APOSTOLES
LOS DOCE AMIGOS INTIMOS DE JESUS BIOGRAFIA DE LOS 12 ELEGIDO POR JESUS
APOSTOLES Apóstoles, según su etimología, es palabra que viene del latín, “ apostolus”, a
su vez esta viene del griego apóstoles y su significado es: uno que es enviado. También apóstol es un mensajero autorizado para representar a quien lo envía.
Para nosotros, así es como esta en el Nuevo Testamento, entendemos por los seguidores de Jesucristo y que comunican su Evangelio, y precisando nos referimos a la comunidad de los doce discípulos mas íntimos de Jesús, escogidos durante su vida pública, pero. Estos son llamados discípulos hasta la Ascensión, y después se les llama siempre Apóstoles. Los Apóstoles fueron ordenados por Jesús en la Ultima Cena como sacerdotes y recibieron de El la comisión de predicar el Evangelio en todo el mundo (Mateo 28, 19-20). Todos lo abandonaron ese mismo día, cuando unos de entre ellos, Judas, lo traicionó. Mas tarde fueron testigos de la Resurrección de Jesús y en Pentecostés recibieron poder para entender y actuar según el Evangelio. Judas fue remplazado por Matías como Apóstol. Los Apóstoles son los primeros pastores de la Iglesia, bajo Pedro, el jefe de los Apóstoles. Ellos a su vez eligieron a otros pastores, dando así comienzo la sucesión apostólica que es uno de los signos de la verdadera Iglesia. Se sostiene que en total los discípulos fueron setenta y dos, pero se desconoce el antecedente de quienes fueron en total, con excepción de Bernabé, Matías, Cefa y Jacobo.
JUAN, EL DICIPULO AMADO Juan, "el discípulo amado", autor del Cuarto Evangelio, tres Cartas, y el Apocalipsis. Pescador de Betsaida, hijo de Zebedeo, hermano de Santiago, discípulo del Bautista y apodado "hijo del trueno", participó con Pedro y Santiago de los episodios más significativos de la vida de Jesús, y en la Última Cena recostó su cabeza en el pecho del Señor (por ello es llamado en griego "Epistehios": el que está sobre el pecho). Estuvo con María "junto a la cruz" (Jn. 19, 25-27), y fue testigo junto a Pedro del sepulcro vacío: "vio y creyó" (Jn. 20, 8). Los Hechos lo nombran nuevamente junto a Pedro, y San Pablo lo menciona entre las "columnas de la Iglesia" (Gal. 2, 9). Es llamado "el Teólogo" por la profundidad de su Evangelio, que difiere en no pocos aspectos de los sinópticos. Fuentes muy antiguas -algunas legendarias- señalan que vivió primero en Antioquía y luego en Éfeso. San Ireneo, hacia 175, escribe: "Juan, el discípulo del Señor, el mismo que descansó sobre su pecho, publicó también el evangelio cuando se encontraba en Éfeso". Luego viajó a Roma, donde por orden del emperador Domiciano, fue echado (ya cerca de los noventa años de edad) al aceite hirviendo cerca de la Puerta Latina(lo que dio origen a una fiesta, hoy suprimida del Calendario Romano: "San Juan delante de la Puerta Latina", que se celebraba el 6 de mayo como memoria del "martirio" del apóstol); salió indemne del suplicio y fue deportado a la isla de Patmos, donde el Apocalipsis, y murió a finales del siglo I.
PEDRO,
la piedra sobre la cual se edifica la Iglesia Pedro figura en primer lugar en todas las enumeraciones de Apóstoles que aparecen en el Nuevo Testamento, y tiene entre los Doce, un lugar absolutamente singular, siendo protagonista de numerosos episodios en el Evangelio. Por ello, tenemos abundantes datos acerca del Príncipe de los Apóstoles; y a los que figuran en los Evangelios, los Hechos y las Cartas apostólicas, hay que sumar, asimismo, los que nos dan la tradición y la leyenda (especialmente los "Hechos de Pedro", apócrifo del siglo II, y los "Hechos de Pedro y Pablo", del siglo V), que han aportado lo suyo para dar como resultado una abundante y variada iconografía. Pedro, con su hermano Andrés y los hijos de Zebedeo, era pescador en Betsaida de Galilea. Debido a esa condición, se lo suele representar en tal oficio. También se lo representa en la pesca milagrosa después de la resurrección (Jn. 21, 1-14). Se lo invoca como patrono de pescadores, pescaderos y otras profesiones emparentadas con estas. Como sabemos, el nombre de Pedro era Simón, y Jesús se lo cambió por Cefas, es decir, "piedra" sobre la cual se edifica la Iglesia. A causa de esto Pedro es invocado como patrono de los pedreros, constructores y fabricantes de ladrillos. Se lo representa a veces sosteniendo (o junto a) la Basílica que lleva su nombre, centro espiritual de la Iglesia Católica.
FELIPE, “Muéstranos al Padre”
El apóstol Felipe -que no debe ser confundido con el diácono de igual nombre, que aparece en los Hechos de los Apóstoles (cfr. 6, 5)- figura en quinto lugar en las listas de los Doce. El Evangelio señala expresamente que "era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro" (Jn. 1, 44). Esa circunstancia, sumada al hecho de que Andrés y él son los únicos apóstoles que tienen nombres griegos, y la intercesión conjunta de ambos por los griegos que querían ver a Jesús (cfr. Jn. 12, 21-22), hace suponer a algunos autores que Felipe y Andrés eran parientes o amigos. Tiene varias intervenciones significativas en el Cuarto Evangelio además de las mencionadas. Juan relata el llamado a Felipe y cómo éste, a su vez, invita a Natanael a conocer a Jesús (cfr. Jn. 1, 43ss), menciona también la participación del apóstol en la multiplicación de los panes (cfr. Jn. 6, 5ss), y relata su intervención ("Muéstranos al Padre") durante el discurso de la Última Cena (Jn. 14, 8); este último texto integra el Evangelio de su fiesta, compartida con Felipe, que se celebra el 3 de mayo. Pero luego de su mención junto a los demás apóstoles en la espera de Pentecostés, no vuelve a ser nombrado, y nada sabemos a ciencia cierta acerca de su vida.
BARTOLOME,(Natanael),
Uno de los doce apóstoles, mencionado sexto en tres de los Evangelios (Mateo 10:3; Marcos 3:18; Lucas 6:14) y séptimo en los Hechos de los Apóstoles (1:13). El nombre (Bartholomaios) significa “hijo de Talmai” (o Tholmai) que es un antiguo nombre hebreo, llevado por el Rey de Gessur cuya hija era esposa de David (II Reyes 3:3). Esto demuestra, al menos, que Bartolomé era un descendiente hebreo, esté puede haber sido su genuino nombre propio o simplemente añadido para distinguirlo como el hijo de Talmai. Fuera de las instancias referidas, no ocurre otra mención de su nombre en el Nuevo Testamento. Nada más es sabido acerca de su vida con certeza. Sin embargo, muchos eruditos lo identifican con Natanaél (Juan 1:45-51; 21:2). Las razones de esta suposición es que Bartolomé no es un nombre apropiado para un apóstol; que el nombre nunca aparece en el cuarto Testamento, mientras queNatanaél no es mencionado en las sinópticas; que Bartolomé es un nombre emparejado con Felipe en los evangelios de Mateo y Lucas, y encontrado al lado suyo en el evangelio de Marcos, que concuerda bien por el hecho demostrado por San Juan, que Philip era un viejo amigo de Natanaél y lo guió hacia Jesús; que la llamada de Natanaél, mencionada con el llamado de distintos apóstoles, parece que lo marca para el apostolado, especialmente desde que la completa y bella narrativa nos guíe hacia un desarrollo importante; que Natanaél era de Galilea donde Jesús encontró a la mayoría sino a todos los Doce Apóstoles; finalmente, que en la ocasión de la aparición del Salvador a orilla del Mar de Tiberias, Natanaél es encontrado presente, junto con algunos apóstoles que están nombrados y dos no nombrados discípulos de Jesús , que eran probablemente apóstoles (la palabra “apóstol” no se encuentra en el cuarto Evangelio y “discípulo” de Jesús ordinariamente
significa apóstol) y así, presumiblemente, era uno de los Doce. Esta cadena de evidencia circunstancial es ingeniosa y muy fuerte; el eslabón débil es que, a pesar de todo, Natanaél puede haber sido otro personaje en el cuál, por alguna razón, el autor del cuarto evangelio puede haber estado muy interesado, como lo hizo con Nicodemus, quien al igual que él no está nombrado en las sinópticas.
MATEO, Levi, publicano hijo de Alfeo
Su condición de recaudador de impuestos ha sido recogida en la iconografía del Apóstol. De ella provienen algunos de los atributos que en ocasiones lo identifican: una bolsa de dinero o un tablero de contar. Es el patrono de los banqueros, financistas, cambistas, agentes del fisco... El trabajo a que se dedicaba al ser llamado por el Señor, y el hecho de haber tenido a Jesús como invitado a su mesa, son también aludidos en la Liturgia de su fiesta (que se celebra el 21 de septiembre). Así, en la Oración Colecta, se señala que Dios, en su "inexpresable misericordia", se dignó "elegir a san Mateo para convertirlo de recaudador de impuestos en un apóstol". En la Oración Postcomunión se hace referencia al "gozo salvífico que experimentó san Mateo cuando recibió en su casa como comensal al Salvador". En el himno de Laudes, "Præclara Qua", rezamos: "Oh Mateo, ¡qué riquezas tan grandes te prepara el Señor, que te llamó cuando estabas (...) apegado a las monedas! / A impulsos de tu amor ardiente te apresuras a recibir al Maestro (...)". Tras ese llamado, nada sabemos de Mateo por la Escritura. Sólo vuelve a aparecer en las listas de los Doce. Es el octavo en la enumeración de los Hechos de los Apóstoles y en la del mismo Mateo (que cuando se nombra a sí mismo aclara: "Mateo, el publicano"), y el séptimo en la lista de Marcos y en la de Lucas.
Según varias fuentes apócrifas, no siempre coincidentes en los detalles, predicó la Palabra de Dios entre los partos y los persas, pero sobre todo en Etiopía: allí triunfó sobre dos magos que se hacían adorar como dioses, venció a los dragones que los acompañaban, y después resucitó a la hija del rey Egipo (o Hegesipo). Por oponerse al matrimonio del rey Hirciaco con su sobrina Ifigenia, que se había hecho cristiana por la predicación del Apóstol, sufrió el martirio. Fue muerto a filo de espada, según la tradición, cuando oraba después de misa al pie del altar. Esto le vale otro de sus atributos, la espada de su martirio, que a veces se transforma en alabarda o en hacha. Pero el dato principal sobre Mateo es que es el autor del primer Evangelio, como ya lo atestigua Papías, obispo de Hierápolis (95-165), citado por Eusebio en su Historia Eclesiástica: "Mateo ordenó (compuso) las palabras (logia) del Señor en lengua hebrea, y cada uno las interpretó (tradujo) luego como pudo". En efecto, este Evangelio fue escrito en arameo y dirigido sobre todo a los judíos. La Liturgia aplica a San Mateo, Apóstol y Evangelista, estas palabras bíblicas: "Era un escriba versado enla Ley de Moisés que había dado Yahvé, Dios de Israel. (...) ¡La mano bondadosa de su Dios estaba con él! (...) Había aplicado su corazón a escrutar la Ley de Yahvé, a ponerla en práctica y a enseñar en Israel los preceptos y las normas" (cfr. Esd. 7, 6-10).
SANTIAGO EL MAYOR, téstigo de la transfiguración y la agonía. Santiago, hijo de Zebedeo y Salomé (cfr. Mc. 15, 40; Mt 27, 59), es llamado "el Mayor" para distinguirlo del otro Santiago, hijo de Alfeo. Santiago es hermano de Juan (probablemente su hermano mayor), y ambos fueron testigos, junto con Pedro, de momentos muy especiales de la vida de Jesús: entre ellos la transfiguración y la agonía. A él y a su hermano -por su carácter impetuoso- Jesús los llamaba "hijos del trueno". Después de los relatos del Evangelio que lo mencionan en varias ocasiones, hay una laguna en la historia de Santiago, hasta su muerte, que nos narran los Hechos de los Apóstoles. Pero un episodio sumamente importante de su vida que recoge la tradición, viene a llenar esa laguna: su viaje a España. Allí habría anunciado el Evangelio y organizado la Iglesia.
SANTIAGO EL MENOR, La tradición cristiana siempre lo ha identificado con el "hermano del Señor" (Mc. 6, 3) que se entrevistó con Pablo (Gal. 1, 19); con el Santiago mencionado en la misma Carta a los Gálatas como una de las "columnas de la Iglesia" (Gal. 2, 9); con aquél que toma la palabra durante el "concilio" de Jerusalén (Hech. 15, 13ss), obviamente un líder de la comunidad, al que Pedro había mandado anunciar su liberación (cfr. Hech. 12, 17); con quien quedó a cargo de la Iglesia de dicha ciudad cuando la dispersión de los apóstoles por el mundo y fue su primer Obispo; con aquél Santiago a quien -según cuenta Pablo- se apareció el Señor Resucitado (1 Cor. 15, 7); y con el autor de la Cartade Santiago. Esta identificación ha quedado consagrada en la Liturgia de su fiesta, ya que la referencia de la Primera Carta a los Corintios que acabamos de mencionar, forma parte de la Primera Lectura de su fiesta, el 3 de mayo. Además, el Himno del Oficio de Lectura de ese día llama a Santiago "hermano del Señor y columna de la Iglesia" y lo invoca diciendo "Tú eres el primero en presidir la comunidad ilustre de Jerusalén y, por medio de tu Epístola, nos instruyes en la Palabra de salvación".
JUDAS TADEO,
"servidor de Jesucristo"
El primer apóstol que vamos a mencionar es San Judas Tadeo. El Evangelio lo menciona como "hijo de Santiago" (Lc. 6, 16) y como "hermano" (primo) del Señor, de Santiago, de José y de Simón (Mc. 6, 13; Mt. 13, 55). Ocupa el último lugar en la enumeración de los Doce que figura en Hech. 1, 13. Es el autor de una Epístola canónica, en la que se presenta a sí mismo como "servidor de Jesucristo", y "hermano de Santiago" (el Menor), (Jds. 1, 1). Según la tradición -que es más bien tardía, y que fue recogida desde el siglo VIII en el Martirologio Romano- predicó el Evangelio en Mesopotamia y luego marchó con Simón a Persia, donde ambos sufrieron juntos el martirio. Santa Brígida cuenta en sus Revelaciones, que el Señor la exhortó a invocar a este apóstol con confianza. Actualmente la devoción a San Judas Tadeo es muy viva en la piedad popular, ya que se le atribuye la ayuda en trances desesperados. Se lo representa a veces con una imagen de Cristo en el pecho, a causa de su parentesco con el Señor, de quien -según la leyenda- era muy parecido. Otro atributo más clásico es la maza, supuesto instrumento de su martirio (hasta el siglo XIV se lo representaba con espada, alabarda y hacha).
ANDRÉS, hermano carnal de Pedro Los dos discípulos le oyeron decir esto y siguieron a Jesús. [38] Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: «¿Qué buscan?» Le contestaron: «Rabbí (que significa Maestro), ¿dónde vives?» [39] Jesús les dijo: «Vengan y lo verán». Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Eran como las cuatro de la tarde. [40] Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que siguieron a Jesús por la palabra de Juan. (Jn 1, 37- 40) Muchos títulos justifican la extraordinaria devoción de que, desde tiempos muy antiguos, es objeto San Andrés, tanto en la Iglesia de Oriente como en la de Occidente. En efecto, es "el primer llamado" (en griego "Protocleto") por Jesús al ministerio apostólico, y hermano carnal de Pedro, cuya profesión de pescador compartía. Andrés, además, introduce a su hermano en el seguimiento de Cristo (cfr. Jn. 1, 35-42). Por otra parte, el haber muerto crucificado, y el amor por la cruz que le atribuye la tradición, lo hacen particularmente cercano al Maestro. Tuvo el privilegio de ser nombrado, junto a Pedro y Pablo, en el embolismo del Padrenuestro de la Misa (hasta la reforma del Misal Romano) y en el Canon Romano. Ocupa aún hoy, el primer lugar después de los Príncipes de los Apóstoles, desde los tiempos de San Gregorio Magno. La tradición popular, no documentada pero muy antigua, le ha asignado un campo de apostolado en Grecia (si bien hay otras versiones, por ejemplo la costa del Mar Negro y el Cáucaso). Habría sido crucificado en Patrás de Acaya, en Grecia, alrededor del año 60. La Iglesia de Oriente considera a Andrés como su Cabeza y Fundador. Los "Hechos de Andrés", apócrifo de los primeros tiempos cristianos, no sólo nos cuentan con detalle la pasión y la muerte del apóstol, sino que conservan incluso muchas de las palabras que habría dirigido a su juez (el procónsul Egeo o Egeas), al pueblo que contemplaba el suplicio, y a la cruz: "¡Oh cruz, instrumento de salud del Altísimo! ¡Oh cruz, signo de victoria de Cristo sobre sus enemigos! ¡Oh cruz plantada en la tierra y que fructificas en el cielo! ¡Oh nombre de la cruz que abarcas en ti al universo! ¡Salve, cruz, que has unido al mundo en toda su extensión!". En la antífona del Benedictus leemos este texto, procedente de la passio latina: "Salve, oh cruz preciosa, recibe al discípulo de aquel que en ti estuvo clavado, Cristo, mi maestro".
El himno de Laudes, "Captátor olim píscium", compuesto por San Pedro Damián en el siglo XI, también recoge el tema de la cruz : "Tú, hermano de Pedro, obtuviste su misma muerte, pues la cruz engendró para el Cielo a los que habíais nacido de una misma carne". Según la tradición, la cruz de su martirio tenía forma de "X" (cruz "aspada"). Esa cruz no sólo se transformó en su atributo iconográfico principal, sino que es conocida popularmente como "cruz de San Andrés". Es representado siempre con la cruz aspada en sus manos o crucificado en ella. Sus restos se veneraron en Constantinopla desde el siglo IV y fueron llevados aAmalfi en el siglo XIII. Su cabeza, llevada a Roma en 1462, fue colocada en la Basílicade San Pedro, pero el papa Pablo VI, como gesto ecuménico, la devolvió a la iglesiagrecoortodoxa en 1964.
MATÍAS Matías fue elegido por los Once, encabezados por Pedro, "para desempeñar el ministerio del apostolado", en el lugar "dejado por Judas" (Hech. 1, 25; cfr. 1, 15-26). Pero después de este episodio, Matías no vuelve a ser mencionado, y nada sabemos a ciencia cierta de su vida. Según Eusebio, era uno de los setenta y dos discípulos (cfr. Lc 10, 1. 17). La literatura apócrifa (por ejemplo los "Hechos de Andrés y Matías") abunda en detalles acerca de su martirio: fue hecho prisionero por antropófagos, cegado, curado y liberado por Andrés, y finalmente decapitado. Esas leyendas le han valido diversos atributos: espada, alabarda, piedras, cruz, hacha. Este último ha prevalecido en general. San Matías no representa un papel importante en la piedad popular.
SIMÓN, apodado Zelote 12] En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración con Dios. [13] Al llegar el día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles: ……. [15] Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo,
Zelote (Lc 6, 12-15)
Simón, apodado
Simón, apodado el Zelote (por pertenecer a esa secta) o el Cananeo (por provenir de Caná), aparece en décimo o en undécimo lugar en las listas de apóstoles (Lc. 6, 15 y Mc. 3, 18, respectivamente). Poco sabemos de su vida, pero una tradición señala que predicó el Evangelio en Egipto. Por San Fortunato, obispo de Poitiers (del siglo VI), sabemos que fue sepultado en Persia, donde había sido muerto con su compañero San Judas. Una iglesia antigua dedicada a Simón, existía ya entre el siglo VI y el VIII enNicopsis, en la costa del Mar Negro. La imagen que lo representa recoge una tradición que cuenta que en su martirio fue cortado con una sierra de leñador por los adoradores del sol en Persia. El atributo de la sierra es el más clásico desde el siglo XV. Por ello, lo invocan como patrono los aserradores; también lo hacen los tintoreros, porque según una leyenda él mismo era tintorero.
TOMÁS, el mellizo Entonces Jesús les dijo claramente: «Lázaro ha muerto, [15] pero yo me alegro por ustedes de no haber estado allá, pues así ustedes creerán. Vamos a verlo». [16] Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él». Jn 11, 14-16 Puede resultar paradójico que un apóstol de Jesús sea recordado especialmente por su "incredulidad". Pero eso es precisamente lo que ocurre con Tomás, protagonista del célebre episodio -referido por San Juan- que comenzó en la tarde
misma de la resurrección de Jesús y tuvo su coronación el domingo siguiente (cfr. Jn 20, 19-29). Este episodio ha sido abundantemente representado en la iconografía del apóstol, y el texto evangélico es proclamado cada año en el domingo que sigue a la fiesta de Pascua y en la fiesta de Santo Tomás apóstol, que se celebra el 3 de julio. En el Evangelio, Tomás es llamado varias veces "el Mellizo" -o, en griego, "Dídimo"- (Jn. 11, 16; 20, 24; 21, 2), pero no se aclara de quién era mellizo. Esto ha dado lugar a innumerables hipótesis, incluyendo una que lo hace hermano gemelo de Jesús; por eso en ocasiones se representa a Tomás con los rasgos del Señor. Tomás aparece también dispuesto a morir por Jesús (Jn. 11, 16) y en el famoso episodio en que Jesús dice "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Jn. 14, 5). Fuera de estas menciones, y de su aparición en las consabidas listas de los apóstoles de los sinópticos y de los Hechos, ninguna otra referencia a Tomás aparece en la Escritura. La literatura apócrifa, por su parte, recoge muchas tradiciones acerca del apóstol, algunas de las cuales influyen decididamente en su representación iconográfica. Según los "Hechos de Tomás", apócrifo del siglo III, el apóstol era arquitecto, y habría sido invitado por un rey de la India (Gundoforo, Gondoforo o Gundafar) a levantarle un palacio. Tomás recibe el dinero para la construcción y lo distribuye entre los necesitados. Cuando el rey quiere ver el palacio, Tomás le anuncia que, al dar el dinero a los pobres, le edificó al monarca un palacio en el cielo. El rey, irritado, lo arroja en prisión, pero más tarde lo perdona. A raíz de este episodio legendario, Tomás es representado frecuentemente con una escuadra de arquitecto. Gracias a investigaciones recientes, se han hallado monedas de mediados del siglo I con el nombre del rey Gundafar, lo que da algún sustento histórico a esta tradición. Su culto existe en la India desde los primeros siglos, y el sitio de su martirio (Calamina, hoy Mailapur o Mylapor, cerca de Madrás), es venerado desde entonces - si bien la tradición señala que los restos de Tomás fueron trasladados a Edesa en el 394-. Murió, según la tradición, atravesado por una lanza, que constituye -por tanto- otro de sus atributos iconográficos. Otra leyenda piadosa añade una nueva incredulidad a la vida Tomás. Como se negaba a creer en la asunción de María, hace abrir su tumba y la encuentra llena de flores. Entonces la Virgen, desde el cielo, desanuda su cinturón y lo deja caer en manos de Tomás, quien nuevamente cree "por haber visto". Por este motivo, Tomás es representado a veces con el "sagrado cinto" entre sus manos. La reliquia es venerada desde el siglo XII en Prato, Italia.
LA HISTORIA Y EL CARÁCTER DE LOS 12 APÓSTOLES DE JESÚS.
Nosotros, como Cristianos que leemos la Biblia durante nuestras vidas, por estar Ésta viva, y por ser El Verbo de Dios, nuestra guía de conducta moral y la base de nuestra relación personal con Dios a través de Jesucristo, en Espíritu, y con nuestro prójimo, podemos ver en el carácter de los 12 apóstoles, mostrado en la Biblia, un ejemplo de vidas y compararlos con nuestras reacciones y comportamientos, como lo hacemos con otros personajes de la Biblia y la historia de la Iglesia. Veremos que estos 12 hombres eran normales y corrientes, como cualquiera de nosotros, pero creyeron al Señor y le siguieron durante sus vidas. Para ver sus vidas, recordemos un momento los nombres de los 12: Simón Pedro o Cefas y Andrés su hermano, Juan y Jacobo o Santiago, hijos de Zebedeo, llamados los Boanerges "hijos del trueno", estos cuatro eran pescadores. Felipe y Bartolomé, Mateo o Leví, Tomás, Jacobo o Santiago hijo de Alfeo, Simón el Zelote o cananista, Judas Lebeo o Tadeo, hermano de Jacobo, y Judas Iscariote. Mateo 10, Marcos 3 y Lucas 6. Estos fueron los primeros líderes de la Iglesia, a quienes sucederían los primeros padres de la Iglesia. Hay más apóstoles de entre los discípulos de Jesús pero en principio veremos a los 12. Además para profundizar más sobre los primeros padres de la Iglesia existen varios trabajos sobre patrística. De ellos, todos menos uno, vivían en Galilea de los Gentiles, Mateo 4:15, la tierra que había pertenecido a la tribu de Zabulón, "morada" y a la tierra de Neftalí "mi combate", ...Camino del mar, al otro lado del Jordán..., y solo uno, precisamente de la tierra de Judá, Judas Iscariote, "de kiriot " cerca de Jerusalén fue quien le traicionó; un hecho que no podría ser más significativo. Y esta profecía narrada en Mateo sobre la tierra de Galilea está en Isaías 9:1-2, donde nos dice el Señor que sería la tierra que tendría el gran privilegio de tener al Mesías, pues era ...el pueblo asentado en tinieblas que vio gran luz, y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció. Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. En Galilea estaban las poblaciones de origen de los apóstoles como Capernaum, Corazín o Tiberias. Luego la narración sigue mostrándonos cómo andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos: Pedro y Andrés, dos hermanos, los dos eran pescadores; a uno de ellos, el Padre le revela que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente, y por ello sería llamado "Cefas o Petrus" piedra. Andrés, discípulo de Juan Bautista recibió la fe primero. Ellos son dos formas de ver a Cristo en un pescador de hombres. Pedro estaba casado, sabemos de la sanidad de su suegra, seguramente tendría hijos y llevaba una vida normal y humilde. Andrés recibe la fe pero Pedro recibe además la revelación. La Piedra de la fe es Cristo, como nos enseña el propio Pedro, a quien la iglesia de Roma convirtió en vicario o representante de Cristo en la tierra. El cristiano ha de discernir esto con claridad, pues como el propio Pedro explica en su epístola, no es él la piedra de la fe. La Iglesia se edifica sobre la fe en Cristo. Pedro anda sobre el mar, y aunque se hunde es valiente, pero el Señor le mostrará que su fe es débil; sí, la fe de aquel que era el ejemplo de una fe revelada se hundía, porque dudó. Tendría que ir con los demás hermanos en la barca. Andrés también iba en la barca. Él estaba siempre pendiente de los discípulos y de las profecías sobre la venida del Señor; es quien le pregunta cuando sucederían, Su venida y la destrucción del templo. Cuando Jesucristo se mostraba en situaciones de mayor profundidad tenía a tres discípulos escogidos: a Pedro, Jacobo y Juan; y Andrés sería el que mantendría al Señor al corriente de la congregación de los Apóstoles, como refleja Juan 12:22. Andrés era discípulo de Juan Bautista, representa la experiencia espiritual, el conocimiento de las profecías, la ley y la religión, aunque deja todo y sigue al Mesías, no lo hace del modo que lo hace Juan.
Las tres veces que Pedro niega a Jesús, Marcos 14:26, serían confrontadas por las tres veces que Jesús le preguntaría: ...¿me amas más que éstos?... Juan 21. Su negación tres veces, vista en nosotros, nos advierte de situaciones de persecución, incluso de muerte en las que debemos ser valientes y orar por ello, similares a la que se enfrentó Pedro cuando fue reconocido como uno de los discípulos en el arresto del Señor. También se refleja su constante necesidad de confrontar tres veces las cosas cuando es invitado por el Señor a comer animales inmundos que él había santificado, en la visión del lienzo, en referencia a Cornelio el centurión. Hechos 10:16. El Señor usa de paciencia con Pedro, como un buen padre con un hijo a quien le cuesta cumplir las cosas, y difícil de convencer, pero que una vez que lo ve claro, las cumple y el resultado es firme y determinante. El Padre le dio la revelación de que Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios viviente, y estas circunstancias y características suyas no lo impidieron.Nosotros, del mismo modo somos bendecidos por Dios, aun con nuestras limitaciones y defectos, y hacemos y haremos cosas grandes de Dios, por nuestro corazón volcado hacia Dios, hacia la Iglesia, hacia el prójimo y por nuestra fe. Para profundizar más puede leer Apacienta mis ovejas. Juan y Jacobo o Santiago, otros dos hermanos, hijos de Zebedeo; otros dos pescadores de hombres. Llamados por Jesucristo los Boanerges, -hijos del trueno- seguramente por su carácter. Curiosamente el carácter de estos dos hermanos en su fuerza se convierte en el amor y en la piedad, las cuales han de ser en nosotros dos truenos. Otras dos experiencias de una misma procedencia, en nosotros mismos. Juan es el discípulo amado, el que recibe la cercanía de la mayor revelación del corazón de Cristo. Él estaba con Jesús cuando fue arrestado, no se apartó de Él, fue el único que se mantuvo a su lado, aquí y en la Cruz, y era conocido del sumo sacerdote, lo vemos en la narración del interrogatorio en el patio de Anás, Juan 18:15. Además era el más joven, el más niño, y por ello el que más recibe del Reino de Dios. ¡Hagámonos como niños!. La madre quería que estuviesen en eminencia Mateo 20:20-21, y era parienta de María la madre de Jesús. No debemos ponernos en primer lugar. Juan estaría junto al Señor ante la Cruz, y cuidaría de María, y a ella le dejaría su hijo Jesús a Juan en su lugar, para consolarla. Juan, el discípulo amado tenía un corazón más dispuesto al Señor, y es por ello que recibe las más increíbles y profundas revelaciones y enseñanzas del Señor. Ningún otro autor inspirado por el Espíritu Santo recibió tanto en dos campos tan distantes como el espiritual y el profético. Su evangelio, el más profundo y directo al corazón, y Apocalipsis, la mayor revelación profética, digna de un hijo del trueno. Esta sea nuestra actitud ante Dios. Seamos pues hijos del trueno y de la alabanza, una alegoría del bautismo en Espíritu Santo y fuego, Mateo 3:11. Su hermano Santiago o Jacobo, es uno de los tres privilegiados que estaban en los acontecimientos más relevantes del Señor. Sufriría el martirio a espada por orden del rey Herodes. Hechos 12:2, fue así el primero de los apóstoles en sufrir el martirio. Su carácter piadoso a la vez que impetuoso como su hermano Juan les haría discípulos transformados por el Espíritu. Felipe le pide a Jesús: ...muéstranos al Padre y nos basta, Juan 14:8... Aunque parezca contradictorio y una muestra de impaciencia, Felipe en el desconocimiento, falta de visión o revelación en el momento que le pregunta a Jesús sobre el Padre, nos muestra su paciencia en la profundización de la enseñanza de Jesús. Él espera a ser enseñado, es paciente para con el Señor. Esta ha de ser una de nuestras cualidades del carácter, la paciencia, aunque no comprendamos muchas cosas, debemos esperar en el Señor a ser enseñados por Él, el verdadero Maestro, a través del Espíritu Santo. Bartolomé es vinculado por muchas fuentes con Natanael de quien el Señor dijo: ...he aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño... Si bien la capital espiritual de Israel es Jerusalem, sabemos que salem es paz. Salem es el nombre antiguo y lugar del encuentro entre Abraham y Melquisedec "Cristo" Génesis 14:8. Un verdadero israelita es portador de paz, carácter que nos muestra este apóstol.
Mateo o Leví, el publicano o recaudador de impuestos de Roma, autor del evangelio que lleva su nombre. Leví deja su oficio en el acto y sigue al Maestro y le invita a su casa a comer. Desde luego no se puede pedir mayor determinación a un hombre, cambio y rapidez. La buena voluntad de Mateo procede de la virtud, cualidad ésta que en nuestro carácter hará que nos determinemos con firmeza en el Camino del Señor y en nuestra función en Su Iglesia. Tomás, o Dídimo, mellizo, famoso por su incredulidad; las dudas del cristiano, la falta de fe en muchos momentos de la vida. Pero sería su bondad la que haría que su entrega a Jesús fuera definitiva. Estaba dispuesto a morir con Jesús cuando el Señor quería regresar a Judea, Juan 11:7. La bondad supera a la incredulidad, pues la fe es un don de Dios, pero la bondad procede del corazón, y el corazón bueno gana la bendición de Dios. Dios da fe a los de buen corazón, pues Él pesa los corazones. Lo malo es aquel que es incrédulo y de corazón malo, aquellos que maquinan el mal en su corazón, esos son desechados por Dios. Su confesión al ver a Jesús resucitado y poner su mano en su yaga y en sus manos, es famosa: ...Señor mío y Dios mío... Juan 20:28. Jacobo o Santiago hijo de Alfeo llamado el menor, para diferenciarlo del hermano de Juan. Alfeo en griego y una traducción del arameo Cleofás, Lucas 24:18, también posible padre de Mateo, Leví, Mateo 2:14, aunque no se les menciona como hermanos a Mateo y Jacobo en los Evangelios expresamente. Cleofás era esposo de María, madre de Jacobo, además de José y Salomé, Marcos 15:40. No sabemos con certeza sobre la obra de Santiago, pero la fuentes indican que sería el que menciona Pablo como hermano del Señor, Gálatas 1:19, sea hermano o primo, es desde luego una familia en la que sin duda abunda la mansedumbre. La tradición le hace el Santiago que escribiría la carta que lleva su nombre y el primer anciano, obispo o patriarca de Jerusalén, aunque otros dicen que no sería posible por oponerse a Jesús al principio y porque no creyó en Él hasta Su resurrección. Santiago fue quien concluyó con las normas morales para la gentilidad en el primer concilio de Jerusalén, Hechos 15: 19. En dos ocasiones nos habla en su carta de la mansedumbre, 1:21 y 3:13, y usa el método de enseñanza de las bienaventuranzas de Jesús en 1:12 sobre. Sean pues ...Bienaventurados los mansos... Mansos como un cordero. Simón el cananista o el zelote. Los zelotes son un partido patriota que hoy podría identificarse con algún partido político en defensa de la tierra prometida de Canaan por Dios al pueblo de Israel. Siendo seguramente también de Caná, no es de extrañar que pudiera ser de familia o influencia de los defensores Judíos en contra de la ocupación romana, un movimiento prácticamente extinguido en tiempo de Jesús. Su conversión sería para él una prueba de su cambio profundo de pensamiento por el Espíritu. El dominio propio o templanza. Judas Lebeo o Tadeo. Leb es la raíz hebrea de corazón, seguramente por su buen corazón y Tadeo es una derivación de todah, alabanza. Sin duda es el gozo el carácter que vemos en este Judas. Judas Iscariote, de Judá, el traidor asociado a los miembros del sanedrín, y los sacerdotes de la Ley. Judas Iscariote es la religión, la tradición, la tribu de Judá la cual traiciona a su propio Mesías. El tesorero, que amaba el dinero y robaba de la bolsa del Señor hasta tal punto llego su codicia que fue cegado por el diablo, se enojó cuando María ungió al Señor con el perfume de gran precio, hasta llegar a entregar al Señor por dinero. ...raíz de todos los males es el amor al dinero... el cual codiciando algunos se apartaron de la fe. 1Timoteo 6:10. Judas es de Judea, de tierra de Judá, los demás son de Galilea. Jesús es de la tribu de Judá. Al salir Judas del aposento alto quedan los verdaderos discípulos apóstoles. No tomaré de él ninguna cualidad de carácter como es lógico, pues vivió en la avaricia, el robo y la traición. Su soberbia le impidió pedir la misericordia divina.
Pablo no está en los 12 apóstoles del principio que vivieron con Jesús Su ministerio, pero es el apóstol que llamó directamente el Señor tras Su ascensión. Sería un pilar clave en el proyecto del Señor para llevar el Evangelio al mundo entero, y por lo tanto, y aunque Judas es sustituido por Matías, sería Pablo el que tendría una relevancia fundamental en las 12 columnas de la fe y el carácter que el Señor imprimió en sus espíritus. Pablo sufre una radical transformación de activo enemigo y perseguidor de la Iglesia, por su celo de Dios y de la Ley, al más feroz predicador de Cristo con riesgo de su vida en muchas ocasiones, dispuesto a convertir al mundo, como así lo hizo en su tiempo y cuyo legado hoy permanece tras 2000 años, como el de todo el Nuevo Testamento del Señor Jesucristo. El Señor sabía muy bien a quien escogía, como lo sabe hoy. Tomaremos pues a Pablo como el apóstol número 12 para la lista de caracteres apostólicos que el cristiano puede aprender para formar el suyo. Pablo será el apóstol del conocimiento del Señor, como queda patente en sus enseñanzas. Educado en la más estricta cátedra de la Torá, en la escuela de Gamaliel, prestigioso maestro y doctor de la Ley de Dios, de fe fariseo, la que cree en la resurrección dentro del judaísmo. Todo este conocimiento, sería a priori dejado de lado para predicar a los gentiles que no saben nada de la Torá, viviendo Pablo entre culturas helenísticas y otras diversas con deidades y costumbres paganas. Pareciera que el Señor no hacía uso de su conocimiento, pero sería en su enseñanza a los Judíos que crearía un vínculo entre Judíos y Gentiles, al ser el que el Señor preparó para enseñar en la misma línea del propio Jesucristo, que el Evangelio no es solo para Judíos, sino para todas las naciones de la tierra. Que la Palabra de Dios tiene un significado espiritual transformador y que aquel que viene a la Biblia con los ojos del Espíritu encuentra la Vida espiritual. Sería el reformador de entre los apóstoles, como el propio Señor lo fue a Su propio pueblo. LOS 12 CARACTERES DEL ESPÍRITU DEL CRISTIANO Tomando las dos listas, la de los frutos del Espíritu y la de la naturaleza divina, y profundizando en el significado de las palabras traducidas del Texto Griego en varias versiones, si unimos las dos listas y restamos los que coinciden hallaremos los 12 caracteres apostólicos que los dos apóstoles Pedro y Pablo nos enseñan en nombre del Señor: Gálatas 5:22 Los frutos del Espíritu: Amor (de Dios) o Caridad, Gozo, Paz, Longanimidad o Paciencia, Benignidad, Bondad, Fe,Mansedumbre, Templanza o Dominio Propio. 2Pedro 1:5 La naturaleza Divina: Fe, Virtud, Conocimiento, Dominio Propio o Templanza, Paciencia, Piedad o Benignidad,Afecto Fraternal o Fraternidad, Amor (de Dios) o Caridad.
APÓSTOL PEDRO JUAN hijo de Zebedeo y hermano de Jacobo JACOBO O SANTIAGO hijo de Zebedeo ANDRÉS FELIPE BARTOLOMÉ O NATANAEL MATEO O LEVÍ TOMAS JACOBO O SANTIAGO hijo de Alfeo SIMÓN el zelote o cananista JUDAS lebeo o tadeo PABLO elegido directamente por el Señor
CUALIDAD FE AMOR O CARIDAD PIEDAD O BENIGNIDAD AFECTO FRATERNAL PACIENCIA PAZ VIRTUD BONDAD MANSEDUMBRE DOMINIO PROPIO O TEMPLANZA GOZO CONOCIMIENTO