado por ela, 2. Celos fraternos y apego infantil En cuanto a la in#luencia de los estilos de apego en los celos #raternos, se ha encontrado "ue para "ue los celos apare$can dee estalecerse el apego hacia la #igura materna. (e dee poseer el cuidado, atención, protección ! cari*o de la madre 0>rtigosa, 1999. El apego "ue conlle-a a los celos #raternos transcurre por los siguientes estadios' 1 pre#erencia por los miemros 2 interacción pri-ilegiada con las #iguras de apego sin recha$ar a los desconocidos 3 interacción de #orma pri-ilegiada con las #iguras de apego ! recha$o de los desconocidos 4 -inculación, con#licto e independencia 5 paso de la tr)ada a la t+trada #amiliar ante esta situación a la madre disminu!e las interacciones positi-as ! aumenta las prohiiciones ! #ricciones, el ni*o aumenta sus conductas de apego hacia la madre, incrementa sus reacciones negati-as, regresi-as ! otros s)ntomas. os celos a"u) e&perimentados son ine-itales en la #ase de independencia de la #igura de apego 0ópe$, 1984, citado por >rtigosa, 1999 %ara unn 01986 0citado por >rtigosa, 1999, e&iste una ma!or -ulnerailidad cuando la llegada del hermano se produce antes de los cinco a*os, deido a "ue la dependencia respecto de la madre toda-)a es tan ele-ada "ue la ruptura del -)nculo estalecido a#ec tar con ma!or intensidad a un ni*o pe"ue*o. os ni*os con un temperamento negati-o tienden ms a incrementar la intro-ersión, prolemas de sue*o ! la dependencia tras el nacimiento de un hermano. rtigosa, 1999 T!A*T"!"* ,*I7#I8T!IC"* 4 E& A,E-" a naturale$a de muchos tipos de trastornos psi"uitricos, los estados de ansiedad ! depresión producidos en la -ida adulta pueden relacionarse de manera sistemtica con los estados de ansiedad, desesperación ! desapego descriptos por urlingham, ;reud ! otros. Estos estados se pro-ocan #cilmente, siempre "ue se separa a un ni*o pe"ue*o de la #igura materna durante un periodo prolongado, cuando a"u+l pre-+ la separación, o cuando la separación es de#initi-a 0ol!, 1985 1998. ?ami+n se han reali$ado in-estigaciones con el #in de demostrar "ue los distintos estilos de apego estn asociados a ciertas caracter)sticas personales sore todo con los trastornos de ansiedad, depresión ! el trastorno lim)tro#e de personalidad 0Le!er, %ilHonis, %roietti, Aeape, F Egan, 21 i#ulco, Loran, all. F erna$$ani, 22 Derlsma, F utein, 2. %or eemplo, uchheim, (trauss, ! GUchele 022 oser-aron "ue e&ist)a una asociación entre el estilo de apego ansioso, las e&periencias traumticas sin resol-er, ! el trastorno de ansiedad ! la personalidad lim)tro#e. osenstein, ! Aoroit$ 01996 por otro lado, demostraron "ue los adolescentes con una organi$ación de apego e-itati-o eran ms susceptiles a desarrollar prolemas de conducta, auso de sustancias, trastorno de personalidad narcisista o antisocial, ! rasgos paranoicos de la personalidad. Lientras "ue a"uellos con una organi$ación de apego ansioso eran ms susceptiles de desarrollar trastornos a#ecti-os o un trastorno de personalidad osesi-o@compulsi-o, histriónico, lim)tro#e o es"ui$oide 0citados por =alde$, 22
C"C*I"E* En conclusión, se oser-a la importancia del desarrollo de un apego seguro para el uen desen-ol-imiento durante la -ida de cada una de las personas. El papel de las #iguras de apego, la consciencia del cuidado ! responsailidad "ue recae sore cada una de ellas nos recalca la trascendencia de la in#ormación acerca de "ue la atención al in#ante desde el ni-el prenatal in#lu!e en la e-olución diaria de la persona. (e compruea "ue ms "ue cantidad de interacción con la madre, lo "ue importa es la calidad de ella, tal ! como lo demuestran las in-estigaciones reali$adas alrededor del traao de la #igura de apego ! sus repercusiones posteriores. e igual #orma, la escuela como agente sociali$ador, #omenta e&periencias ami-alentes en los pe"ue*os desde mu! temprana edad. a reacción "ue se tenga hacia ella depender de la interacción "ue se tenga en la #amilia, del temperamento del ni*o ! en mu! uena medida de la aceptación e integración "ue se encuentre tanto de los compa*eros de clase 0"ue pueden actuar como el ma!or apo!o social en etapas cla-es del desarrollo como de los maestros "ue en muchas ocasiones son las principales #iguras de apego durante el proceso de independencia de los padres.
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