Guia Adoracion Santisimo por las Vocaciones a la vida consagrada

IGLESIA SAN MARTÍN DE PORRES PARROQUIA AMBROSIO, MUNICIPIO CABIMAS, ESTADO ZULIA, VENEZUELA JUEVES 5:00 PM “…Yo estoy en medio de ustedes como el que sirve”

Lc 22, 27

GUÍA PARA LA ADORACIÓN AL SANTÍSIMO POR LAS VOCACIONES AL SACERDOCIO Y A LA VIDA CONSAGRADA REZÓ DEL SANTO ROSARIO

1. Exposición del Santísimo.

El sacerdote coloca la Sagrada Hostia dentro de la custodia con el Santísimo Santísim o ya expuesto. Durante estos momentos, momentos , la asamblea (de rodillas) entona el siguiente canto: Cantemos al amor de los amores

Cantemos al Amor de los Amores amor por siempre a Ti cantemos al Señor, Dios del Amor! Dios está aquí, ¡venid adoradores, Unamos nuestra voz a los adoremos, a Cristo Redentor! cantares del Coro Celestial, ¡Gloria a Cristo Jesús, Dios está aquí, al Dios de los cielos y tierra, bendecid al señor Altares honor y gloria a Ti, rey de la alabemos con gozo angelical. gloria El sacerdote y la asamblea, aún de rodillas ante el Santísimo, rezan en voz alta la siguiente oración: “Jesús, aquí nos tienes reunidos contigo.

Nos sentimos abrumados

por el dolor de los pecados que los hombres te hemos causado. Quédate con nosotros para que purifiques nuestros corazones. Señor enséñanos la verdad de tu Evangelio y la misión de nuestras vidas para que, unidos a Ti, por la gracia santificante que Tú nos concedes, podamos agradarte en todo y ser apóstoles eficaces de tu Reino entre los hombres.” 2. Meditación dirigida y oración personal:

La persona que va orientar la meditación, se dirige a la asamblea y, pidiéndole que se ponga de pie, lee la lectura escogida para la meditación. Luego de una breve pausa, la asamblea se sienta para escuchar la meditación…

Concluida la orientación, cada participante de la asamblea procede a meditar individualmente en silencio, acerca de las reflexiones, reflexiones, intenciones y

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oraciones que lo motivó la meditación que acaba de escuchar sobre las vocaciones religiosas. Fija la vista en el altar, mira la custodia y sostén la mirada con fe y con amor, pensando que allí está el creador, tu rey, Tu Padre, tu amigo. Desea adorarle como le adoran los ángeles, como le adora su Santísima Madre. Ya penetrado de su presencia, inclina con humildad la cabeza y dile lentamente: “Señor Jesús, siempre te pido por mí y por mis cosas, pero ¡qué pocas

veces vengo a pedirte por algo en lo cual parece que no tengo nada que ver! Señor, la mies es mucha, manda obreros a este inmenso campo que es el mundo… envía sacerdotes que trabajen con los campesinos, que

evangelicen al mundo obrero, que lleven su mensaje de justicia y de amor a los empresarios y gobernantes. Sacerdotes que te presenten como verdad a los intelectuales… Mándanos sacerdotes para que consuelen a

los abatidos, ayuden en las tribulaciones a los enfermos y moribundos, sacerdotes que den al mundo esperanza. Envíanos sacerdotes misioneros que se pierda en las zonas más remotas de la tierra para plantar en ella tu cruz y tu salvación. Manda sacerdotes que con su santidad y su testimonio de vida den al mundo una nueva esperanza. Pero sobre todo Señor, daño sacerdotes santos para que consagren el pan y el vino en tu Cuerpo y Sangre Redentora, que son alimento de vida eterna. ” 3. Invocación por las vocaciones religiosas:

La asamblea se arrodilla ante el Santísimo expuesto y reza las Invocaciones Invocacion es por los sacerdotes. Estas invocaciones son dirigidas por el sacerdote o un director escogido previamente. Director: Señor Jesús, humildemente postrados ante Ti que, movido por

tu inmenso amor, estás presente entre nosotros oculto bajo las especies del pan eucarístico, queremos presentarte nuestro homenaje de fe y amor, de gratitud y de adoración, poniendo en tus manos todo lo que somos y tenemos. En unión con tu amabilísima madre, venimos aquí para acompañarte y encontrarte como amigo de nuestras almas y luz de nuestras vidas. En las obras maravillosas de la creación descubrimos la inmensidad de tu

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poder y la gloria de tu majestad, pero en la Eucaristía gozamos de la alegría de tu presencia humilde, oculta en el sacramento, pero se revela al corazón creyente. Venimos a pedirte, en espíritu de profunda súplica, por el mundo, por los hombres, por los sacerdotes y hombres y mujeres de vida consagrada. De manera muy especial, todas las vocaciones: por tus sacerdotes, por los hombres y mujeres de vida consagrada, por los misioneros y laicos. De manera muy especial, te imploramos que Tú, oh Señor y dueño de la mies, envíes numerosos y santos obreros para que cosechen lo que Tú mismo has sembrado en las almas. Director: Necesitamos hombres que presten sus labios para hablarnos

de Ti, sus pies para recorrer todo el mundo predicando tu Evangelio, sus manos para bendecirnos, sus ojos para ver en ellos reflejada tu mirada de Padre amoroso. Te necesita el mundo y la Iglesia. Por eso, te lo pedimos con humildad, te lo rogamos con ardor, envíanos sacerdotes, depositarios de tu poder salvador; envíanos misioneros, hombres y mujeres consagrados que sean luz en las tinieblas del mundo y sal que nos libre de la corrupción del y del pecado. Todos: Envía, Señor, obreros a tu mies. Director: Tú que nos mandaste a orar, cuando compadecido de la

multitud que te seguía, contemplaste en ella las multitudes de hombres que a lo largo de la historia carecerían de pastor en su camino hacia Ti, escucha ahora nuestra oración humilde. Todos: Envíanos, Señor, Pastores según tu corazón. Director: Inmenso es, Señor, el campo.

No dejes que el fruto que conseguiste con el precio tan caro de tu pasión y muerte, quede sin ser cosechado por falta de obreros que siguen la mies. Todos: Envíanos, Señor, Sacerdotes a tu Iglesia. Director: El Sacerdote es otro Cristo.

En él vemos con los ojos de la fe al Señor que camina con nosotros en la historia. Veneramos su persona porque en él vemos al mismo Jesucristo. Hombre entre los hombres, lo has escogido para que celebrara el sublime ministerio de la


Eucaristía, para que perpetuara en los siglos tu amor para que perdonara en tu nombre, salvara en tu nombre, consagrara en el nombre de la Trinidad a los hombres y a toda la creación. Todos: Gracias, Señor, por el don del sacerdocio a tu Iglesia. Director: Los hombres y mujeres consagrados, dejan todo para seguirte

sólo a Ti, Sumo Bien, en caridad perfecta. Dan por amor tuyo su libertad; ofendan lo mejor de de su afecto y de su amor a ti. Te siguen, pobres, por el sendero del sacrificio. Grande es la generosidad de estas almas y grande es el don de la vida consagrada a la Iglesia. Todos: Envía, Señor, para tu Iglesia, vocaciones a la vida consagrada. Director: Los misioneros y misioneras, en los lugares más remotos de

la tierra, a veces en medio de la persecución y con riesgo de sus vidas, predican tu Evangelio a quienes todavía no han oído hablar de ti. Sufren soledad, fatigas, incomprensiones y todo lo soportan con amor con tal de ver que tu amor prenda en los corazones de esos hombres. Todos: Envía, Señor, misioneros a tu Iglesia Director: Estamos seguros, Señor, de tu promesa: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Tú estás con nosotros y no

dejas de llamar a los hombres y mujeres para que, en representación tuya, nos acompañen en nuestro camino hacia ti. Tú sigues pronunciando estas palabras que han cambiado la historia de tantas vidas “Sígueme”.

Ayuda a aquellos que llamas a ser generosos, a no cerrar su corazón a tu llamada, a saber responder con prontitud, como el profeta Isaías: “Aquí estoy Señor, envía me”. Todos: Da generosidad, fe y valor a quienes has llamado. Director: Renueva en todos tus sacerdotes, en los fervorosos y en los

abatidos, en los que luchan, en los que te aman con ardo, en los que han perdido la esperanza, el amor a ti y a tu iglesia. Que resplandezcan resplandezc an en sus vidas las virtudes de la pureza y la obediencia, la paciencia y la caridad, la dulzura y la comprensión, el celo ardiente por la salvación de las almas, la humildad y sencillez.


Todos: Danos sacerdotes, según tu corazón Director: Inspira y ayuda, Señor, a los sacerdotes que trabajan en los

seminarios y casas de formación para que den a tu Iglesia santo, doctores, mártires, apóstoles, una nueva pléyade de testigos de Cristo imbuidos de un nuevo ardor misionero para la nueva evangelización. Todos: Envíanos, Señor, sacerdotes santos. Director: Te pedimos, Señor, por todos aquellos que consagran sus

vidas a la pastoral pastoral vocacional para para que, en nombre de Cristo, Cristo, no dejen de lanzar las redes para dar a la Iglesia las vocaciones que necesita para cumplir con su misión. Todos: Necesitamos tus sacerdotes.

Envíalos, Señor.

Director: El enemigo de nuestras almas, sabiendo el bien que un solo

sacerdote hace a tu iglesia, no deja de tender asechanzas a quienes Cristo ha llamado y los incita a la cobardía y a la opción por una vida menos sacrificada sacrifica da y más egoísta. También el ambiente del mundo y las propias pasiones son obstáculos que debe superar cada una de las vocaciones a las que tú llamas a seguirte. Te pedimos que fortalezcas fortalezca s sus almas, les des generosidad y valentía para rechazar con decisión todo aquello que les pueda apartar de la fidelidad. Todos: Mueve a la generosidad a quienes llamas, Señor. Director: Envianos, Señor. Todos: Sacerdotes según tu corazón. Director: La mies es mucha, los obreros pocos. Todos: Manda, Señor, obreros a tu mies. Director: Tu que te compadeciste de las multitudes que carecían de

pastor. Todos: Manda, Señor, obreros a tu mies. Director: A los jóvenes que sienten tu llamado. Todos: Dales generosidad, Señor. Director: A las almas consagradas a ti.


Todos: Aumenta su caridad, Señor. Director: A los jóvenes que dudan de tu llamada. Todos: dales certeza, Señor. Director: A quienes sienten tu llamado siendo niños. Todos: Acompáñalos, Señor. Director: A los seminaristas. Todos: Dales tu fuerza, Señor. Director: A los sacerdotes celosos. Todos: Enciéndelos más en tu amor, Señor. Director: A los sacerdotes tibios. Todos: Dales tu santidad, Señor. Director: A los sacerdotes tristes. Todos: Consuélalos, Señor. Director: A los sacerdotes que sienten la soledad. Todos: Sé tú su compañía, Señor.

misioneros. s. Director: A los sacerdotes misionero Todos: Dales tu fuerza, Señor. Director: A los sacerdotes jóvenes. Todos: Impulsalos a buscar tu gloria, Señor.

ancianos. Director: A los sacerdotes ancianos. Todos: Sostenlos en tu servicio, Señor. Director: A los sacerdotes difuntos. Todos: Dales tu gloria, Señor. Director: La mies es mucha, los obreros pocos. Todos: Envía, Señor, obreros a tu mies.

____________. Director: Por el Santo Padre ____________. Todos: Te rogamos, óyenos. Director: Por nuestro Obispo ____________. Todos: Te rogamos, óyenos. Director: Por aquellos que más necesitan de tu gracia. Todos: Te rogamos, óyenos.


Director: Por quienes tienen hambre y sed de justicia. Todos: Te rogamos, óyenos. Director: Por quienes se han alejado de ti. Todos: Te rogamos, óyenos. Sacerdote: “Oh Jesús, eterno Sacerdote, no dejes de enviar nuevos sacerdotes y

hombres y mujeres consagrados a tu Iglesia, pastores según tu corazón. Necesitamos tus ministros. Necesitamos tus enviados. Ellos son los instrumentos de tu gracia y de tu amor. Ellos nos consuelan en tu nombre, alimentan nuestra esperanza, robustecen nuestra fe, fortalecen nuestro amor. Los necesitamos, Señor, porque te necesitamos a ti, porque necesitamos tu amor. No nos dejes solos, Señor. Envía obreros a la mies del mundo. Envía pescadores de hombres que nos atrapen con las redes de tu misericordia. Envía, te lo rogamos con humildad y confianza, pastores según tu corazón. La mies es mucha. Los obreros pocos; envía, Señor, obreros a tu mies. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor”. Todos: Amén. 4. Lecturas del día:

La asamblea sigue las dos o tres lecturas asignadas según según el calendario o la festividad del día. Estas lecturas son dirigidas por el sacerdote o un director escogido previamente. 5. Santo Rosario Misionero 1:

Director: Avemaría

purísima, sin pecado original concebida. Ofrecemos este Rosario, por la Santidad e intenciones del Papa _________, _________, nuestro obispo_________, obispo_________, en acción de gracias por_______, por_______, por el descanso eterno de nuestros hermanos difuntos _______, por los 1

Esta sección contiene extractos de la información de las páginas web Catholic Net y Wikipedia a través de los enlaces http://rosario.catholic.net/index.php?id=10 y https://es.wikipedia.org/wiki/Rosario_misionero


enfermos que padecen por la falta de medicinas, por quienes no tienen nada que comer, por quienes son perseguidos en nombre de la fe y sufren discriminación y violencia al manifestarse cristianos, cristianos, por la paz y la armonía de Venezuela, por la familia venezolana, etc. Señal de la Cruz. Acto de contrición. contrición. Director: En este primer misterio, vamos a recordar al continente

Africano con sus más de 500 millones de habitantes, a fin de que su profundo sentimiento religioso le facilite asumir la plenitud de la revelación de Cristo. Luego se reza un Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. Inicia la persona designada. Todos responden. Director: Recordamos especialmente en este segundo misterio a

nuestro continente americano, el "continente de la esperanza", donde se registra el más alto porcentaje de católicos, pero que sufre por la escasez de sacerdotes. Luego se reza un Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. Inician todos. Responde la persona designada. Director: Ofrecemos este tercer misterio por Europa, para que retorne a

las fuentes de su fe que se ha enfriado con el correr de los siglos, y al dinamismo misionero. Luego se reza un Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. Inicia la persona designada. Todos responden.


Director: Ofrecemos este cuarto misterio por el lejano y pequeño

universo de islas que se llama Oceanía, a fin de que sus numerosas razas puedan ser iluminadas y guiadas a la luz del evangelio. Luego se reza un Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. Inician todos. Responde la persona designada. Director: Recemos este quinto misterio por Asia, para que la virgen

María vuelva sus ojos al continente más poblado del mundo, donde los católicos constituyen tan solo el 2% de la población y la Iglesia es perseguida y combatida. Luego se reza un Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. Inicia la persona designada. Todos responden. Las tres Ave Marías finales se rezan para que en nuestra patria aumente el espíritu misionero y, ante todo, para suscitar muchas vocaciones sacerdotales y religiosas y de laicos misioneros. Al terminar el Rosario Misionero, se ha rodeado el mundo entero, abrazando a todos los continentes y a todos los hombres en una gran oración universal. Las tres últimas Ave Marías son: Todos: Dios te salve María, hija de Dios Padre; en Tus Manos ponemos nuestra Fe para que la ilumines; llena eres de gracia. Todos: Dios te salve María, Madre de Dios Hijo; en Tus Manos ponemos nuestra Esperanza para que la alientes; llena eres de gracia. Todos: Dios te salve María, esposa de Dios Espíritu Santo; en Tus Manos, ponemos nuestra Caridad, para que la inflames; llena eres de gracia Dios te salve María; templo y Sagrario de la Santísima Trinidad; Virgen concebida sin pecado original. Dios te salve reina y Madre de Misericordia. Todos: Letanías, salve y bendita sea tu pureza. 6. Bendición al Santísimo:


Sacerdote:

El sacerdote dirige el canto del Tantum Ergo y la oración de invocación de la bendición, todos de rodillas: Tantum ergo sacramentum Veneremur cernui, Et antiquum documentum Novo cedat ritui. Praestet fides supplementum Sensuum defectui.

Veneremos, pues, postrados tan grande Sacramento; y la antigua imagen ceda el puesto al nuevo rito; la fe reemplace La incapacidad de los sentidos.

Genitori genitoque Laus et jubilatio. Salus, honor, virtus quoque Sit et benedictio! Procedenti ab utroque Compar sit laudatio! Amen.

Al Padre y al Hijo sean dadas alabanza y gloria, salud, honor, poder y bendición; una gloria igual sea dada a aquel que de uno y de otro procede. Amén.

Sacerdote: Les diste pan del cielo. Todos: Que contiene en si todo deleite . Sacerdote: Oremos.

Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Todos: Amén. Ahora, el sacerdote va al altar, cubierto con la capa de hombros y toma en sus manos la custodia para bendecir la asamblea. De rodillas, los participantes reciben la bendición del Santísimo y turiferario, de rodillas frente a la custodia, inciensa al Santísimo.


7. Reposición ante el Santísimo.

El sacerdote, regresa frente al altar y se arrodilla para rezar las Alabanzas de Desagravio. Desagravio. Al mismo tiempo la la asamblea canta: canta: Jesús Vive

Vive Jesús, el Señor, vive Jesús, el Señor. (2) Él vive, Él vive, Él vive, vive, vive Jesús el Señor. (2) La asamblea, también de rodillas, repite después del sacerdote, cada una de estas alabanzas: Alabanzas de Desagravio.

Bendito sea Dios. Bendito sea su Santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su Santísimo Corazón. Bendita sea su Preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo. Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y sus santos. Amén.


Alabado sea el Santísimo

Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Virgen concebida sin pecado original

Es el Dios que da la vida, y nació en un portal, de la Virgen concebida sin pecado original

Celebremos con fe viva Este pan angelical y la Virgen concebida sin pecado original. .

Es el manjar regalado de este suelo terrenal es Jesús Sacramentado Dios eterno e inmortal.

8. Oración por Venezuela.

Jesucristo, Señor Nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados, y pedimos la fortaleza como don precioso de tu espíritu. Anhelamos ser un un pueblo identificado identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios, damos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concedenos la sabiduría del dialogo y del encuentro, para que juntos construyamos “la civilización del amor”, a través de una real participación y

de una solidaridad fraterna. Tú nos convocas como nación y decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra madre, madre, maría de Coromoto, para para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una nueva esperanza. Por eso todos juntos gritamos: Venezuela ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén.

GUÍA PARA LA ADORACIÓN POR LAS VOCACIONES AL SACERDOCIO Y A LA VIDA CONSAGRADA 9. Oración por las vocaciones.

Jesús que sientes compasión al ver la multitud que está como ovejas sin pastor, suscita en nuestra iglesia, una nueva primavera de vocaciones. Te pedimos que envíes: Sacerdotes según tu corazón, que nos alimente con el Pan de tu Palabra y en la mesa de Tu Cuerpo y de Tu Sangre; Consagrados que, por su santidad, sean testigos de Tu Reino; Laicos que, en medio del mundo, den testimonio de ti con su vida y su palabra. Buen pastor, fortalece a los que elegiste; y ayudalos a crecer en el amor y santidad para que responsan plenamente a tu llamada. María, Madre de las vocaciones, ruega por nosotros. Amén. 10. Despedida a la Santísima Virgen María.

Para finalizar, el sacerdote guarda la Sagrada Hostia en el Sagrario y la Asamblea lo acompaña, acompaña, de pie, pie, entonando: entonando: Himno a la Virgen de Coromoto

Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempreviva del amor. cautivas Tú el corazón de cada venezolano.

Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señera guarda Venezuela entera de su Virgen los amores.


Nota Aclaratoria: La presente guía es una transcripción tra nscripción del documento “Guía para la adoración por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada” publicado publicado por la

comisión del IV Congresos Eucarístico de la Conferencia Episcopal Venezolana. Se ha incorporado al documento la guía para el Rosario misionero, así como los cantos que se usan durante la adoración al Santísimo en la parroquia, en la secuencia orientada por el Padre Ángel Andueza. Se ofrece la Guía en el 2ndo mes del fallecimiento de mi mamá, la Sra. Isabel Cecilia Rodriguez de González, el pasado 06-05-2017, en agradecimiento a la solidaridad y apoyo recibido del equipo parroquial. Adicionalmente le rendimos homenaje a los 50 años de vida sacerdotal del padre Andueza. A.M.G.D.


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