La importancia de la anatomía se basa en el hecho de que, gracias al conocimiento de nuestro propio cuerpo, hemos aumentado nuestra trascendida, se han descubierto soluciones a enfermedades, conocemos conocemos mejor la capacidad física de cada uno de nosotros y, sobre todo, se abre todo un mundo de posibilidades de conocimiento conocimiento que nuestros científicos pueden abordar. Si nos remitimos al significado estricto de la anatomía, ésta es una ciencia que estudia la estructura de los seres vivos, la forma, la topografía, la ubicación, la disposición y la relación entre sí de los órganos que las componen. Sin embargo, además de la parte científica, la anatomía supone la curiosidad constante y la necesidad de conocimiento del ser humano.
Desde que el hombre tuvo noción de sí mismo, poco a poco sintió curiosidad por su propio cuerpo y de saber cómo funcionaba. A lo largo del exterior de la humanidad, desde los primeros hechiceros y chamanes de las cavernas, pasando por las diferentes civilizaciones hasta hoy día, la humanidad ha sentido la necesidad de saber cómo funciona su propio cuerpo para poder entenderse a sí mismo. Nuestro cuerpo es una estructura muy compleja y no hay una sola máquina en el mundo que pueda compararse. Todos los intentos de recrearlo científicamente o mediante máquinas han resultado infructuosas. El cuerpo humano es una máquina perfecta que realiza r ealiza acciones inmediatas, casi sin pensarlas y ante cualquier problema, lesión, etc., se adapta para seguir realizando todo con normalidad. Todas las partes de nuestro cuerpo, todos los órganos, todo tiene razón de ser y está diseñado para que funcionen en armonía. Pero, para lograr el conocimiento que tenemos actualmente han pasado muchos siglos en los que el estudio del ser humano, en muchas m uchas ocasiones, estuvo prohibido, considerándose herejía e incluso, las personas que intentaban estudiar podrían acabar muertas después de ser juzgadas. En ese aspecto han influido muchísimo los poderes políticos, económicos, y religiosos. La historia nos demuestra que todos los descubrimientos, todo lo nuevo es difícil de aceptar en muchas ocasiones; pero si hablamos del cuerpo humano, en muchos momentos de la historia, estamos hablando de un tema prohibido, tabú, en el que solamente intentar conocer algo de su funcionamiento se considera algo sacrílego e impensable, ya que se considera la peor corrupción del ser humano. Actualmente, la anatomía nos abre un mundo m undo de posibilidades no sólo en el conocimiento del ser humano sino en cómo funciona todo ese mecanismo y cómo ese conocimiento puede ayudarnos a la hora de combatir enfermedades, lesiones, y todo tipo de problemas a nivel físico. Además, con la ayuda de las nuevas tecnologías, podemos conocer elementos elementos que hasta ahora estaban ocultos o cultos al ser humano. Todo lo que de nuestros antepasados, nuestra historia ha conseguido desentrañar de la anatomía, ha sido un viaje lleno de alegrías, tristezas, miedos, muertes y, sobre todo, esperanza, vida.
Alrededor de 600 dibujos confirman una vez más que el florentino era un genio polifacético. Pintor, escultor, arquitecto, científico.
Pero más que nada estos manuscritos revelan que da Vinci fue pionero en los estudios de la anatomía humana.
Martin Clayton, Curador de la Royal Collection: "Leonardo no fue un simple pintor, a veces incursionaba en las ciencias. Su interés en las ciencias no fue un tema secundario, extraño o curioso. Sus estudios científicos fueron centrales para su actividad. Los dibujos anatómicos en particular muestran una calidad y brillantez sostenida: por eso Leonardo merece ser considerado como el mayor científico del Renacimiento."
Celebrando su Jubileo de Diamantes en 2012, la Reina Isabel II autorizó la exhibición de gran parte de estos dibujos en el Palacio de Buckingham en Londres, en la galería Queen's.
A pesar de las limitaciones tecnológicas de la época del Renacimiento y la escasez de conocimiento médico, da Vinci alcanzó en sus dibujos anatómicos una precisión increíble.
De hecho, los anatomistas británicos ahora concuerdan en que solo con los mejores y ultramodernos escáners tridimensionales, se pueden producir imágenes del cuerpo humano, similares a lo que da Vinci dibujaba hace casi 5 siglos. Su análisis del corazón humano fue tan profundo y correcto, que amenazó con destruir los mitos médicos de aquella época.
Jonathan Edwards, exhibición "Da Vinci: el Anatomista": "Tan diferentes fueron estas conclusiones del conocimiento que existía, que el mismo da Vinci las rechazó. Y sus investigaciones en el funcionamiento del cuerpo alcanzaron un callejón sin salida. Es algo triste: porque estuvo t an cerca de un descubrimiento, y lo rechazó."
Muchas ideas de los filósofos griegos, como Platón, todavía afectaban a da Vinci: él estaba convencido de que el sistema reproductivo humano era casi igual al de las flores, o que el cerebro contenía tres cavidades, que guardaban las facultades mentales, tales como la memoria.
Durante su vida da Vinci hizo disecciones de unos 30 cadáveres humanos, principalmente de los criminales ejecutados o vagabundos.
Martin Clayton, Curador de la "Royal Collection": "Este es uno de los dibujos de sus investigaciones, hecho en el año 1510, probablemente en la Universidad de Pavia, cerca de Milán, donde él colaboró con un joven profesor de anatomía. El resultado está repleto de impactantes detalles de los músculos del hombro y el brazo, y la estructura de la mano: aquí vemos todos los nervios y las arterias."
Da Vinci planeaba publicar sus dibujos en un libro, el cual sería el más importante de su época dedicado a la anatomía. Pero en 1519 murió, y su alumno Francesco Melzi perdió parte de las obras.
Por casi 4 siglos estos bosquejos permanecieron olvidados: solo a principios de siglo XX fueron publicados, y finalmente da Vinci fue aceptado como un anatomista profundamente importante. Dentro de esa unidad fisiológica que es la hembra lactante, la ubre es el órgano encargado de elaborar y acumular el producto final: la leche. La capacidad productiva del animal y la calidad del producto dependen, en gran medida, del funcionamiento y constitución de este órgano.
La ubre de la vaca lechera consta de cuatro glándulas mamarias (cuarterones).Cada uno de estos cuatro complejos glandulares es completamente independiente, con su propia estructura secretora y se comunica con el exterior a través de su propio pezón (Figura 1).
Figura 1. Estructura anatómica y secretora de la ubre de vaca.(Fuente: PLM, 1998)
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Los cuatro cuarterones están, a pesar de su independencia funcional, íntimamente ligados y reunidos bajo la piel de la ubre y situados en la región inguinal, contra la pared abdominal y la cara ventral del suelo de la pelvis, de la que se encuentra separada por una gruesa almohadilla de grasa. La ubre se encuentra suspendida de dichas estructuras por un sistema suspensor.
2. Estructura interna de la mama
La producción y secreción de la leche corre a cargo de un conjunto de células especializadas que se agrupan en una unidad funcional llamada alveolo.
La totalidad de la organización de la ubre se centra alrededor de la estructura alveolar. Cada alveolo es una pequeña vesícula (semejante a una esfera de 100 a 300 micras de diámetro) en la que determinadas materias procedentes de la sangre se transforman en leche, y capaz de alcanzar un volumen máximo cuando está llena de leche y de replegarse y de reducirse cuando está vacía.
La constitución básica de un alveolo (figura 2) es una capa sencilla de células epiteliales que rodean una cavidad central, el lumen. Las células epiteliales poseen un solo núcleo y descansan sobre una membrana. Cada alveolo está irrigado con pequeños capilares y vénulas, que proporcionan sangre al alveolo y retiran la sangre no utilizada. Además, rodeando a cada alveolo aparece una serie de células especializadas -las células miopiteliales- que son responsables de la eyección de leche al contraerse por la acción de la hormona oxitocina. Las células epiteliales (o glandulares) absorben nutrientes de los capilares, los transforman en componentes de la leche y los liberan en el lumen del alveolo.
Cada grupo de alveolos forma un auténtico racimo o "acini" para formar un lobulillo. Cada lobulillo posee de 150 a 220 alveolos y mide unos 0,75 mm3. Cada lobulillo aparece rodeado por una cápsula de tejido conjuntivo. Un conjunto de lobulillos reunidos forman un lóbulo, que desemboca en un conducto mayor y aparece rodeado por una cápsula de tejido conjuntivo.
Figura 2. Esquema de un alveolo.
De los alveolos parten los conductos lactíferos de menor calibre, que se van reuniendo para formar otros de calibre cada vez mayor. Según su situación, se van denominando intralobulillares, interlobulillares, intralobulares e interlobulares (según los clasifica TURNER). De la confluencia de varios de estos canales interlobulares se forman en cada cuarterón de 5 a 20 grandes conductos llamados galactóforos, que confluyen en el seno galactóforo o cisterna de la leche, de paredes muy elásticas y en la que se almacena cierta cantidad de leche, variable según la especie y la raza. Esta cisterna glandular continúa en el seno del pezón mediante una abertura estrechada por un pliegue de la mucosa debido a la presencia de gruesas venas circulares que forman el círculo venoso de la base del pezón (cricoides) (Figura 3).
Figura 3. Estructura de la ubre.
El seno o canal del pezón se continua hacia el exterior por el conducto papilar, del que está separado por unos pliegues de la mucosa, la "roseta de Furstenberg", que junto con el esfínter papilar será de gran importancia para evitar la salida pasiva de la leche, así como la entrada de gérmenes y sustancias extrañas a la glándula.
3. Características diferenciales en otras especies
Dentro de las especies animales mamíferas, la glándula mamaria ofrece particularidades bien diferentes relacionadas, por otra parte, con la aptitud lactopoyética de la especie animal, y más concretamente, con el tamaño de la camada (número de crías por parto). La naturaleza ha dotado a cada hembra de condiciones anatomofisiológicas apropiadas para el éxito procreativo, que en los mamíferos termina, generalmente, con la cría de los recién nacidos hasta períodos muy avanzados de su desarrollo.
Factores genéticos, alimenticios y ambientales han provocado reajustes neuroendocrinos en la vaca, oveja y cabra que han permitido su especialización en altas producciones de leche, muy superiores a las exigidas para la alimentación de los recién nacidos, en cuyo hecho se apoya la explotación industrial de dichas especies.
3.1. Oveja
Las glándulas se sitúan en posición inguinal en número de dos (especie bimástica). Su forma es hemisférica y están provistas de un solo orificio que comunica con una muy amplia cavidad en la que se abre el seno lactífero, muy desarrollado. El pezón es cónico, de gran tamaño (2-3 cm), provisto de una cisterna en la que drenan 6 conductos galactóforos, y provisto de un solo orificio externo. En su borde existen glándulas sebáceas y sudoríparas que contribuyen a la protección del epitelio de revestimiento.
La circulación arterial y venosa ofrece una disposición muy semejante a la de la vaca. El sistema linfático y los ganglios mamarios resultan simples en relación con los de la vaca, ya que en este aspecto el conjunto glandular mamario de la especie ovina representa la mitad en relación a las cuatro formaciones glandulares que integran el conjunto mamario de los bovinos.
Tratando de simplificar la descripción de la morfología, las ubres se suelen clasificar en los denominados "tipos".. La clasificación se realiza en función del ángulo de implantación de los pezones, de la presencia o ausencia del ligamento suspensor medio y de la existencia de ubres desequilibradas, siendo las de pezones implantados perpendicularmente al suelo las que mejor se adaptan al ordeño con las máquinas actuales.
3.2. Cabra
El conjunto glandular de la cabra tiene forma cónica hacia abajo, con gran desarrollo de los pezones. La cisterna, de gran tamaño, recibe de 6 a 9 conductos galactóforos que proceden de sus respectivos núcleos glandulares.
En el pezón se encuentra un gran seno capaz de retener leche en el preordeño o apoyado. La forma y volumen de la ubre de la cabra están muy relacionadas con las aptitudes productivas de las distintas razas, señalándose para las lecheras una mayor longitud y aspecto periforme.
3.3. Cerda
Las mamas se encuentran en número de diez ó doce, la mitad en cada lado. Generalmente son cuatro pectorales, cuatro abdominales y dos inguinales. Presentan forma semiesférica, con desarrollo moderado y su pezón, corto y cilíndrico, está atravesado por varios conductos que se continúan con los senos galactíferos.
Es frecuente observar un desarrollo disarmónico entre las mamas. Las abdominales y las inguinales suelen tener un mayor desarrollo que las pectorales, debido al hecho de que estas últimas reciben una menor irrigación sanguínea. El sistema vascular presenta un mayor desarrollo en la zona abdominal e inguinal.
Por otro lado, en partos de camadas reducidas, pueden quedar glándulas excedentes, cuyo volumen es mucho más escaso que el de las mamas funcionales.
La estructura mamaria de la cerda se caracteriza por la presencia de abundantes fibras lisas, contando con un extenso mioepitelio capaz de regular el flujo sanguíneo e, igualmente, la dilatación de los conductos galactóforos y acinis.
4. Secreción de leche
Las células secretoras toman de la corriente sanguínea los nutrientes necesarios para la síntesis de leche. Éstos serán fundamentalmente los siguientes:
Glucosa , que es el precursor de la lactosa y de parte de las materias grasas de la leche Aminoácidos, que serán utilizados en la síntesis de proteínas de la leche Ácidos grasos de cadena larga, provenientes del alimento o de las reservas corporales, que darán lugar a grasa de la leche Ácidos acético y β-hidroxibutírico (en rumiantes), procedentes de la fermentación ruminal, que son también precursores de la grasa de la leche Vitaminas, minerales, La cantidad y composición de la leche dependerá de la disponibilidad de cada uno de estos nutrientes.
La actividad de la célula secretora (lactocito) es cíclica. Cada ciclo incluye tres fases: secreción, excreción y reposo. En la primera de ellas se sintetizan los componentes de la leche. Éstos se van acumulando en el polo apical de la célula (el más próximo al lúmen o luz del alveolo), que se va alargando, mientras que el núcleo se desplaza hacia la base. Durante la fase excretora, los componentes de la leche son vertidos hacia la luz del alveolo.
La leche excretada se almacena en la glándula mamaria o ubre hasta que se produce el amamantamiento o el ordeño. A medida que se va produciendo la excreción, la leche se almacena en dos zonas distintas: una parte queda en los alveolos y pequeños conductos galactóforos (leche alveolar), mientras que otra desciende a los conductos mayores y cisternas (leche cisternal). La distribución entre éstas difiere según las especies.
La acumulación de la leche en los alveolos hace aumentar la presión intraalveolar y ésta, directamente o a través de factores inhibidores de la lactación presentes en la leche, hace que se frene la secreción. El vaciado de la ubre libera a ésta de la presión, permitiendo otra vez la síntesis de leche. De aquí la importancia del intervalo entre ordeños: la mayor frecuencia de ordeños y su regularidad dan lugar a una mayor producción de leche. Además, el vaciado de la mama estimula la producción de la hormona prolactina, la cual contribuye al mantenimiento de la lactación, de modo que mientras que se produzca regularmente el vaciado, las hembras gestantes pueden seguir produciendo leche a pesar del efecto en contra de la progesterona. En caso contrario, la ausencia de vaciado de la glándula mamaria lleva al secado y fin de la lactación.
5. La eyección
El ordeño o amamantamiento por sí solos pueden obtener únicamente la leche cisternal, pero no la alveolar, que está fuertemente retenida por la tensión capilar de los numerosos conductos lácteos. Para que se libere la leche alveolar es necesario que las células mioepiteliales, con capacidad contráctil, que rodean los alveolos se contraigan, “exprimiéndolos” y expulsando la leche hacia las cisternas. Este proceso por el que la contracción de las células mioepiteliales hace fluir la leche de la glándula es llamado “bajada de la leche” o eyección. El agente responsable de la contracción y, por tanto, de la bajada de la leche es la hormona oxitocina.
Estímulos externos como son la llamada de la cría o el ruido de la máquina de ordeño y, sobre todo, la manipulación de la mama, son captados por células sensoriales que envían impulsos nerviosos hasta el hipotálamo. Éste, a su vez, provoca la liberación de la oxitocina por el lóbulo posterior de la hipófisis.
Si la vaca es excitada o sometida a estrés, se produce la hormona adrenalina. Ésta provoca una vasoconstricción que impide la llegada de la sangre y de la oxitocina a los alveolos, inhibiendo la eyección.
La bajada de la leche se produce en un tiempo no superior al minuto después de iniciarse el estímulo desencadenante de la liberación de oxitocina, que normalmente es la tetada o el masaje previo al ordeño. La oxitocina se va catabolizando, por lo que su efecto tiene una duración limitada (en los bóvidos, cercana a los 5 minutos). Cuando cesa la contracción de las células mioepiteliales, la presión se invierte y la leche vuelve a ascender por capilaridad. Esta leche ya no es accesible aunque continúe la succión a nivel de los pezones y constituye la leche residual. Una nueva contracción de las células mioepiteliales, con la consiguiente eliminación de la leche residual, no es posible por métodos naturales, aunque sí puede provocarse mediante la inyección de oxitocina. Tener un cuerpo bien delineado y sin grasitas de sobra es el ideal de un montón de hombres y mujeres que se dedican a cultivar la perfección de su humanidad entre dietas saludables y rutinas de ejercicio. Sin embargo, para asegurar el peso soñado y la adecuada distribución de los kilos en el cuerpo, es necesario evitar algunos hábitos que contribuyen a deformar la anatomía, tal como lo han demostrado recientes estudios científicos. Veamos de qué se trata: BOLSOS PESADOS Y ENORMES
El doctor Michael Prager es un experto en medicina cosmética que notó que muchas de sus pacientes tenían más grasa en un lado del cuerpo que en el otro, y que el lado más ´gordo´ no era precisamente donde solían llevar colgados sus pesados bolsos. En este sentido, Ivana Daniell, experta en postura corporal, explica que uno hace más ejercicio del lado por donde va la carga pesada, lo que obviamente afecta la distribución de la grasa. “Muchas de mis clientas tienen más grasa de un lado de su cuerpo, y lo único que ellas tienen en común es que usan bolsos ridículamente grandes”. Es nuestra postura la que afecta el almacenamiento de la grasa, -agrega- y cuando llevas colgado un enorme y pesado bolso de un solo lado, activas mucho más los músculos de ese costado creando desequilibrio muscular y esquelético que afecta la distribución de la grasa. Consejo: Acostúmbrate a cambiar el bolso de brazo para equilibrar mejor la grasa del cuerpo, y además evitar dolores de hombro y cuello. FALSO BRONCEADO Es posible que utilizar lociones autobronceadoras te haga lucir un cuerpo más tonificado y delgado. Sin embargo, un grupo de científicos suecos advierte que este tipo de práctica hace engordar porque las lociones autobronceantes contienen ftalatos, que son sustancias químicas que alteran el equilibrio hormonal, estimulan el almacenamiento de grasa alrededor del estómago, y predisponen a la gente a ganar peso y a desarrollar diabetes. Mónica Lind, autora del estudio en cuestión, asegura que “estos ftalatos están volviendo obesas a quienes utilizan productos con este químico que llega a la sangre a través de la piel”. Consejo: Si quieres lucir un bronceado de lujo, planifica un viaje de disfrute a la playa o un paseo a la piscina, sin olvidar que la loción bronceadora debe tener un porcentaje de protector solar. SER MULTIFUNCIÓN Una de las fortalezas femeninas -y en gran medida una debilidad masculina- es hacer muchas tareas al mismo tiempo. Y aunque es un verdadero orgullo culminarlas con éxito, a la larga puede traducirse en unos kilitos de más. Una reciente investigación encontró que esta práctica sostenida agota la parte del cerebro encargada del autocontrol. El profesor Ryan Hamilton, uno de los colaboradores del estudio, explicó que cuando ayudas a tus hijos con las tareas, respondes un correo electrónico del trabajo y echas un vistazo a lo que tienes montado en la hornilla para retomar enseguida la primera tarea, trabajas en paralelo en cosas que requieren diferentes modos de pensar. ¿Qué ocurre entonces? Pues que ese estar ocupado en tareas multifunción también afecta las decisiones en torno a los alimentos, y en lugar de atender los horarios de la comida como debe ser, echas mano a un café y a un montón de galletas para poder seguir adelante. Y aunque este tipo de merienda proporciona un golpe rápido de energía, al fin dará lugar a más estrés y agotamiento porque altera el nivel de azúcar en la sangre, produce cansancio y genera más antojos dulces.
Consejo: Evitar comer cuando se ejecutan varias tareas al mismo tiempo para que no te hinches, y respetar los horarios de las acomidas para poder masticar adecuadamente y asegurar una buena digestión. LEGGINS AFLOJAN MÚSCULOS Claro que vale la pena lucir un cuerpo escultural, pero cuidadito con los leggins muy ajustados que terminan volviendo a los músculos perezosos, lo que se traduce en un vientre y unas piernas flácidas. Esta advertencia la hace Sammy Margo, fisioterapeuta del equipo de fútbol de Inglaterra, quien se confiesa adicta a los leggins aunque reconoce que tienen un inconveniente. “Aprietan tanto los muslos, los glúteos y la panza, que impiden a los músculos hacer su trabajo y como resultado éstos no pueden relajarse y se desconectan”. Consejo: Vístelos y lúcelos si tienes una figura estilizada, pero administra su uso para evitar sus efectos negativos. TACONES SACAN BARRIGA Según el entrenador Dax Moy, el uso frecuente de tacones muy altos provocan que los músculos del estómago tiren hacia adelante fomentando la tan detestada panza. “Vivir entaconada hace que las grasas abdominales se derramen hacia adelante y produzcan una barriga que muchas mujeres han llegado a pensar equivocadamente que es la típica grasa del estómago”. Otro especialista en el tema, Dalton Wong, apoya la tesis de Dax Moy y agrega que además los tacones altos pueden debilitar los músculos abdominales, generando una panza que sobresale justo por debajo del ombligo”. Consejo: Lo ideal es administrar el uso de los tacones muy altos, pero si te es imposible desmontártelos, pues cuando estés en casa camina descalza para que ayudes a balancear tu cuerpo y fortalecer tus músculos.
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