PRESENTACIÓN Escribir sobre la Universidad es una tarea ardua, reservada a aquellos que no solamente han vivido experiencias personales de aprendizaje, docencia, investigación y gestión, sino que además han reflexionado largamente sobre ella y han participado en encuentros nacionales e internacionales dedicados dedicados a discutir la problemática universitaria desde una perspectiva amplia amplia e innovadora. innovadora. Es así que realizo la presente monografía con la intención de comprender mejor la problemática universitaria enfocándome enfocándome principalmente en los retos que afronta rumbo al siglo XXI. En el Capítulo I, revisamos el marco conceptual sobre el cual se desarrolla el quehacer universitario en la actualidad, desde diferentes puntos de vista y diferentes autores. En el Segundo capítulo pasamos a desarrollar uno a uno los principales puntos referentes al desafío de la Universidad rumbo al siglo XXI, llegando al final a las conclusiones, las cuales son el extracto de todo lo desarrollado en esta monografía.
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INTRODUCCIÓN La Universidad es tal vez la más antigua de las organizaciones complejas. En los albores de la escolástica medieval, promediando el siglo XI, comenzaron a congregarse grupos de jóvenes — o de mentalidades jóvenes — con con el afán de aprender. Para ello se pusieron a la tarea de reclutar maestros — ellos ellos mismos buscaban los candidatos y seleccionaban los mejores — iniciando las ―Universitas Scholarium‖. Por otra parte, y simultáneamente se agrupaban maestros para ofrecer sus clases en forma pautada a interesados, dando origen así a las ―Universitas Magistrorum‖.
Estos dos tipos de universidad se conformaron basándose en organizaciones rudimentarias, lo que fue advertido rápidamente por grupos de la Iglesia Católica — la la gran corporación social de la época — y y algunos Gobiernos Regionales. Regionales. Se organizan así las universidades de Bolonia y París primero y luego se van multiplicando en otras partes — Oxford Oxford en la ciudad homónima, La Sapienza en Roma... — con niveles crecientes de organización y apuntando a logr ar el nivel de ―Studium Generale‖ o sea el concepto de la universalización del saber, es decir la universidad debía abarcar toda la diversidad del conocimiento. En Latinoamérica, las primeras universidades se crean en Santo Domingo (1538) 1, México y Lima (1551), Córdoba (Virreinato del Rio de la Plata; 1613), y Chile (1756), todas ellas con fuerte influencia de la Iglesia Católica y con un sesgo marcadamente elitista, es decir, orientadas a la formación de los sectores más acomodados a quienes corresponderían corresponderían las funciones directivas de las nacientes sociedades 1. El cierre o el comienzo de un siglo — particularmente cuando se trata de un nuevo milenio — es es tiempo oportuno para reflexionar con amplia perspectiva sobre el futuro que nos espera y que a la vez nos desafía. Para quien vive el comienzo del año 2000, esta es una ocasión única. La edición extraordinaria de esta Revista, para conmemorar los cincuenta años de existencia de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), es también un evento muy especial. Dichas 1
http://www.edutecne.utn.edu.ar/univ_siglo_xxi/univ_siglo_xxi.pdf consultado lunes 09 de junio 9:00 am
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circunstancias me hicieron pensar, cuando fui invitado a hacer una contribución a este número de la Revista, que no eran estos el momento ni el lugar adecuados para discutir detalles técnicos o elucubraciones metodológicas en un artículo lleno de citas, sino para expresar clara y sencillamente las persuasiones fundamentales con que miro los retos del futuro. Procuraré hacer justamente eso en mi exposición, basándome en las observaciones que he venido acumulando en treinta años de recorrido por los recintos universitarios de América Latina como profesor, como rector y como funcionario de un organismo internacional largamente vinculado a esas instituciones 2.
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http://www.rieoei.org/rie21a02.htm consultado lunes 09 de junio 9:00 am
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CAPITULO I LA UNIVERSIDAD 1. DEFINICIÓN El término «universidad» se deriva del latín universitas magistrorum et scholarium, que aproximadamente significa ‗comunidad de profesores y académicos‘. Estas
comunidades eran gremios medievales que recibieron sus derechos colectivos legales por las cartas emitidas por los príncipes, prelados, o las ciudades en los que se encontraban.1 Otras ideas centrales para la definición de la institución de la universidad era la noción de libertad académica y el otorgamiento de grados académicos. Muchas universidades se desarrollaron de las escuelas catedralicias y escuelas monásticas que se formaron desde el siglo VI d.C. Históricamente, la universidad medieval fue un producto típico de la Europa medieval y sus condiciones sociales, religiosas y políticas. Adoptado por todas otras regiones globales desde el comienzo de la Edad Moderna, hay que distinguirla de las antiguas instituciones de altos estudios de otras civilizaciones que no eran en la tradición de la universidad y al que este término sólo se aplica retroactivamente y no en sentido estricto 3. La universidad debe potenciar la cultura emprendedora y estimular a sus estudiantes para que desarrollen la iniciativa empresarial y la búsqueda de la innovación. Además, tiene que procurar a sus alumnos las herramientas necesarias y las capacidades que les ayuden a desenvolverse en un mercado global cada vez más competitivo y más cosmopolita. Estas son las principales conclusiones de la tercera reunión del Consejo Asesor Junior Internacional de IE University 4. Hemos considerado necesario primero exponer brevemente sobre la educación superior a fin de contextualizar la docencia universitaria, desarrollando posteriormente los retos de la misma a inicios del Siglo XXI.
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http://es.wikipedia.org/wiki/Universidad consultado el 10 de junio del 2014 9:00 am http://www.ie.edu/es/universidad/noticias-eventos/noticias/cultura-emprendedora-e-innovaci-ndesaf-os-la-universidad-del-siglo-xxi consultado el 10 de junio del 2014 9:30 am 4
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Se estima el origen de la institución universitaria alrededor del Siglo X y XII. Desde una perspectiva histórica De Juan (1996) propone que se puede distinguir dos grandes modelos de Universidad: la medieval y la Moderna y dentro de esta última se puede hallar tres modelos: el inglés, el napoleónico y el humboldtiano. El resto de los saberes se justificaban en tanto que auxiliares y dependientes de la Teología. La Universidad Moderna parte de la concepción de que los conocimientos humanos son limitados y provisionales y, por consiguiente, no importa tanto su ordenamiento y clasificación como el conseguir otros nuevos, más amplios y seguros. La función de la universidad no consiste, por tanto, en la transmisión de un saber sistematizado, sino en enseñar a cuestionar lo sabido y a escudriñar nuevos caminos y métodos de investigación 5.
1.1. LA DIDÁCTICA UNIVERSITARIA Las investigaciones que tienen como objeto de estudio las prácticas de enseñanza, por otra parte, alimentaron el campo de la didáctica superior al reconocer recurrencias en aquellas clases que los estudiantes consideran valiosas. Ken Bain, por ejemplo, identificó que la primera clase de los buenos profesores destina una parte de su tiempo al soborno: esto es prometer mucho a partir del conocimiento que brindará esa materia o asignatura; planifican hacia atrás, preguntándose primero los resultados que se quieren obtener, siempre esperan más de los estudiantes, saben como simplificar y clarificar conceptos complejos y son capaces de pensar sobre la manera personal y particular de razonar en la disciplina, entre tantas otras cuestiones. En algunas oportunidades, se trata de estilos deslumbrantes para desarrollar una clase, genuinos maestros que enseñan una manera de pensar y, otras veces, más silenciosa, es una clase que provoca que los estudiantes decidan una manera de encarar y solucionar problemas de la disciplina o de las prácticas 5
1. http://revistas.concytec.gob.pe/pdf/consen/v9n10/a05v9n10.pdf revisado el 09/06/2014 hora: 10:00 am
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profesionales. La presencia del profesor, más humilde y menos omnipotente, en esos casos, se inscribe en acompañar y proteger el proceso de descubrimiento del estudiante. Todas estas reflexiones nos llevan a considerar que la didáctica superior la de esa universidad del futuro que proponemos es, más que otra cosa, la didáctica de autor, una construcción original en la que cada profesor crea acorde con su campo y experticia un diseño personal que permitirá la construcción del conocimiento en la clase. Nos preguntamos si es posible planear la originalidad o si ella forma parte del desafío de la profesión docente en la enseñanza superior en la que se vuelcan experiencias profesionales, los interrogantes propios del campo y los personales, las historias de cada docente en las que el reflejo de las mejores clases recibidas alientan el desarrollo de una propuesta personal y autónoma. ¿No sería esta la forma más potente de entender la libertad de cátedra como la expresión de la libertad personal del investigador o productor de conocimientos para acercar al estudiante a una manera de conocer e interpretar el campo de estudios? Entendemos así, la didáctica de autor como la manera más original de atender a las preocupaciones por enseñar para que los estudiantes aprendan con la seguridad de que enseñar es, tal como sostiene Meirieu, construir humanidad 6.
1.2. LOS DESAFÍOS UNIVERSITARIOS Durante las dos últimas décadas, el mapa universitario ha experimentado una mudanza sustancial. Las transformaciones – no sólo como consecuencia de la crisis global, pero también a causa de ella- muestran que lejos de haber alcanzado un estadio de remanso, la Universidad debe plantearse nuevos desafíos. Estos son algunos de los más relevantes, que aborda nuestra candidatura: Consolidar la internacionalización. Las universidades surgieron del impulso de las elites urbanas; se transformaron en el siglo XIX en universidades estatales y 6
Bain K, (2007) lo que hacen los mejores profesores universitarios. Valencia: Universidad de Valencia. consultado el 09 de junio del 2014 6:30 pm
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se expandieron por sus áreas metropolitanas. Hoy juegan en un escenario global. Impulsar la responsabilidad social y el compromiso con el entorno. Cuando se extiende el paro y la recesión se instaura como una realidad persistente, la Universidad ha de compartir las dificultades y riesgos sociales y poner al servicio de la sociedad sus mejores recursos para favorecer el cambio de modelo productivo, generar cohesión, bienestar y movilidad social. Dado que el fin último de la actividad universitaria no es otro que la emancipación mediante la ciencia y el saber crítico, resulta especialmente necesario mostrar que la Universitat se orienta por valores, que practica y difunde, como la igualdad, la sostenibilidad y la cooperación social Incorporación plena de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación. Estas tecnologías suponen cambios que afectan a todos los procesos de la vida universitaria: gestión y planificación, prestación de servicios (administración electrónica), docencia e investigación (contenidos abiertos)... Pero con la extraordinaria progresión de las tecnologías sociales, permiten la creación de redes amplias de aprendizaje y de investigación. Autonomía universitaria y rendimiento de cuentas. Para cumplir sus misiones, la Universidad precisa una autonomía vigorosa, tanto académica como organizativa y financiera. Su contrapartida debe ser la transparencia y el rendimiento de cuentas. Pero también deben ser conscientes los responsables políticos de que la formación y la investigación avanzadas constituyen la principal contribución para salir del túnel de la crisis. Existen muchos otros desafíos a los que la Universidad ha de hacer frente para estar a la altura de su época, pero éstos marcarán, sin duda, la impronta de las innovaciones universitarias de los próximos años 7.
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Esteban Morcillo Sánchez Levante-emv.com y Levante-EMV son un producto de Editorial Prensa Ibérica
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1.3. LA UNIVERSIDAD CONTEMPORÁNEA Uno de los autores contemporáneos más importantes para el estudio de las ciencias sociales es Boaventura de Sousa. Sus análisis críticos de la sociedad capitalista son indispensables para comprender las transformaciones del orden mundial, y sus propuestas de emancipación social revelan una mirada novedosa en el actual panorama del pensamiento teórico social. A lo largo de su obra, Boaventura de Souza hace un balance, no de lo que ya pasó, sino de lo que va a suceder a partir de las "señales" que nos fueron dadas. Sin embargo, reconoce la ambigüedad y la contingencia de las mismas y, por lo tanto, expone que con base en éstas no pueden sino hacerse previsiones de carácter preliminar. Uno de sus propósitos principales es hallar una respuesta a las imposiciones de la dinámica social. Para De Sousa, enfrentar lo nuevo con lo nuevo significa abandonar una porción de los antiguos paradigmas y descubrir aquello que se encuentra en la transformación, es reconocer la insuficiencia de las herramientas anteriores. Sentencia que hace diez años fuimos capaces de ver los desafíos, pero que hoy debemos ser capaces de enfrentarlos. En 1994, este sociólogo portugués definió las contradicciones que generaron las crisis y los desafíos de las universidades públicas e identificó tres tipos. La crisis de hegemonía, resultante de las contradicciones entre las funciones tradicionales de la universidad y las que le fueron atribuidas a lo largo del siglo XX. La incapacidad de la universidad para desempeñar cabalmente estas funciones contradictorias provocó que el Estado y los agentes económicos buscaran fuera de ella medios alternativos para lograr esos objetivos, de esta forma la universidad dejó de ser la única institución en el campo de la educación superior y en la producción de la investigación. La crisis de legitimidad, provocada por el hecho de haber dejado de ser una institución consensual, frente a la contradicción entre la jerarquización de los saberes especializados, por una parte, a través de las restricciones del acceso y 8
certificación de competencias, y por otra parte, por las exigencias sociales y políticas de la democratización de la universidad y la reivindicación de la igualdad de oportunidades para las clases populares. Finalmente, la crisis institucional, que es una consecuencia de la contradicción entre la reivindicación de autonomía en la definición de valores y objetivos de la universidad y la presión para someterla a criterios de eficiencia y productividad empresarial o de responsabilidad social. A una década de aventurar los graves riesgos que para estas instituciones significaría que una de ellas (la crisis institucional) subsumiera a las otras dos, Boaventura de Souza advierte con preocupación que su predicción se ha cumplido. En su libro, La universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad, aborda de manera polémica un tema de preocupación mundial: el agotamiento del actual modelo universitario y la necesidad de enfrentar los desafíos impuestos por esta nueva fase del capital. Boaventura de Sousa señala algunas de las ideas – fuerza, como él les llama, que deben orientar una reforma creativa, democrática y emancipadora de la universidad pública. Para esto primero identifica a los sujetos de las acciones que es necesario emprender para enfrentar los desafíos de la universidad: la propia universidad, el Estado nacional y los ciudadanos organizados individual o colectivamente y en los países semiperiféricos y periféricos: el capital nacional. Después de definir los principios orientadores de la reforma, expone los principios básicos que permitirán a la universidad pública responder de manera eficaz a los desafíos que enfrenta en el siglo XXI. Plantea revolucionarla, relacionarla con la comunidad, con la gente; que se abra más a la sociedad y también a nuevos temas. Considera necesario democratizarla, sin que esto conlleve su degradación y masificación. Para Boaventura de Sousa el único modo eficaz y emancipador de enfrentar la globalización neoliberal es contraponerle una globalización alternativa, contrahegemónica, lo que significa 9
que "las reformas nacionales de la universidad pública deben reflejar un proyecto de nación centrado en las preferencias políticas que califiquen la inserción del país en contextos de producción y de distribución de conocimientos cada vez más transnacionalizados". Con esto, De Sousa entiende que el proyecto de nación debe ser el resultado de un contrato político y social, con el fin de que la universidad pública recupere su papel en la definición y resolución colectiva de los problemas sociales que se tienen que considerar en el contexto global. El fin del siglo XX ha sido escenario de múltiples y aceleradas transformaciones económicas, políticas y culturales. Estamos avanzando hacia un tipo de formación social donde el acceso al conocimiento representa una auténtica prioridad para el desarrollo y donde tienen lugar y se profundizan procesos de desigualdad económica y de marginación social. En este contexto, el conocimiento se constituye como la fuerza motriz del crecimiento económico y la cohesión social, sin embargo, aún en los países desarrollados, esta transformación no escapa a tensiones y resistencias. Por ende, se debe realizar un mayor esfuerzo de difusión y divulgación para que los conocimientos lleguen a una buena parte de la población. Asimismo, es fundamental incidir en los estratos que toman decisiones políticas, económicas y sociales para que valoren las aportaciones que puede hacer la universidad en favor del cumplimiento de los objetivos para el desarrollo nacional 8.
1.4. LA UNIVERSIDAD Y LA IGLESIA De la Universidad, la Iglesia espera que ame la ciencia profundamente con todas sus expresiones y consecuencias y además que haga aportes significativos al país y al mundo con una investigación científica de alta calidad, pero que no se deje distraer con el cientismo y sus cuatro tesis que se revelan falsas a partir del análisis de los mismos resultados de las ciencias. La ciencia nos conduce a un punto más allá del cual no nos puede guiar, dice Max 8
Boaventura de Sousa Santos, La universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad. México: UNAM / CEIICH, 2005, 100 pp.
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Planck, socio de Einstein, fundador de la teoría de los cuantos y muy nombrado en esta Universidad. Como en estos días se ha hablado tanto de la tercera tesis sobre la falsedad de Dios, es oportuno dar una respuesta sencilla al alcance de toda la gente. Hay aves nocturnas como el búho y la lechuza cuyos ojos están hechos para ver de noche, no de día. Ellos se mueven muy bien en el mundo nocturno pero no en el diurno. Adoptemos el género literario de las fábulas e imaginemos que un águila se hace amiga de una familia de lechuzas. El águila empieza a hablarles del sol, de su iluminación, del calor, de la posibilidad del día y de la noche gracias al sol, etc. Las lechuzas dirán que ese es ―puro cuento‖ que ellas jamás han visto ese llamado sol. Nosotras nos movemos muy bien sin ese sol, encontramos la comida con gran facilidad, su sol es en realidad una hipótesis inútil, añadirían. Esto es cuanto le acontece al científico cuando dice que Dios no existe, que es una hipótesis inútil. Aplica sus leyes a una realidad que está muy lejos de su percepción. La fábula puede también aplicarse a la Iglesia cuando ella busca interpretar los datos científicos sobre la base de los principios de la fe, como aconteció en cierta forma en los tiempos de Galileo. De manera que, de la Universidad se espera que se comprometa profundamente con la ciencia y que sus descubrimientos sean cada vez más sorprendentes y decisivos, pero que no haga de ella un absoluto hasta el punto de pretender negar la realidad de Dios. Cuando se hizo la presentación del Genoma humano, ante los mejores científicos del mundo, el presidente Clinton dijo: ―Hoy estamos aprendiendo el lenguaje con el que Dios creó la vida. Estamos llenándonos aún más de asombro por la complejidad, la belleza y la maravilla del más divino y sagrado regalo de Dios.‖ En ese mismo evento, Francis Collins, el científico y líder de ese proyecto internacional Genoma Humano añadió: ―Me llena de humildad, de sobrecogimiento, el darme cuenta de que hemos echado el primer vistazo a nuestro propio libro de instrucciones, que previamente sólo Dios conocía‖.
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En el Vaticano funciona la Academia Pontificia de las Ciencias en la que se encuentran los más eminentes científicos de todo el mundo, creyentes o no, para reflexionar sobre la ciencia y su apertura a la fe. Esto significa que la ciencia tiene un valor enorme para la fe y se espera también lo contrario, que la fe tenga un valor enorme para la ciencia 9. Es tiempo de llamar a una tregua en la creciente guerra entre la ciencia y el espíritu. La guerra en realidad, nunca fue necesaria. Como tantas guerras mundanas, ésta fue iniciada e intensificada por los extremistas de ambos bandos, que hacían sonar las alarmas que predecían la ruina inminente a menos que el otro lado fuera vencido. Dios no amenaza a la ciencia, la mejora. Dios ciertamente no es amenazado por la ciencia, él la hizo posible. Así que juntos busquemos reclamar la tierra firme de una síntesis intelectual y espiritualmente satisfactoria de todas las grandes verdades. 10
1.5. CARACTERÍSTICAS DE LAS UNIVERSIDADES EN LA EPOCA ACTUAL La universidad como institución social es fruto de una época muy diferente a la actual. En sus orígenes, las universidades se convirtieron en las instituciones que atesoraban todo el conocimiento de la sociedad. El desarrollo de las ciencias entonces, posibilitaba tal situación. Hasta la primera mitad del pasado siglo XX, era posible afirmar con bastante certeza que cuando una persona culminaba sus estudios universitarios estaba preparada para ejercer profesionalmente durante toda su vida. Hoy no ocurre de ese modo. Ni los conocimientos se atesoran privilegiadamente en la sociedad, ni es posible pensar en tener desempeños 9
Castro Quiroga, Luis Augusto. Los Desafíos de la Universidad en el Siglo XXI: ¿Qué le dice la Iglesia a la Universidad? Revista Educación y Territorio Vol 2, No 1 (2012) 10 Francis Collins, ¿Cómo habla Dios? La evidencia científica de la fe (México: Planeta, 2007), 249.
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profesionales exitosos sin una constante actualización. Educación para todos durante toda la vida es el objetivo supremo asumido por la UNESCO para caracterizar la nueva cualidad que debe estar presente en la educación en la época actual. Esta tesis es igualmente válida, cuando se profundiza en el verdadero papel correspondiente a las universidades de hoy. Resulta lamentable observar en algunos países, fruto de procesos de formación desvinculados de la realidad productiva y social y ajenos a la dinámica de la actual transformación los conocimientos, cómo jóvenes recién graduados de las universidades se quedan prácticamente sin profesión unos pocos años después de egresados. Ese es el precio, cuando la universidad no se adecua al ritmo de estos tiempos y renuncia a transformarse en su interior para dar respuesta a las demandas sociales y productivas de la sociedad donde ella se inserta. Un primer aspecto, de suma importancia, relacionado con la real capacidad de la universidad de dar respuesta a las demandas de este siglo, que se ha dado en llamar siglo del conocimiento, es la denominada masificación de la educación superior. Como consecuencia de ello se aprecia una tendencia al incremento de los jóvenes en las edades comprendidas entre 18 y 24 años cursando estudios superiores. En algunos países, entre los cuales está incluida Cuba, esa población rebasa ya el 50 %. En segundo lugar está el asunto del financiamiento estatal de las universidades, con una tendencia a la reducción en la gran mayoría de los países, en franca contradicción con los incrementos del acceso. Por lo tanto, las universidades se ven obligadas a la búsqueda de fuentes alternativas de financiamiento. No pocas veces, esa búsqueda ha estado asociada a la transformación de la universidad en una empresa basada en vínculos básicamente económicos con el sector productivo, abandonando sus preceptos fundamentales y convirtiéndose en una institución cuya misión pasa a ser producir ingresos en lugar de conocimientos.
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En tercer lugar, y como consecuencia de que las universidades van estrechando lazos de colaboración con la sociedad – contrayendo gradualmente compromisos de diversos tipos: sociales, económicos, culturales – , va teniendo lugar un proceso gradual de pérdida de su autonomía. Es natural que eso ocurra cuando la universidad abandona sus marcos tradicionales y se vincula de un modo más orgánico con el resto de la sociedad, debido a que esos nexos llevan consigo nuevas relaciones y con ello se comprometen determinados objetivos comunes, que de una forma u otra ejercen su influencia en el gobierno universitario, con más fuerza cuanto mayores son estos compromisos 11. Al final de este siglo, la universidad está confrontada a dificultades, perturbaciones y a veces a crisis, que no puede llegar a dominar con las herramientas y medios que dispone. La universidad está confrontada a cambios rápidos y sostenidos debidos al progreso científico y tecnológico. Ésta se encuentra obligada a hacer frente a cambios que la afectan en lo interno, y a encontrar soluciones a los nuevos desafíos presentados en el sector económico y en el conjunto de la sociedad. Estos cambios complican la situación y el rol de la universidad y hacen difícil el análisis y el aporte de soluciones. A fin de crear nuevos enfoques e instrumentos organizacionales adecuados, la universidad debe ser autónoma, muy dinámica e innovadora. Pero los cambios que la afectarán no van necesariamente en el sentido de la autonomía. La universidad vive bajo el peso de una sobrecarga de demandas económicas, tecnológicas, sociales, políticas y culturales. En esa situación incierta, imprevisible y a veces dicotómica 12.
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Horruitiner Silva Pedro RETOS Y DESAFIOS DE LA UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA CONTEMPORANEA – Editorial Red Iberoamericana de Pedagogía 12 Houssine Dridi, Manuel Crespo Las actual es tendencias de cambio en las universidades frente al siglo XXI Educación Superior y Sociedad, Vol 10, No 2 (1999)
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CAPITULO II RETOS DE LA UNIVERSIDAD AL SIGLO XXI 2. RETOS DE LA UNIVERSIDAD RUMBO AL SIGLO XXI El siglo XXI está demandando por intermedio de los desafíos que plantea, y lo hará cada vez con más fuerza en el futuro próximo, que nuestra universidad de gestión pública desempeñe las funciones que corresponden a su rol en la sociedad como uno de los actores relevantes en la generación y distribución del conocimiento. Para protagonizar ese rol, el sistema universitario latinoamericano tiene que realizar una reflexión profunda acerca del impacto que la diversidad étnica, racial y cultural, sumado a las múltiples manifestaciones de la exclusión en nuestra región, provoca en los sistemas, estructuras e instrumentos de gestión de nuestros sistemas educativos, responsables de garantizar la inclusión y la equidad en el conocimiento generado y distribuido. Es en este sentido que la interculturalidad se refiere a poblaciones despojadas de sus tierras y radicadas en las grandes ciudades — que es donde están la mayoría de nuestras universidades — conformando en su mixtura con diversas corrientes inmigratorias13.
2.1. El reto de construir una sociedad justa basada en el conocimiento Posiblemente el desafío que más englobe a nuestras universidades en el siglo XXI sea el de contribuir significativamente a construir una sociedad basada en el conocimiento, que afronte con eficacia y equidad los grandes problemas de la región. No obstante los logros alcanzados, el proceso de cambio en América Latina ha dejado sin resolver un problema crucial: la pobreza extrema de grandes segmentos de la población, asociada a la peor distribución del ingreso en todas las regiones del mundo. En efecto, el número absoluto de pobres 13
http://www.edutecne.utn.edu.ar/univ_siglo_xxi/univ_siglo_xxi.pdf consultado lunes 09 de junio 9:30 am
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aumentó y el perfil distributivo empeoró desde el comienzo de los años 80 hasta el presente. Sólo recientemente el porcentaje de pobreza insinúa un leve descenso, y se han iniciado importantes inversiones en los sectores sociales que, junto a las transformaciones institucionales del Estado, comienzan a configurar lo que algunos denominan la «segunda generación de reformas». Por otra parte, el hecho más característico de la sociedad contemporánea es que cada vez más depende del conocimiento. Con el advenimiento de las biotecnologías y la próxima «era genética» del siglo XXI, con la química fina, con los nuevos materiales y con tantas otras tecnologías revolucionarias, esta tendencia se agudizará sin duda en el futuro; la capacidad de producir y usar conocimiento será considerada crecientemente como el recurso de mayor importancia de las naciones y como el aspecto determinante de su productividad. Lamentablemente, nuestra región es muy débil en el campo de la capacidad para trabajar con el conocimiento y para utilizarlo agregando valor a nuestra producción económica. En este nuevo siglo, la única forma en que podremos aumentar la productividad sostenidamente, cerrar las brechas sociales, mantener altas tasas de crecimiento económico, crear nuevos empleos mejor remunerados y ser competitivos a escala mundial, es afrontando en serio el tema del conocimiento, tan asociado a la educación superior. Equidad y conocimiento son, entonces, las dos grandes asignaturas pendientes de nuestra región, que deberían fundirse indisolublemente en el quehacer universitario latinoamericano.
2.2. Afianzar la identidad cultural iberoamericana en un mundo globalizado La función universitaria de preservación, difusión y creación de cultura incide profundamente en la concepción y valoración de sí mismas de las respectivas sociedades, mientras las publicaciones universitarias, la conceptualización de fenómenos y valores, la creación de discursos, modos de pensamiento y entornos intelectuales impactan continuamente la conciencia colectiva. La 16
literatura, las artes, la elaboración histórica, los modelos de enseñanza, la filosofía, las concepciones de la divinidad, todas las ciencias y las técnicas, los paradigmas de sociedad, las valoraciones éticas, la política y las leyes, son afectados por lo que ocurre y lo que deja de ocurrir en esas instituciones, cuyo secreto de supervivencia milenaria tiene mucho que ver con la importancia de su impacto en la cultura de las sociedades. Estas instituciones son, pues, una parte insustituible del acervo y de la identidad cultural de las naciones, y no vale enjuiciar su labor con los reducidos parámetros de una disciplina limitada. La función cultural de las universidades tiene una especial importancia en un mundo globalizado que, a través de otras influencias, tiende a la masificación mimetizante de la expresión cultural y a la correspondiente pérdida de identidad de los conglomerados humanos. La rica pluralidad de la globalización sólo se puede realizar desde la especificidad del sentido de cada grupo que la integra, y éste sólo lo otorgan aquellas cosas que valora cada colectividad y las propias manifestaciones de su vida, es decir, la propia cultura. La tensión entre globalización y particularización, tan importante en el mundo del futuro, sólo puede ser creadora y pacífica a través de la compatibilización de diferentes expresiones culturales, a las que la educación superior tiene tanto que aportar 14.
2.3. Transformar los sistemas educativos de la región En nuestra región se ha venido produciendo un consenso cada vez más generalizado de que la educación es, simultáneamente, crucial para el crecimiento económico, clave para mejorar la equidad social y necesaria para la participación de los ciudadanos en la vida política de todos los países. Sin embargo, persisten problemas de baja cobertura en muchas zonas y, sobre todo, uno grave referido a la baja calidad de la educación, que está además asociado a la estratificación social y tiene, por tanto, una imbricación profunda con el problema de la equidad. Es más, en virtud de la expansión de 14
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=62830514 revisado el 09/06/2014 hora: 10:00 am
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la matrícula en las últimas décadas, el gran problema de equidad educativa en la región ya no radica tanto en el acceso cuanto en la diferencia abismal de calidades entre la educación de los niños ricos y los niños pobres. Eso quiere decir que el punto focal de una reforma educativa en la región debe ser la elevación significativa y generalizada de la calidad de la educación, porque ahí está ahora su principal problema y porque en esa dirección se irán articulando las necesidades y demandas de la sociedad. Dicho cambio debe responder a las tendencias más relevantes de la época actual, que condicionan el desarrollo de toda sociedad, tales como la democratización, la globalización y la revolución tecnológica mundial. Tiene que realizarse con el mayor consenso, participación y esfuerzo posibles de los agentes sociales. Debe involucrar a todos los recursos y procesos de la educación, tiene que sostenerse en un esfuerzo prolongado y sistémico y atender a todas las dimensiones de la tarea educativa, sin engañarse con nuevas panaceas ni acudir a simples recetas organizativas y financieras.
2.4. Prolongar la educación durante toda la vida Si uno observa las tendencias de mediano y largo plazo, como debe hacerse cuando se trata de los sistemas educativos, es evidente que el desarrollo tecnológico continuamente hace obsoletas las anteriores formas de trabajar, exige adaptarse a nuevas técnicas y valora la capacidad de aprender muy por encima de las destrezas específicas para el manejo de determinadas máquinas, especialmente las destrezas manuales que pueden ser sustituidas por nuevas máquinas. Lo anterior enfatiza la necesidad de la educación continua, o bien, si se prefiere, la conveniencia de un sistema iterativo de formación y capacitación para toda la vida, como el propuesto por el conocido Informe Delors. Este sistema dividiría la educación a que toda persona tendría derecho y obligación en dos períodos: uno inicial, de educación general, que pusiera las bases de todo lo que viene después, y otro posterior que la persona podría elegir de diversas maneras según su conveniencia, fragmentándolo en varios lapsos 18
breves a lo largo de la vida, o estudiando por más tiempo en un plan de mayor contenido, u otro posiblemente vinculado a cambios drásticos en la ocupación. Para todo esto tiene particular importancia lo antes dicho sobre los sistemas de acreditación, es decir, la evaluación y certificación confiables de calidad15.
2.5. Emplear eficazmente los nuevos medios tecnológicos Las nuevas tecnologías de la información y de las telecomunicaciones ofrecen un potencial enorme de transformación de los sistemas educativos de todo el mundo, todavía no realizado. Dice un proverbio africano que«hace falta toda una aldea para educar a un niño» . En esencia, la promesa de las nuevas tecnologías es la de ampliar considerablemente las fronteras de esa aldea, es decir, la de romper las barreras de espacio, tiempo, cultura y condición socioeconómica que limitan la educación de cualquier persona, y la de emplear recursos y experiencias que hasta hace poco eran inaccesibles para el aprendizaje. Viajar a otro planeta, asistir a las clases de los mejores profesores, vivir eventos que ocurrieron en otra época, operar virtualmente el corazón de un paciente, ensayar una nueva técnica, simular un método de producción, consultar cualquier referencia documental, recibir realimentación instantánea sobre lo que uno hace, y comunicarse con cualquier persona con sonido, imagen y percepción tridimensional, deberían ser relativamente pronto aspectos integrantes de «la aldea» encargada de educar a todas las personas. Las nuevas tecnologías podrían permitir el desenvolvimiento de sistemas de aprendizaje paralelos al sistema educativo formal que ahora conocemos; sistemas con sus propios títulos y certificaciones, con una flexibilidad institucional mucho mayor, más adaptados a las necesidades específicas de aprendizaje de cada educando, y sin barreras nacionales que impidan su libre desarrollo. Como ocurrió en el pasado, la aparición de alternativas de
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http://www.elinformador.com.co/index.php?option=com_content&view=article&id=7305:universidaddel-siglo-xxi-iutopia-o-realidad&catid=39:columnas-de-opinion&Itemid=399
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educación radicalmente nuevas probablemente ejercerá una irresistible presión transformadora sobre el sistema anterior.
2.6. Hacer buena investigación científica y tecnológica El desarrollo científico y tecnológico del mundo es un fenómeno de rápida acumulación de conocimiento y de generación y difusión de sus aplicaciones productivas, que se logra mediante una actividad sistemática de alto nivel de uso de las capacidades de la mente, conocida como investigación y desarrollo experimental (I+D). La I+D no sólo es lo que produce nuevos conocimientos y técnicas, sino también lo que contribuye a la formación de profesionales creativos. Los estudiantes de ahora deberán desempeñarse en un contexto caracterizado por la rápida evolución de todas las disciplinas, así como por la creciente interdependencia y fertilización cruzada de las mismas y la necesidad de enfrentar y resolver problemas nuevos que nadie pudo prever en el curso de su formación inicial. Cuando algunos ridiculizan la investigación básica de las universidades en el tercer mundo, malentienden el problema. Fundamentalmente, no se trata en esos países de acrecentar el acervo mundial de conocimientos, sino de preparar profesionales que sean realmente capaces de resolver los problemas del futuro. 16.
2.7. Vincular a las universidades con las empresas De manera genérica, las empresas existen en cualquier sociedad para producir bienes y servicios que satisfagan necesidades humanas. En la medida en que dicha producción requiere conocimientos y habilidades que son creados en y por las universidades, en última instancia la cooperación entre ambos tipos de entidades redunda en un mayor nivel de satisfacción de necesidades de la sociedad y de sus miembros.
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http://www.udea.edu.co/portal/page/portal/BibliotecaProgramas/GestionTecnologica/ElemtosDiseno/ Archivos/ComiteUEE/Memorias/5_desarrollo_regional.pdf revisado el 09/06/2014 hora: 10:00 am
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En la actualidad existen razones más específicas para pensar que la cooperación de la universidad con el sector productivo se está haciendo más importante en todo el mundo y, por supuesto, en nuestra región. En primer lugar, la revolución tecnológica basada en la ciencia origina continuamente nuevas ventajas comparativas, deshace las tradicionales y afecta la competitividad de todas las ramas productivas. Dicho de otra forma, la capacidad de competir depende ahora mucho más de fortalezas científicas y técnicas que de los recursos naturales, de mano de obra barata o de cualquier otro factor. En segundo lugar, casi todos los países de nuestra región han adoptado modelos de apertura que exigen una inserción eficaz de sus economías en mercados cada vez más globales y competitivos. En tales circunstancias, tanto las exportaciones como las ventas de muchas empresas en los mercados domésticos pueden ser favorecidas por esa cooperación. Las condiciones actuales exigen, como condición de éxito y supervivencia, que las unidades productivas de la región aprendan a utilizar mejor el conocimiento y que las universidades ayuden más a las empresas a afrontar justamente ese reto.
2.8. Resolver el problema del financiamiento universitario La educación superior tiene aspectos de los llamados bienes públicos, y también que favorece a determinados individuos y empresas en forma de bien privado. En efecto, nadie puede apropiarse con exclusividad del conocimiento básico, de las tecnologías genéricas, del fortalecimiento y diversificación nacional de capacidades profesionales, de la preservación de la identidad cultural, del estímulo de los entornos intelectuales serios, del mejoramiento de la educación en los otros niveles, de la capacidad de un país para insertarse con eficacia en los mercados internacionales, y de realizar las demás tareas colectivas de construcción de un futuro digno para nuestra región en el siglo XXI. Por otra parte, los estudios universitarios incrementan de tal forma los ingresos personales de sus beneficiarios directos que muchas veces ello compensa con creces todos los costos de esos estudios. Este es un beneficio 21
privado que frecuentemente favorece a personas que ya se encuentran en estratos económicos medios y a veces altos de nuestros países. Los beneficios privados para otros individuos y empresas, derivados de todas las actividades universitarias, suelen ser muy apreciables y a veces espectaculares. Este carácter mixto de la educación superior de ser a la vez bien público y privado, conduce a dos grandes principios rectores para su financiamiento, que sólo podemos enunciar aquí sin discutir los detalles de las fórmulas concretas que pueden convenir a uno u otro país, de acuerdo con sus propias realidades y posibilidades. Es necesario sostener con igual claridad que no sólo el Estado tiene responsabilidades financieras en esta materia. Las universidades deben emplear con la mayor honestidad y eficiencia los recursos públicos que reciban, rendir cuentas estrictas de ello a la sociedad mediante los mecanismos que esta establezca, y diversificar todo lo posible sus propias finanzas, incorporando pagos razonables de los beneficiarios directos por los beneficios privados que estos reciban de la universidad.
2.9. Contribuir a la integración de América Latina Aunque viejo y trillado, sigue siendo cierto el dicho de que la unión hace la fuerza. Es demostrable en teoría económica del comercio internacional que los espacios económicos amplios no sólo permiten aprovechar economías de escala que no están al alcance de países pequeños y aislados, sino que pueden conducir a un mayor grado de especialización y eficiencia productiva que las que son posibles en economías reducidas y cerradas. Estos han sido los argumentos
tradicionales
a
favor
de
la
integración
económica
latinoamericana, reforzados en las últimas décadas por el éxito de los esfuerzos integracionistas de otras regiones, particularmente la europea, y la integración a vastos mercados internacionales de los países del sureste de Asia. Es evidente también que el poder negociador para cualquier transacción o logro de condiciones adecuadas en la escena internacional es proporcional a 22
las fuerzas que respalden determinada posición, y que esta consideración se hace cada vez más importante al constituirse en el mundo grandes bloques de poder económico, ante los cuales cualquier país latinoamericano resulta demasiado débil. Pero más allá de las ventajas económicas, de las semejanzas de lengua, religión, costumbres y visiones de la vida, la identificación con un todo que los latinoamericanos sentimos diferente al resto del mundo, las viejas utopías de su historia que conforman las aspiraciones de sus pueblos y la misma unidad geográfica de la región, apuntan todas a constituir una gran patria latinoamericana, cuyo anhelo han expresado siempre los grandes ciudadanos y los poetas visionarios de nuestros respectivos terruños: Bolívar, Morazán, San Martín, Darío, Neruda y Martí, entre tantos. Las universidades pueden y deberían contribuir a la integración de América Latina en el siglo XXI en una doble vertiente: la de su propia colaboración pragmática y fraternal, tan necesaria para hacer más eficaz su labor científica necesitada de masas críticas significativas, y la integración de sus países mediante investigaciones que faciliten la tarea, la formación de profesionales imbuidos de espíritu integracionista, y el refuerzo de la conciencia colectiva regional que se requiere para hacer realidad esas viejas y truncadas aspiraciones de la historia latinoamericana.
2.10.Cumplir bien las funciones universitarias tradicionales Desde la creación de las primeras universidades en Europa, en el siglo XII, estas instituciones han estado haciendo fundamentalmente lo mismo: preservar, crear y transmitir conocimientos y cultura, si bien sus contenidos concretos han variado mucho a través de los siglos. Son instituciones de acervo, en cuanto sirven de depositarias de los saberes y de los valores universales de las sociedades que les dan vida y las mantienen. Son también fábricas del intelecto, en cuanto producen nuevos saberes, ideas, información, teorías, comprobación de relaciones causales, comprensión de fenómenos, nuevas técnicas y métodos. Son crisol donde se mezclan y se forjan las 23
influencias de su medio y de su tiempo, y son también conducto que transmite contenidos cognitivos y valorativos de una generación a la siguiente. Mientras estas entidades hagan bien aquello que constituye su misión fundamental — realizar las funciones especializadas del conocimiento y la cultura de una sociedad — , continuarán existiendo indefinidamente, si bien las formas de su actividad y las disciplinas que cultivan continuarán cambiando con el tiempo y quizás más rápido ahora que nunca, porque la revolución científica y tecnológica también está alterando la forma misma en que se guardan y organizan los contenidos del conocimiento, así como los instrumentos con que se transmiten y operan. Nunca, desde la invención de la imprenta, ocurrió esto con tanta envergadura e intensidad. Es probable que, en el siglo XXI, los libros no sean de papel, que las experiencias de laboratorio se realicen en todas partes y que las aulas virtuales, con nuevas formas de interactividad, sustituyan en gran medida las de ladrillo y cemento.Las universidades que no vean esto y que no sean capaces de adaptarse a esos y otros cambios previsibles, probablemente desaparecerán. Pero nada cambiará las funciones esenciales de la institución 17.
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CONCLUSIONES Primera: La Universidad del siglo XXI tenemos que tener en cuenta que
Las
Instituciones Superiores deben renovarse constantemente según las necesidades y el entorno en el que nos desenvolvemos. Una de las herramientas básicas y primordiales es necesariamente el uso de la Tecnología.
Segunda: Las Tecnologías de Información y Comunicación que surgieron con el Boom del avance globalizado, justamente para innovar los modelos de educación con acceso a un conocimiento ampliado, con esta revolución tecnológica todas las Universidades son impulsadas a modernizar sus estructuras tanto físicas como virtuales, y es en el campo cibernético donde encontramos muchísimas posibilidades de aprendizaje mediante las TIC'S .
Tercera : La Universidad tiene la obligación de ser competitiva, donde La Tecnología y el Recurso Humano juegan un papel importante para el Desarrollo de la Educación a la cual debemos aprender a sacarle el mayor provecho, potencializando en primer lugar la capacitación del personal docente, para que a su vez ellos puedan impartir de manera apropiada los conocimientos tecnológicos a sus estudiantes. Una Universidad que no camine a la par de las Tecnologías de Información y Comunicación simplemente se quedó estancada en el siglo pasado.
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