Int ntrroducción El último siglo ha visto embarcarse a la Humanidad en una espiral de actividad cada vez más desenfrenada. El objetivo es la productividad, y el medio para conseguirlo el constante movimiento. Nosotros, seres humanos civilizados y modernos, nos damos cuenta a men udo de que hemos olvidado cómo relajar el cuerpo y la mente. En nuestro es f uerzo uerzo por cerrarnos al f ragor ragor de exigencias y dictados, de presiones y problemas que parecen condicionar continuamen te nuestr a existencia, nos hemos cerrado también a muchas de las bellezas de nuestro mundo, con las que hemos perdido el contacto. La tensión física y mental que conlleva tal estado de hiperac tividad cu c ultural y personal se ha hecho ya casi inevitable. Al mismo tiempo, hemos dejado de lado las artes de la cultura física, que nos proporcionarían la fuerza suficiente para soportar las presiones de un mundo bastant e conflictiv conflicti vo, y las artes de la relajación o cultura espiritual, que nos reportarían la calma y la flexibilidad necesarias. necesarias . Una de las tareas y placeres de nuestra era consiste, pues, en aprender de nuevo el modo de ayudarnos a nosotros mismos y a nuestros amigos, a través de las sencillas artes que nos llevan a mantener un mayor ' mayor ' bienestar físico f ísico y emocional. emocional . Hace un siglo, nuestros antecesores se afanaban po r traer a nuestra tierra los tesoros materiales de Oriente. Oriente . En la actualidad, vemos que se nos importa un nuevo tipo de tesoros, que ya anticipaban los más avanzados de nuestros antepasados. Se trata de la importación de sistemas de vida orientales, consistentes en métodos que se utilizan allí desde hace siglos para explorar y desarrollar nuestras potencias emocionales, físicas y espirituales. Tales métodos pueden proporcionamos el equilibrio necesario para nuestros recién adquiridos estilos sedentarios de vida y para nuestros esfuerzos intelectuales. intelectuales. Asimismo incluyen unas sorprendentes técnicas que nos ayudan a relajar las tensiones y a enfrentarnos a las presiones y frustraciones, a las angu stias y depresiones de la vida cotidiana . Resulta sorprendente comprobar que nuestras necesidades actuales no difieren mucho de las Chi ng, o Tratado de medicina interna del habituales en las antiguas civilizaciones orientales. En el Nei Ching, Emperador A marillo, escrito alrededor del siglo IV a. de C, podemos leer: ivía entre los pájaros, las bestias y los reptiles; trabajaba, se En tiempos remotos el hombre viví trasladaba, actuaba para huir del frío y la oscuridad, y buscaba cobijos donde refugiarse del calor. No había en su interior lazos familiares que le ataran con lazos de amor; no existían oficiales que pudieran guiar o corregir su apariencia física. En aquella época tranquila y pacífica todavía no habían penetrado profundamente las influencias del mal. . . Sin embargo, el mundo presente es distinto de aquél. Las aflicciones, las calamidades y los males causan la amargura interior del hombre, y su cuerpo recibe heridas del mundo exterior; además, las leyes de las cuatro estaciones no son cumplidas y existe un ambiente de desobediencia y rebelión. Hay quienes violan, incluso, las costumbres de lo que conviene hacer durante el frío del invierno y durante el calor del verano. En vano s e les advierte. La influencia del mal se difunde desde primera hora de la mañana hasta entrada la noche: son dañadas las cinco vísceras, los huesos y la médula; la mente es obnubilada; la capacidad de comprensión, r educida, educida, y los músculos y la carne sufren heridas. heridas... '
Así pues, en el Japón, China y Corea se desarrollaron muchas artes curativas cuyo objetivo era conseguir el equilibrio del cuerpo y de la m ente. En ellas se incluían ejercicios físicos, técnicas de meditación, artes marciales y Acupresura (presión con los dedos). Todas se basan en la misma filosofía fundamental, y su finalidad es fortalecer y vitalizar cuerpos y mentes; todas son tesoros que podemos utilizar en Occidente para conseguir estados de más felicidad y mejor salud. La Acupuntura, o inserción de agujas, ha sido uno de los métodos utilizados tradicionalmente por terapeutas y médicos orientales. La Acupresura, que sólo ha sido usada recientement e por estos especialistas, fue en un principio un arte popular qu e practicaba casi toda la gente. La Acupuntura tiene unos Cinco mil años de existencia. La Acupresura es más antigua, pues la aplicación de agujas ha evolucionado de las simples técnicas de presión con los dedos . La utilización y el desarrollo de la Acupresura por el hombre de la calle han sido promovidos por los métodos orientales. orientales . Tanto actuales como antiguos, quienes ponen un gran énfasis en la medicina preventiva. En el Nei Ching encontramos que «los sabios no trataban a los que ya estaban enfermos; advertían y daban consejo a los que todavía no lo estaban. No trataban de dominar a aquellos que ya
eran rebeldes, sino que guiaban a los que todavía no lo eran. Administrar medicinas a las enfermedades que ya se han desarrollado o eliminar las revueltas que ya han dado comienzo es comparable a la conducta de aquellos que empiezan a excavar un pozo cuando ya padecen sed, o a aquellos que comienzan a fabricar armas una vez han entrado en batalla. ¿No se diría que tales acciones llegan un poco tarde? Quizá nuestra respuesta tendría que ser que «no siempre». Quizá nunca seamos omnipotentes y omniscientes en tal grado que podamos evitar la enfermedad o que no necesitemos necesitemos de la ayuda médica en un momento dado. Pero si no empezamos a desarrollar y mantener nuestro bienestar desde las pequeñas cosas, nos veremos excavando el pozo y empezando a sofocar la revuelta cuando ya sea tarde. Desde el punto en que estamos se inicia un viaje «de miles de . kilómetros».' La Acupuntura requiere" requiere " una larga preparación y gran cantidad de estudios antes de comenzar a practicarla, practicarla, pues se trata de insertar agujas en el cuerpo humano. Tradicionalmente, Tradicionalmente, la Acupresura Acupresura se ha considerado un requisito muy útil para el entrenamiento del acupunturista, pues desarrolla la capacidad del aprendiz para localizar puntos de presión y permite el uso práctico inmediato y simultáneo de las filosofías y teorías más sencillas y más complicadas. La Acupresura es uno de los ofi ci cios os tradicional tradiciona les de Or iente; ente ; en cierto grado, grado , era utilizada por las clases populares , pues es relativ relativamente sencilla de apr apr ender ender y completamente segura en la pr á pr áctica. La técni técnica de Acupresura, aplicada en el caso concr e concr eto del Jin Shin Do, deriva en parte de un arte denominado Jin Shin Jitsu. Basado en métodos japone japon eses tradicional tradicion ales es de Acupr esura, esura, así como en Shi n J itsu técnicas técnica s de medita meditacción, ón, el Jin Shin ue desa d esarrollado rrollado en Japón por Jiro Murai des de sde los años treinta itsu f ue a los años se s esenta de es e ste sig siglo. La Acupr Acup r esura esura Jin Shi stáá íntimamente relacionada relacionad a con la las teorías Shi n Do est y técnica cnicass tradici tradicionales, onales, mi mientr as as que su prá prácctica se dir ige ige a las neces necesid idaades de nue nu estr str o tiempo y nuestra cultura. ultura. Sus mé métodos se se der ivan ivan de la la teor ía de la Acupuntura, d e la pr áctica ctica de muchos muchos y generosos rosos maes aestros tros acupunturistas, acupunturista s, y de las inves investi tiga gacione cioness y búsquedas úsquedas r ealizadas sobre el Jin Shin Jitsu y otros otro s métod todos de Acupresura tanto en Estados Unidos como en Ja Ja pón. Par a actuar sobre todos los aspectos de la pe p ersona con la la mayor eficacia posible, los practicantes del Jin Shi Shi n Do utilizan también la s técnicas yoguis básic básicas as del taoísmo (r es es piración, me meditación ditación y e jerc jercicios) icios),, y pr y pr incipi ncipios die iettéticos ticos tr adic adiciona ionales. les. El Ji n S hin Do pu uede prac practicar ticar se a var var ios nive vele less dife ifer r entes. entes. Do p Su inte inter és p és princ rincii pal pal está rela re laccionado con el desarro desarrollo llo y el ma mante ntenimie nimient nto o del bie bienestar, más que que con la conce concentraci tración ón en cual cualq qui uieer sintoma intomatol tolog ogíía.: Pre Prettende nde una una profunda profunda r ela j jaaci ción ón y r ejuvenecimie ejuvenecimiento, a travéés de los trav los cua cuales es puedan puedan abrirse los cen centtr os su periores o p o psíquicos síquicos.. El J i i n Shi puede ent entender se se Shi n Do D o pue como como un modo de com com prensió prensión n de la f ilo ilosofía orie oriental básica y de incremen cremento to de la f luc luctua tuante consc nscienci ncia sobr e nosotros mis mismos. mos. También También pu p uede verse como un me medio de ayu ayudar a la familia famili a y a lo loss amigos,, o inc amigos nclu luso so com como profe profesi sió ón cuando se tenga tenga práctica. El Jin Shin Do como o p pr r esió esión n e je jer cida ida con lo los dedos dos, cae en la categ categorí oríaa occid occideental de los mas masajes, No No se tra ratta de una una D o, com pr áct áctica médi m édicca, ni de be be interp nterpre retars tarsee como co mo tal, aunque unque pu p uede servir rvir de com ple plem mento útil a una una terapia terapia médica o ps p sicol cológ ógiica. in Shin Do só Como omo la Ac Acu u pres presu ura J in sóllo se pa par ece ece al al masaje occide occident ntaal en el hec echo ho de utilizar utilizar para para su pues puestta en pr ácti áctica el contaacto físi cont físico (gene (genera rallme ment nte, e, con la ro pa pa pues esta ta), ), se su suele elen n utilizar utilizar las as,, pa palla bra brass «tratam tratamiiento nto» y «asis asisttente nte» en lugar de «masaje aje» » y «m «masa jista jista». ». Las pal pala br br as «tr atamient iento o» y «asiste sistente nte» (o, alt alteerna rnativa ivam mente « prac practican ticantte») no pret no preteenden signif signif icar icar en Shi i n D Do o es modo alguno títulos tulos o estu estudios dios médic médicos. El Jin Sh es,, senci ncilla llamente, nte, un ar ar te de ayuda ayuda al prój al prójimo imo,, y los que pra que practic cticaan J i in no son son otr otr a co cosa que que asistentes asistentes.. S hin hin Do no
En el presente li l i bro bro he inte intent ntaado pr esent esentar ar la filosofí filosofíaa y la lass práctic prácticas médic médicas tradicionales de Oriente de de un modo m odo que que resulte fácilmente accesible a nuestra era. Espero que sir va va de d e introducción al verdadero tesoro que que es el anti ntiguo Camino amino or iental, iental, y que ay ayude a mucha gente a incorporar estas esta s artes cur ati ativas orientales, mágicas y poderosas poderosa s, a sus propios sis si stemas de vi vid da. En ocasiones estas enseñanzas, o parte de ellas, se h an mantenido en secreto, secreto , bien por temor a que llegaran a personas que hicieran mal uso de ellas, bien para mantener una prof e prof esión (como la de acupunturista) acupunturista) par a los desce descendientes de uno un o. Debemos agradecer a estos maestros orientales el hecho de que se hay hayan dignado abrimos su conocimiento y sabiduría, con una perfecta comprens ión de las las gr ande andes necesidades y carencias que que pres presenta esta era materialista en que no s mov movemos. emos. Dijo Dijo el e l Emperador Ama Am arillo, rillo, «cuando « cuando los poderes podere s espi espir ituales tuale s se transmi transmiten ya no puede puede volv olverse atr ás; si se vuelv elvee atr a tr ás ás ya ya no puede tr tr ansmit ansmitirse y sus gr andes po poder es se pierden para el uni verso. Para cumplir su destino el hombre debe ir más allá all á de lo que está a su alcance, de lo insignific ante. Se de d e be ha h acer público en tablillas de j jade ade lo que se s e esconde y se se cons conserva en en tesoros tesoros y almacenes, para estudiarlo de la ma mañana a la noche y hacer así comprens compren sible el mecanis mecan ismo mo pr pr eci ecioso que guía el unive univer r so.' IO NA MARS MARSAA AA TEEGUA TEEGUARD RDEN EN
Tok yo, Los Los Ang Angele eless y Dakota del del No Nor r te te Julio 1976-agosto 1977
1 El capítulo de la concepción Un modo sencillo de ayudarnos a nosotros mismos, a nuestros amigos y familiares es sacar partido al poder del contact contacto o humano. Todos hemos nacido con est estee poder, con la facultad de ayudar a rebajar la tensión y revitalizar la energía corporal mediante el tacto . Pese a estos tiempos de caos, inducidos por la presión de la existencia contemporánea contemporánea,, el poder mágico del tacto nunca se ha atrofiado por completo completo ni tampoco se ha eliminado nuestra necesidad de él . Antiguamente, casi todos los orientales sabían utilizar alguna forma de Acupresura para ayudar a su familia y a sus amistades a través del tacto. La Acupresura, o presión con los dedos, es muy sencilla de aprender y de practicar. El uso de esta y otras artes curativas orientales parecidas, puede ayudarnos a recuperar la facultad de mantenernos más sanos, felices y libres . Pese a que todo el mundo posee este asombroso poder del tacto, para liberarlo se requiere un catalizador . catalizador . El más poderoso es el amor o la compasión . Es por ello que el Jin Shin Do, que se inspira en un arte de Acupresura tradicional del Japón, significa literalmente «el Camino del Espíritu Compasivo». La compasión es la clave para ayudar a los demás y ayudarse uno mismo . A través del poder del contacto humano contenid o en el Jin Shin Do experimentar un nuevo y Do , , podemos experimentar «enérgico» equilibrio, un equilibrio qu e invada todos nuestros estados físico s, emotivos, mentales y espirituales..' Al dar y recibir tratamientos de Acupresura, nos hacemos también más conscientes de espirituales nuestros propios estados y d e la energía vital de nuestro cuerpo . Comenzamos a advertir que ciertos ambientes y situaciones inician o incrementan nuestras s ensaciones de tensión o desequilibrio, mientras que otros nos provocan sensaciones de fe licidad y bienestar. A través de esta consciencia desarrollada de la unidad interna de nuestros cuerpos y nuestras mentes, y de la unidad existente entre el individuo y el ambiente, podemos aprender a mantener el estado de equilibrio que experimentamos a través del tratamiento por Acupresura. ¿Qué es la salud? ¿En qué consiste la enfermedad? La deJinición tradicional de Oriente respecto a la salud no se refiere simplemente a la ausencia de enfermedades, sino que va más allá para insistir en que se trata de un estado de equilibrio y una sensación de bienestar . bienestar . «Cuando las fuerzas del cuerpo actúan en armonía mutua, habrá vida (o vitalidad) ; cuando se juntan pero no se unen, el resultado es la enfermedad..' Dejando aparte las prácticas terapéuticas tradicionales de Oriente, e xiste el principio de enfermedad que la salud es equilibrio y la enfermedad, la falta de equilibrio en la energía vital . Esta energía vital, vital , o ki , , es parecida a la electromagnética electromagnética,, aunque más sutil. sutil . La obtenemos de varios modos. Existe el ki prenatal -que recibimos de nuestros padres antes de nacer y el ki postnatal, que nos n os llega principalmente a través de la comida y de la respiración. Este ki alimenta y defiende el cuerpo desplazándose por él a trav tra vés de unos conductos ordenados que se denominan «meridianos» y «canales». El ki es la energía más primaria del organismo, la que sustenta y coordina todas sus actividades. Como el arte de la Acupresura es de implantación relativamente recie reciente en Occidente Occidente, su vocabula vocabulario, tanto en inglés inglés como en es pañol pañol,, es esttá en período de de formación formación:: «meridiano meridiano», », por por ejemplo ejemplo,, es el té término ace ace ptado par p ar a nombr ar a las líne líneas de cor co r riente riente de ener gía, pese a que que este significa significado todavía todavía no a par ece en los los diccionarios. Sin embargo, embargo, carecemos de de un vocablo que de denote el aspecto de nuestro ser en el que qu e est estáá compr endida la energí energíaa vital de del ki. En lugar de de utilizar los términos «energía energía» » o «energético» como sus sustitutos, sugiero el uso del término «ené «enérgico», que utilizo en oc ocaasiones, como adjetivo que signifique «de o relativo al aspecto energético de del se ser r », del mismo modo que que los mé médi diccos del siglo XIX etéérico rico» » p introdujeron el tér mino mino «et paara signific significar «de o perteneciente al éter ». Así, Así, hablaremos de equilibrio enérgico, del mismo modo que hablamos de estado stadoss emocional emocionales es,, ment ntaales o espirituales. espirituales.
Resulta difícil permanecer centrado y en un estado de equilibrio bajo las presiones de la civilización moderna. Nos influyen constantemente tantas fuerzas sociales y materiales que casi todos los aspectos de nuestra vida se vuelven contusos y complicados. Hoy, más que nunca, necesitamos recuperar y utilizar la sencilla sabiduría de nuestros antepasados.
¿Qué es el J in Shin Do? El Jin Shin Do es una correlación de antiguas artes curativas orientales , diseñada para devolver y armonizar la energía vital al cuerpo humano y fortalecer y equilibrar tanto el cuerpo como el espíritu.' Es un modo de curar que se basa en una técnica de Acupresura de sorprendentes resultados, y que también incluye otras artes vitales de antigua tradición en Oriente, como los métodos de respiración y meditación, los sistemas de ejercicios físicos y los principios dietéticos tradicionales. Aunque éstas son importantes, tanto por separado como en conjunto, el aspecto más interesante del Jin Shin Do es una comprensión básica de la vida sin la cual toda técnica no deja de ser un ejercicio vacío de contenido. El estudio de la filosofía básica oriental no puede separarse del estudio de las técnicas prácticas, pues todo arte curativo oriental está, en su origen y desarrollo, firmemente en raizado en esta filosofía básica o comprensión de la vida. El nombre Jin Shin Do describe algunos de los principios filosóficos orientales relacionados con las artes curativas. Sus características son:
Jin (La Compasión). El primer carácter, Jin (o Jen , en chino), es el único requisito previo al estudio del Jin Shin Do. Jin significa compasión o benevolencia, y es la llave mágica qu e abre el verdadero poder de nuestro espíritu interno. Sin compasión por nosotros mismos, la espiral del desarrollo personal se ve constantemente atenazada por la actitud hipercrítica y sus secuelas: la duda, la inseguridad y las posturas negativas. Sin compasión por los demás, toda acción corporal o mental que se haga por ayudarlos será puramente mecánica, una serie de medidas técnicas que sólo tendrán un efecto superficial y que se verán incapacitadas de alcanzar el centro espiritual del prójimo. La compasión es el dardo que nuestro centro espiritual envía, y que lleva a los reinos claros y superiores de la alegría y la libertad no sólo a nuestro propio espíritu, sino al del otro. ¿Qué es lo que crea la compasión? Por un lado, la reflexión sobre nuestra propia fragilidad y nuestras dificultades; la experimentación de las pasiones , de la alegría y el dolor, del miedo y la angustia, del amor y la aflicción, y, por mediación de ellas, de la consciencia de la condición humana . Por otro lado, la comprensión de que «los que están al borde del abismo se sienten como si sus manos estuvieran asidas a un tigre; en tales ocasiones su energía y su atención no están dedicadas a la contemplación del conjunto de la creación» . Cuando nos atenaza la enfermedad, nuestra energía se dirige hacia nuestro interior; normalmente no somos capaces de dirigirla al exterior y cuidarnos verdaderamente de nuestra familia, de nuestros amigos y de la creación en su conjunto.
Shin (El Espíritu). El segundo carácter, Shin (o Shen, en chino), significa Espíritu . También contiene el significado de «extender» o «crear». El Shin mora en el corazón humano y es el maestro o creador de las naturalezas física y emocional, que dominan todas las actividades del ki tanto en el cuerpo como en la mente. El Shin es en realidad el Tao dentro de cada uno, o el Dios interior. Es la parte humana inspirada en la divinidad. De un Shin equilibrado parten las emociones de la alegría y el amor, expresadas en risas
francas y en cálidas sonrisas. El Shin, como el cristal, puede ser claro y brillante o nebuloso y borroso. Cuando está en este segundo estado, nuestra percepción se distorsiona: percibimos el Espíritu como algo «nuestro», perteneciente sólo a nosotros y separado del resto de la creación. Cuando perdemos el contacto con el Tao, intentamos poseer el Espíritu, e infundirle una marca con nuestra propia personalidad. Nos es dado aceptar la necesidad de fluir con los cambios incesantes de nuestro mundo, pero en su lugar insistimos en mantener un bote pintado con nuestro color preferido, con nuestro nombre bien claro a cada lado. Así, confundimos el Espíritu con el ego, convirtiendo nuestra tendencia natural al autodesarrollo en un exceso de preocupación por nosotros mismos. Nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos. Esta consciencia ordinaria es la nube que distorsiona nuestra perc epción, que nos separa de la naturaleza y del Tao. En el nacimiento y en el transcurso de nuestra vida, esta percepción oscure cida vence a nuestro Espíritu original, a nuestra consciencia prima ria o espiritual.
Cuando cogemos los paños de la consciencia de nosotros m ismos, como son la reflexión, la liberación y la meditación, y lim piamos y pulimos el cristal, advertimos que la consciencia o rdinaria se desvanece. Del mismo modo que mirando por un cris tal sucio o nebuloso vemos lo que en realidad no es, si miramo s a través de un Shin nublado percibimos una «realidad» cent rada en nuestro ego que no es real en absoluto, o que no es sino parte de lo real. ¿Qué ver, pues? ¿Qué es el Shin claro? El Shin o Shen sin nieblas es nuestro Espíritu en armonía con la naturaleza, la percepción de la unidad de todas las cosas, la aceptación d el flujo universal de los cambios y. la revelación del juego cósmic o. «Hablemos del Shen, del Espíritu -decía Ch'i Po al Emperad or
Amarillo-, ¿Qué es el Espíritu? El Espíritu no puede captar se mediante el oído. El ojo ha de ser muy brillante de percepción y el corazón debe estar muy abierto y atento, para que el Espíritu se le revele a uno de repente a través de su propia co nsciencia. No puede ser ex presado mediante la boca; sólo el corazón puede expresar todo lo que es . Si se presta una profunda atención, puede conocerse de repente , pero con la misma rapidez puede perderse tal conocimiento. Sin embargo, Shen , el Es píritu, se clarifica para el hombre cuando el viento bar re las nubes. Por eso recibe el nombre de Espíritu.» .
El Shin (o Shen) reside en el corazón y se asocia al centro superior del pecho (al chakra del corazón). Rige la energía física, pone en armonía las emociones y guía todas las accione s del intelecto y la voluntad. El Jin Shin Do es el camino del Espíritu compasivo; tamb ién es un camino hacia dicho Espíritu. Al expresar la compasión, como sucede cuando se aplica la Acupresura Jin Shin Do, nuestro espíritu se clarifica progresivamente. Aumenta la f acultad de absorción del ki o energía universal. El Shin se fortalece tanto que se nos revelan sus verdaderos deseos, los dictados de nuestro corazón. Cuando se experimenta la libertad espiritual, cuan do la consciencia espiritual rige al hombre, aunque sea brevemente, las actitudes espirituales comienzan a cambiar . Las emociones se equilibran, la energía física se potencia y el cuerpo y la m ente coexisten en armonía.
Do (El Tao o el Camino). El tercer carácter; Do (o Tao en chino), significa literalmente Camino, referido al Camino que sigue todo el universo, incluido el hombre. El vocablo Tao se utiliza de muchos modos distintos, como la palabra Dios, pero no significa en absoluto lo que habitualm ente entendemos por Dios. Es el principio fundamental de toda la filosofía oriental: el Tao es la realidad última, el modo de operar de la Naturaleza . Lao Tse, en el antiguo tratado de filosofía oriental llamado Tao Te Ching, dice del Tao que «es el origen del cielo y la tierra», la «puerta de todas las esencias». Las primeras palabras de Lao Tse acerca del Tao , las que abren el Tao Te Ching, son las siguientes: «El Tao que puede expresarse con palabras no es el Tao eterno... », El Tao es absoluto e ilimitado, mientras que las palabras son relativas y limitadas . Las palabras son recipientes que no contienen visiones enteras del Tao, sino solamente parte de dichas visiones. Las palabras, asimismo, comprenden dos ti pos diferentes de connotaciones y de asociaciones, las del autor o narrador y las del lector u o yente. Así pues, especialmente al hablar del Tao debemos intentar sentir el espíritu de dichas palabras, utiliz ándolas como pinceles con los que intentamos reproducir o pintar, con la mayor cl aridad posible, un cuadro del contexto pensar-sentir-ser del ente o pensamiento que tratamos. He aquí el cuadro del mundo que se conti ene en el Tao: Antes aun que el cielo y la tierra ya existía un ser inexpresable. Es un ser vacío, silencioso libre, inmutable y solitario. Se encuentra en todas partes y es inagotable. Es posible que sea la Madre del universo. No sé su nombre, pero lo llamo Tao. Si me esfuerzo en nombrarlo lo llamo «grande». Es grande porque se extiende. Su expansión le lleva lejos. La lejanía le hace retornar. El Tao, pues, es grande y el cielo es grande. La tierra es grande y también lo es el hombre. En el universo hay cuatro cosas grandes, y el hombre es una de ellas. El hombre sigue la ley de la tierra. La tierra sigue la ley del cielo.
El cielo sigue la ley del Tao. El Tao sigue su propia ley.
Esto significa que el Tao incluye todo aquello que es, y todo lo que no es. El cielo y la tierra, el día y la noche, la luz y la oscuridad, el cuerpo y el espíritu, todos participan o son el Tao. El movimiento del Tao es un continuo «alejarse» y «regresar». Es un cambio cíclico constante. Tal es el orden que se guarda en el macrocosmos (el universo) y en el microcosmos (el hombre). La visión del Tao impulsa al hombre a poner en armonía su vida con la música de las esferas, a ser consciente de los cambios que componen el viaje que es su vida, y a fluir con ellos. «Los que están en armonía son como un eco... siguen el Tao, y no necesitan dioses o demonios, pues son libres e independientes». El Tao posee también un signif icado más personal de vía o camino a una r ealización más clara de nuestra naturaleza, de nuestra «taocidad». Así como hay muchos caminos distintos que nos pueden llevar a un mismo punto de nuestra geografía, el Tao incluye diver sos caminos de r ealización personal, tantos como hombr es habitan el planeta. Una vez se ha descubierto el camino individual, la vía del verdadero espíritu de la persona, ésta debe mostrar se agradecida y mantener ese camino mientras tenga «alma» para él. Sin embargo, sucede que muchas veces descubr imos un camino, lo convertimos en un concepto y hacemos de él «el único camino», tanto para nosotros como para los demás. El camino del Tao no es exclusivo. Es más bien la necesaria unidad de todo lo verdadero que subyace tr as cada forma o lenguaje. El camino del Tao es tolerante e impulsa todas las vías que sirvan para revelar a la persona su «taocidad» esencial. UNA VIEJA LEYENDA Un hombre se afanaba en escalar una montaña. Miró a su alrededor y vio a otros que también subían por caminos distintos, incluso, por distintas direcciones. «¡Locos!», pensó, «suben por el camino equivocado» El hombre prosiguió su ascensión hasta que, años después, alcanzó la cima (era una montaña muy alta). y entonces vio a aquellos otros locos. También ellos estaban en la cima de la montaña.
¿Cómo actúa el J in Shin Do? Las variadas técnicas del Jin Shin Do son modos de tranquilizarse lo suficiente para despertar realmente, para ver y oír de verdad nuestro mundo. Son maneras de equilibrarse y centrarse-mediante tratamientos de Acupresura, meditación, técnicas respiratorias, movimientos y regímenes alimenticios-, para tratar de experimentar la alegría de la unidad interna y externa. Pasamos tanto tiempo observando y escuchando a nuestro mundo, per mitiendo que sean nuestros estados emocionales omentales los que filtren nuestra percepción de él, que acabamos por no escuchar ni observar de verdad. En efecto, nos censuramos a nosotros mismos mediante nue stro propio pensamiento y nuestro sistema habitual de sensaciones, que nos llevan a asimilar ciertas cosas y no hacer caso de otras. Cuanto más rígidos sean nuestros hábitos, más perdemos en espontaneidad. Habitualmente nos limitamos a reaccionar, en lugar de actuar espontáneamente. Algo nos falta. Algunas piezas del rompecabezas no están en nuestras manos, pues impedimos que nos lleguen poniendo como barrera el filtro que nosotros mismos fabricamos. Dejamos que los filtros de nuestra percepción, sentimien tos e ideas -nuestra consciencia ordinaria- cubran nuestra consciencia espiritual original. A causa de tales filtros, de las malas costumbres del Shin o Espíritu, nos quedamos sin la gozosa consciencia del libre Espíritu. Todos los hombres, hasta cierto punto, escogemos poner o no los filtros. Sin embargo, todos somos libres en principio.
Tenemos una amplia gama de filtros: la preocupación, la codicia, el temor, la angustia y la tristeza, por nom brar algunos. Todos estos desequilibrios emocionales se reflejan en hábitos mentales y físicos. Del mismo modo que las posturas y movimientos desequilibrados afectan o son causados por zonas
concretas del cuerpo, así también los diversos desequilibrios emocionales se reflejan en tensiones musculares y endurecimientos de ciertas zonas del organismo. Tales endurecimientos tienden a continuar y reproducir los desequilibrios emocionales específicos, al tiempo que obstruyen nuestra visión nítida del Tao al filtrar partes del continuo espacio-temporal, del aquí y ahora. El proceso de eliminación de estos filtros puede iniciarse mediante la actuación en cualquier extremo del espectro formado por el cuerpo y la mente. Podemos comenzar por la acción corporal , liberando el agarrotamiento físico y recuperando el equilibrio tanto estructural como energético de nosotros mismos. También podemos empezar por actuar sobre la mente, procediendo a la liberación y recuperación del equilibrio mental, emotivo y espiritual . Según la tradición filosófica oriental, no existe una separación real entre el cuerpo y la mente; ambos están completamente interrelacionados. La acción sobre un aspecto de nuestro ser afecta necesariamente al otro. En consecuencia, ambos deben tenerse en cuenta para lograr una acción más eficaz en cualquiera de ellos. La combinación de la Acupresura con otros métodos curativos tradicionales, como sucede en el Jin Shin Do, supone, por tanto, un modo de facilitar la liberación de los hábitos autodestructivos y de colaborar al establecimiento de un nuevo equilibrio tanto corporal como mental . La Acupresura y otras técnicas contenidas en el Jin Shin Do se basan en las teorías y prácticas filosóficas tradicionales de Oriente. Dichas artes se han venido utilizando y desarrollando desde hace siglos, por lo que, de alguna manera, son muy sofisticadas y evolucionadas . Sin embargo, sus bases son muy sencillas y fáciles de aprender. Cada persona, en cualquier edad, debe absorber su sabiduría tradicional y utilizarla y desarrollarla de acuerdo con sus necesidades y con las condiciones del momento. Esto es, cada uno debe seguir su camino. De una manera global, el Jin Shin D o puede incluir:
Todo el mundo puede descubrir en las artes curativas tradicionales del Jin Shin Do, por lo menos, un modo de realzar su propio camino, y una apertura a la comprensión de otros caminos . Muchos individuos dedicados al estudio de estas artes encontrarán mucho más que lo dicho; descubrirán un Camino que les abrirá perspectivas en esta vida y que les proporcionará la posibilidad de un continuo desarrollo personal. Tal punto sólo es posible lograrlo asimilando estas antiguas sabidurías, y convirtiéndolas en propias, dando vida a estas antiguas enseñanzas y técnicas , o recreándolas mediante su uso y reflexión. Esta creatividad procede del Shin, del Espíritu. La espontaneidad conque tal proceso tiene lugar refleja el Tao. En nuestro tiempo, cuando la humanidad asiste tambaleante al cambio de las eras, cuando muchos se preguntan si será alguna vez posible la Nueva Era del Hombre y su pacífico anuncio, el planeta
requiere hombres y mujeres que recorran compasivos su Camino . Debemos permanecer abiertos y conscientes de nuestra unidad esencial, la unidad de los individuos con el planeta, y la necesidad de agrupamos para hacer evolucionar el estado de ambos. Queda mucho por hacer, tanto externa o ecológica mente, como interna o per sonalmente. Una buena forma de ayudar al planeta será mediante la liberación de rigideces y bloqueos, centrándonos en nuestros espíritus , equilibrándonos en nuestro flujo de energía y ayudando a los demás a relajarse y equilibrarse. Si podemos convertir en real el principio de que salud y felicidad significan estar en armonía con la naturaleza , mejorará indefectiblemente nuestra condición personal.
Los puntos de cambio entre los tiempos son los momentos de mayor intensidad. El presente es uno de ellos. La espiral del cambio gira a mucha velocidad ; las cosas cambian rápidamente en casi todos los aspectos de la vida. Es sencillo seguir los cambios del presente, mas no lo es tanto adaptarse a la continua mutación. Sin embargo, ello es necesario si no queremos vemos rebasados por su rapidez .
Entre el macrocosmos y el microcosmos no existe separación ; tampoco la hay en el interior del microcosmos. La unidad de todas las cosas -del universo y el hombre, del cuerpo y la mente de éste-, es la premisa principal de toda la filosofía oriental . Su byace tal concepto en todas las técnicas tradicionales que pretenden hacer evolucionar el estado físico y mental de las personas. El planeta es uno con sus moradores, y las acciones de éstos son o no armónicas , según los estados internos del ser. No existen las panaceas ni las normas universales para poner en armonía el cuerpo y la m ente. Sin embargo, existen técnicas cuyo aprendizaje está a nu estro alcance y mediante las cuales podemos conectar con nuestro Espíritu interno y aprender a equilibrar los estados interiores de nuestro ser .
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El capítulo de gobierno Dos son los principios fundamentales en que se basa la terapéutica y la filosofía de las artes curativas orientales. Si comprendemos, utilizamos y tenemos consciencia de ellos, todas las teorías integradas en las artes curativas orientales pueden aprenderse fácilmente y usarse con eficacia, no importa lo vagas o complejas que puedan parecer a primera vista , De hecho, todos los demás principios, po r fascinantes e importantes que sean, se relacionan con los dos principales. Los dos principios de' gobierno son: 1) el principio dinámico del Yin y el Yan g , y 2) el principio del ki , o energía vital. Estos antiguos principios orientales se hallaban ya expresados por escrito en épocas tan remotas como la pr imera mitad del primer milenio antes de Cristo (hace casi t r es mil años), en el I Ching o Libro de los Cambios. Se hablaba de ellos en el tratado de filosofía oriental Tao T e Chin g , escr ito alrededor del siglo IV a. de C., y sus implicaciones terapéuticas se expresan detalladamente en el monumental N ei Chin g, o Tratado de Medicina Interna d el Emperador Amarillo, que se escribió aproximadamente en la misma é poca. Este tratado constituye todavía un texto fundamental para el acupunturista y el acupresor moderno, y esos dos pr incipios son todavía la premisa básica de todas l as artes curativas de Oriente.
El Tao de la acción corporal. El gran sabio taoísta Lao Tse describe sencillamente la existencia y naturaleza de estos dos principios fundamentales: El Tao engendra el Uno el Uno engendra el dos, el dos engendra el tres. El tres engendra a todos los seres. Todos los seres llevan la sombra (Yin) a sus espaldas y la luz (Yang) en los brazos. y el aliento de la nada (ch'i) resuelve la armonía.
¿Qué significa este poema? El Tao es la fuente primordial, última e infinita. Se convierte en el Uno, en la unidad de las fuer zas, para manifestarse. «Todos los seres, en su unidad, surgen a la existencia.» El Tao mantiene su unidad aunque, como la amiba primaria, pueda escindirse en dos. El Uno, pues, puede hacerse dual, puede escindirse en dos fuerzas: el Yin y el Yang . ¿Qué son estos «dos» primarios? ¿Qué son el Yin y el Yang? Son simplemente palabras utilizadas para describir las dos caras de la Unidad, las fuerzas opuestas pero complementarias que encontramos en todo ser y en todo proceso . Las manifestaciones más primarias del Yin y el Yang son el cielo o espacio (Yang) y la tierra o forma (Yin); también, el día o la luz (Yang) y la noche u oscuridad (Yin). «Al principio Dios creó el cielo y la tierra ... y Dios separó la luz y la oscuridad» El Yin y el Yang no existen inde pendientemente el uno del otro, ni en el universo ni en nuestras mentes. Es imposible concebir una tierra que no estuviera r odeada y mantenida por los cielos; a la inversa, incluso en el espacio existe la mater ia, pese a que su distribución sea mucho menos densa que en cualquier planeta. Si no hubiera oscuridad, no alcanzaríamos el concepto de la luz, pues no habría nada con qué compararla. La existencia del Yin o del Yang lleva en sí necesariamente la existencia del otro. Básicamente, el Yin es una fuerza pasiva, y el Yang , una fuerza activa; el Yin es r eceptivo, mientras que , aunque una fuerza puede el Yang es enér gico. Todas las cosas contienen tanto el Yin como el Yang dominar a la otra. «Todos los seres llevan el Yin a sus espaldas y el Yang en los brazos.» Cuando nuestro estilo de vida está lleno de actividad y ocupaciones, la f uerza Yang es la dominante. Cuando nuestras vidas
se calman y tenemos más tiempo para la tranquilidad, es la fuerza Yin la que impera. La base de la filosofía del Yin y el Yang es que ambas fuerzas son esenciales en nuestro universo y en nuestras vida s personales. Lo que necesitamos es aprender el arte de conseguir y mantener un equilibrio entre ambos. Por ejemplo, cuando la fuerza Yang domine nuestro estilo de vida en grado extremo, sufriremos una tensión; cuando sea el Yin la fuerza dominante, experimentaremos letargos y debilidad. El ideal consiste en ser Yin y Yang, pasivos y activos, según las circunstancias; ser capaces de tensar los músculos y activar las mentes, y de relajar los músculos y tranquilizar las mentes cuando nuestra necesidad de actividad haya desaparecido. Ya hemos visto al Tao haciéndose Uno, y al Uno haciéndose dos. Así se descorre la cortina etérea y así comienza el juego cósmico. Ambos, el Yin y el Yang, se interaccionan como protagonistas sobre la escena terrestre, o como amigos que se comunican. Entre ellos se crea una vibración . Una vi bración muy sutil, etérea y elevada, que constituye la energía básica del universo, la fuerza vital primordial. Tal fuerza, parecida a la energía electromagnética pero con un mayor grado de sutileza , se denomina ki en Japón, chi (ch'i) en China, qui en Carea, prana en la India, rlun en Tíbet, energía orgánica en las obras de Wilhelm Reich y bioplasma o energía vital en la moderna ciencia occidental. El ki está en nuestro derredor y en nuestro in terior, siempre cambiante y siempre seguidor de l as leyes naturales del Y in y el Yang. Nosotros somos como peces sumergidos en el océano del ki. Esta energía vital nos mantiene y alimenta, aunque habitualmente no advirtamos su existencia e importancia. Los científicos occidentales, al analizar el mundo material, lo dividen en partículas cada vez más finas, cada vez más pequeñas. Según las últimas intuiciones de las investigaciones más avanzadas, se ha descubierto que en la parte más recóndita del túnel, justamente en el centro de todo lo que existe, se halla la energía. En esto consiste la sencillez última, y en ello reside el punto de par tida de todas las ter apias orientales y de todas sus artes curativas.
La energía precede a la materia, del mismo modo que el pensamiento o las sensaciones preceden a la acción. El ki es la energía vital básica, y está gobernado en sus manifestaciones por la acción del principio din ámico yin- yan g . Como dijo Lao Tse, los tres -la fuerza yin , la fuerza yang y el ki- crean todo lo demás. Según la filosofía oriental, todos los seres vivientes poseen el ki. La armonía del ki -su equilibrio yin yang - es necesaria para el buen funcionamiento de todo ser vivo . Así, todas las cosas están «resueltas en la armonía (ch'i)» , Mediante el control del ch'i o ki se puede desarrollar fácilmente la armonía o equilibrio entre el Yin y el Yang. En esto consiste el proceso de centrarse, de encontrar «la gran cumbrera» (Tai Ch'i) alrededor de la cual giran 'en armonía los polos opuestos .
El Yin y el Yang, La espiral del cambio. Podemos utilizar el principio yin- yang a modo de nuevo y diferente instrumento analítico, dividiendo todas las cosas en categorías a partir de él .' Pese a que tales descripciones pueden ayudarnos a expandir nuestra consciencia del mundo, no dejan de ser conceptos intelectuales estáticos a menos que les añadamos una comprensión de la naturaleza dinámica del Yin y el Yang. Éstos son, y en ello reside su principal importancia, un modo de describir el cambio, un modo de ob servar y sentir los ritmos vitales. Aunque el arte o ciencia del Yin y el Yang fue desarrollado principalmente por los antiguos orientales, el pensamiento yin yang es la base de muchas culturas tradicionales, pues el cambio -la existencia e interacción de las polaridades- es básico para la vida . Actualmente, la antigua filosofía Yin-Yang , que tan importante fue entre los filósofos y terapeutas tradicionales de Oriente , tiene un fuerte eco en la ciencia moderna de los ritmos biológicos . Un informe sobre estos biorritmos del Instituto Nacional de
Salud Mental estadounidense afirmaba que «unos ritmos invisibles subyac en bajo lo que consideramos constante en nosotros y en el mundo que nos rodea . La vida es un fluir constante, pero este cambio no es caótico. La naturaleza rítmica de la vida en la tierra es , quizá, su propiedad más usual, pese a no resultar demasiado perceptible... La noche sigue al día. Las estaciones cambian. Las mareas suben y bajan. También nosotros cambiamos, desde el sueño nocturno a la actividad sin descanso del día. También nosotros mostramos las ondulaciones rítmicas del planeta» .
Si o bser vamos el símbolo del Yin-Yang , ver emos que no es estático, sino que muestra un cambio rítmico continuo, fluido y vital . El Yin está simbolizado por la porción negra (en ocasiones verde) , representando lo que es p asivo, receptivo, flexible, oscuro o frío. El Yang está simbolizado por la porción blanca (o r oja, a veces), que simboliza lo activo, enérgico, firme, brillante y cálido. Estas dos son las fuerzas .vitales, las tendencias básicas de toda la creación . Son como la trama y la urdimbre del tejido de la vida, que juntas tejen la tela de la existencia con sus variados e interesantes matices y diseños. Si partimos del punto 1) del símbolo yin- yang que antecede, veremos que la porción Yin, la oscura, está en su punto más pequeño. Si seguimos el círculo en la dirección de las agujas del reloj, el Yin va haciéndose cada vez mayor, hasta alcanzar su punto máximo en 2). Aquí empieza a transformarse en Yang, que está en su punto más pequeño. Si seguimos dando la vuelta al círculo en la misma dirección, vemos que el blanco, o Yang; es el que ahora crece gradualmente hasta regresar al 1), donde alcanza su posición máxima, para volver a transformarse en Y in. Si seguimos el círculo una y otra vez, veremos que el pr oceso de cambio descrito en el símbolo yin- yang no es un mero círculo, sino un ciclo de cam bios constantes de Yin a Yang, de Yang a Yin , y otra vez de Yin a Yang. No obstante, esto no signif ica que la existencia sea un círculo fútil de cambios sin sentido en el que estemos atrapados. En toda la filosofía or iental es básica la fe, intuitiva o racional, en el orden del univer so, incluidas tanto la naturaleza de los mundos como la humana. «La grandeza de toda virtud reside en su fidelidad al Tao» , dice Lao Tse. «...Esta esencia es verdadera. Desde los tiempos más remotos conserva invariable su nombre.» Tal fe nos tr ae la paz y la tranquilidad, pues «donde está el Tao, está el equilibrio». La fe en el Tao es el resultado natural de su contemplación; no se trata de una creencia forzada o artif icial. «Esta veneración al Tao y la estima de la vir tud no es impuesta, sino una inclinación espontánea.» El Tao es «la gran virtud»; su camino es esencialmente «virtuoso», en el sentido de que va hacia la Bondad Su prema. ¿Cómo actúa el Tao? ¿Cómo manifiesta la bondad suprema? «El camino (Tao) del cielo consiste en quitar al que le sobra y dar al que le falta.» Lo innecesario se abandona; lo necesario es provisto. No se contiene aquí concepto alguno referido a la batalla entre las fuerzas de la razón y de la maldad . «El Tao del cielo no combate; pero con seguridad alcanza la victor ia.» La fe en el Tao no reside en los ciclos, sino en la espiral de los cambios, pues una espiral es un ciclo con un rumbo. El Tao impregna todas las cosas y les da existencia. El cambio constante de todas las cosas tiene un rumbo gracias a su «taocidad».
Este rum bo no es exactamente un propósito divino, sino más bien una tendencia constante hacia el T ao, la Fuente, parecida a la que el niño siente por la madre. Esta es Cierto tanto en la natur aleza como en la condición humana, pues ambas son manifestaciones del Tao. «El Tao, por su naturaleza, no actúa, pero nada hay que no sea hecho por él. Si los prínci pes y los reyes pudieran adher írsele, todos los seres evolucionarían por sí mismos.»
Yin y Yang: la espiral Cambio
El taoísta, la persona que sigue el Tao, no pretende forzar una «buena» dirección en el desarrollo de las cosas. Antes bien, se preocupa de desarrollarse a sí mismo, de descubrir su esp íritu original, su naturaleza Tao. Lao Tse dice: «Sólo yo soy diferente a todos los demás porque aprecio a la Madre qu e me nutre». Este es el más alto desarrollo del egoísmo, el valorar la búsqueda de la claridad y el sustento interior . Nosotros somos inherentemente egoístas, pues todos compartimos un deseo común de mayor felicidad . Incluso cuando estamos ayudando a otros, actuamos de modo que esperamos o sabemos que, directa o indirectamente, nos proporcionarán un mayor grado de felicida d. Esta felicidad que pretendemos no puede conseguirse con la adecuación a nuestra naturaleza interna, ni con la sola adecuación a la naturaleza de los demás. Debemos ser libres para adoptar ambas actitudes, para ser tanto activos como pasivos. Difícilmente nos será dado facilitar el camino a los demás si nosotros mismos no somos dirigidos en nuestro crecimiento. Sin embargo, todos nos mostramos avergonzados de un modo u otro por nuestro egoísmo. Es importante advertir que comportarse siempre de un modo altruista y nunca egoísta representa una carga imposible e innecesaria. Si observamos y damos validez a nuestros propios deseos internos, comenzaremos a notar las fuerzas que mueven a todas las personas. Es así como nace la verdadera compasión y el auténtico amor por los demás, y como empezamos a responder a éstos más espontánea y directamente.
¿Por qué tener miedo del egoísmo? ¿Por qué tener miedo de hacer precisamente lo que deseamos o de que los demás hagan lo que quieren? Porque no creemos verdaderamente en la naturaleza o en la naturaleza humana. Porque tenemos miedo de la naturaleza intrínseca del mundo y de la humanidad. Cuando se tiene fe en el Tao, y cuando la vida del hombre se adecua a tal Camino, el Tao actúa espontáneamente en el hombre. Cuando se olvida el Tao que llevamos dentro, nos vemos obligados a confiar solamente en nuestras propias fuerzas, pues nos apartamos de «la Fuerza» o camino universal . ¡Uno debe presionarse a sí mismo insistentemente! Si fuera otro el que nos sometiera a tal presión , seguramente mostraríamos un acusado resentimiento, pues nos llevaría a un grado de presión intolerable. De hecho, nuestra inconsciente actúa en nosotros de un modo poderoso. En nuestro interior estamos frustrados, preocupados y ansiosos tanto por nuestra asunción de las inmensas responsabilidades personales como por lo que los demás descargan en nosotros. Cuando relajamos nuestra seriedad respecto a nosotros mismos y aceptamos el flujo universal de las cosas, este flujo comienza a actuar en nosotros . Al aceptar el Tao en nuestro interior, permitimos que el Tao funcione en nosotros. Entonces comienzan a suceder fenómenos muy interesantes.
La filosofía del Tao es de una asombrosa liberalidad, pues elimina la intensa presión que ocasionaría toda rigidez en el establecimiento de un Camino hacia la virtud . Dice que la virtud última existe ya: lo único que nos corresponde hacer es aceptar nuestra participación en ella. Así , la libertad es la que se halla en el Tao, y no la que surge del Tao. «Lo que esté contra el Tao pronto acabará.» ' La respuesta instantánea a la libertad del espíritu es la risa, que no es sino la expresión d e la relajación orgánica cuando la presión extrema sobre uno mismo se esfuma. La risa o la sonrisa cálida son la manifestación física de la alegría del individuo al unirse con su Fuente, semejante a la del niño que corre hacia su madre. Así, como afirma Michio Kushí, uno de los principales maestros y filósofos orientales, «la diferencia entre el hombre libre y el santo es que el liberado tiene mejor humor».
Ejemplos del cambio yin-yang. Todo arte, todo trabajo, todo hecho de la vida manifiesta el ciclo de cambios descrito en el símbolo yin yang. Éste ilustra básicamente el cic lo de cambios entre el Yin y el Yang -entre la pasividad y la actividad. También nos muestra que se trata de un cambio gradual, del pequeño Yin al gran Yin, de éste al pequeño Yang, de él al gran Yang , etcétera.
Uno de los ejemplos más primarios del cambio yin-yang es el de las estaciones. El verano, la estación más calurosa del año y tiempo de crecimiento máximo de la naturaleza, es el momento más Yang del año. El invierno, la estación más fría y tiempo de descanso e hibernación, es Yin. La primavera, que acostumbra ser una estación cálida y también tiempo de nacimiento y regeneración , es Yang; el otoño, por lo general más frío y tiempo de recolección , es Yin. El verano da paso al otoño , éste al invierno, que se transforma en primavera , para regresar al verano, de modo cíclico y continuo . En nuestras actividades solemos reflejar este cambio cíclico de las estaciones . También nosotros notamos una sensación de regeneración durante la primavera, cuando todo lo contenido en la naturaleza nace a la vida. Durante el verano, mientras crecen animales, plantas y cosechas, nos sentimos físicamente activos. Al llegar el otoño, cuando las cosechas maduran y se recolectan, cuando las hojas cambian de color y caen de los árboles, comenzamos a conformamos en objetivos más tranquilos. Por último, durante el invierno pasamos más tiempo dentro de nuestras casas, relajándonos, hablando o pensando. Para mantener el equilibrio con el ambiente, nuestro cuerpo responde a estos ciclos naturales haciéndose más yin durante la época extrema del yang (calor) y más yang durante la época más marcadamente yin (frío). Los días calurosos, los poros de la piel se abren y sudan para enfriar el cuerpo. Los días fríos, los poros se cierran y los vasos sanguíneos se contraen para conservar el calor interno. Estos y otros tipos de cambios y adaptaciones del cuerpo pueden potenciarse según nuestro estilo de vida, que debe estar en armonía con los. Todos los seres vivos comparten el ciclo vital . consistente en nacer, crecer, reproducirse y descansar .
En nuestro trabajo habitual, el ciclo se compondría de aprendizaje, experiencia, pericia y aceptación o respeto. En lo relativo a las rela ciones, puede componerse de atracción, surgimiento del amor, comunicación y armonía o bienestar . En nuestra vida individual, existe un ciclo general que abarca la niñez y adolescencia (el nacer), los primeros estadios de la madurez (el crecer), la madurez en sí (reproducción) y la edad senil (el descanso). Según las distintas culturas, existen diferentes equilibrios entre el yin y el Yang para las diversas edades de la persona; por ejemplo, durante los últimos años de la vida de un individuo habrá más períodos de descanso que en otras épocas, pero todavía se registrarán períodos de act ividad y de contribución positiva a la sociedad.
El yin y el Yang son herramientas o juguetes que podemos utilizar para armonizar nuestra vida individual con los cambios de la naturaleza. En cierto modo, siempre estamos en armonía con ésta, pues somos naturaleza. Sin embargo, en ocasiones nos parece que estamos fuera del engranaje, que nuestras vidas están llenas de cambios abruptos sin sentido de continuidad. Si utilizamos el yin-yang para comprender el proceso de cambio -lo que requiere en primer lugar la contemplación y aceptación de la realidad de tales cambios - descubriremos que la vida fluye más suavemente de lo que pensábamos. El viaje por la vida se parece a la conducción de un automóvil . Si giramos el volante de modo que las ruedas vayan primero a la derecha y luego a la izquierda , el coche quizá permanezca en la carretera , pero nos resultará bastante difícil controlarlo. Si comprendemos cómo actúa el volante y lo giramos a derecha e izquierda sólo lo suficiente, conseguiremos los mismos o mejores efectos con mayor suavidad, convirtiendo la conducción en algo más placentero y alegre.
El ki, la fuerza vital. El ki es una energía más primaria que la de los sistemas endocrino, nervioso o circulatorio. Los tratados dicen que «la sangre sigue al ki», lo cual significa que incluso el buen funcionamiento de un sistema vital tan fundamental como es el sang uíneo o vascular depende y deriva del estado del ki. Éste consiste en una energía más sutil que la eléctrica o la electromagnética . Es, en realidad, la energía básica de la vida o Tao. En todas las terapias y artes curativas tradicionales de Oriente resulta básica la determinación del estado ki habitual en una persona y las prácticas o técnicas para equilibrarlo y reaprovisionarlo. Aunque todo ki es básicamente la misma energía vital, cada animal y cada planta tiene su propia forma de ki, del mismo modo que toda especie tiene su forma de alimentación física. Cuando los seres vivos ingieren comida, sus organismos descomponen los elementos extremadamente complejos que la forman, de modo que los elementos nutritivos -hidrato de carbono, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua- pueden utilizarse en las miles de reacciones químicas internas que mantienen la vida. De modo similar, los seres vivos absorben el ki del cielo (mediante la respiración) y el de la tierra (mediante los alimentos), y combinan ambos para formar el «verdadero ki» del ser o energía vital. Este ki o energía vital del cuerpo fluye tanto exter na (bajo la superficie de la piel) como internamente (en los tejidos internos y en los órganos), a trav és de caminos definidos y ordenados que cruzan el cuerpo. Tales caminos, que se encuentran en todas las criaturas vivientes, se denominan meridianos y canales. Sus rutas han sido trazadas y descritas en diagramas desde tiempos r emotos; también se han utilizado métodos modernos de investigación científica. Los tratados afirman que la salud y la felicidad abundan cuando el ki fluye libremente por tales caminos de modo constante y ordenado, sin que haya demasiada actividad (Yang) o pasividad (Yin). El ki vitaliza entonces todas las células, tejidos, órganos y sistemas del organismo, integrando su funcionamiento. Los puntos de Acupuntura son, desde el punto de vista tradicional, aquellos en los que sale a la superficie del cuerpo el flujo del ki. Para expresarlo con un lenguaje científico, diremos que dichos puntos (tsubo) son de alta conductividad eléctrica o, lo que es igual, de baja resistencia eléctrica. Actúan a modo de amplificadores, que transportan el ki de un punto a otro. Los meridianos y canales son las líneas de transmisión por las que fluye el ki. No son visibles al ojo humano, pero bajo ciertas circunstancias es posible notar el ki que fluye por ellos.
La persona puede realmente advertir su propio ki en el estado de meditación o de meditación en movimiento (tal como el T ' ai Chi Chu' an), los e jer cicios externos del yoga taoísta). Más aún ciertos individuos logran notar su flujo por el cuerpo e inclu so alcanzan a marcar una parte o todas sus rutas. Así se descubrier on en un principio los meridianos y canales de la Acupuntura , y aún hoy no es raro este método de descubrimiento mediante la es pontaneidad y la intuición. Jiro Murai, el maestro que ha transmitido la antigua técnica de la Acupresur a Jin Shin, experimentó el flujo del ki de esta manera, como lo han venido haciendo los ascetas y místicos a tr avés de los tiempos. Durante mi investigación en-el Japón, me explicaron que Jir o Murai había perdido la salud a c ausa de una vida de disipación, que le había llevado a enfermar de gravedad cuando apenas había sobrepasado los veinte años. Ni su padre ni su tío, que eran médicos, pudieron ayudarle . Siempre celoso de su independencia, Jiro Murai dijo: «Al menos, escogeré el modo en que quiero morir» . Insistió en que le llevaran a la cima de las montañas, donde se dispuso a guardar ayuno hasta la muerte. Allí, en las montañas, Jiro Murai recordó la extraña energía que fluía por todo el cuerpo humano, según la antigua tradición que provenía de tiempos ancestrales. Recordó la posición de las manos en las estatuas de Buda -que se hallaban en todas las ciudades y aldeas del Japón- e hizo experiencias con estas sencillas posturas de meditación mientras aguardaba la muerte. A los pocos días, se sintió invadido por un intenso calor . Comenzó a notar unos «ríos de fuego» que le corrían por el cuerpo. Utilizando la posición de las manos, fue capaz de notar las corrientes de la energía, los meridianos y canales, e incluso llegó a trazarlos . Los dibujos que trazó del flujo de energía que había sentido eran muy parecidos a las cartas de Acupuntura que se habían marcado desde tiempos remotos. El ayuno había vuelto a Jiro Murai extremadamente sensible y consciente de tales energías; pronto logró el control sobre ellas. Cuando finalizó su experiencia, Jiro Murai estaba totalmente curado. Se arrodilló en señal de gratitud y juró al cielo que se dedicaría al estudio de la antigua sabiduría y la devolvería a la humanidad. Donó sus descubrimientos a uno de los santuarios más antiguos del Japón, el Santuario Ise de Osaka. Desde entonces, viajó por todo el país desarrollando métodos para equilibrar el ki con el objeto de ayudar a los demás. Enseñó a quien quiso escucharle métodos sencillos para autocontrolar el ki por medio de la Acupresura y la meditación. En aquella época, por todo el Japón se registraba un movimiento que dejaba de lado la cultura tradicional para abrazar activamente los modernos modos occidentales. Todo el mundo olvidaba la sabiduría de los antiguos y se volcaba en el conocimiento de la ciencia y la tecnología modernas . Ahora, más de medio siglo después, vemos que es el nuevo mundo el que tiene necesidad del antiguo; es Occidente quien necesita de Oriente, y el método científico el que requiere la visión intuitiva . Nosotros, que ahora seguimos la sabiduría de los viejos tiempo s, debemos mostrarnos profundamente agradecidos a quienes la mantuvieron y desarrollaron, y a sus alumnos que nos la han transmitido. Sin ellos , tales dones nunca hubieran llegado a nosotros. La Acupresur a Jin Shin Do, que deriva de los descubrimientos de Jir o Murai y otros maestros como él, es una técnica intrínsecamente meditativa. Predica un estado de relajación semejante al que se experimenta en la meditación profunda, un estado en el que la persona puede experimentar su propio ki; a menudo, si está suficientemente relajada y receptiva, puede notar que «fluye» o «corre» por su cuerpo . Al final de un tratamiento de Acupresura Jin Shin Do, sus experimentadores sienten habitualmente una sensación general de flujo del ki que les aparta del reino material para trasladarlos a un reino de consciencia distinto, al que podemos denominar «estado de ondas alfa»: es posible experimentar estados seme jantes durante la respiración hara y otras formas de meditación, y en cualquier ex periencia verdaderamente creativa, sea música, arte, comunicación, trabajos manuales, etcétera. Algunos de los individuos que se someten a tratamientos de Acupresura Jin Shin Do son lo suficientemente sensibles para describir con claridad las partes de la corriente de ki que están experimentando. Tanto al escuchar las descripciones de estas personas como al es tudiar mis propias experiencias, me sorprendo ante lo mucho que coinciden con los antiguos dibujos de la energía. También
me ha sorprendido siempre la facilidad con que tanto el recibir como el dar un tratamiento de Jin Shin puede transportar casi a cualquier persona a un plano distinto de la existencia , en el que las cosas parecen fluir de pronto con más claridad, brillantez y facilidad. La teoría y la técnica de la Acupuntura y la Acupresura surgen de la experimentación directa e indirecta del ki o energía vital, y su origen se remonta a más de cinco mil años. En la actualidad, la existencia del ki es la premisa básica de todas estas artes curativas; con todo, nos es dado experimentarla incluso con métodos científicos de investigación. Ya en 1940, varios científicos soviéticos dirigidos por Semyon y Valen tina Kirlian habían desarrollado técnicas mediante las cuales lograban fotografías de esta energía tal como se ve en los seres humanos y en otras formas de vida. Utilizaban, básicamente, placas fotogr áf icas sobre campos eléctricos de alta f r ecuencia que hacían que los objetos radiaran un campo ener gético que aparecía como líneas o puntos de luces coloreadas en el papel fotográfico. Estas «fotografías Kirlian» proporcionaron la primera prueba científica, ahora ya muy popular , de la existencia de la «energía vital» (ki), que durante miles de años había constituido la base de las terapias y prácticas curativas orientales. Muchos investigadores occidentales han realizado experimentos con las fotografías del método Kirlian, y entre ellos destacan Moss y Johnson, de la Universidad de California, en Los Angeles. " Las fotografías Kirlian muestran las formas exter nas e internas de los seres vivos; son efectos típicos los «campos» que rodean los objetos (o sujetos) fotografiados. Las fotografías tomadas con este método de hojas arrancadas de plantas muestran campos de fuerza, menores cuanto mayor es el tiempo transcurrido desde que las cortaron. Las fotografías Kirlian de las yemas de los dedos humanos muestran campos ovales plenos y equilibrados en personas de buena salud, y campos menores y más caóticos en las personas muy turbadas o desequilibradas. Así, los «campos» parecen tener relación con la salud o enfermedad de los organismos vivos. Ciertos investigadores consideran que son representaciones visuales de una «bioenerg ía», del antiguo «flujo del ki», La fotografía Kirlian sólo es uno de los sistemas modernos, cada vez más abundantes, utilizados por los científicos orientales y occidentales para ex perimentar e intentar comprender o verificar el concepto del ki. Aunque muchas de tales investigaciones se han realizado recientemente, ya a principios de siglo el gran psicólogo Wilhelm Reich había descubierto esta energía vital. Bajo la denominación de «energía orgónica», la experimentó científicamente y la observó, aprendiendo al detalle la relación entre las tensiones físicas o «endurecimientos» (el bloqueo del flujo de dicha energía vital básica) y las dificultades mentales o emocionales.
Jin Shin Do: la liberación del ki y su readecuación. Las grandes religiones antiguas-y las filosof ías de todas las culturas incluyen conceptos par a el entendimiento y compr ensión de la f uerza vital universal, del k i. En esto se f undamenta ba el antiguo taoísmo. Como escribía John Blofeld, un sorpr endente viajero con grandes f acultades par a absorber y transmitir conceptos, <
energético». El ki de nuestr o cuer po es el que absor bemos del univer so. Es parte del ki que otros seres (plantas, animales, hombres y demás criatur as vivientes) han utilizado y expelido con anterioridad. Cada per sona es, en realidad, una unidad purificante o tóxica de dicha energía. Si pr ocedemos gr adualmente a purif icar el ki de nuestr o cuerpo y a limpiar pr ogr esivamente nuestros canales de energía, partici paremos de un modo más completo de la ener gía vital del univer so, al tiempo que, al expeler un ki más limpio, potenciaremos el que otr os lo logr en tam bién. Cuando nos ayudamos a nosotr os mismos y a nuestr os amigos, estamos procediendo a un auténtico cambio en el esquema completo de todas las cosas del univer so.
Del mismo modo que cada pensamiento que emitimos tiene su propia vibración y pone en acción cambios de causa y efecto tanto físicos como emocionales, el k i que se ex pele va a las demás cosas y les confiere motivaciones más o menos elevadas. Tal es la razón de que la simple presencia de una persona feliz provoque sensaciones de paz, tranquilidad y alegría, mientras que la mera presencia de una persona desgraciada provoque las sensaciones contrarias de ansiedad, irritación o depresión. La energía no desapar ece ni se disipa. Sencillamente se transforma, se transmuta y se transmite. Las antiguas pr ácticas cur ativas del Jin Shin Do pr etenden fortalecer la absor ción de la energía vital, y equilibr ar y dir igir su flujo por nuestro cuerpo, par a que siga su curso apropiado. Cuando aumenta la tensión y el f luir del ki corpor al se par aliza o se desvía, las disf unciones f ísicas r esultantes pueden provocar enfermedades en el cuerpo. Cuando estamos bloqueados, per ci bimos el Tao, el Uno, los dos (el Yin y el Yang) y los tres (Yin, Yang y ki) , como si estuvieran tras un cristal empañado. Nos preocupamos entonces de todas las cosas, del mundo material . Al perder el contacto con el Tao (la Naturaleza o Dios) nos alienamos de las energías curativas divinas.
El tratamiento Jin Shin Do de Acupresura se basa en la relajación de las zonas del cuerpo en las que suelen desarrollarse los bloqueos, tensiones o detenciones del flujo del ki. Para ejercer estas técnicas de relajación, el Jin Shin Do utiliza los caminos mediante los cuales el cuerpo regula y equilibra el flujo del ki. Así, el tratamiento Jin Shin Do ayuda al cuerpo a recuperar su equilibrio físico, emocional , mental, espiritual y «enérgico». De este equilibrio entre el Yin (la pasividad) y el Yang (la actividad) fluyen pensamientos, sensaciones y acciones mediante las que el individuo puede alcanzar esferas de consciencia cada vez más amplias. Si el individuo no trata de equilibrar el ki cuando se pone a practicar estas artes curativas orientales, el trabajo que desarrolle no pasará de ser superficial . El ki es la energía más primaria, la energía básica de
la vida. El ki se manifiesta. La materia -sea el cuerpo, un árbol, una casa o la tierra - es, en términos orientales, «ki congelado» (o ki moviéndose a una vibración o tono menor de la que puede desarrollar) . Para llevar a cabo el cambio más fundamental , debemos liberar y equilibrar el ki. Es preciso actuar directamente para transformar los estados físicos, emotivos y mentales que afectan al estado del ' ki, pero también puede suceder lo contrario: que mediante el control del ki puedan transmutarse dichos estados. Esta comprensión básica hace que todas las terapias y artes curativas orientales sean de naturaleza más preventiva que sintomática.
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Conocerse a uno mismo Quien conoce a los demás es sabio; quien se conoce a sí mismo se ilumina.
El Yin y el Yang de las esperanzas humanas. Todo cambia continuamente de Yin a Yang y de Yang a Yin. Percibir así el cambio cualitativo (y espiral) puede mejorar la calidad de nuestra vida individual, pues nos libera de la visión en túnel que nos suele causar la infelicidad. Constantemente nos vemos envueltos en situaciones que calificamos de «malas» y nos entra el temor de que se prolonguen durante mucho tiempo; o tememos que las situaciones que consideramos «buenas» no duren para siempre. Cabría denominar a las primeras «el síndrome del castigo », y a las segundas «el síndrome del placer» . Ambos son destructivos por igual de nuestra felicidad y auto desarrollo, y ambos se derivan de nuestra inseguridad personal, de nuestra fijación en el « bien» y el «mal», y en la falta de comprensión o de fe en el orden del cambio universal. El principio del Yin y el Yang nos enseña que nada es inmutable, y que nada es bueno o malo en esencia. El concepto del bien y del mal es dualista: se refiere a la relación de los sucesos que acaecen con los objetivos y deseos humanos, pero no es una cualidad inherente a la naturaleza de las cosas. Más aún; incluso la propia concep ción de nuestra vida, dejando de lado la vida del Universo, es demasiado limitada para permitimos juzgar correctamente qué es lo bueno y lo malo. Muchas veces nos rebelamos, rechazamos, nos quejamos o nos causan inquietud ciertos sucesos que a la larga resultan necesarios para nuestro crecimiento, comprensión o felicidad general . En todas las culturas influidas por la filosofía oriental encontramos juntas la creación y la destrucción, como si fueran las dos manos de Dios. Incluso Tara (o Kuan Yin, la encarnación de la energía compasiva) tiene un aspecto fiero y diabólico, aunque generalmente aparece como una diosa serena, hermosa y angelical . Etiquetar a una u otra apariencia como buena o mala sorprendería a los antiguos, pues ello representaría rechazar la mitad de la existencia, en lugar de abrazar el Tao, «todo lo que es». La cuestión a precisar es que, ya que podemos uti lizar el dualismo bien-mal, no tenemos por qué etiquetar nada con él. Si lo hacemos habitualmente, tenderemos a poseer una visión reducida de las cosas, pues sólo observaremos el deseado «bien» o el temido «mal », cerrándonos todo un espectro de percepciones y siendo manipulados por nuestras propias ideas de bien y mal . ¿Cómo escapar
a nuestra visión restringida de las cosas? ¿Cómo transformar nuestros síndromes de castigo y placer? El principio dinámico del Yin y el Yang es una antigua herramienta que acaba con las restricciones mediante la revelación de una perspectiva vital diferente y más completa . Si nos hallamos en una situación difícil o «mala» y tememos que se prolongue mucho tiempo, lo primero que debemos hacer es observar el problema tal como es, y luego ver la forma de cambiarlo. Por ejemplo, podemos encontrar problemas en una situación personal o profesional que nos gusta, y sentir que estamos estancados, que no vamos a ninguna parte o que estamos en proceso de regresión . Hay una frase japonesa que describe esta situación: «hai-iro no seikatsu», que significa literalmente «la vida tiene el color y el sabor de la ceniza». La situación, aunque podamos interpretarla como «mala», es sólo yin, demasiado pasiva, y de ahí el estancamiento. El Yin extremo pasa natural y necesariamente a Yang: nos promocionaremos y tendremos el reconocimiento que pretendemos; hallaremos un interés personal o profesional nuevo o más profundo, o nos descubriremos impulsados fuera de tal situación incluso sin quererlo conscientemente.
Pongamos un ejemplo a la inversa: quizás hayamos alcanzado una situación que durante mucho tiempo hemos pretendido, o hemos encontrado un nuevo y profundo amor . En este punto surge el síndrome del placer: «¡Está tan bien que no puede durar!»: ahí debe continuar la línea de pensamiento: «Estoy tan bien que tengo que mantenerme así». Nuestros temores y preocupaciones pueden de hecho creamos vibraciones que acaben con nuestra promoción profesional o que alejen al ser amado. Nuestra adhesión al placer y la excitación puede también llevarnos a la creación de un globo de alegría casi 'histérica que, al ser tan extrema, pueda pincharse fácilmente. Si descubrimos aspectos difíciles de la situación -las mayores exigencias laborales que conlleva nuestra nueva situación o profesión, o las dificultades personales con el ser amado-, o si somos rechazados tras una aceptación inicial, quedaremos aniquilados. Debemos aprender a aceptar y disfrutar de la felicidad como derecho que nos corresponde por nacimiento, y a considerar las dificultades como maestras; entonces no tendremos una necesidad tan desesperada de asimos a las crestas de las olas. El objetivo del buscador oriental no era abrazar el bien y rechazar el mal , sino abrazar todos los fenómenos, sin respetar sus méritos relativos, y vivir armónicamente con la Verdad del Cambio de la Naturaleza, sutil pero inmensa. El Yin cambia a Yang, y el Yang cambia a Yin; la espiral del cambio es continua. Si realmente logramos incorporar este principio a nuestras vidas, nos resultará mucho más sencillo y alegre fluir con los cambios de la vida . Alan Watts, que posiblemente hizo más que ningún otro filósofo occidental por introducir el camino taoísta, relataba una vieja leyenda que constituía un ejemplo de tal camino. Un granjero tenía un caballo. Un día, éste desapareció. Por la tarde, los vecinos se reunieron para darle la condolencia por tan mala fortuna. El granjero respondió: « ¡En fin! », Al día siguiente el caballo regresó, trayendo con él a seis caballos salvajes; los vecinos le visitaron para congratularse por su buena estrella. Él repuso: «¡En fin!». Al día siguiente, el hijo del granjero intentó montar uno de los caballos salvajes, que le derribó y rompió una pierna. Nuevamente los vecinos fueron a expresarle su sentimiento, a lo que contestó: «[En fin!». Un día después, llegaron a la aldea unos soldados que recluta ron a los hombres jóvenes para ir a servir al ejército. El hijo del granjero fue rechazado por su pierna herida. Cuando los vecinos comentaron lo bien que le había r esultado todo, les respondió: «¡En fin! ».' El autor comentaba: «La visión del mundo según el Yin y el Yang es un cielo sereno».
El invierno se tr ansforma en verano, y el verano en invierno, una y otra vez. El sol sale y se pone; la luna se llena y se vacía . Las mareas suben y bajan. Las hojas mudan su color de verde a marrón, y el cielo va de la luz a la oscuridad . Nosotros no somos distintos a la naturaleza; también somos parte de ella. Nuestra vida fluye en armonía con los cambios cósmicos. El propósito del principio yin-yang es la expresión de tal armonía. La experiencia de esta es el alma de todas las artes curativas tradicionales de Oriente. Reducir nuestra felicidad a la consecución de determinados objetivos o deseos, y no abrirse a lo que surja de los cambios que pueda traer la vida, es limitar la felicidad a períodos de tiempo muy determinados. Si centramos nuestra felicidad en la consecución de ciertos objetivos específicos , materiales y confortables para nuestro ego, en lugar de centrarla en el propio proceso de crecimiento, en la experiencia de despertar la propia consciencia y en todos los cambios de la espiral, nos negamos 350 grados de felicidad en cada revolución.
El karma es para crecer. El suelo es para el crecimiento de las plantas lo que el karma (los sucesos y dificultades de la vida) para el nuestro. El suelo proporciona los elementos nutritivos indispensables para el crecimiento de la planta, y es al mismo tiempo una barrera contra la que deben luchar en sus primeros estadios las semillas hasta alcanzar la luz del sol . Nosotros pretendemos que nuestra vida sea lo más feliz posible . Sin embargo, la auténtica felicidad reside en la iluminación final: no en convertimos en lo que creem os que debemos ser ni en lo que otros crean que debemos ser, sino en ser nosotros mismos, en lograr nuestra naturaleza Tao, descubriendo o liberando nuestro espíritu interno.
Esta claridad y liberación progresiva no acaece con facilidad . Tampoco el pequeño brote encuentra fácilmente su camino a través del suelo que le rodea y le nutre. Las dificultades , problemas y dilemas son para nosotros lo que el suelo para la planta : barreras y alimento al mismo tiempo. Nutren nuestro crecimiento enseñándonos y haciendo expandir nuestros límites. Si aprendemos a disfrutar y apreciar tanto lo favorable como lo desfavorable, si comprendemos todo nuestro karma , seremos capaces de surgir a nuestro sol espiritual . Este sol, la luz del Tao, es tan necesario para seguir con una vida auténtica como el sol terrestre lo es para la vida de las plantas .
El Yin y el Yang de nuestro estado físico. Acabamos de explorar la filosofía yin-yang para: 1) ver y comprender con más claridad la naturaleza del cambio; 2) aprender esta antigua herramienta de auto perfeccionamiento, y 3) poder equilibrar nuestro estado físico mediante el uso de las tradicionales artes curativas de Oriente. Al centramos ahora en este tercer aspecto de estudio del yin-yang , descubriremos que nuestras observaciones de lo que sucede en el macrocosmos, en la naturaleza, facilitará la comprensión del microcosmos, la condición humana. Lo que hemos aprendido al estudiar la me nte -la naturaleza emocional, espiritual e intelectual- se aplicará tambi én al cuerpo, al estado físico. En primer lugar, preguntémonos qué es un estado físico yin y qué es un estado fí sico yang. Aunque esta cuestión la podemos explorar con sumo detalle, la concepción general es fácilmente comprensible. E.l Yin es pasivo, mientras que el Yang es activo. La persona que habitualmente se muestra más bien pasiva estará en una condición física yin, y la persona que normalmente sea activa poseerá un estado físico yang . Si utilizamos el principio yin-yang para observar el estado físico específico, cabe decir que los músculos tensos serán yang y los flácidos, yin; la hipertensión (tensión sanguínea alta) será yang, y la hipotensión, yin; el insomnio será yan g , y la somnolencia general, yin; los estados de excitación serán yang, y la fatiga general yin. Debe apuntarse que e stos estados son extremos del Y in y el Yang. El calor es yan g, y el frío, yin. Por tanto, la fiebre será habitualmente yang, y los escalofríos casi siempre yin. Puesto que se trata de estados extremos, unos pueden convertirse en otros. Si una persona tiene ha bitualmente fríos los pies y las manos, o si es muy sensible al frío, el estado físico será yin. Si las manos están por lo general demasiado calientes, si la cara enrojece o se s iente calor en el cuerpo, el estado físico será yang . La respiración difícil o forzada será yang, mientras que la débil o superficial será yin.
Para aplicar la adecuada técnica de Acupresura Jin Shin Do es indispensable determinar el estado básico yin-yang. Ello requiere observar diversos aspectos del estado físico Y mental, los mencionados anteriormente, el pulso y la fisonomía, por ejemplo. Se trata, asimismo, de una comprensión o conocimiento intuitivo. Si una persona camina por una sala con rapidez y actúa enérgicamente y con decisión, o incluso si tiende a ir de un lado a otro sin cesar y habla con voz clara y potente, podemos apreciar que tal persona está en un estado yang. Si, por el contrario, camina por la sala con lentitud, tiene una actitud laxa, tiende a mostrarse aletargada o perezosa y habla en voz muy baja o deteniéndose muchas veces, apreciaremos que está en una condición yin. . ' El individuo en estado predominantemente yang suele mostrar una tensión muscular mayor o más pronunciada; está lleno de energía, o ki, pero puede fatigarse o ser menos eficaz en sus acciones porque el ki está bloqueado en varios puntos de tensión y no puede utilizarlo en toda su potencia. La persona en un estado yin tendrá una tensión muscular menor y físicamente será, por lo general, más débil; puede tener un déficit de energía, o ki, y necesitar nutrirlo y rellenarlo, mediante cambios en la dieta alimenticia y en el estilo de vida; relajar los bloqueos musculares y equilibrar el estado energético.
La técnica de Acupresura varía según las diferencias personales. Con la persona predominantemente yang puede utilizarse una presión más firme (aunque no excesiva), y prestar más atención a la relajación muscular . Con la persona más yin deberá usarse una presión menor, y la atención deberá centrarse básicamente en la canalización del ki (de lo que tratará el siguiente capítulo) . La persona yang puede beneficiarse del ejercicio físico y de las técnicas de respiración dirigidas a relajar zonas de tensión muscular. La persona yin deberá aprender ejercicios y técnicas de respiración que incrementen su ki, para ir aumentando, poco a poco, la fuerza muscular . Deben recordarse dos aspectos importantes de la filosofía yin- yang ahora que empezamos a utilizar estos principios para observar el estado físico. En primer lugar, ambos son fuerzas positivas, en cuanto que son portadores indispensables de vida. A menudo se define al Yin como negativo (-) y el Yang como positivo (+), pero esto no significa que el Yin sea «malo» y el Yang «bueno». Positivo y negativo se utilizan en el sentido de opuestos complementarios y relativos, como, en la química. Es deseable ser activo y estar cargado de energía, pero también lo es ser tranquilo y estar relajado. Lo que se requiere es equilibrarse, abrazar tanto el Yin como el Yang, poner en armonía su interacción cíclica. ¿Qué significa equilibrarse, abrazar tanto el Yin como Yang? La idea oriental del equilibrio físico es que el Yang este en el interior y el Yin en el exterior, tener el metabolismo y los órganos internos muy potentes, y los músculos y tendones bien flexibles. Demasiadas veces, debido a las presiones de la vida moderna y a sus condicionamientos, nos convertimos en lo opuesto: nuestros órganos internos son débiles y nuestro exterior está tenso y rígido . . El ideal taoísta de equilibrio psicológico consiste en reunir los dos extremos de nuestra naturaleza, el lado masculino y el femenino , y ser a la vez receptivo y activo según las circunstancias. Aunque el Yin se califica de femenino y el Yang de masculino, no hay nada totalmente Yin o totalmente Yang. De alguna manera, cabría decir que todos somos un tanto andróginos. Para nuestra realización como personas, es necesario desarrollar ambas partes de nuestro ser. El varón más masculino no es sólo fuerte y activo, sino también gentil y receptivo. La mujer más femenina no sólo es gentil y receptiva, sino también fuerte y activa. «Fuerte y activo» significa enérgico, no agresivo (que es un extremismo). «Gentil y receptivo» significa acogedor y no dependiente (que es asimismo un extremismo). El principio del Yin y el Yang puede utilizarse para ayudar a la creación de un equilibrio dinámico entre ambos en nuestro estado físico y en nuestro estilo de vida. En la acción físico mental, este equilibrio tiene varios aspectos. Entre ellos está el equilibrio de la estructura física, el estado emocional , los procesos intelectuales, el ente espiritual y el ser «enérgico». Lo fundamental es equilibrar este último, la energía vital o ki, así como abrir y centrar el Shin, el espíritu. A pesar de que el equilibrio del ki y el estado del Shin están influidos por todos los demás aspectos del ser, es principalmente (según la antigua sabiduría oriental) el estado del ki y del Shin el que gobierna el cuerpo y la mente. El equilibrio yin-yang del ki, que puede ser controlado por el espíritu, crea la armonía del cuer po y su discordia, El segundo as pecto de la filosofía yin- yang , que debe recordarse cuando tratamos los estados físicos yin o yang es que estos dos principios son relativos. Son aspectos o puestos pero complementarios del Uno. Sin el Yin, el Yang no existir ía. La oscuridad y la luz, la noche y el día, la tierra y el cielo la cara y la cr uz sólo existen en virtud de sus opuestos y en 're lación con ellos. «La pesadez es la base de la ligereza; la calma es el poder que controla la impaciencia.» No debemos decir «la tierra es yin» o «el cielo es yang». La tierra es yin en relación con el cielo; el cielo es yang en relación con la tierra. La tierra es yin en relación con el sol, que es mucho más cálido que la tierra, pero yang en relación con la luna que es más f rí a contiene menos ener gía vital que ella. Po; tanto, cuando decimos que «la tierra es yin y el cielo es yang» debemos recordar que sólo lo son al compararlos con su opuesto. Otr o aspecto de esta relatividad es que nada es absolutamente yin o yang, salvo los propios principios Yin y Yang. En el sím bolo yin- yan g vemos un pequeño círculo de yin (negro) en el yang (blanco), y un poco de yang (blanco) en el yin (negro). Se trata de una representación simbólica del hecho de que todas las cosas contienen tanto Yin como Yang, aunque en proporciones variables.
Por tanto, debemos tener en cuenta la relatividad de este principio y su natur aleza dinámica cada vez que nos r efiramos a otra persona, o cada vez que nos observemo s a nosotros mismos, desde el prisma del Yin y el Yang . De bemos recordar que el Y in y el Yang no son a bsolutos, sino que están cambiando constantemente y. en condiciones relativas. Tal es la razón de que los terapeutas orientales utilicen a menudo para referirse a una persona las palabra s yin o Yang, seguidas de alguna otra como sei, que significa estado o condición. Citemos al insigne filósofo oriental George Ohsawa: «Utilizar la frase "es una persona yin" no es correcto; significa que es absoluta y terminantemente yin, el propio Yin, cuando l o cierto es que sólo se manifiesta en aquel moment o como Yin o Yang ( y, naturalmente, participa d e ambos). A sí, sería más pr eci so decir " Tiene yin-sei" (sei significa carácter , cualidad , e stado , c ondición, natural e za, etcétera). Todo se com pone d e Yin y Yang, y nada es i gual a Yin o Yang, ni a ambo s: como par te de un todo, nunca pod emos igualar l o.» Hay incluso entre los doctores orientales quien analiza a una persona como yin o como yang y le dice cómo comportarse dentro de tal contexto. Esto es ignorar la verdad básica del cam bio eterno: todo puede cambiar y cambia. Cambia nuestro estado, cambia nuestra vida, cambia casi todo en nosotros , pues todo cambia. En ocasiones, estados muy avanzados en una direc ción pueden cambiar fácilmente su r umbo. La persona que exper imenta muchas dif icultades a menudo ve con más claridad y ex per imenta más profundos deseos de cambiar. El que sólo padece ligeros infortunios quizá no ref lexione con tanta profundidad o no tenga un deseo tan fuerte de cam biar hasta que la situación se agudice. Por esto existe un viejo dicho oriental: "El que tiene una enfermedad, o un problema, es afortunado». El Jin Shin Do está edificado sobre los cimientos del pensa miento yin- yang . Por ello es una filosofía y una técnica de cam bios, pero no de cambios violentos o caóticos, sino naturales, suaves, se ncillos y or denados. Las posibilidades de cambio en la persona están limitadas en primer lugar por la propia comprensión y deseo de cambiar . . El arte de utilizar el Yin y el Yang en nuestra vida consiste en advertir que todas las cosas son parte de ambos. Incluso cuando uno domina primordialmente al otro, siempre se halla el germen de éste oculto en las profundidades, dispuesto a brotar, cr ecer y conver tirse eventualmente en una fuerza de igual potencia. «S ed , por favor, conscientes de que el poder del cielo es grande y que pued e cambiar la mala suerte por una mejor . Fuera de todos los seres vivos y dentro del universo existen trans f ormaciones provocadas por el cielo y l a tierra y por l a interrelación d el Yin y el Yang»
¿De dónde venimos? Podemos utilizar la antigua herramienta de la «fisonomía», el estudio de la cara, para tener una ligera idea de nuestra «constitución original», de nuestro estado de equilibrio yin-yang en el momento del nacimiento. Esta constitución original es la base de nuestra condición física y mental a través de la vida: aunque los cambios de cada individuo pueden ser infinitos, la facilidad o dificultad de cambiar está condicionada por ella. ¿Qué elementos la determinan? Una multitud de fuerzas naturales, incluida la herencia genética de los padres, la zona y estación del año en que se produjo el nacimiento, los hábitos alimenticios y sistema de vida de la madre y la relación del planeta con otros muchos cuerpos celestes. Estas y otras muchas influencias juegan un papel en determinación de nuestro estado al nacer . Si se trata de bebés activos, que solicitan atenciones y se muestran muy despiertos y curiosos, su constitución original será probablemente yang, es decir, las fuerzas yang fueron las dominantes en su nacimiento. Si la disposición del bebé es pasiva, si es tranqui lo y fácil de cuidar, la constitución original fue posiblemente yin. Ninguna de ambas constituciones es en sí buenas o malas; sin embargo, si se muestran en estado extremo, pueden causar problemas. Según los antiguos, hay que tener también en cuenta la estructura del cuerpo. El individuo de huesos delgados y estructura alargada es generalmente yin; el de huesos gruesos y corta estructura suele ser
yang. La estructura ósea del rostro es un registro especialmente preciso. Aunque puede observarse una
gran cantidad de señales, la forma básica de la cara nos cuenta un montón de cosas .
.
Acérquese a un espejo e intente descubrir cuál de estas seis formas faciales básicas es la suya:
La primera forma es signo de una constitución original muy yang. Este tipo de persona es, por lo general, físicamente potente y poseedora de fuerte voluntad. El segundo tipo es también yang y con tendencias similares, dependiendo d e la amplitud de la mandíbula. El tipo tercero es el más yan g de todos: tiende a poseer la personalidad más enérgica y una habilidad muy notable para desarrollar pensamientos prácticos. Todos ellos tienen un cierto deseo de mostrarse más abiertos a la parte emocional e intuitiva de su naturaleza. El tipo cuarto muestra una constitución original equilibrada , sin fuerzas dominantes yin o yang: tiende a ser más flexible en su sistema de vida y actitudes que los individuos de constitución original yin o yan g . Con frecuencia desarrollan tanto las partes físicas o prácticas de su naturaleza como las intelectuales o artísticas. Suelen tener o buscarse (consciente o inconscientemente) menos dificultades en el desarrollo de sí mismos y de su conocimiento. Las personas con el quinto tipo facial son habitualmente las de constitución original más yin. No acostumbran ser tan fuertes como los cuatro tipos anteriores, y tienden a una orientación más cerebral . Con frecuencia son las personas más intelectuales artísticas o místicas, y para sobrevivir confían más en sus poderes innatos de pensamiento y en su intuición que en la fuerza física (que naturalmente deben desarrollar). El sexto tipo es el más yin en la constitución original y comparte las característi cas del quinto grupo, aunque quizá pr ecisan un desarrollo más exhaustivo de su potencia física y de su voluntad. Naturalmente, existen infinitos rostros en el mundo, por lo que ha y un número ilimitado de tipos faciales. Si uno se observa con atención y objetividad, verá no ob stante que se acerca especialmente a uno de esos seis grupos, y podrá deducir hasta qué punto al canza a compar tir sus tendencias características. Existen otros signos facia les que pueden proporcionar una clara visión de la constitución original . Los más conocidos son los siguientes: La barbilla saliente o partida es signo de yang dominante; la barbilla huidiza indica un dominio yin. Los lóbulos de las orejas largos y bien formados son signo de una int ensa vitalidad innata, o ki prenatal. Las facciones fuertes y bien detalladas suelen ser signos d e predominio yang.
¿Quiénes somos? Cuando cr ecemos, las experiencias y las fuerzas de la vida , así como nuestra reacción ante ellas, producen renovación y una evolución constante de nuestro ser . La constitución adquirida, nuestro estado de equilibrio o desequilibrio respecto al Yin y al Yan g de cada instante de la vida, es cambiante y,
al mismo tiempo, capaz de ser cambiado. Esta constitución adquirida puede reflejar con bas tante aproximación nuestra constitución original, o mostrar grandes cambios en relación con nu estro estado en el momento de nacer . Dicha constitución se observa más en los tejidos blandos del organismo que en la estructura ósea, pues aquéllos están influidos con más facilidad por el estilo de vida y el ambiente. Nuestra constitución adquirida es aquella en que nos . hemos convertido, aquella que nos hemos hecho nosotros mismos. Al investigar en la fisonomía para observar esta constitución adquirida, podemos descubrir aspectos de nuestro estado general que nos gustaría cambiar, y otros que nos gustaría conservar . Es muy importante que aprendamos a admitir tanto los «buenos» como los «malos» con interés y alegría, pues sólo mediante la consciencia de uno mismo puede llegarse al cambio duradero. Así aprendemos a decir « ¡Hay algo más sobre lo que actuar! » con la alegría y el asombro del niño que estudia la vida que le rodea. Como el proceso de autodescubrimiento y crecimiento personal es interesante en sí mismo, la alegría no debe provenir simplemente de los resultados finale s. Cuanto antes abandonemos la ilusión de que ya somos perfectos o que pronto lo seremos, más gozosas serán nuestras vidas y más rápidamente maduraremos. ¿Qué reemplaza a la perfección como objetivo? Sólo la dispos ición abierta a una maduración continuada, que siempre es hermosa , como también lo es la salud y el bienestar que acompaña al desarrollo de la autoconsci encia. Nuestra fisonomía es un mandala personal que puede llevamos a la autor reflexión y a la meditación sobre este proceso. «P ensar que uno sabe cuando no sabe es una enfermedad. Sólo cuando uno se siente enfermo de e sta enfermedad puede liberarse de ella»
En el rostro existen docenas de signos que indican nuestra constitución adquirida. Sin embargo, es innecesario acudir a todos estos detalles para observar el estado yin-yang básico en el momento presente. Quizá el primer lugar de observación sean los ojos , pues se dice que «los ojos reflejan el Shin», Un espíritu o Shin poderoso se refleja en unos ojos claros, brillantes y animados, mientras que el espíritu débil se conserva en ojos apagados, faltos de brillo y sombríos. La posición de la parte coloreada de los ojos respecto a las partes blancas revela el estado de la energía global del organismo . Si el cuerpo está equilibrado, el ojo se centrará como en la figura 1 . Si el blanco del ojo aparece debajo del iris (fig . 2), el cuerpo está en estado yin. En este caso, el cuerpo carece de energía suficiente para alimentar y sostener el organismo, y la persona será propensa a los accidentes y se deprimirá con facilidad. Cuanta mayor sea la zona blanca bajo el iris, más grave y crónico será su estado. Este estado yin, denominado sanpaku, se observa con frecuencia en las fotografías de los suicidas (aunque ello no indica necesariamente una tendencia a tales acciones) . Los estados ligeros y temporales del sanpaku yin pueden provenir de la fatiga.
En el caso contrario, llamado sanpaku yang, el blanco de los ojos se ve por encima del iris (figura 3). Ello puede indicar un exceso de energía o, más bien , un exceso de energía por utilizar, ya que apenas existe límite a la cantidad de ki que uno puede almacenar y usar . El individuo puede mostrarse hiperactivo y tender a la irritabilidad . En los casos graves, el estado puede indicar angustia o falta de control, y tal persona puede resultar peligrosa para las demás. Pued en sucederse estados temporales de sanpaku yang cuando una persona se muestra muy excitada o ansiosa respecto a algo que está tratando o discutiendo. La zona que se halla justamente debajo del párpado refleja el estado del «ki de la fuerza generadora», la energía de reserva acumulada en los riñones y en el hara (el centro vital del bajo abdomen). Si esa zona aparece oscura, hinchada, arrugada o desigual, indica falta de e nergía de reserva y una tendencia a
la fatiga física o emocional. Antes de que exista energía de reserva, debe habe r suficiente k i para mantener todas las funciones normales del organismo. Por tanto, lo primero que se debe conseguir es Un fortalecimiento general y una rela jación del cuerpo, incluyendo e l descanso y la nutrición s uficiente y la emisión y equilibrio de la energía genera l. La respiración hara (ver el siguiente capítulo) puede utilizarse para incrementar y almacenar la energía de l organismo, pero también deben tenerse en c uenta las causas emocionales -miedos y paranoias- que puedan provocar disf unciones orgánicas.
Es frecuente en casi toda la gente un estado físico de este tipo, al menos en cie rto grado, debido al agitado ritmo de la vida mode r na con sus diversas presiones y atracciones, y a que nuestra cul tura no ha puesto interés ni ha enseñado métodos de acumulación y almace namiento de energía. Pueden verse estas señales, incluso, en niños m uy pequeños. Con la importación y puesta en práctica de los métodos orientales de auto cuidado, asociados a los métodos occidentales históricos y recién descubiertos, quizá pueda establecerse un equilibrio entre nuestro cuerpo y la tendencia occidental a la productividad y la actividad constante.
Un par de arrugas entre las cejas indica toxicidad del hígado , o bien es síntoma angustias reprimidas. La persona puede «explotar» si la tensión interna se agudiza. la tensión, puede mejorar se el estado general tratando las causas de la angustia utilizando la energía proveniente de la a ngustia en actividades físicas y en directamente a la consecución y cumplimiento de un sueño. .
de frustraciones y Además de relajar y la fr ustración o trabajos dirigi dos
El estado yin-yang de un momento dado puede advertir se tam bién en la boca. Si los dientes están firmemente unidos, los la bios se dirigen hacia dentro y los músculos de las mandí bulas están tensos, el estado del individuo es demasiado yang . El sistema digestivo puede mostr arse tam bién contraído y tenso, provocando un dolor de estómago de origen físico o mental . Los la bios expandidos, y es pecialmente la f lacidez de los músculos de la mandíbula y la boca abierta son sí ntomas de que el estado de la persona es demasiado yin. El sistema digestivo estará entonces expandido y dé bil, y la persona sufrirá consecuentemente una falta de energía . Se producirán diarreas y « dolor de estómago yin» ( pro blemas de eliminación r esultantes de la falta de acción peristáltica, en lugar de la tensión del «dolor de estómago yang»).
La lectura del pulso es tam bién un modo muy impor tante de deter minar tanto las condiciones generales como las específicas del equilibrio o deseq uilibr io yin- yang de un momento dado. Pese a que la lectura del pulso no puede aprenderse en los li bros, el lector puede al menos comenzar a explorar las bases de este sorprendente arte orienta l. Existen tres posiciones del pulso en cada muñeca (ver la ilustración). La posición media (marcada con el número 2) se localiza en la arteria radial horizontal al proceso estiloide o protuberancia al final del radio, en el hueso del antebrazo, arteria que va del codo al pulgar . Las posiciones primera y tercera se sitúan exactamente encima y debajo de la media. Al tomarse uno mismo el pulso o tomárselo a los demás, el dedo índice debe palpar el primer pulso, el dedo corazón el segundo y el anular el ter cero. En cada posición del pulso existen dos profundidades, la «superficial» y la « pr ofunda». Sin embargo, para comprobar el estado general yin- yang, basta en pr incipio aplicar una presión moder ada sobre las tres posiciones de cada mano. Si se nota el pulso fuerte y pleno, o si se advierte como las olas de un océano, el estado general será proba blemente yang. Si se nota débil y delicado, o si resulta difícil de apreciar , el estado general será posiblemente yin. Para determinar la constitución original y el estado adquir ido, deben tenerse en cuenta, al mismo tiempo, los datos anterior es y algunos más. Habitualmente se descubren ciertas indicacione s yin , algunas yang, y otras más equilibradas. Para obse r var las tendencias generales, puede resultar útil hacer una lista de puntos a comprobar . Para ello se coge una hoja de papel y se hacen dos columnas, una de «constitución original» y otra de «estado adquirido». Se apuntan debajo de cada una los factores más relevantes y así se puede deter minar de dónde viene uno y qué es.
4 Magia en la yema de los dedos El arte interior de canalizar el ki. Un gran océano de ki nos rodea y nos envuelve. Según lo que escojamos, seremos rocas contra las que romperá y se dispersará el oleaje de la energía universal, o seremos esponjas que absorban sus aguas mágicas y nutritivas. Debemos aprender a estar en contacto con este gran océano de energía universal, a absorberlo y canalizarlo si queremos que nuestros tratamientos de Acupresura sean realmente esos caminos mágicos que nos conduzcan hacia una salud más radiante. En Acupuntura, las agujas se utilizan para conseguir teh chi - pulsar el chi o ki- , de modo que la energía se disperse en aquellas zonas que tienen excesivo ki o sea atraída a aquellas otras en que existe déficit. Las agujas pueden ser, en manos de practicantes entrenados y moderadamente iluminados, herramientas maravillosas. Sin embargo, no existe en el mundo un conductor más poderoso del ki que la mano humana. Para canalizar la energía universal a través de las manos, debemos conseguir primero teh chi, debemos pulsar en primer lugar el gran océano del ki. Toda persona tiene cierta cantidad de ki circulando por su cuerpo, y concentrado en los diversos cen tros del organismo. A menos que se utilice un proceso de meditación muy sencillo para pulsar el Gran Ki, cuando utilicemos nuestras manos por vez primera en el tratamiento de dolencias ajenas es más probable que nos limitemos a extraer de nosotros mismos el Pequeño Ki o ki corporal. Ésta es la r azón de que cuando uno mismo se ha aliviado con diversas técnicas de «imposición de manos» desarrolladas por cuenta propia, muchas per sonas afirmen que se sienten muy fatigadas o incluso enfermas tras ha ber actuado sobre otras. Esta extracción de energía del que está dando el tratamiento puede ser especialmente poderosa cuando tal persona está actuando sobre un ser querido, so br e alguien por el que siente un gran cariño y preocu pación. Este esfuerzo no es necesario. Existe la posi bilidad de no entregar el propio ki corporal.: pulsando y canalizando el ki del océano de energía vital que nos rodea por todas partes. Si se desarrolla y se utiliza esta habilidad, incluso el principiante se siente vigorizado tras actuar sobre otro. Durante e l proceso, el principiante habrá aumentado su propia absorción y canalización interna del ki, así como la del amigo o familiar que recibe sus atenciones. Existen personas que saben por intuición cómo ca nalizar la energía, y que lo hacen de un modo tan espontáneo y natural que quizá ni lo adviertan. Sin embargo, como casi todos los dones, la habilidad de canalizar y equilibrar el k i puede ser desarrollada por casi todo el mundo. Si se tiene compasión y se desea sinceramente ayudar a los demás, se puede a prender a dar tratamientos muy eficaces de Jin Shin Do, y alcanzar uno mismo, en el proceso, niveles superiores de li bertad, claridad, bienestar y felicidad. Veamos en analogía qué es el don de la música y la habilidad del canto. En Occidente, mucha gente lleva inculcada la idea de que la música es una facultad especial otorgada por los dioses a unos pocos. 'Si observamos a la gente que «no es capaz de entonar» o que no sabe tocar ningún instrumento m usical, nos daremos cuenta de que, generalmente, de niños .no fueron animados a ninguna actividad de este tipo , o fueron incluso desanimados por acciones o actitudes de los padres y compañeros (entre las que hay que incluir una posible introducción forzada o desagradable en la música) . En cambio, en un tipo de sociedad en la que se espera que una persona tenga sentido musical, vemos que a sí ocurre. En Japón, por ejemplo, es casi un tópico el que «todos los japoneses cantan». . Existen en el país muchísimos cantantes profesionales en los club s ~que a menudo trabajan también de camareros=-, pero quizá la mitad del público sea capaz de ponerse a cantar allí mismo, y hacerla tan bien como el profesional. Así como existe este dicho de que «todo el mundo puede ca ntar», tam bién es una tradición en Oriente que casi todos pueden curar con las manos. Mucha gente sa be al menos algunos puntos y posee una técnica
para presionar los, y ayudar a sus familiares, a sus amigos y a sí mismos. Quizá no esté lejos el día que ocurra lo mismo en Occidente. Para ello, de bemos esforzarnos en redescubrir la magia que anida en las yemas de nuestros dedos, el poder de la energía que podemos canalizar a tr avés de nuestras manos. Es muy importante para la práctica del Jin Shin Do el aprender a canalizar el ki mediante unas sencillas prácticas de meditación, y mediante la visualización creativa. Con estas facultades, uno se hace artista; sin ellas, es solamente un mecánico, aunque quizá bueno. Se puede empezar como mecánico y transformar la mecánica en ar te (como sucede, consciente o inconscientemente, con todo mecánico ex perto en cosas materiales) o empezar como artista y aprender la mecánica o técnica que le permita a uno una expresión más completa de su arte. Am bos aspectos son esenciales para el desarr ollo total del Jin Shin Do, y am bos son interesantes y divertidos de adquirir .
Darse cuenta del hara, En nuestro cuerpo, el gran centro de armonía entre el ki, el Yang y el Yin es el haya o tanden. Localizado aproximadamente dos dedos por de bajo del om bligo y en el interior del cuerpo, el haya es el centro de la energía vital. Uno de los primeros secretos de la alquimia interna taoísta consiste en el desarrollo del ha ya, pues en él reside la clave de la «salud radiante» de los antiguos sabios. Cuando se cultiva el haya , se crea todo un gran almacén de ki. Mediante tal almacén -o casa del tesoro->, todos los flu jos de energía del cuerpo se llenan de ki renovado, de energía vital. El cultivo del haya representa aprender a a bsor ber, acumular y concentrar el ki. Según los maestros taoístas, este proceso unificador y vitalizador de be preceder al aprendizaje de cómo dirigir el ki a las diversas partes de uno mismo o a los demás. Por tanto, despertar el haya y comenzar a desarrollar lo es la primera parte del proceso de canalización de la energía . Una de las maneras más fáciles de despertarlo y de comenzar a llenar dicho centro de ki es por medio de una sencilla meditación de yoga taoísta denominada respiración haya.
Existen leyendas de maestros taoístas que, tras años de práctica de esta y otras meditaciones más avanzadas, fueron capaces de realizar cosas que nosotros consideraríamos «mágicas». Una prueba tradicional entre los estudiantes de Kung Fu del norte de China y entre los monjes Zen del Japón consistía en derretir un bloque de hielo sentándose encima. (Una alternativa era bañarse en el océano en invierno... pero sólo después de la adecuada preparación.) Se decía que esto era sólo posible encendiendo el Horno Dorado (o actividades caloríficas) del haya. Si usted vive en un clima de inviernos fríos, o simplemente de tardes frías, podrá experimentar la respiración haya de un modo práctico. Se puede sentir una auténtica sensación de calor interno tras un par de minutos de concentración, cuando hay suficiente práctica. Probablemente no deseará quitarse el abrigo grueso, pero descubrirá que el viento frío no parece penetrar a través de él con tanta facilidad, y que, incluso, es agradable. Los maestros de todas las artes curativas tradicionales de Oriente estaban preparados para centrarse en sí mismos tanto emocional como físicamente con mucha mayor rapidez que los hombres normales, incluso en situaciones límite. Los maestros de Aikido, por ejemplo, podían desviar a posibles atacantes con el solo poder del ki, sin oponer resistencia y con muy poca, si es que alguna, fuerza física. Tal grado de control requiere años de esfuerzo disciplinado. Sin embargo, la meditación haya es una técnica tan fuerte que sólo un poco de práctica produce muchos efectos beneficiosos, al mismo tiempo que permite a uno centrarse y relajarse con más faci lidad en situaciones difíciles o de tensión. Revitaliza también el cuerpo y la mente, y es un reconstituyente y una ayuda para conseguir una mayor libertad física y mental . La respiración haya es una herramienta muy práctica con la que podemos mejorar la calidad de nuestra vida cotidiana.
Posiciones para la meditación hara. La respiración haya puede practicarse de pie, sentado o tumbado, o en una serie que abarque las tres posiciones. Se puede utilizar cualquier posición de las manos. Abajo se indican algunas, pero se puede usar cualquier otra que resulte cómoda o familiar . En cualquier posición, es importante que brazos y hombros -y en realidad todo el cuerpo - permanezcan relajados. Por tanto, se comenzará en la posición
que más facilite la relajación, esto es, en la más cómoda. La figura 1, en la que entran en contacto las superficies enteras de las palmas de la mano, y la figura 2, en la que las palmas reposan en los costados de la caja torácica, son las más fáciles de utilizar en las posiciones sentada o de pie. La figura 3, con la mano derecha sobre la izquierda y la palma de esta última descansando sobre la región del hara, puede utilizarse en las tres posiciones.
Al sentarse, debe situarse con las piernas cruzadas o en la postura de medio loto. También puede arrodillarse en la tradi cional posición «sentada» japonesa, con las piernas dobladas bajo el cuerpo y las rodillas ligeramente separadas. Los pies deben cruzarse de tal modo que los dedos de un pie descansen sobre los dedos del otro. Para hacer más cómoda esta posición sentada o arrodillada, puede utilizarse un pequeño cojín como el tradicional zafu japonés. Si cualquiera de estas posiciones recomendadas le resulta todavía incómoda, puede sentarse al principio en una silla. Sin embargo, si logra mantener la postura aunque sólo sea unos minutos al comienzo, irá haciéndose con f ortable poco a poco, cuando los músculos se vayan relajando. En cualquier posición en que se haya sentado, tr ate de mantener la posición erguida durante todo el tiempo de la meditación. Puede concentrar la atenc ión en el hara, el centr o situado dos dedos por de bajo del ombligo, e imaginarse luego que el cuer po surge desde este centro. El har a de be ser el centro de gravedad. Si se hace irresistible la tendencia a per der la posición correcta, pase a la posición tumbada tras estar algunos minutos en cualquier otra. No se trata de un ú ltimo recurso, sino de otra posición muy poderosa para el desarrollo y nutrición del hara. Proba blemente, el modo más sencillo de comenzar la respiración hara es tumbarse utilizando la posición de manos indicada en la figura 3 . Un método de meditación agradable y ef icaz a la vez es empezar de pi e utilizando la posición de manos de la f igura 1, Y tras varios minutos sentarse con la ' posición de manos de la figur a 2, para tumbarse finalmente utilizando la posición de manos de la figura 3. Tr as un rato de práctica, puede ir a dor mir en esta última posición. Con ello se indica simplemente que el cuerpo necesita la revitalización del ki que tiene lugar durante el sueño. El sueño que siga a la meditació n será muy pr of undo y refrescante. Al canzar el objetivo d el vacío absol uto; mantener el est ado de paz per f ecto , regresar al or igen se ll ama paz ...
Con el tiempo, se aprende a utilizar la res piración hara en todo lugar y ocasión, como medio para calmar las' emociones, tranquilizar la mente, y rela jar y revitalizar el cuer po. Sin embar go, al principio resulta más sencillo encontrar la paz y la tranquilidad interior del espíritu cuando uno se halla rodeado de paz exterior y de silencio o de sonidos tranquilos. Por tanto, comience buscando un lugar apaci ble, es pecialmente uno en el que se sienta relajado y no va ya a ser interr umpido. Lleve r opas amplias y, antes de practicar la respiració n hara, evite comer (pero tampoco es té extr emadamente hambriento), de
modo que se sienta físicamente cómodo. Ahora, situado en la posición que haya escogido, cierre los ojos y comience a respirar lentamente expandiendo el pecho. Al inhalar , note cómo se expanden los espacios q ue hay entre las costillas, mientr as los pulmones se llenan de air e. Al exhalar , de je escapar el aire hasta que éste salga por com pleto. Tras un par de minutos, comience a respirar más profunda y lentamente, centrando la atención en el hara. Las palabr as «Horno Dor ado», «Campo del Elixir» (de la Inmor talidad) y «Centro de la Ener gía Vital» son descr ipciones del hara que pueden ayudarle a experimentar la natur aleza de éste. Sin em bar go, ante todo hay que concentrarse y mantener la atención en el har a.
Concentrar el ki en el centro de la vitalidad. El control de la res piración es de f undamental im portancia en la meditación yoga taoís ta. «¿Puedes regular la respir ación y hacerte tier no y flexible como un niño?» Mantenga los ojos cerrados durante toda la meditación, para evitar dirigir al exterior el k i o ser distraído por cosas exter nas. El modo básico de la r espir ación har a es: 1. INHALAR por la nariz, ex pandiendo el hara (contando lentamente hasta cinco). 2. SOSTENER la respiración, acumulando ki en el hara (contando lentamente hasta cinco). 3. EXHALAR por la boca, contr ayendo el hara (contando lentamente hasta cinco). Lea las siguientes descripciones de cada uno de los pasos antes de comenzar a practicarlos, a menos que ya esté usted familiar izado con esta técnica. No lo apr enda de memor ia; limítese a comprender los princi pios básicos de cada uno. Si lo prefiere, gr abe en una cinta a lgunas dir ectrices o imágenes para poder escuchar las mientras hace las primeras prácticas. 1)
La respir ación de be ser suave, de -tal modo que si se mantiene ante la nariz o la boca una pluma o una hoja de papel de arroz , apenas alcance a moverse. Con la punta de la lengua apoyada en el paladar (para conectar las partes frontal' y trasera del canal central de energía) inhale lenta y suavemente por la nariz . Al inhalar cuente despacio 1-2-3-4-5. Durante toda la inhalación, utilice la imaginación o la voluntad cr eativa para visualizar el ki descendiendo con la res piración y llenando el hara.
Esta visualización creativa o yi está considerada como un elemento necesar io de la meditación taoísta. El yi es una fuerza grande y auténtica: lo que visualizamos activamente tiene una existencia poderosa (especialmente si coincide con lo que necesitamos). Tanto si se cree como si no que con la respiración hara se puede encender un «Horno Dorado» en el propio cuerpo, visualice la actividad del ki , utilice el y i para concentrar el ki en el hara, y vea lo que suced e. Cuando se practique la expansión del bajo abdomen en la inhalación, el hara se llenará naturalmente de ki. No tema que el bajo abdomen, la «tripa», quede realmente expandido. Lo que sucederá es que los músculos abdominales quedarán tonificados y se fortalecerán mediante la prácti ca de la respiración har a. Estará usted enseñándoles a relaj arse (durante la inhalación) y a contraerse , no a ponerse tensos (dur ante la exhalación). Parte de lo que sucede físicam ente cuando se inhala «hacia el hara» es que los pulmones se expanden hacia abajo. El diafragma -la separación muscular entre el pecho y el abdomen, que es el factor mecánico más importante en la respiración-, se mueve hacia abajo agrandando el pecho y llevando aire a los pulmones, desplazando los órganos abdominales de tal forma que la «barriga» se expande hacia afuera. Si el abdomen permanece rígido o no se mueve mucho cuando se practica esta técnica, inhale d e nuevo y utilice el yi o visualización creativa para relajar el diafragma de modo que pueda moverse
hacia abajo con más facilidad. Al inhalar, visualice la zona que está alrededor de las costi llas relajándose. Actúe como si toda la zona fuera ligera, distendida y transparente . Cuando visualice un movimiento hacia abajo en esa zona, notará cómo se expande el abdomen . Pensar en «hacia abajo» es importante, pues en nuestra respiración habitual tendemos a llenar lo s pulmones con un movimiento ascendente, concentrando la ene r gía en el cuello y los hombros y aumentando la tensión y el bl oqueo del ki que tantos hemos desarrollado en esa zona. L a r espiración hara, por el contrario, permite al sistema ner vioso parasimpático controlar los estados de nue stro ser , de modo que se potencian las respuestas de r elajación. Al visualizar un movimiento descendente de energía vital hacia el har a en la inhalación, el ki se acumulará en su almacén natur al, el har a. Puede ser útil imaginar sencillamente que se e stá llenando un recipiente de agua: el agua llena siempre en prim er lugar el fondo. 2)
Tras la inhalación, mantener el ki en el hara contando igualmente hasta cinco con lentitud. Ello permite que el ki concentrado en el hara se acumule y caliente el «Horno Dorado» . No debe sentirse tensión física durante este momento; no se trata de reprimir o impedir la re s piración, ni se requiere esfuerzo físico alguno. Simplemente se debe dirigir la atención al hara y continuar manteniéndola e im aginar al ki acumulándose y desarrollando e ste centro.
El mantenimiento del aire permite al ki revitalizar la región del har a y, a par tir de ahí, todo el organismo. Llevar el ki al hara es muy útil en sí mismo, pero cuando ya lo hemos hecho debemos darle la oportunidad de dejarle actuar allí . Si al principio resulta ligeramente difícil el paso de mantener o acumular el ki , si se nota una tensión que no se puede eliminar mediante la visualización , se puede proceder a acortar el tiempo de mantenimiento de la respiración hasta donde sea necesario. Manténgala sólo el lapso que le sea cómodo, contando hasta dos o hasta tres y no hasta cinco. O elimine al principio este paso; a menudo he tenido alumnos que comienzan la respiración hara solamente con inhalaciones y exhalaciones. Cuando se sienta cómodo en estos pasos, añada el mantenimiento de la respiración y luego aumente gradualmente el tiempo utilizado para ello , hasta que éste sea el mismo que el empleado en la inhalación o en la exhalación. Incluso en este proceso meditativo taoísta tan básico, observaremos inevitablemente cómo nos liberamos del corsé físico y emocional que nos ha impedido la absorción completa y el uso tanto de la respiración como del ki. Con la respiración hara relajamos la tensión de nuestros órganos internos, que pueden estar tan contraídos y encor setados o tensos como nuestra musculatura externa . Si este corsé ha venido formándose desde hace mucho tiempo, el cuerpo y la mente pueden resistir por costumbr e su desintegración. Por ello es mejor, y más rápido, a la larg a, ser compr ensivo con uno mismo, al tiempo que persistente en el proceso de liber ar gr adualmente la naturaleza propia y lo s poderes internos. 3)
Durante el tercer paso de la respir ación, la exhalación, la atención debe seguir enfocada en el hara. Sienta como si la consciencia se estuviera tr asladando desde la cabeza (Donde muchos de nosotros nos centr amos por completo demasiado tiempo, al racionalizar o al preocupamos) hacia el hara. Despegue la lengua del paladar y exhale lenta y suavemente por la boca, separando sólo un poco los labios. Recuerde que la exhalación debe hacerse con esta lentitud y esa suavidad de que venimos hablando. No debe notar que el aire se mueve frente a su rostro. Mientras cuenta hasta cinco, contraiga el bajo abdomen para exhalar completamente.
Con las manos en el bajo abdomen, tal como se indica en la figura 3, se debe notar cómo suben y bajan las manos al tiempo que se expande el abdomen en la inhalación y se contrae en la exhalación. Las manos en esta posición le permitirán concentrarse mejor en el hara y ser más consciente de este movimiento; por tanto, ésta será la posición a adoptar cuando tenga dificultades en liberar la respiración. Tras las exhalaciones comience inmediatamente el ciclo, manteniendo un ritmo pausado y continuo. No debe haber ninguna pausa después de la exhalación. Continúe este ciclo de inhalación-pausa-exhalación todo el tiempo que dure la meditación. Por supuesto, cuando haya establecido mecánicamente el ritmo no es necesario que siga contando. .
Actitudes mentales y meditación. Cuando se contiene realmente a meditar, no permita que le preocupe demasiado los detalles concernientes a estos pasos de la respiración. Lo más Importante del ciclo de i nhalar contando hasta cinco, mantener la respiración contando también hasta cinco (o menos al principio) y exhalar hasta cinco otra vez, es concentrar la atención en el propio hara y no en sus técnicas excepto como medio para lograr lo anterior . Mientras se medite se notará una sensación de calor en el hara, o una sensación de liberación y de gran ener gía. Una vez más, sin embargo, hay que señalar que no debe prestarse atención a lo que se esté experimentando o a si se está experimentando lo adecuado; limítese a concentrarse y visualizar el hara. En tanto persiga el cre cimiento interno, la experiencia siempre será la adecuada. Cuando surjan en su mente pensamientos o imágenes , no las trate como enemigos ni como amigos. Si intenta expulsarlos activamente, se convertirán en el foco de su atención, con tanta seguridad como si estuviera usted deseando que así ocurriera . Deje que entren y salgan libremente de su consciencia, pues si se resiste a que entren lo harán de todos modos, y permanecer án mucho más tiempo. En la meditación, encontrará y difuminará bloqueos mentales y emocionales, así como tensiones y encorsetamientos físicos, si se expande para conectar con la Naturaleza y para conectar y centrarse en su propia Naturaleza Interna, Existe una leyenda antigua del taoísmo que clarifica el proceso. Un maestro y su discípulo hacían un largo viaje. Ambos eran monjes, y una norma impedía que tocaran a una mujer bajo ningún concepto en ninguna ocasión. En un punto del viaje, sin embargo, encontraron a una muchacha joven y hermosa junto a la orilla de un riachuelo fangoso y turbulento. El maestro, al ver el apuro de la muchacha, la subió a su espalda y así atravesaron el río. Aquella tarde, cuando ya habían proseguido otro trecho del viaje, el discípulo tuvo finalmente el valor de decir: «Maestro, ¿cómo es que has llevado a la muchacha, si tenemos prohibido tocarlas ?». A lo que- el maestro respondió: «Yo dejé a la muchacha al lado del río, ¿cómo es que tú todavía la llevas encima?». Después de la meditación uno se siente generalmente en paz y con una sensac ión de frescura, de felicidad y regocijo. Sin embargo, no es extraño que tras las primeras meditaciones uno se sienta un poco malhumorado o intranquilo. Ello se debe a que se está liberando y expulsando el ki estancado que estaba encerrado en la estructura física. Cuando se libera, uno lo experimenta a un nivel más c onsciente, mientras que anteriormente influía a otro más subconsciente. Tanto la expulsión como el desarrollo son necesarios. No se puede crecer sin dejarse ir . Este dejarse ir, o expulsar, puede ser una catarsis, una liberación bastante intensa de las emociones y del encorsetamiento físico. Puede ser también un ir liberando poco a poco una cosa tras otra, en un proceso de vivir la vida cinco minutos cada vez. El crecimiento -no en algo o alguien distinto de lo que somos sino en los Espíritus Libres que ya somos en potencia o en nuestro interior - puede tener lugar a grandes sacudidas o de un modo pausado y continuo. Así, los maestros orientales describen el satori, o iluminación, como un estado del ser que puede advertirse en un gran destello o como una serie de pequeños destellos. Es como subir por una escalera: un peldaño y un r ellano, un peldaño y otro rellano (o bien dos peldaños arriba, uno abajo y un rellano). Si sólo se buscan los grandes destellos, no se advierten los pequeños.
La respiración hara es la meditación yoga fundamental del taoísmo, y la técnica para el desarrollo del ki. Cuando este modelo básico de respiración ha comenzado a resultar natural, existen muchas variantes de desarrollo del ki o de técnicas de dirección del ki que pueden practicarse. Aunque muchas de tales técnicas son muy sencillas en esencia, también son muy poderosas y resultan importantes los detalles de su práctica. Por ello no deben aprenderse simplemente de los libros. No obstante , mientras se sigan las instrucciones anteriores y se entiendan bien, el estudiante será capaz de sacar mucho provecho de esta técnica básica de respiración hara. Resulta muy beneficioso practicar esta meditación entre quince y treinta minutos (e incluso más) una o dos veces por semana, o con la frecuencia más conveniente. En ocasiones le gustará practicar unos instantes la respiración hara previamente a un tratamiento de Jin Shin Do, o con posterioridad a él . Practicar la respiración hara en la posición de tumbado también es un buen sistema de relajarse para gozar de un sueño más profundo y reparador .
Uso de las manos para canalizar el ki. Con la respiración hara se ha pulsado el gran océano de ki , , absorbiendo esta energía espiritual universal de un modo más completo, concentrándola en uno mismo . La concentración de ki en el hara es la primera parte del proceso de canalizar ki a los demás. demás . La segunda parte, el proceso real de dirigir ese ki a través de las manos, es muy sencillo y sólo requiere que uno utilice su yi, su visualización creativa. Una vez se ha realizado la respiración hara durante unos minutos, se puede experimentar el modo básico de canalización. Sentado en una silla, colóquense las palmas de la mano sobre los muslos . Respire lenta y suavemente, suavemente , siguiendo el ritmo de inhalar primero y exhalar después contando hasta cinco.. No se necesita mantener el ki en el hara durante el proceso de canalización. cinco canalización . Mientras inhala, note cómo el ki de la respiración se concentra en el hara, como en la respir respi r ación ación Al exhalar, visualice la energía acumulada en el hara que fluye hacia arriba siguiendo la línea media del torso hasta la región del centro del corazón, o chakra. Aquí, en la residencia del Shin, su compasión o deseo de ayudar a alguien enfocarán al ki. Visualice entonces el ki fluyendo por los brazos y canalizando el ki a través de las palmas (este recorrido se aprecia claramente en el grabado que sigue). R epita epita este modelo de inhalaciones -exhalaciones varias veces. hara.
El modelo básico para canalizar es: 1. 2. 3.
INHALAR por la nariz, concentrando el ki en el hara. EXHALAR por la nariz, canalizando el ki a través de las manos.
Cuando se ha hecho así durante un par de minutos, notará que las palmas de las manos se ponen calientes.. Si tiene a su alcance un animal de compañía o un amigo, puede intentar canalizar esta calientes energía en otro ser . Coloque las manos en la región del hara, en la espalda, el pecho, la frente o cualquier otra zona; al inhalar concentre el ki en el hara hara;; al exhalar canalice el ki a través de las manos sobre la zona que esté tocando. Cuando haya empezado a realizar tratamientos, canalice el ki a través de las palmas o, preferiblemente, a través de las yemas de los dedos. Puede visualizar cómo la zona va siendo liberada de tensiones físicas y emocionales, y cómo se llena de un nuevo ki fresco y vibrante. vibrante .
Cuando esté dando un tratamiento de de Jin Shin Do, utilice este método método de canalización como proceso de recarga, no lo efectúe continuamente. Una vez establecida la absorción, acumulación y canalización del ki mediante este sencillo método de respiración, el propio proceso de tratamiento asegurará su continuidad, pues el Jin Shin Do es una técnica inherente mente meditativa . La técnica de canalización establece principalmente la dirección en que fluye el ki desde el exterior de uno, y a través de él, hasta otra persona. Permite a uno convertirse más rápida y fácilmente en un canal de la energía espiritual universal;; el ki . universal Un buen sistema de utilización de esta canalización durante el tratamiento consiste en practicarlo unos minutos antes de comenzar dicho tratamiento, y practicarlo nuevamente en varias ocasiones a lo largo de él. él . En el momento en que se está efectuando , no resulta necesario, evidentemente, asumir ninguna posición especial para utilizar la técnica de canalización. Practique simplemente ésta, cualquiera que sea la posición que esté utilizando para dar el tratamiento, y comenzará a descubrir la magia que posee en las yemas de los dedos, la magia que anida dentro de usted. El que conoce el masculino , y sigue apreciando el femenino será un canal que atraerá a él a todo el mundo; siendo un canal del mundo, no será apartado de la eterna virtud, y podrá regresar a l estado d e la infancia.. infancia
5 El extraño fluir de la Acupresura Los antigu antiguos sa b bios ios or or iental ientales no veían disti nción alguna ent en tre el hom b bre re y la tierra, ent en tre la ti tierra y el universo o entre el micro icroccosmos y el macro mac rocosmos. cosmos. Las mismas leyes que opera b ban an en el macrocosmos (nu (nues estr tr o mundo y nuestro universo) actua b actua ban an en el el mi miccrocosmos (nuest estr r o cuerpo y nuestra mente). El macrocosmos y e l microcosmos son uno solo, y una mirada al p primero rimero nos da la pers p ers p pect ectiiva calcad calcada del de l segundo, y viceversa. viceversa . «Sin salir salir de la puerta uno pu p uede contemplar el e l mundo; sin asomarse a la ventana un uno o puede ver el Tao de los cielos.» Las gen gentes del antiguo Oriente vivían pegadas a la tierra y no dejaban de observar los cielos. cielos. En los cambios dinámicos de la natural naturaleza veían reflejos del de l Tao, esa prof unda unda verdad que in i nclu luye ye el el f lu lu jo de la natu natura ralleza per per o va más al a llá de él, él , de igual modo qu que lo co c om pl pleeto es siempre mayor que su s us partes. Aquell Aque llas as gen gentes se considera b ban an hijos del Tao , su j jetos etos a las mismas leyes y p y pr r incipi cipios os qu quee segu seguían sin desviación todas las criaturas y to da la natu natura ralleza. Deb ebid ido o a lo an antiguo de su civil civi lización, los chinos fueron de lo loss prim primer os os qu quee desarro esarroll llaron aron una teoría lógica de las func fun ciones orgánicas, contempl contemp lando la vida desde la perspectiva de las f u f uerzas vitales y los f lu lu jos de energía energía.. Sus teorías han r esistido esistido los embates del tiempo y son todavía la base de la p or un mom momeento nos situamos en su posición, posición , 5.000 año añoss at atrás, rás, y moderna Acupuntura y Acupr esur a. Si por comp ompr r ende endemo moss las fi fillosofí osofías as básica básicass de su civ civilización ilización,, de las qu quee ya hemos ha ha blado ant anteeriormente, veremos cómo ha ido sur giend giendo o el sistema or iental de las la s artes terapéutic terapéuti cas y de de la la sa salud. lud. missmo lu Imaginémono s que somos Imaginémonos somos campe mpessinos de la antig anti gua China, China, que viv vivimos imos en el mi luga garr en que qu e lo hiccier on nuestros hi nuestros an anttec eceeso sores res durante sig siglo los. s. No Noss enco contramo ntramoss en una es estación tación de del año en que debe deb en brottar las co bro cosech sechas, as, pe per r o hay ha y sequedad quedad.. El lago del centro de d el valle, gr acias al cual se ha mantenido el puee blo durant pu durantee tod todaa la es estaci tació ón, ha al alcan canzado zado su cot otaa mínim nimaa de agu aguaa desd desdee que nuestr nuestr os os a bu bueelo loss recuerdaan. Lo recuerd Loss campos de arroz se están secando y se ci cier er ne ne la am ameenaza de una un a cosecha paupérrima. paupérrim a. Todo el pue pu e b bllo ha est estaado pidiendo a Kuan Yi Y in, diosa de la compa comp asión sión,, que ma mand ndee llu lluvi viaa par a su suss campos,, para lo campos los animales, animales, p paara las las per son sonas... p para ara la vid vida. a. Porr fin Po fin,, ll llega ega la lluv lluvia. Durante Durante var ios ios días días el el reg regal alo o de vida que viene del cielo se vie vier r te te sobre la tierra. tierra . Ésta a bsorbe la lluvia que puede puede,, llen llenaa lo loss rí ríos, os, forma lagunas y en enví víaa la que que sobra hac hacia el lago, lago , el de pó póssito natural del val valle le.. El lago se alza ca c ada ve vezz más. má s. ¿Acaso la la an antteri erio or seq se quía se conve convertirá rtirá en una inundación, ig i gualmente per pe r judiciaal para la judici l a ti tieerr a? N No: o: el maravilloso de d e pósito de ja flu fluiir su abundancia sobre canales y ríos ady adyac aceentes, que tras tra sladan el ag a gua has hasta llegar a ot otr r o lago en otro va valle lle.. Aunqu A unquee las lluvias ll uvias no han alcanzad lcanzado o esa otr a zona zo na ca c astig stigad adaa po porr la seq sequ uía, el exceso de lluvia de nuestr nuestr a r egión egión ha segu guiido los curs urso os de ag a gua natu turales rales de la tierr a con una doble dobl e f unción: unción: libe lib erar a nu nues estr tr as as tier tier ras ras del excces ex eso o y en envia iarr di diccho ex exce ceso so a don donde re ressul ultta ne nece cesar sar ia. Los fil filósofos ósofos y sabios del pue b blo lo se r egoc egocija ijan n tanto co como mo los agri gricult cultor or es, es, obre obreros ros y mer caderes eres.. Al reflex refle xiona ionarr sob sobr r e el f enóme enómeno no,, se pr egunt bee existi existirr dent dentr r o del cuerpo hum umaano? un siste stem ma eguntaan: ¿no de b similar de depós epósit itos, os, f lujos lujos y con contr tr ol ol de de lo loss mis ciert rtas as p paart rtes es del d el cuerpo pue puede dar se un ex exceso ceso ismo moss. En cie de ene ener gía sim simiilar al al ex excceso de agua ag uass qu quee pued puedee a b baatirs irsee so br e los lag lagos y ríos ríos de de la ti tier er r ra . ¿Cóm Cómo o mane j jaa el cue cuerpo el ex excceso eso?? De De ve vezz en en cuand ndo o ti tieenen luga lugarr en él pe período ríodoss de falta de ener gía. gía. ¿Podrían ¿Podrían exi existir en el cuer po p o hu huma mano no de p pósi ósito toss y re reserva servass qu quee almacen almaceneen la energ ergíía que sobra p para ara uti tili lizzarl arlaa en es esttas ocasion ocas ionees de de p penu enuri riaa? A través través de la me medit ditació ación n y de la exper exper iencia iencia en el tra rattamie amiento nto del cuerpo hum humaano en en to tod dos sus sus es estad tado os de desequili desequili br br io, io, se de desscubr e un ma mara rav vill illos oso o sis isttema de de lagos agos,, cana canalles es,, ríos y corrient corrientes es en en el inte interior del cuerpo cuerp o human humano, o, señalar al que qu e se puede puede ob observ servar ar en la la ti tierr err a. a. A tr avés avés de este ent entr r ama mado, do, la en energí ergíaa vital o k i del cuer po p o hum humaano f luye luye a todo odoss los los r incones del or gan ganis ism mo, aliment limentaand ndo o y ar moniza monizand ndo o el el co conjun njunto to..
Ríos y corrientes en el cuerpo humano. Los ríos del cuerpo humano son los doce «mer idianos de los ór ganos», así denominados porque cada uno está conectado y da ener gía a un órgano particular y a un gr upo de funciones cor relativas. A través de estos mer idianos, las energías vitales del cielo y la tierra se comunican, y f luyen a través nuestro alimentando cada nervio y cada vaso sanguíneo, cada músculo y cada hueso, cada órgano y cada glándula, cada tejido y cada sistema del or ganismo en conjunto. Nosotr os absor bemos directamente el ki celestial y el terrestr e, a través de los diversos centr os vitales del cuer po. También absorbemos el k i yan g de los cielos a través de la r es pir ación y el k i yin de la tier ra a través de los alimentos. Ambas energías se com binan en el cuer po humano y se transfor man en el ki cor poral, que f luye a través de los doce grandes r íos o meridianos y de sus tri butarios. En conjunto, estos ríos y corr ientes forman una ruta continua que cubre todo el cuer po, f luyendo tanto interna como externamente. La filosof ía tera péutica or iental dice que si el f lu jo de ki a través de los doce mer idianos es uniforme y no tiene impedimentos, y si cada uno de los mer idianos r ecibe la cantidad equili br ada de k i , el f uncionamiento del cuerpo será armónico.' En cambio, si el flujo de k i se estanca, o si algo lo bloquea en un punto, la armonía se convier te en discor dia, y ésta en enfer medad. ¿Cuál puede ser la causa de que el k i se estanque? Exper iencias traumáticas, ambientes dif íciles, uso incor recto o a buso de la movilidad cor poral, ba ja calidad en las comidas, contaminación del aire, condiciones climáticas extremas, y toda una larga lista de otras posibles cau sas de tensión, unidas a una falta de consciencia so bre el propio cuerpo o mente. Con los únicos que pueden parecernos nuestros problemas, nadie tiene el monopolio de la tensión física o emocional (y por tanto del estancamiento del k ). i Incluso los maestros es pir ituales tienen en ocasiones algunos puntos tensos o bloqueados. ¿Alguien ha visto alguna vez a una persona « per fecta», totalmente li bre de problemas? Pese a todo, hay personas que se sienten generalmente felices, que disfrutan de la vid a casi siempre. ¿Cómo lo consiguen? Suelen ser más conscientes de su propio estado f ísico, emocional y espiritual. Les gusta experimentar su ser y desean crecer inter ior mente, por lo que se muestran r ece ptivos a nuevas for mas de pensamiento y actuación, a nuevos sentimientos e ideas. Tienen fe en sí mismos, en sus pr opias posi bilidades de crecimiento y de cambio, y tratan de sacar el máximo partido a cada situación. Incluso son capaces de apreciar y valorar la tensión y el estancamiento del ki , pues al conocer estos estados y al a prender a li berar los se puede saber mucho más acerca de uno mismo y de la vida. Cuando tratamos de detener el ciclo de crecimiento y dejamos de disfr utar y ex per imentar plenamente el momento, cada pro blema y cada tensión en que nos vemos envueltos multiplican su efecto. Como si de una ser ie de espe jos se tr atara, el cuer po ref leja el flujo de k i, las emociones y el espíritu refleja la mente. Desde otro punto de vista, la mente refleja el espíritu, las emociones ref lejan la mente, el cuerpo ref leja las emociones y el f lujo de ki ref le ja el cuer po. Todos estos aspectos son uno; por tanto, cada inf luencia es multidimensional.
La antigua técnica de Acu presura utilizada en Jin Shin Do es una maravillosa ayuda en aquellas ocasiones en que, de bido a las presiones y dificultades, nos resulta dif ícil de jamos ir espontáneamente. Para no per mitir que el bloqueo del ki y la tensión destr uyan nuestra sensación de bienestar físico y emocional, o como ayuda para recu perar tal bienestar, el Jin Shin Do es un elemento que facilita y hace más rápida nuestra propia recu peración o la de cualquier otra persona.
Lagos y canales del cuerpo. Del mismo modo que la tierra tiene un sistema de almacenamiento de agua para su utilización en los períodos de escasez, y una r ed par a enviar el exceso de aguas de una zona a otr a, el cuer po humano tiene también una red para tratar las deficiencias y excesos de ki que tengan lugar en él. Esta red de ocho canales es la base de una gran par te de la práctica yóguica taoísta y fundamento asimismo de los antiguos sistemas de Acupresura y Acu puntura, que, aunque poco conocidos en Occidente, son muy venerados entre los maestros orientales. A mucha gente, es cierto, todo esto de las rutas de f lu jo de la ener gía o meridianos le parecer á extr año en un pr incipio. Sin embargo, este con junto de ocho meridianos extr aor dinar ios r esulta ba asom br oso y sor pr endente hasta a los pro pios chinos antiguos, que los denominaron «Las Extr añas Corrientes». Todos los flu jos de ener gía del cuerpo se interr elacionan mediante este sistema de los ocho «canales extr aor dinar ios».' Este sistema r egula la energía y a justa las f unciones de todos los ríos y corrientes del cuerpo y, a través de éstos, las de todo el organismo. Como una ser ie de lagos y canales, las Extr añas Corr ientes actúan como de pósitos de energía par a el cuerpo y sus meridianos, equilibrando los excesos y def ectos de ener gía a través de todo el organismo. Estos cuatro pares de Canales Extraordinar ios son: el Gran Canal Central (Vaso de la Concepción o Jen Mo, y Vaso del Gobierno o Tu Mo ); el Gran Canal Regulador (Yin Wei Mo y Yang Wei Mo); el Gran Canal Puente (Yin Chiao Mo y Yang Chiao Mo); y los Canales Penetrante y Cir cundante (Ch'ang Mo y Tai Mo). ¿Por qué son tan extrañas estas corrientes? En pr imer lugar, por que, con exce pción de los Vasos de la Concepción y del Gobierno (el Gran Canal Central), los Canales Extraordinarios no tienen puntos particulares pr opios únicamente de ellos, como sucede con los doce meridianos de los ór ganos. Al contrar io, se portan como el tor do amer icano, que no hace nidos propios, sino que utiliza los de otros pájaros. Todos los puntos de las Extrañas Cor r ientes pertenecen y están u bicados en los meridianos de los órganos. Los puntos de las Extrañas Corrientes lo son de los meridianos de los órgano s en aquellos lugares en que dichos me r idianos cruzan sus líneas. En segundo lugar, y nuevamente con la excepción de los Canales de la Concepción y del Gobierno, el ki no fluye de modo constante por las Extrañas Corrientes como lo hace por los doce meridianos de los órganos, sino sólo cuando el cuerpo requiere equilibrar su flujo de energía en los ríos y corrientes (los meridianos y sus tributarios). Debido a tal diferencia, las Extrañas Corrientes reciben el nombre de «canales» o «conductos» para distinguirlos de los «meridianos».
¿Cómo las ocho Extr añas Cor r ientes r egulan la energía de los doce mer idianos de los ór ganos? Obser vemos la f igur a adjunta: supongamos que existe un exceso de energía o ki en uno de los meridianos del brazo 1). Supongamos que en un punto superior de su ruta 2) se crea una tensi ón y un exceso de ki. Cuando este exceso comienza a desbord arse, va a parar a la Extr aña Corriente vecina 3). Continuando su camino, el exceso llega por último a una zona y un punto 4) deficiente en energía. Por tanto, si existe la necesidad, e l exceso fluir á al mer idiano del órgano afectado 5). Si este sistema regulador a base de ocho canales extraños o psíquicos funcionara siempre adecuadamente, no habría proble mas. Continuamente ajustaría y regularía los doc e meridianos de los órganos. Éstos estarían siempre equilibrados, su flujo de k i sería uniforme y no tendría impedimentos, y el cuerpo mantendría su armonía. Sin embargo, del mismo modo que los castores construyen sus presas en los canales o riachuelos de la tierra, las tensiones culturales o personales construyen sus presas -la tensión y el encorsetamiento- en los canales del cuerpo. Si el flujo de energía por los canales es razonablemente fuerte y las presas son pequeñas, éstas serán arrastradas por el fluir normal del ki antes de que se conviertan en obstáculos graves. Pero si no nos liberamos a tiempo de las tensiones físicas y e mocionales, en ciertos puntos se irá acumulando cada vez más tensión. Las presas se harán demasiado grandes y el flujo de energía demasiado débil para que puedan funcionar adecuadamente los canales de equilibrio (las Extrañas Corrientes). En este punto, el cuerpo requerirá un poco de ayuda. Tal es la función del Jin Shin Do. Las Extrañas Corrientes se ven afectadas poderosamente por las manos y por la meditación, de ahí su otro nombre de «Canales Psíquicos». Por ello, y por sus vitales funciones reguladoras, las Extrañas Corrientes son la base del sistema de puntos y tratamiento Jin Shin Do. Naturalmente, también se utilizan los meridianos de los órganos y los principios de la Acupuntura; se tienen en cuenta todos ellos incluso en los métodos básicos de tratamiento, y se utilizan cada vez más a medida que el estudiante va avanzando en sus conocimi entos. Pero es a través de la relajación y el restablecimiento del equilibrio que proporciona el tratamiento Jin Shin Do , y a través de la creciente consciencia del propio cuerpo y la propia mente que se desarrolla cuando se da o se recibe dicho tratamiento, corno podemos hacer que el cuerpo se ayude a sí mismo.
Dirección del flujo de ki a través de los ocho canales. El ki puede fluir a través de estos canales en cualquier dirección cuando deja un punto en el que se registra un exceso y fluye por el depósito hasta la zona o punto en el que se regist ra un déficit. Sin em bargo, para que las Extrañas Corrie ntes equilibren todo el cuerpo du r ante el tratamiento de Jin Shin Do, el flujo de ki a través de los canales de las Extrañas Corrie ntes debe ser continuo y uniforme. Por ello, en las antiguas técnicas yóguicas taoístas qu e antes eran secretas, así como en las formas esotéricas de la Acupresura, el Gran Canal Central y las restantes Extrañas Corr ientes se dirigían hacia arriba en la espalda y hacia abajo en la parte delantera. En algunos textos de Acupun tura, en cambio, el Gr an Canal Central (el más conocido de todas las Extrañas Cor rientes) y los restantes aparecen dirigiéndose hacia arriba en la parte frontal y hacia abajo en la parte trasera. Deberíamos ac udir a muchos detalles esotéricos para explicar bien esta diferencia, pero la noción básica es que la segunda es la situación nor mal o habitual, mientras que la primera es la que deber ía lograr se, aquella dirección a la qu e se debe tender. Al observar que el fluir hacia arri ba por el pecho dirige el k i hacia la cabeza -el cere bro y los órganos de los sentidos-, resulta sencillo com prender por qué los maestros taoístas enfatizaban en dicho punto la «vida más r eciente». Dichos maestros enseñaban que antes del nacimiento recibim os la nutrición a través de la «Puer ta de la Vida Anterior» , el cordón umbilical, del que el hara es un vestigio. Después del nacimiento, recibimos la nutrición a través de la «Puerta de la Vida Más Reciente», la boca. Gradualmente, la influencia del hara disminuye al desarrollarse la inteligencia e irse estableciendo los hábitos culturales. Ello comienza a declinar también en el centro del corazón, la residencia del Shin. La luz de la consciencia esp ir itual, que reside en el «tercer ojo», se oscurece.
Dirigir el flujo hacia arriba por la espalda y hacia abajo por el p echo se considera un regreso a la «vida anter ior » -la li bertad a que aspiran los que la buscan-, y por tanto el modo más poderoso de reaprovisionar toda la energía del cuerpo. También provoca una liberación más continuada de bloqueos y permite que el ki liberado fluya con más facilidad hasta el lugar donde se necesita. Las ocho Extrañas Corrientes se agr u pan tradicionalmente en cuatro pares. Cada p ar consiste en dos corrientes o canales con funciones y rutas complementarias. Sus funciones están explicadas a continuación. Los números próximos a los puntos qu e apar ecen en los gráficos se refieren a los treinta puntos principales de Jin Shin Do, qu e más adelante aprenderemos. No se preocupe por , encontrarlos antes de que se hable de ellos, pues cada uno será descrito con todo det alle en el próximo capítulo.
El Gran Canal Regulador (Yin Wei Mo y Yang Wei Mo). Según los clásicos, el Regulador actúa como «el nexo de unión e ntr e todos los canales». La parte yin, que recorre la parte delantera del cuerpo, conecta todos los meridianos de los órganos y in: los del bazo, hígado, r iñones, pulmón, pericar dio y corazón. La parte yang , que recorre la par te trasera y la ca beza, conecta los, meridianos de los órganos yang: los del estómago, vesícula biliar, vejiga, intestino grueso e intestino delgado. El Regulador conecta como una red los doce meridianos de los órganos. Actúa par a mantener y ajustar bajo su control las f unciones básicas de nutrición y de defensa del cuerpo. El Regulador Yin «mueve todo lo yin», contr ola la energía nutricia del cuerpo, y regula la sangre y las r egiones internas del cuerpo. El r egulador Yang «mueve todo lo y ang», controla la energía defen siva del cuerpo, y regula la resistencia (ante «males» exter nos) y la parte externa del organismo. Por ello afir man los clásicos que «cuando el Yang Wei Mo está desequili br ado, el individuo sufre desde resfriados a fiebre s», mientras que «cuando el Yin Wei Mo está enfermo , el individuo padece dolencias cardíacas». En muchos aspectos, las Extrañas Corr ientes son como los padres, y los meridianos de los órganos son como los hijos. El Gran Regula dor es como el aspecto necesario de disciplina y serenidad de la paternidad, que regula de un modo sutil y uniforme las actividades de los hijos, y que guía las interacciones entre ellos para mantener una comunicación ar moniosa y una cooperación pacífica.
El Canal del Gran Puente (Yin Chiao Mo y Yang Chiao Mo). El Canal del Gr an Puente es, como su nombre indica, una especie de puente que une el Yin y el Yang de modo que pueda mantenerse entre ellos el debido equilibrio de energía. También actúa como puente entre la energía almacenada del organismo y aquellas zonas o corrientes que requieren cierta cantidad de ki. La parte que corre por delante es la yin; la trasera, que recorre la espalda, es la y ang. Dice el clásico: «Cuando el chi yin es deficiente, abunda el chi yang y a menudo aparece el insomnio. Cuando falta chi yang y abunda el chi yin, a menudo se siente el individuo muy soñoliento». Ello significa que un exceso en una parte del canal significa una carencia en la otra parte. El ki (o chi) yang es una energía activa y enérgica, por lo que cuando exista en exceso (cuando esté bloqueado el Canal Yang del Puente), se dará un exceso de actividad y habrá una imposibilidad de conciliar el sueño. El ki yin es una energía pasiva y receptiva , por lo que cuando se da en exceso (cuando está bloqueado el Canal Yin del Puente) se sentirá uno fatigado y soñoliento. El exceso de ki está acompañado a menudo de tensión, que es un bloqueo de este ki .
Este par de corrientes se utilizaron mucho tradicionalmente en las personas con la tensión demasiado alta o demasiado baja, debido a sus funciones equilibradoras de la energía. Como también están relacionadas con los talones, se utilizaron igualmente para mejorar y aumentar la velocidad de los corredores.
El Canal Puente es como el aspecto nutricio de la paternidad, pues regula con gran firmeza las cantidades de energía que quedan y son utilizadas por los meridianos de los órganos. Como un padre sabio, trata de asegurarse de que esta nutrición está adecuadamente equilibrada, de modo que cada hijo reciba la proporción de energía y in y y ang que mejor vaya a su desarrollo.
El Gran Canal Central (Jen Mo y Tu Mo). El Canal Central es la más primaria de todas las corrientes de energía. Las dos partes del canal están constituidas por el Canal de la Concepción (que recorre desd e debajo de la boca todo el frent e del cuerpo, por la parte central) y el Canal del Gobierno (qu e recor re desde el coxis la columna vertebral y por la línea central, la cabeza hasta d e bajo de la nariz). El Canal de la Concepción es el «mar » al que dan todos los meridianos y in. En ocasiones se le denomina «la Gr an Corr iente Madre»; es la más poderosa de todas las corr ientes yin. El Canal del Gobierno es el «mar» de todos los meridi anos yang . En ocasiones se le denomina
Todos los meridianos de los órganos reciben energía de este par de corrientes y llevan a ella s el exceso que puedan tener . Todos los meridianos yang están conectados al Canal Central en algún punto del Canal del Gobierno. Todos los meridianos yin están también conectados en algún punto al Canal de la Concepción. Es a través de estos puntos centrales de reunión que los lados derecho e izq uierdo de cada meridiano bilateral se conectan entre sí y son capaces de formar una corriente continua. El Canal de la Concepción influye en el bajo abdomen y, como indica su nomb r e, en las funciones reproductivas. El Canal del Gobierno influye en la espina dorsal y ayuda a determinar la constitución del individuo mediante la regulación de la energí a natal o prenatal. Otro aspecto, quizás el m ás importante, es que este par de Extrañas Corrientes tienen unas funciones psíquicas especialmente poderosas. El Canal de la Concepción influye en el estado espiritual de paz o inquietud, y el Canal del Gobierno, en la estabilidad o inestabilidad nerviosa. El Canal de la Concepción y el Canal del Gobierno tienen puntos p r opios (véase el capítulo octavo) , así como una corriente continua de energía, características de los meridianos de los órganos que no exhiben las demás Extrañas Corrientes. Aunque en muchos libros modernos aparecen entre los doce meridianos de los órganos, este par de co r rientes pertenece tradicionalmente a las Extrañas Corrientes, debido a la potencia de su actividad como ecualizadores y reguladores de la energía ki general del organismo.
Los Canales Penetrante y Circundante (Ch'ang Mo y Tai Mo). Estos dos canales son en algunas cosas los más extraños de todos los par es de Extrañas Fuerzas. Los otros tres par es comparten la delantera y la traser a, no sólo en términos físicos, sino en sus funciones de equilibrio yin- yang . Estos dos, en cambio, tienen funciones individuales y r utas propias. El Canal Penetr ante, denominado «el mar de los doce meridianos», almacena el verdadero ki corporal. Ayuda a regular el desarrollo de la energía o ki, tanto prenatal como postnatal . Los clásicos afirman que el Canal Penetrante «regula los senos y meridianos de todo el organismo». Denom inado también «el mar de la sangre», tiene conexiones reguladoras con el útero y con los meridianos que gobiernan las funciones femeninas.
Según el yoga taoísta, el Canal del Gobierno, el Canal de la Concepción y el Canal Penetrante son los tres grandes canales psíquicos; conectan los centros vitales, desde la raíz a la corona . «De ellos irradia una intrincada red de canales meno r es mediante los cuales la energía cósmica (prana) puede transmitirse por todo el cuerpo, adquirida principalmente a través de la respiración yóguica.»" Liberar y dirigir el ki a través de estos tres canales tiene gene r almente un efecto tranquilizador y espir itualmente elevador .
El Canal Circundante es la única corriente de energía del organismo que durante todo su curso fluye en dirección horizontal, no vertical o diagonalmente . Es como un cinturón, colocado alrededor de las caderas, que regula y equilibra todos los meridianos que fluyen por la espalda, el frente y los costados del torso. El Canal Circundante tiene unas funciones reguladoras especiales en la región abdominal , que conforma nuestro centro físico .
6 Descubriendo acupresura
treinta
puntos
principales
de
La técnica de Acupresura Jin Shin Do, que puede llegar a incluir muchos puntos específicos adiciona les a medida que el alumno vaya haciendo progresos , se basa en el empleo primario de treinta puntos bilaterales. Todos estos puntos se encuentran en las ocho Extrañas Corrientes y son también todos importantes puntos de Acupuntura, pues son lugares donde suelen ocurrir tensiones y bloqueos del ki. Actuando sobre estos puntos, pueden regularse las Extrañas Corrientes y en consecuencia la energía del organismo. La liberación y el funcionamiento adecuado de estos puntos es de mucha importancia para el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Además de estos puntos, tomaremos en ocasiones otros quince puntos unilaterales pertenecientes al Gran Canal Central, fáciles de reconocer por su localización anatómica, por lo que no los incluiremos en las descripciones que se proporcionan en este capítulo. ¿Cómo
descubrir y encontrar los treinta puntos principales de Acupresura? El método más sencil lo y fundamental de localizarlos es por la forma de notarles. También tienen importancia sus directrices anatómicas, que se indicarán cuando estudiemos cada uno de ellos. Una vez dispuestos los dedos sobre la zona descrita, la manera más sencilla de localizar el punto exacto es notar el lugar de más tensión de dicha zona. También se puede notar en cada punto una ligera depresión , un surco en un hueso, o un ligero ahondamiento entre las fibras musculares o entre los tendones y los músculos . Aunque al principio no parezca fácil encontrar estas depresiones, generalmente servirá el simple hecho de mantenerse en el punto más tenso, pues será allí casi siempre donde se habrá producido el bloqueo del ki y la tensión consiguiente . Con frecuencia, los puntos bloqueados serán sensibles a la presión, a no ser que estén tan endurecidos que hayan perdido parte de su sensibilidad. Lo anterior es particularmente aplicable a todos los puntos situados en zonas .muy musculares. ¿Qué tamaño tiene un punto de Acupresura? El ápice de cada uno, o lugar donde la estimulación tiene su efecto más poderoso, es muy pequeño. Sin embargo, la zona a la que afecta cada punto tiene aproximadamente el tamaño de una moneda. Mientras se mantenga en esa zona, el dedo es capaz de liberar y redirigir el ki. Cuando se buscan informaciones sensoriales como las enumeradas anteriormente, se puede también sentir el estado muscular y el estado del ki, al tiempo que se da el tratamiento. Una de las primeras misiones que debe usted encomendarse para convertirse en un buen acupresor es desarrollar la sensibilidad de las yemas de los dedos. Se trata de una actividad muy agradable. Los treinta puntos más utilizados en Jin Shin Do son enumerados por razones de conveniencia, según se observa en los grabados que siguen. Aprendiendo este sencillo sistema de numeración, el alumno puede obtener con facilidad fórmulas para un gran número de tratamientos de Acupresura, en lugar de tener que aprender de memoria cada uno de ellos. Aprender los puntos como se indica permite también referirse a ellos fácilmente. Están numerados correlativamente hacia abajo en la parte frontal del cuerpo y hacia arriba en la parte dorsal; hacia abajo en la parte externa de los brazos y hacia arriba en la parte interna. Si advierte usted que existen diez puntos en la parte frontal del cuerpo, doce en la parte dorsal y ocho en los brazos (cuatro en la parte externa y cuatro en la interna), no le será difícil recordar su numeración. Como complemento, verá usted claramente ilustrados en el texto todos los puntos relacionados con cada tratamiento que se muestra en este libro. Junto a cada uno de los puntos descritos a continuación, se proporciona , su numeración de Acupuntura de acuerdo con el sistema occidental aceptado, además de su número en Jin Shin Do. Lo hacemos así en beneficio de aquellos lectores que pudieran estar familiarizados ya con los puntos de Acupuntura. Los que no lo estén pueden pasar por alto estas anotaciones, que se indican entre paréntesis. No es importante el hecho de decodificarlas o memorizarlas para la práctica básica del Jin Shin Do.
Los principales puntos de Acupresura en la cara anterior del cuerpo humano
Los principales puntos de Acupresura en la cara posterior del cuerpo humano
Al leer las descripciones que vienen a continuación, recuerde que cada uno de estos treinta puntos principales es bilateral; se encontrará en el mismo lugar en la parte derecha e izquierda del cuerpo . Trate de encontrar en usted mismo cada punto conforme vaya leyendo las indicaciones para descubrirlo. Si está usted leyendo el libro al mismo tiempo que algún amigo o pariente, puede intentar descubrirlos en él, y aprender con más rapidez recibiendo la respuesta de esa otra persona. Si tiene usted oportunidad, le será muy beneficioso, naturalmente, tener a su lado a un acupunturista o a un acupresor que le indique dónde buscar cada punto. En el próximo capitulo hablaremos de los toques para el tratamiento y haremos una pequeña práctica con algún tratamiento corto y sencillo. Por ahora, utilice una presión firme y gradual cuando trate de localizar puntos en otra persona. Evite presionar con demasiada f uerza para no molestar a la persona que recibe la presión. Aplique sólo la suficiente para descubrir y sentir la tensión o la sensibilidad que pueda existir en algunos de tales puntos.
Localización y funciones de los treinta puntos principales del tratamiento Jin Shin Do. 1
(GB 14)
Este punto está localizado en la frente, sobre las cejas. Siga una línea imaginaria desde el centro de la pupila hacia la frente. Encontrará una pequeña depresión a un dedo por encima de la ceja. Este punto debe presionarse sin mover el dedo. Es fácil notar el ki, que se manifiesta en una sutil vibración. Cuando la frente está tensa, como si la persona se encontrara preocupada, descubrirá una pequeña línea de tensión en este punto. Arrugue la ceja como si estuviera ansioso por algo y trate de encontrarla. Asegúrese de relajar la frente por completo después.
Los «números uno» influencian poderosamente la consciencia. Ayudan a calmar el espí r itu y a hacer más brillante la visión. Tradicionalmente fuer on utilizados para ayudar a relajar la rigidez de cuello y rostro, y contra el temor .
2
(St 3)
Este punto se localiza bajo el pómulo, justamente debajo del centro del oj o. Para encontrarlo, trace una línea desde la nariz a la parte e xterna de la mejilla siguiendo la curva del pómulo (línea 1) . Luego trace otra desde el centro del ojo a través de la mejilla (línea 2) hasta que ambas líneas se corten. El punto, que muchas veces responde intensamente a la presión , estará localizado en la intersección. Hay que
colocar las yemas de los dedos en el borde del pómulo y presionar ligeramente hacia arr i ba, en dirección al hueso.
Estos «números dos» influyen en el rostro y limpian los conductos nasales. También se utilizaban tradicionalmente en los resfriados, cuando las fosas nasales estaban mal ventiladas , en los problemas de senos y contra el dolor de muelas.'
3 (St 13) Este punto se localiza debajo de la clavícula, en el espacio comprendido entre la primera y la segunda costilla. Partiendo de la protuber ancia ósea que se puede notar bajo la g ar ganta, trace una línea a través de la clavícula hacia los hombros. Divida esta línea apr oximadamente por la mitad y diríjase entonces ba jo la clavícula hasta notar un punto que duele liger amente bajo la presión.
Los «números tres» ayudan a liberar la res pir ación y pr omueven el funcionamiento adecuado de pulmones y bronquios. Es impor tante su buena actividad, pues el f lujo constante y uniforme de muchas cor rientes distintas de energía se r ealiza a través del pecho. La Acupuntura es un arte con una historia larga , importante y llena de interés. Por ello, se proporcionar á información histórica respecto a la mayor ía de los puntos que se citan, en cuanto tal tradición puede resulta r de interés para los alumnos. El que un punto «se utilizara» tradicionalmente para talo cual estado o enfermedad no significa, sin embargo, que el punto en sí cure el estado o enfermedad que tradicionalmente se r elaciona con él. Al estudiar los puntos de Acupuntura, es más impor tante comprender sus funciones positivas, aquellas que pueden utilizarse para ayudar a promover un «estado radiante de salud».
4 (St 16) Este punto se localiza en el espacio que hay entre la ter cer a y la cuar ta costilla, exactamente so br e los pezones. Busque la pr imera costilla sobr e el pecho en las mujeres o sobre los pezones en los hom br es. Luego busque el es pacio entre esa costilla y la que queda sobre ella. Este punto duele á menudo bajo la pr esión, es pecialmente en las mu jeres.
Los «números cuatro» activan el f uncionamiento adecuado del ki en la región pectoral y promueven un es pír itu optimista. Tr adicionalmente se utiliza ban para la f alta de respiración y los sentimientos de melancolía.
5 (Lv 14) Este punto se localiza en el cartí lago de las.' costillas, en el punto en que se une la octava con la novena. Siga el borde de la caja torácica d esde el final del esternón, ha sta encontrar la pr imera gran hendidura. Trace una línea vertical desde los pezones . El punto se encontrará cerca, en el interior de esta línea. Presiónelo colocando las yemas de los dedos al final de la caja torácica y tire ligeramente hacia arriba, hacia la costilla, no hacia el abdomen .
Los «números cinco» son especialmente importantes para los meridiano s del hígado y la vesícula biliar . También influyen en el diafragma. Se utilizaron tradicionalmente para la ten sión o malestar abdominales, los «dolor es de costado» como los producidos al corr er, para los eructos, el hipo y los ronquidos.
6 (Sp 13) Este punto está localizado apr oximadamente a dos dedos po r encima de la mitad de la ingle. Si se traza una línea vertical hacia arriba desde el c entro del muslo (como si se siguiera la línea de los pantalones, por ejemplo), el punto se hallará sobre esta línea y dentro del borde inf erior del hueso pélvico. Hay gente que tiene muchas cosquillas o que instintivamente adopta una actitud defensiva en este punto. Si se presiona con fir meza, pero sin aplicar excesiva presión, tales sensaciones suelen desaparecer
rápidamente.
Los «números seis» influyen en la tensión o relajación del abdomen, ingle , muslos y órganos sexuales. También se utilizaban tradicionalmente para los dolores menstruales, la indigestión, la debilidad y los trastornos intestinales.
7 (Sp 10) Este punto se localiza tres dedos por encima de la: parte superior de la rodilla y en la parte interna del muslo. Puede reconocer se con facilidad por su habitual sensibilidad a la presión. Los «números siete», como indican en su nombre chino «mares de la sangre», ayudan a un funcionamiento uniforme de los órganos femeninos. Se utilizaban tradicionalmente para los dolores menstruales, los problemas genitales y otros problemas femeninos ; también para las indigestiones y escozores. Ayudan a liberar y relajar muslos y pierna s.
8 (Sp 9) Este punto está localizado en la parte interna de la pierna , bajo la cabeza de la tibia (el hueso largo que se nota en la parte interna de la pierna) . Puede ser muy sensible a la presión. Los «números ocho» son muy útiles para todos los estado s yin del cuerpo. Influyen en rodillas y piernas, y tradicionalm ente se utilizaban también contra los dolores de la parte baja d e la espalda y la hinchazón del cuerpo.
9 (K6) Este punto se encuentra un dedo por debajo de la parte interna del tob illo (hueso maléolo medio). Notará al palpar una pequeña hendidura que puede ser muy sensible a la presión .
Los «números nueve» ayudan a equilibrar el Canal Puente (anterior), y por tanto se utilizarán para combatir la somnolencia o excesiva necesidad de sueño. Como indica uno de sus nombres chinos, «sueño feliz», proporcionan un descanso más profundo y reparador. Influyen en los talones, en los órganos sexuales femeninos y en los riñones . También se utilizaban tradicionalmente para el cansancio de las extremidades y para la tristeza.
10 (Sp 4) Este punto se localiza en una pequeña depresión bajo el punto de unión del hueso cuneiforme del metatarsiano con el dedo pulgar del pie. Para encontrarlo, trace una línea desde el comienzo de la primera falange del pulgar hasta el punto en que se inicia el hueso que con stituye el tobillo interno (el hueso maléolo medio). medio) . Divida esta línea por la mitad y vaya entonces debajo de la protuberancia que notará en ese lugar (la unión del metatarso) . Notará un pequeño surco que puede resultar muy sensible a la presión. Sostenga el punto con la yem a de los dedos presionando hacia arriba en dirección al metatarso.. metatarso
Los «númer «núme r os diez» ayudan a equilibrar el Canal Regulador Yin (anterior) y el Canal Penetrante . Influyen en la circulación, especialment e en la de d e los pies, y ayudan a equilibrar las descompensaciones de la energía corporal, ajustando el flujo d e k i para cubrir posibles deficiencias. Tradicionalmente se utili util izaban para los pies fríos, dolores de pies, tensiones abdominales y estomacales e hipocondría. hipocondría .
11 (GB 41) Este punto se localiza en la parte superior externa del pie aproximadamente a mitad de camino entre la base de los dedos y la parte frontal del hueso externo del tobillo (maléolo externo). Para encontrarlo, comience desde el espacio comprendido entre los dedos anular y meñique . Recorra el espacio que hay entre ambos (entre el cuarto y quinto metatarsianos) hasta que note una Juntura. El punto se localiza exactamente bajo ella, ella , entre el cuarto y el quinto met me tatarsiano. El punto es sensibl e a la presión.
Los «números once» ayudan a equilibrar el Canal Regulador Yang (posterior) y el Canal Circundante. Influyen en los tobillos, pies y piernas , y se utilizaban tradicionalmente para los dolores de cab eza za,, r eumatismo, problemas de transpi transp iración y excesos de agua en el organismo.
12 (B 62)
Este punto se localiza precisamente debajo del hueso externo del tobillo (maléolo externo) y puede ser muy sensible a la presión. Su posición es similar a la del número nueve .
Los «números doce» ayudan a equilibrar el Canal Puente Yang, y por tanto pueden servir contra el insomnio, como se desprende de uno de sus nombres chinos, «sueño tranquilo» . Ayudan a relajar relaja r los pies y las rodillas, y tradicionalmente se utilizaban para el dolor de cabeza, la hipertensión (alta pre sión sanguínea) y para controlar los dolores. dolores. También ayudan a relajar los puntos de la parte inferior de la espalda.
13 (GB 34) Este punto se encuentra debajo de la cabeza del peroné (el hueso largo y delgado que se puede notar en la parte externa externa de la pierna) pierna).. Para descubrirlo, sitúese bajo la pr o pr otu berancia que forma la cabeza cabeza del peroné peroné,, entre éste y la tibia. Sostenga el punto pr e pr esionando ligeramente en dirección al bord e interno del peroné. peroné .
Los «números trece» son puntos especiales para los músculos, por lo que cabe utilizarlos para todo lo relacionado con ellos, incluidos los posibles dolores y agujetas que puede haber tras el ejercicio. Son muy valiosos para los estados yin y yang. Ayudan a relajar rodillas y piernas, y tradicionalmente se util izaban mucho para los dolores de cabeza, problemas abdominales, abdominales, estreñimient estreñimiento, o, tensiones en la parte infe r ior ior de la espalda y estados extremos de miedo o terror
14 (GB 31) Este punto se localiza justamente tra s el fémur (el hueso del muslo), aproximadamente a medio camino entre la cabeza del fémur y la rodilla . De pie pie, y con las manos extendidas hacia los costados, con las palmas hacia los muslos (véase la ilustració ilustración), n), el punto se localiza localizará rá bajo el dedo medio, en la parte externaa y posterior del muslo. Puede resultar muy sensible a l a presión extern presión..
Los «números catorce» ayudan a r elajar la parte externa de los muslos, rodillas y piernas, y las articulacion es de la cadera. Facilitan generalmente la liber ación de los puntos de la espalda (en las partes yang de las rutas de las Extrañas Corrientes) y pueden utilizarse par a limpiar estados de toxicidad físicos o emotivos. Tradicionalmente se utiliza ban tam bién para problemas en la par te infer ior de la es palda y debilidad de las extremidades inf er iores.
15 (B 48) Este punto se halla en la par te exter na de la zona superior del sacro, en los «hoyuelos» de las nalgas. Siga la curva su perior del hueso pélvico (la cresta ilíaca) desde la parte externa de las caderas, hasta el punto en que se encuentra con el sacro (artic ulación sacroilíaca). Para encontr ar lo, sitúese a dos dedos de distancia de esta articulación. Habitualmente notará una tensión muscular . La presión produce dolor . Es más difícil localizar el punto cuando la persona está de pie, pues los músculos de la zona, es pecialmente el g l ut eus max i mus, son muy grandes. Con la per sona tumbada, al estar los músculos r ela jados, es mucho más sencillo encontr ar el punto.
Los «números quince» están relacionados con la vejiga. Son importantes para la relajación de la pelvis, y tradicionalmente se utiliza ban para los pro blemas a bdominales, estreñimiento, hemor ro ides y pro blemas urinar ios y de pr óstata.
16 (B 47) Este punto y los dos siguientes están localizados en una larga franja muscular que puede notarse a lo largo de toda la espalda. A partir de los hombros y siguiendo la escápula y la espina dorsal, trace toda esta franja hacia abajo, hasta alcanzar la zona lumbar . Estará usted palpando la estructura muscular profunda de la espalda, formada por los músculos longissimus (punto no 16), longisimus dorsal (no 17) y trapecio (no 18), que están bajo la su perficie fascial torácico lumbar .
Para encontrar el punto número 16, trace una línea desde la última costilla hasta el borde superior del hueso pélvico y divida su longitud en dos partes iguales. El punto se localizará en el nivel central, aproximadamente a mitad de camino entre el costado y el centro de la columna vertebral. Se encuentra, dicho de otro modo , fuera de la articulación de la segunda y tercera vértebras lumbares.
Los «números dieciséis» están relacionados con los riñones . Fortalecen el bajo abdomen y son primordiales para la relajación de la parte inferior de la espalda. 'También se utilizaban tradicionalmente para equilibrar el apetito y para los problemas abdominales, genitales, urinarios y de próstata. Fortalecen todo el organismo.
17 (B 42) Este punto se localiza entre la novena y décima costillas, en la franja muscular descrita anteriormente. Encuentre la parte inferior del escapular: si es necesario, haga que la persona gire el hom bro de modo que pueda notar fácilmente la paleta del hombro. El punto está a unos dos dedos por debajo del borde de la escápula y aproximadamente a medio camino entre su borde inter no y la espina dorsal.
Los «números diecisiete» están relacionados con el hígado. Ayudan a relajar la espalda e influyen en el diafragma. Tradicionalmente se utilizaban para la amplitud del pecho, las malas digestiones y la tendencia a los desvanecimientos.
18 (B 38) Este punto se localiza entre la cuarta y quinta costilla. Para enco ntrarlo, trace una línea por el borde interior de la escápula y busque el punto medio. Se halla a este nivel y a mitad de camino entre el borde interno de la escápula y la espina dorsal . A menudo se puede notar en él un nudo de tensión muscular duro como el mármol. Si la franja de tensión muscular es continua desde la zona de los puntos numerados con el diecinueve, pasando por los dieciocho hasta los diecisiete, se puede reconocer el punto por su sensibilidad a la presión.
Los «números dieciocho» se relacionan con la circulación e influyen en la respiración y los pulmones. Se utiliza ban tradicionalmente para los estados crónicos por su acción for talecedora del conjunto del organismo. Ayudan a rela jar la parte superior de la espalda, y facilitan la relajación de hombros , cuello y brazos. Tradicionalmente se utilizaban también para las dif icultades respiratorias, tos, hiperacidez y cansancio.
19 (TW 15) Este punto se localiza en una pequeña depresión situada sobre la escápula. Puede ser sensible o tenso, un punto marmóreo o una franja tensa como un alambre.
Los «números diecinueve» (y la zona a su alrededor) influyen en la r esistencia del organismo a los «males externos», y tradicionalmente se utilizaban para combatir la fiebre y facilitar l a transpiración. Ayudan a relajar los hombros y las escápulas, y facilitan la relajación de cuello y brazos. Tradicionalmente se utilizaban también para la hipertensión y la tensión ner viosa.
20 (GB 21) Este punto se localiza en el músculo trapecio, en la base del cuello, donde comienza, desde el hombr o, una curva hacia arriba. Se halla en la línea centr al del hombro, a medio camino entr e la parte f rontal y la parte dor sal del cuerpo. Es fácil de reconocer porque generalmente se halla muy tenso como un tr ozo de mármol o una pelota de golf , y duele al ser pr esionado.
Los «númer os veinte» actúan como barómetros de las tensiones pe rsonales y ambientales. Cuando un individuo se siente «alter ado», presenta generalmente una gr an tensión en estos puntos, que hacen que los hombros se eleven por encima de lo normal. La presión sobre estos puntos es de ayuda par a r elajar la tensión de cuello y hombros, y ante las sensaciones de ir ritabilidad y la imposibilidad de afrontar situaciones. Tam bién están relacionados con los ór ganos sexuales; no de ben presionarse excesivamente ni se de be actuar demasiado vigorosamente en ellos en los casos de mujeres em bar azadas (aunque, a este r especto, ca be decir que no es conveniente hacerla con ningún punto). Se utiliza ban tr adicionalmente para ayudar a liber ar el dolor de cabeza, los estados de nerviosismo, el cansancio y los problemas de gar ganta. Su r elajación es muy importante para facilitar el libr e acceso de las Extrañas Corrientes a la ca beza por el cuello.
21 (punto extra) Este punto está localizado a proximadamente a mitad de camino entr e el borde su perior del cuello (donde se encuentra el punto 22) y la base del mismo (qu e ocupa el punto númer o 20). Se encuentr a en la parte externa de la articulación situada entre la ter cer a y la cuarta vérte br a cer vical, y a unos dos dedos del centr o de la médula espinal. Intente encontrar la zona de mayor tensión, pero asegúrese de no aplicar la pr esión demasiado cerca o sobre la espina dor sal. Este punto no está entr e los 361 puntos tradicionales de Acupuntura, pero es uno de los cientos de puntos extras que se han ido descubriendo a lo largo de la hi storia de la Acupuntura y la Acupresura.
La zona de los «números veintiuno» es muy importante par a todo el cuer po, pues muchos de los meridianos de los ór ganos o los r amales principales de éstos, así como los Canales R egulador y Puente, cir culan por este estrecho paso. El punto específico que se muestra en el diagr ama ayuda a r elajar el cuello, el hombr o y el brazo, y se utilizaba tr adicionalmente para los problemas de voz y de garganta, y también para los dolores de cabeza.
22 (GB 20) Este punto se localiza, debajo de la base del cráneo (el hueso occipital), en una pequeña depresión entre las dos franjas de músculos que se notan allí (los músculos esternocleidomastoideo y trapecio). Está situado fuera de la columna vertebral y es muy sensible a la presión.
Los «números veintidós» son fundamentales para los canales Regulador y Puente; de hecho, su importancia sobre todo el organismo es imposible de valorar . Influyen en los ojos, oídos, nariz, boca y cerebro. Ayudan a relajar el cuello y las tensiones de la cabeza y tienen un poderoso efecto sobre la consciencia. Tradicionalmente se utilizaban para los resfriados, gripes, vértigos, dolores de cabeza, insomnios y problemas nerviosos.
23 (SIlO) Este punto está localizado en la parte trasera del hombro, debajo de la articulación de éste con el brazo. Siga el húmero hasta la parte superior del brazo por la parte de atrás hasta encontrar una
pequeña depresión bajo la cresta del hueso del hombro, el acromio. El punto duele bajo la presión, y puede notarse una franja o un nudo de músculos contraídos.
Los «números veintitrés» influyen en todo el hombro, la escápula y la región del cuello, y facilitan la relajación de los puntos mayores de esa zona. Tradicionalmente se utilizaban para la hipertensión.
24 (LI 14) Este punto se localiza debajo del músculo que forma la parte superior del brazo (el deltoides). Para encontrarlo, trace una línea desde el hombro al codo y divídala en tres partes. El punto se halla a un tercio del borde superior del brazo y en el centr o de éste, tomado de adelante atrás.
Los «números veinticuatro» influyen en los brazos y en los hombros y facilitan la relajación del cuello. También influyen sobre el intestino delgado y tradicionalmente se usaban para los problemas de la garganta y de los dientes.
25 (LI11) Este punto se localiza frente a la articulación del codo. Para encontrarlo, debe doblarse el codo hasta que se hace bien visible la arruga interior del mismo. El punto se halla debajo del límite externo de la grieta, y
puede ser sensible a la presión. Los «números veinticinco» influyen en los brazos y codos , y se dice que estimulan la producción de anticuerpos. Tradicionalmente se utilizaban también para la fiebre, la hipertensión, el estreñimiento y los problemas cutáneos, así como contra la depresión.
26 (TW 5) Este punto se localiza sobre la muñeca, en la parte externa del brazo. Se encuentra entre los dos huesos del antebrazo (cúbito y radio) y a unos dos dedos por encima de la muñeca. Los «números veintiséis» ayudan a equilibrar el Regulador Yang y el Circundante. Influyen en brazos, codos, muñecas y dedos. Se han utilizado también tradicionalmente para resfriados, gripes, dolores de cabeza, reumatismo y temores.
27 (P 6) Este punto se encuentra encima de la muñeca, en posición similar al número veintiséis , pero en la parte interna del brazo. Está a unos dos dedos por encima de la arruga de la muñeca y entre los dos huesos del antebrazo (el cúbito y el radio), en la parte del brazo que sigue a la palma de la mano. Los «números veintisiete» ayudan a equilibrar los canales Regulador Yin y Penetrante, y se emplean contra el dolor en general. Ayudan a relajar brazos, ante brazos y codos, y se utilizaban también tradicionalmente par a las dificultades respir atorias, los vómitos y las náuseas.
3)
28 (P 3) Este punto se localiza en la arruga de la r egión inter na del codo. Do ble el br azo ligeramente para obser var la arruga y note el tendón en medio de ella, en el lado cubital del tendón (del músculo bíceps).
4) 5)
Estos «números veintiocho» ayudan a relajar brazos, codos y hombros. Tradi cionalmente se utiliza ban para problemas cardíacos y pulmonar es, sensaciones de sequedad de boca y de sed, y par a los vómitos.
29
(P 2)
Este punto se localiza en la superficie interna superior del brazo, dentr o del músculo bíceps. Su posición es similar a la del punto 24, pero en la parte interna del br azo. Para hallarlo, coloque el dedo índice en la parte externa más elevada del so baco. Notar á una pequeña depr esión bajo su dedo corazón, un punto que probablemente será muy sensible a la presión.
Los «números veintinueve» ayudan a r elajar el inter ior de los brazos y a facilitar la li beración de la par te superior de la espalda. Tradicionalmente se utilizaban también en problemas pulmonar es, temor es y pal pitaciones provocadas por éstos.
30 (Lu 1) Este punto se localiza en la parte exterior del pecho. Se halla debajo de la clavícula y fuer a de la caja tor ácica, a una altur a aproximada de un dedo por encima del so baco, y f uera de la ter cera costilla. A menudo se encuentra muy tenso y bloqueado.
Los «números treinta» están relacionados con los pulmones y ayudan a liberar la respiración y a relajar el pecho y los hombros. Cuando están muy bloqueados, el individuo suele sentirse apesadumbrado, oprimido o agobiado por las emociones. Se utilizaban también tradicionalmente para la tos, los problemas de la piel y las amígdalas. Su liberación proporciona un espíritu relajado y optimista. Cuanta mayor sea la precisión con la que puede notar y hallar cada uno de los puntos, más eficaz será el tratamiento de Acupresura que aplique. Sin embargo, no es necesario encontrar perfectamente cada uno de los puntos para someter a una persona a un tratamiento de Jin Shin Do agradable y relajante. Incluso los principiantes se asombrarán de su capacidad innata para este arte tan sencillo y efectivo. Lo único que se precisa para ser un buen practicante del Jin Shin Do es que se busque bien el punto tenso o sensible de la zona que se esté describiendo, que se vuelque la compasión sobre la persona que lo está recibiendo y que el practicante se concentre en canalizar la energía ki.
7
Los toques en el tratamiento Existen muchos modos de estimular los puntos en el tratamiento de Acupresura, pero el fundamental es también el más eficaz. Este método consiste simplemente en apoyar los dedos sobre los puntos . Así se puede conectar con el ki de un mo' m o'do do más poderoso, liberar completamente el ki bloqueado y canalizarlo a través de las ocho Extrañas Corrientes con mayor eficacia. Los puntos pueden tocarse con las yemas de los dedos o con los pulgares, e incluso, en algunas situaciones,, con toda la palma de la mano. La elección estará determinada por las preferencias situaciones personales y por la posición a adoptar más conveniente para tocar cada uno de los puntos . Como los dedos índice y corazón son los más sensibles en casi todas las personas, seguramente serán éstos los escogidos para tocar cada punto. También se podrán usar dos o tres yemas juntas, especialmente en las zonas de mayor tensión, con las que se proporcionará estabilidad al dedo principal que esté actuando sobre el punto. punto . Aunque el método de presión directa con el dedo es simple, es capaz de un desarrollo casi infinito, por sus muchísimas sutilezas. sutilezas . Quizá la pregunta más frecuente -y más importanteque se formula sea : ¿Cuánta presión debe ejercerse? Para responderla, debemos guiamos por dos principios básico s del wu-wei».. taoísmo: «el camino medio» y «el wei -wu-wei»
El Camino Medio. Respecto a la cantidad de presión que hay que aplicar, ni una fuerza extrema ni un simple contacto epidérmico son tan eficaces como el Camino Medio de una presión suave pero firme. Si se utiliza una presión muy fuerte de tal modo que en los puntos se sienta un dolor excesivo, ninguna persona se acercará a usted para que le haga un tratamiento, y, además, bloqueará con la propia fuerza el ki contenido en el punto, en lugar de liberarlo y dirigir su flujo. La tensión muscular que un exceso de fuerza provocaría en sus propios brazos y hombros distorsionarían también su propia postura corporal, impidiéndole canalizar con eficacia el ki a través de sus manos y sus yemas. A causa de ello, y debido también a que la persona tiende a ponerse en tensión como respuesta automática al dolor, le costará realmente mucho más relajar el punto cuanto más fuerza aplique en él . El otro extremo, un contacto tan ligero que apenas pueda notarse, no sólo puede irritar a ciertas personas, sino que en la mayor parte de los puntos resultará ineficaz como método de relajación de tensiones.. Existe en estos puntos, que anteriormente 'comparábamos con las presas de los castores, un tensiones exceso de ki atrapado en tensiones musculares, musculares , que los ha convertido en demasiado yin yin.. Para comprender la importancia de la liberación y relajación de estos puntos de bloqueo del ki y de sus encorsetamientos musculares, puede resultar provechoso echar una ojeada al desarrollo de las tensiones crónicas. Como los músculos están tensos , la circulación a través de ellos de la sangre y del ki se ve dificultada y las «toxinas de la fatiga» (subproductos de la actividad muscular) se acumulan. Esto hace que los músculos se tensen más, y que comiencen a adherirse entre e llos los tejidos fasciales (los que envuelven a los músculos y facilitan s us movimientos suaves y uniformes). Estas «adherencias fasciales» crean masas musculares en tensión cada vez mayores , cada vez más endurecidas, que van formando bloqueos cada vez más extensos de ki estancado. El hombre al nacer es blando y flexible, y al morir queda rígido y duro. Las plantas al nacer son tiernas tiernas y flexibles, y al morir quedan duras y secas.
Lo duro y lo rígido son propiedades de la muerte. Lo Lo flexibl flexibl e y lo blando son propiedades de la vida. Por esto, l a fortaleza de las armas es la causa de su derrota, y el árbol robusto es abatido. abatido.
Lo duro y fuerte es inferior inferior y
lo blando y frágil es superior .'
Casi todo el mundo tiene muchos puntos tensos, duros y bloqueados. Si utilizamos solamente un toque epidér~ico,, liberaremos cierta cantidad de ki de la persona y este flUJO comenzará a liberar a su vez epidér~ico parte del ki estancado. Sin embargo, y a menos que la canalización de ki po.r, parte del praos extremo~,. tan .to el toque muy suave como el e l muy enérgico, tI~nen sus. utilizaciones determinadas, generalmente es el «cammo medio» el que funciona mejor. En el el gobierno de los. ~ombres y al servicio del cielo, l o mejor es l a moderacion. moderacion. La moderación todo lo somete. somete. Quien consigue pronto el sometimiento, acumula mucha virtud . Con la virtud acumulada , vencerá en todo. Venciendo en todo, l legará legará a límites insospechados.' insospechados.' I
Tao Te Ching , capítulo LXXVI. LXXVI. , Ib Ibííd. d.,, capítulo LIX.
¿Cuál es el camino medio de la presión dactilar? En los puntos en que la tensión muscular es escasa o nula, aplique una presión suave pero firme hasta que sienta que está en contacto con el ki. Utilice más la yema que el dedo (véase figura A). En los puntos que note tensos, utilice la presión suficiente para vencerla, de modo que note la dureza del músculo en la punta del dedo (véase la figura f igura B).
Figura A
En los puntos puntos con poca poca tensión o escasamente escasamente rígidos, rígidos, utilizar un leve toque toque y concentrarse concentrarse para notar el ki.
Para tocar puntos o zonas más y yiin, como el pecho, abdomen o frente, deje que sea la fuerza del brazo la que se apoye en el punto (véase la figura C). En zonas más yang y de mayor contenido muscular, aplique una presión firme , pero no haga fuerza, apoyando un poco el
En puntos de mayor rigidez, aplicar la presión gradualmente hasta vencer la tensión .
Figura
c
La mano derecha pulsa el punto n" 1. Como se trata de una zona yin del cuerpo y no es un punto de gran tensión muscular, se pulsa simplemente con el peso del brazo hacia el punto.
Figura D Ambas manos p ulsan los n" 20. Como se trata de una zona yang, cargada a menudo de tensión , se pulsa con presión fir me pero no excesiva, inclinando el peso del cuerpo sobre dichos puntos, sin ejercer fuerza muscular .
Figura E La mano izquierda pulsa el punto n" 15. Como dicho punto está situado en la espalda, la mano se coloca como se muestra en la figura, al objeto de aprovechar el peso del cuerpo y pulsar el punto con presión firme .
cuerpo sobre el brazo (véase la f igur a D). Para la zona de la es palda ( yang) , puede utilizarse una técnica muy simple para aplicar la cantidad correcta de presión. Durante las sesiones de Acupr esura la persona que las recibe acostumbra permanecer casi todo el tiempo tendida de espaldas . Deslice la mano debajo de ella y doble los dedos hacia arr i ba como si sostuviera una pelota. El peso del cuerpo de la: persona que tiene encima será generalmente suficiente para la presión que es deseable aplic ar (véase la figura E). Par a tocar cualquier punto, aplique la presión gradualmen te, dejando que los dedos se hundan suavemente en el cuerpo hasta
que se note la presión o, si existe poca tensión en el punto, hasta que se note que fluye el ki. No presione de modo tan prof undo o potente que le duela a la otra persona, o que usted mismo esté cargando sus músculos. Dar un tratamiento Jin Shin Do de Acupr esura puede r esultar le tan beneficioso a usted como al que lo r ecibe. Seguir el camino medio, esto es, aplicar sólo la presión suf iciente par a superar la tensión que se le enfr enta o para notar el flujo del k i , le per mitirá dar un masaje de Acupresura sin cargar su pr o pio organismo y r elajar los puntos de Acupuntura con eficacia y tranquilidad, facilitando la canalización directa del ki en la zona bloqueada, y la rápida eliminación del ' ki estancado en aquella zona. Las sensaciones de los toques son agradables para el que los recibe, por lo que no habr á gran resistencia. El receptor actuará con usted, más que oponerse a su acción, consciente o inconscientemente. Por tanto, «no hay nada que no pueda ser superado». Cuando la tensión se r ela je, los dedos siguen su desapar ición, hundiéndose cada vez más en el cuerpo. Es como si se preguntara al cuerpo si no quiere desprenders e realmente de esa tensión, más que obligarlo a este proceso de dejarse ir. La liberación del ki tranquila y prof unda que resulta de esta actuación es el auténtico poder y la auténtica magia del Jin Shin Do.
Wei-wu-wei: el modo de hacer rela jado. La li beración del flujo de k i sigue también el principio de wei-wu-wei, J ohn Blof eld explica este principio con claridad y prácticamente: «Tras todo esto yace el gr an pr incipio taoísta de la no acción excepto en respuestas a necesidades imper iosas. Cuando tiene que hacerse algo, el hombr e sabio avanza hacia adelante sin dudar y tr ata el asunto con la mayor eficacia posible, pero en cuanto se ha asegur ado el r esultado se esca pa y se libera de cualquier compromiso innecesario. El verdader o significado de wei-wu-wei no es "la acción por la no acción",' sino la actuación del modo que r e pr esente menos compromiso y que r esponda a la tr anquilidad interna del cor azón.s' 3
Definición común de wei-wu-wei.
4
The S ecret and the Subl ime: Taoi st Myst er ie s and M a g ic , op. cit., página 163.
La concentración en el flujo del ki y en la liber ació~ del, ~i bloqueado es «wei-wu-wei». Supone un me~?r compror~llso fISIco. Procede de un Shin compasivo (un espír rt u que res.Ide en el corazón). Es el modo más directo de relajar las tensiones del cuerpo y la mente por que actúa .en. armonía con las fu~rzas ,Y deseos naturales del cuer po. Es asirmsmo uno de los medios mas ef icaces de aumentar la a bsorción y utilización del ki. El profundo estado de relajación y de consciencia energéti~~ que r~sult~ es uno de los que el cuerpo puede regular y equili brar mas facilmente. Siguiendo el pr inci pio de wei-wu-wei, cuando logramos la d~seada relajación y liberación de un pun.t?, procedemos .a retír arnos del mismo. Con la misma gradacIOn con que aplIcarr:os la pr esión, la tensión va desapareciendo de. la zona, a bandonan. dola lentamente. Conocer cuánto de be relajarse cada punto durante la sesión de tratamiento requiere experiencia, pero pueden buscarse tr es indicaciones básicas de que se logra la suficiente r elajación:
1)
una sensacion de auténtico a blandamiento en los músculos que r odean la zona;
2)
...
un descenso o rela jación de la sensi bilidad o sensación
de dolor en el punto; 3)
una pulsación poderosa, or denada y r egular en el punto.
Cada punto debe traba jarse al menos durante tr einta, segundos; el tiempo ha bitual es de un minuto. Aquello~ ,que ~stan muy tensos y encorsetados pueden requer ir una presion mas prolongada, de dos minutos o más.
.,
La tercer a indicación, la pulsación, no es la sensacion del pulso sanguíneo ni la mer a pulsación de nuestros pr opios dedos. Natur almente, es fácil notar una pulsación en los dedos al presionar un punto, so bre todo al princi pio, cuando e~te nue~? uso que damos a los dedos está incrementando la cir culación en ellos. No o bstante, la pulsación de nuestros dedos es bastante constante en tanto que la pulsación que puede notarse en el punto de' Acupr esura es siempre cam~ia~t~. Si el p,unto est~ muy bloqueado, no se podr á notar al pr incipio pulsación algu~,a, cuando el ki bloqueado se va liber ando, se nota una pulsación que gradualmente se va haciendo más potente y or d~na?a. Notar esta pulsación de los puntos de Acupuntur a es en SI mismo una ex periencia.
Es normal ser algo escéptico ante asuntos tales como la pulsación del ki o las posibilidades de que nosotros mismos sintamos o experimentemos tales cosas . Después de todo, no han constituido generalmente parte de nuestra cultura occidental . Una alumna nuestra, enfermera de profesión, aunque receptiva al aprendizaje de filosofías y prácticas curativas orientales, se mostraba escéptica, como es típico, y tenía reservas ante esta pulsación, que no consideraba pudiera ser otra cosa que la d e la sangre. Una tarde vino a clase exclamando: «¡Estoy tan excitada. ¡He notado la pulsación y no es la de la sangre!». En este como en otros descubrimientos sea paciente consigo mismo . Si al principio no nota esta tercera indicación, busque sólo la r elajación de la tensión y limítese a pulsar el punto durante el tiempo indicado. Wei-wu-wei también significa utilizar un mínimo de puntos y modelos de tratamiento para obtener un resultado. No es necesario ni deseable estimular cada punto · de Acupresura del cuerpo, ni siquiera los treinta puntos principales de Jin Shin Do. Por ello los modelos de tratamiento de Jin Shin Do se han pensado en base a su eficacia, utilizando un número determinado y limitado de puntos dentro de unas fórmulas lo bastante generales para ser utilizadas por mucha gente.
Posición para el tratamiento. La persona que va a recibir el tratamiento del Jin Shin Do suele estar acostada sobre la espalda y mantiene esta posición todo el tiempo. Las manos del receptor se encontrarán recogidas sobre la región del hara, con la mano derecha sobre la izquierda (véase la figura F). Como alternativa, las manos pueden quedar a lo largo de los costados, si resulta más cómodo. Como las manos del practicante deben moverse bajo el cuerpo del receptor para pulsar los puntos de la espalda, como antes se ha descrito, es mejor que el receptor esté recostado sobre una camilla con una capa de espuma de un par de centímetros encima (cubierta con una sábana). De este modo, se facilitará el movimiento bajo el cuerpo, aunque se deba pedir a la persona que levante las nalgas o la espalda un momento si al principio tiene problemas para deslizar las manos por la zona, o si la persona es muy musculosa o de gran peso.
Figura F
.
.
El receptor yace de espaldas sobre una camilla, con la mano /zdUler~a so~re ~a zona del hara con la palma posada en el ombliqo y la mano. erec a so re a izquierda Est~ posición pe r mite al practicante alcanzar cualC{U1era de/os pun,t0s Jin Shin Do y , si l o desea , dirigir al recep ,tor en la respirecton hara Sin que este tenga que cambiar en absoluto su postcton.
Debe tenerse la camilla a poca altura y el practi~ante d e be sentarse a la manera tradicional japonesa, con las pIer ~as cr uzadas, o en posiciones alternativas alrededor de la c amilla.
Figura G
Puede utilizarse tam bién una ta bla de masa je normal (cubier ta asimismo de una capa de es puma y una sá bana protectora), o una tabla especial Jin Shin, y sentarse en una silla o taburete junto a ella. Éste es el modo más cómodo de dar un tratamiento, en es pecial si se han de dar dos o más tr atamientos segu.i~os. Si no tiene al alcance camillas o mesas de masaje, puede utilizar una cama. La ca beza del r ece ptor debe situarse en la zona de los pies de la cama, pues a veces es necesario actuar en los puntos del cuello; de be sentarse junto a la cabeza del individuo. Tam bién puede utilizar se un sof á, pues los brazos de éstos no suelen impedir que tra bajemos en cualquier punto del cuer po. El r ece ptor puede incluso estar tumbado so bre una manta tendida en el suelo o en el suelo mismo, per o habitualmente es ésta la posición menos cómoda para el pr acticante. ¿Por qué de be permanecer de espaldas la persona que se somete al trat.amiento, en lugar de volverse sobr e el estómago cuando se actua sobr e la espalda? Por dos r azones principales: 1) porque este modo de variar las posrciones interr umpiría el estado de relajación y meditación en que está inmerso el receptor, y 2) porque es más fácil actuar sobre la espalda ut ilizando la presión directa cuando la persona yace de espaldas. Si la persona estuviera tumbada sobre su estómago, el prac ticante tendría que permanecer de pie, sentado o arrodillado sobre el la y pr esionar utilizando la fuerza muscular d el brazo o apoyando todo el cuerpo sobre éste. De cualquiera d e ambas maneras, se necesitaría una buena cantidad de ejercicio por par te del practicante. En cambio, si la persona permanece de espal das, y los dedos del pr acticante descansan en los puntos como antes hemos mostrado, el cuerpo del receptor efectuará el tra bajo por usted. Si no alcanza con comodidad los puntos de los pie s o de las piernas, puede doblar éstas como se indica en la figura G. Al pr incipio es posible que se le cansen un poco los dedos; s ucede en cada nueva actividad que comienza con ellos, sea tocar el piano, dar masaje, tocar la guitarra, escribir a máquina, etcétera. En este caso, a plique tratamientos más cortos hasta que sus dedos se acostumbren y vayan adquiriendo más potencia, lo cual sucederá en breve tiempo . Una vez más, asegúrese de que no está presionando
demasiado. Debe animar a la persona a la que está aplicando el tratamiento a que le conteste indique si le duele mucho en ciertos puntos . Los dedos solamente deben presionar , no hacer daño.
y
le
Principios de la relajación por Acupresura. Las sesiones de tratamiento Jin Shin Do suelen dura r aproximadamente una hora, aunque pueden ser más cortas, de cuarenta y cinco, treinta, quince e incluso cinco minutos. Para comenzar a utilizar los puntos y practicar los toques del tratamiento, debe seguir algunos o todos los br eves modelos de relajación por Acupr esura que pr esentamos a continuación. Estos ejercicios en dos pasos de ben r ealizar se sobr e el lado del cuerpo que noten más tenso o sobre los do s lados. Puede comenzar practicando sólo uno de los ejercicios, el que fuera, o empezar por el primero y realizar consecutivamente los demás. Cada e jer cicio le llevar á aproximadamente unos cuar enta y cinco minutos, según el tiempo que esté en cada uno de los puntos.
Parte baja del abdomen y la espalda. Paso 1:
La practicante actúa sobre la parte derecha de la espalda. Pulsa el punto n." 16 con la mano izquierda . Al mismo tiempo, pulsa el n. " 5 del mismo lado d el cuerpo con la mano derecha. Para actuar sobre el lado izquierdo d e la espalda, se sentará junto al costado izquierdo del receptor . Con la mano derecha sostendrá el punto n ." 16 y con la mano izquierda el punto n," 5.
Paso 2:
La mano izquierda permanece en el punto n," 16, mientras la . mano derecha se mueve hacia abajo , hasta el punto n," 13. Cuando se actúa con la mano derecha en el n. " 16, será la izquierda la que se deslice hasta el punto n. " 13.
3)
Parte baja del abdomen y la espalda ilustradas:
Paso 1
Paso 2
Cuello y rostro.
P o so J:
La practicante actúa sobr e el lado derecho del cuello. Pulsa el punto n." 21 con la mano izquierda. Al mismo tiempo, pulsa el punto n." 1 del mismo lado del cuer po con la mano derecha. Par a actuar sobre el lado izquier do del cuello, de ber á sentar se junto al costado izquier do del r ece ptor . Se pulsará el punto n." 21 con la mano derecha y el punto n." 1 con la mano izquier da. Pa so 2:
La mano izquierda per manece en el punto n." 21, pero la mano der echa se traslada hasta el punto n." 2. Cuando se actúa sobre el punto 21 del lado izquier do del cuer po, será la mano izquierda la que se mueva hasta el punto n." 2.
Cuell o y rostr o ilu strados:
Hombros.
Paso 1: La practicante
actúa sobre el hombro derecho. Pulsa el punto n. " 20 con la mano izquierda (puede ser más sencillo pulsar este punto con el pulgar). Al mismo tiempo, pu lsa el punto n." 26 del mismo lado del cuerpo con la mano derecha. Pata trabajar en el hombro izquierdo, el practicante debe sentarse junto al costado izquierdo del receptor . Se pulsará entonces el punto n." 20 con la mano derecha y el punto n." 26 con la mano izquierda . Paso 2:
mano izquierda se traslada hasta el punto n. " 19, mientras la mano derecha permanece en el punto n." 26. Cuando se trabaja en el otro lado, será la mano derecha la que se tras lade del punto n. " 20 al punto n," 19. La
140
H ombros ilustrados:
Paso 2
Parte superior de pecho y espalda.
Pa so 1:
La pr acticante está tra bajando sobr e la parte superior del pecho y la espalda. Pulsa el punto n." 18 con la mano izquierda. Puede resultar más sencillo deslizar la mano bajo la espalda d esde el cuello, como se muestr a en la fotograf ía, que situar toda la mano bajo el r eceptor desde el costado. Al mismo tiempo, pulsa con la mano der echa el punto n," 27. Para actuar sobre la parte izquier da del pecho y espalda, el practicante se sentará en el costado izquierdo del receptor . Se pulsar á el punto n," 18 con la mano derecha y el punto n." 27 con la izquierda. Paso 2:
La mano izquierda se traslada al punto n ." 30, mientras la mano derecha permanece en el punto n." 27. Cuando se trabaja en el lado izquierdo del cuerpo , será la mano derecha l a que se dir ija al punto n." 30.
P arte superior del pecho y e spalda ilustradas:
Paso 2
Zona pélvica y caderas.
Paso 1:
La practicante está actuando en la zona pélvica derecha. Pulsa el punto n." 15 con la mano izquierda. Al mismo tiempo, con la mano derecha, p ulsa el punto n." 9 del mismo lado del cuer po. Para trabajar sobre el lado izquierdo de la pelvis, el practicante se sentará junto al costado izquierdo del receptor. Se pulsará el punto n." 15 con la mano derecha y el punto n," 9 con la izquierda. Paso 2:
La mano izquierda permanece en e l punto n." 15, mientras la derecha se dirige al p unto n." 12. Cuando se actúa sobre el lado izquierdo; será la mano iz quierda la que se traslade del punto n." 9 al n ." 12.
Zona pélvica y caderas ilustradas:
Paso
Paso 2
Relajación básica del cuello.
El siguiente ejercicio de Acu presura en cinco pasos es muy importante. Esta rela jación básica del cuello, o cualquier variación so bre ella, se utiliza al final de casi todas las sesiones de Acupresur a Jin Shin Do. Si ha practicado usted la mayor parte de los ejercicios anter iores, habrá realizado ya el primer tratamiento Jin Shin Do. Sería muy conveniente terminarlo con esta corta re lajación.
Paso 5 Amba s mano s pul san lo s punt o s n" 22.
Relajación básica del cuell o il ustr ada: Paso 1:
La practicante actúa sobre los dos puntos n." 23. Con la yema de los dedos en la parte externa de los hombros, pulsa el punto n. " 23 izquierdo con la mano izquierda y el n." 23 derecho con la mano derecha. Con los dedos curvados y las yemas de los dedos sobre los pu ntos, la practicante utiliza el peso de su propio cuerpo para presionar ligeramente sobr e los puntos.
Paso 2:
La pr acticante tra baja ahora los puntos n." 19. Pulsa el punto n." 19 izquier do con la mano izquier da y el punto n." 19 derecho con la mano der echa. Con las yemas de los dedos sobre los puntos n." 19, los pulgares están en posición de pulsar los puntos n." 20 en el siguiente paso.
Paso 3:
La practicante actúa a continuación sobre los puntos n." 20. Con las manos en la posición descrita anteriormente, pulsa el punto n," 20 izquier do con el pulgar izquierdo y el punto n," 20, derecho con el pulgar derecho. En esta posición, el practicante ' puede utilizar el peso de su propio cuerpo para presionar ligera mente sobre los puntos. Esta posición es simp lemente una recomendación; si le resulta más sencillo, puede pulsar los puntos con las yemas de los dedos .
4)
Pa so 4:
La pr oactic~nte. se ha tr asladado a los puntos n." 21. Pulsa el punto n. 21 izquier -do con la mano izquier da y el punto n° 21 derecho .~on la mano derecha. Está buscando el punto de ·ma yor tensión en toda la zona que rodea a la espina dorsal El alumno de be adver tir que en este paso y en el siguiente los p~ntos n." 21 y 22 de?en r elajarse al menos tanto como los n. 20 en el paso anterior . Pa so 5:
La pr acticante ha seguido su camino hacia arriba y pulsa ahora los puntos n." 22. La mano izquier da pulsa el punto n," 22 izquierdo, y la mano der echa el n," 22 derecho. Se utilizan para ello las yemas de los dedos. Pr oba blemente es más sencillo pulsar estos puntos si la par te posterior de la cabeza del r eceptor descansa en las palmas de las manos del practicante, como se ve en las f otogr afías. Adviértase que la pr acticante utiliza el peso de su pr o pio cuer po para tirar liger amente hacia atr ás, colocando la punta de los dedos en la base del cr áneo. Los puntos n." 22 son ha bitualmente más fáciles de rela jar cuando ya se han r ela jado pr eviamente los puntos n." 23, 19, 20 y 21; sin embargo, la rela jación de aquéllos es muy im por tante. Cier re los ojos cuando pulse estos puntos, para notar ios y sintonizar con ellos más f ácilmente.
Breve relajación para centrarse.
Este ejercicio de un solo paso puede util izarse solo o a continuación del anterior, el de relajación básica del cuello. Este ejercicio de un solo paso puede utilizarse al final de cada sesión de tra tamiento, tras la relajación básica del cuello y la br eve r elajación para centrarse. Paso único:
La practicante pulsa el punto en el centro de la cabeza con la mano derecha (se localiza en el centro del cráneo, donde se nota una pequeña depresión). Con las puntas de los dedos de la mano izquierda, pulsa levemente el «tercer ojo». Este punto se localiza entr e las ce jas, en el centro de la f re nte.
Breve rel a jación para centrarse il ustrada:
Paso de equílíbrío final. Paso único:
La practicante pulsa el punto en la base del esternón con la punta de los dedos de la mano derecha. Este punto debe pulsarse con s uavidad. La palma de la mano puede reposar en el plexo solar del rece ptor. Con la mano izquierda, el practicante pulsa am bos pulgares de los pies, pasando simplemente la mano por ellos. La practicante tiene los ojos cerrados y está meditando acerca de la circulación general del ki arri ba y abajo por la parte delantera del individuo que re cibe el tratamiento. 5) 6)
P a so d e equilibrio f inal il ustr ad o:
Autotratamiento.
Todos los ejercicios cortos de Acupresura que se han enseñado en este capítulo pueden también practicarse en uno mismo. Puede escoger uno o dos que le parezcan adecuados a toda la secuencia. Cuando trabaje en usted mismo, utilice una presión no muy fuerte. Tensar unos músculos para lograr que otros se relajen no es un sistema muy conveniente para lograr una relajación general eficaz. Para hacerse un tratamiento usted mismo, siéntese en una silla o tiéndase en el suelo o cualquier superficie firme. Utilice una leve presión para pulsar casi todos los puntos. Para pulsar los puntos de la espalda, recoja la mano en un puño, con los nudillos dirigidos hacia el punto ; a continuación reclínese sobre el asiento (o contra el suelo, si ha elegido estar tumbado de es . paldas), de modo que sea su propio cuerpo el que ef ectúe la presión . Cuando sea necesario utilice las manos de diferente manera a como ha aprendido a utilizarlas con otras personas. Excepto en la Breve Relajación para Centrarse y en el Paso de Equilibrio Final, las manos pueden utilizarse del modo que se crea más conveniente. Pulsar el punto n:" 21 y el nr 2 uno mismo.
El sujeto trabaja la parte derecha del cuello, pulsando el punto n," 21 derecho con la mano izquierda, y el n." 2 izquierdo con la mano derecha. La posición que mostramos tiene la ventaja de dilatar los hombros y la parte superior del pecho. Sin embargo, si no logra mantener relajados los brazos en esta posición, deje que el codo izquierdo le cuelgue junto al costado . Pulsar el punto n:" 18 y el n:" 29 uno mismo.
El punto n," 18 es quizás el más difícil de alcanzar en uno mismo. Si no puede llegar a él sin hacer fuerza, acérquese simplemente todo lo posible. Cuanto más vaya liberando con el tiempo sus puntos de Acupresura, más flexible se irá volviendo . El sujeto actúa sobre la parte superior izquierda de su espalda, pulsando el punto n," 18 izquierdo con la mano izquierda , y el n." 29 con la mano d erecha. Adviértase aquí que se han de utilizar las manos contrarias a las del tratamiento para otras personas que hemos ilustrado con anterioridad.
Pulsar uno mismo los puntos n:" 20 .
Los puntos n," 19 o los n," 20 han de pulsarse con las yemas de los dedos. D e je que los brazos le caigan por delante de modo que el propio peso de los mismos presione sobre los puntos. El sujeto ha cruzado lo s brazos, de modo que la mano derecha
pulsa el punto n." 20 izquierdo y la mano izquierda el punto n," 20 derecho. Este cruce de mano no es absolutamente necesario; si le es más cómodo pulsar el" punto derecho con la mano derecha y el punto izquierdo con la mano izquierda, hágalo . Pulsar uno mismo los puntos n ;" 22.
El sujeto pulsa los puntos n." 22 con los pulgares, llevando las palmas de la mano a la parte de atrás de la cabeza. Esta posición es especialmente cómoda si se trabaja tendido d _ paldas. En tal caso, sostendrá la cabeza entre las manos eye: l /
peso. ,de ésta sobr~ los p~lgares será suficiente para aplicar la presron deseada. SI se aplica el autotratamiento en posición sentada, puede pulsar sobre los puntos con las yemas de los dedos.
Ef ectuar se uno mismo la Breve Relajación para Cent ra rse.
El sujeto pulsa el punto del centr o de la cabeza con la mano derecha. Adviér tase que este punto puede pulsar e simplemente cubriendo la parte superior de la cabeza con la palma de la mano. Al mi smo tiempo, el sujeto pulsa el «tercer ojo » con la mano izquierda. Aquí se utiliza una presión muy su ave, y los ojos han de permanecer cer rados para que el su jeto pueda concentrar se me jor en el f lu jo de ki que sube por la espalda y baja por la parte delantera de su cuerpo. Una persona puede tra bajar los ejercicios de Acupresura Jin Sh in Do aunque no disponga de otra persona que haga de r eceptor , procediendo a ap licarse un tratamiento a sí mismo. Tra dicionalmente, el alumno de artes curativas orientales trabajaba m ucho consigo mismo, antes de p r acticar con otras personas, o al mismo tiempo. Se decía, por ejemplo, que el alumno que estudiaba Acupuntura debía clavarse a sí mismo mil agujas antes de clavar una sola en otro. Com o la suave técnica de la Acupre sura de presionar con los dedo s es segura, no es imprescindible practicar en uno mismo antes de hacerla en los demás. Sin embargo, siem pr e resulta conveniente trabajar en uno mi smo, lo que dará al mismo tiempo una idea de lo que pued e sentir la persona con la que vaya a trabajar, y de dónde y cómo se notan los puntos. Relajación simple del Canal Central .
Muchos alumnos se practican ellos mismos, cada mañana, antes de levantarse, una sencilla relajación del Gran Canal Central mediante Acupresura. El Gran Canal Central, como hemos visto, es el gran mar del yin y el yang, y el canal regulador de .la energía de todo el organismo . Como sigue la columna ver tebral en la. par te dorsal del cuerpo y posteriormente sigue la línea central en su descenso por la parte frontal, sus puntos son unilaterales y no bilater ales como los tr einta puntos princi pales de Jin Shin Do.
Estos puntos son fáciles de hallar según los diagramas que vienen a continuación, y deben pulsarse con una presión muy suave de los dedos. Este autotratamiento se hace quizá mejor tendido sobre una superficie dura, y resulta de especial eficacia si al mismo tiempo se practica la respiración hara. Este ejercicio de re lajación por Acupresura puede también hacerse a otras p er sonas, solo o como complemento a los ejercicios cortos que hemos vi sto. En este último caso, se debe comenzar la sesión de tratamiento con este ejercicio central o realizarlo ante s o después de llevar a cabo la Relaj ación Básica del Cuello.
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Cómo aplicar un tratamiento de acupresura Jin Shin Do Ahora ya sabe usted e l método para el tratamiento básico de Jin Shin Do. Con él aprenderemos a continuación a efectuar los ejercicios de Acupresura que relajen y equi libren cada uno de los cuatro pares de Extrañas Corrientes, así como otros ejercicios para actuar sobre las dive r sas zonas del cuerpo de un modo más completo que con los aprendidos en el capítu lo precedente. Continuaremos pulsando dos puntos al mismo tiempo, uno con la mano derecha y otro con la izquierda, pues éste es el medio más eficaz para guiar e l k i a través de los canales y meridianos, y de relajar los pun tos bloqueados o tensos. Para presentar con más facilidad es tos ejercicios de Acupres ura Jin Shin Do, un poco más complicados que los anteriores, usaremos una serie de abreviaturas: las letras «MI» indican que el punto se p ulsa con la mano izquierda y las letras «MD» indican que se pulsa con la mano derecha. A contin uación de estas indicaciones se encontrará un guión y l uego una letra minúscula: «d» o «i». La «d» indica que el punto se halla en la parte derecha del cuerpo, y la «i» que p ulsamos en la parte izquierda. Las indicaciones finales de cada línea serán números. Éstos denotan qué punto rea l de Jin Shin Do debe pu lsarse. Hasta que haya aprendido de memoria cada uno de ellos, puede acudir a l as ta blas que hemos pr esentado en ca pítulos precedentes par a saber de qué punto se tr ata. El r ece ptor se encontrará tendido de espaldas, como ya hemos explicado, y el practicante aplicará la pr esión de modo suave pero f ir me en cada punto, siguiendo las tr es indicaciones de pulsación ki, rela jación de la tensión y disminución de la sensibilidad, hasta que se adviertan bien las tr es. El tiempo de aplicación de cad a uno de los gol pes o pr esiones será entr e uno y dos minutos. Una llave en dos líneas de anotación indicará que ambas manos se llevan al mismo tiempo a los puntos indicados. Si no existe llave, manténgase la mano en el punto que est á pulsando hasta que se indique otro movimiento. Recuerde que ambas manos es tar án siempr e pulsando el cuerpo del receptor . A continuación, veamos un e jemplo de un ejercicio similar al de relajación de «cuello y r ostro» estudiado en el capítulo ant erior , descrito mediante estas abreviaturas: Cor riente derecha Sentado a la derecha
{MI-d 21 {MD-d 1 MD-d 2 MI-d 22
Corriente izquierda Sentado a la izquierda
{MD-i 21 {MI-i 1 MI-i 2 MD-i 22
Adviér tase que se dan las anotaciones tanto para la «corriente .derecha» (el punto, canal o mer idiano de flujo de ki situado en la parte de r echa del cuerpo) como para la «corriente izquierd a» (punto y flujo de ener gía del lado izquierdo). Para practicar sob re el lado derecho se indica que se siente junto al costado derecho del r eceptor . Como las primeras dos líneas van unidas co n una llave, colocará ambas manos a la vez en los puntos indicados. Así, se colocar á la mano izquierda del practicante en el punt o n° 21 del lado derecho del r eceptor al tiempo que la mano de r echa ocupa el punto n ° 1 del mismo lado. Las manos per manecerán en esta posición hasta qu e note una pulsación en el punto n° 1 derecho (lo' que sucederá entre treinta segundos y un minuto después) . El n° 1 no es un punto de gran tensión muscular, por lo que la sensación del ki será la indicación más im por tante de relajación de esa zona.
La tercer a línea del e jemplo anterior indica que la mano derecha se traslada al punto n° 2 derecho del La tercera línea del ejemplo anterior indica que la mano derecha se traslada al punto n° 2 derecho el receptor . Como no se señala que la mano izquierda se mueva, ésta permanece en el punto n° 21 der echo. Pulse el punto n° 2 hasta que note la pulsación ki y una relajación de la zona, y hasta que haya disminuido toda sensibilidad a la presión (alred edor de uno o dos minutos). Al cabo de este tiempo, notará la pulsac ión ki en este punto n° 21. La tensión o encorsetamiento se habrá liberado al menos superficialmente, y el punto será menos sensible a la presión. Si nota que el punto n° 21 no se ha relajado bastante; continúe pulsándolo con el n° 2 un instante más. Entonces se indica que se lleve la mano izquierda al punto n° 22 izquierdo . Como no se indica que la mano derecha haga algo, seguirá en el punto n ° 2 derecho (pues este punto ayuda a relajar el n ° 22). El punto n° 21 es el «punto base» de este ejercicio corto, pues, como vemos, se mantiene pulsado durante la mayor par te del ejercicio. El «punto base» es el de mayor tensión muscular y bloqueo del ki, que se mantiene varios pasos durante un ejercicio diseñ ado, al menos parcialmente, para su relajación. Los ejercicios que se ofrecen en este capítulo son más largos que los del ejemplo anterior, pero si se acuerda de dejar la mano donde está en tanto no se indique lo contrario, le resultará fácil interpretar las informaciones. La mayoría de las personas tienen más tensiones en un lado del cuerpo que en el otro. Para equilibrar el organismo, trabajaremos generalmente más en el lado que más tenso esté. Por ejemplo , si el lado derecho suele ser el más tenso en la persona que vamos a tratar, escogeremos con preferencia la «corriente derecha» de cualquier ej ercicio que vayamos a r ealizar . Existen dos exce pciones a esta regla general: 1) la Relajación Básica del Cuello está diseñada para actuar en ambos lados de los hombros y del cuello, pues al final de la sesión de tratamiento toda la zona suele quedar relajada mediante este ejercicio; y 2) si ambos lados del cuerpo están p arejos en cuanto a tensión o si ambos están muy t ensos, puede usted trabajar en ambos. En tal caso , realizará tanto lo correspondiente a la «corriente derecha» como a la «corriente izquierda» del ejercicio. Cuando traba je habitualmente con una persona, dándole una s erie de tratamientos de Acupresura, o en sesiones semanales continuas, aca bar á por encontrarse trabajando ambos lados del cuerpo. Si al principio el lado derecho es más tenso que el izquierdo, comenzar á trabajando en él, pero cuando se haya rela jado, querrá usted seguramente rela jar también el lado izquierdo, que estar á algo tenso y encorsetado. El proceso de rela jación de ambos lados se parece al pelado de una cebolla: se realiza capa a capa, de lado a lado. Recuerde siempre que no está usted trabajando simplemente en zonas tensas del organismo, sino que está pulsando puntos de Acupuntura y, 'ante todo, flujos de energía. Así es como trabaja la Acupresura .
Formato del tratamiento. Al decidir cómo combinar vario s de los ejercicios de relajación que se apunt an a continuación en una sesión (de cuarenta y cinco minutos a una hora de duración), puede escoger entre tres formatos generales de tratamiento: 1) Al comienzo -tanto si son los primeros tratamientos que aplica como si se trata de las primeros que recibe la otra persona-, es una buena idea actuar sobre uno de los cuatro pares ' de las Extrañas Corrientes. Estos ejercicios para el equilibrio general del cuerpo servirán tanto para relajar los puntos de mayor tensión como para equilibrar los flujos de energía a través de los cuales el cuerpo pu ede regularse a sí mismo. 2) Alter nativamente, puede proceder a relajar uno de los pares de Extrañas Corrientes y una zona determinada del cuerpo, para actuar sobre los principal es bloqueos y desequilibrios del organismo .
3) puede dedicarse a rela jar solamente ciertas zonas d el cuerpo, escogiendo uno, dos o tr es ejercicios de los que actúan directamente en las tensiones prim arias del individuo y en sus bloqueo s de ki (cuyos tratamientos por zonas o por Corrientes son explicados en este misma capítulo). También se pueden añadir los ejercicios cortos de relajación of recidos en el capítulo anterior a cualquiera de los formatos de tratamiento que vamos a de scr i bir . Termine siempre las sesiones de tr atamiento con la relajación del cuello y lo s ejercicios de «f in de tratamiento» (véase la sección con este título en este mismo ca pítulo). Ser án excepciones a esta norma general los tr atamientos muy cortos que sólo se aplican en unos cuantos puntos . Es muy importante terminar con la Rela jación Básica del Cuello cuando se haya actuado sobre todo el cuerpo o se hayan relajado los principales pu ntos de tensión. ¿Qué sigue ahora? ¡Hacer un tratami ento, por supuesto! El mejor modo de empezar es simplemente lanzar se, más que tr atar de comprender intelectualmente todos y cada uno de los ejercicios. Consiga que un amigo suyo se preste, y actúe sobr e él. Incluso si es usted un absoluto principiante en las artes de la presión mediante los dedos , su amigo disfrutará, igual que usted , de una experiencia agradable y muy completa en su tratamiento mediante el Jin Shin Do. Sólo es preciso seguir las líneas generales que ya se han explicado, visualizar la canalización del ki y, lo más importante, tratar a su amigo con el espíritu compasivo sobre el que se basa nuestro arte. Mientras siga los ejercicios de r elajación tal como se explican y no aplique demasiada presión sobre los puntos, el primer tratamiento que realice será beneficioso y tendrá éxito. Recuerde a su amigo esporádicamente que le "vaya explicando sus sensaciones, para asegurarse de estar utilizando el camino medio en la presión de los dedos, y para que el receptor sea más consciente de su propio estado. En ocasiones la persona que recibe el tratamiento no le dirá a usted que está presionando demasiado poco un punto, a menos que se lo pregunte. No tenga, pues, miedo de preguntar cómo se siente o si determinado punto es muy sensible.
Relajación de las Extrañas Corrientes. Si no dispone de un amigo próximo, t r abaje con usted mismo, siguiendo las sugerencias del cap ítulo anterior acerca del auto tratamiento. No presione aquellos puntos que no pueda alcanzar con comodidad, o utilice las manos contrarias a las indicadas cuando sea nece sario, excepto si está trabajando sobre los puntos del Gran Canal Central . Naturalmente, todos los ejer cicios de tr atamiento Jin Shin Do ayudan a r elajar y equilibrar las ocho Extrañas Corrientes, pues los treinta puntos principale s pertenecen a ellas. Sin embargo, en ocasiones, deseará usted concentrar se en r elajar y equilibrar un par de ellas en concreto. Los cuatro e jercicios d e relajación que vienen a continuación están pensados para este propósito: ayudan a relajar cada uno d e los cuatro pares de Extrañas Corrientes de un modo muy completo, permi tiendo que el organismo se regule me jor a sí mismo. Aunque no realice otros, con estos ejercicio s estará en dis posición de ayudar en gran medida a las per sonas. Como cada uno de los e jercicios que siguen está pensado para regular toda la e xtensión de un par de Extrañas Corrientes, resultan un poco más largos que los eje r cicios Jin Shin Do normales. Sin embargo, cada uno de ellos puede realizarse cómodamente en uno s treinta y cinco minutos. Puede acudir a los diagramas y explicaciones del capítulo cinco para trata r de escoger el más ef icaz de los cuatro tr atamientos para cada persona, o tomar uno cualquier a de ellos y comenzar a trabajar. Gran Canal Regulador.
Este e jercicio está pensado par a liberar, equilibrar y relajar el Gr an Canal R egulador . También es un r elajante óptimo para todo el org anismo en general, así como para el cu ello y los hombros, pues sus puntos base son el n° 21, el 19 y el 23.
Relajación del Regulador:
Corriente derechasentado en el lado derecho: {MI-d 21 {MD-i 1 MD-i 4 MD-i 5 MD-i 6 MD-d 8 MD-d 10
Corriente izquierdasentado en el lado izquierdo: {MD-i 21 {MI-d 1 MI-d 4 MI-d 5 MI-d 6 MI-i 8 MI-i 10
{MI-d 19 {MD-d 11 MD-d 13 MD-d 14 MI-d 20 MI-d 22
{MD-i 19 {MI-i 11 MI-i 13 MI-i 14 MD-i 20 MD-i 22
{MI-d 23 {MD-d 24 MD-d 26 MD-d 27
{MD-i 23 {MI-i 24 MI-i 26 MI-i 27
6)
Gran Canal Puente. 7)
Este ejercicio está pensado para li ber ar, equilibrar y r elajar el Gr an Canal Puente en general. Ayuda a equilibrar el estado energético del or ganismo. Se utilizaba tr adicionalmente para el insomnio (concentr ándose durante la mayor parte del tiempo en la parte poster ior, o yan g , del canal) y contr a la somnolencia (concentr ándose la mayor parte del tiem po en la par te anter ior, o yin , del canal).
Ello no significa necesariamente que una persona soñolienta se le vante despierta y llena de energía después de un tratamiento de Jin Shin Do. En efecto, y especialmente si esa persona ha permanecido largo tiempo «encerrada» en sí misma, el equilibrio de sus corrientes y flujos de energía puede provocarle un deseo de dormir, pues el cuerpo afirma así su derecho a un equilibrio entre la acción y la relajación, y el tiempo de nutrirse. Si el receptor cuenta con unos instantes para dormir o descansar después del tratamiento, será un tiempo bien aprovechado, pues permitirá que el flujo de energía renovada y equilibrada actúe en el organismo. Sin embargo, el efecto general del Jin Shin Do consiste en una relajación profunda y completa durante el tratamiento y una posterior energía renovada. Este ejercicio ayuda también a relajar la espalda. Es un buen descanso para las regiones del cuello y la escápula, pues sus puntos base son los n° 22 y 23. Relajación del Puente:
Corriente derechasentado a la derecha: {MI-d 22 {MD-i 2 MD-i 3 MD-i 4 MD-i parte superior externa del hueso púbico MD-d 9
Corriente izquierdasentado a la izquierda: {MD-i 22 {MI-d 2 MI-d 3 MI-d 4 MI-d parte superior externa del hueso púbico MI-i 9
{MI-d 16 {MD-d dedo meñique del pie MD-d 12 MD-d 15
{MD-i 16 {MI-I dedo meñique del pie MI-i 12 MI-i 15
{MI-d 23 {MD-d 17 MD-d 18 MD-d 27 dedo corazón (mano) MD-d 2
{MD-i 23 {MI-i 17 MI-i 18 MI-i dedo corazón (mano) MI-i 2
Cuando se indica en los ejercicios los dedos de manos o pies, el modo más sencillo de pulsarlos es asiendo el dedo en toda su extensión. También se pueden asir por la base (al comienzo del dedo) o por la punta (la parte de l a uña).
Gran Canal Central.
Este ejercicio está pensado para liberar, equilibrar y relajar el Gran Canal Central en general, que posee quizá los efectos psíquicos y es pirituales más poderosos de todos los pares de Extrañas Corrientes. También es muy importante para el bienestar físico, pues el Canal del Gobierno ( y ang ) fluye en dirección ascendente por la columna vertebr al, mientras que el Canal de la Conce pción ( y in) se relaciona con los centros vitales del cuerpo.
Puede utilizar se como a per tur a de cualquier sesión de tr atamiento, o a continuación de la r ela jación de los bloqueos muscular es y energéticos. En su utilización como entrante, ayuda a relajar a la per sona y
facilita la tranquilidad y paz espirituales.
Relajación del Canal Central:
sentado a la izquierda: {MD - centro de la cabeza {MI - entre la quinta y sexta vertebras torácicas MI - entre la séptima cervical y la primera vertebra torácica {MD - entre la séptima cervical y la primera vertebra torácica {MI-i 9 MI-d 9 MI-i 12 MI- 12
sentado a la derecha: {MD – entre la primera y segunda vertebras lumbares {MD – sobre el hueso púbico MI – en el esternón (con la mano sobre la zona) MD – hara (con la mano en la zona) { MI – hara (con la mano en la zona) {MD – entre la segunda y tercera Vertebras lumbares MI – entre la novena y décima Vertebras torácicas MD – vértice del coxis
La relajación del Canal Central será especialmente poderosa si visualiza usted el flujo del ki su biendo por la columna verte bral y bajando por la línea central de la par te frontal, mientras se hace el ejercicio de relajación de Acu presura.
Canales Penetrante y Circundante.
Este ejercicio está pensado para equilibr ar y regular los Canales Penetrante y Circundante. Como sus puntos base son los números 16 y 6, es también una buena rela jación par a la zona de las ingles y el bajo a bdomen. Relajación de l o s Canales P enetrant e y Circundante:
Corriente derecha – sentado a la derecha: {MI-d 16
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 16
{MD-d 11 MD-d 26
{MI –i 11 MI –i 26
{MI-d 6 {MD-d 7 MD-d 8 MD-d10 MI-d 27
{MD-i 6 MI –i 7 MI –i 8 MI –i 10 MD –i 2
sentado a la izquierda. prosegur: {MI-d parte superior del hueso púbico {MD – hara (con la palma de la mano en la zona) MD – plexo solar (con la palma sobre la zona) MD – entre a nariz y el labio superior MD – tercer ojo
sentado todavía a la izquierda, proseguir {MI-i parte superior del hueso púbico {MD – hara (con la palma sobre la zona) MD – plexo solar (con la palma sobre la zona) MD – entre la nariz y el labio superior MD – tercer ojo
Tanto este ejercicio como el precedente de relajación del Canal Central son especia lmente eficaces si se dan instr ucciones al receptor para que practi que la respiración hara mientras se le aplican. Sin embargo, es pref erible que usted mismo practique la meditación d e la respiración hara un buen rato antes de mostrársela a otros (véase ca pítulo 4). Las r elajaciones son poderosas por sí solas, aunque no se utilice esta técnica de respiración y meditación.
Relajación del cuello. La relajación fin Shin Do del cuello es un masaje bilateral completo de la zona del cuello, una zona que generalmente es muy tensa y está muy encorsetada y que, por su posición cercana al cerebro, afecta en gran manera a la consciencia. Si el cuello está tenso y b loqueado, el pensamiento será menos claro, las emociones estarán más obnubi ladas y las actitudes espirituales menos libres y positivas. Como la mayor parte de los meridianos de los órganos y canales de Extrañas Corrientes circulan por esta estrecha zona, su influencia real abarca a todo e l organismo. Por ello, la relajación de la zona y la dirección de su ki estancado en sus puntos fundamentales es muy importante. La relajación del cuello al final de una sesión de Jin Shin Do tiene un propósito específico, además de los generales. Cuando los puntos de la espalda y el cuello van siendo liberados y relajados durante la sesión de Acupresura, parte del ki bloqueado en ellos comienza a fluir hacia arriba por los canales de Extrañas Corrientes. Si este fluir del ki se ve estorbado por las tensiones del cuello, una parte de é l no puede continuar su viaje hacia la parte anterior del organismo, hacia las zonas deficitarias . Al quedarse estancado en esta zona ya de por sí cargada de tensión, este aumento en la misma puede causar ligeros mareos, irritabilidad e incluso dolor de cabeza. Hacer de la relajación del cuello una costumbre al final de cada sesión elimina cualquier posible problema. Un buen principio a seguir durante esta relajación del cuello es que sus puntos se relajen al menos tanto como lo han sido los puntos de la espalda y los hombros. El ejercicio de relajación del cuello que ofrecemos a continuación es un medio muy eficaz de trabajar sobre esa zona; por ello, muchos estudiantes de otras técnicas de relajación y de masaje lo aplican en sus especialidades. También se puede utilizar solo, como relajación de esta zona, cuando no se dispone de tiempo para hacer una sesión entera de tratamiento. Si está usted aprendiendo Jin Shin Do con su cónyuge o compañero, el intercambio de relajación del cuello es un modo maravilloso de comunicación no verbal . Relajación básica del cuello:
Ya hemos ilustrado en capítulos precedentes este ejercicio básico de relajación. En él ambas manos pulsan el mismo punto a ambos lados del cuerpo y a la vez . La mano izquierda pulsa el punto del lado izquierdo del cuerpo, y la mano derecha, el mismo punto del lado derecho. Las manos pasan .entonces a la vez al siguiente par de puntos. ' Sentado junto a la cabeza: MI-i 23 MI-i 19 MI-i 20 MI-i 21 MI-i 22
y y y y y
MD-d 23 MD-d 19 MD-d 20 MD-d 21 MD-d 22
Ayudas para la r elajación del cuello:
Par a relajar más o con más facilidad los puntos que acabamos de mencionar, pueden añadirse otros puntos que señalaremos a continuac ión. Deje la mano en el punto tenso que, desee r ela jar más que el otro, quite la mano que apoya en este último y llévelo a pulsar otro punto adecuado de los que conocemos. Por ejemplo, está usted sosteniendo los puntos, n° 20. Tras un par de minutos, nota que el n° 20 derecho está bien relajado, mientr as que el n° 20 izquierdo está todavía muy tenso. Puede de jar la mano izquier da en el n° 20 izquierdo, y mover la mano der echa par a pulsar el n° 26 izquierdo y/o el n° 24 derecho. Pulsar uno o ambos de estos puntos ayudará a r elajar el n° 20 más r á pida y pr of undamente. Por ello, el uso de esos otros puntos de la ta bla aumenta el refinamiento de la r elajación del cuello. Mientras pulsa el punto número:
23 19 20 21 22
La otra mano puede llevarse al punto número 30 (del mismo lado) 26 (del mismo lado) 26 (del mismo lado) y/o 24 (del lado opuesto) 5 (del lado opuesto) 1 (del lado opuesto o del mismo lado)
E jercicios de fin de tratamiento. El f inal de un tratamiento es tan impor tante como el pr inci pio. Lo que es f rá g il es fácil de romper . Lo que es menudo e s fácil d e di s persar . P revenid ante s de que suceda , y or denad ant es d e la con fusión. E l hombr e suel e malo g rar su obra cuand o va a concluirla. Cuidand o del final como del principio, ning una obra se perd er ía.
.
Al final del tratamiento de Jin Shin Do , la persona que lo recibe esta generalmente mu y relajada, en calma, en un estado «alto». Por tanto, el final es , en muchos aspectos, su parte más espir itual. La función del practicante en este momento es regular con más sutileza el ki de los centros vitales. Los toques deben ser muy ligeros, y la atenc ión debe concentrarse en canalizar el ki. Se puede visualizar la corriente de ki subiendo por la parte posterior y bajando por la anterior del ind ividuo al tiempo que se realizan esos pasos finales. Medite entonces' sobre el amor y la compasión, sobre los s inceros deseos de bienestar para esa persona a la que est á tratando, sobre la aceptación de lo que sea verdaderamente necesario para ella. Relajación para centrarse.
Efectúe este corto ejercicio después de la relajación del cuello : Sentado junto a la cabeza : MD - en el centro de la cabeza (con las punta s de les dedos, los pulgares o las palmas abiertas) MI - base del cr áneo MI - «tercer ojo» MI - centro del esternón, a la altur a de los pezones.
Paso final de equilibrio.
Utilice uno de los siguientes ejercicios después de la relajación para centrarse.
De pie o sentado a la izquierda: {MD – centro de esternón, entre los Pezones (con la palma de la Mano en la zona) {MD – har (con la palma en la zona)
De pie o sentado a la izquierda: {MD – base del esternón
{MD – ambos pulgares de los pies
Relajación de zonas corporales. Los siguientes ejercicios de relajación se concentran en diversas zonas y f unciones del organismo. Sin embargo, también están pe nsados para la relajación genera l de cuerpo y mente, pues e n la tr adición or iental lo específico sólo puede conseguirse mediante el contexto del con junto. Pueden realizarse solos o en combinación con uno o más de los ejercicios de relajación de los cuatro p ares de Extrañas Corrientes. Algunos de estos ejercicios de relajación de zonas del organismo incluyen uno o dos puntos nuevos. Todos ellos son puntos tónicos muy importantes que resultan casi universalmente útiles. La loca lización y las asociaciones tradicionales más impor tantes que se les dan se describirán conforme vayan apareciendo en el texto.
8)
Relajación básica de la espalda.
Casi todas las personas tienen una tensión crónica en uno o más puntos mayores de flujo de la espalda . El siguiente ejercicio de relajación es aconsejable para toda la espalda, en los puntos n° 15 al 19. Si cualquiera de ellos permanece especialmente tenso después del ejercicio, pueden utilizarse otros ejercicios de relajación para esa zona concreta, durante la misma sesión de tratamiento o la siguiente vez que vuelva a trabajar con esa persona. Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 15 {MD-d tras la rodilla MD-d 12 MD-d dedo meñique del pie MD-d 6 {MI-d 21 {MD-d 16 MD-d 17 MD-d 18 MI-d 27 {MI-d 19 {MD-d 26 {MI-d 21 {MD-d en el punto más tenso de la Espalda, el n° 15, 16, 17 ó 18
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 15 {Mi-i tras la rodilla MI-i 12 MI-i dedo meñique del pie MI-i 6 {MD-i 21 {MI-i 16 MI-i 17 MI-i 18 MD-i 27 {MD-i 19 {MI-i 26 {MD-i 21 {MI-i en el punto más tenso de la Espalda, el n° 15, 16, 17 ó 18
Relajación del hombro.
Este e jercicio se ha pensado para actuar sobre la tensión en la zona de los hombros. Se concen tra en primer lugar en relajar y liberar el punto n° 19, y a continuación el n° 20 y el n° 30. El punto n° 19 está asociado a la tensión nerviosa e influye también en la resistencia; el punto n.° 20 se asocia a la presión y a la frustración, y el n° 30 a las tensiones emocionales. Por tanto, este ejercicio es muy indicado para la relajación del cuerpo y la mente; puede tamb ién utilizarse para ayudar a relajar la tensión de los brazos.
Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 19 {MD-d 23 MD-d 24 MD-d 25 MD-d dedos corazón, anular y meñique MD-d 16 MI-d 21 MI-d 22 MI-d 20 MD-d 26 MD-i 24 MI-d 30 MD-d dedos índice y pulgar
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 19 {Mi-i 23 MI-i 24 MI-i 25 MI-i dedos corazón, anular y meñique MI-i 16 MD-i 21 MD-i 22 MD-i 20 MI-i 26 MI-d 24 MD-i 30 MI-i dedos índice y pulgar
Relajación de la claridad de pensamiento .
Este es un magnífico ejer cicio a utilizar si la persona sometida a tratamiento tiene la mayor parte de la tensión en la zona del cuello -alrededor de los puntos n. ° 22, 21 o 20, o si padece dolor de cabeza. En el último caso, realice el ejercicio primero en el lado más tenso, como es habitual. Luego, pulsando cada punto durante un tiempo más breve de lo normal, hágalo en el otro lado . Si realiza usted ambas versiones, la del lado derecho y la del izquierdo, no necesitará el masaje de relajación de cuello al final, a no ser que pr etenda volver a trabajar la zona. En vez de ello, termine simplemente la sesión con los pasos finales del tratamiento.
Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 22 {MD-i 11 MD-i 13 MD-i 14 {MI-d 21 {MD-i 9 MD-i 12 {MI-d 19 {MD-d 24 MI-d 20 MD-d 26 MD-i 1 MI-d 22
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 22 {MI-d 11 MI-d 13 MI-d 14 {MD-i 21 {MI-d 9 MI-d 12 {MD-i 19 {MI-i 24 MD-i 20 MI-i 26 MI-d 1 MD-i 22
La relajación de la claridad de pensamiento puede seguirse en este paso adicional, visualizando el flujo de ki subiendo por las vérte bras cer vicales, por encima de la cabeza y por la parte anter ior del cuerpo, a lo largo del Gran Canal Central. Sentado a la izquierda:
{MI - entre la pr imera vér te bra torácica y la séptima cervical {MI - base del cráneo (sobr e la primera vértebra cervical)
Rela jación abdominal.
El siguiente e jer cicio se basa en puntos utilizados tradicionalmente para ayudar a eliminar y liberar las molestias abdominales, la indigestión y el estreñimiento. Es úti l para la gripe común, las alteraciones estomacales y los gases intestinales, y representa una buena relajación general para la zona abdominal.
Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 16 {MD-d 5 MD-d 6 MD-d 7 MD-d 9 MD-d 13
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 16 {MI-i 5 MI-i 6 MI-d 7 MI-i 9 MI-i 13
Siga con estos pasos adicionales, practicando pr eferiblemente tanto la versión del la do der echo como la del izquierdo. También pueden utilizarse solos como ejercicios cor tos y rá pidos liberadores de la tensión en la zona a bdominal. Corriente derecha – Sentado a los pies: {MI-d 12 {MD-d pantorrilla
Corriente izquierda – sentado a los pies: {MD-i 12 {MI-i pantorrilla
{MD-d dedos índice y corazón del pie Juntos (asidos por la base de Los dedos {MI-d sanri
{MI-i dedos índice y corazón del pie Juntos (asidos por la base de Los dedos {MD-i sanri
sanri ( S t 36): se locali za ent r e l a t ibia y el peroné, a un tr avés de ded o apro ximadament e en el interior y por deba jo del punto n° 13. Es
un punto mu y import ante y un t ónico gener al mu y potent e; tr adicionalmente se utiliz aba par a aliviar el e st ómago y lo s int e stino s. Punto de la pantorrilla ( B 57): se locali za en el centro del vient re de l a pant orrill a , al final del múscul o g a strocnemio ( la par te
car nosa d e l a pantorrill a). T rad icional mente se ut ili zaba para l a ten sión intestinal y l a pro pen sión a l as náu seas, especial mente cuando se d eben a un d e sequil ibrio nervioso o emocional .
R elajación de la respiración profunda .
El siguiente ejercicio está pensado para facil itar una respir ación libre y completa, tanto abdominal como pectoral. Antes de comenzar la, fíjese en el modo de respirar de la persona . Mucha gente respira sólo con el pecho; el abdomen permanece rígido e inmóvil porque el diafragma está tenso. Las t r es primeras líneas del ejercicio ayudan especialmente a relajar la tensión del diafragma. Para r elajarlo más, de berá guiar a la persona a la respiración har a básica mientras usted r ealiza la relajación. Si el diafragma se mueve li bremente en la r es piración, los órganos internos serán presionados hacia aba jo por el movimiento, y el abdomen se expandirá visibleme nte dur ante la inhalación. La meditación de la respiración hara sigue siendo válida, pues casi todo el mundo necesita centrarse en é l más de lo que está, y llenarlo del ki. La exhalación debe realizarse por la nariz más que por la boca, cuando se realiza la
respiración
hara
en el transcurso de una sesión de tratamiento .
Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 17 {MD-d 5 MD-i 13
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 17 {MI-i 5 MI-d 13
{MI-d 18 {MD-d 3 MD-d 6 MD-i 8 MD-d 27 MD-d 29 MI-d 30 MD-d base del pulgar MD-d 4
{MD-i 18 {MI-i 3 MI-i 6 MI-d 8 MI-i 27 MI-i 29 MD-i 30 MI-i base del pulgar MI-i 4
Variaciones de la relajación de la respiración profunda.
1. Si la nariz está bloqueada, puede realizarse el siguiente ejercicio b r eve en lugar o antes de las primeras tres líneas de la relajación preceden te. Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MD-d 2 {MI-d 21 MI-d 22
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MI-d 2 {MD-I 21 MD-i 22
Naturalmente, esto de be complementarse con otros métodos para cuidar el resfriado, como son un descanso extraordinario, nutrición ade cuada, suficientes líquidos y abstinencia de s ituaciones tensas. 2. El
ejercicio corto que sig ue a continuación debe utilizarse para ayudar a aumentar las defensas contra los «males» externos, incluidos los ef ectos de los cam bios meteorológicos o los extremos climáticos como el frío y el viento. Se basa en puntos tradiciona lmente utilizados para ayudar a reducir la fie bre y para acelerar la recu peración de los resfriados. Puede utilizar se en lugar o antes de las tres primeras líneas de la relajación anterior . Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 19 {MD-d 25 MD-d hoku MD-d en cada llama de los dedos
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-19 {MI-i 25 MI-i hoku MI-i en cada llama de los dedos
Tratamiento de la Potencia.
Este ejercicio es especialmente recomendable para los hombres, pero también es una excelente relajación para la zona baja de la espalda , en especial la región del punto n° 16. Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 16 {MD-i 13 MD-i 12 MD-i 11 MD-i cada dedo del pie, del meñique al pulgar {MD-d 16 {MI-d 23 MD-d 11
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 16 {MI-d 13 MI-d 12 MI-d 11 MI-d cada dedo del pie, del meñique al pulgar {MI-i 16 {MD-i 23 MI-i 11
Siga sentado a la derecha y prosiga: {MD-d al lado del sacro {MI – sobre el hueso púbico
Siéntese ahora a la derecha y prosiga: {MD-i al lado del sacro {MI – sobre el hueso púbico
{MI – entre la segunda y tercera vértebras lumbares {MD – Entre la cuarta y quinta vértebras lumbares
{MI - entre la segunda y tercera vértebras lumbares {MD – Entre la cuarta y quinta vértebras lumbares
Puede precederse del siguiente ejercicio corto , pensado para promover el funcionamiento natu r al del órgano sexual masculino: Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 15 {MD-i 8 MD-i 9 MI-d 18
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 15 {MI-d 8 MI-d 9 MD-i 18
Relajación Reguladora de la Mujer.
El funcionamiento natural del organismo femenino es fundamental para la salud de la mujer. Por tanto, no debe considerarse este ejercicio como un tratamiento sintomático para los órganos femeninos, sino más bien como un tratamiento de liberación, equilibrio y relajación de sus funciones vitales como mujer . Para experimentar por completo nuestra vida, es necesario el equilibrio, tanto de los estados generales físicos y psíquicos, como de las capacidades particulares físicas y energéticas de cada sexo. Esto último tiene lugar cuando el resto del organismo está bien de salud, pues la naturaleza se preocupa de la alimentación y nutrición del individuo antes de prepararse para la procreación. Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 16 {MD-d 9 MD-d meñique del pie {MI-d 6 {MD-i 7 MD-i reunión de los tres yin {MI-d 15 {MD-i 10 MD-i 11 MD-d 7 MI-d 27 MI-d 28
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 16 {MI-i 9 MI-i meñique del pie {MD-i 6 {MI-d 7 MI-d reunión de los tres yin {MD-i 15 {MI-d 10 MI-d 11 MI-i 7 MD-i 27 MD-i 28
Siéntese ahora a la izquierda y prosiga: {MD – plexo solar (con la palma de la mano en la zona) {MI – hara (con la palma de la mano en la zona)
Siga sentado a la izquierda y prosiga:
{MD – plexo solar (con la palma de la mano en la zona) {MI – hara (con la palma de la mano en la zona
Relajación general Yin Sei. Éste es un magnífico ejercicio para aplicar a aquellas personas cuyo estado general (sei) es demasiado yin. Puede practicar algún otro sobre una zona particular del cuerpo; sin embargo, hacer sólo éste más la relajación de cuello y los pasos finales constituye un tratamiento muy recomendable. Para la descripción del estado yin remitimos al lector a la sección "El Yin y el Yang de nuestra condición física» del capítulo tercero, donde se encontrarán también sugerencias respecto a la técnica de Acupresura a aplicar . Sentado a la izquierda:
{MD – Centro de la cabeza {MI – entre la segunda y tercera vertebra lumbares MI – Entre la novena y décima vertebras torácicas {MI – Entre la séptima vertebra cervical y la primera torácica {MD – Bajo la protuberancia de la base del cráneo Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 18 {MD-d 27 MI-d 3 MD-d sanri {MI-d 21 {MD-i 1 MI-d 22 MD- cabeza del esternón {MI-d lado del hueso púbico {MD-d 9 MI-d 16 MD-i 5 MI-d 6 MD-d 8 MD-d 10
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 18 {MI-i 27 MD-i 3 MD-i sanri {MD-i 21 {MI-d 1 MD-i 22 MI- cabeza del esternón {MD-i lado del hueso púbico {MI-i 9 MI-i 16 MI-d 5 MD-i 6 MI-i 8 MI-i 10
9)
Relajación general Yang Sei. Éste es un magnífico ejercicio para aplicar a aquellas personas cuyo estado general (sei) es demasiado yang. Como se trata de un ejercicio bastante largo, resulta un buen tratamiento si se realiza solo, comp lementado con la relajación de cuello y los pasos finales. Para la descripción del estado yang remitimos al lector a la sección «El Yin y el Yang de nuestra condición física» del capítulo tercero, donde se encontrarán asimismo sugerencias respecto a la técnica de Acupresura a aplicar. Sentado a la izquierda: MD – Centro de la cabeza MI – extremidad del coxis MI – Entre la cuarta y quinta vertebras lumbares MI – Entre la séptima y octava vértebras torácicas MI – base del cráneo MI – centro del esternón Corriente derecha – Sentado a la derecha: {MI-d 23 {MD-i 11 MD-d 24 MI-d 20 {MD-d 13 {MI-d 19 MD-d 26 MD-d cada dedo de la mano {MI-d 15 {MD-d 12 MI-d 16 MD-d cada dedo del pie MD-d detrás de la rodilla MI-d 17 MI-d 18 {MI-d 21 y 22 {MD-i 1 MD – cabeza del esternón MD-i 4
Corriente izquierda – sentado a la izquierda: {MD-i 23 {MI-d 11 MI-i 24 MD-i 20 MI-i 13 MD-i 19 MI-i 26 MI-i cada dedo de la mano {MD-i 15 {MI-i 12 MD-i 16 MI-i cada dedo del pie MI-i detrás de la rodilla MD-i 17 MD-i 18 {MD-i 21 y 22 {MI-i 1 MI – cabeza del esternón MI-d 4
9 Una aproximación antigua y nueva a las emociones Una de las alienaciones más primarias es la separación entre cuerpo y mente, la tendencia a considerar ambos como dos entidades distintas. Por ejemplo, decimos: «me molesta la espalda», o «este brazo me da problemas, «si pudiera librarme de esta tensión en el hombro» o «si pudiera acabar con este dolor de cabeza». Así, buscamos la panacea perfecta que disuelva mágica e instantáneamente nuestros dolores, debilidades y fatigas. Sin embargo, lo cierto es, sencillamente, que tal panacea perfecta no existe. Cuando observamos un problema en nosotros, tenemos que comprender las causas físicas y las emocionales, aprender a responsabilizarnos física y emocional mente de nuestros estados. Aquí reside la auténtica magia. No en el alivio de los síntomas, por maravilloso que esto pueda ser. No en la simple relajación, si pensamos «estoy relajando mis tensiones físicas». Ni tan sólo en la consciencia, en el sentido de un «yo» que advierta «mi" proceso mental, mi envoltura ernotiva, mi estado físico o incluso mi ser espiritual. La auténtica magia reside en descubrir y experimentar el conjunto entremezclado de la espiral de cuerpo y mente, de sentimientos y emociones, de pensamientos e intuiciones o revelaciones . Todo ello. Todo el ser . Debemos salir de nuestras cabezas, de nuestros conceptos limitados y analíticos del ser, y alcanzar nuestros auténticos seres completos. ¿Dónde están las fronteras del ser? Cuando nos hacemos conscientes de nuestras tensiones y bloqueos, cuando experimentamos la maravillosa sensación de libera rlos, cuando notamos el flujo del ki a través de nuestro cuerpo y nos ponemos en contacto con nuestros centros vitales, comenzamos a experimentar nuestro ser en cada una de las células de nuestro cuerpo. Nuestra concepción del ser cambia. Cuando practicamos un tratamiento de Jin Shin Do y experimentamos la plasticidad infinita de la facultad de cambio en la energía corporal, y en la del conjunto del cuerpo y la mente, nuestra concepción del ser varía radicalmente. Comenzamos a sentir la unidad del cuerpo y la mente y, más aún, las conexiones energéticas que existen entre nosotros mismos y los demás seres, y las que existen entre todas las criaturas vivientes dentro del gran océano universal del ki. Descubrimos que además de ser uno en el interior, el «yo» no está separado de los demás o del ambiente que rodea a la persona. El hamo sapiens casi forma parte de una de esas razas de las novelas de ciencia-ficción en la que los «individuos» no están separados, sino que en realidad son células de un ser mayor, unas células que constantemente se comunican unas con otras y que se influyen entre sí y en conjunto. Nosotros experimentamos constantemente esta unidad, o más bien, como somos inconscientes de sus efectos, permitimos que nos influyan constantemente. En las interacciones personales, las personas de energía débil pueden extraer o chupar consciente o inconscientemente la energía de aquellos con quienes se comunican. Las personas de energía poderosa, en cambio, pueden elevar o hacer decaer la energía de una amplia zona -un grupo de amigos, familiares o vecinos, un negocio o una escuela-, según la claridad u obnubilación con que actúen. Las personas sensibles pueden sintonizar y ser poderosamente influidas por las condiciones emocionales y energéticas de otras personas, incluso en encuentros tan casuales como en supermercados o fiestas. A menos que tales individuos estén en contacto con sus propios centros, pueden comenzar a experimentar los cambios emocionales y espirituales de aquellas otras personas con las que se relacionan. La ansiedad, la paranoia, el temor, la sospecha, la preocupación ... , estos y otros estados emocionales desequilibrados son contagiosos. Sin embargo, nosotros podemos prevenir el contagio explorándonos y desarrollando fuertes sensaciones en nuestra naturaleza interna. Alternativas al encorsetamiento.
El «encorsetamiento» del cuerpo consiste en una profunda tensión física que tiende a recrear o a crear estados de desequilibrio emocional asociados o relacionados con los físicos. Encorsetarse o producir tensión es lo mismo que resistir, pero al resistir tratamos de evitar la sensación o emoción que ya estamos experimentando. Las sensaciones de cólera, temor o incluso amor existen ya antes de que intentemos expresarlas. Del mismo modo, estamos experimentando el dolor físico o la tensión antes de que intentemos evitar tales sensaciones. La esencia del encorsetamiento consiste en el intento de obnubilarnos, para dejar de sentir lo que consideramos desagradable. Más que aceptar nuestras sensaciones y explorarlas, tratamos de resistirnos a ellas y detenerlas. Sin embargo, nuestras sensaciones y emociones no son asuntos mecánicos que podamos conectar o desconectar. Tampoco se trata de fuerzas incontrolables que deban llevarnos de aquí para allá. No siempre es necesario traducir nuestras sensaciones en cada una de las acciones que aquéllas pudieran implicar. Pero tampoco es necesario que nos resistamos a actuar en base a que nuestras sensaciones se oponen a nuestra mente. Las emociones y sensaciones animan nuestras vidas, por cuanto en general están equilibradas y controladas por nuestro Shin o espíritu interno. Disponemos de dos alternativas básicas: el encorsetamiento y la actitud abierta. El primero no funciona. Cuanto más intentamos endurecernos contra las experiencias, más incorporamos nuestras sensaciones a nuestra propia estructura. Las zonas del cuerpo relacionadas con ellas se endurecen; la tensión física se hace más profunda, y nuestros cuerpos acaban convirtiéndose en registros de nuestras experiencias intelectuales, emocionales, espirituales, físicas y energéticas. El dolor, la aflicción, el temor, la cólera, la preocupación; todos estos estados permanecen en nuestro interior. Nos limitamos simplemente a empujarlos hasta un nivel subconsciente, de tal modo que no necesitamos ser continuamente conscientes de su presencia, ni experimentarlos conscientemente todo el tiempo. Al no enfrentarnos con ellos nos engañamos a nosotros mismos. Como resultado, cuanto más nos encorsetamos, más deprimidos, irritables, frustrados, preocupados e infelices nos sentimos. La vida pierde su color y su sabor y se convierte en una rutina. Despertarse tanto por la mañana como a lo largo del día- se hace difícil. Dejamos de saludar cada nuevo día con placer, alegría y aprecio. Al final explotamos o nos deprimimos mucho, o nos vamos a dormir. Dejamos de crecer interiormente, dejamos de ser nosotros mismos. Dejamos de desarrollar y descubrir nuestro espíritu interno y comenzamos simplemente a reaccionar ante las costumbres sociales imperantes, que hemos incorporado a nuestros propios cuerpos y mentes, a menudo mientras detestamos estos mismos usos y convenciones sociales. En nuestro intento de cerrarnos al dolor, nos cerramos al placer y a la alegría. La otra alternativa -la actitud abierta- puede darnos al principio un poco más de miedo, pues se llama también Libertad. Pero si miramos atrás y pensamos en las épocas que fuimos más felices, épocas de las que tendemos a acordarnos, veremos que en ellas acostumbrábamos sentimos más libres. No libres en el sentido de carecer de responsabilidades u obligaciones, sino en el sentido de que estábamos en contacto con el Shin y sus deseos, y notábamos cómo surgía nuestro espíritu interior y entraba en nosotros la energía espiritual universal. ¿Podemos permitirnos escoger la alternativa de la actitud abierta? ¿ Podemos permitimos descubrir y reconocer nuestros corsés? Es lo mismo que preguntarnos si tenemos o no fe en el Tao, o si apreciamos o no verdaderamente la vida y todos sus ciclos. Si entendemos los tres puntos básicos de Lao Tse -la alternancia en espiral del Yin y el Yang, y el ki que todo lo Ilena=-, si los entendemos no intelectualmente, sino del mismo modo práctico y auténtico que los antiguos orientales, veremos que no debemos temer a nada más que al propio miedo. Lo que necesitamos nos llega, y lo que no, se va. A veces tenemos que pagar nuestras deudas, y otras recibimos obsequios. Cuanto mayor es la espalda, mayor el frente. Encorsetándonos, hacemos más difícil y traumático este proceso, pero nunca lo detendremos por completo. El río de la vida es mucho más poderoso que los de la tierra. Con la tecnología y la contaminación modernas, podemos causar efectos desastrosos sobre los ríos terrestres, pero no podemos detener su fluir. ¿Cómo, pues, podemos pensar en detener el fluir del río
de la vida? Este río -el gran Yo- esfnuchisimo más poderoso que el ego, el pequeño «yo». Nos exige temor y reverencia. Debería provocar automáticarnente en nosotros ambas cosas, en lugar de provocar resistencia. Sin embargo, la resistencia es nuestra herencia. Durante la redacción de este libro tuve una experiencia de gran temor que me afectó profundamente. Yo vivía entonces en una casa situada en la cima de una colina de la ciudad y la única manera de llegar hasta ella era subir 95 escalones. 95 escalones son muchos cuando se va cargada de alimentos, comida para animales o un chiquillo de cuatro años dormido en el regazo. La ascensión me hacía más fuerte, pero solía dejarme sin energías. Una tarde había subido ya dos terceras partes de los escalones entre quejas, sintiéndome rebelde y furiosa. En el preciso momento en que mi resentimiento había alcanzado su grado máximo, mi pie derecho fue a posarse sobre un gran excremento de perro. Lo único que se me ocurrió fue echarme a reír y pensar: «¡Bueno! ¡Por fin he comprendido el mensaje!». Apreciar, apreciar y apreciar. Todas las cosas. Dificultades y premios. La otra tarea es evitar el encorsetamiento y los bloqueos, dejar de actuar contra nuestros mayores egos, salirnos de los carriles que nos mantienen deprimidos y comenzar a darnos cuenta de nuestro potencial para facilitamos el crecimiento interior y la autorrealización. Si abrimos nuestros canales de energía de forma continuada, nos haremos cada vez más conscientes de nuestros estados físicos y emocionales, y los pensamientos y sensaciones entrarán en nuestra consciencia, serán reconocidos en su realidad, se obrará sobre ellos si es necesario y luego serán liberados. Casi todo el mundo tiene alguna tensión crónica, o corsé, en uno o varios puntos principales del fluir de la energía; de hecho, algunas zonas del cuerpo están tan tensas que parecen armadillos. ¿A qué nos pareceríamos entonces, si escogiéramos la alternativa de la actitud abierta? Si se acaricia a un perro o a un gato que no estén neuróticos, se apreciará que su estado muscular es muy diferente del típico en el ser humano. Cuando el animal está descansando, los músculos son suaves y flexibles. Sin embargo, dos segundos después puede estar corriendo colina arriba más rápidamente de lo que podríamos imaginar . Éste es el estado al que podemos aspirar: fuerza y flexibilidad al mismo tiempo, la facultad de utilizar con eficacia nuestro cuerpo y nuestra mente y de relajar ambos completamente. Cuanto más nos sumergimos en las presiones y problemas del mundo material, olvidando el mundo del Espíritu, más profundos se hacen los surcos de l corsé que construimos. Cuanto más tratamos de reprimir nuestros sentimientos y de ocultar nuestras emociones, más nos sentimos como víctimas y no como iniciadores de un cambio. Más-que subimos a las ondas del cambio, tratamos de aferrarnos a el las. Por eso nos derriban y nos golpean. El profundo encorsetamiento, con todo su antiguo contenido emociona l, nos dificulta vivir en el aquí y ahora, pues incorpora lo pasado . a nuestro propio ser . Aunque queramos responder a cada nueva situación de un modo fresco y libre, no podemos hacerlo en tanto los viejos modelos de respuestas se encuentren encerrados en nuestra estructura física. Cuantas más limitaciones y prohibiciones haya, más pobre será el pueblo. Cuantas más armas, más desorden habrá en el reino, Cuanta más astucia, más hechos extraños ocurren, Cuantas más leyes y decretos, más l adrones aparecen. No hay mayor error q ue consentir los d eseos. No hay mayor desg racia que ser insa ciable. No hay mayor vicio que ser codicioso. Quien sabe contentarse siempre está saciado.
Las emociones y el ki. Según los antiguos maestros orientales, la variación caleidoscópica de las emociones es una respuesta natural a los cambios producidos en nuestro ambiente, tanto de personas como de sucesos, de lugares
como de problemas. Sin embargo, a menudo detenemos este proceso natural de respuestas asiéndonos a una emoción, intentando frenar el río de los cambios. La emoción reprimida es desequi librada automáticamente, pues se estanca. .Esta
emoción desequilibrada -preocupación, temor, afli cción, cólera y alguna otra favorita -, comienza a controlar todo nuestro ser . Surgiendo del conflicto entre nuestros deseos int ernos y las exigencias que sentimos procedentes de nuestro entorn o social, las emociones desequilibradas sustituyen al Shin como reguladoras del cuerpo y de la mente. Por último, su control afecta a todas las partes del ser.
Existe un modo muy simple de ayudar a equilibra r nuestro estado emocional. Puede utilizarse en toda ocasión y lugar, y siempre que se experimente algún tipo de desorden emocional, en especial cuando está relacionado con las acciones y actitudes (reales o imaginarias) de otras personas. Como nuestras respuestas emocionales debían ser, de hecho , adecuadas, está bien que se exprese lo que cada uno siente . Naturalmente, siempre es preferible expresarse con la intención de ayudar antes que con la de herir a otro. Expresarse no significa que el que está a tu lado tenga que soportarte todo lo que le vayas soltando, a menos que esa persona sea e l terapeuta o alguien que haya accedido a interpretar ese papel . Generalmente, las mujeres han sido preparadas para no expresar cólera, una emoción yang (ni siquiera su manifestación más equilibrada, las actitudes enérgicas). Los hombres no están preparados a menudo para expresar pesar, miedo u otras emociones yin. Sin embargo, podemos aprender a decir: «Estoy enfadado ... », «temo ... », «me sienta mal ... », etcétera. También aprendemos a decir «te quiero» y no sólo a nuestra pareja, sino también, al menos mediante gestos y acciones, a amigos, parientes y socios. Cuando escuchamos a nuestro espíritu interno (en lugar de a las preocupaciones universales) y expresamos nuestros sentimientos, nos damos a nosotros mismos una válvula de seguridad . Las explosiones y las depresiones, que son las muestras más extremas y debilitadoras de los desequilibrios, ocurren con menos frecuencia y con menor intensidad. Asimismo, los corsés se disuelven incluso antes de que se formen, y muchas veces se logran niveles de comun icación más profundos. ¿Qué le sucede a nuestro ki cuando se desequilibra nuestro estado emociona l? Los sabios orientales describían siete emociones primar ias desequilibradas que afectaban al ki de diferentes formas. Es importante advertir que estos efectos ocurren incluso cuando se reprime la emoción. Así pues, los desequilibrios descritos a continuación pueden ser agudos o crónicos.
1. Cólera. En .la cóler a el ki corre hacia arriba, concentr ándose en hombros, cuello y parte superior de los br azos. Puede ha ber tanta ener gía bloqueada en esos lugar es que lleguemos a sentirnos como ollas a pr esión y no podamos pensar con claridad. En ocasiones, la estimulación que pro porciona la cóler a a nuestr os órganos físicos -la descarga de adrenalina y el deseo resultante de entrar en acción-, es necesar io y útil. Sin embargo, muchas son las ocasiones, en es pecial en la civilización occidental, en que la cólera excesiva sólo nos dificulta una visión clar a de las situaciones y de la resolución de nuestros pro blemas.
Utilizaremos un sencillo ejercicio respiratorio para ayud ar a r elajar y ex pulsar la cólera, de modo que la energía liberada pueda ser dirigida a los canales adecuados y nos permita utilizar la provechosamente. Inhalemos primero lenta y profundamente, hasta el hara, imaginándonos que con el aire se están inhalando también todas las có leras, frustraciones e irritaciones. Ex halemos entonces rápidamente por la boca, diciendo al mismo tiempo en voz alta: «[Bah!», y visualizando las sensaciones y p r esiones internalizadas momentos antes. Otras técnicas clásicas para librarse de la cólera consisten en go lpear una almohada (mientras se visualiza ésta como la persona o situación que nos encoleriza) o mantener una lucha de almohadas (no necesar iamente con la persona que nos encoleriza). El tra bajo f ísico es tam bién un buen sistema de canalizar la energía co lérica para aclarar la mente y centrar las emoc iones. Eliminar la cólera corriendo, limpiando la casa, jugando al tenis u otro depor te, gol peando un saco de boxeo o realizando cualquier otr a actividad física vigorosa permite al cuerpo hacer uso de la descarga de adrenalina y ayuda a dirigir el ki fuera de la zona de cuello y hom br os. La tensión crónica en estas zonas signif ica que tenemos cólera almacenada. La musculatura r ígida y tensa resultante no puede desa parecer con la sola reflexión intelec tual sobre nuestra situación. El cuer po yIa mente son una única cosa: además de r econocer y hacer algo res pecto a la situación que nos encoleriza, de bemos también relajar y utilizar la energía bloqueada . De lo contrar io, cuando la cólera queda aprisionada en nuestro interior, se hace autodestructiva. 2. La aflicción.
La af licción puede ser una ex periencia necesaria y útil, pues ese ncialmente consiste en expresar la pér dida de algo o alguien. Si esta pér dida es compr endida y aceptada, quizá la aflicción no se haga muy intensa o insoportable. Sin embargo, cuando las experie ncias son más poderosas que nuestras vo luntades o com prensiones individuales, a menudo debemos expresarla físicamente, tanto como lo hacemos
mentalmente. La relajación física natural consiste en llorar . La expresión de simpatía hacia otra perso na, coger una mano, etcétera, puede ser todo lo que se re quiere para sentirnos mejor . En las situaciones muy traumáticas o incómodas, nuestra aflicción puede llegar a ser tan poder osa que no podamos ex presar nos lo suficiente o con la rapidez necesaria, y nos quedemos agarrotados o re pr imimos algunos de nuestros sentimientos. La af licción puede «verter se en nuestro interior», y no alcanzar a liberar la com pletamente, cosa que sucede muchas veces a nivel subconsciente. En tales casos, la rela jación mediante Acupresura como se descr ibe a' continuación puede conver tir la noche en día en términos de bienestar emocional.
Básicamente, en la af licción el ki se dis persa y el cuer po se debilita. Tras ella, de bemos nutr imos y reconstruir nuestro ki . Todas y cada una de las prácticas de Jin Shin Do pueden ayudarnos a recu perar esta energía renovada. 3. El temor.
En el temor, el k i es atraído hacia a bajo, descr ndiendo a los intestinos y extremidades inf er iores. A menudo las piernas se sienten débiles o tem blorosas, y en casos de temor extr emo se da incluso la incontinencia urinar ia. La sensación es la de que el ki , o energía, nos a bandona.
Uno de los me jores remedios es la respiración hura. Con ella se llenará de k i el hara y demás centr os vitales, y se centr ará el ki corporal, ayudando a convertir el temor en resolución. La respiración hara también pr ovoca respuestas relajadas a ciertas situaciones y nos perm ite recu perar el control de nosotros mismos.
4. La preocupación. La preocupación «coagula el ki», paralizando el cuerpo o la facultad de act uación. Cuando estamos preocupados, nos resulta difícil actuar . No podemos tra ba jar con eficacia. Los proyectos se realizan más despacio. Le damos vueltas a la cabeza y estamos, de hecho, propensos a los accidentes . Cuando nos sentimos libres y desp r eocupados, nos sorprendemos a nosotros mismos en ocasiones con la cantidad de cosas hechas en u na sola jornada, o con las muchas cosas q ue hemos aclarado. Existen dos tipos pr incipales de preocupación. Uno es la tensión mental o exceso de pensamiento. Nuestra mente se ase a algo y se preocupa por ello como un perrito pers igue un hueso. Otro tipo es la sensación de incomodidad y ansiedad perman ente, que a menudo es resultado de una tens ión emocional agotador a o de una gran fatiga física. El antídoto contra la primera variedad de la preocup ación consiste en no pensar : meditar, tocar o escuchar música, contemplar o practicar un arte o una habilidad manual. bailar o hacer e jer cicios. Sirve todo lo que nos haga sa lir de nuestra cabeza y nos f ije en otras par tes de nosotros mismos. El simple hecho de evitar el ambiente o las personas r elacionadas con la preocupac ión puede ayudarnos a cambiar el modelo emocional. de modo que la mente pueda ver el bosque (el panorama general) en lugar de sólo los árboles (todos sus aspec tos y ramificaciones). Los antídotos contr a la segunda variedad de la preocupa ción, la ansiedad, incluyen una dosis extra de descanso, una buena nutrición, y prácticas curativas que pr omuevan un bienestar gener al del ki corporal. La r espiración hara es beneficiosa, tanto para alivia r los ataques agudos de ansiedad, como para transformar un estado crónico de ansiedad en un estado de equilibrio emocio nal que incluya una
sensació sen sación n de fuerza interna y un desarrollo de l se sent ntido ido del del humor . Cuando la energía de una perso person na es pod po der osa, osa, esa persona se siente con más claridad y le resul resulta mucho más sen se ncillo deshacerse de las preocupaciones.. preocupaciones Puntos de Acupuntura para la preocupación
5. Los recuerdos.
Los recuerdos concentran el ki en el cere b cere bro ro.. Al soñar soñar o centr centr ar ar los deseos en el e l pasado, lo qu que hacemos es, efec efectivamente, vivi viv ir dentro de nu n uestros cerebros, donde se ha experimentado lo q ue re reccordamos ordamos.. Aunque en ocasiones puede ser agradable, los recuerdos y reminiscencias de l pasado pueden convertirse en una una act ac tiv iviidad crónica. En especia especi al las r eminiscencias ac a cerca del paso que no se dio, de la r elac aciión que no se comenzó o no se continuó o de los tiempos que se fueron, fueron , to tod do lo cual puede llevarnos llevarnos a preocuparnos tanto por lo pasado que no podamos sabo r ear pl plenamente el aq aqu uí y ahora. ahora . En ocasiones, el antídoto contra el recuerdo excesivo es simplemente completar la fantasía. No sólo recordar a la persona con quien uno no se casó, por ejemplo, quedándose en el punto en que se tomó aquella decisión, sino completar la fantasía pensando en qué hubiera sido la vida con aquella persona. No sólo la posible «maravilla», sino también sus posibles efectos en la evo lución y bienestar de nuestro propio cuerpo y mente. En ocasiones nos descubriremos descub riremos en este juego recordando las razones que nos impulsaron a pasadas elecciones y acciones, en lugar de perdernos en sueños.
El recuerdo deja de controlarnos cuando recuperamos la sensación de lo que es presente y lo que es pasado. Por ello, e llo, y al igual que para el temor, entre los principales antídotos se encuentra todo aquello que nos «saque de nuestra cabeza» y nos lleve al aquí y ahora. Si, pese a nuestros mejores esfuerzos, no podemos integramos del todo en el presente, es posible que algunos aspectos de éste deban cambiarse. cambiarse.
6. El sobresal sobresaltto. Los so br esal esaltos moles esttan el k i y pu pueeden dañar dañar o herir el Shin Shin.. El so b bresalto, resalto, com como otras emocion emociones es,, inc in clu luye ye un amp ampli lio o campo de ex p per er iencias de di d ist stin intas tas in inte ten nsid idaades. Nos puede sobresaltar sobresaltar el aumento en los impuestos o que una puerta golpee. Puede sobresaltarnos una amenaza a nuestra persona o un suceso desagradable en la vida de nuestros amigos. En condiciones extremas, podemos entrar en estado de shock (fallo en la circulación sanguínea). sanguínea).
En la vida moderna es casi inevitable tener un cierto número de experiencias sobresaltadoras. Sin embargo, esa frecuencia parece ser mucho mayor si nos permitimos a nosotros mismos demasiadas expectativas, demasiados proyectos para el camino que toma el ciclo de cambios de la vida, o si mantenemos una situación, una persona o una actitud que deben abandonarse. Por tanto, un antídoto al sobresalto constante consiste, una vez más, en dejarnos llevar fuera de nuestros pensamientos, al aquí y ahora presente de nuestro cuerpo y nuestra mente. 7. La histeria. La histeria o la sobreexcitación son estados en los que el Shin está confuso y el ki «suspendido en el punto de la inhalación». Nos encontramos en un estado perpetuo de agitación; por ello podemos deshinchamos en un segu segundo. Un es esttado gene general crónic crónico de sobr eexcitación eexcitación pue puede de b berse erse a una «d «dosis excesiva de de placer»,, a una contin placer» ontinu ua b búsq úsqu ueda del del placer y de la sensación de ex excitació citación n.
Los antídotos a esta situación general de sobr eexcitación consisten en sintonizar con los ver daderos deseos del Espíritu, en escuchar a nuestros corazones y en fluir con el ciclo evolutivo de los cambios. La mer a colocación de la palma de la mano en la f rente ayuda a calmar los centros emocionales. Los puntos de Acu puntura que se indican a continuación pueden ser antídotos ef icaces par a los estados histér icos del
Debemos aprender no sólo a a bsorber y hacer circular el k i, sino a sintonizar con la unidad que constituye nuestro ser, y a descu brir nuestro centro espiritual. Debemos aprender a ser conscientes de nosotros mismos y a relajar las tensiones casi tan pronto como se produzcan, en lugar de esperar años. Debemos experimentar y apreciar el li br e f lujo del k i por nuestro cuer po, y por tanto a tr avés de nuestr a mente, de los aspectos emocional, mental y es pir itual del ser . Procurar que la energía vital cir cule li bremente en nosotros, en lugar de bloqueada, puede ser el punto de partida para aprender a f luir realmente en el gran río de la vida, en los cambios constantes que son la verdadera materia de que se compone la existencia.
Conclusiones tratamiento de Acupresura Jin Shin Do es un arte. Es un acto de creatividad procedente de un sentimiento de compa- sión, que nos une al gran mar cósmico de la energía. El recep- tor es, en cierto sentido, un instrumento; los flujos de energía que se tocan y tañen son como las cuerdas de un instrumento. Sin embargo, en otro sentido, el receptor es también el creador y el artista, pues el practicante es sólo un auxiliar que ayuda al receptor a relajarse, equilibrarse y centrarse. Quizás el modo principal en que el practicant., sirve de auxiliar es mediante la pulsación de los puntos adecuados y la canalización del ki; otros modos pueden ser el uso de la meditación y las técnicas de res - piración, o, simplemente, escuchar . El
En todas las artes existen estos tres elementos: 1) la visión o sensación que uno está creando o expresando; 2) la habilidad en el diseño del potencial innato del instrumento o materiales utilizados en tal expresión, y 3) la unión o inmersión en la gran energía creadora . En esta unión, artista e instrumento o mate- riales son copartícipes del acto creativo. La visión del Jin Shin Do es la del bienestar del cuerpo y la mente, y el crecimi ento continuo del individuo. La sensación que el Jin Shin Do ayuda a crear es la de libertad, claridad y fluidez. La habilidad consiste en desarrollar el «ojo en la yema de los dedos », haciendo éstos cada vez más sensibles al estado del cuerpo y la mente, y abriendo canales más amplios y libres.
La unión con la energía creadora universal es casi un sinónimo del arte del Jin Shin Do, pues es una técnica inherente mente meditativa. Esta unión se fortalece en los procesos de respiración hara y de canalización del ki. El arte es magia. En el Jin Shin Do, el catalizador del arte creativo es la compasión o el amor, que es quizás el mayor acto de magia. Mediante el Jin Shin Do, podemos sintonizar con nuestro propio ser de nuevas maneras . Nos permite comenzar a disolver la separación entre cuerpo y mente en un viaje hacia el «cuerpo consciente». Podemos notar nuestros estados musculares tensos, específicamente nuestros. Podemos ponernos en contacto con nuestras auténticas sensaciones y disolver o expeler estados emocionales antiguos que tenemos bloqueados en nuestras estructuras físicas. Cuando el ki comienza a fluir por los canales y meridianos, podemos sentir su flujo como un estado de profunda relajación de cuerpo y mente. Cuando los canales reguladores, las Extrañas Corrientes, se desbloquean y comienzan a funcionar armoniosa y libremente, podemos experimentar su naturaleza mágica, las actividades abiertas y equilibradoras que les han valido a estas corrientes el nombre de «canales psíquicos». En este proceso, nuestra naturaleza física, emocional y espiritual cambia haciéndose más clara, más centrada y más poderosa. Muchos de estos cambios pueden notarse rápidamente. Relajarse profundamente, equilibrarse y centrarse lleva más tiempo, pues hemos pasado mucho más construyendo a nuestro alrededor el corsé del que ahora debemos desprendemos. Pero aunque dispusiéramos de la panacea perfecta que nos diera la relajación y el despertar inmediato, completo y absoluto, tanto físico como emocional, no nos sería provechoso. A no ser que la consciencia se desarrolle y se haga más profunda, los mismos problemas, o quizás otros, volverán a acosarnos. Deben experimentar se nuevos aspectos del ser, deben disolverse gradualmente las fronteras entre estos aspectos, para sentir la unidad de nuestro ser. El crecimiento continuo de la autoconsciencia es un requisito previo indispensable para el desarrollo y descubrimiento de la libertad, la paz y la alegría, que son nuestro patrimonio y el poder de nuestro Espíritu. Mediante los tratamiento de Acupresura Jin Shin Do, mediante el movimiento y el ejercicio, mediante la dieta y las técnicas de respiración y meditación, nos haremos más conscientes , de la unión entre nuestro cuerpo y nuestra mente, y de los lazos físicos y energéticos que nos atan a los demás y al medio