La Masonería y las Sectas
SECTAS PARTE I: La Masonería y las Sectas Publicadas por Conexión Con La Verdad Introducción El influjo de la masonería ma sonería en no pocas sectas suele mantenerse secreto o, si se prefiere usar la terminología masónica, discreto. Por ello puede ser calificado como “invisible”.
Pero no cabe duda de que ha sido un influjo eficaz y que manifiesta la capacidad creativa de los masones. Varios quedan tan absorbidos por la secta fundada por ellos que permanecen en la masonería, pero solo en estado durmiente. A veces se debe a que ya no les llena la actividad ni la ideología de la masonería. La consideran sin vigor y caída en la rutina, motivo p or el cual algunos masones conservan la “doble pertenencia” a su logia masónica y a la secta de impronta masónica y de reciente creación. He aquí una exposición graduada del influjo masónico en las sectas.
No es fácil detectar el influjo “invisible” de la masonería a través de las sectas, vinculadas de un modo u otro con
ella. Piénsese, por ejemplo, en el esoterismo teosófico como factor promotor y determinante de la difusión del budismo en Occidente desde el año 1875 (fundación de la primera “Theosophical Society”) hasta el 1962, inicio de
otra oleada: New Age o Nueva era (p. 603, 622-629). 622 -629). La pareja formada por la rusa Helena P. Blavatsky y el coronel norteamericano Henry Steel Olcott (fundadores de la Sociedad Teosófica) eran masones y dedicados al espiritismo, al ocultismo. Fueron los primeros occidentales en “tomar el triple Refugio”, rito oficial de incorporación al budismo, el 25.5.1880 en Sri Lanka (Ceilán). Inmediatamente se enfrentan a las misiones cristianas, en su gran mayoría anglicanas por influjo del colonialismo ingles. Forman un Comité de defensa del budismo, que, en 1881, publica un Catecismo budista a imitación del catecismo cristiano y para reemplazarlo. Cuando el gobierno nacionaliza el sistema escolar, la Sociedad teosófica tiene allí más de 400 escuelas. El 5.8.1875 el masón Jules Ferry afirma algo que vuelve a oírse en nuestros días en España, aunque ahora suele hablarse de “ética”, no de “moral”: “Podría demostrar que no son los dogmas los que han sostenido la moral,
sino, al contrario, la moral la causa de que los dogmas se mantengan. La prueba es el budismo…, que tiene una moral, principios, un ideal verdaderamente tan puro al menos y tan excelso como el ideal cristiano más exigente y refinado…Además, en el budismo no hay penas ni recompensas. Es una moral que se tiene en pie por sí sola”. Siete años más tarde consigue una votación favorable al laicismo en la enseñanza estatal de Francia. El catecismo católico es reemplazado por manuales de educación ética y cívica, elaborados desde la filosofía moderna occidental y desde la tradición tradic ión oriental, evidentemente también la budista. Por su parte, los masones, al menos como tendencia generalizada por parte de muchos en las Sociedades teosóficas y fuera de la misma, han promovido la expansión del budismo en Occidente porque la masonería considera al budismo como la religión de creencias más afines a lo común a todas las religiones, que es lo que podría ser enseñado en las escuelas en lugar de “una religión determinada”. Creen que la masonería está por encima de todas las religiones y que -más que una religión- es “la religión universal, eterna e inmutable.”Parecen desconocer que no existe “la religión común, universal”, “lo común a todas las religiones”, como no se habla lo
común a todos los idiomas. El ser humano tiene unas creencias religiosas determinadas, como no puede no hablar sino un idioma determinado: español, inglés, etc. Además se ha convertido en un tópico tó pico la consideración del budismo como el modelo de una “religión tolerante y no dogmática”, aunque no siempre haya sido ni sea así a no
ser para los desconocedores de las religiones no cristianas. Y la masonería, por obra de su relativismo, rechaza cualquier verdad dogmática, la moral objetiva, etc., así como las instituciones dogmáticas, sobre todo su prototipo y paradigma: la Iglesia católica. Esto a pesar de que los Land marks = “mojones, lindes”, los principios
vigentes desde tiempo inmemorial en la masonería regular (no ( no en la irregular), son a modo de verdaderos dogmas, inalterados e alterables. Supone un cierto entrenamiento descubrir lo masónico en el origen y en el reticulado de New Age, “Nueva era”, “un nuevo modo de practicar la gnosis", que, en gran medida, está conformando las creencias y las prácticas del
hombre occidental, así como la opinión pública y el paganismo de nuestros días [pp. 622-629).
Sectas Masónicas "Invisibles" : Testigos de Jehova (Jahbulon): Fundador de los Testigos de Jehova Charles T. Russel fue Mason de grado 33
aqui imagenes de su tumba, notese la cruz con la corona...
Salon Mason con la Cruz Inclinada Coronada de fondo
Rango en Caballeros Templarios al de Mason de 33º
Lugar de entierro de Russel
Considerando con las tumbas de atrás es la mas prominente...
La verdadera historia de los orígenes de la organización de los Testigos de Jehová está resurgiendo de la oscuridad. Sus dirigentes no pueden controlar la información ni impedir que los testigos de base se asomen a la ventana de la red cuando llegan a sus hogares y no se sienten presionados por la mirada atenta de los “ancianos”. Aquellos que tiene el valor y la curiosidad de asomarse a este medio de información sin censuras descubren con ojos asombrados quedándose boquiabiertos cuando descubren todo el secretismo y los enormes esfuerzos que la Sociedad Watch Tower ha ido haciendo sistemáticamente y a través de su breve historia para ocultar los hechos relacionados con su fundador C.T.Russell . Secretos que son cada vez más obvios. Existe un número creciente de individuos que tienen pasión por conocer la historia oculta de los Testigos de Jehová. Una historia que , gracias a la internet , no deja de revelar sus misterios que hasta hace poco eran prácticamente impenetrables. Las investigaciones acerca de C.T. R ussell avanzan cada vez más y revelan la verdadera naturaleza de este hombre y de las tres Sociedades que fundó aunque muchos testigos solo se refieran en su ignorancia a una sola de ellas , la Watchtower Bible and Tract de Nueva York con sede en Brooklyn, de hecho la mayoría de los testigos de base hablan de “la Sociedad” como si de una sola se tratara y la mayoría
permanece en ignorancia supina de que actualmente son seis las Sociedades y eso desde octubre del año 2000. Russell era un hombre literalmente atormentado por muchas m uchas cosas y entre ellas destaca la Francmasonería. En la manzana dónde él tenía la primera tienda de ropa para caballeros había varios salones masónicos ante cuyas c uyas puertas tenía que pasar de camino a casa ( Es curioso que los lugares de reunión de los tjs se llamen también salones y tanto los testigos como los masones digan :¡Vamos al Salón!). La lectura de los archivos compilados sobre su "obra" nos muestra muchos c omentarios que él hizo y que confirman sin ninguna duda que el Pastor Russell puso a la masonería en el mismo nivel que las grandes denominaciones cristianas de su época . Cuando en sus archivos Russell habla de las grandes religiones, incluye en ellas a la masonería. En otros comentarios que hizo ante miles de oyentes, "el Pastor Russell" unió a las grandes religiones con la Francmasonería en un sincretismo que sólo los masones abogaban. Russell discursó en templos Masónicos donde su conocimiento asombroso de esta organización esotérica unido a los símbolos que podemos descubrir o encontrar por todas partes de sus publicaciones nos muestra que si no era un miembro de aquella gran sociedad soc iedad secreta que es la Francmasonería al menos estaba impregnado hasta la médula de la influencia masónica que se respiraba en el ambiente de su s u ciudad natal de Pensylvania.
Entre los símbolos más importantes que Russell atribuyó a la masonería estaba la Gran Pirámide de Egipto por medio de la cual pretendió entender toda la cronología del mundo , los periodos proféticos y las profecías acerca del año 1914 que había tomado prestado de los adventistas. A pesar de los esfuerzos de los l os dirigentes de los Testigos de Jehová en ocultarlo, Russell tanto en vida como en muerte quedará enlazado para la eternidad con c on la verdadera fuente doctrinal de los l os Testigos de Jehová que evidentemente no es la Biblia como los Testigos de Jehová de base piensan, sino la l a filosofía y secretos esotéricos de la masonería en busca de un “nuevo orden” mejor mezclado con doctrinas escatológicas de la religión adventista. Déjense de dar golpes de pecho, la Watch Tower no es de origen divino, sino de origen masónico y adventista .Eso es tan evidente que no podemos negarlo a la luz de los numerosos descubrimientos que pululan y afloran sin parar desde que la caja de Pandora de la WTS se abrió y no preci samente por su voluntad . No por lo que leemos, sino también por lo que vemos.
Mormones: Joseph Smith Profeta Mormon y Maestro Masón La Familia Smith Se sabe que la familia vino de Inglaterra siendo escoceses de origen, alrededor del año 1638 con Robert Smith, quien desembarcó en Boston Estado de Massachussets, trasladándose luego a Rowley, Condado de Essex, hoy Boxford. Contrajo matrimonio con Mary French y fueron padres de 10 hijos. Los descendientes se establecerían en
Topsfield. El abuelo de José, Ásael Smith, en una ocasión profetizó “ha llegado a mi alma el presentimiento que uno de mis descendientes promulgará una obra que sacudirá el mundo de la fe religiosa” . Asael Smith vivió lo suficiente como para ver su profecía cumplida. El primer verano después de la organización de la Iglesia, José Smith padre junto con su hijo Carlos, lo visitaron y le llevaron un ejemplar del Libro de Mormón, el cual leyó y declaró estar convencido de su origen divino.
Poco después falleció, su esposa Mary Duty Smith se mudó a Kirtland donde fallece en 1836 firme en la Iglesia y en la fe que estableciera su nieto. ni eto.
Los Primeros Contactos de Joseph Smith con la Masoneria José Smith padre y Hyrum Smith, su hermano mayor, eran masones, reciben el grado de maestro masón en 1818, Terry Chateau dice al respecto: “La familia de José Smith fue conocida y reconocida por haber sido una familia muy unida, donde un fuerte afecto
y lealtad existía entre cada uno de sus miembros. Era una familia masónica que vivía y practicaba las estimables y admirables normas de la Libremasonería. El padre, José Smith Sr., fue un documentado miembro de la parte alta (Norte) del Estado de Nueva York. Fue exaltado al grado de Maestro Masón el 07 de mayo de 1818 en la Logia “Ontario Nº 23” de Canandaigua, Nueva York. Su hijo mayor, Hyrum Smith, fue miembro de la Logia “Monte Moriah Nº 112” de Palmyra, Nueva York.
Estos hechos documentados, especialmente la membresía masónica de José Smith padre en la Logia en Canandaigua y la membresía de Hyrum en la Logia de Palmyra, son de la más significativa importancia. El peso de la masonería en el reverdecer del ocultismo del siglo XIX fue ciertamente extraordinario, hasta el punto de que no puede entenderse su historia sin hacer referencia a él. Ya hemos indicado como uno de sus componentes esenciales – y de sus atractivos – era la pretensión de poseer un conocimiento secreto, una gnosis, que sólo se comunicaba a los iniciados. Esta circunstancia – absolutamente esencial en la historia de la masonería y, sin embargo, tantas veces omitida – explica, por ejemplo, el considerable papel representado por la masonería en la configuración de algunas de las sectas surgidas durante el siglo XIX. De entre las sectas contemporáneas, la más importante, con diferencia, es la iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días, más conocidos popularmente popularmente como los mormones. Todo eso es más o menos menos conocido, lo que ya resulta mucho menos sabido es que Joseph Smith Jr. era masón y que la masonería desempeñó un papel muy considerable en el nacimiento y establecimiento de la secta. Resulta obligado decir que nada puede alcanzar la categoría de comprensible en relación con la historia y la teología de los mormones – a la que Ferguson denominó la religión sintética de Utah – sin hacer referencia a la persona de su fundador y profeta Joseph Smith . Smith nacido el 23 de diciembre de 1805 en un entorno doméstico peculiar. Los vecinos de Smith consideraban a la familia de éste como “analfabeta, bebedora de whiskey, holgazana e irreligiosa”. La madre de Smith, L ucy Mak, practicaba la hechicería y alimentaba la pretensión –por lo visto no del todo desprovista de fines crematísticos – de tener visiones. El padre, Joseph, más conocido como Joe, contaba con una cierta popularidad que emanaba de que su ocupación consistía en buscar tesoros en favor de aquellos que le pagaban con co n esa finalidad. Está documentado que el joven Joseph Smith acompañaba con frecuencia a su padre en estas expediciones a mitad de camino entre el fraude y lo oculto, y desde edad muy temprana se dedicó a la práctica de la adivinación y de decir la fortuna mediante el uso de piedras, una práctica específicamente prohibida por la Biblia (2). Sin embargo, de manera aún más interesante, la familia de Joseph Smith estaba estrechamente vinculada con la masonería. El padre, Joseph Smith Sr. había sido iniciado en el grado de maestro masón el 7 de mayo de 1818 en la logia de Ontario n. 23 de Canandaigua, Nueva York. Uno de los hijos mayores, Hyrum Smith, era miembro de la logia Mount Moriah n. 112 de Palmyra, Nueva York. Las fechas resultan interesantes porque en 1820, según el relato de los mormones, Dios se le apareció a Joseph Smith en un episodio que explica el surgimiento de la secta . El relato oficial es como sigue. En 1820, cuando Joseph Smith tenía sólo catorce años , se adentró, una hermosa mañana de inicios de la primavera, en el bosque. Al parecer había decidido orar para descubrir cual de “todas las
sectas era la correcta”, una oración nada baladí teniendo en cuenta la vinculación de su padre con la masonería. Mientras, presuntamente, se hallaba en oración vio sobre él, en el aire, a dos personajes. Uno de ellos señaló al otro y exclamó: “Este es mi Hijo amado, escúchalo” . Después, uno de los dos personajes le dijo que todas las
iglesias estaban equivocadas. Sería de esperar que esta visión de radical importancia hubiera sido registrada desde el principio entre los recuerdos y testimonios del futuro profeta. Lo cierto es que no fue así. Los mismos mormones se han visto obligados a reconocer que “el relato oficial de la primera visión de Joseph Smith y las visitas del ángel Moroni… fue publicado por primera vez en 1842”, es decir, 22 años después de acon tecidos los hechos. Hasta qué punto este “retraso” resulta absurdo podemos verlo en el hecho de que la secta fue fundada oficialmente en 18 30, el
mismo año de publicación del Libro de Mormón. ¿A qué se debe que la piedra básica – la visión divina de Smith – sobre la que está edificada la secta de los mormones no fuera mencionada por el profeta sino veintidós años después de presuntamente acontecida?. Diversas investigaciones parecen apuntar a una causa bien po co presentable: el mismo Joseph Smith no contó siempre la misma historia y ello se debe sencillamente a que la misma no era verdad. Jerald y Sandra Tanner han dejado de manifiesto que en el interior de la secta circulaban, al menos, dos versiones diferentes de la visión divina de Smith si bien no salieron a la luz pública hasta que Paul Cheesman, un estudiante de la universidad Brigham Young, las publicó en 1965. Por si esto fuera poco, al año siguiente, James B. Allen, profesor asociado de Historia de la BYU, reveló otra versión más de la visión. Demasiados relatos discordantes para creer en una versión – hoy oficial – que, al parecer, desconocieron dirigentes mormones como Brigham Young y Oliver Cowdery. El mismo Joseph Smith se destacó por ser el origen de este tremendo embrollo. A fin de cuentas, no relató siempre la misma historia . Así, el Messenger and Advocate de septiembre de 1834 y de febrero de 1835 publicó diversas versiones de la “primera visión” considerablemente diferentes de la oficial de 1842. Las diferencias son
de bulto. En la versión ahora oficial, Joseph Smith tenía catorce años, buscaba saber qué secta era la verdadera y se le aparecieron el Padre y el Hijo. En las de 1834 y 1835, 18 35, Joseph Smith tenía diecisiete años, lo que ansiaba saber es si existía un ser supremo y el que se le apareció fue un simple ángel. Para terminar de complicar las cosas el 29 de mayo de 1852 el Desert News publicaba unas declaraciones del profeta Smith en que afirmaba que la primera visión la tuvo a los catorce años y que fue de ángeles. Esto fue corroborado posteriormente, por el apóstol mormón Orson Pratt y por po r John Taylor, el tercer presidente pr esidente de los mormones. Por desgracia para Smith, ni siquiera en la época en que coincidían casi todos en que quien se había aparecido era un ángel, llegaban a ponerse de acuerdo sobre la identidad del mismo. En la primera edición de la “Perla de gran precio” de 1851, pg. 41, se decía que el ángel era Nephi y la misma opinión sustentaba Lucy
Mack, su madre. No obstante, después se denominó al ángel con el apelativo de Moroni. Finalmente, alguien debió de llegar a la conclusión de que una aparición del Padre y del Hijo siempre es mucho más atrayente que la de un simple enviado. Así esta tesis acabaría imponiéndose de manera oficial en la “Perla de gran precio”, uno de
los libros sagrados de los mormones. Como fundamento- según el profeta y apóstol MacKay – de la organización que afirmaba ser la única iglesia cristiana, la visión primera de Smith da la impresión de dejar mucho que desear. No coinciden – de acuerdo a las diferentes versiones – ni la edad de Smith, ni el motivo de su oración ni los personajes que se le aparecieron. Francamente, un profeta con una memoria tan t an dudosa sobre asunto de tanta importancia no consigue crear precisamente confianza en la manera en que transmite las revelaciones ni en la veracidad de las mismas. Para colmo, la última – por el momento – versión de la visión de Smith se contradice con sus propias enseñanzas de manera directa.
En 1832, Joseph Smith afirmó haber tenido una revelación de Dios según la cual nadie puede ver a Dios sin tener el sacerdocio. Según el propio Smith él no tuvo ese sacerdocio hasta pasado 1830 pero la visión de Dios fue, al menos, diez años antes. Como y por qué Dios hizo una excepción a Su revelación en relación a Smith constituye un misterio que – hasta la fecha – ningún adepto de la secta ha conseguido aclarar. Como ha dejado de manifiesto Floyd C. Mc Elveen, ambas revelaciones no pueden ser verdad. O bien Smith vio a Dios en 1820 – y eso se contradice con la revelación sobre el sacerdocio de 1832 – o bien la revelación de 1832 es falsa y con ello queda a salvo la veracidad de la versión – hoy oficial- de la visión de 1820. Naturalmente cabe también la posibilidad de que ambas visiones no fueran sino una falacia.
El ángel Moroni "masónico" del Templo (SUD) de Nauvoo, obsérvese el Compás y la Escuadra sobre s obre la espiga al lado del Libro que sostiene.
Ampliación de la foto anterior, donde se puede apreciar el pin masónico de B. Young sobre su camisa.
Talismán de Júpiter o la Joya Masónica de José Smith Sirve para adquirir riquezas y honor y para poseer gran bienestar. ¿Alguien que ha sido elegido por Dios como su profeta necesita la protección de amuletos paganos?
Catolicismo (Helenismo Moderno) El Catolicismo se ha caracterizado por ser una de la Religiones más imponentes y con un gran número de seguidores, podrían muchos estarse preguntando, ¿pero el catolicismo es una secta? ¿por qué? El Catolicismo tal t al
y como lo conocemos en la actualidad no apareció sino hasta el año 321 d.C. cuando el Emperador Romano Constantino declaro que los disturbios entre Cristianos y no Cristianos debía desaparecer, uniéndose en el "venerable día del sol invencible" (Sol Invictus) el cuál era festejado ya por la tradición Romana todos los 25 de Diciembre con el nombre de fiestas Saturnalias (fiestas ( fiestas al Dios Saturno de origen Griego) que comenzaban el 17 de Diciembre y que finalizaban el 25 con la celebración del nacimiento del "sol invencible" el cual era personificado por Mitra (culto de origen Persa), pero todo esto fue sustituido después de una supuesta visión que tuvo el emperador Constantino, donde la Cruz Cristiana (donde se supone murió crucificado Jesús) se le apareciera en el cielo y de ahí su repentina conversión al Cristianismo, desde entonces para Constantino la celebración del 25 del Sol Invencible sería la celebración del Nacimiento de Jesús de Nazareth, "Cristo es el verdadero sol invicto" decía. Sin embargo, la cosa no quedó ahí y inevitablemente una nueva mezcla entre las creencias Cristianas se fusiono con las tradiciones ya Helénicas (combinación de varias tradiciones extranjeras) de los Romanos. El culto a una Diosa Madre, sería representado por María la madre de Jesús, y se edificarian templos repletos de estatuas romanizadas que aludían a la vida y obra no sólo de Jesús sino de sus apóstoles y más delante Santos.
Culto a la Reina del Cielo o Diosa Madre desde el Antiguo Egipto al Catolicismo Romano
Los Saturnales celebrados por los Romanos donde se festejaba al obrero-esclavo y se realizaban orgías en honor a los Dioses El Catolicismo NO fue fundado por Masones, pero en el pasar de los l os años se fue infestando de tradiciones paganas maquilladas de toques "cristianos" los cuales ya contradecían la doctrina inicial que los primeros cristianos profesaban en base a sus sus tradiciones Hebreas y Mesiánicas Mesiánicas Con la creación de la orden de los los Caballeros Templarios, se dice que la infiltración masónica comenzó a tener auge en dicha Religión y a hacerse notar de manera sublime sobre todo en las catedrales. El por qué podría entrar en la clasificación de secta, es debido a que lo que acabamos de ver que fue afectada significativamente en tradición, quitándote su propósito inicial, así que podría concluirse que es el Catolicismo una secta del Cristianismo Mesiánico original al haberse fusionado con otras tradiciones que ya en sí habían sido mezcladas con otras.
Algunos ejemplos de la influencia Templaria-Masona en las catedrales Católicas 1.- Ojo de GADU 2.- Baphometh 3.- Gárgola: Demonio con cuerpo animal (semejantes a los ilustrados en el grimorio la Goetia)
La Nueva Era (New Age Of Lucifer)
Sin duda alguna, el intento masónico de reunir reunir un "poco de todo" de sus sectas tanto como las anteriormente mencionadas como las que no se mencionaron (algunas ramas de la l a masonería, sectas luciferistas y satanistas, sociedades secretas, etc...) combinadas en un sólo movimiento. m ovimiento. Tiene fundada sus raíces en los ideales de la Teosofia de Helena Blavatsky (otra secta no tan 'invisible' fundada por masones), y promovida y edificada por su discípula Annie Besant (foto) y Alice Bailey (ambas iniciadas en la Masoneria). Masoneria). Annie Besant Presidenta de la Sociedad Teosófica desde 1907 hasta su muerte, en 1933, había sido ya iniciada en la masonería el 26 de septiembre de 1902. En 1911 se convirtió en vicepresidenta y Gran Maestra del Consejo Supremo de la orden internacional de la Comasonería, una obediencia que permite la iniciación de mujeres y que había sido fundada en Francia en 1893. La comasonería se extendería precisamente a Gran Bretaña en 1902, gracias al empeño de la Sociedad Teosófica y, muy especialmente, de Annie Besant. Por lo que se refiere a Alice Bailey, debe indicarse que su marido, Foster, era masón –llegó a colaborar en el Master Mason Magazine – y autor del libro El espíritu de la masonería. El libro de Foster Bailey sigue la línea de Pike y de otros autores masones anteriores y posteriores en el sentido de vincular las enseñanzas de la masonería con la Cábala, la Gnosis, los misterios de Isis o el culto de Krishna. Al igual que madame Blavatsky o Annie Besant, Alice Bailey compartía un claro luciferinismo y debe ser considerada como un claro precedente del movimiento actual de la Nueva Era.
Algunos de los Maestros Ascendidos de la Nueva Era
"La Madre del Cielo" ¿le parece conocida?
Asthar Sheran, comandante de la "federación galáctica" Asthar una palabra deribada de Astharte o Astharot diosa de origen sumerio-mesopotámica que representaba el culto a la madre naturaleza, a la vida y a la fertilidad, así como la exaltación del amor y los placeres carnales. La Nueva Era no es tan Invisible (aun así haremos una breve mención) debido a que se muestra de manera descarada con ciento de prácticas ocultistas y simbolismos que en las otras sectas pasan desapercibidos. Van desde recitar mantras, la creencia de "maestros ascendidos" (seres extradimensionales) que dirigen a la humanidad por el "buen sendero", usar amuletos tales como talismanes de protección, realizar rituales de "meditación", recibir mensajes de las entidades conocidas por algunos como "Angeles de Luz", "Madres del Cielo", "Maestros Ascendidos", "Hermanos de Luz", etc... lo que antiguamente se conocia como Mediums, en la Nueva Era son denominados "Canalizadores", ya que dichos entes entran en el cuerpo del "canalizador" y posee su cuerpo y le transmite mensajes ¿le suena conocido? Su concepción de las entidades religiosas de las sectas anteriores es similar, "Dios" no es más que un cúmulo de energía, pero este ha enviado a sus "hijos" que provienen de otros planetas para "ayudarnos", en las otras sectas son ángeles, aquí son Hermanos de Luz o Extraterrestres como vulgarmente se les menciona...
En la Imagen esta mezclando (y representando lo que es la Nueva Era) las creencias cristianas de un "arrebatamiento" con la llegada de "entidades extraterrestres" que prometen a la humanidad una "Era de Paz", la instauración de un Nuevo Orden Mundial y por lo tanto la abolición de los sistemas de creencias existentes por una sola creencia heterogénea que promete grandes cosas, no siendo más que otra manera m anera de manipulación mental sólo que con toques de todo un poco. (notese la estrella de seis puntas en medio, emblema del comando Asthar y cuyo significado ocultista esta relacionado con el culto a Saturno, también es el símbolo usado por la casa Rotschild y del movimiento Sionista de Israel) Uno de los objetivos de la Masonería es: "...buscar una solución es tachando a los sistemas religiosos de ser un conjunto de dogmas obsoletos. Calificar el verdadero mensaje de la Biblia como un fanatismo para gente ignorante y convertirla en un libro cabalístico y simbólico... invadir al pueblo co n la motivación de una Nueva Era; una era de conocimiento; una era sin barreras para las experiencias espirituales y mentales; una Nueva Era para el gran "Yo" dentro de cada ser, la utopía de un mundo nuevo de paz y de fraternidad en el cual "todo es permitido" (recordar la ley Satánica de Thelema "has lo que quieras")..."
Sectas Segunda Parte: AQUÍ Para leer más sobre la relación de la Nueva Era y la Masonería Ocultista Esotérica dar clic AQUÍ . Leer Peligroso Veganismo Hiperboreo
FUENTE: https://veritasconexion.blogspot.com.ar/2013/08/la-masoneria-y-las-sectas.html
Historia de los testigos de Jehová Jueves, 25 Diciembre 2014
Historia de los testigos de Jehová - La influencia de la masonería (X)
Los Testigos de Jehová, en contra co ntra de lo que pretenden sus dirigentes, no comenzaron su historia hace seis mil años (1). En realidad, su fundador – o habría que decir más bien uno de sus fundadores – fue Charles Taze Russell. Nacido en una familia presbiteriana, no parece que se sintiera especialmente vinculado a la fe de sus padres. Si creemos lo que el mismo Russell escribió con posterioridad, lo que cambió su forma de pensar de manera radical fue el conocimiento de las doctrinas doctr inas adventistas. En 1870, entró en un conventículo de Allegheny, Pa, donde se reunía r eunía un grupo de adventistas que escuchaban a un tal Jonah Wendell (2). Como era de esperar, el predicador insistía en que se estaban viviendo los últimos días antes de la llegada del fin del mundo. El tema tocó profundamente a Russell. A partir de entonces, su vida espiritual ya no sería la misma, convencido de que estaba ya viviendo en un período terminal de la Historia. Hasta aquí el relato de Russell. No todo en él parece corresponderse con la realidad. Al parecer, Russell se sintió atraído hacia aquella predicación apocalíptica que insistía en que el fin del mundo estaba a la vuelta de la esquina, pero no tanto por las palabras de Wendell como por el testimonio de otro adepto del adventismo: Nelson H. Barbour. Con el tiempo Russell y Barbour dejarían de ser amigos y el fundador de lo que hoy son los Testigos de Jehová no juzgó oportuno hacer referencia a una persona que le había influido de manera tan radical. Barbour formaba parte de un grupo adventista que anunció el fin del mundo para 1854, 1873, 22 de octubre de 1874, 14 de noviembre de 1875 y 16 de mayo de 1875. Russell vivió cerca de él al menos los últimos fracasos proféticos, pero aquello no hizo que su fe temblara. Adepto él mismo del adventismo –y en esto no se diferenciaba de otros adeptos – aquellos desastres proféticos no sólo no conmovieron su fanatismo sino que incluso lo estimularon más. Tanto es así, que en 1876 se asoció con Barbour en la certeza de que ya se había dado el pistoletazo de salida hacia el fin del mundo y que éste estaba al caer. Para llegar a esa conclusión, Russell y Barbour sólo copiaron el sistema adventista de justificar la falsa profecía de Miller respecto a la venida de Cristo en 1844. Tanto uno como otro siguieron insistiendo en que Cristo había vuelto – o mejor dicho, estaba presente – desde el 1874 y que en ese mismo año había comenzado el tiempo final que concluiría, con la destrucción de los gobiernos y las iglesia, en 1914. sin duda, tal interpretación cronológica chocará a los Testigos de Jehová actuales. Para ellos, la fecha de 1874 no tiene ningún valor y se les insiste machaconamente en que el tiempo del fin comenzó en 1914. A partir de 1914 – tal se enseña hoy en día a los adeptos de la secta – hay que empezar a contar los años que nos restan hasta el fin del mundo. No fue así, sin embargo, como lo veían Russell y Barbour. En su opinión, 1874 era el punto del inicio y 1914 el del final. Parece que la idea originalmente era de Barbour, pero Russell se la apropió sin el más mínimo escrúpulo de conciencia y la repetiría hasta la saciedad en las décadas siguientes con una fe inquebrantable. La tesis quedó por ello reflejada de manera repetida en las publicaciones de la secta en los años posteriores. En el vol umen VII de los Estudios de las Escrituras publicado en 1889 (3), Russell afirmaba: “Los Tiempos de los Gentiles o su período de dominio acabarán totalmente en 1914 A.D. y en ese tiempo serán derribados y el Reino de Cristo será plenamente establecido... El siguiente capítulo presentará la evidencia bíblica de que el año 1874 A.D. fue la fecha exacta del inicio de los “Tiempos de la Restitución” y del regreso de Nuestro Señor”.
Al año siguiente, en el volumen VIII de los Estudios de las Escrituras (4), Russell insistía en aquella doctrina central para su predicación:
“Mientras las profecías temporales apuntan hacia 18 74 y armonizan con que es la fecha de la segunda presencia
de Nuestro Señor, asegurándonos el hecho con matemática precisión, nos encontramos abrumados por la evidencia de otro carácter; porque ciertos signos peculiares, predichos por el Señor S eñor y los apóstoles y profetas que iban a preceder a su venida están siendo ahora claramente reconocidos como cumpliéndose realmente”.
Naturalmente, cuarenta años constituía un período de tiempo un tanto prolongado de espera y Russell decidió dar nuevos alicientes a sus adeptos. Así, profetizó que éstos no tendrían que esperar hasta 1914 para encontrarse con el Señor. En 1878 serían arrebatados al encuentro de Jesucristo en el aire. A tal fin –e imitando a sus antecesores adventistas – los russellistas se vistieron con túnicas blancas y se fueron a esperar a Cristo al puente de Pittsburgh (5). No hace falta decir que el fracaso fue sonado. La convivencia entre Barbour y Russell pronto dejó de ser buena. El segundo ya tenía todo lo que necesitaba para conseguir adeptos y no precisaba de su anterior mentor. Por un lado, sus doctrinas esenciales (identificación de Miguel arcángel con Cristo, negación del infierno y de la inmortalidad del alma, predicación sobre la creencia del fin del mundo, etc.) ya las había tomado del adventismo. Por otro, para profetizar fechas del fin del mundo se bastaba y se sobraba. La sociedad se deshizo, Barbour auténtico canal de unión entre el adventismo y el primer presidente de la secta de Brooklyn, caería en el olvido. o lvido. Los actuales adeptos no sospechan hasta que punto aquel hombre desconocido marcó sus destinos. Pero esto lo veremos en el próximo capítulo. CÉSAR VIDAL MANZANARES (1) Los Testigos de Jehová en el propósito propósito divino. Brooklyn, Brooklyn, 1959. p. 8 ss. (2) Watchtower 1916, pp. 10-1. (3) Página 170 de la versión inglesa. (4) Página 129 de la edición en inglés. (5) César Vidal, El infierno de las sectas. Bilbao, 1989, p. 67 ss.
Iluministas, biblistas, Jehová ‘jehovistas’, mormones, sectores bautistas, asambleas americanistas, brasileros,
etc. = Varios miles de sectas con tanta engañifa, o sea, engaño artificioso con apariencia de utilidad. Todas sin excepción, fueron fundadas por extraños personajes. Sectas que dejan espacio a visionarios, maníacos, místicos, sospechosos, oscuros y dudosos charlatanes como ambiguos sectarios, o hábiles comerciantes.
Desarrollo de los testigos de Jehová La influencia de la masonería (XI)
En 1879, Russell se establecía por su cuenta y fundaba la Sociedad Wachtower. W achtower. Dos años después, tendría el primer revés. Pretendió que en 1881 él y sus adeptos (esta vez, sí) serían arrebatados por los aires al encuentro de Cristo. Aquello resultó excesivo para muchos de los que habían vivido la bochornosa experiencia de 1878 en el puente de Pittsburg. Un grupo de cierta categoría y su principal colaborador, un tal Paton, abandonaron a Russell convencidos de que a nada conduciría el insistir en hacer el estúpido vez tras vez. Eran el primer cisma que sufriría la secta a cargo de sus adeptos desengañados por las falsas profecías de la misma, el primero de una dilatada lista. No obstante, Russell retuvo el control con relativa facilidad . Para ello, sólo tuvo que recurrir a dos lecciones que habían sido utilizadas ya por los adventistas. La primera fue afirmar que sólo Russell, el dirigente máximo de la secta, el equivalente russellista de Ellen White en el adventismo, conocía e interpretaba correctamente la Biblia, mientras que las otras organizaciones religiosas, iglesias i glesias y sectas iban camino del desastre. La segunda consistió en azuzar a los adeptos hacía un fin del mundo que estaba a la vuelta de la esquina, que sería, con toda seguridad, porque así lo decía la Biblia tal y como la interpretaba Russell, en 1914. La estrechez de la secta y el ser humano en la visión cristiana - Este ser humano no es el hombre abstracto ni considerado solamente en el orden de la pura naturaleza, sino el hombre completo, tal cual es a los ojos de Dios, su Creador y Redentor, tal cual es en su realidad concreta e histórica, que no se podría perder de vista sin comprometer la economía normal de la convivencia humana. La Iglesia lo sabe y obra en consecuencia. Si, en determinadas épocas y lugares, una u otra civilización, uno u otro grupo étnico o clase social han hecho sentir preponderantemente su influjo sobre la Iglesia, no quiere esto decir que la Iglesia se convierta en feudo de nadie, ni que la Iglesia se purifique, por decirlo así, en un momento de la historia, cerrándose a todo progreso ulterior. Por el contrario, velando como vela por el hombre con una atención incesante, escuchando todos los latidos de su corazón, la Iglesia conoce todos los tesoros del hombre, percibe todas sus aspiraciones con aquella clarividente intuición y penetrante finura que pueden venir solamente de la luz sobrenatural de la doctrina de Cristo y del calor sobrenatural de su divina caridad. De este modo, la Iglesia en su progreso sigue sin interrupción y sin descanso el camino providencial de los tiempos y de las circunstancias. Tal es el sentido profundo de su ley vital de continua adaptación, que algunos incapaces de elevarse a esta magnífica concepción c oncepción han interpretado y presentado como oportunismo. o portunismo. No, la comprensión universal de la Iglesia no tiene nada que ver con la estrechez de una secta ni con el exclusivismo de un imperialismo esclavo de su tradición. El culto a la personalidad de Russell fue, en sus días, casi tan avasallador como el que los adventistas profesan a Ellen White. De él se dijo que era “el mensajero especial para la última Edad de la Iglesia”(1), que “había sido elegido para esta gran obra antes de su nacimiento”(2), que “los “lo s dos mensajeros más populares fueron Pablo y el pastor Russell” (3), que “deberíamos esperar que el Señor nos enseñe a través de él”(4) y que “repudiar su obra es equivalente a un repudio del Señor”(5).
Era él en persona quien redactaba todas las publicaciones de la secta y ya se había ocupado de afirmar que su obra teológica era más clara que la propia Biblia y que incluso, en el fondo, resultaba equivalente. Tal y como señaló e 1910:
“Una persona caería en la oscuridad después de dos año s de leer la Biblia sola; estaría en la luz leyéndolos
Estudios de las Escrituras (la obra de Russell) solo”.(6) Según su punto de vista, no había habido un entendimiento claro de la Biblia durante siglos (7), pero, finalmente, él había aparecido para solucionarlo. Por ello, no podía haber ninguna disidencia: “Cualquier director de clase que haga objeciones a una referencia incluida en al Atalaya o en los Estudios de las
Escrituras en relación con la discusión de cualquier tema debería ser visto correctamente con sospecha como maestro”.(8)
Studies, vol. VII, p. 53. (2) Idem. (3) Atalaya del 1 de noviembre de 1917, p. 6159 (4) Atalaya del 15 de febrero de 1918, p. 6212. (5) Atalaya del 1 de mayo de 1922, p. 132. (6) Atalaya del 15 de septiembre de 1910, p. 4685. (7) Atalaya del 15 de septiembre de 1911, p, 4885. (8) Idem
La secta ´testigos de Jehová´ es milenarista típica americanista.
Testigos de Jehová: la inmoralidad de Russell La influencia de la masonería (XII) Por suerte o por desgracia, Russell, como antes Joseph Smith o Ellen White, distaba mucho de llevar la vida de un profeta. Su vida iba a estar jalonada de escándalos que en poco o en nada apoyaban sus pretensiones de haber sido elegido por Dios antes de su nacimiento para mostrar al mundo la verdad. Primero fue el final desastroso de su matrimonio. Russell se había casado en 1879 con Mary Frances Ackley. En un tempestuosos proceso que iba a durar de 1892 a 1909 Russell fue acusado por su esposa de adulterio y malos tratos . La secta diría años después, que el matrimonio se separó como consecuencia de diversos pareceres en cuanto a la dirección de una revista (1). Nada más lejos de la realidad. Lo que está documentado es que resultaba imposible para el profeta estar cerca de alguna mujer sin pellizcarla y, en más de una ocasión, había sido descubierto por su cónyuge en situación embarazosa (2). Con todo, no era eso lo que peor llevaba la sufrida Mary. Lo que más le hacía sufrir era el carácter despótico de su marido. La injuriaba soezmente, la insultaba delante de terceras personas y se complacía en hacerla pasar por desequilibrada mental. Aquella vida de sufrimiento había incluso terminado por agravar la erisipela que ya padecía la desdichada mujer. Cuando Rose Ball, secretaria del profeta, y Emily Mathwes, criada cri ada de la casa, comenzaron a recibir atenciones de Russell, la situación doméstica se hizo insoportable. El profeta llegó incluso a decir a la señorita Ball que él con las damas se comportaba como una medusa y que gustaba de poner la mano encima a todas las que se ponían a su alcance.
No hace falta señalar que Russell perdió el proceso. Apeló. Volvió a perder. El tribunal sentenció que la sufrida esposa tenía derecho a separarse y a recibir una pensión de su anterior marido. Russell, nada respetuoso por las obligaciones conyugales o familiares se negó a pagar. Ante la posibilidad de que pudieran embargar sus bienes, cambió de domicilio de la Wachtower de Pittsburg a Brooklyn. Pensaba – y no sé equivocó – que el largo brazo de la ley matrimonial no le alcanzaría en otro estado de la Unión. Pero no acabaron con esto los escándalos que rodearían la vida de Russell. A continuación vendría el del trigo milagroso. El profeta estaba vendiendo a sus adeptos un supuesto trigo milenario que, según se pretendía, poseía dotes milagrosas. Naturalmente, las cualidades supuestamente sobrenaturales del trigo se pagaban muy caras. Inicialmente el trigo milenario costaba sesenta veces más caro que el valor del mercado. Para 1911 su precio ya era trescientas veces superior al normal. En septiembre de ese mismo año, el periódico de Brooklyn Daily Eagle destapó el escándalo. Aquel trigo no tenía nada de particular, salvo el precio que pagaban por él a la secta los sufridos a deptos. Por lo demás, su valor agrícola era similar al de cualquier especie que se vendiera en el mercado. Las acusaciones formuladas en el periódico eran ciertas, pero colocaban a Russell en una fea situación: la del estafador que se ve descubierto. No le quedó más remedio que ir a los tribunales. En enero de 1913, a poco más de un año y medio del fin del mundo anunciado por el profeta, se celebró la vista. Russell perdió y fue condenado a pagar las costas. Apeló. Volvió a perder.(3) Nada ejemplar era la vida de Russell – Russell – pese pese a la manera en que le gustaba presentarse a sus adeptos. Menos justificable sería el siguiente proceso en que se vería envuelto. Teniendo en cuenta que el fin del mundo iba a llegar al año siguiente (según sus profecías) aún es menos lógico que Russell se prestara a ello. Un pastor evangélico llamado Ross había publicado un folleto en el que sacaba a la luz algunos de los aspectos menos atractivos de Russell. Este lo demandó. El resultado fue un desastre. En el curso de la vista Russell cometió perjurio tras perjurio. El abogado de Ross le preguntó si sabía griego y Russell contestó que sí. Cuando el mismo abogado le puso delante un ejemplar del Nuevo Testamento en griego, el profeta se vio obligado a confesar que ni siquiera conocía todo el alfabeto de esa lengua (4). Por supuesto Russell perdió – una vez más – el proceso (5). Pero el escándalo que se avecinaba iba a ser aún mayor que los sufridos hasta la fecha: como acabamos de decir, Russell había profetizado el fin del mundo para 1914 con tanta claridad. Pero este tema lo trataremos en el artículo de la próxima semana. Los Testigos de Jehová en el propósito divino, p. 17. (2) B. Blandre, Les Témoins de Jehová. P. 39 ss. (3) Existe transcripción de las actas del proceso, pero puede hallarse un estudio profundo sobre el mismo en el artículo de R. Toupin, Le dossier du pasteur Russell, Sciences ecclesiastiques, octubre de 1958, pp. 497-519. (4) El interrogatorio recogido en G. Hebert, Los Testigos de Jehová, Madrid, 1973, p. 39 . (5) La narración más completa de este proceso se halla en The Hanilton Spectator de 9 de diciembre de 1912, 7 de febrero de 1913, 17 de marzo de 1913 y 18 de marzo de 1913.
Tumba del jehovista Charles Taze Russell – USA- donde se percibe perfectamente la cruz que los jehovistas niegan. Charles Taze Russell - Hasta 1925 la secta ‘testigos de Jehová’, también conocidos como ‘jehovistas’ creían que Jesucristo había muerto en la cruz. Pero entonces traduciendo la Biblia se dieron cuenta que se podía traducir stauros por madero. Se tratan de imágenes de la tumba del fundador de la secta ‘testigos de Jehova’, Charles Taze Russell. Muy cerca
de donde lo enterraron, se hizo construir una pirámide al estilo de la Keops de Egipto por la que su fundador sentía una gran admiración. Curioso el caso es que se fijasen en algo tan pagano en sus inicios: observen en lo alto de esa pirámide, una CRUZ dentro de una corona, una CRUZ. Esa cruz que los jehovistas tildan de ‘culto pagano’. Ver para creer.
Las sectas se apuntan al marketing para captar más adeptos en nuestro país-Esp. Sectas que dejan espacio a visionarios, v isionarios, maníacos, místicos, sospechosos, oscuros y dudosos charlatanes como ambiguos sectarios; propicios al negocio fácil. Varios expertos alertan de que Cienciología y Testigos de Jehová son especialistas en «vender» su imagen
José Antonio Méndez Madrid- Ya no se ocultan para conseguir sus fines. Ahora, las sectas se han apuntado a la cultura de la imagen y utilizan las mejores técnicas de márketing para captar adeptos y depurar su nombre. Desde la organización de espectáculos callejeros al buzoneo; desde los «bautizos» masivos a los telepredicadores. Todo vale para lograr pasar por entidades sociales respetables y ocultar los entresijos más oscuros de su labor. Y, al tiempo que «venden» su imagen al más puro estilo Hollywood, se lucran con interminables i nterminables cursos, libros de pseudo ciencia, llamadas telefónicas, revistas proféticas o tratamientos milagrosos para la salud. Ésta es la denuncia que realizan a LA RAZÓN algunos de los expertos en sectas más importantes de nuestro país. Según los últimos informes, las organizaciones que más y mejor desarrollan estos recursos escénicos son la l a Iglesia de la Cienciología y los Testigos de Jehová. Aunque ambas entidades niegan categóricamente c ategóricamente que sean grupos sectarios y aseguran que todas las actividades que promueven son beneficiosas para sus seguidores, la Unión Europea las ha catalogado dentro de su listado oficial de sectas. Sobre sus nuevas formas de manifestación pública, el mayor experto en sectas de la Iglesia, Manuel Guerra, asegura que «es normal que utilicen estos medios. Vivimos en un mundo de masas donde la publicidad juega un papel fundamental. Emplean estos medios porque buscan impactar a la gente y dar sensación de solidez». La misma opinión que comparte Juancho Domínguez, presidente de la asociación Redune (federación que se dedica por toda España a estudiar y luchar contra las sectas). uti lizar imágenes Embaucar y reforzarse. Según Domínguez, «para vender “su pro ducto”, las sectas no dudan en utilizar agresivas e invertir millones en publicidad». «Es una forma de embaucar al público y lo hacen, como en el caso de la Cienciología, de forma descarada, en plena calle y con total impunidad», afirma. «Su sede en Madrid Madri d pretende
mostrar un imperio del bien y la modernidad que oculta su verdadera realidad. No son tantos, ni sus acciones tan “buenas”», asevera.
Los bautizos masivos que protagonizan los Testigos de Jehová en plazas de toros o estadios de fútbol son, para Domínguez, «una forma de darse a conocer c onocer a los demás, de aparentar que son muchos. Y además es una argamasa para unirse más entre ellos». Lo mismo sucede con «los espectáculos callejeros de la Cienciología», y con otros actos públicos de mormones o adventistas. Estas dos últimas sectas también organizan cursos para dejar de fumar, clases de inglés gratuitas, acompañamiento a ancianos «y así introducen sus ideas de forma muy sibilina en gente que necesita ayuda». Webs y pasquines. Domínguez también alerta de que internet puede ser una red... pero de arrastre. «No hay grupo manipulativo que se precie que no tenga su web para acercarse más a todo el mundo Anuncian sus ideas y sus actos con colores muy llamativos, un lenguaje muy moderno y apariencia de tecnología punta», alerta. Nada que ver en las formas, pero sí en el fondo, con los pasquines que se reparten en las l as entradas del metro de Madrid y Barcelona, anunciando los servicios de «chamanes» africanos como el «Maestro Karan» o el «Profesor Darame». Utilizan el mismo formato, los mismos colores, el mismo texto e idénticas promesas. Pero remiten a personas, direcciones y teléfonos distintos. «Un entramado mafioso y rocambolesco que oc asiona muchos estropicios para la salud y para el bolsillo», asegura el responsable de Redune. En todo caso, y aunque no siguen las mismas técnicas, todas las l as sectas tienen un punto común: «Buscan el negocio boyante, se presentan como alternativa y sólo son una alternativa de negocio, de engaño y de daños». MMV.XI.XXX – L.R.ESP. conocereisdeverdad.org
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