1.5
GEOMORFOLOGÍA
El capítulo de geomorfología, comprende la evaluación del relieve, en una faja de aproximadamente 3 km de ancho por 19,39 km de largo, en una parte de la costa inferior del departamento de Lima. En este capítulo se examina las características superficiales y origen de las formas del relieve actual, así como la incidencia pasada, actual y potencial de las acciones erosivas en el área. El análisis de estas variables tiene especial importancia práctica, puesto que el relieve es el fundamento fundamento dond dondee se desarrollan desarrollan la mayoría mayoría de las intervencio intervenciones nes humanas, las cuales pueden tener repercusiones negativas, que en ciertos casos comprometen no solamente la calidad del medio ambiente y los recursos naturales, sino incluso la seguridad física con la probabilidad de ocurrencia de desastres naturales. La evaluación realizada, considera además de las propias variables geomorfológicas, las características ambientales extremadamente desérticas del área y sus caracteres geológicos, que en conjunto, son el soporte del título de Estabilidad y Riesgo Físico que se presenta en el Volumen I de presente EIA. Por ello, la evaluación geomorfológica incide en el reconocimiento de procesos erosivos actuales y potenciales. El trabajo se ha basado principalm principalmente ente en el examen examen de cartas fotogramétricas fotogramétricas a escala 1:25 000, 000, y en imágenes imágenes satelitales Landsat 7 del año 2000, de alta resolución. La fotointerpretación de imágenes y cartas se ha complementado con observaciones directas en el terreno. El estudio efectuado se acompaña de un mapa geomorfológico a escala 1:50 000 que delimita las principales formas del relieve, sus rasgos distintivos y la ocurrencia actual de acciones erosivas, cuando éstas se presentan. 1.5.1
GEOMORFOGÉNESIS
El origen de las formas del relieve en esta región, comprende acciones ocurridas desde fines del cretácico. Hasta esa época, las áreas que actualmente conforman la costa y sierra del país, constituían un fondo marino que recibió una voluminosa sedimentación mesozoica, en la que se intercalaron diversas formaciones de origen volcánico. Entre fines del Cretáceo y principios principios del Terciario, Terciario, se iniciaron iniciaron los primeros primeros movimientos movimientos tectónicos tectónicos de la orogenia orogenia andina, que dieron como resultado la formación continental del relieve costero, cuyos episodios más importantes fueron los siguientes:
1.5.1.1 1.5.1. 1
Morfogénesis Terciaria
Los eventos determinantes en la morfología actual se iniciaron entre fines del Cretáceo y comienzos del Terciario, período en que se produjeron los primeros grandes movimientos de plegamie plegamiento nto y levantami levantamien ento to generalizad generalizados os de la llamada orogenia andina. Estos movimientos hicieron emerger los miles de metros de espesor de sedimentos marinos, que formaron la actual Cordillera Occidental. Desde principios del Terciario hasta la fecha, la sierra se hizo definidamente continental, mientras que la costa, ubicada al pie de la naciente Cordillera Occidental, pasó a veces por nuevas etapas de cubrimiento y sedimentación marinas. Paralelamente y un poco posterior al EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-1
inicio de la orogenia andina, sobre una franja de debilidad estructural de la masa sedimentaria se intruyó un enorme cuerpo magmático de más de 1 000 km de largo por varias decenas de km de ancho. Esta extensa masa intrusita dio lugar a la formación del llamado Batolito de la Costa el cual separó los volúmenes sedimentarios y volcánicos mesozoicos en dos grandes bloques: el más grande quedó hacia el este del batolito, constituyendo la base de la región de sierra y el menor quedó pegado al litoral, formando una faja de islas marinas y colinas costeras. Actualmente, en la costa central del país, las rocas del Batolito enmarcan por el Este la región costera. Otro episodio fundamental para la costa fue el levantamiento andino, que duró de fines del Terciario hasta comienzos del Cuaternario, elevando los Andes a sus altitudes aproximadamente actuales. Uno de los resultados de este levantamiento es el hecho de que la costa central, aproximadamente entre Pisco y Trujillo, tiene la plataforma continental de mayor amplitud de la costa peruana, ya que tanto en el sur como en el norte del país la costa continental tiene ante si una estrecha plataforma continental marina, estando muy próxima a las fosas oceánicas bajo las cuales subducciona la placa de Nazca. La mayor amplitud de la plataforma en la región central del país se debe a hundimientos recientes, ocurridos como compensación isostática al reciente levantamiento andino plio pleistocénico.
1.5.1.2
Morfogénesis Cuaternaria
Los eventos terciarios de la orogenia andina configuraron los aspectos esenciales del relieve costero, el cual quedó como un piedemonte continental de la Cordillera Occidental. Por otro lado, desde que los Andes alcanzaron altitudes similares a las actuales, el clima de la costa ha sido siempre árido, sin variaciones extremas. Sin embargo, en períodos comparativamente breves del Cuaternario, ocurrieron en el mundo varias fases glaciales, frías y húmedas, dos de las cuales afectaron las partes altas de los Andes, que fueron cubiertos en amplias extensiones por grandes masas de hielo. Olivier Dollfus fue uno de los primeros en identificar bien en los Andes centrales del país los rasgos morfológicos de las dos últimas glaciaciones mundiales, las cuales duraron cada una varias decenas de miles de años, separadas entre sí por un largo período interglaciar cálido climáticamente similar al actual. Las glaciaciones modelaron directamente la sierra, pero la costa también sufrió notables transformaciones morfológicas durante estas etapas. La última glaciación mundial, conocida como período wurmiense, ha tenido una duración aproximada de 70 000 años, luego de unos 250 000 años de interglacial cálido, y ha concluido hace apenas 10 000 años, lo que resulta muy poco en términos morfológicos, por lo que las huellas del modelado glaciar son evidentes en todas partes. En el área de estudio, las influencias de las glaciaciones andinas se observan sobre todo, en las grandes acumulaciones aluviales torrenciales dejadas en las planicies por antiguas corrientes aluviales divagantes. Estas corrientes fueron resultado de climas desérticos, pero que a diferencia del desierto actual, presentaban durante las glaciaciones lluvias esporádicas de fuerte intensidad. Estas gruesas acumulaciones forman gran parte de las actuales llanuras costeras, sujetas casi permanentemente a las leves acciones erosivas debidas al viento. En su mayor parte, la costa es una extensa llanura que queda como una franja alargada al pie de los Andes occidentales. En detalle, la llanura presenta secciones de distinta topografía, comprendiendo sectores muy llanos de menos de 1% de pendiente hasta secciones EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-2
ligeramente inclinadas, onduladas o disectadas de hasta 15% de pendiente, que incluyen frecuentes accidentes topográficos. Esta variedad se debe a la aparición del substrato rocoso tanto por causas tectónicas como principalmente por acciones erosivas cuaternarias de distinta índole, como erosión eólica, escorrentías esporádicas, erosión fluvial, entre otros. Los sectores más llanos corresponden a la llanura aluvial reciente del río Cañete, donde las acumulaciones aluviales modernas han cubierto prácticamente todas las irregularidades topográficas salvo algunas lomadas y colinas que aparecen sobre el llano a modo de “montes relictos”. En forma más localizada, algunos sectores de llanura interior, alejados del curso fluvial, tienen también muy poca pendiente, debido en parte a la actividad eólica y aluvial de los últimos milenios que contribuyó a rellenar las depresiones regularizando las superficies. Pero de manera dominante, las llanuras interiores tienen numerosos accidentes topográficos, como disecciones, ondulaciones, exposiciones del substrato rocoso y dunas, que se deben a las acciones eólicas y eventuales lluvias en los últimos miles de años. Los relieves de colinas y montañas que enmarcan las llanuras costeras, son el resultado de la orogenia y elevación plio pleistocénica de los Andes, a consecuencia de la cual, se encajonaron los cursos de agua dando lugar a la configuración montañosa actual de la cordillera andina, especialmente en la sierra y selva alta. En la costa, las colinas y montañas corresponden de manera general a las estribaciones occidentales finales de la Cordillera Occidental, y conjuntamente con las planicies, conforman los grandes conjuntos morfológicos fisiográficos de la costa. 1.5.2
FISIOGRAFÍA
Los conjuntos morfológicos del área se pueden agrupar en categorías topográficas sencillas, como planicies, y colinas. Al final de este capítulo, en el cuadro 1.5-1 se presenta un esquema descriptivo de caracteres de las distintas unidades geomorfológicas identificadas, así como su influencia y distribución espacial a lo largo del trazo de la variante Cañete. A continuación se describe las principales características fisiográficas de dichas unidades:
1.5.2.1
Planicies
Esta topografía agrupa los relieves de llanura con pendientes que van de 0 a 15%, las cuales se originaron principalmente por la acción acumulativa de los agentes erosivos externos. En la costa se distinguen formas llanas debido a la acción marina y la acumulación aluvial y eólica; sin embargo, las formas marinas no se aprecian en el área de estudio. En el mapa geomorfológico se ha identificado las siguientes formas de relieve:
Llanuras Aluviales de Valles Cultivados (Símbolos Llc1 y Llc2) Estas formas de relieve se originaron por la acumulación aluvial del río Cañete y quebradas que descienden de la región andina. El río Cañete, al salir de la cordillera y entrar en la costa se explaya en una amplia llanura con pendiente dominante de 0 a 2%, aunque incluye llanuras con accidentes que localmente llegan hasta 15%. Los terrenos están formados por bancos estratificados de gravas redondeadas, arenas y limos, con mínimas proporciones de arcilla, que proceden de grandes distancias, desde la sierra.
EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-3
En el mapa geomorfológico, esta unidad ha sido subdividida en dos clases: la unidad de llanuras cultivadas (símbolo Llc1), y la unidad de llanuras onduladas a disectadas, cultivadas (símbolo Llc2), (ver fotos 1 y 2 del volumen V de anexos, capítulo de geomorfología). La primera sub unidad de llanuras cultivadas es la que predomina ampliamente, estando formada por las planicies de valle, constituidas a su vez por extensas fajas de terrazas bajas aluviales, la pendiente es llana de 0 a 2%, y localmente hasta 4%. La segunda sub unidad, incluye como su nombre indica, mayores accidentes topográficos, de ondulaciones, inclinaciones y disecciones, debido a que se trata mayoritariamente de las periferias de los valles costeros, donde se mezclan conos deyectivos, glacis y estribaciones colinosas, que han sido ganadas para el agro, en terrenos con pendientes dominantes de 4 a 10%, y localmente hasta 15%. Casi la totalidad de la llanura aluvial se usa para cultivos bajo riego, lo que hace una diferencia sustancial con el resto de llanuras de la costa, que en su gran mayoría son eriazas. Además de modificar las propiedades de las capas superficiales del suelo, los cultivos protegen el terreno de la erosión eólica, la cual es particularmente activa sobre las partículas finas de las llanuras aluviales, cuando éstas no están cubiertas de vegetación.
Planicies Eriazas (Símbolos Pd y Pod) Forman una pequeña parte de las llanuras costeras desérticas en el trazo alternativo del gasoducto, donde además de la falta de vegetación debida a la carencia de cultivos, las diferencias que hay con respecto a las llanuras anteriores son sobre todo de pendiente y presencia de accidentes topográficos menores. La pendiente de estas llanuras va entre 0 y 15% como rango dominante, habiéndose diferenciado en el mapa geomorfológico dos unidades por pendiente; la más llana, denominada planicies eriazas (símbolo Pd), tiene pendiente dominante de 0 a 5%. La más accidentada, es denominada planicies eriazas onduladas a disectadas (símbolo Pod) y sus pendientes son del orden de 4 a 15%. El origen de ambas formas de planicie está relacionado con los procesos de aplanamiento de las estribaciones finales de la cordillera que ocurrieron en la costa durante las breves pero intensas fases lluviosas cuaternarias y precuaternarias. Estas fases lluviosas han dado como resultado relieves más o menos inclinados de manera uniforme hacia el mar. Ejemplo de estas planicies eriazas que ocurren especialmente en el extremo norte del área de estudio, (ver foto 3 del volumen V de anexos, capítulo de geomorfología)
1.5.2.2
Lomadas y Colinas
Son elevaciones topográficas que por lo general corresponden a los afloramientos de substrato rocoso pre-cuaternario. Salvo excepciones, las pendientes son superiores a 10% y frecuentemente superiores a 50%. Estas formas pueden agruparse en dos categorías:
Lomadas (Lo) Vienen a ser relieves de topografía suave y ondulada con elevaciones que no sobrepasan los 20 metros y cuyas pendientes oscilan entre 10 y 50%, Su origen de tipo denudacional, es EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-4
resultado del desgaste pronunciado de relieves preexistentes, conformados por rocas intrusivas precuaternarias o sedimentarias pleistocénicas (ver foto 4 del volumen V de anexos, capítulo de geomorfología). La acción actual de los procesos morfodinámicos es poco apreciable debido a la escasa pendiente de sus laderas. Su litología varía de acuerdo a la zona donde se han desarrollado; así las lomadas que se extienden en los bordes del cerro Candela, al sureste de la franja evaluada, se encuentran conformadas por conglomerados de origen aluvial medianamente consolidados, pertenecientes a la formación geológica Cañete y que presentan una morfología típica con una red de drenaje antigua de tipo pinado; en tanto, las lomadas desarrolladas hacia el norte de la zona de estudio se hallan conformadas por rocas ígneas plutónicas del batolito costanero, encontrándose afectadas superficialmente por una fuerte meteorización. Ocurren en forma aislada y dispersa en el área de estudio.
Colinas (Símbolos Cb y Ca) Son relieves accidentados de fuerte pendiente y poca altura. Las pendientes mayormente están comprendidas entre 15 y 50% y por definición, la altura de las elevaciones topográficas no es mayor a 300 m sobre el nivel de las llanuras circundantes. Las colinas del área corresponden principalmente a rocas plutónicas graníticas y dioríticas del batolito costero, que ha sido emplazado durante el cretáceo. Para la generalidad de casos, lo dominante es que las colinas tengan una cobertura de arenas eólicas y mantos de intemperismo de varios decímetros a varios metros de espesor, que tiende a reducir las pendientes de las colinas y enmascarar los accidentes rocosos. En general las colinas presentan su mejor desarrollo en el sector central y norte de la franja en estudio (foto 5 del volumen V de anexos, capítulo de geomorfología). En el mapa geomorfológico, las áreas de colinas se han subdividido de acuerdo a su altitud, en dos tipos: Colinas bajas (Símbolo Cb) que constituyen elevaciones de terreno de cimas ligeramente redondeadas, con pendientes del orden de 20 a más de 50% y alturas sobre su nivel de base local comprendidas entre 20 y 80 metros. Constituyen mayoritariamente zonas de regular a buena estabilidad, salvo sectores localizados fuertemente disectados, donde se producen ocasionales derrumbes y; Colinas altas (Símbolo Ca), cuyas alturas en la franja evaluada fluctúan entre los 80 y 200 m sobre su nivel de base, caracterizándose por presentar cimas cónicas y pendientes mayores a 50%. Localmente presentan algunos sectores abruptos y escarpados, especialmente hacia los sectores más disectados, donde se producen ocasionales derrumbes.
Rasgos Fisiográficos Complementarios El mapa geomorfológico presenta, además de la diferenciación fisiográfica de nivel macro, un conjunto de rasgos fisiográficos complementarios, que ayudan a la descripción y caracterización del relieve. Entre estos rasgos cabe destacar los siguientes:
EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-5
§
Humedales costeros: Son sectores que caracterizan localmente algunas zonas llanas costeras. En estos lugares , la horizontalidad del relieve y la constitución del suelo, con elevadas proporciones de limos y materia orgánica y un substrato rocoso impermeable tiende a concentrar y a veces aflorar las aguas subterráneas locales o de la napa acuífera, determinando la formación de ambientes hidromórficos anegados, de especial importancia ecológica e hidrológica. Son dos humedales los que han sido reconocidos dentro del trazo de la variante Cañete: el que ocurre en la denominada Laguna Encantada y el que se desarrolla en las cercanías de Cerro Azul, al norte del área estudiada. El primero debe su formación, a la acción combinada de filtración por fisuras de las aguas de un canal de riego no revestido y, al afloramiento de la napa freática debido a un substrato rocoso impermeable que la encajona. Hoy en día en este sector no existe un espejo de agua como su nombre lo sugiere y más bien la zona ha sido invadida por una vegetación hidrófita de totorales. El segundo, debe su origen al afloramiento de la napa acuífera debido a la cercanía del substrato rocoso que la contornea; actualmente este humedal se halla en proceso de desecamiento por disminución del nivel freático como consecuencia de la agricultura intensiva del valle del Cañete; encontrándose cubierta por un manto ralo de gramadales.
§
§
Divisorias de subcuencas: Son las líneas que unen los puntos topográficos más altos, que separan laderas hacia una u otra cuenca de colección hidrográfica. Su delimitación en el mapa es importante, porque señala la orientación de las vertientes, hacia los fondos de las quebradas, poblados, cultivos o el propio trazo del gasoducto. Glacis: Son trazos indicativos que denotan la existencia de superficies llanas inclinadas hacia una dirección uniforme. La pendientes es de 4-15%. El tramado de su representación cartográfica indica el sentido de la inclinación y escorrentía superficial esporádica.
1.5.3
MORFODINAMICA ACTUAL
El clima desértico costero y la evolución geológica configuraron un patrón fisiográfico, sobre el cual se producen acciones erosivas propias de ambientes áridos. En términos generales se puede decir que, salvo sectores muy puntuales, la erosión actual para todo el trazo en el sector de la variante Cañete es muy débil y corresponde sobre todo a la dinámica eólica. A continuación se describe este proceso y otros de carácter menor.
1.5.3.1
Erosión Eólica
Dado el carácter desértico, la acción eólica es generalizada lo largo de toda la variante, pero los procesos involucrados son normalmente débiles y de poca importancia práctica. Ello se debe a la débil intensidad anual de los vientos y a la regularidad de dirección de los mismos. En la costa central, los vientos rara vez sobrepasan los 50 km/hora y por lo general son sólo brisas de 10 a 15 km/hora.
EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-6
Por otro lado, la erosión eólica se manifiesta sobre las partículas finas de los suelos, es decir, sobre arcillas, limos y arenas. No puede remover partículas más grandes y con las máximas velocidades que se registran en el área sólo puede remover arenas finas a medias, muy difícilmente arenas gruesas. Esta remoción se favorece si las partículas superficiales están secas o libres de sales que las aglutinen. En el desierto costero central, especialmente en el desierto litoral, las neblinas invernales hacen que la superficie esté casi siempre húmeda, lo que reduce la probabilidad de remoción eólica. Lo mismo sucede con las sales, frecuentes en las arenas desérticas, que aglutinan fuertemente las partículas. Por último, cuando el viento logra desplazar partículas bajo condiciones favorables de velocidad y sequedad, muy pronto elimina las partículas finas dejando en superficie una capa de arenas gruesas o guijarros que se constituirán en una superficie completamente estable ya que los vientos más fuertes no podrán remover la superficie. En consecuencia, el viento resulta así un agente poco eficaz que tiende a rellenar con arenas las depresiones o a excavar ligeramente por deflación, las áreas cubiertas con material seco y fino. En el sector de la variante Cañete, las acciones erosivas del viento no tienen mayor importancia práctica para el proyecto, en la medida de que se trata de acciones bastante débiles, en terrenos que tienden a estabilizarse rápidamente por la humedad atmosférica y salinidad, hecho que no excluye la presencia local de pequeños campos de dunas, como el que se aprecia cerca de San Juan de Ihuanco, al norte de área de estudio. Siempre es posible que las obras de excavación sobre pavimentos desérticos propicien You're Reading a Preview temporalmente un aumento de particulado, incidiendo sobre la calidad del aire. Unlock full access with a free trial.
Otras Acciones Erosivas y Morfodinámicas
Download With Free Trial
Debido a las características de sequedad climática costera y a la debilidad de las pendientes dominantes, las acciones erosivas resultan poco significativas en el área. Sin embargo, un proceso que podría producirse eventualmente es la ocurrencia de derrumbes de rocas, especialmente a causa de sismos. Al respecto, cabe mencionar que un tramo del trazo en el sector norte del estudio, cruza un territorio de colinas rocosas, donde el uso de explosivos para las obras del proyecto, podría inestabilizar los taludes. Pero, de producirse estos movimientos de masa, serían de muy pequeña magnitud. Otro proceso de riesgo se debe también a la eventualidad de sismos, cuando afectan sectores arenosos, como los que ocurren al norte del estudio, cuyas partículas tenderían a aglutinarse y compactarse por el movimiento telúrico. El resultado es una deformación de la superficie, que puede resultar severa y causar daños en estructuras construidas sobre estos terrenos sueltos. El riesgo es mayor aún sobre las llanuras de humedales, donde las arenas humedecidas tienden a sufrir mayor deformación, dando lugar a afloramientos de agua, que en algunos casos a manera de surtidores temporales pueden alcanzar varios decímetros de altura.
EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-7
1.5.4
ESTABILIDAD GEOMORFOLOGICA
El trazado del gasoducto a lo largo de la variante Cañete es marcadamente estable, ya que tanto la extensa llanura costera, como la mayor parte de las zonas colinosas, no presentan acciones erosivas de consideración. Sin embargo, se debe considerar, que el trazo, si bien no tiene problemas de mayores riesgos desde el punto de vista físico, en cambio contiene suelos de buena calidad, usos de la tierra diversos o valores ecológicos particularmente importantes. Un punto medular de la estabilidad geomorfológica del medio, es la presencia de una amplia masa de aguas freáticas poco profundas en la zona del trazado. El agua freática es importante en el dinamismo geomórfico de las planicies, pero constituye sobre todo, un recurso que es utilizado mayormente en una agricultura intensiva, muy extendida en la región.
You're Reading a Preview Unlock full access with a free trial.
Download With Free Trial
EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-8
Cuadro 1.5-1 Descripción y Distribución de las Unidades Geomorfológicas Unidades Geomorfológicas
Planicies
Llanuras Cultivadas (Llc1) Llanuras Onduladas o Disectadas Cultivadas (Llc2) Planicies Eriazas (Pd) Planicies Eriazas Onduladas a Disectadas (Pod) Lomadas (Lo)
Lomadas y Colinas bajas (Cb) Colinas Colinas altas (Ca)
Origen
Relieve y Pendiente
Composición Litológica
Pendiente 0 a 2%
Ubicación y/o altura Terrazas inundables
no
a Bancos de grava, arena y limo de Pampas y piedemontes origen mayormente Agradacional con Pendiente 0 a 5% aluvial, alternancia de arenas eólicas Pampas costeras Pendiente 4 a 15% Pendiente 15%
4
Substrato Pendiente 20 a conglomeradico 50% intrusivo
Procesos Erosivos Sin erosión sensible
Pampas y Ligera erosión e piedemontes; alturas eólica menores a 20 m. Estribaciones finales Denudacional Pendientes de 20 de la cordillera; alturas a más de 50% Substratos rocosos de 20 a 80 m. intrusivos Estribaciones finales Pendientes de la cordillera; alturas superiores a 50% de 80 a 200 m.
EIA Variante Cañete
Mapa 1.5-1 Mapa Geomorfológico
Longitud (km)
Area en Derecho de Vía (ha)
Area de Estudio (ha)
11,32
33,97
3 839,20
0,16
2,85
203,39
1,01
3,08
417,00
2,15
6,46
371,20
-
229,84
2,46
7,39
723,05
1,33
3,99
630,49
-
Vol II 1.5-9
Mapa 1.5-1 Mapa Geomorfológico
EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-10
1.5 GEOMORFOLOGÍA........................................................................................1.5-1 1.5.1 GEOMORFOGÉNESIS.............................................................................1.5-1 1.5.1.1 Morfogénesis Terciaria..........................................................................1.5-1 1.5.1.2 Morfogénesis Cuaternaria......................................................................1.5-2 1.5.2 FISIOGRAFÍA ..........................................................................................1.5-3 1.5.2.1 Planicies................................................................................................1.5-3 1.5.2.2 Lomadas y Colinas................................................................................1.5-4 1.5.3 MORFODINAMICA ACTUAL ..................................................................1.5-6 1.5.3.1 Erosión Eólica .......................................................................................1.5-6 1.5.4 ESTABILIDAD GEOMORFOLOGICA......................................................1.5-8
CUADRO 1.5-1
MAPA 1.5-1
DESCRIPCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LAS UNIDADES GEOMORFOLÓGICAS.................................................................1.5-9 MAPA GEOMORFOLÓGICO........................................................1.5-10
EIA Variante Cañete
Vol II 1.5-11