Grupos Salvador Arciga Bernal
U n a e n t r a d a a a ios g r u po po s
Un grupo es diferente a la suma de sus partes. Lo sabían los gestaltistas, se presupone presupo ne como com o argumento argumen to para el presente prese nte capítulo. capítulo. Grupo: pluralid pluralidad, ad, conjunto material o mentalmente considerado, esa es su etimología. Un grupo, en sentido psicológico, es aquel que es significativo para sus integrantes, se remiten a él para realizar realizar comparaciones, para adquirir normas y valores. valores. Aceptan y se sienten pertenecientes a él, y el grupo influye sobre sus opiniones, creencias y comportamientos. Se le mira como punto de referencia y se valo ra de manera positiva. positiva. Y se le recono ce desde fue ra como un grupo (Turner, 1990). En ese sentido, puede hablarse de intercambio, de interacción, de influencia, que se manifiesta dentro del grupo. Esta entidad posee varias características: 1) sus integrantes buscan alcanzar un objetivo común; 2) se mantienen durante un cierto tiempo prolongado, tiempo en el cual desarrollan un sentido de solidarida solidaridad, d, el d enominado "sentimiento de nosotros"; 3) se establecen roles y actividades actividades que deben d eben cubrirse para lograr logra r el objetivo objetivo del grupo; 4) existe una motivación interna: se satisfacen ciertas necesidades de sus integrantes; 5) se manifiesta manifiesta una cierta cierta interdependen cia de los integrantes; 6) se establece una cierta conciencia de las relaciones que guardan en el seno del grupo; 7) hay hay un grado fuerte de comunicación; 8) se desarrolla cohesión, cohesión, unidad unidad entre los los miembros; miemb ros; 9) uno uno de sus productos es la identidad social (véase el capítulo de relaciones intergrupales y el de representaciones sociales en este libro). 37
Ahora bien, se ha señalado que un grupo puede estar integrado entre tres y 25 personas, de ahí que pueda hablarse de grup os pequ eños y gru pos grandes. No obstante, en ambos casos, la pertenencia es importante, el sentido de pertenencia. Asimismo, que se les perciba como un grupo lo es también. De ahí que Henri Tajfel (1981) hable de criterios internos y externos. En el plano interno debe haber identificación del grupo: 1) componente cog nitivo: pertenencia al grupo; 2) componente evaluativo: connotación valorati va (positiva o negativa), y 3) componente emocional: emociones al endogrupo (el propio) y exo grupo (uno diferente). El criterio externo, consiste en que los otros grupos reconozcan al grupo como tal. Que los miren como una entidad, categoría; en ese sentido, un grupo es un conjunto de individuos percibidos como de la misma categoría social, comparten alguna implicación emocional y logran un grado de c onsenso de evaluación del propio grupo, sean estos grupos pequeños o grandes. John Turner (1990), a su vez, habla de tres criterios para considerar al grupo: 1) criterio de identidad: conciencia colectiva de sí mismo; 2) estructura social: sistema de diferencia de roles, normas y valores, y 3) interdependencia: que sea positiva. El grupo, como puede advertirse, es un sistema abierto, forma y socializa a las personas, imprimiendo formas de pensar, de sentir y de mirar el mundo. Es a través del grupo que se construyen significados compartidos, normas, roles, actitudes, ideologías. Por el proceso de categorización, del que habla Tajfel (1981), las perso nas se enmarcan en categorías sociales. Las personas asumen categorías y se identifican con ellas: identificación. Acto seguido viene la despersonalización: socialización en el grupo. Miran una realidad social y la comparten. Y es que los grupos están situados en coordenadas culturales y sociales, enmarcados en una red de grupos. Y se mueven al menos en dos ejes: dimensión socioestructural: jerarquizaciónigualdad; dimensión simbólica: aceptaciónevitación del conflicto. Por otro lado, puede hablarse de cinco fases por las que pasan las personas en un grupo: 1) de investigación: si satisface o no las necesidades; 2) socialización: grupo intenta cambiar al individuo y viceversa; 3) conversión: los compromisos mutuos se elevan; 4) resocialización: ante divergencias, se intenta reesta blecer la relación satisfactoria, y 5) rememoración: abandono del grupo. De igual manera, se mencionan procesos para el desarrollo del grupo: 1) evaluación o valoración: evaluación constante de las relaciones; 2) compro38 • Salvador A ra g a Bernal
miso: cuando aumenta la remuneración, aumenta el compromiso, y 3) cambio de roles: redefinición de las relaciones. Asimismo, hay distintos grupos: 1) primarios y secundarios; 2) formales e informales, y 3) de pertenencia y referencia. So bre la base de este tipo de grupos se va conformando al ser social.
Id e a
d e g r u p o s y s u d in á m ic a
La dinámica de los grupos se asienta sobre las formacione s histórico sociales que n acen por efecto del trabajo conjunto en un tiempo dado, bajo un determinado sueño colectivo, y que desaparecen cuando éste ha cumplido su misión. En este sentido la psicología colectiva se asienta sobre sus huellas materiales, aquellas que nos mu estran que existe un determinismo histórico social que obvia de los acontecimientos humanos la acción de la providencia. Esta aproxim ación manifiesta que el determinismo; en form a de dioses, o de reyes ya no es un hecho que determina el destino de los hombres; sino que son formas naturales y humanas que se condicionan a sí mismas para futuros desarrollos. Para la psicología colectiva las formaciones histórico sociales son los productos más complejos de la psiquis colectiva, en las que se mezclan y colaboran varias gen eraciones, en los que ha y una historia étnica, donde existen ramificaciones y parentescos de los pueblos, en las que encontramos trazada a grandes rasgo s el origen sociocultural de la humanidad (Giddings, 1912). Estos productos histórico sociales se manifiestan en las creaciones y las obras, de la participación activa del hombre con la naturaleza: vestidos, casas, comportamientos, todo lo que les provee la posibilidad de su reconstitución en la perenne lucha contra la adversidad y el destino (Hoyos, 1947). El ambiente social se funda por el grupo y por las relaciones con aquéllos con quienes tiene contacto. En el grupo se forman las primeras ideologías, los primeros conceptos del universo, de ahí brotan el culto a los muertos y las religiones, las tradiciones y las leyendas, las artes y los oficios. El grupo social es el recinto de todas las leyes morales y de las tradiciones de la vida social que se van formando lentamente. Como todas las formaciones sociohistóricas obedece a una creciente diferenciación de la cual surgen el carácter regional, nacional y finalmente el carácter humano (Cuvilier, 1956). Grupos • 39
A la form a social del carácter sucede la form a intersocial, determinada por la interrelación con los caracteres de otros grupos sociales; por la vecindad con otros pueblos, con los vínculos, con el intercambio de nuevas ideas, etcétera, que son las diversas m odalidades que cond icionan el carácter intersocial. La manera como los grupos se influyen mutuamente, se intensifica en las ciudades, lo que hace de éstas laboratorios de la cultura. En tanto posibilitan una más amplia participación, y del conjunto de las ideas y sentimientos que se disputan la dirección de la vida social, nace la vida pública. Allí, las tendencias y direcciones de la vida social encuentran el espacio para exponerse, para confrontarse, para conservarse, transmitirse y consolidarse. Esta dinámica, supone que el contexto natural es sucedido por un ambiente sociohistórico, que se caracteriza po r la posibilidad creada para transmitir la experiencia propia, el saber de la época por medio de la memoria y asegurado por los productos sociales, las obras y las instituciones. El trabajo mental sobre los símbolos que los constituyen descansan, en la ley suscrita por Ferrero que dice: "hubiera sido un trabajo improbable para la psiquis colectiva mantener juntas las vicisitudes históricas, por lo que en cambio se retiene del vasto mundo de acontecimientos lo escaso, lo etéreo; la parte fantástica, ideal, legendaria" (Van Gennep, 1943). Así es como mediante la memoria colectiva, se conservan los acontecimientos históricos, la leyenda y la fábula (Rossi, 1905; Barnes, 1945; Bougle, 1945). A estas alturas del trabajo resulta claro que la psicología de los grupos se orienta alrededor de la producción del sentido de la vida; en donde el contexto cultural es un elemento clave, compuesto po r el sistema de creencias, el desarrollo técnico, el sistema social, político y económico en el cual se desarrolla. Esta consideración permite situar sus procesos; son aquellos que posibilitan la comprensión de los cambios que ocurren en las sociedades. Y a partir de los años sesenta, la construcción social de la realidad es la que se focaliza en la comprensión de los procesos p or los que la gente describe, explica y justifica, el mundo en que viven las personas. Es decir: 1.
Lo que conocem os como experiencia del mundo se construye a través del proce so de interacción social. 2. Los términos, con los cuales compren demos el mundo son artefactos sociales históricamente situados producto de los intercambios entre las personas. 40 • Salvador A ra g a Bernal
3.
4.
El grado en que una form a dada de comprensión prevalece o es defendida a través del tiempo no depende básicamente de la validez empírica de la persp ectiva en cuestión, sino de las vicisitudes de los proce sos sociales. Las explicaciones y las discrepancias de la realidad se transforman en formas de acción social (FernándezRíos, 1994).
Entonces, el reconocimiento social de ciertos problemas es la luz que ilumina las situaciones desde las cuales la psico logía observa y define los contornos del mundo social. Por lo que cualquier problema que se recono ce y se aborda está siempre vinculado a un contexto, lugar y tiempo determinados.
Ps i c o l o g í a
de l o s pueblos
A la psicología de los pueblos se le considera como una psicología histórica, social, cultural, vinculada a la gestación sociopolítica del concepto de nación, que describe el pro ceso colectivo en el que germina la idea de espíritu del pueblo. Para esta psicología la forma primaria de asociación humana es la comunidad cultural, el Volk, que es la trama de la interacción, de la experiencia, y de la acción social. En el que se manifiesta el espíritu de la comunidad nacional, principio en el que transcurre la formación de la identidad. Es por lo tanto una psicología interesada en el estudio histórico de los productos objetivos de la interacción colectiva, tales como el lenguaje, los mitos y las costumbres. A la comunidad cultural compuesta y dirigida por el espíritu del pueblo el que se manifiesta en las leyes, en sus artes, en sus costumbres, en su filosofía y en su religión (Wundt, 1912). Para esta psicología, el concepto de grupo se vincula con el alma del grupo, a la comunidad, al espíritu del pueblo, a aquellas ideas que asumen que la realidad del mundo social, siempre y en todas partes funciona, actúa, persigue y disputa sus fines en grupo. Sobre este principio Wundt, establece que la psicología de los pueblos estudia las formas de la conciencia enclavadas en las repr esentaciones de vida humana de la cultura. Esto supone una relación dialéctica entre la actividad psicológica del individuo y los productos culturales que dicha actividad genera, en la que la Grupos • 41
actividad común funda la realidad objetiva de las formas culturales y en la que los individuos tienen que ser observados como producto de estas representaciones. Es decir, que de la vida en común de las personas y como consecuencia de su compañía, se desarrollan los procesos mentales objetivos, los cuales con base en la continuidad temporal materializan las normas de su futura actividad subjetiva. En otras palabras, este proceso supone que la cultura es el producto de ideas no deliberadas que son construidas, difundidas y después compartidas, com o consecu encia natural de la vida en común. Los principios de esta psicología no son entes abstractos que, después pueden ser aplicados, son los umbrales en que se expresan los cambios que sufren los contenidos mentales en su constante interrelación con el contexto. Plantea por ejemplo; el lenguaje pro vee la atmósfera en la que se despliega y en la que opera la actividad simbólica. Sobre la cual, los mitos elaborados le procu ran alas a la imaginación y, estructuran a las costumbres, elementos que aportan el marco de referencia dentro del cual se entrelazan las opciones colectivas (Wundt, 1912).
Co n t e x t o Un contexto diferente es en el que surge la dinámica de los grupos franceses, la primavera de las revoluciones, que a consecuencia de las inquietudes sociales y políticas que germinan, fecundan los tiempos de la transición, la estructuración grupal alreded or de su revolución (1789), y los sucesos que la acompañaron hasta su institucionalización (1870). Nos referimos al tiempo de experimentación colectiva, de ensayos de asociación que supone la sucesión de siete gobiernos, dos repúblicas, dos imperios y tres monarquías; una maravilla para la comp osición y sentido de los grupos. Es de este es ce nario, de esa época, de donde abrevan los tratados franceses e italianos, en los que se afirman su interés por los fenómenos de las multitudes, por la aparición de la psicología de la gente común. Sucesos que van a caracterizar y revelar cómo se producen por la violencia y las protestas de las muchedumbres, la transición política, que cabe mencionar va a marcar un antes y un después, el recuerdo de un futuro, la memoria del siglo xrx por los estados de gran turbación social y política que 42 • Salvador A ra g a Bernal
la acompañaron, y la emergencia de otra forma de relación social. Que van desde levantamientos, rebeliones, manifestaciones, revoluciones; la creación de nuevas formas sociales: sindicatos, sistemas sociales, huelgas, jurados, parlamentos; transición religiosa. La emergencia del progreso, alrededor de sus procesos de industrialización, urbanización, tecnologización. La psicología de las multitudes se plantea estos problemas, analiza las causas, y describe los procesos sobre los cuales se asientan, todos estos hechos que cimbran y cuestionan el orden político, social y moral reco nocido, y alrededor del cual se instaura un sentimiento general de asombro por la promesa de una nueva época, que así anunciaba su aparición y el desasosiego que requería ser explicado. Es en este sentido que se considera, que el interés po r las multitudes tuvo en la mayoría de los autores de las tradiciones italiana y francesa un origen más político que teórico, es una psicología que se constituye como respuesta a estos fenómenos relativamente noved osos, que con el correr del tiempo procuran elaboraciones teóricas respecto al origen y motivos del comportamiento humano (Moscovici, 1985). Observadas como corrientes de pensamiento, y desde el punto de vista histórico, trazar su evolución describiendo los sucesivos avances logrados en su comprensión, nos permite r econ ocer los mitos de origen, para el cual se suele considerar a Le Bon como el primero en formular la tesis de la mente grupal.
Émil e D u r k h e im Para Durkheim los hechos sociales son productos culturales que existen por encima de los individuos, de manera que los miembros del grupo que lo consolidaron, ahora se lo representan y de esa forma lo experimentan. Es el determinismo social, en el que sustenta la idea según la cual, la sociedad es algo que prece de la existencia de los individu os y, por lo tanto, influye en la formación de su identidad y sobre su comportamiento, ya que en este proceso se socializan las normas, costumbres y conocimientos de carácter cultural que instauran su representación colectiva. Es esta cualidad la que les proporciona las directrices y los cauces a través de los que despliegan su conducta social. Grupos • 43
La representación colectiva es la metáfora alrededor de la cual se ordena el proceso de creación grupal, es el centro e incluso la fuente de todos los grandes valores, de todos los grandes ideales humanos, es una idea que contiene la riqueza de la colectividad. Ya que presenta a la sociedad como creadora de ideales, de cuando las conciencias estrechan su relación y, actúan unas sobre otras, de cuya síntesis se manifiesta una vida psíquica cualitativamente diferente. Por la vía de la comun ión se produ ce una exaltación, una efervescencia colectiva, y es en los momentos de agitación del orden cuando se constituyen, en todos los tiempos, los grandes ideales sobre los que descansan las civilizaciones. Las representaciones colectivas son el producto de una inmensa cooperación que se extiende no sólo en el espacio, sino también en el tiempo; para cuya creación una multitud de espíritus se asocian, se mezclan, combinado sus ideas y sus sentimientos. Representaciones colectivas: ideas, creencias, recuerdos comunes que determinan maneras de significarse: el universo, el mundo humano. Ideales colectivos a través de las cuales percibimos el mundo: representaciones que se erigen en los valores y constituyen los patrones del grupo, los que a su vez sirven de norma a nuestros juicios de apreciación, como las nociones de lo sagrado y de lo sacrílego, del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto. Para los continuadores de la escuela, las representaciones colectivas existen, en la medida en que se imponen en actos y, por lo tanto, todo acto social siempre está inspirado. Por eso Mauss (1971) afirmaba que el comportamiento del hombre se halla más ligado a la representación colectiva que el comportamiento individual a la conciencia individual. En tanto que el psi quismo colectivo no solo está hecho de ideas y de sentimientos, sino también, de actos, de prácticas, de conductas. Habrá que recordar la influencia de los actos o gestos tradicionales, de los ritos, de las costumbres, de aquello que constituye los roles, los estereotipos. Que para Sorokin (1973) son los vehículos de la interacción social, en tanto medios materiales de expresión y de objetivación de los elementos significativos. Las representaciones, los estados psíquicos y también cada uno de nuestros actos, tienden a esquematizase en fórmulas, a encarnarse en símbolos materiales que los vuelven sensibles a todos: 1.
El lenguaje, los mitos, las leyendas, las fórmulas dogmáticas, los rituales, las máximas, las sentencias, los slogans.
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2.
Los emblemas religiosos, nacionales, políticos, etcétera, en tanto que objeto material, dibujo, o figura alegórica, que se transfiguran por la imaginación colectiva, y adquieren como símbolos del grupo o de los ideales de ese grupo, un valor sagrado. 3. Los emblemas materiales, las representaciones figuradas, los actos o costumbres simbólicas, como los gestos rituales, las actitudes de veneración o de respeto, nuestras formas del saludo, nos indican que la vida social bajo todos sus aspectos y en todos los m omentos de su historia, solo es posible gracias a un amplio simbolismo. Son la manifestación del reino social en la lógica grupal. Así también la acción social tiene sus patrones, sus conductas tradicionales, ya se trate de dar limosna, de hacerle la ronda a la muchacha que nos seduce; son las formas que le otorgan unidad a una sociedad y mantienen cierta continuidad a través de las transformaciones sociales. Ese carácter se encuentra en los símbolos, que son el instrumento de la memoria colectiva, la que se constituye en el conducto por el que las nuevas generaciones reciben de las precedentes las representaciones y los ideales colectivos. Este es el proceso, la estructura o la forma colectiva, gracias a la cual subsisten los valores que constituyen los sistemas de civilización.
G a b r i e l T a r d e Fue un pensador innovador, que transfiguró la psicolo gía de las multitudes con base en la transformación que observó en los procesos de comunicación, en la posibilidad de congregarse multitudinariamente, alrededor de las nuevas formas de comunicación, que no requieren de la presencia física —y postula la era de los públicos— . Para él a medida que se transforma la sociedad, se transfiguran las representaciones de la relación social y se renueva la exp resión y la manifestación de las multitudes; la convers ación y su conducta adoptan otras formas, en lugar de las concen traciones públicas donde se discuten los problemas, ahora se congregan alrededor de los medios de comunicación. En lugar de las opiniones que surgen por medio de la discusión de grupo y que se asocian a personas y lugares específicos, ahora las opiniones, en la sociedad de masas son anónimas y tienen vida Grupos • 45
propia. Plantea que, el poder se concentra en aquellos que controlan los medios de comunicación y que pueden alcanzar a millones de personas al mismo tiempo. Tarde, define lo social como un fenómeno que se desarrolla de la relación entre las conciencias, y explica los fenómenos psicosociales como factores interpsíquico. Para él, la universalidad del factor de repetición le ofrece a cualquier ciencia, la posibilidad de formular leyes generales, en la consideración de que si no existiera la repeticiónimitación no sería posible que se consolidaran los hechos, los fenómenos del mundo en fórmulas que se acreditan en cada esfera del conocimiento social. En este sentido, toda la ciencia está basada en la regularidad de los fenóm enos, ésta acopia y com pendia lo que hay de común, y la regularidad con que acontecen los fen ómenos le permite formular leyes generales. Propone que en cada zona de las ciencias encontramos esta repetición universal; p or ejemplo, en la biología estaría representada en el Código Genético, y en la psicología colectiva estaría simbolizada por la memoria colectiva, donde se ubica el código de la herencia social que se transmite de generación en generación. Para Tarde, existen los fenómenos sociales, porque cada actitud humana se comunica al grupo a través y mediante la existencia del contacto imitativo. Así, asienta la explicación de lo social en la influencia que se da en la relación social imitativa, en el proceso de la comunicación, que se forja en y a través del grupo, soporte de cualquier fenóm eno social. En su teoría, la piedra de toque de la sociedad es la influencia que se procura en las relaciones de la comunicación, y el proceso de difusión en que se organizan socialmente las opiniones. Es decir, que es a través de la interacción, de la comunicación, de la imitación, que lo individual se convierte en colectivo. Esto significa que está en total acuerdo con la escuela alemana; para Tarde la lógica social se construye, en un juego dialéctico entre imitación e invención, entre la propagación de lo inventado, que es la repetición de lo creado. La imitación contemporánea se constituye en la moda, la imitación de los antepasados constituye la costumbre. La vida psíquica colectiva cuando define sus conceptos crea el lenguaje, cuando asocia sus sentimientos c rea el mito, cuando asocia sus voliciones crea la moral o costumbre. Dichos fenómenos, por su naturaleza misma, nacen de la paulatina coordinación de los pensam ientos colectivos c omo el 46 • Salvador A ra g a Bernal
lenguaje, de los sentimientos colectivo s como la religió n y de las voliciones colectivas como la costumbre o la moral. Estos fenómenos se producen simultáneamente en la vida colectiva y están atados tan íntimamente entre sí que en la realidad no es posible separarlos. A las funciones mentales pod emos considerarlas como operaciones del alma colectiva, como manifestaciones o expresiones de esta. El lenguaje expresa la inteligencia colectiva; la religión, el sentimiento colectivo; y la costumbre, la voluntad o el deseo colectivo. Los que a su vez, simbolizan los productos resultado de la interacción psíquica de la colectividad. El estudio de los productos sociales (lenguaje, religión, arte, ciencia), así como de las formas de solidaridad (familia, economía, Estado, derecho) da lugar a la psicología colectiva. El lenguaje, la religión, el arte, las costumbres... como productos sociales pueden considerarse desde dos perspectivas: 1.
Como fenómenos sociales mismos en su realidad histórico temporal, como hechos reales de vinculación interhumana; funciones, actuaciones, operaciones mentales colectivas. 2. Como creaciones objetivadas, cristalizadas y concretas de la vida interhumana, y en cierto grado independizadas de la vida interhumana. Cómo fenómenos se les puede considerar: 1. 2. 3. 4. 5.
Como fenóme nos vividos por los hombres al interrelacionarse. Como creaciones colectivas. Las que pueden enfocarse. Como vivid os por el grupo. Como creados por el grupo.
En el primer caso se trata del fenómeno social mismo, de la realidad interhumana; en el segundo caso, se trata de creaciones humanas colectivas elaboradas a través de la convivencia, creaciones que pasan a formar parte del campo cristalizado e histórico de la cultura. Por lo que venimos diciendo, parece que la mente grupal constituye un medio organizado de fuerzas propositivas con vida propia que, no se encuenGrupos • 47
tra comprendida en la mente de ninguno de los individuos, e n el entendido que estos procesos (Bartlett, 1998): 1. 2. 3.
Requieren continuidad temporal del grupo. El contagio de las ideas que constituyen su sentimiento de totalidad. La interacción entre sus miembros y con otros grupos, que da lugar a la construcción de una identidad, de un sentimiento de nosotros y, en consecuencia, el desarrollo de tradiciones, costumbres y hábitos grupales que cristalizan en una organización y estructuras sociales, que le permiten al grupo compendiar resultados tanto sociales como individuales. 4. Es en este sentido en que señala, que los seres humanos: vivim os en culturas, sociedades y grupos; que organizamos de "forma natural" nuestras vidas en relación con otros; y que vivimos influidos por nuestra historia social, nuestras instituciones y actividades.
A
m o d o de conclusión
Al parecer el padre de la psicología y sus contemp oráneos se interesaron no sólo por la estructura y los contenidos de la conciencia individual, sino también por los productos y actividades colectivas de la vida que para ellos constituyen los cimientos de la sociedad: lenguaje, religión, leyes, costumbres y tradiciones. ¿Cuál es la razón del desconocimiento y descuido de su trabajo, de su influencia en el desarrollo de las ciencias sociales? Su influencia se oculta en gran medida por la visión de aquellos que prefirieron confinar su atención al considerar la historia de la psicología como una ciencia basada en el individuo. Esto marcará el desgarramiento de la memoria colectiva de nuestra disciplina. Y fractura la relación de la psicología con la filosofía, con las humanidades, con las concep ciones enraizadas en la cultura. Se romp e con tradiciones que se asentaban sobre las preguntas que atañen al sentido de la vida, las cuales han sido formuladas y reputadas a lo largo de la historia de nuestra disciplina, en forma variada por estos psicólogos, los problemas planeados y las soluciones ofrecidas son todavía tópicos controvertidos en el pensamiento contemporáneo que, inevitablemente, se convierten en supuestos explícitos o implícitos de la actual teorización psicosocial. 48 • Salvador Arciga Bernal
F u e n t es c o n s u l t a d a s
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