ÉTICA Y ACCIÓN. FRANCISCO VARELA INTRODUCCION. Act ctual ualme ment nte e de dedi dica cada da a la in inve vest stig igac ació ión n so sobr bre e la pe perc rcep epci ción ón y el cono co noce cer, r, el pu punt nto o de pa part rtid ida a pa para ra co comp mprren ende derr la pe perrce cepc pció ión n es abstracto; consiste en el problema del procesamiento de información para recuperar propiedades del mundo predeterminadas. La realidad, en esta perspectiva, ya no es lo que era para la concepción moderna, un mundo separado del conocedor que se va internalizando a medida que se conoce. La realidad no es algo dado: es dependiente del que percibe. Lo que cuenta como mundo relevante es inseparable de la estructura del que percibe. (Se ver por lo que sigue !asta dónde esta postura no es una variante contempornea del idealismo sub"etivo#. La cognición es, as$, un continuo de acciones encarnadas, enactuadas. Se establece, de esta forma, que se est asistiendo a la emergencia de una comprensión comprensión ms profunda de la percepción, percepción, la que no consi consiste ste en recuperar un mundo pre%establecido, sino que consiste en una acción perceptualmente guiada, en un mundo que es inseparable de nuestras capacidades sensoriomotrices, y que las estructuras cognitivas &ms elevadas
'
tam amb bin
sur urg gen
de
pautas recurrentes
de
acción
perceptualmente perceptualme nte guiada. )l mundo que se conoce cotidianamente no est pre%establecido; sino ms bien, es un mundo enactuado, que surge simultneamente con el proceso de cognición y emerge. )ntonc )nt onces es el con conoce ocerr se con constr struye uye des desde de peq peque* ue*os os dom domini inios, os, des desde de micromundos y microidentidades, que no estn constre*idos por una !ist sto oria
un$voca,
nos
enfrentam amo os
postcartesiana.
PRIMERA CONFERENCIA KNOW HOW Y KNOW WHAT
a
una
novedo dossa
realidad
+# lant lanteami eamiento ento del probl problema ema -tica se aproima ms a la sabidur$a (conocimiento de lo que es ser bueno# que a la razón ("uicio correcto en una situación#. )ste problema se da debido a los debates de ese entonces basados en temas meta ticos, entre aquellos que eigen una moral independiente que tiene princ principios ipios que nos indican indican lo que es correcto correcto como tambin tambin aquellos que plantean una tica fundada en una tradición que identi/ca lo bueno. )sto aparece como un replanteamiento de la oposición clsica de 012AL3 012AL34 4A4 5 S344 S344L367 L3678)3 8)34 4. 9ran parte de la /losof$a moral contempornea, !a centrado su atención en lo que es correcto !acer ms que en lo que es bueno ser, en de/nir el contenido de la obligación ms que en la naturaleza de la buena vida la persona sabia (o virtuosa# es aquella que sabe lo que es bueno y que espontneamente lo realiza. 1tro punto que quiso tomar fue el de la postura de la percepción acción, cont co ntra rast stn ndo dola la
fren fr ente te al co comp mpor orta tami mien ento to t tic ico o
que qu e co comi mien enza za
investigando el contenido intencional y se centra de este modo en la racionalidad de los "uicios morales. esta es ta im impo port rtant ante e di dist stin inci ción ón !a si sido do de de"a "ada da de la lado do,, no só sólo lo po porr lo loss seguidores /losó/cos y cient$/cos del lina"e 8ant 7usserl, sino incluso por personas que centraron sus preocupaciones en diversos aspectos del aprendiza"e y de la conducta. or e"emplo, nada menos que . iaget, en )l "u "uiici cio o mora rall en el ni ni*o *o,, com omiien enzza di dici cie end ndo o qu que: e: L Lo o qu que e nos proponemos investigar es el "uicio moral, no la conducta moral. Sólo para concluir que: La lógica es la moral del pensamiento del mismo modo que la moral es la lógica de la acción... La razón pura es el rbitro, tanto de la re
!acerlo. )stos actos son de naturaleza propiamente tica. =e !ec!o, representan el tipo ms com>n de conducta tica que manifestamos en nuestra vida normal y cotidiana Seg>n el autor, no podemos y no debemos de"ar de lado la primera y ms frecuente forma de conducta tica como si se tratara de un acto meramente re
•
6ómo
•
Acción inmedi! en "# cienci# c$%ni!i&# ara aproimarnos al primer problema necesitamos eaminar cómo se mani/esta esta de/ciencia para comprender la acción inmediata en las ciencias consagradas al estudio de la mente y del conocimiento: las ciencias cognitivas que a!ora abordamos.
N'e&# ($)m# *) &ie+$# *)$,"em# 2acionalista, cartesiana u ob"etivista: estos son algunos de los trminos que se utilizan !oy en d$a para caracterizar la tradición dominante en la que !emos crecido. Sin embargo, cuando se trata de re formular el conocimiento y la cognición, considero que el trmino que me"or se adecua a nuestra tradición es abstracta: no !ay palabra que caracterice me"or a las unidades de conocimiento que !an sido consideradas ms &naturales'. La tendencia a abrirnos paso !asta la atmósfera pura de lo general y de lo formal, de lo lógico y lo bien de/nido, de lo representado y lo plani/cado, es lo que le con/ere su sello caracter$stico a nuestro mundo occidental.
)l gran aporte de iaget es que la cognición incluso en lo que aparece como sus altos niveles de epresión est enraizada en la actividad concreta del organismo total, es decir, en el acoplamiento sensorimotriz. )+ mundo no es algo que nos !aya sido entregado: es algo que emerge a partir de cómo nos movemos, tocamos, respiramos y comemos. )sto es lo que denomino la cognición como enacción, ya que la acción connota el producir por medio de una manipulación concreta. )l saber%qu corresponde a la importante tradición de la tica de corte racionalista que !a marcado buena parte de la modernidad en /losof$a. )s ms, subrayando su impronta, las tendencias y corrientes contractualistas actuales la suscriben y !asta la subrayan, procurando encontrar sólidos argumentos en el "uicio moral, para lo que es fundamental
el
discurso
racional
basado
en
cadenas
de
argumentaciones. )l saber%cómo, re/ere al movernos en el mundo y al comprender, que no es distinto de nuestra actividad sensorio%motriz. Asimismo tiene en cuenta el mundo, que se integra a una con el su"eto de la acción: )l mundo no es algo que nos !aya sido entregado; es algo que emerge a partir de las vivencias. )st plenamente comprometido con lo que somos. Siempre operamos en la inmediatez de una situación dada. )s esto, ms espec$/camente, lo que Carela llama micromundo, es decir, una con/guración que act>a localmente en el presente y en la que la propia con/guración opera como centro cognoscitivo, en proceso autopoitico. or lo tanto, !ay una disposición a la acción propia de cada situación espec$/ca que se vive. oseemos una microidentidad, que se revela continuamente y en una secuencia de pautas codeterminadas por el conocedor y el mundo.
EL CONOCIMIENTO DE NACIÓN
rimero se necesita de/nir estos problemas eplicando lo que quiero decir con encarnado: %la cognición depende de los tipos de eperiencia que provienen del !ec!o de tener un cuerpo con sensori%motrices %estas !abilidades sensoriales dependen de un conteto biológico y cultural. Los procesos sensoriales, motrices, percepción y acción son inseparables de la cognición. La nación enfatiza dos puntos que la acción es guiada perceptualmente y que las estructuras surgen de los sensori%motores que permiten la acción sea guiada por la percepción. )mpezaremos por el concepto de acción el cual es el estudio de como el que percibe gu$a sus acciones en situaciones locales. uesto que estas situaciones locales cambian dependiendo a lo que percibe, el punto de partida para entender la percepción ya no es un mundo pre%dado, independientemente de lo que est percibiendo sino es de la estructura sensori%motriz. 0s que un mundo pre% determinado en esta estructura es como el su"eto que percibe esta encarnado la forma en como percibe y es modelado por el ambiente. La preocupación de la percepción como acción no es de cómo recuperar un mundo independiente. Se trata ms bien de determinar los principios comunes entre el sistema sensorial y el motor que indica que acción puede ser guiada perceptualmente por un mundo dependiente del que percibe este problema se opone a que la percepción es fundamentalmente un registro ambiental.
De
"$#
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#en#$)im$!)ice#
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/,i"idde#
c$%n$#ci!i&# 6omo lo epresa La?oD el planteamiento central de este enfoque es que las estructuras conceptuales signi/cativas surgen de dos fuentes: %de la naturaleza estructura de la eperiencia corporal %desde nuestra capacidad para proyectar imaginativamente desde algunos aspectos bien estructurados de la eperiencia corporal e interacción a estructuras conceptuales
)l pensamiento racional y abstracto es una aplicación de procesos cognitivos muy generales, focalización, superposición inversión de /gura fondo a las estructuras perceptuales
E" 0n$1/$1 2 e" 0n$11/! La ciencia cognoscitiva comienza a cobrar conciencia del !ec!o que la percepción no consiste ms bien en una acción perceptual que consiste en una acción perceptualmente guiada. Lo cognitivo consiste en lo encarnado 4odos los seres cognitivos parecen tener un conocimiento que es un ?no@%!o@ constituido sobre la base de lo concreto es decir son nuestras acciones lo que actuamos. Se puede decir que por medio de nuestros !bitos poseemos un ?no@%!o@. )"ecutamos diferentes acciones como el vestirnos, el desvestirnos, etc. Sin pensar en ello sabemos cosas espec$/cas como estas cosas si esto decimos llamar conocimiento es el conocimiento de esas cosas y es as$ un conocimiento re
SE3UNDA CONFERENCIA4 LA MAESTR5A ÉTICA 4anto /lósofos como cient$/cos preocupados por la mente !an descuidado tremendamente la importancia y el papel central de la inmediatez de las !abilidades y su difusión, adquirimos nuestra conducta tica de la misma forma que adquirimos todos los dems modos de conducta: estas conductas se vuelven transparentes para nosotros a medida que crecemos en sociedad, esto porque el aprendiza"e es circular, aprendemos lo que se supone que debemos ser para ser aceptados como aprendices. Somos todos epertos en tica porque pertenecemos a una comunidad en la que nos movemos con soltura. )n la sociedad moderna los modelos de maestr$a tica son cuestionables y m>ltiples.
0eng 4zu llamado 0encius en occidente un /lósofo c!ino, el ms eminente seguidor del confucianismo del siglo 3C antes de cristo, dice en relación a la tica y el desarrollo de una persona virtuosa parte de la premisa que la naturaleza !umana es capaz de este
los que surgen de un deseo de ganancia
•
los que surgen de esquemas de respuesta !abituales
•
los que surgen del cumplimiento de las reglas y
•
los actos que son fruto de la etensión
Los verdaderos epertos ticos act>an a partir de inclinaciones que !an trasladado a otras situaciones, no de reglas aceptadas; de este modo escapan al !ec!o evidente de que las respuestas puramente !abituales no tienen la tetura su/ciente para dar cuenta de la variedad in/nita de circunstancias que podemos enfrentar. )l "uego rec$proco de la conciencia inteligente, la atención y la etensión eplican desde la perspectiva de 0encius cómo una persona verdaderamente virtuosa puede llegar a serlo incluso a partir de logros iniciales modestos y al mismo tiempo permite distinguir entre la conducta verdaderamente tica y la del !ombre de pueblo !onrado puede llegar a serlo
y al mismo tiempo permite distinguir entre la
conducta verdaderamente tica y la del !ombre de pueblo !onrado.
LA CLAVE PRA3M6TICA
"El hombre más virtuoso no se atiene a la virtud y es por eso que posee la virtud... El hombre menos virtuoso nunca se aparta de la virtud y es por eso que no tiene virtud... Es así como el hombre sabio se enfrenta a las cosas mediante el wu wei y enseña sin palabras... Entonces miles de cosas orecen sin interrupción... Menos y menos pueden hacerse hasta conseuir el wu wei... !uando se ha alcanado el wu wei# nada queda sin hacer."
)l problema esencial de esta fórmula es que suena como una parado"a, y de !ec!o lo es, pero no se trata de un c$rculo vicioso. La solución est en combinar ambos etremos de la parado"a, un metanivel que nunca puede alcanzarse mediante el anlisis lógico eclusivamente, como !an tratado de !acer muc!os estudiosos. 0s bien, el asunto es que el @u @ei apunta a una eperiencia y a un proceso de aprendiza"e; no a un mero descubrimiento intelectual. Apunta a la fruición de adquirir una disposición en que se de"a atrs la distinción radical entre su"eto y ob"eto de acción mediante la adquisición de una pericia en la que predomina la inmediatez sobre la deliberación. )sto, como en toda pericia verdadera, implica una acción no dual. La acción y la inacción estn vacios, ambos dependen del otro. Aqu$ nuevamente la parado"a aparente de la no acción en la acción, es que la persona se convierte en la acción y de este modo la acción es no dualista. 6omo lo epresa 0artin Fuber: "Esta es la actividad del ser humano que ha alcanado la completud$ se la llama no acción ya que nada especial# nada parcial traba%a en el hombre y por lo tanto nada de &l se impone al mundo"
)l punto clave, entonces, es la acción intencional versus la acción sin intencionalidad y lo que eso signi/ca. )ste suscinto anlisis de las tradiciones de sabidur$a nos !a entregado dos frutos importantes. (+# )l comprender !asta qu punto estas tradiciones entienden la conducta tica como capacidad de acción inmediata en ese terreno; (G# )l comprender que para convertirse en
eperto (y no seguir siendo el !ombre de pueblo !onrado# lo crucial es apre!ender en forma sistemtica y muy personal la necesidad de que nuestras acciones no sean duales, que estn desprovistas de un yo que observa desde afuera, para, de este modo, apropiarse de su naturaleza fragmentada (sunya#
EL YO CO3NITIVO DESUNIDO La naturaleza des unida del su"eto cognitivo se remonta incluso a las tendencias ms conservadoras de la ciencia cognitiva, tales como la perspectiva computacionalista clsica, y no es preocupación >nica de orientaciones ms recientes, como la perspectiva enactiva, que es la m$a. Ho nos es posible discernir, ni en la alerta consciente ni en la introspección, ninguno de los procesos o estructuras cognitivas que supuestamente eplican la conducta cognitiva. )n efecto, si la cognición es fundamentalmente computación simbólica, surge inmediatamente esta discrepancia entre lo personal y lo subpersonal, ya que, presumiblemente, cuando pensamos, ninguno de nosotros tiene conciencia de estar computando en un medio interno simbólico. Si la cognición puede proceder sin el yo, por qu tenemos, sin embargo, la eperiencia de un yoB Ho podemos simplemente de"ar de lado esta eperiencia sin una eplicación. 7asta !ace poco. 0uc!os cient$/cos y /lósofos de la mente simplemente !icieron a un lado el problema argumentando que las di/cultades del tema simplemente no eran relevantes para los propósitos de la ciencia cognitiva.
TERCERA CONFERENCIA4 LA VACUIDAD ENCARNADA M7# ce)c de" 2$ de#'nid$ 2 "$# %en!e# c$%ni!i&$#.
Iuisiera profundizar en el enfoque del su"eto cognitivo, focalizando a escala apropiada la actividad cognitiva que se desarrolla en ese espacio muy peculiar que podemos llamar los goznes del presente inmediato. orque es en el presente inmediato que vive realmente lo concreto. )l punto principal es el siguiente: las co!erencias percepto motrices de los micro mundos y micro identidades que abordamos en la rimera 6onferencia encubren el surgimiento de un gran con"unto un ensemble, como
generalmente se le llama
de neuronas transitoriamente
correlacionadas al interior del cerebro. )stos con"untos son tanto el origen como el resultado de la actividad de las super/cies sensorias y efectoras. 4omen, por e"emplo, a la Aplysia, un molusco de agua con un sistema nervioso peque*o. 6uando la Aplysia pone su sifón en contacto con una super/cie, contrae su branquia. )sto es lo que se llama la reacción de retracción de la branquia, uno entre muc!os de los esquemas conductuales normalmente
presentes
en
estos
animales.
6ontrariamente a lo que plantean los libros de teto cuando presentan este tipo de conducta como una v$a arco re
las
de ensembles que
neuronas surgen
en
deben varias
concebirse
como
con/guraciones
una
red
co!erentes,
dependiendo del conteto del animal. Lo que !emos aprendido de estos !umildes moluscos se aplica tambin al resto de los animales cerebrados. Lo que var$a es la cantidad de interneuronas y la arquitectura espec$/ca del sistema nervioso respectivo, que contiene varias regiones corticales, niveles y n>cleos. )n los !umanos, unas +J la once potencia interneuronas interconectan unas +J a la secta potencia motoneuronas que se relacionan con +J a la
sptima potencia neuronas sensitivas distribuidas en las super/cies receptoras a lo largo del cuerpo. )sta es un razón de +J:+JJ.JJJ:+ interneuronas que intervienen en el acoplamiento de super/cies sensorias y motoras. 0ientras ms grandes los cerebros, ms patente es el constituirse y desconstituirse de la auto organización neuronal. As$, por e"emplo EK, !ay +JJ millones de neuronas activas en el cerebro del gato durante la sencilla tarea visomotriz de presionar una palanca. )stas asambleas neurales surgen en un mosaico de reas regionales, revelando el enorme
paralelismo
distribuido
propio
de
los
cerebros
de
los vertebrados. )n realidad, no !ace poco se !a establecido un !ec!o acerca de la constitución del cerebro que me gusta denominar la Ley de la 2eciprocidad: si una región A se conecta con otra región F, entonces F se conecta rec$procamente con A, aunque por una ruta anatómica diferente. As$, las dinmicas neuronales que subyacen a una tarea percepto motriz tienen que ver con redes; un sistema altamente cooperativo que via"a en dos direcciones, y no una abstracción de información secuencial que procede etapa por etapa. Las amplias interconeiones entre subsistemas implican que cada neurona activa operar como parte de un con"unto del cerebro grande y distribuido, incluyendo regiones locales y distantes. 6uando se dan condiciones sensoriales ms normales y se estudia al animal despierto y activo, cada vez resulta ms evidente que las
respuestas
caracter$sticas,
neuronales son
estereotipadas,
altamente
lbiles
y
ante
determinadas
sensibles
a
efectos
contetuales tales como la inclinación del cuerpo o la estimulación auditiva . Aun preservando la misma estimulación sensorial, !asta un cambio postural altera las respuestas neuronales; esto demuestra que el motorium est en resonancia con el sensorium.
)ste tipo de arquitectura nos recuerda muc!o a una sociedad de agentes,
para
usar
la
metfora
de 0ins?y.
)sta
multiplicidad
multidireccional es contraria a la intuición, pero es t$pica de los sistemas comple"os. =igo contraria a la intuición porque estamos !abituados al modelo causal tradicional del input procesamiento output. Ho !ay nada en la descripción anterior que sugiera que el cerebro opera mediante un procesamiento de la información etapa por etapa; estas descripciones populares del cerebro que se basan en el modelo computacional simplemente van a contrapelo. or el contrario, a su arquitectura paralela y basada en redes corresponde un tipo diferente de operación: !ay una per$odo de rela"ación entre las se*ales que vienen y van !asta que todos estn acomodados en una actividad co!erente que constituye un micro mundo. )l e"ercicio cooperativo en su totalidad toma cierto tiempo para culminar y esto se evidencia en que, conductualmente, todo animal e!ibe un ritmo temporal natural. )n el cerebro !umano, esta resonancia
cooperativa
toma
una
fracción
de
segundos,
la
instantaneidad de una unidad perceptor motriz. 6ontrariamente a lo que pudiera parecer a primera vista, ya sea etológicamente o a partir de nuestra propia introspección, la vida cognitiva no es un
de
la
tiran$a
de
tener
que
buscar
una
cualidad
centralizada, !om>nculo, que eplique la conducta normal de un agente cognitivo. Huestra preocupación en este punto tiene que ver con una de las muc!as consecuencias que plantea esta perspectiva de la desunida del su"eto, entendido como agente cognitivo. La pregunta puede ser formulada del siguiente modo: dado que en cada acto cognitivo !ay una
multitud de subprocesos que compiten, cómo debemos comprender el momento de negociación y emergencia en que surge uno de los tantos micro mundos potenciales y constituye una conducta de/nidaB =ic!o de otra manera: cómo debemos entender el preciso momento de estar a!$ en que aparece algo concreto y espec$/coB La respuesta es que al interior de la brec!a que ocurre durante un quiebre, eiste una rica dinmica que involucra a subid entidades y agentes
concurrentes.
)ste
rpido dilogo, no
accesible
a
la
introspección, !a sido recientemente revelado en estudios del cerebro. Algunos de los aspectos claves de esta idea fueron introducidos por Malter Nreeman, quien a lo largo de varios a*os de investigación pudo colocar una serie de electrodos en el bulbo olfatorio de un cone"o para medir peque*as porciones de actividad global mientras el animal se comportaba libremente. =escubrió que no eiste un patrón claro de actividad global en el bulbo a menos que se eponga varias veces al animal a un olor espec$/co. Adems, descubrió por primera vez que estos patrones emergentes de actividad se crean a partir de un trasfondo de actividad inco!erente o caótica mediante oscilaciones rpidas !asta que el córte se acomoda en un patrón elctrico global, que dura !asta el /nal de la actividad olfatoria y luego se disuelve en el trasfondo caótico. Las oscilaciones son, entonces, el medio para unir selectivamente un con"unto de neuronas en un agregado transitorio que constituye el sustrato de la percepción del olor en ese preciso instante. 6ada vez !ay ms evidencia sobre
este
tipo
de
resonancia
rpida
que
une transitoriamente ensambles de neuronas durante un perceptor. )sta !a sido observada, por e"emplo, en la corteza visual de gatos y monos durante la estimulación visual; tambin se la !a encontrado en estructuras neurales radicalmente diferentes, tales como el cerebro del p"aro e incluso en los ganglios del invertebrado 7ermissendal. )sta universalidad es importante ya que apunta a lanaturaleza fundamental
de la vinculación producto de la resonancia como un mecanismo que permite el surgimiento de los acoplamientos sensomotores. Si se !ubiese tratado de un proceso muy espec$/co de la especie, t$pico por e"emplo de la corteza de los mam$feros, ser$a muc!o menos interesante como !ipótesis de traba"o. )s importante se*alar que esta resonancia rpida no est vinculada simplemente aun gatillamiento sensorial. Las oscilaciones aparecen y desaparecen rpidamente y en forma bastante espontnea en varios lugares del cerebro.
PROPIEDADES EMER3ENTES Y YO VIRTUAL La naturaleza de la identidad de este yo cognitivo del que acabamos de !ablar
puede de/nirse
como
emergencia
mediante
un
proceso
distribuido. erm$tanme !acer referencia a una de las me"ores ilustraciones de las propiedades emergentes: las colonias de insectos. =urante muc!o tiempo su calidad de &superorganismo' quedó como una metfora, !asta que en los a*os OJ fue lentamente retomada mediante algunos eperimentos detallados cuya eplicación eig$a que se considerase a la colonia global. or e"emplo, algunos de los eperimentos ms ilustrativos consisten en una sociotom$a, que luego da lugar a la emergencia de amplias propiedades reguladoras del con"unto. =espus que las nodrizas ms e/cientes de una colonia de Heoponera apicalis se separaran
para 1curren
efectos similares
en
relación
con
la autodistinción espacial de esta colonia y su ontogenia. Lo que resulta particularmente sorprendente en el caso de la colonia de insectos a diferencia del cerebro es que aceptamos de buena gana (i# que sus componentes son individuos y (ii# que no eiste un centro o un yo localizado. Sin embargo, el todo se comporta como una unidad y para el observador es como si en el centro eistiera un agente
coordinador virtualmente presente. A esto me re/ero cuando !ablo de un yo desprovisto de yo podr$amos !ablar tambin de un yo virtual: un esquema global co!erente que emerge a travs de componentes locales sencillos, que pareciera tener una ubicación central a!$ donde no eiste ninguna, y que sin embargo es esencial como nivel de interacción para la conducta de toda la unidad. Aplicado al cerebro, esto pone en evidencia el "uego promiscuo de redes y subredes sin necesitar una descomposición estructurada desde arriba !acia aba"o, como es t$pico del algoritmo computacional.
E" 2$ c$%ni!i&$ e# #' *)$*i im*"emen!ción: su !istoria y su acción constituyen una sola pieza. A decir verdad, lo >nico que encontramos en las redes neurales arti/ciales actuales son
actividades
relativas
entre ensembles,
subyacentes
a
las
regularidades que llamamos su conducta o su rendimiento.
Te)ce) C$n(e)enci4L Vc'idd enc)nd. E" 2$ c$m$ *e)#$n &i)!'" =ennet (advertencia# l
Iueremos dispensarnos (queremos dispensar a nuestro yo#.)l problema es que parece que nosotros por lo menos somos muy diferentes: funcionamos desde arriba, !acia aba"o, en forma centralizada, globalmente dirigida.
Pn yo desprovisto de yo Pn todo co!erente que no se encuentra en ningun lugar y que sin embargo proporciona la ocasion para el acoplamiento.
6ambiamos de niveles mediante un camino que va en dos direcciones: Q!acia arriba propiedades emergentes a partir de los elementos constitutivos, !acia aba"o sobre las interacciones locales producto de la co!erencia global. Lo que llamamos nuestro 5o puede ser analizado como un producto de las capacidades linguisticas recursivas del !ombre y su capacidad unica para la autodescripcion y la narrativa. )l lengua"e es otra capacidad modular en co%!abitacion con todo lo que somos cognitivamente. Huestro sentido de un yo personal puede interpretarse como una continua narrativa interpretativa de algunos aspectos de las actividades en nuestra vida diaria. )l QyoR narrativo se constituye necesariamente a travs del lengua"e, por lo tanto este yo personal esta vinculado a la vida, porque el lengua"e no puede operar sino como fenomeno social. )l QyoR no es privado ni publico, los incluye ambos. 4ipos de narrativas que acompa*an al QyoR: l
Los valores
l
Las costumbres
l
Las preferancias
)n una logica puramente funcional, se podria decir que el yo es para las interacciones con los dems, para la creacion de la vida social. roceso de auto constitucion:)sta enraizado y asentado en nosotros que para destronarlo no basta un mero anlisis, es un impulso activo y /rmemente enraizado en la constitucion de la identidad.
P)%m7!ic de" 2$ &i)!'". l
=esde la perspectiva del estudio moderno de la mente, la naturaleza virtual, vacia de un yo que surge en la constante respuesta inmediata.
l
=esde la perspectiva de tradiciones de sabiduria, la naturaleza progresiva basada en la etica enraizada en la comprension de este yo vacio en la vida y en los actos cotidianos.
)l ?no@ !o@ (saber como# etico es el conocimiento progresivo de primera mano, de la virtualidad del yo. Si no se eplora la pragmatica de la transformacion !umana, no podemos aspirar a una maestria etica del ms alto nivel. La importancia de la practica asi como en su naturaleza progresiva y abierta. 6ualquier aprendiza"e requiere de tiempo y de una disciplina sostenida, el camino esta sembrado de progresos y retrocesos aparentes
APÉNDICE4 UN
COMENTARIO
ACERCA
DE
LAS
PR6CTICAS
DE
TRANSFORMACIÓN La tradición fenomenológica 7usserl en nuestra tradición occidental parece ser uno de los pocos cuyo traba"o estuvo dedicado a la eploración del fundamental entre deu, entre la ciencia y la eperiencia. )n sus escritos, 0erleau onty se basó en el traba"o de )dmund 7usserl. 6omo sabemos, 7usserl fue disc$pulo de Frentano y amplió etensamente sus ideas. )n uno de sus principales escritos, 3deas: 9eneral 3ntroduction to a ure !enomenologyK publicado en +T+E, 7usserl intentó desarrollar un procedimiento
espec$/co
para
eaminar
la
estructura
de
la
intencionalidad, que era la estructura de la eperiencia en s$, sin !acer referencia alguna al mundo factual, emp$rico. )n una suerte de introspección /losó/ca a la que llamó intuición de las esencias (@esenc!au# 7usserl trató de reducir la eperiencia a estas eperiencias esenciales para luego mostrar cómo a partir de ellas se generaba nuestro mundo !umano.
7usserl reconoció algunos de estos problemas en su traba"o ms tard$o. Aqu$, sin embargo, se centró epl$citamente en la eperiencia de la conciencia de lo que llamó el mundo vivido (Lebens@elt#. )l mundo vivido no es la concepción ingenua y teórica del mundo que encontramos en la actitud natural. 7usserl postuló que toda resqueda marca damente teórica; de !ec!o 7usserl planteaba que es la forma ms elevada de teor$a. ero entonces, la fenomenolog$a tambin debe presuponer al mundo de la vida, incluso cuando intenta eplicarlo. Sin embargo, una vez que el mundo de la vida se concibe de este modo, el postulado de 7usserl (de !ec!o el postulado central de la fenomenolog$a# de que el mundo de la vida es siempre anterior a la ciencia, se vuelve inestable. La tarea del fenomenólogo consist$a en volver de un anlisis de nuestro mundo de lavida cient$/camente impregnado al mundo original o mundo de la vida pre dado. ero 7usserl se aferró a la idea de que este mundo de la vida original pod$a ser e!austivamente eplicado remontndose a las
estructuras esenciales de la conciencia. A decir verdad, para 7usserl la fenomenolog$a era la forma ms elevada de teor$a, precisamente porque era capaz de una contorsión de esa $ndole. =e !ec!o, esta cr$tica es vlida incluso para la fenomenolog$a eistencial de 7eidegger as$ como para la fenomenolog$a de la eperiencia vivida de 0erleau onty. Ambos destacaron el conteto pragmtico, encarnado, de la eperiencia !umana, pero sólo en forma teórica. 0erleau onty llevó a 7eidegger un paso ms le"os aplicando la cr$tica del propio 7eidegger a la fenomenolog$a as$ como a la ciencia. )n nuestra tradición occidental, la fenomenolog$a era y sigue siendo la /losof$a de la eperiencia !umana, la >nica estructura eistente del pensamiento que aborda directamente estos problemas.
U.M.S.S. UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON Fc'"!d de H'mnidde# 2 Cienci# de " Ed'cción C))e) de P#ic$"$%8
ETICA Y ACCION FRANCISCO VARELA
M!e)i: fenomenolog$a 33 DOCENTE: 0ario Farraza In!e%)n!e#4 Armi"o Uambrana !oselin Leon 6abrera 9loria )stefani 5ucra 6ala Vimena Priona Larrain Nabiola )scalera 0u*oz Ale"andro 0ateo Iuispe 6anc!ari 2osmilda 2o"as ustiniano =avid 0auricio Fecha 9 de junio 2016