/lo dicho, lo escrito, lo ignorado/ (ensayos mínimos entre la educación, la filosofía y la literatura)
Carlos Skliar
/índice/
/presentación/ /amistad/ /amorosidad/ /anónimo/ /año/ /argumentar/ /cansancio/ /cine/ /ciudad/ /común/ /conmover/ /contradicción/ /conversar/ /convivir/ /coyuntura/ /cuerpo/ /cuestionario/ /decidir/ /desconocido/ /diccionario/ /diferencia/ /discapacidad/ /diverso/ /dolor/ /efímero/ /ensayar/ /enseñar/ /equivocar/ /especialista/ /estadística/ /evaluar/ /experiencia/ /explicar/ /fracasar/ /generación/ /herencia/ /hospitalidad/ /humillar/ /identidad/ /imagen/ /incompleto/ /infancia/ /joven/ /jugar/ /lección/ /lector/ /leer/ /lenguaje/ /ley/ /literatura/ /locura/ /mentir/ /miedo/ /mínimo/ /mirar/ /monolinge/ /morir/ /normalidad/ /nostalgia/ /noticia/ /pensar/ /poema/ /política/ /preguntar/ /presencia/ /presente/ /re!elión/ /reír/ /ro!ar/ /sa!er/ /silencio/ /tem!lar/ /tiempo/ /tolerar/ /traducir/ /travesía/ /violencia/
/presentación/ La palabra ‘presentación’ parece inicialmente estruendosa, pero peca enseguida de exceso de timidez. Vuelve algo, alguien presente, en el presente. Casi siempre se pronuncia con un ademán que indica otra presencia que no la de uno. Puede estar rodeada de usti!icaciones o de advertencias o, sencillamente, darse a ver sin más como es o cree ser. Con ella, el lenguae se desplaza "acia !uera. Cuando lo "ace "acia dentro #$me presento%& exige algo de valor, un poco de "onestidad ' muc"(simo de !icción. ) viceversa. Por lo general éste es un lugar reservado al prologuista, esa figura emblemática del mundo de los libros que comenta desde cierta exterioridad la interioridad del contenido a seguir. Quise reservar para mí, esta vez, ese raro privilegio. Presentar un libro propio crea una cierta sensación de extrañeza pareciera que el autor deberá expresar todo aquello que este texto no pudo contener ! que a"n desborda, a"n rebalsa. Pareciera que se escribirá aquí lo que no se pudo escribir más allá. Que se explicará lo inexplicable para que el lector pueda comprender lo incomprensible. Que le ofrecerá alg"n ata#o o trampa o un guiño, aunque “Lo que el lector también puede, déjaselo a él” , escribió $ittgenstein%. &oda presentación que se expone como prólogo suele parecerse a aquello que 'eorg (ic)tenberg escribió en un aforismo !a bien conocido una suerte de pararra!os, es decir un con#unto de advertencias, excepciones, salvedades, #ustificaciones, explicaciones que en algunas oportunidades, inclusive, parecen ir en la dirección opuesta al texto que se invita a leer. *n verdad, este texto de presentación del libro !a es el libro mismo ! no su introducción. *n vez de apostar al prólogo como prolegómeno, como una suerte de +defensa de lo !a escrito, comienzo este libro por el más concreto de los principios que lo guiaron el propio ensa!o de la palabra +presentación en el "nico lugar que le cabe al inicio de esta serie de escritos sobre aquello que )a! en las palabrasel desafío de sentir ! pensar lo que nos pasa cuando ciertas palabras son pronunciadas, cuando somos nosotros quienes pronunciamos esas palabras, cuando intentamos asumir los sonidos de nuestra existencia. sí lo escribe *dmond /abés “por mi parte, he intentado, al margen de la tradición y a través de los vocablos, recobrar los caminos de mis uentes! "ara e#istir se 1
Ludwig Wittgenstein. Aforismos. Cultura y Valor. Madrid: Colección Austral, 1995, pág. 142.
necesita primero ser nombrado$ pero para entrar en el universo de la escritura, es necesario asumir, con el propio nombre, la suerte de cada sonido, de cada signo que lo perpet%an”!& 0uena parte de los textos aquí reunidos fueron reescritos intensamente para este libro. 1on retazos, fragmentos, notas, párrafos, páginas ! artículos des)ilac)ados que, ba#o la forma de apuntes de clases, comentarios a algunas citas de autores, textos para presentación de otros libros, guiones de programas de radio ! escrituras sin destino aparente 2publicados o no2 se reencuentran a)ora ba#o otra intención )acer resurgir la forma en que la voz dice ciertas palabras en medio de la difícil o casi imposible pronunciación de ese lengua#e a veces educativo, a veces filosófico, a veces literario. (os textos que siguen estaban en alguna parte, pero fueron ensa!ados de nuevo, una ! otra vez. 3o en el nombre de la 4dea o de la 5erdad o de la (uminosidad. (os textos originales siguieron esa misma estela. &odo fue )ec)o en nombre de una cierta pronunciación, de la voz en la escritura. 6ecir una palabra es ponerle voz, darle voz. 7acerla escuc)ar. 8 la voz está en el cuerpo, está encarnada. 6ecir una palabra ! )urgar por dentro de lo dic)o es el "nico modo que disponemos para impedir que una palabra se nos imponga como lo que +debería ser, se volatilice en el frenesí voraz de estos tiempos ! se pierda, irremediablemente, pues !a nadie puede o desea pronunciarlas. 7a! muc)as palabras que se )an caído al suelo. 8 las pisoteamos o disimulamos que no están allí o las escondemos impunemente deba#o de la alfombra de la voracidad del +progreso )asta abandonarlas, polvorientas, en nombre de la +razón creciente ! progresiva. &al vez no )emos advertido que somos nosotros mismos quienes estamos caídos, quienes nos escondemos detrás de las palabras caídas, quienes nos abandonamos en la pronunciación demasiado fugaz o quienes formamos parte de ese lengua#e que no conversa, un lengua#e des)abitado, despoblado como dice /osé (uis Pardo un lengua#e sin voz. &iene razón el poeta 9oberto /uarroz las palabras están por el suelo ! )abría que )acer un lengua#e con las palabras caídas “'ambién las palabras caen al suelo ( Como p)jaros repentinamente enloquecidos ( "or sus propios movimientos *+ -ntonces desde el suelo ( Las propias palabras construyen 2
d!ond "a#$s. El libro de las preguntas. Madrid: diciones %iruela, 2&&', pág. 2(.
una escala ( "ara ascender de nuevo al discurso del hombro ( . su balbuceo ( / a su rase inal! ( "ero hay algunas que permanecen ca0das ( 1 a veces uno las encuentra ( -n un casi larvado mimetismo! ( Como si supieran que alguien va a ir a recogerlas ( "ara construir con ellas un nuevo lenguaje ( 2n lenguaje hecho solamente con palabras ca0das”!
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Pese a las apariencias éste es ! no es un libro de definiciones. *s ! no es un diccionario. *s ! no es un libro que intenta decidir, establecer ! fi#ar un léxico, un vocabulario que pretenda enseñar algo. &oco es cierto que sea un libro que sólo tiene que ver con el e#ercicio de la escritura, muc)o menos con esa práctica autómata ! cerrada sobre sí mismo con la que muc)as veces pronunciamos el código estrec)o de +lo académico. (a escritura que se )a puesto en #uego es una escritura de frontera. veces inclasificable. (o que no la )ace ni me#or ni peor que otras escrituras. 7a!, por cierto, una presencia respirable de la lectura, de los efectos de la lectura, de la compañía de la lectura, de esa lectura peculiar que se )ace presente cuando es convocada por la escritura. 8 )a! ensa!os sobre ciertas palabras, en el sentido más filosófico ! más literario la idea de experiencia ! no la noción de categoría- la asunción de una determinada posición antisistemática ! anti2ceremonial, en los términos utilizados )ace alg"n tiempo por $alter 0en#amin. 3o )a! definiciones pero sí )a! definiciones a cada palabra ensa!ada le precede, en primer lugar, un breve intento por pensar su sonoridad ! su resonancia- ! le sigue, )acia el final, una tríada de definiciones cada vez más alargadas ! menos precisas comienza con una definición austera tomada del diccionario, una definición quizá más expresiva de autores ! autoras de la filosofía ! la educación, ! una "ltima definición más literaria o, quizá, más poética. (o que se intenta es el progresivo desvanecimiento de un posible sentido "nico de una u otra palabra. Pronunciar la palabra ba#o la m"ltiple posibilidad de su punto de partida, sin ning"n ancla#e de llegada, en una encruci#ada trazada por el encuentro ! el desencuentro entre la pedagogía, la filosofía ! la literatura. &engo, como otras personas, algunas palabras preferidas- palabras a las cuales quiero particularmente ! por eso tiendo a soltarlas a su libre albedrío para no )
apresarlas o amarrarlas en definiciones toscas o torpes, para no
*o#erto "uarro+. Octava Poesía Vertical . uenos Aires: !ec$, 2&&5, pág. 4&1 -rag!ento/.
limitarlas a la soberbia ! la altura del saber, para no someterlas a la )ostilidad moralizante del saber. Pero también )a! palabras que no me gustan tanto, palabras que por lo general se presentan como máscaras de la retórica, que confunden su semblante con el rostro limpio que pretenden para sí. 1é, como dice 3ietzsc)e, que las palabras dependen de las bocas que las pronuncian, pero )a! algunas palabras recubiertas de una suerte de pronunciación unánime algo sospec)osa, voces impostadas ! demasiado enfáticas, altisonantes- palabras que se dicen sin un cuerpo que las enuncie ! sin que se )agan presentes a la )ora de su anunciación, en fin, una anegación de las palabras “3oy estamos anegados en palabras in%tiles, en cantidades ingentes de palabras y de im)genes!*+ -l problema no consiste en conseguir que la gente se e#prese, sino en poner a su disposición vacuolas de soledad y de silencio a partir de las cuales podr0an llegar a tener algo que decir! Las uer4as represivas no impiden e#presarse a nadie, al contrario, nos uer4an a e#presarnos *+ Lo desolador de nuestro tiempo no son las intererencias, sino la inlación de preposiciones sin interés alguno”!
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;e gustaría que estas palabras que ensa!o pudieran ser rumiadas lentamente ! no digeridas de una vez
! !a dadas como emblemas ineludibles de la
verdad- me gustaría que esas palabras dancen en la b"squeda provisoria de sus sentidos, que no se queden inmóviles a la espera de los cazadores de definiciones "nicas ! "ltimas. 3o quisiera ser partícipe de la extremaunción de las palabras. ;e gustaría que en ellas se pudiese entrever los gestos que las sostienen ! acompañan, los tonos con que se pronuncian, el ardor o las cenizas que originan, la vida que las acoge ! les da lugar. 8 a"n más me gustaría que esas palabras eviten la gravedad solemne, la errática ve)emencia del orador, la perfección extrema del gramático apenas preocupado por la corrección de las formas, la de una verdad ma!"scula allí puesta como si se tratase de un arma de guerra. +'ustar, por cierto, significa muc)as cosas. 3o supone apenas una relación estricta de mero afecto o musicalidad con las palabras- tiene muc)o más ver con la afección, la conmoción, la perple#idad, el asombro. ;ás que +gustar diría que tiene que ver con una sensación de +tocar la forma con que tocamos las palabras ! el modo en que somos tocados por ellas. 1obre ello escribe el poeta 4
0illes eleu+e. Conversaciones. alencia: 3retetos, 199', pág. 2&'.
/osé *milio Pac)eco6 “La palabra codicia tiene garras, tent)culos ( La palabra ambición va
suelta por el mundo con las auces abiertas ( La palabra
est) desnuda”!
deseo
<
*stá claro que aquí no están todas las palabras que me gustan o me disgustan, que toco o que me tocan, pero sí están aquellas palabras cu!a percepción posterga, retrasa, detiene aunque sea por un instante, el )oradar del concepto vacío, esa espada envenenada que tritura la vitalidad de las palabras. 1obre la diferencia entre percepción ! concepción, la poetisa rusa ;arina &svietáieva escribe “1o no tengo una concepción del mundo! 1o tengo una sensación del mundo” =. 3o está mal plantear esa negación inicial, no está mal afirmar que lo )umano tiene que ver con una sensación del mundo ! que bien podría prescindir, al menos provisoriamente, de conceptualizarlo. 8 no está mal, en otro sentido, decir que primero se siente 2! sentir, también, quiere decir tantas cosas desde las más banales )asta las más misteriosas, desde el padecimiento al estremecimiento2 ! que luego, si fuera necesario, sería posible aquietar las aguas de las sensaciones ba#o el estanque de un concepto. 8 quizá lo que más se #uegue en este libro es la aplicación a una distinción voluntaria ! deseada entre el +)a! ! el +es de las palabras- entre +aquello que )a! en algo, ! +aquello que es algo. 1e sabe que en ciertos medios académicos el +)a! tiene mala prensa ! el +es siempre su buena reputación. l filósofo $ittgenstein le ocurrió que luego de preguntarse durante demasiados años +>qué es el lengua#e?, la cuestión terminó por parecerle la más ineficaz e innecesaria de todas las que )ubiera podido )acerse. 8 la transformó, desencantado por la b"squeda estéril de las esencias metafísicas, en una pregunta muc)o más interesante, más vital, aunque más pantanosa >qué )a! en el lengua#e? “7o nos damos cuenta de la prodigiosa diversidad de juegos de lenguaje cotidianos porque el revestimiento e#terior de nuestro lenguaje hace que pare4ca todo igual”!8 Por ello, este libro es un profundo e incierto intento de enunciación de lo que +)a! en las palabras, en algunas palabras. 3o de aquello que las palabras +son. 8 ese +)a! no debe pronunciarse como el +es lo que )a!, como si no 5
"os$ !ilio 3ac6eco. El silencio de la luna . M$ico: diciones ra 7 Casa de 3oes8a %ila, 199', pág. 22. ' Marina sietáiea. Confesiones. Vivir en el fuego . arcelona: 0alaia 0uten#erg, 2&&;, pág. 4)(. ( Ludwig Wittgenstein. Investigaciones filosóficas. Madrid: ditorial Cr8tica, 2&&; -<<, 224/.
)ubiera otra cosa, con los )ombros encogidos en señal de lo que parece ser irremediable, infértil, de pérdida del deseo ! de insatisfacción. *so que +)a! en las palabras, lo que allí existe, no es otra cosa que el tiempo ! el ritmo de la vida. (a vida que está entre el deseo ! la perple#idad. *ntre el pronunciamiento ! la renuncia. *ntre la renuncia ! el silencio. *ntre la experiencia ! el silencio. *ntre el deseo ! la memoria. (a vida, en fin, que está entre el recuerdo, el olvido ! un )ilo min"sculo de voz que quizá, todavía, sea capaz de pronunciar lo que a"n nos es imprescindible decir, sabiéndolo casi indecible el infinito ! ambiguo fuego de lo que sentimos cuando decimos, escribimos, leemos “.migo m0o, a propósito de las palabras! 7o sé de palabras que puedan perdernos6 9:ué es una palabra para poder destruir un sentimiento; 7o le adjudico una uer4a as0! "ara m0 todas las palabras son min%sculas! 1 la inmensidad de mis palabra no es sino una tenue sombra de la inmensidad de mis sentimientos” < ! *scritura, entonces, lectura también- la existencia, la conmoción ! el temblor de las palabras en su m"ltiple pronunciación, en sus diferentes entonaciones, en sus imprecisas tonalidades. 8 de#o )acia el final de esta presentación quizá lo más relevante ! lo menos visible del libro que aquí comienza los inn"meros actos de amistad que posibilitan que una palabra se sostenga en pie, perviva, no sea secuestrada, se levante del suelo, provoque una sensación del mundo. *s que las palabras no pueden ser sólo pronunciadas en soledad, eso lo sabe cualquiera se olvidan o se muerden )asta la erosión- la cuestión es que tampoco pueden ser pronunciadas en multitud se evaporan )asta )acerse sonidos inanimados sin cuerpo. 9equieren siempre de un ánimo de amistad que discurre entre conversaciones ! es allí donde se reparan para darse respiro. @ para salir a flote “=olver a las palabras ( Creer en ellas! "oco! Sólo un poco ( Lo bastante como para salir a lote y coger aire ( y as0 poder aguantar, luego, en el ondo”! A 0uena parte de las palabras que configuran estos ensa!os mínimos provienen de ese gesto nada pretencioso que nos llega de la amistad ! de la conversación. 6e allí )an nacido o renacido estas palabras. llí todavía están. 6e allí se irán alg"n día. ;
Marina sietáeia. =#. Cit., pág. 219. C6antal Maillard. l pe+ -rag!ento/. n Hilos. arcelona: us>uets, 2&&(, pág. 55.
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(a gratitud es ! será, entonces, infinita, inagotable.
PRESENTACIÓN (1): 10 (Del lat. praesentat*o, +nis). Acción y efecto de presentar o presentarse. Aspecto exterior de algo. En las representaciones teatrales, arte de hacerlas con propiedad y con la mayor perfección. Fiesta que celebra la glesia católica el d!a " de febrero, en la que se conmemora la presentación de #es$s por sus padres en el templo de #erusal%n. Forma farmac%utica de los medicamentos, como las c&psulas, los 'arabes, los inyectables, etc. arte del feto que se enca'a en la pelis y aparece al exterior en el parto.
PRESENTACIÓN (2): $-o "a' de!iniciones. oda de!inición es una abstracción, un conato de soberbia, un atentado contra la realidad. oda de!inición es un agrupamiento parcial de atributos, ni siquiera una selección rigurosa, porque para que !uera esa selección ser(a preciso "aber conocido antes todo los aspectos de lo de!inido, lo cual es imposible. /lgo análogo ocurre con todo conocimiento. 0ólo van más leos la meditación, la contemplación ' la creación. /nte ellas, todo análisis es miope% (*oberto #uarro+, oes!a y creación-).
PRESENTACIÓN (3): $oda !lor no es sino noc"e que !inge "aberse acercado Pero no puedo esperar entrar en el lugar de donde surge su per!ume por eso me perturba tanto ' me mantiene tanto tiempo despierto ante esa puerta cerrada odo color, toda vida nace donde se detiene la mirada 1ste mundo no es sino la cresta de un incendio invisible%. (hilippe #accottet, Aires-).
/amorosidad/ La palabra ‘amorosidad’ pretende un lugar en los diccionarios. -o es ‘amor’, ni ‘amoroso’, ni ‘amor(o’. 0ugiere una vasta ' minuciosa extensión en el paisae de los a!ectos. -o "a' apenas ternura, sino concernimiento, implicación, disponibilidad. 0u pro!undidad es ma'or que la sensación que la determina. / 10
odas las pri!eras deiniciones de las pala#ras pertenecen al iccionario de la !engua Espa"ola de la #eal Academia Espa"ola , ig$si!a segunda ersión ?7o a la página we#: $ordreference.com -=nline Language ictionaries/.
veces abusa de la docilidad. )tras veces su ausencia nos arroa al agotamiento de la propia soledad. oma la !orma de una palmada en el "ombro, de un gesto imperceptible pero duradero, de una palabra dic"a en el momento usto, de un silencio que suele recordarse durante toda la vida. 6el amor )acia los niños, del amor )acia la enseñanza, del amor )acia los ideales educativos, del amor )acia la primera maestra ! a la segunda madre, del amor )acia la lectura, del amor al arte ! a la vocación, está repleta ! quizá satisfec)a la educación. 1in embargo, algo queda en tinieblas, en suspenso, inclusive un silencio molesto, incómodo, cuando a toda pregunta sobre lo educativo sobreviene, como primera o "ltima respuesta, como primer o "ltimo aliento, quizá como "nica posibilidad de pensamiento, el +por amor educativo. Que el amor es fuente de verdad, bien lo saben los enamorados, los desenamorados, los poetas, los exiliados ! los noblemente arrepentidos. Pero >es fuente de verdad el +por amor educativo? Permítaseme extender, alargar, )acer durar un poco más, )acer resonar más extensamente la palabra +amor )asta convertirla en +amorosidad ! ver cómo resuenan sus sentidos. Bna película +>e nens? *@>e niAos? del cineasta catalán /oaquín /ordá. Bn rumor de vecindad%%. Bn #uicio contra un maestro acusado de pedofilia. &odo el poder
#urídico, el poder mediático ! el poder político contra la !a decidida
monstruosidad de un )ombre que )a cometido el peor de los pecados sentir amor por los niños, quererlos )asta límites difusos, imprecisos. 1u testimonio ante el #uez “jam)s les har0a daAo, porque les quiero”! Bn periodista que publica un libro @>el amor a los niAos? ! que revela otra monstruosidad- !a no del supuesto pedófilo acusado, sino el del aparato que lo #uzga. Condena a cadena perpetua. l maestro. >Cómo pensar la amorosidad si a la vez los preceptos moralizantes sugieren acortar, estrec)ar, reducir las sensaciones? >*s posible una idea de amorosidad que no se repliegue )acia el +por amor?
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Cuenta "oa>u8n "ordá acerca del inicio de la 6istoria del pederasta de l *aal de arcelona, el acusado ? protagonista de la pel8cula: %&í' el clic (ue puso esa maestra del barrio' borrac)a' aburrida' solitaria' triste' (ue no sabía nada de nada. Es su mu*er de limpie+a (ue le dice en ,abia- /0o sabe usted lo (ue est1 pasando en este barrio2 3Est1n pasando cosas terribles4. 5 le )abla de un ni"o' un alumno suyo' al cual la maestra le compra besos a cambio de 67 duros. !e cuenta (ue este ni"o se sube de ve+ en cuando a un coc)e ro*o de un se"or y (ui8n sabe lo (ue pasa en este coc)e... Esta se"ora (ue simplemente )a oído rumores es la (ue pone en marc)a toda esta )istoria y llama a la policía @. n #evista !ateral n 114 aBo 2&&4.
Para /acques 6errida la amorosidad es un gesto que traduce la posibilidad de +agarrárselas con algo ! con alguien %D. .garr)rselas, porque eso algo Elo otroF, ese alguien Eel otroF provoca a la vez pasión, ira, temor, atención, desolación, pesadillas, consternación, inclinación )acia su cuerpo, memoria de su rostro, ética, #usticia. (a amorosidad se revelaría contra toda la indiferencia, todo el descuido, toda la pasividad ! todo el olvido en relación a lo otro ! al otro. Pero la amorosidad educativa tiene, enseguida, su propia contra2imagen opaca, velada en nombre del amor )acia el otro, se define bruscamente el contorno de su identidad, su ropa#e- entonces, se afila demasiado el o#o con que lo miramos, se ensaña la firma con que lo diagnosticamos, se vuelve )ueco el nombre que le damos, el silencio que le atribuimos, la desdic)a en que lo suponemos, el )eroísmo con que lo ensalzamos, se empequeñece su +otra lengua, su +otra cultura, su +otro cuerpo, su +otro aprendiza#e, su +otra existencia. 1e pasan muc)ísimos años, demasiados años escuc)ando, )ablando, informándonos, opinando, le!endo ! escribiendo acerca de los otros +específicos de la educación 2los discapacitados, los pobres, la infancia, los que parece que no aprenden, los mal comportados, los extran#eros, las niñas, los #óvenes, ! tantos ! tantas otras2 como si de eso se tratara toda la amorosidad educativa de la que somos capaces. *s cierto que sería más fácil, más cómodo 2pero sin ninguna amorosidad2 pensar al otro en términos de pura negatividad 2el otro es lo que !o no so!, siempre el otro es aquello que nosotros no somos2. Pero >sabemos por acaso qué somos ! qué )a! en el nosotros? >&enemos alguna idea, por más pequeña que sea, sobre qué quiere decir nosotros? >Qué exorcismo, qué olvidos, qué sortilegios, qué masacres, qué bru#erías realizamos cada vez que pronunciamos ese nosotros? 6esde luego que sería muc)o más fácil, muc)o más cómodo ! muc)o más +profesional si comprendiésemos al otro sólo como una temática 2el otro se transforma en un tema, siempre es un tema así, por e#emplo, no )a! niños ni niñas sino +infancia, no )a! sordos sino +sordera, no )a! pobres sino +pobreza, +indigencia, +excluidos a ser incluidos, etc.2 &al vez por eso feste#amos, casi siempre sin obstáculos, casi siempre sin remordimientos, el día del indio, el día 12
"ac>ues errida li+a#et6 *oudinesco. 5 ma"ana (u8. M$ico: Dondo de Cultura conó!ica, 2&&4, pág. 12.
de la mu#er, la semana de la deficiencia, el mes de la tolerancia, el año de los pueblos sometidos. Claro está sería más fácil, muc)o más cómodo ! más +funcional pensar ! sentir al otro como aquello que no tiene, como aquello que le falta 2el otro es lo que no tiene ! le falta, los otros siempre son lo que no tienen ! les falta2. *ntonces >era eso? >1ólo eso? >Que el otro está fuera de nosotros? >Que el otro es pura negatividad? >Que el otro es aquello que pensamos ! decimos que le falta? >Que el otro es un tema de nuestra especialidad? >Que el otro es un discurso anterior a una relación? >Que la experiencia del otro es banal si comparada con la nuestra, si asimilada a la nuestra? >*sta es toda la amorosidad que nos queda? Pero >8 si la alteridad fuera entonces interioridad? >(os otros que nos )abitan? >Bna positividad, en tanto que EnosF produce algo? >(a imposibilidad absoluta de transformarla en una temática, de tematizar al otro? >Bna experiencia inasimilable, que no es nuestra sino del otro? >Bna relación sin un dispositivo de racionalidad que le anteceda? Bna idea algo altisonante, pero inquietante a la vez la alteridad no es tanto lo que no somos, sino tal vez todo aquello que a%n no hemos sido capaces de ser .
8 una idea menos enfática, pero tal vez algo más audaz la alteridad no
es tanto aquello que no somos, sino más bien todo aquello que no sabemos. 1in embargo, pensar la alteridad como aquello que no sabemos, no significa que alg"n día lo sabremos. 1upone, en cierta medida, seguir no sabiéndolo todo el tiempo.
AMOROSIDAD (1): #La palabra $amorosidad% no !igura en el diccionario. /parece, en cambio, el t2rmino $amoroso, amorosa%& /ue siente amor. erteneciente o relatio al amor. /ue denota o manifiesta amor. 0lando, suae, f&cil de labrar o cultiar. 1emplado, apacible.
AMOROSIDAD (2): $#3& Cierta obligación de amar es insoportable ' 'a no tiene nada que ver con el amor. Pero cierta con!usión de amor es invisible ' 'a no tiene nada que ver con la educación% (2aurence 3ornu, 4oerse en las preguntas-).
AMOROSIDAD (3): $40abe, Pónti56 odav(a no acabo de decidir de qu2 estaba enamorada, si de usted o de mis ganas de amar. “La vida es despreciable y es fría, lo que
la hace cálida y luminosa es el amor”. 1so dice la gente. 7 'o quer(a saber si era capaz de amar o no. Pero todas las personas con las que me topaba eran tan desagradables, tan mezquinas, tan ruines que, al verlo a usted, pens28 $90(, a alguien as( podr(a amarlo:%. ;ás a
/anónimo/ La palabra ‘anónimo’ existe porque "a' quienes desconocen cómo nombrar su identidad. 1ncuentro ocasional con alguien que no dice de dónde procede ni qu2 posee, aunque diga muc"(simas otras cosas. / veces se pronuncia en nombre de las innas ciudades8 la corta duración del nombre del reci2n llegado. ;illones de !rases recordadas por gentes con nombre !ueron escritas con ese nombre sin nombre. ;odo en que algunos pre!ieren no ser vistos ni escuc"ados. -i escuc"ar. (a exuberancia ! el desborde de cada identidad. *l debe de decir +!o so! ! +aquí esto! !o. &ener que sobreactuar la presencia ! la existencia. 6eber ser algo en la vida. nunciarse ! enunciarse. &ener que representarse ! narrarse a cada minuto. 6ecir presente. 6ar el presente. 4mperativos de la época nada ni nadie puede abandonar el centro, quitarse, replegarse, anonimarse. 3ada ni nadie puede asumir para sí invisibilidad, ni arrogarse alg"n derec)o de no pertenecer. &odos ! todas en la celebración del nombre propio, a partir del cual todo puede decirse, desdecirse ! contradecirse. 9azón de la época si no se es nombre ! apellido se es ninguno, se es nadie. 1i no )a! profesión, actividad, lengua#e #urídico, posición, decisión, ascensión, los demás comienzan con su impaciencia, su exigencia, su reclamación. (e! de la época no de#ar a nadie en paz, )acer de lo com"n un embudo, un sendero abismado por el vacío ! las serpientes ! los muc)os conse#os ! las alimañas del progreso. *spíritu de la época mostrarse, )acerse ver, publicar, producir, proceder, notarse, )ablar. 3o )a! espectador que desee, expectante, su anonimato. 1in embargo anónimo puede ser otra cosa. 3o el que no tiene nombre, sino quizá el que no desea opinar cuando se le exige, el que no quiere estar sumergido en el aquí ! a)ora voraz como un relámpago. 3i mediocre ni perezoso ni tímido. *s otra cosa. 1er anónimo )abla de un pedido de silencio
)acia uno mismo ! sin comentarios después. 7abla de una posición indescifrable para los que sólo perciben el mundo como arriba2aba#o2medio, o dentro o fuera, o centro2periferia. 7abla, tal vez, de un deseo persistente de no ser molestado, de no ser convocado, de no ser llamado, de no ser involucrado, de no ser partícipe ni participante, de no ser incluido ! no por ello quedarse con el mote de excluido. 0artleb!, el escribiente, aquel persona#e de la novela de ;elville, también podría ser una a#ustada expresión del carácter anónimo. *n su "nica expresión “B ould preer not to” EGpreferiría no )acerloHF, no sólo )abita lo cómico, lo literal, la indisposición, el ceder a otro, el abandono de la conversación, la sospec)a de demencia ! lo incomprensible de la frase para todos los demás, sino también un deseo de retirarse, de no tener que )acer todo lo que le piden, de no responder siempre con un sí, de no someterse a la repetición de una tarea determinada ! !a reconocible ! !a exigible. >7abrá un lugar, un tiempo, una percepción #usta para lo anónimo, una ética ! una política del @anonima4go? ? 1antiago (ópez2Petit escribe “*+ no sabemos qué puede el hombre anónimo! -ste hombre anónimo que somos todos y cada uno de nosotros, ese hombre que se rebela y que, a la ve4, negocia con la realidad, que huye de s0 mismo porque tiene miedo de su uer4a del anonimato”! %: *l mundo )a estado lleno de anónimos importantes, entre otros el anónimo de 9ávena Econocido, luego, como la compilación de textos de un cosmógrafo cristiano del siglo 444F- el 'allus non!mus Ecronista que influ!ó sobre la política de PoloniaF- más recientemente, el nombre non!mous Euna comunidad o subcultura de usuarios de 4nternet que realiza atentados en la redF. *l anónimo es, literalmente, ser sin nombre. Pero ser. *xistencia. Por e#emplo non!umus 45, aquel estudiante inglés que cumplió tareas en la Catedral 3otre 6ame en París, )acia %DIJ. 3adie sabe quien fue, nadie sabe su nombre, pero existen sus escritos. 6io nombre a otros nombres, a"n quedándose en el anonimato. Por él se supo de la *scuela de polifonía ! de dos grandes compositores, (eonín ! Perotín, que de otro modo )ubieran quedado anónimos.
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ntreista a %antiago Lópe+3etit por el Colectio %ituaciones, a ser pu#licada en Impasse. uenos Aires: inta Li!ón diciones -en prensa/.
*l anónimo es, literalmente, ser sin identidad. Pero con vida. 5iviente. Por e#emplo ;ic)ael K, aquel persona#e de labio leporino%L que constru!ó el escritor /o)n ;axMell Coetzee, )aciéndolo atravesar toda una 1udáfrica en guerras con la "nica voluntad de esparcir las cenizas de su madre !, enseguida, iniciar el ma!or via#e de inadvertencia ! ansiado anonimato que se conozca en la literatura contemporánea. ;ic)ael K se esconde una ! mil veces ! no logra cumplir con su deseo de no ser perturbado en su perturbaciónprefiere no conversar con nadie, pero es interrumpido por infinitas preguntas, informaciones, internaciones, inquisiciones. Prefiere la soledad, pero siempre )a! alguien más. *s la metáfora de la imposibilidad del quitarse, del preferir no estar ! no poderlo, una pesadilla interminable donde nadie parece quisiera de#arlo en paz. *s un nadie acribillado a incógnitas que otros no pueden soportar para sí- es un sin nombre al que nadie de#ará de etiquetar insistentemente “*+ :uiero conocer tu historia Nescribirá el médico de un internado2. :uiero saber por qué precisamente t% te has visto envuelto en la guerra, una guerra en la que no tienes sitio! 7o eres un soldado, Dichael, eres una igura cómica, un payaso, un monigote *+ 7o podemos hacer nada aqu0 para reeducarte *+ 91 para qué te vamos a reeducar; 9"ara tren4ar cestas; 9"ara cortar césped; -res un insecto palo *+ 9"or qué abandonaste los matorrales, Dichael; -se era tu sitio! >eber0as haberte quedado toda la vida colgado de un arbusto insigniicante, en un rincón tranquilo de un jard0n oscuro”! %< *l desprecio por el anonimato de ;ic)ael K es evidente. Como si el ser anónimo fuera sinónimo de "ltima fragilidad, de desperdicio, de estiércol. Como si el anónimo no pudiera vivir entre los nombres ! debiera quitarse de la vista del mundo. Como si fuera imposible enseñarle algo al anónimo. nónimo que !a es considerado muerto !, a la vez, testigo insoportable de otros modos de lengua#e, de comportamiento, de vida.
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%!o primero (ue advirtió la comadrona en 9ic)ael : cuando lo ayudó a salir del vientre de su madre y entrar en el mundo fue su labio leporino. El labio se enroscaba como un caracol' la aleta i+(uierda de la nari+ estaba entreabierta. !e ocultó el ni"o a la madre durante un instante' abrió la boca diminuta con la punta de los dedos' y dio gracias al ver el paladar completo. A la madre le di*o- ;ebería alegrarse' traen suerte al )ogar @ -"o6n.Mawell Coet+ee. Vida y 8poca de 9ic)ael : . arcelona: Literatura Mondadori, 2&&', pág. 9/. 15 <#8de!, págs. 15515'.
Pero será el mismo médico del internado quien encontrará la posición ética desde la cual describir a ;ic)ael K, de apreciarlo tal como es a"n sin ser para los demás. Bna manera de )acer #usticia con quien se sabe ! se quiere nada ni nadie ! no pretende cambiar ni transformarse ni ser me#or ni peor “Soy el %nico que ve en ti el alma singular que eres *+ 'e veo como un alma humana imposible de clasiicar, un alma que ha tenido la bendición de no ser contaminada por doctrinas ni por la historia, un alma que nueve las alas en ese sarcóago r0gido *+ -res el %ltimo de tu especie, un resto de épocas pasadas”!%= Quizá ;ic)ael K sea como millones ! millones de niños, #óvenes, ancianos seres singulares que desean apenas susurrar, descontaminarse de su tiempo, imaginar otro tiempo ! otro lugar posible. 1eres singulares que, tal vez, no tengan nada para transmitir o para contar. @, simplemente, seres singulares que apresados, como ;ic)ael, entre la tiranía paterna ! la ausencia mortal de la madre, !a no desean sino ser anónimos. 6e#ados en paz, fuera de las cosas innecesariamente necesarias de este mundo “Di madre ue aquella cuyas ceni4as devolv0 a este lugar *+ Di padre ue el reglamento del dormitorio *+ "or eso est) bien que yo, que no tengo nada para transmitir, pase mi vida aqu0, apartado de todo” . %I (as cenizas, !a esparcidas, son anónimas. *n una tierra o en un océano anónimo. 6e un cuerpo anónimo que alguien, tal vez, recordará o no. 7a! en el mundo quienes quieren apartarse, retirarse, no tener nada que decir ! nada para )acer. 6e eso se trata la virtud del anonimato- de quererse anónimo. 8 no de ser +anonimado por el vértigo insufrible de una permanente e inexpresiva necesidad de acción, necesidad de enunciación, necesidad de estar, siempre, presente en el presente. 6e querer confrontar, incluso sin quererlo, al barullo reinante con el suave murmullo que nunca se sabrá de dónde salió.
ANÓNIMO (1): Del gr. ἀ 6ώ 6789:, sin nombre. Dicho de una obra o de un escrito que no llea el nombre de su autor. Dicho de un autor cuyo nombre se desconoce. Dicho de una compa;!a o de una sociedad que se forma por acciones, con responsabilidad circunscrita al capital que estas representan. 3arta o papel sin
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<#8de!, pág. 15;. <#8de!, págs. 111112.
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firma en que, por lo com$n, se dice algo ofensio o desagradable.
ANÓNIMO (2): $0e puede imaginar una cultura en que los discursos circularan ' !ueran recibidos sin que apareciera nunca la !unción de autor. odos los discursos, !ueran cuales !ueren su condición, su !orma, su valor o el tratamiento a que se les sometiera, se desarrollar(an en el anonimato del murmullo #3& ?e esta !orma, la usta preocupación por descartar el !also problema @4qui2n "abla6@, "a impedido !ormular la pregunta +completamente diversa e inevitable8 4Au2 sucede en el individuo viviente en el momento en que ocupa el @puesto vac(o@ del sueto, en el punto en que, al entrar en un proceso de enunciación, descubre que 9nuestra razón no es más que la di!erencia de los discursos, que nuestra "istoria no es más que la di!erencia de los tiempos, que nuestro 'o no es más que la di!erencia de las máscaras6@ (=iorgio Agamben, El archio y el testigo-).
ANÓNIMO (3): $Cada uno tiene su pedazo de tiempo ' su pedazo de espacio, su !ragmento de vida ' su !ragmento de muerte. Pero a veces los pedazos se cambian ' alguien vive con la vida de otro o alguien muere con la muerte de otro. Casi nadie está "ec"o tan sólo con lo propio. Pero "a' muc"os que son nada más que un error8 están "ec"os con los trozos totalmente cambiados%. (*oberto #uarro+, oes!a 5ertical-).
/lo dicho, lo escrito, lo ignorado/
Cita I $9/":, d2eme "ablar. )lv(dese por un momento de todo ese saber de ciencias in!ectas, ur(dicas, con las cuales intenta "undir su cabeza bao lecturas de 2poca que usted tiene ' que no domina% (ascal /uignard, El lector-)
Cita II $;e eercit2 para reaccionar sand?e, El peso del mundo-).
Cita III $/ ti esto te parecerá una tonter(a, porque, 4para qu2 vamos a discutir por las palabras si "a' bombardeos, gente destripada ' ciudades destruidas6 7o, en cambio, esto' acostumbrada a pelear por las palabras ', repito, creo que lo que a"ora llaman guerra no lo es, como lo que a"ora llaman trabao no es trabao, ni lo que llaman sacri!icio es sacri!icio, ni lo que llaman estudios superiores son estudios superiores. 0erá que esto' mu' ma'or, pero creo que los padres deben ense>ar a "ablar a sus "ios Ben eso consiste su autoridad sobre ellosB, ' que aprender a "ablar es aprender a llamar a las cosas por su nombre% (#os% 2uis ardo, 4other @ 3hild *eunion-).
Cita I $)cupo muc"o de m( con mi desconocer 0o' un sueto letrado en diccionarios -o tengo más que cien palabras #3&% (4anoel de 0arros, 1odo lo que no inento es falso-).