RAYUELA: OBRA LITERARIA Y MUSICAL
ELABORADO POR: JUAN MANUEL JARAMILLO LLERAS CÓDIGO: 0149 – 064
COLEGIO ANGLO COLOMBIANO BOGOTÁ D.C. – COLOMBIA NOVIEMBRE 2011
Juan Manuel Jaramillo Lleras 0149-064
Resumen Mediante la presente monografía, se buscó establecer hasta qué punto es válido decir que, dada la influencia del jazz en la estructura y narrativa de Rayuela, esta novela de Julio Cortázar es una obra tanto musical como literaria. Para ello, se hizo un análisis detallado de la novela, así como un estudio del jazz y sus propiedades. Se encontró que existen tres elementos que caracterizan y definen al jazz: un ritmo particular conocido como swing, el papel de la improvisación, y una interpretación libre y particular. Basado en esto, se llevó a cabo el análisis de Rayuela a nivel de fondo y de forma, encontrando similitudes entre las propiedades de la novela y las del jazz. Se vio por ejemplo, que la manera poética de escribir de Cortázar produce un ritmo que él mismo describe como swing, que la forma de escribir del argentino a veces parece tan improvisada como un solo jazzístico y que el lector de la novela también debe improvisar la lectura de la misma. Finalmente, se estableció la importancia de la interpretación en la novela; partiendo de los comentarios del ficticio Morelli, así como comentarios del autor en entrevistas y el análisis de la misma novela, se hizo evidente que Rayuela es una novela que invita a la interpretación personal de cada lector, y que dicha interpretación será una auto reflexión y reflejara la personalidad de quien la ejecuta. Estos elementos compartidos entre la música jazz y la novela, permitieron llegar a la conclusión de que Rayuela es, en efecto, una obra tanto musical como literaria y que Cortázar utilizó al jazz como modelo para revolucionar el mundo de la novela y la literatura. Número total de palabras: 278
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Índice
INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 4 EL JAZZ: BREVE HISTORIA E IMPORTANCIA CULTURAL ................................. 5 RAYUELA: SU ESTRUCTURA Y PROPIEDADES JAZZÍSTICAS ............................ 6 SWING ............................................................................................................ 6 IMPROVISACIÓN ................................................................................................ 8 INTERPRETACIÓN ............................................................................................. 10 CONCLUSIÓN ............................................................................................. 12 BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................... 13
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Introducción A medida que se avanza en la lectura de la novela Rayuela, del escritor argentino Julio Cortázar, el lector siente que está experimentando algo que va más allá de la literatura; una multiplicidad de artes, ideas, conceptos y juegos que, complementada con citas, referencias y canciones, se transforma en un experimento tan trascendental como único. Si se es amante de la música jazz, se identificarán en Rayuela constantes referencias a artistas y composiciones, así como propiedades musicales del jazz, transpuestas al mundo de la literatura, particularmente en cuanto a la estructura de la obra. Las cualidades interpretativas e improvisadoras que son tan características del jazz, se pueden apreciar en la novela, donde Cortázar le permite al lector hacer su propia interpretación de la lectura mediante la improvisación de la misma. De esta manera Rayuela es, de cierta forma, un jazz; una composición artística donde se trata un tema principal y se improvisa alrededor de este, utilizando distintas voces y puntos de vista, y permitiendo la interpretación personal del lector, que en este caso se ve convertido en lo que se conoce como un ‘Jazzman’; intérprete y artista del jazz. Mucho se ha dicho y escrito acerca del jazz en Rayuela; las múltiples referencias a artistas y obras, la inspiración de acciones y personajes, y la influencia en la organización de la novela y en la forma de escribir de Cortázar, sin embargo, proponer a Rayuela como una obra ‘jazzística’ es una arriesgada pero interesante teoría que vale la pena ser desarrollada, investigada y sustentada. Personalmente, como amante de la obra de Julio Cortázar y sobre todo de la música y del jazz, es interesante desarrollar esta investigación sobre la relación entre ambos, pues es algo que me apasiona y que no ha sido muy estudiado por expertos. Mi formación como músico e intérprete de jazz, así como lector apasionado y conocedor de la obra de Cortázar, me permite hacer un análisis adecuado y musicalmente confiable, desde el punto de vista literario, discutiendo aspectos tales como; el efecto sobre el lector, la forma de escritura y principalmente, la estructura del texto. Se desarrollará una breve pero adecuada explicación de lo que es el jazz a nivel cultural y musical, y cómo es la estructura comúnmente utilizada para su composición e interpretación. Habiendo discutido esto, se establecerá la relación entre la estructura de Rayuela y la estructura de la música jazz, determinando factores comunes entre las dos, tales como voces narrativas, puntos de vista, orden de la historia y el papel del lector/oyente/intérprete. De esta forma, se pretende comprobar el siguiente problema de investigación; ¿hasta qué punto es válido decir que, dada la influencia del jazz en la estructura y narrativa de Rayuela, esta novela de Julio Cortázar es una obra tanto musical como literaria? Página 4 de 13
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El Jazz: Breve historia e importancia cultural Para entender las razones por las que Julio Cortázar utiliza el jazz como influencia y modelo estructural para su novela Rayuela, debemos entender sus orígenes y la importancia cultural que esta música ha tenido desde su nacimiento. La música jazz tiene sus raíces en distintas culturas y corrientes musicales que existieron en Estados Unidos de Norteamérica a finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX. Un encuentro entre los melancólicos cantos de los esclavos negros, la música ragtime, interpretada en el piano y ritmos europeos como el vals y el minueto, dieron nacimiento a lo que sería el jazz; la primera música estrictamente norteamericana. Según la musicóloga Eileen Southern, “la fusión del blues y del ragtime con las fanfarrias y la música de daza sincopada da nacimiento al jazz, música que se desarrollará según sus características propias”
(Southern, 1971)1. La segregación de los negros y mestizos en el barrio aislado de Storyville, New Orleans, llevó al desarrollo del jazz, convirtiendo a Storyville en ciudad de los músicos y las bandas que luego migrarían a las grandes ciudades tras su cierre. De esta forma, el jazz se esparció por todo el país, convirtiéndose en uno de los mayores movimientos culturales del siglo XX, y llegando a transformarse y dividirse en múltiples géneros, subgéneros, estilos, escuelas y movimientos. Toda esta historia del jazz, desde su nacimiento hasta el momento de escribir Rayuela, la conoce Cortázar y la menciona en el capítulo 17 de la novela. “…al fin y al cabo de esos viejos discos, de los show boats y de las noches de Storyville había nacido la única música universal del siglo, algo que acercaba a los hombres más y mejor que el esperanto, la Unesco o las aerolíneas, una música bastante primitiva para alcanzar universalidad y bastante buena para hacer su propia historia, con cismas, renuncias y herejías, su charleston, su black bottom, su shimmy, su foxtrot, su stomp, sus blues, para admitir las clasificaciones y las etiquetas, el estilo esto y aquello, el swing, el bebop, el cool, ir y volver del romanticismo y el clasicismo, hot y jazz cerebral, una música-hombre, una música con 2
historia…” (Cortázar, 1963) . Evidentemente, Cortázar ha estudiado el jazz; conoce sus
orígenes y su importancia cultural y por esto pretende mediante la literatura, conseguir lo que el jazz ha conseguido, es decir, ser un lenguaje universal que una a los hombres y que carezca de limitaciones y vacíos. Para Cortázar, el jazz representa libertad, universalidad, humanismo; un momento de impulsividad e improvisación que no se repetirá nunca; una espontaneidad de la que, en su concepto, carece la literatura (o por lo menos carecía hasta que aparece Rayuela) y sobre todo, una música que logra una conexión entre el artista y el público que ninguna otra música o arte había logrado hasta ahora. Todos estos 1
Southern, E. Citada por El Hadji Amadou Ndoye en En Torno a La Literatura Hispanoamericana , p. 97
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Rayuela, p. 100
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aspectos los implementa Julio Cortázar en la estructura, narrativa y escritura de Rayuela, y mediante ello, consigue lograr lo deseado: una obra espontanea; improvisada tanto por el escritor como por el lector, interpretada de una manera única e irrepetible y carente de las limitaciones del lenguaje y las reglas establecidas de la literatura universal y moderna. A nivel de temática, el jazz representa a un pueblo reprimido que busca separarse de una cultura ajena y represora; es, simbólicamente, el surgimiento de una nueva cultura africana en américa, que busca liberarse de la dominación de los blancos y desarrollar sus propias características como sociedad emergente. Esto es importante, pues esa búsqueda de las comunidades afro americanas por despojarse de la dominación externa y encontrar un “centro” es precisamente lo que vive Horacio Oliveira, el protagonista de Rayuela, y en lo que se basa la principal temática de la novela.
Rayuela: su estructura y propiedades jazzísticas Según el crítico y escritor alemán, Joachim-Ernst Berendt, el jazz tiene tres elementos básicos que lo caracterizan: un idiosincrásico ritmo conocido como ‘swing’, el
importante papel de la improvisación y un estilo de interpretación que permite reflejar la personalidad de quien lo ejecuta 3. Cortázar siempre busca implementar estos tres elementos en su escritura y sin duda lo consigue con Rayuela. El presente estudio se basará en estos tres elementos, y a partir de ellos, se establecerá su relación con Rayuela y la manera en la que Cortázar consigue incluirlos en la novela. Swing El primer elemento es el swing, definido en el glosario de jazz Jazz ‘ in América’
como "cuando un intérprete individual o un conjunto toca de una forma tan rítmicamente coordinada que provoca una respuesta visceral del oyente (hasta el punto de provocar el tamborileo de los pies y el cabeceo de la cabeza). Una sensación de irresistible flotabilidad 4
gravitatoria que desafía incluso la misma definición verbal". Esto es precisamente lo que
podemos notar en la poética manera de escribir de Julio Cortázar. La combinación de pausas y cortes, así como el particular manejo de la gramática y la narración que utiliza el autor, produce un ritmo inherente a la escritura de Cortázar, distinto al de la poesía o la escritura novelesca; un ritmo tan especial y único que sólo puede ser comparado con el ritmo de las grandes orquestas de los 30’s y, a menudo, con el acelerado y ecléctico ritmo
del be-bop. Este ritmo y estilo contribuyen a una prosa poética que se puede apreciar en 3
Berendt, El Jazz: De Nueva Orleans al Jazz Rock , 1994
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The Thelonious Monk Institue of Jazz. Jazz in America . www.jazzinamerica.org/JazzResources/Glossary/q/zz
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el capítulo siete de la novela, narración de un acto amoroso entre Oliveira, quien narra, y la Maga. A continuación un extracto: “Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, muriéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio”
(Cortázar, 1963).5 El uso de repeticiones (“Me miras, de cerca me miras”) y pausas (“los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen”) producen una síncopa particular, y, sin
necesidad de rimas u otros aspectos normalmente asociados con el ritmo, Cortázar consigue implementar un latido y un swing característico de su escritura. Esa respuesta visceral que busca conseguir el jazz la consigue Cortázar, y el lector siente, a medida que transcurre la lectura, que las frases adquieren un ritmo musical nunca antes visto en la literatura. También vemos reiteradamente, el uso de figuras retóricas que contribuyen a este particular ritmo. Por ejemplo, en el siguiente texto, se puede identificar el uso de la aliteración mediante la repetición de la consonante C: “La púa crepitaba horriblemente, algo empezó a moverse en lo hondo como capas y capas de algodones entre la voz y los oídos, Bessie cantando con la cara vendada, metida en un canasto de ropa sucia y la voz salía cada vez más ahogada, pegándose a los trapos salía y c lamaba sin cólera ni limosna”
(Cortázar, 1963) 6. Esta aliteración produce una sensación rítmica y musical que contribuye a la noción de la prosa poética con cierto swing, sin embargo, no es absolutamente necesaria, y para el autor, no define el ritmo de la novela, tan sólo contribuye a él. En los “capítulos prescindibles” de la novela, Cortázar, mediante el ficticio Morelli,
comunica sus ideas acerca de la creación poética, la narrativa y la novela. Morelli es, dentro de la historia, un escritor que discute un proyecto literario que es, evidentemente 7 Rayuela. Acerca de esto Santiago Juan-Navarro dice que “la obra que comenta Morelli es Rayuela (o, al menos, una novela destinada a ser la preceptiva literaria de la imaginaria Rayuela). La novela se convierte así en teoría y praxis de s í misma” (Juan-Navarro, 1992) .
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Rayuela, p. 54
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Rayuela, p. 73
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Dr. Santiago Juan-Navarro. Maestro de español en el D epartamento de Lenguas Modernas de la Universidad Internacional de Florida.
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De esta forma, a medida que se avanza en la lectura de la novela, podemos explorar la concepción que su autor tiene acerca de la misma a nivel literario. En el capítulo 82, Morelli reflexiona: “(…) yo escribo dentro de este ritmo, escribo por él, movido por él y no por eso que llaman el pensamiento y que hace la prosa, literaria u otra (…) inmediatamente se inicia el swing, un balanceo rítmico que me saca a la superficie, lo 8
ilumina todo” (Cortázar, 1963) . Podemos ver entonces la importancia del swing en el
proyecto literario de Morelli, es decir, en la Rayuela de Cortázar. Acerca de esto, el mismo Cortázar dice en una entrevista: “El jazz es para mí -la música en general, y el jazz en particular- una especie de presencia continua incluso en lo que yo escribo ( … ) mi trabajo de escritor se da de una manera en donde hay una especie de ritmo que no tiene nada que ver con la rima y con las aliteraciones; es una especie de latido, de swing, como dicen los hombres de jazz, una especie de ritmo que si no está en lo que yo hago, es para mí la prueba de que no sirve y hay que tirarlo y volver hasta finalmente conseguirlo” (Cortázar, 1977). El autor admite que el jazz es una importante
influencia en su manera de escribir y que siempre busca un ‘swing’ en lo que escribe, lo cual se evidencia en la novela . Improvisación La improvisación es un aspecto clave de la novela; esta característica del jazz la toma Cortázar y la implementa en su obra, de tal manera que, no solo su escritura sea improvisada, sino también su lectura y su interpretación. El propósito de hacer esto es buscar un leguaje espontáneo y natural que pueda romper con las convenciones lingüísticas y que a la vez, mediante el caos narrativo, represente el caos en el que se desenvuelve la historia y los personajes. Si bien existen momentos en que el jazz puede considerarse caótico, como es el caso de free jazz, en el que los interpretes se despojan de las reglas armónicas, melódicas y rítmicas para alcanzar una música absolutamente libre de limitaciones, puede tener estructuras y momentos definidos. Éste es precisamente el caso de Rayuela, en la que, de a momentos, encontramos pasajes caóticos, repletos de ideas sueltas y cambios de idiomas pero también, momentos estructurados, donde la gramática y la narrativa lógica son herramientas importantes. De esta idea de libertad y rompimiento con las convenciones lingüísticas nace el “glíglico”, un lenguaje inventado por la Maga que pretende revelarse contra el lenguaje
común, considerado como imperfecto y de a momentos, engañoso. El gíglico se burla del lenguaje racional y lo transgrede. Para Juan-Navarro, es un lenguaje que “consiste en la combinación de virtualidades fonéticas y morfológicas siguiendo patrones rítmicos y 8
Rayuela, p. 522
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Juan Manuel Jaramillo Lleras 0149-064 musicales” (Cortázar, 1992). Nuevamente, vemos la importancia del ritmo y la musicalidad
en la narrativa de Cortázar, y podemos ver un ejemplo de esto en el capítulo 68 de la novela, que está escrito en gíglico, y narra un acto amoroso entre la Maga y Oliveira: “Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban 9
hasta el límite de las gunfias” (Cortázar, 1963).
Esta idea es tomada del jazz, en donde se transgrede constantemente la manera de transmitir ideas y se permite una libertad absoluta. El fraseo del autor es, en cierta medida, equivalente al fraseo de un intérprete o solista de jazz. A medida que un solista improvisa frases, crea nuevas ideas espontáneas y las interpreta de una manera particular, haciendo pausas deliberadas o tocando una sucesión de notas musicales ininterrumpidas que requieren de una bocanada de aire (en el caso de un instrumento de viento). De esta misma forma escribe Cortázar; haciendo caso omiso a las reglas literarias pre-establecidas y cambiando frecuentemente de ideas y hasta lenguajes; lanzando palabras y dividiéndolas por punto y seguidos, o disparando torrentes de ideas y frases que no permiten pausas. Se puede ver este estilo de escritura en el capítulo dieciocho: “El hombre desciende de las ranas...Blind as a bat, drunk as a buterfly, foutu, royalment foutu devant les portes que peut-être… (Un pedazo de hielo en la nuca, irse a dormir. Problema: ¿Johnny Dodds o Alben Nichols? Dodds, casi seguro. Nota: preguntarle a Ronald.) Un mal verso, aleteando desde la claraboya: «Antes de caer en la nada con el último diástole…» Qué mamúa padre. The door of perception, by Aldley Huxdous. Get 10
yourself a tiny bit of mescalina, brother, the rest is bliss and diarrhea.” (Cortázar, 1963) .
De esta forma, Cortázar presenta los pensamientos de Horacio Oliveira durante una reunión del Club de la Serpiente, grupo de amigos que se reúnen a escuchar jazz, filosofar, discutir acerca del arte y la literatura, fumar y tomar vodka. Escrito por Cortázar como un solo improvisado, este monólogo presenta todas las ideas y pensamientos que aborda Oliveira mientras escucha jazz y observa a sus alrededores; los amigos del Club, el humo del cigarrillo y las botellas de vodka vacías. Para el lector, Oliveira puede ser, en ese momento, como el saxofón de Charlie Parker 11, que dispara frases e ideas y uno, el lector,
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Rayuela, p. 488
10
Rayuela, p. 106
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Charlie Parker. Considerado como uno de los mejores saxofonistas de ja zz en la historia. Cortázar basa su
cuento ‘El Perseguidor’ en él.
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es el mismísimo Parker: el intérprete de esas ideas; el encargado de darle forma y sentido a los que piensa Oliveira. Dicha improvisación se da, al igual que en el jazz, sobre un tema. En el jazz, se establece un tema que consiste de una progresión armónica y una melodía. A partir de esto, se puede llevar a cabo una improvisación basada en las propiedades del tema pero consistente en la creación de nuevas ideas espontáneas e irrepetibles. De igual forma, Cortázar improvisa alrededor del tema de la búsqueda del absoluto; Horacio Oliveira, en su angustia existencial, lleva a cabo una búsqueda ontológica de una realidad y un “centro”, mientras que Morelli busca una trascendencia lingüística que acabe con su lucha
entablada con las convenciones literarias y las palabras. Sobre este tema de la búsqueda y el progreso, Cortázar improvisa, creando personajes y escenarios que contribuyen al desarrollo de Oliveira como persona y de Morelli como escritor. Puede decirse entonces que el autor toma la estructura típica y característica del jazz y la utiliza en su literatura, improvisando sobre un tema definido y desarrollando a partir de eso, sub-temas e ideas nuevas, alcanzado reflexiones filosóficas y artísticas. Así como su escritura está basada en las propiedades de improvisación del jazz, su lectura también lo debe estar; en Rayuela, el lector ocupa un papel tan importante como el del autor. Cortázar le permite al lector improvisar la lectura de la novela, aconsejando que el lector la lea en el orden que desee, pues cada lectura llevara a una interpretación distinta y única. Esto nos lleva al tercer y último aspecto clave del jazz: una interpretación que permite reflejar la personalidad de quien lo ejecuta. Interpretación Así como en el jazz un intérprete o ejecutante tiene la libertad de dar el sentido y forma que desee a una pieza musical, el lector de Rayuela la tiene con la lectura de la novela. Esta interpretación normalmente será un reflejo de la personalidad y naturaleza de quien la ejecuta y le permitirá reflexionar acerca de sí mismo y formar parte de la música como tal. Esto lo busca Cortázar, permitiendo un juego entre lector y escritor del que Juan-Navarro dice “los propios personajes leen l a novela al mismo tiempo que es escrita por el autor y nosotros, lectores, reproducimos esa misma dinámica. Producción y recepción se equiparan en una actividad común. El escritor deviene lector, el lector, escritor” (Juan-Navarro, 1992). Entonces, el lector, tan importante como el autor, puede
dar el sentido que desee al texto e inclusive puede viajar a lo largo de él, convirtiéndose en un punto de vista móvil. Sobre esto dice Cortázar: “ (Rayuela) fue una tentativa para tratar de eliminar, de ver de otra manera, el contacto entre una novela y su lector (…) toda la tentativa del libro es destinada a que la actitud del lector que lee novelas se modifique. La actitud el lector es, en general, una actitud pasiva
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Juan Manuel Jaramillo Lleras 0149-064 (…) A mí se me ocurrió (…) escribir un libro en donde el lector pudiera (…) crearse un mundo en el cual él desempeñaba un nivel activo y no pasivo. (…) es lo que yo llamo en el libro el lector cómplice.” (Cortázar, 1977).
Vemos pues como Cortázar busca que el lector sea más que solo un público; busca que sea un intérprete y forme parte de la historia y de la obra literaria. El papel de configurador de la obra (ensamblando segmentos y puntos de vista) y de intérprete, así como la angustia existencial y búsqueda ontológica de Oliveira tiene un efecto sobre el lector; un proceso auto reflexivo. Así como Oliveira busca su identidad como persona y Morelli busca su identidad literaria, el lector puede llegar a hacer de la novela, una búsqueda de identid ad. El autor pretende que el lector sea un “cómplice”, dispuesto a sufrir la angustia y búsqueda de Oliveira y, en un segundo plano, de Morelli. Este proceso de lectura llega a tener en el lector un valor terapéutico, llevando a que en el texto, se proyecte su Yo, su “centro”, como lo describe Cortázar en la novela, descubriendo facetas desconocidas de su personalidad. Esta es quizás la más importante propiedad del jazz que Cortázar toma para su escritura. En el jazz existen los llamados “standards” , que son canciones con una armonía y melodía especifica pero que permiten una interpretación distinta para cada ejecutante. De esta forma, cada jazzman toma un standard y transmite, mediante se interpretación, su personalidad y musicalidad. Podemos tomar a Rayuela como un standard de jazz con una temática específica pero abierta a la interpretación personal de todo ejecutante que desee leerla. De esta forma, cada ejecutante pondrá algo de sí mismo en la pieza y podrá mediante ella, encontrar rasgos de su personalidad que antes desconocía. Cortázar dice: “(…) cada músico crea su obra, es decir que no hay un intermediario, no existe la 12
mediación de un intérprete (…)” (Cortázar, 1978) . Podemos ver cómo, para el autor,
despojar al lector de un intermediario y permitirle ser intérprete directo es una cualidad del jazz que admira y busca implementar en su escritura. En el capítulo 79 de la novela, Morelli dice “(…) el lector podrá llegar a ser copartícipe y copadeciente de la experiencia por la que pasa el novelista (…) Todo ardid estético es inútil para lograrlo: sólo vale la materia en gestación, la inmediatez vivencial (transmitida por la palabra, es cierto, pero una palabra lo menos estética posible; de ahí la novela ‘cómica’, los anticlímax, la ironía, otras tantas f lechas indicadores que apuntan 13
hacia otro lado)” (Cortázar, 1963) . De esta forma, entendemos las razones de Cortázar
para trasgredir la estructura y narrativa de la novela clásica; busca establecer una relación 12
Conversaciones con Cortázar , p. 104
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Rayuela, p. 517
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entre el autor y el lector nunca antes vista en la literatura, efecto que el jazz consigue a la perfección en el mundo de la música y Cortázar consigue, con Rayuela, en el mundo de la literatura.
Conclusión Hemos visto como los tres elementos claves que definen y caracterizan al jazz son implementados por Julio Cortázar en su novela Rayuela. El escritor reconoce la influencia que esta música tiene en él y en su literatura y, haciendo un estudio detallado de esta novela, se puede detectar un swing característico en la escritura y narrativa, un papel importante por parte de la improvisación y la posibilidad de interpretaciones múltiples que relejen la personalidad del lector. La prosa poética de Cortázar, así como su uso de pausas, cortes, repeticiones y aliteraciones, le otorgan un ritmo particular tan solo comparable con el swing en el jazz. De esta música, Cortázar también toma prestada su característica de improvisación; el autor transgrede las convenciones lingüísticas y narrativas hasta el punto de crear nuevos lenguajes. Las ideas de los personajes son tan improvisadas como un solo de trompeta de Dizzy Gillespie14, proponiendo ideas entrecortadas y creando monólogos que pueden llegar a ser incongruentes y hasta incoherentes. De igual manera, la lectura de la novela puede ser improvisada por su lector, quien tiene la libertad de leer la novela en el orden que desee y tiene la labor de ensamblar segmentos e ideas a su criterio. De esta forma se consigue el tercer aspecto clave del jazz que se ve en Rayuela; la interpretación. Con Rayuela, Cortázar busca darle un papel al lector tan importante como el del autor y la lectura de la misma se presta a interpretaciones que llegarían a reflejar la personalidad de quien la lee. Esta característica sumerge al lector en una búsqueda de identidad semejante a la del protagonista, Oliveira, y cumple una función auto reflexiva que puede llevar a revelar características e ideas antes desconocidas. Por estas razones, es más que justo y correcto proponer a Rayuela como una obra no sólo literaria, sino musical. El interés de Cortázar por el jazz lo llevó a tomar sus características y transponerlas a su literatura para crear un nuevo tipo de novela y transformar su efecto sobre los lectores, y esto se ha conseguido demostrar clara, lógica y coherentemente, sustentando con citas de la novela, de estudiosos y expertos en inclusive del mismo escritor, quien no oculta ni ignora la importancia e influencia de esta música en su escritura y en Rayuela. Número total de palabras: 3989
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Dizzy Gillespie. Importante trompetista de jazz.
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Bibliografía
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