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unasecuenciacasitan tan Enrápida como esta enu-
meración, la Ilustración, la declaració ción n de la indepenindependencia delo loss EEUU EEUU, la la re vo v olución fr fra ancesa, laemancipación delaAmérica Américaespañola y las revoluciones de 1848habíanpuestoencuestión lospode poderes resdinásticoy eclesial e impulsado las las ansiasdeliberta libertad.Arrasa Arrasadaslas prerrogativas feudales y los absoluti olutismos smosautocráticos, se democratizaba democratiz abalaideadeun hombre universal universal emancipado. La utilización de las máquinasparalaproducción producciónen gran escala daba lugar a la granrevolución revoluciónindustrial.La población pobl aciónaprendíaadesplazarseenferrocarrilesmientrasenfrentabaloscambios económicos y sociales y la injuria injuri anarcisistaquesignif signifi-icó aceptarquelasmáquinas sustituyesen a la mano de obra obr aartesanal. La marearevol revolucio ucionaria, naria, seña se ñala laErich ErichKah Kahler, ler,“hab “había ía sacado a la la superf rfici icie e tanto las clases bajas de la población como las capas subliminales sublimi nales de la psique”. La burguesía había surgido apartir deesaclasedehombresquehabíancapitaneado ladestrucció ión ndelorden ordenaristocrático, pero conforme se ibaconsolidando consolidandolasociedad burguesa, el revolucionario de otrora otrora devenía burgués, mientras mientr as queel hombre hombre del común,campesinoo artesano, iba iba quedando reducido a la condición de proletario. Tal vez nadie como François Furethayacalado tanhondoenlasensibilidad sensibilidad problemáti pro blemática ca deeste nuevo tipo de hombre, el burgués urbano, desgarrado por dos dos exigencias que instauraba la sociedad moderna: el mercado y la ciudadanía. Bifronte Bif ronte cual Jano moderno, mirabaalfuturoperosentía lamiradadesdeñosadelaristócratayvolteabalo lossojos ojosal pasado aristocrático aristocrático con nostalgia. Al igual que el proletario, seentusiasmabaconla idea de la igualdad, igualdad, pero a diferencia dif erenciadeéstesecont contenentabaconproyecta proyectarlasobre sobreel LIBROS & ARTES Página 2
Ha H ace1 e15 50 años, Sigmund Freud
EN UN LUGAR DE MO MORAVIA Max Hernández En un lugar de deMoravi Moravia a nació hacesi sig glo y medi dio o Si Sig gmundFreud. El margraviato era entonces parted ede el im imperio austríaco, oncea eañ ños más tarde tar dello serí ría a del imperi rio o austr austroh ohúngaro. Hoy Hoy, luego de tant tanta a agua pasada bajo baj o tantos tantos puentes, pert rte enece a la la Re República Che Checa. Cuando el pequeño Sig Si gmund tenía tr tre es años, su famili familia sease seasentó en Vi V iena, capi apita tall del imperi rio o. Ha H abría dev eviivir en su ciudad adoptiva hasta un año antes des esu u muert rte e, cuando la amenaz naza a nazi nazi se sehac hacía una horr rre enda real aliidad en la la Euro Europa contitine nental y tuvo que exililiars arse en Lo Londres. horizonte imaginario de un futuro tanutópicocomo amenazante. Divididoensupropio interior arrojaba “una mitad de sí mismo a la crítica de la otra mitad”.
El indiv individuo iduoylas lasmasas habían irrumpido al unísono unísono en el escenario social del sigloXIX XIX..Rousseau Rousseauan anticipó ticipó estasimultaneidadconfli conflicticti va v a: lasoledaden Losensueños
del paseante anteso solitari tario o y las exigencias democráticas democráticas en el Contrato tratoso social. Personaje de profundos e intensos conflictosydeextremasensibililidad dadsocial,Rousseau Rousseauespara
RetratodeSigmundFreudporFerdinandSchmutzer,1926.
Furet el hombre moderno por antonomasia. Soledad, convicciones convi ccionesdemocráticasy sintonía sinto níaconlas lasnuevasrealidades históricas fueron los ingredientesdeaquelloque en vísperas de las grandes revolucio revol uciones nes hacía que el individuo indivi duocobraraconcienconciencia de sus derechos. Muy pronto los habría de exigir agrupado en masas compactas. Sigmund Freud viviría sus años formativos en una metrópol trópolis isqueeraun uncrisol de nacionalidades, etnias y lenguas.Es Esinteresanteanotar que en esa Babel finisecular el Freud adolescente fundó con su amigo Edouard Silberstein la “Academia Castellana”. Amb Am bos –lo –loss únicos miembrosdela laacademia– habían aprendido la lengua de Cervantes de manera autodidacta autodi dactaparaleerel Qui jo j ote–de ahí la frase que da inicio ini cio a estaslílínea neas– y utiliz utilizaaban los nombres de Cipión y Berganza, lo loss personajes caninoss de Elcoloquiodelospecanino correspondenci espondencia. a. rros,en sucorr Másadelante, Freud siguió sus estudios de medicina bajo la inspiración del berlinésHermannHelmol Helmoltz tz y el au austríaco Ern Ernest von von Brücke, quienes quienesencarnaban el positivismo médico en su ve v ersió ión n másradical,aunque también asist sistió ió entusiasma entusiasmado a los cursos del filósofo FranzBrentano,precursorde lafenome fenomenolo nología gía. Eraaquel aquelun tiempoen que los conflictos, pasiones, oportunidades y peligros propios propi osdecircunstanciashistóricas tóri cascambiantesyturbulentas generaban un dif difuso uso sentimiento dedesasosiego desasosiego quesocavabalaconfianza confianzailiilimitada en la razón ilustr ilustrada ada. Pero había algo más que acentuabaelmalestar:elimimperio hegemónico de una concepción de civilización que enrarecía la atmósfera atmósfera que respiraba la sociedad. Ésta Ést a se balanceaba balanceaba en un equilibrio inestable entre la igualdad civil y la desigualdad económica económica y aceptaba
sinmáselpesadofardo fardoque oprimía oprimí alasexuali sexualidad. dad. Fueenlos losalboresdelsigloXX XX queFreuddelineólos los grandestrazosdelpsico psicoaná análilisis. sis. La Lasociedadvict victori oriana ana habíaarrinconadolas lasexpresiones sexuales, particularmente de las mujeres, a las zonas zo nas más oscuras. Esto Esto era motivodeconflictosíntimos que enfrentaban a hombres y mujeres consigo mismos. Comprenderlas lascondiciones condiciones en que discurría la vida sexual, entender su importancia tanci ayadentrarseensunaturaleza tural ezaerauntemaurgente.La Laescuchaatentadeldisdiscursohistéricouobsesiv ivo ode sus pacientes permitió a Freud captar los deseos sexuales prohibidos que se agitaban por debajo de la superficie superfi ciedelaconciencia. conciencia.Se hadichoquefueelprime primero encomprender comprenderquesusdescubrimientos anunciabanlas luchas por los derechos de la mujer anticipadas por “el feminismo espontáne pontáneo o dela histeria”. La interpretación interpretación de sus propios sueños le permitió trazarlascoordena coordenadasdelos procesosinconsciente inconscientes.En la mitaddelcamino desuvida, a través de una exhausti exhaustiva va indagaciónacercadesímismo,concibióuninstrumento para la exploración del psiquismo y la subjetividad: el psicoanálisis.La psicoanálisis. Laobservación ció ncrítica críticadelasgrandesinstituciones culturales de una sociedad soci edad que sesentí sentía a satitissfechade suslo logros gros materiales, pero insatisfecha en sus anhelos más profundos, lo llevó a proponer el diagnóstico de una modernidad represiva que niega la verdadera expresió ión n de la sexualilidad dadylos losdeseos deseospersonales. Si por una parte el psicoanálisis estaba enraizado en el suelo de la modernidad, por otra, sus descubrimientos contribuyeron a cuestionar, en no poca medida, sus fundamentos. Al señalarlas lasevidenciasdeque no somos somos dueños de nuesnuestra propia conciencia, “la
FREUD, UN REVOLUCIONARIO RADICAL Igor A. Caruso
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l 23 de septiembre de 1939 murió el fundador del psicoanálisis. Freud supo muy bien lo que significan significan las manif nifestaciones estaciones ofici oficiales ales de duelo para que se cometiera con él la injusti injusticia cia de hacerle una especie de necrología. necrología. Freud denominó al duelo por la la pérdida de un ser venerado, un «trabajo de duelo», duelo», de manera análo náloga ga a como se habla del «trabajo del parto» parto», y nos nos enseñó que ese trabajo de duelo es en realidad una manera de dar muerte definitiva al difunto para que el sobreviviente pueda continuar viviendo. Decir que Freud tiene su puesto en el panteón de los grandes hombres resulta una fórmula vacía y rimbombante, si no agregamos que este hombre es y sigue siendo motivo motivo de perplejidad y ocasión de escándalo y que en eso consiste consiste precisamente su contradictoria grandeza. Al dedicar su vida a la investigación del poder que proviene del inconsciente, se dio cuenta de que con ello proporcionaba una humillación al narcisismo, que la humanidad no le perdonaría fácilmente. Sin formular paradojas, podemos podemos decir que si todos los los hombres cultos de hoy hablan del difunto difunto Freud con aparente respeto respeto y con ponderación académica, esto se debe en parte a que Freud no está ya entre nosotros. nosotros. En realidad no se debería rendir homenaje a Freud colocando coronas en su tumba. Estrictame Estrictamente hablando, no se le puede rendir rendir homena homenaje con fór fórmulas mulas socialmente atemperadas y honestas. Pensemos que con él murió un revolucionario radical que puso en tela de juicio todo el legado de la cultura, y continuando en forma consecuente la tarea tarea de su vida él mismo debe ser ser puesto en tela de juicio. juicio. Como nos legó un amplio método crítico de duda, poner a Freud en tela de juicio quiere decir aceptarlo, esperar de él aún nuevas respuestas (¡más que respuestas, nuevas preguntas!); continuar continuar pensando con con él y para él, y no no considerar considerar absol bsolutautamente nada como un tabú institui instituido do por por él mismo. Sin embargo, embargo, es evidente que por lo general sucede lo contrario. Ordinariamente existe una no aceptación de Freud bajo la máscara de consideraciones académicas, o una seudo-aceptación, que constituye tit uye la forma forma más astuta de traicionarlo. Confere Conf erencia pronunciada en Bogotá en el Círculo Vienés Vienés de Psicología Profunda. 1964.
LIBROS & ARTES REVISTA DE CULTURA DE LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ Sinesio López López Jiméne Jiménez Dirrector delaBiblioteca Nacional Di Luis Valera Díaz Editor deLIBROS & ARTES Benjamín Blass Blass Rivarola Dirrector Ej Di Eje ecutivod odeEd eEdiciones Jossé Luis Portocarrero Bl Blaha Dia Di agramación: Jo Elena Chachi Gambini Gambini Secretaria: María Elena Olga ga Rodríguez Ulloa Coordinación: Ol © Bibli Biblioteca oteca Nacional del Perú Lima, Li ma, 2006 Reservados todos todos los derechos. Depósito Depósi to Leg Legal: 2002-2127 / ISSN: 1683-6197 Bibliliot Bib oteca eca Nacio Nacional nal del Perú - Av. Abancay cuadra 4, Lima 1. Teléfo Teléfono: no: 428-7690. Fax: 427-7331 http: / / www.bnp.gob.pe Correo electrónico: dn@bnp.gob.pe dn@bnp.gob.pe Esta Es ta publicación ha sido posible posible gracias al apoyo de la Organización de Estados Iberoa Iberoamericanos para la Educación, la la Ciencia y la Cultura.
megalo lomanía manía humanahabí había a sufrido el más fuerte de los golpes”, escribió Freud. No esdeextrañarentoncesque si bien las nociones de inconsciente,sexualilidad dadinfantil, complejodeEdipoyconflilicto ctopermanenteentreeros ytánatoshanalcanzado amplia pli aaceptación, elpsicoaná psicoanálilisis sissigu sigueenfrentando enfrentando resistencias. El descubrimiento del inconscientesignificó significóunaradicaldesestabili bilización zacióndelos los supuestos racionalistas racionalistas dela modernidad. Las evi videncias dencias del desgarro entre las las palabras y lo que pretendían nombrar,ylainclusióndela corporeidad en el centro mismo de la activ ctividad idad productoradelpensamiento yel lenguaje, acentuaronla lasospechaqueacosabaalaconconciencia moderna e hicieron patente el descentramient scentramiento o del sujeto con con respecto respecto a sí mismo y a la la palabra. Labúsquedafebril febrildesu identidad, ident idad,la laarroganciadesu empeño, la vol voluntad untad para rescatarlecciones leccionesdesuscongojasysutrágicapasiónpor por conocerse, hicieron del Edipo de Sófocles el héroe de los momentos definitoriossdelamodernidad torio modernidad..El El solitario itinerario que lo lle vó v ó a despejar los los enigmas sagrados con pasión profanainaug inauguraríaunaperspectiva humana, tal vez demasiado. El gran mérito de Freudfueintuir intuirsuuniversalilidad dadyhacerdelhéroetrágico una figura figura emblemática del sujeto moderno. Éste, comoEdipo, ac actúa túacomosi fuese el centro del universo pero se siente acosado por laangustiadenosaberellugarqueocupaenelmundo. El Edipo contemporáneo nopuede puedesinoapelaralarazón zó nauncuando cuando sientaque poco puedecon con lasdemandas de su mundo interno o pretenderel escapeimposiimposible a la incesante presión de susfantasmasmásíntimos. ¡Y pensar que este periplo empezó en un lugar de Moravia!
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Sesentiséis años después desu muerte, ocurrida en Londres el 23 desetiembrede1939, y ciento cinco años después dela publicación desu obra más popular, La interpretación de los sueños, Sigmund Freud, eseneurólogo austríaco nacido en 1856, seha convertido por derecho propio en una delas celebridades científicas más características dela época contemporánea. Y lo es, también, porquesalebien librado delos apasionados ataques quesempiternamenterecibe. Resistir, sobrevivir en las condiciones más difíciles, es una lección quedía a día recibimos deestemaestro dela psicología profunda.
FREUD, AQUÍ Y AHORA Marco Martos
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islado tempranamente, aunque famoso, Sigmund Freud es el fundador de un nuevo tipo de psicología médica, conocida como psicoanálisis, que durante su vida fue casi exclusivamente enriquecida con el producto de su observación y de su intuición creadora; con todo el talento de sus discípulos o continuadores, ninguno ha hecho, ni siquiera Jacques Lacan, tan celebrado en círculoscerrados,contribuciones másoriginalesquelasdelfundador de esta disciplina. Natualmente,elcomúndelas personas conoce los nombres de algunos célebres disidentes, Alfred Adler y Carl Jung, entre los primeros que se separaron del maestro, o de Wilheim Reich en años posteriores, y conoce también el éxito mundano del psicoanálisis en estos últimos setenta años, en especial en Estados Unidos, circunstancias, unasy otras, que dan una imagen bastante parcial del propio psicoanálisis, que aspiraba y aspiraaseruntodocoherente,unaconcepcióndelavida, unsistemadepsicologíaindi vidual, aunque como terapia es “el primero entre pares”, comodijoelpropioFreud.La importanciaenlasúltimasdécadas de Melanie Klein o de Françoise Dolto en la vida contemporáneanohacesino reforzar, de modo indirecto, la vigencia de Freud. Ciertamente, Freud no descubrió el inconsciente, Nietzsche o Schopenhauer o Kierkegaardoelpropio Platón o cualquier otro ilustre filósofo de la antigüedad conocieron esa fuerza a veces demoníaca. Lo que Freud puso para siempre delante de nuestros ojos fue el inmenso poder dinámico de la parte inconsciente de nuestro apaLIBROS & ARTES Página 4
ComitédelaAsociaciónPsicoanalíticaInternacional.Berlín,1922.Deizquierdaaderecha,dearribaa abajo: O. Rank, K. Abraham, Eiton, E. Jones, S. Freud, S. Ferenczi y H. Sachs.
ratopsíquico,sedeydepósito de nuestros impulsos instinti vos, detodosnuestros resentimientos más profundos, de todos los odios y agresiones que no nos atrevemos a encarar y admitir. Ese inconsciente no conoce ni espacio ni tiempo; experiencias de nuestra más remota infancia siguen sepultadas ahí como rescoldos dispuestos a incendiarse en cualquier edad. El inconsciente es un feroz enemigo de la lógica, luciferinamente astuto, capaz de presentarseencualquier situación bajo una capa de voluntad real y racional. Como dijo Simmel en su oración necrológica sobre Freud, el conocimiento del inconsciente “permitirá al hombre dominar lasfuerzas instintivas elementales de la naturaleza humana y dirigir sus energías hacia un objeto constructivo, haciendo a la vida más libre para todos”. El propio Freud, como puede leerse en una de sus últimas obras, El malestar
dela cultura, era bastante menosoptimistaynuncadejóde creer en ese viejo aforismo romano que sostiene que el hombre es lobo del hombre. EL PSICOANÁLISIS ORTODOXO El psicoanálisis, como todo cuerpo científico, no se formó de un día parael otro, ni sentó bases definitivas sino después de una muy laboriosa actividad empírica. Surgió del estudio de los fenómenos histéricos, cuando a fines del siglo XIX los maestros de la psiquiatría discutían acerca de la etiología de esa enfermedad. El Dr. Joseph Breuer obtuvo éxito resonante con la aplicación de lahipnosis a una enferma. Freud se unió a Breuer, y como ambos conocían además las contribucionesdeCharcotyBerheim,estuvieron capacitadosparaexperimentar un nuevo método al que denominaron “asociaciones libres”, que consiste fundamentalmente en dejar
hablar al paciente, para que aflorenunoaunosusproblemas; correspondía al terapeuta una actitud activa encarriladora del monólogo. Esta técnica no fue ni aceptada ni rechazadaenlosmedioscientíficos. Aunque Breuer decidió más tarde suspender sus exploraciones,Freudcontinuó con renovado ímpetu. En 1900, con Lainterpretación delos sueños, Freud amplió el método que luego denominaríapsicoanalítico, señalando que los sueños son expresión encubierta de los deseosreprimidos, especialmentedeseossexualesquedesplazanlos mecanismospatológicos que han de producir síntomas neuróticos. En esta obra,ademásdeintroducirlos conceptosde “desplazamiento” (queeslatransferenciade un afecto hacia una u otra idea), de “simbolismo”, “encubierto”, etc.,fueacuñadoel término “complejo”, que ha pasado a designar en el lenguaje popular no solo nume-
rosas manifestaciones del psiquismo humano, sino di versas expresiones mentales en el arte, la literatura, la antropología, etc. Freudcontinuóaplicando suspuntosdevistayen1904 publicó su Psicopatología dela vida cotidiana y en 1905, El chistey surelación con el inconsciente y tambiénTresensayossobreteoríasexual.Enestasobras describe otros mecanismos que señalan la presencia del inconsciente enla vida de los individuos: los lapsus en las palabras habladas o escritas, enlamemoria,quediariamente cometemos; así mismo las falsasasociacioneslibres,los chistesyelhumor.En elúltimo de los libros mencionados, Freud desarrolló la teoría del instinto sexual a partir de un número de instintos “componentes”quesemanifiestan desde el momento delnacimiento delserhumano. Al nacer el niño, por razones de orden biológico, concentra sus instintos en la zona de la boca, el principal vehículodel alimento materno; al cabo de unos meses se desplaza hacia la zona anal y por fin se integra la hegemonía de los instintos a los órganos sexuales. Más adelante Freud desarrollaelconceptode“libido” como instinto sexual; dentro de ese instinto Freud señala el “narcisismo”, representación del autoerotismo. Una parte de la “libido” busca satisfacción autoerótica, y otras son proyectadas hacia el exterior. Los primeros objetos de amor, y, en consecuencia, losforjadoresmásprimitivos de los celos y del odio, deben hallarse necesariamente en el círculo familiar, porque en él gira la vida del niño durante los primeros años. Como el niño varón ama invariable-
mente a su madre quele proporciona el primer alimento, ve en su padre a un rival y surje así el “complejo de Edipo”, que cubre el devenir de la vida humana y se pro yecta a las costumbres sociales. Así, la “libido”, con el cursar de la vida, tiende a buscarnuevosobjetosquese encuentran como reencarnaciones de los primitivos, en la escuela,eneltrabajo, enelmatrimonio, lo que se interpreta mediantelossentimientosque originalmentefuerondirigidos a la madre. Freud atribuyó una significación especial al sexo. Dijo: “las doctrinas de laresistenciaydelarepresión, del inconsciente y del significado etiológico de la vida sexual y de la importancia de lasexperienciasinfantiles, son elementosbásicos delpsicoanálisis”. Enotradesusobrasfundamentales, El yoyel ello, que es de 1923, Freud divide los mecanismos mentales en tres categorías: el consciente o YO, el ELLO o la reserva intintiva del incosciente y el SUPER YO o los elementos morales. Este último es el resultado de tres procesos fundamentales: la introyección dentro de sí de instancias morales externas representadasporlospadresoporcualquier persona que haya desempeñado función importanteenlosprimerosañosde vida; en segundo lugar, ladirección que ha seguido esa moral “internalizada” (interiorizada, en la lengua general)ensunarcisismo,o seaque el individuo ameen sí mismo lo que es o lo que deba ser, y, porúltimo,larecepcióndelos impulsos hostiles y agresivos que no pueden ser proyectados al exterior.
unas décadas no contábamos con una biografía seria de Freud hasta que apareció en ingléselmonumentaltrabajo de Ernest Jones, uno de los fielesseguidoresdel maestro; junto con este laborioso esfuerzo existen los aportes de MartínFreud, SigmundFreud: mi padre; Teodoro Reik,Treinta años con Freud; Ludwig Marcuse, Sigmund Freud; Helen Walker Purner, Freud, su vida y su mente. De todos estos libros existe traducciones en castellano. A estos libros,bastanteconocidos,hay que añadir uno reciente de gran valor, escrito por un historiador, Peter Gay. Su Freud, unavidadenuestrotiempo* es el libro más apasionante sobre Freud desde que apareció el libro de Jones. Como en un gran fresco, Gay entrelaza aspectos conocidos de la vida de Freud con otros menos difundidos pero de gran valor analítico y, a su vez, todos estos episodios biográficos sir ven de fondo a sus descubrimientos científicos. Otro libro que merece consultarse, en el capítulo destinado a Freud, es Mentes creativas, de HowardGardner**.Estepsicólogoexplicabienloquepodríamosllamarlaopiniónmás difundida sobre Freud hoy día, más allá de los linderos del psicoanálisis, y es que Freud sevio a sí mismo como
un científico y al psicoanálisis comounaciencia.Teníafede quealfinal,susdescubrimientos tendrían una base neurológica y química. Esto no le impidió, ni a otros tampoco, reconocerlanaturalezaartística y filosófica de su obra y las facetas de pionero de su personalidad. Aunque algunosaspectosdelpsicoanálisis hanrecibidoapoyocientífico a lo largo de los años, es justo decir que la mayor parte del interés en el psicoanálisis ha venido de fuera de lacomunidad cientifica y que la ma yoríadeloscientíficosintransigentesnoconsideraaFreud seriamentecomo miembrode sufraternidad.Estasituación, dice Gardner, habría decepcionadoaFreud,peroprobablemente no le habría sorprendido: y habría seguido sosteniendo que, a la larga, la base científica de sus principales descubrimientos sería confirmada. Resulta innegable el hecho de que Freud, no solamenteporsusdescubrimientos científicos, sino por su audacia imaginativa, ha contribuidoaaumentarnuestros conocimientos sobre los seres humanos, junto con sus admirados Shakespeare y Sófocles, o sus más cercanos Nietzsche y Schopenhauer. Estos dos últimos, con métodos totalmente diferentes,
habían llegado a las mismas conclusiones queFreud sobre lanaturalezaylaconductade lossereshumanos.Comodice Gardner, Freud pertenece al mundo, es difícil imaginarlo convertidoenunafiguramenor. Esto ya es una hazaña notable para unindividuo casi desconocido hace un siglo, cuya arma poderosa fue un mododeinvestigarlanaturaleza del soñar y los sueños mismos. Freud fue un individuoemblemático querecuerda para Gardner la doble naturaleza de la creatividad: un avance dentro de un campo concreto que, al final, puede también iluminar los intereses y valores de diversas comunidades humanas. Cada uno de los libros a los que hemos hecho referencia responde a finalidades concretas, la principal de todas, satisfacer la curiosidad de miles de lectores en todo el mundo por conocer los vericuetospersonalesdeunautor que ha dado tanta importancia a la biografía infantil. El propósitodivulgadordela mayoría de estos trabajos está íntimamenteligadoconel otro interés:elconocimientocientífico, queaparececonmayor claridad en los tres tomos de Ernest Jones que, además de darnos un sinfín de datos, va haciendo un comentario, las más de las veces acertado,
LIBROS SOBRE FREUD Y LOSDISCÍPULOSREBELDES Cuando a Freud se le pidió que redactase algunas líneasautobiográficas,prefirió, con grandes alardes de modestia(queeraciertaenquien tenía como lema “ama y trabaja” y supo soportar el aislamientodurantemuchosaños), hacer una historia del movimiento psicoanalítico lo más impersonal posible, excepto en lo que se refiere a sus disputasconlosdiscìpulosrebeldes Alfred Adler, Wilheim En Ocho y medio, (1963), una de las obras maestras de Fellini, un director de cine (Marcelo StekelyCarlJung.Hastahace Mastroianni) transforma el psicoanálisis en un gran espectáculo.
sobre la obra científica del maestro. Paul Roazen, que había estudiado las relaciones de Freud con Víctor Tausk, el discípulo suicida, en los años setenta del pasado siglo publicó un libro sumamente interesante sobre los vínculos del maestro con otros amigos su yos, menores***.Estudialos conflictos deFreudconAlfred Adler, Wilheim Stekel y con CarlJung. Como es sabido, Alfred Adler (1870-1937) redujo la importancia de los factores sexuales, negó, en una palabra,la“libido” ehizoremontartodoalaagresión.Deotro lado, como Jean Paul Sartre muchodespués,Adlerentendió que las personas, a partir de sus propias insuficiencias y faltadeautoestima, pueden sostenerseasímismasdegradando a otras y cuando se ha tratado de alguien inferior a un grupo o a una clase, esos sentimientos seintensifican y puedenconduciramaniobras compensatorias de las dudas sobresímismas.Adlerseadelantó a su tiempo en la comprensión de algunos fundamentos sociales de ladestructividad; por ejemplo, quienes se han ocupado de la raza comofuerzapsicológicaenel mundo moderno, hombres tan cercanos de la psicología como Franz Fanon, han reconocido sudeudaconAdler. Examinadaretrospectivamente, la controversia entre Freud y Adler se parece más que nada a lo que Freud calificó de narcisismo de las pequeñas diferencias: una disputa entre hombres que están tan próximos el uno al otro que sesientenobligadosacompararse,peroqueconsideransus diferenciascomoreprocheso críticas. Carl Gustavo Jung (1875 -1961) fue el discípulo más querido de Freud. El príncipe heredero sostuvo heterodoxamente que “la causadel conflicto patógeno radica principalmente en el momento presente”. Freud replicó en cambio que “la teoría de la represión y de la re* Peter Gay. Freud, una vida denuestrotiempo. Barcelona.Paidós. 1990. ** Howard Gardner. Mentes creativas. Barcelona. Paidós. 1993. *** Paul Roazen. Freud y sus discípulos. Madrid. Aianza Editorial. 1978. LIBROS & ARTES Página 5
sistencia, el reconocimiento de la sexualidad infantil y la intepretación y aprovechamiento de los sueños” eran LA AGONÍA DEL PSICOANÁLISIS piedradetoquedelpsicoanáHarold Bloom lisis. Pero habría que escribir todounlibroparaestudiarsus ablo aquí de Freud el escritor, y considerando el psicoanálisis como diferencias. literatura. Este es un libro sobre el canon occidental de lo que, en Con Wilheim Stekel tiempos mejores, llamamos literatura de imaginación, y el verdadero éxi(1868-1940) la disputa fue to de Freud consiste en haber sido un gran escritor. Como terapia, el más leve. Stekel nunca elabopsicoanálisis agoniza, y quizá ya esté muerto, su supervivencia canónica ró una alternativa a las ideas debe buscarse en lo que Freud escribió… de Freud. Tenía una extraorLa crítica literaria freudiana de Shakespeare es un chiste celestial; la dinaria perspicacia para la crítica shakespeariana de Freud tendrá un difícil alumbramiento, pero nacomprensión intuitiva de las emociones inconscientes y cerá, pues Freud, como escritor, sobrevivirá a la muerte del psicoanálisis. Freud –cosa rara siendo La transferencia a un chamán es una antigua técnica curativa extendida en Stekel un discípulo– siempre todo el mundo, ampliamente estudiada por los antropólogos y los experlo reconoció; se alejó de él tos en historia de la religión. El chamanismo precedió al psicoanálisis y lo más por razones personales sobrevivirá; es la forma más pura de psiquiatría dinámica. La obra de que científicas, por algo que Freud, que es la descripción de la totalidad de la naturaleza humana, supeno está totalmente establecira con mucho la marchita terapia freudiana. Si existe una esencia en Freud, do. Cuando Stekel tuvo una debe encontrarse en esa guerra civil que él ve dentro de la psique. Esa disputa con Tausk, Freud le división presupone una idea de cómo se organiza la personalidad, y la retiró su confianza. Stekel existencia de una cierta cantidad de mitos o metáforas que convierten esa solía decir que un enano veía organización en dinámica (o, por aplicarle un término más literario, en más lejos si se subía en los dramática). Esas metáforas freudianas incluyen la energía psíquica, las hombros de un gigante. Y pulsiones, los mecanismos de defensa. Aunque Freud, como corresponFreud,queteníapocohumor de a un fundador, llevó a cabo un análisis de sí mismo a fin de descubrir en las controversias, respono inventar su drama del yo, explícitamente prohibió a todos aquellos que dió: “Eso puede ser cierto, vinieron después de él que emularan a su líder. pero un piojo en la cabeza de unastrónomo,no”.Debemos a Stekel el uso del término El canon occidental. Editorial Anagrama, 2003. “tánatos”, para referirnos al deseo de muerte, que Freud adoptaría, y,además,otracerteza a la que arribó el propio Freud: “que el odio y no el vencia y la perpetuación, cía eran especulaciones de la rrobora los negros vaticinios amor esla relación primordial sino el reposo, la inercia imaginación de un hombre de Freud. Si Calderón penentrelos hombres.” perfecta. Para Freud, la vida envejeciendo en medio de la saba que el peor delito del orgánica, que ha conducido persecución. Pero aún así, lo hombre era haber nacido, y EROS Y EL VIDRIO OPA- a la explosión de la vida hu- que resulta asombroso, más Heidegger constata que el CO DE LA MUERTE mana, fue algo anómalo, una allá desu sombría conclusión, hombre es un ser para la Enuno desusúltimoses- exuberancia fatal que trajo es que el hombre, efectiva- muerte, Freud vaticina la critos, el breve texto titulado dolor indecible y deterioro mente, en décadas posterio- muerte de la especie. ParaFreudnohaysalva Más allá del principiodel placer , ecológico y por eso mismo res, está haciendo todo lo poFreud condensa en una ima- terminará tarde o temprano. sible por deteriorar la tierra, ción más allá de la muerte. genpoderosa lahistoria trági- La quietud volverá a la crea- la casa de todos, de un modo Pensóqueelpsicoanálisis poca de la humanidad desde la ción cuando la vida vuelva que no ha sido hecho en los día terminar con las ilusiones perspectivadeOccidente.**** a la condición natural de lo últimossiglos.Elserhumano infantilesquetienensuorigen Puedaqueestedescubrimien- inorgánico. La “libido” con- parece votar por un no a la en la religión. Hizo la ecuato parezca a sus detractores duce a la muerte. Freud sa- vida de un modo cada vez ción que emparenta lo no estrictamente científico. bía muy bien que lo que de- másirracional, actitud que co- metafìsico con lo infantil. Y Pero, en todo caso, hunde sus raícesencreenciascompartidas por casi toda la humaniEL LEGADO DE FREUD A 150 AÑOS DE SU NACIMIENTO dad. Se trata de Eros y XXVI Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis Tánatos,dosdioses,dosfuerzas que gobiernan y dividen Este evento, que pasarárevista a los aportes más importantes de Sigmund Freud nuestro ser. En permanente y a los desarrollos del psicoanálisis desde sus orígenes hasta laactualidad, tanto conflicto,ellosdeterminanlos en el campo clínico, como en el social y académico, contará con la participación ritmosdelaexistencia,laprode los más destacados psicoanalistas de Latinoamérica así como de importantes creación, la evolución psíquiinvitados de otras regiones y disciplinas. Organizado por la Federación ca y somática, pero al final, Psicoanalítica de América Latina (FEPAL), presidida por Álvaro Rey de Castro, contrariamente anuestras ineste congreso se llevará a cabo del 5 al 8 de octubre próximo, en el Hotel Los tuicionesynuestrasesperanDelfines. zas, no es Eros, el amor, sino Tánatos,elvidrio opacodela Informeseinscripciones: Grupo Milenium, Av. Rivera Navarrete 453, 601, San Isidro. muerte, el que está más cerca Telf. 421-4977 / 440-8171; e-mail: congresofepallima@speedy.com.pe de las raíces del hombre. Lo queelhombreseesfuerzapor conseguir no es la sobrevi-
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Jung le replicó, en los primeros tiempos, cuando eran amigos: “Pienso, querido doctor Freud,quedebemosdartiempoal psicoanálisisparaquese infiltre en las gentes desde muchos centros, para revificar entre los intelectuales la emoción por el símbolo y el mito. Muy poco a poco debemostransformardenuevo a Cristo en lo que era, el dios a divino de la viña, y así absorber aquellas instintivas fuerzas extáticas del cristianismo con el único propósito de hacer del culto y el mito sagrado lo que una vez fueron: una fiesta de alegría embriagadora en la que el hombre recupere el ethos y la santidad animal. En esto consistía la belleza y el propósito de la religión clásica.***** Freud trató de desterrar las formas arcaicas del irracionalismo, de la fe en lo sobrenatural y coincide, de un modocurioso, conalguienque siendo de origen judío, como él, no tenía que ver con el psicoanálisis: Elías Canetti, quienenunodesuslibrosmás célebres, Masa y poder,****** alhablardelasmasasreligiosas,sostienequemantienensu coherencia, entre otras razones, por la lejanía de la meta y, naturalmente, por laimposibilidad de comprobar la veracidaddelaexistenciadeuna vidamás alládelamuerte. Se dice que la fe mueve montañas y mantiene las creencias, agregamos. En la religión judía, de la que Freud se apartó tempranamente, se creefuertemente en la reencarnación, pero no se habla de ello para evitar que la vida se vuelva pasiva con el pretexto de la próxima reencarnación. Y se dice que el objetivo de cada uno es hacer una “reparación”, “tikun” enhebreo,durante su vida. Si así fuese, podríadecirsequeFreudcumplió con su reparación, ¡y de quémodo!.Perodejó decreer en el Dios del antiguo testamento, ese Dios que todo lo aniquila y que es, como Tánatos,elvidrioopacodela muerte. **** George Steiner. Nostalgiadelo absoluto. Madrid, Siruela, 2001, p. 51. ***** Ibidem, p. 56. ****** Elías Canetti. Masa ypoder . Barcelona, De bolsillo, 2005.
Homenajepersonal a SigmundFreud enel 150 aniversariodesunacimiento.
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eparecelo másadecuadoseguirsupropiametodología,esdecirlaasociación libre.¿Quésignificaasociarlibremente? Significa transmitir los pensamientos, sentimientos, fantasías, impulsos, deseos, sueños,pormásinsignificantes,irrelevantes, vergonzosos y horribles que sean, de la manera más auténtica y honesta posible. Son lasexperienciasdolorosas, penosas, culposas, prohibidas o morbosas las que no se pueden comunicar fácilmente por factores de supresión o represión cultural, social, política, familiar y/ o personal. Paraadquirirlaidentidad,el conocimientoylaprofesiónanalítica,esindispensablequeelcandidato aceptado a la formación inicie su psicoanálisis personal con un psicoanalista didacta de la Asociación PsicoanalíticaInternacional, esdecir,pertenecientea cualquiera de las instituciones, asociaciones, sociedades de Europa, Norteamérica,Sudamérica, Asia, ÁfricaydeAustralia, uotras institucionespsicoanalíticasserias y respetables, como la condición más trascendente de su formación. Este análisis personal debe ser hecho de tres a cinco veces porsemana,de45a50minutos de duración cada vez, por un tiempo considerable, consistente y continuo con separaciones de fin de semana y durante las vacacionesdeambos. Usualmenteseríade10mesesalaño, enun espaciofacilitanteyconfiable. Otra de las condiciones en la formación es la supervisión por un analista didáctico de los pacientes en análisis del candidato una vez por semana, por espacio de dos años (ochenta horas) los dos primeros casos y un año (cuarenta horas) el tercero, sugiriéndose,deserposible,que éstos sean de una neurosis, transtornodepersonalidad,per versión, limítrofe (borderline), adicciones o psicosis. Y por último, seminarios teóricos, clínicos y técnicos durantecuatroacinco años,detres, cuatroocincovecesporsemana. Estas son las condiciones indispensablesdelaAsociación Psicoanalítica Internacional fundadaporFreud,inherentes,constituyentesyestructurantesdeesta ciencia, que es un conocimiento compartido, pero diferenciado, distintivoy concaracterísticasde la experiencia que cada uno hemos vivido, no sólo a través de la formación con nuestros analistas y maestros, sino que seguimosviviendo conpacientes, colegas,instituciones,publicaciones,congresosy ennuestrarela-
FREUD, UN COMPROMISO CON LO HUMANO Saúl Peña K. Una actitud válida frentea una disciplina personal, como la creada por Sigmund Freud, es evaluarla, cuestionarla, criticarla profunda y creativamente. Toda actividad científica o humanista, en estecaso el psicoanálisis, debeconfrontar esta experiencia quepermite esclarecer desconocimientos, malentendidos, mitos y mala feo intenciones destructivas, deformantes, trastrocantes eidealizantes. ción con el mundo en todas las criminativa y genuinamente– dimensiones posibles. Asumo sino a nuestra propia historia, de la responsabilidad de que lo que ahí que le dé una importancia estoymanifestandoserefiereno especial a lo que he denominado sólo a mi experiencia previa y ac- ideologíainconsciente. Éstatietual sino a la forma como com- nequeverconnuestravisión del prendo mi propia disciplina: el mundo, influida por nuestras psicoanálisis, que puede ser di- experiencias interpersonales y ferente, distinta, lejana u opues- objetales tempranas y por otras ta a otras concepciones. Esta significativas durante la vida, en posición está íntimamente vin- cuanto a lo instintivo, a lo yoico culada no sólo a la historia de yalo superyoico. nuestracienciayatodassusvici Al preguntarnosqué genesitudesconlascualesnoshemos ró en Freud este descubrimienidentificado –se espera, dis- to, su compromiso, profundi-
zación y curiosidad, surge una respuesta: el ser humano. Para comprender su dolor, su sufrimiento, amargura, pesar, angustia, depresión, etcétera, era importanteescudriñarentérminos diferentes y a través de una metodología distinta. Al confrontar el modelo positivistacientificista llegó a la comprobación de que la mejor manera de aproximarse real y legítimamente a estos problemas, conflictos e incertidumbres era el modelo psicológico, mental, anímico, es-
Freudpaseando porVienaañosantesquesedesencadenelapestenazi.
piritual y afectivo donde prevalecía el rescate y la importancia sobresalientedeldiálogo, lacomunicación humana, la otredad y el involucramiento indudable del sí mismo, en una comunicación tendentealestablecimiento de una relación emocional, intelectual,ideológica,filosóficayética entre analista y analizando. ¿Cuáles eran los valores sustanciales que se fueron perfilando implícita y explícitamente? El innegable interés por el ser humano, por su armonía, bienestaryequilibrio enproporciones adecuadaseintegradoras. Laasociaciónlibrerevelaba que para unaayuda real –salir de lasmúltiplesprisiones,temores einhibicionesquecoartanellogrodeunaidentidadpropia– era imprescindible facilitar gradualmente la libertad interna, mental,psicológicayespiritual.Esta vamás alláde nuestras identificacionesy contraidentificaciones tempranas que pueden conser varse luego de un proceso discriminativo, en el que la existenciadeobjetosinternosnosea perpetuando su vigencia y presencia en nosotros como objetos extraños e invasores, sino con la diferenciación, individuaciónyseparaciónnecesarias.En otras palabras, la libertad intrapsíquica, afectiva, emocional, mental, ideológica, filosófica y ética –suficientemente buena (goodenough)– es una de las expresiones más evidentes de saludmentalyvaacompañadainnegable e insustituiblemente de una responsabilidad personal y de la capacidad de estar solo y acompañado. Es sorprendente que una ciencia que en su raíz es instintivista, de vida y de muerte, Eros yTánatos,llegueatenerun tallo, hojas, flores y frutos que constituyan, en su integridad y totalidad, valores superiores comolalibertadylaresponsabilidad. Laautenticidadvendríaaser otra de las expresiones sustantivas del análisis. Durante la vida se dan múltiples circunstancias –desdelo más primario, familiar y elemental, hasta lo más sofisticado de la sociedad– que conducen a la hipocresía, falsedad,doblez, cobardía, desnaturalización, desafectivización y deshumanización. La persistencia de estos elementos son contrarios a un buen análisis. La búsquedayelintento permanentedegenuinidadvaapermitirel cambioyelrespetopleno deuno mismo y del otro. El análisis conduce al predominio de lo creativo sobre lo destructivo, que no necesaria o irremediablemente son antagónicos; puedenintegrarseparasu propio fortalecimiento en un LIBROS & ARTES Página 7
Eros y un Tánatos creativos discípulos directos o indirectos (libidinización de la agresión o y de sus continuadores, lleganagresificación creativa del Eros, doenlaactualidadaserunacienen contraste con laagresificación cia que tiene elementos destructiva de la libido o Eros). insustituibles pero que al misDe ahí que uno de los factores mo tiempo es pluralista. traumáticoso perturbadoresdel A través de una reflexión desarrollo sea el uso no saludaretrospectiva, he planteado una bleypatológico deestaspotennomenclatura que no se limita a cialidades. No se trata, por lo tanlanosografíatradicionalydeninto, de suprimir ni reprimir los guna manera trata de excluir su instintos, sino de facilitar y estiimportancia y valor permanenmularsuexpresiónyrealización tes. Sustento que la patología creativa y saludable. proviene de los derivativos Otro factor imprescindible destructivos del instinto de es el valor de la presencia, tanto muerte, y tiene que ser consideen sus aspectos productivos radatambién patoplástica, genecomo en sus aspectos nocivos. rada por las perturbaciones Aquí adquiere vigencia fundaobjetales, interpersonales y ammental la importancia de la mabientales que producen la patodre,delpadre,delarelacióndela logíadelalibertadydesuscompersona con cada uno de ellos y pañerasinseparables:laautentide la relación entre ellos mismos. cidadylaresponsabilidad.Esto Esta presencia es indispensable nos permite darnos cuenta clarano sólo física sino interna y psímente que la libertad –que no quicamente.Aquíseestablecela quiere decir libertinaje– va acomimportanciainnegabledelasrepañada con responsabilidad; es laciones objetales e interpersounafuenteinherenteyconsubsnales en cuanto a su continuitancialalserhumano. dad, consistencia, constancia, Inicialmente Freudconsiderelacionabilidadyalasexpresioróun elementoquedestacabaen neseróticasy tanáticas, creativas su tiempo y que se ha modifica y saludables en contra de las do en ciertos aspectos: la repredestructivas y patológicas. Por sión, interna e inconsciente, es ejemplo, la presencia ausente producida por las imagos puedesermuchasvecesmáspeparentalessocialesyculturales y nosa y nociva que la ausencia o por la supresión, que es externa inexistencia. De ahí que el psidenaturalezaideológica,filosócoanálisisrescatelanecesidadde fica,políticayética.Lasuperación diferenciarpatologíasproveniensaludabledeestarepresión ysutesdeladeprivación,delacaren- Con Recuerda,protagonizadaporIngridBergman,Hitchcockinició labogadelostemaspsicoanalíticos presión es la puerta a la mejora y cia y de la ausencia, de aquellas en el cine norteamericano. al cambio. provenientes de su frustración, Larepresióninvolucraelolneurotización, perversión o lógico, filosófico y ético. Ésta tos lúdicos, de seriedad, profun- neutrales no implica quedentro vido, lo mnémico perturbado; es psicotización. permite aproximarse a la com- didad y genuinidad. de la ética analítica no debamos necesario recordar aquello que Expresionesvaliosísimasde prensión de fenómenos de esciNopodemosdejardemen- enformaauténticaylegítimaser está prisionero e impedido de la existencia como son el amor, sión, despersonalización, des- cionarlaimportanciaenelanáli- lo más neutrales posibles. Igual- salir a la luz. A través de los suela amistad, el trabajo, el sentido realización, disociación y no in- sis de la transferencia y con- mente pienso que la contra- ños, de la transferencia y de las de humor, se encuentran ame- tegración. Y es aquí donde sur- tratransferencia. Es decir, cómo transferencia, a diferencia de lo asociaciones, se vio que lo que nazadas por perturbaciones ge el reconocimiento de la ideo- enlasituaciónanalíticapresente que dicen muchos autores e in- no se recordaba, se repetía. múltiples e identificaciones ne- logía inconsciente con una fuer- seactualizanabiertaosutilmen- cluso losgeneradoresmásrepreCuando la persona ha vivifastas o fijaciones en su desarro- za trascendente de lo primario, tesituacionesquecorresponden sentativos de este hallazgo tan dosituacionesdecarencia,ausenllo. El análisis tiende gradual- donde se estructura legítima y aexperienciasprevias,tempranas valioso como PaulaHeimann y cia, exceso, abuso, prepotencia menteahacerquelapersonare- realmente la moral y la ética per- y específicas con las figuras HeinrichRacker,no sólo esde- que han perturbado su libertad, cupere,rescate, restituya,repare sonal. primigenias más importantes y bido a una respuesta al estímu- es muy probable que desarrolle su incapacidad, su limitación o El psicoanálisis es una cien- cómo éstas se reviven y repiten lo del paciente sino a problemá- unapatologíasevera.Graciasala impedimento de vivir y amar cia antidogmática en base a su enlarelaciónconelanalistaatra- ticas, rasgos, valores y conflic- contraidentificaciónyalasexpeplenamente, no de maneraidea- mismidad, pues todo vínculo vés del análisis. Esto permite tos provenientes del propio riencias restitutivas y reparadolizada, sino en términos válidos humano es único, distintivo, di- gradualmentelareconstrucción analista. ras se da una orientación dife y reales, dentro de un espacio y ferente. El superyó se torna am- y restitución de situaciones que El psicoanálisis tuvo dos rente que muestra la libertad y un tiempo. Lo mismo que la plio, comprensivo, tolerante, hagan posible, a través del vín- fuentes precursoras: la cultura y responsabilidad personal. Todo amistad,lacapacidaddetrabajo flexible, humano y no punitivo, culo y de la mutualidad analíti- la medicina. Ya los poetas, los estoseextiendealospueblos.Si vendríaaser expresión delain- castigador, destructivo, retaliativo cos, del insight y del working literatos, los historiadores, los nos obligan, exigen, demandan, tegración entre potencialidades ni con uno mismo ni con los through,lasuperación yliberación filósofos y los teólogos habían reclaman un comportamiento instintivas desarrolladas en un demás. de estos patrones compulsivos percibido y reconocido plena- nuestro no libre, si nos someteambiente facilitante, estimulan A travésdel proceso analíti- por otros libres y elegidos. mente la trascendencia del in- mos estamos muertos en vida y te,lúdico yconevidentesmani- co se puede alcanzar la madurez Lacontratransferenciaesel consciente.Esgraciasalgeniode nuestra válida agresión de resfestaciones de fecundación y de y unagenitalidad real, en oposi- elemento que incorporó plena- Freud que se sistematizó y se puesta al no poder ser expresada producción. El sentido del hu- ción al infantilismo o actitudes mente al analista dentro de la re- hizo ciencia; ciencia abierta a una debida y saludablemente, se dimor es la posibilidad de reírse infantiloides. lación analítica, dado que a dife- posibilidad de desarrollo a par- rigeanuestraspropiascélulas,a de sí mismo, tener la fuerza de Desde el punto de vista rencia de sus inicios en que se tir de su identidad básica, de lo nosotros mismos, identificánenfrentarfrustracionesydesarro- yoico, es importante la perma- creía en la posibilidad de una que va más allá de la limitación donos conelagresor, persecutor llar la capacidad deun sufrimien- nente discriminación e intento de neutralidad,frialdado distancia del tiempo. Inseminó su creati- y enloquecedor, manteniendo to saludableyresolutivo. profundización y de cultivo del frente al paciente, se descubrió vidad paracontinuar sus hallaz- una internalización repetitivoEn el análisis y en la vida es potencial perceptual, consciente cómo el analista estaba impedi- gos y sus logros a través de la compulsiva que nos lleva a la sobresaliente la noción de in- einconsciente,reflexivo eintui- do de ser neutral y que la única profundización y extensión de inexistencia. consciente.Produceunarevolu- tivo. Latransformación gradual posibilidaddeneutralidaderasu nuevos vínculos analíticos, con Lo mismo, diría yo, pasacon ción no solamente en el mundo dela superficialidad, artificialidad, conciencia de no neutralidad. El contribuciones tremendamente la patología proveniente de no científico,sinoenelmundoideo- frivolidadyaparienciaenelemen- hecho de que no podamos ser importantes y luminosas de sus favorecer un desarrollo auténtiLIBROS & ARTES Página 8
co,cuyacarenciaengendrapatologías severas que van desde la hipocresíaycobardíahastaladelincuenciaylapsicopatía. La sexualidad no enferma. Cuando bajo una apariencia de seducción se esconde la utilización con un fin primordialmentedestructivo yno libidinalesel uso aparente de la sexualidad perotrastrocada,deteriorada,degeneradaqueimplicaser actuada en pro de un fin hostil, violento ydestructivo. A diferenciadelo quecreen muchos psicoanalistas, que lo importanteesexclusivamentelo interno, sostengo que lo externo lo es tanto que genera lo interno y viceversa. La sobrevaloracióndelointeriorminimizandolo externo,comofalso,insignificanteydistractivo,meparece prejuiciosa.Ambosaspectosson importantes y explican el resultado. El descubrimiento de una nuevarealidadnodebedejarde lado la conocida con anterioridad. El ser humano está inmerso en su medio ambiente en constanteinteracción conél. La ansiedad es siempre una fusión delointeriorylo exterior,deun peligrodesdeafuera(delotrivial a lo importante) y de una tensión creciente con temor al desamparo psíquico desde adentro. El trauma es el resultado de un estímulo externo imprevisto, físico e interpersonal que va más allá de la defensa del individuoperturbado.Sin embargo,lo queparaunoconstituyeuntraumapuedepasarinadvertidopara otro. El descubrimiento de la realidad psíquica interna no reemplazó ni excluyó a la realidad externa sino se sumó a ella. Sólo ambas explican el resultado total de la conducta. Es indispensableelreconocimiento detodos los adelantos válidos tanto para la teoría en general como para aspectosespecíficosdelaclínicay de la técnica. De ahí que el presente sea tan importante como el pasado y viceversa; y lo conscientetantocomoloinconsciente. Hay que tender a la integración y a la imaginación creativa, incluyendo este conocimiento real, intuitivo y empático como elementopreventivoyfacilitante del futuro. Las distorsiones de realidadesinternasocurrenmayormente en las neurosis, mientras que las distorsiones de la realidades externas son patognomónicasde laspsicosis. La subjetividad entra en juegoenlavaloraciónaundecosas concretas. La experiencia subjeti vaes siempreunacombinación deaspectosinconscientesactuandosobrehechosreales. Muchoscreenquelo subje-
PASIÓN DE FREUD POR LA VERDAD Y LA RAZÓN Erich Fromm
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lpsicoanálisis,comolegustabarepetirloalmismoFreud,fuecreaciónsuya.Sus grandes logros, lo mismo que sus defectos, muestran la huella de lapersonalidaddelfundador. No cabeduda,pues, queelorigendelpsicoanálisishayquebuscarlo en la personalidad de Freud. ¿QuéclasedehombreeraFreud?¿Cuálesfueronlasfuerzasimpulsadorasquele hicieron obrar, pensar y sentir como lo hizo? ¿Era un vienés decadente, enraizado en la atmósferasensual e indisciplinada quese hadado en considerar típicamente vienesa –como decían sus enemigos–, o era el gran maestro, en quien no podía descubrirse ningún defecto personal, valeroso e intransigente en la investigación de la verdad, amante de su familia, bondadoso con sus discípulos, sin vanidad ni egoísmo, como afirman sus partidarios más leales? Evidentemente, ni el vilipendio ni el culto del héroesonútilesparacaptarlacomplejapersonalidaddeFreud,ni paracomprenderel influjo de esa personalidad sobre la estructura del psicoanálisis. La misma objetividad que Freud descubrió como requisito necesario para el análisis de sus pacientes es indispensable cuando tratamos de hacernos una idea de quién era y delos impulsos que lo movían. La fuerza más notable y probablemente la de la mayor intensidad emocional en Freud fue supasiónporlaverdadysufeinquebrantableenlarazón. Para él, la razón era la únicacapacidadhumanaquepodíaayudarnosaresolverelproblemadelaexistenciao, por lo menos, a aminorar el sufrimiento inherente a la vida humana. La razón –así lo sentía Freud– es el único instrumento, o la única arma, que tenemosparadarsentidoalavida,paralibrarnosdeilusiones(entrelascuales,según pensaba Freud, se cuentan los credos religiosos), para hacernos independientes de autoridadesquenosarrojany,porconsiguiente,parasentarnuestrapropiaautoridad. Estafeenlarazónfuelabasedesuincesantebúsquedadelaverdad,unavezquehabía visto unaverdad teóricaen lacomplejidad ylamultiplicidad delosfenómenosobser vables. Aunquelosresultados parecieran absurdosdesdeel punto devistadel sentido común, ello no le inquietaba a Freud. Por el contrario, la multitud burlona, cuyo pensamiento está determinado por el deseo de la comodidad y del sueño tranquilo, nohacíasinoacentuarladiferenciaentreconvicciónyopinión, razónysentidocomún, verdadyracionalización. Era un hombre solitario, desgraciado cuando no prosigue activamente sus descubrimientos y sus propósitos semipolíticos. Es benévolo y jovial, salvo cuando se sientedesafiadooatacado;unafiguracompletamentetrágicaenunaspectoesencial, que él ve con penetración; quiere mostrar al hombre una tierra prometida de razón y dearmoníay,sin embargo,él sólo puedeverladesdelejos;sabequenuncaentraráen ellayprobablementetienelasensación, despuésdeladefeccióndeJosué-Jung,deque tampoco los que están con él entrarán en la tierra prometida. Uno de los grandes hombres y descubridores de laespecie humana, tuvo que morir con un hondo sentimiento de desengaño, pero su orgullo y su dignidad nunca fueron mellados por la enfermedad,laderrotani ladesilusión.Paramentalidadesmásindependientesquelas de sus discípulos, la convivencia con Freud probablemente era difícil, así como el tomarle afecto; pero sus talentos, su valor y el carácter trágico de su vida deben llenar aunono sólo derespeto yadmiración, sino tambiéndecompasiónporaquelhombreverdaderamentegrande. LamisióndeFreud. FondodeCulturaEconómica,1992.
tivo noesobjetivo yquepertur- que representa al objeto no sea yserias, incluso discrepantes del ba la objetividad. Planteo la sub- confundido ni identificado con psicoanálisis, que muchos psi jetividad objetivaqueno pertur- él y que brinde una confianza coanalistasperuanosapreciamos ba sino ilumina la objetividad y básicayeldesarrollo desucapa- y valoramos. Entercer lugar, la que en esencia, por sí misma es cidadimaginativa. importanciaqueledamosalvín yaobjetiva(pasión lúcida). El psicoanálisisperuanose culo, no solamente a los aspecEl psicoanálisis aspira a un distingue por sus características tos del paciente, sino a los del cambio profundo, real, estructu- propias: la ideología humanista analista y a la conjunción de sus ral–no paliativo,superficial, tran- de los miembros de la Sociedad conscientese inconscientes. En sitorio ni aparente–; su interés Peruana de Psicoanálisis, dado cuarto lugar, el analista no es un primordial no sólo va dirigido a que no solamente pertenecen a personaje ideal sino una persola superación de los síntomas, ella psiquiatras y psicólogos sino na que para aproximarse al pasino,másaún,alaactitudquese filósofos, historiadores, antro- cientetienequeserconscientede asuma frente a ellos y que logre pólogos, lingüistas, sociólogos su neurosis, perversión, psicouna genuina identidad. Esto es y teólogos. En segundo lugar, sis,locuraydesdeallí,rescatarla fundamental. su carácter antidogmático por su posibilidad de una mutualidad El yo inconsciente debe al- respetoalapluralidaddepensa- y un nosotrosquesedescubray canzarunasíntesiscreativayun miento y sentimiento y a todas quevayamásalládelasposibilisueño lúdico en que el símbolo lascontribucionessignificativas dades de ambos. Y por último,
en su actitud y aplicación tiene una orientación hacia lo social, lo mítico, lo histórico, lo cultural, lo estético y lo ético; es decir, consecuente con la orientación que el mismo Freud le dio, no sólo interdisciplinaria sino transdisciplinaria en lo clínico, socialycultural. Tengo el honor y el privilegio de haber iniciado, fundado, participadoydesarrolladoelpsicoanálisis en estos casi 40 años deexistenciaenelPerú,habiéndose ya formado siete promocionesdepsicoanalistas. Respetamos y entendemos la importancia del psicoanálisis aplicado al estudio de la pareja, de la familia, del grupo y de la comunidad. Distinguimos la diferencia entre psicoanálisis y psicoterapia psicoanalítica, básicamente,pordiferenciasprecisas en la formación de unos o de otros, pero consideramos muy valiosa su contribución en pro de la salud mental. Estamoslistosaseguircontribuyendo tanto fuera como dentro de la universidad. Como bien dijo Freud: el psicoanálisis no es algo que se puede aprender leyendo, sino viviéndolo, sintiéndolo, experimentándolo, sufriéndolo y gozándolo. Mepreguntoquéeslomás distintivo, esencial, movilizador ytrascendentedemi admiración, reconocimientoe identificación con Sigmund Freud. Al reflexionar sobre esto veo que mi vida, en gran medida, ha estado íntimamentevinculadaaladeél.A los trece años descubrí uno de sus libros en la biblioteca de mi padre. Al leerlo descubro también que en mi propia vida ya tenía precursores y antecedentes en mi captación del inconsciente. No creo que Freud me hubiera impactado tanto si no hubiera vivido lo que viví. Sentirel inconscientecomo sifueralaméduladelserhumano, tener un instinto de vida y unodemuerte,ErosyTánatos, internalizar las experiencias. Freud para mí significa la integración de lo instintivo, que es vida, nacimiento, creación, muerte. Connubio, coito, amor, pasión. Esto va unido al yo y a los valores, en un mensajevital,ético y estético. Cómo nosevaaadmiraral genio de un hombre que se ha comprometido auténticamente en su vida en un vínculo consubstanciado con el ser humano, sus relaciones, la cultura, la amistad y el amor.
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EL EDIPO DE FREUD J. P. Sartre Estees un fragmento del guión queJean-Paul Sartreescribió para una película sobrela vida deSigmund Freud, guión quefuerechazado por el director cinematográfico John Huston. En 1958, el cineasta norteamericano encargó a J.P. Sartreun guión sobreFreud, o mejor dicho sobrelos tiempos “heroicos” dela invención del psicoanálisis. Este“trabajo decircunstancias”, queSartreaceptó por necesidad económica, acabó convirtiéndose en obsesión y revelación para el maître à penser parisiense.
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ras una sinopsis enviada a Huston a finales de 1958, Sartre empleó todo el año siguiente en la elaboración del guión. A su conocimiento de la obra de Freud se añadió la lectura de la biografía escrita por Ernest Jones y de la correspondenciaentreFreudyFliess, ambas recién publicadas entonces. ParaSartre,yparatodoelmundo, esos nuevos materiales eran todo un descubrimiento: por primeravezsedabaaconoceral público la historia personal que Freud intentó ocultar. Sartre, hasta entonces opuesto al psicoanálisis y al concepto mismo de inconsciente, cambió radicalmentedeopinión amedidaqueescribíaelguión; y estecambiodeperspectivainfluiríadecisivamentesobrealgunos de sus grandes trabajos posteriores. El apasionamiento sartriano dio como resultado un guiónqueequivalíaaunapelículadesietehorasdeduración.Naturalmente, John Huston lo rechazó, exigió modificaciones, cortesyunaduraciónmásracional. Sartre modificó, retoco, cortó, reescribió… ¡y el resultado fue un guión aún más extenso! Las relaciones entre Huston y Sartre fueron deteriorándose, el guiónfuereconvertidoaproporciones más usuales por Charles Kaufmann y Wolfgang Reinhardt, y Sartre exigió que su nombre no constara en la ficha técnicadelapelícula Freud,asecret pasion, rodada en 1961 con Montgomery Clift en el papel del protagonista. Ofrecemos anuestros lectores un curioso fragmento del guión original de Sartre, que fue publicado completo por la editorial francesa Gallimard. DRAMATIS PERSONAE WilhelmFliess: otorrinolarin-
gólogoberlinés;fueelprincipal interlocutordeFreudenlos años de intensa elaboración de sus primeros descubrimientos.
: médico vienés Joseph Breuer
que practicaba la hipnosis y por el que Freud –quince años más joven– sentía una gran admiración. Entre los dos escribieron LIBROS & ARTES Página 10
(Sinmirar hacia Fliess). Quién sabe si no arrastro, en lo más hondo de mi inconsciente, un recuerdo de infancia… ¿infame? Me tendría que aplicar mi propio método. Si me pudiera exprimir como un limón… Freud: ¿Me ayudará usted? Fliess: ¿En qué? Freud: ¡Venga aquí!
(ConduceaFliesshastaeldiván.Indicándolela silla situada en frente). Siéntese aquí. (Ledetiene) No. (Trasunmomentodevacilación,coge la sillayla poneal ladodelacabecera del diván, enelsitio–posteriormente, clásico– del psicoanalista) Aquí. Es mejor que no le vea: nos conocemos demasiado. Usted representará mi papel. Yo soyel paciente. (Fliess seresiste, molestoeindignado). Fliess: ¿Está loco? Yo no soy
psiquiatra. Freud, lapasiónsecreta, 1961, de John Huston, donde Montgomery Clift encarnó al famoso psicoanalista vienés.
Estudiossobrela histeria (1895). Cecily : uno de los personajes
clavedelguióndeSartre.Setrata de una joven histérica, basada en diversoscasosrealesestudiados porFreudyBreuer. Theodor Meynert:profesorde
psiquiatría en la Universidad de Viena, especialista en anatomía cerebral.Cuando Freuderasolo un joven médico (1883), trabajó a sus órdenes. JakobFreud: el padre de… Sigmund Freud:¡¡¡ÉL!!!
(Freudestá en su despachoysedespierta, conunsobresaltodebidoal timbre. Esel díasiguienteal delentierro desu padre. Sehabía dormido. La puerta seabre). La sirvienta: El doctor Fliess.
(Fliessentra.Freudselevantarápidamentepararecibirlo.Sedanlamano, con unfuerteapretón).
ted esté en Viena! Usted es la única persona que me podría ayudar. Wilhelm, me encuentro muy mal.
aspecto de ser tan buena persona… (Freudsemuevenerviosamenteporla habitación).
Fliess (con sincero interés): ¿Le
Freud: ¡Es cierto! Tenía ese as-
queríamucho?
Freud: ¿A mi padre? Bueno,
¡créame, no lo sé! Le quería, sí. Con todas mis fuerzas. Esta muerte me está volviendo loco. (SeapartadeFliessymiraporlaventana). Y sin embargo, me pregunto si le quería(Contonosombrío). Algunasvecesmepareció quelo odiaba. (Sacudelacabezacomoparaasí deshacersedeunapreocupación, luegose gira hacia Fliess ylemira conojos brillantes). No importa si lo detesto o si lo amo;elacontecimientomásimportante en la vida de un hombre es la muerte de su padre. (Fliesssonríetímidamente). Fliess:OdiaraJakobFreud,eso
me parecería imposible. Sólo le Freud:¡Nopuedocreerqueus- vi endosocasiones, pero teníael
pecto. Pero ¿qué demuestra eso? (Segira coninquietudhacia Fliess, le cogeporloshombrosylemiradeun modocasi amenazador.) Freud: A menudo yo me decía:
no es normal odiarlo con tanta fuerza; uno de los dos debeser un monstruo: si no lo soy yo, lo es él. (Fliessestácadavezmásvisiblemente molesto por el rumbopsicológico y moral queestá tomandola conversación.) Fliess (demasiadoapresurado en
tranquilizarlo): ¡Pero usted le quiso!
Freud (sombrío): Sí. También le
quise. (Conbruscaviolencia). Razón demásparaqueestos arrebatos de odio me sean incomprensibles.
Freud: ¿Y qué más da? Si quie-
roanalizarmicaso,esprecisoque hableantealguien. (Obliga a Fliess a sentarse, a la vez queélmismosetumbaeneldiván). Lo único que usted debe hacer es escucharme. No sé dónde iré aparar.Peronecesito untestigo. (Fliess sesienta, tenso, tras haberse encogidodehombros. Freudhabla, tumbado). Primero,elsueño.Estabaenuna barbería. Ayer fui allí a arreglarme la barba; había mucha gente y llegué tarde al entierro. Me avergonzé. Vale. Sueño de vergüenza yremordimiento. Veo las palabras grabadas en mi sueño: SeRuegaCerrarlosOjos. Es decir: “los hijos deben cerrar los ojos de sus padres; y tú, tú llegaste demasiadotardeparacerrarlos ojos del tuyo”. Fliess: Oígame, Freud.
(Freudseagita en eldiván, comoun verdaderopaciente). Freud: Cállese. Cállese un rato.
Ocurreotracosa.Unsueñosiemprees la satisfacción de un deseo. ¿Dónde está el deseo? ¡Espere!
Espere un poco. Cerrar los ojos también significa morir. Yo queríamorir;haceañosqueinvocoa la muerte en sueños: tengo algo así como un instinto de muerte, esunrasgodemicarácterrespectoalcualnopuedocerrarlosojos. (Diceestaspalabrascontodanaturalidad, sinreflexionarsobreellas.De repente,sesobresaltaysesientabruscamenteenel diván). ¿Eh? (Muydeprisa). Los banqueros engañan al fisco yel gobierno cierralosojos. Una mujer considera más prudente cerrar los ojos sobre las infidelidadesdelmarido. (Pausa.Sevuelvehacia Fliess). ¿Lo ve usted? La frase se volvió delrevésporsísola,sinqueyola forzase. Y en un tercer sentido. El más profundo de los tres, el que explica todo el sueño. En nombredelrespetofilial, deseo cerrar los ojos respecto a un acto de mi padre. (Selevantayandanerviosamente). Freud: Un acto que no quiero
ver. Queescondo. Queexpulso de mi conciencia. (Fliesstambiénsequierelevantar). Quédese donde está. Encontraré ese recuerdo, aunque tenga que buscarlo toda la vida. (Sevuelveasentar). ¡Ocurrió durante aquel viaje, estoy seguro! Fliess (condesgana): ¿Qué viaje? Freud: Nací en Freiberg, Bohe-
mia. Mi padre era comerciante. Y rico. Laaparicióndel antisemitismo le dio miedo. Nos marchamosaLeipzigyluegoaViena, arruinados. Fue durante mi primera infancia. ¿Qué aconteció? ¿Qué pasó? (Derepente,echaareíracarcajadas. Fliesspega unrespingo). Fliess (furioso): Sigmund… Freud(sindejar dereír): ¿Espere?
¿Sabe por qué me río? Estaba pensando: “el viejo Jakob debe haber violado a una de sus hijas delante de mí”. Y entonces me acordédequemishermanasaún no habían nacido. (Fliesslemira, horrorizado). *** (Freudsedetieneantela tumba de JakobFreud. Llevaunramodeflores quedeposita torpementeen la losa, entre flores aún frescas y otras ya marchitas. Breuer pasa por delanteconMatilde Breuer. MirahacialatumbadeJakob yvequeFreud, queha levantadola cabeza, leestámirando. Los dos hombres sedan un apretón demanos). Freud:Meenterédeque…
“DONDE ERA ‘ELLO’, HA DE SER ‘YO’” Thomas Mann
bil, lo que me hizo enloquecer de rabia. Pero no era su debilidad lo que detestaba; era la de JakobFreud. (Señalandola tumba). Breuer (consinceridad): Soy débil.
F
reud, el psicólogo del inconsciente, es un verdadero hijo del siglo de Shopenhauer y de Ibsen, a mediados del cual nació. ¡Qué trabazón tan íntima guardan el contenido y la orientación moral de sus revolucionarias teorías con el sistema schopenhaueriano! Su descubrimiento del enorme papel que juega el inconsciente –el “ello”– en el psiquismo del hombre produjo y produce todavía el mismo escándalo en el ámbito de la psicología clásica –que identifica consciencia con psiquismo– que la doctrina sobre la voluntad de Schopenhauer en el de una filosofía basada en la razón y en el espíritu. Si, creo firmemente que en ese juego que la psicología practica con lo mítico en las novelas emparentadas con el mundo freudiano se encierra el germen de una nueva sensibilidad humana, y estoy absolutamente convencido de que la obra vital de Freud seráreconocida algún día como una de las contribuciones másimportantes ala emergencia deuna nueva antropología, que hoy vislumbramos sólo fragmentariamente, como una aportación al futuro, a la construcción de una humanidad más inteligente y libre. Este psicólogo y médico será considerado –estoy seguro de ello– pionero de un humanismo futuro que hoy apenas entrevemos, de un humanismo enriquecido con numerosos rasgos desconocidos en el pasado, un humanismo que mantendrá con las fuerzas del mundo subterráneo, con el inconsciente, con el «ello», una relación más madura, audaz, libre y relajada que la que se le permite al hombre de nuestro tiempo. Atenazado por un miedo neurótico y por el odio que de él se deriva… Enuna ocasión, Freud definió su doctrina de los sueños como “una parcela de tierra virgen conquistada por la ciencia a la creencia popular y a la mística”. El espíritu colonizador y el sentido de la investigación freudiana residen en esa “conquista”. “Donde era ‘ello’, ha de ser ‘yo’”, afirmó una vez a modo de programa, y él mismo llegó a calificar el trabajo psicoanalítico de obra civilizadora, comparable a la desecación del Zuiderzee. En fin, para terminar, los rasgos de este hombre memorable que hoy celebramos se confunden ante nuestros ojos con los del anciano Fausto, cuando siente la urgencia de expulsar de la orilla a ese mar tiránico, restringir las fronteras de su húmeda extensión. Shopenhaver, NietzscheyFreud. Alianza Editorial 1998.
Freud: No. Usted es bueno. Breuer : ¿Y Fliess? Freud: Un espejismo. Le tenía
por un demonio, pero no era más que un cuentista. No estu vomal; respetélafuerza–lo que él creía que erasu fuerza– y eso me permitió odiar lo que tomaba por su cobardía. Breuer (sonriendo): ¡Cuántos pa-
dres! Durante casi toda su vida usted tenía dos a la vez. (A partir deesta réplica, desaparecen losdoshombres.ApareceMeynert, en suconsultorio,débil yavejentado, bajo unaenormeestatua deMoisés). Freud (vozenoff): Si. Tenía mie-
do de mi mismo, me negaba a convertirme en un adulto, a ver laverdad. Breuer,medesgarraba continuamente. Yo adoptaba todos esos padres para protegerme de mí mismo y no paraba hasta haberlos destruido ¡Todos ustedesmefascinabanyyo quería matar al padre en ustedes! (Sevuelvehacia la tumba deJakob Freud). Él ha muerto. Y mis padres adoptivos han sido enterrados con él. Estoy solo ante mi mismo y ya no odio a nadie. Breuer : ¿Podrá usted continuar
amando?
Freud: Sí. A mis hijos. Y a mis
Breuer :No tieneimportancia…
usted y contra sus ideas. Mi hermano y yo no nos hablá- (Conuna risa irónica). bamos desde hace másde trein- Usted tenía un aspecto juvenil y ta años. Estoy aquí por mero yo, yo mesentíaun viejo decréformalismo. pito. ¡Bah! (Seacerca ala tumbadeJakobyla (Haceun gestocon la cabeza, como observa). dandoaentenderquetodoesoyaha Yo apreciabaasupadre. Sumuer- terminado). te me conmovió más que la de ¿CómoestáMartha? Charles… ¿Cómo está usted? Freud: Martha ama a sus hiFreud: Trastornado. jos, esunaejemplar amadecasa, (Freudseñalalatumba). y estoy seguro de que me ama Unapartedemimismo estáen- tanto como el día de nuestra terrada ahí. Todo es culpa mía, boda. Pero entre nosotros haBreuer. bía algo… que ya nunca volve(Gira hacia Breuer, con calma, sin rá. Nunca más. Breuer, le rueemoción, pero profundamentesince- go que me disculpe. Sabe, desro). de el día del entierro nunca me había atrevido a venir otra vez Breuer :No. Cecilynosseparó. a la tumba de mi padre. Regre(Mirahacialatumba,poniendouna sé hoy porque esperaba enconmanosobrelaverjaquelarodea). trarle a usted. Breuer, me he Y además… pensé mucho en aplicado mi propio método. ello, Freud. Meconsiderabasu Yo solo. Y continuaré haciénpadreespiritual.Nosoyenvidio- dolo. Quería a mi padre y senso, pero… cuando advertí que tía celos de él. No podía ni verusted llegaría más lejos que yo… lo sin sentir una tremenda agre yo… eso mepredispuso contra sividad…
meexasperaba.MehubiesegustadotenerporpadreunMoisés. ¡Laley!
hijos adoptivos: los hombres que creerán en mi palabra, si es que existe alguno. Ahora, el padre soy yo. Breuer, le he usado como un medio para perderme yencontrarme. ¿Podráustedperdonarme? (Breuertomaconafectola manode Freud. Silencio).
Breuer : ¿Para así poder rebelar-
Breuer (suavemente):No volve-
secontraél?
remos a vernos más, me temo.
Freud: Y para obedecerle.
Freud (amistosamente): No, nun-
Breuer : ¿Agresividad? ¿Contra
ese hombre tan bondadoso?
Freud:Precisamente.Subondad
Meynert cumplió ese papel, durante algún tiempo. (Sonríe). Era… unatransferencia.
camás.
Breuer : ¿Y yo también cumplí
Freud (conprofundatristeza): Sí.
esepapel? Freud:Sí.Durantediezaños.Yo
odiaba a Meynert porque me había insultado; por usted sólo sentíacariñoyrespeto.Meynert ha muerto, me pidió perdón, lo cualmepermitióliberarmedeél; usted es mi único padre, el objetodesentimientoscontradictorios. Descubrí que usted era dé-
Breuer : Usted ha conquistado
elderechoaestarsolo.
(Señala hacia el cielo: las nubes desaparecen ysepuedever un ásperoy fríosol deinvierno). Estoy solo y el cielo se ha despe jado. Trabajaréen solitario, seré mi único juez, y mi único testigo.Felizmente,siempreseacaba muriendo. TraduccióndeJuanPedroSala. LIBROS & ARTES Página 11
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araestepropósito, había que emplear tanto los recursosracionalesconocidos y consagrados por la hermenéutica marxista, cuanto los no racionales, fincados en el estudio de los aspectos instintivos y afectivos de la naturaleza humana. Ubicado en la médula de concepción de Marx, entendido éste como pensadorviviente,conpermanente desarrollo de su método, Mariátegui estimaba que el “moderno marxismo” no podía sustraerse a “las grandes adquisiciones del 900”.2 Pero además de la utilidad del instrumento científico, importaba aMariátegui el significado de las ideas de Freud como expresión de una actitud crítica frente a la sociedad y sus productos, en especial, del pesado lastre del positivismo dogmático entonces presente en el marxismo académico.Con elpsicoanálisis se incorporaba“lo irracional”, algo que después sejuzgaría herético en la especulación marxista llamada ortodoxa. Como ocurrió con la teoría soreliana de los mitos, el psicoanálisis para Mariátegui abríala posibilidad para el estudio de la realidad en sus campos inexplorados: unatentacióndemasiadofuerte para un riguroso analista de la compleja realidad nacional. A Mariátegui le interesabapues,almismo tiempoque sus ideas y sus métodos, lo que en Freud había de crítico contestatario, decuestionador del comportamiento de la sociedad burguesa. Rechazado por la ciencia oficial y por la medicina académica, Freud aparecía en el frente intelectual, más que como el creador de una concepción dinámica del comportamiento humano, o el terapeuta de los desórdenes mentales, como un “objetante de conciencia” de la sociedad de su tiempo, como gran agitador de la inquietudcontemporáneaporel radicalismo de sus ideas y el vigor de su lucha por propagarlas y defenderlas. El breve ensayo “Resistenciasalpsicoanálisis”, publicado en el primer número de Amauta, es uno de los más ricos en contenidos sobre la teoría freudiana y sus contestatarios en el ámbito social.3 Expresa ahí Freud algunas de sus más conocidas formulaciones: “Es una pesada tarea tener por paciente al género humano completo”, como tan gratificante escribieLIBROS & ARTES Página 12
MARIÁTEGUI, AMAUTA Y EL PSICOANÁLISIS *
Javier Mariátegui Para un espíritu avizor y analítico como JoséCarlos Mariátegui, quien repetía con el clásico que“todo lo humano es nuestro”, consagrado al mismo tiempo al estudio dela sociedad peruana y dela escena internacional, el interés por el psicoanálisis seexplica como un modo deextender las posibilidades del examen dela realidad.1
Freud con su esposa Martha Bernays, con quien contrajo matrimonio en 1886.
ra. Repite Freud lo formula- y la teoría de la descendencia Es pues emblemático que do con anterioridad acerca de del género humano. La terce- José Carlos Mariátegui, en el las “humillaciones” creadas ra,la“humillaciónpsicológica” primer número de su revista por el psicoanálisis para el derivada de la investigación Amauta, reprodujera este aramor propio de las gentes. La analíticaquehacíadelconscien- tículo de Sigmund Freud, primera había sido la “humi- teunafuncióndependientede denotativo no sólo de las “rellación cosmológica” de un“inconscientetodopodero- sistencias”, que iban de lo inCopérnico,quehizodelaTie- so”. Finalmente, señala Freud dividualalocolectivo,sino del rra un satélite del sistema so- en el ensayo examinado, su franco rechazo de sus ideas lar y no el centro del mismo. condición de judío, y las resis- en el campo médico, exLa segunda, la “humillación tencias generadas por el anti- tramédico y social. Hemos biológica”, la del darwinismo semitismo. escrito en otra parteque “La
elección del polémico ensayo ‘Resistencias al psicoanálisis’ en el número inaugural de Amauta, no es casual ni una concesión a la novedad.4 Es una elección pensada, agudamente deliberada, como lo es un capítulo del libro Tempestad en los Andes de Luis E. Valcárcel. La presencia del maestro vienés en la presentación de Amauta se explica por el carácter crítico y sub versivo del freudismo en el mundoentoncescontemporáneo. Freud sintetizaba la intuición de un tiempo crítico, grávido, y al mismo tiempo creativo”. Como no podía ser de otro modo, así como el arte y la literatura de vanguardia está presente en Amauta, la “divulgación” y discusión del psicoanálisis freudiano fue promovida a través de diversos artículos especialmente por Honorio Delgado (Horst Nitschack)5. Publica el profesor Delgado en el número 2 de Amauta un artículo basado en una pequeña encuesta sobrelapsicogénesisdelaafición por los ojos de la mujer en “Por qué nos gustan los ojos”, aparecida originalmente en alemán en Imago6. Honorio Delgado dio a la estampa, finalmente, en el número 7 de Amauta un ensayo sobre “La rehabilitación de la interpretación de los sueños”7. * Presentación de la MesaRedonda “Mariátegui y el psicoanálisis”. Simposio Internacional José Carlos Mariátegui, Lima, 13-17 de Junio de 1994. 1 José Carlos Mariátegui. De fensa del marxismo, Polémica revolucionaria. Empresa Editora Amauta, Lima, 1959. 2 José Carlos Mariátegui: Ideolo gíay política. “Del autor”, Empresa Editora Amauta, Lima, 1969. 3 Sigmund Freud: “Resistencias al psicoanálisis”. Amauta, Año I, N° 1, Lima, septiembre de 1926. 4 Javier Mariátegui: “Sigmund Freud en el Perú”, Introducción a: Honorio Delgado: Freud y el psicoanálisis. Escritos y testimonio. Universidad Peruana Cayetano Heredía, Lima, 1989. 5 Horst Nitschack: “La recepción de la cultura de habla alemana en Amauta”. En Encuentros y desencuentros. Estudios sobrela recepción dela cultura alemana enAmérica Latina. Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1993. 6 Honorio Delgado: “Por quénos gustan los ojos”. Amauta, Año I, N° 2, Lima, octubre de 1926. 7 Honorio Delgado: “La rehabilitación de la interpretación de los sueños”. Amauta, Año II, N° 7, Lima, marzo de 1927.
La presencia de Delgado en Amauta es expresiva del interés del maestro peruano en el pensamiento y la práctica del psiconálisis. Hombre de orientación política opuesta, del grupo de la generación “arielista” encabezada por Riva Agüero, Víctor Andrés Belaunde, los García Calderón, y Carlos Monge y Hermilio Valdizán entre los médicos –Delgado haría después un explícito reconocimiento de lo que debía en su autoformación a la obra de José Enrique Rodó–, el profesor arequipeño se apartó tempranamente de Amauta para encontrar más seguro vehículo de divulgación en el MercurioPeruano y en la Nueva Revista Peruana. Honorio Delgado pertenecía alos intelectuales a los que estaba dirigido el primer editorial de Amauta: “Esta revista, en el campo intelectual, no representa un grupo. Representa, más bien, un movimiento, un espíritu. En el Perú se siente desde hace algún tiempo una corriente, cada día más vigorosa y definida, de renovación. A los fautores de esta renovación se les llama vanguardistas, socialistas, re volucionarios, etc. Lahistoria no los ha bautizado definiti vamente todavía. Existen entre ellos algunas discrepancias formales, algunas diferencias psicológicas.Peroporencima de lo que los diferencia, todos estos espíritus ponen lo quelosaproximaymancomuna: su voluntad de crear un Perú nuevo dentro de un mundo nuevo. La inteligencia, la coordinación de los más volitivos de estos elementos, progresa gradualmente. El movimiento –intelectual y espiritual– adquierepocoapoco organicidad. Con la aparición de Amauta entra en una fase de definición”8. Conforme la revista de Mariátegui esclarecía su definición socialista, principalmente después del primer supuesto “complot comunista” de junio de 1927, los elementos intelectuales conservadores que la acompañaron en la primera etapa “con título de sinceridad y competencia”, se alejarondeella.Eleditorialdel número 10 de Amauta (Diciembre de 1927), que marca su reaparición, y principalmente “Aniversario y balance”, editorial del número 17 (septiembre de 1928),9 definitorio de la política de la re vista, anuncio del tipo de so-
EL PSICOANÁLISIS HOY Javier Mariátegui
l psicoanálisis nació dentro del campo médico, psiquiátrico en E particular. Como terapéutica, el psicoanálisis ha decaído en su empleo en los últimos tiempos, mientras crece su importancia en las ciencias sociales en el estudio de las religiones, en la lingüística, entre otras dimensiones del saber humano. Es interesante señalar que el propio creador del psicoanálisis, Sigmund Freud, adelantó este empleo extramédico del análisis. El psicoanálisis es una gran creación del pensamiento humano. Su aplicación extrapsiquiátrica revela su extraordinaria virtualidad creativa.
cialismo que proponía: “No queremos, ciertamente,queel socialismoseaenAméricacalco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano. He aquí una misión digna de una generación nue va”. Honorio Delgado estuvo entre los “sinceros y competentes” compañeros dela primera etapa. Pero la presencia del psicoanálisis no termina con el alejamiento de Delgado. Recientemente Horst Nitschack ha destacado la presencia de Gutiérrez-Noriega en los números finales de Amauta, números 20 y 22, de 1929, con aporte original alpensamiento psicoanalítico. “El intento de integración de algunos elementos psicoanáliticos–escribeNitschack– en una teoría autónoma del arte es llevado a cabo por Carlos Gutiérrez-Noriega en su artículo ‘Hacia unaconcepción biológica del arte’ en los Nos. 1929/ 20, 40-51, y 1929/22, 17-31. Su objetivo principal es integrar los conceptos freudianos de subconsciente, inconsciente y sublimación (op. cit. pp. 49) en su teoría del arte. El hecho de que en varios momentos colisione con el propio pensamiento freudiano –entre otros cuando habla de‘los tres instintos fundamentales’ (hambre,egoarquismo,sexualidad)– parece no incomodarlo, o inclusive hasta escapársele de la propia conciencia”. El ensayo de Gutiérrez-Noriega, entonces colaborador cercano de Honorio Delgado, no sería su últimacontribución alpsicoanálisis: dedicará su tesis de ba-
chillerato en medicina al tema “Historial y tratamiento de unaneurosis.Homosexualidad femenina y complejo caracterológico ligado al erotismo oral” (1936).10 Ambos aportes tempranos de un auténticoinvestigadoresperantoda vía la revisiónexhaustiva que merecen. José Carlos Mariátegui fue de los primeros en nuestra lengua en destacar la presencia del psicoanálisis en la literatura y el arte. Consideraba queel freudismo era una “intuición” del siglo veinte, presente en la “atmósfera de ideas” de la Europa del novecientos: “El germen dela teoría de Freud estaba en la conciencia del mundo, desde antes del advenimiento oficial del Psicoanálisis... Freud no ha sido sino el agente, el instrumento de una revelación que tenía que encontrar quien la expresararacional y científicamente, pero de la que en nuestra civilización existía ya elpresentimiento...Lafunción del genio parece ser, precisamente, la de formular el pensamiento, la de traducir una intuición de una época”11. Mariátegui analizó la presenciadel“freudismo” endos nombres sumos de la literatura de las primeras décadas de nuestro siglo: Pirandello y Proust. Y haría después un “ensayo de novela” de corte psicoanalítico: La novela y la vida. Siegfried y el profesor Canella12. Se trata de un ejercicio especulativo y narrativo grato a José Carlos sobre la realidad y la ficción, con el reclamo de los legítimos fueros de la fantasía. Este tema tieneuntratamiento aparteen esta mesa redonda pero no puedodejardemencionarque fue escrito en el verano de
da en carta autógrafa por el mismo Freud.14 Mariátegui, advertido de que estas maniobrasno teníanotro propósito que “aislarme por el terror”, tuvo desde entonces un arresto domiciliario no siempredisimulado, hasta su desaparición física el 16 de abril de 1930. *** La presencia del psicoanálisisyengeneraldelasideas de Freud en la obra de José Carlos Mariátegui no expresa sino la amplitud de su criterio y su perspicuo modo de detectar las señales mayores de la “emoción de nuestra época”.Alertadoydiscriminativo, José Carlostrascendió la chata concepción positivista y su búsqueda afanosa del “hecho”, paraexplorar sentimientos e instintos, puesto que la realidad estaba integrada por diversosniveles,superpuestos a veces, pero concurrentes siempre, de aspectos racionales e irracionales. O para decirlo de otra manera, para ganar conocimiento racional hayqueexplorarelvasto campo de la irracionalidad. En el terreno de la especulación marxista,Mariáteguisuperóel prejuicio de su tiempo, y “oxigenó” su concepción del mundo con las más válidas “corrientes del 900”. Por eso, enlostiemposdecrisisdelllamado “socialismo real”, su pensamiento sigue vivo y vigente, siempre dispuesto a partir en una nueva aventura del espíritu.
1929, pocos meses después de la sentencia del Tribunal de Turín sobre el caso CanellaBruneri, cuando Mariátegui acababa de fundar el Partido Socialista y se aprestaba a enfrentar la Conferencia de los partidos comunistas de Sudamérica, donde se debatieron, con resultados desfa vorables, sus tesis ideológicas y sus tácticas políticas. Era indudablequeunamentalidad como la de José Carlos Mariátegui tenía que colisionar con el dogmatismo intolerantedelestalinismo, entonces rampante en el mundo. También es interesante señalar el sonado “asalto a la Casa de Washington” por la policía leguísta, para detener el supuesto “complot comunista”, en operación que se inició el 18 de noviembre de 1929.13 Escribió Mariátegui en carta enviada a varios amigos cercanos que “La batida ha estado particular e inexplicablementedirigidacontralos 8 “Presentación de Amauta” judíos–casi todosvendedores (Editorial), Amauta, Año I, N° 1, ambulantes o pequeños co- Lima, septiembre de 1926. merciantes, de nacionalidad 9 “Aniversario y balance” (Editorumana–” lo quedaala“ope- rial), Amauta, Año II, N° 17, Lima, ración” “un curioso carácter septiembre de 1928. antisemita,nuevo enelPerú”. 10 Carlos Gutiérrez-Noriega. Hisy tratamiento de una neuroDesde la casa de Washington torial sis. Homosexualidad femenina y comse habría gestado una “cons- plejo caracterológicoligadoal erotismo piración comunista” queunía, oral. Separata de Anales de la Faen rara simbiosis, a la colecti- cultad de Ciencias Médicas, T. vidad judía, a “miembros de XVII. Lima, 1936. una organización de agitado- 11 José Carlos Mariátegui: “El ‘freures”, con “la agitación de los dismo’ en la literatura contempoEn El artista y la época. mineros de Morococha”, que ránea”. Empresa Editora Amauta, Lima, habían obtenido triunfos en 1959. reivindicaciones sindicales 12 José Carlos Mariátegui: Lanovela queelgobiernoleshabíaobli- ylavida. Siegfriedyel profesor Canella. gado a renunciar. Ese “com- Empresa Editora Amauta, Lima, plot” terminó con la efímera 1955. 13 vidadelarevista RepertorioHe- César Miró: Asalto en Washington Izquierda (Una carta inédita de breo, publicadacon los auspi- Jo séCarlosMariátegui). Librería Edicios de Mariátegui por la Edi- torial “Minerva”, Miraflores, 1974. torial Minerva en 1929, y 14 Miguel B. T. Adler. Repertorio cuya aparición fuera saluda- Hebreo, N° 1. Lima, abril de 1929. LIBROS & ARTES Página 13
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nocasionesestaviolencia provoca un desborde masivo incontrolable, en otras circunstanciasesaceptadaeinclusi ve promovida por las propias autoridades. Ejemplos de este segundotipo deviolencia,talvez la más terrible y ala que en algunaoportunidadhellamado“locuradelasnaciones”,hahabido muchos en el siglo XX: la Alemania nazi, el Gulag soviético, la masacre que cometieron los japonesesenChinay,másrecientemente,loocurridoenlaexYugoslavia. Este abandono masi vo de losestándares habituales deconductadeunacivilización quesefundasobreelrespeto ala vidahumana, acabaproduciendo situacionesde barbariegeneralizada a nivel grupal, institucional, social o nacional. El psicoanálisis proporciona algunas pistas para desentrañar las fuentes y la dinámica de estos fenómenos. I Las primeras hipótesis psicoanalíticas fueron planteadas por Sigmund Freud en Psicología delas masas y análisis del yo (1921) y giran en torno a los lazos de identificación que existen entre los miembros de un grupograndeentresíyconrespecto asulíder,enquiendepositansus aspiraciones y a quien se someten. El líder es transformado así en una suerte de creador de normas y proveedor universal, lo cualhacequelosmiembrosdela masasedesembaracendelaresponsabilidad de controlar sus impulsos agresivos y sean capacesdeatacar,destruiryhastaasesinar según sus deseos. Estos lazosdeidentificaciónmutuageneranenlosindividuosqueconforman una masauna sensación de pertenencia y fuerza que los libera deataduras morales y los lleva a comportarse de una maneraimpensableencondiciones habituales. En 1961, W. Bion postuló que un grupo podrá ejecutar apropiadamente la tarea que se hayaplanteadocuandotieneuna organizaciónyun liderazgoadecuados. Cuando éstos fallan o cuandolatareanoesrealistaola integridad del grupo se ve amenazada,éstefuncionarádeacuerdo a lo que llamó “supuestos básicos”:1)dependencia,2)ataqueyfuga,y3)apareamiento. El grupo que funciona de acuerdo al supuesto de dependencia, que Otto Kernberg (1970)llama“regresión narcisista”,buscaráunlíderqueostente unaautoridadtotaly queofrezcahacersecargodesatisfacertodoslosdeseosdelosmiembros delgrupo,quienesseconvierten en seres pasivos y dependientes quesesientenconderechoaser LIBROS & ARTES Página 14
Psicoanálisis y política
LAS FRONTERAS DE LA IDENTIDAD Moisés Lemlij Los fenómenos deviolencia social queaparecen bajo ciertas condiciones económicas, religiosas, históricas, ideológicas, políticas o incluso derivadas de catástrofes naturales, han concitado la atención denumerosos estudiosos desdehacemucho tiempo y los psicoanalistas no han sido la excepción. “alimentados”. Si es que el líder nocumpleconestedeber,sellenarán de furia, lo cual significará para el grupo enfrentar la amenaza de desintegración y transformar su dinámica de comportamiento según el supuesto básico deataqueyfuga.Susmiembrosestaránenestadodealertay tensión permanente, como si enfrentaran un peligro inminente. Kernberg denomina a este tipo de grupo “paranoide”. Esta dinámica genera recriminaciones mutuas y conflictos internos que pueden conducir a la división en
facciones, a la búsqueda de un chivo expiatorio cuya eliminación ritual permita volver a obtenerlagenerosidaddellídersupremo, de un enemigo externo que permita cohesionar al grupo o de un nuevo líder que pueda expresarmejor sussentimientos de agresividad, odio y persecución. Pueden aparecer también fantasías, que Bion denomina “de apareamiento”, que den lugar a la aparición de otro líder idealizado alqueseleotorgacualidades de omnipotencia, y respecto del cual los miembros
mantengan una dependencia parasítica. Cuando ninguno de estosintentosdereestructurarel grupo funciona, aparece una acentuada sensación de impotencia y temor que puede llevar al pánico, lo cual precedea laformación de subgrupos organizados en torno a liderazgos “narcisistas” o “paranoides”, segúnsisuscaracterísticasexaltan más la idealización o la búsqueda de enemigos externos como ejedeorganizacióngrupal. Pero hay ocasiones en que una organización que ha logra-
Sigmund Freud, dibujo de Carlos Raygada.
do cierto equilibrio se quiebra por una catástrofe social o natural,queponeenevidencialafragilidaddesusestructurasylaincapacidaddesulíderdehacerfrenteacircunstanciasextremas. Esto es lo que sucedió en Nueva Orleáns, cuando la multitud enfrentó elpánicodeladesintegración y aparecieron súbitamente depredadores sociales que intentaronsacarprovechodelasituación. En tales circunstancias, la masasuelebuscarun“mercader de ilusiones” que le haga ofertas banalestranquilizadoras o chivos expiatorios, y cuyo discurso se estructura en torno a una división absoluta entre los buenos y losmalos:losamigossincerosy los peligrosos y malvados enemigos, yqueleasegurarásupertenenciaaungruposuperiorcon derechosdedominio frenteaun grupo maligno, agresivo y amenazante. Hay ocasiones en que estediscursoelemental,quepuedeinclusosersensiblero,setransformaenunaideologíapolítica, religiosa,racialonacionalregresiva y violenta, que se articula como un sistema cognitivo que transmitealamasaunaesperanza de futuro o un propósito de origen que sustituirá a la sensacióndecaos,yquepuedeserdifundidoypotenciadoatravésde los medios de comunicación. Desde Mussolini a Stalin, y desdeFujimoriaAbimael,laoferta de orden, completud y sumisión como única salida, ha sido esencialmentelamisma. II VamikVolkan haexaminado la relación entre la personalidad del líder y el tipo de liderazgo que ejerce, que puede resultarexitoso deacuerdoacada circunstancia históricaparticular. Lostiposdelíderesquehaidentificado son los siguientes: 1) Narcisista: Intentan negar los sentimientos de vergüenza, inferioridadyenvidiaatravésde la búsqueda de perfección. Generalmentetienenunapersonalidadavasalladorayseductora,un discurso articulado y se sienten herederos de un pasado glorioso. Son personas con talento y éxito social, aunquedespreciany seburlandesuscríticos.Seaburren fácilmente y suelen ser corruptibles. Se sirven de su habilidadverbalparadistorsionarla realidad. 2) Paranoide: Se rodean de personasqueles merezcansu absolutaconfianzapuestienenun acentuadotemorasertraicionados. Son arrogantes y suspicaces, pero también muy trabajadores y empeñosos. Tienen poco sentido del humor y muchas veces se precian de unamoralidad que exige a sus seguidores una pureza ideológico-religiosa.
3) Esquizoides: Son seres solitarios, distantes, autosuficientes, de pocos amigos y poco interesadosen los sentimientos de los demás. Tienen una vida social muy restringida y muestranunaacentuadatendenciaal misticismo y a la parapsicología. A veces sudiscurso espoco articulado y torpe. Estos no son modelos puros de liderazgo, suelen presentarse combinados y corresponden a la descripción de tipos de personalidad realizados por Freud. Un líder adecuado será aquélquesumeaunacombinación de estos rasgos, el respeto por los otros, un narcisismo sano y asertividad. Es evidente que todo aquel que aspira a alcanzarunaposición deliderazgo es naturalmenteambicioso, pero estacaracterísticapuedesertan intensacomoparahacerdeéllo que Kernberg (2003) y Volkan (1988) denominan “narcisista perverso”, que tenderáaabusar del poder, a deshumanizar a los demás,alacrueldadyajustificar cualquier decisión suya a través de la afirmación de ideales utópicos.
SUEÑOS ANTIGUOS Vladimir Nabokov epetidas veces, mi mente hahecho esfuerzos colosales por distinguir R hasta las más tenues luces personales en la impersonal tiniebla que hay a ambos lados de mi vida. Esta creencia en que la causade esas tinieblas no es más que la muralla del tiempo que nos separa a mí y a mis contusionados puños del mundo libre de la intemporalidad, la compartoalegrementecon elsalvajemáspintarrajeado.Heviajado hacia atráscon elpensamiento –unpensamientoqueseibaabusando deforma irremediable a medida que avanzaba– hasta regiones remotas en las que busqué a tientas alguna salida, aunque sólo para descubrir que la prisión del tiempo es esférica y carece de ellas. Menos el suicidio, lo he probado todo. Me he desprendido de mi identidad para pasar por un espectro convencional y colarme así en reinos que existían antes de que yafueraconcebido. He soportado mentalmente ladegradante compañía denovelistasycoronelesretiradosdelaépocavictorianaquerecordaban haber sido, en vidas anteriores, esclavos que llevaban mensajes por las calzadas romanas o sabios sentados al pie de los sauces de Lhasa. He saqueado mis sueños más antiguos en pos de llaves y claves, y permítaseme que declare inmediatamente que rechazo por completo el vulgar, raído y en el fondo medieval mundo de Freud, con su chiflada búsqueda de símbolos sexuales (algo así como buscar acrósticos baconianos en las obras de Shakespeare) y sus rencorosos y diminutos embriones espiando, desde sus escondrijos naturales, la vida amorosa de sus padres.
III Habla memoria. Editorial Anagrama. 1966. La masa, por su parte, puede llegar a construir una identidadnuclear(ErikErikson, 1956) enlaquelaesenciadelpropio ser es compartida con otros. Millones de personas pueden estar los sentimientos nacionalesson también reposa parcialmente en albanos como sustitutos de los enlazadasporlasensacióndeser más intensos, es el caso de un las características que definen la otomanos, con quienes no tesimilares,noimportacuánpare- niño nacidoenChipre,cuyaiden- identidad de otro grupo grande, níanrelaciónalguna.Otroejemcidas sean también a quienes no tidad grupal se define en relación generalmentecercano. Es decir, plo puede ser el trauma de la pertenezcan al mismo grupo. a si es turco o griego, y no a si es esresultadodelainteracción en- mediterraneidad de Bolivia. VamikVolkan (1999a, 1999b) ha griego ortodoxo o musulmán. tre identidadesgrupales vecinas, 6) Formación desímbolos que planteado la existencia de una Esdecir,laidentidadnucleardel la cual da lugar ala asimilación puedendesarrol arseautónomamente: suerte de hilos conductores de niño se forja en relación a laiden- deatributos“malos” asignados Muchas veces el símbolo cobra un tejido que recubrey refuerza tidad del grupo que predomina por los otros. Es el caso, por presencia sin que se tenga conla identidad de los grandes gru- en el momento histórico de su ejemplo, de lo que era hasta no ciencia de lo que simboliza. Sipos: naciones, religiones, etnias, desarrollo. hace mucho la imagen predomi- guiendo el ejemplo anterior, la etc.: identificaciones comparti2) Reservoriodeimágenes aso- nante de los negros en el sur de derrota deLázaro que se transdas; reservorio de imágenes aso- ciadas a sentimientos positivos: Es- los Estados Unidos, a quienes formaenlanecesidaddevenganciadasasentimientospositivos; tasimágenessonaquellasquese seles consideraba “salvajes”, lo za contra un enemigo inventado. asimilación de rasgos “malos” asimilan culturalmente y quege- cual generó que éstos se sintieCuando la identidad nuclear asignados por otros cercanos neran la sensación de unidad al ran orgullosos de ser “salvaje- de una nación o de un grupo identificados como absoluta- grupo, de comunidad, de un mente” potentes sexualmente. cualquiera, por ejemplo, los hinmente distintos; asimilación de “nosotros”, particularmente 4) Asimilación decaracterísti- chasdeunequipodefútbol, recaracterísticas“transformadoras” cuandoseestáfueradelterruño: cas“transformadoras” dellíder :Cier- sultaamenazada,unamanerade dellíder;gloriasytraumaselegi- el sauna para los finlandeses, la tas características de líderes responderesincrementarladisdos; y formación de símbolos faldaparalosescoceses,lasrimas carismáticos se convierten en tanciaylasdiferenciasconlosgruque pueden desarrollarse infantiles para los ingleses, el emblemasdelaidentidaddeun posvecinoscreandobarreraspsiautónomamente. cevicheparalosperuanos. Estas grupo grande, por ejemplo, la cológicas. Así, el grupo ex1) Identificacionescompartidas: imágenesdebensercompartidas camisadeMao, labarbadeFidel ternalizará,proyectaráydesplaSe forjan desde la niñez a partir yconstantes. Cadagrupo tendrá oelpañuelo deHayadelaTorre. zará aspectos propios no deseadelasidentificacionesconelidio- un reservorio de estasimágenes, 5) Glorias ytraumas elegidos: dos hacia el otro grupo. Esto es ma,lascanciones,losbailes,las por ejemplo, los escoceses aso- Representaciones de hechos his- lo que Freud llamó “el narcisisleyendas, las preferencias cultu- ciaránlafalda, lagaitayelwhisky, tóricosyfigurasasociadasaellos mo de las pequeñas diferencias”. rales de los padres y otros adul- Muchas de estas identidades nu- acabantransformándoseeníco- Porejemplo,lostutsiyloshutus tossignificativos, quelosconec- clearessecristalizanduranteelpa- nos emblemáticos a través de la de Ruanda son grupos raciales tan con sus identidades étnicas sajealaadolescencia,cuandose transmisión transgeneracional. indistinguibles, pero pequeños (“soy aymara”), nacionales (“soy produceelfenómenodeidenti- Porejemplo,cuandoMilosevic, detalles de vestimenta o manechileno”) o religiosas (“soy cató- ficación con otros miembros del luego de 600 años, sacó los res- rasdehablardesataronterribles lico”), etc. A veces lo que prima grupo. tosdelpríncipeLázaroenproce- matanzas. Estos sentimientos eslaidentidadreligiosa,porejem3) Asimilaciónderasgos“ma- siónportodalaregión, reactivó se incrementan cuando los gruplo, en Irlanda es más fuerte la los”atribuidosporotroscercanosiden- el trauma serbio “elegido”: la possientenlaamenazadeladeidentificacióncon loscatólicoso tificadoscomoabsolutamentedistin- batalla de Kosovo. Esto produ- saparición o cuando existe descon los protestantes que con el tos: Tanto la identidad de un in- jo un colapso en el tiempo que organizaciónycaos ensusestruchechodeserirlandés;otrasveces dividuo como la de un grupo propició la masacre de los turassociales.
Curiosamente, esto hace queavecesseanecesarialacreacióndeunabarrerarealquehaga claralaseparación, porlomenos durante un tiempo. Esto trae a la mente, por supuesto, el muro deBerlínyelhechodequeluego de la euforia de su caída, los alemanes orientales y occidentales tuvieronqueenfrentarundifícil proceso de integración que todavíano terminadecuajarycuya conflictiva ha sido desplazada a los inmigrantesturcos. IV Lo aquí visto puede aplicarse a cualquier grupo grande: una nación, una organización política, un club deportivo o una empresa. En esta época de profundos cambios sociales, es imprescindible tomar en cuenta el análisis de la formación y evoluciónhistóricadelasestructuras básicas para identificar los problemasyplantearsoluciones alternativas luego de evaluaciones costo/ beneficio tanto de cambio de estructura como de liderazgo.Esnecesarioaprender del pasado. De allí la importancia de que cualquier estudio sobre estos fenómenos sea abordado desde una perspectiva interdisciplinaria en la que confluyan los aportes de las ciencias sociales,lahistoria,lacienciapolíticayelpsicoanálisis, entreotras ramasdelconocimiento.
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PSICOANÁLISIS UNA FALS Lorenz
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s conocido que la libre asociación de ideas y la el inconsciente, la sexualidad, el erotismo, son los princi Sinembargo, el entusiasmoy ladevociónquelas teorías freudi y poetaAndre Bretón, no tuvieron lareciprocidad esperada. Freud se limi que aFreud másle interesaba la sonrisa dela Mona Lisa que la sonrisa v y “El Moisés” deMiguel Ángel, de Felizmente, la actitud displicente deFreud no tuvo ningún efe surrealista continuó en su colorida variedad. Cada uno de los artistas q El mundodivertido, lúdico, erótico y trastocador deMagritte; el exhibicio sin asomo de humanidad, del refinado Tanguy; los delirios deDalí, más algunos ejemplos quecomprueban quela obra de arte siempreescapa d De la obra maravillosa de Max Ernst, quisiera, en esta oportunidad, d a mi modesto entender, el cuadro surrealista más ligado al psicoanálisis. escena es contempladacon placer vouyerista por un trío perverso, dos h implícito, por las fantasías sadomasoquistas que despierta, es i Pero levantémonos del famoso diván y dejemos nuestras libr quesupocrear unaobralibérrima, más allá LIBROS & ARTES Página 16
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SURREALISMO, EMPATÍA Osores pertura amundos casi inexplorados: los sueños, ales vasos comunicantes entre psicoanálisis y surrealismo. nasdespertaronenalgunossurrealistas,sobretodoenel psiquiatra ó a un comentario displicente y aguafiestas sobre el surrealismo. Era obvio tical o que los relojes amelcochados. Sus ensayos sobre Leonardo da Vinci uestran suspreferencias renacentistas. o desestabilizador entrelos curtidos seguidores deBretón y la fiesta e integraron este movimiento conservó su sello personal e intransferible. ismo onírico de las hieráticas féminas dePaul Delvaux; el universo desolado, ercanosaunafantasíadesquiciadaquealarealidaddelossueños, sonsolo las intenciones del autor, más aún si quiere hacerla calzar con una teoría. stacarsuinquietantepintura LaSantaVirgencorrigiendoal NiñoJesús por ser, La Virgen María, muy severa, le danalgadasal Niño Dios y la edificante mbres y unamujer, desde una estrecha y sórdida ventana. Por su erotismo posible no asociarla al famoso ensayo de Freud Peganaunniño. sasociacionesparacelebraralos surrealistas, esegrupo deartistas e la razón, de la moral y de la propia estética.
1. Héctor y Andrómaca, 1905. Georgio De Chirico. 2. Poema objeto, 1927. André Bretón. 3. La Santa Virgen corrigiendoal NiñoJesús, 1936. Max Ernst. 4. Mujer sentada, 1960. Alberto Giacometti. 5. La víapública, 1948. Paul Delvaux. 6. Personajes rítmicos, 1934. Joan Miró. 7. Sortilegio deLenin, 1930. Salvador Dalí. 8. Lacondiciónhumana, 1934. René Magritte.
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hora bien. No todos los mortales se desviA ven por alcanzar un lugar de
privilegio en las diversas escalas establecidas según criterios intelectuales,sexuales, sociales y económicos: hay quienes transcurren sus días ocupando cómodamente puestos secundarios, sin más desvelosqueelprecisocomo para pasarla bien entre los suyos, es decir, sin insomnios de por medio en procura de obtener premiaciones, prelaturas, principados. En suma, no les importa ser el “más-más” en nada, menos aún quemarse las pestañas para ganar prestigio en el mercado de la personalidad. En ningún caso, como en el de Freud, se revela con innegablenitidez talesansias depreeminencia.Poreso,llamamos complejo de Freud a la búsqueda inacabable de la gloria, sin importarle a este buscador mayormente los desvelados esfuerzos por encontrarlao noencontrarla mientrasviva.Stendhal, otro ansioso por ser glorificado, estaba seguro de que, cincuenta años después de su muerte, iba a tener un puesto de honor en la novelística. Efectivamente, lo tuvo y todavía lo sigue teniendo. Honorio Delgado –único psiquiatra peruano que conoció personalmente a Freud– serefirió alpadredel psicoanálisis en estos términos: “su voluntad y su pathos excelsiórico siempre señoreaban en su personalidad, destacándose por encima desus compañeros”. En Freud dicha alfamanía (o manía de querer ser el primero) también produjo esos desvelos típicos de quien, a sabiendas de que está por descubrir algo, sabe igualmente que otros alfámanos están merodeando, como él, la misma verdad adportas. Al respecto, en la carta que escribe a Fliess el 10 de marzo de 1889, Freud confía a su amigo lo siguiente: “Abrí el libro de Janet, ‘Névrose et Idées Fixes’, con el corazón palpitante.Alcerrarloencontrémi pulso normal: no tiene la menor idea de la solución”. Por aquella época Pierre Janet ya había publicado L’automatisme psychologique (1889), y Lesaccidentsmentaux des histeriques (1893). Como LIBROS & ARTES Página 18
“Ser el primero” resulta fundamental, casi una necesidad primaria, no sólo en el harto conocido cuadro de honor, sino en otros aspectos dela vida traducidos en términos degloria y poder. Dicho deotro modo, el hecho dequerer ser el número uno en cierto ordendeméritos parecetan natural, como lo es en los predios del amor, motivo por el cual el llamado terreno virgen termina siendo altamentecotizado.
EL COMPLEJO DE FREUD Max Silva Tuesta
sueledecirse,Janetveníapisándole los talones aFreud en la solución del problema que la histeriaplanteabaalos investigadoresdefinesdelsigloXIX. Deahílareaccióndejúbilode Freud, reacción sin lugar a dudasdesproporcionada,ante
el último libro del psiquiatra francés.Desdeentonces,Freud pudo dormir tranquilo, o lo que es lo mismo, tiempo despuésélseconvertiráeneladelantado, en el primer hombre que pisó la tierra virgen del inconsciente.
¿Acaso no es común la aprensión que se refleja en la carta que Freud dirige a Fliess? Sí y no. Sí, en cuanto se trata de alguien que tiene conciencia de estar excelentemente dotado como para descubrir algo y, por lo
tanto, siente apremio de justificar su genialidad con el descubrimiento de algo de gran envergadura. No, en cuanto además de esa congénita condición superior, tal afán de ser primero obedece meramente a un aspecto del complejo de Edipo de Freud, que él mismo lo descubrió en su famoso autoanálisis. Ya se sabe que en una sociedad tremendamente competitiva, dondeelrécord es la meta y elmatch* el modus vivendi, proliferan los alfámanos. Por otra parte, como diríaRichardDawkins,no sólo hay un gen egoísta, sino que todo genio necesariamente tienequeserun“genioegoísta”.Circunscribiéndonosala historia de la literatura, por ejemplo, ¿cuántos libros han sido escritos al precio de sacrificar cónyuges, hijos, etc.? Todo por seguir el dictado de esa fuerza darwiniana de la superioridad de los más fuertesenlaluchaporlavida. Por último, siguiendo el método que nos legara Freud, tratándose del amor, nadie puede ser el primero, nisiquierael“primeramor”, pues nuestra madre es la primera mujer que nos engaña con nuestro padre. Uno de los modos de cerrar esta herida primordial y profunda es reordenar la vida dándole otro sentido a ésta, a través de la sublimación, hasta llegaralasituacióndondenuestras energías pueden ser gastadas incluso en pro de los demás, ciertamente acambio de ser el número uno, el primero, en este caso concreto transformándose en más padre que el mismo papá, como resultó siendo Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis. ¿Quién lo podría negar?
* “La vida como match –dice César Vallejo–, es una desvitalización de la vida […]”. Y sigue diciendo nuestro poeta: “Yo no vivo comparándome a nadie ni para vencer a nadie y ni siquiera para sobrepu jar anadie[…] no busco batir ningún récord. Yo busco en mí el triunfo libre y universal de la vida”. (Variedades, Nº 1021, 24 de setiembre de 1927).
El psicoanálisis
EL CADÁVER SALUDABLE Y LA REALIDAD LANGUIDECIENTE Augusto Escribens Hacia fines del siglo antepasado, un médico –judío, agnóstico y vienés– produjo una ruptura mayor delas bases dela medicina. Sigmund Freud, neurólogo quehabía conocido delos rigores dela investigación histológica, y queabrazaba los presupuestos del materialismo y el monismo biológico, sehabía atrevido a enunciar quealgunos delos pacientes atendidos por los neurólogos estaban enfermos depensamientos y no deperturbaciones delos órganos. A lo largo dela historia del psicoanálisis, la amenaza del castigo por esa trasgresión seha levantado innúmeras veces: el psicoanálisis está condenado a la desaparición. Es como si los ángeles exterminadores estuvieran próximos a descender para cobrarlecaro su atrevimiento. e suele pensar que su enfermedad. Aún hoy, una S principal audacia con- visión popular del psicoanásistió en desenmascarar la lisis –que se pone de mani-
pretendidainocenciainfantil y develar aspectos ocultos de la sexualidad humana, todo lo cual le valió la acusación de pansexualismo. Y se suele explicar también, como lo hace Elisabeth Roudinesco, que tales acusacionesproyectabanenelpsicoanálisis los miedos y las angustias de una época caracterizada por la liberación de las costumbres, la emancipación de la mujer y el declive de la autoridad patriarcal. Pero, en mi opinión, el atrevimiento mayor del psicoanálisis–elquemásangustias produjo, y el que le valió sus detractores más poderosos– consistió en cuestionar al sujeto del actuar, el desear y el conocer; desvaneciendo, en ese acto, la solidez de la idea misma de una realidad. En Estudios sobrela histeria, publicado en 1895, Freud hizo la afirmación de que los histéricos sufren de reminiscencias, dando fe a los relatos de sus pacientes sobre episodios infantiles en los que habían sido seducidos por personas mayores, y que, habiendo estado olvidados,reaparecíanenlacon versaciónconel médico, produciendo un inmediato ali vio de los síntomas. Los histéricos sufrían, pues, por sus recuerdos. Esta frasesehizo emblemáticadel psicoanálisis de esa época, porque marcó la primera ruptura frente al modo en que entonces se concebía la
cadenante: su recuerdo seguía vivo, aunque oculto, en un segundo estado de conciencia, siendo la causa acti va del síntoma. Pero luego, en 1897, cuando Freud deja de creer que los relatos de sus pacientes se sujetan a una verdad material, y abandona la teoría de la seducción, da un paso más radical -el verdadero giro psicoanalítico- según el cual lo reprimido en la histeria no son los recuerdos, sino los impulsos deri vados delas escenas originarias. Las imágenes de seducción o violación siguen siendo escenas clave de la enfermedad, pero ya no son consideradascomoepisodiosde la realidad material, sino como construcciones mentales que expresan deseos configurando, así, una realidad psíquica de especial importanciaparalapatogénesis
y el psicoanálisisen general. Los neuróticos no sufren, ya, de reminiscencias. Sufren de deseos. Deseos reprimidos, que presionan desde el fondo del psiquismo, que son agentes activos en su misma constitución como inconsciente dinámico, que signan el discurrir de la vida de los indi viduos, que les hacen engañosassussuposicionesdeser sujetos, que atan sus destinos a su naturaleza intrínseca de anhelos irrealizables. Este cambio, así como los ulterioresplanteamientos sobre los recuerdos encubridores y la noción de fantasía, culminarían, al inicio del siguiente siglo, en la primera gransistematización desarrollada en Lainterpretacióndelos sueños. Esa combinación de compendio científico y confesión autobiográfica que publicara en el 1900, marca
el inicio del psicoanálisis propiamente dicho, para el cual larealidadmaterialno esmás fiesto en muchas películas y el eje de la comprensión. en las expectativas de algu Así,en lahistoriadel psinos prospectivos pacientes coanálisis, la imagen mental psicoanalíticos– está signada se desliza, de ser un registro por la expectativa de la rede la realidad, a ser una verpentina revelación de un resión de ella teñida por el decuerdo puntual que solucioseo. Si apelamos a nociones naría la neurosis, de la plástica, podríamos La ruptura de Freud con decir que Freud pasó de un la tradición médica sería aún figurativismo ingenuo a una más radical, pero tendría que versión figurativo-recreativa venirpor etapas. No hay que de la representación de la reaolvidar que, si bien Charcot, lidad en la mente humana. su maestro, reconoció la imPero es fácil inferir que portancia de las ideas en los esedeslizamientoenel carácsíntomas histéricos; su expliter de las imágenes mentales cación etiológica se cirimplica, a su vez, el deslizacunscribía aun deterioro hemiento del tipo de realidad reditario del cerebro, consique se postula como entorderando los factores restanno. El piso se mueve, no tes como simples agentes sólo para los pacientes, homprovocadores. Para el Freud bres y mujeres comunes y de fines del siglo antepasacorrientes, que pueden ser do, en cambio, el trauma psítocados por la inquietante quico no era un mero desenprovocación del psicoanálisis. Tambiénsemueveelpiso de aquellos que están dedicados a señalar con autoridad el lugar de la realidad, ese pedestal sobre el cual se asientan sus construcciones teóricas. Los epistemólogos, entonces, amenazados en las bases de su quehacer, participarán en la sentencia de muerte al psicoanálisis. Para Popper, por ejemplo, el psicoanálisis es una superchería que no merece un lugar en el mundo, porque su teoría es imposible de refutar, no es falsable. Y no es Popper,por supuesto, un verdugo de poca monta. A él debemos la formulación, en la primera década del siglo Unperroandaluz,unadelasobrascinematográficasdelsiglopasadomásatractivasparaelanálisisfreudiano. XX,deunamuycontundente LIBROS & ARTES Página 19
crítica de la lógica inductiva, articulada con el importante criterio de demarcación, que postula que unaciencia, para definirse como tal, debería buscar, no que sus hipótesis se vieran comprobadas por los datos de la realidad, porquenunca seríaposible verificarlos todos, sino que debería ser capaz de encontrar las situaciones clave, los datos específicos, que pudieran refutarlasconcluyentemente. La posibilidad de establecer condicionesdefalsación,entonces, se torna en criterio decisivo para discriminar los cuerpos de conocimiento y creencia que pueden considerarse ciencias de aquellos que no. Cuando arremete contra el psicoanálisis, Popper afirma que su teoría no puede ser falsada porque cualquier evento es interpretado como confirmatorio. Por ejemplo, cuando Freud busca traumas sexuales infantiles que expliquen la neurosis y éstos son negados por el paciente, sostienequefueronreprimidos, y cuando se hace evidente que el suceso nunca ocurrió, lo considera una fantasía inconsciente. SegúnPopper,en ese caso, el pensamiento freudiano ejecuta dos veces el artilugio de huir hacia lo infalsable, y así puede seguir sosteniendosuhipótesis. Pero hay un supuesto implícito en la reflexión de Popper que hace que sea su afirmación, más bien, la que se revele como artilugio. Subyace a ella que hay un lugar fijo en el cual se ubicarán las condiciones de falsabilidad, y por ello es que interpreta la trayectoria del psicoanalista como un “huir hacia lo infalsable” y no como un “correr en busca de lo falsable”. Como consecuenciadeesesupuesto,el discurrir de la mente humana tendría que darse en una sola dimensión, y no en el deslizamiento entre varias realidades. También Wittgenstein descalifica al psicoanálisis como anti-empirista, debido a su sesgo a buscar confirmaciones y reinterpretar la evidencia contraria en modo favorable (por ejemplo, llamarresistenciaaloscasosen los que la terapia no avanza o el paciente no acepta las inLIBROS & ARTES Página 20
LUIS BUÑUEL Y LOS SUEÑOS DEL DOCTOR FREUD uchos psicoanalistas, por ejemplo, han encontrado, en , una de las obras artísticas de nuestro siglo más atractivas para el M análisis; Luis Buñuel ha confesado como, desde 1923, leía con aplicación a Unperroanda-
luz
Freud; sabidas son, por otra parte, las hondas relaciones existentes entre surrealismoy psicoanálisis. En el filmeestá amalgamadala estética del surrealismo con los descubrimientos de Freud, respondía a los principios generales de esa escuela que define al surrealismo como un “automatismo inconsciente no psíquico capaz de devolver a la mente su función real fuera de todo control ejercitado por la razón, la moral o la estética”. Esta película iba dirigida a los sentimientos del inconsciente humano y, por lo tanto, su valor es universal, auque resulte desagradable a cierto grupo de la sociedad aferrada a los principios puritanos de la moral. Poesía y psicoanálisis configuran esta sugestiva síntesis en la que conflu yen los procesos creativos del poeta surrealista y las obsesiones del aplicado lector freudiano. Carlos Barbachano. Buñuel. 1987.
terpretaciones). Pero desde un enfoque interno al psicoanálisis podemos ver que, en esos casos, se trasponen diferentes niveles de realidad en el psiquismo del paciente, y que lo que en un momento era el plano en el cual habría que establecer las condiciones para la refutación, en el siguiente instante ya se deslizó hacia otra parte sirviendo,másbien,comoelemento de encubrimiento de cualquier posible falsación. Como psicoanalista, no puedo dejar de pensar que en ese implícito sobre el locus de la falsabilidad, compartido por ambos filósofos, se revela una postulación acerca de la realidad misma. Desde esa visión de una realidad inamovible y ubicable en coordenadas precisas, no hay falsabilidad posible para el psicoanálisis, porque ésta resultaría tan absurda como el intento de convencer a un paranoico de que no es Simón Bolívar mostrándole su partida de defunción. Por ello, no puedo dejar de imaginarme a este tipo de crítico como un pensador que huye hacia la refutación del psicoanálisis, para no enfrentar la pérdida de su certidumbre –y autoridad– sobre la realidad. Por esa pérdida se sentiría abismado si se permitiera ver como un semejante al analista en agó-
nico equilibrio sobre provisorias certidumbres que lo dejan en el súbito vacío; en vez de verlo como un falso malabaristadeesquina.Yme pregunto cómo se las vería cuandotuvieraquereplantear las condiciones de falsación en un contexto que se parezca más a la arena movediza en que nos movemos los psicoanalistas en nuestro quehacer clínico cotidiano, que al lecho de roca que Freud siempre añoró, y al que debe más de un error. Porque Freud siempre pensó en la existencia de una realidad –objetiva, material, externa,como quieraquedecidamos denominarla–. Frente a ella sólo postuló un descentramiento, entanto lo nucleareralarealidadpsíquica,porqueenellasedesarrollaban los fenómenos a los que atendía el psicoanálisis. En posteriores alternativas teóricas, más radicales en cierta dirección, la realidad material llega, incluso, a ser irrelevante. Para Roy Schafer, por ejemplo, no tiene sentido, en psicoanálisis, hacerreferencia a algo que no sea la realidad psíquica. Para él, el psicoanálisis tradicional –que con virtió en una suerte de escolástica lo que Freud creó y padeció en su agónica búsqueda de creador– ha equi vocado el camino, ubicando
el problema de la realidad en una concepción claramente positivista según la cual la realidad está “allá afuera”, o “acá adentro” (en el mundointerno), existiendocomo una esencia certificable y cognoscible. La realidad es encontradayreconocidainocentemente, porque en parte se le impone a uno por la fuerza de su evidencia y en parte es descubierta o develada por la investigación y por la razón libre de teoría. La decisión acerca de quéesunafantasía(realidad psíquica) y qué es un hecho (realidad externa) resulta, entonces, de fácil y rápido trámite. Pero este razonamiento es, para Schafer, engañoso, ya que estamos limitados siempre a lidiar con versiones de la realidad, con significados. A veces, por ejemplo, una acción asertiva de cierto tipo en una situación dada puede, con igual legitimidad, ser descrita como sádica y masoquista, regresiva y adaptativa. En esta óptica, la realidad siempre está mediada por la narración. Le jos de ser encontrada o descubierta inocentemente, es creada de una manera regulada por el observador. Me he detenido en el punto de vista de Schafer, no porquelosuscribanecesariamente, sino porque, siendo
una de las múltiples formulacionesquecoexisten en el psicoanálisis contemporáneo, nos permite ver hasta qué punto puede llegar, dentro de la lógica de esta disciplina, el radical cuestionamiento de la realidad que dejó ya bastante lejos esa suerte de realismo ingenuo – propio del medio intelectual de la época– del que partió Freud, Porque el creador del psicoanálisis no sabía mucho de lo que tenía entre manos cuando formuló sus premisas, y menos aún podía prever el despliegue de sus corolarios. Nos encontramos ahora con que el desarrollo de su aventura como aprendiz de brujo ha sobre vivido a su muerte, sin que tampoco podamos imaginar sudesenlace. Y entonces, enunayotra dirección, el psicoanálisis seguirá privando al hombre del piso seguro de la realidad, ganándose detractores que querrán verlo desaparecer, para poner en su lugar alguna palabra preñada de autoridad y certidumbre, provenga ésta de la ontología, de la industria o del discurso ordenado sobre un cuerpo limpio de toda perturbación de deseo o verdad alucinatoria. En la actualidad, es éste último el caso, que cuenta con la eficiente colaboración de eso quellaman psicoterapia cognitivo conductual, –unasuertedeanálisisracional, desprovisto de todo atisbo de deseo y desvarío– con la industriosa estrategia de marketing de los laboratorios dedicados a la elaboración de psicofármacos. De ellos parten, hoy en día, las más radicales críticas al psicoanálisis. De aquellos alos que Roudinesco califica como adeptos del hombremáquina que pretenden que todos los problemas psíquicos derivan del cerebro y que pueden erradicarse con tratamientos químicos. Mientras tanto, el psicoanálisis,eseanunciadocadáver, goza de plena salud. Sigue creciendo y desarrollándose, a pesarde que su propia acti vidad teórica ha hecho cada vez más incierta la ubicación de la realidad y más enigmática la verdad quebusca con afánimpenitente.
“Si queréis saber más sobre la feminidad, podéis consultar a vuestra propia experiencia de la vida, o preguntar a los poetas, o esperar a que la ciencia pueda procuraros informes más profundos y más coherentes” (Freud, 1933)
Una lectura cercana
FREUD Y LA MUJER Matilde Ureta de Caplansky
a lista pues sería larga Cuando setrata del tema femenino en relación con el fundador del psicoanálisis (ver recuadro al final de hay, a mi entender, aspectos queno siempresemencionan, como por ejemplo que este mismo trabajo “Freud y las mujeres: amor y cenizas”). Freud amó a las mujeres: empezando por su madre, su novia y luego esposa Martha, sus hijas, y entresus discípulas a Lou Andreas-Salomé, Marie Recordar, por ejemplo la dependencia que siempre tuvo Bonaparte, Helen Deutsch, Ruth Brunswick y tantas otras. con su esposa y luego con su cuñada,quien,además,leayudócomo secretaria;conAnna, Freud sobre la feminidad y la fuerzas más allá de la con- particularesy leyes propias, es la menor de sus hijas, su sexualidad femenina necesita- ciencia, que aun hoy deberán el objeto de la investigación Antigona, quien cuidó de él y moscitardosaspectosdelpsi- ser descubiertos. psicoanalítica. El propósito es de su obra con celo entraña- coanálisis: la naturaleza de la El psicoanálisisno secen- hacer visibles los conflictos y ble; los paseos nocturnos con vidamental inconsciente; ylas traenelanálisisyeltratamien- la dinámica que se esconden Lou Andreas-Salomé,cuando leyes específicas que la rigen todealteracionesaisladas,psí- detrás de lo manifiesto y obla acompañaba de retorno a y el significado de la sexuali- quicas o físicas. Su interés servable delcomportamiento. su casa luego de sus reunio- dad en la vida humana. principal está enfocado en la En cada proceso participan nes de los miércoles; el caricomprensión del funciona- tendencias y contra tendenño y respeto con Marie CUANDO LA RAZÓN NO miento del aparato psíquico, cias, es decir, una tendencia Bonaparte, quien le brindó ES SUFICIENTE es decir, del funcionamiento primaria,quetienecomometa afecto, influencias y dinero En términos didácticos, de las tendencias inconscientes directa la satisfacción de los que permitieron no solo sal- todo esto empezó en la Viena de la psique. Freud aspiraba apetitos, es valorada por una varle la vida sino también su del findesiècle. La joven Viena a unapsicología de las verda- tendencia conservadora y obra científica. Es relevante, que se inclina ante el brillo deras relaciones entre el com- estructuradora de acuerdo a asímismo,recordarque,apar- impresionista, el deslumbra- portamiento y la experiencia. su capacidad de concienciación. te de su vida amorosa en la miento del instante, la curio- Es por ello que inicia sus es- Aquí sonreprimidosdetermiesfera amical, en sus encuen- sidad positiva y la fugacidad tudios a partir de fenómenos nados impulsos instintivos de tros intelectuales y científicos de lo bello. A contramano del o aspectos a los que la ciencia naturaleza sexual y/ o agresicon las mujeres tuvo una ac- naturalismo, todo se centra en hastaentonces no había pres- va. No todoslosimpulsosinstitud de decidida aceptación el ètat deschoses. En la psicolo- tado mayor atención, como tintivos, que surgen desde la y estímulo, invalorable para gía se curiosea en el alma y su porejemplo,losactosfallidos infancia para ser satisfechos, con ellas: como seres huma- existencia. Las teorías mode- ylos sueños. También intentó pueden mantenerse latentes nos pensantes y vivos. Por lo ladas por laconciencia ya no deducir a partir de las relacio- sin haber sido modificados. tanto, insistir en los aspectos satisfacen. En 1895 aparecen nes anímicas los fenómenos Atendiendo a criterios cultumachistas o misóginos de los Estudiossobrela histeria que neuróticos, como los ataques rales, estos instintos se verán Freud puede resultar mezqui- Freud y Breuer escriben en espasmódicos, los delirios, las sometidos a modificaciones no, por decir lo menos. El colaboración. Los detallados visiones, las ideas y actos ob- diversas. Los impulsos reprehaber intuido, escuchado y fi- historiales clínicos y el análi- sesivos.SegúnFreud,tanto los sentan, por así decirlo, la parnalmente“dejadohablar”alas sis de casos ahí tratados con- procesos normales como los te de la psique que urge por mujeres de su época y entor- firman las conjeturas de los patológicosestánsujetos alas expresarse, sin respetar las leno nos ha permitido alcanzar poetas,segúnlascualessede- mismas normas. La realidad yesdeespacio ytiempo ni tamlos avancesextraordinarios de sarrollan procesos y obran psíquica, con sus problemas poco el principio del “tercio los que hoy gozamos las féminas por lo menos en parte de Occidente. Nos escuchó, nos intuyó, o para decirlo en lenguaje postmoderno: nos leyó muy de cerca y profundamente. Es comprensible que, en un entorno furiosamente patriarcal, también para Freud fuese difícil entender el complejo psiquismo femenino. Su llamado a los poetas, epígrafe de este artículo, da cuenta que apela a imponderables poéticos para acercarse a un tema que, de alguna forma, no era de su total comprensión científica y teórica aún y apesardesucercaníaafectiva e intelectual con las mujeres. Paraentenderlasideasde FreudysuhijaAnna,especialistaenpsicologíainfantil,quecontinuóy desarrolló laobradesupadre.
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excluido”; en otras palabras, funciona con su propia lógica,quenoeslaaristotélicapor cierto. Laexistenciadeloinconsciente era algo conocido aun antes de Freud, pero el descubrimiento acerca de su manera de funcionar y de participarenladeterminación de nuestra conducta es únicamente mérito de Freud. Ello abarca el entendimiento de los mecanismos de represión, de la inversión en lo opuesto, de la creación de reacciones, de la sublimación y otros aspectos. Freud consideraba que su aportación a una nueva imagen de ser humano consistía en la comprobacióndequeelYono es“señor” en su propia casa, ni en la vida anímica, y fue eso lo que demostró. LA DIFERENCIA SUTIL LaobradeFreudescompleja en cuanto a teorías sobre la mujer y la diferencia entre los sexos. Freud no abandona la noción positivista de ciencia. Se mueve entre el positivismo y la noción de inconsciente, que cuestiona todo intento exclusivamente racional de entender al sujeto. Sus ideas sobre el complejo de Edipo y el de castración se desgajan de una concepción biologista sobre la diferencia sexual. Estadiferenciano será solamentedelordendelobiológico, sino que formaráparte de una cadena de significantes.Lomismoocurrecon la concepción freudiana delas series complementarias (1916 -1917). El acceso a la diferencia de los sexos seráuna operación simbólica, una operación de lacultura. Parala teoría freudiana primigenia no hay feminidad primaria, la sexualidad de la niña es primariamentemasculina(Freud 1923). Presenta una version falocéntrica, pero al mismo tiempo genera la posibilidad de desligar el acceso ala diferencia de los sexos de cualquier determinación naturalista. No hay un acceso obvio a la diferencia; esta se juega, para Freud, en el tránsito diferencial por el complejo de Edipo y de castración, cuyos itinerarios difieren en la niña y en el varón. Aparece otro elemento divergente en la obra de Freudque complejiza el panorama: la coexistencia de esta masculinidad primaria de la niña y la ligazón tierna con la madre, quetoma comoarLIBROS & ARTES Página 21
quetipo; esta constituye un elemento decisivo en la identificación con la madre edípica y el futuro desarrollo de la identidad femenina. En los Tresensayos, Freud, ya en 1905, deslinda la elección sexual de lo que él denomina carácter sexual masculino o femenino y, así, plantea que la virilidad plena es compatible con la inversión. Es decir,desarticulaelcircuitodel deseo del de las identificaciones concernientes a la masculinidad y la feminidad, que puedenseguircaminos opuestos. “Todolorelacionadoconesta primera vinculación materna me pareció siempretan difícil decaptar en el análisis, tan nebulosoy perdido en las tinieblas del pasado, tan díficil derevivir, como si hubiesesidovíctimadeuna represión particularmente inexorable. Esta impresión mía probablemente obedeciera, empero, a que las mujeres queseanalizaron conmigo, pudieron, precisamentepor ello aferrarsea la misma vinculación paterna en la queotrora serefugiaron al escapar a la faseprevia en cuestión. Parecería que las analistas como JeanneLampl-de Groot yHeleneDeutsch, por ser del sexofemenino,pudieroncaptar estos hechos más fácil y claramente, porquecontaban con la ventaja depresentar sustitutos maternos más adecuados en la situación transferencial con las pacientes sometidas a sutratamiento”. (Sobre la sexualidad femenina, 1931: 3078). Posteriormente, Freud mismo, en 1933, relativizasus opiniones anteriores cuando dice: “lo quenosotros, los hombres opinamos delas mujeres…” y“quedelas mujeres presentes no seesperaqueseantal enigmapara sí mismas”. Esto se apoya en unapropuestateóricaexplícitaenelcampolibidinal:eltra yecto a lafeminidad será una serie de sucesivos deslizamientos de la madre al padre, del pene al niño, en los que la meta máxima dela feminidad será la maternidad que, paradójicamente, es una meta de orden fálico.
DE LA ESFINGE A LA MADRE Existenciertosidealessobre la feminidad que forman parte de un imaginario compartido tanto por hombres como por mujeres. Por una lado, la idealización y engrandecimiento ligados a las figuras de la madre y la virgen, unidas a la pureza, las emoLIBROS & ARTES Página 22
FREUD Y LAS MUJERES: AMOR Y CENIZAS
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ecientemente se ha publicado, con motivo del ciento cincuenta aniversario del nacimiento del “padre del psicoanálisis”, por las historiadoras austríacas Lisa Fischer y Regina Koepl, un libro bajo el título Sigmund Freud: escenarios del psicoanálisis en Viena, que revela el importante papel que desempeñaron las mujeres en su carrera y vida personal; ellas señalan que: “Sigmund Freud (1856-1939), un hombre deépoca, al fin y al cabo, no podía haberseimpuesto con sus descubrimientos y teorías sobre el psicoanálisis sin la ayuda y el apoyo de numerosas mujeres que estuvieron a su alrededor, entre ellas su propia esposa, Martha Bernays, y su cuñada Minna. Entre las representantes femeninas figuraron varias pacientes adineradas, como Bertha Pappenheim, que entró en los anales del psicoanálisis como Anna O. y se halla en el inicio de la así llamada “cura de conversación”, o sea la terapia basada en el diálogo con el terapeuta. También es citada la princesa Marie Bonaparte, mecenas que además le salvó la vida en 1938 al convencer al “venerado maestro” para que emigrara, huyendo con su familia de los nazis. Tampoco hay que olvidar a su hija Anna, experta en psicología infantil, que continuó y desarrolló el legado del padre. En el hogar de los Freud, establecido desde 1891 en el posteriormente famoso domicilio de la calle Berggasse 19, crecieron seis hijos, y la madre y esposa Martha, hija deuna familia judía de letrados alemanes. Anna, la hija más joven de la familia, nació en una fase muy precaria por motivoseconómicosyporlasituaciónpsíquicadeunamadreagotadatrasmuchos partos y un padre dedicado a su labor cientifica. Fue la hija preferida de Freud, una guardiana celosa de su persona y obra. Minna, hermana de Martha, se convirtió a mediados de los años 90 del siglo XIX en secretaria privada e interlocutora importante del médico de almas en asuntos profesionales, que además tenía acceso a las tertulias.. Marie Bonaparte, princesa de Grecia y Dinamarca, fue paciente y discípula de Freud, más tarde llegaría a ser una de las psicoanalistas más destacadas de su época, y como traductora de las obras de Freud al francés contribuyó esencialmente aque sus ideas sepropagaran en el extranjero. Fue portadora de uno de los anillos que Freud regalaba a discípulos y discípulas excelentes, como también, su hija Anna o Lou Andreas-Salomé, musa y amiga de muchos famosos como el poeta Rainer Maria Rilke o el filósofo Friedrich Nietzsche. La discípula, sobrina nieta de Napoleón, también apoyó la fundación de la “Societé Psychoanalytique de París”, salvó la editorial de escritos sobre psicoanálisis de la bancarrota y adquirió la correspondencia entre Freud y su amigo Wilhelm Fliess, fuente histórica esencial. En 1938, la princesa no sólo salvó la vida a los Freud sino también a otros doscientos intelectuales, a los que rescató de la persecución nazi, y pagó por la familia el impuesto que los nazis exigieron a quienes querían emigrar. Las cenizas deSigmundFreuddescansanenunaantiguavasijagriegaqueellahabíaregaladoal maestro, símbolo del aprecio que había entre ambos”.
ciones,lasensibilidad,el amor y la belleza. Por el otro, el repudio ligado a las figuras de la prostituta, de la tentación sexual, lo demoníaco, lo horroroso. Esto último, puede convertirse en condición de amor (Freud 1910). En este contexto una de las propuestas importantes en relación con la feminidad es la maternidad. En las edades intermedias de la vida, el descentramiento del lugar maternocomo sustentorepresentacional, con el refuerzo de la intensidad pulsional concomitante (Freud 1937) puede ser experimentado como un enfrentamiento con el vacío. Según Freud, “en nuestro mundocultural las mujeres seencuentran bajo el efecto decontragolpedela conducta delos hom-
bres. Esto genera un efecto desfavorable tantosi no selas aborda con toda su potencia comosi selas degrada o menosprecia”. Si la mujer elige el lugar respetado o aceptado deberá restringir su sensualidad. Y si elige la sensualidaddeberásoportarel menosprecio. La mujer llega a la situación edípica normal positiva luego de superar una prehistoria gobernada por el complejo negativo. En el curso de esa fase el padre no es para la niña mucho más que un rival fastidioso, aunquela hostilidad hacia él nunca alcanza la altura que supone para el varón. Al final de esta primera fase de la ligazón con la madre emerge como el más intensomotivo deextrañamiento de la hija respecto de la
madre el reproche de no haberla dotado de un genital correcto, es decir, de haberla parido mujer. Y esta sensación prevalecerá a lo largo de la vida de las mujeres, condensadamente, a través de otros temas, pero será una causaimportantedemalestar, enellas.Lasmetassexualesde la niña junto a la madre son de naturaleza tanto activa como pasiva, y están comandadas por las fases libidinales que atraviesan los niños. La preferencia de la niña por el juego delamuñecasueleconcebirse como signo del temprano despertar de la feminidad. Lo que se exterioriza es la actividad de la feminidad, y que esta predilección de la niña tal vez atestigüe el carácter exclusivo de la ligazón con
la madre, con total prescindencia del objeto-padre. La actividad sexual de la niña hacia la madre, tan sorprendente, se exterioriza siguiendo la secuencia de aspiraciones orales, sádicas y hasta fálicas dirigidas a aquella. La intelección de la prehistoria pre edípica de la niña tiene el efecto de una sorpresa, semejante a la que en otro campo produjo “eldescubrimiento dela cultura micénica tras la griega”. La fase de la ligazón-madre deja conjeturar un nexo íntimo con la etiología de la histeria, del mismo modo que tiene que ver con las diversas articulaciones que tendrá el desarrollo de la feminidad tanto en sus aspectos normales cuanto patológicos. La intensa dependencia posterior de la mujer respecto de su padre no es sino la heredera de una igualmente intensa ligazón con la madre, fase esta cuya importancia es fundamental de la identidad femenina. A MODO DE EPÍLOGO Finalmente, con respecto del desarrollo sexual femeninono esposiblerefrenarcierto juicio acerca de la feminidadensuconjunto. Hallamos en acción las mismas fuerzas libidinosas que en el varón y en ambos casos, durante cierto tiempo,setransitapor idénticoscaminosysellegaaigualesresultados.Elpsicoanálisis nos enseña a contar con una única libido, que, a su vez, conoce metas activas y pasivas. Esta “universalización del deseo” se instala en la cultura contemporánea como una suerte de sistema operativo que facilita el discurrir de las pulsiones libidinales en la mujer, con las mismas condiciones de“libertad”, al final de cuentas, que en los hombres y puede ser vista como una de las claves para el progreso y el cambio en la condición femenina que se ha experimentado en los últimos cien años. No reconocer al patriarca entrañable un mérito en esos avances sería, como dije al principio, no solo inexacto sino también mezquino. Freud no fue infalible ni estuvo ajenoasutiempoyasus circunstancias, pero dibujó, diseñó, descubrió una parcela infinita de conocimiento que nos toca a nosotras, nosotros, cultivar y cuidar.
El racismo en los procesos psicoanalíticos delos peruanos
EL AFECTO RACIAL Jorge Bruce “En mi pueblo yoera blanco, pues mi padreera el administrador deuna institución oficial. Además meeduquéen el mejor colegio quehabía allá. Perocuando terminéla secundaria y vinea Lima, tuvemuchas dificultades para ingresar a una universidad privada y, cuando por fin logrépasar el examen, entonces medi cuenta quepara los otros alumnos, mis compañeros, yo no era blanco sino serrano. Al llegar a Lima dejédeser blancoy meconvertí en serrano.”
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os aniversarios son unos pretextos arbitrarios y, en ciertomodo,ridículos,talcomo loseñalabahacepocoelescritor Javier Marías, en un artículo en donde hacíamofa dela agitación en torno al cuatricentenario del Quijote. Lo propio podría decirsedelsesquicentenariodelnacimiento de Freud: ¿tiene importancia la fecha? Acaso lo relevante es que las obras sigan siendo recordadaspesealpasodeltiempo, el cual, si no las desvanece, las recubre con la pátina ambiguadeloclásico.Elproblemaes que dicho revestimiento puede terminaraislandoalartefactoculturalhastacongelarloenunareliquiademuseo,venerablepero inservible. Son las lecturas y sus resonancias, tanto eruditas como estrictamente personales, las que confierensuvigenciayactualidad al texto. En el caso de laobra de Freud, su doble dimensión clínicayculturalnosplanteauntemibledesafío.Estaeslaparado jaenunciadaporZizek 1: “Cuando los estudios culturales ignoranlorealdelaexperienciaclínica, la víctima definitiva no son los propios estudios culturales, sino laclínicaquepermaneceatrapada en un determinismo preteórico. Y, viceversa, cuando laclínicafracasa(endarcuentade sus presupuestos históricos), la víctimadefinitivaeslapropiateoría cultural que, separada de la experiencia clínica, termina por serunejercicioideológicovacío”. Lo cual exige un esfuerzo crítico para actualizar tanto la fabulosa cajadeherramientasdelpsicoanálisis,comolosproblemascon losquedebeconfrontarseeneste tiempo y lugar en el que nos ha tocado vivir. Es bajo esas coordenadasquepretendo celebrar, con este texto sobre el racismo en el seno del psicoanálisis en el Perú, pese a las ácidas observaciones de Marías, el 150 aniversario del nacimiento de Freud. En el Perú, siguiendo el enfoquedeGayatriSpivak,estamos en una etapa poscolonial. En el
sentido que,peseahaberterminado el periodo colonial, los problemas de esaépoca están lejos de haber sido resueltos. Por ello, lacuestióndelasrazasyelracismo sigue siendo medular. El sociólogo peruano Juan Carlos Callirgos2 lo pone en estos términos: “pero además de ser un problemade relaciones interpersonales e intergrupales y una cuestiónnacional,loracialesparticularmente espinoso en el fuero íntimo de los peruanos; allí donde la historia adquiere una dimensión subjetiva, donde los conflictos irresueltosse pasean, marcando escondida y silenciosamentenuestra vida cotidiana.” El racismo y la discriminación son, ante todo, productos ideológicos que funcionan en unalógicadedominación.Elargentino Carlos Weisse, desde unalecturalacaniana,defineala ideología racista como un punto de capitón, un punto de abrochamiento que detiene el
deslizamiento de los significantes y fija un significado determinado. En este caso, el que lo fija es el significante de segregación. Por ello la ideología racista dependerá de su conexión con otros elementos ideológicos: puede ser elitista, populista, nacionalista, colonialista o terrorista. En ese sentido, se trataría de racismos. Además, habrá que tenerencuentadesdequéperspectiva hablamos: la que suele primar es la de los discriminadores, pero la otra, la de los discriminados, en nuestra sociedadeslargamentemayoritaria. Sinembargo,seacualfuere su estirpe o linaje –el término no es casual–, la impronta del racismo en el mundo interno y los vínculos humanos es primordial en una sociedad con las características de la nuestra, tan marcada en su historia y en su identidad por dicha ideología. En una encuesta anivel nacional
efectuadaenfebrerodel 2005,en torno a exclusión y discriminación social, encargada por Demus, el responsable de lamisma, el investigador David Sulmont, llegaba a la conclusión que en el siglo XXI se mantiene unacontinuidadhistóricaentre lo quenoshacíadesigualeshace dos siglos, en donde la raza o el origen étnico designaban el lugarque podían ocupar las personas en la sociedad. Sin embargo, pueden apreciarse mutaciones considerablesenelpaisajedelas ciudades, en donde la presencia de los migrantes de provincias alejadas –más adelante presentaré un ejemplo clínico sobre esto– ha introducido una múltipley diversavitalidad. Ahorabien, al reflexionaren torno a estos componentes dramáticos de nuestra historia tantorecientecomo secular,meocurrióque,enparaleloamisesfuerzos por aportar una mirada psicoanalítica a un ámbito tradi-
cionalmente reservado a las in vestigacionesdel ámbito colecti vo, sefueabriendo campo en mi menteotroespacio,másespecífico, del psicoanálisis. Como dice Montaigne, si no podemos estar seguros de la causa maestra, entonces amontonemos varias, a ver si resulta que ésta se encuentraentreellas.Meestoyrefiriendo a la presencia del afecto racial, recurriendo a un concepto de Daniel Sibony3,enelproceso analítico. Afectoracialenel sentido en que esa palabra designa el impase, el bloqueo de los pensamientos inconscientes, con diferentes niveles de represión, desdelaoriginariahastalarepresión final del crimen. En ciertas regiones de su palabra, dice, el sujeto esafectadopor una suerte deinscripciónúnicaqueexcluye el despliegue, la distancia, la doble inscripción. RACISMO Y CLASISMO Elafectoracialperteneceal terrenodeloimaginario,porque unadelascaracterísticasdelasdefiniciones raciales es su extrema imprecisióny variabilidad,según quiénlaemita.Dehecho,lapropianociónderazacarecedeasideros biológicos, pero su impronta en el nivel de las representacionessocialesesdetalfuerza que tiene el mismo efecto de larealidadpsíquicaenelámbito del trauma. Las razas existen en el imaginario social. Sin necesidad de trabajar como terapeutas oanalistas,todosnosencontramos con expresiones que definen la ubicación, ya sea autodefinidaodesignadaporlos otros, de las personas en el imaginario racial. Desde niños, los peruanossomosentrenadospor
Slavoj Zizek. Lasuspensiónpolítica dela ética, p. 12. FCE. México, 2005. 2 Juan Carlos Callirgos. El racismo. Desco. Lima, 1993. 3 Daniel Sibony. Écrits sur le Racisme. Christian Bourgois Freud en su ancianidad, los últimos años transcurridos en Viena (1934-1938). éditeur. Paris, 1988. 1
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diversos medios para efectuar clasificacionesraciales,lascuales estánenlazadasconpercepciones socioeconómicas.Elracismoyel clasismosonlasdoscarasdeuna misma moneda, cuyo sello distintivo es el menosprecio y la amargura. Los psicoanalistas peruanos, con la excepción de Max Hernández4 y espero estar contribuyendo en ese mismo sentido5, poco o nada han dicho sobre un problema que esesencial tantodesdeunaperspectivahistórica como desde la más cotidianayactual,lamásíntima,aquella que no debería estar ausente eneltrabajo diariodelosanalistas peruanos. Territorios íntimos, dice Hernández, sobre los que siguenpesando viejas hipotecas. En la literatura analítica ani vel mundial tampoco hasido un asuntotrabajadodemaneraexhaustiva, aun cuando en los últimos años ha ido cobrando una mayor relevancia. En la obra de Freud, el racismo ni siquiera figura como objeto de estudio. Y susaproximacionesalproblema del antisemitismo dejan mucho que desear, sin mencionar el eurocentrismoquelo caracteriza, y que Edward Said señaló con característicaagudezapoco antes de morir6. Freud, cuya curiosidadintelectualabarcó,conlaprofundidad que hasta sus detractoreslereconocen,unagranvariedad de asuntos personales y culturales,fuemuypoco contundente ante hechos que convulsionaban Europa ante sus propios ojos, y de los cuáles fue tanto testigo como víctima. La situación postcolonial se reproduceenciertosmarcosteóricos; mientras que en el centro los trabajos son autorreferidos, en la periferia seguimos mirando hacia allá. Ya es hora de que, por elemental lealtad a la enseñanzaanalítica,miremoshaciaacá –merefieroenparticularalasunto del racismo, pues en otros aspectos existen una serie de trabajosrelevantesdeanalistasperuanos– lo que parece estar generando mucha resistencia. El racismo siempre la ha generado. Sigue siendo un tabú. Sigue vigente, todos los días, en una granvariedaddesituacionescotidianas, que algunos hemos comentado y analizado en medios masivos. ¿Cómo podría el psicoanálisisahorrarseestainsidiosa contaminación de nuestro vínculo social? Pongamos un ejemplo. Se trata del caso de un hombre de 40años,profesionaloriundode una ciudad intermedia de la serranía peruana, a la que él llamaba “mi pueblo”. En la primera entrevista que tuvimos me dijo que venía por un problema de pareja. En apariencia venía por LIBROS & ARTES Página 24
Sigmund Freud con su hija Anna, durante una excursión a los Dolomitas, en 1912. una pena deamor. En realidad así era, siempre lo es, pero esa pena era -y eso es lo que él no sabía que sabía-unapenadeamor propio. Me dijo lo siguiente: “En mi pueblo yo era blanco, pues mi padre era el administrador de una institución oficial. Además me eduqué en el mejor colegio que había allá. Pero cuando terminélasecundariayvineaLima, tuve muchas dificultades para ingresar a una universidad pri vaday, cuando porfin logrépasar el examen, entonces me di cuenta que para los otros alumnos,miscompañeros,yo noera blanco sino serrano. Al llegar a Lima dejé de ser blanco y me convertí enserrano.” Recordarán a Sartre: es la mirada del otro la que te define. IDENTIFICACIÓN CON EL AGRESOR Cuando tuve contacto con esteseñor, élyallevabaviviendo másdeveinteañosenlacapital.
Sin embargo, no había perdido del todo su acento local y, aunquevestíaconelatildamientoque su puesto de trabajo como especialista en una institución reconocida requería, algo en su mirada huidiza, en sus maneras extremadamente formales, en cierta estudiada lentitud de sus movimientos, revelaba la impronta de una adaptación complicadaydolorosaalainhóspita ciudad de Lima –por lo menos para los migrantes de provincia como él. Si tuviera que mencionar los afectos que ese conjunto de observaciones me sugirieron deentradaenestehombre,diría confusamente: miedo, rabia, dolor, tristeza, resentimiento y algo así como un odio contra sí mismo. Algo en la misma línea de un homosexual homofóbico, de un judío antisemita o de una mujer misógina. Una contradicción brutal en el corazón de uno mismo,enlalíneadelaidentificación con el agresor.
Lasegundaobservaciónno estaba en el ámbito de lo intrapsíquico sino de lo interpersonal.Desdeelmomentoqueestapersonapisómiconsultorio,acasodesdeelmomento en que se decidió a llamarme por teléfono para pedirme una cita porque había leído algunos de mis artículos en los medios, tal vez había visto mi imagen, se comenzó a establecerun vínculo transferencial entre nosotros. Pararesumirgroseramentepero sin ambages,diréque desdeese momento él era el serrano y yo era el blanco (subrayo esa condición del ser que no admite cuestionamiento alguno). Es decir que yo representaba aesos compañerosdelauniversidad,a esos colegas del trabajo, a esas chicas de la ciudad, a todas esas personasque,deunauotramanera,sehabíanencargadodehacertrizaslaimagenqueélsehabía construido de sí mismo en las alturas de su pueblo. Era
como si entre nosotros existiera,deentrada,unabrechainvisible pero imposible de ignorar, que nos asignaba roles y nos ubicaba en esemagmadeestereotiposyprejuiciosquemásarribahemos llamadoel imaginarioracial, endondeseabrochaba el significantedela discriminación yseinstalaba el afectoracial. A partir de ese momento, supe que tenía que encontrar el momento y la manerade poner esa constelación de manifiesto entre nosotros. Y eso, debo decirlo, me fue muy difícil. Puede haber sido el efecto de la identificación proyectiva, es decir la inoculación de esos sentimientos de vergüenza, miedo, dolor y culpa amalgamados a los que aludíantes.El hechoesquesentíamiedodehacerlo,medetenía la posibilidad de lastimar aún máselmagulladonarcisismo de este hombre, quien sentía que suscolegaseneltrabajomurmuraban a sus espaldas y se burlaban de su acento, de sus modales, de su sumisión. Entonces,unrecuerdopersonal acudió en mi auxilio. Cuando yo estudiaba en la universidad, la misma a la que había aludido este señor, un amigodelafacultaddeArtesque necesitabahacerunretrato alcarbón como parte de su formación, me pidió que posara en su tallercito de estudiante para él. Grande fue mi sorpresa cuando me mostró el resultado. El rostro que aparecía en el papel era indudablemente el mío, pero los rasgos del mentón, la nariz y los pómulos,siendolos demicara, tenían un aire andino que jamás mehabíadescubiertoenel espe jo ni en los ojos de los demás. Entoncesmepuseapensarque mi aspecto anglosajón se debía alazargenéticodemibisabuelo escocés, William Bruce, pero que mis abuelas eran una de SantiagodeCao,enlasierradeTrujillo, y la otra del pueblo costeño de Chepén, las señoras Consuelo Cáceres y Carmen Rojas. A lo quehabríadeañadiramiabuelo Lázaro Mitrani, un judío sefardita de Constantinopla. Y que de esas mezclas improbables habían salido esos rasgos que el ojo del artista había captado con una lucidez que a mí, y a la gente de mi entorno, se le había esca-
Max Hernández.¿Es otroel rostro del Perú? Agenda: Perú. Lima, 2000. 5 Jorge Bruce. La CVR, la discriminación, el racismo y la exclusión social: Una perspectiva psicoanalítica. En: ¿Porquéalgunas vidasenelPerúvalenmenosqueotras? Lima, CNDDHH, 2004. 6 Edward Said. Freud and thenoneuropean. Londres: Verso, 2003. 4
pado o más bien nos habíamos negado a ver, por racismo familiar, que es el más familiar de todos. Como sabemos, en el interior de las familias no solo se aprende el racismo, sino que se le practica entre los propios miembros. Desde entonces, nunca más volví a verme de la misma manera en el espejo. La prueba de que ese dibujo funcionó como una interpretación de esas que producen insights decisivos, fue que acudió en mi auxilio tantos años después. LA IDEOLOGÍA DEL MESTIZAJE Entiéndase bien: no me las estoydandodecholo(enelPerú, lainmensamayoríadegenteen lasencuestasseautodefinecomo mestizo y casi nadie como cholo, dicho sea de paso). La ideología del mestizaje, aquello de que el que no tiene de Inga tiene de Mandinga, es el discurso del amo, en la mirada de Lacan. Lo quenecesitaba,yeserecuerdome permitió, era liberarme de mi afectoracialafindepoderdecirle a esehombre lo que yo sentía y pensaba de nuestro encuentro analítico. Mientras no lo hiciera, estaba atrapado en una lógica de racismo inverso, como el que describe Zizek. Mi entrampamiento podría describirse así: “lo aprecio porque es un serrano valiente que ha venido a enfrentar los rigores de esta capital racista y discriminadora, pero no tanto como para decirle algo que está pasandoentrenosotrosporque no sé si va a aguantar y podría hundirlomás”.Con lo queestaba no solo subestimando la resiliencia que ya había mostrado para poder llegar hasta aquí, perolomásgraveesqueestaba perpetuando su autodenigración, permitiendo que ésta se instalarainmutableenelalmadel vínculotransferencial y, porsupuesto, en mi contratransferencia. Para poder ayudarlo y romper el congelamiento, la clausura del sentido, tenía que pasarpor el difícil trance deidentificarme con ese odio bidireccional:delblancoalserranoy viceversa. Cuando escribíaestas líneas recordé dos citas: unade Spivak, citadaporLópezMaguiñaetal7,y otra del psicoanalista argentino Jaime Lutemberg. Spivak propone, como parte de los estudios postcoloniales, la necesidad dedesaprenderlospropiospri vilegios. “Entonces no solo se deviene capaz de escuchar a los otros sino también de aprender a hablar de una manera en que uno sea capaz de ser tomado seriamente por esos otros”. Y Lutemberg nos recuerda cómo laresponsabilidadfrentealhom-
RELIGIONES SUSTITUTAS George Steiner
U
na mitología verdadera desarrollará un lenguaje propio, un idioma característico, un conjunto particular de imágenes emblemáticas, banderas, metáforas y escenarios dramáticos. Generará su propio cuerpo de mitos. Una mitología describe el mundo en términos de ciertos gestos, rituales y símbolos esenciales. Consideremos ahora estos atributos: totalidad, por la que sencillamente quiero expresarlapretensióndeexplicarlotodo;textoscanónicosentregadosporelgenio fundador; ortodoxia contra herejía; metáforas, gestos y símbolos cruciales. Sin duda todo esto es algo obvio. Las mitologías fundamentales elaboradas en occidente desde comienzos del siglo XIX no solo son intentos de llenar el vacío dejado por la decadencia de la teología cristiana y el dogma cristiano. Son una especie de teología sustituta. Son sistemas de creencia y razonamiento que pueden ser ferozmente antirreligiosos, que pueden postular un mundo sin dios y negar laotra vida, perocuyaestructura,aspiracionesypretensionesrespectodel creyenteson profundamente religiosos en su estrategia y en sus efectos. En otras palabras, cuando consideramos el marxismo, cuando observábamos los diagnósticos freudiano o junguiano delaconciencia, cuando consideramos laexplicación del hombreofrecida por lo que se denomina “antropología estructural”, cuando analizamos todo eso desde el punto de vista de la mitología, lo vemos como una totalidad, como algo organizado canónicamente, como imagines simbólicas del sentido del hombre y de la realidad. Y si reflexionamos sobre ellos, reconoceremos ahí no solo negaciones de la religión tradicional (pues cada uno de esos sistemas nos dice: “mira, no necesitamos ya a la vieja iglesia: fuera con el dogma, fuera con la teología”), sino unos sistemas que en cada punto decisivo muestren las huellas de un pasadateológico. Permítasemesubrayaresto.Esrealmentelo esencialdeloqueintentodecir, y espero que quede bastante claro. Esos grandes movimientos, esos grandes gestos delaimaginaciónqueenoccidentehantratadodesustituiralareligión,yalcristianismoenparticular,son muysemejantesalasiglesias,muysemejantesalateología que pretenden reemplazar. Quizás podríamos decir que en toda gran batalla uno empieza a hacersesemejante a suoponente. Desde luego, ésta es sólo una forma de pensar los grandes movimientos filosóficos, políticosyantropólogosqueahoradominanengranmedidamuestra atmósfera personal. El marxista convencido, el psicoanalista en ejercicio, el antropólogo estructural, sesentiríanultrajadosantelaideadequesuscreencias,sus análisis de la situación humana, son mitologías y construcciones alegóricas que derivan directamente dela imagen religiosa del mundo que han tratado de reemplazar. Se sentirán furiosos ante esta idea. Y su rabia esta justificada. Nostalgiadeloabsoluto. Ediciones Siruela. 2001.
brequesufreobligaatomarconciencia de los prejuicios que impiden su desarrollo y actualización, que cada paciente es una individualidad y que en el interjuego transferencial se irá construyendo la verdad de esa parejapsicoanalista-paciente. De modo que se lo dije: -Me parece que usted y yo estamos repitiendo una situación que a los dos nos está costandotrabajo formular,endondeustedocupaellugardelserrano devaluado y yo el del blanco sobrevaluado. A lo que él me respondió: -Pero doctor, si he venido a verlo es precisamenteporqueyo séqueustedesdiferentealos otros alosqueyomehereferido. Losé porlascosasqueustedescribe. Leagradecílaconfianzaque me estaba mostrando, pero añadí: -Eso no debería impedirnos ver cosas distintas a las que yo escribo,alasqueustedlee.Esas
nos, parececonfiguraruncuadro de características particularesque, amijuicio, seríaprecisoexplorar sistemáticamente. En casos como el citado, la explicitación del afecto racial contribuye al trabajo terapéutico de maneradecisiva.Elhombreque citéyadejódeveniraverme,pero cuando nos separamos, tras haber podido trabajar juntos ese aspecto escindido, estabasaliendo con una profesional que pro veníadel mismo pueblo que él. Participaba cadavez más activamente enlas actividades del club desuregión enLimayestoconstituía para él una fuente de alegría y orgullo, que amí me dejó unsabormuygrato.Encambio, he visto otros casos, de hombres que salían con mujeres de unacondiciónsocialinferior,en donde ninguno continuó con esa relación asimétrica con personas que sentían por debajo de su estatus social y racial. El significantedelasegregaciónfue más fuerte que todos ellos. Sin embargo,eranpersonastenaces, capacesdeemprendertareasarduas y exigentes, que requieren especial coraje, en el terreno de sus actividades laborales. Pero ese botón acolchado no pudieronenfrentarloylosderrotó. Nos derrotó en el proceso analítico. En este caso, fueron los vencedores los que resultaron vencidos. Tengo la convicción de que los procesos psicoterapéuticos, para poder llegar al fondo de las cosas, no pueden darse el lujo deahorrarseelpasoporesaencrucijada de todas las identidades,detodoslosvínculossociales,queeselracismoenel Perú. En este país en donde a menudo nos tratamos como extraños cuando no como enemigos, no olvidemos la enseñanza de Julia Kristeva:“laleccióndelextranjero es que todos lo somos, no solo ante los foráneos, sino sobre todo ante nosotros mismos.” Esta idea está en el núcleodemireflexiónacercadelafecto racial en el proceso analítico. La de que no somos idénticos a los otros de nuestro grupo, ni al estereotipoadulterado,colectiva o individualmente, que pretendemos encarnar. Ni siquiera somos idénticos a nosotros mismos:esofueloquemetocódescubrir tanto en mi propio psicoanálisis, como en el retrato al carbón que me hizo un amigo en el local de Artes, un día que deberíarecordarcomosi fueraun aniversario.
cosasquepasancuandouno vie- dicha problemática como algo ne a Lima y los otros le tienden que han padecido o bien que paun espejo diferente. decen otras personas en su enCastoriadis subraya: “La torno, elhechoesqueelcompoheteronomíayelodio tienenuna nente racial constituye un eleraíz común: la casi absoluta mento ineludible en la formaimperiosidad, la casinecesidadde la ción de la identidad de los peclausura del sentido, que deriva ruanos. Los afectos en juego, redelastendenciasintrínsecasala sentimiento, devaluación, enviinstitución y de la búsqueda de dia o idealización, asociados con certezas últimas por parte de la la problemática de la vergüenza psique singular que lleva a iden- ylaculpa, son delosqueseescatificaciones extremadamente moteanporqueponenenriesgo fuertes, a cuerpos de creencias el equilibrio narcisista en diverestancas compartidas y sosteni- sos planos. Por ello, de un modo daspor colectividadesreales”. La uotro vaagravitarenelcursode información racista promete un la exploración de los vínculos de acceso directo a la realidad que diversaíndoledelaspersonasque hacedelprocesosecundarioalgo acudenenprocuradeunaayuda superfluo.Repito:éleraelserra- terapéutica. no, yo era el blanco. Punto de De hecho, mucha gente no capitón. haceconscientesesosafectosde En miexperienciaenelPerú, manera espontánea, con lo que laubicacióndelaspersonasres- permanecen amalgamados junpectodelaproblemáticaracialo to a una serie de vivencias de de- 7 En: Estudios culturales: Discursos, racista,apareceinevitablemente nigración, desprecio, dolor y mie- poderes y pulsiones, p. 20. Red para en el interior del proceso analíti- do. Así se forma una constela- el desarrollo de las Ciencias co.Yaseaqueéstasintroduzcan ción que,enelcasodelos perua- Sociales en el Perú. Lima, 2001. LIBROS & ARTES Página 25
“García Márquez pasó diecisieteaños pensando en la trama y en cómo escribir Cien años de soledad, sin embargo, no hallaba la manera adecuada para el inicio; entonces, el recuerdo deinfancia acudeen su ayuda: rememora cuando su abuelo lo llevó al circo. La intención deésteera mostrarleel dromedario, animal inexistente para él hasta aquel momento. Al aparecer un vendedor, el abuelo se acerca ylepidequelevantela tapa dela caja quecon él llevaba, la cual contenía pescadohelado. Hacequeel niño toquepor primera vez el hielo. Este recuerdo de la realidad se transforma en el inicio de la novela”.
E
n psicoanálisis, el granmecanismo que convierte lo naturalenproduccióncreativaes la sublimación, que consiste en transformar el impulso biológico en producto artístico, socialmentevalioso.Eselmecanismo que alude el paso a la cultura y explicatodaformadecreatividad. El artista es el que en cierto sentido hacequeelhombrepasedel predominio de la naturaleza al delohumano,llevaacaboel vie jo anhelo de apropiarse de los poderesqueélleasignaalasfuerzasquecrea,peronosinconflictos. Así, en lamitología griega, Prometeoconviertedichoanhelo en realidad. Es un Titán; Zeus el poseedor, como dios que es, delfuegodivino.Prometeo,que tiene un especial cariño por los mortales, decide, al ver el sufrimiento de éstos, robarse el fuego de Zeus y entregárselos. Podemos interpretar que el fuego para los hombres significa el paso a la cultura, pero dios – Zeus– ofendido por este robo decide castigarlo porque no puede aceptar que los mortales sean como él, inmortal, y posean el secretodelaculturarepresentado por el fuego. En castigo, encadena a Prometeo al monte Cáucaso,lecolocaunáguilaque le roe las entrañas y que se come su hígado; éste vuelve a crecer durante la noche y las entrañas serehacen.Elcastigoserelacionaacómoelcreadorsueleentrar enellaberinto, en la depresión de laculpatrágica por haber robado elfuegosagrado.Es muyfrecuenteencontrarentreloscreadoresa aquellos que, movidos por dicha culpa, desvalorizan su obra. Es también frecuente encontrar el temor terrible a no poder seguircreando.El psicoanálisislo relaciona con el sentimiento de castración.Elcastigopor pretendercrearesesterilizarse.
Una reflexión psicoanalítica
EL ACTO CREATIVO Luis Herrera Abad
“Moisés” de Miguel Ángel. Freud escribió una interpretación de este personaje bíblico en su ensayo Moisés y la religión monoteista.
CASTRACIÓN Y TRANSGRESIÓN El sentimiento de castración gado” es muy frecuente en el ar- dicción.Renacenlasfuerzascreasimbólica relacionado con la tista quien, frente a su propia dorasdespuésdelaculpatrágitransgresión del crear está aso- obra, siente que ha colocado ca y vuelve otra vez a plantearse ciado, para Freud, al complejo de afueratodo yadentrodeélsólo la posibilidad de superar la proEdipo. Es el padre el que castra, quedaelvacío1.Despuésrecupe- hibición. El transgresorseconpor eso cuando un artista tiene rarásucapacidad.Lo prometeico vierteen héroe, quesufrecomo dificultades para crear, esto se apuntaarenacer,esdecir,avol- en el caso de Prometeo el ser asocia a la figura de la interdic- veraexperimentarlaposibilidad corroído, pero que finalmente ción: ‘no lo deja crear’. Cuando de crear. El artista se recupera, renace. El artista, entonces, satislo hace, por el contrario, resulta como Prometeo. Un segundo vencedor. Elsentimiento deque aspecto de lo prometeico es el face el anhelo humano de poha sido “corroído internamen- que tiene que ver, precisamente, seer aquellos poderes que los te” y que se ha quedado “sin hí- con el vencimiento de la inter- hombres quisieran tener para LIBROS & ARTES Página 26
sante:hacealusiónaponerseen contacto con las propias miserias y posibilidades que llevan al hombre a la conciencia de su finitud, de que es un ser mortal ybuscaemanciparseintentando trascenderalamuerteatravésde la obra de arte. En general, los seres humanos tenemos esa necesidaddetrascendencia. Loscreadores,entonces,son especialistas en transformar la muerte en vida, esto es parte sustancialdeesteprocesoderecuperaciónquellamamosenpsicoanálisisreparación. La vida humana debiera recuperar, para nuestra propia historia, lo significativo de lo que vivimos y, al recrearlo, poder mirar hacia delante. Recuerdo una frase que aparece en Plateroyyo, que a mí me resulta conmovedoramente interesante: en una noche de luna, el burrito mira al fondo del pozo porquelellamalaatención elreflejodelalunaenlasaguas2; su dueño se acerca y mirando también dicho reflejo le dice: “–Platero, si alguna vez metiro a estepozonohadeserpormatarme, créelo, sinopor coger más prontolas estrellas”. Se transforma el dolor de la muerte en una frase que es poéticamentecreativa. LA REPARACIÓN EN GARCÍA MÁRQUEZ Dolores Michelena cuenta que García Márquez sentía que no podía desarrollar su idea sobreCienañosdesoledad 3 Dichaobracomienzaconla siguiente frase: “ Muchosañosdespués,frenteal pelotóndefusilamiento,elcoronelAurelianoBuendíahabríaderecordaraquel atarderemota en quesu padrelollevóa conocer el hielo”. Podemos reconocer que esta frase responde a un “malabarismo” en el cual el presente, el pasado y el futuro se unen. GarcíaMárqueznocreciócon suspadres,fuecedido asusabuelos. Conoceráasuspadresrecién alaedaddesieteaños, fechaque coincide con la muerte de su
ellos y que les asignan asus dioses.Utilizalasimbolizaciónypermitealossereshumanosparticipardelomejorquetiene.El paso 1 La creación anal según Didier delestadodelanaturalezaalesta- Anzieu. do de la cultura, dijimos, supone 23 “El pozo” en Plateroyyo. queelhombreseemancipadelos Las fuentes en las que baso mi son las siguientes: Cienaños dioses.Enotraspalabras,sehace análisis decesión eincesto, de la psicoanalista más consciente de sus fuerzas española Dolores Michelena; creativas, de su posibilidad de García Márquez: Historia de un transformación y de cambio. deicidio, de Mario Vargas Llosa, y El acto creativo puede tener, El aroma de la guayaba, de Plinio además, otro contenido intere- Apuleyo Mendoza.
abuelo. Desde ese momento vi viráconellos; confiesaaVargas Llosa: “desdelos ochoaños, quees másomenoslaedadenquemueremi abuelo, nomeha pasadoen mi vida nada interesante”, luego agrega, “antesviví mucho”. Cuenta a Plinio Apuleyo Mendoza, a propósito de su relaciónconsuabuela,queéstaera una suerte de “cordón umbilical”, sentimiento que le permite comunicarse con un mundo maravilloso. Esto es interesante, porque cuando el sentimientodefrustración esmuyintenso, el ser humano compensa estadeficienciaatravésdesufantasía: las figuras cercanas recreadasnoconstituyenunreferente exacto de la realidad; son reno vadas y sustituidas. Un caso similar es el de Rudyard Kipling. Cuando éste es dejado por sus padres en manos de una familia sustituta,élysuhermanasufren lahostilidaddesutíaRosa.Frenteaesto,elniño Kiplingelabora una fantasía entorno a un mara villoso jardín, poblado de animales fabulosos. Cada vez que acontece algún problema con la tía,loshermanoscorrenarefugiarseallí;inventanuncódigoy elaboran toda una vivencia en torno a este paraje fantástico. Como si el “vivenciar” esta fantasíalesayudaseasobrevivir. GarcíaMárquezseñalaque gracias a su abuela hereda el mundo de lo sobrenatural. De su abuelo heredarála seguridad. Ambos sentimientos emanan del cariño y la ternura. García Márquez,entonces,encuentrala suertenegadaaKipling. Pasódiecisieteañospensandoenlatramayencómoescribir Cienañosdesoledad, sin embargo, no hallaba la manera adecuada paraelinicio;entonces,elrecuerdo de infancia acude en su ayuda: rememora cuando su abuelo lo llevó al circo. La intención de éste era mostrarle el dromedario, animal inexistente para él hastaaquelmomento.Alaparecer un vendedor, el abuelo se acercaylepidequelevantelatapa de la caja que con él llevaba, la cual contenía pescado helado. Hacequeelniño toqueporprimeravez el hielo. Este recuerdo delarealidadsetransformaenel inicio de la novela. Por otro lado, noscuentaqueenellargoproceso de maduración de la idea de estaobratuvounailuminación: contar esta historia de la misma manera como se la contaba su abuela a través de sus cuentos. Podemos señalar que es ‘la voz’ delaabuelaquevuelvea‘narrar’ a través de García Márquez. El autor larecupera y, al recuperarla, larepara. Recupera unespacioenel cual el pasado se une con el presente. Que une fantasía con realidad,
puestoqueelpadredeAureliano mentedeellay puedeseguires- que nosotros separamos lo bueBuendía es la modificación lite- cribiendo. Es un ejemplo de la no y lo malo, funcionamos en raria de la figura de su abuelo. reparación. Recogió el objeto per- esosesquemasabsolutos, como Otratransacción, diceMichelena, didoylotrajoalpresente,lo tuvo el niño pequeño que divide sus entrelasesferasantesmenciona- dentro de él, lo recuperó, lo su- percepciones.Unlogroeneldedaslasuponeeldolorreferidoa frió un poco y ya nunca más se sarrollo humano es la posibililapérdidadelaabuela,queatra- fue de él y, como hemos dicho, dad de darse cuenta que la ma vés del filtro de la gratitud –las tomo posesión de la función dre integra lo malo y lo bueno. historias contadas durante la in- central: contar sus historias, tal A partir de ese momento ya fancia–,vuelveavivirparaél.Este como su abuela se las contaba nuncamáslamadrevaasersólo hechoseconocecomolaelabora- cuando lo introdujo, de niño, a buenaosólomala;peromásque cióndelduelo. A través de esta for- ese maravilloso mundo de los eso:yanuncamáslarealidadvaa ma –la opción de un estilo na- cuentos. ser sólo buena o sólo mala. Se rrativo– laabuelaesincorporada El niño quizá sienta a la fi- unen ambos aspectos y nunca en él. La elaboración del duelo a guramaternacomo alguienque más se separarán y, si así fuera, través de este recuerdo le permi- lo protege y, por momentos, la estaríamosfrenteauntranstorno te seguir escribiendo. Ella lo res- percibecomo alguienamenazan- severo. En la medida en que se cata, y él rescata la figura de la te. En un momento inicial la integranlosdoselementosyano abuela y la recrea. No la copia, madreesescindida:oesunabru- es posible agredir sin experimensino recibe la función, directa- jao esel hadamadrina. Cadavez tarculpa.Elsentimientodemie-
doydecólerasepuedetransformarahoraensentimientodeternura,demiedo adañaryserdañado así como el miedo a ser abandonado. El sentimiento de miedo a ser agredido pasa a un segundo plano y predomina el sentimiento de miedo a perder elserquerido:perderalamadre o perder a aquella que la representa.Parapoderapreciar‘alotro’ como algo que podemos perder, debemos integrar los dos sentimientos antagónicos y diferenciarnos. Reparar es,entonces,modificar, reconstruir, revivir e integrar. El artista cuando repara y revive personajes de su pasado, recreándolos en el presente, los hace vivir en su obra. Desde el punto de vista de la experiencia creativaydesdeelmaterialpsicológico implícito, esos personajes viven y hacen vivir también ala gente que participa de ellos. Los artistas son grandes ‘reparadores’, desde el punto de vista de Melanie Klein, son los grandes especialistas en recuperar las figuras perdidas y traerlas al presenteparahacerlasvivirdenue vo.
PROUST Y LA INSPIRACIÓN REPARATIVA HannaSegalusacomo ejemplo de la reparación a Marcel Proust, quien una vez que se hallaba en un bloqueo creativo, al comer unas magdalenas (pastelesdulces) recuerdaelaromade aquellasquepreparabasuabuela cuandoéleraniño,recuerdatambién sus sensaciones de infancia yempiezaa“recuperarel tiempo perdido”, escribiendo sobre él. Esa anécdota es un ejemplo de la reparación: otra vez se regresa alpersonajedelpasadoyéstevieneenayudadelautor. Proustdecíaque“elartistase veobligadoa crear para recuperar el tiempoperdidonopararecordarlo(recordar es una función intelectual de lamemoria),sinopararevivirlo,para recreareltiempopasado.Recobrael tiempoperdidorecreándoloyreviviéndolo”. ¿Cómo se realiza esta función?, “encualquiermomento” –se responde. Para él, el artista tiene que utilizar esos momentos y perennizarlos, porque si no, se pierden. Dice Didier Anzieu que el trabajo de la creación consiste precisamenteen lograrla fijación de lo inspirado. La inspiración eselprimeradelanto, unachispa quesurge,perolautilizaciónde ese chispazo y el desarrollo del mismo es un trabajo que tiene mucho de intelectual. Sobre la base deuna idea o un sentimiento,unmúsico desarrollaunasinfonía en torno a un tema. Y se repite, se reintegra y se cambia: hace variaciones sobre el tema. Perosilodejaescapar,lopierde. CasadelacalleBevggasse,enViena,dondeSigmundFreudvivió entre1891-1938. El‘trabajo’delacreaciónesfunLIBROS & ARTES Página 27
damental y se dasobre la base de la inspiración. Y esa inspiración inicial es siempre reparativa. Esunarecuperacióndealgoperdido que se trae al presente y se recrea, a veces con dolor, porque alude a personas o situaciones que no fueron suficientemente aceptadas o representadas y que danvueltasennuestro derredor, como reclamando ser incorporadas. La inspiración o sobrecogimientocreador esunaespeciede crisis personal. Es un estado de éxtasis muy parecido al religioso. Crisis en la cual se debilitan lasdefensasracionales;laregresión se hace más patente; pareciera agudizarse considerablemente lapercepción de aspectos delarealidadexterior; probablemente el individuo ‘sienta’ más que ‘piense’. En este momento del procesocreadorsobrevienenelementos emocionales intensos y no esinfrecuentequeelartistaexperimenteciertaaprehensiónenrelaciónaloqueestácreando,puede, por ejemplo, tener vergüenza al sentir que está mostrando sus ‘cosas internas’.4 Luego, el artista deberá darle “un estilo”, un orden, un sistema, una estructura que no tendrían razón de ser si no fueran acompañados del talento creador. Ordenar, armar, tal es la clave de este momento. Psicoanalíticamente, hablamos de procesos secundarios, concientes y racionales, pero insistimos en la participación del talento. Este es el eje del trabajo creativo: el momento en el cual elartistasereconoceensuobra. Podrá, entonces, “manejar el material” en el sentido de agregar/desagregar, quitar y poner: predominalapresenciadelointelectual. Se acentúa lo racional. El procesocreador, paramuchos analistas, centra el debate entrelainspiracióny el‘trabajo’ creativo, sibienson complementarios, existen diferentes formas de percibirlos. Para algunos, el trabajo creativo puede ser algo de duración variable, existiendo artesmás/ menoselaboradas.Se dice que Goethe tardó sesenta años en escribir su Fausto. Wagner,por suparte, encuentra eltemacentralde Lohengrinmientras tomaba un baño. También hay autores como Poe que son grandes detractores de la inspiración.Paraéleltrabajodelpoeta es precisamente eso, un traba jo. A Borges lellamalaatención queunpoetayescritordelmejor estilo romántico como Poe pueda plantear una tesis clásica en términos del trabajo de elaboraciónintelectualdelacreatividad, sin la necesidadde lainspiración. Al terminar su obraal artista le esdifícil aceptar queha concluido,dadoqueelprocesoque LIBROS & ARTES Página 28
La lección de Charcot, gracias a él, la histeria se convirtió en una enfermedad del sistema nervioso, enteramente respetable. culmina con el “dar a luz” lo ha niño. Parece que el “nuevo ormantenido absorto y ocupado den” que desde su fantasía el en su producción. Ha manteni- poeta, el loco y el niño imprido en funcionamiento una serie men a la realidad fuera sentido, de mecanismos internos, algu- muchas veces, como una insurnos de ellos muy “primarios”, genciaintolerable,temidaycomtempranos,emocionales,otros, batida, quizás porque, en gercomo el trabajo intelectual, más men, todos poseemos un poracionales o “secundarios”. Para tencial subversivo desde que la Anzieu, el hecho de terminar la realidad impuso sus normas obrasuscitaelsentimientodeque sobre la tendencia al placer. El “algoacabó”.Esto,dice,explica- “orden”propuestoporlafantaríaporquétantosartistasnoter- sía, por el contrario, responde al minan una obra o les cuesta ha- deseo, a la demanda de placer. cerlo. Loscultoresdelafantasía–artisPuededarseelcasodequeel tas y niños– se sumergen en lo autor sienta que su obra pierde que está más allá de la realidad. valoral serexhibida:yano espro- Así, laobracreativaseubicaenel ductodeungocepersonal,ínti- extremo opuesto a lo rígido y mo y pasa al dominio público. dogmático en cualquiera de sus Otroslamiranylaaprecian,in- formas. Surge en pugna con lo clusive la adquieren. Tal vez, que la limita. como el niño, quiere ocultar lo Octave Mannoni señala que suyo por temor a la vergüenza, lasensatezylaprudenciaquisieen especial cuando esto se rela- ran que“los límites del escenacionacon esferas personalmente rio de la fantasía estuvieran cuiprofundasy privadas. dadosamente amurallados y viLos que contemplamos el gilados (como el hospicio de loarteencontramoscompensación. cos de Foucault) y que fueran Estegocetienequeverconlali- algo así como el bosquejo imaberación de tensiones. El artista ginario de los límites adminisnos permite gozar sin culpa de trativos y policiales en cuyo intenuestras fantasías, aunque pue- rior la locura está permitida”. de ocurrir que en ocasiones la Lofantásticosemueveenel sociedad experimente cierto te- mismoniveldelooníricoydela mor y rechazo por determinadas obra artística, es decir, de lo que producciones artísticas o por el solemos denominar “lo impoestilo personal de algún artista. sible”. Plantea que “lo imposiEstas actitudes parecen relacio- ble” es factible en contradicción narse con los sentimientos de con la realidad (posible por ser miedo y repudio que suscitan el ordenada). Es así que cuando lo “loco” y también, muchas veces fantásticodelacreación irrumpe enformadirectaoencubierta,el en la realidad, surge la posibili-
dad de un “algo más allá” de lo real. Pensamos en el arte–forma sublime de la creatividad– que como el sueño, constituye un escenario en el que el artista maneja sus conflictos internos y externos. Su modelo original, el juego, también cumple esta función: manejar lo siniestro y darle vidaen larutadel placer. Podemos decir que desde la contemplación es posible distinguir artes que son más vivenciables y otras que son más formales. En un trabajo sobre la música, Copland hablaba de un “dejarse llevar”, por un lado, y de establecer un orden en ese “dejarsellevar”, porotro. Al parecer, hay una estética más formal y hay una estética más espontánea. Hay formas musicalesqueestánmucho másligadas a lo menos formal y cuando las escuchamos nos invitan a dejarnosllevar.Bollaselaboralaidea de una “estética maternal”, más oceánica,másregresiva. Esteautorexplicaestefenómeno con un cuento tradicional británicoenelqueunaratitaosada y un topo tímido deciden un buen día recorrer el mundo. El topo quiere quedarse porque le da miedo lo desconocido pero la rata lo convence; posteriormente, después de varias peripecias, se da un fenómeno curioso: la rata escucha un sonido que la deja en un estado entre despierta y dormida. El topo tratadevolverlaensí perolarata
nolecontesta,élinsisteyseempiezaadesesperar.Porfinlarata saledesutranceylecuentaque acabadeescucharunsonido que lahahechoexperimentarunsentimiento que no es placentero pero que no podía abandonar: “meresulta al mismotiempoplacenteroydoloroso, peronopuedodejar desentir loquesiento”, dice. Bollas habla de un fenómeno que él ha llamado de ‘conmoción uminosa’. Uminoso significa misterioso, siniestro, algoqueirradiaunasuertedeluz extraña. Es un estado de profunda comunicación subjetiva con un “objeto” que puede ser unapintura,unpoema,unamelodía, un paisaje, una sonrisa. Este “objeto” que conmociona profundamente sugiere que el contemplador se siente fusionadocon él,como larataaventurera y la música y, en lo primario, como la madre y el niño. De lo expuesto se desprendequetanto lasfantasíasquetodos poseemos, como la creatividad artística, se encuentran en una mismalínea relacionada con lo sustancialmente humano. Puesto que en lo humano se da la contradicción desgarrada dela existencia: el amor y el odio, el sueño y la realidad, la esperanza yladesesperación; y como telón defondo, larazónqueseenfrenta al impulso y responde a las limitacionesdelcuerpoysusnecesidades,aspirando,no obstante, a la eternidad oscilante entre lo divino y lo demoníaco. Precisamente el arte surge de ese oscuro encierro. Por eso es que “Dios no escribe novelas”, dice Sábato. Podemos afirmar que lo profundamente humano se da en la crisis, en el conflicto, en la continuatempestaddeantinomias,en donde son constantes las fusiones y las rupturas. El hombre jamás lograrealizar lailusiónde unir a los contrarios. Sólo llega a transacciones precariasluego de grandes esfuerzos y tensiones. Al igual que los sueños, los actos creativosdelserhumanoson,en este contexto, antagónicos. Será por eso que lobello, enlamedida en que puede ser apreciado por elhombre,estáacompañadode ladesgarradoracondiciónhumana de vivir enel conflicto. El acto decrearartísticamentesetiñedel ansiadeinmortalidad,delabúsquedadelasraícesparaempezar de nuevo y recuperar asíeltiempo perdido.
Sedice que Kafka, posiblemente aplastado por el Superyó persecutorio, tenía grandes dificultades para terminar sus obras. A veces las terminaba de modo demasiado abruptoyporello noquedabaconforme. 4
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Antonio Cisneros:
Unagujeroenlabarca deCaronte Rossella Di Paolo En Un crucero a las islas Galápagos (nuevos cantos marianos)*, un golpe de timón permite que el bagaje intimista pase a primerplano, yhagadeestenue vo libro una brillante estación dentro de la travesía poética de Antonio Cisneros. Aquí estoy, deespaldasalamar y la rompiente, tumbado boca arriba entrela hierba(...) Allá van los aviones. Los aviones biplanos pintados denaranja descienden delos cielos. Tocan la tierra y ruedan dulcemente sobrelos pastizales hasta mi corazón (“El campo de la Faucett”). Como muestra esta hermosa escena, lo que alcanza a ver una persona tendida sobre la hierba o la arena, lo que puede obser varfuera, pero, sobretodo, aauscultar dentro de sí, es lo que circulaentreestaspáginasylasmarca de maneraoriginal. Esa es la escala desde donde nos situamos junto con la voz de este libro; voz que yano estáabocadaaentrecruzar las propias fibras con las de la historia o paisaje o lenguas del mundo, sino a enfocar con precisión los puntos esenciales del recorrido por una geografía subjetiva, recalando imaginariamente en puertos o playas de su infancia, juventud, madurezyaundelmásallá.Cada ser u objeto se halla aquí individualizado y en primer plano por obra del afecto antes que de la ironía, y el que los poemas mantengan el mismo registro, y se presenten, además, en las líneas horizontales de la prosa, y no en la desafiante torre de mando que es al fin y al cabo un verso alzado sobre otro, reafirman la sugestión de hallarnos en un contexto más cercano a la confidencia. No son solo las del mar las aguasquesostienenesteviajepor el tiempo y la memoria, pues aquí hallamos también las de la laguna de Barranco, o las de ese río Nanay que en la primera sección nos sitúa en la gran metáfora dela existencia como un curso continuo, desde la partida gozosa, hasta ese severo calla yaprende al final del recorrido. Un recorri-
I do en el que se enfrentan realidad y deseo, tal como parecen anticiparlos términosGalápagos / María, desdeel título y el subtítulo, respectivamente. En el plano de realidad, y realidad brutal, qué mejor símbolo que las islas donde Darwin nos hizo vernos tal cual: criaturas anónimas dentro de la especie, ocupando fugazmente una gradaen la escaleraevolutiva. En el plano de los deseos, María, encarna, en cambio, la posibilidad de que toda criatura humana sea amorosamente reconocida como individuo, y acogida al extremo de facilitarle el paso a la vida eterna. Como condensación de un ideal de amor y esperanza (e incluso de incorruptibilidad física, pues por nacer sin pecado María no estaba sujeta a las le yes del envejecimiento), la metáfora, o el sentimiento, mariano tiende entre estos poemas un largo hilo vital en el que se enhebran como cuentas luminosas los seres, hechos o paisa jescarosal poeta. Así,aMaríase le encomiendan las jóvenes hi jas, en especial lamenordeellas; Maríaestestigo deexcepciónde la saludable juventud del poeta en las playas norteñas, y también del deseo de recobrarla milagrosamente intacta, muchos lustros después, en las aguas del boquerón de Pucusana. Por su parte, en tanto que constatación de la realidad, la metáfora de Galápagos ensarta aquí otras cuentas: el desencanto, la conciencia angustiosa del mal y del paso del tiempo, la enfermedad y lamuerte, no obstante hospitales, agujas y remedios. En esta línea de interpretación, essintomáticoeltratamiento poético de Galápagos, en la parte final: desiertos de lava habitados por animales fofos y tristones, y donde lo más memorable es un cafetín al que llega la nochecontalsobresaltoquehace pensar en la muerte. También es sintomática la imagen de María como una zona liberada de la sospecha; aunque, atención, siempre en tono cisneriano, tra vieso, sinsolemnidades, pero no incontrolablemente escéptico comoenobrasanteriores: Escosa muy difícil distinguir el manto compasivodela Virgen dealguna terracita refrescante, con baldosas azules y jarras decerveza, metiéndose en el mar . (“El náufrago bendito”). Por caminos inconscientes, estecrucerometrasladóhastauna isla que parece suspendida en el sueño; aquella imaginada por Shakespeare en La tempestad, donde el espíritu del aire, lleno de gracia y luz, enfrenta a untortuoso engendro de hombre y pez. En las islas cisnerianas asistimos a combates semejantes.
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Por el lado oscuro, los poemas traen la imagen terrible de un naufragio en el que las aguas se bambolean como un inmenso páncreas sobre el terror de los alucinados; asimismo, las carnes registradas por las tomografías, las agujas deacero, la neblina, las ratas, los murciélagos, el Monje Loco, los alacranes de los cristales de azúcar en la sangre, las odiosas palomas cuculíes... Una enumeración que aparece en “El reposo de un jesuita” bien podría sintetizar esas fuerzas malignas: revientan los aullidos y bramidos yberridos ymaullidos ygruñidos ybalidos y mugidos y ladridos y rugidos y chillidos y alaridos. Contra ese vocerío, los nítidos cantos marianos, esto es, las memorias de la niñez al día siguiente del Viernes Santo, chiquillo remando con los pelos al viento, Sandokán invencible en la laguna de Barranco; la juventud; los cuerpos del deseo; el amor; las cervezas frente al mar; la esposa y las hijas bajo el sol; los serafines con espadas; el bello rostro y los milagros de Nuestra Señora. Se da aquí, entonces, una lucha entre la forma sólida y tranquilizadora de lo conocido (la historia personal) y lo informe y angustioso de lo desconocido (la enfermedad y la muerte). El encuentro es feroz. Por eso cada uno de estos textos posee unacualidad de vibración, de animal embellecido en, y por, la lucha, en la que se dice con dolor, y se desdice con humor, y viceversa, en una marcha y contramarcha que sobrecoge por su hondura y por su brillantez. La emoción de la claridad es muy intensa en este libro. Claridad que viene del omnipresente sol y de su reverberación sobre las salinas, la nieve, la espuma. El color amarillo es rey, y está en el cielo, en los cerdos, en la camioneta Toyota, en el pelo de Alejandra. Y aquí también, la bicicleta verde, el malecón azul, el cerro naranja; como si nos moviésemos dentro de los óleos de Gauguin, con esa misma capacidad para proyectar limpia y nítidamente la densidad de los cuerpos, su enorme sensualidad y erotismo (erotismo, dicho sea de paso, más explícito que en obrasanteriores): Unos potros salvajes,detrásdelosportonesentreabiertos, sedeleitaban mirandocómoyote miraba ahí dondetu pubis seenredaba, carmín enloquecido, entre tus muslos lisos y empapados (“Madrigal 1”). Imágenes vitales y contundentes recorren estas páginas de lado a lado. Por ello, a pesar de que la voz que escuchamos diga: y condenadoa muertecomoestoy , y se obligue a callar por ser un diabéticotediosoo se repita más de una vez que esto y aquello ya
O notienen la menor importancia... A pesar de que se sientan los ecos de ese terrible “qué se fizo” , de Jorge Manrique: Y quéfuedela ciudaddescrita hacepoco con lujo de detalles(...) Igual sehan hecho polvo los altos ventanales (sorbetes deliciosos) delaantiguaboticafrancesa (“La ciudad”)... A pesar de que una nieblaperniciosaalcancelacasa,y quizá al grupo familiar, en el último poema, no es menos cierto que tanta vida (y ganade vida) que hay por aquí contamina espléndidamente la percepción de la enfermedad o del fin. Esta energía vital, de cuyo hechizo es imposiblesustraerse,severeforzadaporelhecho dequelasimágenes del “lado oscuro” poseen el mismo vigor expresivo o cualidadpictóricadeaquellasasociadas con la claridad. Imágenes de ese tipo, incluso, son las responsables de la naturaleza surrealista de muchos de estos poemas: los arcos degranitoperdiéndoseen el cielo igual queun remolino deabejas asesinas (“Abadía de Royamont”). Deslumbrantes imágenes de pesadilla, en tono de hipérbole y nunca inmóviles ni silenciosas: todo en ellas retumba, naufraga, aúlla, rebasa, gira, revienta... Hay una vivacidad que viene también dada por la sorpresa yel humorquebrotancomo consecuencia de que “lo serio” o “lo raro” revelen siempre sus muy domésticos puntos de partida, o de llegada: esehorizontesiniestro y repentinoqueaparecedebajodemi cama(“La ciudad” ); laronca carca jada, alaláu, más fiera quelas ropas delana remojadas, pegadas contra el cuerpo (“El monje loco”). El que las Galápagos se llamasenoriginalmente IslasEncantadas por lo difícil de su ubicación y acceso, y el hecho notable de que las habiten tortugas casi eternas, hacen que unas y otras encarnenalaperfecciónlaatmósfera a la vez libre y sólida de los textos de Cisneros. Unas y otras simbolizan, respectivamente, su capacidaddeobservarsiempreel haz y el envés de todo –esqui vando con ironía las simplificaciones confortables–, y su fer vientedeseo depermanecer todo el tiempo posible “sobre la cubierta” para experimentar o anotar.Estetramadoalavezrealista y desiderativo (que repite a su modo la dinámica Galápagos / María, o Calibán / Ariel) implica un movimiento vital incesante que atrapa al lector y le hace sentir que ha emprendido un viaje en dirección opuesta a la de la barca de Caronte (¡o que la ha hundido al fin!), y que ha escuchado con gratitud, y también con fervor, un canto nada ronco, antes bien, tan claro e incorruptible como el manto azul de la Virgeno deeseubicuo mar, mar-
S de-marymardelamemoria, que a todo aquí rodea y acoge y sostiene. SielmitodeDráculacerraba hace 13 años Lasinmensaspreguntas celestes –libro en el que Finisterreera más queel estribillo de un poema emblemático sobre la dolorosa historia peruana reciente, y en el que se hablaba tambiéndeunguardacaballo que sobrevuela oscuramente el mar, y de una isla, El Frontón, que se bambolea como una vaca muerta. Y nada resta– ahora es la hora de Un cruceroa las islas Galápagos, libro que avanza a contrapelo de la oscuridad y de ese Nada resta. *Antonio Cisneros. Un crucero a las islasGalápagos(nuevoscantos marianos). Lima,Peisa, 2005.
Mario Montalbetti
Elblancodelcírculo Peter Elmore El epígrafe de Cinco segundos dehorizonte, el cuarto poemario deMario Montalbetti, señalaque, para abarcar el área más amplia posible con una cuerda, es preciso que ésta forme un círculo. El libro del poeta no se propone verter laexperiencia–afectiva, estética, intelectual, física– de una maneradirectaylineal, comosi al lenguaje le correspondiera ser el vehículoeficiente de laexpresión y al discurso poético letocaratrazar la vía máscorta entre el poeta y su materia. La escritura demarca, más bien, una zona pródiga en riesgos y posibilidades, siempre y cuando se eviten en ella los tra yectos previsibles y consagrados por la costumbre: “Queaunenlas aguas dela ensenada/ el hábito abuseunamismaderrota/ yqueesta sea seguida, alba y ocaso,/ por navíos y derivasendelirioimitado,/ susquillas afeitando el rubor rosado/ deinvisiblescorales¿noesunalástima?”(11), dicen con barroca e irónica elegancia los versos iniciales de “Coma Berenices”, el admirable antisoneto que abre Cinco segundos dehorizonte. Alerta al juego de los significantes, el poemaacogeladobleacepción delapalabra ‘derrota’: fracaso y ruta. Los dos usos de esa voz coexisten, de manera inestable y tensa, tanto en el esfuerzo de remar como en el trabajo de los signos. En amLIBROS & ARTES Página 29
L bos casos, no basta con evitar el extravío; es necesario, sobre todo, encontrar el sentido: “Parirse restaconvelasblancasdeestecaldode pronombres importados, tomar la altura,/ plegarseal viento, crudocomo el algodón,/ burlar Camotal yAbato, y entonces fugir,/ como sedecía antes, fugir delas mechas/ si es preciso, con las intremidades intactas”(11). Hallar el rumbo, orientarse en una dirección no repetida: la ambición es vanguardista, pero el lenguaje no es iconoclasta y se reconoce su pertenencia a uno de los linajes principales del canonperuanomoderno.Ladicción del poema, su imaginería y su impulso se miden, sin complejos, con los del Adán de Travesía deextramares y los del Vallejo de Trilce. No es un exceso decir que dan la talla. Como en esos libros decisivos, el espíritu de la letra es marcadamente experimental: “Unave.Unmar.Unvideo al límite, cinco segundos dehorizonteya ver quéhaces”(11). En el poemario, el mar y sus lindes son el principal escenario de un drama autorreflexivo: el del yo y su decir poético. Hay variantes de eseespacio (la piscina, por ejemplo, en “Pequeño ciclo lírico sobre el amor filial”) y, ciertamente, también hallamos ambientes domésticos (la casa de “El peruano perfecto”, acaso el poema más intenso y ceñido del libro). Sin embargo, como en Trilce, el teatro del lenguaje es, sobre todo, el litoral peruano, que resulta al mismo tiempo reconocible y extraño: “Alrededores deSan Lorenzo. Como una malaria,/ / queluegodevagar perdida sobremares abiertos/encuentra por fin el inhóspito hogar dela otra orilla,/ / el ocasocubredeOolongyfiebrelas laderas dela isla”(15), dice la voz poética paraestablecer sus coordenadas en “Alrededores de San Lorenzo”. El paisaje marino es aquí el lugar donde se encuentranvariosórdenes:elecológico, el histórico, el biográfico y, por último, el textual, que es el que sostiene a los anteriores. En el ambiente enrarecido del poema, elyo–esebogasolitario– encuentra que todo remite a los útiles y los protocolos de la escritura: “Las olas rompen estilos deespuma como si fueran/ estilos reales, estigmas del gineceo. Nadie aguarda/ en los muelles, nadieen los muelles vigila. La sola amenaza es unpostesumergidoyun cartel en su cabo:/ ESCRIBE PARA OTROS. En letras negras yvulgares./ La ausencia declimaespalpableenla caligrafía./ Y enla ausencia deestiloes queindago”(15). La referencia al propio quehacer funda la reflexión sobre el límite incierto entre lo inefable –aquello que, por definición, no puede ser dicho– y las palabras de la tribu: “El cielogris deLima, heaquí el cromosoma exLIBROS & ARTES Página 30
I tra/ con el que venimos a la gran ciudady quenos hiere/ comoa hijos legítimos; heaquí el rugido interior/ dela hélicegenética, el rugido que llevamos prendido al ADN delas chompas delana y quenos hacehablar,/ conseguridad, delo quenose puedehablar (…)”(18). Está en juego la memoria colectiva, esa forma imaginaria de pertenecer a unageografíayunahistoriaespecíficas: “…Lo querealmenteimporta/ noes detectableconfacilidad. En el sonar hayecosfalsos, / enel radar fantasmas golpeados. Y entonces, el primer plano/ sedisuelvevelozmente enpaisajeyfecha, queesloúnico/ que retenemosen el discoduro: 1535 (un arenal conrayas),/ 1821 (unbalcón demadera sobreplaza deprovincia), 1880/ (unmar distanteyunbrandy en cubierta), 2000 (una procesión va por fuera), figuritas…”(19). Uno de los vectores de Cinco segundosdehorizontetiene que ver, en efecto, con lo que hasta los años 80 se discutía bajo la rúbricadel”problemadelaidentidad nacional”. Montalbetti no plantea esa cuestión como una idea –sujeta, por eso, a argumentos y refutaciones–, sino como una imagen –propicia, por ello, a lasidentificacionesfantasmáticas ylasproyeccionesalegóricas. Así, en “El inspector y laputa”, el yo poético examina un cuadro emblemático –“Los funerales de Atahualpa”, de Luis Montero— con una mirada inquisitiva y radical: “Y apesardetodo,nadiepuede quitarsela idea dequeel inca/ leestá hablandoa alguien con palabras rotas por la velocidad./ Comosi su voz setransmitiera por cables deteléfono/ queluego dekilómetros deprolongarseabiertos/ terminaran/ sumergidos bajo el espejo sin fondo de aguas servidas./ Tal vez el inca dice, ESCRIBE PARA OTROS. Fuera del bar, la brevefolía deun parque con cuatro árboles. Necesitamos un síntoma menos abstracto quecuatro árboles yel pesado/ sueñodeun inca para despertarnos. Algocomoun café con leche,/ una tostada con mantequilla y un taxi sin plumillas rompiendo/ la garúa deJavier Prado. El síntoma debellegar al mar destino” (36). El yo poético es articulado y perspicaz, pero de una manera peculiar: no persuade desde el lado de la razón, sino desde el sitio de la experiencia. “El ombligo del sueño” permite que se le lea como un apólogo que, enigmáticamente, ofrece su lección a partir de un motivo –el del movimiento circularycontinuo–comúnenciertos delirios, pero evocativo también de la figura tutelar del libro de Montalbetti: “Un pequeñoautomóvil ingresa al Ovalo Gutiérrez/ ynosalemás. Gira alrededor del óvalo, una vuelta/ tras otra prendido, como un amantetaciturno,/ del centro del mundo. El conductor lucha contra la centrífugadeSan Isidro que
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intenta despedirlo/ en todassus prolongaciones. El drama esdeuna belleza rarísima(…)”(27). A la larga, el auto se detiene por falta de gasolina, pero su insistente circuito sugiere “la persistencia de una fuerza superior a la centrífuga”; así, se celebra un dinamismo que recalca y recrea unaforma –la del círculo– capaz de resistir la presión de la entropía y el caos. La “belleza rarísima” es, entonces, la del orden, pero éste no es el de la Ley. Se trata de un orden excéntrico y, literalmente, poético, pues lo distingue su índolegeneradora,activaycreadora. “Mi nombrenotieneimportancia. Bebodemasiado y escribo/ más dela cuenta. Las palabras sefiltran entremis dientes/ como hilo dental. Mi refugioes escribir. Deella. Mientras/ ella entra ensu fasedeabandonocontrolado(…)” (31), confiesa en “El inspector y la puta” el alter ego del poeta, al que versos antes su ocasional compañeraha llamado, erróneamente, Mister Mundy. La persona dramática pone en escena un estado de crisis, que es la condición de la cual surge Cinco segundos dehorizonte. Esa crisis es la del sujeto y, también, la de los signos: “Yo/ solo quieroentender aquellas palabras que, emitidas al amanecer,/ duelen al oído”(33). Compleja y exigente, la poesía de Montalbetti no es, sin embargo, cerebral. Hay algo desquiciado, intensamente ner vioso, en sus búsquedas y sus revelaciones:“A todosnospasaalgo quetermina en un versooenun lien zo/ ¿Entonces? Alguien escribe algo, alguien mira dondeno debe./ Esperabas algo del lenguajey ahora esperas algo desu fin” (33). Esa declaración es, notoriamente, apocalípticaymelancólica.Elhablante –híbrido de personaje y yo poético– se desdoblay, al hacerlo, propone una cierta distancia; ésta no enfría el pathos, pero impidequeelpoemaseleacomo un desborde testimonial, como laconfesiónterapéuticadeunego sensible. Justamente, la confianza en la singularidad del yo es una ilusión perdida, aunque no por eso deja de ser seductora: “Porqueel problema siempreha sido llegar/ a uno. Y detenerseen uno. In-di-vi-si-ble-mente” (33). Otro de sí mismo, el poeta da cuenta en “El peruano perfecto” de la ausencia de quienes ama.Alhacerlo,sediceentercera persona (lo cual, anoto de paso, mehacerecordarlaausteraprosa autobiográfica de J. M. Coetzee). El poema se ofrece como un relato en verso, compuesto por un contrapunto de preguntas y respuestas: “¿A quién espera sentado bajo el cobertizo?/ Esta es su casa. Esta noes su casa./ El hombrenació en el Perú pero ahora vive en Arizona. El hombrevive/ exactamentea 6104 kilómetros desu espo-
O sa/ y desu hijo. Esta es la casa del hombre” (47). El poema expone, con un estilo de aspecto didáctico, una escena privada: el hombre en cuestión es un profesor de filología que prepara su clase y afila, ominosamente, sus cuchillos. La dicción reticente y el modo descriptivo sostienen el efecto intenso y perturbador del poema, que a mi parecer es de los mejores en la poesía peruana del cambio de siglo. “EL PROFETA ES EL LORO”, rezaba una sentencia sibilina en “El inspector y la puta”.Elversoreverberaen“Sobre la diferencia entre una foto borrosa y una movida”, el penúltimo poema del libro: “El papagayoimita/ el versoquelleva en el pecho: Vusco volver degolpe/ el golpe, alargandolas ‘v’s como homenaje al nombredel poeta”. La cita procede de Trilce IX , donde el juego anagramático inscribe el nombre de Vallejo en el texto de un poema marcadamente erótico. Como antes el inspector, aquí la persona poética serevela en crisis: “ Mepropuseleer dosotreslibros y ya los heleído./ Mepropuseescribir un manojo depoemas elegantes/ y ya los heescrito. Ahora temen por mí mis amigos”(63). A una llamada oscura y perentoria, la del sexo, acude el hablante: “…Con unavara deencinogolpeoel suelo/ de piedra y meconforta el saber queaún está ahí, un aliado; juntoal crepúsculo quesedeshilacha/ deapocos,yalladridoefímerodeunperroquese/ apaga comounsíntoma. Lasavesdibujancírculos/ cada vez másestrechos. Entonces, caela nochey/ bajosoloa losburdeles del puerto” (64). El descenso no es aquí una caída moral sino, másbien,uningresoalacarneyla letra:lacópulayelversodeVallejo están en (nunca más apropiado el nombre) la casa decitas. “Nada seducemásal hombreque un abismo”, se lee en “El fondo del poema”, el texto que cierra Cinco segundos dehorizonte y anuda sus claves. La página en blanco se ha transfigurado en unprecipicio porelcualcaelasalivadel poeta: “Y estoes lo más curioso: si no encuentra nada quearrojar, hace algo plenamente romántico: escupe. Y luegosigueconla mirada las evoluciones dela mancha blanca desaliva deformándoseen el aire durantesu caída. Digamosqueduracincosegundos”(71). La palabra es no solo una presencia enel espacio, sino una duración en el tiempo: “Hay también abismos poéticos, versos que caen debarrancosmarrones a playas dearena negra, acompañados dela mirada absorta del poeta quesedeleita con las contorsiones delas sílabas abismo abajo”(71).El texto es sobre todo un evento, una performance donde se conjugan el impulso lúdico, en apariencia irre verente y gratuito, con el gesto misteriosamenteritual. “La man-
S cha blanca llega al fondo. La mirada absorta nollega a él, solamentelo intuyey es siemprelo mismo: un esplendorblanco, algoquesobrevive,una tercera cosa, y una inconsolable felicidad”(71). Luz no visible, profundidad inalcanzable: ¿no son esas las manifestaciones de lo sagrado? Así, quien no “abusa la misma derrota” resulta ser no solo un navegante, sino un peregrino. Su destino es el sentido. Las varias dicciones que en Cinco segundosdehorizontese encuentran tienencomoejemagnético,precisamente, ese lugar: de ahí, la admirablecoherenciayelcreativo rigor de un libro tan brillante como imprescindible. Mario Montalbetti: Cincosegundos de horizonte. Lima, Álbum del Universo Bakterial, 2005.
José Watanabe
Obraenmarcha Alonso Rabí Do Carmo A contracorriente de muchos miembros de su generación –especialmente de aquellos que formaron parte de distintos grupos–, José Watanabe se refugió en una poesía que, lejos de plegarse a la necesidad del cambio social o de adherirse tanto a un optimismo histórico como a una idearadicaldeloconversacional, prefirió practicar unalímpida intimidad paradesde allí observar, conoceryreflexionarelmundoy la condición humana a partir de su propio entorno personal. A eso debemos, quizá, los principales ejes temáticos de su poesía, que asumen el carácter de constantes:laexperienciafamiliar, la evocación de su infancia en la pródiga calma rural de Laredo, el cuerpo y los actos fisiológicos comoexperienciavívidaydehonda significación y, por cierto, una permanente y vigilante actitud meditativa en torno a su quehacerconlaspalabras. En términos personales, Watanabe queda unido a su generación principalmente por razones de orden ideológico y amical. En términos formales, comparte con sus coetáneos rasgos como la narratividad, la ironía y eventualmente el empleo de elementos conversacionales y coloquiales en el poema. Las diferencias, en cambio, pueden resultar más notorias: la de
L Watanabe, antes que una poesía que pretende erigirse en discurso social, es una poesía que se sitúa en la orilla opuesta, privilegiando la reflexión y un retrato íntimo del mundo. Precisamente Watanabepertenece a la Generación del 70, la mayoría de cuyos miembros practicó, con más o menos fortuna y algunas excepciones, una poesía de indudable aliento cívico y político, de ánimo fundamentalmente expansivo que alimentó, por ejemplo, un empleo radical del lenguaje coloquial como ingrediente del poema. Watanabe, en cambio, hurgó en la meditación íntima de la realidad y se preocupó por hacer de Laredo –pueblo de Trujillo donde nació y pasó toda su infancia– el escenario de la mayoría de sus poemas (una suerte de Comala personal, según él mismo) y contemplar la naturaleza, desdeñando las metáforas urbanas. La experiencia familiar y el recuerdo de la vida rural de Laredo, hemos dicho, son dos de las constantes de la poesía de Watanabe. Desde su primer libro, Álbumdefamilia, la relación con el tópico familiar es más que evidente. Ciertamente, setrata de un tema que goza de larga data en la tradición poética peruana, desde Valdelomar y Vallejo hasta Cisneros y Martos, por citar cuatro ejemplos. Watanabe ve en la familia y Laredo no sólo un fino tramado de relaciones signadas por la evocación o la nostalgia de lo pasado, es también el punto de partida de un discurso de indesmayable ánimo reflexivo sobre el mundo. Sirvan de ejemplo estos versos del poema “Los iguana” de su segundo libro, El husodela palabra: “ Mi pueblodebe muchísimos años./ Todos heredamos esa deuda detiempo.” Versos que sintetizan y resumen ese sentido de pertenencia a un tiempo y un espacio que, si bien anclados en el pasado, son materiaprimaparaconocerelpresente y meditar sobre la vida y la finitud de las cosas. La mirada del poeta, por momentos pesimista, podría permitirnos vincularlo a Quevedo en lo que a Occidente se refiere, pero en su afán sentencioso, de búsqueda de lo esencial, debemos remitirnos necesariamentealatradiciónjaponesaque, según me confesó él mismo en una entrevista, fue determinante en su formación como poeta. La tradición poética japonesa, en especial la del haiku, como podemos apreciar, ha sido una influencia decisiva; sin embargo, ello no le impide compartir un rasgo común con sus compañeros de generación: la narratividad en el poema, un elemento fundamental en la poética de
I Watanabe. “Yo intento caminar y ver. A veces me tomo algunas licencias, como montar una escenografía, pero en esencia cuento lo que veo. Por eso, la cierta sabiduría que encuentran en mis poemas los críticos, mis amigos y los lectores, no me pertenece realmente. Yo sólo reclamo haberla encontrado”, fue lo que me refirió una vez en una con versación el mismo poeta. Perohayqueañadiraquíque la narratividad, en muchos poetas del setenta, es un recurso ligado íntimamente no sólo a la expresión oral o al artificio verbal, sino además a un propósito, en muchos casos, ideológico. Watanabe parece comprender de otro modo la poesía: “gran parte delapoesíacontemporáneasedesarrolla en base al despliegue de una gran imaginería verbal. Los versos vuelven al creacionismo y a los caminos sorpresivos, pero muchas veces esconden la clave para comprender sus sentidos. Tal vez mi modesta inventiva verbal me llevó a un ideal que mantengo: quisiera que mis poemas tengan claridad, que ningún recurso formal los torne oscuros, por más inteligente que a veces sealaoscuridad.Y paramayorclaridad me apoyo en una línea narrativaqueseorientahacialaparábola,queeslaelevacióndelaanécdota a conocimiento”. Lainfanciatranscurridaenel arenal de Laredo es también una presencia recurrente, ligada alas relaciones entre los padres y el hijo, comoenestefragmentodel poema “La cura”, del libro Historia natural: “ La vida pasaba sin aspavientos / Entregenteparca, padrey madre/ Quemepreguntaban por mi alivio. El únicovalor / Era vivir. / Lasnubespasabanporla claraboya / Y las gallinas alineaban en su vientre sus santas ovas / Y mi madreesperaba nuevamente el más fresco huevo/ Con un convencimiento: / La vida es física. / Y con ese convencimiento frotaba el huevo contra mi cuerpo/ Y así podía vencer. / En ese mundo quieto y seguro fui curadoparasiempre.” La visión del mundo y el orden de las cosas a partir del universo familiar no aparecen asociadasenWatanabeacircunstancias de corte trágico o elegíaco, al menos esa no parece ser su intención. Incluso en un poema del mismo libro, dedicado a un hermano fallecido, el poeta se permite una exquisita ironía que no impide notar la intensidad de su dolor. Cito: “ Nunca hemos estadotan callados, nunca conlas manos así, / Quietas ytontas sobrelas faldas. Sin embargo, mira: / Otras manos nacen denuestros hombros y setoman, hacen / Ruedo / Y tú quedas en el centro, perotendido, desganado, sin jugar.” El humor es otro elemento
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presente en las evocaciones del mundo familiar y de la infancia que practica Watanabe. En Cosas del cuerpo, por ejemplo, el poema “La vuelta” se convierte en un espacio discursivo en el que campea laautorreferencia irónica: “ El muchacho dela escuela veinticuatro / Cero/ Cuatro/ Escribepoemas. Vengan acelebrarlo / Bajo la ramada dela pasionaria cuyos frutos cuelgan / Como plenitudes deesteverano. / / La silla dejuncopara el poeta. / Siéntatesin perturbar al perro / Quehaceveinteañosduerme/ Bajo el sol queotra vez es un regocijo. / / El corazón, en la vuelta, es un péndulo azorado/ Queva deestepatio ásperoal suavepueblodetu memoria. / / Bebes y escuchas: / / Ojalá te den el premio Nobel, hermanito, / / Cuandotodavíapuedashacerelamor.” El cuerpo y todas sus implicancias físicas es también otro motivo presente en la obra de Watanabe. Expresamente su libro Cosas del cuerpo aborda el tema de forma casi exclusiva y aunque aparece también en su obra anterior, es aquí donde cobra mayor intensidad y contundencia. El cuerpo es una certidumbre rotunda y que no admite dudas, una suerte de microcosmos, de mapa a escala del universo, donde el poeta disfraza con sabia elegancia el pavor y la perplejidad ante la finitud corporal. Al mismo tiempo, Watanabe otorga al cuerpo infinitud y límite, trascendencia e insignificancia.Elcuerpo,deesta manera,eselejedetodareflexión: “ Mi casa es membranosa yviva, pero noes asunto / Uterino. Estoy hablandodel lugar demi cuerpo/ Que heconstruido, comoel pájaroaquel / Con baba / Y dondeespacio y función intercambian / Carne.” El cuerpo es, entonces, comienzo y fin. Watanabe, buen conocedor del lenguaje cinematográfico y la estructura dramática,apelaaestosrecursosparapresentarnos poemas de carácter eminentemente visual, a maneradedescripcionesescénicasque aprovechan también los mecanismos de la fábula clásica para lograr un efecto sentencioso en el remate del poema, tal como sucede, por ejemplo, en “Animal de invierno”: “ He venido por enésima vez a fingir mi resurrección. / En estemundo pétreo / Nadiese alegrará con mi despertar. Estaréyo solo/ Y metocaré/ Y si mi cuerpo siguesiendo la parteblanda dela montaña/ Sabré/ Queaúnnosoy partedela montaña.” La más reciente entrega de Watanabe, Lapiedraalada, parece confirmar lo dicho hasta aquí. Y aunqueellectorpuedasentircierta familiaridad con los asuntos tratados en los poemasque conforman este libro, algo ha cambiado en la manera de abordarlos, pues a diferencia de sus li-
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bros anteriores, esta vez consiste esaansiedadnerviosaquese Watanabe apela a un símbolo, la desata negra como la muerte misma? piedra, para articular el mundo ¿Por qué aquella dimensión, trárepresentado en buena parte de gica sin duda, se repite una y otra este poemario. vez en la vida? Tu quebranto es La piedra nos tiende enton- inmensocomoel mar, ¿quién tesanaces un camino de orden especu- rá? dice un hermoso texto bíblilar, porque en ella serefleja el diá- co que este poemario recoge enlogo continuo de Watanabe con tre sus versos (Lamentaciones las dicotomías que parecen 2,13). En realidad, toda obra de haberlo preocupado siempre: RocíoSilvaSantistevanhainten vida/ muerte, finitud/ infinitud, tado responder a las preguntas salud/enfermedad, entre ellas. anterioresapartirdeunejercicio Por eso nos encontramos, otra poético cuyaestéticahasidosiem vez, con retratosde lavidafami- pre muy heterodoxa y cuyas filiar y esa melancolía frente a un guraciones, por lo general, han mundo bucólico extinto que estado estructuradas a partir del vuelve a la vida solo mediante absurdo, el rencor y la violencia las palabras. contra uno mismo. Este nuevo Pero el lenguaje, que tam- libro no es la excepción, y no lo bién es materia tratada en estos es porque en él también aparepoemas, tiene también unos lí- cen otros elementos que tammites. En el poema que da títu- bién han marcado, desde siemlo al libro, en sus versos finales, pre, su propio ejercicio poético: hay una clave: “Durante varios el del cuerpo gozoso, la liberadías / el viento marino / batió ción de los mandatos impuesinútilmente el ala, batió sin en- tos y los escondidos resquicios tender / que podemos imaginar del placer. un ave, la más bella, / pero no haTurbulenciaes la narración de cerlavolar.” una fugaz historia de amor. Casi La expresión de esta certi- podría decirse que este poemario dumbre es ciertamente dramáti- ha sido escrito para deconstruir ca, es casi una serena confesión dicho sentimiento, vale decir, de impotencia frente a los lími- pararepresentaryproblematizar, tes de la representación, porque uno por uno, los elementos que el lenguaje sirve para aprehender lo constituyen. ¿Cuáles son esel mundo, pero esa tarea no se tos? Podemos enumerar algucumple a plenitud y ese senti- nos: el papel de la fantasía y del miento de incompletitud es lo deseo, la asimetría constitutiva queempujaalpoetaalareflexión. de los amantes, las relaciones de A guisa de final de esteapurado poder entre ellos y el inevitable viaje por la obra de Watanabe, sentimiento de pérdida. Todos quiero señalar que nos hallamos ellos son aquí figurados dentro frente a una poesía que no se de una opción estética que nunexalta ni se regodea en el melo- ca le rehuye al discurso popular drama, una poesía que prefiere (la frase cursi, el melodrama, las la contención y la sobriedad, que canciones de moda) pero que a se traduce siempre en la búsque- la vez no deja de dialogar con la da de un equilibrio primigéneo, tradición letrada de buena parte en el deseo de recuperar el orden del siglo XX. delorigen.NoenvanoWatanabe Comencemos con la fantanos obliga, en cadapoema, a en- sía: mal haría el lector si conclufrentar esa dicotomía entre la vida yera queeste libro estádirigido a citadina y la contemplación de la una persona específica. Pienso naturaleza y nos invita, en cada más bien que debemos leerlo verso, a meditar en nuestra con- como una increpancia contra la dición mortal. fantasía misma, ese cruel agente que termina por calcinar a los José Watanabe. La piedra alada, Lima, cuerpos comprometidos. Desde Peisa, 2006. 59 pp. el psicoanálisis, sabemos que la fantasía es un espacio destinado a borrar los antagonismos, un lugar mediante el cual el síntoma se sublima –aunque ahí también se construye y se hace presente– con la ilusión de poder controlarlo. En el amor, por ejemplo, la fantasía no es otra cosa que el deseo de complementariedad absoluta y la utopía de una unión desproblematizada. El poema “Amor en Rocío Silva Santistevan pretérito imperfecto” es un valioso ejemplo de aquello: Fugazhistoriadeamor “Ibamos a vivir toda la vida Víctor Vich juntos/ Ibamos a reírnos de nosotros mismos durante el resto ¿Qué es lo que perturba y de nuestras vidas/Ibamos a hapromueve turbulencia?¿En qué cerelamorquincemilveces/ IbaLIBROS & ARTES Página 31