LA FILOSOFIA DEL LEAN MANUFACTURING COMO CULTURA MAS QUE UNA HERRAMIENTA.
En las últimos décadas ha surgido una gran expectativa y necesidad al mismo tiempo en las empresas, por implementar estrategias de mejora continua, con el fin de lograr aumentar su productividad, disminuir costos y así poder tener una presencia importante y competitiva, tanto a nivel global, como local o regional. Es entonces como empieza a implementarse La Manufactura Esbelta (Lean Manufacturing), la cual es interpretada como un conjunto de herramientas y principios diseñados para generar un impacto positivo en cuanto a producción y calidad se refiere dentro de los procesos en las organizaciones por parte de un gran número de empresas. Según la literatura la manufactura Esbelta es un grupo de herramientas, con las que se busca eliminar todas aquellas actividades que no le aportan valor a los productos o servicios de la empresa, y que por el contrario solo le causan aumentos en tiempo o dinero. Se afirma incluso que su principal función es disminuir desperdicios y acelerar los procesos, en otras palabras, hacer todo en menor tiempo y a un menor costo. Sin embargo aunque el Lean Manufacturing trae como consecuencia positiva la mejora continua a través de la aplicación de herramientas como, KANBAN, 5´S, SMED, POKA-YOKE, PULL, etc. es de alguna manera evidente como se ha caído en un error por parte de muchas organizaciones y es el de tratar de
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eliminar cualquier actividad u operación que no agrega valor al producto una vez generado un resultado y no durante el proceso. La empresa piensa erróneamente en aplicar estas herramientas como un todo a la solución de un solo problema, que por lo general es visto también como un todo, en otras palabras se ha implementado el Lean Manufacturing como una herramienta que se aplica al resultado y no al proceso en sí, “trata el efecto y no la causa ” y culpa de esto es que de alguna manera se ha inculcado desde hace muchos años que un proceso correcto de trabajo facilitará como efecto resultados efectivos y que lo importante es generar resultados por cualquier motivo, perdiendo la filosofía del Lean Manufacturing que promueve la mejora continua y progresiva, más que la mejora vertiginosa, en otras palabras, se usa para apagar incendios, antes que identificar los posibles focos y agentes que lo puedan generar. Prueba de ello se da en empresas que llevan muchos años, décadas incluso, aplicando el Lean Manufacturing en sus procesos y aun así no logran alcanzar la eficiencia que los permita posicionarse y competir en el mercado, cada vez más exigente y cambiante. Parte de ello se debe a que han entendido el Lean Manufacturing como una herramienta que “optimiza y minimiza ” los desperdicios o mudas, cuando en realidad, lo que el lean debiera representar para la empresa u organización es una cultura o filosofía de “eliminación ” del desperdicio y de todo aquello que no genera o agrega valor. Por este motivo las empresas pasan años y años buscando encontrar su eficiencia y nunca lo consiguen, por que se limitan a disminuir impactos pero esto acarrea que aparezcan otros, entonces se vuelve
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un círculo vicioso imposible de cerrar sino se empieza a “eliminar” antes que “minimizar”, entendido esto en el buen sentido de la palabra. El Lean Manufacturing debe ser entendido entonces, como una filosofía, más que una herramienta. Una filosofía que apropie sus conceptos en el pensamiento de quienes hacen parte de la empresa en todos los niveles y cree en cada persona una cultura basada en la mejora continua en la que el propósito de cada individuo implicado en cualquier proceso siempre sea la de identificar condiciones no deseadas que afectan el buen funcionamiento y la reducción de costos de la organización, alimentando el compromiso de aportar en la eliminación de las mismas, mas aun cuando las herramientas que esta filosofía promueve pueden ser aplicadas a cualquier proceso, sea de producción o servicio, debido a su amplia diversidad, pero eso si, de manera individual, partiendo del principio que cada problema se debe solucionar con la herramienta que más eficiente sea para su solución y no todas al tiempo. Esta filosofía debe ser encaminada y aplicada también, no solo a la orientación de la minimización de costos o eliminación de desperdicios en la empresa buscando la eficiencia de la misma, sino también y quizás mucho más fundamental hoy en día, es enfocarla hacia el sentido de como brindar un mejor servicio o producto al cliente, identificando y entendiendo que es lo que el cliente en realidad necesita o valora. Recordemos que el mercado actual es creado no por la empresa en sí, sino por las necesidades que las personas demandan satisfacer. Por otro lado si en el Lean Manufacturing se piensa que las personas que realizan los procesos, son quienes deben tener la habilidad para sortear e
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identificar soluciones a problemas que surgen en el mismo, beberían entonces las organizaciones no solo pensar y entender esta filosofía como una herramienta enfocada solo a sus productos, sino empezar por ser aplicada e inculcada en cada persona como principio de la empresa y así como los procesos enmarcados dentro de estas herramientas generan calidad y disminución en costos y eliminación de desperdicios, de igual manera formaran personas de calidad. Dejar a un lado el pensamiento que las directivas de las empresas piensan y los trabajadores solo deben hacer lo planeado. Aquí surge un concepto nuevo y quizás desconocido para muchos y es que dentro de la filosofía Lean se establece que la gente de todos los niveles debe estar involucrada en este proceso, debido a que así como los directivos desempeñan un rol importante en la mejora e innovación, los trabajadores también y mucho más si usan las herramientas de calidad para la mejora continua. Tener en cuenta a los empleados e involucrarlos genera motivación en ellos, creando lo que hoy en día tanto se utiliza en procesos de productividad como es la sinergia, en otras palabras, dos empleados pueden conjuntamente dar mejores y más resultados que la suma de sus resultados individuales. Después de lo anteriormente expuesto vemos como el Lean Manufacturing no es una herramienta, sino una filosofía que se aplica por medio de varias herramientas específicas según sea el problema que requiera mejorase. No toma los problemas como un todo, sino que discierne de acuerdo al área o proceso donde se presente y busca más que minimizar, eliminar los
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desperdicios y todas aquellas tareas o actividades que no generen valor al producto o servicio. De igual manera busca que exista una cultura enfocada en la mejora continua, en la que se involucre a todas las personas desde la dirección hasta los empleados, y que esta no dependa de algunas cuantas personas como hasta ahora se cree en muchas organizaciones. Entender que la cultura de equipo de trabajo es una de las mayores mejoras que Lean Manufacturing promueve para una organización, porque de que vale tener y conocer las herramientas sino existe una cultura organizacional que genere conciencia y cohesión entre todos los involucrados en los procesos, que busque la eficiencia de la empresa y que beneficie tanto a ella misma como a los clientes que demandan no solo la satisfacción de sus necesidades sino también generación de valor agregado en lo que ellos demanda.
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