El valor de la espera
En la juventud se pueden presentar muchas tentaciones que nosotros debemos de vencer, para que nuestra voluntad siga creciendo cada vez más. Muchos de nosotros los jóvenes pensamos que no hay porque reservar el derecho de otorgar nuestra intimidad a una sola persona, que debemos de darnos la oportunidad de conocer personas y conocer.
Pero lo que hay detrás de todos estos actos inconscientes, solo es nuestra inmadurez y la incapacidad incapacidad de distingui distinguirr lo que es adecuado de lo que no lo es. Nuestros padres tratan tratan de darnos la mejor educación y nos brindan conianza, respeto y sobre todo consejos. Muchas veces creemos que el sentido de nuestra se!ualidad es el amor, pero en dierentes ocasiones ese amor no es verdadero. Por eso hay que estar seguros, para cuando llegue ese momento especial y podamos disrutarlo de una manera consciente y responsable. Para poder distraer nuestra mente de estas provocaciones podemos realizar dierentes activi actividade dades, s, que despej despejen en nuestra nuestra mente mente de todas todas las tentacion tentaciones es que se nos pueden pueden presentar. Nuestros padres al querer apoyarnos en esta etapa lo mejor que pueden hacer, es aconsejarnos y ayudarnos a sobrellevarla de la mejor manera. "lgunas de esas actividades, que pueden ayudarnos son# realizar deporte, participar en grupos de estudio, etc., estas actividades harán que pensemos en buscar una amistad y no en insinuar una relación amorosa. $odo esto es con la inalidad de despejar tu mente, de los medios que te acercan a ver pornogra%a, a visitar sitios &eb permitidos para mayores de edad, etc. 'os padres pueden darnos apoyo, instalando nuestras computadoras en lugares visibles o poniendo protección inantil para que no se iltren correos basura a nuestras máquinas.
Por otro lado muchos adolescentes se erotizan y pierden el control de sus acciones, y es cuando tienden a masturbarse. El acto de masturbe es más recuente que lo realicen los hombres, hombres, pero eso no quiere quiere decir decir que las mujeres mujeres no lo hagan. (olo (olo que es más más com)n que un hombre haga.
Pienso que el acto de la masturbación, hace que el momento especial por lo que muchos de los jóvenes se reservan se va perdiendo Por eso hay que reservarse para no perder el valor de nuestra espera. (i se inicia la se!ualidad precoz, se podr%a correr riesgos que no se estar%a preparados para arontar a nuestra edad* como un embarazo en condiciones no aptas para poder educarlo, por lo tanto hay que recordar que los hijos son bendiciones, que no podemos desaprovechar, solo por tomar una decisión inadecuada y sin responsabilidad. Está decisión puede darnos más consecuencias como alguna enermedad de transmisión se!ual, cuando no estamos cien por ciento seguros de las consecuencias, ni podemos tomar el timón de nuestras responsabilidades, lo mejor es detenerte en la b)squeda de algo sin un rumbo aceptable. 'a espera nos permite prepararnos para dicha persona, esta preparación es un acto de amor anticipado.
+uando aprendemos a querer realmente el bien del otro, es porque ha pasado por un proceso de maduración, y porque están enamorados de su persona ideal. Este proceso de enamoramiento, puede llegar al siguiente paso que es el matrimonio. a que uno está preparado para entregar su vida a otra persona adquiere la oportunidad para prepararse en la serenidad y la objetividad, y con esto podemos compartir nuestra vida con responsabilidad.
Pero s% en esa espera uno se entrega a la persona amada por primera vez, lo mejor que podr%amos
hacer es retomar el camino, aunque el tiempo que alte sea muy poco o
insigniicante. En esa entrega se otorga la persona entera, pero tambi-n se le orece nuestra e!clusividad, el don de la espera, el don de la ertilidad. Por lo regular muchos toman sin importancia el valor de la e!clusividad como un don, pero si proundizamos a su contenido virtuoso, podemos comprender que estamos en la espera de que el amor que dimos sea reciproco.
'a ecundidad en el matrimonio, no limita el hecho de pensar )nicamente en los hijos que se puedan tener como pareja, tambi-n se considera el adoptar hijos de otros. El amor entre dos personas no alcanzar%a su pleno potencial sino se abre a los demás, si no incluye una preocupación
genuina
por
aliviar
el
surimiento
ajeno.
+onsidero que lo mejor que podemos regalarnos, es la virtud de disrutar nuestra espera de ese ser amado que nos complemente y sea capaz de transmitir en nosotros un bien, no solamente para uno mismo, sino para la humanidad. "lgo que muchas mujeres quieren y pocas lo logran.