Colección poesía del mundo Serie Antologías
Poesía nicaragü nicaragüense ense
Caracas - Venezuela 2007
Poesía nicaragüense
Ministerio del Poder Popular para la Cultura Fundación Editorial el perro y la rana
© Fundación Editorial el perro y la rana, 2007 Av. Panteón, Foro Libertador, Edif. Archivo General de la Nación, planta baja, Caracas 1010. Telfs.: (58-212) 564 24 69 / 808 44 92 / 808 49 86 / 808 41 65 Fax: (58-212) 564 14 11 Correos electrónicos:
[email protected] [email protected] [email protected] Hecho el depósito de Ley Depósito legal: Nº lf40220068001208 ISBN: 980-376-319-9 (Colección) ISBN: 980-396-100-4 (Título)
Diseño y diagramación de colección: Fundación Editorial el perro y la rana, 2007 Diseño de portada: Clementina Cortés Rediseño de portada: Fundación Editorial el perro y la rana Edición al cuidado de: Paola Yánez Diagramación: Raylú Rangel Corrección: Marjori Lacenere Gema Medina Impreso en Venezuela
Presentación Poesía del Mundo , de todas las naciones, de todas las lenguas, de todas las épocas: he aquí un proyecto editorial sin precedentes cuya finalidad es dar a nuestro pueblo las muestras más preciadas de la poesía universal en ediciones populares a un precio accesible. Es aspiración del Ministerio del Poder Popular para la Cultura crear una colección capaz de ofrecer una visión global del proceso poético de la humanidad a lo largo de su historia, de modo que nuestros lectores, poetas, escritores, estudiosos, etc., puedan acceder a un material de primera mano de lo que ha sido su desarrollo, sus hallazgos, descubrimientos y revelaciones y del aporte invalorable que ha significado para la cultura humana. Palabra destilada, la poesía nos mejora, nos humaniza y, por eso mismo, nos hermana, haciéndonos reconocer los unosalosotrosenelmilagroqueestodalavida.Porlasolidaridad entre los hombres y mujeres de nuestro planeta, vaya esta contribución de toda la Poesía del Mundo.
Sobre la presente edición La primera antología de poesía nicaragüense fue producto del esfuerzo del poeta Ernesto Cardenal. Por motivos políticos no fue conocida en Nicaragua hasta 1981, a dos años del triunfo de la Revolución Sandinista, bajo los auspicios de la editorial Nueva Nicaragua. Esta edición tuvo la oportunidad de mostrar al mundo una poesía que nunca había dejado de innovar y revolucionar, manifestando que no se había secado la savia del árbol plantado desde Rubén Darío. En 1997, el propio Ernesto Cardenal actualizó la antología con nuevos autores, titulándola Flor y canto . A partir de aquella primera antología de poesía nicaragüense han aparecido algunas otras, con distintos esquemas, pero con el mismo espíritu de proyección internacional, y de correspondencia con las voces del continente. Esta nueva antología sirve a ese mismo propósito de difusión de la poesía de este hermano país centroamericano. Difícil resumir en pocas páginas lo más importante de la creaciónpoéticadeunpaísenunsigloentero,peroporfortuna hemos contado con la sagaz inteligencia y claridad deYolanda Blanco, quien contribuyó a la proyección de esta poesía a travésdesu Antología de poesía nicaragüense aparecidaenel portal de poesía Dariana. Ella no encabeza la selección con Rubén Darío, figura que consideramos indispensable para esta edición. Las antologías poéticas consultadas han esquematizado la literatura nicaragüense por décadas, saltándonos a discreción esta particular característica, hemos reunido en la IX
presente muestra a algunos poetas —por supuesto, no a todos— comenzando por Rubén Darío y culminando con los poetas más cercanos a nuestro tiempo. En suma, cincuenta poetas y más de cien poemas para deleitarse en este recorrido porunsiglodeversosnicaragüenses. Los editores
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Poesía nicaragüense
RUBÉN DARÍO (Matagalpa,1867–León,1916) Canción de otoño en primavera A Gregorio Martínez Sierra
Juventud, divino tesoro, ¡yatevasparanovolver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... Plural ha sido la celeste historia de mi corazón. Eraunadulceniña,eneste mundo de duelo y aflicción. Miraba cómo el alba pura; sonreía como una flor. Era su cabellera obscura hechadenocheydedolor. Yo era tímido como un niño. Ella, naturalmente, fue, paramiamorhechodearmiño, Herodias y Salomé... Juventud, divino tesoro, ¡yatevasparanovolver! 3
Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... Y más consoladora y más halagadora y expresiva, la otra fue más sensitiva cual no pensé encontrar jamás. Pues a su continua ternura una pasión violenta unía. Enunpeplodegasapura una bacante se envolvía... En sus brazos tomó mi ensueño yloarrullócomoaunbebé... ylemató,tristeypequeño, faltodeluz,faltodefe... Juventud, divino tesoro, ¡te fuiste para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... Otrajuzgóqueeramiboca el estuche de su pasión; yquemeroería,loca, con sus dientes el corazón. Poniendoenunamordeexceso la mira de su voluntad, 4
mientras eran abrazo y beso síntesis de la eternidad; y de nuestra carne ligera imaginar siempre un Edén, sin pensar que la Primavera y la carne acaban también... Juventud, divino tesoro, ¡yatevasparanovolver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... ¡Ylasdemás!Entantosclimas, en tantas tierras siempre son, si no pretextos de mis rimas fantasmas de mi corazón. En vano busqué a la princesa que estaba triste de esperar. Lavidaesdura.Amargaypesa. ¡Ya no hay princesa que cantar! Masapesardeltiempoterco, miseddeamornotienefin; con el cabello gris, me acerco a los rosales del jardín... Juventud, divino tesoro, ¡yatevasparanovolver! 5
Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... ¡MasesmíaelAlbadeoro!
Thanatos EnmediodelcaminodelaVida... dijo Dante. Su verso se convierte: EnmediodelcaminodelaMuerte. Ynohayqueaborreceralaignorada emperatriz y reina de la Nada. Por ella nuestra tela está tejida, yellaenlacopadelossueñosvierte un contrario nepente: ¡ella no olvida!
Margarita In memorian... ¿Recuerdas que querías ser una Margarita Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está, cuando cenamos juntos, en la primera cita, en una noche alegre que nunca volverá Tus labios escarlatas de púrpura maldita sorbían el champaña del fino baccarat; tus dedos deshojaban la blanca margarita, "Sí…no…sí…no…"¡ysabíasqueteadorabaya! 6
Después ¡oh flor de Histeria! Llorabas y reías; tusbesosytuslágrimastuveenmibocayo; tus risas, tus fragancias, tus quejas eran mías. Yenunatardetristedelosmásdulcesdías, laMuerte,lacelosa,porversimequerías ¡como a una margarita de amor te deshojó! 1894
Sonatina La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa? Los,suspirosseescapandesubocadefresa quehaperdidolarisa,quehaperdidoelcolor. Laprincesaestápálidaensusilladeoro, estámudoeltecladodesuclavesonoro; Yenunvasoolvidadasedesmayaunaflor. El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales. Parlanchina, la dueña dice cosas banales, y, vestido de rojo, pirutea el bufón. Laprincesanoríelaprincesanosiente; la princesa persigue por el cielo de Oriente la libélula vaga de una vaga ilusión. ¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China, oenelquehadetenidosucarrozaargentina paraverdesusojosladulzuradeluz? 7
¿Oenelreydelasislasdelasrosasfragantes, oenelqueessoberanodelosclarosdiamantes, oeneldueñoorgullosodelasperlasdeOrmuz? ¡Ay!Lapobreprincesadelabocaderosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo volar, iralsolporlaescalaluminosadeunrayo, saludar a los lirios con los versos de mayo, o perderse en el viento sobre el trueno mar. Yanoquiereelpalacio,nilaruecadeplata, ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, ni los cisnes unánimes en el lago de azur. Y están tristes las flores por la flor de la corte; los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, de Occidente las dalias y las rosas del Sur. ¡Pobrecita princesa de los ojos azules! Estápresaensusoros,estápresaensustules, enlajaulademármoldelpalacioreal, el palacio soberbio que vigilan los guardas, que custodian cien negros con sus cien alabardas, unlebrelquenoduermeyundragóncolosal. ¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! (La princesa está triste. La princesa está pálida) ¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! ¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe! 8
(La princesa está pálida. La princesa está triste) ¡más brillante que el alba, más hermoso que abril! —Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—, en caballo con alas, hacia acá se encamina, enelcintolaespadayenlamanoelazor, el feliz caballero que te adora sin verte, yquellegadelejos,vencedordelaMuerte, ¡aencenderteloslabiosconsubesodeamor!
Tarde del trópico Eslatardegrisytriste. Viste el mar de terciopelo yelcieloprofundoviste de duelo. Del abismo se levanta la queja amarga y sonora La onda, cuando el viento canta, llora. Los violines de la bruma saludan al sol que muere. Salmodia la blanca espuma: miserere. La armonía el cielo inunda, ylabrisavaallevar la canción triste y profunda 9
del mar. Del clarín del horizonte brota sinfonía rara, comosilavozdelmonte vibrara. Cual si fuese lo invisible... cualsifueseelrudoson que diese al viento un terrible león.
Marcha triunfal ¡Ya viene el cortejo! ¡Ya viene el cortejo!Ya se oyen los claros clarines. La espada se anuncia con vivo reflejo; ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines. Ya pasa debajo los arcos ornados de blanca Minervas y [Martes, los arcos triunfales en donde las Famas erigen sus largas [trompetas, la gloria solemne de los estandartes llevados por manos robustas de heroicos atletas. Se escucha el ruido que forman las armas de los caballeros, los frenos que mascan los fuertes caballos de guerra, los cascos que hieren la tierra y los timbaleros, 10
que el paso acompasan con ritmos marciales. ¡Tal pasan los fieros guerreros debajo los arcos triunfales! Los claros clarines de pronto levantan sus sones, su canto sonoro, su cálido coro, queenvuelveenuntruenodeoro la augusta soberbia de los pabellones. Él dice la lucha, la herida venganza, las ásperas crines, losrudospenachos,lapica,lalanza, la sangre que riega de heroicos carmines la tierra; los negros mastines queazuzalamuerte,querigelaguerra. Los áureos sonidos anuncian el advenimiento triunfal de la Gloria; dejando el picacho que guarda sus nidos, tendiendo sus alas enormes al viento, los cóndores llegan. ¡Llegó la victoria! Ya pasa el cortejo. Señala el abuelo los héroes al niño: vedcómolabarbadelviejo los bucles de oro circundan de armiño. Las bellas mujeres aprestan coronas de flores, 11
y bajo los pórticos vense sus rostros de rosa; ylamáshermosa sonríe al más fiero de los vencedores. ¡Honor al que trae cautiva la extraña bandera; honoralheridoyhonoralosfieles soldados que muerte encontraron por mano extranjera! ¡Clarines! ¡Laureles! Las nobles espadas de tiempos gloriosos, desde sus panoplias saludan las nuevas coronas y lauros: las viejas espadas de los granaderos, más fuertes que osos, hermanos de aquellos lanceros que fueron centauros. Las trompas guerreras resuenan; de voces los aires se llenan... A aquellas antiguas espadas, a aquellos ilustres aceros, que encarnan las glorias pasadas... Y al sol que hoy alumbra las nuevas victorias ganadas, y al héroe que guía su grupo de jóvenes fieros, al que ama la insignia del suelo materno, alquehadesafiado,ceñidoelaceroyelarmaenlamano, los soles del rojo verano, las nieves y vientos del gélido invierno, la noche, la escarcha yelodioylamuerte,porserporlapatriainmortal, ¡saludan con voces de bronce las tropas de guerra que tocan la marcha triunfal!...
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Diamante Puedeunagotadelodo sobre un diamante caer; puede también de este modo su fulgor obscurecer; pero aunque el diamante todo se encuentre de fango lleno, elvalorquelohacebueno no perderá ni un instante, yhadesersiemprediamante pormásquelomancheelcieno.
Del trópico ¡Qué alegre y fresca la mañanita! Meagarraelaireporlanariz, los perros ladran, un chico grita y una muchacha gorda y bonita sobre una piedra, muele maíz. Unmozotraeporunsendero sus herramientas y su morral; otro, con caites y sin sombrero, buscaunavacaconsuternero para ordeñarla junto al corral. Sonriendo a veces a la muchacha, quedelapiedrapasaalfogón, un sabanero de buena facha, 13
casi en cuclillas, afila el hacha sobre una orilla del mollejón. Porlascolinaslaluzsepierde bajodelcieloclaroysinfin; ahí el ganado las hojas muerde, yhayenlostallosdelpastoverde escarabajos de oro y carmín. Sonando un cuerno curvo y sonoro, pasaunvaquero,yaplenaluz vienen las vacas y un blanco toro, con unas manchas color de oro porlabarrigayeneltestuz. Y la patrona, bate que bate, me regocija con la ilusión deunagrantazadechocolate, quehadepasarmeporelgaznate con las tostadas y el requesón.
Nicaragua Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño Tantas rubias bellezas y tropical tesoro, Tango lago de azures, tanta rosa de oro, Tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño. Yoteofrezcoelaceroenqueforjemiempeño, Lacajadearmoníaqueguardamitesoro, 14
Lapeañadediamantesdelídoloqueadoro Yteofrezcomiesfuerzo,yminombreymisueño.
Escrita en sedas y espumas Escrita en sedas y espumas es esta historia de amores con períodos de flores yconadornosdeplumas. Son tus frases como brumas, erizadas, luminosas y hacen picantes y hermosas, los haces de pensamientos con manojos de pimientos un ramillete de rosas.
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AZARÍAS H. PALLAIS (León, 1884–1954) Los caminos después de las lluvias Desde que era muy niño, saltaba de alegría cuando la fresca lluvia de los cielos caía. Chorros de los tejados, vuestro rumor tenía el divino silencio de la melancolía. Los niños con las manos tapaban sus oídos, y oyendo con asombro los profundos sonidos del corazón, que suena como si fuera el mar, sentían un deseo supremo de llorar. Y como por la lluvia, todo era interrumpido, sebañabanlascosasenuncolordeolvido. Y vagaban las mentes en un ocio divino, muy propicio a los cuentos de Simbad el Marino. Las lluvias de mi tierra me enseñaron lecciones... con Alí Babá, pasan los cuarenta ladrones. Y cantaban mis sueños en la noche lluviosa: Lámpara deAladino, ¡lámpara milagrosa!
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Yalcaerdelalluvia,lacriadamásantigua desgranaba sus cuentos en una forma ambigua. Otrodelosmilagrosqueenlalluviayocanto esque,alcaersuslinfas,seponeunnuevomanto miciudad,queallavarse...yopiensoenunadeesas austeras e impecables ciudades holandesas: una ciudad lavada, sin polvo, nuevecita, donde reza el aseo de su plegaria bendita... Son todos los caminos como flor de aventura para el dulce Quijote de la Triste Figura.
Ahora que estás iluminado Ahora que estás iluminado hueles tanto, que nunca las más perfectas rosas supieron hasta dónde llega tu buen olor; como la Magdalena, tus manos olorosas ya tocan los fragantes pies de Nuestro Señor, ahora que estás iluminado. Ahora que estás iluminado esdecielotuboca,sondegloriatuslabios, pues gustan en la mesa del reino. Tontería elnéctardelosdioses,elvinodelossabios y las viandas insulsas de la teosofía, ahora que estás iluminado. 18
Ahora que estás iluminado tocas al que nos toca divinamente. ¡Manos más dichosas las tuyas!, tus manos tocadoras. Tocas, estás tocando con tus dedos cercanos, aJesús,elEspejosinmanchadelashoras, ahora que estás iluminado.
Noticias buenas y malas Noticias buenas y malas. Siempre la tragi-comedia. Libres. Esclavos. Paz. Balas. Modernismo y Edad Media. Y bárbaros, sobre todo. La barbarie nunca falta. El hombre, fiera, sin modo sobre sus víctimas, salta. ¡Sus víctimas!,¡si pudieras contarlas! No, no podrías, arrojadas, en las eras hondas de las tiranías. Nerón-Calles. Y tus labios manchados por este nombre. Homo Sapiens de los sabios, homo lupus es el hombre sinJesús.Ypuntoycoma.
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Lindbergh vuela, vuela, vuela. Yanquilandia, mitad Roma y mitad Cartago, vela. De tanto velar, se enreda. Yaunquenosevecamino, todos pasan, sólo queda indeclinable Sandino. Por sus pequeños hermanos ¡Dios se lo pague! Sandino protesta con las dos manos alzadas. ¿Será molino de viento, como los otros? ¿Será juego del interés? ¿Yque relinchen los potros? ¿Yque hablemos en inglés?
Entierro de pobre Entierro de pobre, ya sabes, amigo. No quiero que vengan los otros conmigo. Los otros, aquellos del otro camino, losquemedijeron:esaguatuvino. Los que sacudieron mi rama florida. Para tejer burlas, en charlas subidas. Entierro de pobre, ya sabes, amigo. 20
Sin flores horribles de trapo, contigo, y mis cuatro hermanos bellos, silenciosos, sin esa etiqueta, sin esos curiosos, sin los obligados que dicen: debía venir al entierro y en charla vacía, prosiguen narrando su gracioso cuento. Entierro de pobre. Mi acompañamiento será de pocos. La misa temprano, de aquel padre Valle, canto gregoriano, eniglesiapobreyunsolocantor misa verdadera de Nuestro Señor. También te suplico, me libres, hermano, del insulto magno.Al diario profano, que a diario blasfema, dile, que no es cierto, quequiénlehacontadoquemehubiesemuerto queestoybuenoysanoyasínodirán sus majaderías de parrampamplán: noble, generoso, digno, caballero, ciudadano probo, patriota sincero, de firme carácter, hombre superior... 21
y otros disparates del mismo color. Acuérdate hermano de todos aquellos versos de mis libros, silenciosos, bellos. Del “Agua Encantada” de estos mis “Caminos” que son el consuelo de los peregrinos, de “Espumas y Estrellas”, del “Libro Menor” queatodosencantaporsubuenolor. Entierro de pobre, ya sabes, amigo. No quiero que vengan los otros conmigo.
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ALFONSO CORTÉS (León, 1893–1969) Un detalle Untrozodeazultiene mayor intensidad que todo el cielo; yosientoqueallívive,aflor del éxtasis feliz, mi anhelo. Un viento de espíritus pasa muy lejos, desde mi ventana, dando un aire en que despedaza su carne una angélica diana. Yenlaalegríadelosgestos, ebrios de azur, que se derraman... siento bullir locos pretextos, que, estando aquí, ¡de allá me llaman!
Ladanzadelosastros Lasombraazulyvastaesunperpetuovuelo que estremece el inmóvil movimiento del cielo; la distancia es silencio, la visión es sonido; elalmasenosvuelvecomounmísticooído en que tienen las formas propia sonoridad; luz antigua en sollozos estremece elAbismo, yelSilencioNocturnoselevantaensímismo. Los violines del éter pulsan su claridad. 23
La gran plegaria Eltiempoeshambreyelespacioesfrío orad, orad, que sólo la plegaria puede saciar las ansias del vacío. El sueño es una roca solitaria endondeeláguiladelalmaanida: soñad, soñad, entre la vida diaria.
La canción del espacio Ladistanciaquehaydeaquía una estrella ¡que nunca ha existido porqueDiosnohaalcanzadoa pellizcartanlejoslapieldela noche!Y pensar que todavía creamos queesmásgrandeomás útillapazmundialquelapaz de un solo salvaje... Este afán de relatividad de nuestra vida contemporánea –es– lo que da al espacio una importancia que sólo está en nosotros –y quién sabe hasta cuándo aprenderemos a vivir como los astros–, libresenmediodeloqueessinfin ysinquenadienosalimente. 24
La tierra no conoce los caminos pordondeadiarioanda–y más bien esos caminos son la conciencia de la tierra... –Pero si no es así, permítaseme hacer una pregunta: –Tiempo, ¿dónde estamos túyyo,yoquevivoenti ytúquenoexistes?
Yo Muchosmehandicho:–Elviento,elmar,lalluvia,elgrito de los pastores... Otros: –La hembra humana y el cielo; otros: –La errante sombra y el invisible velo de la Verdad, y aquellos: –La fantasía, el mito. Yo no. Yo sé que todo es inefable rito enelqueoficiauncorodearcángelesenvuelo, yquelaeternidadviveensagradocelo, enelqueengendraelHombreypareloinfinito. Por eso, mis palabras son silencio hablado, y en la fatal urdimbre de cada ser, encuentro difícil lo sabido y fácil lo ignorado... Yo soy el Mercader de una divina feria en la que infinito es círculo sin centro y el número la forma de lo que es materia. 25
Irrevocablemente Por donde quiera que escudriña la mirada, sólo encuentra los pálidos pantanos de la Nada; flores marchitas, aves sin rumbo, nubes muertas... Yanoabriónuncaelcieloni ¡la tierra sus puertas! Días de lasitud, desesperanza y tedio; nohaymásparalavidaqueelfúnebreremedio delamuerte,nohaymás,nohaymás,nohaymás quecaercomounpuntonegroyvago enlaondalívidadellago, para siempre jamás...
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SALOMÓN DE LASELVA (León, 1893–París,1959) Labala Labalaquemehiera será bala con alma. Elalmadeesabala será como sería lacancióndeunarosa si las flores cantaran oelolordeuntopacio si las piedras olieran, olapieldeunamúsica si nos fuese posible tocar a las canciones desnudas con las manos. Simehiereelcerebro medirá:yobuscaba sondear tu pensamiento. Ysimehiereelpecho me dirá: ¡Yo quería decirte que te quiero!
Vergüenza Este era zapatero, este hacía barriles, yaquelservíademozo enunhoteldepuerto… 27
Todoshandicholoqueeran antes de ser soldados; ¿yyo?¿Yoquésería queyanolorecuerdo? ¿Poeta? ¡No! Decirlo me daría vergüenza.
Heridos He visto a los heridos: ¡Qué horribles son los trapos manchados de sangre! Y los hombres que se quejan mucho; ylosquesequejanpoco; ¡ylosquenohandejadodequejarse! Y las bocas retorcidas de dolor; y los dientes aferrados; yaquelmuchacholocoquesehamordidolalengua y la lleva de fuera, morada, ¡como si lo hubieran ahorcado!
Prisioneros Son gente. Deesonocabeduda. Gente como nosotros, que come, que duerme, que se entume, que suda, que odia, que ama. Gente como toda la gente, y sin embargo –diferente. Como les hemos arrancado todos los botones, 28
caminan agarrándose los pantalones, y llevan el cuerpo doblegado. Pudiera ser cansancio, peronoeseso. Pudiera ser vergüenza… En fin, qué nos importa: ¡Son nuestros prisioneros! Está prohibido darles cigarrillos. Bien. Se los daré a escondidas. Algunodeellosdebehaberleído aGoethe;oserádelafamiliadeBeethoven, de Kant; o sabrá tocar el violoncelo…
Noticias de Nicaragua Puesto que Nicaragua entró en guerra, lojustoesqueelObispodigamisas por el triunfo de las armas aliadas. En las tertulias y en las barberías se malgasta saliva defendiendo “la causa”. Ya no pueden los periódicos con los sonetos a Bélgica ylasodasaFrancia. Pero cuando supieron queveníaalaguerrayo, nicaragüense, a pelear por Nicaragua, los beatos, 29
y los discutidores en público, y los hacedores de versos, convinieron en que yo estaba loco.
Pueblo, no plebe La independencia fue para que hubiese pueblo y no mugrosa plebe: hombres, no borregos de desfile; para que hubiese ciudadanos; para que júbilo goce la infancia en decencia de hogares sin miseria; para que abunden los jardines de recreo infantil; y los juguetes; y, mejores que las flores, y más bulliciosos que los pájaros, más dulces que las frutas, crezcan los niños y maduren en salud y alegría que el Estado ampare y el buen gobernante garantice, porque la Patria, antes que todo, es madre.
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JOSÉ CORONEL URTECHO (Granada, 1906–Managua,1994) Escritoenlacortezadeunaceiba Estaceibaquedasombraamicasa es propiamente heráldica. Sería elemblemaperfectodetuescudo siestoquegraboaquífueratulema: Ellanosabedeloquedeellaescribo puesserloqueesynosaberloesella.
Pequeña oda a tío Coyote ¡Salud a tío Coyote, el animal Quijote! Porque era inofensivo, lejos de la manada, perro de soledad, fiel al secreto inquieto de su vida engañada sufrióelpalo,laburlaylapatada. Fue el más humilde peregrino en los caminos de los cuentos de camino. Como amaba las frutas sazonas, las sandías, los melones, las anonas, no conoció huerta con puerta, 31
infranqueable alacena ni propiedad ajena, y husmeando el buen olor de las cocinas cayó en la trampa que le tendieron las vecinas de todas las aldeas mezquinas y se quedó enredado en las concejas urdidas por las viejas campesinas. Y así lo engendró la leyenda como el Quijote de la merienda Pero su historia es dulce y meritoria y el animal diente-quebrado, culo-quemado, seahogóenunalaguna buceando el queso de la luna. Y allí comienza su gloria donde su pena termina. También así murió Li-Tai-Pó, poeta de China.
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Idilio en cuatro endechas I Denuevo.Sí.Denuevo siento que voy, que llevo. Eneltren,enlostrenes, siento que vas, que vienes. Inútil preguntar alatierra,alamar, a la estrella polar. Nilaarena,nilaespuma,nilaestrella daránrazóndeti.Deella. Pero te esperaré. Te espero en las esquinas, aversivas,sives,siloadivinas.
II Te quiero en diciembre, en enero. Tequierodíaadía,elañoentero. Te quiero bajo el naranjo y bajo el limonero.
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III Yaparecequesí,quetedas,queteentregas. Pero te busco a tiendas, busco a ciegas, busco donde no estás, donde no llegas. Tusmanosenmismanostiemblandefrío. ¿Endóndeestátucorazón,endóndeelmío? En tu abandono estás desfallecida. ¿Quésehizotusangre,tuvida? No sabes tú, ni quieres saber quién soy, quién eres. Despierta. Escucha, escucha lo que digo. Lejos estás de mí si estás conmigo.
IV Olvida mivida,tuvida. Miraqueeldíanuevo estiempoderelevo y deber militar. Vienen tiempos de guerra ydesangreenlatierra, enelaire,enelmar. Deja el recuerdo perdido enelmardelolvido. Deja el recuerdo en el mar. 34
Miraquetúhasnacido sólo para el olvido, sólo para llorar. Olvidar y llorar en el mar.
Lo dicho, dicho Siamargaeldedosedparamilabio sufroaltocartufríocomoamigo si sierpe al corazón la hiel al hígado nomedespejaelcieloymedespeja. Sicolmenaenturosaeraminido yyodemielentusvenascorría corrotuvidavivoymuertomuero mas súbito el abismo amor vacío. Noquierosernopuedosolanada sola te quiero sólo tierra y cielo sétúmicuerposólidoentucuerpo queabismomehundoynadamedesdigo. De presencia absoluta ansia te oprimo sibajoesperatierraquetecaiga sisuboestrellasubequetesiga seaonoseasoydondetequemo. Quiero de tu ojo el otro insospechado que antes que pensamiento es ojo vivo 35
quieroelejedelmundoenquetúgiras y tu estrella natal sexo de fuego. Notesospechomásquemisospecha porque si eres verdad lo dicho, dicho la dicha dicha si presente siento que todo lo demás mentira miento.
Febrero en laAzucena Yaestásecoelcaminodelríoalvalleysecoslossenderos. Yaelríoenseñaelespinazodepiedradesuraudalcomoun potrillo flaco la fila de sus vértebras. Yaunfrisooscuromarcaenlosparedonesdelaorillaelnivel que alcanzó la crecida en el invierno. Yabrillaelsolenlosbancosdearena. Verano Ahoraescuandosalenacalentarseenlosbancosdearenalos lagartos. Donde sale una hembra salen pequeños machos. Sale uno grande que los ahuyenta con ruidosos colazos. Comounhombrepesadoqueintentahacerlapalanca,torpemente se levanta sobre sus cortas patas y avanza hacia la hembra inconmovible, oscilando el extremo de la cola. Con lapalancadesulargatrompaquierevolcarla.Variasvecesla empuja bajoelcodillo.Por fin lavuelca y latiene indefensa. Ahora escuandobajan las manadas de chanchosdemonte de las montañas a los llanos para comer coquitos. Se oyen de lejosloschasquidosdesusdientes.Lascríasvanaparejadas 36
alasmadresrozándoleslascostillas.Losmachosbuscanlas hembrascuandosombreanysebañanenloscharcos. Ahora escuandolos tigressiguiendo a las manadas delos chanchosamenazanalosganadosquetambiénhanbajadoalos llanos.Losleonespumascazanterneros.Eltigreosadoyel leónyacebadodelacarnedelcerdo,robanchanchoscaseros junto a los mismosranchosdelcaserío.Se oyenlas hembras bramardenocheyelroncobramidobajolosmachos.Yelgrito, elgrito,elgritoinsondabledelosocaballo. Ahoraescuandoapareceunaparejasolitariadepelícanosque llegan todos los años desde el mar. Y las parejas de martimpeñas bailan con lento paso militar durante días. Ahoraescuandosubenalríolosróbalosdemarparael deshove. Ahora es cuando encuentran viscosos nudos de víboras. Celo. Eseltiempoenqueabundalacazaendondequiera.Cususcoso armadillos cruzan por los senderos meterse en sus hoyos. Los perros se fastidian de perseguir guatusas. En criques y quebradas se ven guardatinajas o tepescuintes. Sehallan venados en los tacotales. Venados de ramazón. Venados cabros. Es posible agarrar cachorrillos de tigre y manigordas o tigrillos de piel de terciopelo. Dantitos pintos y venaditas temblorosas. Y también nutrias o perros de aguadepielmássuavequelagamuza. 37
Es el tiempo de las pavas, las perdices, las gongolonas, las becadas o chochas que llaman chúes los niños y sobre todo de las palomas. Paloma tora. Paloma posolera. Paloma azul. Paloma patacona. Y la paloma penadora que da un quejido breve, profundo y espaciado que no se sabe de dónde viene cambia de sitio y causa angustia. Eseltiempoquedanlosmarañonesenelmarañonal de Larios. Eseltiempodelosnidosydeloshuevosdecolores. Fecundidad. Han florecido todos los árboles. Los corteses están tupidos de flores amarillas y alzan sus copas en el sol haciendo alardedesuamarilloapasionado.Brillan,refulgenalolejos como las legendarias cúpulas de oro de las siete ciudades. Los robles están cuajados de crespas flores nacaradas. Laurelysotacaballoperfumantodoelaireconlafragancia de sus blancos ramilletes. Elcapirote defloresde unblanco deespuma.Elalmendrodemonte,moradas,elhombre grande,rojas.Ylacaoba,lilas. Hanflorecidolosmatorrales,lasorillasdeloscaminos,las cercas,lahumildeescobadesusflorecitasamarillentas. Cuandohasopladoelvientoelríosecubredefloresyhasta lascriquesarrastranpétalos.Vuelanabejasymariposas.
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Han florecido las yedras y las enredaderas de la montaña. Amapolas. Veraneras. Han florecido las orquídeas. Polen Ya desde ahora anuncia el tiempo de Semana Santa, con un silbido de penitencia, un pajarito pardo casi invisible. El pajarito del Espíritu Santo. Misterio. Verano en LaAzucena.
Credo Graciasporqueabrolosojosyveo lasalidadelsol,elcielo,elrío enlamañanadiáfanadeestío que llena hasta los bordes mi deseo. Gracias, Señor, por esto que poseo quesiendosólotuyoestodomío aunque basta una gota del rocío parasaberqueesciertoloquecreo.
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Creo que la belleza tan sencilla que se revela en esta maravilla esreflejonomásdetuhermosura. Qué importa pues que esta belleza muera sihedeverlahermosuraduradera que en tu infinito corazón madura.
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MANOLO CUADRA (Masaya, 1907–Managua, 1957) Perfil Yo soy triste como un policía de esos que florecen en las esquinas, con un frío glacial en el estómago y una gran nostalgia en las pupilas. Peroyoolvidélaclava ymepuseelalmaenlamano. Amis pobres nervios enfermaron tantas babosadas municipales. Calles inexpresivas como películas americanas. (Los peluqueros no tienen alma, proclama mi barba sucia). Yo soy triste como un policía de esos que florecen en las esquinas, con un frío glacial en el estómago y una gran nostalgia en las pupilas. Pero yo olvidé el silbato ymepuseelalmaenloslabios.
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La palabra Pensar que tantas veces estuvecerca,muycercadetulado. Las palabras rodaban sobre el tema, sin entrar, como el agua en las piedras. Quizá hasta deseabas que yo dijera la expresión precisa. Los minutos propicios se malograron, se malograron en mi lengua, culpa de las palabras que no fueron precisas. La frase preparada tanto tiempo no pudo conservar el equilibrio ysedejócaerenelabismo —volatinera del silencio—. Pensar que tú esperabas la palabra comolamadrealhijo que un día dejó el puerto... Pensar que tú esperabas la palabra yqueyonunca,¡nuncateladije!
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Solo en la compañía En las montañas más altas de Quilalí de las Segovias, y en las zonas mortales de estas tierras heroicas, entre diez y siete compañeros estrechamente unidos por la [aventura yo, Manolo Cuadra, raso número 3495, iba solo. Hablan los compañeros de las coplas canallas surgidasenlahoracomounaflordealivio: Cantinas, copas rotas, meretrices. (Peronometientalamochila, menos la inútil precisión de mi rifle). Yo voy como un tornillo fuera de mecanismo diciendo a sotto voce mis estupendas misas: la tragedia de esta raza aborigen, su pasado lleno de plumas y caciques, el futuro elevado de su destino insigne. Hoy por hoy voy de caza contra el indio furtivo —extranjero en sus propias selvas americanas— el que sembró cereales de esperanza y cosechó vientos de pasión ciudadana; el que enterró la esteva enelabonodesucampiñarica, 43
yviotruncarseeltallodeorodesuespiga cuando dijo su augurio la boca de la Esfinge. ¿Ymañana? Soplarán de los puntos cardinales vahos vigorizantes de enviones proletarios: algo que no sospechan las democracias: espíritu de Rusia, cultura americana, pues, en la misma gleba donde la bota hercúlea tornó la arcilla estéril, han de surgir, violentos, los estandartes nuevos. Otra vez: Cantinas, copas rotas, meretrices. (Peronometientalamochila, menos la inútil precisión de mi rifle). EnlasmontañasmásaltasdeQuilalídelasSegovias y en las zonas mortales de estas tierras heroicas, entre diez y siete compañeros estrechamente unidos por la aventura, yo, Manolo Cuadra, indio, hijo de indios, de pies electrizados por un amor de gleba yojosenlosqueasomaelortodeunsolnuevo, repito que iba solo.
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Único poema del mar En Coconut Island, cuandoelsolsemeceenlashamacasdelaspalmas Miss Christine Braughtigam, hijadeunaisleñanegra ydeunviejopiratadeHolanda, sedaunbañodemarenlainmensidaddelasaguas... Su cuerpo alegre y esbelto, como el de un junco ahumado seirisaenlasaguasdeplata entre peces de esmalte y pulpos pequeños. Envuelta en su maillot de fuego Christine Braughtigam se sumerge en las aguas ¡yesentoncesunabrasaqueseapaga! Desde sus frescos observatorios de cocoteros una mancha de pájaros isleños lanza su S.O.S. de sorpresa, porque pudiera una ola traicionera de blanca gola con jubón celeste verde llevarsealaperladecanela. En la isla donde los cocoteros se mueven pausadamente esmaltando el cielo de pensamientos alegres, Christine busca la caricia del mar afuera. ¡Quién colmara urgencias de su sangre negra! Desazón de los rubios y pequeños grumetes quealmaniobrarenlasaguasdesuvientre 45
despegaban de aquel muelle negro y celeste, tristes, tristes, tristes ¡Ay, tristes para siempre! Fueradelaguaellaescomounviolinista sin violín y sin arco ante el público. Las rocas lloran lágrimas saladas, sevaranlasalgasenlasarenaslisas y se dicen siento mucho los peces lúbricos. Fuera del agua Miss Braughtigam es incompleta, porque su elemento es este solo mar de Coconut Island. Miss Braughtigam se acuna en las aguas; duerme a la música maternal de las palmas. En Coconut Island, cuando el sol se mece en sus hamacas verdes, Miss Christine Braughtigam, hijadeunaisleñanegra ydeunviejopiratadeHolanda, entra a sus verdes potreros atlánticos apastorearsurebañodepulposydepeces. Coconut Island, donde aburro mi destierro frente al Mar Atlántico mientras arden dátiles y bananos y cantan los negros sus canciones esclavas, indiferentes, entre los cañaverales vibrantes yelsordorumordelasaguas. 46
PABLOANTONIO CUADRA (Managua, 1912–2002) Nonantzin Amada, si yo muriera, entiérrame en la cocina bajo el fogón. Al palmotear la tortilla mellamaráasumanera tu corazón. Mas si alguien, amor, se empeña en conocer tu pesar, dilequeesverdelaleña y hace llorar. (Traducido de Netzahualcóyolt)
República de poetas Mi bandera pretende, como el cielo, unirelazulyelblanco. Equivocados los próceres quisieron juntar abajo lo que solamente arriba se hermana y no siempre. 47
Pero algo logras, paisano, izando el cielo en tu mástil, ¡somos un millón de hombres con la cabeza a pájaros!
Pedro Urdemales Pedro Urdemales, profesor de aquella misteriosofía mágica, dulce mentira que hizo verdad tu boca de hablador. ¡Tus cuentos, Pedro Urdemales: pantalón de prosa y camisa de fantasía! ¡Refrán con sombrero de palma! Fuiste burlero metiéndote en berenjenales y llenando de mentira y risa los caminos de Chontales. Contuoloramonteyasajino —caminero, logrero, palabrero— vendedor de cotonas y cususa cruzaste las lomas y los llanos. Terror de los alcaravanes. Ladino. Inventor de los cuentos de camino.
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Por los caminos van los campesinos Dedosendos, dediezendiez, decienencien, demilenmil, descalzos van los campesinos conlachamarrayelfusil. Dedosendosloshijoshanpartido, decienencienlasmadreshanllorado, demilenmilloshombreshancaído, y hecho polvo ha quedado susueñoenlachamarra,suvidaenelfusil. El rancho abandonado, la milpa sola, el frijolar quemado. El pájaro volando sobre la espiga muda y el corazón llorando su lágrima desnuda. Dedosendos, dediezendiez, decienencien, demilenmil, descalzos van los campesinos conlachamarrayelfusil. Dedosendos, dediezendiez, 49
decienencien, demilenmil, ¡por los caminos van los campesinos alaguerracivil!
Niñacortadadeunárbol Las aves nicaragüenses se forman de los árboles: de frutas enternecidas por la lluvia de hojas suavizadas por el viento de susurros que la savia amansa y pule en trinos. Mi patria es entendida en vegetales que cantan; en primaveras que he besado; en frutales quetúerescuandomedices desde el árbol —¡adiós!— con mariposas.
Tigre muerto Sueña el cadáver del jaguar su última rapiña yenelpequeñocielofríoyazul que guarda su pupila zopilotes insomnes cierran círculos negros sobreelesqueletodevacadelaluna.
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Escrito junto a una flor azul “Temo trazar el ala del gorrión porqueelpincelnodañe su pequeña libertad”. Anote el poderoso esta ley del maestro cuando legisle para el débil. Escuche este adagio del alfarero la muchacha cuando mis labios se acerquen.
Lamento de la doncella en la muerte del guerrero Desde tiempos antiguos la lluvia llora. Sin embargo, joven es una lágrima, joven es el rocío. Desde tiempos antiguos la muerte ronda. Sin embargo, nuevo es tu silencio ynuevoeldolormío.
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La noche es una mujer desconocida Preguntó la muchacha al forastero: —¿Porquénopasas?Enmihogar está encendido el fuego. Contestó el peregrino: —Soy poeta, sólo deseo conocer la noche. Ella, entonces, echó cenizas sobre el fuego yaproximóenlasombrasuvozalforastero: —¡Tócame! —dijo—. ¡Conocerás la noche!
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MARÍATERESASÁNCHEZ (León, 1918–1994) Intento Enelríoquebrotasusraudales pongo mi corazón estremecido. Pongo en los mares, y en el acento de las tempestades, pongo mis latidos. Pongo la sangre en las horas violentas del verano y en noche de luciérnagas henchidas cuando se siente palpitar la vida, pongo también mi sangre. Alalbapongoelensueñoamisojos yforjocuentosalamordeldía, donde un hombre de bello y dulce rostro logre curarme la melancolía. Masmiesperanzaesvanasinopongo —en tanto el tiempo mi querer depura— piedad y amor sobre las cosas ysobreelcálizmuertodelasrosas unpocodeternura. Piedad desde el crepúsculo hasta el alba, amor al cuerpo, ¡y comprensión al alma! 53
LoshijosdeDiosnotienentecho Los hijos de Dios no tienen techo, y hambrientos, deambulan como espectros; ytienensed,ynohallansombraparasusol. Sobre ellos se ensaña la soberbia de pequeños, humanos dioses despóticos, que con sus estrépitos rompen la armonía del viento. Sembrad, pues, de trigo los desiertos, endulzad el agua de los mares; aplacadlairadeDios: aquel que ha construido el mundo, puede destruirlo.
La marcha Noterminalamarcha.Hayqueandar a pasos lentos, a febriles pasos. Siempre sufrir, vivir, llorar, amar, para ser evadida de unos brazos. Andar de aquella aurora a estos ocasos, sentir sobre la sien el frío nevar; y ya deshechos los postreros lazos, las sandalias al viento, andar, andar.
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Delprincipiodeldíaalfindeldía, delaradianteauroraalanochesombría, delahúmedamontañaalaigniciónsolar: Todo está combinado para seguir la marcha, el sol de los veranos, del invierno la lluvia, lamúsicadelvientoyelrumordelmar.
Meirésinverte La lluvia, la interminable lluvia cae lánguidamente. ...Meirésinverte. Ytúmarchasenposdeotraaventura que mi pecho presiente. ...Meirésinverte. Hedehacermimortajadeestalluvia tejida con los oros de occidente. ...Meirésinverte. Si tu amor conociera mi amargura, honda como la muerte. ...Meirésinverte. Entre la lluvia tenue, entre la bruma, meirésinverte.
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Nunca hubo tiempo Cuandoyoibaanacer elmédicoqueibaaatenderamimadrellegótarde porque el parto se le adelantó y yo nací rápido para ver este maravilloso mundo. No hubo tiempo que fueran mis padrinos señalados, porque a mi futura madrina la operaron de emergencia y en el alboroto se les olvidó avisar. Así que elArzobispo se ofreció para ser mi padrino. Nohubotiempodeconoceramipadre, porqueantesdelosdosañossemurió. Nohubotiempoparavivirconmimadre —porque ella se casó— ymiabuelanoaceptóquemefueraconmimadre. No hubo tiempo que el Niño Dios me trajera mi bicicleta —porqueladomésticadelacasamelaenseñó donde estaba escondida y nunca hubo ya para mí Navidad con sorpresa. No hubo tiempo para que me celebraran mi Primera Comunión porque yo me adelanté y la había recibido sola mucho antes.
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No hubo tiempo para que estudiara en Managua —porque cuando fueron a matricularme ya estaban cerradas las matrículas. Así terminé en un internado en Granada. No hubo tiempo para que me celebraran mis quince años, porque en ese mismo mes yo esperaba mi primer niñito. No hubo tiempo para asistir al sepelio de mi abuela porque yo estaba fuera de Nicaragua. No hubo tiempo para continuar mis labores culturales —porque me quitaron mi imprenta porhaberescondidoaunjovenquelobuscabanvivoo muerto. Nohubotiempode,talvezsalvarlelavidaamihijo, porque el teléfono, comunicaciones lo tenía desconectado. No hubo tiempo cuando me enamoré de nuevo, el hombre de mis sueños ya estaba casado. Ahora sí hay tiempo para llorar para olvidar, para mis desengaños y para rezar.
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ERNESTO MEJÍASÁNCHEZ (Masaya, 1923–Mérida, Mexico, 1985) Ensalmos y conjuros 1 Ensayé la palabra, su medida, el espacio que ocupa. La tomé de los labios, la puse con cuidado entumano.Quenoseescape.¡Empuña! Cuenta hasta dos (lo más difícil). Ábrela ahora: una estrella en tu mano.
3 Para (apaciguar) la soledad, escoge un día, virgen. Guarda todos tus libros bajo siete llaves. Lleva una manzana bajoelárbolmáspuro.Notemas,no llegará el Maligno. Di estas palabras, como si fuesen verdaderas: Soledad, teamo,creoenti,nometraiciones.
6 Hay días limpios, construidos por un aire inconsútil. Ni un demonio 59
niunángellopenetran.Ahí la soledad da la batalla. De nada serviría, amoroso llamarla. De nada, porque el aire, homogéneo, cerrado, pone plomo alavoz.Requiérelaalmenos, sin abrir los labios, así; compañía adversaria, estoy contigo.
7 Enellugarenquecitéalaluna, ella aparezca. Porque yo repetí hasta cansarme la palabra precisa. Porque dije.Ahí, en el lugar enquecitéalaluna,aparezca, blanca, como ella. Que esto se cumpla; que no sea mentira.
9 Parasabereldíaenquelavirgen hadellorarfelizlamarcadetusangre, ata con un pañuelo suyo el calendario, no pronuncies palabra, pon en su pecho a diario una azucena blanca: espera que enrojezca.
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11 Parasabersielfrutodesuvientre hadeservarónoniña,quetumano inaugurelasombradesusojos,y que pronuncie un nombre sin recordar la noche de la sangre. Si ella dice: rueca, o: golondrina, será mujer quien alegre tu casa. Si dice, por ejemplo: amaranto, será varón quien besará alamadre.Siquedamuda, noteapenes,élhablaráporella; que nacerá un poeta.
La poesía 1 Este desasosiego, esta palabra que desde el corazón me llega y se detiene en mis labios, no es nuevo en mí, sino que permanece, vive desde cuando mis padres en amorosa lucha concretaron la carne de la muerte paradarmealmundo;ymecrececomounmarenelpecho, siempre cambiante, furioso y sin consuelo. Hadellegarundíaenquetantoafánmadure y se desangre, y esa ignorada palabra detenida enmislabiosrompaelairecomouncantoy me haga feliz y duradero el nombre. 61
4 Silaazucenaesvilensupureza y oculta la virtud del asesino, sielvenenosutileselcamino para lograr exacta la belleza; engañopuesmiamorconlanobleza y confundo lo ruin con lo divino, hago de la cordura desatino, delasolamentiramicerteza. Nadie sale triunfante en la batalla, ni angélica promesa en que me escudo ni humana condición que me amuralla. Contra toda verdad he de quererte, equilibrio infernal. Nací desnudo: sólo contigo venceré a la muerte.
La sonrisa Vale tan poco una sonrisa quedarlacuestanadaysí negarla, mucho. Una sonrisa, una sonrisa inmerecida, no tiene precionienelcielonienlatierra. Una sonrisa gratuita, pura comolaluzsinlaquenopodría vivir, sólo se paga con la muerte. 62
Sobremesa Unamanchadevinoenelmantelme recordó París, unas horas que nadie me podrá disputar mientras viva.
La Nicaragua Aquí remedando a la rosa, las mosquetas y diamelas daban alarma a la vista, disparando antes su aroma al ambiente: allí la Nicaragua, las campánulas, las arreboleras, avergonzaban la pura luz del sol con sus matices y cambiantes.
Serafín Estébanez Calderón “El Solitario”, Escenas andaluzas. Madrid, Imprenta deA. Pérez Dubrull, 1993, p. 265. Andrés y yo somos hombres de pueblo, de pueblo chico, y padecemos memorias de infancia y mocedad. Nuestras lecturas van cargadas de recuerdos: amigos, paisajes, pájaros, flores y frutos de la tierra. Con frecuencia discutimos sus nombres y variantes. El me ha dictado por el teléfono esas líneas de "El Solitario" en que figura la Nicaragua, una flor, en una escena andaluza. He recorrido las Andalucías, sus jardines y cármenes, terrazas y balcones floreados, y nunca me topé con la flor de mi sangre, llevada allá por sangre conquistadora, la misma que nos trajo tantas cosas de Castilla. Estono puede quedarse así.Navegaré los diccionarios de la flora libresca y obtendré un puñado de noticias tranquilizantes. Aquí van enseguida: En la región oriental de 63
Nicaragua se da la Nicaragüita (Plumeria rubra), que en la occidental se llama vulgarmente chiquiona; es roja, retozona y sandunguera. La amarilla (Plumeria palida), es el sacuanjoche, del náhuatl, zacuani (amarillo) y xochitl (flor). La roja es el cacaloxóchitl o jacalosúschil mexicano, Flor de Mayo, Flor de Cuervo, Alejandría, en maya Chacnicté. Pero el sacuanjoche amarillo es la flor nacional, la flor de los concursos y los sellos de correo. Ah Nicaragüita saltarina, llevada en maceta, sobre el mar, prendedora, pegajosa, prendida, perdida en el Alándaluz. Andalucía, sólo una flor pudo conquistarte. Guerra florida, pues, que llevamos dentro, juntos, Andrés.
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CARLOS MARTÍNEZ RIVAS (Puerto de Ocoz, Guatemala, 1924–Managua, 1998) Canto funebre a la muerte de Joaquín Pasos I Conelredobledeuntambor enelcentrodeunapequeñaPlazadeArmas, comosidelosfuneralesdeunHéroesetratara; así querría comenzar. Y lo mismo queesleyenelRitodelaMuerte, desumuerteolvidarmeyasuvida, yaladelosotroshéroesapagados que igual que él ardieron aquí abajo, volverme. Porque son muchos los poetas jóvenes que antaño han [muerto. Atravésdelossiglossesaludanyoímos encenderse sus voces como gallos remotos quedesdeelfondodelanochesellamanyresponden. Poco sabemos de ellos: que fueron jóvenes y hollaron con sus pies esta tierra. Que supieron tocar algún [instrumento. Que sintieron sobre sus cabezas el aire del mar y contemplaron las colinas. Que amaron a una muchacha y a este amor se aferraron al extremo de olvidarse de ellas. 65
Que todoestoloescribían hasta bientarde,corrigiendo mucho, peroundíamurieron.Yyasusvocesseenciendenenlanoche.
II Sin embargo nosotros, Joaquín, sabemos tanto de ti. Sé tanto… Retrocedo hastaeldíaaquelenbrazosdetuaya en que, de pronto, te diste cuenta de que existías. Yanteesepercatartefuisteyfuerontusojos yelvermáspurofuequehastaentoncessobre los seres se posara. No obstante, los mirabas sólo con una boba pupila sin destino, sinretenerlosparaelamoroelodio. (Aún tus mismas manitas sabían ser más hábiles enesodecogerunobjetoynosoltarlo). Una mañana te llevaron a una peluquería, en donde te sentaron muy serio, y todo el tiempo te portaste como un caballerito y bromearon contigo los clientes. Todo esto mientras te cortaban los bucles y te hacían parecer tan distinto. A la calle saliste después.A la otra calle yalaotraedad,enlaqueselepintan bigotes a la Gioconda de Leonardo yseesgreñudoycruel… Mas luminosa irrumpe pronto la juventud.
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Después, todos sabemos lo demás: el impuesto quelascosastecobraban.Elfluirdelosseres queatuencuentroacudíanporturno,cadauno con su pregunta a la que tú debías responder con un nombre claro, que en sus oídos resonara distinto entre todos los otros, y poder ser sí mismos; como sabemos que a Iaokanann llegaban los hombres más oscuros, a recibir un nombre con el que desde entonces pudieran ser llamados por Dios en el desierto. Yesefueenadelantetudestino.Porelquenopodrías ya nunca más mirar libremente la tierra. Un mal negocio, Joaquín. Por él supiste que ante todas las cosas en que te detuvieras el tiempo mandado, temblarías. Que bastaba mirarlas conlosojosquesetedieronuntiempodecoroso para que se tornaran atroces: elfulgordeunlimón. Elpesosordodeunamanzana.Elrostropensativodelhombre. Los dos senos jadeantes, pálidos, respirando debajodelablusadeunamuchachaquehacorrido; la mano que alcanza. Hasta las mismas palabras… Todo había una esencia dentro de sí. Un sentido sentado en su centro, inmóvil, repitiéndose sin menguar ni crecer, siempre lleno de sí, como un número. Yesalistadenombresyesasumatotaltúlatendrías 67
quehacerparaeldíadelairaoelpremio. Yalhacerla,pasartúaserellamisma. Porquetambiéntedieronatiunnombre.Para que de todo esto lo llenaras como un vaso precioso. Quedetalmododentrodetiloincluyeras —las noches estrelladas, las flores, los tejados de las aldeas vistos desde el camino— que al nombrarlo te nombraras tú: suma total de cuanto vieras. Y para todo esto sólo se te dieron palabras, verbos y algunas vagas reglas. Nada tangible. Ni un solo utensilio de esos que el refriegue ha vuelto tan lustrosos. Por eso pienso que quizá —como a mí a veces— te hubiese gustado más pintar. Los pintores al menos tienen cosas. Pinceles que limpian todos los días y que guardan en jarros de loza y barro que ellos compran. Cacharros muy pintados y de todas las formas que ideó para su propio consuelo el hombre simple. O ser de aquellos otros que tallan la madera; losqueenunmuebleesculpenunaninfaquedanza y cuya veste el aire realmente agita. Pero es cierto que nunca rigióelhombresupropiodestino.Yaladura tarea mandada te entregaste del modo más honorable que he conocido. Eso sí, túsabíasbienenquétehabíasmetido. 68
A los obreros viste cuando van a la tienda. Observaste cómo examinan ellos las herramientas y palpan el filo y entre todos eligen una, la única: la esposa paraelaltolechodelosandamios. Deestemodoelegíastúeladjetivo debido, la palabra, y el verso cuyos rítmicos pasos como los de un enemigo acechabas. Hacer un poema era planear un crimen perfecto. Era urdir una mentira sin mácula hecha verdad a fuerza de pureza.
III Pero ahora te has muerto. Y el chorro de la gracia contigo. Mas dicho está, que nunca permitió Dios que aquello que entre los mortales noblemente ardiera se perdiese. De esto vive nuestra esperanza. DifícilesyduroellucharcontraelOlimpo acuoso de las ranas. Desde muy niños son entrenados con gran maestría para el ejercicio de la Nada. Mucho hay que afanarse porque lo otro sea advertido.Y aun así, pocos son losqueentreelhumoylaburlaloreconocen. Pero, con todo, perseveramos, Joaquinillo. Descuida.
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Redoblaremos nuestro rencor ritual, el de la cítara. Nuestro alegre odio a saltitos. La nuestra víbora de los gorgeos. YelAmorganará. Tú deja que tu sueño mane tranquilo. Ysiesquealgohashechoatraiciónmuriendo, allá tú. Noseréyoquienvayaajuzgarte.Yo,quetantas veces he traicionado. Poreso no levanto mi voz tampoco contra la Muerte. La pobre, como siempre, asustada de su propio poder y de tantos ayes en torno al muerto, enrojece. Tu muerte solamente tú te la sabes. Noatañealosvivossuenigma,sinoeldelavida. Mientras vivamos sea ella olvidada como si eternos fuéramos, y esforcémonos. Tú, desde el Orco, gallo, despiértanos.
IV YaigualmaneraquelasabejasdeTebas —conforme el viejo Eliano cuenta— iban a libar miel en labios del joven Píndaro; llegue este canto hasta la pálida cabeza. 70
Entupechoseposeytupicosupicohiera sorbiendo fuego. En torno de tu frente aletee tejiendo sobre ella una invisible corona. Susalasbataconmásfuerzayhiendan un espacio más alto sus nobles giros. Elesfuerzorepita.Yotravez.Yotra…Ysuvuelo por el cielo se extienda en anchos círculos. Madrid, febrero de 1947
Eunice Odio Y añadió: —No podrás ver mi faz, pues el hombre no puede verme y vivir.
Exodo, XXXIII, 20. Una visión legendaria, un elevado discurrir, un pensamiento, —tal a Avila sus murallas y su gorjeante azul— la rodeaban defendiéndola de lo que, extranjero y hostil, podía herir. Estoy hablando de tu frente. Alos lados están, asomando como las alas de dos ángeles sumisos por un costado en el muro, las dos orejas pálidas, acústicas, precipitándose en el remolino del oído hasta el fondo.Al estanque del tímpano en donde se reflejan eltrinodelave,lanotadelviolín,elsoneto. 71
Y sobre la pulida nariz que suele hundirse naveeneloleajedelarosa,buscando una exacta respuesta de olor a su pregunta, se encienden los dos ojos, desde la telaraña redonda, minuciosa y azul de la pupila. Y luego, del lecho fresco de los labios, donde tu juventud parecía haberse tendido ya a sólo madurar, degolpe,comoelaguaenlosvalles, todo se lanza hacia los hombros y los senos… Después todo es quietud y desnudez sin fin. (Sólo en el vientre, el vello. Creciendo allí tal vez por la misma secreta razón —aún sólo sabida por él— del musgo) ¡Muchacha! Tú estás sentada sobre la tierra. Miras. Como lebreles tus largas manos posas: seres armados, guardan la puerta de tu cuerpo. LasdosperrerasalaentradadelJardín. Hetratadodedecircómoeres; deponertedenuevodelantedemí ¡oh muchacha desnuda! ¡forma! ¡perfección! Porque aunque a menudo te vimos, apenas nos percatamos de ti. Hablamos mucho de tu gracia porque eso distraía pero qué poco sospechamos bajo el cariño de la piel ¡yentreeliryvenirdetusangreatareada! 72
Creímos que eras bella solamente para ser lecho oscuro del sol o chispa de la atmósfera, y no advertimos cómo sobrellevabas esepenosoydurooficiodelascosasbellas que, tras de su dorada corteza, lucha para salvar al hombre de la Divinidad en bruto. Porquetrasdeesamembrana,deesaaladecigarra, está escondido, tirante, alerta, lo otro. Detenido de pronto en su exceso cuando todo iba a estallar. Un poco más y el compromiso se habría establecido. Un poco más y habría sobrevenido eso. De lo que nadie osa hablar. Pero de ello, si unos pocos tuvieron noticias es mucho. Porque tú corriste a ponerte disimuladamente en la puerta, yentoncesyanotevimossinoati,¡Antifaz! con tu pétalo soportando el golpe del ariete sagrado, con un dedo menudo y perfecto evitándonos enundiálogoelmayordelosriesgos. Tú bisel, bisagra, ángulo, eres, allíelnudociegodelalid,delcombate entre lo que intenta revelarse, obtener, yloquetratadeponeralhombrealamparo de lo que no podría soportar. Por eso, para hablar de tu cabello, quise resistir hasta ahora, para decir queestádetrásdeticomounárbol 73
y como un árbol mucho follaje y sombra esparce. Para ocultarnos lo que nos haría enrojecer y temblar: el ajetreo de los ángeles, las poleas de lo monumental, yaDiosmismoenplenatarea,conlasdos medialunas de sudor alrededor de las axilas. A veces a ti misma te esquivamos. Tratamos de cubrirte con palabras y adjetivos espléndidos, por temor a ver entre tus pliegues algo de lo desconocido, pues, ¿qué enorme compromiso no traería haberlo visto aunque fuera una sola vez? Por temor a conocerte demasiado, de llegar aserdemasiadodetiyentrarenrelación conloque¿quiénnosdicecuántonoseríacapazdeexigir? Pero tú, entretanto, así, como una estrella dentro de su armadura, sonriendo ponesatodoestounnombre animador y andadero: belleza. Yhacesquedeestalucha,deesta cuerda tensa no brote ni oigamos los cercanos, nada, nada,sinoesanotapuraalaqueelcorazón enmediodesuafánysugemirpuedaunmomento asirse.
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Tom-Boy and Little-Women No nos equivoquemos sobre este punto. Las niñas marimachas, chinvaronas, tom-boys —como se diga— que juegan sólo con muchachos, beisbol de lustradores trepadoras de rodillas raspadas, con cicatriz visible y permanente en la ceja izquierda impresacontraelfilodelapiedra delapozaabsolutadelainfancia; son sensibles, intensas bajo sus overoles, y despliegan más tarde mamalias adorables y hacen hombre al hombre porque lo trataron desde niñas y se lo saben desde dentro, yyaadultasleamortiguantodoloque es demasiado duro, pulido e hiriente como ebanistería enemiga. Pero las otras, mujercitas, little-woman, damitas —como se diga— que juegan con muñecas y bordan y cocinan de mentira, son más tarde mezquinas económas que esconden senos ínfimos, metálicos y devienen espeluznantes cónyuges, paridoras de futuros misóginos, como aquel desdichado que menciona el doctor Rober Burton enAnatomy of Melancholy, quenosalíanunca,ycuandoensualtaalcoba alzaba los visillos, asomándose al tumulto de Londres, si divisaba apenas una sombrilla o un talle, rompía a vomitar. 75
Las virgenes prudentes ¿Quién es esa mujer que canta enlanoche?¿Quiénllamaasuhermana? De país en país, esa rapsoda que vuelva en el viento por encima del mar tenebroso donde culebrea el cielo ¡Salidle al encuentro! Ella, la enamorada. Ellanadamás,ysuhermana. ¿Ese viento que canta? Eslavozdelamor.Lavozdeldeseodelamorquesealza enlanochealta. Sobrelapotenciadelaciudad,esavozquegira. ¡Esa aria exquisita! Sólo esa nota vibra en la noche helada. Esaarpasolatañendoenlanochevasta. Ese único silbo penetrante de la pureza. Sólo esa serenata encantada. ¡Yelamordelashermanas! De las estrellas protegiendo sus llamas para el Deseado que tarda. Nada sino eso: el cañaveral de las desposadas y la sombra alargada del Ladrón que escala. Canta la noche y las llanuras solitarias sometidas al hechizo de la luna. Claras, 76
vacías súbitamente al paso de las hermanas. Al paso de la bandada blanca de las vírgenes hermanas. Las que se entregaron al amor. A quienes no se les concedió sino el amor. Las Vírgenes Prudentes cuchicheando en la alcoba [estrellada. Bajando la voz y subiendo la llama. Cerrándose en medio de su sombra. Desapareciendo detrás [de su lámpara. Aquí sólo tienes abismo. Aquí sólo hay un punto fijo: el pabilo quieto ardiendo y el halo frío. Aquívasarasgarelvelo. Aquí vas a inventar el centro. Aquívasatocarelcuerpo Como toca un ciego el sueño. Aquí podrás soplar y apagar tu secreto. Aquí ya podrás quedarte muerto.
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CLARIBELALEGRÍA (Estelí, 1924) Datos personales Tengo un metro cincuenta de estatura. Ojos color castaño. ¿Me atreveré a reír, a preguntar, a destruir la armadura que me han puesto y a gritar de vergüenza? Sé leer y escribir, mas no he podido aún olvidar mis rencores. Nunca estuve en la cárcel. ¿Aqué tantas contraseñas si es más difícil que antes conocernos? Porlasnochesmedueleloquehedicho. En sueños me disfrazo vivo un papel absurdo del cual olvido el texto. Meidentificaunnúmeroymeahogodesed. Peroapesardetodosurgeelcanto ynosabenquéhacerenlasaduanas y lo dejan salir.
Autorretrato Malogrados los ojos oblicua la niña temerosa, deshechos los bucles. 79
Los dientes, trizados. Cuerdas tensas subiéndome del cuello. Bruñidas las mejillas, sin facciones. Destrozada. Sólo me quedan los fragmentos. Se han gastado los trajes de entonces. Tengo otras uñas, otra piel. ¿Por qué siempre el recuerdo? Hubo un tiempo de paisajes cuadriculados, de gentes con ojos mal puestos, mal puestas las narices. Lenguas saliendo como espinas de acongojadas bocas. Tampoco me encontré. Seguí buscando en las conversaciones con los míos, en los salones de conferencia, en las bibliotecas. Todos como yo rodeando el hueco. Necesito un espejo. Nohaynadaquemecubralaoquedad. Solamente fragmentos y el marco. Aristados fragmentos que me hieren reflejando un ojo, un labio, una oreja, 80
como si no tuviese rostro, como si algo sintético, movedizo, oscilara en las cuatro dimensiones escurriéndose a veces en las otras aún desconocidas. He cambiado de formas ydedanza. Voyamorirmeundía ynosédemirostro ynopuedovolverme.
Creí pasar mi tiempo Creí pasar mi tiempo amando y siendo amada comienzo a darme cuenta que lo pasé despedazando mientraseraamivez des pe da za da. 81
Extraño huésped Es extraño este huésped este amor cuanto más me despoja más me colma.
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ERNESTO CARDENAL (Granada, 1925) Epigramas Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica. Ysialamorquelosdictó,tútambiénlodesprecias, otras soñarán con este amor que no fue para ellas. Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas, (escritos para conquistarte a ti ) despiertan en otras parejas enamoradas que los lean losbesosqueentinodespertóelpoeta. * Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo, porque el gesto más leve cualquier palabra, un suspiro de Claudia, el menor descuido, tal vez un día lo examinen eruditos, yestebailedeClaudiaserecuerdeporsiglos. Claudia, ya te lo aviso. * De estos cines, Claudia, de estas fiestas, 83
de estas carreras de caballos, no quedará nada para la posteridad sino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia (si acaso) yelnombredeClaudiaqueyopuseenesosversos ylosdemisrivales,siesqueyodecidorescatarlos del olvido, y los incluyo también en mis versos para ridiculizarlos. * Esta será mi venganza: Queundíallegueatusmanosellibrodeunpoetafamoso yleasestaslíneasqueelautorescribióparati ytúnolosepas. * Me contaron que estabas enamorada de otro yentoncesmefuiamicuarto y escribí ese artículo contra el Gobierno por el que estoy preso. * Imitación de Propercio. Yo no canto la defensa de Stalingrado nilacampañadeEgipto ni el desembarco de Sicilia 84
ni la cruzada del Rhin del general Eisenhower: Yo sólo canto la conquista de una muchacha. NiconlasjoyasdelaJoyeríaMorlock ni con perfumes de Dreyfus ni con orquídeas dentro de su caja de mica ni con cadillac sino solamente con mis poemas la conquisté. Y ella me prefiere, aunque soy pobre, a todos los millones de Somoza. * Deprontosuenaenlanocheunasirena de alarma, larga, larga, el aullido lúgubre de la sirena de incendio o de la ambulancia blanca de la muerte, comoelgritodelaceguaenlanoche, queseacercayseacercasobrelascalles ylascasasysube,sube,ybaja ycrece,crece,bajaysealeja creciendo y bajando. No es incendio ni muerte: Es Somoza que pasa. * HayunlugarjuntoalalagunadeTiscapa —un banco debajo de un árbol de quelite— que tú conoces (aquella a quien escribo 85
estos versos, sabrá que son para ella). Y tú recuerdas aquel banco y aquel quelite; la luna reflejada en la laguna de Tiscapa, las luces del palacio del dictador, lasranascantandoabajoenlalaguna. Todavía está aquel árbol de quelite; todavía brillan las mismas luces; enlalagunadeTiscapasereflejalaluna; pero aquel banco esta noche estará vacío, o con otra pareja que no somos nosotros. * Yo he repartido papeletas clandestinas, gritado: ¡VIVA LALIBERTAD! En plena calle desafiando a los guardias armados. Yo participé en la rebelión de abril: pero palidezco cuando paso por tu casa y tu sola mirada me hace temblar. * Recibe estas rosas costarricenses, Myriam, con estos versos de amor: mis versos te recordarán que los rostros de las rosas se parecen al tuyo; las rosas te recordarán que hay que cortar el amor, yqueturostropasarácomoGreciayRoma.
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CuandonohayamásamornirosasdeCostaRica recordarás, Myriam, esta triste canción. * Cuando los dorados corteses florecieron nosotros dos estábamos enamorados. Todavía tienen flores los corteses y nosotros ya somos dos extraños. * Alperderteyoatitúyyohemosperdido: yoporquetúerasloqueyomásamaba ytúporqueyoeraelqueteamabamás. Perodenosotrosdostúpierdesmásqueyo: porqueyopodréamaraotrascomoteamabaati peroatinoteamaráncomoteamabayo.
Los insectos acuáticos de largas patas Los insectos acuáticos de largas patas patinan sobre el agua como sobre un vidrio. Y patinan en parejas. Se separan ysepersiguenyseemparejanotravez. Y pasan toda su vida bailando en el agua. Túhashechotodalatierraunbailedebodas y todas las cosas son esposos y esposas. YsóloTúereselEsposoquesetarda ysóloyosoylaesposasolasinesposo. Los tálamos de los pájaros están verdes 87
y las parejas de grajos vuelan jugando, las parejas de grajos negros, jugando ygritando:¡AAAA!¡AAAA!
Salmo1 Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni asiste a sus mítines nisesientaenlamesaconlosgangsters ni con los Generales en el Consejo de Guerra. Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano ni delata a su compañero de colegio. Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios [comerciales ni escucha sus radios ni cree en sus slogans. Será como un árbol plantado junto a una fuente.
Oración por Marilyn Monroe Señor recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra con el nombre de Marilyn Monroe aunque ese no era su verdadero nombre (pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violadaalos9años ylaempleaditadetiendaquealos16sehabíaqueridomatar) 88
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje sin suAgente de Prensa sin fotógrafos y sin firmar autógrafos sola como un astronauta frente a la noche espacial. Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times) ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas. Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras. Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno pero también algo más que eso. Las cabezas son los admiradores, es claro (lamasadecabezasenlaoscuridadbajoelchorrodeluz). Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox Eltemplo—demármolyoro—eseltemplodesucuerpo enelqueestáelhijodelHombreconunlátigoenlamano expulsando a los mercaderes de la 20th Century–Fox quehicierondeTucasadeoraciónunacuevadeladrones. Señor en este mundo contaminado de pecados y radiactividad, Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda quecomotodaempleaditadetiendasoñóserestrelladecine. Ysu sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor). Ellanohizosinoactuarsegúnelscriptqueledimos, el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo. Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
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por nuestra 20th Century por esta Colosal Super-Producción en la que todos hemos [trabajado. Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tanquilizantes. Paralatristezadenosersantos se le recomendó el Psicoanálisis. Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada [escena ycómosefuehaciendomayorelhorror y mayor la impuntualidad a los estudios. Como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine. Ysuvidafueirrealcomounsueñoqueunpsiquiatra [interpreta y archiva. Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados que cuando se abren los ojos se descubre que fue bajo reflectores ¡y apagan los reflectores! Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set [cinematrográfico) mientras el Director se aleja con su libreta porque la escena ya fue tomada. Ocomounviajeenyate,unbesoenSingapur,unbaileen [Río la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de [Windsor vistos en la salita del apartamento miserable. 90
La película terminó sin el beso final. La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono. Y los detectives no supieron a quién iba a llamar. Fue comoalguienquehamarcadoelnúmerodelaúnicavoz [amiga yoyetansólolavozdeundiscoqueledice:WrongNumber. O como alguien que herido por los gánsters alarga la mano a un teléfono desconectado. Señor: quienquieraquehayasidoelqueellaibaallamar ynollamó(ytalveznoeranadie oeraAlguiencuyonúmeronoestáenelDirectoriodeLos [Ángeles) ¡contesta Tú el teléfono!
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FERNANDO SILVA (Granada, 1927) Viento Entra el viento sonámbulo. Viene el viento en los carrizales quebrándose los huesos. Viene el viento loco. Viene el viento en el camino chiflado como un perro. Viene el viento.
Velorio Están los indios en el velorio, los perros olfatean los caites nuevos. Enelcafénegrosesuavizan las rosquillas del maíz. La india muchacha se refriega los ojos colorados. Sobre unas tablas está tieso el muerto, con una cobija encima. 93
Enelvelorio los indios tienen los caites en las reglas de los taburetes. Llegan al velorio los indios, todos llegan oscuros, no se sabe cuándo llegan, selesvelacara, cuando encienden los puros en el candil. Están en el velorio, nadie habla.
El comandante El Comandante es un viejo alto que solo vive fumando. Elpuertoesmuytristeylosguardiassevanapescar. AlmediodíaelComandantecruzalacalleparairalexcusado y allí se tarda bastante. Después, sale amarrándose la faja y se queda mirando la larga y asoleada calle, sube luego las graditas de su casa yseacuestaadormirenunahamaca. Alláselevantayveirsealosbotes, mientras se desabotona la camisa yserasca. Perolatardenodejadeteneralgobonito. Élsolocomounpájaroentrelospalos
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que salen volando cuando los Poponé cantan por última vez.
La pesca Decorazónderesesmássuavelacarnada. De lomo de mojarra también es buena o de carne de animal, de abejones, mazamorras o chicharras. Resulta más en las corrientes que el pez vea al animalito moviéndose. Por lo sombreado, en lo triste, debajo de las ramas, entrelasmacoyasdezacateoalaorilladelos paredones, allí son los mejores pescaderos. Dormidaelaguayelsolfuerte y el viento bamboleando los árboles. Se desenrolla la cuerda. Se escupe la carnada, semojalamanoyserevuelveelaguaconlosdedos yseechaalfondolacuerda: si es Barbudo, corre. Guabina, se hunde. Guapote, tira duro. Burra, se mece. Roncador, pesa. Calejillo, sube. Cangrejo, no corre. Robalo no coge anzuelo y las pepescas comen encimado. La montaña es verde. Elboteconlaproavaradaentierra,hundidaentreelbarro. 95
El pescador pensando en nada, con el anzuelo adentro y viendo el agua azul. La tarde viene con una bandada de patos que se sientan en los bijaguales y saltan los sábalos reales y dejan remolinos y remolinos.
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ERNESTO GUTIÉRREZ (Granada, 1929–Managua, 1988) Enmíynoestando Siempre ausente la mirada losojosyelcorazón puestos en Nicaragua enlaspersonasqueheamado enmishijos enlaspersonasquemehanamado en mi familia en Nicaragua en los sitios donde he vivido enloquehesoñado en mi familia en Nicaragua en vanos entusiasmos, ya pasados en mis estudios, inútiles ahora enlapoesía en mi familia en Nicaragua enmisbuenosamigos enmispadres en mis hermanos en mi familia en Nicaragua enloqueheamado enestoyenlootro en lo contradictorio enloquehefracasado enloquemehaempeñado en mi familia en Nicaragua yausentedemímismoestoy con mi familia en Nicaragua. 97
El jefe Este me dará comisiones fifty-fifty el otro, es demasiado honrado —debemos separarlo—. No hay que olvidar el onomástico del Hombre ni tampoco su cumpleaños —pongamos su retrato en lugar visible— (y mi mujer tendrá además que hacerle un regalo a la comadre). Aquí nada es urgente el trabajo tiene que caminar despacio yencuantoalprecio —no debemos preocuparnos—. ¡Viva el jefe!, gritó el coro delAdministrador del Comprador del Bodeguero del Comisionista delAuditor y demás saltimbanquis y comparsas.
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Ella, la inefable AElla,porqueenellaeslamujer lo que nosotros quisiéramos que fuera. Desde las antiguas civilizaciones se afana el hombre por encontrarla ysuoídodice: un nombre seductor, una historia adorable. ¿Es ella Semíramis mirando desde los jardines cómo los hombres olvidados del amor construían la gloria de Babilonia? ¿Es ella Helena entrando con blanco pie alaalcobadeParis después del batallar? ¿Es ella Cleopatra cuyo ardiente paso hollando el corazón aún resuena fatal? ¿Quién, contra el oro de la tarde no ha sentido sus miradas? ¿Yquiénnohaoídoensupropioaire elllamadodesuvoz? Con reunidas ansias la he imaginado. Elaromadesuser 99
rezuma entre sueños, su sustancia diseminada climas de amor inunda. Pero sólo la eterna belleza la inagotable dulzura y el ilimitado amor acumulados a su nombre. Ysinmañana,ysintalvez,nada sino oceánicas desesperanzas juntas.
Se describe el otoño Sobre mosaicos de caídas hojas paso —sonora y aleteante alfombra— más admirable que la seda más bella que las rosas. Delverdealoro al semitono anaranjado al rojo sangre al púrpura al escarlata. ¡Ah! Los grandes árboles, más altos que las casas en un constante agitar de sus multicolores hojas que el viento otoñal suavemente desgaja. ¡Oh! Increíble y fascinante estación 100
más bella aún que la resurrección primaveral canto de cisne entonas, amada naturaleza cuando el invierno, de muerte temporal con catafalco de nieve te amenaza. Así, como estremecida tú, yo, trémulo canto de cisne creo ahora escuchar en mi insoportable y angustiado corazón.
Resucito ahora Innumerables cosas me han sucedido Virgen santa apiádate de mí Inmaculada. Como el ahogado antes de sucumbir seapoyaenelfondodelmarysalta sacando fuera su cabeza exhausta resucito ahora mientraslamuertecomoelmar mi hundimiento espera ajenaamilucha ciega a tu milagro.
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Aedas y tiranos Cuenta Pausanias: que Anacreonte en la corte de Polícrates y Esquilo con Hierón en Siracusa rendían su cantar a los tiranos y Simónides también; pero Hesíodo y Homero, NO no tropezaron con reyes y pospusieron la riqueza de los poderosos alafamaentrelosmuchos. No era inmoralidad exactamente la de aquéllos pues no hay que olvidar que en Maratón y Salamina Esquilo luchó contra los persas; pero es en Hesíodo virtud agreste y excelso don en el andariego Homero cantar para el Demos y no a quien tiránicamente lo rigiera poresoyhastaahora han seguido los poetas unos con los tiranos y otros contra ellos pero Hesíodo y Homero cubren toda la Hélade y Anacreonte y Esquilo y Simónides tan sólo una parcela. 102
OCTAVIO ROBLETO (Juigalpa, 1935) Oh vientre suave ¡Oh vientre suave! Taza, pluma, seda. Cómo encuentro la paz, allí, y la ternura. Corre mi mano tranquila y segura. Ylavidaesbella.Esbella,¡ohLeda! Será imposible ya, que el pecho pueda contener dicha más grande y más dulzura. Existe el cielo y existe la hermosura ynoimportasaberquenadaqueda. Se acallan mis preguntas y mis dudas. Lanocheessimple,elsueñoesblando ynoséloqueiráapasarmañana. La Muerte y la Esfinge están mudas. Ignoroeldónde,elcómoyelcuándo por ti, nido de amor, dulce manzana.
Mi novia Minoviasepareceaunavaca, esmansayapacible,esdócilyesláctea. Mi novia tiene miedo a las tempestades ybuscarefugiosensucasacomolasvacasenlaloma. 103
Minoviahueleazacateyesmañaneraycanta. Seechaensuhamacayseadormece: es maternal y tierna, es cuidadosa y brava. Ama a los terneritos y conoce sus balidos. Minoviaesariscayorejanaysinfierro, sin embargo, es inconfundible yconellairéasestearundía bajo el elequeme.
Undíaunosemuere Undíaunosemuere, se acaba todo yanoveremoselsolnilaluna, no gozaremos de la lluvia, noveremoselmarnilosríos, yanoseoiránlosruidosdelacalle no saludaremos a los amigos conocidos no podremos amar a una muchacha. Undíaunosemuere y la vida continúa para otros, paramínohabrácalor no habrá leche no habrá vino, mi camisa será inútil, mi hamaca estará inmóvil. Se acaba uno tristemente. 104
Maritita ¡Mariyitaaaaa! ¡Quéeeee!!! ¡Mariiiitáaa! ¡Quéee! Nada, nada quería oirte decir quée.
La mañanita La mañanita es una fiesta: Cenzontles, urracas, güises, chachalacas, oropéndolas, loras, chocoyos, perrerreques, carpinteros, tucanes, pataconas, alasblancas, sargentos, gorriones, pijules, lapas, gallos, gallinas, chompipes, patos, pollitos y además berridos, ladridos, relinchos, mugidos, gritos, rebuznos, balidos y además canciones en el potrero, machetes en los mollejones, la piedra de moler raca-raca-raca, baldesdelecheenlacanoa,chorrchorr y mi alma fresquecita ebria de entusiasmo.
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LIGIAGUILLÉN (Estelí, 1939) En el refugio conoceré Al salir del sueño caracol tierno y desnudo, semeimpuso una envoltura que no tendrá nunca mis medidas. Sóloenlacasadelosespejos conoceré el aspecto de mi sombra que llora porque me queda grande.
Así regreso En cada fuente entre las alamedas lavémivoz, lapulícomountrozodeónix hasta dejarla transparente y celeste; melacoloquéalcuello (como pendiente de plata) y así regresaré con ella comosifueraunavoz que acaba de nacer.
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Sólo desnuda conocí Dejé las vestiduras perdidas durante la tormenta. Sólo desnuda conocí queseescribeconfuego el nombre del misterio.
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FERNANDO GORDILLO (Managua, 1940–1967) Elpreciodeunapatria 3.000.000 es el precio de una Patria si alguien quiere venderla. Yhuboquienquisoylavendió. Más tarde dijeron que sus hijos nacieron para cantarla. Comosilaluchanoeselmásalto de los cantos. Ylamuerteelmásgrande.
Andrés Andrés tu piedra es mi esperanza. Hapasadounsigloyyaloves, todo lo mismo. Pudomáseloroquelasangre. Toda tu tierra, Andrés. DesdeloslagosalCoco, desdeelCabohastaelSanJuan. Es una sola lágrima donde la Patria llora. Lanza la piedra. ¡Lánzala! A un siglo de distancia, el enemigo, eselmismo. 109
Dos muertos Dos muertos: Unoalavistadetodos, en el corazón de nadie; otroalavistadenadie en el corazón de todos.
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ROBERTO CUADRA (Managua, 1940) Tipitapa Uncamiónquesealeja y el ruido desapareciendo pocoapoco, unyipqueseenciende yotrocamiónquepasa y empieza a desaparecer, una radio lejana, elgolpedelashojas yelvientotodoeldía elaleteodelospájaros enlajaula y los piches rascándose elpechoconelpico osiguiendoaunpollo con el pescuezo estirado, la ropa tendida, el perro dormido yelvientootravez ytodoeldía vocesdegenteenlacalle, pasos, gritos y el telefonista: “Aló Managua, aló Managua...”
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Enmaestodaunamujer Enmaestodaunamujer: sabe cocinar y también lavar, planchar y preparar platos sabrosos ademásdequesesabealdedillo losdíasdelaiglesia (yqueellalosguarda) yquerespetaalaspersonas y muchas personas no la respetan a ella porque tuvo la desgracia de llegar a Tipitapa donde hay muy pocas mujeres como Enma (siesquelashay) porque Enma es sólo ella: (la irrespetada) (la provocativa) (la sabia) (la saludable) (la cocinera) (la hermosa sólo Enma) la que vive con Alfredo ylaquevivióconPedro(elchofer) y Mario (el coimero) y Sergio (el cobrador de seguros) Enma.
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RUBIARANA (Masaya, 1940) Dangeres Palabras son cuchillas que matan. Cuidate de tus palabras; de las mias cuidame, Señor. Sihayundolorcompacto miserere, miserere (mantra) todoloquevienedellatín; (mea culpa) según fuerza de palabras: danger escrito y pensado en inglés.
Enmanuel Rostros en mi clase de inglés. Dividido en diferentes rostros está en el aula mi Señor, Dios de los ejércitos, enseñándose, aprendiéndose, amándose en cada rojo corazón, dentro del pecho de mi compañero griego, palpitando en el torrente sanguíneo de mis compañeros negros y blancos; tantos rostros y un solo amor infinito; soy conociéndome en ellos.
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LalluviaeshijadeDioscomotodaslascosas Himnos a la sagrada Naturaleza, al vientre de la tierra y al germen que entre las rocas y entre las carnes de los árboles, y dentro humana forma, es un mismo secreto y una misma norma.
R.D. Oro. Silencio. Crepúsculo. Penumbra y energía universal. Semilla y muerte: hijas de la tierra, hermanas de la tierra, madresdelatierradellirioydelsilencio, hijosdelablancatumba madre de las flores sencillas, los árboles llenos de paz, y la resignación del verbo-vello terrestre. Eltactodelatierrafundeyconfunde elgermendelavida,enlamuerte: desde el minúsculo átomo hasta la solemne putrefacción: allí renace la vida, como la primavera. ¡Loor a la embriagante primavera hija del sol y llena de tumbas floridas! Rosa y silencio. Fiebre infinita para morir cantando a la vera de girasoles inmóviles 114
e invadidos de lágrimas del rocío: pobre dolor del cielo. Ternura de las enredaderas: amolafugademariposas en tu cuerpo de pulpo verde e inofensivo, dondeemigraelgusanoalastejasdebarro, ylavalalluvialanoche, ytuverdeinfinitodehojasydulzurasdenido; amotutelarañaverdeybrisa; vigilante, estival amante infinita del sol, hijadelatierracomolamuerte. Reminiscencia de ángeles vegetales, vastedad del corazón de la tierra, del útero de la tierra. ¡Ah, refulgencia nocturnal llena de astros puros! (ángeles con cabelleras de medusa y hojas, labios en pétalo y corazón que ya no pertenece, sexodeflorenfugabajolosastros que son incandescentes sexos del cielo). Árboles, bellos ángeles pavorosos y milenarios, hijos del tiempo, como todas las cosas, insistente creación del tiempo hijo del hombre, porque Dios no hizo el tiempo sino el hombre relojes y calendarios para celebrar las arrugas y prevenir el pavor de la muerte. 115
Peroeltiempoeshijodelmiedoysuinmensidad no existe: es relativa, sucesiva locura amarilla como epidermis de girasoles, espectáculo de Dios, vacilación integral. (Agua y ternura llueve). Amolalluviaymojomicuerpoymismanos como ángeles hijos de Dios y la muerte. Lalluviadebeseraloshombresloqueesalosárboles: yo grito en felicidad desnuda y llena de sombra, insatisfecha, doliente como la noche. Sed infinita estruja mi corazón y humedece de lluvia. LalluviaeshijadeDioscomotodaslascosas.
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EDWINYLLESCAS (Managua, 1941) Smith & Wesson Recuerdo suSmith&Wesson pavonada de blanco el porte esbelto de su edad. Sus pantalones azules o kakis o de cualquier otro color pero siempre aguantadores y cubre tierra. Las sobre-botas café susriendasdecuerodevenado y el capote doblado sobre lapuntadelaalbarda.
Una muchacha que soñaba Hace mucho tiempo yofuienunpueblodeNicaragua el hijo de una persona muy importante Conocí una muchacha que soñaba con pájaros y árboles Tenía un caballo y pasaba porsucasaviéndolaenlapuerta La encontré en otra ciudad de Nicaragua 117
en su casa tenía un árbol lleno de pájaros y tres hijos Unavezlavi preguntando por los melones yporlaspiñas y cuando me acerqué discutía elpreciodelasnaranjas Y todavía quiero besarla.
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CHRISTIAN SANTOS (Managua, 1941) Que siga otro rumbo la ceremonia de tu amanecer Porqueséqueentupiel sólo despierto terremotos, yelperfumedemisflores noalimentaeltejidodetualma, que siga otro rumbo la ceremonia de tu amanecer.
Nada amor... nada Sentada en el zacate con los pies hundidos enlatibiezadelasaguas. Viendo caer las flores del malinche como gotas de sangre al suelo. Me quedé pensando... Nadaenlavidaeseterno, nituamor que rebalsó el tuétano de mis huesos, ni mi amor que arañando las mañanas arrancaba alaridos a tus sienes. Nada amor nada, ni siquiera esta noche de desvelo. 119
Su preciosísima sangre Yaconlabatallaperdiday estando sus huesos pegados al pavimento y su preciosísima sangre chorreando por cunetas y alcantarillas con voz potente apesardesuagonía grita: ¡No se rinda, jodido! ¡Hay que morir peleando! yasíporespacio de un larguísimo tiempo han venido quedando con sus huesos pegados al pavimento y su preciosísima sangre chorreando por cunetas y alcantarillas miles de nicaragüenses ¡peleando!
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NAPOLEÓN FUENTES (Diriamba, 1942) Moral de adolescente Anota en tu corazón loquetevoyadeclarar:creeentupadre comoentimismo aunque el laberinto de sus riquezas estéenelhambredelquemuere. Oye el consejo de tus mayores aúncuandoledeneltrasero a sus propias palabras. Sé obediente, atiende la palabra de tu adorable madrina aunque su desosegado cuerpo —como el de Helena— te desconcierte. Lamadredetumadre,esmuyposible, te espiará día y noche. Ella, fíjate, eslamássantadetodas, sólo habla, inofensiva en su silla de ruedas, con su memoria perdida por los años. Y por eso, también, hazle caso. Así, manejando esa natural compostura, 121
te verá colmado de atenciones. Y más adelante... más adelante ya llegará tu ocasión paraquedigasloqueyotedigo.
Petitoria Ah,siyopudieraalejarestemal que me quebranta hasta las heces. Ah,siseescucharaestavozreseca en esta vieja y renovada torre de babel oyendo el llanto indescifrable que arrastra el torbellino la plácida fuente queundíacreyóser. Marejada de rebotes contra este sentimiento contra la tristeza de esta criatura contra el rostro herido de su sombra. ¿Aqué pruebas mayores le llevarán los hados de que hablan los gentiles? Entre incógnitas de oscura telaraña ruega por volver.
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IVÁN URIARTE (Jinotega, 1942) Fláccido caos Fláccido caos aparece y desaparece trasmutando en poesía el frustrado lanzamiento del disco enlanoche del solitario poeta frente a las estrellas.
Río escondido Rodeado de grandes selvas pájaros extraños de huertos cuidadosamente cultivados elríovacargadodefrutasytroncos gritos de monos zambos descuartizados portátiles llenos de fruta de pan bananos mandarinas canaletes con iguanas muertas sábalos con las agallas recién cortadas. Filas de palmeras africanas se extienden a lo largo bananales con verdes racimos 123
tucanes de firmes picos haraganeando en las copas de los [árboles. Uno que otro lagarto dormido sobre un islote las truchas saltan sobre la espuma de los torrentes. De noche el río es un negro echado mirando las estrellas cuando la luna desciende lenta por los cuellos de las garzas.
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CIRO MOLINA (Estelí, 1943–2002) Pueblo vs. Ellos Dale al pueblo loqueesdelCésar yalCésar dale duro donde duela dale duro al César.
Día truncado Hoyhasidoundíadetinieblas hoy volvería a amanecer sinofueraqueamanecióporlamañana. Hoy se sentaría un borracho en la acera a mentarle la madre a los transeúntes. Hoy padecerían quién sabe qué cosas los semáforos viejos contaldenovivirundíacomoéste salvo mientras no se habían cumplido los negros ademanes. Hoy llovería fuego sinofueramayo. 125
Esenfin el hierro que se ensartó sin esculpir. ¿Yahora? y ahora ha de barrenar algo el barreno en lo más insospechado dondenoseoigaalgúnsonido que no estaba escrito.
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JULIO CABRALES (Managua, 1944) La muerte de Venus Como una gaviota solitaria tupie no caracoles. Comounavenadaalojodeagua tu cuerpo no colinas. Comounaternerabajolaluna tu frente no cañadas. Comounáguilaenlalejanía tu boca no el cielo. Comounagataenlanoche tus ojos no luciérnagas. Como cascada dorada por la tarde tu cabellera noelsol. Como una yegua frente al mar tu andar nolacosta,lasolas,laespuma mástupieelprimero enmireinodeamor tus pies como dos gaviotas solitarias tras la estela blanca borrándose 127
tu espalda lejana tus senos lejanos volviendo desde tu largo nacimiento a la diestra del cetro de Neptuno y demás comparsas sirenas y tritones.
Cartaamimadre Madrid, 20 de diciembre de 1963
Te escribo para decirte que tengo un nuevo conocido, el Otoño, con la fría brisa nordeste soplando sobre álamos y plátanos de la India enlasacerasdeMadrid; y unas hojas cayendo unas sobre otras amontonándose llevadas por el viento a media calle agarradasenelairepormimano; hojas secas, amarillas, crujientes, recogidas por barrenderos en la madrugada ymástardeenunmontón quemándose yelhumogruesosubiendo entre las ramas desnudas, blancas, húmedas al mediodía. Ya es la época de Navidad. Estamos en Diciembre ¿ycómoestálacasa? ¿Estará floreciendo el pastor junto al ramo negro? 128
¿Nosehasecadoelpozo yelalcaravánvaporelpatio? Ya has pintado por supuesto el cuarto de Clarence del color crema queaúnquedabaenelpote. Ya habrás hecho las diligencias de la casa para esta época. Y comprado el mantel blanco para la mesa y llenado el florero de narcisos rojos del traspatio, y encendido el cesto de rosas eléctricas en la noche, para Nuestro Señor, y cubierto de cortinas el cuarto de Alberto y su esposa esperando el nieto por primera vez abuela, y estarás contenta con la llegada del nieto que conocerá tu buen olor. Y te veo en las tiendas acompañándote como lo hacíamos siempre rodeado de arbolitos cubiertos de luces y el cielo negro pellizcado de estrellas, y ese olor de Purísimas, olor de madroños y triquitraques quemados, manzanas, uvas y juguetes en el Mercado San Miguel y sus alrededores, candelas romanas en manos de los niños y villancicos de pastores y del Niño Jesús en la Catedral Metropolitana, ymilunadeNicaraguaqueesdulceygrandeybuena como tú. 129
BELTRÁN MORALES (Jinotega, 1944–Managua, 1986) Escrito después del encuentro Enmihora (Hoy viernes por la tarde Cuando ya entraba la noche Ynosedistinguenilacara Nielcuerpodelasmuchachas Que transitan por la calle, Y cuando apenas nos es dado aprovechar Cierta facultad de adivinación). En mi hora violeta, yo doblaba una esquina, y de pronto tu figura cortante y sumamente amada. Después —ya sabes— caminando hablamos un poco De mis versos e ibas con frío (recuerdo la chaqueta guardando tu tierno pecho). Hablamos también de tu viaje, detucortoviajeperoviajealfin, y según la mirada todo parecía indicar que decías “porque no espero volver otra vez porque no espero porque no espero regresar”. ¿Y si, efectivamente, no volvieras? Y si, aun cuando volvieras, no volvieras a mí 130
—Queestuúnicoyrealvolver—. ¿Quién atisbará entonces con el mismo cariño el movimiento detusdedosdesdelaventanadetucasaquedaalalgo? ¿Quién amará más el movimiento de tus pestañas y el movimiento de tu cuerpo cuando vas a la escuela de mecanografía? Y quién —en última instancia— te escribirá estos versos ytediráquehoyviernesporlatarde cuandoyanosedistinguenilacara ni el cuerpo de las muchachas, yo —al doblar una esquina te adiviné yluegosincenarnileer escribí esto para ti.
Qué descansada vida —reglas— Antes que nada cálese un legítimo sombrero tejido a mano. En seguida obtenga sublimes tarjetas postales en giras turísticas alrededor del país realizadas en el vehículo de algún amigo. Pare (por favor) en pintoresco rancho depalmaypidaybebaeldivinonéctar de inmemoriales caciques servido en auténticas jícaras labradas. Entable amena charla con campesinos del lugar acerca de anécdotas, lluvias copiosas y qué tal van los frijolitos. Al mediodía balancéese en blanca hamaca bajo palmeras verdes de casa solariega. Cierre 131
los ojos y enervado más decidido déjese llevar porelcoraje:envistadequesunovianoloama propóngase como meta la guerra de guerrillas. A continuación imagine inmensos corredores y floridos balcones coloniales; nostálgico considere que ya nunca jamás volverán. Conténtese en fiestas y jolgorios de sabor popular. Tortúrese a sí mismo, violéntese, tóquese la conciencia y piense: “Pobrecitos los indios sucios descalzos etcétera”. Mézclelo todo en una batea condimentándolo con abundante y apropiada calidad. Después (si es que puede) rempújeselo de un solo trago. Yveráquérico:esolepasaporconfundir su honrado temperamento romántico con la lucha armada de liberación nacional.
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VIDALUZ MENESES (Matagalpa, 1944) Analiza tu vida Analiza tu vida que ya está programada. Alomejoryavieja,lascanastepesen ytehaganbajarlacabeza porque tu herencia será lastre y tus descendientes, indefensos insectos adheridos.
Karla Dolores Karla Dolores es un poema japonés. Sus ojos fueron hechos de palabras rasgadas y su piel, de finísima porcelana, fuerobadaaLinFu,elalfarero. Karla Dolores, el mejor poema que tu madre no escribió: tú te hiciste. Karla Dolores es un poema japonés que en su pequeñez mueve inmensidades.
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Última postal a mi padre General Meneses Debiste haber cumplido años hoy yyanoestás,paratubien. Guardo tus palabras y tu postrera ansiedad por mi destino, porque la historia no te permitió vislumbrar este momento, mucho menos comprenderlo. Eljuicioyafuedado. Te cuento que conservo para mí sola tu amor generoso. Tumanoenlacuchara dándole el último desayuno al nieto, haciendo más ligera la pesada atmósfera de la despedida. Cadaunoensulado, como dos caballeros antiguos y nobles abrazándose, antes el duelo final, fatal.
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FANOR TÉLLEZ (Masaya, 1944) Funeral en la familia Quéhacetodaestagente dándome la mano, madre, y por qué esa música acompasada yhayhombresquehablan y hemos caminado tanto, hasta la noche casi, oyendo voces yporquémipapáduermetanto ynoríeybailacomosiempre, sino que desaparece ynosvolvemosenbus después de haber llorado toda la tarde y estamos todos tan tristes.
Miss Babian atendiendo en un bar de la Costa Atlántica Miss Babian, en este bar costeño, atiende a rudos negros recién llegados, que tienen sombreritos comprados en la QuintaAvenida de Nueva York. EslareinadeSaba, 135
sonriente y frágil con cejas tupidas finas y falda como bolsón pero debajo está su carne tensa, toda la piel nocturna conlalunadelosdientes y las dulces lascivas estrellas de sus ojos ardiendo al sonido de su corazón-tambor deAfrica. Miss Babian camina como que danzara y una oscura cintura te mostrara en prolongaciones de onda, pulidos de luz vientre o caderas, adentrándote al sueño elíptico en eternal copulación.
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FRANCISCO DEASÍS FERNÁNDEZ (Granada, 1945) MiprimoChale MiprimoChalemepaseatodoslosdíasensumoto; visitamos en la mañana a Honey y a Violeta, 2 hermanas risueñas y doradas; vamos más tarde donde Margarita, y allí encontramos también a Berta, Mary Jane, y las demás, y conversamos alegremente sobre el twist, el rock and roll, el amor y la próxima fiesta; donde Chacha sólo bailamos sin malgastar palabras; laSilviaeslaquemejorbaila pero la Violeta ríe con tanta gracia. Después pasamos llevando a Juan Bautista que siempre juega base–ball frente alapuertadeHoneysinatreverse a la declaración de amor. En la noche después del cine, cuando regreso a casa, mi papá me espera con algún resfresco, y te escribo a ti, Michèle, comparándote, ¡oh incomparable!, y pidiéndote disculpas por el solo hecho de compararte.
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Esta Es tass va vaca caci cion ones es he hemo moss vi visi sita tado do los do doss Estass va Esta vaca caci cion ones es he hemo moss vi visi sita tado do lo loss do doss el si siti tioo do dond ndee na naci cimo mos. s. Tú,, Mi Tú Mich chèl èle, e, tu Pa Pari ris, s, yo,, mi so yo sole lead adaa Gr Gran anad ada. a. Tan di dist stan ante tess qu que, e, cu cuan ando do te re recu cuer erdo do,, si sien ento to unaa li un lige gera ra fa fati tiga ga y un unaa pe pequ queñ eñaa in inqu quie ietu tud: d: ¿Seráslamismaquesedespidiódemí cuan cu ando do no noss re reun unim imos os en Mé Méxi xico co??
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GLORIAGABUARDI (Manag (Ma nagua, ua, 194 1945) 5) Prep Pr epar arac ació iónn pa para ra la ma magi giaa Hojass de ye Hoja yerb rbab abue uena na y lim limona onaria riass crem cr emaa de al alme mend ndra rass ytédemanzanilla verdur ver duras as fre fresca scass elim el imin inad adaa la ca carn rnee par araa qu quee el cu cuer erpo po li limp mpio io y pu puri rifi fica cado do se seaa un ce cerv rvat atil illo lo ágil ág il e in inoc ocen ente te ycomoelvidrio puraa alm pur almaa del delica icada da tra transp nspare arente nte vibrecomounarpaaltoquesuave detutacto,paraquecomoviolín o gu guit itar arra ra se ten ensse la co colu lumn mnaa loss pe lo pech chos os má máss er ergu guid idos os qu quee nu nunc ncaa pier pi erna nass de po potr tran anca ca li list stas as par araa el vu vuel elo, o, av avió iónn o páj ájar aroo el ar arco co de lo loss pi pies es in inco conm nmov ovib ible le y to todo doss lo loss la lati tido doss al un unís íson ono, o, ahor ah oraa qu quee re regr gres eses es..
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Nostal Nos talgia gia I Hoyalasseisdelatarde cabrit cab ritas as mía mías, s, est estrel rellit litas, as, riítoenquemebaño, mochil moc hilita ita,, bot botita itass mía míass hiji hi jito tos, s, pi pien enso so en us uste tede dess aquí aq uí,, en al algú gúnn lu luga garr de Ni Nica cara ragu gua. a.
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GUILLERMO MENOC GUILLERMO MENOCAL AL (Granada,1946) Vida Prepárat Prepá ratee a viv vivir ir,, como co mo si nu nunc nca a tu tuvi vier eras as qu quee mo mori rirr.
Nazim Naz im Hik Hikmet met Es al aleg egrí ríaa la ex exis iste tenc ncia ia ysevieneagozaryamar. Se qu quie iere re vi vida da,, mu much chaa vi vida da paravivirlavidaconvida. Esta Es tamo moss co conn vi vida da ad ador oran ando do.. ¡Car ¡C aram amba ba,, qu quéé ca cara ramb mbaa tant ta ntaa vi vida da pa para ra po poca ca vi vida da!! Quéharéyosinvida, qué har aréé si sinn mi vi vida da,, mu mund ndo. o. Quie Qu iero ro mu much chaa vi vida da pa para ra re reír ír,, quie qu iero ro re reír írme me de vi vida da.. Déjenm Déj enmee viv vivir ir goz gozand ando. o. No,, yo no qu No quiier eroo mo mori rirm rmee sin vi vidda, quie qu iero ro ll llev evar arme me un re recu cuer erdo do de su suma ma vi vida da,, porr es po esoo qu quie iero ro vi vivi virr, insi in sist sto, o, mu muri rien endo do de vi vida da..
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SentadoalaorilladelLagoMichigan Sentado a la orilla del Lago Michigan en la quieta y brumosa ciudad de Milwaukee veo un sinnúmero de plateados peces muertos que flotan en las serenas aguas de este célebre lago acogedor y reposado. Nadie se asoma a este cementerio acuoso: ni siquiera el sol refleja sus rayos y la mañana parece detenerse remolonamente enellevesusurrodeunoleaje perezoso y dilatado. Todo está callado y pacífico ante este tenue, confortable y delicioso frío. Siento cómo mis ideas entran y salen en este ambiente lacustre de peces muertos con ojos de miradas ciegas, sólidas y borrosas, que provocan en mí la meditación porque ¿qué ha estado ocurriendo? ¿por qué asola las aguas esta desgracia? Tierra y agua: dos mundos diferentes e iguales. Semejantes porque ambos poseen seres vivos. Diferentes porque en las aguas no hay prejuicios ni remordimientos, llanto o pena 142
comoenlatierra dond do ndee ta tant ntos os se sere ress pe pens nsam amos os y ra razo zona namo moss y nu nues estr tros os se sent ntim imie ient ntos os de pi pied edad ad,, amorr, nob amo noblez leza, a, dol dolor or,, or orgul gullo. lo..... socava soc avann nue nuestr stroo dia diario rio viv vivir ir-mo -morir rir.. Esta mañ Esta mañan anaa he ob obse serv rvad adoo a muc muchos hos ang anglos losajo ajones nes cami ca mina nand ndoo a la or oril illa la de dell la lago go Mi Mich chig igan an en la qu quiiet etaa y bru rumo mosa sa ci ciuuda dadd de Mi Milw lwau auke keee absort abs ortos os en sus aco acostu stumbr mbrado adoss eje ejerci rcicio cios, s, indi in dife fere rent ntes es an ante te es este te at ataj ajoo de mu muer erte tes, s, ajenos aje nos al inf infort ortuni unioo quee la qu lace cera ra ab abye yect ctam amen ente te es este te mu mund ndo. o..... Sabedd ob Sabe obse serv rvar ar,, ra razo zona narr y re refl flex exio iona narr po porq rque ue:: lamuerterondaalavidatodoeltiempo y es et eter erna na...... Lavidarondaalavidahastalamuerte yesefímera.
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MICHELE MICHEL E NAJ NAJLIS LIS (Grana (Gr anada, da, 194 1946) 6) Quie Qu ierro un po poem emaa sen enci cill lloo y bu buen enoo Quiero Quie ro un po poem emaa se senc ncil illo lo y bu buen enoo comoelpan, cali ca lien ente te y ol olor oros osoo coneseolordegente, de ha hari rina na,, de ma mano noss am amas asan ando do y de un gran fuego rojo en el cielo del horno. Quiero dec Quiero decirt irte: e: Ven, mipanestuyo ¿noo ves qué ma ¿n mannos lo am amas asar aron on?? ¿novesqueunmismoamorlohacocido yquemismanosylastuyas estu es tuvi vier eron on ju junt ntas as en la pa pana nade derí ría? a? ¿Noo ve ¿N vess qu quee ve veni nimo moss am amas asan ando do pa pann desd de sdee el pr prim imer er gr gran anoo qu quee se semb mbra ramo mos? s? Ven: comp co mpar arta tamo moss el pa pann y la es espe pera ranz nzaa aunq au nque ue el do dolo lorr se seaa la larrgo y la an angu gust stia ia in infi fini nita ta..
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Yo, mujer Yo, mujer mujer,, terc te rcaa ha habi bita tant ntee de dell pl plan anet etaa veollegareldíaenqueelotoño bese be se fe feli lizz la pr prim imav avera era.. Espe Es pero ro la ve vend ndim imia ia de mi sa sang ngre re.. Veo to torn rnar arse se oc ocre ress la lass ve verd rdes es ho hoja jass de mi miss ma mano nos. s. Sien Si entto cr crec ecer er la vid idaa qu quee se semb mbré ré co conn lo loco co am amor or e ins insens ensata atass ale alegrí grías, as, mien mi entr tras as fu fuer eron on pa pasa sand ndo, o, un unoo a un uno, o, soles, sol es, con conste stelac lacion iones es y pla planet netas. as. Aprend Apre ndíí a pr pron onun unci ciar ar lo loss no nomb mbre ress de mi miss hi hijo joss quee me fu qu fuer eroon re revvel elad adoos po poco co a poc ocoo cuan cu ando do el ello loss er eran an ap apen enas as dulc du lces es as astr tron onau auta tass de mi vi vien entr tre. e. Conocí Cono cí los se secr cret etos os de la vid ida. a. Bebí Be bí co conn av avid idez ez ra rach chas as de vi vien ento to,, embr em bria iagu guéé mi pi piel el co conn la sa salo lobr bree es espu puma ma dora do radda por el so sol. l. Cono Co nocí cí la tor orme ment ntaa en el océ céan anoo la pe perf rfec ecta ta op opos osic ició iónn de lo loss as astr tros os so sobr bree el ma marr, y sen enttí la peq eque ueññez in indó dómi mita ta de es estte cu cuer erppo qu quee oc ocup upaa apen ap enas as un fr frag agme ment ntoo de dell ti tiem empo po y de dell es espa paci cio. o. Yo, mujer mujer,, terc te rcaa ha habi bita tant ntee de dell pl plan anet etaa 146
hedejadomihuellaamorosaenlanube que pasa ligera. Ahora espero, gratia plena, eldíaenqueelotoñobesefelizlaprimavera para compartir gozosa este jugo fermentado que es ahora mi sangre.
Eleternocantodelassirenas ¿Quédecía,Ulises,elcantodelassirenasquetupobreastucia no se atrevió a escuchar? ¿Qué fue de la armoniosa perfección que tus naves esquivaron? ¿De qué sirvieron tus viajes, para qué las arenas de Troya, la victoria a traición, la embriaguez de Polifemo? ¿Para qué la gloria de los siglos, insensato, si, hombre al fin, tuviste el milagro al alcance detumano —más importante que la gloria másefímeroquelafama,yporeso sólo por eso, eterno— y te negaste, cobarde, a descifrarlo? Pero las sirenas, Ulises, son eternas. Otros son los que escuchan ahora nuestros cantos. 147
Credo Creoenelsolauncuandonobrilla yenlatierraaunsiesestéril. Eneltrabajoaunsiesesclavo yenlasmanosaunquenoesténunidas. Eneldoloraúncuandonosduela y en Chile aun cuando agoniza. Enlapalabraaunsiestáensilencio Enlapalabraaunsiestáensilencio Yenelamigoauncuandoyanoexista. Creoenelaireauncuandomeasfixio Yenelamoraunsinoregresa. Sólo mi cabeza —“cansada de palabras”— no reposará ya más sobre su pecho.
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MARIO SANTOS (Managua, 1947) Son los muchachos Mis hermanos esta noche ya volvieron Mis hermanos ya están a nuestro lado Entraron en la casa escondidos de la luna Y mañana el viento sur Les soplará sus cabellos Yelvientonortelloraráalnoverlos Han vuelto mis hermanos Yaunquelamontañalosreclameconsusrifles Loslabiosdemimamávuelvenasercomoflor Yensusojoshayunbrillodevidriodecolor El retorno de mis hermanos Alivia el vacío de nuestra casa Yborralaspesadillasenelsueñodemimamá Han vuelto mis hermanos Ymehancargadoensushombros Yhesentidoensusbarbaselolordelosmontes Yleshesacadodesusropasmigajasdepan Y bastantes pedacitos de hojas secas.
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Cuando escribo Cuando escribo vivo con más fuerza Vivo lo que escribo mas nunca son alegrías —Una limosnita bachiller diariomelodicen y ando vacías las bolsas Pero siempre ando lápiz y papel Y mellegodondevoy y comienzo a vivir A cada letra ledoysuvalor Ya una vez sumado lo escrito Estoesloqueledoy al anciano limosnero de la Iglesia San Antonio.
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GIOCONDABELLI (Managua, 1948) Dando el pecho Al cogerla tengo que tener mucho cuidado. Es como tratar de cargar un montoncito de agua sin que se derrame. Me siento en la mecedora, la acuno, y al primer quejido, empiezo a dar leche como una vaca tranquila. Ellavuelveasermía, pegadita a mí, dependiendo de mí, Como cuando sólo ya la conocía yvivíaenmivientre.
Esperándolo Por la mañana me alzo como gacela gozosa entre el monte esperándote. Al medio día, 151
hundida entre flores, voy dibujando tunombreenelvientredeaguadelrío. En el crepúsculo, llenadeamor,medoblo y luego voy a esperarte aquevengasdenoche, aquevengasaposarteenmícomounpájaro y ondees tu cuerpo como bandera sobre mi cuerpo.
Menstruación Tengo la “enfermedad” de las mujeres. Mis hormonas están alborotadas, me siento parte de la naturaleza. Todos los meses esta comunión del alma yelcuerpo; este sentirse objeto 152
de leyes naturales fuera de control; el cerebro recogido volviéndose vientre.
Desafío a la vejez Cuandoyollegueavieja —siesquellego— ymemirealespejo ymecuentelasarrugas como una delicada orografía de distendida piel. Cuando pueda contar las marcas que han dejado las lágrimas y las preocupaciones, yyamicuerporespondadespacio a mis deseos, cuando vea mi vida envuelta en venas azules, en profundas ojeras, y suelte blanca mi cabellera para dormirme temprano —como corresponde—, cuando vengan mis nietos a sentarse sobre mis rodillas enmohecidas por el paso de muchos inviernos,
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sé que todavía mi corazón estará rebelde —tictaqueando y las dudas y los anchos horizontes también saludarán mis mañanas.
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FRANCISCO SANTOS (Chichigalpa, 1949) Teníamos una estrella en la mano... izquierda Las calles eran amarillas por las noches alumbradas débiles y tristes luminarias. Nosotros nos metíamos en cuevas a enhebrar sueños que repartíamos. En las fiestas eran guirnaldas quesellevabanenlacabeza. Entonces vivíamos o queríamos vivir como los Santos. Deesohacemuchotiempo y era en mi Nicaragua natal.
Crónica Mientras el tiempo va tocando su flauta sin aire dando vueltas en su velocípedo sin tierra yo me siento en una banca del Centro Comercial a ver escaparates con maniquíes flotantes pasillos con multitudes sonrientes y bolsas de Diciembres musicales entonces para distraerme saco fotocopias de rostros y miradas en blanco 155
las almidono y recorto para que vuelen como letras en las conversaciones del miércoles en elArt-Bar del Gladstone Hotel.
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LEONELRUGAMA (Estelí, 1949–Managua, 1970) Latierraesunsatélitedelaluna Elapolo2costómásqueelApolo1 el apolo 1 costó bastante. Elapolo3costómásqueelApolo2 elapolo2costómásqueelApolo1 el apolo 1 costó bastante. Elapolo4costómásqueelApolo3 elapolo3costómásqueelApolo2 elapolo2costómásqueelApolo1 el apolo 1 costó bastante. El apolo costó un montón, pero no se sintió porque los astronautas eran protestantes y desde la luna leyeron la Biblia, maravillando y alegrando a todos los cristianos yalavenidaelPapaPauloVIlesdiolabendición. Elapolo9costómásquetodosjuntos junto con el apolo 1 que costó bastante. Los bisabuelos de la gente deAcahualinca tenían menos hambre que los abuelos. Los bisabuelos se murieron de hambre. Los abuelos de la gente deAcahualinca tenían menos 157
hambre que los padres. Los abuelos murieron de hambre. Los padres de la gente deAcahualinca tenían menos hambrequeloshijosdelagentedeallí. Los padres se murieron de hambre. La gente deAcahualinca tiene menos hambre que loshijosdelagentedeallí. LoshijosdelagentedeAcahualincanonacenpor hambre, y tienen hambre de nacer, para morirse de hambre. Bienaventurados los pobres porque de ellos será la luna.
Biografía Nunca apareció su nombre en las tablas viejas del excusado escolar. Al abandonar definitivamente el aula nadie percibió su ausencia. Las sirenas del mundo guardaron silencio, jamás detectaron el incendio de su sangre. Elgradodesusllamas se hacía cada vez más insoportable. Hasta que abrazó con el ruido de sus pasos lasombradelamontaña. Aquella tierra virgen le amamantó con su misterio cada brisa lavaba su ideal y lo dejaba como niña blanca desnuda, temblorosa, recién bañada.
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Todo mundo careció de oídos y el combate donde empezó a nacer no se logró escuchar.
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DAISYZAMORA (Managua, 1950) Preñez Esta inesperada redondez este perder mi cintura de ánfora y hacerme tinaja, es regresar al barro, al sol, al aguacero y entender cómo germina la semilla en la humedad caliente de mi tierra.
Quémanosatravésdemismanos Las anchas manos pecosas y morenas de mi abuelo con igual destreza vendaban una herida, cortaban gardenias omesuspendíanenelairefelizdelainfancia. Lasmanosdemiabuelapaterna artríticas ya cerca de su muerte, una vez fueron frágiles manos, filigrana de plata, argolla de matrimonio en el anular izquierdo; pitillera y traguito de scotch o de vino jerez en atardeceres de blancas celosías y pisos de madera olorosos de cera, recostada en su chaise-longue leyendo trágicas historias de heroínas anémicas o tísicas. Mi padre siempre cuidó la transparencia de sus manos delicadas como alas de querubín 161
hechas hech as pa para ra lu luci cirl rlas as conn vi co viol olín ín o ba batu tuta ta.. Mi ma madr dree he here redó dó las ma mano noss de mi ab abue uello Ar Arttur uro, o, pequ pe queñ eñas as y nu nudo dosa sas, s, co conn de dedo doss ro romo mos. s. De tan anttas ma mano noss qu quee se han ven eniido ju junnta tanndo saqu sa quéé es esta tass man manos os.. ¿Dee qui ¿D uién én ten engo go las uña ñas, s, lo loss ded edos os,, loss nu lo nudi dill llos os,, la lass pa palm lmas as,, la lass fr frág ágil iles es mu muñe ñeca cas? s? Cuando Cuan do ac acar aric icio io tu es espa pald lda, a, lass ós la ósea eass sa sali lien ente tess de tu tuss pi pies es tuss la tu larg rgas as pi pier erna nass só sóli lida das, s, ¿quémanosatravésdemismanos te aca acaric rician ian?? Te fi filt ltra raba bas, s, al alie ient ntoo qu quee hi hinc nchó hó el al alma ma.. He so sobr brev eviv ivid idoo al me meno nos, s, Di Dios osa, a, y te ha habl blo, o, venc ve nced edor ora: a: so soyy tu tuya ya pa para ra si siem empr pre. e.
Vuelvoaseryomisma Cuandoentroconmishijosasucasa,vuelvo aseryomisma. Desd De sdee su me mece cedo dora ra el ella la noss sie no ient ntee lle lega garr y al alza za la ca cabe beza za.. La co conv nver ersa saci ción ón no es co como mo an ante tes. s. Ellaestáapuntodeirse. Pero Pe ro lle lego go a es esco connde derr mi ca cabe beza za en su reg egaazo, a sentarme a sus pies. Y ella me contemp mplla 162
desdee mi pa desd paraí raíso so pe perd rdid idoo don ondde mi ro rost stro ro er eraa ot otro ro,, que sól óloo el ella la co cono noce ce.. Rostro Ros tro por ins instan tantes tes rec recupe uperad radoo cada ca da ve vezz má máss dé débi bilm lmen ente te en su ir iris is ce cele lest stee de desv svaí aído do y en su suss pu pupi pila lass qu quee lo gu guar arda dann ci cieg egam amen ente te..
AlpiedelaDiosaBlanca Es ci cier erto to qu quee te he tr trai aici cion onad ado. o. Porr añ Po años os te po posp spus usee co conn ar argu gume ment ntos os va vano nos. s. ¡Cóm ¡C ómoo de desa sate tend ndíí tu tuss ll llam amad ados os!! Quis Qu isee ta tapa parm rmee lo loss oí oído doss co conn la do dora rada da ceradelasabejas,pero noeradesirenastucanto. Hast Ha staa en su sueñ eños os me pe pers rseg eguí uías as ehicisteyunquedemipobrecabeza y yo yo,, nec eciia, me neg egab abaa a obe bede dece cert rte. e. Pero pr Pero prev eval alec ecis iste te,, oh Di Dios osa, a, so sobr bree mí y so sobr bree la vo volu lunt ntad ad de qu quie iene ness qu quis isie iero ronn enca en cade dena narm rmee en el an anti tiqu quís ísim imoo ro rol.l. Tam ampo poco co pu pued edee de deci cirs rsee qu quee fu fuii co coba bard rdee porq po rque ue de al algú gúnn mo modo do su supe pe re resi sist stir ir.. Te fi filt ltra raba bas, s, al alie ient ntoo qu quee hi hinc nchó hó el al alma ma.. He so sobr brev eviv ivid idoo al me meno nos, s, Di Dios osa, a, y te ha habl blo, o, venc ve nced edor ora: a: so soyy tu tuya ya pa para ra si siemp empre re..
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Mens Me nsaj ajee ur urge gent ntee a mi ma madr dree Fuimos Fuim os ed educ ucad adas as pa para ra la pe perf rfec ecci ción ón:: para pa ra que nad adaa fa fallla lara ra y se cu cump mpllie iera ra nuestr nue straa sue suerte rte de pri prince ncesasa-dede-cue cuento ntoss infantiles. ¡Cómo ¡Có mo no noss es esfo forz rzamo amos, s, an ansi sios osas as po porr de demo most stra rarr quee er qu eran an ci cier erta tass la lass es espe pera ranz nzas as ta tant ntoo ti tiem empo po atesoradas! Pero en Pero enve veje jeci cier eron on lo loss ve vest stid idos os de no novi viaa y nue nuestr stros os cor corazo azones nes,, exh exhaus austos tos,, últi úl timo moss so sobr brev eviv ivie ient ntes es de la co cont ntie iend nda. a. Hemo He moss ti tira rado do al fo fond ndoo de ve vetu tust stos os ar arma mari rios os velos vel os amar amarill illent entos, os, aza azahar hares es marc marchit hitos os ya nu nunc ncaa má máss se sere remo moss su sumi misa sass ni pe perf rfec ecta tas. s. Perdón, Perdó n, ma madr dre, e, po porr la lass im impe pert rtin inen enci cias as de ga gall llin inas as vi viej ejas as y co cope petu tuda dass quee só qu sólo lo sa sabe benn ca caca care rear arte te be bell llez ezas as de hi hija jass dó dóci cile less y an anod odin inas as.. Perdón Perd ón,, po porr no ha habe bern rnos os qu qued edad adoo dond do ndee no noss ob obli liga gaba bann la tr trad adic ició iónn yelbuengusto. Porr at Po atre reve vern rnos os a se serr no noso sotr tras as mi mism smas as al pr prec ecio io de de dest stro roza zarr todo to doss tu tuss su sueñ eños os..
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ERWIN SIL SILV VA (Jinotepe (Jin otepe,, 1950 1950)) Memo Me mora ranz nzaa de ot otoñ oñoo Te ca cannta Li Liggia el ru ruis iseñ eñor or de Kea eatts desd de sdee su es espe pect ctra rall re regi gión ón pál áliido Nu Nure reyyev el vie ient ntoo pas se seul ul en el Oto toño ño y arcovolta o espiral leve sol coralbante Allegro Allegro cuan cu ando do ha habi bita tass l’ l’es espa paci cioo di Be Bern rnin ini: i:Ap Apol oloo & Da Dafn fnee y te tent ntad ador oraa em empi piez ezaa a go gorj rjea earr en el me memo mori rial al de ho hora rass pa palp lpit itan ante tess la sae aetta del Ero ross ma mati tinnal
Niké Niké Poiésis
Nikéeeeeeeeee! Pífano vuelve vencedor dell lé de léga gamo mo y tr tris iste te ju juni nioo
Proser Pros erpi pina na do dona na su suss ra ramo moss ne negr gros os para pa ra el cu cump mpli limi mien ento to de la to torm rmen enta ta TrofeoeslacabezadelaMedusa Pers Pe rseo eo la de deca capi pita ta co conn fu furi riaa y de dell sur urti tido dorr ve verd rdos osoo de es esaa san anggre alas al as re revi vist sten en al co corc rcel el de né nébu bula lass Óyenos 165
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Tex exto to de Or Orfe feoo Siempre cons Siempre conspirar pirar porq po rque ue na nada da lí líti tico co se of ofre rece ce al of ofic icia iant ntee Tu ca cabe beza za pu pued edee ir irse se conlasondasdelHebros Y el su suic icid idaa se pr pres esen enta ta cuan cu ando do vi visi sita ta el in insp spec ecto torr de po poes esía íass & sá sábe belo lo qu quie ienn bajjo ca ba cadda ar arco co de tri riun unfo fo colo co loca ca el gr grit itoo bé béli lico co yeltajodelaespada Porq Po rque ue se de dete test stan an aq aquí uí a lo loss sa salm lmis ista tass QueremosoíraShelleyaKeatsaPound Porque Porq ue lo loss cu cult ltos os so soli lita tari rios os y los qu quee ll llor oran an su au aussen entte y bo bohhem emiio pa para raís ísoo sonn la so lass ve vest stim imen enta tass de Ma Maus usol olaa antelasquenadiedebe ofre of rend ndar ar sa sang ngre re de co cord rder eros os Ergo 166
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ROSARIO MURILLO (Managua, 1951) Las dificultades de un poeta que entre escritorios, máquinas y otras incontables cosas garabatea poemas y los vuelve a garabatear Quería escribirte un poema de aquellos nuestros con palabras mezcladas fresco como la grama del patio repleto como la tinaja debajo del alero quería escribirte este poema que te estoy diciendo peroyavesquenopude tuve que agotar mis dedos interminablemente hacer montones de sobres doblar papeles cerrar los sobres sellarlos tuve que alzar el teléfono y responder melodiosa no,noestá,nohavenido sí, cómo no, pase usted tuve que hacerme sonrisa en cuatro dientes contestar las preguntas metermeysalirmedevosmilesdeveces pero aunque así, entrecortado apretujado malhumorado y todo aúnasíteparíenestatarde con cuatrocientos cincuenta sobres con nombre y dirección y una fila de incansables preguntones sobándose la barriga complacidamente.
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Hombre,dequénossirvenlasnoches Hombre, de qué nos sirven las noches si hemos abandonado el amor soloasupropiasuerte mudo y arrinconado como una anciana guitarra que dejó de cantar. Para qué sirve la brisa, este amarillo que encendimos los barquitos de papel sobre el estanque del parque los chingorros brillantes que dejamos sobre la misma pared donde claváramos, ilusionados, los sueños. Dequénossirveestemontóndeesperanzaentrelasmanos aquéjugarcongotasderocíoquenosempapenelcuerpo con tardes que nos enciendan el pelo a qué, si hemos perdido la tierra y la batalla.
Yolamujerdebarro “Se estremecieron las espesuras y las sombras”.
Yolamujerdebarro hecha y guardada por los siglos y siglos surgida del mismo tiempo conunacostillademás,mediceAdán yunasemilladenanciteparaEva yolamujerdebarro conungritodetriunfomepersigno
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por la señal de mis piernas. Porlasantacruzdemiscaderas. Conelclamordemiombligoqueseahueca y exclama araña tus ojos. Soy la furia del tiempo sin cabeza. Comounacarasinrostro o un final de amores sin espejos. Vivavivoyhevividoenelbarro atravésdelosríosylasestaciones ylascapasgeológicasylaserupciones y los sinfines de culturas que no acaban y las que apenas principian enmediodetodoelruido. Yo, mujer, cargo la furia de amamantarte y amarte hombredebarro,miesclavoymiseñor yotuseñoraytuesclava mujer arcaica o clásica o moderna siempre orgullosa de mi hoguera temblando en el centro de Venus mi temblor. Mujer de barro yo, descabezada guardo y dibujo fertilidad de luceros descabellada, quebrada y recocida de mi amor inicial sembré los frutos sigo sembrando y pariendo y recogiendo y regando en este comal de silencios aquí volteada a la izquierda con la piel siempre inmensa sumergida en el canto de barro, carne y caminos 171
sólomeasustodelascosasquenoentiendo como la cibernética oelátomoenvuelto omishijosconlarodillaenelsuelo sóloydenadameasusto me persigno.
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ÁLVARO URTECHO (Rivas, 1951) Lázaro El seco estrépito de un repentino alzarse de palomas estremeció mis pasos. Fuecomosialgo semeescaparádelacarne, sorprendida su raíz. Comosialmuertoqueguardo lelevantaranlalosayporelmundo caminara ya sin nada entre las manos.
Sábadoamediodía Azorado, ceñido el corazón a sus imágenes, frente al intenso resplandor del sol queseendureceentreeltejadodezinc y los cables del alumbrado público, piensaenlaciudadenqueahoravive y se sabe, como en todas, extranjero. Piensa en la lentitud del mundo, ylascosasrotundasquehavisto. Símbolos, seres, signos. Todo tan real: elpasodelosaños,elritodeloshijos 173
enterrando a sus padres, tantos cuerpos amados, sus bocas olvidadas, la dulzura del niño perdido, el fragor, el oscuro designio, la incandescencia. Reclama un horizonte que no lo petrifique, unapatriafloridaygenerosaquedéamor a sus hijos, un color, un movimiento para la imaginación. Creequehayunlugar donde él iría, un oculto lugar en un bosque. Se sienta allí, se imagina una senda esencial: una cierta vereda con muy pocas figuras en la bruma lechosa, un breve cementerio, una fronda cercana de ondulados rumores y ladridos y voces y campanas fluyendo de otros tiempos como sangre... Se sabe tenebroso, es cierto y siente cómo le crece por dentro la condena.
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JULIO VALLE CASTILLO (Masaya, 1952) Catulo amigo mío Catulo amigo mío, por fin Cornelio logró sentarse a la mesa. El hombre es el vivo retrato de las víboras, penetra hasta por las rendijas de cualquier recinto. Ya no es visto de soslayo, ya no avientan puertas a la cínica calvicie queanudalasonrisaenlanariz. Todas las mañanas los buscadores de dones le roban la dicha del último sueño. Al verse en ricos tapices, al saberse dueñodelvinoydelalibertaddelagente, enloquece y levanta la estatua eneljardíndelacasa,seufanadeser la lengua que limpia mejor los intestinos del César.
Chepita rezadora La Josefa Vega desde la flaca altura de sus fémures, con el tobillo seguro en el tacón de sus zapatitos de tango, clara de piel y suave como medias de hilo, sepasólavidadespuésdelos60 175
—cuando la viudez derramó sobre sus hombros el rebozo [negro— enseñando los novenarios de nuestros finados, de todos los infieles difuntos de mi pueblo. Sus padrenuestros y réquiem se interceptaban por rápidas flemas y toses débiles, mientras los nardos del catafalco difundían en repelos olor a muerto y miedo. Gracias a sus letanías, alaresistenciadesuruegaporellas Casadeoro, Arca de laAlianza, ruega por ellas, Puerta del Cielo, ruega por ellas, Estrella de la mañana, ruega por ellas, Salud de los enfermos, ruega por ellas, Refugio de los pecadores, ruega por ellas, Consoladora de los afligidos, ruega por ellas, Auxilio de los cristianos, ruega por ellas, vimos salir ánimas en pena que iban a descansar. Las vimos agarrarse del escapulario de la Virgen del Carmen que desciende al Purgatorio los sábados; 176
y algunas hasta librarse quizá del aceite hirviendo, de las parrillas y brasas del Infierno. Aunque palpó el agradecimiento de los deudos en yardas de tela para su higiene almidonada; en brazos respetuosos que la llevaban a su casa, o en tazas de ponche: huevos batidos, aguardiente y leche de insomnio. Quién rezó por ti, Chepita Vega, quiénbajóportitodalacortedelCielo, quién meció como una cuna senecta tu silla de junco paraqueenelotrobarrio reposaras tranquila tus canas de albahaca y jazmín en la peineta. Quésinoestalámparadegasyestevasodeagua queenunaesquinadelamemorianoseagotan garantizan que brilla para ti la luz eterna.
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YOLANDABLANCO (Managua, 1954) Pájaro poeta Pájaro poeta Pájaro poeta sin nido Pájaro nefelibata sólo llevando el pico cuajado de flores Pájaro sin pájara Pájaro raro hilvanando palabras Pájaro retrato.
Pájaro para morir —¿Por qué morís, pájaro para morir? —Caigo por mi hábitat desbalanceado Mártir de la ecología muero. —¡Ay, pájaro guerrillero pájaro para morir! ¡ay!
Arrocero o pájaro íngrimo Pasan las bandadas de pájaros arroceros están pasando en parejas. Pájaro solo 179
no vuela. Pájaro íngrimo se vuelve guijarro. Así elcantoparaelquenohayoído: cantoquenomeoyes es canto íngrimo.
Merlino o el gurrión Devos pájaro gurrión huyo huiré. Nosemeden otra vez las ansias de cantar comosólovossabés.
Saltabarrancos Sondebarrotusalas. Tu cuerpo entero es de barro peroaunasí vuelas. Delmismolodoesmitiempo mi nada mi sola mi cara 180
pero aun así sueño. Este saltabarrancos vuela a contraviento.
Pájaro burgués ¿Por qué tan flacas tus patas, pájaro burgués? ¿Por qué tu pico insípido, pájaro en un pie? Cantando estás sin hacer canción pájaro sin color. Solaestátucola comolavozdetuboca. Pájaro burgués: Pájaroconunpalo sóloparaél.
Nocturno del búho Para la soledad del búho cerraron la noche. Costura de un sastre sombrío y perfecto es esta soledad. Para esta noche llevo un vestido alamedidadelostecolotes.
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Pájaro místico Temprano se amaron los pájaros. Temprana me acerco pájara al pájaro. Pájaro místico: pongoundedoentucorazón pongomioídoentu nido.
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DANILO LÓPEZ (Managua, 1954) Terra incógnita NacíenotraciudadquenoesMiami dondehabíaunbarrioconcallesdetierrayperrosque vagaban en pandilla; vacas grises y carretones tirados por mugrientos chavalos. Había mendigos ciegos y cojos y merodeadores de sirvientas en los patios traseros; un cauce lleno de agua e inmundicias y casitas de tabla al borde del descalabro. Había un vendedor de periódicos Conchelinesenlabolsadecuero Y muchachas descalzas con Panas de tortillas en la cabeza; Un afilador de cuchillos Y un panadero gordo, que circulaban en bicicleta Había un vecino con una hija retardada y otra casada; cerdos que se revolcaban en el lodazal yunpoetaquesoñabaconVíctorHugo. Había pulperías abarrotadas de chilindrujos y confites y carretas con pichngas de leche yunpardebueyesbabeados; 183
escuelas de pordioseros y una iglesia católica empobrecida. Había la Nunciatura Apostólica rodeada de cercos de mampostería y Mercedes Benz ylaescuelaPíoXII,dondebeséporprimeravez. A menudo me pregunto qué animales hubiere cazado con mi honda si hubiese nacido en Madagascar o qué juegos hubiera jugado si un tal Stevenson hubiese suplantado a José LuisAguado Matus o qué buses hubiera abordado si el Metro de París hubiese corrido por la esquina. O qué lunas hubiera admirado con Amelia Patricia Aguilera [Rojas si una Edvika Krüeger hubiese sido mi pareja. Ignoro qué innumerables destinos habría vivido en otros [cuerpos cansados en otros lugares hostiles o qué flechas habrían zurcado mi [pecho lóbrego o qué árabes hubieran cortado mi mano derecha. Sé que esta mirada ida me habrá acompañado en la dura [batalla y que los solitarios caminos de El Cairo antes me condujeron a Gnosos y Karnak y que mis dedos trazaron enAltamira las tenues figuras del [búfalo 184
y que en un lugar de Alfa Centauri, Tahor me mostró el [Cristal Sagrado donde el Espíritu le habría revelado el secreto de la Mente [Cósmica.
Elbeso Sus ojos negros te hipnotizan enunparpadeoeternovescómo: las moléculas deADN se aglutinan enelcaldoparaformarla vida física inicial. En el plano intemporal la Mente de Dios sonríe. Noé suelta la paloma avizora quemástarderegresaconla ramadeolivoenelpico Elbuenladróntemey un terremoto anuncia la muerte del Mártir. Un sinnúmero de flechas susurran sobre el yelmo deRodrigoDíazdeVivary Cristóbal pone un pie enAmérica. Enunaislaajena un ex-conquistador francés languidece envenado y otro, alemán, morirá carbonizado. 185
Un niño grita silencioso en los hornos deAuschwitz yunproyectilseclavaen el kibutz reciente. EnlasmontañasdeDipilto un indio cae herido, y un astronauta solitario ve surgir ángeles en la cara oculta de Luna. En ese mismo instante laRealidadcesay empieza la fantasía de soltar sus labios.
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ISOLDAHURTADO (Granada, 1957) Cristales De puras lágrimas crecían begonias enlaventana lejos dejaba el gorrión el bosque para posar su canto sobre el tejado danza tímida de zapatillas rotas acariciaba el ritmo lailusiónamedialuz pequeña y honda clavada al pájaro mirando la flor abriendo el amanecer venía.
Solsticio de invierno Signos diferentes golpean el mismo camino desde la primera piedra circular. ¿Cuántas horas sonó el tambor tu mirada ronca hasta elevar la danza divina cuando la nube gris reverdecía 187
ytodoerasilencioenelritual? Tuseñaseperdíaenlasestepasdelpapiro cuandoenelríoseahogabaeltallo en remolinos yelvientosoplabaelenvésdelahoja. ¡Notebastaelcalordelinvierno y el verano de sombras! Quizás una lluvia desierta o una ocre sonrisa te acerquen. Huye del vértice sin nombre sin rostro... Máscaras reclinadas al vidrio paraverelotrolado del vértigo en silencio gritan.
Ensolmayor A Karla, Blanca y Carola
Lafiestasiguealasombra delasvoces querompendeamor la incertidumbre 188
entre la multitud. Enciende la palabra la línea solitaria la extensión que imprime al tiempo su memoria. ¿Qué hacés cuando el trueno rueda sobre la piedra negra de tanto brillo? ¿Qué hacés cuando te ciega desnuda la luz herida? ¿Qué haremos cuando la piel cansada extienda sus estrías largas del camino cuandoseacerquelamanoallirio para buscar su aroma el mismo y diferente aroma? Entonces regresará al viento el aullido primigenio al tono sostenido del concierto enelalma.
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KARLASÁNCHEZ (León, 1958) No estoy escondiendo manuscritos No estoy escondiendo manuscritos bajo leve oscuridad de tarde o guardándome en noches para asombro de luz postrera. Sólo estoy observando los huecos en la capa de ozono. Y con intensidad de hambre mido el espacio que media entre cada uno de nosotros. Algunas veces la mirada adquiere el modo de una película en cámara lenta y todo lo que transcurre es remoto. Entonces la ciudad se agita bajo el sol. Y crecen edificios breves (aparentemente vacíos). Y casas jóvenes pintadas bajo un sol ardiente de pobreza. Quizás lleguen —ajenos al suceso— los inversionistas peroyonosésilaspiedraspeladasdelosríos esperen por mí. 191
No. Yo no guardo manuscritos para la posteridad, y cuando permanezco en túneles, hay desasosiego. Sin embargo, quémeesperaenelvérticedelamañana siyanohayalondras, y desconozco el canto de los güises para discernir el momento de la llegada.
Locura congénita Tendí cuerdas de campanario a campanario; guirnaldas de ventana a ventana; cadenas de oro de estrella a estrella, y bailo.
J.A.Rimbaud Puedo decir con precisión que esos versos tienen un significado: Motel en Soledad. Mezcla de lluvia soplando memorias locura ancestral brotando rojas semillas estimulando en suave caricia la noche que pasa. Las suaves manos de mi padre alisan. Sus dedos sellan canto de rey sin súbditos y una llama sólida baile de continuo pensamiento 192
eleva altisonantes monólogos de lobo solitario que aúlla tendido sobre el pavimento. Interminables volutas de nubes grises brotandesuboca depositando en cada uno su carga de congénita locura así grises volátiles entrelazan mi alma para ser arlequín o pensador o simplemente pluma tornasol.
Caminata Florida Bajo el calientísimo sol cenital del sur del coloso, la Florida en toda su dimensión comercial y una sola, escasa, rala, diluida caminata. Qué haría allí, sino versos claros como ingrávida es la tarde. Transparente multitud del vacío, las grandes ciudades, gorjeo de pájaros prisioneros, tras-barrotados entre rascacielos, desperezándose en la cúpula de los edificios. Sueño de árboles que brotan del cuerpo, para posarse sobre las ramas, como si las ventanas fueran nidos y no vidrio.
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HELENARAMOS (URSS, 1960) León Ciudad de fantasmas y poetas, te pareces —de golpe— a Leningrado, siempre con una corona de sonetos, con el nimbo de belleza irrevocable. Tantas veces ha pernoctado aquí la Musa, que impregnó de su aliento la noche, donde, siglo tras siglo,Arrechavala cabalga callejones misteriosos. El caminante —pálido, asustado— inútilmente toca la puerta ajena, yelJinetedeCobresedisuelve enlasombría noche peterburguesa.
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Cantos caprinos A Carlos Martínez Rivas, con amor y dolor
En aquella casa —dostoievskiana, insomne— el gemido de los peldaños despertó la puerta, yfrenteaellamedetuve, embrujada —sin querer— por aquel gemido. Adentro,lacasaerasinfondoyalta. Como gelatina, temblaba la calma atormentada, mas los mortales no enjuiciamos el Juicio Final, ylabala ya perdió su sien. Los cabros iban subiendo la abrupta escalera, brillando sus ávidos ojos amarillos, y eran principios irrevocables de lo que suelen llamar belleza. 196
Desde entonces, el dolor no ha sido vano. La sangre chorreaba y se hacía verbo. Implacablemente nuevo, sealzóelmundo bajo el cielo al rojo blanco.
Abocastro A Bayardo Gámez
Agazapado entre alegras y aguacates afrancesados, vigila. Primo hermano del chupacabras, repta por el terror nocturno, lamisca sueños. Quién sabe de qué antañadas fecho, de qué cavernas, de qué delirios. Abrí el Sopena una tarde ylodejésalir.
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MARIANELACORRIOLS (Estelí, 1965) Geometría de la mujer Soy mujer. Redonda como el Universo. Pirámide que desconoce sus secretos. Tringular en algunas partes con hipotenusas perfectas y calculables por cualquiera de mis lados. Soy mujer. Cuadrada y terca cuando de vos se trata. Pentagonal cuando planeo lamássecretademisarmas. Soy mujer-lineal la distancia más corta entretutodoytunada. Soy Mujer Punto tal vez de tus referencias.
Celebración frente al espejo Partamos de la imagen de la mujer frente al espejo. Recordá a Picasso y sus colores quebrados 199
en la superficie de lo soportable, los dos cuerpos diferentes, nunca el reflejo elunodelotro. Dejálo ahí. Pensá en el poeta inventariando el cuerpo poseído. Templo de losAbandonos, en el que atisba desde la semiluz y semisombra al onírico cuerpo femenino paseándose por habitaciones clandestinas ofreciéndose hermosamente irregular en la superficie frágil del cristal, seguro. Dejálo también. Te ofrezco el recuerdo de mis propios pasos estremeciendo el suelo bailando frente al espejo dispuesta a salvar la distancia. Desechálo. Quedáte con tu imagen dibujada en la última soledad, la íntima. La que devuelve el marco oscuro y salvaje del pelo después del sueño. Relampagueo de párpados, suspiro de ausente. El cuerpo frágil, sin dueño. La no entrega. Grabálo.
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Cementerio El muro blanco y largo que separa la principal contradicción tiene grietas donde brota la hierba de un verde inacabable.
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JUAN SOBALVARRO (Managua, 1966) Qué suerte que nadie más sea Juan Sobalvarro suerteparaélparaelquenofue él que no recoge los pliegos nebulosos de la madrugada que no transita en la vulgaridad consciente de su innecesaria conciencia sin su doble eco fustigante sin la duplicada vulgaridad de su ego porque nada de noticia hay en ser cuando se han apagado los faroles del placer así lo admito me doy en ser simplemente sin deudas me permito regresar a mí mismo y saludarme extrañándome extrañándome en mi poder de ser ordinario.
Boceto desvelado de Managua I UnobiensepierdeenManagua y olvida su nombre o sos asaltado por un niño asesino yteesrobadoelpoderdelperdón.
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II Managua es como un mercado o como casas prestadas por el sueño, que transitorias pronto se van a borrar, como que aquí era un hermoso basurero y venía la gente a descansar sus sobras y luego todos, olvidaron el camino de regreso.
III ¡Nadie quiere ciudad! gritan que nadie quiere ciudad, no todos quieren perderse extranjeros, notodosbuscanunsolmásaplastante, eseltemoraunapequeñezmásgrande. Por eso hay gente abrazada a los árboles, por eso hay nombres escritos con lodo en las aceras.
IV Managua es la vocación de perderse y retomar oelmisteriodecaerporlanoche ynovolveraserelmismo, en alguna medida, Managua es sólo un nombre de índole remota.
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TANIAMONTENEGRO (Estelí, 1969) Piropos de neón avientan la ciudad Un mordisco labial horizontal sobre várices encarnadas inflama su deseo a tal conmoción que se cosquillea caliente y con destellos, como haciendo [globos. Siente ricura que atiza candente, atascándose con estop respiratorios hacebramaraLa. Y explotan implosiones celulares que minan recuerdos que no tragan postales.
Parte de hueso en decadencia Mujerantónimaflaqueaysecomelasuñasdelospiesa [pedacitos, astillazos que caen filudos al hoyuelo triturante que [infecciona las emociones ante la comida digerida en el momento [pasado. Eructos como hablar entre cerdos comentan ¿qué se puede esperar de un estómago destruido?
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Ojos grandes curiosean Soñaba difunta conunataúdrojoquemadoatravesadoenlapuertadelasala. Era una niña y preguntaba ¿quién se murió? eibaaverlaventanadevidriodelacajaysemirabaahídentro. Y pensaba que no podía ser porque ella era esa misma que [miraba. Dabalavueltaycorríaaavisarquelavieran muerta, y le respondían que ahí no había nada. Entonces ella se volvía hacia la puerta y se topaba [nuevamente con su cuerpo muertodentrodelataúdquenoladejabasalirahacerlos [mandados.
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HÉCTORAVELLÁN (Managua, 1973) Visión del enemigo, mientras duerme El pelo que has dejado en nuestro lecho, en los distintos lugares donde nos hemos amado, como dos caballeros que acuden a un duelo, se hizo nido en mi garganta, soga alrededor de mi cuello. Trozos de tu piel se esconden entre los pliegues de nuestra sábana, bajo mis uñas, entre mis dientes. Veo tu cuerpo desnudo y traicionado. Me pregunto: ¿Dónde podría hundir el cuchillo antes que despiertes? ¿En qué parte la muerte te resultará más certera? ¿Dónde sino en mi pecho?
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Hombrequesealeja Detrás de cada uno vela su casa, el campo, la distancia.
Jaime Gil de Biedma Tanto tiempo estuvimos cercanos como manos del mismo único cuerpo. Y así nos distanciamos, a la velocidad que cae el marañón maduro al suelo y explota en jugos azucarados que devoran hormigas igual que a un cadáver humano. Él se aleja con el bigote crecido. Quedalamugreen misuñasyunamoscaverderondamipelo. Con orgullo y desentumeciéndome, la espanto.
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Muerto entre los muertos Si a este lado de la vida, no llega un viajero como una carta, como una paloma, como una ola. Siestosojosnovenelpannilaspiedras. Sienlamañananogolpeaalapuertaelsol. Sidelamañanaalanoche, delanochealanoche, noseoyetuvozenelauriculardeunteléfonopúblico. Entonces me conformaré con el premio: una mano eterna y morena posada sobre mi frente, y el vacío para la tranquilidad de estos huesos.
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Índice Presentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VII Sobre la presente edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IX Rubén Darío Canción de otoño en primavera . . . . . . . . . . . . . Thanatos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Margarita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sonatina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tarde del trópico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Marcha triunfal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Diamante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Del trópico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nicaragua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Escrita en sedas y espumas . . . . . . . . . . . . . . . .
3 6 6 7 9 10 13 13 14 15
Azarías H. Pallais Los caminos después de las lluvias . . . . . . . . . . Ahora que estás iluminado . . . . . . . . . . . . . . . . Noticias buenas y malas . . . . . . . . . . . . . . . . . . Entierro de pobre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
17 18 19 20
Alfonso Cortés Un detalle . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La danza de los astros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La gran plegaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La canción del espacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Yo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Irrevocablemente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
23 23 24 24 25 26
Salomón de la Selva La bala . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vergüenza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Heridos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Prisioneros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Noticias de Nicaragua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pueblo, no plebe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
27 27 28 28 29 30
José Coronel Urtecho Escrito en la corteza de una ceiba . . . . . . . . . . . Pequeña oda a tío Coyote . . . . . . . . . . . . . . . . . Idilio en cuatro endechas . . . . . . . . . . . . . . . . . Lo dicho, dicho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Febrero en LaAzucena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Credo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
31 31 33 35 36 39
Manolo Cuadra Perfil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La palabra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Solo en compañía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Único poema del mar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
41 42 43 45
PabloAntonio Cuadra Nonantzin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . República de poetas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pedro Urdemales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Por los caminos van los campesinos . . . . . . . . . Niña cortada de un árbol . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tigre muerto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
47 47 48 49 50 50
Escrito junto a una flor azul . . . . . . . . . . . . . . . . 51 Lamento de la doncella en la muerte del guerrero 51 La noche es una mujer desconocida. . . . . . . . . . 52 María Teresa Sánchez Intento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los hijos de Dios no tienen techo . . . . . . . . . . . La marcha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Me iré sin verte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nunca hubo tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
53 54 54 55 56
Ernesto Mejía Sánchez Ensalmos y conjuros (selección) . . . . . . . . . . . La poesía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La sonrisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sobremesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La Nicaragua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
59 61 62 63 63
Carlos Martínez Rivas Canto fúnebre a la muerte de Joaquín Pasos . . . Eunice Odio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tom-boy and the litle-women . . . . . . . . . . . . . . Las vírgenes prudentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
65 71 75 76
ClaribelAlegría Datos personales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Autorretrato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Creí pasar mi tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Extraño huésped . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Ernesto Cardenal Epigramas (selección) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los insectos acuáticos de largas patas . . . . . . . . Salmo 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Oración por Marilyn Monroe . . . . . . . . . . . . . . Fernando Silva Viento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Velorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El comandante. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La pesca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ernesto Gutiérrez En mí y no estando . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El jefe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ella, la inefable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Se describe el otoño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Resucito ahora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aedas y tiranos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Octavio Robleto Oh vientre suave . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mi novia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Un día uno se muere . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Maritita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La mañanita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ligia Guillén En el refugio conoceré . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Así regreso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sólo desnuda conocí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fernando Gordillo El precio de una patria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Andrés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dos muertos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Roberto Cuadra Tipitapa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 Enma es toda una mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112 RubiArana Danger es . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113 Emmanuel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113 La lluvia es hija de Dios como todas las cosas . . 114 EdwinYllescas Smith & Wesson . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 Una muchacha que soñaba . . . . . . . . . . . . . . . . 117 Christian Santos Que siga otro rumbo la ceremonia de tu amanecer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119 Nada amor... nada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119 Su preciosísima sangre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120 Napoleón Fuentes Moral de adolescente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121 Petitoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 Iván Uriarte Fláccido caos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123 Río escondido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123 Ciro Molina Pueblo vs. Ellos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125 Día truncado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
Julio Cabrales La muerte de Venus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carta a mi madre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Beltrán Morales Escrito después del encuentro . . . . . . . . . . . . . . Qué descansada vida —reglas—. . . . . . . . . . . . Vidaluz Meneses Analiza tu vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Karla Dolores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Última postal a mi padre general Meneses. . . . . FanorTéllez Funeral en la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . MissBabianatendiendoenunbardelacosta atlántica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Francisco deAsís Fernández Mi primo Chale . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Estas vacaciones hemos visitado los dos . . . . . . Gloria Gabuardi Preparación para la magia . . . . . . . . . . . . . . . . . Nostalgia I. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Guillermo Menocal Vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sentado a la orilla del lago Michigan. . . . . . . . . Michele Najlis Quiero un poema sencillo y bueno . . . . . . . . . . Yo, mujer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El eterno canto de las sirenas . . . . . . . . . . . . . . . Credo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Mario Santos Son los muchachos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cuando escribo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gioconda Belli Dando el pecho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Esperándolo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Menstruación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desafío a la vejez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Francisco Santos Teníamos una estrella en la mano... izquierda . . Crónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Leonel Rugama La tierra es un satélite de la Luna . . . . . . . . . . . Biografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Daisy Zamora Preñez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Qué manos a través de mis manos . . . . . . . . . . . Vuelvo a ser yo misma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Al pie de la diosa blanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mensaje urgente a mi madre . . . . . . . . . . . . . . . Erwin Silva Memoranza de otoño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Niké . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Texto de Orfeo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rosario Murillo Las dificultades de un poeta que entre escritorios, máquinas y otras incontables cosas garabatea poemas y los vuelve a garabatear . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Hombre, de qué nos sirven las noches . . . . . . . . Yo la mujer de barro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Álvaro Urtecho Lázaro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sábado a mediodía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Julio Valle Castillo Catulo amigo mío . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Chepita rezadora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Yolanda Blanco Pájaro poeta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pájaro para morir. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Arrocero o pájaro íngrimo. . . . . . . . . . . . . . . . . Merlino o el gurrión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Saltabarrancos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pájaro burgués. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nocturno del búho. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pájaro místico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Danilo López Terra incógnita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El beso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Isolda Hurtado Cristales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Solsticio de invierno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . En sol mayor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Karla Sánchez No estoy escondiendo manuscritos . . . . . . . . . . Locura congénita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Caminata florida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Helena Ramos León . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cantos caprinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Abocastro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Marianela Corriols Geometría de la mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Celebración frente al espejo . . . . . . . . . . . . . . . Cementerio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Juan Sobalvarro Qué suerte que nadie más sea Juan Sobalvarro . 203 Boceto desvelado de Managua . . . . . . . . . . . . . 203 Tania Montenegro Piropos de neón avientan la ciudad . . . . . . . . . . 205 Parte de hueso en decadencia . . . . . . . . . . . . . . 205 Ojos grandes curiosean . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206 HéctorAvellán Visión del enemigo, mientras duerme . . . . . . . . 207 Hombre que se aleja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208 Muerto entre los muertos . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
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