P a t r i c i aEv a n s
Ab us v o e r b a v La Violencia Violencia Negada
Titulo original: The Verbally Abusive Relationship
NOTA DEL EDITOR A lo largo de toda la obra la palabra "abuso"describe las conductas que intentan disminuir o violar la integridad integridad de otra persona; pueden hacerlo tanto por medio del insulto como como por por la descal descalific ificació aciónn de sus intereses intereses,, su iniciati iniciativa, va, sus accione acciones, s, su creativid creatividad. ad. La palabra palabra "abusador" se aplica a la persona que perpetra el abuso. Cuando se habla de relaciones de abuso verbal, se hace referencia a la relación dominadordominado que se establece entre quienes cometen este tipo de abuso ! quienes lo padecen, a diferencia de aqullas en que dos personas personas se relac relaciona ionann con con reciproc reciprocidad idad e interdepende interdependencia ncia
PALABRAS INICIALES Tras su publicación en #$$%, esta obra se convirtió en la primera en definir ! describir las relaciones de abuso verbal entre adultos. &n ese momento, !o no habr'a imaginado siquiera que tantos miles de personas me escribir'an para aportar alg(n elemento de su historia personal al desarrollo de este tema. Agrade)co profundamente todas las contribuciones; todav'a sigo aprendiendo con sus opiniones ! e*periencias. Casi todas las personas personas que me han escrito son mu+eres m-s m-s del $ por ciento/, ciento/, pero pero tambin lo han hecho algunos hombres. 0on los que est-n a favor del cambio ! dispuestos a aprender de la e*periencia femenina. 1arecen saber que las pers person onaas que que han han sid sidoo dominadas ! han sufrido el dolor de este tipo de violencia, son las me+or calificadas para
Patricia Evans
Abuso verbal
revelar la forma en que se e+erce esa dominación ! las m-s capacitadas para informar a los demdem-ss sobre sobre sus sus efec efectos tos.Aunq .Aunque ue much muchas as de las las relac relacion iones es de abus abusoo verba verball no llegan llegan for)osamente a la violencia f'sica, ha! un buen n(mero que s' lo hace. La in+uria precede al primer incidente de violencia !, est- siempre presente en una relación agresiva. 2o cabe duda de esto. 2ing(n hombre se va a vivir con una mu+er ! de inmediato comien)a a golpearla; antes la menospreciar-, ignorar- sus sentimientos ! la humillar-. Comprender la din-mica de estas relaciones ! ofrecer tratamiento a ambas partes pueden ser los primeros pasos para disminuir una forma no reconocida de la violencia en el mundo. A pesar de que los hombres son m-s reticentes que las mu+eres a revelar sus e*periencias, resulta claro que la violencia verbal 3al igual que la agresión agresión f'sica3 en una relación relación de par pare+ e+a, a, es es un pro probl blem emaa de gnero. &sta diferencia diferencia entre los gneros gneros se ha desarrollado desarrollado a lo largo de los siglos de muchas formas distintas. 4na consecuencia general ! obvia es que muchos m-s hombres que mu+eres han sido animados a creer, de distintas maneras, que dominar a otro adulto en una relación es una conducta aceptable. La creencia de que e+ercer ese dominio est- bien es mu! destructi destructiva. va. La in+uria in+uria ! la agresi agresión ón se produc producen en den dentro tro de ese con conte te*to *to.. 1or el contrario, mu! pocas mu+eres han sido animadas por los mensa+es culturales a dominar a su pare+a. 5e cualquier modo, la idea de que la dominación es aceptable, no tiene sentido. Las Las pers person onas as debe debenn hace hacers rsee carg cargoo de s' mismas mismas 3esto 3esto significa significa ser responsa responsable ble ! desarrollar desde la ni6e) a la edad adulta la capacidad capacidad de gobernarse gobernarse interiormente3, interiormente3, ser fieles as' mismas ! aprender aprender a no depender de otra otrass perso persona nas. s. Afortunadamente ha! un cambio en las actitudes de hombres ! mu+eres, que comprenden que la violencia verbal no sólo da6a a la pare+a sino tambin a la familia !, por (ltimo, a la sociedad en su con+unto. &s evidente que nuestra cultura se est- volviendo cada ve) m-s intolerante hacia la violencia de cualquier tipo. 7ace apenas una generación, el acoso ! la agresión hacia las mu+e3 res ni siquiera se reconoc'an como actos que pudieran ser castigados +udicialmente. 81or qu99 1recis qu 1recisam ament entee porque porque eran ataques ataques contra las mu+eres. mu+eres. 0iento un profundo recha)o cuando descubro que todav'a ha! gente que +ustifica la dominación ! acepta la idea de que un adulto obede)ca a otro en el conte*to de una relación. Las fuer)as de la ignorancia influ!en sobre la mentalidad mentalidad de muchos que despus, qui)- sin darse cuenta, perpet(an esa dominación. 1or supuesto, cada uno de nosotros puede ver el problema de manera diferente ! dar darle le un un nombre nombre distinto. disti nto. 2uestro nombre para este problema es "pat "patria riarc rcad ado" o".. &n el cap'tulo "0obre la terapia ! para los terapeutas" se trata el tema de la terapia ! el patriarcado. 7a sido elaborado para servir de apo!o a los terapeutas ! a todos los lectores que tengan que vrselas con el problema del abuso verbal. "Los ni6os ! el abuso verbal" se refiere a las inquie inquietud tudes es de los padre padress sepa separad rados os que que nece necesi sitan tan mante mantene nerr su vida vida ! sus sus activid actividade adess apartadas del anterior cón!uge, ! al mismo tiempo quieren que sus hi+os se cr'en en un ambiente armonioso.Creo que gran parte del dolor que encontramos en el mundo nos dice que ha! algo que no est- bien. &s hora de descubrir de qu se trata.
PREFACIO &stamos en el centro de una evolución: la evolución de la conciencia. &sta evolución se manifiesta en el valor creciente que atribuimos al ser humano como individualidad !
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Patricia Evans
Abuso verbal
revelar la forma en que se e+erce esa dominación ! las m-s capacitadas para informar a los demdem-ss sobre sobre sus sus efec efectos tos.Aunq .Aunque ue much muchas as de las las relac relacion iones es de abus abusoo verba verball no llegan llegan for)osamente a la violencia f'sica, ha! un buen n(mero que s' lo hace. La in+uria precede al primer incidente de violencia !, est- siempre presente en una relación agresiva. 2o cabe duda de esto. 2ing(n hombre se va a vivir con una mu+er ! de inmediato comien)a a golpearla; antes la menospreciar-, ignorar- sus sentimientos ! la humillar-. Comprender la din-mica de estas relaciones ! ofrecer tratamiento a ambas partes pueden ser los primeros pasos para disminuir una forma no reconocida de la violencia en el mundo. A pesar de que los hombres son m-s reticentes que las mu+eres a revelar sus e*periencias, resulta claro que la violencia verbal 3al igual que la agresión agresión f'sica3 en una relación relación de par pare+ e+a, a, es es un pro probl blem emaa de gnero. &sta diferencia diferencia entre los gneros gneros se ha desarrollado desarrollado a lo largo de los siglos de muchas formas distintas. 4na consecuencia general ! obvia es que muchos m-s hombres que mu+eres han sido animados a creer, de distintas maneras, que dominar a otro adulto en una relación es una conducta aceptable. La creencia de que e+ercer ese dominio est- bien es mu! destructi destructiva. va. La in+uria in+uria ! la agresi agresión ón se produc producen en den dentro tro de ese con conte te*to *to.. 1or el contrario, mu! pocas mu+eres han sido animadas por los mensa+es culturales a dominar a su pare+a. 5e cualquier modo, la idea de que la dominación es aceptable, no tiene sentido. Las Las pers person onas as debe debenn hace hacers rsee carg cargoo de s' mismas mismas 3esto 3esto significa significa ser responsa responsable ble ! desarrollar desde la ni6e) a la edad adulta la capacidad capacidad de gobernarse gobernarse interiormente3, interiormente3, ser fieles as' mismas ! aprender aprender a no depender de otra otrass perso persona nas. s. Afortunadamente ha! un cambio en las actitudes de hombres ! mu+eres, que comprenden que la violencia verbal no sólo da6a a la pare+a sino tambin a la familia !, por (ltimo, a la sociedad en su con+unto. &s evidente que nuestra cultura se est- volviendo cada ve) m-s intolerante hacia la violencia de cualquier tipo. 7ace apenas una generación, el acoso ! la agresión hacia las mu+e3 res ni siquiera se reconoc'an como actos que pudieran ser castigados +udicialmente. 81or qu99 1recis qu 1recisam ament entee porque porque eran ataques ataques contra las mu+eres. mu+eres. 0iento un profundo recha)o cuando descubro que todav'a ha! gente que +ustifica la dominación ! acepta la idea de que un adulto obede)ca a otro en el conte*to de una relación. Las fuer)as de la ignorancia influ!en sobre la mentalidad mentalidad de muchos que despus, qui)- sin darse cuenta, perpet(an esa dominación. 1or supuesto, cada uno de nosotros puede ver el problema de manera diferente ! dar darle le un un nombre nombre distinto. disti nto. 2uestro nombre para este problema es "pat "patria riarc rcad ado" o".. &n el cap'tulo "0obre la terapia ! para los terapeutas" se trata el tema de la terapia ! el patriarcado. 7a sido elaborado para servir de apo!o a los terapeutas ! a todos los lectores que tengan que vrselas con el problema del abuso verbal. "Los ni6os ! el abuso verbal" se refiere a las inquie inquietud tudes es de los padre padress sepa separad rados os que que nece necesi sitan tan mante mantene nerr su vida vida ! sus sus activid actividade adess apartadas del anterior cón!uge, ! al mismo tiempo quieren que sus hi+os se cr'en en un ambiente armonioso.Creo que gran parte del dolor que encontramos en el mundo nos dice que ha! algo que no est- bien. &s hora de descubrir de qu se trata.
PREFACIO &stamos en el centro de una evolución: la evolución de la conciencia. &sta evolución se manifiesta en el valor creciente que atribuimos al ser humano como individualidad !
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Patricia Evans
Abuso verbal
en el inters inters cada ve) ma!or que sentimo sentimoss por nuestro nuestro potencial potencial humano. humano. 7emos compren comprendido dido cu-les cu-les son son nuestros nuestros derech derechos os humanos; nuestro respeto por la vida ! la dignidad humana han crecido. 7emos visto desintegrarse las vie+as estructuras de poder ! las antigu antiguas as creen creencia ciass a la lu) del del ma!or ma!or conoc conocimie imient nto. o. Co Cole lect ctiv ivam amen ente te,, !a no consentimos la esclavitud, el traba+o infantil, el abuso que se comete contra los ni6os o la agresión a las esposas. &stamos cru)ando el umbral desde la creencia en un "1oder 0obre" dom domin inaación ción// haci haciaa la creen reenccia en un "1ode "1oderr 1ers 1erson onal al"" reci recipr proc ocid idad ad ! crea creaci ción ón cooperativa/. Cru)ar este umbral es un proceso largo ! arduo, ! el progreso que se va produci pro duciendo endo parece pare ce pequ peque6o e6o en compara comp ara ción con los problemas probl emas que todav'a todav' a e*isten. e*iste n. Cuando cru)amos el umbral, renunciamos al 1oder 0obre ! adquirimos conciencia de nuestro 1oder 1oder 1ersonal. 0omos 0omos conscientes conscientes de los sistemas pol'ticos ! económicos represivos que se mantienen por la fuer)a f'sica. &n cambio somos menos cons3 cientes de la represión psicológica. La represión se e+erce mediante la manipulación verbal ! la coa coacc cció ión. n. Cre Creoo por por lo tanto que si actuamos para par a que la causa de la libertad f'sic f'sicaa progrese en diferentes niveles ! distintos aspectos, podremos tambin reconocer esa otra forma de control, menos menos obv obvia ia pero mu! generali generali)ad )ada, a, ! liberarn liberarnos os de ella. ella. Los sistemas sistemas represivos se perpet(an en la medida en que no son reconocidos:
INTRODUCCIÓN &ste &ste libr libroo es para para todo todos. s. 1ero 1ero suce sucede de que que los los e+em e+empl plos os,, las las e*pe e*perie rienc ncias ias ! las histor historias ias contenidos en l provienen de las mu+eres. &n consecuencia, ! espero que esto no cree pre+uicios, pre+uicios, !o me refiero refiero a la e*perienci e*perienciaa femenina femenina de confusión confusión ! dolor causada por la violencia verbal. A fin de proteger la confidencialidad de las mu+eres que compartieron su e*peri e*p erien enci ciaa conm conmig igo, o, he camb cambia iado do sus sus nomb nombre ress ! las las circ circun unst stanci ancias as que pudieran pudieran identificarlas identif icarlas.. Las mu+eres m u+eres que describo est-n est-n formadas formadas por partes partes ensam ensamblad bladas as de distintas distintas mu+eres. 0on compa6eras actuales o anteriores de hombres que e+ercieron con ellas abuso verb verbal al.. La viol violen enci ciaa verb verbal al es una una form formaa de agre agresi sión ón que que no de+a de+a huel huella lass visi visibl bles es,, comparables a las lesiones causadas por la violencia f'sica. 1ero es igualmente dolorosa ! la recuperación puede llevar mucho m-s tiempo. La v'ctima vive en una situación que se le va haciendo gradualmente m-s confusa. &n p(blico est- con un hombre que en privado se con3 vierte en otro. &l desmerecimiento sutil o las e*plosiones de ira, la indiferencia glacial o la prepotencia, prepotencia, el sarcasmo sarcasmo burlón o el reproche reproche silencio silencioso, so, la coerción coerción manipulad manipuladora ora o las e*igencias irra)onables, son hechos comunes. 1ero se los disimula con la frase: "8u te pasa9 0iempre est-s e*agerando las cosas", ! muchas otras formas de negación. A menudo la mu+er ultra+ada no tiene testigos que presencien su realidad ! nadie puede comprender su e*periencia. Los amigos ! la famil familia ia pue puede denn ver ver al ofenso ofensorr como como alguien alguien realmen realmente te bue bueno no;; por por supu supues esto to,, l cree cree serlo serlo.. Aun Aunque que este libro describe describe las e*periencias e*perienci as de las mu+eres, tambin tambin los hombres hombres sufren sufren violencia violencia verbal verbal por parte de sus sus pare pare+a +ass. La La di difere ferenc ncia ia es que que ellos llos no viv viveen ate aterr rror ori) i)ad ados os como omo las mu+eres mu+eres que tienen que sufrir la ira de un hombre. A quienes quienes han sido agredidos verbalmente, se les habr- dicho de manera sutil ! tambin no tan sutil que su percepción de la realidad es equivocada ! que sus sentimientos no son los correctos. correctos. &n consecuencia consecuencia,, pueden dudar de su propia e*periencia !, al mismo tiempo, no darse cuenta de que lo est-n haciendo. Les sugiero que a medida que lean las e*pe e*peri rien enci cias as sobr sobree viol violen enci ciaa verb verbal al,, trate tratenn de perc percib ibir ir si les les resu result ltan an famili familiare ares. s. &ste &ste libr libroo ha sido sido conc conceb ebid idoo para para a!ud a!udar ar a reco recono noce cerr el abu abuso so verba verball ! la manipulación.
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Abuso verbal
tener que recordar los dolorosos acontecimientos que condu+eron a la necesidad de escribir un libro como ste, podemos aprender de ellos !, a travs de la ma!or información con que ahora contamos, hacer elecciones conscientes que permitan vislumbrar un futuro me+or. &l menos menospre precio cio hacia hacia una person personaa nos dismin disminu!e u!e a todos. todos. Abuso verbal se basa en las entrevistas que llev a cabo con cuarenta mu+eres. 0us edades van de los %# a los >> a6os. La duración promedio de sus relaciones fue de #> a6os. 1or lo tanto, en total, he escrito sobre m-s de seiscientos cuarenta a6os de e*periencia con el abuso verbal. Aunque muchas de las mu+eres entrevistadas hab'an terminado !a su relación, el reconocimiento ! la elaboración de lo ocurrido continuaba cinco, die) ! hasta quince a6os despus. La ma!or'a de ellas intentaron todos los caminos, todos los enfoques para me+orar la relación: e*plicaron, pasaron pasaron por alto, preguntaron, rogaron, recibieron asesoramiento asesoramiento individual ! con+unto, con+unto, vivi vivier eron on su vida ida lo m-s inde indeppendi endieente ntement mentee posible, sible, atendieron a sus propias nece ne cesi sida dade des, s, no pidi pi dier eron on "de "d e masi masiad ado", o", se se confo conform rmar aron on cada cada ve) ve) con con men menos os,, no tuvi tuviero eronn e*igencias e*igencias,, fueron comprensiva comprensivas. s. 2ada funcionó. funcionó. La din-mica de la relación relación siguió siendo un misterio. misterio. ?ue necesario necesario el apo!o ! la validación de la realidad que un terapeuta terapeuta puede apor aporta tarr. La posi posibi bili lida dadd de mante mantene nerr una una feli feli)) rela relaci ción ón e*is e*iste te si ambas partes tienen la voluntad de cambiar.
Una importante palabra de advertencia uienes han sido v'ctimas del abuso verbal ! se han preguntado a s' mismos cómo decir las cosas de manera que el abusador comprenda, cómo es que o!en las cosas cosas que que l dice dice no haber dicho nunca, o cómo es que sienten lo que l dice que no deber'an sent sentir ir,, han han sido indu inducid cidos os a creer creer que ha! algo b-sicamente errado en su capacidad de comunic comunicació ación, n, o en su percepci percepción, ón, o en sus sentimientos sentimientos.. ui)-s ui)-s ahora ahora se est estnn preguntando: " Como puedo cambiar mi naturale)a b-sica9 5espus de todo, 8no acabo de leer que ha! posibilidades de tener una feli) relación si ambas partes tienen la voluntad de cambiar9".2o esto! sugiriendo que para determinar si pueden tener una relación feli) deben cambiar su naturale)a; s', en cambio, que cuando recono)can lo que deben enfrentar act(en de manera manera espec'fic espec'fica; a; es esa manera lo que ha! que cambiar. 0i lo hacen, tendr-n que enfrentar el miedo a perder el amor. 0i no, tendr-n que salir al encuentro del temor t emor a perderse per derse a s' mismos. La premisa premisa fundamental fundamental de este libro libro es que el abuso verbal tiene que ver con el control, con la forma de e+ercer el poder sobre otro. &ste &ste abu abuso so pue puede de ser abierto abierto o encubi encubierto erto,, constant constante, e, controlad controlador or ! , como lo definen @ach ! 5eutsch #$/, "productor de locura". Los efectos del abuso verbal son principalmente cualitativos. 2o se ven, como sucede con los efectos del maltrato fisico. 2o ha! huellas f'sicas de heridas, magulladuras, o+os morados o huesos rotos. La intensidad de la angustia que sufre la v'ctima es lo que determina el alcance del da6o. La calidad de la e*periencia de la v'ctima define el grado del abuso.
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Abuso verbal
#. &l abusador niega su conducta. %. 2ormalmente el abuso se perpetra a puertas cerradas. =. La violencia f'sica es precedida siempre por violencia verbal.
Este libro se divide en dos partes La Primera Parte comien)a por identificar situaciones t'picas t'picas en una relación de abuso verbal. 5espus, desde una perspectiva perspecti va amplia, describe des cribe el el 1oder 0obre 0obre como como una forma de poder que se manifiesta como dominio ! control, en contraste con el 1oder 1ersonal 1ersonal,, que se manifiest manifiestaa como reciproc reciprocidad idad ! creación creación con con+unt +unta. a. A continu continuaci ación ón presenta presen ta la e*periencia, e*peri encia, los senti mientos ! los pensamientos de las v'ctimas del abuso verbal. verbal. ?inalmente, se describen las principales pautas del abuso. La Se!"nda Parte defi define ne cate catego gor' r'as as dcl dcl abus abusoo verb verbal al,, por por e+emp e+emplo lo el rech recha) a)oo a compartir, la oposición, el desdn ! la triviali)ación; describe el conte*to cultural en que que la integ integrante rante femenina femenina de la pare+a pare+a eval(a eval(a su e*perienc e*periencia. ia. &*plica &*plica mtodos mtodos adecua adecuados dos de comunic comunicació aciónn ! b(sque b(squeda da de cambio. cambio. A continu continuac ació iónn e*plo e*plora ra la din-mica fundamental de las relaciones de abuso verbal, la terapia ! el abuso verbal con los ni6os.
PRIMERA PARTE
Al e*aminar algunas de las e*periencias de mu+eres que padecieron abuso verbal se descubre que cada uno de los componentes de la pare+a parece vivir realidades diferentes ! es incapa) de reconocer el mundo del otro. &l condicionamiento cultural contribu!e a crear confusión en las mu+eres respecto de la si3 tuación, tuación, que viven. 0in embargo, embargo, los sue6os, sue6os, los s'ntoma s'ntomass f'sicos f'sicos ! las im-gene im-geness internas internas alertaron a algu alguna nass mu+e mu+ere ress ! les les perm permit itie iero ronn ver ver que que sus sus rela relaci cion ones es no eran eran verdaderamente lo que parec'an ser. ser.
I RECONOCER EL PROBLEMA 1rofer 1roferir ir pala palabra brass ofen ofensi siva vass es la forma forma m-s m-s obvi obviaa de abuso abuso verbal. verbal. 2o es dif'cil dif'cil 1-gina B de #%
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Abuso verbal
reconocer la situación si el agresor pronuncia palabras como idiota, imbcil, perra, u otro otro epiteto epiteto degrada degradante. nte. tras formas son menos menos evidente evidentes. s. 1or much muchas as ra)one ra)oness puede ser mu! dificult difi cultoso oso reconocer reco nocerlas las en una un a relació re laciónn de pare+a pare+ a adulta. adu lta. 1or lo general, el abuso verbal es una actitud clandestina; usualmente sólo la pare+a del abusador lo o!e. &s frecuente que esta actitud se intensifique con el tiempo hasta que las mu+eres mu+eres se acostum acostumbran bran ! se adapta adaptann a ella. ella. Ad Adopta opta diferentes disfrac disfraces es ! reba+a reba+a sistem-ticamente la percepción por parte de la persona que sufre el maltrato. &n cierto cierto sentid sentido, o, el abu abuso so verbal verbal estest- enq enquis uistad tadoo en nuestra nuestra cultura. La prepotencia, la anulación, la humillación, la arrogancia, la oposición, la manipulación, la cr'tica, la dure)a, la intimidación, son aceptados por muchos como parte de +uego limpio. Cuando estos +uegos de poder se establecen en una relación ! son negados por quien los perpetra, nace la confusión. La identificación de una o m-s de las siguientes situaciones permite definir relaciones de abuso verbal:
# Darias veces a la semana l parece irritado o enfadado, aunque su mu+er no ha!a hecho nada para para incom incomoda odarlo rlo.. Cad Cadaa ve) que eso sucede, ella se siente si ente sorprendida. Cuando le pregunta pregunta por qu qu estest- enfada enfadado, do, l l dice que que no lo lo estest- o da a entender de alguna manera manera que es por su culpa./ # Cuando Cuando una mu+er se siente herida ! conv conversa ersa con su pare+a pare+a sobre su desagra desagrado, do, tiene despus la sensación de que el tema no ha sido totalmente resuelto, por lo que no se siente contenta ni aliviada. el dice: "E0ólo est-s tratando de iniciar una discusiónF" o e*presa su recha)o a e*aminar la situación de alguna otra manera./ # Con frecuencia se siente perple+a ! frustrada por la actitud que l adopta porque queda claro que no consigue hacerle entender sus intenciones. # &l males malesta tarr en la relaci relación ón no se debe debe a tema temass conc concre reto toss 3cu-nto tiempo pasan +untos, adónde ir-n de vacaciones, etc., sino a una comunicación deficiente: lo que l cree que ella di+o ! lo que ella o!ó que l di+o. # La mu+er suele suele preguntarse: preguntarse: "8u me pasa9 pasa9 2o deberla sentirme tan mal". #
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Abuso verbal
&l abuso encubierto es un ataque oculto, una coerción. &ste tipo de abuso ha sido descrito como "causante de locura". &s "una forma de interacción interpersonal que se origina en la represión de una agresión intensa ! que disminu!e seriamente la capacidad de la v'ctima para reconocer ! ocuparse de la realidad interpersonal".G Cuando ocurre este tipo de abuso, la mu+er no encuentra nada espec'fico contra lo cual luchar. 1or eso debe aprender a confiar en su propia e*periencia, por mas doloroso que sea, a reconocer que el abusador no la ama, ni la valora, ni la respeta. Heorge I. @ach ! Ionald <. 5eutsch % inclu!en en su libro una relación de 'tems que ense6a a reconocer las e*periencias "causantes de locura". #. 4sted se siente vacilar ! le resulta imposible recuperar el equilibrio de inmediato. %. 4sted se siente perdida, sin saber adónde ir, buscando sin ob+eto. =. 4sted ha sido tomada de sorpresa. . 4sted se siente desconectada, confusa, desorientada. B. 4sted se siente descolocada, como si alguien hubiera arrancado la alfombra de deba+o de sus pies. >. 4sted recibe dobles mensa+es pero est- incapacitada para pedir aclaración o teme hacerlo. J2ota de la autora: o pide aclaración ! no la logra.K . 4sted se siente intimidada por la simple presencia de una persona. . 4sted descubre que estaba equivocada en la evaluación de dónde estaba situada o de cu-l era el problema. $. 4sted se siente totalmente carente de preparación para soportar una promesa rota o una e*pectativa que no se cumple. #. 4sted siente que un sue6o que es valioso para usted se hace a6icos. ##. 4sted espera benevolencia ! percibe que prevalece la malevolencia. #%. 4sted se siente empu+ada, sin poder controlar la dirección en la que va. #=. 4sted se siente imposibilitada de salir de un c'rculo vicioso de pensamientos. #. 4sted observa que lo que parec'a claro se vuelve confuso. #B. 4sted siente una incomoda ! e*tra6a sensación de vac'o. #>. 4sted siente un fuerte deseo de escapar, pero no puede hacerlo, como si estuviera congelada. #. 4sted se siente confundida, incapa) de atacar el problema. #. 4sted siente la vaga sospecha de que algo anda mal. #$. 4sted siente que su mundo sub+etivo se vuelve caótico. Algunos de los sentimientos ! las e*periencias descritos arriba son f-ciles de reconocer. tros no son tan claros. Las mu+eres reconocen que sol'an sentirse as', despus de un tiempo de estar ale+adas de la relación con el abusador. &l abuso verbal es agresión hostil. &l abusador no es provocado por su pare+a; puede negar, consciente o inconscientemente, lo que est- haciendo. &n cualquier caso, no es probable que un d'a se despierte diciendo: "E5iosF Eu he estado haciendoF Lo siento mucho. 2o lo volver a hacer m-s". 0ólo su pare+a lo sufre. Heneralmente, sólo su pare+a puede reconocer el abuso. "La agresión puede ser reconocida porque el impacto de la conducta sobre la v'ctima es da6ina." Heneralmente la responsabilidad de reconocer el abuso verbal recae sobre la compa6era del abusador, porque ste no est- motivado para cambiar. 0in embargo, las mu+eres pueden tener dificultad para reconocer el abuso porque han sido inducidas a dudar de sus sentimientos.
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1or e+emplo, si una mu+er se siente herida o molesta por algo que l ha manifestado ! e*presa sus sentimientos diciendo: "
me siento herida esto! siendo herida me siento disminuidaesto! siendo disminuida siento que no so! reconocida no esto! siendo reconocida me siento ignorada esto! siendo ignorada siento que se burlan de m' se est-n burlando de m' me siento menospreciada esto! siendo menospreciada me siento de+ada de lado esto! siendo de+ada de lado
Al intentar compartir sus sentimientos con su agresor, l los invalidar-. 1or e+emplo, l puede mofarse con un comentario sarc-stico ! despus, si ella protesta, decirle que se trataba de una broma ! provocar que su pare+a dude de su propia percepción. 0in embargo, "la impresión real de la verdad probablemente sea percibida, no desde la visión de otro, sino desde la propia".
II DOS TIPOS DE PODER 7a! dos tipos de poder. 4no mata el esp'ritu. &l otro, lo alimenta. &l primero es el 1oder 0obre; el otro es el 1oder 1ersonal. &l 1oder 0obre se e*presa en forma de control ! dominación. &l 1oder 1ersonal, como reciprocidad ! creación con+unta. La reciprocidad es una forma de estar +unto a otra persona que permite el crecimiento ! el bienestar de ambos mediante una comunicación clara ! una comprensión emp-tica. La creación con+unta es la participación en una vida conscientemente compartida que a!uda a cada uno a alcan)ar sus metas. &sta idea se trata m-s e*tensamente en Cap'tulos MMM ! MD./ 5ado que el abuso verbal es sintom-tico de problemas personales, culturales ! globales que se originan en el abuso del poder, comen)ar con una amplia perspectiva ! una mirada abarcadora del 1oder 0obre. &l 1oder 0obre es un modelo de concepción del mundo. La creencia en el 1oder 0obre es como una lente a travs de la cual el cre!ente mira el mundo. uien cree en el 1oder 0obre espera obtener, mediante su uso, el 1oder 0obre el otro. 2uestra civili)ación occidental se basó en el 1oder 0obre. Ahora, como civili)ación, tenemos un enorme 1oder 0obre la tierra, sus habitantes ! sus recursos. Tenemos el poder de borrar nuestro mundo. Tenemos el poder de destrucción total. Creo que el modelo de 1oder 0obre !a no es sostenible. Algunos de los s'ntomas de vivir ! actuar a partir de ese paradigma son la contaminación, la potencial aniquilación del planeta, el hambre ! el desamparo, el pre+uicio ! la tiran'a. &stas inquietudes nos llevan a acentuar seriamente nuestra consideración por la dignidad humana ! la calidad de vida. &l paradigma del 1oder 0obre mantiene el 1oder sobre la vida. 1-gina de #%
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Abuso verbal
&l modelo de control ! dominación del 1oder 0obre ha penetrado en las conciencias individuales durante miles de a6os ! nos ha llevado al borde del caos global. La ciencia nos ense6a que del caos surge un nuevo orden. 85e dónde vendr- el nuevo orden9 &videntemente no puede ser legislado, ni establecido mediante m-s guerras ! m-s 1oder 0obre. Creo que este nuevo orden sólo puede surgir de nuestra conciencia individual. 1or esta ra)ón, el reconocimiento del abuso verbal cono medio de controlar, dominar ! tener 1oder 0obre otra persona, debe ser una preocupación real para todos nosotros. Como el microcosmo de las relaciones personales influ!e sobre el macrocosmo de la civili)ación, as' como el de la civili)ación 3sus costumbres ! su cultura3 influ!e sobre las relaciones personales, ese cambio deber'a comen)ar a reali)arse a partir de nuestras relaciones. 0i as' lo hacemos, nuestra vida cotidiana nos ofrecer- ma!ores oportunidades, ten3 dremos la posibilidad de valorarnos a nosotros mismos ! de ser conscientes de la forma en que e*presamos ! protegemos ese valor en nuestras relaciones. 0i reconocemos la influencia del modelo de 1oder 0obre ! nos liberamos de ella, podremos o'rnos a nosotros mismos, las palabras que decimos ! cómo las decimos. 5el mismo modo, debemos escuchar las palabras que nos dicen ! la manera en que nos las dicen. &ste conocimiento nos llevar- a tener conciencia de lo que hacemos o de+arlos de hacer para dignificarnos, respetarnos, protegernos ! estimarnos a nosotros mismos !, en (ltima instancia, a la vida. 1odemos comen)ar teniendo fe en nuestra propia val'a ! confiando en nuestras propias percepciones. &sto puede ser mu! dif'cil para quien padece abuso verbal porque esta forma de violencia encubierta, por su propia naturale)a, socava ! disminu!e las percepciones de la v'ctima. 1ocas de las mu+eres que entrevist eran conscientes de lo que estaba pasando en sus relaciones; por cierto, no se ve'an a s' mismas como v'ctimas. 0ólo sab'an que algo estaba mal. Cuando una de ellas decid'a romper su relación, la ra)ón para hacerlo involucraba con frecuencia otros problemas. &n este tipo de relaciones la mu+er aprende a tolerar el abuso sin darse cuenta de l !, tambin sin darse cuenta de ello, pierde su autoestima. &s acusada por el abusador ! se convierte en un chivo e*piatorio. &s as' como pasa a ser una v'ctima. Iesulta interesante se6alar que seg(n el pensamiento cristiano, Cristo fue la (ltima v'ctima ! el (ltimo chivo e*piatorio. Nl murió para toda la humanidad. 1ero este mensa+e parece haber sido oscurecido por la filosof'a del 1oder 0obre, que es la que produce v'ctimas ! chivos e*piatorios. Como veremos, las v'ctimas del abuso verbal deben encontrar el sentido de su propia val'a ! de su autoestima en circunstancias que les hacen perder poder ! sentirse confundidas. 1ueden hacerlo si reconocen el abuso verbal tal cual es. 8Cu-l es el origen del modelo del 1oder 0obre9 &s el resultado ! la perpetuación de la "pedagog'a venenosa" que se menciona en el libro de Alice
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&l 1oder 1ersonal es otra forma de e*perimentar el poder, un poder que no necesita ganadores y perdedores, dominadores ! subordinados, y que no requiere e+ercer 1oder 0obre "otro". &l 1oder 1ersonal funciona por medio de la reciprocidad ! la creación con+unta, ! puede ser considerado como una nueva forma de ser ! de percibir el mundo. &*ploremos esas ideas en el conte*to de una relación, porque es all' donde con frecuencia encontraremos a dos personas que viven ! perciben desde dos concepciones diferentes: una vive seg(n el modelo del 1oder 0obre ! la otra en base al modelo del 1oder 1ersonal.
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dice a menudo que la ama ! para ella el amor significa un don rec'proco de poder, no 1oder 0obre. 0i Ann hubiera dicho: "
III EL PODER PERSONAL &ste cap'tulo e*plora la Iealidad MM ! e*amina cómo se percibe la vida ! cómo se desarrollan las relaciones amorosas en ella. &n contraste, en el siguiente cap'tulo e*aminaremos la Iealidad M, donde la lucha del abusador por adquirir el 1oder 0obre, el dominio ! el control, dificulta las relaciones. &l 1oder 1ersonal se origina en nuestra cone*ión con los sentimientos de los dem-s ! aumenta a travs de la cooperación y la participación con la vida. La cooperación y la participación con otra persona que tambin se base en sus propios sentimientos, crean una realidad compartida. &sta creación es la relación en s' misma. Nsta es una relación de la Iealidad MM, porque ambas partes conocen su 1oder 1ersonal. Ambos se apo!an ! empati)an mutuamente. Ambos viven la Iealidad MM. 4na relación de la Iealidad MM es por cierto mu! deseable. &s importante que se sepa que no es posible construir unilateralmente este tipo de relación. La relación de la Iealidad MM es una realidad compartida: una persona sola no puede crearla. 7acen falta dos. A la inversa, como es una realidad compartida, una persona sola puede impedirla. 1ara eso sólo hace falta uno. La cooperación ! la participación en la vida suponen que cada uno se involucre en el poder creativo de la vida, que genere una realidad personal fundada en la relación que tiene consigo 1-gina ## de #%
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mismo.
Aportar sus ideas ! prestar atención a las del otro. &*presar entusiasmo ! complacerse por el entusiasmo del otro. Ievelarse a s' mismo ! refle+ar al otro. Dalorarse ! estimar al otro. 5isfrutar con la propia creatividad ! confiar en la del otro. 1erseguir el crecimiento propio ! fomentar el del otro. Ho)ar con la propia soledad ! respetar la del otro. 1erseverar en los propios intereses ! alentar al otro. Actuar al propio ritmo ! aceptar el del otro. 0er indulgente con uno mismo ! con el otro. Mnvolucrarse uno mismo ! a!udar al otro. 1rotegerse uno mismo ! consolar al otro. Derse a s' mismo ! observar al otro.
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0er uno mismo ! de+ar que el otro lo sea. Amarse a s' mismo ! amar al otro.
&sto es lo ideal. 0in embargo, en las relaciones personales el radio de acción entre las relaciones mutuamente sustentadas, las creativas ! las destructivas, abarca un vasto espectro de las interacciones posibles ! cada interacción es de gran comple+idad. 2o obstante, dentro ele ese radio podemos tener una amplia visión ! marcar el punto de infle*ión o la postura precisa que indique que se ha cru)ado el umbral desde una comunicación corriente al abuso verbal definido. &ste criterio es la intención del comunicador de informar o alimentar al otro frente a la intención de no informar ni alimentar al otro. 0i las palabras o las actitudes desmerecen, faltan el respeto o desvalori)an al otro, son abusivas. Aqu' uso los trminos informar ! alimentar en un sentido amplio. 1or e+emplo, cuando pregunto algo esto! informando a la otra persona de un deseo o necesidad. Cuando agasa+o a alguien, lo saludo o le do! aceptación en el m-s amplio de los sentidos, lo esto! alimentando. 1ara poder reconocer si estamos siendo desvalori)ados, debemos tener una e*traordinaria autoestima. 4na persona con la autoestima de la Iealidad MM sabe que en su relación tiene derecho al respeto, la dignidad, la estima, la aceptación, la cortes'a, la comunicación franca, el cuidado, la igualdad, los sentimientos compartidos. 0i una mu+er no tiene la autoestima de la Iealidad MM, piensa: "Cuando Qee me grita es porque no se da cuenta de que !o no me propon'a decir o hacer lo que l dice que lo irrita. As' que tan pronto como le e*plique eso se sentir- aliviado ! !o tambin me sentir me+or". 0i la mu+er tiene la autoestima de la Iealidad MM, piensa: "Cuando Qee me grita estvolcando su ira venenosa sobre m'. Le dir que de+e de hacerlo de inmediato porque su conducta no tiene +ustificación". &sta persona tiene la sufi ciente autoestima como para saber que no puede aceptar que se le grite. &n una relación de la Iealidad MM ambas personas pueden cometer errores. 5e hecho, deben esperar que as' sea. 2o obstante, los dos se sienten seguros con su 1oder 1ersonal; por eso pueden aceptar sus errores ! resolver sus des acuerdos brind-ndose mutuo apo!o. Las compa6eras de los abusadores pueden evaluar m-s f-cilmente sus relaciones usando este modelo como piedra de toque, como algo con lo cual pueden comparar sus propias relaciones ! como recordatorio de lo que es posible en una relación. &n el pró*imo cap'tulo seguir refirindome a la premisa de que el abusador ! su pare+a viven en realidades separadas ! describir la Iealidad M, que es la realidad del abusador ! de las relaciones de abuso verbal
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IV EL PODER SOBRE &n este cap'tulo e*ploraremos la realidad del abusador, la actitud que adopta con su pare+a, las reglas del +uego ! la forma en que se legitima el abuso verbal. &sa e*ploración revelar- caracter'sticas identificatorias comunes a muchos abusadores ! condiciones comunes a la ma!or'a de las relaciones con ellos. &l abusador verbal creció en la Iealidad M, del mismo modo que su pare+a. 1ero nunca pasó a la Iealidad MM. 1ara poder pasar a la Iealidad MM deber'a haber reconoci do e integrado las e*periencias de la ni6e) que hicieron de esa persona alguien tan inseguro ! tan necesitado de e+ercer el control. &l abusador vive en la Iealidad M ! se autovalora de acuerdo con la Iealidad M. Divir en la Iealidad M es vivir con el modelo del 1oder 0obre. &l abusador no conoce el 1oder 1ersonal ni siente la seguridad ! la autoaceptación del 1oder 1ersonal. &n consecuencia, esquiva el sentimiento de falta de poder dominando ! controlando a su pare+a. &l abusador tiene la determinación de no admitir sus manipulaciones ! su control. 0i lo hiciera, tendr'a que enfrentarse cara a cara con sus propios sentimientos. &l abusador recha)a la calide) ! la franque)a de su pare+a, porque sas son precisamente las cualidades que teme tener. &n la Iealidad M esas cualidades significan vulnerabilidad ! la vulnerabilidad es sinónimo de muerte. Heneralmente el abusador no piensa en el dolor que est- causando con el abuso. Nl puede "ganar" una batalla con una manipulación o con un modo convincente de desmerecimiento, sin que su pare+a llegue siquiera a darse cuenta de que se ha librado una batalla. 0i ella se da cuenta de que ha sido despreciada ! lo dice, l negar- el abuso. 1odr'a decir, por e+emplo, que no sabe de qu est- hablando ella. R ella, 8lo sabe9 Al menos, no est- demasiado segura. 1or el contrario, el abusador f'sico suele confundir a su pare+a al admitir su agresión, pidiendo disculpas ! diciendo que no lo volver- a hacer, aunque lo har- nuevamente. &n este caso la mu+er sabe que lo que sucedió es real. 1uede ver las cicatrices. 0in embargo, ste no es siempre el caso. 1-gina # de #%
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Como se6ala 0usan 7araSi, asesora de Alternativas para las
un "buen tipo" para los dem-s competitivo con su pare+a hura6o celoso r-pido para replicar morda)mente o para desmerecer a su pare+a cr'tico manipulador e*plosivo 1-gina #B de #%
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hostil incapa) de e*presar sus sentimientos 7abitualmente la compa6era del abusador verbal encuentra dificultad en verlo ob+etiva o claramente. &lla no se da cuenta que l est- en una realidad diferente.2o busca una relación de reciprocidad; est- buscando controlar ! dominar. 0u conducta puede ser tan variable que hace dudar a su pare+a, que se siente confundida sin saberlo. &n una relación en la que ha! abuso verbal, sólo e*iste la ilusión de una relación. ?altan ciertas condiciones positivas que son intr'nsecas de una autntica relación. 1or el contrario, se hacen presentes ciertas condiciones negativas. 0i anali)amos una relación de la Iealidad M encontraremos: • •
5esigualdad Competitividad
5ado que el abusador verbal necesita tener el 1oder 0obre su pare+a, no puede aceptarla como su igual, aunque diga que lo hace. 81or qu no puede aceptarla como su igual9 1orque sentir'a que la igualdad de ella es su inferioridad. Nl tendr'a que pedir lo que quiere. &star'a e*puesto al recha)o. Tendr'a que renunciar al control ! al dominio que le otorgan un sentimiento de poder, seguridad e identidad como hombre. 4na manera de identificar una relación de desigualdad es determinar si una pare+a puede establecer metas comunes ! discutirlas +untos. &n una relación abusiva, la mu+er no planifica realmente +unto al hombre. La planificación con+unta requiere reciprocidad e igualdad, condiciones que no se verifican en la Iealidad M. &n una relación abusiva, la mu+er descubrir- que su compa6ero no est- dispuesto a discutir con ella las metas a corto o a largo pla)o; en algunos casos, ni siquiera planificar- con ella el fin de semana. 2i las metas personales ni los planes para un futuro com(n se discuten ! conciertan de manera mutuamente sustentadora. Las siguientes situaciones, tomadas de relaciones de la vida real, ilustran la falta de voluntad del abusador para planificar con su pare+a. @ella pensó que ser'a divertido ir a un lago cercano la tarde de un s-bado. &sa ma6ana preguntó: 3@ert, me preguntaba si tienes alg(n plan para ho!. @ert se volvió enfadado hacia ella. 38Tengo que tener planes9 3preguntó de mala manera. 3@ueno, no 3di+o ella3, sólo pensaba que podr'amos hacer algo esta tarde. 32o veo por qu tendr'a que tener planes 3contestó l a(n m-s enfadado. 381or qu te enfadas9 2unca di+e que tuvieras que tener planes 3respondió @ella. 3E2o esto! enfadadoF 33di+o @ert enfurecido3. T( hablaste de planes ! ahora lo quieres negar. @ella se quedó confusa, frustrada ! molesta. 0e preguntaba cómo pod'a sentirse tan mal ! al mismo tiempo no ser capa) de hablar de sus sentimientos. 1or su e*periencia sab'a que @ert seguir'a diciendo que ella "estaba tratando de negarlo". @ella contó que se sintió mal ! que pasó alg(n tiempo pregunt-ndose qu hab'a hecho para molestar a @ert. 87ab'a dado la impresión de que ella esperaba que l hubiera hecho planes9 , de alguna manera, le hi)o sentir que deber'a haber hecho planes, a pesar de que ella esperaba que 1-gina #> de #%
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no los tuviera ! que estuviera libre para poder ir al lago9 Cada ve) que ten'a lugar una conversación de este tipo, no hab'a nadie cerca para a!udar a @ella a salir del apuro. &n otra ocasión @ert entró en la casa desde el +ard'n ! di+o: 37a! que cambiar el coberti)o. 2os costar- dólares. @ella, quien habitualmente paga las cuentas con los fondos de la cuenta bancaria con+unta, contestó complacida: 3h, ser'a mu! bueno. &s posible que no tengamos todo ese dinero ahora, pero podr'amos comprar enseguida la mitad de la madera necesaria ! la otra mitad m-s tarde. 3E0i no lo tenemos, no lo tenemosF 3gritó @ert enfadado. 31ero esto! segura de que nos lo podemos permitir. 8uieres que hagamos +untos un presupuesto9
3E2o vamos a hacer ning(n presupuestoF Ureplicó @ert m-s enfadado a(n. 38R qu pasar- con el coberti)o9 3preguntó @ella. 3E2o pienso discutirloF 3continuó @ert3. T( gastas dinero en todo lo que quieres. 3E2o, no es as'F Adem-s me gustar'a mucho hacer un presupuesto contigo. @ert gritó con rabia: 3ER t( sigues insistiendoF E0iempre quieres tener la (ltima palabraF @ella reconoció que en ese punto !a se sent'a mu! mal.
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muchos beneficios que eso reporta. Hran parte de la confusión que las dos mu+eres e*perimentaron tratando de comprender esas interacciones, se habr'a disipado si hubieran sabido que el problema real consist'a en que sus compa6eros no las quer'an aceptar como iguales. Competitividad
La competitividad es intr'nseca de la Ielación M. 1or el contrario, en el conte*to de esa realidad, las contribuciones son inaceptables. &l abusador ve como una amena)a cualquier logro de su pare+a. &l valor del abusador deriva del sentido de superioridad ! de la necesidad de prevalecer. 0i su pare+a alcan)a una meta, el abusador ve ese *ito en trminos de competencia. 5ora contó su historia.
&l abusador verbal obtiene su sentido de poder del 1oder 0obre; sin l, se siente impotente ! cuando esto ocurre, trata de obtener lo que quiere utili)ando medios indirectos ! tortuosos. &so es manipulación. 4na manera de manipular ! cerrar la comunicación es responder a los intentos de su pare+a de discutir un problema con "E1arece que nunca est- bien lo que !o digoF" Nsta es una forma encubierta de decir: "2o puedo cambiar ! no vo! a discutir el tema". &n otras ocasiones el abusador verbal finge que no comprende o que ha olvidado de qu esthablando su pare+a cuando ella trae a colación un tema que la preocupa mucho. 7a! muchas maneras de manipular a otra persona. 0e puede ser "amistoso" sólo cuando se espera obtener algo del otro. 0ugerir resultados desastrosos para sus planes o actuar tomo si algo que ha sido decidido ! acordado no hubiera sido decidido ! acordado. A continuación, un e+emplo del abuso verbal manipulador: &llen ha reanudado sus estudios para graduarse. 0e dio cuenta de que siempre que estudiaba para los e*-menes finales, &rnie parec'a necesitar que ella hiciera cosas mu! importantes. Adem-s notó que con mucha frecuencia se apro*imaba ! dec'a de manera sol'cita, como manifestando gran preocupación: "8&st-s bien, querida9". &llen respond'a: "0', esto! mu!
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bien. 81or qu9". &rnie contestaba: "0ólo me preguntaba si estabas bien". &sto ocurrió muchas veces a lo largo de varios meses, antes que &llen se diera cuenta de lo incómoda que comen)aba a sentirse con respecto al estudio ! de cómo su determinación estaba siendo minada por las inferencias de &rnie de que algo malo le ocurr'a cuando estudiaba. &rnie nunca habr'a hecho ese comentario si hubiera habido otra persona cerca. "ostilidad
Todo abuso verbal es hostil. Las mu+eres de los abusadores est-n tan desalentadas que no pueden darse cuenta de esto."81or qu ra)ón deber'a ser hostil conmigo9",se preguntan angustiadas.Aclararemos esto m-s adelante; en principio es importante que se den cuenta de que no han hecho nada para alentar esa hostilidad. La hostilid ad del abusador puede e*presarse de manera franca o encubierta. Nl puede desahogar su ira con frecuencia o no revelarla +am-s, prefiriendo en cambio manipular a su pare+a ! controlarla sutilmente. 4na mu+er que entrevist, que hab'a de+ado a un manipulador, observó que despus de haber roto varias citaciones de un +u)gado ! haberse dedicado a hacerle la vida lo m-s desgraciada posible, la llamó ! le di+o que si volv'a con l todos sus problemas terminar'an. 5e hecho, l segu'a negando ser la fuente de sus problemas. 4na de las (ltimas cosas que tal ve) comprenda la mu+er de un abusador verbal es que su compa6 ero es host il hacia ella. 1or e+emplo, una e*presión de preocupación que parece tan sol'cita, como "8&st-s bien, querida9", puede ser, como hemos visto m-s arriba, un intento de impedir que su compa6era se empe6e en una b(squeda personal, lo que por cierto es una actitud mu! hostil. La hostilidad se e*presa directamente cuando el abusador estalla ante su pare+a. R en cada ocasión, la e*plosión puede estar tan pre6ada de acusaciones que la mu+er puede creer que la ira de su compa6ero es culpa su!a. 0i acepta ser culpable de lo que se le acusa, como hi)o 5ora, con toda probabilidad se sentir'a mu! chocada si se diera cuenta de que su pare+a es realmente hostil. &lla pensaba que en la relación reinaba la benevolencia ! que lo que suced'a era sólo que no lograba hacerse comprender por l. Cuando en una relación reina la benevolencia, ha! una mano tendida, una preocupación constante por el bienestar del otro.
Cuando el abusador verbal se niega a discutir un problema, anula toda posibilidad de resolverlo. 5e este modo e+erce cont rol sob re la rea lidad interpersonal. Las mu+ ere s sueMen sentir la molesta e hiriente sensación de que ha! cosas que nunca se resuelven. 2o ha! un sentimiento de conclusión. Los incidentes que causan malestar pueden volver como confusas escenas retrospectivas, porque no han sido interpretados o resueltos.Todo abuso verbal es dominante ! controlador. &l control e+ercido de manera encubierta es, como !a di+imos, Vproductor de locuraG. 4no de los factores clave para esta conducta es la necesidad ! el deseo de poder que el abusador niega tener. &l abuso verbal cierra la puerta a la verdadera comunicación ! a la intimidad.La intimidad en una reladón requiere reciprocidad, benevolencia, franque)a ! la voluntad de compartir. &l abusador no puede controlar a su pare+a e intimar con ella al mismo tiempo. La intimidad no e*iste si no ha! igualdad, acción con+unta ! benevolencia. "&l amor 'ntimo es divertido, sensual, rom-ntico, inspirador. ue usted lo tenga en su relación tiene poco que ver con los a6os que lleve +unto a su pare+a; depende en cambio de la asiduidad ! la intensidad de las e*periencias compartidas.
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Negai!n
5ebido a su necesidad de dominio ! a su falta de voluntad para aceptar a su pare+a como a una igual, el abusador verbal se ve obligado a negar las percepciones, e*periencias, valores, logros ! planes de su compa6era. &n consecuencia, ella puede no saber siquiera qu significa sentirse apo!ada ! validada en su relación. 1uede tomar la negación como una falta de inters o como un malentendido. &n rigor, la relación de abuso verbal es una constante invalidación de la realidad de la mu+er. La validación es una afirmación positiva del otro, algo as' como "0', comprendo cómo te sientes", "8&sto es lo que quieres decir9" o "Te escucho". La angustia ! la 3confusión que la mu+er e*perimenta a ra') del abuso, est-n compuestas por la negación ! la invalidación que hace el abusador tanto del abuso como de sus efectos. &n el cap'tulo siguiente se e*ploran esos efectos que son consecuencia del abuso verbal.
V LAS CONSEC$ENCIAS 4na de nuestras m-s grandes necesidades es la de comprender ! ser comprendidos. La necesidad de la mu+er de comprender ! ser comprendida no est- cubierta en una relación de abuso verbal. 1or otra parte, la creencia de que su compa6ero es racional ! de que la comprensión puede ser alcan)ada, mantienen a la mu+er su+eta a la relación. &l hecho de que ella no pueda entenderse con su compa6ero simplemente porque l la derrotar- mediante +uegos de poder, le resulta totalmente incomprensible. 1ero al no darse cuenta de ello vive en una realidad que no entiende, en la que es culpada de la agresión a su propio esp'ritu.
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5eseo de no ser como es; "demasiado susceptible", etctera. Dacilación para aceptar sus percepciones. Ienuencia para llegar a conclusiones. 5eseo de huir. Creencia de que lo que me+or hace puede ser lo que peor est haciendo Tendencia a vivir en el futuro: "Todo estar- bien cuandodespus...". 5esconfian)a frente a la posibilidad de futuras relaciones.
&l abuso verbal es da6ino para el esp'ritu. uita la alegria ! la vitalidad. 5istorsiona realidad porque la respuesta del abusador no se compadece con la comunicación de su pare+a. La mu+er suele creer que el abusador est- siendo honesto ! sincero con ella ! que tiene alguna ra)ón para decir lo que dice: si ella sólo pudiera saber de qu se trata. Cuando la respuesta del abusador no tiene correlación con la comunicación de la mu+er, habitualmente ella trata de volver a e*presarse m-s adecuadamente para que l pueda comprenderla. Como la mu+er no puede comprender los motivos de su compa6ero, vive de esperan)as. 0e aferra a esos momentos en que todo parece normal ! cree que, con el tiempo, !a no 7abrtantos desacuerdos. R tendr- m-s esperan)as si su compa6ero dice que la ama o act(a como si de verdad fuera as'.
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&ste tipo de situación no habr'a ocurrido si alguien hubie ra estado cerca. 0i Cora hubiese sabido que esta situación ten'a que ver con el 1oder 0obre, hubiera dicho: "E5e+a !a de interrumpirmeF". 0in embargo, Cora cre'a que Curt la interpretaba equivocadamente, aunque en realidad trataba de comprender lo que ella dec'a, as' que ella insist'a intentando e*plicar qu quer'a decir. &chemos una mirada a los efectos de este abuso verbal, con el que, de diferentes maneras ! en distintos grados, Cora hab'a convivido durante muchos a6os. Cora hab'a descubierto que si era espont-nea ! franca se e*pon'a a ser herida. &l abuso verbal es c'clico. La v'ctima acaba de recuperarse ! olvida una situación dolorosa, cuando inmediatamente se produce otra. &lla perd'a su entusiasmo. La inesperada ira de Curt la condicionaba a estar siempre en guardia. 0ent'a incertidumbre acerca de lo que pod'a suceder. Cuando ella lo o'a decir: "E&s imposible hablar contigoF", se preguntaba qu estaba haciendo mal. Ieviv'a el incidente buscando respuestas. La confian)a de Cora estaba minada ! aumentaban las dudas sobre s' misma. •
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Lea lleva doce a6os casada con LuSe.Tienen un ni6o de seis meses.&lla es artista ! ha ganado premios. Nl es un próspero hombre de negocios.LuSe va a emprender un via+e de negocios ! sugiere a Lea: 31uedo de+arte el 5odge el coche nuevo/ ! llevar el ?ord el coche vie+o/ cuando vo! al aeropuerto. 2o vale la pena de+ar el 5odge all', en el parSing; podr'a ser da6ado. Lea est- de acuerdo. Limpia el veh'culo vie+o e intercambian las llaves. &sa semana ella conducir- el coche nuevo. 4n par de semanas despus, LuSe est- a punto de emprender un nuevo via+e de negocios. Lea piensa en volver a limpiar otra ve) el vie+o ?ord ! le pregunta: 38Llevas el ?ord9 LuSe se vuelve hacia ella con e*presión de gran asombro ! pregunta incrdulo:38u te hace pensar que vo! a llevar el ?ord9 Lea se sorprende pero trata de contestar: 3La ve) pasada... LuSe la interrumpe de inmediato ! le dice subra!ando bien las palabras: 30i quieres... conducir... el 5odge... todo... lo que tienes... que hacer... es pedirlo. La interrupción hace que Lea vacile. Mntenta e*plicar !, mientras una parte su!a estrecordando la conversación ! el acuerdo anteriores, otra parte su!a est- esfor)-ndose por responder a la pregunta de LuSe sobre por qu pensaba que l llevar'a el ?ord. &ntonces dice: 3LuSe, esto! tratando de decirte... 30i quieres... vuelve a interrumpir con la misma letan'a, como si ella no lo hubiera o'do. Lea siente como si entre los dos se levantara un muro. Comien)a a pensar nuevamente ! se da cuenta de que ella nunca quiso conducir el 5odge nuevo. LuSe le hab'a dado instrucciones precisas sobre cómo cuidarlo, dónde aparcarlo ! otras cosas mas. Como no quiere ser responsable de otra discusión, dice: 3Ro conducir mi coche si t( crees que est- bien de+ar el 5odge en el parSing del aeropuerto. LuSe la mira con total incredulidad ! dice: 3EClaro, all' estar- mu! seguroF Como sabes, el parSing tiene vigilancia policial. Aqu' Lea habr'a querido recordar a LuSe que en principio l hab'a dicho que era peligroso de+ar el coche en el parSing durante una semana, pero calló. Nl no parec'a
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recordar la conversación anterior ! ella se preguntaba si de verdad habr'a o'do lo que cre'a haber o'do. Lea estaba afligida, aunque pensaba que tal ve) no deber'a estarlo. 5espus de todo, si LuSe no se acordaba de su primera conversación sobre el coche, tendr'a que aceptar que "qui)- so! demasiado susceptible".
5espus se vio invadida por un fuerte deseo de huir. La vida parec'a demasiado dura. &ste tipo de situaciones no ocurr'an cuando hab'a alguien cerca. Lea sufrió mucho por los efectos del abuso verbal.0e sent'a preocupada por no ser tan feli) como cre'a merecerlo.7ab'a llegado a creer internali)ar/ aquello que el abusador le hab'a dicho con frecuencia: que era demasiado susceptible. 5udaba de sus propias percepciones, no estaba segura de recordar bien la primera conversación.0ent'a deseos de huir. Todas las mu+eres que entrevist se esfor)aban por comprender por qu resultaba tan dif'cil establecer una buena comunicación en su relación.
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La mu+er que no reconoce la hostilidad de su compa6ero tiende simplemente a asumir que lo (nico que sucede es que l ve las cosas de manera diferente.
Las #eenias m%s &#euentes Las consecuencias del abuso verbal que se detallan al principio de este cap'tulo tienen efectos sobre el intelecto ! la actitud. 5an como resultado ciertas creencias que la mu+er puede aplicar a s' misma ! a su relación. Aunque las mu+eres que entrevist no siempre eran capaces de articularlas, estas creencias eran con frecuencia tan profundas que llegaban a considerarlas como la realidad ! no como creencias sobre la realidad. La mu+er cree que si ella fuera capa) de e*presarse me+or ! de e*plicar3qu quiere decir, su compa6ero no se enfadar'a por sus preguntas o pensamientos. La mu+er cree que si ella no tuviera alg(n ine*plicable problema de percepción, no tomar'a las cosas "del modo equivocado", como se le dice que hace. La mu+er cree que si ella no actuara de manera inadecuada "tomando todo de la manera equivocada ! haciendo un drama por cualquier cosa"/, no se sentir'a tan dolida ! herida. La mu+er cree que como ella es sincera ! sol'cita, el hombre que dice amarla tambin lo es. La mu+er cree que su compa6ero se comporta igual en el traba+o !o con los amigos, pero que ellos no lo hacen enfadar ni se que+an de l; entonces, quien tiene proble mas es ella.
La mu+er cree que ella sufre sin necesidad a causa de alguna falla o defecto su!o. &sta falla o defecto indefinido es en cambio una sensación general de inadecuación que tiene su origen en las incontables acusaciones que recibe. Iesulta interesante observar que cuando un hombre est- rega6ando a su pare+a, puede estar realmente describindose a s' mismo. 4na mu+er contó que las acusaciones de su marido eran del tipo: "Tomas las cosas demasiado en serio. Llegas a conclusiones apresuradas. R ves todo de la peor manera posible". &n realidad, las compa6eras de los abusadores verbales parecen pasar por alto la seriedad de su sufrimiento, titubean antes de llegar a conclusiones !, en su gran ma!or'a, son optimistas ! ven todo de la me+or manera posible. La mu+er cree que tan pronto como su compa6ero comprenda que sus e*plosiones de ira o sus comentarios sarc-sticos la hieren, de+ar- de hacerlo. &lla supone que todav'a no hab'a encontrado la manera de e*plicarle cu-nto la molestaban algunas de las cosas que l dec'a. La mu+er cree que su compa6ero es como son todos los hombres ! que ella no es capa) de comprenderlo como otras mu+eres comprenden a los su!os.
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le est- sucediendo.
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VI LOS SENTIMIENTOS &ste cap'tulo e*plora los sentimientos de la parte femenina de la pare+a. 0i ella reconoce sus sentimientos ! sabe qu le est-n diciendo, podr- reconocer el abuso verbal cuando ste se produ)ca. Las mu+eres son conscientes de sus sentimientos. 0in embargo, est-n m-s inclinadas a creer lo que sus compa6eros les dicen de s' mismas ! de sus relaciones que lo que les dicen sus propios sentimientos. 7emos e*plorado la realidad del abusador; ahora podemos asumir que !a que l vive en una realidad diferenteIealidad l/,es la persona menos confiable para definir la realidad de su compa6era Iealidad MM/ 5e hecho, sólo la mu+er puede definir su realidad. 0us sentimientos son su me+or gu'a. 1or e+emplo, si cuando ella est- molesta o!e que se le dice: "&st-s haciendo un drama por nadaG o "Tomas todo de la manera equivocadaG, est- o!endo a su compa6ero definir la e*periencia de ella. 0i ella le cree, sentir- una confusión cada ve) ma!or. Nsta es la esencia de los hechos "productores de locura" ! del abuso psicológico. Ieconocer ! respetar nuestros sentimientos es la forma de reconocernos y respetarnos a nosotras mismas y al esp'ritu de vida que alienta dentro de nosotras. 1or e+emplo, " de #%
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sentimos serenidad. La potenciación de ese estado evoca sentimientos de admiración, alegr'a ! entusiasmo. La disminución de ese estado evoca sentimientos de triste)a, frustración ! desesperan)a. Cuando vivimos el estado de 1oder 1ersonal estamos seguros. &sta seguridad nos viene de adentro, de nuestra cone*ión con el esp'ritu de vida que est- en nuestro centro. 5esde esa perspectiva, los diversos sentimientos que somos capaces de e*perimentar nos dicen algo acerca de nuestro estado de 1oder 1ersonal ! el esp'ritu de vida en nuestro centro. Algunos sentimientos indican que el esp'ritu ha sido da6ado, as' como las magulladuras indican que el cuerpo ha sido da6ado. Algunos sentimientos indican las necesidades del esp'ritu, as' como el hambre ! la sed indican las necesidades del cuerpo. Algunos sentimientos indican la actividad del esp'ritu, as' como los movimientos indican la actividad del cuerpo. &s decir que los sentimientos son indicadores. &stos indicadores crean conciencia ! nos permiten reconocer el estado, las necesidades ! las actividades del esp'ritu de vida en nuestro centro. 0on muchos los sentimientos que al alternarse ! me)clarse provocan confusión en las mu+eres. 0uelen presentarse en pares de opuestos ! les impiden identificarse como v'ctimas de abuso verbal. Iesponsabilidad 5eterminación Afecto &speran)a ?elicidad 0eguridad 0erenidad
3 3 3 3 3 3
Mncapacidad ?rustracion Iecha)o 5ecepcion Triste)a
A stos se suma la vergXen)a, especialmente si el abuso ocurre en presencia de terceros. &*aminemos qu indican esos sentimientos en relación al estado de 1oder 1ersonal de la parte femenina de la pare+a ! al esp'ritu de vida en su centro. &n este e*amen, al decir "el estado deseable", me refiero al estado de 1oder 1ersonal. Responsa'ilidad e inapaidad
&l sentimiento de responsabilidad crea la conciencia de la propia capacidad para alcan)ar el estado deseable. &l esp'ritu se alimenta &l sentimiento de incapacidad crea la conciencia de la propia carencia de talento para alcan)ar el estado deseable. &l esp'ritu resulta disminuido. &n general, las mu+eres de los abusadores verbales se sienten responsables de s' mismas. Tratan de desarrollarse, de aprender ! de crecer. 0uelen alcan)ar grandes logros, !a sea en el hogar, en el traba+o o en sus estudios. Tambin pueden sentir, sin darse cuenta, que son responsables de la calidad de la relación. 1or e+emplo, la mu+er puede sentirse responsable por la falta de comprensión de su compa6ero o por haberlo hecho enfadar sin advertirlo. 1uede creer que es responsable de la calidad de su comunicación o de la forma en que sta es entendida. 0i el abusador parece irritado, ella intentar- descubrir qu cosas le molestan ! tratar- de evitarlas. 0e siente responsable de su ira porque l la e*presa con e*plosiones acusatorias. &l sentimiento de responsabilidad por la conducta de otros puede ser mu! dif'cil de reconocer. A continuación ha! una ancdota personal que ilustra esto. 1oco tiempo antes de que !o terminara mi investigación para este libro, asist' a una reunión 1-gina % de #%
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social ! me encontr conversando con un conocido, un cordial hombre de negocios de unos sesenta a6os. 5iscutimos cordialmente sobre los equipos de debate. 3Ro no me sentir'a inclinada a unirme a un equipo de debate hasta que viera cómo est- conducido, porque no quisiera verme e*puesta a una situación que podr'a terminar en ataques personales 3di+e, ! e*pliqu34na ve) particip en un grupo de discusión que no hab'a sido adecuadamente preparado ! o' que un hombre dec'a: "Dosotras las mu+eres queris esto ! aquello...", etctera. Aquello que podr'a haber sido una interesante discusión degeneró en generali)aciones denigratorias. 3Ah s', he visto que eso sucede a las mu+eres 3respondió mi interlocutor. &stuve de acuerdo con l ! agregu que muchas mu+eres que tienen una relación no se dan cuenta de que son v'ctimas de abuso porque se sienten responsables por el abusador. 38&s as' realmente9 3preguntó interesado. @usqu una forma de ilustrar mi punto de vista. &n ese momento l echó una mirada a la mesa donde se hab'a servido el refrigerio. Aprovech la ocasión. 31uedo darle un e+emplo. 81or qu mira la mesa cuando esto! hablando con usted9 5i+e esto con el tono agrio, irritado ! acusatorio que usa el abusador verbal. &n mi deseo de presentar un e+emplo apropiado, debo haber usado un talento art'stico latente, porque l se volvió hacia m' !, para mi consternación, di+o disculp-ndose: 3Eh, oh, lo siento, sólo estaba, bueno... mirando los bocadillosF
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Dete#minai!n ( &#ust#ai!n
&l sentido de determinación crea la conciencia de nuestra intención de alcan)ar el estado deseable. &l esp'ritu se alimenta. &l sentido de frustración crea la conciencia de que se le impidió alcan)ar el estado deseable. &l esp'ritu resulta disminuido. Con frecuencia las mu+eres de los abusadores verbales tienen la determinación de comprender ! de e*presarse de la manera m-s adecuada a fin de conseguir una me+ora en su relación. &n consecuencia, tratan de e*plicar al abusador que, por e+emplo, ellas no est-n pensando lo que l dice que piensan, diciendo lo que l dice que dicen o ac3 tuando del modo en que l dice que act(an; que no quer'an decir lo que l dice que quer'an decir o que no se propon'an lo que l dice que se propon'an. R cada ve) que e*plican lo que realmente piensan, hacen o dicen, lo que quieren decir o lo que se proponen, el abusador las anula de alguna manera. Las mu+eres e*perimentan entonces un profundo sentimiento de frustración. 7abitualmente las compa6eras de los abusadores verbales no saben qu est- pasando en su relación. 2o reconocen el abuso verbal. Aunque traten de ser completamente ellas mismas o sean como creen que les gustar'a a sus compa6eros, siempre se sentir-n frustradas. 0us sentimientos de frustración pueden ser mu! dif'ciles de identificar. &llas no se enfadan, gritan, chillan ni sermonean, porque su frustración no se manifiesta como ira. 0implemente renuevan su determinación de comprender ! de ser comprendidas. Cuando la mu+er reconoce que su compa6ero no tiene la determinación de comprenderla, es porque ha comen)ado verdaderamente a comprenderlo. R aunque l est enfadado, ella !a no se siente frustrada. Aliviada de su frustración, la mu+er tiene m-s energ'a para el esp'ritu de vida que est- en su centro. A&eto ( #e)a*o
&l sentimiento de afecto crea la conciencia de una inclinación a compartir el estado deseable. &l esp'ritu se alimenta. &l sentimiento de recha)o crea la conciencia de haber sido recha)ado. &l esp'ritu resulta disminuido. 4na de las formas en que la mu+er e*presa su afecto ! su amor es compartir sus alegr'as ! placeres. &n una relación con un abusador estas propuestas raramente tienen *ito. 5e hecho, l puede sentirse enfadado cuando su pare+a piensa que deber'a estar complacido. &n consecuencia, las mu+eres se quedan siempre con la sensación de haber dicho algo que fue mal interpretado o de haber hecho algo inaceptable o que no val'a la pena. La indiferencia, la cr'tica ! el desprecio del abusador, son vistos por su pare+a como una forma de recha)o, como si ella no estuviera a la altura de las e*pectativas de l. &ste recha)o significa que ella carece de valor. &l recha)o intermitente crea confusión e incertidumbre. Cuando la mu+er finalmente reconoce el recha)o de su compa6ero, se da cuenta de que su alegr'a ! su vitalidad no de3 ben ser compartidas con alguien que las disminu!e. Espe#an*a ( deepi!n
&l sentimiento de esperan)a crea la conciencia de que es posible alcan)ar el estado deseable. &l esp'ritu se alimenta. &l sentimiento de decepción crea la conciencia de que no se ha alcan)ado el estado deseable. &l esp'ritu resulta disminuido.
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La pare+a del abusador tiene la esperan)a de que su relación me+orar- con el tiempo. 1uede darse cuenta de que la comunicación con su compa6ero es dif'cil, pero tambin espera que una ve) que ella comprenda a su compa6ero ! l a ella, ambos ser-n m-s felices. Con la esperan)a de prevenir futuros abusos, ella puede pedir, por e+emplo, que antes de enfadarse l le pregunte qu quiere decir ella realmente. Tambin puede tener la esperan)a de que una ve) que l comprenda que para ella es importante alcan)ar ciertas metas o tener tiempo para ella misma, l ofre)ca su apo!o; que una ve) que su compa6ero sepa que algunos de sus comentarios o de su conducta la hieren o la intimidan, se disculpe ! de+e de hacerlo. 5espus de todo, l dice que la ama. A la mu+er siempre le parece que ser- mu! f-cil ! que una ve) que l entienda, tendr-n una relación m-s feli) ! completa. Como la mu+er alienta esperan)as de cone*ión, comprensión e intimidad, a menudo sufre decepciones. 1uede que reciba demostraciones de solicitud, como regalos, o que disfrute !endo a comer a los elegantes lugares que frecuentan los abusadores opulentos. 1uede que tambin oiga acerca de lo mucho que la aman. 1ero la incapacidad del abusador para aceptarla, su indiferencia o su car-cter err-tico, la llevar-n mu! pronto de la esperan)a a la decepción. Feliidad ( t#iste*a
&l sentimiento de felicidad crea la conciencia de que el estado deseable es accesible. &l esp'ritu se alimenta. &l sentimiento de triste)a crea la conciencia de que se ha perdido el estado deseable. &l esp'ritu resulta disminuido. La mu+er se siente feli) cuando persigue sus propios ob+etivos ! tiene sus propias ocupaciones. Tambin se siente feli) cuando su compa6ero parece comprenderla, le habla o la escucha. 0u felicidad se convierte en triste)a cuando se da cuenta de que l no la ha entendido en absoluto, la desmerece, se niega a hablarle, le grita o la acusa.
La triste)a suele causar a la mu+er un profundo dolor emocional. Las mu+e res de los abusadores verbales describen la triste)a como "una sensación desagradable en la boca del estómago", "un nudo en la garganta" o "una pu6alada en el cora)ón". &stos sentimientos de triste)a indican que el esp'ritu interior ha sufrido un da6o profundo. 0i la mu+er se da cuenta de esto, podr- reconocer que sus propios sentimientos le est-n diciendo algo totalmente real ! totalmente diferente de lo que dice el abusador. Tambin podrreconocer que declaraciones como "&st-s haciendo un drama por nada" no sólo son mentiras sino que son en s' mismas e*presión del abuso verbal. Cuando recono)ca la valide) de sus propios sentimientos se dar- cuenta de que su felicidad se encuentra en su mismo centro, donde su esp'ritu busca relaciones que lo alimenten ! no aquellas que lo desprecian. Segu#idad ( miedo
&l sentimiento de seguridad crea la conciencia de que el estado deseable no est- amena)ado. &l esp'ritu se alimenta. &l sentimiento de miedo crea la conciencia de que el estado deseable est- amena)ado. &l esp'ritu est- en peligro. &n una relación de abuso verbal la mu+er puede reconocer algunos problemas, ! cree que es posible solucionarlos. 0in embargo, con el tiempo, como el abuso se intensifica o cambia, la mu+er comen)ar- a temer al abusador. 0i lo enfrenta ! l no quiere cambiar, si l se enfada m-s o se vuelve m-s manipulador ! desconcertante, si ella le pide que no lo vuelva a hacer ! l
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rehusa o niega el abuso, ella llegar- a temer su enfado ! su impredecibilidad. Al mismo tiempo temer- la prdida del amor ! la seguridad que cre'a tener en su relación. Cuando la mu+er reconoce el abuso, se disipa en ella la ilusión de seguridad en la relación que ten'a. Cuando la mu+er est- en peligro psicológico o f'sico a causa del abusador, su temor es mu! real. Aprendiendo a protegerse a s' misma, la mu+er protege su propio esp'ritu ! recupera la seguridad de su natural estado de 1oder 1ersonal. Se#enidad ( so#p#esa o so'#esalto
&l sentimiento de serenidad crea la conciencia de estar en el estado deseable. &l esp'ritu se alimenta. &l sentimiento de sorpresasobresalto crea la conciencia de que el estado deseable se ha perdido. &l esp'ritu resulta disminuido. La pare+a de un abusador verbal suele sentirse sorprendida o sobresaltada cuando su compa6ero se irrita o enfada s(bitamente, la desmerece o la hace ob+eto de su sarcasmo. Como el abuso verbal es en esencia inesperado o impredecible, la mu+er puede encontrarse rela+ada, serena, feli) o entusiasmada por algo, cuando de pronto su compa6ero la sacude o sobresalta. 0i el abusador no e*presa su ira abiertamente, la mu+er se siente aturdida porque l no la comprende, no la ve como realmente es ni entiende lo que dice. Cuando ella piensa que finalmente l ha comprendido, e*presar- de pronto un concepto completamente diferente. Lo inesperado del abuso verbal parece aislar cada incidente en la mente de la mu+er, como si no tuviera relación con otros incidentes anteriores. Cada situación parece tener una causa diferente ! las mu+eres suelen recuperar la serenidad entre un incidente ! otro. R como cada instancia de abuso puede ser un acontecimiento (nico ! separado, la mu+er no sólo puede olvidar la instancia anterior sino que tambin se le har- mu! dif'cil reconocer cualquier pauta de abuso Con&usi!n
&l sentimiento de confusión crea la conciencia de que todav'a se ignora la forma de solucionar los conflictos internos. Como no puede resolverlos de ninguna manera, los sentimientos conflictivos que e*perimenta la mu+er la confunden. Cuando la mu+er reconoce la situación de abuso verbal, alcan)a la solución de sus conflictos internos.1ara comprender el dilema de la mu+er, echemos otra mirada a su realidad. La compa6era del abusador verbal est- viviendo en la Iealidad MM. &lla ve el mundo a travs de la reciprocidad ! la creación con+unta. 0in embargo, no tiene la e*traordinaria autoestima que se requiere para vivir en la Iealidad MM. 1recisamente, lo que hace falta para reconocer que el compa6ero est- en otra realidad ! ve el mundo a travs del modelo del 1oder 0obre, es una e*traordinaria autoestima. Lamentablemente, mientras vive con un abusador verbal la autoestima de la mu+er es socavada progresivamente; esto hace que el reconocimiento sea cada ve) m-s dificultoso. 0e necesita una tremenda autoestima para validar la propia realidad cuando aparentemente no ha! nadie que lo haga. A veces basta que un libro nos esclare)ca o que cono)camos "por ah'" a una persona que comprenda, para que todo pare)ca diferente. 2uestros sue6os tambin pueden a veces esclarecernos o validarnos. &n el siguiente cap'tulo estudiaremos los obst-culos que impiden el reconocimiento del abuso verbal, as' como sus indicadores. &stos indicadores inclu!en las pautas de abuso, los sue6os ! otras se6ales
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VII OBSTAC$LOS E INDICADORES
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La mu+er puede creer que si su compa6ero la mantiene es porque realmente la ama. La mu+er cree que pasa algo malo con ella. La mu+er cree que cuando su compa6ero est- enfadado es porque ella ha hecho algo que lo ha herido. • • •
&n resumen, la mu+er no se da cuenta de que una personalidad que busca el 1oder 0obre otro no es capa) de asegurar la comprensión emp-tica requerida por el amor ! la relación Adem-s, no reconoce el abuso verbal hasta que ste cambia de calidad o de intensidad. 0i lo hace ! enfrenta a su compa6ero, el abusador, que no desea cambiar, l suele in 3 tensificar su agresión en un intento por recuperar el control. 1uede tratar de intimidarla con e*plosiones de ira o manipular sus sentimientos dicindole, por e+emplo, que ella est"arruinando la relación". 1ara poder descubrir las pautas del abuso verbal las mu+eres deber-n ser conscientes de sus propias e*periencias ! sentimientos. A continuación aparecen die) pautas de abuso. Algunas, o todas ellas, pueden estar presentes en una relación verbalmente abusiva.
Pautas +ue indian el a'uso ve#'al Pauta No 1
La primera pa"ta $"e la m"%er p"ede reconocer en el ab"so verbal es $"& las sit"aciones $"e la en'adan( )ieren o con'"nden( raramente oc"rren en p*blico &l abuso verbal, como el abuso f'sico, se perpetra generalmente a puertas cerradas. Aun cuando est en una casa llena de gente, el abuso verbal se produce cuando los dem-s se retiran de la habitación ! la mu+er queda sola con el abusador. &l secreto es clave para el 1oder 0obre del abusador. La confusión de la mu+er tambin se intensifica con el secreto. &l abuso tambin puede ocurrir en presencia de un ni6o. 0i ocurre en p(blico, se disfra)a de modo que los dem-s piensen que est- +ustificado de alguna manera, o sólo la mu+er conoce su significado. Cuando se hace p(blico suele ser la se6al de que se avecina una escalada !o e*iste la amena)a de abuso f'sico. 2an, casada con 2ed, un próspero e+ecutivo, comparte esta opinión. "
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Pauta No 2
La se!"nda pa"ta del ab"so verbal $"e la m"%er p"ede reconocer es $"e la sit"aci+n $"e le dis!"sta( )iere o con'"nde es inesperada &l incidente ocurre cuando ella piensa que todo est- bien. 2o ha habido discusiones ni ninguna otra indicación de que la relación no es armoniosa. 1resentamos como e+emplo el incidente que Cora denominó "Algo est- mu! mal". Comenc a notar que cuando est-bamos +untos, disfrutando de lo que !o consideraba un momento placentero, siempre surg'a algo que me hac'a sentir interiormente mal. Iecuerdo una ve) que estacion el coche en los terrenos de una feria de artesan'as campestres. Curt me preguntó: 38Das a de+ar el resguardo del estacionamiento en el tablero del coche9 &st-bamos fuera del coche.
La tercera pa"ta de ab"so verbal $"e la m"%er p"ede reconocer es $"e la sit"aci+n $"e le dis!"sta( )iere o con'"nde( oc"rre c"ando ella se siente 'eli,( est"siasmada o a'ort"nada &llen describió su esfuer)o para descubrir por qu sol'a sentirse disgustada cuando &rnie estaba en casa. 0u vo) temblaba cuando me contó lo siguiente: Al principio no pod'a decir qu estaba pasando. 5espus descubr' que los incidentes eno+osos se produc'an en determinadas ocasiones.
La c"arta pa"ta de ab"so verbal $"e la m"%er p"ede reconocer es $"e la sit"aci+n $"e le dis!"sta( )iere o con'"nde( se v"elve 'amiliar &l abuso puede parecer un incidente recurrente que se manifiesta de distintas maneras. &n su esencia, la comunicación del abusador verbal e*presa una suposición sobre la parte femenina de la pare+a que no se compadece con la concepción que ella tiene de s' misma. Le cuesta identificarla. 2o obstante, muchas compa6eras ! e* compa6eras de abusadores verbales lo han hecho. "7aga lo que haga, dicen, me trata como si !o fuera su enemiga." 3Como di+o @ella:
Pauta No 5
La $"inta pa"ta de ab"so verbal $"e la m"%er p"ede reconocer es $"e la sit"aci+n $"e le dis!"sta( )iere o con'"nde( !eneralmente transmite desprecio por 1-gina = de #%
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s"s intereses 5ora lo e*plicó de esta manera:Cuando est-bamos +untos, por e+emplo a la hora de cenar, si !o me refer'a a algo que me interesaba realmente, como un curso nuevo en la universidad, 5ean pon'a los o+os en blanco, hac'a cara larga, suspiraba ! me miraba con infinito fastidio. 0i !o le preguntaba: "u pasa9", l dec'a "2ada". Ro insist'a: "
La se-ta pa"ta de ab"so verbal $"e la m"%er p"ede reconocer es $"e desp"&s de las sit"aciones $"e le dis!"stan( )ieren o con'"nden( s" compa.ero no parece b"scar la reconciliaci+n / ni si$"iera parece molesto por el incidente &scuchemos a Cora: Cuando me sent'a realmente disgustada porque Curt me hab'a gritado o tratado con sarcasmo, !o quer'a conversar sobre el tema. 1ero cuando me acercaba a l, me dec'a que no hab'a nada que conversar, que no hab'a ning(n problema ! que no estaba enfadado. 1or su parte l nunca se apro*imó a m' en busca de entendimiento. Pauta No 7
La s&ptima pa"ta de ab"so verbal $"e la m"%er p"ede reconocer es $"e( desp"&s de $"e se prod"cen las sit"aciones $"e le dis!"stan( )ieren o con'"nden( s" relaci+n tiene momentos en $"e todo parece '"ncionar bien
La octava pa"ta de ab"so verbal $"e la m"%er p"ede reconocer es $"e( de al!"na manera( ella est0 aislada
La novena pa"ta de ab"so verbal $"e la m"%er p"ede reconocer es $"e s" compa.ero acost"mbra a de'inirla a ella( a la relaci+n( a s1 mismo /( con m"c)a 'rec"encia( a las sit"aciones eno%osas &l abusador verbal suele definir a su pare+a, a la relación, a s' mismo ! las situaciones eno+osas, de manera diferente a la que, por su e*periencia, la mu+er considera +usta. 1or e+emplo, un abusador e*plosivo puede describirse a s' mismo como una persona tranquila. 4n abusador fr'o e indiferente puede decir que l ! su pare+a tienen una relación mu! buena. 4n abusador discutidor ! combativo puede decir que su pare+a est- siempre tratando de iniciar una disputa. Pauta No 10
La d&cima pa"ta de ab"so verbal $"e la m"%er p"ede reconocer es $"e ella n"nca le reproc)a al ab"sador lo $"e o/e $"e &l dice de ella Las declaraciones del abusador se detallan en el Cap'tulo DMMM. 1uede que la lectora pregunte: "8Ro he dicho esto9" o "8&so me has dicho9".
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nunca di+eron, ni siquiera pensaron decir lo que con frecuencia se les atribu!e.
Sue,os +ue indian a'uso ve#'al Algunas mu+eres se han vuelto m-s conscientes de sus propios sentimientos ! del estado de sus relaciones a partir de lo que vieron en sus sue6os. Aunque algunos sue6os son mu! simbólicos ! parecen confusos, otros son mu! directos ! pueden aportar claridad a la confusión.
El s"e.o de Dora : Cuando despert de mi sue6o me sent'a asustada. &n el sue6o, cada ve) que quer'a moverme, 5ean me lo imped'a. Ro me sent'a terriblemente oprimida. 0i me mov'a hacia la derecha, l me volv'a a mi posición inicial. 0i mov'a el bra)o, l lo volv'a a poner en su lugar. 0i me mov'a hacia la i)quierda, l me volv'a a mi posición anterior.
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El s"e.o de Lea : La madre osa ba+ó desde la colina hasta mi +ard'n. Ro la o', as' que sal' a verla. 5espus vi caer un -rbol alto ! fino, como si no tuviera ra'ces. 5espus vi que la osa !ac'a en el suelo. &l -rbol hab'a ca'do sobre ella ! le hab'a roto el cr-neo. bserv cómo corr'a la sangre.
Im%genes +ue indian a'uso ve#'al Algunas mu+eres con e*periencia de abuso verbal simboli)an su e*periencia con una imagen visual espont-nea. 1ueden encontrar m-s f-cil imaginar un cuadro que poner en palabras lo que sienten. 4na mu+er se ve a s' misma como una criatura que es derribada cada ve) que se incorpora o da un paso vacilante. 5os mu+eres que e*perimentaron abuso verbal visuali)aban su relación como un gato +ugando con un ratón antes de matarlo. Cuando pensaba en su relación, una mu+er ve'a un muro de cristal grueso e impenetrable entre ella ! su compa6ero.
Se,ales &-sias del a'uso ve#'al &l estrs de vivir con un abusador verbal aparece en una variedad de s'ntomas f'sicos. A continuación aparecen comentarios de algunas de las mu+eres que entrevist: "
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SEGUNDA PARTE
&n la primera parte de este libro comparamos dos clases de poder, el 1oder 0obre ! el 1oder 1ersonal, ! e*ploraremos las dos realidades que generan, es decir, la Iealidad M ,en la que la mu+er se ve como una adversaria a la que ha! que dominar ! controlar, ! la Iealidad MM, en la cual el otro, el compa6ero, es visto como alguien que colabora en la creacion con+unta de una vida mutuamente satisfactoria. &n la 0egunda 1arte e*aminaremos mas especificamente el abuso verbal. &*ploraremos algunas de las dinamicas fundamentales de las relaciones de abuso verbal, plantearemos importantes interrogantes sobre el apo!o terapeutico ! observaremos de cerca algunos de los problemas con que se enfrentan padres e hi+os.
VIII CARACTER.STICAS / CATE0OR.AS Las características del abuso verbal &l abuso verbal es un acto de violencia psicológica que se manifiesta por medio de palabras que atacan o in+urian, que nos llevan a creer lo falso o que hablan falsamente de una persona. &l abuso verbal es especialmente da6ino cuando es negado. Cuando la percepción de la parte femenina de la pare+a es menospreciada ! no ha! validación de su realidad, la confusión que as' se genera es parte del da6o. &l abuso verbal ataca la naturale)a ! las capacidades de la mu+er. &lla puede comen)ar a creer que pasa algo malo con ella ! que sus capacidades fallan. Como se6aló @ella: 7ab'a o'do con tanta frecuencia que !o era una psima conductora, que comenc a pensar que realmente ten'a un problema frente al volante. Creo que me hab'an lavado el cerebro. 8R sabis qu9, hace veintisiete a6os que condu)co sin haber tenido +am-s un accidente o una denuncia. &l abuso verbal puede ser abierto e*plosiones de ira ! ep'tetos insultantes/ o encubierto mu!, mu! sutil, como un lavado de cerebro/. &l abuso verbal abierto es usualmente inculpatorio ! acusador; en consecuencia confunde a la mu+er. &l abuso verbal encubierto, que es una agresión oculta, aporta confusión. Apunta a controlar a la mu+er sin que ella se d cuenta. &l menosprecio puede ser e*presado con palabras que parecen e*tremadamente sinceras ! consideradas. &llen nos aporta este e+emplo: Cuando l di+o tranquila ! consideradamente: "La verdadera ra)ón por la que nunca ha sido posible que discutiramos un libro es porque ha! frases comunes cu!o significado t( no entiendes, mientras que el norteamericano promedio las comprende", pens: "ui)- sea por eso que tenemos tantos problemas en nuestra comunicación". 0ent' un tremendo dolor ! gran desesperación; quer'a decir que, al fin ! al cabo, todo mi dolor era por mi culpa. &l abuso verbal es manipulador ! controlador. 7abitualmente la mu+er no sabe que estsiendo manipulada ! controlada. 1uede notar, sin embargo, que est- viviendo una vida mu! diferente de la que hab'a imaginado !, por cierto, mucho menos feli). &l abuso verbal es insidioso. •
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Patricia Evans
Abuso verbal
&l abuso verbal es desconsiderado, irrespetuoso ! desvalori)a a la mu+er de tal modo que: •
a. 0u autoestima disminu!e poco a poco, generalmente sin que ella se d cuenta. b. 0in percibirlo, pierde la confian)a en s' misma. c. 1uede que consciente o inconscientemente trate de cambiar su conducta para no disgustar al abusador ! no volver a ser lastimada. d. 1uede que ha!a sufrido un sutil lavado de cerebro sin haber ca'do siquiera en la cuenta. Como aconse+ó 5ora: &l maltrato puede ser mu! vago, sutil e insidioso. 4na se va acostumbrando a l ! llega a un punto en que !a no sabe qu est- pasando. 4sted nunca ser- capa) de reconocerlo si sólo tiene en cuenta lo que sus amigos creen ! le dicen o lo que su marido dice sobre s' mismo ! sobre la relación. &l abuso verbal es impredecible. Como hemos visto m-s arriba, la mu+er se siente atónita, sacudida, vacilante ante el sarcasmo de su compa6ero, sus indirectas ! sus comentarios hirientes. A pesar de lo inteligente, criteriosa ! considerada que ella sea, nunca sabe cu-ndo se producir- !, en la ma!or'a de los casos, no comprende las ra)ones por las que ocurren los incidentes eno+osos ni conoce la manera de evitarlos. &l abuso verbal es el ma!or problema en la relación. Cuando una pare+a tiene una discusión real sobre un problema real, por e+emplo, cómo educar a sus hi+os ! cu-nto tiempo deben pasar +untos o •
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separados, ambas partes pueden enfadarse pero siempre est-n en condiciones de decir: "
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"5ice que me ama ! tambin que puede decir lo que le d la gana." "5ice que acepta a todo el mundo, pero no cesa de criticarme ! recha)ar mis puntos de vista." "5ice que est- rela+ado ! tranquilo, pero todos los d'as parece irritado ! enfadado." "5ice que me apo!a, pero !o me siento cada ve) m-s aislada ! sola." Heneralmente el abuso verbal e*perimenta una escalada, aumentando su intensidad, frecuencia ! variedad. 1or e+emplo, al principio de la relación, el abusador puede desmerecer a su pare+a ! hacerle creer que se trata de una broma; despus, gradualmente, va agregando otras formas, que describiremos m-s aba+o, como categor'as del abuso verbal. &n muchos casos, el abuso verbal desemboca en el abuso f'sico, que tambin puede 1-gina =$ de #%
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Abuso verbal
iniciarse sutilmente como empu+ones o choques "accidentales" que despus se convierten en otras agresiones f'sicas. 4na mu+er di+o que cada ve) que ella ! su compa6ero estaban de pie el uno +unto al otro, por e+emplo mirando un mapa, l la pisaba. Cuando ella se que+aba, l se mostraba sorprendido, como si no se hubiera dado cuenta. Cuando el abuso verbal desemboca en violencia f'sica, el abusador comien)a a ocupar el espacio de su pare+a. 4na mu+er contó que cada ve) que se sentaba en una silla a tomar caf, cuando sal'a un momento del cuarto ! volv'a, descubr'a que su compa6ero hab'a ocupado su asiento sin importar cu-l fuera ! siempre rehusaba devolverlo. <-s tarde se dio cuenta de que l comen)aba a avan)ar hacia ella, como para interponerse, cuando estaba acerc-ndose a la nevera o al fregadero de la cocina. &s importante notar esta transición del abuso verbal al f'sico porque la e*periencia cl'nica de los terapeutas que tratan a las mu+eres agredidas muestra que todas las mu+eres agredidas han sufrido antes abuso verbal.
El abuso verbal y el Poder Sobre &l abuso verbal es un medio para mantener el control ! el 1oder 0obre. Mmpide que se desarrollen las relaciones reales. &sto parece obvio ! sin embargo, la mu+er de un abu3 sador puede vivir con la ilusión de que tiene una relación real. &sto es posible por un sinn(mero de ra)ones, la m-s importante de las cuales es que, en cuanto pare+a, ella ! el abusador pueden funcionar adecuadamente en sus respectivos papeles. 4na forma del abuso verbal es la ira. &l abusador verbal se enfada instant-neamente si se siente inseguro ! ansioso; mu! posiblemente se enfade por sentirse inseguro ! ansioso. Lamentablemente, est- incapacitado para aceptar sus sentimientos ! no desea revelarlos a su pare+a. Levanta un muro entre ambos ! mantiene distancia. 81or qu hace esto9 1orque en la Iealidad M se necesitan muros. Tambin se requiere distancia. Tanto los muros como la distancia impiden que el "enemigo" se acerque demasiado. &l abusador verbal, consciente o inconscientemente, ve a su pare+a como un enemigo o como una amena)a que debe ser controlada. &n consecuencia, el abusador declara una especie de guerra con sus palabras, algo que su pare+a suele desconocer ! no comprender. 0us palabras son sus armas y esas armas son las categor'as del abuso verbal.
Las categorías del abuso verbal • • • • • • • • • • • • • •
2o compartir Contradecir 7umillar 7acer bromas que encubren el abuso verbal @loquear ! desviar Acusar ! culpar Ou)gar ! criticar Triviali)ar 0ocavar Amena)ar Mnsultar lvidar rdenar 2egar Actuar con ira
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Abuso verbal
&n una relación debe haber m-s que un intercambio de información. 4na relación requiere intimidad. La intimidad e*ige empat'a. &scuchar ! entender los sentimientos ! la e*periencia del otro, es comprensión emp-tica. La intimidad de una relación no puede alcan)arse si una de las partes no desea compartirse ! es incapa) de apo!ar emp-ticamente a su pare+a. Aunque puede ser que dos personas no siempre se entiendan o tengan dificultades para e*presar sus sentimientos, la intención de entender e*iste si ambas partes son capaces de decir, por e+emplo: "8&sto es lo que quieres decir9" o "&s as' como te sientes9" o "Creo que..." o "0iento que...". 4na persona sola no puede crear la intimidad en una pare+a. &l abusador se niega a escuchar a su pare+a, niega su e*periencia, est- violando el acuerdo primario de una relación: el de compartir. La incapacidad de compartir es una categor'a del abuso verbal, a veces mu! notoria. uien no desea compartir elige conservar todos sus pensamientos, sentimientos, esperan)as ! sue6os para s' mismo, permanece callado y distante con su pare+a, ! mantiene una actitud de fr'a indiferencia. 1uede pasar meses o a6os sin hacer siquiera el intento de entregarse a su pare+a o sin responderle emp-ticamente. &sta conducta puede continuar durante a6os pues la mu+er, despus de tratar de que su compa6ero se entregue en una relación, se resigna a suponer que, despus de todo, l es una persona tranquila o totalmente contenida o qui)-s e*tremadamente t'mida o, tal ve), ligeramente autista. 1uede hacer este tipo de con+eturas buscando ra)ones para la conducta del abusador verbal, pues es m-s f-cil que concebir cu-l es su realidad. Aunque la mu+er desee m-s compa6'a ! conversación, es posible que se decida a no esperar m-s que lo que su compa6ero puede darle. Lo disculpar- diciendo "&s t'mido". 4na ve) o' que
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Abuso verbal
"2o ha! nada de qu conversar."" 8u quieres que diga9" "85e qu te que+as9 ERo converso contigoF" "2unca me de+as hablar." "81ara qu quieres que te diga si me gusta95e todos modos har-s lo que quieras." "2o te interesar'a." 1or supuesto, estas respuestas aumentan la confusión de la mu+er. &lla puede creer que la relación es funcional porque el abusador comunica información funcional. 0in em3 bargo, la relación es disfuncional porque no ha! intimidad. La información funcional es, desde luego, importante, pero no puede ser la (nica forma de comunicación si se espera que ha!a una verdadera relación. 7a! otros dos tipos de comunicación que tambin son importantes. 0on las comunicaciones que involucran a otro ! las que responden a otro.
Comunicacion de información funcional
&sta noche llegar tarde. 82ecesitas a!uda para eso9 85ónde est- el martillo9
La lista est- sobre la mesa. 8uin de+ó esto afuera9 1or favor, de+a mi correspondencia
Ra empe)ó el programa. &l coche casi no tiene gasolina
La l-mpara est- rota.
aqu'.
Comunicación que involucra a otro
5ie) centavos por tus pensamientos. cuando iba... &staba pensando... 8Te gustó...9 0iento que... aqu' a un a6o9 8u piensas de...9Cuando ests libre,
Adivina
lo
que
sucedió
8Alguna ve) pensaste...9 Lo que me gusta m-s de... es... u te gustar'a estar haciendo de 8te gustar'a que habl-ramos de esto9
Comunicacion que responde a otro
Ah; entiendo qu quieres decir. &so es mu! interesante. Ah-
0', comprendo. 2o hab'a pensado en eso. EhF 0iempre lo hab'a visto de ese
0uena como si quisieras decir... 8&n qu estabas pensando9 EhF 8uieres decir que...9
Lo pensar; !a te dir algo. 8&ntonces, dices que...9
modo.
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Contradecir Contradecir, otra categor'a del abuso verbal; es la respuesta dominante de algunos abusadores verbales. Como el abusador est- en la Iealidad M, ve a su pare+a como un adversario. 8Cómo se atreve a tener una opinión diferente a la su!a9 0i l tuviera que ver las cosas de manera diferente, sentir'a que est- perdiendo el control ! el dominio sobre ella. &n consecuencia, elige discutir sus pensamientos, sus percepciones o su misma e*periencia de vida. Como categor'a del abuso verbal, contradecir es una de las m-s destructivas para la relación porque impide toda posibilidad de discusión, niega la realidad de la v'ctima ! evita que la mu+er sepa qu piensa su compa6ero sobre cualquier cosa. 4n abusador que contradice constantemente sólo parece pensar lo opuesto de su pare+a. &lla nunca puede saber qu piensa realmente. 1or lo tanto no puede conocerlo. &n el e+emplo del Cap'tulo D, cuando Cora di+o: "Creo que cuando el tiempo cambie r-pidamente de calor a fr'o...", Curt contradi+o diciendo: "E2o hace fr'oF E&st- frescoF", como si ella hubiera dicho realmente que hac'a fr'o. &l abusador verbal es tan r-pido para contradecir a su pare+a, que no alcan)a a o'rla o a permitir que complete su frase !, desde lue3 go, no puede discernir el tono de su vo). Cuando Cora di+o: "Creo que cuando...", Curt no pudo permitir que ella tuviera su propia manera de pensar ! su propio punto de vista. Cuando un abusador verbal contradice a su pare+a, no prologa su respuesta con e*presiones como:"
LA <4O&I:
2&5: &l tono de esta pantalla no va con la l-mpara. 2A 2: &s verdad, el tono de la pantalla no va con la l-mpara. 2&5: 2o, en realidad va con la l-mpara. 2A 2: h, s', el tono va con la l-mpara. 1-gina = de #%
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2&5: 2o puedes decir si va o no va cuando la l-mpara est- apagada. 2A2: h, !a veo; est- apagada. 2&5: 1ero no es eso lo que est- mal. 2A2: &sto! tratando de entender lo que quieres decir. 2&5: E2o, no lo est-sF E&st-s tergiversando mis palabrasF 1or m-s e*tra6a que pare)ca esta situación, no es infrecuente. Cuando se contradice hasta ese punto se bloquea por completo la comunicación ! la posibilidad de intimidad
Humillar Cuando se degrada a la mu+er, se la subestima ! de esta manera se niega ! distorsiona su percepción real del abuso, e+erciendo una de las formas m-s insidiosas del abuso verbal. &l abusador reba+a la e*periencia ! los sentimientos de su pare+a como si no valieran nada. &lla puede pasar a6os tratando de imaginar qu ha! de malo en su persona o qu falla en su capacidad de comunicación. 0i la mu+er dice, por e+emplo, "
Hacer bromas que encubren el abuso verbal &l abuso disfra)ado de broma es una categor'a de abuso verbal que vivieron todas las mu+eres que entrevist. &s preciso tener una mente r-pida para menospreciar a una mu+er, !a sea en forma grosera o de manera ingeniosa ! con estilo. &ste tipo de abuso no se comete en broma. &s r-pido ! directo, toca los puntos m-s sensibles ! de+a al abusador con una mirada de triunfo. Los comentarios de menosprecio disfra)ados de bromas se refieren a menudo a la naturale)a femenina de la pare+a, a sus capacidades intelectuales o a su competencia. 0i la mu+er dice: "2o me pareció gracioso", el abusador puede, por e+emplo, reba+ar su 1-gina de #%
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e*periencia diciendo airadamente: "T( no 3tienes sentido del humor" o "2o sabes aceptar una broma" o acusarla de antagonismo diciendo agriamente "&st-s tratando de iniciar una discusión". &n s' mismos, todos estos comentarios son abusivos. Al lector puede resultarle obvio que las respuestas de los abusadores no demuestran benevolencia o inters en la relación. Lamentablemente, a la mu+er del abusador no le parece tan claro. &stos son algunos de los comentarios desmerecedores que un abusador describir'a como bromas: E2ecesitar'as un guardi-nF EDa!aF Te diviertes mu! f-cil. 8u otra cosa se puede esperar de una mu+er9 2o pierdes la cabe)a porque la tienes pegada.
tro recurso del abusador es sobresaltar o asustar a su pare+a, despus de lo cual se reircomo si se tratara de una broma.
Bloquear y desviar @loquear ! desviar es una categor'a del abuso verbal que controla espec'ficamente la comunicación interpersonal. &l abusador verbal reh(sa comunicarse, determina qu se pue3 de discutir o retiene información. &l bloqueo puede e+ercerse como una franca e*igencia o cambiando de argumento; tambin puede ser acusatorio, aunque su propósito primario es el de evitar la discusión, terminar la comunicación o retener la información. Nstos son e+emplos de bloqueo: E0iempre quieres tener la (ltima palabraFE
Ra sabes lo que quiero
decirF ECrees que lo sabes todoFERa me has o'doF repetirloF E2o veo adónde nos lleva estoF E2o quiero discutir m-sF montón de basuraF E5e+a de decir estupidecesF ET( siempre tienes ra)ónF 8Alguien te preguntó9 opinión9 E5e+a !a de que+arteF 85e dónde sacaste una idea como sa9
E2o quiero tener que E&so
es
un
E0al, d+ame en pa)F E1areces una cotorraF 8uin te pidió tan locaest(pidaabsurda
&l bloqueo puede tambin cumplirse a travs de t-cticas de desviación. 1or e+emplo, en el Cap'tulo MD, cuando la mu+er pregunta cómo se gastaron cuarenta mil dólares, el abusador bloquea los intentos de obtener información desvi-ndola del problema con acusaciones ! comentarios irrelevantes. 5e esta manera la mu+er no se da cuenta de que el argumento original ha de+ado de ser el argumento. A continuación aparecen algunos e+emplos del bloqueo por desviación. Todos pueden ser usados para desviar a la pare+a de la pregunta leg'tima, en el caso citado: "8u pasó con los cuarenta mil dólares9". 81or qu te preocupas9 E2o te falta dinero para gastarF E2o ha! forma de aclararse entre tantos papelesF E&s mu! caro tener una empresa; de+a de acosarmeF 1-gina B de #%
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E2o podr'a e*plicarte cómo funcionan los programas de retiro de la corporaciónF E2o te que+es conmigo hasta que ests ganando doscientos mil al a6oF ERa te lo he e*plicado todo; no pienso hacerlo de nuevoF ETe casaste conmigo sólo por mi dineroF EAcaso tengo que llevar la cuenta de cada centavoF 8u tal si t( llevas la cuenta de cada centavo que gastas9 E0iempre est-s tratando de iniciar una discusiónF ETus que+as me tienen hartoF 0i te parece que es tan sencillo, enc-rgate t( de los im puestos ! !o de+o de traba+ar. 5e+moslo ah'. 2o necesito este tipo de disputa. &s demasiado complicado para que t( lo comprendas. La desviación invita a una respuesta por parte de la mu+er, por e+emplo: "2o me esto! que+ando, sólo hac'a una pregunta" o "2o s de qu papeles est-s hablando".
Acusar y culpar &l abusador verbal acusar- a su pare+a de algo mal hecho o de haber roto algunos de los acuerdos b-sicos de la relación, hacindola responsable de su ira, irritación o inseguridad. Deamos algunos e+emplos: LA <4O&I: 5e alguna manera, siento que no tengo contacto contigo. &L A@40A5I furioso/: E2o necesito que me ataques de esa formaF &l abusador verbal acusa a su pare+a de atacarlo. 5e ese modo impide toda intimidad ! toda posibilidad de e*plorar los sentimientos de su pare+a . &L A@40A5I: 85ónde estar- mi llave inglesa9 LA <4O&I: Creo que los ni6os la de+aron en el coche. &L A@40A5I enfadado/: E2o te he preguntado nadaF LA <4O&I: 81or qu te enfadas, entonces9 &L A@40A5I con ira/: E0abes que es una pregunta retóricaF Aqu' la mu+er es acusada de responder a una e*presión "formulada como una pregunta sólo para lograr efecto dram-tico ! no para tener una respuesta" 5iccionario Ameri3 cano *ford/. Adem-s el abusador culpa a su pare+a de su enfado dicindole que ella deber'a saber que no esperaba su respuesta. LA <4O&I: uerido, esto! mu! cansada esta noche. &L A@40A5I: Conmigo no te has cansado; dime con quin ha sido.
La comunicación de la mu+er no es aceptada ! adem-s se la acusa de infidelidad ! se la culpa de la inseguridad del abusador. La consecuencia de este dicho es empu+ar a la mu+er a aceptar la sumisión. Nstas son algunas declaraciones utili)adas para acusar ! culpar.
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0iempre quieres tener la (ltima palabra. una pelea. &st-s buscando problemas. 2o se te puede de+ar sola. ataqueslamentosque+as.
0ólo est-s tratando de empe)ar
de
tus
Jugar y criticar &l abusador verbal +u)ga a su pare+a ! despus e*presa su +uicio de manera cr'tica. 0i ella lo ob+eta, l puede decirle que sólo estaba se6alando algo con la intención de ser (til, pero en realidad est- e*presando su falta de aceptación de ella. Los comentarios que niegan los sentimientos de la mu+er, como "&res demasiado susceptible", son en+uiciatorios, as' como las "bromas" son abusivas. 7e aqu' otros e+emplos de cr'tica en+uiciatoria: Las declaraciones que comien)an con "&l problema contigo es..." Las declaraciones que comien)an con "Tu problema es que.. La ma!oria de las criticas que empie)an con VtuW: Tu eres falsa Tu nunca estas satisfecha Tu eres una pesima ganadora Tu eres imbecil Tu eres incapa) de aceptar una broma Tu estas loca Tu no sabes valerte sola ue tonta eresF3tu3 ue imbecil eresF3tu3 Las declaraciones cr'ticas pueden comunicarse a terceros, al igual que el relato de errores o de hechos falsos. &n ese caso, "t(" pasa a ser "ella": &lla tiene miedo hasta de su propia sombra. &lla no puede hacer nada bueno. &lla es incapa) de acabar nada. &lla nunca de+a de rega6ar. &lla no sabe si va o viene. &lla barre todo deba+o de la alfombra. Cada ve) que va al supermercado, J ellaK olvida la billetera. Las declaraciones que critican palabras espec'ficas fuera de conte*to son abusivas; por e+emplo: Cora ! Curt est-n por salir a pasar unos d'as esquiando. Cora e*clama con ansiedad: "EApenas puedo esperar para conducir hasta all' arribaF". Curt responde secamente: "T( no conducir-s. ERo lo harF". 5ora entra en la sala mientras en el televisor se ve un anuncio; pregunta a 5ean: "8Terminó el programa9". 5ean contesta airadamente: "E2o es un programaF E&st-n +ugan3 do el desempateF". &n ambos e+emplos la mu+er se siente frustrada ! se encuentra pensando: "&sto no es lo que !o quer'a decir". 1ero el abusador s' sabe qu quer'a decir. 0ucede que l est- en la Iealidad M ! en esta realidad hacer sentir a su pare+a que est- equivocada, da el sentido del 1oder 0obre ella. &ste tipo de abusador es el que suele decir a su mu+er que ella siempre quiere tener la ra)ón La cr'tica disfra)ada de a!uda o conse+o es abusiva. 7e aqu' algunos e+emplos: 82o hubiera sido me+or que...9
0i hubieras... habr'a salido
me+or Nsta hubiera sido la me+or manera ese modo. La pró*ima ve) deber'as...
0i !o fuera t(, no lo har'a de 5eber'as haber usado... 1-gina de #%
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!rivialiar Triviali)ar significa decir con muchas palabras que lo que usted ha hecho o dicho es insignificante. Cuando la triviali)ación se perpetra con un tono de vo) franco ! sincero, puede ser dif'cil de detectar. 0i la mu+er es mu! confiada, escuchar- los comentarios del abusador con mente amplia ! terminar- sintindose perple+a porque l no la entienda a ella, ni su traba+o ni sus intereses. La triviali)ación puede ser mu! sutil, de modo que la mu+er acaba sintindose deprimida ! frustrada pero sin estar demasiado segura del porqu. A continuación vemos un e+emplo de triviali)ación en la relación de &llen ! &rnie: 1as varias semanas ordenando papeles vie+os que &rnie ! !o hab'amos acumulado durante m-s de veinte a6os. 5espus de un traba+o e*haustivo, separ todo en carpetas codificadas por color: 2egocios,
Socavar Cuando se socava no sólo se retira el apo!o emocional; adem-s se erosiona la confian)a ! la determinación. &l abusador que socava a su mu+er por lo general la ha agredido verbalmente 1-gina de #%
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en muchas otras formas. &n consecuencia, su autoestima ! su confian)a !a est-n ba+as, ! esto la vuelve m-s vulnerable. Comentarios como los que reproducimos aba+o, que desalientan el inters ! el entusiasmo, son e+emplos de esta actitud: LA <4O&I: Eu flor tan hermosaF &L A@40A5I, con fastidio: 4na flor es una flor. LA <4O&I:
Sabotear es tambin una forma de socavar. A continuación ha! algunos e+emplos e*tra'dos de entrevistas con 5ora !
As', la mu+er puede llegar a sentirse incapa). 0igue un e+emplo que nos proporcionó @ella: Ro di+e: "2ecesito leer esto antes de firmarlo". @ert se enfadó ! di+o: "Damos, para m' eso es mu! sencillo". Aqu' @ert pretende decir: "Ro puedo pensar por ti. &so es demasiado comple+o para ti".
Amenaar 1-gina $ de #%
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La amena)a manipula a la mu+er haciendo que sienta grandes temores. Heneralmente las amena)as involucran el peligro de sufrir prdida o dolor. 7e aqu' algunos e+emplos: 7a) lo que quiero o te de+ar. 7a) lo que quiero o me buscar una amante. 7a) lo que quiero o pedir el divorcio. 7a) lo que quiero o me enfadar mucho. 7a) lo que quiero o te golpear. :.........0i t(..., !o te...
"nsultar &l insulto es una categor'a tan clara de abuso verbal que no es necesario abundar en e+emplos. Los trminos cari6osos, como "querida", tambin pueden serlo si son dichos en tono de sarcasmo.
#lvidar &l olvido implica negación ! manipulación encubiertas, Todo el mundo olvida a veces lo sucedido. 1ero la declaración del abusador de que lo que ocurrió no ocurrió, las si3 tuaciones en las que el olvido es una constante, tienen un gran impacto sobre la otra persona. A menudo, despus de que la mu+er se repone del dis gusto sufrido porque su compa6ero le ha gritado o humillado, es posible que trate de hablar con l sobre el incidente. 0eguramente l lo habr- "olvidado" convenientemente, ! dir-, por e+emplo: "2o s de qu est-s hablando. 2o pienso escucharte". Algunos abusadores parecen olvidar las promesas hechas a sus pare+as, promesas que para ellas son mu! importantes. A menudo la mu+er cuenta con que su compa6ero cumplir- lo acordado. 1ero l habr- "olvidado" el acuerdo. "2o s de , dónde has sacado eso" o "Ro nunca promet' nada" son for mas frecuentes de negación.
#rdenar La orden niega la igualdad ! autonom'a de la mu+er. Cuando el abusador da órdenes en lugar de pedir respetuosamente, est- tratando a su pare+a como si ella fuera una autómata siempre disponible para cumplir sus deseos. A continuación ha! algunos e+emplos de órdenes: uita eso. 2o saldr-s ahora. 2o te vas a poner eso. T( calla.
Den aqu' ! limpia esto. uita eso de aqu'. 2o discutiremos eso. Ahora vamos a hacer esto.
Negar 4n hombre puede usar con regularidad todas las formas de abuso verbal. 1odr'a leer esta sección sobre las categor'as del abuso verbal ! decir que el nunca fue abusivo, que ama a su pare+a ! que nunca har'a nada para ofenderla. 2iega insidiosamente la realidad. Algunos e+emplos de negación: Ro nunca di+e eso. 2unca tuvimos esa conversación. 2o s de dónde has sacado eso.
T( est-s inventando todo. Te est-s disgustando por nada. T( debes de estar loca.
Cuando la mujer del abusador se da cuenta claramente de que:
Nl efectivamente di+o eso &llos tuvieron esa conversación
&lla no est- inventando nada &lla est- disgustada por 1-gina B de #%
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algo 0u e*periencia es real
&lla no est- loca
adquiere la autoestima y el conocimiento suficientes para reconocer el abuso verbal.
Actuar con ira &sta categor'a de abuso es el tema tratado en el Cap'tulo M.
I1 EL ADICTO A LA IRA La ira es una categoria del abusoverbal ! a la ve) la conducta que la sustenta, motiva ! perpetua. &s esencial que la mu+er asuma que ella no es de ninguna manera responsable de que se le grite, se le agreda, se la trate con rabia o se la mire echando fuego por los o+os, se le e*i+a, se la acuse, o se la culpe, 0i lo comprende,sabra que no debe defenderse ni e*plicarse. 5ebe en cambio protegerse, como describiremos en el Capitulo M. Las mu+eres saben, por e*periencia, que e*plicando lo que realmente quisieron decir o hacer nunca obtuvieron una disculpa, pero conf'an en no tener que renunciar a la esperan)a de que alguna ve) l comprenda. &sa esperan)a es dificil de abandonar. Como vimos en el Cap'tulo M, cuando la mu+er se defiende o e*plica, retrocede a la realidad del abusador. Nl cree entonces que ella est- en su realidad, ah' donde las batallas son la norma; as' empie)a a luchar con ella. 1edir disculpas es lo (ltimo que se le ocurrir'a. 2o importa si ella habla m-s amablemente, escucha m-s atentamente, es m-s cooperativa, m-s interesante, m-s ilustrada, m-s divertida, m-s esbelta, m-s bonita o tiene m-s clase: nada de eso dar- resultado. 2o e*iste una forma de evitar que el abusador la eli+a como destinataria de su ira. Al hacer de ella su v'ctima propiciatoria, l niega la causa real de su conducta y se convence a s' mismo, y habitualmente a su pare+a, de que ella ha dicho o hecho algo que +ustifica el abuso. Cuando el abusador vuelca su ira sobre su pare+a, libera la tensión fundamental producida por su falta de 1oder 1ersonal. Como resultado de ello, la mu+er se siente mal ! el abusador se siente bien. Los intentos que hace la mu+er para descubrir qu est- mal, simplemente no funcionan. &l abusador negar- directamente su ira o dir- que su conducta es culpa de la mu+er. 0i el abusador tuviera que admitir que su pare+a no es la causa de su ira, tendr'a que enfrentarse a s' mismo ! a sus propios sentimientos, algo que en la ma!or'a de los casos los abusadores no quieren hacer.
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Abuso verbal
hace sentir m-s libre para manifestarla. &ste ciclo conlleva una doble venta+a para el abusador. La primera venta+a es que siente una sensación de alivio, un alto grado de euforia, pues despus de haber tenido una e*plosión con su pare+a ha liberado la tensión que crec'a desde la (ltima ve). La segunda venta+a es que ha reafirmado su dominación ! el 1oder 0obre su pare+a. 2o ha! nada que ella pueda hacer ni tiene manera de prevenir el siguiente ataque. La ira puede comen)ar con estados de irritación ! despus convertirse en ataques de furia. La intensidad ! la frecuencia crecientes van desarroll-ndose mu!, mu! gradual3 mente con los a6os, pero en algunos casos tambin pueden hacerlo r-pidamente en el primer a6o o los primeros meses de la relación. 5os de las mu+eres que entrevist describie ron que inmediatamente despus del casamiento se produ+o un dram-tico cambio en la conducta de sus compa6eros. Las mu+eres de los adictos a la ira intentan muchas maneras de enfrentar las e*plosiones inesperadas. Como los abusadores culpan ! acusan, ellas llegan a creer que de alguna manera son culpables. <-s adelante, sin siquiera darse cuenta, terminan viviendo constantemente a la defensiva. 7acer frente a esa incertidumbre puede convertirse en un modo de vida, sin que la mu+er sea consciente de ello. 2o sólo las mu+eres resultan afectadas por el abuso; la ira afecta a todos los miembros de la familia.
8Cu-l es el resultado de esa actitud9 La mu+er usa su fuer)a contra s' misma. 0e esfuer)a por mantenerse equilibrada ! serena mientras usa su fuer)a para soportar ! tratar de comprender el abuso. 1uede llegar a tener choques mu! traum-ticos. R, por cierto, se siente m-s confundida. Como di+o Ann: "Nl me ama; sólo que !o no le gusto". Adem-s, si la mu+er soporta tranquilamente la conducta del abusador, l se siente frustrado porque espera una reacción. 2ecesita liberar tensión ! su sentido del 1oder 0obre su pare+a. 0i no ha logrado dominar a su pare+a, si ella no muestra se6ales de perder entusiasmo, l refor)ar- su conducta. 1robablemente sta no sea una decisión consciente. 1ero est- m-s enfadado, m-s tenso ! m-s dependiente del 1oder 0obre. Nsta es la ra)ón por la cual el abuso verbal aumenta con el tiempo. Como la mu+er se adapta trata de ignorar la conducta, espera que l se detenga o trata de no provocarlo inadvertidamente o de descubrir lo que "est- haciendo mal", o por qu "est- sintiendo mal", el abusador aumenta la intensidad !o la frecuencia del abuso.
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As' como la mu+er usa su fortale)a para ignorar las e*plosiones o para encontrar un sentido a la relación o para esperar que las cosas me+oren, el abusador usa la su!a para incrementar el abuso. 0i la mu+er dice a su compa6ero que sus e*plosiones la disgustan mucho, seguramente ser- agriamente desmentida, ! ella oir- que est- e*agerando. 4na de las ra)ones por la cual los adictos a la ira no se disculpan, es que si lo hicieran sinceramente deber'an renunciar al ciclo de e*plosión ! liberación de tensión que les permite mantener su equilibrio ! que adem-s les da un ma!or sentido de 1oder 0obre.
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controlar ! manipular a su pare+a.
1 EL CONDICIONAMIENTO Condicionarse es una forma de adaptarse. Las condiciones pueden cambiar a nuestro alrededor ! podemos adaptarnos a ellas mu! gradualmente. Los cambios graduales son dif'ciles de percibir. &s por eso que muchas mu+eres se adaptan al abuso verbal, lentamente, hasta que terminan viviendo en un ambiente que es mortal para su esp'ritu. Como se han escrito libros enteros sobre el condicionamiento lento cultural ! las desigualdades en nuestra sociedad, este cap'tulo servir- sólo como una breve revisión, enfocando principalmente los factores que m-s condicionan a la mu+er para no reconocer el abuso. &n principio, la mu+er est- condicionada para creer que su compa6ero act(a racionalmente con ella. &ste condicionamiento comien)a en la ni6e) temprana. 8uin no ha o'do la frase "2o tienes por qu llorar" dirigida a ella misma o a otra mu+er9 Aunque un padre niegue a su ni6a otra golosina ! la ni6a llore, se la puede consolar dicindole: "0 que la quieres, pero no puedo d-rtelaG. As' la ni6a aprende en los bra)os de su padre a hacer el duelo por sus prdidas m-s que creer que la e*presión irracional "2o tienes por qu llorar" sea racional, real ! lógica. La mu+er est- condicionada desde la ni6e) temprana para no confiar en sus sentimientos ! a no reconocer la irracionalidad del abuso verbal. La creencia de la mu+er en la racionalidad de su compa6ero es un sentimiento primario que surge de factores comple+os ! diversos ! es mantenido por ellos; uno de ellos es el con+unto de las m-s tempranas e*periencias infantiles. &n lo profundo c'e su psiquis ha! un condicionamiento generacional. C. H. Oung describe un principio modlico que organi)a nuestro pensamiento o nuestra manera de percibir a la manera de un arquetipo. &l arquetipo o imagen primaria de lo masculino ha sido asimilado al Logos, la ra)ón o lógica. La irracionalidad ha sido pro!ectada sobre la mu+er e identificada con ella; forma el arquetipo femenino. &n consecuencia, la mu+er puede creer que su compa6ero es la parte racional ! que ella es la parte irracional de la relación. Cuando cree que su compa6ero es lógico la mu+er espera racionalidad. 1uede pensar: "5ebe de haber alguna ra)ón para que est eno+ado conmigo" o "5ebe de haber alguna ra)ón para que l piense que mi traba+o no es importante" o "5ebe de haber alguna ra)ón para que l crea que esto! tratando de iniciar una discusión". La creencia de que su compa6ero se est- conduciendo lógicamente es una de las causas primarias de la confusión que sufre la mu+er. &n un momento l puede sostener la puerta para que ella pase ! en otro gritarle cuando ella responde a una pregunta. &stos s(bitos cambios de conducta racional a conducta irracional no sólo aumentan su confusión; adem-s pueden incrementar su determinación de encontrarles alg(n sentido
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racional. Las mu+eres est-n condicionadas no sólo por quienes la criaron ! por la cultura, sino tambin por el abuso cotidiano de su compa6ero. &n consecuencia, no sólo no pueden reconocer el abuso, sino que nunca en su vida se han preguntado si tal abuso e*iste. Cuando algo no tiene nombre ! no es visto por nadie m-s, ese algo innominado tiene un aura de irrealidad.
Yinn describe tambin la investigación de Iobert Lifton. 2os dice que "Lifton se6aló los rasgos que consideraba caracter'sticos del totalitarismo ideológico, rasgos necesarios para mantener su poder sobre los individuos". &s interesante notar que el primero que se menciona es "el control sobre todas las formas de comunicación". 1or cierto, dentro de la relación el abusador puede controlar todas las comunicaciones interpersonales negando el abuso ! rehusando conversar con su pare+a acerca de su dolor ! su angustia. &n todas las culturas, .las palabras de la sabidur'a ! las tradiciones pasan de una generación a otra. &sto es parte de nuestra herencia cultural. Lamentablemente, tambin heredamos conductas destructivas ! medias verdades.
2Para pelear )acen 'alta dos ." La mu+er que cree esto, supone que es tan culpable del incidente como su pare+a.
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2P"edes s"perarlo2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que si fuera m-s fuerte ser'a capa) de superar su dolor. 2Con'+rmate con tener "n tec)o sobre t" cabe,a2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que espera demasiado ! deber'a conformarse con lo que tiene. 2Si no p"edes decir al!o b"eno sobre al!"ien( me%or no di!as nada2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que es desleal o que est- +u)gando a su compa6ero cuando comenta su conducta con los dem-s. 2El amor todo lo p"ede2 La mu+er que cree esto, puede pensar que si es m-s cari6osa ! tolerante con su compa6ero, l se comportar- de manera rec'proca. 2La m"%er tiene $"e dar "n poco m0s $"e el )ombre2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que debe hacer un esfuer)o ma!or para comprender a su compa6ero ! darse m-s a l para que la comprenda me+or. 2S& b"ena con la !ente / la !ente ser0 b"ena conti!o2 0i una mu+er cree esto significa que su compa6ero le grita porque no ha sido buena con l ! que puede remediarlo si le e*plica que no quer'a decir lo que l cre!ó o'r. 2T+malo con tran$"ilidad2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que si tomara m-s a la ligera los gritos de l, no se sentir'a tan mal. 2Si t* te abres a &l( &l se abrir0 a ti2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que si ella se brinda a l, l tambin lo har-. 2Si!"e intentando2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que debe de haber algo que todav'a no ha intentado para comprender a su compa6ero ! conseguir que l la entienda a ella. 3N"nca ren"ncies4 0i una mu+er cree esto, puede sentirse fracasada si renuncia a la esperan)a de alcan)ar la comprensión de su compa6ero. 2Perro $"e ladra no m"erde2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que las palabras no deber'an molestarle. 2No p"edes esperar demasiado2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que deber'a ba+ar sus e*pectativas. 2La !ente no siempre $"iere decir lo $"e dice2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que, aunque ella se sienta mu! mal, l no quiso decir lo que di+o, por lo que no ha! ra)ón para sentirse mal. 2No de%es de sonre1r2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que si conserva su optimismo descubrir- la manera de entender a su compa6ero. 2Lo *nico $"e s"cede es $"e no sabe c+mo comportarse2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que si e*plica a su compa6ero qu la lastima, l se comportar- me+or ! de+arde hacerle da6o. 2Es apenas "na etapa2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que si espera, mu! pronto l cambiar- su manera de ser. 2Los palos / las piedras p"eden romperte los )"esos( pero las palabras n"nca te )ar0n da.o2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que debe aceptar ! comprender la conducta de su compa6ero. 2No %",!"es / no ser0s %",!ado2 La mu+er puede obligarse a no discriminar la conducta aceptable de la no aceptable, pensando que si lo hace est- +u)gando a su compa6ero. 2Cada "no crea s" propia realidad2 La mu+er puede creer que est- haciendo algo que est- mal, creando dificultades en la relación ! e*perimentando los sentimientos equivocados. 2Nadie di%o $"e la vida '"era '0cil2 La mu+er puede pensar que si tiene dificultades en su relación es porque la vida es as' ! que su relación no es m-s dif'cil que cualquier otra. 2Para bien o para mal2 0i una mu+er cree esto, puede pensar que lo bueno sigue a lo malo ! que las cosas van a me+orar. Las mu+eres que entrevist, pare+as ! e* pare+as de abusadores verbales, proven'an
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principalmente de los sectores socioeconómicos medio ! medio3alto. 0us niveles de educación iban desde la escuela secundaria completa al doctorado universitario. 0us ocupaciones eran diversas; entre ellas hab'a artistas, profesoras, amas de casa, encargadas de tiendas, etc. Todas ellas ten'an caracter'sticas en com(n: esperan)a, empat'a, compasión, ingenuidad, confian)a, optimismo, tolerancia. Todas ellas hab'an sido responsabili)adas, culpadas, frustradas, incomprendidas ! confundidas
1I EL CAMBIO DE ACTIT$D Cuando las mu+eres comien)an a aceptar que algo est- mal en su relación, suelen relatar alguna situación con su compa6ero a un profesional o preguntar a sus amigas si al3 guna ve) han tenido una e*periencia similar. La etapa de reconocimiento es el comien)o del cambio. &n lugar de dudar de s' misma la mu+er comen)ar- a dudar de su compa6ero. &s el momento en que ella comien)a a preguntarse si todas las relaciones contienen esta clase de incidentes dolorosos que ella padece, cuando comien)a a comprender que, en una relación saludable, una persona no grita, desmorali)a u ofende a la otra; que si esta violación a la dignidad personal ocurre, es un acontecimiento inusual ! sin precedentes ! alguien la ocasiona se esfuer)a por enmendarlo. Cuando la mu+er comien)a a reconocer el abuso verbal, se disipa la ilusión de que su compa6ero comparte su realidad; empie)a a entrever la realidad de su compa6ero, donde el dominio ! el 1oder 0obre sustitu!en al 1oder 1ersonal ! puede encontrar sus motivaciones completamente incomprensibles: es mu! duro creer que l la ha!a tratado como lo ha hecho para dominarla y controlarla, ! no porque algo fallara en ella, sus percepciones, sus sentimientos, sus pensamientos, sus actos o su capacidad, ?inalmente se da cue nta de que el la ! su compa6ero est-n viviendo ! actuando en realidades diferentes. &ste reconocimiento es profundamente traum-tico, a(n mas si su compa6ero es un hombre de *ito ! aparentemente, poderoso. 1or m-s doloroso que sea, este reconocimiento de la realidad del abusador es necesario. 0i no fuera as', la mu+er podr'a continuar en la relación durante a6os, esperando que su compa6ero comprenda qu la hiere, ilusionada con que, en cuanto comprenda, de+ara de hacerlo. 8u sucede si la mu+er no puede validar su propia realidad ! reconocer la realidad de su compa6ero9 Tratar- de adaptar la conducta de l al conte*to de su realidad, la de reciprocidad ! poder con+unto. A continuación ha! un an-lisis de un incidente abusivo que muestra los enfoques de la mu+er ! del abusador e ilustra la diferencia entre las realidades de ambos. 0us elementos son comunes a muchas situaciones entre el acosador ! su v'ctima. A la hora de comer, el abusador entra en la cocina. 387 a! algo para comer9 3pregunta. 35e+ una ensalada de camarones en el refrigerador. 38u te hace pensar que quiero comer ensalada9 3grita con ira el abusador. La mu+er se siente turbada. La ira ! la suposición de que ella piensa que l quiere ensalada provocan su respuesta. 381or qu te enfadas9 Ro no di+e eso. 3Eu'tate de mi vistaF E0iempre quieres tener la ra)ónF &llos est-n en dos realidades diferentes. &l abusador est- furioso porque su pare+a ha protestado diciendo: "81or qu te enfadas9". 0in embargo, la mu+er piensa que l est- enfa3 dado porque de alguna manera ella lo molestó por la forma rn que menciono la ensalada. 5espus de todo, ella "sabe" que l la ama. &lla cree que l debe de haber sentido que ella 1-gina B de #%
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insist'a en que comiera la ensalada cuando la realidad era que la hab'a guardado para comerla ella misma, algo que l no sabe. &lla piensa: "ui)- podamos hablar para que sepa que nunca quise decir que l ten'a que comer la ensaladaG. &ntonces e*plica: 3"uiero que sepas que !o quer'a decir que..." &lla se est- refiriendo, por supuesto, a su primera declaración de que hab'a ensalada en el refrigerador. &l abusador lu interrumpe porque est- luchando contra su pregunta: "81or qu te enfadas9". Nl tomar- cualquier actitud como adversa horque no quiere reconocer que su ira es irracional; supone que la mu+er est- en su misma realidad de 1oder 0obre ! piensa: "EAh-F E
ellas ante los dem-s, del mismo modo en que se +actar'an de una propiedad. Cuando l contradice sus opiniones, ella puede creer que l realmente respeta sus puntos de vista; es sólo que no puede aceptarlos porque piensa diferente ! no puede comprenderla. Cuando l le grita, ella puede creer que se siente herido por algo que ella di+o o hi)o. Tambin puede creer que l quiere saber qu di+o o hi)o realmente, ! que cuando sepa que ella lo ama de verdad su disgusto desaparecer-. 5e este modo la mu+er adapta lo que esto!endo a su realidad de preocupación emp-tica. Cuando l dice que no sabe de qu est- hablando, ella puede creer que l quiere conocer el significado de sus palabras ! comprender de qu est- hablando, as' que se esfuer)a por e*plicarse m-s claramente. &st- segura de que l est- haciendo un esfuer)o por comprenderla ! de que l compar te su realidad de potenciamiento mutuo. Cuando l le dice que no deber'a sentir lo que siente, ella puede pensar que como sus intenciones son buenas, ella debe de haber interpretado mal lo que la molestó o, posiblemente ( que sus sentimientos est-n equivocados. 0i adapta la respuesta de l a su propia realidad, no puede ver que e*ista una ra)ón por la que l le pueda decir que sus sentimientos est-n equivocados. Cuando el critica palabras su!as sacadas de conte*to, ella puede adaptar sus cr'ticas a
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su realidad ! suponer que est- disgustado porque se est- esfor)ando por seguir sus pensamien3 tos, pero que no podr- hacerlo hasta que ella se e*prese con ma!or precisión o aprenda a comprender lo que l piensa. Cuando l no responde o no habla con ella, ella puede pensar que es t'mido o ligeramente autista, aunque en realidad quiere comunicarse con ella. Cuando l dice que no recuerda una conversación que ella tiene la certe)a de que deber'a recordar porque fue particularmente perturbadora, ella puede llegar a la conclusión de que, por terrible que pare)ca, l tiene una personalidad escindida. &s decir, a veces l esten su realidad ! a veces sale de ella ! una vo) poco amistosa toma su lugar ! afirma que no puede recordar. 4na mu+er mantuvo durante varios meses el temor a la "personalidad escindida" de su compa6ero hasta que habló del tema con un profesional. Cuando e*presó su temor, di+o que su compa6ero parec'a tener una vo) autónoma que dec'a cosas que despus l no recordaba. 0i cree que l ve el mundo del mismo modo que ella ! que comparte su realidad, le resultar- m-s f-cil pensar que su compa6ero est- loco que reconocer que es un abusador. La mu+er adapta la conducta de su compa6ero a su realidad de reciprocidad, porque estcondicionada, como muchas otras mu+eres, a ver el mundo en trminos de causa ! efecto inmediato. 1or e+emplo, puede creer que: "0i l est- enfadado conmigo, !o debo de ser la causa". 0in embargo, la psiquis humana opera de manera mu! diferente. La causa de un hecho que ocurre ho! puede ser algo que ocurrió hace muchos a6os, en la infancia. 0i su compa6ero se sintiera realmente disgustado con algo, discutir'a el problema con su pare+a. 1or e+emplo, podr'a decir: "Di que en la reunión charlaste largo rato con Ooe. 1ens que prefer'as estar con l ! no conmigo y me sent' abandonado ! celoso, me gustar'a saber qu sientes por l ! si en las reuniones puedo pasar m-s tiempo a tu lado". Aunque le costara definir sus sentimientos, sabr'a que se siente desdichado ! necesita hablar con su pare+a. Ieconocer la realidad del abusador a!uda a la mu+er a reconocer el abuso en s' mismo. Cuando !a no ve la conducta de su compa6ero desde el punto de vista de causa ! efecto inmediato, puede darse cuenta de que su compa6ero le gritó porque quiere controlarla o intimidarla, no por algo que ha!a dicho o hecho. 0aber que no pasa nada malo con ella ! que el comportamiento de su compa6ero es irracional, no disminu!e necesariamente su sufrimiento. 1or el contrario, el abuso verbal no sólo sigue siendo doloroso, puede ser m-s atemori)ador porque se evidencia su irracionalidad, porque es una se6al de advertencia de que eventualmente puede producirse el abuso f'sico.
Los derec$os b%sicos en una relaci&n Adem-s de comprender las diversas categor'as del abuso vrrbal ! reconocer la realidad del abusador, es importante rrt onocer derechos b-sicos en una relación: &l derecho a ser escuchado. &l derecho a recibir respuestas claras ! e*haustivas a preguntas que tengan que ver con sus leg'timos intereses. &l derecho a tener opinion propia. &l derecho a que se acepten como reales sus sentimientos ! e*periencias. &l derecho a recibir disculpas por cualquier actitud que considere ofensiva. &l derecho a vivir libre de acusación ! culpa. &l derecho a que se hable con respeto de su traba+o ! de sus intereses. &l derecho a ser alentada. &l derecho a vivir libre de amena)as emocionales ! f'sicas. &l derecho a vivir libre de e*plosiones de enfado e ira. &l derecho a no ser in+uriada.
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1ersonas que viven dos realidades diferentes no pueden desarrollar una relación, aunque tengan la ilusión de vivirla plenamente. Tratar de que el abusador acepte su conducta como una muestra de debilidad e*pondr'a a la mu+er a sufrir m-s abuso porque l ver'a su ra)onamiento como una defensa, a la que se debe oponer un ataque ma!or. La (nica v'a de solución para recomponer la relacion es que l tambin recono)ca su propia realidad, su propia conducta ! su propio sentido de carencia de 1oder 1ersonal. 1ara modificar una relación en la que se verifica abuso verbal ha! una cantidad de circunstancias a considerar. &s necesario evaluar qu funciona ! qu no funciona en la relación, as' como la dependencia emocional ! financiera de las mu+eres, tener plena conciencia de que sus necesidades de comunicación e intimidad nunca fueron cubiertas, que su derecho a ser tratadas con cortes'a, respeto, dignidad empat'a, no fue respetado. 7a! pasos que las mu+eres pueden dar para protegerse ! determinar si su compa6ero desea cambiar ! es capa) de hacerlo, ! si la relación ofrece posibilidades de cone*ión e intimidad. 0i la relación es nueva, es m-s sencillo tomar la decisión de interrumpirla de inmediato.
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cuando las mu+eres estn en condiciones de plantear a su pare+a la necesidad de hacerlo. &s necesario que las mu+eres fi+en l'mites, se6alen qu est-n dispuestas a aceptar, o no, aunque las reacciones pueden ser positivas, es decir, que el abusador acepte su conducta; o negativas, es decir, que refuerce su actitud. 1ara poder fi+ar l'mites, es necesario conocer los propios l'mites ! para ello se requiere desarrollar confian)a en s' misma. 1ara la mu+er de un abusador verbal no es f-cil fi+ar l'mites porque debe renunciar a todas las mane ras de buscar res oluc ió n ! re co nc il ia ción que intentó frente a las e*periencias eno+osas que tuvo con su compa6ero: e*plicar, tratar de comprender, esfor)arse por ser comprendida, tratar de descubrir qu estuvo mal, entre otras. Cuando una mu+er puede fi+ar l'mites sabe que !a no aceptar- el argumento de que su compa6ero sólo bromea, no comprende, se siente herido ni ninguna otra +ustificación para el abuso verbal. Ra no aceptar- ser tratada con groser'a o con rabia aunque realmente ha!a cometido un error. 0e debe evitar volver al pasado o anticipar preocupaciones futuras ! ser consciente en el presente, momento a momento, de cualquier e*plosión de enfado o de menosprecio, para responder al abuso de una manera nueva: reclamar al abusador por cada ofensa, tan pronto como perciba el tono de su vo). 2o corresponde tratar de ra)onar frente al disgusto, la herida o la frustración. Cualquier respuesta del tipo "Ro quise decir que..." sugiere al abusador que su realidad es v-lida, que su mu+er es su adversario ! que l puede continuar sus ataques, aunque se que+e de ser atacado. Mn+ustificadamente, l tomar- cualquier e*plicación como adversativa ! defensiva. •
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0e deben tomar recaudos para salir de cualquier situación de abuso. Cuatro de las cuarenta mu+eres que entrevist fueron golpeadas por sus compa6eros. A muchas se les gritó repetidamente ! otras tantas pensaron en alg(n momento que estaban a pun to de ser golpea das. La ma!or' a ha di cho: "2unca llego a pegarme, pero siempre tuve mucho miedo de su ira". •
Tener siempre suficiente dinero para pagar un ta*i, llevar la agenda telefónica con los n(meros de amigos si fuera necesario llamarlos, tener un bolso con ropa preparado, planificar con anticipación cómo ! adónde ir si fuera preciso abandonar el lugar de resi3 dencia. &stos preparativos dan un sentido de control de la propia vida ! a!udan a aliviar el temor a ser da6ada una ve) m-s.
Algunas di'cultades Las mu+eres, acostumbradas a recibir el reproche de ser las culpables del abuso, se sienten en falta, como si estuvieran traicionando a sus compa6eros por hablar con terceros de sus preocupaciones acerca de la relación. 7asta leer material sobre abuso verbal puede hacerlas sentir que est-n da6ando su relación. Tambin est-n condicionadas para sentir que estmal fi+ar l'mites ! negarse a aceptar el abuso. 4na ve) que deciden fi+ar l'mites, encuentran una intensa negación. &l abusador verbal define a su pare+a ! a la realidad interpersonal. Tambin se define a s' mismo, aseguran do en particular que lo que hace es correcto. Cuando las mu+eres pueden definir su propia realidad como separada ! diferente de la de sus compa6eros, ganan en claridad,
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autoestima ! autonom'a. 0aben, entonces, que lo que el abusador ha dicho no es en absoluto verdad ! pueden reconocer que su pare+a intentó definirlas en trminos de su realidad. &s importante recordar que muchos cr'menes se cometen en sitios cerrados, e*actamente igual que el abuso verbal. As' como el violador sabe qu est- haciendo en su actividad clandestina, tambin el abusador sabe qu est- haciendo en la su!a. 1uede que no sepa qu lo impulsa a ello. 1uede tenerse la seguridad de que el abusador verbal negar- vehe3 mentemente el abuso ! dir- furioso a su pare+a que sus percepciones est-n equivocadas. 0u negación lo encierra en una posición psicológica permanente; no desea discutir el tema, es hostil, no quiere cambiar. 1ara poder cambiar deber'a de+ar de lado su negación, admitir el abuso ! e*aminar las ra)ones por las que tiene una necesidad tan grande de dominio ! de 1oder 0obre. tra dificultad que la mu+er puede encontrar es la de darse cuenta dolorosamente que ella es la principal ! a menudo la (nica persona de la que l abusa. "81or qu me hace esto9", se pregunta. Las ra)ones psicológicas por las que este abuso ocurre con ma!or frecuencia en las relaciones de pare+a, se estudian en el Cap'tulo D; tienen que ver con el fenómeno psicológico de la pro!ección. &l conocimiento de la realidad del abusador da a la mu+er la oportunidad de real crecimiento ! pa) interior. 1uede descubrir mediante la confrontación ! el asesoramiento si el abusador quiere cambiar o no. 1uede apreciarse ! aceptarte s' misma ! construir la autoestima de la Iealidad MM. 1uede elegir un ambiente m-s saludable. Ieconocer el abuso verbal tal como es resulta emocionalmente doloroso. Mmplica una prdida 3la prdida de una ilusion3 ! el duelo por esa prdida. 1ero no es un dolor insidioso ni per+udicial como lo es el abuso: sigue su curso ! de+a despus el espacio para que se produ)ca el natural proceso de curación. Como di+o Cora:
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&ste cap'tulo sugiere respuestas espec'ficas a cada una de las categor'as de abuso verbal que se describieron en el capitulo DMM. ?i+ar l'mites, establecer fronteras a!uda a proteger la integridad individual, a definirse. Todo abuso verbal viola de alguna manera esas fronteras. Iesponder adecuadamente refuer)a los l'mites ! restablece o confirma las fronteras que el abuso verbal ha violado. Cuando una mu+er es ignorada completamente por su compa6ero, cuando l mira a travs de ella como si no e*istiera, la violación de esos l'mites es tangible. Lo mismo ocurre si es insultada, si es definida por el abusador en los trminos que l define. &sto tambin es una violación. Cuando un abusador ordena a su mu+er hacer algo, no la considera como un individuo que debe ser consultado o solicitado. &s tratada como si fuera su e*tensión, un instrumenro de su voluntad, eso es una grave invasion, un violación de su personalidad. La negación es otra forma de violación de los l'mites de la persona. Cuando el abusador niega o desmerece, cuand califica de irreales las percepciones de su mu+er, con palabras como "2o sabes de qu est-s hablando", pretende ingresar en su mente. &stos e+emplos sugieren la importan cia de responder al abuso verbal de manera que los l'mites de cada integrante de la pare+a se restable)can ! confirmen. &l abuso verbal es una violación, no un conflicto. &n un conflicto cada uno de los participantes quiere algo diferente ! para resolverlo, discuten sus deseos, necesidades, ! ra)ones mientras buscan +untos una solución creativa Aunque no la encuentren, las fuer)as de uno no dominar o controlan al otro. 1or el contrario, el abuso verbal es mu! diferente de un conflicto. &s una intrusión por parte de una persona que ignora los l' mi tes ! que pers igue implacablemente el 1oder 0obre, la superioridad ! el dominio por medios manifiestos, o encubiertos. uienes sufren abuso verbal ! quieren responder a l deben evaluar sus posibilidades de me+orar la relación.1reguntarse, por e+emplo, si su compa6ero enriquece su vida, le da alegr'a, si siente verdadera cone*ión con l, si piensan de la misma manera ! comparten los mismos sue6os. Aunque usted pueda e*perimentar alg(n grado de abuso verba#, si su compa6ero demuestra buena voluntad 3preocupacion por el bienestar del otro, la intención de alcan)ar la comprensión ! el respeto mutuos3 e*iste alguna posibilidad de que l entre en la categor'a de los que sólo "no se comportan demasiado bien", actitud que puede cambiar cuando usted refuerce sus l'mites. 0i en las primeras etapas de una nueva relación se advierten se6ales de abuso verbal, ser'a inteligente de+ar de inmediato la relación. 2o es probable que un hombre que necesita dominar ! controlar o encontrar una v'ctima propiciatoria para su ira cambie f-cilmente, si alguna ve) lo hace. Tambin es probable que cuando se acabe la novedad, l refuerce su actitud. 1or el contrario, si l est- tratando de abandonar alg(n mal comportamiento que tuvo en el pasado, puede que cambie r-pidamente cuando sepa que usted lo ha detectado ! no est- dispuesta a tolerarlo. 0i la relación lleva bastante tiempo, si es importante para la mu+er ! ella decide responder al abuso como se sugiere en este cap'tulo, pronto descubrir- por s' misma si su compa6ero abandonar- o no su conducta. &n ese proceso ella tambin adquirir- conciencia ! autoestima. &*plicar ! tratar de comprender no me+oran la situación. Iesponder de manera distinta, una manera que produ)ca un impacto emocional, psicológico e intelectual en el abusador puede motivar un cambio. 0i el impacto no se produce, no ser- responsabilidad de las mu+eres. &n ese caso, sólo es aconse+able terminar la relación. Aunque l niegue o fin+a no ver el abuso, un cambio de ac titud por parte de su mu+er puede producir un impacto sobre l, obligarlo a tomar conciencia de que su conducta es inapropiada e inaceptable.
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0i no fuera as', si la relación es e*tremadamente tó*ica malsana, ser- necesario buscar a!uda, como se sugirió en Cap'tulo MMM. &l abuso verbal es se6al de inmadure) emocional, frente a la cual no se puede reaccionar como si proviniera de un adulto racional. Tanto el insulto infantil EbobaF/ como insulto adulto EputaF/ se originan en el mismo nivel de desarrollo emocional. Como entendemos que el ni6o no ha tenido tiempo de madurar, su insulto no nos molesta pero un adulto que todav'a insulta no sólo molesta; adem-s puede ser peligroso. tro e+emplo de inmadure) es llevar la contraria. 4n ni6o de cuatro a6os que est- haciendo su aprendi)a+e de vida, sutil afirmar categóricamente: "E2o es as'F" o "E&st-s equivocadaF". 1ara l, su punto de vista es el (nico posible. &l ni6o quiere que su mundo sea estable ! seguro. &l adulto maduro reconoce que no lo es ! que en el mundo ha! tantos punto de vista como individuos.Z &n el proceso de maduración aprendemos no sólo respetar las opiniones ! los puntos de vista de las personas, sino tambin a e*presar nuestro eno+o de manera apropiada. &n la ma!or'a de los casos, imitamos la forma en que nuestros padres manifestaban su disgusto. 0in saberlo o intencionadamente, los padres ense6an con el e+emplo, de modo que cuando llegamos a la edad adulta !a hemos aprendido una determinada forma de e*presar esas emociones negativas.
(na palabra de advertencia 0i una mu+er se siente demasiado aturdida, sacudida o dolorida para hablar; si teme a su compa6ero, descontrolado por la ira; si la ha golpeado o amena)ado con golpearla, no esta en condiciones de mane+ar sola la situación ! tendr'a que plantearse si le conviene o no permanecer a su lado. Iesponder al abuso verbal significa hacerlo con la fuer)a necesaria para causar un impacto. 2o es f-cil, cada persona deber- encontrar su manera. Convivir con el abuso no es un +uego de palabras. &s una lucha en la que se pone en peligro la salud mental. ?rente a la sorpresa, es dif'cil saber qu decir. &s m-s f-cil permanecer tranquila ante un e*tra6o 3como el conductor que le suelta un improperio cuando la adelanta en la carretera3 que hacer lo mismo con un compa6ero. R lo es por muchas ra)ones; una de ellas es que su cora)ón est- abierto a su compa6ero ! que, por ello, l tiene el poder de recha)arla. &l abuso es recha)o. &s doloroso ! tó*ico. Las mu+eres deben evitar enga6arse a s' mismas pensando que tendr-n la capacidad de permanecer serenas al margen de cómo las traten. La serenidad debe ser consecuencia del reconocimiento del derecho fundamental de vivir en un clima de respeto. Contar con la ma!or cantidad de información sobre el abuso verbal ! la personalidad del abusador, aumenta las posibilidades de responder con fuer)a ! de provocar impacto. Aprender a reconocer ! a responder al abuso verbal e*ige tiempo, energ'a, esfuer)o, determinación ! dedicación. Aun despus de que cese la conducta del abusador, ha! factores en la relación que necesitan ser corregidos. 0i l est- de acuerdo en traba+ar para cambiar, si demuestra buena voluntad, si ha sido capa) de reconocer su conducta ! de preguntarse que quieren ! necesitan los dos en la relación, estar-n en condiciones de construir una pare+a sana. 8Cu-nto tiempo toma obtener buenos resultados ! no tener que sufrir m-s abuso9
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)espuestas a categorías especí'cas de abuso Respuesta al rechazo a compartir
Cuando el compa6ero no quiere compartir e+erce un maltrato silencioso. 0i una mu+er permanece sentada durante varias horas de silencio interrumpidas sólo por sus preguntas ocasionales, sus comentarios sobre las novedades del d'a ! sus e*presiones de inters personal, sin obtener respuesta de su compa6ero, si sale a comer, est- en su hogar o pasa sus vacaciones en la pla!a, ! tiene que vivir horas, d'as o cualquiera que sea su l'mite, frente al silencio cerrado de su compa6ero, deber- marcharse diciendo de manera clara ! firme: "
?rente a un compa6ero que contradice sus ideas, sentimientos ! percepciones, o llega tan le+os que refuta la tergirsación que l mismo hi)o, su mu+er debe decir con decision [1ara", "&sc(chame por favor" ! repetir entonces sus palabras iniciales hablando lenta ! claramente. 2o debe e*plicar lo que di+o o quiso decir, para no dar lugar a que l contradiga sus e*plicaciones. 1uede que esta actitud afecte la conducta de su compa6ero hasta el punto de que cese de contradecirla ! pueda e*presarse diciendo "Ro no lo veo de es a mane ra" , con lo cual sólo est- se6alando que tiene una opinión diferente. tra forma de responder a esa conducta que funciona en muchas situaciones, es decir "0i t( lo dices", de manera mu! tranquila, lenta ! emp-tica. &so es indiscutible. A veces el abusador contradice para desafiar. 0i la respuesta a una opinión personal como "Creo que la obra fue mu! buena" es "2o puedes demostrarlo", la manera de responder es simplemente decir "&s cierto; no puedo."
5espus, es conveniente apartarse, dar un paseo, visitar una amiga, ir a comer, a una librer'a, a mirar los escaparates de las tiendas o llevar a los ni6os al parque. Cada persona tiene derecho a sus propios puntos de vista, a sus propias opiniones ! sus propias perspectivas; los ha! tantos como seres humanos en el planeta. Cuando alguien descalifica el punto de vista de otra persona es como si s hubiera introducido en su cuerpo ! en su mente ! negara despus su e*periencia. Respuesta a la costumbre de humillar
La humillación produce una herida que el abusador niega diciendo que la e*periencia no es digna de ser tenida e cuenta con frases como "Te apresuras a sacar conclusiones o "ETodo lo e*agerasF". 5e esta manera el abusador pretende instalarse ! barrer sus e*periencias, reempla)-ndolas por sus propias ideas. &s in(til tratar de comprender por qu puede pensar o decir eso. &s me+or intentar producir un impacto diciendo "E5e+a de hablar as' ahora mismoF", o "E1araF E2o quiero
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volver a o'rte decir esoF", o "ECallaF". 1uede ser que un abusador cabal ob+ete estas respuestas. 0in embargo, no pueden ser f-cilmente desestimadas. &l abusador verbal siempre intenta no hacerse responsable de lo que dice. &sta respuesta le har- ver su responsabilidad. Respuesta a las bromas que encubren abuso verbal
Cuando frente al reclamo por el menosprecio la respuesta es "0ólo era una broma" o una risa estrepitosa, el abuso intenta disfra)arse de broma. &n algunos casos, cuando la mu+er dice a su compa6ero que no le gusta lo que di+o, l puede pensar que esta afirmación es un ataque !, en ve) de disculparse ! manifestar simpat'a por sus sentimientos, puede volver a desmorali)arla diciendo "2o tienes sentido del humor", una cualidad que l valora ! cree poseer. &s in(til tratar de e*plicar por qu sus bromas no son comicas, tratar de comprender qu quer'a decir o por qu lo di+o, perder tiempo pregunt-ndose si l comprendió como se pod'a interpretar el chiste. &n cambio, es aconse+able responder: "
0i una pregunta es bloqueada ! desviada, es absurdo responder a acusaciones o evasivas. 1or e+emplo: 385ónde est-n los cinco mil dólares9 3T( crees que esto! dispuesto a soportar esto cuando ni siquiera eres capa) de saber el saldo de tu chequera9 3E<'rameF 85ónde est-n los cinco mil dólares9 30i no te gusta como llevo las cuentas de la casa, desde ahora te encargar-s t(, bonita. &sto! harto de ti. 3E<'rameF 85ónde est-n los cinco mil dólares9 &s natural tratar de defenderse, pero es la manera de permitir que la pregunta sea desviada. &n cambio, se debe repetir la pregunta hasta que l responda, sin de+arse atrapar por sus palabras. La respuesta debe corresponder a la pregunta o ser una declaración clara de que no #a contestar-. Respuesta a la acusación y la culp
0i la mu+er desea vivir libre de abuso, es crucial que responda con plena conciencia a la acusación ! la culpa. 0i es consciente de la acusación ! de la culpa ! de que son una forma de violencia contra ella, se sentir- libre de abandonar al abusador si l no interrumpe el abuso. 4na mu+er puede permanecer en una relación abusiva porque cree que ser- capa) de e*plicar a su compa6ero que ella no est- haciendo aquello de lo que se le acusa ! que no es responsable de aquello de que se la culpa. uiere que su compa6ero la comprenda ! se d cuenta de que ella no es su enemiga. Cuando se d cuenta cabal de que los abusadores verbales culpan ! acusan a la gente de la cual abusan, podr- responder m-s efica)mente al trato grosero ! descalificador sin perder un solo segundo tratando de e*plicar que no estaba haciendo lo que se le acusó de hacer ! que no era culpable de lo que se le atribu!ó. 0ólo basta con decir: "E1ara !aF". Las declaraciones del abusador son mentiras que violan la individualidad. &l abusador invade la mente de su mu+er, inventa una [historia\ sobre sus motivos, ! despus se la cuenta. 2ingun ser humano tiene el derecho de hacer eso a otro. Heneralmente la acusación ! la culpa involucran menti r sobre las intenciones, actitudes ! 1-gina >> de #%
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motivos de la mu+er. La hacen sentir frustrada e incomprendida; por lo tanto, especialmente deseosa de e*plicarse. 0i trata de e*plicarse, el abuso se perpet(a. &l abuso verbal es como una piedra arro+ada contra una ventana. &s imperioso detener a la persona que arro+a la piedra antes que e*plicarle por qu no debe hacerlo.
Respuesta al juicio y la crítica
Heneralmente los +uicios ! las cr'ticas son mentiras acerca de las cualidades ! el desempe6o de alguien. ?rente a +uicios ! cr'ticas como "Conduces psimamente" se3 ria bueno preguntarse "8uin se atribu!e el derecho o la autoridad para +u)garme ! criticarme9 8uin es el cr'ti3 co9 8uin emite el +uicio9" 2o es un tribunal, ni un +ue), ni un dios, apenas alguien que podr'a estar metindose en sus propios asuntos. La respuesta puede ser "EAhórrate tus comentariosF", "Ec(pate de tus asuntos, por favorF", o "E&so no te concierneF" en el tono m-s categórico, sostenida por la energ'a de la ira. La respuesta pierde su impacto si admite una discusión posterior. Lo me+or es abandonar el lugar ! dar por terminado el tema. Respuesta a la trivialización
La triviali)ación es una conducta abusiva que se burla del traba+o, los esfuer)os, los intereses o las preocupacion de una persona. 0e perpetra de manera encubierta, a menudo con fingida inocencia. &l abusador se arroga la facultad de saber que lo que para su pare+a significa mucho no tiene ning(n valor. As' intenta quitar significado ! valor a su vida Cualquiera de estas respuestas pueden servir en ese caso "EAhórrate tus comentariosF", "Ec(pate de tus asuntos, po favorF o "E&so no te concierneF". Respuesta a la amenaza
La amena)a f'sica incluida la agresión se*ual/ o las se6ales que la anuncian imponen la necesidad urgente de encontrar apo!o ! a!uda tan pronto como sea posible. La amena)a de castigo 3en forma de abandono o infidelidad, por e+emplo3 es manipulación que destru!e tanto la estabilidad emocional de la mu+er ! viola su integridad. &s aconse+able responder tan clara ! tranquilamente como sea posible: "1or favor, no me molestes con esas amena)as" o "E5e+a de amena)arme FWW o "E2o quiero escuchar esoF" o "E53 +ame en pa)F". Respuesta al insulto
Como el insulto es sumamente ultra+ante, debe ser respondido de manera enrgica: "E2o vuelvas a insultarmeF", "E2o quiero volver a o'r un insulto en esta casaF". 2o ha! +ustificación para el insulto. &s mu! posible que quien insulta no tenga el desarrollo emocional que le permita amar al otro en una relación saludable, pero es posible vivir una vida libre de este tipo de abuso, relacionarse de otra manera, con otra clase de personas. Respuesta a la costumbre de dar órdenes
uien da órdenes, ha olvidado que su pare+a es una persona con derecho a la vida, la libertad ! la b(squeda de la felicidad, a la que debe pedir cortsmente lo que desea o necesita recibir de ella. 1ara recordarle sus l'mites se puede MMamar la atención diciendo: "8A quin 1-gina > de #%
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est-s dando órdenes9" o [Te o!es a ti mismo9" o "81uedes pedirlo de buena manera9" o "ERo no recibo órdenesF". 0i l da órdenes en primera persona del plural, como por e+emplo "2os vamos ahora mismo", responder "Ro no quiero hacer eso" es la forma de marcar el l'mite. Respuesta al olvido y la negación
Creer en la negación del abusador es quedar atrapado en el interminable c'rculo de tener que e*plicar una ! otra ve) que su conducta hiere, asusta ! perturba. Como los abusadores se que+an de que sus pare+as les hacen enfadar, la mu+er cree a menudo que de alguna manera ella ha provocado la ira de su compa6ero ! sólo porque l la ha interpretado equivocadamente o porque ella di+o algo malo. &ntonces puede suponer que cuando consiga que l entienda lo que quer'a decir, de+ar- de rabiar ! por fin sentirfeli) con ella. 0i la mu+er cree en la negación del abusador, tambi puede quedarse atascada de otra manera. &n efecto, podria suceder que tratando de superar o trascender el da6o recibido, decida que no debe sentirse molesta porque, despus de todo, dice "que JellaK se toma todo de la manera equivocada". La forma m-s tramposa de la negación es el olvido. &l olvido es una forma de negación que quita la responsabilidad al abusador para depositarla sobre una supuesta "debilidad mental". La frase "2o recuerdo haber dicho eso" hace que la mu+er desee haber tenido un testigo. 8Cómo hablar del disgusto por algo que l di+o, si l dice que es un invento ! que no lo di+o9 Las respuestas m-s efectivas a la negación son "E@astaF" "E5e+a de volverme locaF". 1ara no ser confundida por la negación, es necesario mantener la atención centrada en los propios sentimientos en las sensac ione s co rpo ral es , sin pe nsa r ni siqu ier a un mi 3 nuto qu est- pensando o sintiendo su compa6ero, si l cormprender- por qu usted le dice que pare, si a l le agradar- su respuesta. 0i el abusador dice que no recuerda un incidente no es saludable aceptar su negación sino decir, simplemente: "2o te creo. R no quiero que vuelva a pasar". Respuesta a la ira abusiva
&n una relación con un adicto a la ira, las respuestas sugeridas son dif'ciles de pronunciar. &se miedo debe ser respetado, tomando en cuenta la advertencia que aparece al Mnicio de este cap'tulo. La ira es un factor mu! significativo en el abuso verbal; parece estar estrechamente vinculada con la necesidad de dominar, controlar, prevalecer ! desmorali)ar. 8Cómo responder a la ira9 Todas aquellas mu+eres con las que habl ten'an miedo de esta manifestación de furia; no sin ra)ón, por supuesto. La regla general para tratar con un hombre furioso es mantenerse le+os de l. 0i no es posible, ha! algunas estrategias de respuesta que producen un impacto en el abusador, que motivan cambios en l o dan tiempo para interrumpir la relación si fuera necesario. &M grito o el trato grosero hacen que las mu+eres se sientan demasiado aturdidas para responder. 2o obstante, deber'an ser capaces de distanciarse un poco ! no pensar m-s en l como su marido, el padre de sus hi+os, o un amigo o su idolo o un pariente, sino como un ni6o petulante, chillón, berrinchudo, recalcitrante ! discutidor. As', podr-n responder: "2o me levantes la vo)" o "2o me gusta ese tono de vo)". puede ser lo suficientemente r-pida como para decirle: "E1ara !aF EIespira hondo ! habla amablementeF". 4n hombre enfadado puede maltratar a su mu+er frente a sus amigos, de manera tal que ella sea la (nica persona que percibe qu quiere decir. &n esta situación, si ella reacciona, puede parecer que es una despistada o que est- inventando cosas. La me+or respuesta es: "Aunque 1-gina > de #%
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aqu' nadie sabe de qu se trata, !o me siento mu! disgustada contigo".
1III LA REC$PERACION Cuando las mu+eres reconocen el abuso ! dan los pasos necesarios para asegurarse de que no volver-n a someterse a el, !a est-n en el proceso de recuperación. La recuperación es un proceso de curación ! reorientación sin calendario fi+o; cada persona la lleva a cabo seg(n su propia medida del tiempo. &l reconocimiento de la violencia, !a sea emocional, f'sica o se*ual, que ha!a ocurrido en la ni6e) o en la edad adulta, provoca dolor ! conmoción. &l esp'ritu se sacude desde sus fundamentos cuando la mente ! el cuerpo deben enfrentar lo inconcebible, lo que al final deber- ser aceptado como una realidad, reconocido e integrado. Cuanto m-s ha!a durado ! m-s intenso ha!a sido el abuso, tanto m-s largo ser- el proceso de recuperación. &n su libro $topping %i&e Abuse Cómo detener el abuso marital/, Oennifer @aSer ?leming da una lista de afirmaciones que a!uda a las mu+eres a pensar acerca de s' mismas de manera m-s fuerte y positiva, a confiar en sus sentimientos y percepciones, a de+ar de creer que es la causante ! culpable de las agresiones que recibe, a aprender a pedir a!uda ! a 1-gina >$ de #%
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afirmar su derecho de ser respetada. La recuperación del abuso verbal es la posibilidad de aceptar y reconocer la pertinencia y la valide) de los propios sentimientos &l primer paso es la b(squeda de un profesional que oriente el proceso de recuperación. Con el apo!o de un terapeuta es posible revisar los hechos de la ni6e) 3e*periencias propias, de familiares o de personas cercanas3 que tuvieron por resultado la aceptación del abuso verbal en la edad adulta. 1adres, maestros o amigos, pueden haber puesto en duda los propios sentimientos. Aun los padres me+or inspirados a veces son incapaces de comprender ! aceptar los sentimientos de sus hi+os. &l asesoramiento, adem-s de bien intencionado, deber- ser e*perto.?rases como: "4sted estar- siempre en relación con l a travs de sus hi+os" dicha por un profesional a una mu+er, separada ! a punto de iniciar los tr-mites para divorciarse, provocan sentimientos como los que ella describió: "Lo o' ! me pareció entender que nunca podr'a escapar ! que siempre ser'a como un blanco frente a una ametralladora". 5el mismo modo, es beneficioso buscar un grupo de apo!o para la recuperación de los efectos del abuso verbal. &l grupo de apo!o es especialmente valioso para quienes han sufrido agresiones negadas sistem-ticamente por el abusador. &star con otros que comprenden ! han tenido la misma e*periencia, es un alimento para el esp'ritu, aporta una honesta realimentación y un sentido de comunidad y desarrolla sentimientos de confian)a que permiten fi+ar metas iniciales.
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&s necesario que el tiempo transcurra para poder desprenderse de los mensa+es confusos acerca de la propia persona. Cuando todas las percepciones ! puntos de vista han sido contradichos, no es posible recuperar inmediatamente, sin interferencias, la correspondencia entre las percepciones ! la realidad. 5espus de haber avan)ado un buen trecho en el camino de la recuperación, de haber reconocido el abuso verbal, de haber aprendido a diferenciar la realidad propia ! la del abu3 sador, es posible iniciar una nueva relación. &l m-s ligero indicio de una personalidad de la Iealidad M ser- inmediatamente percibido. Al mismo tiempo, se descubren nuevos talentos, nuevas capacidades 3lo que se se6alaba como una falla es en realidad un don3 ! una nueva percepción de la propia persona. &l esp'ritu florece cuando go)a de salud ! libertad. &l reconocimiento cabal del abuso sufrido motiva sentimientos inesperados. &l duelo por la prdida forma parte de la recuperación espiritual. Comien)a el duelo por la prdida de la ilusión de una relación, de un sue6o, de lo que en realidad siempre faltó. &n la vida muchas veces llorarnos por lo que nunca tuvimos. 4na mu+er puede darse cuenta de que nunca fue aceptada por su compa6ero, a causa de su abrumadora necesidad de controlarla ! dominarla. &ntonces el duelo es el reconocimiento de que una leg'tima necesidad humana nunca fue cubierta. &n este sentido, el duelo es el reconocimiento consciente de lo que el esp'ritu !a sabe.
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1IV MIRAR "ACIA ATRAS Lo primero que not en livia fueron sus o+os grandes ! oscuros que brillaban como el cristal.
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7ac'a diecisis a6os que est-bamos casados cuando de pronto supe, es as', supe que lo que hab'amos estado haciendo todo ese tiempo era un inmenso error. 8&ntiende qu quiero decir9 30' 3asent', notando que su aspecto delgado ! fr-gil no se correspond'a con la fuer)a de su vo). 35urante mucho tiempo no lo supe. ?ue mu! e*tra6o. 0i le hubiera sucedido a otra persona !o habr'a dicho: "E&h, eso est- malF", pero hicieron falta muchos a6os; bueno, die3 cisis a6os 3sonrió3, para que pudiera darme cuenta. 38uieres decir que no te parec'a que l hiciera nada realmente malo cuando te gritaba ! te trataba mal9 3pregunt. 3@ueno; s', es as'. 5urante mucho tiempo supe que no era feli) por la forma en que marchaban las cosas, pero de alg(n modo pensaba que deb'a soportarlo, como si estuviera mal que !o me sintiera herida, o qui)- tomarlo de otro modo. 8Cómo pod'a sentirme tan mal cuando l dec'a que no pasaba nada9 Adem-s, !o me cre'a capa) de hacerle comprender lo que fuera para que l no volviera a enfadarse. 2os tra+eron m-s caf. 30uena como si di+eras que pensabas que era incorrecto sentirte herida cuando l te gritaba. 8Cómo es esto9 8u crees que te hac'a pensar de esa forma9 3pregunt. Cerró los o+os ! ladeó la cabe)a, como para recordar una vie+a escena. 5espus me miró directamente a la cara con los o+os bien abiertos: 30iempre ten'a una ra)ón para estar enfadado/, una ra)ón que parec'a tener sentido sólo para l. &s por eso. 1ero despus del d'a en que se convirtió en un e*tra6o de+ de pensar que la equivocada era !o. 5i vuelta la cinta del grabador. &lla hi)o una pausa. 31uedes contarme todo lo que pasó ! cómo te sentiste9 3pregunt3. uisiera comprende r est e tipo de cosas. 30', te lo contar. Creo que lo que cambió mi vida no fue tanto lo que pasó; el cambio se produ+o porque finalmente comprend'. R comen)ó su relato diciendo: 34na ve), una pare+a de amigos se quedó a pasar la noche en casa. 1or la tarde, antes de que llegara 5icS, ellos conversaban sobre cómo iba a preparar ella los huevos pasados por agua ! las tostadas para el desa!uno de la ma6ana siguiente ! me preguntaron si ten'a bastantes huevos ! pan. Les di+e: "0', mucho" ! les pregunt si necesitaban algo m-s. 5i+eron que no. A la ma6ana siguiente, mientras !o estaba en el +ard'n ! ellos se estaban levantando, 5icS apareció de pronto frente a m' ! me di+o: "Do! a comprar un pastel de caf como hac'a todos los domingos/. 82ecesitas algo9".
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echó una mirada, levantando las ce+as ligeramente, como si recordara lo e*tra6o de la situación 3Ahora parece imposible que l se enfadara tanto por eso, pero as' fue. Ahora veo que a l no le costaba nada enfadarse. &n ese momento no sent' nada. Creo que sufr' un choque. 0i fue un choque, fue un choque que !a resultaba familiar.
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estaba anulando cualquier otra cosa en mi vida. 8&ntiendes qu quiero decir9 30', te entiendo 3di+e. 5espus le pregunt3. 8uieres decir que te concentrabas cada ve) m-s en tratar de comprender9 Los o+os de livia brillaron ! se inclinó hacia delante. 30', as' es 3contestó. R continuó3: &staba equivocada en todo; me refiero a por qu se hab'a puesto furioso. <-s tarde reun' el valor suficiente para preguntarle por qu se hab'a enfadado tanto.
&n ese tiempo !o todav'a no hab'a renunciado a que l me comprendiera; cre'a que si l hac'a sólo ese peque6o esfuer)o el resultado ser'a mu! beneficioso para ambos. 5e ese modo l habr'a descubierto que !o no hab'a dicho nada que provocara su ira ! !o habr'a podido e*plicarme antes de que l se disgustara. 1ero, de alguna manera, !o no lograba hacerle comprender que esos incidentes 3que seg(n l !o e*ageraba3 eran para m' mucho m-s dolorosos de lo que nunca habr'a podido llegar a e*plicar. 3Ra veo 3repliqu3.
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3Eu e*perienciaF 3coment3. Tu marido convertido en un e*tra6o. livia sonrió: 30', mi vida entera comen)ó a cambiar ah' mismo. Ahora comprendo que aunque !o hubiera dicho. 3"2o quiero que compres pastel de caf este domingo" algo que nunca habr'a dicho, ni siquiera imaginado decir/ no habr'a habido ninguna ra)ón para que l me atacara como lo hi)o. Aquello estaba mal; no era !o quien estaba mal. 7asta ah' llegu. Ahora siento eso en mi interior. 3&ntonces 3di+e3, independiente ni ente de lo que l pensara, no ten'a derecho. 3E0 egur oF 3l ivi a rió 3. Ahora s cómo deber 'a haber sido. 0i mi marido no se hubiera convertido en un e*tra6o ! !o hubiera dicho "2o quiero que compres pastel", l habr'a debido contestar: "h, 8por qu no9". 0e habr'a sorprendido. 7i)o una pausa ! me miró como pregunt-ndome si hab'a entendido qu quer'a decir. Dolv' a su relato: 38R entonces habr'an conversado sobre el tema9 3E1or supuestoF 3di+o con gran seguridad3. Le habr'a interesado saber por qu. 3&so ser'a lo que normalmente cabe esperar 3convine3.5ime, 8alguna ve) di+o que lo lamentaba9 32o, no puedo decir que alguna ve) se hubiera disculpado, ni una sola ve) en los diecisis a6os que pasamos +untos. Ahora me do! cuenta de que l me hab'a convencido de que !o lo enfadaba. Teniendo eso en la mente, nunca estaba segura de quin ten'a que disculparse. 38R despus9 3pregunt. 35espus de descubrir lo que l estaba haciendo, de+ de intentar comprender ! de tratar de e*plicar. Comenc a intentar detenerlo. &so fue mu! dif'cil porque cuando !o le dec'a que parara, l se enfadaba todav'a m-s o se re'a.R era particularmente dif'cil porque !o siempre hab'a sido una sentimental. 0abes, cuando era peque6a acostumbraba pedir a 5ios que me hiciera crecer r-pido para no tener sentimientos, como pasaba con los adultos a mi alrededor 3sus o+os brillaron3. Nl nunca dio se6ales de tener sentimientos, eso es seguro. 31ero t( seguiste teniendo sentimientos 3se6al. 30', especialmente sentimiento de triste)a. Ahora puedo decir que al final fueron mis sentimientos los que me salvaron 3sus o+os se agrandaron3. Todo mi dolor estaba ah' porque mi alma supo antes que !o que las cosas no estaban bien. 1ero mis sentimientos siempre fueron los adecuados. &st- mal quedarte donde te tratan mal ! te gritan, a pesar de todo lo que pueda decir la otra persona de que no te trata mal ni te grita. 82o es verdad que a veces gritan para decir que nunca te gritan9 3&s verdad 3convine3. Lo hacen. 31or (ltimo quiero decirte que, anali)ando toda la relación, me di cuenta de que l desmerec'a lo que !o hac'a me+or porque estaba celoso. 5e todos modos, termin por no saber qu era lo que !o hac'a me+or; por fin resultó que lo que !o hac'a peor era lo que hac'a me+or, ! viceversa. 5espus de un tiempo llegu a pensar que era incapa) de hacer cualquier cosa. 3@ueno 3le asegur3, no est-s sola. &so le sucede a la gente dominada ! controlada. &s una se6al. 3Tuve la suerte de poder liberarme 3di+o sonriendo3. Ahora me siento mucho m-s feli).
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Las siguientes son declaraciones que hicieron algunas ex parejas de abusadores verbales. "Antes pensaba: 80i me ama, como puede ser hostil9 Ahora pienso: 80i es hostil, cómo puede amarme9" "Antes pensaba que le costaba hablar. Ahora s que se manten'a apartado." "Antes cre'a que l trataba de comprenderme tanto como !o trataba de comprenderlo. Ahora s que ni se le ocurr'a hacerlo." "Antes no pod'a comprender por qu me trataba mal ! despus negaba lo que hab'a dicho. 1ens que ten'a una personalidad escindida. Ahora s que no era as'." "Antes cre'a que lo que !o pensaba estaba mal. Ahora s que es porque l aseguraba que todo era al revs de lo que !o pensaba." "Antes !o cre'a que l era una especie de incapacitado para hablar. Ro tra'a a colación todo tipo de argumentos, pero l no hablaba conmigo.
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Abuso verbal
1V LA DINAMICA F$NDAMENTAL Aunque dos relaciones de abuso verbal nunca son e*actamente iguales, parecen compartir algunas din-micas fundamentales. La siguiente e*ploración de esas din-micas se inspira en la investigación de Alice
Las e*periencias in+antiles de la mu,er &n su ni6e) la mu+er t'pica viv'a en la Iealidad M; en esa realidad el poder que los adultos ten'an sobre los ni6os estaba mal empleado, con frecuencia debido a la ignorancia ! a menudo con la me+or de las intenciones. &l dominio ! el 1oder 0obre prevalec'an; por eso predomino tambin el abuso verbal. &n esta realidad, muchos de los sentimientos de las mu+eres no pod'an ser validados ni aceptados. &n algunos casos, ellas ten'an un padre indiferente, ausente, despreocupado o siempre enfadado. &n otros casos, quienes estaban a cargo de las ni6as, sus parientes o maestros, eran verbalmente agresivos. A pesar de todo eso, parece que hubiera habido una circunstancia decisiva que permitió que la mu+er accediera a la Iealidad MM. &sto se debió a que en su ni6e) tuvo algunos testigos que comprendieron su e*periencia, como si hubiera un hilo que la mantuviera conectada al conocimiento de que sufr'a ! de que algo estaba mal. 81ero cómo era eso9 1ara ella, los adultos todopoderosos no estaban equivocados. 8Cómo pod'an estarlo9 A sus o+os infantiles ellos eran como dioses. 0u (nica alternativa era creer que hab'a algo malo en su propia forma de ser: qui)-s en su manera de e*presarse, de actuar, o posiblemente en sus sentimientos ! su e*periencia de la realidad en s' misma. &n consecuencia, la mu+er llegó a la Iealidad MM sin la autoestima propia de esa Iealidad. 0ab'a que hab'a sufrido. 1or eso pod'a sentir empat'a ! comprensión por los dem-s. @uscaba reciprocidad ! entendimiento. 0ólo que no sab'a por qu hab'a sufrido. 1or supuesto, el hombre que dec'a amarla no se habr'a eno+ado con ella, no le habr'a gritado ni le habr'a dicho que hab'a algo malo en ella, a menos que hubiera algo malo en su manera de ser o en su forma de actuar. Le resultó f-cil creer que hab'a dicho o hecho, inadvertida o inconscientemente, algo que hab'a herido a su compa6ero tanto como ella misma se sent'a herida. @uscó respuestas dentro de su alma ! pensó que con seguridad l tambin lo hac'a. Lo (ltimo que podr'a imaginar era que l no pod'a buscar respuestas porque era incapa) de compartir la realidad de ella. 0abemos que, hasta cierto punto, el abuso verbal puede aparecer tambin en una ni6e) de caracter'sticas casi ideales, ! que quienes lo han sufrido e*perimentan despus toda clase de dudas e incertidumbre. &sas dudas se acrecientan cuando se tiene una relación con un abusador en la adulte). Cuando por e+emplo la mu+er o!e decir "&st-s tratando de tener la ra)ón" o "Tomas todo equivocadamente", esto!endo repetir en la edad adulta lo que se le di+o en la ni6e), pero esta ve) sin la presencia de un testigo comprensivo. &sta ve) todo sucede a puertas cerradas. &st- claro que cuando no ha! testigos de nuestra e*periencia ni contamos con la validación de nuestra realidad, tenemos que confiar (nicamente en nuestros propios sentimientos y +uicios. &sto es dif'cil para cualquiera y es doblemente dif'cil para la mu+er, porque el abuso por s' mismo disminu!e su capacidad de confiar en sus propios sentimientos ! +uicios ! 1-gina de #%
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porque ellos est-n desvalori)ados por el abuso. A la v'ctima del abuso se le ense6a a creer que no debe sentirse herida, aunque lo est ! que, de alguna manera, ella es responsable de lo que le pasa. 7a sido condicionada desde la ni6e) para no comprender sus sentimientos por lo que tampoco puede reconocer la verdad. R esa verdad es que est- siendo maltratada ! culpada de ese maltrato 3corno si as' pudiera estar +ustificado3 ! de sentirse mal por ello, como si sus sentimientos estuvieran equivocados. La t'pica integrante femenina de la pare+a cree en la negación del abusador; as', por m-s que busque respuestas, siempre se sentir- frustrada ! confundida. Mncapa) de alcan)ar claridad ! comprensión, la mu+er e*perimenta sentimientos de inadecuación ! de confusión. 0i su compa6ero no estaba equivocado, si no estaba mintiendo, si es cierto que ella se toma a mal todas las cosas, entonces sólo es posible creer que "ha! algo malo en su manera de ser 3en cómo se e*presa, como act(a3, o en sus sentimientos ! su e*periencia de la realidad misma". 5e este modo, las dudas de la ni6e) surgen una ve) m-s. &ntonces ella mantiene su mente abierta a todo lo que pueda o'r, a todo lo que le revele qu est- mal ! la hace sufrir. As' se convierte en la v'ctima perfecta. &l esp'ritu de la mu+er ha sufrido mucho da6o pero ella no conoce el significado de su dolor. 0in embargo, si se atiene a sus sentimientos se conecta con el esp'ritu de vida en su centro, su fuente de 1oder 1ersonal. &l poder de sus sentimientos ! el conocimiento de su esp'ritu le permitir-n reconocer el abuso !, al hacerlo, ganar la autoestima de la Iealidad MM.
Las e*periencias in+antiles del abusador &chemos ahora una mirada al origen de la conducta del abusador. &l abusador t'pico tambin creció en la Iealidad M; en esa realidad el 1oder 0obre ! el dominio prevalec'an +unto al abuso verbal. Tambin, como le sucedió a la parte femenina de la pare+a, muchos de sus sentimientos no fueron validados ni aceptados. 1ero contrariamente a lo que pasó con la mu+er, l no tuvo un testigo comprensivo de su e*periencia. Al no tener un testigo comprensivo, llegó a la conclusión de que nada estaba mal. 0i nada estaba mal, sus sentimientos dolorosos no deb'an e*istir. Autom-ticamente de+ó de e*peri men tar esos sentimientos dolorosos. Los e*pulsó de su conciencia, les cerró la puerta e ignoró lo que hab'a sufrido. Al actuar as', tambin cerró la puerta a una parte de s' mismo. 0e convirtió en un encarni)ado adepto de la Iealidad M !, as' como 7itler moldeó su conducta en base a la de su brutal padre, el abusador moldeó su conducta en base a la de los abusadores de su infancia. 0e convirtió en un adepto al abuso verbal.Al no tener conocimiento de sus sentimientos 3! de lo que sufrió3, l no pudo e*perimentar empat'a ! compasión, por lo que no pudo cru)ar el umbral ! pasar a la Iealidad MM, porque esa realidad estaba ahora detr-s de la puerta cerrada. La ausencia o la presencia de un testigo solidario en la ni6e) determina que un ni6o maltratado se convierta en un dspota que vuelve contra los dem-s sus reprimidos sen3 timientos de desamparo o tal ve) en un artista que puede revelarnos sus sufrimientos por medio de su obra. Como el abusador siente que su conducta est- +ustificada ! parece no alcan)ar a comprender sus efectos, sólo podemos suponer que l est- representando sus sentimientos reprimidos ! que, por lo tanto, est- actuando de manera compulsiva. Los abusadores buscan el 1oder 0obre porque se sienten desamparados. Los sentimientos de dolor ! desamparo que "no deben e*istir" ! "no deben ser sentidos", en realidad e*isten; si no son sentidos, son representados. 7ace mucho tiempo, en su ni6e), el abusador cerró la puerta a esos sentimientos. 2o 1-gina $ de #%
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pod'a hacer otra cosa para sobrevivir. La parte su!a que alentaba otros sentimientos quedó viviendo detr-s de la puerta cerrada. &l ni6o sensible que permanec'a adentro estaba, psicológicamente hablando, encerrado en una tumba de profundo dolor. Cuanto m-s tiempo pasa sin que el ni6o que est- adentro sea reconocido, m-s se encoleri)a; en consecuencia, el abusador tiene que mostrar m-s ira. Alice
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todos ! que toma a la gente tal cual es. 4n abusador que acostumbra a socavar ! triviali)ar a su pare+a o que es fr'amente indiferente, puede describirse como alguien que apo!a a su pare+a en todos los sentidos. R un abusador que contradice, ! humilla, puede describirse como una persona abierta a los m-s distintos puntos de vista.
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pro!ección pro!ección..
0u vida se con convie vierte rte en una batall batallaa contr contraa la deposit depositari ariaa de su pro!ección. pro!ección. 5esde esa posición posici ón ella, al igual que el sentido de s' mismo, no debe e*istir. Nl no puede verla tal como es ni puede ver su realidad. Consideremos el abuso verbal a la lu) de lo que sabemos sobre el recha)o que el abusador hace del sentido sentido de s' mismo, mismo, su imagen ideal, ideal , su pro!ección ! su negación. Iesulta Iesulta evid eviden ente te que que todo todo abus abusoo es un inte intent ntoo del del abus abusad ador or de defend defenders ersee de los sentimientos infantiles de ira, miedo ! desamparo que est-n dentro de el ! de protegerse contra con tra el con conocim ocimient ientoo de lo que est- hacien haciendo. do. Teniendo niendo esto esto prese presente nte,, repase repasemo moss breveme brevemente nte las categor'as categor'as del del abuso verbal verbal !, !, desde desde esa perspec perspectiva tiva,, veamos veamos la forma en que todos los que buscan el 1oder 0obre lo hacen para defenderse ! protegerse de sus propios sentimientos reprimidos ! su carencia de 1oder 1ersonal.
El abuso abuso ve verba rball com como o de+ de+ens ensa a y protec protecci& ci&n n Cuando se niega a compartir, el abusador queda capacitado para dominar a su pare+a; mientras mientras tanto conserva conserva su imagen imagen ideal. ideal. 1or cierto, cierto, revelar revelar sus pensamientos pensamientos dar'a venta+as a su enemigo o permitir'a someterlo a e*amen. 0u imagen i magen ideal es demasiado fr-gil fr-g il para e*pon e*ponerla erla de tal modo. modo. Iespon Iesponder der a su pare+a pare+a demos demostra trando ndo inter inters s ser'a ser'a igual3 igual3 mente amena)ador. 4na respuesta de ese tipo sugerir'a igualdad ! afectar'a la imagen de superioridad superioridad del abusador. abusador. 0in una protec protector toraa posici posición ón de superi superiori orida dad, d, el abu abusa sador dor podr'a tener los sentimientos sentimientos de impotencia impotencia que deben deben ser reprimidos. reprimidos. &l abusador que elige no compartir se siente con m-s control control ! m-s poderoso poderoso si puede puede permanecer distante; en consecuencia, consecuencia, mantiene a ra!a ! anhelante a su compa6era. Tambin siente que su poder aumenta cuando con su frialdad apaga el entusiasmo de su pare+a. pare+a. @usca el 1oder 0obre para poder poder protege protegerse rse ! defende defenderse rse de sus sus propios propios sentim sentimientos ientos 1-gina % de #%
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de inad inadec ecua uaci ción ón.. 5e 5ell mism mismoo modo modo,, el abus abusad ador or se defi defien ende de de sus sus abrum abrumad ador ores es sentimientos de impotencia contradiciendo a su pare+a. Cuando declara que l tiene ra)ón ! que ella est- equivocada, cree ser el vencedor, el que tiene m-s poder ! ma!or control. 0i di+era "1ienso que. que....."" o "Creo que. que....."" u "pino "pino que. que....."" disminuir'an disminuir'an sus posibilida posibilidades des de vencer vencer ! admitir'a admitir'a que dos puntos puntos de vista vista o e*p e*perie eriencia nciass diferent diferentes es podr' podr'an an ser ser correctos. &l abusador no puede tolerar esto porque si la mu+er tiene un punto de vista diferente al de l, pierde el control. R l tiene una abrumadora necesidad de controlar a su pare+a porque ella es la depositaria de su pro!ección. 0i l siente que no tiene el control, contro l, toda t oda su realidad realidad se desmorona. desmorona. &l abu abusado sadorr se permite permite a s' mismo mismo actuar actuar sus sentimiento sentimientoss reprim reprimido idoss !, al mismo tiempo, tiempo, prot proteg eger er su ima image genn ideal ideal,, minimi) minimi)an ando do los los efect efectos os de su su condu conduct ctaa abus abusiv iva. a. 4na 4na de sus sus defe defensas nsas primarias primarias consiste consiste en humillar humillar ! disminuir disminuir a su su pare+a. pare+a. &l bloqueo ! la desviación son otras defensas con las que el abusador controla la realidad interperso interpersonal. nal. Cuando esquiva esquiva el tema que se est- tratando tratando,, evita evita la e*p e*plora loración ción de la realidad realidad de su conducta. conducta. 5e ese modo mantiene mantiene su imagen idea ideall ! alivia alivia su ocu ocult ltoo sentimiento de impotencia. La necesidad de controlar la conversación ! su resultado puede ser tan intensa que algunos abusadores suelen decir con airada aprensión: "E2o s por qu estamos hablando estoF EAs' que cambiemos de temaF". La acusación ! la culpabili)ación son defensas con s'ntomas significativos de pro!ección. &l abus abusaador dor reh( reh(!!e la resp respon onsab sabili ilidad dad de su cond conduct uctaa ! manti mantien enee su image imagenn ideal ideal declarando que la mu+er es culpable ! responsable de sus sentimientos. 1or e+emplo, cuando cuand o la l a ataca, at aca, "&s por su cul c ulpa". pa". 5e este este modo modo "+ustif "+ustifica" ica" el abuso. abuso. tra tra forma forma en que el abu abusad sador or intent intentaa defen defender derse se contr contraa sus ocu oculto ltoss sentim sentimien ientos tos de inferioridad e impotencia es por medio de la cr'tica ! el en+uiciamiento. 5eclarando su supe3 rioridad ! "corrección", refuer)a tanto su imagen ideal como todo su sistema de defensa. &l abuso disfra)ado de broma es una forma de triunfo que produce en el abusador un sentimiento de 1oder 0o bre. &s un ataque ataque hostil hostil encubier encubierto, to, negado negado con la socorrida acusación "2o sabes aceptar una broma". &sta acusación culpa a la v'ctima, ! el abusador se anota un tanto a su favor; por lo tanto, ste adquiere m-s poder. &s como disparar un tiro al a)ar sin correr riesgos. &l da6o est- hecho antes de que la mu+er lo per percib ciba. a. La La "vic "victo toria ria"" estest- asegurad a ! e l enemigo3 la pro!ecci ón3e s d erri bado una ve) m-s. Las Las costu costumb mbre ress de trivi trivial ali) i)ar ar,, soca socava var, r, amen amena) a)ar ar e insulta insultarr son defensa defensass con contra tra los sentimientos reprimidos de inadecuación e impotencia. 0on +uegos de poder concebidos por el abusador para denigrar ! disminuir a la mu+er, es decir, su pro!ección pro!ección.. 0i la pro!ección del abusador es penetrante, l tratar- a su pare+a como si fuera una e*tensión de s' mismo 3como el guante en la mano3, como si estuviera ba+o su control, dispuesta a cumplir órdenes.
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1VI SOBRE LA TERAPIA Apoyo Apoyo terap terap-uti -utico co La e*periencia es una valiosa forma de conocimiento. Ro no creo en un conocimiento privilegiado, privil egiado, en e*pertos que puedan decir a las personas person as cómo deber'an deber' an ser o qu deber'an deber'an con conside siderar rar verdade verdadero. ro. Creo que un terapeut terapeutaa pue puede de a!udar a!udar ! apo apo!a !arr para para despertar una nueva conciencia ! una nueva fuer)a. 4n terapeuta apo!a el proceso de "ver la diferencia", es decir, discriminar entre los +uicios de terceros ! la propia verdad. Adem-s, un buen terapeuta puede a!udar en el descubrimiento ! fortalecimiento de los recursos internos para lograr que la vida real se pa re)ca a la deseada. &ste cap'tulo e*amina la terapia en el conte*to de la e*periencia femenina del abuso, no porque no ha!a mu+eres que sean agresivas agresivas con los hombres hombres con quienes quienes tienen tienen una relación, sino porque casi todos los casos que he estudiado 3! he estudia estudiado do miles3 miles3 se refer'an a relaciones de pare+as hete hetero rose se*u *ual ales es en las que que los hombr hombres es inte intent ntab aban an controlar a su mu+er mediante el abuso verbal. &n aquellos casos en que los hombres sufr'an este maltrato, maltrato, su confusión ! sus intentos por resolver el problema eran mu! similares a las e*perie e*perienci ncias as femeni femeninas nas que aparec aparecen en en este este libro. libro. &llos tambin tambin se sintieron aliviados aliviados cuando cuando supiero supieronn que no estaban estaban "locos" "locos".. &l hech hechoo de que que estu estuvi vier eran an le!e le!end ndoo sobr sobree e*peri e*p erienc encias ias femeninas no ten'a importancia para ellos. el los.
La te tera rapi pia a 5urante los (ltimos cien a6os, los mtodos teraputicos se han desarrollado en el conte*to de los supu supues estos tos patria patriarca rcale less ! +er-rquicos +er-rquicos de la cultura cultura occidental occidental.. Teniendo eniendo esto presente, presente, ! dando por sentado que la pr-ctica teraputica es un proceso proceso en evolución, evolución, presento presento algunas ideas ideas ! punt puntos os de vista tendientes a apo!ar tanto a los terapeutas como a los lectores lectores que que deben enfrentar los problemas causados por el abuso verbal.
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sesión de capacitación para voluntarios que dan contención emocional a v'ctimas de abuso verbal. Los programas de capacitación de voluntarios contra la violencia domstica brindan inf orma ción val iosa. Tam bin sirven como introducción a las dificultades pr-cticas ! culturales que la gente enfrenta en sus esfuer)os por escapar al abuso. Adem-s, a menudo ponen de manifiesto la dificultad que mucha gente encuentra para asumir la responsabilidad de mantener ! abandonar sus relaciones. Tanto el abuso verbal como la agresión f'sica son t-cticas del 1oder 0obre. La comprensión de la agresión f'sica contribu!e al reconocimiento del abuso verbal. A la inversa, ! mu! importante, la comprensión del abuso verbal permite que las mu+eres golpeadas recono)can que ellas no son la causa de la agresión. 1or supuesto, "comprender" no significa de ninguna manera no sancionar los abusos. 1ara decirlo sencillamente, la violencia verbal ! la f'sica son la misma ba+o diferentes formas. 0on t-cticas del 1oder 0obre. 1or esta ra)ón creo que el abusador verbal se beneficia si participa en un programa de recuperación. &sto puede ser un poderoso agregado a la terapia aunque la agresión f'sica no est involucrada.Adem-s, aunque el abuso sea sólo una posibilidad, es importante que el terapeuta entreviste por separado al abusador ! a su pare+a. La gente que conduce los programas suele saber mucho acerca del abuso verbal. 1or e+emplo, el programa de 7ombres 4nidos contra los Ambientes Diolentos en 2apa, California, +unto con el 0ervicio de
La in.uencia del Patriarcado Todav'a vivimos en una cultura patriarcal; esta cultura determina que las mu+eres estn subordinadas a los hombres. Cuando !o era mu! +oven sol'a pensar que patriarcado era un trmino que se refer'a a las ideas de los hombres vie+os, por e+emplo "las mu+eres no deber'an votar". 82o era eso abuso verbal9/ Cre'a que patriarcado se refer'a a "las cosas como eran antes". Ahora s que el patriarcado 3un sistema de creencias erróneas e inhumanas acerca de los hombres ! las mu+eres3 todav'a tiene una tremenda influencia en nuestra cultura ! en el mundo. &sto no quiere decir que un abusador verbal no sufra otras influencias paranoia, por e+emplo/. &l terapeuta puede a!udar a que una persona vea cómo ha influido el patriarcado en su vida. 1ara a!udar a que el abusador vea que el patriarcado lo llevó a la dominación, es mu! bueno que se discutan con l las creencias sobre el poder ! los derechos, as' como la necesidad de decir la (ltima palabra, la de ser la autoridad en la vida de otro en lugar de de+ar que cada uno sea su propia autoridad ! la de ordenar la vida de otra persona, etctera. 5e manera mu! general, el siguiente e+emplo e*plica cómo puede influir el patriarcado en una relación ! hasta crear una "no3relación ba+o el disfra) de una "relación". Cada ve) que una mu+er dice "no" al abuso verbal de su compa6ero 3diciendo por e+emplo "2o quiero que me des órdenes" o "2o quiero que me digan cómo hacer lo que hago"3, desaf'a al patriarcado. 0i el abusador en la interacción est- ba+o la influencia del patriarcado, oir- la declaración como si fuera un desaf'o a l mismo no al patriarcado/ ! puede creer que debe luchar con ella no con el patriarcado/. Mncluso puede pensar: "&lla est- buscando pelea". 1or supuesto, la mu+er sólo pide que no se abuse de ella, que no se le den órdenes ni se la critique. La mu+er est- buscando una relación me+or ! m-s estrecha. 0u compa6ero, en este e+emplo, est- buscando una "victoria". 0e ha entregado a las ideas patriarcales, 1-gina B de #%
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convirtindose m-s en un amigo del patriarcado que en un amigo de su pare+a. Alan OenSins # se6ala: "
La identi'caci&n del /problema0/ Los terapeutas pueden tener dificultad para identificar la din-mica de la dominación cuando una pare+a se presenta ante ellos buscando asesoramiento para "profundi)ar la relación" o "tener una me+or relación" porque "no se est-n llevando bien" o porque "(ltimamente est-n ri6endo". La misma dificultad puede presentarse cuando la mu+er llega sola a hacer una consulta porque "se siente deprimida", no est- "contenta con su relación" o tiene "problemas para comprender" a su compa6ero. 2o es infrecuente que un terapeuta trate a una pare+a cada semana durante varios meses sin que se entere del verdadero problema. A veces nadie reconoce el problema; otras, aunque lleguen a reconocerlo, lo minimi)an; ! otras la mu+er teme mencionarlo por temor a ser a(n m-s maltratada. 5el mismo modo, puede que algunos terapeutas no sepan que est-n ante una relación agresiva. A veces la mu+er agredida teme revelar los incidentes.
Algunos terapeutas creen saber qu deber'a hacer o cómo deber'a ser su paciente, sin comprender que la percepción que el paciente tiene de su propia naturale)a es m-s significativa que la de cualquier otra persona. Los cambios que se dirigen hacia el interior ! que se basan en la percepción que las personas tienen de s' mismas, son los m-s duraderos. La terapia que dirige ! patologi)a es una postura de predominio. &n efecto, nos dice: "Tengo un conocimiento e*perto que usted no tiene as' que tengo poder sobre usted ! puedo dirigirla ! decirle qu debe hacer". &l abuso de poder en una relación "teraputica" es el resultado de una terapia basada en la Iealidad M. 1-gina > de #%
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4n hombre que confesó haber abusado verbalmente de su esposa me escribió para decirme: "7icimos terapia de pare+a durante a6os ! nuestro terapeuta nunca identificó el abuso verbal".
La entrevista terap-utica Cuando hace preguntas, el terapeuta e*trae de cada individuo información sobre la naturale)a de su problema ! de su entorno. 5escribir el problema, darle un nombre ! definir su sustentación en descripciones culturalmente prescriptas permitir- que el problema sea visto como tal, en lugar de ver a la persona o las personas como "el problema". A continuación ha! un breve e+emplo de algunos tipos de preguntas que invitan a la gente a ver la diferencia entr las conductas del 1oder 0obre que impiden la "relación" verdadera ! la conducta solidaria que desarrolla esa "relación". 4na mu+er puede ir a ver a su terapeuta ! decir algo as': "2o so! feli). _ltimamente me siento deprimida. 2o me llevo bien con mi marido". &l terapeuta puede estimular la obtención de m-s información haciendo las siguientes preguntas: u sucede cuando usted siente que no se llevan bien9 7ubo un tiempo en que le pareció que se llevaban bien9 1-gina de #%
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u diferencia nota ahora9 1uede decirme algo m-s sobre eso9 1uede decirme cómo e*presa l su inters por usted; sus pensamientos, opiniones, planes, etctera9 Cómo fue su (ltima semana9
0i el abuso verbal ha sido identificado como el problema puede pedir a la mu+er, no al abusador, que conteste las siguientes preguntas: Cómo ha afectado su vida el abuso verbal9 &l abuso verbal ocupa buena parte de su tiempo9 Con cu-nta frecuencia ocurre el abuso verbal9 &l abuso verbal afectaba su vida hace cinco o die) anos9 0i el abuso verbal contin(a en la dirección que va apareciendo m-s a menudo o causando ma!or perturbación/, 8cómo cree que ser- su vida de aqu' a cinco o die) a6os9 0i usted contin(a tratando de que no se produ)ca, siendo m-s cuidadosa en el futuro con lo que diga, 33qu tipo de cosas cree que ser'a m-s seguro decir9 2ota lo sorprendido que esto! de que a usted le ha!a ido tan bien a pesar de estas circunstancias9 &l terapeuta puede apo!ar al abusador para que llegue a una ma!or percepción de su propia conducta, invit-ndolo a e*plorar sus creencias sobre s' mismo ! la relación, en el con+unto de los preceptos culturales sobre la "masculinidad" ! sobre cómo esas ideas entran en conflicto con la realidad de su relación. 1ara un terapeuta narrativo, ha! pocas situaciones que no estn influidas por el patriarcado. 0i en una relación ha! abuso de poder, un terapeuta narrativo ver'a que la responsabilidad corresponde a la persona que abusa del poder. &l enfoque narrativo invitar'a al abusador a: • • •
Ieconocer la violencia como tal. 1onerse en contra de esa pr-ctica. Aceptar la total responsabilidad de detenerla.
&l terapeuta invitar'a al abusador a considerar las creencias e ideas que sustentan su conducta, ! el efecto que tienen sobre su mu+er ! sobre la relación. 0i el problema ha sido identificado como ahuso verbal, el terapeuta formular'a preguntas que pondr'an de manifiesto ideas patriarcales de dominación masculina. 7e aqu' algunos e+emplos: 8Cómo ha reaccionado ante la resistencia de su pare+a a seguir sus directivas9 8Cómo ha afectado su relación su deseo de dirigirla9 8u sucede cuando su pare+a e*presa una opinión que usted no comparte9 8La idea de que usted debe estar al mando en su pare+a, la ha acercado m-s a usted9 8Cuando de pronto surge el deseo de "ganar" a su mu+er, cómo lo domina9 8u prevalece; usted o su deseo de dominación9 8Cómo se siente con usted mismo cuando logra pre valecer9 8Cómo se las arregla para mantener a ra!a la dominación9 1-gina de #%
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&stas preguntas hacen que la responsabilidad de la agresión recaiga sobre el abusador ! lo invitan a asumir la responsabilidad de su conducta. &s (til invitar a un abusador a recordar un tiempo en el que no e+erc'a el poder sobre su pare+a aunque hubiera podido hacerlo ! discutir el significado de esa e*cepción. 8Cu-l era su conducta en otros conte*tos; por e+emplo, en la etapa inicial del corte+o a su pare+a o en la oficina con su +efe9 5e este modo l podr- "ver" la diferencia entre sus conductas, ! qui)- la propia percepción de su naturale)a le permita comprender que la conducta que tiene con su pare+a no puede ser e*cusada por un supuesto dficit afectivo debido a su historial familiar. 4n terapeuta narrativo har'a que el abusador diferenciara sus intenciones tratar de mantener la relación con su mu+er/ de sus actos agresión para mantener el control de la relación/. &l propósito de esto ser'a a!udar al abusador a construir una noción saludable de su persona que no se base en el 1oder 0obre, la coerción, la prevalencia o la superioridad. &l terapeuta puede invitar al abusador a discutir qu entiende por reciprocidad "8u significa para usted la reciprocidad9 8Cree que significa lo mismo para su pare+a9" Cuando el abusador reconoce la nociva influencia del patriarcado en la relación ! quiere eliminarlo, puede ser invitado a declararse en contra de l, a estar alerta ! vigilante ! a tratar de combatirlo cuando insin(e su presencia. 0e le puede invitar adem-s a e*plorar abiertamente las formas en las que el patriarcado lo desaf'a por haber elegido ahora una manera de ser no patriarcal. &stos pasos llevan tiempo ! no pueden comen)ar a darse hasta que la agresión ha!a sido reconocida ! el abusador, qui)- con el apo!o de un programa masculino, acepte la res3 ponsabilidad de su conducta. 0i el abusador niega su conducta o su responsabilidad E0ucedió por culpa de ellaF E&lla me obligó a hacerloF/ puede que la mu+er se marche ! que l pase a una nueva relación en la que reproducir- su comportamiento.
Algunos hombres, aun cuando estn corte+ando a una nueva mu+er, siguen persiguiendo "a la que se fue". &n ese caso pueden ser invitados a ver que esos intentos de volverla a "pescar" no tienen nada que ver con una relación. Tienen que ver con las ideas patriarcales de posesión ! propiedad. Aunque el abusador ha!a reconocido su conducta, ver- que lleva mucho tiempo ! esfuer)o terminar definitivamente con ella. R aun cuando pare)ca que lo ha hecho, puede que la mu+er verbalmente agredida est demasiado traumati)ada para abrigar siquiera la idea de reanudar la relación con l. &l terapeuta deber'a invitarlo a que aceptara que el patriarcado destru!ó la relación ! que debe darla por terminada sin culpar por ello a la mu+er.
La negaci&n La negación puede bloquear todos los esfuer)os para detener el abuso verbal en una relación. La negación es como un mecanismo autom-tico de defensa; ha sido mu! bien definido en la literatura psicológica. 1ara nuestros propósitos, una manera sencilla de describirla es decir que el abusador piensa "Ro no he hecho nada malo " ! est- convencido de que es as', a pesar de las pruebas en contrario. &l siguiente e+emplo ilustra cu-n intensa puede ser una negación. 4n terapeuta que e+erc'a 1-gina $ de #%
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desde hac'a muchos a6os estaba atendiendo a hombres que lo consultaban para mane+ar la cuestión de la violencia contra su mu+er. &l terapeuta decidió ir a un programa de recuperación. uer'a observar cómo funcionaba; esperaba aprender algunas tcnicas para aplicar con los hombres que lo consultaban. uer'a a!udarlos para que se hicieran responsables de su conducta agresiva ! pudieran superarla.
(n Encuentro !erapeutico Oill, casada con OacS, me envio la siguiente carta, despues de leer la primera edicion de este libro 5 Todo comen)ó cuando le' su libro. All' estaba, con todas las letras ! definido claramente por primera ve), el problema que !o estaba enfrentando. Iespir con alivio. 7ab'a encontrado la confirmación de lo que interiormente sab'a que era cierto pero que nunca me hab'a atrevido a e*presar. &n muchas fuentes a las que recurr' en busca de información me suger'an que los problemas en una relación desdichada eran causados generalmente porque la mu+er era demasiado sol'cita o se involucraba demasiado. Cre' en todo eso casi sin darme cuenta. Tom la responsabilidad por la relación ! por la conducta de mi marido, que era lo que "se supon'a que ten'a que hacer una mu+er". Cuando OacS comen)ara a culparme ! acusarme, !o deb'a tratar de e*plicarle pacientemente: "2o, no es eso lo que di+e ni lo que hice". 1ens que conseguir'a que l viera lo que estaba haciendo. 1ens que todo era debido a su ignorancia ! a que en su ni6e) hab'a sido v'ctima de abuso. 1ens que si !o era una mu+er "cabal" podr'a hacer que l viera la lu), que quisiera de+ar de ser abusivo. 1ero a pesar de mis intentos, l siguió. 0ent' que estaba fracasando como mu+er ! como persona./ 1ero ahora todo era diferente.
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suficientemente comprensiva ni que no fuera capa) de e*plicar las cosas lo suficientemente bien ni que no fuera lo bastante tolerante ni los antecedentes de su familia torturada ni la relación misma.
1or primera ve) supe que !o no ten'a que ser culpada por la agresión. Ro no era en absoluto responsable de ese maltrato. Nl era el perpetrador. &l problema era su!o. Con esta validación vino el principio de mi fortalecimiento. Cuando, como de costumbre, entró en mi cuarto culpando ! acusando, !o, armada con el nuevo conocimiento ! la ma!or confian)a que eso me daba, le di+e simplemente: 3"@asta, OacS. 5+ame sola". 4na mirada de estupefacción lo detuvo en la puerta. 1or primera ve) algo hi)o que se detuviera.Abandonó el cuarto sólo para volver m-s tarde ! decirme de manera e*tra6a: "Cuando me di+iste eso, sent' como si me llamaran a mi +uego". 2o de mo st r lo qu e pe nsa ba au nq ue me se nt'a conmocionada. 1ens: "EDa!aF 8&stamos casados hace once a6os ! durante todo ese tiempo has estado +ugando conmigo9 ETodo nuestro matrimonio no ha sido m-s que un +uego de poder para tiF ET( no eras la v'ctima inocente que transmit'a el mismo abuso que hab'a sufrido, sino que estabas tratando deliberadamente de controlarmeF". Nl siguió: "2o quiero vivir as'. uiero buscar a!uda". &n ese momento se abrió la posibilidad de un cambio. &ra mu! importante encontrar r-pidamente un buen t erapeuta. Convinimos en que ambos har'amos terapia. Ro conoc'a un renombrado terapeuta para pacientes individuales pero como terapeuta para pare+as no fue una gran elección. 2o ten'a demasi ada visión sobre los problemas referidos a los distintos se*os ! al abuso de poder. 2o entend'a la din-mi ca de las relaciones agresivas ! consideraba que la violencia verbal era un problema mucho menor que la violencia f'sica. R para empeorar las cosas, terminó victimi)-ndome, sin intencion, esto! segura. Mnicialmente OacS hab'a aceptado la total responsabilidad de haberme agredido, pero nuestro terapeuta siguió investigando nuestras debilidades para encontrarle un ma!or "sentido" al problema. Tampoco quiso enterarse de mi e*periencia le!endo el libro que !o le entregu ! que en su momento hab'a subra!ado casi por completo. &n cambio su actitud fue algo as' como decir: "ECómo podemos atrevernos, nosotros, que a sus o+os somos gente enferma, a hacerle a l, el famoso profesional en salud mental, alguna sugerencia sobre nuestro problemaF ENse es su traba+o, no el nuestroF". &laboró un plan de conducta para mi marido, del cual !o deb'a tomar la mitad de la responsabilidad. Mnmediatamente lo cuestion. 81or qu se esperaba que me hiciera cargo de los problemas de mi marido9 8u hac'a l en el caso de un matrimonio en que el hombre estuviera golpeando a su pare+a9 8&sperar'a tambin que la mu+er se hiciera parcialmente responsable de un problema que no era su!o9 32o 3me di+o3, en ese caso la pare+a deber'a sepa rarse, le dar'a apo!o a la mu+er ! el hombre recibir'a terapia que enfocara su violencia. 31ero esta din-mica 3 le contest3 no es diferente. &ntonces, 8por qu me estobligando a hacerme parcialmente responsable de un problema que no es m'o9 &sto tiene que ver con preconceptos se*istas. Oill 3di+o3, usted est- hablando de violencia f'sica. &sto es sólo verbal. 2o es la misma cosa. 4sted es demasiado susceptible. Lo normal ser'a que usted aprendiera a ignorar algunas de las cosas que l hace. 0eguimos disintiendo pero por desgracia mi marido, que hab'a aceptado inicialmente
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su total responsabilidad, cambió de idea mu! contento. 7ab'a encontrado un nuevo aliado en sus esfuer)os por endilgarme la responsabilidad a m'. 2o hace falta decir que la agresión creció de manera terror'fica. 1arec'a que mi marido se sent'a +ustificado, ! hasta animado, por la comunidad teraputica. 2unca hubiera esperado esto del psicólogo que !o hab'a buscado para que nos a!udara, pero eso fue e*actamente lo que pasó.
La b1squeda de un terapeuta Cuando consulto con la gente sobre la din-mica de su comunicación interpersonal ! la naturale)a del abuso verbal, los a!udo para que tengan una percepción m-s clara de lo que o!en ! lo que dicen. 5espus, si necesitan un apo!o teraputico regular, los env'o a un terapeuta que comprenda la tem-tica del abuso verbal.0ugiero a quienes est-n buscando a!uda teraputica que conversen con tantos terapeutas como puedan hasta que encuentren al que consideran adecuado. Ro recha)ar'a: A terapeutas que no vean abuso verbal igual a abuso f'sico3actos de violencia3 Les falta capacitación/ A terapeutas que no comprendan los problemas relacionados con el patriarcado, el poder ! la diferencia de gnero. 0er-n ciegos al abuso./ A terapeutas que consideren a la mu+er responsable de cualquier modo por la conducta del abusador. 0u orientación teraputica terminar- agrediendo a la mu+er./ A terapeutas que no valoren la e*periencia de la mu+er. Tender-n a privilegiar su conocimiento "e*perto" sobre la valiosa e*periencia de la mu+er./ A terapeutas cu!a posición teraputica no abra espacio a nuevas formas de ser, de manera respetuosa ! colaboradora. •
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La eleccion es, por supuesto, sub+etiva e individual.
1VIII LOS NINOS / EL AB$SO VERBAL
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C&mo alentar la autoestima de sus $i,os Cuando un progenitor se enfrenta con una situación de mucho estrs, ! su hi+o necesita atención, la urgencia del momento invita a una respuesta apresurada. Aun cuando tenga tiempo para pensar, un progenitor puede pasar por alto soluciones o acciones obvias si su mente no est- serena. 1or esta ra)ón, es importante que los progenitores recuerden la necesidad de tratar a sus hi+os con benevolencia ! respeto, aunque estn estresados. Cuando el respeto es el conte*to de lo que se dice, es m-s probable que las palabras transmitan respeto. &n muchas ciudades se dan cursos para progenitores ! ha! muchos libros disponibles sobre la crian)a de ni6os. A veces es dif'cil elegir entre tantas filosof'as diferentes; creo que el criterio esencial a tener en cuenta es que recomienden el respeto a los ni6os. 0i damos amor ! atención a nuestros hi+os, somos emp-ticos con sus sentimientos, honestos con ellos ! alentamos su independencia, en la ma!or'a de los casos los veremos crecer como adultos cari6osos, atentos, emp-ticos, honestos e independientes. A veces la presión de sus pares o una agresión sufrida fuera del hogar pueden influir para que el ni6o act(e de manera indeseable. &n lugar de apresurarse a culparlo, serme+or buscar a!uda e*terna a travs de clases para adultos, asesoramiento !o conversaciones con otros progenitores. Comunicar con'ana
Creo que una de las maneras m-s efectivas de infundir confian)a es permitir que el ni6o cubra sus propias necesidades en cuanto demuestre capacidad para hacerlo. Comunicar aprecio
Los ni6os responden al aprecio. &llos nacen buenos, curiosos ! espont-neos. Cada ni6o tiene talentos e intereses (nicos. &l traba+o de los progenitores es dar a sus hi+os la atención que necesitan. 1restando atención a lo que le gusta al ni6o 3la m(sica, la dan)a, las carreras, los colores brillantes, la tranquilidad, los deportes, etctera3 e introduciendo ! estimulando sus intereses, lograr- que perciba su calidad de ser (nico. Comunicar cu%les son los límites
La buena comunicación inclu!e e*presar a los hi+os cu-les son sus l'mites. Los ni6os se sienten m-s seguros ! bien cuidados cuando sus padres les fi+an l'mites. 0er-n mucho m-s capaces de establecer sus propios l'mites cuando sean adultos, si lo han aprendido en la ni6e). Comunicar elecciones
0e debe dar al ni6o la posibilidad de elegir siempre que sea posible. 1ara los progenitores, esto representa un esfuer)o e*tra, porque es m-s f-cil decir: "Te pondr-s esto, te guste o no". 1ero si su hi+o aprende temprano que puede hacer elecciones ! ser responsables por ellas, estarme+or equipado para hacer buenas elecciones en su vida. Cuando los ninos son testigos del abuso verbal
A veces, aunque est tratando de proteger a un ni6o, un progenitor puede perder la noción de cómo respetar sus sentimientos. 1or e+emplo, una mu+er escribió: "Tuve un abuelo que sol'a gritarme ! rega6arme.
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&n una situación como sta, el ni6o necesita o'r: "Lo que acaba de hacer o decir/ no est bien. Den conmigo; hablar con l". &l abusador necesita o'r: "&so que di+iste a
0i un ni6o es agredido o es testigo de un abuso, sufre. 4na mu+er me di+o: "Continuar as' puede da6ar al ni6o. &s erróneo pensar que continuar con un matrimonio ]para bien de los chicosG tenga mrito alguno. 1or el contrario, es e*tre3 madamente per+udicial. 0i el abuso se vuelve hacia el ni6o o si el ni6o inconscientemente absorbe la mec-nica de una relación agresiva, a la larga todo resulta sumamente doloroso". &sta mu+er hablaba por su propia e*periencia. Cuando los ni6os crecen en medio de la agresión, pueden e*presar su frustración, dolor ! confusión, o tratar de borrar la e*periencia con drogas u otros medios autodestructivos. Mncluso pueden intentar suicidarse. Las chicas pueden inclinarse m-s a apartarse, ! los muchachos a volverse m-s agresivos. 0i los ni6os no se cr'an en un hogar pac'fico ! afectuoso, aunque sus progenitores estn en la casa, no vivir-n en un medio saludable. Aunque los ni6os necesitan que ambos progenitores los traten con respeto ! dignidad ! atiendan de igual manera sus necesidades, esto no siempre es posible. &s importante
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saber que los ni6os pueden encontrarse me+or en un hogar con un solo progenitor no agresivo que en otro en el cual est- presente el abuso aunque estn los dos progenitores. &s importante que los ni6os puedan e*presar sus sentimientos respecto de la separación de sus padres. 4n ni6o puede decir "Te odio", a su padre o madre, queriendo decir que odia lo sucedido. 5ecir "Te odio" no es abuso verbal. &s una intensa e*presión de sentimientos. 0in embargo, de+ar una relación agresiva puede ser mu! dif'cil si los +ueces no se toman el tiempo necesario para escuchar a los ni6os. 4na mu+er me hi)o un resumen de su e*periencia: 2unca olvidar la vo) de mi supervisora. "Los +u)gados tienen pre+uicios contra las mu+eres" di+o, cuando le coment que hab'a comen)ado los tr-mites de divorcio. 1ens que podr'a tener problemas financieros pero estaba segura que mis hi+os estar'an protegidos, que el +u)gado ser'a ra)onable con respecto al bienestar de esas preciosas vidas. 1ara mi horror, me equivoqu. Completamente. 5ecir que la peor pesadilla de una madre podr'a volverse real, ser'a poco. Lo que me sucedió en el +u)gado es impensable.
Cuando ped' a su padre que considerara su temor ! su dolor, me amena)ó frente a ella: "2o hagas que recurra al +u)gado para que te quiten los ni6os". &sto! amedrentada ! aterrori)ada. 2o es sorprendente que los chicos tambin lo estn. Aun e*istiendo pruebas de abuso a su esposa e hi+os, el +ue) decidió que mis hi+os pasaran con su padre la mitad de su tiempo. 7icieron o'dos sordos a mis ruegos de compasión con los ni6os. 0us voces no fueron ni siquiera escuchadas. &l padre se hab'a +actado con los amigos de cómo me har'a pagar por haberlo de+ado, dec'a que su sue6o era verme tan ahorcada financieramente que no tuviera m-s remedio que dormir en el coche mientras l tomaba el control de todo. &sto lo s porque me lo contaron, advirtindome de su "locura". Cuando los chicos volvieron ho! a casa, uno di+o: "
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E&s una locuraF
Algunas mu+eres que han de+ado una relación verbal ! a veces f'sicamente agresiva, refieren un fenómeno e*tra6o ! triste.Tantas mu+eres me han informado de ello que merece que sea mencionadoaqu'. Cuando un abusador no es capa) de cumplir su compromiso de dar prioridad a las necesidades de su hi+o, aunque pregone que sa es su intención, puede tratar de ganar poder sobre su e* pare+a a travs del ni6o. 0i est- inmerso en la Iealidad M, estcerrado a toda e*periencia de reciprocidad, ! si no se ha enfrentado con su necesidad de 1oder 0obre, esa necesidad estar- ah' todav'a. 0i no ha transferido su necesidad de controlar a una nueva pare+a, su anterior compa6era puede servir para eso. &l acecho a la madre a travs del hi+o se lleva a cabo diciendo al ni6o algo as': "Ro amo a tu madre. uiero que estemos todos +untos de nuevo. 0i tenemos que volver a estar +untos, necesito saber qu hace ella, adónde va, qu se pone, con quin habla, qu dice. T( sólo puedes confiar en m'". &l ni6o quiere que todo est bien. Nl desea amor ! no sabe que est- siendo manipulado. 1ero cuando los chicos crecen, a veces saben ! dicen. Cuentan cómo fueron manipulados para que se convirtieran en esp'as e informaran. 7ablan de su confusión. 0e refieren a sus sentimientos como una me)cla de lealtad, culpa ! triste)a. Las e* mu+eres de estos abusadores dicen que el acecho en su vida es una constante pesadilla para ella ! sus hi+os Cuando los padres viven separados
Los conceptos que siguen pueden ser (tiles para mu+eres que necesiten reafirmar su separación de un esposo anterior, para sus hi+os, para educadores, terapeutas o traba+adores sociales. La relación de los hi+os con cada uno de sus progenitores es separada ! especial. &st- bien decir "2o quiero hablar sobre eso" si alguno de ellos hace preguntas sobre el otro. &s importante que los ni6os digan a su progenitor, conse+ero o a un adulto en quien conf'en, todo lo que los hiera, confunda o moleste, aun si para ello tienen que hablar de pap- o de mam-. Cuando !a no viven +untos, no incumbe a ninguno de ellos nada referente a la vida del otro. 2o est- bien que un progenitor pida detalles a su hi+o sobre la vida del otro. • •
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1VIII PRE0$NTAS FREC$ENTES 1. El abuso verbal en una relación, ¿es parte de una lucha por el poder
&n este libro !o no uso los trminos "lucha por el poder" pero la idea de que el abuso forma parte de una lucha de ese tipo aparece mucho en la literatura popular de autoa!uda. &l tema merece ser estudiado porque el concepto crea confusión. 4na lucha por el poder involucra a dos personas o grupos que tratan de "vencer" o tener poder uno sobre el otro. &n el campo de +uego dos equipos de f(tbol tienen una lucha de poder. &n el cuadril-tero, dos bo*eadores tienen una lucha de poder. 4na relación no es una cancha de f(tbol ni un cuadril-tero de bo*eo. 1or e+emplo, cuando una mu+er que sufre una relación agresiva pide a su compa6ero que no le diga qu tiene que hacer o que no la critique, el puede considerar instant-neamente su pedido como una lucha por el poder, un desaf'o a su "autoridad" ! una disputa en la que tiene que vencer. 1or el contrario, la mu+er suele considerar ese pedido como un ruego para ser aceptada, amada ! liberada del dolor, como una posibilidad de tener una me+or relación. 1iensa que una ve) que su pedido sea atendido, su compa6ero cambiar- su conducta, querr- saber qu la molesta ! hasta se sentir- sumamente apenado por el dolor que ha infligido. !. ¿"ebo considerarme una víctima o una sobreviviente del abuso verbal
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La interrogación es una forma de desv'o. 0i una respuesta es interrumpida con otra pregunta ! despus, tan pronto como se intenta responder la (ltima pregunta se recibe otra, ! cada pregunta es e*presada con urgencia, se desv'a el curso de los pensamientos una ! otra ve). 4na mu+er que e*perimentó esto di+o: "Ro sent'a como si mi cerebro se hubiera convertido en una rosquilla. 2o pensaba que fuera un abuso. Cre'a que !o deb'a esfor)arme por contestar o descubrir cu-l era la pregunta. uer'a responderla pero !a recib'a una nueva. 0ent' que hab'a fracasado.
Hran parte de la confusión e*istente en las relaciones de violencia verbal se origina en los "dobles mensa+es". &l doble mensa+e b-sico en una relación de abuso verbal es "Te amo" ! "2o te amo". 4no de los conte*tos m-s comunes en los que se produce el abuso verbal es en un matrimonio o en una pare+a estable. 0e supone que los matrimonios o las relaciones estables est-n basados en el amor mutuo. &l abuso en este conte*to es "productor de locura" porque presenta un doble mensa+e. Nste es el hogar un lugar seguro/. Aqu' se lleva a cabo el abuso un "lugar" no seguro/. Cuando se transmiten dos mensa+es al mismo tiempo, la persona que los recibe se encuentra entre dos informaciones contradictorias. 7ab'a un hombre mu! violento que cuando hablaba de su relación con una mu+er a la que golpeaba periódicamente, dec'a: "0i tenemos problemas es porque la amo demasiado". &sta declaración es "productora de locura". &l amor no crea problemas. &l dominio s'. ). *i debo aceptar a mi compa+ero, ¿signi(ica eso que debo aceptar las cosas que me dice o la (orma en que me trata
Lo m-s duro de aceptar es la realidad del abuso, lo que la propia e*periencia est- diciendo. 4na mu+er puede dudar de s' misma ! de toda su e*periencia. 0i adem-s cree que debe aceptar la conducta de su compa6ero, le resultar- a(n m-s dif'cil aceptar su propia verdad. Algunas mu+eres creen que la aceptación de la conducta violenta de su compa6ero es una prueba de su amor. 1or e+emplo, 2icole @roPn sosten'a la confusa creencia de que deber'a haber aceptado mucho m-s a(n. La aceptación del abuso e*presa confusión o miedo al da6o f'sico, tanto a la mu+er como a los ni6os. ¿E-iste el abuso espiritual
0', e*iste. A veces el 1oder 0obre la gente se disfra)a de 5ios. &n esos casos se dice a unas personas las mu+eres/ que tendr-n que someterse a la voluntad de otras personas los hombres/. A esta malfica dominación se le da el nombre rimbombante de "la voluntad de 5ios". Nste es otro e+emplo de cómo se toma el nombre de 5ios en vano. A veces toda una comunidad es adoctrinada de este modo, tanto mu+eres como hombres. 4na mu+er puede llegar a creer que la voluntad de 5ios es la voluntad de su marido o de otro hombre. &sta misma mu+er, que no se atrever'a a decir a un hombre que siguiera sus directivas, puede no cuestionar el hecho de que alguien le diga cómo debe vivir su vida. Cuando las mu+eres que han aprendido a aceptar esta forma de dominación despiertan a la realidad de su propia espiritualidad ! hasta descubren la historia de la espiritualidad femenina, dicen que se sienten liberadas ! al mismo tiempo profundamente traicionadas. 7a! algo mu! perverso en el uso de la idea de "5ios", que para mucha gente representa "Amor", para ense6ar la dominación; mucha gente se siente afectada por ella. . /i marido dice que se siente agredido cuando no obedezco sus órdenes. ¿*e puede considerar que es así sólo porque 'l lo sienta
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&l abuso es la dominación de una persona por otra. &l dominador se siente agredido si no tiene *ito en el e+ercicio de la dominación sobre su pare+a o qui)- porque ella se resista. 1or eso l puede sentirse disminuido ante sus propios o+os, especialmente si piensa que ser hombre es dominar. 5e manera similar, ! si llevamos el caso al e*tremo, po3 demos presumir que un violador se siente m-s hombre si consigue violar usar/ a una mu+er, ! mucho menos hombre si no tiene *ito en su intento. &sto guarda relación con la idea internali)ada ! equivocada de que una mu+er es un ob+eto que se puede usar ! que un hombre verdadero deber'a usarla. &sto da la impresión de que el marido confunde a su mu+er con una sirviente o con una esclava. 1osiblemente l siente como un fracaso que ella no act(e como tal ! no puede renunciar a la creencia de que ella "debe" obedecerlo. 0. ¿*ería conveniente escribir sobre las e-periencias masculinas de abuso verbal en una relación
La me+or autoridad en e*periencia masculina de abuso verbal en una relación son los mismos hombres; ellos deber'an ser los m-s capaces para describirla. Ro tengo mu! poca información sobre este tema. 0in embargo, por lo que he o'do, parecer'a que los hombres tienen m-s e*periencia de abuso verbal en la cultura en general, especialmente en lo que se refiere a que una persona prevale)ca sobre otra, o a que se les diga que tienen que actuar de cierta forma, o a que deban avenirse a las ideas de otros sobre lo que debe ser una persona, para ser aceptados como hombres por los otros hombres. . ¿2ómo puedo reconocer al abusador verbal encubierto que me dice lo que quiero oír para pescarme 3o quiero mantener mi optimismo, estar abierta pero protegida, ser positiva pero realista.
&l momento de reconocer el abuso es, por supuesto, aquel en que se produce, pero el abuso encubierto puede desafiar hasta el e*tremo la capacidad discriminatoria de una mu+er. 0in embargo, si l hace comentarios que lastiman pero asegura que se trata de una broma, es un abusador. La relación agresiva es m-s una actitud permanente, no un momento aislado de ira o irritación por una diferencia de opinión. 4n hombre me contó que un d'a, cuando l ! su novia volv'an en coche a casa despus de haber ido al cine, ella e*presó una opinión distinta de la su!a sobre la pel'cula que acababan de ver. 1or alguna ra)ón, me di+o, l se enfadó ! comen)ó a levantarle la vo) Todav'a no se e*plica por qu lo hi)o./ La lu) del sem-foro cambió ! el coche tuvo que detenerse. La mu+er di+o: "ETus palabras son insultantesF", ba+ó del coche ! se marchó. Nl la llamó repetidas veces por su nombre pero ella !a no estaba. "5esapareció en la noche", di+o.0e sintió mu! sacudido. &l tr-nsito impidió que l la siguiera. 0e fue a casa. &lla no hab'a llamado. ?inalmente, apareció dos d'as despus.Nl nunca volvió a hacerlo.
14. ¿5o es m6s apropiado que nos concentremos en no aceptar la agresión en lugar de hacer del problema una cuestión de g'nero
Cuando nos referimos a las relaciones de pare+a entre adultos, no podemos hacer del abuso verbal una cuestión de gnero porque !a lo es. 11. $as mujeres, ¿eligen inconscientemente a los abusadores para v'rselas con sus problemas no resueltos
Las mu+eres eligen a un compa6ero entre los hombres que las corte+an. Los sienten como si fueran personas atentas ! cari6osas porque mientras las est-n corte+ando su trato es
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Abuso verbal
conciliatorio. 0in embargo, una ve) que l la ha "pescado", si cree que ahora que tiene derechos ! prerrogativas es superior, que si demuestra vulnerabilidad ! calide) es inferior, que si revela sus sentimientos demuestra debilidad, que ha nacido para mandar a una mu+er, que no tiene la responsabilidad de edificar ! mantener la relación, que l deber'a ser el centro de su atención ! que ella deber'a hacer lo que l le e*i+a, su actitud ! su trato hacia ella cambiar-n. BIBLIO0RAF.A
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trad. 7ildegarde ! 7unter 7annum/ ?arrar, 0traus ` Hirou*, 2ueva RorS, *+-' 44*#ou S#alt -ot 5e A/are Society's 5etrayal of t#e C#ild trad. 7unter 7annum/ , ?arrar, 0traus ` Hirou* Mnc., 2ueva RorS, *++.' 44*#e 0ntouc#ed .ey ,
7ildegarde3
Iandom 7ouse, 2ueva RorS, *++.'
1aul, Oordan y 1aul,
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Manipulated
Mind
5rain/as#ing%
Conditioning
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Patricia Evans
(ndoctrination ,
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