LENGUAJE CORPORAL
Günther Rebel
hagamos (en realidad, el hecho de que de esta forma podamos retener información sobre nosotros mismos constituye el motor para cuidar las formas de cortesía).
Introducción
¿No ha observado en su vida diaria cómo de dan a conocer las personas, cómo hablan entre ellas, la postura corporal que mantienen mientras lo hacen y la forma de moverse que adoptan, lo que expresan la mímica y los gestos y hacia dónde miran los ojos del interlocutor? ¿No le ha llamado la atención que con frecuencia lenguaje corporal y lenguaje hablado no coinciden? También puede suceder que no sometamos a convenciones o que nos comportemos “artificialmente”. “artificialmente”. Nos vestimos de forma especial cuando queremos llamar la atención de los demás y cuando queremos que los demás se den cuenta de que “somos alguien” (el hábito no hace al monje). O por el contrario, nos salimos del papel, porque ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito, y que cada persona tiene su propio estilo. Puede que observemos las miradas de soslayo, pero, a pesar de todo, otras veces arriesgamos un ojo de la cara. Cuando todo sale mal, las rodillas tiemblan y se ponen pies en polvorosa. Deberíamos “guardad la compostura”, tener un aire cool e indolente, que probablemente dejamos caer la cabeza y nos encogemos de hombros. Metemos la barriga y al mismo tiempo nos cuidamos mucho de no parecer tiesos. Y cuando nos sentimos observados… ¿Qué hacemos entonces nuestro cuerpo? Fíjense en lo que usted mismo y los demás hacen, o en lo que hace cualquier conductor mientras espera a que el semáforo se ponga en verde. Así pasamos casi siempre por nuestra existencia cotidiana: sin ser demasiado conscientes de lo que hacemos. De vez en cuando nos rascamos la cabeza, perplejos, nos mesamos un mechón de pelo imaginario de la cara, o no sabemos qué hacer con las manos… y no nos damos cuenta. Hablamos entre nosotros de las cosas más variopintas… y la mayoría de las las veces lo hacemos sin palabras. Una persona puede dejar de hablar, pero no puede dejar de comunicarse con su cuerpo. Con él puede decir verdades o mentiras, pero no puede dejar de decir algo. Paradójicamente, existe la posibilidad de dar la menor información posible sobre uno mismo (aunque ese mínimo sea siempre digno de tomarse en consideración); podemos aceptarnos y actuar como se espera o puede esperarse que lo
Por último, no hay que olvidar que, aunque probablemente no haya una sola persona en esta sociedad cuya posición le permita utilizar en toda su extensión el lenguaje expresivo, o ni siquiera una parte considerable del mismo, todas las personas poseen un cierto conocimiento del mismo vocabulario de los símbolos corporales, y la comprensión de un lenguaje corporal común es la razón que nos permite dominar sociedad a una aglomeración de individuos (Edwin Goffmann, en Verhalten in sozialen situation [conducta en situaciones sociales], 1971). Incluso la distancia que intuitivamente mantienen entre si las personas puede verse desde el exterior. Sobre el sofá en el que están sentadas juntas dos personas, esta distancia se cifra en centímetros. Cuando toman conciencia de estas formas de comportamiento, normalmente la gente tiende a acercarse un poco. Siempre puede disimularse algo, pero las pupilas delatan si la sonrisa es una máscara artificial o no. Con no poca frecuencia, el bienestar de la humanidad depende de nimiedades: por ejemplo, de los presidentes respectivos pueden “soportarse la cara”. En los encuentros entre políticos, los fotógrafos acechan apostados en las más diversas atalayas, ávidas por captar el importante apretón de manos: si dura más de diez segundos, los ciudadanos pueden dormir algo más tranquilos. El hecho de que hagamos bien o mal los numerosos papeles que nos tocan en el reparto a lo largo de nuestra vida depende de cómo conozcamos y dominemos nuestro instrumento: el cuerpo. En su libro Körpertraining und Bewegungs-gestaltung im darstellenden Spiel (entretenimiento
corporal y configuración de movimiento en el juego de representación, 1976), Hebert Somplatzki escribía: “No es que es que tengamos un cuerpo; somos cuerpos”. Todos los movimientos que hacemos son únicos, y siempre lo serán. Nos dicen todo aquello que a menudo sólo circunscribimos o callamos con el lenguaje hablado. El cuerpo no miente: es el espejo de nuestra alma. Tampoco hay que olvidar que este movimiento es el primero y más fundamental que aflora en una 1
persona como expresión de su voluntad interna, de su vida. No nos olvidemos tampoco de que todos los sonidos que emitimos, el habla, el canto, el grito, deben su origen al movimiento respiratorio físico y al ajuste plástico que realizan las cavidades por las que circula el aire inspirado. El tono, la intensidad, el timbre de la voz son, por razones de utilidad, movimiento que se hace audible (…) por lo tanto, sigue en pie el principio de que el movimiento es el medio primigenio y más intenso de expresión y de voluntad; y que cualquier explicación sólo podremos encontrarla captando movimientos. Nuestros hijos nos lo demuestran todos los días (Rudolf V. Laban, en Des Kindes Gymnastik und Tanz, 1926 [Gimnasia y baile en el niño).
informática (y posteriormente en los países industrializados) se haya despertado un fuerte interés por el cuerpo, paralelo al vertiginoso desarrollo técnico? A pesar de todos los fenómenos de tendencias en boga, este hecho bien pudiera traer la esperanza de la existencia de un sentimiento original biológico aún intacto. Con el presente texto no se realiza un intento de describir aspectos parciales del movimiento humano (por ejemplo, la danza o la gimnasia, y sus afectos), sino de ver el movimiento como un todo, como material de partida por excelencia del comportamiento humano. La multiplicidad de aspectos del material que va a tratarse se pone al trasluz (intencionadamente sin una delimitación sistemática) mediante ejercicios procedentes de todas las áreas que configuran el movimiento, puesto que la mejor manera de explicar el movimiento es por el movimiento. Como a veces el grado de abstracción del verbo se ha alejado tanto del material concreto se olvida fácilmente que también la teoría de la comunicación humana tiene su origen en el movimiento; en el que sigue, los estímulos psíquicos y sensoriales (texto y foto) tendrán una representación paritaria, para fomentar un trato imaginativo y pleno de fantasía de los materiales verbales y no verbales. El material que presentamos está basado en las experiencias recopiladas por el autor en las áreas de la danza, la pantomima y la estética/comunicación en el ámbito social. Por tanto, el texto tiene una concepción multidisciplinar y está pensando para todas aquellas personas que se ocupan del lenguaje corporal como autoexperiencia y que desarrollan una actividad docente en dichos campos. El resumen: el resultado no es un “manual taxonómico de nuestros congéneres”, sino que todo el conjunto está pensando como un aportación a la concienciación y comprensión por medio de signos no verbales. El lector y el observador no deben esperar de este libro ninguna recta de conducta; una obra de consulta de tal talante podría conducir a la explotación de situaciones precarias, lo que a su vez significaría marchitar la libertad creativa, la individualidad de cada uno, convirtiéndola a una acción y reacción estereotipadas. Una interpretación unilateral de la gesticulación y la mímica sería paradójica. Cada gesto engloba multitud de informaciones, tanto inconscientes como conscientes. Dentro de una determinada situación social delimita espacial y temporalmente, el gesto es
El movimiento de los niños, su lenguaje corporal, es el menos falseado de todos. Dicen lo que piensan, tanto verbalmente como por medios no verbales. Igualmente, los niños entienden perfectamente y con rapidez el lenguaje corporal de los demás. La captación de lo signos no verbales se produce de por sí de forma “más instintiva” y más directa que la comprensión del contenido verbal. La psicología infantil ha demostrado que el niño es capaz de “entender” la expresión del rostro de sus educadores incluso antes de adquirir el lenguaje, orientándose por dicha expresión para aprender experimentalmente lo que puede y lo que no puede hacer, si lo que hace es bueno o no (Roger Mucchielli, en Kommunikation und Kommunilationsnetze, 1974 [Comunicación y redes de comunicación]). El lenguaje corporal como expresión y comunicación. La riqueza de posibilidades técnicas de comunicación, en parte favorece la pobreza del movimiento humano, y en parte los contactos interpersonales directos. Cada día son más las personas que se conciencian de esta pobreza (d movimientos) personal tan particular. Así, está surgiendo en la actualidad una nueva “conciencia del cuerpo”, que se define de múltiples maneras (con el deporte, el baile, la alimentación correcta, etcétera) de las enfermedades de la civilización, que tan negativamente influyen sobre la unidad de cuerpo, alma y espíritu. ¿No es curioso que precisamente en el país que copa la vanguardia de la tecnología 2
expresión directa e irrepetible de la personalid ad. Si bien cada gesto es individual y distinto como lo es una huella digital, las similitudes anatómicas imponen también similitudes en la expresión, casi un repertorio de signos y señales, que pueden ampliarse por la concienciación y la capacidad de aprendizaje un repertorio de signos y señales, que pueden ampliarse por la concienciación y la capacidad de aprendizaje. Algunos objetos concretos son:
adecuada.
interpretarse de forma autocrítica y crítica las reglas del lenguaje corporal, significado y efecto en determinada situaciones, para reaccionar en todo momento de forma
Conciencia del movimiento. Se trata
de un análisis de materiales; por ejemplo: ¿qué es el lenguaje corporal?, ¿qué signos no verbales percibimos?, ¿cómo los percibimos? Ampliación de la expresión. Los sentimientos se expresan a través del movimiento corporal; e igualmente el movimiento puede influir sobre los sentimientos y el espíritu. ¿Quién no conoce, por ejemplo, el efecto liberador que tienen el pataleo, el salto o el baile desenfrenado? Las acciones del cuerpo pueden abrir las compuertas anímicas ante un estado de congestión de los sentimientos, antes de que esta congestión se vuelva agresiva contra los demás o autoagresiva contra la propia persona. Todas las facultades de la expresión pueden entrenarse, puesto que tienen un precedente anatómico. El cuerpo (movimiento, actividad sensorial, inconsciencia), el alma (estado emocional básico) y el espíritu (atención, conciencia) se experimentan (experiencia y desarrollo primarios) de forma autoconsciente (estabilización de la personalidad), ampliándose la reserva
Al ampliar nuestro repertorio de movimientos conseguimos aumentar de forma natural nuestro poder, con el que podemos influir el posible abuso de poder. Pero de la autoexperiencia corporal debe cristalizar precisamente, junto al sentimiento de autoestima, el sentimiento de responsabilidad. Debido al desarrollo de la conciencia respecto a las calidades de vida, por añadidura estaremos en condiciones de contrarrestar de forma más eficaz la manipulación teledirigida que efectúan las técnicas de información de los medios de comunicación de masas. Para finalizar, indiquemos que son precisamente las acciones espontáneas de las que nos proporcionan la máxima gestión y las que casi siempre nos permiten reconocer las cosas. Al mismo tiempo, aprendemos de las experiencias negativas, que en este caso consisten en detectar las alteraciones de la comunicación en forma de errores y malentendidos. Incluso con una conciencia y un conocimiento del lenguaje corporal tan amplio no somos capaces de mantener un control absoluto sobre el ámbito de nuestra psicología profunda. De esta fuente, pero también de aquellas que nos abren a un lenguaje corporal “consciente” ampliado, se nutre de impulsos la
de signos de la comunicación cinética y ampliando, por tanto el campo de actuación. Dominio del cuerpo. Se trata de la
comprensión situacional, selectiva y receptiva del lenguaje corporal, y de la comprensión expresiva por medio del movimiento. Con ayuda de las facultades sociales personales, tales como la adaptación y la comprensión expresiva por medio del movimiento. Con ayuda de las facultades sociales personales, tales como la adaptación y la independencia, pretenden
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interacción, manteniéndose estimulante en el auténtico sentido de la palabra.
pausada al micrófono. Su vestido de lentejuelas plateadas y rojas se ciñe a su cuerpo centelleando fascinación; sobre sus hombros se retuerce y engola una boa de plumas. Desde el primer momento la morena sirena del espectáculo parece luchar con las lágrimas. La profunda emoción arrebola las mejillas distorsionadas por la tensión. Su boca tremola mientras el público salta de júbilo el cuerpo de Shirley Bassey se inmoviliza en pose de estatua, para recobrar vida con el pulso de la canción That’s What I Am, descarga Shirley Bassey con energía marcialidad. Sus tonos infinitos van desgranándose cada vez con mayor fuerza, y el brillo lustrado de la orquesta irradia un esplendor más diáfano a cada instante. Una fugaz compostura anuncia el colofón estático; un último aspirar enérgico y llega la pose por excelencia, el amén del catecismo en el negocio del espectáculo: lentamente, la cantante extiende sus tendinosos brazos, los extiende hasta la extenuación con las palmas abiertas y persevera en la postura, abrazo colectivo y símbolo de desamparada devoción a un tiempo; y apenas expira el último acorde, su cuerpo derrengado se recoge sobre sí mismo en un movimiento de resorte abalanzándose a una reverencia que besa las tablas. Su repertorio de movimientos se detecta con rapidez: dibuja y dibuja círculos rítmicos en el aire, gira inocente sus grandes ojos, se acaricia lascivamente con las manos el pecho y los muslos, ondula con audacia las caderas, ofrece el trasero al auditorio moviéndolo ritmo frenético, retuerce concupiscente los labios y entreabre los dedos con coquetería como hacen las artistas de circo después de ejecutar los ejercicios libres. Los gestos de Shirley Bassey son siempre unívocos, nunca pueden malentenderse. Igual da que pretendan ser eróticos, rabiosos o inocentes; hipersignifican siempre para ser entendidos.
Lenguaje corporal en el arte, la política y el deporte. Normalmente, a las personas públicas (ya sean políticos o personas destacadas del mundo de la aristocracia, del arte, de la cultura o del deporte) se les presta mucha más atención y se les observa con más detenimiento que a cualquier persona. Cualquier gesto de un personaje, publicado innumerables veces, desencadena las reacciones correspondientes. Una razón de peso para que cualquier persona que esté entre candilejas y deba cumplir o desee desempeñar un papel importante tenga que entrenar y controlar el repertorio del lenguaje corporal, para causar la impresión que de él se espera. Las frecuentes apariciones en público hacen desarrollar patrones de comportamiento normalmente muy estereotipados, que son conocidos y remedables, y que obligan a imitadores y artistas de variedades a sacarlos a la palestra. Y los observadores disfrutan enormemente cuando se producen acontecimientos imprevistos en los que de vez en cuando uno de los “grandes” se sale de la corriente, actúa espontáneamente y no puede controlar sus sentimientos. Sólo entonces la expresión de la felicidad y la pena es auténtica. Los medios de comunicación retratan estos momentos hasta la saciedad, y es ahí donde puede detectarse que los denominados ídolos, los semidioses o paradigmas de la humanidad, son como todos nosotros.
Ese algo incierto.
Gira alemana después de 10 años de ausencia: el concierto de la cantante inglesa Shirley Bassey en Frankfurt. Retumbar de tambores con alegre coro de trompetas. Los conos escurridizos de los focos hacen guiños. Como un espejismo de Las Vegas aparece sobre el escenario Shirley Bassey. Se acerca
M. O. C. Döpfner Frankfukter Allgemeine Zeitung, 12-10-1985
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Informe sobre campaña electoral (extracto)
en los bolsillos, y vuelta a sacarlas y a agitarlas en el aire; pero ahí molestan, así que abajo y a agarrar bien el pupitre. “¿Hay que reforzar más el cordón de seguridad, o se va a dar un baño de multitudes?”, pregunta un excitado empleado del orden a su superior cuando 12 mil gargantas estallan con la tercera estrofa del himno alemán. “¡No reforzar, se baña!”. La masa se abalanza hacia él como una marea, y el jovial hombrón del Palatinado se queda en medio de la sala que bulle, alegre de tener los brazos y bebe a sorbos las aclamaciones. Helmut Kohl sonríe. El poder recibe radiante al hombre. Vogel se queda sentado resignado. Traje gris, camisa blanca, tirantes y calzado aparatoso, porque afuera está nevando está sentado junto al analista político Horst-Eberhard Richter, que ha aterrizado en el instituto de Gíefen. Vogel se levanta. Vuelve a sentarse. Pero no en el cómodo sillón que estaba pensando para él. Ha cogido una silla. Una silla de asiento duro. Y ahí se sienta Vogel el espartano, la espalda arqueada, la cabeza altiva, marcado de arrugas el rostro, afligida la boca, perdida la mirada, con las blancas manos sobre sus rodillas. ¡El siguiente, por favor!
Helmut Kohl, 52 años, y Hans-Jochen Vogel, 57, llevan desde enero dando discursos electorales y estrechando manos, se desatan en improperios y hacen publicidad, insultan y hacen requiebros, queriendo uno de ellos ser lo que el otro es y seguirá siendo: canciller. “¡Heel…mut!, ¡Heel...mut! – Vitorean a coro 12 mil jóvenes-, “¡Heel…mut!, ¡Heel...mut!”. Él salta como un resorte al estrado, arroja la chaqueta, levanta la derecha y después la izquierda, ladea la cabeza, sonríe. Las flores le llegan colando por el aire, claveles blancos. ¡Heel…mut!, ¡Heel...mut! los encargados del orden tienen cordones a lo largo del pabellón de 8 de la Feria de Colonia y lanzan convulsivamente a la multitud jadeante postales autografiadas con el retrato del canciller; las manos se extienden ávidas por cogerlos. El canciller atraviesa el griterío hasta el pupitre del orador, se queda ante él como confundido, se sube los pantalones por encima de la cintura, comienza, y su poderoso cuerpo se le resbala otra vez. Se dirige radiante a la juventud que se encuentra abajo y habla de tiempos “fatales” y del partido, “que asume el deber”. El canciller recuerda la inveterada rivalidad con Francia, que se ha tornado en amistad, “los corazones de los pueblos deben confluir” – dice –, y no sabe ya qué hacer con las manos, así que se las mete
Birgit Lahann
Stern, 24-2-83
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muerte, significado que proviene de las luchas de gladiadores de la antigüedad. El lenguaje corporal es material informativo real y ficticio al mismo tiempo. Por una parte, es físicamente concreto, pero también puede desprenderse del cuerpo. Por ejemplo, en la fantasía de un observador que contempla huellas de pisadas o huellas digitales, etcétera, surge un cuerpo ficticio que puede volver a convertirse en realidad cuando la persecución acierta en su objetivo. El lenguaje corporal incluye siempre de manera simultánea la función y la expresión del movimiento. Su dimensión y sus cualidades temporal y energética son objetivamente mensurables, pero su expresión continúa siendo subjetiva y admitiendo múltiples interpretaciones. Por ejemplo: la división temporal del día puede medirse objetivamente: el minuto tiene 60 segundos. Pero ese minuto puede “pasar volando” cuando hay exceso de movimiento externo o interno, o “parecernos una eternidad” cuando el movimiento brilla por su ausencia. Lo mismo ocurre con el rendimiento energético: por una parte, podemos medirlo por la actividad muscular y el consumo de calorías, pero también lo “irradia” la presencia sosegada de una persona, marcando por el calor sentimental y la inteligencia; y en espacios que nos “parecen” demasiado grandes o demasiado pequeños crean una “atmósfera” de simpatía o antipatía. Es decir, que toman forma en la comunicación.
¿Qué es el lenguaje corporal?
Todas las acciones motoras, sensomotoras y psicomonotras se denominan en conjunto lenguaje corporal. Debido a su dimensión espiritual, el lenguaje corporal humano es una forma de expresión que abarca múltiples planos. Es comunicación espontánea e instintiva, pero al mismo tiempo calculada. El lenguaje corporal es un paralenguaje, y acompaña a toda expresión verbal. Puede acentuar la información, modificarla, o incluso, a veces, anular su significado convirtiéndose en una metacomunicación. El lenguaje del cuerpo puede ser independiente del lenguaje de las palabras cuando actúa conscientemente con gestos mímicos en la vida cotidiana o en el ámbito artístico; también puede hacer las veces de acción intencionada o movimiento que hace abstracción del gesto mímico, como en la danza.
En la vida diaria a veces se utilizan los gestos mímicos esquemáticos, técnicos, codificados o simbólicos como lenguaje sustitutorio con información cualitativamente reducida; por ejemplo: al saludar, cuando una indicación del dedo sustituye a una frase, o cuando la comprensión verbal no es posible, no se desea o no se solicita. En la pantomima o en la danza, por el contrario, la expresión no verbal no reduce su significado. Aquí los signos concretos se abstraen y se les provee de una nueva significación. El movimiento configurado artísticamente se aleja de la realidad y crea una nueva realidad modificada gracias a la utilización de determinadas relaciones nuevas. Así sucede, por ejemplo, en el gesto cotidiano del pulgar apuntado hacia atrás, que sustituye a las palabras que utilizamos para indicar una dirección. Por contra, sobre el escenario el pulgar apuntando hacia abajo no tiene el sentido de una dirección espacial, sino de sentencia o
Los elementos fundamentales del lenguaje corporal: espacio, tiempo, energía. La comunicación del movimiento se efectúa en un momento determinado y no es recuperable con un gasto energético en el espacio concreto. En cualquier caso, las distancias que percibimos espacial e intuitivamente ante las personas y los objetos a menudo tienen algo de imaginario. Una conversación con una persona “cercana” puede ser “corta” y muy “excitante”, aun cuando pueda durar exactamente lo mismo que un proceso de trabajo que “no se acaba nunca”.
El lenguaje corporal es lenguaje espacial. Por las descripciones de Rudolf V. Laban y Edgard T. Hall conocemos las 6
siguientes posibilidades de experiencia espacial: En el cuerpo: Percepciones de las dimensiones espaciales en forma de: o
o
o
o
Dilatación y contradicción (espiración). Movimiento-contramovimientoequilibrio. Balance (sentido muscular y sentido de la orientación).
o
Plano de la puerta (horizontal)=derecha-izquierda, adelante-atrás, diagonal.
Plano de la rueda (sagital)= arribaabajo, adelante-atrás, diagonal. Fuera del cuerpo:
Configuración espiral mediante elementos móviles y estáticos.
Junto al cuerpo: Direcciones:
Direcciones visuales, direcciones del movimiento sin variaciones de la posición; direcciones del movimiento con variación de la posición en rectas o en curvas: adelante-atrás, arriba-abajo, derechaizquierda, diagonal. Planos.- desplazamiento del centro de gravedad: centro, elevado, bajo
Comportamiento espacial: 1. Distancia íntima (cerca: contacto corporal; lejos: aprox. 20-60cm). 2. Distancia personal (cerca: 6090cm, lejos: 100-150cm). 3. Distancia social (cerca: aprox. 150-200cm, lejos: aprox. 200400cm). 4. Distancia pública (cerca: aprox. 400-800cm, lejos: a partir de 800cm).
Planos: Desplazamientos del centro de
gravedad: centro, elevado, bajo.
o
Plano frontal (vertical)=elevadobajo, derecha-izquierda, diagonal.
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El lenguaje corporal es lenguaje temporal.
El lenguaje corporal es lenguaje energético
En el cuerpo
En el cuerpo
Mediante el ritmo de la respiración, del corazón y del pulso experimentamos la división más elemental del tiempo en los ritmos rápidos o lentos, con diferentes posibilidades de:
Orgánicamente sentimos las polaridades de las intensidades altas y bajas del rendimiento de la circulación y los nervios; también sentimos sus repercusiones sobre el impulso motor. En el cuerpo
Aceleración del ritmo (acelerando) Deceleración (ritardando). Regular (métrico) Irregular (amétrico) Fluido (legato) Interrumpido (staccato) Simultáneo Consecutivo (sucesivo)
Podemos seguir el impulso en actos y acciones concretadas en forma de actividades del esqueleto, de los tendones y de los músculos, al tensarlos y distenderlos dentro de determinadas condiciones de espacio y tiempo. Estas acciones dinámicas pueden ser intensas o débiles, y desencadenan el sentimiento sobre lo pesado y lo ligero. Las ocho acciones impulsivas elementales y las cualidades dinámicas del movimiento son, según Rudolf V. Laban, las siguientes: Presionar : duro, directo, paulatino. Palmotear: suave, flexible, repentino. Empujar : repentino, directo, duro. Balancear : paulatino, flexible, suave. Torcer : flexible, paulatino, duro. Palpar : directo, repentino, suave. Azotar : repentino, duro, flexible. Deslizar : paulatino, duro, directo.
El “reloj interno” es el regulador para la sensación temporal de lago o corto de cada individuo. En el cuerpo El ritmo interno (físico, espiritual, mental) se expresa por la gesticulación y la mímica en forma de:
Fuera del cuerpo Las “relaciones de tensión” respecto a las demás personas varían con la distancia. Mediante las energías transmitidas influimos en nuestro mundo y lo convertimos en claro u oscuro, frío o caliente.
Ritmos libres (irrepetibles, irregulares). Ritmos conformados (repetibles de forma semejante).
Origen y evolución del lenguaje corporal Fuera del cuerpo
El lenguaje corporal es innato, se aprende por imitación y se asimila por medio de la alabanza o el reproche. La más importante facultad del hombre, la de
El tiempo se transmite por medio de los relojes o las divisiones del tiempo. 8
ampliar su lenguaje corporal, si repertorio de movimientos socioculturales, es la facultad de aprender con diferentes características. La interacción con el objeto de la comunicación es en parte una actuación (intuitiva, reflexiva) innata y de autodescubrimiento.
Además, el lenguaje corporal se adquiere, y es un modo de actuación condicionado socialmente y que depende de factores del entorno. Estas reflexiones sobre el entorno son interacción e interpretación por la ejecución motora. El lenguaje corporal se aprende, es decir, se produce una actualización del lenguaje corporal mediante la educación o mediante el aprendizaje consciente y voluntario. Hasta el decimoctavo mes de vida aproximadamente se desarrollan facultades motoras generales y específicas, primero en la zona cuello-cabeza, después en el tronco (postura), y finalmente en las extremidades. Muchas de estas evoluciones son paralelas. Primeramente, el hombre aprende a gatear y arrastrarse, para alcanzar lo que se encuentra en su entorno inmediato: aprende a levantarse, a sentarse, a estar erguido, a andar, ya aprende sobre todo a comprenderse a sí mismo y a su entorno. Simultáneamente, se desarrollan unos inicios de la expresión oral como símbolo de la independización. Entre los tres y los seis años el impulso del movimiento es máximo. En este momento la evolución motriz, en general, ha concluido. A partir de entonces, únicamente potenciará su rendimiento o se estilizará expresivamente. La capacidad de aprendizaje del hombre se produce en tres planos y caracteriza la expresión de la personalidad:
Lo primero que descubre el hombre en sí mismo son los actos programados genéticamente, cuyas premisas anatómicas materiales nos son dadas en el nacimiento. Incluso antes del nacimiento surgen los primeros movimientos de avance o retroceso, que el feto de unas seis semanas de vida ejecuta en la fase prenatal con sus extremidades. Aproximadamente a las 11 semanas, el feto adopta una posición en cuclillas con la cabeza inclinada hacia delante y las piernas encogidas, y al tercer mes de embarazo reacciona espontáneamente con brazos y piernas. El ser recién nacido muestra movimientos reflejos cuya actividad depende muy estrechamente de la temperatura exterior a la que no está habituado. Estos movimientos están íntimamente relacionados con los estímulos corporales, acciones del sistema nervioso autónomo (por ejemplo, el reflejo de succión por estimulación de los labios), o con estímulos de funciones corporales (por ejemplo, la respiración, la digestión i el cansancio, con los que el niño expresa si se siente bien, si tiene hambre, si desea dormir, etcétera).
Experiencias corporales : son aplicadas
cuantitativas y cualitativas de las funciones corporales y formas en movimiento. Por percepción de: espacio, tiempo y energía y su relación con: la comprensión espiritual, menta y psíquica en el contexto del entorno social.
son comprensión y clasificación intuitiva de expresiones gestuales y mímicas en la Experiencias
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anímicas :
corporalmente. Mediante la autoexperiencia se desarrolla la conciencia de uno mismo y la autoconfianza. Por la autoaceptación, el hombre adquiere capacidad de actuar y está preparado para expresarse e investigar su entorno. En el uso cotidiano del lenguaje corporal se mezclan estos actos y los actos innatos, aprendidos o adquiridos de cualquier manera, acentuados en función del tipo caracterológico al que se pertenezca; con ellas nos expresamos simultáneamente a diversos niveles. En el transcurso de la evolución personal se concreta a qué tipo de aprendizaje tenemos: si pertenecemos al tipo visual, al tipo auditivo, al tipo táctil o al tipo verbal, y qué zona sensorial es la de mayor capacidad perceptiva.
postura y el movimiento. En el lenguaje verbal existen multitud de expresiones que describen esta reacción recíproca, que a menudo se produce de forma inconsciente. Las reacciones intuitivas corporales se transfieren al plano mental mediante representaciones verbales, como por ejemplo simpatía-rechazo; querer a alguien tanto como para comérselo- no poderse soportar mutuamente; adaptarse mutuamente-cerrarse en banda. Sólo un aparte de estas ideas se refleja en la actitud y el movimiento, y en concreto sólo en la medida en que lo permiten la educación, la postura personal, y la situación actual. Experiencias mentales: significan: lo inconsciente se hace consciente; la memoria, la concentración, la voluntad, la inteligencia y la creatividad se expresan
El resultado del aprendizaje es la creación propia, la combinación de los elementos juego y aprendizaje para obtener un rendimiento creativo. Engloba las propias experiencias y las experiencias que han tenido y que transmiten los demás. Por desgracia, a menudo las medias e instrumentos educativos reducen fuertemente las formas de expresión individuales del cuerpo, a favor de la dependencia de las normas sociales. Por ejemplo: como argumento para justificar la falta de fomento del movimiento en la edad escolar se utilizan a veces los fenómenos de fatiga que se producen por el crecimiento longitudinal en el gráfico del movimiento. Precisamente estos fenómenos pueden contraerse mediante un entrenamiento que fomente la individualidad, en concreto si se despiertan las curiosidades o las ganas y se acentúan los elementos lúdicos del movimiento. Esto eliminará de antemano muchos fenómenos degenerativos. Por ello, en la formación escolar debería darse prioridad al juego que favorezca el movimiento, a la danza y 10
a la música, en detrimento del deporte de competición. La música debería ser una de las asignaturas principales, es tan importante como las matemáticas, si bien su tema de trasfondo (la psicología) es totalmente diferente; sobre todo, porque a medida que transcurre el tiempo se va reconociendo cada vez más que es un lenguaje que tiene que conocer todo el mundo. La música quizá sea una especie de esperanto, pero posee muchas otras formas de oralidad. Es una de las cosas más importantes, de eso no cabe duda. Puede suprimirse la gimnasia. Pero debería introducirse la danza como segunda asignatura principal. Más baile y menos gimnasia. Hans Werner Henze, en una entrevista de la Revista de Pedagogía musical.
movimientos significan algo: son expresión. No todos los movimientos de reacción a los estímulos nerviosos se ejecutan conscientemente. Por ello, el lenguaje corporal es al mismo tiempo expresión de lo inconsciente y lo consciente.
El hombre “habla” durante toda la vida (cuando menos de forma no verbal) de forma ininterrumpida. Todo movimiento es único de información instantánea sobre su yo actual. El lenguaje corporal es un sistema de información del hombre para el hombre y sobre el hombre, con el que debe, puede, desea o debería expresarse; F. J. J. Buytendijk dice: “cada cuál se mueve como es, y es como se mueve”. La división actual de la vida en tiempo libre y jornada de trabajo, condicionada por la sociedad industrial, comporta diferentes cualidades simbólicas del lenguaje corporal. Inicialmente el lenguaje corporal se distingue por su original espontaneidad y su carácter inconsciente. Esta cualidad simbólica sigue experimentándose predominantemente en los niños, en los pueblos no civilizados o en los estadios intermedios en los que intercambiamos los papeles, por ejemplo, cuando nos encontramos con tiempo libre en el camino hacia el trabajo. Signos y mensajes del lenguaje corporal
Las cualidades lúdicas del lenguaje corporal, que sirven a la existencia propia o a la existencia ajena, o las actividades y relajaciones corporales, que consideran distracción o recuperación (regeneración), las encontramos en el ámbito del tiempo libre (por ejemplo, en el deporte), siempre que esté orientado hacia el placer y no hacia el rendimiento, o en la realización de entretenimientos creativos. El lenguaje corporal específico y
¿Qué significados tienen los gestos y la mímica? Toda la comunicación visual, audible y táctil del cuerpo humano es una actuación en dos planos indisolubles unidos. Se trata del plano funcional y del nivel expresivo, en su calidad de recepción y emisión simultánea de signos no verbales y verbales. La función consiste en que el cuerpo reacciona a todo estímulo nervioso con un movimiento . Todos estos
adaptado por procesos laborales y la 11
encuentra predominantemente en el campo laboral. La cinta sin fin de la cadena de producción obliga al proceso de movimiento a adaptarse tanto como la presión social ejercida por los superiores, los vecinos o los compañeros. Las formas mixtas de los movimientos lúdicos, cotidianos y configurados las experimentamos activamente o como espectadores en el teatro, el mimo y la danza. El movimiento cotidiano, abstraído por procesos creativos, se convierte en nueva realidad con contenido sensorial y de significado modificados: la estética y la comunicación en forma de arte.
jerarquización
social se
impulso aunque sea muy suave. Si, por ejemplo, nos imaginamos con la suficiente intensidad que recibimos un golpe en la región estomacal, los músculos abdominales se tensan automáticamente; o baste pensar en lo contagioso que resulta el bostezo.
Los límites de la expresión del lenguaje corporal pueden verse en su multiplicidad de interpretaciones y en los gestos simbólicos, ligados a determinados círculos culturales. Pero la cualidad, que en puridad no conoce fronteras políticas, permite aprovechar el lenguaje corporal en este sentido. Es un medio de entendimiento entre todos los pueblos. Puede verse éxitos considerables en los programas de intercambio cultural concentrados en actos deportivos, en galas de danza o de pantomimas, o simplemente en los gestos mímicos cotidianos cuando el lenguaje oral presenta lagunas y los viajeros nativos del país conversan “con los pies y las manos”. Aun cuando el contenido informativo pretendido no se haga inteligible de inmediato, siempre encuentra una resonancia sensorial y emocional, puesto que el ser humano dispone de los mismos condicionantes comunicativos independientemente del ámbito cultural al que pertenezca; es decir, de las mismas premisas físicas, psíquicas y mentales.
Todos los gestos son también intracorporales. Existen dos tipos fundamentales prefijados anatómicamente: gestos de acercamiento al cuero y gestos de alejamiento del cuerpo, en forma de contracción y extensión. Los gestos pueden ser ejecutados por todas las partes del cuerpo sin función de sostén. GESTOS HACIA EL CUERPO Sirven para: La protección
La higiene Las intimidades propias (sustituto de los contactos realizados por los demás).
Formas fundamentales del movimiento humano
GESTOS DE ALEJAMIENTO DEL CUERPO
Sirven para:
En el curso de la comunicación mediante el lenguaje corporal, las informaciones se transmiten mayoritariamente mediante signos ópticos (visuales) y táctiles (palpables). Pero inicialmente, todo movimiento se realiza al menos una vez a nivel intracorporal. Por una parte, existen los movimientos prácticamente independientes del control mental (movimientos de los órganos, etcétera), que nos señalan algo sobre nuestro estado de salud; por otra parte, todo movimiento pensado o percibido
desencadena
en
nosotros
Defensa. El afecto (signo de vínculo que puede llegar hasta el contacto corporal, tanto de forma dulce como agresiva).
un
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espontánea unívoca. A pesar de todo, el lenguaje corporal abre la posibilidad (y a menudo lo hace de forma inconsciente) de contrarrestar una mentira dicha con palabras mediante la verdad expresada con el cuerpo inconscientemente y de forma simultánea.
En general puede afirmarse que todo gesto tiene un carácter informativo de múltiples significados. Pero también hay gestos conscientes relativamente unívocos, como, por ejemplo, el gesto para indicar que a alguien “le falta un tornillo”. Igualmente hay gestos ocasionalmente inconscientes. Son actos que recalcan la funcionalidad, acentuados con un poder expresivo a menudo involuntario.
Formas fundamentales de movimiento (Según Rudolf V. Laban)
El ademán Mientras que el gesto es un movimiento parcial del cuerpo, el además es un movimiento expresivo del cuerpo entero. El movimiento de avance.
Los más llamativos son los movimientos de avance, como, por ejemplo, reptar, andar a gatas, ir tieso, andar, o variantes con desplazamientos del centro de gravedad para modificar el espacio, como andar arrastrando los pies o andar de puntillas. La elevación. Otra forma fundamental es la elevación en el mismo lugar, o elevándose en una posición, como pueden ser los brincos (a la pata coja, con los dos pies), o el salto (de un pie al otro, de dos pies a un pie, o de un pie a dos pies). Además, existe el giro: Intracorporal: giro de partes del cuerpo en ambos sentidos. De todo el cuerpo: en el mismo lugar o con desplazamiento. Por lo general encontramos formas mixtas, es decir, gestos de acercamiento y alejamiento del cuerpo (gestos primarios y secundarios). Esto puede deberse, en parte, a las formas de trato social, que raras veces permiten una exteriorización 13
La postura o quietud.
Entre las formas fundamentales se encuentran también la postura o la quietud. Ésta es una actividad muscular comprendida entre los dos polos de tensión y relajación; que determina la relación concreta del centro de gravedad y de la columna vertebral respecto a la posición. En esta forma de movimiento, que contraste con el movimiento de avance, puede existir cualquier grado de actividad muscular, tanto voluntaria como involuntaria. El órgano del equilibrio, situado en el oído interno, y las fibras musculares, conductoras de los estímulos, comunican el sentido de la orientación y el movimiento si estamos tumbados, en cuclillas o en posición erguida. Incluso cuando estamos descansando o durmiendo solemos realizar las mismas actividades corporales que en estado de vigilia, ya sean las del corazón o la respiración, o las 40-70 variaciones de posición que realiza la persona durante el sueño. A quietud absoluta como forma de ausencia de movimiento sólo existe en la muerte.
Los gestos mímicos se realizan casi siempre de forma consciente, puesto que su cualidad simbólica radica en imitar sucesos reales. Algunos gestos mímicos, que a veces se han aprendido con mucho esfuerzo, se almacenan en el subconsciente por su repetición frecuente. Gestos esquemáticos.
Son la “abreviatura” de los gestos mímicos. Con ellos no se persigue reflejar la realidad, sino sólo la característica principal de la información no verbal. Un ejemplo de dichos gestos esquemáticos es el saludo con el ademán de la mano, como sustituto del acto de quitarse el sombrero. La característica principal aquí es el movimiento de alejamiento de la cabeza, como si se retirara una prenda que la cubriera. Un gesto mímico no ilustraría únicamente el proceso entero, sino también el tipo de atuendo ficticio, debido a la forma del ademán de agarrar.
La mímica.
Los signos mímicos son movimientos de los ojos y movimientos de la musculatura facial. Debido a factores hereditarios, existen formas de expresión del rostro que son innatas y que tienen el mismo significado en todos los ámbitos culturales. Son las contracciones de los músculos faciales ante el dolo, la alegría, el miedo, la ira, la felicidad y el asco.
Características de los gestos y la mímica Los gestos de expresión proporcionan ininterrumpidamente informaciones sobre las personas que gesticulan con facilidad por cualquier motivo. Gestos mímicos.
Gestos técnicos. Son gestos que se producen por determinadas funciones corporales o profesionales. Se aplican con frecuencia en situaciones en las que la comunicación verbal no es necesaria o prácticamente imposible. 14
Gestos codificados. Nos referimos a movimientos que, al igual que el lenguaje verbal, sólo son entendidos por un determinado grupo sociocultural; por ejemplo, el “lenguaje gestual” o el alfabeto de los sordomudos. En este ámbito, signos que en otros contextos tendrían varios significados suelen tener un carácter unívoco, a semejanza de los gestos simbólicos.
D iferencias y oposiciones del lenguaje corporal. Visto desde el lenguaje del cuerpo, todos los pueblos del mundo son una única nación debido a que tienen las mismas premisas anatómicas; eso sí, una nación con muchos “dialectos”. La comprensión elemental por el movimiento corporal es posible en todo el mundo. Pueden entenderse las manifestaciones de los sentimientos y regularse o satisfacerse las necesidades básicas. Toda comunidad desarrolla, además, un vocabulario propio y una forma de expresión especial que la distinguen de las demás. Al igual que ocurre con los dialectos en el ámbito verbal, también en el lenguaje corporal se general diferencias y a menudo incluso oposiciones. Pero las diferencias evolutivas dependen de la naturaleza, por ejemplo, de las zonas climáticas, o del entorno social y cultural, el impulso de autoconfirmación y el afán de poder con ayuda a la facultad de pensar y la fantasía. Las oposiciones norte-sur que se detectan en el lenguaje corporal está fuertemente marcadas por las diferencias climáticas. El hombre, como parte de la naturaleza que es, está sujeto (junto con su material motor o de cualquier otro tipo) al clima y a las influencias del medio ambiente. Todo material, como, por ejemplo, la
Gestos simbólicos. Normalmente, estos gestos tienen siempre una significación distinta del movimiento mostrado realmente. No imitan la realidad como los gestos mímicos, sino que representan (por abstracción) un sentimiento o un pensamiento. Debido a su diferente grado de abstracción, los gestos simbólicos sólo son inteligibles para el círculo de personas que ha fijado los signos y su significado en algún momento dado.
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único que puede ayudar a sacar al hombre de esa megalomanía y a devolverle a la persona única e inconfundible que es, creado escalas de medida personales en consonancia consigo mismo y con su entorno inmediato.
gesticulación, es mayor y más amplio en zonas calidad, y por el contrario, se contrae y se hace más rígido con el frío. Otra diferencia de peso en la comunicación no verbal surge de la división del mundo en regiones industrializadas y zonas naturales. El hombre de la gran ciudad “habla” un “dialecto” totalmente diferente del que habla el hombre que (dentro de lo que cabe) vive aún en consonancia con la naturaleza. Debido a la facultad de pensar del hombre, también en el lenguaje corporal se desarrollan formas de comunicación muy diferentes de una región a otra y de un grupo humano a otro. La mayoría son señales de saludo o signos de afirmación/negación o metaseñales que sólo entienden los iniciados. Si quiere “comunicarse” con ellos, todo foráneo tiene que aprender ese vocabulario como si se tratara de una lengua extranjera. Cuanto mayor es la población humana de la tierra, cuanto más aglomerados viven los hombres en las grandes ciudades, tanto más importantes es el lenguaje corporal para la comunicación y la delimitación sociales. Por ejemplo, un no neoyorquino que se pasee por la ciudad de Nueva York extendiendo la mirada aquí y allá por todos lados, es muy probable que se vea enredado antes en situaciones incómodas que otra persona que sigue las reglas del lenguaje corporal y va diciendo a todo el mundo: “¡Déjame en paz!”. Esto se expresa en gestos lineales y por la mirada dirigida a un objeto, pasando de la persona que viene enfrente. Por otro lado, estos “negadores” de la gran ciudad casi siempre están dispuestos a dejarse llevar por una gesticulación exagerada cuando se trata de representarse a uno mismo, para convencer a los demás de que se es diferente del resto de millones de congéneres. Es precisamente en las metrópolis occidentales, apoyadas por el poder adquisitivo y el consumo, donde surge una necesidad imperiosa de producción no verbal que da flores realmente exóticas. Pero a menudo la apertura exótica oculta una falta de autoconfianza. Por eso se construyen ídolos o paradigmas, que se imitan y no se alcanza nunca. A veces el psiquiatra es el
Señales corporales
Las señales corporales son gestos de significado constante. Las señales emitidas de forma inconsciente “dicen” siempre la verdad; pero el contrario, efectuadas de forma consciente pueden mentir igual que lo hace el lenguaje verbal. Pero aun poniendo el máximo empeño, es imposible evitar del todo las informaciones emitidas de forma inconsciente. Incluso los embaucadores profesionales (dicho sea en sentido positivo) dejan escapar siempre un atisbo de verdad a través de la máscara que utilizan en la interpretación de su papel, a pesar de que utilicen un lenguaje corporal representado profesionalmente. Observe, por ejemplo, los pausados ademanes que efectúa un párroco que, durante el sermón, no se mueven hacia el cuerpo para calmar un escozor; o fíjese en que los pies pueden revelar un hombre nervioso a pesar de que irradie una imagen tranquila. 16
Todos nosotros aprendemos desde el nacimiento a controlar las manifestaciones de nuestros sentimientos y a adaptarlas a las normas sociales. Las excepciones a esta norma son las personas ciegas de nacimiento que no someten sus gestos al control visual, o aquellos que, por motivos profesionales, utilizan intensamente el lenguaje corporal.
3. Metaseñales. Las metaseñales son aquellas que comentan a otras señales, y cuyo contenido modifican o incluso anulan; por ejemplo, cuando un ademán amenazante se acompaña de una amplia sonrisa “amistosa”. A continuación presentamos los gestos más corrientes extraídos del trato diario con las personas, que pueden ser exagerados, insatisfactorios o de comentario, o bien pueden representar cualidades mixtas y, por lo tanto, desencadenar en el interlocutor una mezcla de sentimientos: Gestos de protección , señales barrera
tanto en el aspecto psíquico como físico. Por ejemplo, la protección de los genitales cuando se lanza un golpe franco en el fútbol, o el gesto de poner las manos en pantalla sobre la cabeza cuando se está sometiendo a procesos mentales intensos o, por ejemplo, la “visera”, como protección contra el sol. Categorías de la señales Todas las señales corporales a las que reaccionamos a diario en respuesta a estímulos más o menos intensos pueden clasificarse en tres grupos para poder comprenderlas mejor. 1. Señales exageradas.
Gesto de defensa , que emanan de
reacciones ante peligros auténticos o supuestos.
Están en clara disonancia con el mensaje. Las señales exageradas surgen por: Inseguridad , tanto psíquica como
física y / sentimental.
o
inestabilidad
Alteraciones de la relación , es decir,
por ejemplo, cuando no podemos clasificar correctamente una situación. Hipercomprensión, es decir, cuando mediante la simulación se intenta compensar cualquier tipo de inseguridad.
Gestos de sumisión, que pretenden
apaciguar a los rivales, su carácter como mensaje abarca desde la adaptación hasta el total sometimiento. Estos gestos también se utilizan conscientemente cuando un determinado objetivo no se puede alcanzar con otros medios.
2. Señales insatisfactorias. Se trata de gestos que no alcanzan el grado de intensidad esperado; por ejemplo, las reacciones corporales apenas perceptibles y visibles cuando nos reencontramos con una persona después de una larga separación.
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Gestos obscenos, ofensas sexuales
conscientes expresadas con el lenguaje corporal.
Gestos de autodespojo, que surgen Gestos hirientes,
desprecio.
Gestos
de inclinaciones narcisistas.
que muestran
amenazadores,
pretenden intimidar.
Cantas más señales intentemos percibir y comprender conscientemente, tanto más segura será la conducta, puesto que el conocimiento del efecto del lenguaje corporal aumenta las posibilidades de recepción y emisión, y con ello favorecemos una comunicación más amplia a nivel consciente a varios niveles.
que
La escala de credibilidad del lenguaje corporal
(Según Desmond Morris)
Como ejemplo de hasta qué grado se puede controlar el lenguaje corporal, vamos a referirnos a la “escala de credibilidad” de Desmond Morris: Señales autónomas: son las más creíbles. Pueden experimentarse conscientemente, pues son prácticamente incontrolables. Ejemplos: “ruborizarse”, “ataques de sudor”. Señales con las piernas y los pies: con frecuencia son difíciles de controlar, puesto que al estar alejados de la cabeza y las manos, habituales zonas de comunicación, son una posibilidad con la que la mayoría de las personas están poco familiarizadas. Los bailarines reaccionan de forma distinta. Por condicionamientos profesionales, incluso en la interacción diaria prestan atención a la postura de
gestos desviados, agresivos contra sí mismo o contra los demás. Por ejemplo, el famoso puño cerrado dentro del bolsillo, que en realidad estaba destinado a aterrizar en la barbilla de quien tenemos enfrente.
Actos
de
sustitución,
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piernas y pies de su pareja en la comunicación.
frecuencia, las fronteras entre los gestos inconscientes y los… Gestos inteligibles: es fluida. Si los gestos inconscientes se ejecutan de forma violenta, pasan al estado consciente, se someten a control y a menudo son [borrados] por gestos meditados y más unívocos. La gesticulación se convierte en una manipulación gestual. Y, por esta razón, en la práctica somos capaces de mentir con las manos igual que con:
Movimientos de la pelvis y el torso: son controlables y se adecuan bastante bien (o incluso perfectamente) para efectuar maniobras de camuflaje. Piense, por ejemplo, en el oyente que con una postura erguida indica “atención”, pero que bosteza tapándose con la mano o que se adormila. Gesticulación inconsciente: puede decir muchísimo sobre el “emisor”. Pero dado que las manos las utilizamos con
o o
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La mímica del rostro. La palabra hablada.