"LA ESCUELA, ENCRUCIJADA DE CULTURAS" (Ángel Pérez Gómez)
1. Pérez considera a la escuela como un espacio ecológico de intersección de culturas. Para el autor, la responsabilidad de la escuela es la mediación reflexiva de la pluralidad de influjos de las diferentes culturas. 2. El autor distingue cinco tipos de cultura que intervienen en el ambiente escolar: -Cultura pública. Disciplinas científicas, artísticas y filosóficas. -Cultura académica. Concreciones que constituyen el currículum. -Cultura social. Valores hegemónicos del escenario social particular. -Cultura escolar. Roles, normas y ritos particulares de la institución escolar. -Cultura privada. Características Características adquiridas por cada alumnx a través de su historia de vida. 3. Objetivo del texto : Indicar los distintos aspectos de cada una de las culturas que interactúan en el escenario escolar. Al caracterizar cada uno de los tipos de cultura, Pérez evidencia la forma en la que estas se materializan en la vida escolar, denunciando los peligros de cada una para el proceso de aprendizaje y formulando recomendaciones recomendaciones al respecto. 4. Clarificación del concepto de cultura para Pérez : "el conjunto de significados, expectativas y comportamientos compartidos por un determinado grupo social, que facilitan y ordenan, limitan y potencian, los intercambios sociales, las producciones simbólicas y materiales y las realizaciones individuales y colectivas dentro de un marco espacial y temporal determinado" (p. 7-8) CULTURA PÚBLICA 5. La cultura pública se refiere al “ conjunto
de significados que en los diferentes ámbitos del saber y del hacer han ido acumulando los grupos humanos a lo largo de la historia. Es un saber destilado por el contraste público y sistemático, por la crítica y la reformulación permanente, y que se aloja en las disciplinas científicas, en las producciones artísticas y literarias, en la especulación y reflexión filosófica, en la narración histórica..." (p. 8) 6. La escuela actual, salvo contadas excepciones, privilegia de manera evidente la cultura pública moderna. La característica clave de la modernidad es la apuesta por el gobierno de la razón como instrumento y rasgo definitorio de la humanidad. De esto se desprende: 1) búsqueda de un modelo unívoco y universal de Verdad, Bien y Belleza, 2) producción de conocimientos científicos "objetivos", 3) concepción de modelos ideales de organización política y social, 4) reafirmación de la idea de progreso en la historia, 5) definición de un modelo ideal de desarrollo d esarrollo humano, etc.
En síntesis, la cultura pública moderna impone "una forma privilegiada de civilización" (p. 9). 7. Problema con esto: desde la segunda mitad del siglo XX, la discusión académica nos obliga a pensar más allá de una sola razón universal y en los posibles usos "perversos" de la idea de razón. La idea de cultura "valiosa", que atraviesa toda la experiencia educativa en la escuela, termina revelándose como inevitablemente sujeta a los valores característicos de Occidente. Por ello, la escuela tiende a olvidar la importancia de entender cabalmente las diferencias individuales y culturales, para centrarse en la mera adquisición homogénea de saberes. 8. Esta crisis de la idea de cultura pública (producto de los crecientes cuestionamientos a la idea moderna de razón y lo que ella implica) influye en decisivamente en la vida escolar, toda vez que genera perplejidad en lxs docentes, pues se han desvanecido los fundamentos teóricos de su práctica. CULTURA ACADÉMICA
9. La cultura académica es la selección de contenidos de la cultura pública para trabajo en el contexto de la escuela. Tiene que ver con las concreciones del currículum, es el conjunto de significados y prácticas en el que se desea instruir a lxs estudiantes. 10. Pérez nos sugiere que esta clase de cultura también se encuentra en situación de transformación, lo que es rastreable en el cambio en la forma de concebir el currículum: de transmisión de contenidos disciplinares -privilegiando el libro de texto como herramienta didáctica-, pasamos a construcción localizada, elaborada a partir del trabajo entre docentes y estudiantes. 11. Problema: modelo academicista/enciclopédico (todavía preponderante) es incapaz de producir un aprendizaje duradero y significativo. Por tanto, los conceptos de las diferentes disciplinas que se enseñan en la escuela, que idealmente deberían servir como herramientas para aproximarse de manera más crítica y rigurosa al entorno, terminan volviéndose meros términos rimbombantes cuya única utilidad es aprobar exámenes y pruebas dentro de la institución educativa. "Por desgracia, en la escuela, el alumno/a se pone en contacto con los conceptos abstractos de las disciplinas de modo substancialmente teórico, no práctico, y al margen del contexto, de la comunidad y de la cultura donde aquellos conceptos adquieren su sentido funcional, como herramientas útiles para comprender la realidad y diseñar propuestas de intervención." (P. 11)
Para Pérez, lo que verdaderamente debemos cuestionarnos al hablar de pedagogía no es cómo lograr que los estudiantes estén motivadxs al aprendizaje, sino cómo construir la "cultura" académica en función del valor social de los contenidos que enseña la escuela. El/la estudiante aprenderá lo que considere necesario para sobrevivir dentro
de las dinámicas y procedimientos propios de la escuela. Por tanto, si construimos la dinámica académica en función de lo que las disciplinas ofrecen para la vida práctica del/la estudiante (en lugar de preservar a toda costa el orden y lógica de cada disciplina aislada), las herramientas conceptuales se aprenderán significativamente, pues tendrán relevancia y sentido dentro de la vida en el aula y fuera de ella. CULTURA SOCIAL
12. Esta cultura tiene que ver con los significados y comportamientos hegemónicos dentro del escenario social. "Componen la cultura social los valores, normas, ideas, instituciones y comportamientos que dominan los intercambios humanos en unas sociedades formalmente democráticas y regidas por las leyes del libre mercado e invadidas por la omnipresencia de los poderosos medios de comunicación de masas" (p. 12). Esta cultura social dominante influye decisivamente en las interacciones dentro del escenario escolar. Gracias al amplio potencial de socialización de la información que han adquirido los medios de comunicación en la era digital, estamos siendo testigos -desde finales del siglo pasado- de una reconfiguración de las interacciones económicas, del tiempo y espacio como barreras, de las formas en las que los individuos se relacionan entre sí, etc. 13. La escuela, al existir en un contexto particular, está en constante diálogo con los valores propios de dicho escenario. El autor esboza algunas de las características de la cultura social dominante 1 que se materializan en el escenario escolar, entre las que encontramos: -La promoción, simultánea y paradójica, de individualismo (competencia, habilidades utilitarias, división del trabajo, etc.) y conformismo social (garantía de permanencia del marco social: preservar estructuras como la democracia formal y el libre mercado). -El posicionamiento de la eficacia (consecusión de objetivos pre-diseñados) como fin último de la práctica educativa, toda vez que ello se equipara con calidad de la enseñanza brindada. -La aproximación ahistórica a la realidad y el conocimiento, palpable en la instrucción dogmática de los contenidos del currículum como verdad incuestionable, sin aproximarse nunca a los procedimientos que llevan a la formulación de la teoría, las contradicciones internas de la misma, etc. -La reificación de las posibilidades de existencia que nos ofrece el contexto contemporáneo: se reproduce la idea de que las estructuras sociales actuales son las únicas adecuadas, por lo que se pierde la posibilidad de discutir el carácter contingente y situado las formas contemporáneas de vivir en el mundo. 1 El
autor precisa que si bien es imposible realizar una lista exhaustiva e integrada de características de la cultura social, sí es plausible enumerar características generales. Asimismo, gracias a la distribución masiva de información que permiten los medios en la actualidad, es posible entender cómo estos valores y características logran extenderse, de alguna forma, a todo contexto que se encuentre en relación con Occidente.
-La exaltación de la forma por encima (y en detrimento) del contenido. 14. Para Pérez, todas estas características están directamente relacionadas con las exigencias ideológicas y materiales propias del contexto capitalista en el que nos hemos desenvuelto, por lo que el/la docente tiene la tarea de desmantelar, en la medida de lo posible, la influencia de estos rasgos en la práctica educativa. CULTURA ESCOLAR
15. La cultura escolar se refiere a "las tradiciones, costumbres, rutinas, rituales e inercias que la escuela estimula y se esfuerza en conservar y reproducir" (p. 17). Pérez señala que si bien intervienen otros factores, la cultura escolar es, grosso modo, la cultura del profesorado como conglomerado social. 16. El autor enumera, dentro de los rasgos distintivos de la cultura escolar, los siguientes: - El aislamiento profesional del docente : la tendencia del/la docente a posicionarse como dueñx y señor(a) de las dinámicas dentro del aula, cerrándolx a nuevas ideas y soluciones creativas para los retos específicos y cambiantes de la práctica educativa. - El carácter burocrático de la vida escolar : los procedimientos formales que guían la educación empiezan a valorarse como fines en sí mismos, independientemente de su contenido y utilidad para el proceso educativo. - El carácter conservador de la escuela : como institución social que pretende sobrevivir, la escuela termina reproduciendo tradiciones y adoptando valores corporativistas. Esto lleva a que las iniciativas innovadoras tiendan a ahogarse en el miedo a desequilibrar el statu quo. - El pragmatismo inducido por las exigencias del libre mercado : la valoración de resultados observables e inmediatos por encima de la apreciación holística del proceso de aprendizaje de lxs estudiantes. -La competitividad : en este clima se desarrollan las interacciones sociales entre profesorxs y entre alumnxs, producto de la mercantilización del rendimiento de las escuelas. - La concepción del aprendizaje como una experiencia esencialmente individual : la preocupación fundamental de lxs docentes es potenciar el progreso individual, por lo que la mayoría de actividades de aprendizaje se construyen para realización individual, dejando poco espacio a que lxs estudiantes sean capaces de pensar, también, en intereses colectivos. 17. De acuerdo con Pérez, todos los rasgos de la cultura escolar — en la que lxs alumnxs se desarrollan durante años — conllevan la reproducción de una manera muy particular de pensar y sentir, en particular frente a la educación. Estas formas heredadas de entender la educación y el lugar de la escuela impiden, a su vez, la mayoría de intentos individuales de innovación y crítica.
CULTURA EXPERIENCIAL
18. La cultura experiencial (o privada) remite, para el autor, a "la peculiar configuración de significados y comportamientos que los alumnos y alumnas de forma particular han elaborado, inducidos por su contexto, en su vida previa y paralela a la escuela, mediante los intercambios 'espontáneos con el medio familiar y social que ha rodeado su existencia" (p. 20). 19. Si bien la cultura experiencial es producto de una cultura local y está construida a partir de acercamientos empíricos y premisas sin revisar, esta es la plataforma sobre la que lxs estudiantes interpretan e intervienen en la realidad. 20. Para Pérez, prescindir de/despreciar la cultura experiencial y sus manifestaciones constituye una práctica tan común como reprochable. Dado que la escuela pretende la imposición de las herramientas de la cultura pública -más depurada y refinada- sin consideración de la cultura experiencial, el resultado es una "yuxtaposición de esquemas de pensamiento" (p. 21), que crea en lxs alumnxs una división tajante entre vida cotidiana y vida académica y entre teoría y práctica. 21. El autor sugiere que el objetivo de la escuela debería ser la reconstrucción del conocimiento experiencial de lxs estudiantes a través de las herramientas que ofrecen la cultura pública y las formas académicas: "Partir de la cultura experiencial y particular no para mitificarla o reproducirla sino para provocar su transformación y trascendencia" (p. 21). 22. En últimas, la invitación de Pérez a incluir la cultura experiencial como insumo dentro del proceso pedagógico lleva, en principio, a dos consecuencias sumamente interesantes: 1)Sensibilizarse frente a las desigualdades que se manifestarán en el aula, producto de historias de vida disímiles y contextos socioeconómicos particulares. Esto lleva a la necesidad de respetar la pluralidad de ritmos, capacidades e intereses asociados al aprendizaje dentro de la escuela. 2)Al construir una escuela que es capaz de recrear la cultura experiencial, es posible pensar en la escuela como una comunidad democrática en la que "se aprende al mismo tiempo que se vive" (p. 22). Esto permite deconstruir la popular dicotomía entre "tiempo de vida" y "tiempo de estudio".
