PREPARACI DE FINA
COLECCIÓN CAISSA
PREPARACIÓN DE FINALES
Por
Jon Speelman
EDITORIAL PAIDOTRIBO
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del "copyright", bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Título original de la obra: Endgame Preparation. B.T. Basford Ltd. Director de colección: Josep Escaramis
© Batsford Chess Book © Jon Speelman Editorial Paidotribo Consejo de Ciento, 245 bis, 1o 1a 08011 Barcelona Tel. (93) 323 33 11 -Fax. (93) 453 50 33 Primera edición: ISBN: 84-8019-242-9 D.L.: B-33.411-95 Fotocomposición: Editor Service, S.L. Diagonal, 332 -08013 Barcelona Impreso en España por Hurope, S.L.
CONTENIDO
Introducción, 5 Prefacio, 9
SECCIÓN I: IDEAS TÁCTICAS Y COMBINACIONES, 11 1 Algunas ideas tácticas
2
Combinaciones para forzar tablas
12 29
SECCIÓN 11: ZUGZWANG Y LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS, 43 3 4
Zugzwang La teoría de las casillas conj ugadas
46 53
SECCIÓN III: BALANCE DE MATERIAL, 77 5 6 7 8
Un peón pasado extra lateral Un peón extra con todos los peones en un flanco El intercambio Finales sin peones
78 86 97 115
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PREPARACIÓN DE FINALES
SECCIÓN IV: IDEAS ESTRATÉGICAS Y VALORACIONES, 119 9 1O 11
Configuración de peones y peones débiles Peones pasados La actividad de las piezas
SECCIÓN V: INDICACIONES GENERALES, 179 Bibliografía, 187
120 137 154
1 ntroducción Carne de culebra de pantano, cuécete y hierve en el caldero; ojo de tritón y pata de rana, pelo de murciélago y lengua de perro, lengua de víbora y aguijón de áspid, pata de lagarto y ala de lechuza, por el poder de este hechizo, hierve y burbujea, poción del infierno.
Macbeth, William Shakespeare ¿Preparación de finales? Una idea un tanto extraña, podríais pen sar, o quizá simplemente una equivocación en el título. A pesar de la proliferación y de la profundidad de la moderna teoría de las apertu ras, uno no puede estar nunca absolutamente seguro, al sentarse para jugar una partida de ajedrez, de cómo será el final -o, pensando ya en él, de cuál va a ser el primer movimiento del oponente-. Sin embar go, si de hecho llegas a un final, puedes afrontarlo bien pertrechado y con la actitud "correcta". Los finales no son técnicos, tediosos ni triviales. Todos estos adje tivos se pueden aplicar a algunas posiciones del ajedrez, incluyendo
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PREPARACIÓN DE FINALES
algunos finales. Pero también hay finales que son totalmente confu sos, excitantes hasta poner los pelos de punta, de una dificultad pas mosa, o un poco de todo. De hecho, el final cubre toda la gama de posiciones del ajedrez: desde los tan agudos que si te sientas sobre ellos los aullidos se podrían oír desde Australia (o, para un lector de las antípodas, desde Londres), a los tan tranquilas (uno no habla nunca de posiciones de ajedrez "inermes") que la caída de un alfiler puede resultar ensordecedora. En lugar de mezclar todas estas metáforas podríais pensar que sería más útil que intentase definir aquí el final de la partida. ¡No me atrevería ni a soñar en hacer semejante tontería! Creo que un final es cualquier posición en la que "tan sólo quedan algunas piezas". Puede quedar una pieza menor por cada jugador, dos, o quizás incluso tres. A este respecto, cada jugador puede tener una torre, una torre y una pieza menor, o dos torres. Y, por supuesto, también hay finales de dama. Pensándolo mejor, quizá voy a ser un poco tonto y sugerir que, con el sistema de puntuación habitual (D 9, T 5, C/A 3 -e igno rando R y P 1 ), un final es probablemente una posición en la que el cómputo total de ·piezas es menor o igual a trece puntos por cada jugador; esto incluye dos torres y una pieza menor, una dama y una pieza menor, o cuatro piezas menores, pero no más. Alternativa mente, uno podría intentar definir el final en términos de las funcio nes de las piezas. Se podría decir que el final es una posición en la que el rey se puede utilizar activamente -aunque existen algunas par tidas famosas de Petrosian (por ejemplo Dückstein-Petrosian) que lo desmienten, y a este respecto, ¿qué pasa con Steinitz? De lo que estoy absolutamente seguro es de que, como en cual quier otra fase del juego del ajedrez, el final es un combate y una pe lea, y un combate particularmente importante, ya que, como cual quier jugador de ajedrez sabe, "el que se equivoca el último se equi voca mejor". Puede que sepáis de algún jugador que habitualmente lucha enconadamente durante la apertura y la mitad de la partida para poder llegar a un final favorable -¡para acabar consiguiendo ta blas, y, sólo a veces, ganar!-. Puesto que estos jugadores creen poder prescindir de todo esto, quizá yo no sea tan estúpido ... Puede que sea ya hora de que diga algo específico acerca de este libro. Como expliqué en la introducción de mi otro libro, Analizando el final, éste inicialmente surgió como un subproducto. Al analizar distintas posiciones empecé a pensar acerca de los métodos emplea dos habitualmente en analizar y valorar los finales, y brotó una nueva vida ... Suprimiendo cualquier deseo latente de relacionar esto con la =
= oo
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INTRODUCCIÓN
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historia de Adán y Eva, quizá es mejor que explique las relaciones entre los dos libros, que yo considero "volúmenes compañeros", re cordando las dos metáforas que empleé en el otro. La primera, que es la que más me gusta, considera a este libro como una clase de coci na, mientras que Analizando el final sería una colección de platos analíticos. Sin embargo, para dar publicidad a mis libros quizá debie ra fomentar la otra, según la cual Analizando el final sería una colec ción de informes de batallas, ¡mientras que Preparación de finales sería un manual de combate!
Prefacio He dividido este libro en cinco secciones. En la primera se tratan algunas ideas tácticas que se pueden utilizar en el final. Creedme, ¡al final realmente se llevan a cabo trucos tácticos! La Sección 11 trata del zugzwang, que es vital en la técnica del final, y de la teoría de las "casillas conjugadas". Éste es ciertamente un modo de tratar el zugz wang en algunas posiciones complicadas. Es una herramienta difícil, pero más o menos indispensable para entender ciertas posiciones -¡y algunas de las que llega a resolver son muy bellas! En las Secciones 111 y IV se tratan algunas características más es táticas de las posiciones. La Sección Ill trata del "Balance de mate rial". Primero vemos las condiciones mínimas bajo las que un peón extra asegurará la victoria; después los intercambios. Finalmente, hay un capítulo corto acerca de los finales sin peones. En la Sección IV se examinan varias características relativas a la posición. "Peones débi les", "Peones pasados" y "La actividad de las piezas" en general. En la corta sección final he recogido varias perlas de sabiduría es pigadas del resto del libro, y agrupadas como "Indicaciones genera les". Por supuesto, son muy simples, y se podrían encontrar excepcio nes a cualquiera de ellas. ¡Pero son útiles!
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PREPARACIÓN DE FINALES
Espero que los que lean este libro se diviertan y aprendan de él al mismo tiempo. Cierto que habrá algunos errores -es inevitable-, pero puede ser tan divertido para el lector encontrarlos como apli carse al estudio de una verdad impecable e inmaculada.
SECCIÓN 1
IDEAS TÁCTICAS Y COMBINACIONES
Combinación: unión de dos cosas en un mismo sujeto.
Diccionario de la lengua española, Real Academia Española.
No es exactamente lo que tenemos en mente... ¡pero las combina ciones son esenciales a la naturaleza del ajedrez, y a veces muy her mosas!
INTRODUCCIÓN Las tácticas yacen en o bajo la superficie de la mayoría de las posiciones de ajedrez. El final no es una excepción; de hecho, preci samente debido a la escasez de piezas, las ideas tácticas a veces pue den aparecer de forma muy pura y estética en las disposiciones de los finales. En esta sección exploramos algunas ideas combinatorias en el contexto del final. El primer capítulo contiene material diverso, mientras que el segundo está dedicado exclusivamente a ideas de combinaciones con el objetivo de forzar las tablas.
PREPARACIÓN DE FINALES
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1 Algunas ideas tácticas .
Para empezar, demos un vista zo a alguna de las operaciones geo métricas básicas.
2 B
EL JAQUE A TRAVÉS
11:, B
8 a) Diagrama + b) f2 ..... g3 = e) f2-+ h2 =
+1=
Éste es un ejemplo simple. Las blancas ganan con l. Th8, Txa7; 2, Th7+. Si las negras mueven hacen tablas con l. ... , Rg7, puesto que al rey blanco siempre se le puede hacer jaque si se aproxima al peón a. Ver diagrama 2. Las blancas ganan mediante el avance del peón. Después de f6+ las negras lo pueden tomar, lo que permite Tf8+, o jugar Rt7, en don de Th8 y el jaque a través gana, o mover su rey para apartarse, es decir, Rh7, permitiendo t7 y f8=D.
Sin embargo, si el peón estuvie se en las verticales g o h, la posi ción sería de tablas, como en 2 b ), en la que el avance del peón a g6 se ignora, y 2 e), en la que h6+ se con testa con Rh7. Ver diagrama 3. Éste es un ejemplo mucho más complicado, que tiene cierto inte rés teórico. Las negras pueden conseguir tablas, pero debemos tener mucho cuidado: 1 Th8 (otros movimientos conducen únicamente a tablas) l. ..., Rxc3; 2. b5. Ahora Fine mueve 2. ... , Tbl?, equivocándose ante 3. Tc8+, Rb4 (o 3 . ... , Rd3; 4. Tc5 gana); 4. b6, Ra5; 5. Ta8, Rxb6; 6. Tb8+. Una defensa correcta es 2. ..., Rc4! (2 . ... , Td7 también es bastante bueno -3. Tb8,
ALGUNAS IDEAS TÁCTICAS
3 B
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2. Tg8, Ra6! (2 . ... , Rb6??; 3. Rc3, gana); l. ..., Rb3, 2. Tg3+!, Ra4; 3. Tg4, RaS; 4. Tg8, Rb5 ! ; 5. Tg7!, (no 5. Th8+?, Ra6); S. , Rb6; 6. Tg6+, Rc7; 7. Tg7+, Rd8; 8. Rd6, Rc8 (8 . ... , Re8?; 9. Te7+, y 10. Tel); 9. Rc6, Rb8; 10. Tg8+, Ra7; 11. Tg7+, Ra6; 12. Tg8, RaS; 13. ReS, Ra4; 14. Tg4+=. Las torres no son, por supuesto, las únicas piezas con la capacidad de dar jaque a través; los alfiles y las damas también disfrutan de es te privilegio. En el diagrama 5, una de mis propias posiciones, un alfil es capaz de controlar dos diagona les al mismo tiempo mediante el uso del jaque a través. •• •
FAP # 348
Rb4; 4. Re6, Th7= ); 3. b6, TdS+!; 4. Re6, ThS=. 4
5
B
B
J. E. Peckover 1 357 Estudios de final # 644 Blancas juegan y hacen tablas
Éste es un hermoso estudio de Peckover. Mediante el uso repeti do de la amenaza de jaque a través las blancas son capaces de parar a los dos peones. 1 RdS! La torre de be tener "espacio" para dar jaque al rey, y las blancas también deben mantener al rey negro fuera de d7 y abrir espacios. No l . Tg7?, Rb3; 2. Tg3+, Ra4, ni l. Th8+?, RaS;
Blancas juegan y ganan (originaQ
l . Rb6, Rxe4; 2. Rxc6, Re3; 3. Adl , e4; 4. Rd5 ! , Rd3; 5. Aa4! ! , e3; 6 . Ab5+, Rc2 (o 6. ... , Rc3; 7. Ae2, Rc2; 8. Rd4 y gana); 7. Re4!, dl=D; 8. Aa4+. LA HORQUILLA
Fine incluye el diagrama 6 en su libro. Lo da como una victoria de
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PREPARACIÓN DE FINALES
las blancas. Pero por supuesto, tras l. a6, Af5; 2. Rf3, las negras pue den defenderse con una horquilla, a saber, 2 . ... , Ad3; 3. a7, Ac4; 4. a8=D, Ad5+=. 6 B
El diagrama 7 es un ejemplo de esto. Las blancas erróneamente ju garon 1 Rxc6?, permitiendo l . ... , d4! ; 2. Txd4, h2; 3. Th4, hl=D; 4. Txhl, Ae4+. Tras el movimiento correcto l . Th5 ! las blancas pueden ir primero tras el peón h -la victo ria no es trivial, pero ciertamente parece posible (ver de Averbakh, Torre contra piezas menores, dia grama 135). 8 N
FAB # 198
No es habitual que las horqui llas aparezcan en los finales entre piezas del mismo movimiento (una torre normalmente no puede ahor quillar al rey y a una torre). Pero en los finales en los que se enfrentan diferentes piezas son frecuentes. 7 B
Petrov-Yarovitsu, Sverdlovsk, 1948 FTc PM # 1 35
FAB # 241, nota a 1 1 . . . . , C-A 6 tras 15. A-R3!,
Como todos sabemos, es natu ral que los caballos ahorquillen pie zas -a veces incluso las propias-. El diagrama 8 se analiza en el libro de Fine Finales de ajedrez básicos. David Hooper indicó una salida elegante con l . ... , Cb5 ! (Fine da el movimiento perdedor l. ... , Cd5); 2. Rc4, Ca3+=; puesto que 3. Rxb4? permite 3. ... , Cc2+. Diagrama 9: éste es un sober bio estudio del compositor ruso Grigoriev. Hace muchos años, du rante un torneo de la Copa Glor ney (para equipos junior) un miem bro del equipo inglés (que perma-
ALGUNAS IDEAS TÁCTICAS
N.O. Grigoriev, 1934 Blancas juegan y hacen tablas
necerá anónimo) llegó, para nues tro deleite, a esta posición. Encon trar la solución costó toda una hora de apretones de manos y de análisis. A pesar de todo, os animo a que tratéis de resolver este estu dio durante un rato antes de leer la solución. No dejéis que mi triste historia os desaliente -a veces el caldo analítico tiene demasiados platos que cocinar-. Pero debo se ñalar, para beneficio de cualquiera que desee intentarlo, que si el rey negro se mueve a g6 o g7 no nece sariamente tiene que tomar al ca ballo. La solución es l. Rd3, Rt7; 2. Rc4, Rg6! (no 2 . ... , Rg7; 3. Rxb4, Rxg7; 4. Rc3, y tablas); 3. Cf8+!, Rf5; 4. Cd7, h5. El caballo debe ahora encontrar un camino que lo lleve hacia el flanco del rey. 5. Cb6 no sirve: 5 . ... , h4; 6. Cd5, Re4!; 7. Cxb4, h3; 8. Cd3, h2; y las negras ganan por un tiempo -9. Cf2+, Rf3; 10. Ch1, Rg2; etc. El movimiento correcto es 5. CeS!, al que sigue 5 , h4; 6. Cb3!! (6. Cd3 pierde por un tiempo); 6 , h3; 7. Cd2, •
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1
=
=
h2; 8. Cfi, hl=D; 9. Cg3+. Han seguido una trayectoria muy simi lar a la letra G, la inicial del apelli do del compositor. Las negras no estaban forzadas a permitir la horquilla con 7 . ... , h2, pero si lo evitaban se hubiera pro ducido el final típico en el que un caballo bloquea al peón de torre en o antes de la horizontal sexta. Por ejemplo, en la solución anterior 7 . ... , Rf4; 8. Cfl , Rf3; 9. Rxb4 nos lleva al diagrama 10. A pesar de la ausencia del rey blanco de la escena de operaciones, esta posición es tablas. Tras 9. ... , Rf2; 10. Ch2, Rg2; 11. Cg4, Rg3; 12. Ce3. Las blancas todavía impi den el avance del peón negro me diante una horquilla -12 . ... , h2; 13. Rf1+. Las negras no tienen modo de romper el bloqueo del caballo.
LA CLAVADA
Una clavada puede, por su puesto, ser un arma poderosa en el final. Tener una pieza clavada en el
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F. Sackrnann, 1909 Blancas juegan y ganan
medio de la partida ya puede ser algo muy serio. Al final, la pieza in movilizada puede ser la única que te quede. l. Ac8! (amenazando 2. e7); l ., Afl; 2. e7, Ab5; 3. c4+! (una horquilla para desviar al caballo negro); 3 , Rxc4; 4. Aa6! Final mente una clavada, y las blancas ganan. Hay muchos elementos tác ticos en esta posición. Por desgracia, el estudio no tie ne mucho sentido, ya que después de l. Ac8, Afl; las blancas pueden ganar prosaicamente con 2. Rf5, p.e. 2 . ..., Ae2; 3. e7, Ah5; 4. Ad7, Rc4; 5. Rg5!, Afl; 6. Rf6, Ah5; 7. Rg7, Rxc3; 8. Rf8, Rd4; 9. Ae6. Lo mantengo, a pesar de todo, por que me gusta la idea del composi tor, aunque no sea aquí necesaria. El diagrama 12 muestra un uso menos dramático de la clavada. A pesar de los dos peones negros en la sexta, las blancas son capaces de lograr tablas al mantener al caballo bajo control con la clavada como su mejor arma. Por ejemplo, l. Rel, •
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•••
Von der Lasa, 1 843 :=: FAB # 509; FTe PM # 224
d2+ (o l . ... , Rc4; 2. Tc8+, Rb3; 3. Td8, Cf4; 4. Txd3 !, Cxd3+; 5. Re2); 2. Re2, Rc4; 3. Tc8+, Rb3; 4. Td8, Cc3+; 5. Rxe3=. Averbakh señala en FT e PM que l. Td7 también es correcto: (p.e.) l. ... , d2; 2. Td6, Re4; 3. Rc2!, Cb4+; 4. Rc3, Rf3; 5. Txd2. En los finales de dama y peón la clavada a menudo es un arma vital en la lucha contra los peones pasados del enemigo. El diagrama 13 es un ejemplo:
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ALGUNAS IDEAS TÁCTICAS
Sin posibilidad de jaques, las negras se ven relegadas a la clava da diagonal como su última posibi lidad. De hecho, si las negras mue ven estarán en zugzwang; y si lo hacen las blancas pueden perder un movimiento mediante una ma niobra inteligente. En este ejemplo uno podría casi pensar en la clavada como un "te ma estratégico". Es uno de los dos únicos posibles modos por los que las negras pueden combatir al peón -el otro es dar jaque o "metiendo prisa" al oponente. 14 S
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ATAQUE DOBLE
El jaque a través, la horquilla y la clavada son, quizás, los principa les temas geométricos que se dan en los finales, pero, por supuesto, los dobles ataques también son po sibles. 15 S
.t
+1=
A. A. Troitsky, Bohemia, 1912; 1234 Estudios de final # 780; Blancas juegan y ganan
Tras dos ejemplos un tanto mundanos de clavadas, este último es una bella pieza de fantasía -la notable exposición de "clavadas cruzadas" de Troitsky-. Después de l. Tf4+, Rb3; 2. e7, Te3; tene mos una sucesión de clavadas: 3. Tf3 ! , Ad5 ! ; 4. Ae6! Esta última clavada es suficiente para obtener la victoria: 4. ..., Rxbi ; 5. e8=D, Txe6; 6. Dxh5 gana, ya que si 6 . ... , Te3 entonces 7. Dxd5 !
Un resultado poco conocido del reciente flirteo entre el ajedrez y la informática es el análisis exhausti vo de ciertos finales. Si se tiene el suficiente poder de cómputo y la suficiente memoria, es relativa mente sencillo construir una "base de datos" para algunos finales sen cillos. Consistiría en un índice de todas las posiciones posibles, junto al mejor movimiento para cada caso. Para construirlo simplemente se retrocede desde todas las "posi ciones finales" üaque mate, mate ahogado, pérdida de una pieza, etc.) hasta que todas las posiciones posibles hayan sido consideradas. Uno de los finales estudiados de este modo es el de rey y torre con tra rey y alfil. T Strohlein y L. Zagler, del Instituto de Ciencias
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PREPARACIÓN DE FINALES
Informáticas de la Universidad Técnica de Munich, publicaron en 1978 los resultados de su investiga ción, llevada a cabo entre 1967 y 1969. De hecho, investigaron tanto los finales de T+P contra T como los de T contra A. El diagrama 15 es un ejemplo de una posición ga nadora en la que las blancas están a la mayor "distancia" posible de obtener la victoria. Se requieren 16 movimientos para forzar la toma del alfil o el mate: l. RaS, Rb7; 2. Th3+, Ra7; 3. TD, Ae2; 4. Tt7+, Rb8; 5. Rb6, ReS; 6. Rc6, Rd8; 7. Rd6, ReS; 8. Tc7+, Rb8 (8 . ... , Rd8; 9. Tc2! , Ad3; 10. Td2, y pues to que Ae4 y Ace no son posibles por exponerse a jaque, el alfil debe ir a una horizontal abierta, después de lo que las blancas ganan en tres movimientos más); 9. Rc6, Ac4; 10. Rb6, Ab3. 16 B
+1cfr. FTe PM # 2; FAB # 463
En esta posición teórica las blancas ganan al desplazar al alfil negro: 11. Tcl!, Aa2; 12. Tal, Ab3; 13. Ta3 (13. Tb1 , Aa2; 14. Tb2, Ae6; -14. . .. , Aa4; 15. Ra5+!-;
15. Te2 necesita un movimiento adicional, pero utiliza un mate des cubierto que es, por supuesto, una forma de doble ataque); 13 , Ae6; 14. Te3, Ad7; 15. TD, gana. • •••
COMBINACIONES PARA PROMOCIONAR UN PEÓN
Muchos, aunque no todos, de los ejemplos anteriores de este ca pítulo han reflejado la lucha para convertir un peón en dama. En esta sección veremos algunas ideas que se suelen asociar exclusiva mente, por lo menos en el final, a los intentos de transformar en da ma a un "bebé". El propósito de promocionar un peón propio, y frustrar los in tentos del oponente de hacer lo mismo con uno de los suyos, es es tratégico, mientras que los méto dos empleados en este combate son, a menudo, combinatorios. Al tratar con peones pasados el valor de las piezas tiende a distorsionar se. El objetivo primario es hacer avanzar el peón, y las piezas meno res habitualmente no se conside ran. Una torre, o incluso más, se pueden sacrificar en ocasiones en aras de una nueva vida. a) Bloqueando casillas o líneas (interferencia)
El diagrama 17 es un ejemplo simple de Kubbel. Tras l. Ce7 ! , Ac2 (o l. . . . , Ad1; 2 . Cc6!); 2 . Cd5 ! , Aa4 (o 2 . ... , Ae4; 3 . Cf6+) ; 3 . Cb4, Ad1; 4. Cc6!, la segunda interfe rencia finalmente deja a las negras fuera de combate.
ALGUNAS IDEAS TÁCTICAS
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con 2 .... , Rf3!; 3. g5. Aquí Fine mueve 3. ..., Aa5??, 4. g6??, Ac3; 5. g7, Axg7; 6. Cxg7, Rg3 Por supuesto, en lugar de 4. g6?? las blancas pueden bloquear la diago nal con 4. Cd4+, ganando inmedia tamente; pero las negras pueden mejorar con 3 . ... , Ad8!; 4. g6, Af6; etc. No es un ejemplo espectacular, pero muestra una vez más la nece sidad de actuar con gran cautela al tratar con peones pasados que pue den promocionarse.
17 S
=.
Kubbel, 191 O FAB#228b
El diagrama 18 es interesante porque, a pesar de los dos peones extra, las blancas son incapaces de ganar. Tras l. ... , Ab6 Fine intentó 2. Rd3, Ad8; 3. Rd4, Af6+; 4. Rd5, Ah8; 5. Rd6, Ae5+; 6. Re6, Aa1; 7. Re7, Ab2; 8. Rf7 (amenazando 9 Rg6); 8. ... , Rg5 ! 112-112. En lugar de 2 Rd3 las blancas podrían haber movido 2. Rfl para jugar 3. Rg2, pero las negras pueden defenderse
19
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N
' " .l�.l.i.l � �' • �
Donchenkov-Steinberg, Kharkov, 1967
El diagrama 19 es un ejemplo más excitante de una partida real. Las negras atacaron mediante l...., g4; 2. fxg4, Cg5!; 3. f3, Rg3; 4. Ael+, Rg2; 5. Ah4, a partir del que su ofensiva habría sido suicida a no ser por 5 . ... , Cxf3; 6. Axf6, Cg5 ! ! ; después d e lo cual, las blancas no pudieron impedir que el peón se transformara.
18 N
¡Tablas! Fine-Reshevsky, Semmering-Baden 1937; FAB#226; FA e C# 154
Uno puede a veces sacrificar otros peones para interferir con la defensa en contra de un peón pasa do. Esto es particularmente común en los finales con sólo peones. El
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PREPARACIÓN DE FINALES
20 B
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que hayan llegado a su destino. Ya hemos visto algunos ejemplos de desviaciones en este capítulo -son especialmente importantes los del diagrama 11 y, naturalmente, el del remarcable diagrama 14-. Pero un par de ejemplos adicionales no nos harán daño. 21 B
A A Troitsky, 1913 Blancas juegan y ganan
diagrama 20 es un magnífico ejem plo de Troitsky. Las blancas serán objeto de un ignominioso mate tras l. a4?, bxa3a.p.; 2. bxa3, Rg3!; 3. a4, h5; etc., mientras que si l. Rxg2, Rg5; 2. a4, ba; 3. ba, Rf6 ! ; el rey blanco puede detener al peón. Las blancas solucionan estos pro blemas con l. f6!!, gf; 2. Rxg2. Ahora, con f6 inaccesible, las ne gras deben intentar otra ruta para volver a casa: 2 , Rg4; 3. a4, ba; 4. ba, Rf5; 5. a4, ReS; en donde pierden ante 6. d6!, cd; 7. c6!, de; 8. a5. Después de sacrificar tres peones, el camino esta completa mente bloqueado para las negras, y el peón promociona. •
•••
b) Desviación En el último apartado vimos brevemente el modo de detener a las piezas para impedir que llega sen a donde sus propietarios pre tendían. A veces es mejor prescin dir de las señales de prohibido el paso, y movilizar las piezas una vez
L. Centurini, 1 84 7 FA# 1 70; FA# 1 74
Los ejemplos previos de desvia ción ya eran bastante espectacula res. Aquí tenemos una posición que nos recuerda que este tema puede ser también muy corriente. El dia grama 21 corresponde a una posi ción extraordinariamente vieja (en términos ajedrecísticos). El proble ma de las blancas es llevar a su alfil a b8; tras esto l. ... , alfil a la diago nal g1-a7; 2. Ah2 (por poner un ejemplo), Aa7; y entonces la des viación mortífera 3. Agl. Hasta aquí todo va bien, pero el verdade ro problema es alcanzar b8. Tras l. Ah4, las negras se defienden con l. ..., Rb5; 2. Af2, Ra6; para contro lar a7. Ahora las blancas no pueden conseguir nada inmediatamente, pero el zugzwang acude en su ayu-
ALGUNAS IDEAS TÁCTICAS
da. Si intentan 3. Ae3, entonces las negras tienen 3 . ... , Ad6!; 4. Ag5, Rb5; 5. Ad8, Rc6; y no se ha conse guido nada, ya que tras 6. Ae7, Ae5; el rey negro controla c5. El movi miento correcto es 3. AcS!, forzan do al alfil negro a una casilla vulne rable: 3 , Ag3; 4. Ae7, Rb5; 5. Ad8, Rc6; 6. Ah4!, Ah2; 7. Af2, etc. •
•••
22 S
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EL AVANCE
En las mayoría de los ejemplos anteriores, el peón pasado simple mente estaba allí. En esta sección veremos cómo conseguirlo. Esto a menudo se hace mediante un avan ce, que es una ayuda estratégica en muchas posiciones, aunque la ope ración real es táctica. Primero, dejadme que os aburra con el ejemplo arquetípico: 23 S
F. Lazard, 191 1
Una vez salvada mi conciencia con el diagrama 21, puedo volver a fantasear por un momento. El dia grama 22 es un sorprendente ejem plo de cómo promocionar un peón. Tras l. Cf4+, Rh6; 2. Ce6, las blan cas amenazan con bloquear la octa va horizontal con 3. Cd8. Se fuerza 2. ..., TeS; y entonces siguen 3. g8=D! (desviación); 3 , Txg8; 4. Cf8. La posición de las negras aparente mente no tiene salida, pero todavía le queda una defensa (creo que de beríais intentar buscarla antes de seguir leyendo). Es 4 , Tg5!; de modo que si 5. e8=D, entonces 5 . ... , Te5+; 6. Dxe5 es un mate ahogado. Sin embargo, las blancas pueden ganar con 5. Cg6!, bloqueando la torre por última vez. •
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•
•••
+1= "El avance de peones arquetípico"
Si las blancas mueven ganan mediante l. g6!, fg; 2. h6, gh; 3. f6; o l. . . . , hg; 2. f6, gf; 3. h6. Si las negras mueven hacen ta blas con l. ... , g6! ; pero no l. h6?; 2. f6! ; o l. ... , f6; 2. h6! El diagrama 24 requiere un po co más de esfuerzo intelectual. Las blancas pueden avanzar fácilmen te, pero deben hacerlo de modo que transformen en f8 con jaque; de otro modo las negras responde rán P=D, con P=D mate. Dada esta consideración, podéis intentar encontrar el camino correcto en el
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PREPARACIÓN DE FINALES
Blancas juegan y ganan con ¿ ... ?
juego de las blancas antes de leer la solución ... l. h5! (el único movimiento: si l. gS entonces l. ... , hg; 2. fS, gh; etc; o l. fS, gf; 2. eS, fe; 3. gS, f4; o finalmente l. eS, fe -no l. . .. , fS; 2. hS, gh; 3. gf, ef; 4. e6- 2. hS, ef; y gana); l. ..., gh (1. ... , gS; 2. eS!, fe; 3. f5); 2. eS ! , fe; 3. fS; y las blancas convierten con jaque. Uno de los principales proble mas asociados con el avance es que si se sacrifican peones para poder crear un peón pasado, en el proce so es muy posible que también se facilite que el oponente cree sus propios peones pasados. Aunque la posición de las ne gras parece desesperada, tienen ma yoría en los peones centrales, que pueden movilizar: l• ••., aS; 2. ba, eS; 3. de, d4; 4. ed, e3; 5. d5+ (ahora es el turno de las blancas); 5• ••., Rd7 (no S . ... , Rt7; 6. d7, Re7; 7. c6, be; 8. a6! , e2; 9. a7, e1=D; 10. d8=D+, etc.); 6. c6+, y aquí, en lugar del sensato 6 . ... , be; 7. a6, e2; 8. a7, e1=D; 9. a8=D, Dg3+; las negras jugaron el ridículo 6. , Rd6??; •••
Luzyanov-Grigoriev, URSS, 1971 lnformator 1 1 #29
7. cb, Rc7; 8. a6! (quizá no se dieron cuenta de esto); 8 . ... , e2; 9. d6+ 1-0. El avance en este caso tan sólo fue suficiente para forzar tablas, pero es, a pesar de todo, un triun fo, teniendo en cuenta que se par tía de una posición con tan mal as pecto como la del diagrama. Ver diagrama 266. Dada la naturaleza de las piezas que estamos examinando ahora, no tendríais que encontrar esta posi ción demasiado difícil; pero, ¿ha bríais sido antes capaces de ver la combinación de las negras? Las blancas parecen ir ganando, pero las negras inician el malvado ataque l• ••., g5!!; 2. hg (2. gh, gh; 3. h6, Rt7!; o 3. f4, h3!; ganando en cualquiera de los dos casos); 2• •_, h4; 3. Re3 (o 3. f4, h3; 4. fS+, Re7; S. Rf3 , e4+; y un peón negro se transforma); 3• ••., Rf7; 4. Rf2, Rg6; 5. Rg2, Rxg5; 6. Rh3 (o 6. a3, e4); 6• •.., Rf4; 7. Rxh4 (7. a3, Rg5!; 8. Rg2, e4 etc) 7. ... , Rxf3; y las blancas se rinden en vista de 8. gS, e4; 9. g6, e3; 10. g7, e2; 1 1 . g8=D, e1=D+; 12. Rh5 , Dh1 +; 13. Rg6, Dg1+; y 14. ... , Dxg8+, etc.
ALGUNAS IDEAS TÁCTICAS
23
diagonal h4-d8 bloqueada, las ne gras pueden ganar el peón h, pero antes deben defender su propio peón b); 2. ., d4+!; 3. ed (3. Axd4, Rg3; 4. g6, Rxh4; 5. Rd2, Rh3!; 6. Af6, h4; 7. Re2, Rg2!; etc.); 3 , Rg3 (no 3 . ... , Rg4?; 4. d5, Axd5; 5. Af2 ); 4. Aa3, Rxh4; 5. Rd3, Rxg5; 6. Re4, h4; 7. RD, Ad5+ 0-1.
26 N
..
•
•••
=
28 N
Barrera-Schatzle, Argentina, 1975 Valorar la posición
Por supuesto, el motivo del "avance" no está ni mucho menos li mitado a los finales de rey y peones: 27 N
Wahltuch-Capablanca, Londres, 1922
Los peones centrales negros se mueren por actuar. Capablanca los movilizó con l. .. , h4!; 2. gh, e5 ! ; 3 . fe, f4; 4 . Tel , Re6; 5 . c4, Rxe5; 6. Txd5+, Txd5; 7. cd, f3 0-1. .
29 N
Kotov-Botvinnik, Moscú 1955 FA #329
El diagrama 27 es merecida mente famoso. Las blancas parecen estar en buena posición, pero con el sacrificio temporal de un peón Botvinnik tuvo éxito en conseguir un mortífero segundo peón pasado. l. ... , g5 !; 2. fg (o 2. hg, h4; 3. Ad6, Af5; 4. g6, Axg6; 5. f5, Axf5; 6. Rxb3, Rg2; etc. Ahora, con la
A verbakh-Korchnoi, Erevan, 1965
24
PREPARACIÓN DE FINALES
Korchnoi encontró el modo de obtener una victoria inmediata con l. ..., g4!; 2. hg, h3; 3. Rc2, Tc4+ (el motivo de la interferencia), y las blancas renunciaron, ya que 4. ... , Tc1 las habrían forzado a bloquear la primera horizontal.
ocasiones, y a pesar del "reducido número de piezas", una sensación extremadamente desagradable. El diagrama 31 es un buen ejemplo. El rey negro está tan mal situado que las blancas se pueden permitir ignorar el peón a:
31
:1) N
N
Kmoch-Nimzowitsch, Niendorf, 1927
Para finalizar, una magnífica idea de Nimzowitsch, que superó el bloqueo con l. ..., Tb4!!; 2. cb, a4; 3. b5+, RxbS; tras lo que las blancas quedaron sin defensa ante la horda enemiga: 4. Aa3, c3; 4. Tb1, Rc4; 5. f4, Rxd4; 6. Rf2, Rc4; 7. Re1 , d4; 8. Re2, Rd5; 9. Rf3, Ab7; 10. Te1 , Rc4+; 1 1 . Rf2, b2; 12. f5, ef; 13. e6, Ac6 0-1 . ATAQUES PARA MATE EN EL FINAL
De la relativa facilidad de las combinaciones para promocionar un peón, pasamos a otras con la vulgar intención estratégica de dar jaque mate. Una mala posición del rey en el final nos puede causar en
Novak-Ryc Checoslovaquia, 1978 lnformator 25# 6 l. .. , Rg6 (si l. . . , a5; entonces 2. Txh6, a4; 3. h4! , etc, como en la partida, o si l. ... , Tb7; entonces 2. Tf8+, Rg6; 3. Tf6+ gana); 2. TeS!, Rf5; 3. h4! , a5 (o 3 . ... , h5; 4. Tg8, haciendo mate); 4. h5, a4; 5. Th8, a3; 6. Txh6, a2; 7. Tg6, a1=D; 8. Tg5 mate. .
.
El diagrama 32 es otro ejemplo de mate en un final con torres. Unzicker ganó con facilidad por el procedimiento técnico de jugar su rey a h6 y después Tb8-b5+. Pero como señaló el lector del Chess Life and Review J. Barth, de De troit, no se dio cuenta de un final más rápido: l. TeS!, Ta6+; 2. Tc6, Txa7; 3. TeS mate. Un caballo y una torre pueden ser una fuerza terrible cuando coo-
ALGUNAS IDEAS TÁCfiCAS
Unzicker-Lundin, Amsterdam, 1954 Chess Ufe and Review, Abril, 1975
peran verdaderamente. En el dia grama 33 vemos a Fischer demos trando esta extrema eficacia.
33 B
25
Tonoli-Borik, Equipo del Campeonato de la CEE, Berlín, 1980
El diagrama 34 es un ejemplo reciente. Las blancas acaban de jugar Rh2-h3, atacando al caballo y con la esperanza de ganar el peón de g5. Desgraciadamente, les esperaba una sorpresa: l. ... , Tgl ! ; 2 . Axg5 (se amenazaba 2. ... , Tg3 mate); 2. ... , Cf2+! Aquí, si 3. Rh4, entonces ¡3. ... , Thl; es mate! Las blancas siguieron luchando con 3. Rh2, pero después de 3 . ... , Txg5 la victoria era fácil. 35 N
Fischer-Rubinetti, Buenos Aires, 1970
l. f4!, ef; 2. d4, Rd8 (o 2 . ... , c5; 3. e5, c4; 4. Ca5, etc); 3. Ca5!, c5; 4. eS, Af8; 5. Cc6+, ReS; 6. Txc7 l O. Tras 6 . ... , cd; 7. e6 las negras no pueden aplazar el mate por más de un par de movimientos.
Borisenko-Simagin, Moscú, 1955
26
PREPARACIÓN DE FINALES
Los ataques para mate a veces se dan en finales con dama -gene ralmente por intencionados, pero en ocasiones por accidente-. El diagrama 35 es un ejemplo bien co nocido. Después de l. ... , Dfl+ las blancas, por desgracia, intentaron escapar a los jaques con 2. Rg4?? A esto le siguió 2 . ... , f5+ 0-1, ya que si 3. gf, entonces 3. . .. , Df5+; 4. Rh4, Dh5 es mate. Muchos estudiosos de finales han dedicado tiempo y esfuerzo al tema del jaque mate al final, y algunos de sus resultados son bas tante impresionantes. Ver el diagrama 36. Es una preciosa miniatura de Réti. l. Ac6+ sólo consigue tablas, ya que después de l. ... , Rd6; 2. Td4+, Re5; 3. Te4+, Rd6; 4. Txe3, el=D; 5. Txel es ahogado. De mo do que las blancas intentan l. Af5+! , Rd6; 2 . Td4+, Re7!; 3 . Te4+, Rd8. Ahora 4. Txe3?, el=D seguirá con duciendo al ahogado, pero en su lugar las blancas tienen la posibili dad de 4. Ad7 ! ! , el=D; 5. Ab5 ! , y ganar. 36
GEODÉSICAS, O EL REY HIPERACTIVO
Todas las ideas tácticas que he mos examinado hasta aquí son po sibles tanto en el final como en el medio de la partida (y a veces en el inicio). En el ejemplo final de este capítulo esto no es así: está confi nado de modo más o menos exclu sivo al final. Esta operación, que no tiene un nombre comúnmente aceptado (de ahí el título), surge debido a la es pecial geometría del tablero de aje drez. En matemáticas, una geodé sica es, a grandes rasgos, el camino más corto entre dos puntos en una superficie. Así, en un plano una geodésica es una línea recta, mien tras que en una esfera es una parte del círculo más amplia. En el tablero el rey puede mo verse a las casillas contiguas hori zontal, vertical y diagonalmente. Esto significa que para el rey exis tirán varias trayectorias mínimas entre dos casillas que no están en la misma diagonal. 37
8
Blancas juegan y ganan R. Réti, 1928, co"egido por H. Rinck
Número de modos por los que el rey blanco puede alcanzar cada una de las casillas
ALGUNAS IDEAS TÁCfiCAS
En el diagrama 37 hay 393 ca minos distintos para que el rey va ya de el a e8 en siete movimientos, es decir, y forzando un poco la ter minología, existen 393 geodésicas del rey entre el y e8. El hecho de que existan varios caminos, todos ellos igualmente cortos, para que el rey se mueva entre dos casillas puede ser en oca siones de gran importancia prácti ca en el juego del ajedrez. El dia grama 38 es el ejemplo mejor co nocido de esto.
27
39 B
Blancas juegan y hacen tablas Moravec, 1952
Tarrasch jugó para conseguir es ta posición en la creencia de que las blancas no tenían otra alternativa mejor que l. h4, Rg4; 2. Rf6, pero no tiene en cuenta: 2. ... , c4; 3. be, be; 4. ReS, c3!; S. be, a4: y el camino del rey a al queda bloqueado. Pero des pués de l. h4, Rg4, Lasker jugó el movimiento de doble propósito 2. Rg6!, al que siguieron 2. ... , Rxh4; 3. Rf5, tras el que fueron las negras las que tuvieron que luchar (con éxito) para lograr tablas.
38 B
Blancas juegan y hacen tablas R. Réti, 1922
Este estudio parece casi imposi ble para cualquiera que no lo haya visto antes. Las blancas hacen ta blas mediante el avance de su rey en dos direcciones simultáneas: l. Rg7!, h4; 2. Rf6!, Rb6 (o 2 . ... , h3; 3. Re7, h2; 4. c7=); 3. ReS, h3; 4. Rd6, h2; S. c7=. Este ejemplo es muy similar al anterior: l. RbS ! , hS; 2. Rc6!, y las negras deben elegir entre 2 . ... , h4; 3. Rb7, y 2 . ... , Rc8; 3. RdS. (ver diadrama 39).
40 B
Lasker-Tarrasch, San Petersburgo, 19 14
28
PREPARACIÓN DE FINALES
Kupczewski, 193 1 Chess Life and Review, mayo, 1976
El diagrama 41 es un estudio de Kupczewski. La intención del au tor es lo suficientemente amable: l. a4, Rd6; 2. Rb6, Rd7; 3. Rb7, hS; 4. aS, h4; S. a6, h3; 6. a7, h2; 7. a8=D, hl=D; 8. Dc8+, Rd6; 9. Dc6+, ReS; 10. f4+. Pero el fallo en esta concepción, encontrado por un lector de Chess Life and Review, Elie Ebvié, es mucho más sorprendente: l. a4, Re6 ! ! ; 2. Rc6 (no 2. aS, Rd7!); 2 . ... , hS, y aunque las blancas convierten un peón an-
Blancas juegan y hacen tablas A. V. Sarichev y K. V. Sarichev, Shakhmatny Listok, 1928 (versión)
tes, la nueva dama no puede hacer ningún daño. Finalmente, un ejemplo en el que el rey y un peón sucesivamente pelean con el rey, el alfil y un peón. Os recomiendo encarecidamente que intentéis resolver el diagrama 42 antes de leer la solución. l. Rc8! ! (para forzar la salida del peón); l . ... , bS; 2. Rd7!, b4; 3. Rd6!, (no 3. Re6?, Re4!; y ga nan); 3 . ... , AfS; 4. ReS, Rg4; S. Rd4, y hacen tablas.
COMBINACIONES PARA FORZAR TABLAS
29
2. Combinaciones para forzar tablas Existen varios modos combina torios por los que el bando más débil puede jugar para conseguir tablas. Quizá el primero que acude a la mente es el ahogado.
44 N
COMBINACIONES DE MATE AHOGADO
El ahogado, o la amenaza del ahogado, se da a menudo en el final, debido a la escasez de piezas. En ocasiones esto es el resultado de una combinación.
Pilnick-Reshevsky, Campeonato USA, 1 942
Este diagrama es un ejemplo más antiguo. Tras l. ... , g4?? (de modo que si 2. Dxg4, entonces 2. ... , Del+; y 3. . .. , Dg3+ ). Pilnick "le dio a Reshevsky en la cabeza" con 2. Dt2!=.
43 N
45 S
Negras juegan y hacen tablas lnformator 26 # 4 P. Atanasov-Spiridonov, Ruse, 1978
El diagrama 43 es el más re ciente de una larga y venerable lis ta de finales de dama. l. ..., Dt7+!; 2. Dg6+ (o 2. RgS, Dd5+) ; 2. , Rh8!; 3. RgS, Df4+; 4. RhS, 017=. •••
Blancas juegan y hacen tablas H. Mattison, 1913
30
PREPARACIÓN DE FINALES
El jugador letón Mattison inter caló este ahogado en un estudio delicioso. l. a4+! (1. Af2 no tiene sentido, y si l. Txc5+, entonces l. ... , Rxc5; 2. Ag5, Rc4; 3. Rf3, Rb3; 4. Acl, Ra2 gana); l. ... , Rb6; 2. Af2, cl=D; 3. Txc5, Dxc5; 4. Rhl ! ! , Dxf2 ahogado.
47 N
46 B
Negras juegan y hacen tablas Fichti-Hort, Kosice, 1961
Blancas juegan y ganan
Las blancas deben tener cuida do en esta posición. Por ejemplo, tras l. Tt7+, Rg8, hubiera sido un terrible error mover 2. h7+, ya que 2. . .. , Rh8; 3. Rh6 (o 3. Rg6, Txg5+ ); 3 . ... , Ta6+; 4. Tf6, Txf6+; 5. gxf6 ahogado. Con un juego correcto el dia grama 46 no es demasiado difícil de ganar, p.e. l. Tf7+, Rg8; 2. Te7, Tb5 (si la torre se sale de la hori zontal las blancas la harán regresar inmediatamente con g6); 3. Rg6, Ta6+; 4. Rf5, Ta5+; 5. Rf6, Ta6+; 6. Te6, Ta8; 7. g6, y ahora las blan cas fuerzan el intercambio de torres moviendo su rey a la séptima hori zontal: 7. ..., Tf8+; 8. Re7, Ta8; 8. Td6!, Ta7+; 9. Td7, Ta8; 10. Td8+. Ver el diagrama 47.
Esta posición parece desespera da, ya que las blancas tienen el alfil "adecuado". A pesar de todo, Hort encontró un modo inteligente para forzar tablas. l . ... , f5 ! ; 2. ReS, f4; 3. Re4, F3; 4. Re3, h5; 5. Rf2, h4; 6. Ad6, Rh3 ! 112 - 112. Las blancas no pue den progresar, ya que 7. Rxf3 es ahogado.
48 B
Blancas juegan y hacen tablas lnformator 26, # 19 Auni-Radashkovich, Israel, 1978
COMBINACIONES PARA FORZAR TABLAS
El diagrama 48 es interesante. Las blancas tienen tres peones con tra un alfil, pero el que está en c3 es bastante débil, aunque no tanto que no pueda forzar tablas. l. g4, Aa2; 2. f4+, Rd5; 3. f5! (si 3. Rd3, entonces 3 . ... , Ab1 +; 4. Re3, Rc4; 5. fS, Rb3!; 6. Rf4, Rxa3; 7. g5, Rb2; y las negras ganan) 3 . ... , Rc4 (3 . ... , ReS; 4. Rd3, Rf4; 5. Rd4, Rxg4; 6. ReS es tablas, y las negras no pa recen ser capaces de mejorar con 4 . ... , Rf4; ya que deben estar prepa radas para afrontar c4); 4. g5, Rxc3; 5. g6, Abl; 6. Rf4, Rd4; 7. Rg5, ReS; 8. f6, Re6; 9. f7, Re7; 10. Rh6, Rf8; 11. Rh7, Ad3. Aquí 12. Rh6? pierde ante 12 . ... , Ac4; 13. Rh7 (o 13. R otro movimiento, Rg7; etc); 13 . ... , Axf7; con un peón ganado al final, pero las blancas pueden mover también 12. Rh8! 112 - 112, ya que 12 . ... , Axg6 esahogado. 49 B
31
y se rindieron tras l. ... , Cb8, presu miblemente ante la elección de aplazar o finalizar la partida. Tras l. ... , Cb8, las negras pueden jugar ... , Cc6(+ ); y, si es necesario, Ca4. El rey blanco se verá desplazado, y el rey negro entrará para decidir. Por ejemplo, 2. Rd3 (si 2. c4, en tonces 2 . ... , Cc6+ ! ; y 3 . ... , b4; etc; o 2. b4, Cc6+; 3. Re4, Re6; 4. c4, be; 5. b5, CaS; etc.); 2 . ... , Cc6; 3. Rc2, ReS; 4. Rb2 (o 4. Rd3, CaS; 5. Rc2, Re4; 6. Rb2, Rd3; etc.); 4 . ... , Re4; 5. Ra3, Rd3; 6. c4, b4+; 7. Ra4, Rc3; y ganan. Pero después del co rrecto l. c4!, las blancas pueden forzar tablas: l. ..., b4; 2. c5+, Rd7 (2 . ... , Cxc5; 3. Rc4); 3. Rd5, Rc7; 4. Rd4, Cb8; 5. Rc4, Cc6; 6. Rb5, Rb7; 7. Ra4!, y las negras no pue den hacer nada mejor que 7 . ... , Ra6 ahogado (el caballo debe per manecer siempre junto al peón b, de modo que el rey negro no pue da entrar en acción). Podemos ver que si las blancas juegan con cuidado pueden incluso sacrificar el peón e y aun así hacer tablas. Por ejemplo, el diagrama 50 50
Blancas juegan y hacen tablas lnformator 25, # 22 Safranskav-Melashvili, URSS, 1977
Este es otro final en el que el oponente con una pieza menor puede luchar por un ahogado. Las blancas jugaron el estúpido l. c3?,
Si las blancas juegan, pierden. Si las negras juegan, hacen tablas
32
PREPARACIÓN DE FINALES
es un zugzwang mutuo. Si las blan cas mueven pierden después de l. Rb5, Rd6; 2. Ra4 (o 2. Rb6, Cd4; 3. Rb5, Cc2!); 2. ... , Re5 ! ; 3. Rb5, Rd5; etc. Pero si mueven las negras no pueden hacer ningún progreso: l. ... , Rd7; 2. Rd5 ! , o l. ... , Rb7; 2. Rb5 ! Los finales de peones a veces ofrecen oportunidades para combi naciones de ahogado. El diagrama 51 muestra el último (¿ ?) estudio de Gorgiev de un tema bastante antiguo, pero también bastante bello.
52
B ,i '
Blancas juegan y hacen tablas FP#595 Chigorin-Tarrasch, Ostende, 1905
51 B
El diagrama 52 es otro ejemplo, en esta ocasión tomado de una par tida real. Chigorin jugó el perde dor l. gf? Debió haber analizado l. ... , gf; 2. Rg4, Re5; 3. Rh5, Rxf5; 4. Rh6, Rg4; 5. Rxh7, f5?; 6. Rg6!=, sin darse cuenta del movimiento ganador 5 . ... , Rh5 ! La secuencia correcta fue señalada por Maroczy: l. Rg4!, Re4; 2. g6, h6 (o 2 . ... , hg; Blancas juegan y hacen tablas EG n° 55#3550 T. B. Gorgiev, Sakkhove Umenie, 1976
l. Rh3, Rg6; 2. g4 (no 2. Rh2?, Rh5; 3. Rgl, Rg4; 4. Rf2, b5; 5. ab, b6); 2 , RgS; 3. Rg3, f2; 4. Rxf2, Rxg4; S. Re3, RfS; 6. Rd4, Re6; 7. eS!, bS; 8. Rc3, RdS; 9. Rb4, Rc6; 10. RaS, RxcS ahogado. Aunque en este caso se tratara de un estu dio, un ahogado como éste cierta mente no es tan sólo un tema de estudio. El ahogado que Gorgiev demostró puede ocurrir fácilmente en una partida. •
53 N
•••
Negras juegan y hacen tablas Lukany-Smulyaan, Taganrog, 1938
COMBINACIONES PARA FORZAR TABLAS
3 . fg, f5+; 4. Rg5, f4; 5. h5= ); 3. Rb5!, Rxf5 ahogado. Las negras juegan y conjuran un "ahogado limpio" mediante 1 , c4!!; 2. de (2. Rf3 no es de nin guna ayuda, ya que tras 2 . ... , Re7; 3. Re3??, c5 ! las blancas no pueden llegar a d4 y pierden); 2 , c5!; 3. Rg4, Rc7!; 4. Rf5 (4. a4 tampoco es de utilidad); 4 , Rb6; 5. Rxe5, RaS; 6. Rd5, Ra4; 7. Rxc5, aS; y las blancas no pueden evitar que las negras se hagan un mate ahogado a sí mismas. ¿Fue esta magnífica idea la que realmente se jugó en la partida, o simplemente vino sugerida por el verdadero final, que fue otro? Yo no se más de lo que vosotros po dáis saber, ¡pero estaría bien que estos movimientos se hubieran ju gado realmente!·
33
55 B
• •••
•
•
•••
•••
54 B
Blancas juegan y hacen tablas Lisitsin-Bondarevsky, Leningrado, 1950
l. Axe4+! , fe; 2. Te5+, y en vista de que 2. ..., Rxe5 es ahogado, Bondarevsky intentó 2. ..., Rd6; 3. Txe4, Ce6. Sin embargo, torre y caballo contra torre son unas ta blas fáciles, a diferencia de torre y alfil contra torre, que si bien teóri camente también son tablas, son muy difíciles de conseguir en la práctica. Ver diagrama 56. 56 N
Blancas juegan y hacen tablas Pape-Roth
Las blancas pueden hacer ta blas mediante una preciosa combi nación: l. d6! , ed; 2. Rd3 ! , Axg3; 3 . a5, d5; 4. a6, Ab8; 5. a7, Axa7 ahogado.
Keres-Holmov, Moscú (1 6 Campeonato de la URSS), 1948
34
PREPARACIÓN DE FINALES
Las blancas tienen una ventaja decisiva debido a su gigantesco peón a, pero Holmov tendió una trampa diabólica con l. ..., Rg7; 2. De7+, Rh6; 3. Dxf6, Dh3+. Aquí 4. Re2 debería ser un movimiento ganador para las blancas, pero Ke res rápidamente jugó 4. Rgl?, sin darse cuenta de 4. ..., Rg4+!, ha ciendo una horquilla al rey y al peón y llevándolos al ahogado tras S. fg. La mayoría de los ejemplos an teriores estaban bastante bien en raizados en la realidad. Pero para concluir esta sección, vamos a tras ladamos al reino de la fantasía.
sobre este tema delicioso. El estu dio de Liburkin debe ser segura mente el mejor.
58 B
Blancas juegan y ganan M. S. Liburkin, Shakhmaty contra SSSR 1931 (2° Premio)
57 B
Blancas juegan y ganan La posición Saavedra
Probablemente ya conoceréis la posición Saavedra. Las blancas juegan y ganan tras l. c7, Td6+; 2. Rb5, Td5+; 3. Rb4, Td4+; 4. Rb3, Td3+; 5. Rc2, Td4!; 6. c8T! ! (pero no 6. c8=D, Tc4+; 7. Dxc4, ahoga do); 6. ... , Ta4; 7. Rb3, y ganan. Varios estudiosos han intenta do elaborar nuevas combinaciones
l. Ccl!, TdS+! (si l. ... , Txb5; entonces 2. c7, Td5+; 3. Cd3! , Txd3+; 4. Rc2, y nos hemos situado en la misma posición Saavedra -4. ... , Td4; 5. c8T!, etc); 2. Rc2! (no 2. Re2, Txb5; 3. c7, Te5+; y 4. ... , Te8; ni 2. Cd3, Txd3+; 3. Rc2 -3. Re2?, Tc3; y ganan las negras: 3 . ... , Td5= ) ; 2. ..., TeS+; 3. Rd3! (si 3. Rd2?, las negras tienen una de fensa de ahogado en 3 . ... , Txb5; 4. c7, Th2+; 5. Rdl, Tc2!); 3 , TxbS (o 3 . ... , Txcl; 4. Rd4, y ga nan); 4. c7, Th8!; S. cbA!, y las blan cas ganan (una realmente fantástica elaboración del diagrama 57). •
•••
Finalmente, he aquí un reciente estudio con dos variantes temáticas complementarias que conducen al ahogado.
COMBINACIONES PARA FORZAR TABLAS
35
JAQUE CONTINUO Y "ATAQUE CONTINUO"
59 B
En cierto sentido, el jaque con tinuo es tan sólo un ejemplo de "ataque continuo" �ualquier ma niobra en la que el bando más dé bil fuerza al más fuerte a repetir la posición. Primero, algunos ejemplos de jaque continuo. Blancas juegan y hacen tablas EG no 59 vol. IV, enero, 1980 J. Vandecasteele
60 N
l . Rc2, Aa5; 2. Te8, Ac6; 3. Te3+, con las dos variantes: a) 3 , Ra2; 4. Te2, Aa4+; 5. Rd3, Ab5+; 6. Rc2, Axe2; aho gado. •
•••
b) 3 , Ra4; 4. Td3 ! (no 4. Te2?, dl=D+ ! ; 5. Rxdl, Af3; y gana); 4 . ... , Ae4; 5. Rel , Axd3 aho gado. •
•••
Por supuesto, el ahogado no es la única posibilidad objetiva de una combinación para obtener tablas. He incluido un gran número de ejemplos por dos razones. Primero, una práctica: las combinaciones para ahogado son bastante comu nes en la práctica. Segundo, una estética: creo que algunas combi naciones de ahogado son muy her mosas. Pero debemos pasar ahora a examinar otras ideas.
Ejemplo de jaque continuo
El jaque continuo, o su amena za, es una de las principales defen sas en los finales de dama y peón. En el diagrama 60 las negras pue den dar jaque contínuo inmediata mente: l. ... , Dal+!; 2. Rd3, Rdl+; 3. Re3, Dgl+!; 4. Re4, Dg4+; 5. Rd5, Dd7+; 6. Rc5, Da7+; 7. Rc4, Da4+; 8. Rc3, Dal +; etc. Haciendo jaques en las ocho casillas al , dl, gl, g4, (g7), d7, a7 y a4, que delimi tan el perímetro de un cuadrado, las negras no dejan a las blancas ninguna oportunidad para variar su movimiento.
36
PREPARACIÓN DE FINALES
61 N
Juegan negras Ullienthai-Smyslov, Partida de torneo, 194 1
Las negras tienen un peón me nos, con varios peones blancos con posibilidad de convertirse en da mas, pero la posición del rey blan co es malísima. Sacrificando la ma yoría de los peones que le queda ban, Smyslov forzó un jaque conti nuo: l . ... , g5 ! ; 2. Txh7, Txa2; 3. Th6+, Re5; 4. Txc6, Re4; 5. Txc5, f4! ; 6. ef, Rf3 ( ¡amenazando ma te! ) ; 7. h3, Tal+ 1/2 - 1/2.
El diagrama 62 es otro ejemplo de cooperación entre el rey y la torre. l. ..., hl; 2. Th7, g3; 3. Rf6, Rg8; 4. Th3 ( 4. Th5, y 4. Th4, con ducen a la misma situación); 4. ..., g2; S. Tg3+, Rf8; 6. Ta3! tablas. Las negras no pueden eludir la aten ción de las piezas de su oponente ni con 6 . ... , Rg8; 7. Tg3+! ni con 6 . ... , ReS; 7. Re6, Rd8; 8. Rd6, Rc8; 9. Rc6, Rb8; 10. Th3+!, Rc8; 11. Ta3. Podemos subrayar que en este caso las blancas se rigen más por un "ataque continuo" que por un "jaque continuo". En el diagrama 63 las negras tienen tres (!) peones menos, pero mantienen alguna esperanza de lograr tablas a la vista de un posi ble jaque continuo. 63 8
62 N
Juegan negras Raicevi6-Speelman, Hastings, 1979-80
Juegan negras Eliskases-Keres, Noordwijk, 1938
l. ..., Ted8; 2. Tfi (no 2. b6?, Tdl+; 3. Txdl , Txdl+; 4. Rg2, Cf3; 5. Ce3, Cel+! y tablas); 2. ..., Tdl; 3. Rg2!, T8d2 (si 3 . ... , Cf3 las blan cas tienen la posibilidad de 4. Ta8!); 4. e4! (4. b6?, Txfl; 5. Rxfl, Cf3
COMBINACIONES PARA FORZAR TABLAS
amenaza con un jaque continuo, y 6. e4 no es de gran ayuda para las blancas); 4. ..., fe (yo quise jugar 4 . ... , Cc4, con la idea de 5. Txdl ?? , Ce3+! , pero después de 5. Cd5, fe; 6. Txdl, Txdl; 7. b6! ganan con facilidad); S. ChS?! (5. Te7 es más claro, p.e. 5 . ... , Cf3; 6. Txe4, Txfl; 7. Rxfl, Cxh2+; 8. Rg2, etc); S , Txfl; 6. Rxfl, Rf8! (6 . ... , Cf3?; 7. Cf6+, Rf8; 8. Cxe4 gana); 7. Cf6, e3!; 8. fe, hS!; 9. b6?? (cuando sur gen problemas mi oponente se atu rulla. 9. Ce4! , debería ganar sin demasiada dificultad); 9 , Cf3. Aquí las blimcas se dieron cuenta, para su espanto, de que las negras estaban amenazando con un jaque continuo no sólo con Cxh2+ - f3+, que podría evitarse con Ch7+ y Cg5, sino también con Tdl + - d2+. La partida fue tablas tras unos po cos j aques de las blancas. Ver el diagrama 64. Las blancas parecen estar per diendo una pieza, p.e. l. Ac2, Ta2; 2. Abl , Tb2; ó 2. Adl, Td2; pero se salvan con l. Axe4, Txfl; 2. Af5 ! ! 1/2 - 112. •
•
37
Los estudiosos del tema han creado múltiples ejemplos maravi llosos de jaques y ataques conti nuos. He aquí un par de ellos. 65 B
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Blancas juegan y hacen tablas J. Brenew 1934, corregido por J. Ban
l. Rg3 ! , Rgl; 2. Ce6, f2; 3. Cf4, fi=D (si 3. . .. , Ae6; entonces 4. Ce2+, Rfl; 5. Cf4, Af5; 6. Rf3 ! , y las negras están en zugzwang); 4. Ch3+, Rhl ; 5. Cf2+ con jaque continuo. Ver el diagrama 66.
64
66
B
B
Blancas juegan y hacen tablas Radevitch-Donnskikh, Bakuriani, 1972
Blancas juegan y hacen tablas A. S. Gurvich, 1927
38
PREPARACIÓN DE FINALES
l. Ce4, Dxh2; 2. Tg5+, Rf8 (o 2 . ... , Rh7; 3. Txh5+ !=); 3. Tf5+, Re8; 4. Txh5 ! , Db2 ! ; 5. Tb5 ! , y am bos lados se ven forzados a llevar a cabo una serie de movimientos re petitivos.
68 B
CONSTRUYENDO UNA FORTALEZA
Los métodos tácticos pueden en ocasiones ser utilizados para po der alcanzar el objetivo posicional de construir una fortaleza.
¡Tablas! FD e T/PAf# 1 67 N. Grigoriev, 19 1 7
67
sulta ser bastante factible, p.e.
B
l. Dd4+, Rh7; 2. Dc3, Th6; 3. Dc5,
Rg7 ! (deben evitar D f8); 4. Dc8, Te6; 5. Dh3, Th6 etc. 69 N
Blancas juegan PennoSErAfecking, Lugano, 1968
Penrose jugó en esta ocasión l. g4 -¿quizá pudo haber intentado otro movimiento?-, pero después de l. ..., Axg4!; 2. Dxg4 (2. hg es to davía más fácil para que las negras consigan tablas), Mecking fue ca paz de mantener las tablas. Ver el diagrama 68. Esta posición es tablas, ya que las blancas son incapaces de pene trar la fortaleza negra. Las negras deben evitar h6+ y Df8, lo que re-
Em. Lasker-Ed. Lasker, Nueva York, 1924
Aunque las blancas tienen peo nes pasados ligados, las blancas es tán en una situación mejor, ya que el caballo se mostrará muy torpe frente al peón b del enemigo que avanza tras L ., aS!; 2. ba, b4; 3. a6! ••
COMBINACIONES PARA FORZAR TABLAS
(3. g5 pierde después de 3 . ... , b3; 4. Cc4, Rc5; 5. Cb2, Td2; 6. Cd3+, Rc4; 7. Ce5+, Rc3 etc); 3 , ReS (o 3 . ... , b3; 4. Cc4, Rb5; 5. Cb2, Rxa6; 6. Re3 ! , Rb5; 7. g5, Rb4; 8. g6, Rc3; 9. Ca4+= ) ; 4. a7, b3; 5. Cd1, Ta8. Las negras tienen éxito en ganar a todos los peones del enemigo, ¡pero al precio de permitir al rey y al caballo blancos rodear al peón b en una fortaleza, con el peón como un "rehén" ! 6. g5, Txa7; 7. g6, Td7; 8. Cb2, Td2; 9. Rf3!, Td8; 10. Re4, Rd6; 11. Rd4, Tc8; 12. g7, Re6; 13. g8=D+!, Txg8;· 14. Rc4, Tg3; 15. Ca4, Rf5; 16. Rb4, Rxf4: • •••
39
Ver el diagrama 71. Tras el normal l. ... , Ca8; las blancas hubieran ganado con Ah5+ y llevando su rey a e6 -por lo me nos habría sido así si las negras se hubiesen olvidado de jugar Cb6! +
71 N
70 S
Negras juegan y hacen tablas Kobaidzev-Tseretely, Tbilisi, 1 970
Pero las negras inmediatamen te respondieron mediante la erec ción de una fortaleza con l. ... , Re8; 2. Axb6, Re7, con la que las blancas no tienen modo de mejorar su posición. 72
Em. Lasker-Ed. Lasker (continuación)
Esta posición es tablas porque las negras no tienen modo de pro gresar. La partida acabó así: 17. Cb2, Re4; 18. Ca4, Rd4; 19. Cb2, TC3; 20. Ca4, Te3; 21. Cb2, Re4; 22. Ca4, Rf3; 23. Ra3!, Re4; 24. Rb4 (24. Cc5+?, R d4; 26. Cxb3+, Rc4); 25 , Rd4; 26. Cb2, Th3; 27. Ca4, Rc3; 28. Rxb3, Rd4+ V2 - V2. Estos ejemplos de construcción de fortalezas no han sido demasia do impresionantes. Va siendo hora de algo más excitante. •
S
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Blancas juegan y hacen tablas V. Chekhover, 1934
PREPARACIÓN DE FINALES
40
El soviético Chekhover hizo de la construcción de fortalezas una de sus especialidades. Éste es un ma ravilloso ejemplo. l. Tbl!, cb=D; 2. Axbl, e3!; 3. Axf5! (si 3. fe, entonces 3 . ... , Axbl gana con faci lidad, ya que el alfil controla hl ); 3 , e2; 4. Ag4!! (pero no 4. h3?, g4! y ganan); 4 , el=D (o 4. ... , Rxg4; 5. f3+, y 6. Rf2); 5. h3, y a pesar de la gran ventaja de las negras en cuanto a las piezas, no tienen modo, con su rey aislado, de provocar la más mínima resque brajadura en la fortaleza blanca. •
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73 B
tablas posicionales. El alfil blanco está a salvo tanto en d6 como en e5, de modo que las negras no pue den nunca conseguir un zugzwang. COMBINACIONES PARA ALCANZAR TABLAS TEÓRICAS
La búsqueda de unas tablas teó ricas es uno de los objetivos más evidentes del defensor, y así se de muestra a lo largo de este libro. Aquí voy tan sólo a añadir algunos ejemplos. Ver el diagrama 74. Las negras parecen tener pro blemas, ya que si l. ... , Ccl +; en tonces 2. Rc2, Ca2; 3. Rb3, Ccl +; 4. Rb2, o l. ... , Cgl ; 2. Re3, y en cualquier caso el caballo está atra pado. 74 N
Blancas juegan y hacen tablas G. Zakhodiakin, 1930
Y, finalmente, el diagrama 73 es un ejemplo de unas "tablas posi cionales" más que de una fortale za. Las blancas se las apañan para aprisionar al rey y al caballo negros en una esquina, mientras los carce leros se protegen mutuamente, de modo que no pueden ser movidos (lo que es un hecho notable). l. g7+!, Cxg7 (1. ... , Rg8?; 2. Cg4 gana el peón f, ya que 3. Cf6+ está amenazado); 2. Cf7+, Rg8; 3. AcS!, fi=D; 4. Ch6+, Rh8; 5. Ad6!! y son
Negras juegan y hacen tablas PEL # 39 Reshevsky-Tatai, Netanya, 1973
Pero las conocidas tablas teóri cas de alfil y el peón de torre opuesto acuden a su rescate, como de hecho esperaba que ocurriese.
COMBINACIONES PARA FORZAR TABLAS
L
., Cxf4+; 2. gf, gS!; 3. fg, h6; y
..
son
tablas teóricas.
75 8
41
El alfil y dos caballos en contra de un alfil es una victoria teórica. Pero si las blancas pueden forzar el intercambio de alfiles... Lo consi guen mediante l. d7, Cb6+; 2. Rb4, Cxd7; 3. Ac8 ! , Ae6; 4. Aa6+, R mueve; 5. Ac4=.
1
77 8
Portisch-Kavalek, Montreal, 1979
Las blancas están ganando con facilidad, pero tras 1 AxaS (1 Rc4 también es un buen movimiento) L _, Rd6; Portisch dio un patinazo con 2. b4?? (2. Rc4, Rc6; 3. b4, gana); 2 , Cb8!; y la amenaza de Cc6+! forzó las tablas: 3. Rc4 (3. b5, Cc6+! ); 3. , Cc6; 4. RbS, Cxb4; S. Rb6, Cd3! 112 V2. Las negras amenazan Cb2, y si 6. Ac3 enton ces 6 . ... , Rd7; y el rey llega a a8. •
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Blancas juegan y hacen tablas lvkov-Petrosian, Río de Janeiro (interzonal), 19 79
-
76 8
.t
Blancas juegan y hacen tablas L. Kubbei, 1930
1vkov cometió un fallo garrafal con l. Tc7?, y abandonó tras l. ... , Tf8; 2. f4, gf; 3. gf, ef; 4. Rdl , Cf3; 5. Re2, Ce5; 6. Tc5, TeS; 7. Ab5 (sellado); 7 . ... , Te7 0-1. Podría haber forzado unas ta blas de modo inmediato con l. Txg6+, Rf8; 2. Axf7 ! , Rxf7; 3. Txg5, tras lo que las negras no pueden hacer nada mejor que T + C contra T, lo que son unas senci llas tablas teóricas.
SECCIÓN 1 1
ZUGZWANG Y LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJ UGADAS Permitirnos asegurar que existe algún poder coordina dor, alguna fuerza ejecutiva presidiendo la justa asociación de nuestras ideas.
Nuestras abejas sociales, o retratos de la vida de la ciudad y del campo Andrew Wynter.
INTRODUCCIÓN Una regla del aj edrez es que el j ugador no tiene sólo el derecho, sino la obligación de mover. Esto tiene consecuencias muy importan tes. Por ej emplo, como Jeno Ban señaló en Las tácticas de los finales (un m agnífico libro) , si esta regla no se aplicase, el final de rey y torre contra rey serían tabl as.
78 N
44
PREPARACIÓN DE FINALES
Así, en el diagrama 78 si las negras tienen que jugar es mate en un movimiento. El diagrama 78 es un buen ejemplo de zugzwang. Las blancas no son una amenaza, pero al mover las negras no pueden más que debilitar su posición - ¡ en este caso de modo bastante dra mático ! El diagrama 79 es otro ejemplo importante de zugzwang. Es la posición funda mental de rey y peón contra rey; de hecho, quizá la posición fundamental de la teoría del final. Por supuesto, es un zugz wang mutuo, y si las blancas mueven no pueden hacer nada más que tablas después de l . e7+, Re8; 2. Re6 ahogado, mientras que si j uegan las negras pierden tras l . . . . , Re8; 2. e7, Rf7; 3. Rd7.
79
Si juegan las negras, pierden. Si juegan las blancas, hacen tablas
Existe una diferencia interesante e importante entre los diagra mas 78 y 79. En el diagrama 78 las blancas pueden jugar un movi miento de espera, p.e. l . Tcl ; pero en el diagrama 79 esto no es posi ble, y por lo tanto el zugzwang es inevitable. En esta sección se contemplan dos temas diferentes pero relacio nados. En el breve primer capítulo quiero enfatizar la importancia del zugzwang en el j uego del final. En primer lugar, se dan algunos ejemplos razonablemente simples de zugzwang forzado con movi mientos dilatorios ; tras esto se dan un par de ejemplos de zugzwang como obj etivo estratégico en el final; y finalmente algunas j oyas del arte de los estudiosos, en los que el zugzwang juega un papel vital.
SECCIÓN II
45
El segundo capítulo contiene un material mucho más difícil acerca de las maniobras que se precisan para forzar el zugzwang en ciertas posiciones: "La teoría de las casillas conjugadas". Como ya he dicho, el tema es difícil, paro también puede tener muchas compensaciones. Puesto que hago una introducción a la teoría en el capítulo corres pondiente, no voy a decir aquí nada más acerca de ella.
46
PREPARACIÓN DE FINALES
3. Zugzwang MOVIMIENTOS DILATORIOS CON LOS PEONES
En ocasiones, especialmente en los finales de rey y peón, todas las piezas del tablero están compro metidas, y no pueden moverse. En este caso, los jugadores moverán los peones mientras les sea posi ble ...
A
B
'
' '
e
80
Zugzwang mutuo FAB # 96
Zugzwang mutuo Van Zuylen & Van Nyevelt, Superiorités, 1 792
É sta es una posición muy anti gua. Es, de hecho, un zugzwang mutuo. Si juegan las blancas: p.e. l. c3, a6; 2. c4, a5; 3. c5, a4; o l. c3, a6; 2. b3, d6; 3. c4, a5; o 3. b4, d5. Si juegan las negras: p.e. l. . .. , d5; 2. b4, d4; 3. b5 etc. El diagrama 81, tomado del FAB, ilustra tres estructuras de peón simétricas en las que el bando
que mueve debe acabar, en última instancia, en un zugzwang. J\: l . a3, a6; 2. a4, a5. B: p.e. l . c3, c6; 2. d3, d6; 3. d4, d5. C: Fine da incorrectamente l . f3, f6? Después de 2. f4, f5; 3. h3, h6; 4. g4, g6 pueden surgir compli caciones, dependiendo de la posi ción del resto de las piezas en el tablero. Si las blancas juegan 5. g5, hg; 6. fg, las negras tienen el peón f pasado, p ero si puede ser detenido, h4, h5 puede ser muy poderoso. Otra línea de juego es l. f3, f6; 2. f4, f5; 3. g3, h6 (o 3 . ... , g6; 4. h3, h6; 5. g4) ; 4. h3, g5; tras lo que 5. fg, hg; 6. h4 podría causar complica ciones. La línea de juego correcta es l. 1'3, h6! ; p.e. 2. f4, h5; 3. f5 (o 3. g3, g6; 4. h3, f6; 5. g4, h4!); 3. ..., h4; 4. g4, hg!; 5. hg, g5!; y tras un par de movimientos más las blancas
estarán en zugzwang. En este caso nunca tuvieron la oportunidad de complicar las cosas consiguiendo un peón pasado. Si l. h3, entonces 1 . ... , f6! bajo el mismo principio, o 1. g3, g6; 2. f4, h5 ! (2. f3, h6, etc.).
el rey negro en a4 y el peón en b5, entonces si las blancas mueven no tienen mayor problema, ya que, aunque deberán abandonar a su peón b, su contraataque es lo sufi cientemente rápido. 83 N
82 S
El diagrama 82 ilustra este prin cipio en la práctica. Si l. f3, f6?; 2. f4, f5; 3. h3, h6; 4. g4 (mejor que 4. g3, g5; 5. fg, hg; en donde si 6. h4, entonces 6 . ... , f4!); 4 . ... , g6; 5. g5 ! , hg; 6. fg, f4; 7. h4, f3; 8 . Rd3, f2; 9. Re2, Rxb3; 10. h5, y aunque las negras pueden coronar con jaque golpeando rápidamente en fl=D+, las blancas reaparecen con un peón con buenas expectativas de victoria -10 . ... , Ra3 (o 10 . ... , Rc2 quizás); 1 1 . hg, b3; 12. g7, b2; 13. g8=D, fl=D+; etc. Pero después de l. f3, h6!; 2. f4, hS; 3. fS, h4; 4. g4, hS; S. hg, gS!; 6. f6 (6. g4, f6; 7. Rd5 es práctica mente lo mismo); 6. ..., g4; 7. RdS, Rxb3; 8. Rd6, Rc4; y las negras coronan demasiado rápido. Por supuesto, si se mueve una horizontal la posición del flanco de la dama en el diagrama 82, es decir, el rey blanco en c5 y el peón en b4,
FP#804 Schwiede-Sika, Bmo 1929
El diagrama 83 es una posición muy interesante del Finales de peón. Cada jugador ha movido un peón en un flanco del tablero, y mantiene los del otro flanco inmó viles. De hecho, cualquiera que mueva primero gana, al forzar pri mero a los reyes y los peones cen trales a un zugzwang, y después "corrigiendo" la situación en el flanco del tablero en el que está en desventaja. En este caso jugaban las negras. Pueden ganar con l. ..., ReS!; 2. Rf3, aS!; 3. b3 (si 3. h4, a4!; o 3. a4, h6!); 3• •••, bS!; 4. a3, a4; S. ba, ba; 6. h4, hS; y ganan. Si juegan las blancas: l. Rf3!, ReS; 2. h4!, aS (o 2 . ... , h5; 3. a3); 3. hS, a4; 4. h6, b6 (si 4. ... , b5; 5. a3, o 4 . ... , a3; 5. ba, b5; 6. a4, ba; 7. a3); S. b4!, ab; 6. ab, bS; 7. b4, y ganan
48
PREPARACIÓN DE FINALES
-7 . ... , Rf6 no sirve para nada, ya que 8. Rxf4, Rg6; 9. Re5, Rxh6; 10. Rf6! etc. El diagrama 84 está tomado de una análisis de Chekhover de la partida 32 del enfrentamiento en tre Capablanca y Alekhine.
a) 2 . . . , R se mueve a 3. Rh4, Rg6 (3 . ... , Rh6; 4. f5); 4. b5 ! b) 2 . ... , a6; 3. Rh4! e) 2 . , b6; 3. a6! , Rh6 (o 3 . ... , b5; 4. Rh4); 4. Rh4, Rg6; 5. b5 d) 2 . ... , b5(!); 3. Rg3 ! , R mueve; 4. Rh4, Rg6; 5. a6! .
.
..
Éste es un buen ejemplo del cui dado que se debe poner al tratar con movimientos dilatorios, y un avance de las maniobras del rey que veremos en el próximo capítulo.
84 N
EL ZUGZWANG COMO UN OBJETIVO ESTRATÉGICO
FP#789 Alekhine-Capablanca, 32 Partida del Campeonato de 1927 (análisis)
Es interesante observar que las negras son capaces de lograr tablas después de l. ..., a6! La línea de juego principal es 2. Rf3 (2. Rh4, Rg6; o 2. Rh3, Rf6!); 2. ..., h4!; 3. Rfl, Rg6!; 4. Rg2, Rh6!; 5. Rh3, Rh5; 6. fS, Rg5; 7. f6, 1lxf6; 8. �4, Rf5; 9. Rg3, Re4; 10. Rf2, Rd3; 11. Rf3, Rc4; 12. Rf4, Rxb4; 13. Rxe5, RxaS; 14. Rxd5, b5! (el único movimiento); 15. ReS (15. Rc6 también son tablas); 15. ..., b4; 16. d5, b3; 17. d6, b2; 18. d7, bl=D; 19. d8=D+, Ra4; 20. Dd4+, RaS! Chekhover afinna que l. ... , Rg6 también son tablas, pero de hecho después de l. ... , Rg6; 2. Rh3 ! las negras son incapaces de reproducir las variaciones reflejadas anterior mente, a saber:
Repartidos por este libro, y de hecho en todos los libros que tra tan sobre los finales, se encuentran muchos ejemplos de posiciones en las que el modo principal de vencer la resistencia del oponente es me diante un zugzwang. Voy a añadir aquí tan sólo un par más, en los que la importancia del zugzwang es muy clara. 85 8
FT#234; FAB#370 Alekhine-Capablanca, 34 Partida del Campeonato de 1927
ZUGZWANG
El diagrama 85 está tomado de la partida con la que Alekhine se proclamó campeón del mundo. Las blancas jugaron l. Ta4 ! Con su torre magníficamente situada detrás del peón pasado , la torre negra está condenada, al menos momentáneamente, a una total pasividad -no debe m overse, ya que de lo contrario el peón seguirá avanzando. l. ..., Rf6; 2. Rf3, ReS; 3. Re3, hS; 4. Rd3, RdS; S. Rc3, Rc5; 6. Ta2! Las negras están en zugzwang. Si la torre se mueve se pasa a 7. a6, y puesto que los movimientos de peón son clara mente inútiles, debe dej ar paso a su rey. 6. ..., RbS; 7. Rd4, Td6+; 8. ReS, Te6+; 9. Rf4, Ra6; 10. RgS, TeS+; 11. Rh6, TfS (si 1 1 . ... , Te7; entonces 12. Rg7, Td7; 13. 'Rf6, Tc7; 14. Te2! , Rxa5; 1 5 . Te7, Tc2; 16. Txf7, Txf2+; 17. Txg6, Tg2; 18. Tf3, etc); 12. f4?! Este movi miento parece natural, pero al re tirar la torre de la segunda hori zontal ahora que las blancas han debilitado su configuración de peones, Capablanca le plantea mayores problemas. El modo más simple de ganar era tratando de conseguir un zugzwang: 12. Rg7, Tf3; 13. Rg8 debería ganar. La idea es 13 . ... , Tf6; 1 4. f4, Tf5; 15. Rg7, pero las negras pue den crear algunos problemas técni cos con 13 . ... , f5(!); 14. Rg7, f4; tras lo que asumo que 15. Rxg6 ganaría -¿también 15. gf?-, pero no de mo do absolutamente trivial. El mejor juego de las blancas para un zugzwang es 12. Rg7 ! , Tf6 (si 12 . ... , Tf3; entonces 13. Rg7, etc.; o 12 . ... , Td5; 13. Rg7, Tf5 -13 . ... , Td7; 14. Tf6, y 15. Te2 etc.-
49
14. f4); 13. Rg8! , Tf5; 14. f4, Tf6; 15. Rf8, Tf5; 16. Rg7. Después de 1 2 . f4? ! el juego continuó 12. ..., Tc5!; 13. Ta3, Tc7; 14. Rg7, Td7; lS. fS ( 15. Rf6 parece mejor: 15. . .. , Tc7; 16. f5, Tc6+; 17. Rxf7, gf; 18. Tf3 , etc.); lS. ..., gf; 16. Rh6, f4! ; y a pesar de no haber se dado cuenta del camino más simple, Alekhine obtuvo la victo ria. Jugar con el objetivo de un zugzwang, sin embargo, le habría facilitado las cosas. Los movimien tos siguientes fue ron 17. gf, TdS; 18. Rg7, TfS; 19. Ta4, RbS; 20. Te4!, Ra6; 21. Rh6, TxaS (21 . ... , Rb7 ! ; 22. Te7+, Ra6; 23. Te5, Txf4; 24. Rxh5, f6 seguirían dejando a las blancas con algunas dificultades técnicas) 22. TeS, Tal; 23. RxhS, Tgl; 24. TgS!, Thl; 2S. TfS, Rb6; 26. Txf7, Rc6; 27. T e7! 1-0. Ver el diagrama 86. El zugzwang es a menudo el factor decisivo e n los finales de alfil.
..t
•
86
i ' 8
FA e C # 3 14; FAB # 25 1 Zubarev-Aiexandrov; Moscú, 1915
50
PREPARACIÓN DE FINALES
Los diagramas 121-122 del si guiente capítulo son excelentes ilustraciones de esto. Con un caba llo contra el alfil contrario el zugz wang es de nuevo un arma vital, como se muestra en el diagrama 86. Primero las blancas penetran con su rey. Después el caballo ata ca creando debilidades. Finalmen te, y utilizando el hecho de que el rey blanco no dispone de ningún movimiento bueno, las blancas fuerzan un zugzwang. l. Rf2, Re7 (si l. ... , Rt7; 2. Re2, Rg6; 3. Ce3, Rg5; 4. g3, y entonces Rd3-d4 etc.); 2. Re3, Rd8; 3. Rd4, Rc7; 4. ReS, Ac8; 5. Cb4, Ab7; 6. g3, Ac8; 7. Cd3!, Ad7; 8. Cf4, g6; 9. Ch3, h6; 10. Cf4, g5; 11. Ch5, Ae8; 12. Cf6, At7; 13. Cg4, h5; 14. Ce3!, Ag6; 15. h4, gh; 16. gh, Ae4! (las negras intentan evitar Cf4, pero les resulta imposible); 17. Cfi, Af3; 18. Cd2, Ae2; 19. Cb3, Ag4; 20. Cd4, Ah3; 21. Ce2, Af5; 22. Cf4, Ag4; 23. b4!, zugzwang, y las blancas ganan.
87 N
FAB # 334
puesto que las negras van a jugar en esta posición un zugzwang mutuo pierden: 3. , Rf4; 4. Thl, Rf3; 5. Tfi+, R mueve; 6. Tt7, etc. •••
88 N
EL ZUGZWANG COMO RESULTADO TÁCTICO
En ocasiones, al final de una línea de juego táctica aparece súbi tamente el zugzwang. Muchos pre paradores de estudios han intenta do producir este efecto, algunos con resultados realmente sorpren dentes. Mi primer par de ejemplos son, sin embargo, un tanto munda nos. Después de l , Ta6+ (o l. ... , Ta8; 2. Th8, etc.) las blancas pier den un movimiento con 2. Rd8! (2. ReS?, Tg6; y son las blancas las que mueven); 2 , Tg6; 3� ReS!, y •
•
•••
•••
Negras juegan y hacen tablas Rabinovich
También aquí, después de l. ..., Rh5!; 2. g6+, Rh6; 3. Tc6, Tgl; 4. Tf6, Tg5! se llega a una posición de zugzwang mutuo. Si las negras mueven perderán, pero si las blan cas mueven 5. Tfl, Tf5+! ; 6. Txf5 es ahogado, o si 5. Ta6, entonces 5 . ... , Tg1 ! , etc. (no 5 . ... , Tf5??; 6. Rg8 ganan).
ZUGZWANG
51
l. Cd3!, Abl (si l. ... , Ac4; 2. Ab5, o l . ... , Rc2; 2. Ag6); 2. h6, Cxh6; 3. Ah5+, Rc2; 4. Axh6, Rxd3; 5. Rb3! (5. Ag6+?, Re2; 6. Axbl, d3 tablas); 5 , Ac2+; 6. Rb4! zugzwang y ganan. Para finalizar, una pareja de ejemplos con un material algo más consistente.
89 8
•
•••
· - 91 ' B Blancas juegan y ganan R. Réti, 1922 (corregido, 193 1)
El notable pequeño estudio de
Réti es merecidamente muy reco
nocido. l . Cd4+! ReS (si l. ... , Rc7; entonces 2. Rxh2, y las blancas ga nan con los peones extra); 2. Rhl ! ! , e, increíblemente, las negras están en zugzwang. Si 2 . ... , Rd5; enton ces 3. a6, o 2 . ... , Rd6; 3. Cf5+, y cualquier movimiento del alfil con duce a una horquilla del caballo.
90 8
Blancas juegan y ganan M. S. Liburkin, 1• premio 64, 193 1
Blancas juegan y ganan Richter
l. Rb7+! , Rh7; 2. Dh2+, Dg8; 3. Da2+, Rh7; 4. Dt7! (zugzwang); 4. ... , Dg8; 5. Dh5 mate. Ver diagrama 92. Kasparian, uno de los mayores compositores de jugadas de todos los tiempos, es renombrado por sus profundos y complicados estudios (ver diagrama 92). l. Dxg2! (si l. Rf5?, entonces l. ... , b2; o l. Rg5?, Ac3; 2. Dxc3, gl=D; 3. Dxb3+, Df8; 4. Dxa2, Del+; con un jaque continuo; o l. Dxb3+?, Rg7; 2. Ddl, Af6; 3. Dxg4+, Rf8; finalmente, si l. Dxg4, entonces l. ... , Ag7); l. ..., Ae5+; 2. Rf5 (2. Rg5?, al=D; 3. a7,
52
PREPARACIÓN DE FINALES
Af4+ !); 2 , al=D; 3. a7, Dxa7 (3 . . . . , Dbl +; 4. Rxg4 gana); 4. Rg6!, Dal (4. ... , DaS; 5. Dhl amenaza Dh7 +; o 4. . .. , Rf8; 5. Dfl +); 5. Dd5+!, Rh8; 6. De4!! Increíble mente, ésta es una posición de zugzwang mutuo. Si las negras jue gan pierden -simplemente, inten tar reproducir cada uno de los po sibles movimientos de modo suce sivo-. Pero si las blancas mueven la posición será tan sólo de tablas: 7. Df5, Ag7; 8. Dh5+, Rg8; 9. Dd5+. •
92 8
Blancas juegan y ganan G. M. Kasparian, 1• Premio Magyar Sakkélet, 1959
•••
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
53
4. La teoría de las casillas conjugadas INTRODUCCIÓN En este capítulo voy a tratar la "teoría de las casillas conjugadas" . Es u n tema difícil, pero ciertamen te tiene un valor práctico, y a veces es además bonito. La teoría de las casillas conj uga das (o casillas coordinadas -utiliza ré las dos denominaciones indistin tamente- es la base de un método para tratar cierto tipo de finales) -no sin razón llamado "método de las casillas conjugadas". Las posi ciones en cuestión son aquellas en las que el modo adecuado de pro gresar es mediante el plan sutil de maniobrar con el rey (y otras posi bles piezas, si todavía quedan) para forzar un zugzwang, en oposición al método de movimientos rápidos para crear tanta destrucción como sea posible, lo que generalmente sucede tras la fase de maniobra. Brevemente, el "método de las casillas conj ugadas" consiste en lo siguiente: primero, se determinan las posiciones de zugzwang; des pués, con suerte, puede ser posible "dibujar un esquema" (asignar sím bolos a las casillas en un diagrama) para clarificar el curso que debe tomar la partida. Pero en ocasiones uno se debe contentar con una sim ple lista de las posiciones de zugz wang. A primera vista esto puede pa recer bastante incomprensible. Pe-
·
ro antes de intentar aclarar las co sas con algunos ejemplos, me gus taría decir algo acerca de la natura leza del "método de las casillas conj ugadas " . Este método s e explica e n deta lle, entre otros, en el volumen 11 de Cheron y en Finales de peón, capí tulo 7. Averbakh y Maizelis tienen ciertas dificultades al intentar de fenderlo frente a los ataques de los incrédulos. Sin embargo, dudo que esto sea necesario, ya que yo veo el método no como un procedimien to por el que se pueda descubrir la verdad de una posición, sino como una ayuda pictórica a su análisis, y, cuando éste ha sido completado, un modo conveniente de exponer el resultado. Cuando se tiene cier ta experiencia en posiciones simi lares, se es capaz de adivinar el as pecto del sistema coordinado en un caso particular. Pero el trabajo de adivinación es arriesgado; el análisis es el único procedimiento fiable. Si mi verborrea sólo ha sembra do confusión, algunos ejemplos ayudarán a clarificar las cosas. Algunas "posiciones de manio bra" son demasiado simples para que sea necesario -o tan sólo útil aplicar el método para solucionar las. Pero esto no lo devalúa en absoluto. Simplemente reafirma el hecho de que no se deben matar moscas a cañonazos. Empezare-
54
PREPARACIÓN DE FINALES
mos con uno de estos ejemplos: la oposición.
LA OPOSICIÓN La oposición es una "conjuga ción entre reyes" en la que se en frentan uno a otro con una casilla de separación. Cualquiera que mueva tiene que dejar paso. 93
8
Tan pronto como el rey blanco llega a e5 la oposición deja de ser importante; e5, d5 y c5 son casillas críticas, y una vez que su rey acce de a ellas las blancas ganan. Si las negras mueven, pueden obtener tablas en el diagrama 93 a), pero deben evitar l. ..., Rd5? Después de 2. Rc3, la casilla c5 es inalcanzable para el rey, y deben escoger entre 2. ..., Rc6; 3. Rc4! y 2. ..., Rd6; 3. Rd4!, perdiendo en cualquiera de los dos casos. El movimiento correcto es l. ..., Rd7!, alcanzando una "oposición distan te". Si ahora 2. Rc4/c2 entonces 2. ..., Rc6; ó 2. Rd4/d2, Rd6; o
2. Re4/e2, Re6; o 2. Rc3, Rc7; o 2. Re3, Re7. En cualquier caso, las negras mantienen la coordinación. b) l. Rdl!, y aquí una variante es l. ..., Rd6 (si l. ..., Re6 entond� o bien 2. Re2, o 2. Rc2: un rodec¿,
1�
FP # 64 7 a) Diagrama b) Re 1 contra Rd7 a) Si las blancas juegan ganan con 1 Rd4!, obteniendo la oposi ción. l. ..., Rc6 (o l. ..., Re6; 2. Rc5, etc); 2. Re5!; 2. Rc4 conservará la oposición, pero después de 2. ..., Rd6 las blancas deben repetir 3. Rd4 para progresar. Con el rodeo 2. Re5! las blancas se afianzan en una casilla crítica. Ahora, después de 2. ..., Rc7 (o 2. ..., Rd7; 3. Rd5, Rc7; 4. Rc5, Rb7; 5. Rd6, etc); 3. Rd5, Rd7 no importa que las negras ha yan ganado la oposición. Las blan cas la recuperan con 4. a5!, y las negras deben dejar paso: 4. ..., Rc7; 5. Rc5, Rb7; 6. Rd6, Rb8; 7. Rc6, Ra7; 8. Rc7, Ra8; 9. Rb6, etc.
2. Rd2, Rd7; 3. Rd3, Rd6; 4. Rd4 etc. Si las negras juegan hacen ta blas con l. ..., Re7! Hemos sido capaces de resolver los diagramas 93 a) y b) utilizando el concepto de oposición. Sin em bargo, podríamos haber utilizado específicamente las casillas conju gadas a cada uno de ellos. El diagrama 94 ilustra lo que estamos explicando. Cuando las negras van a una casilla, las blan cas intentan o situarse en una con el mismo número, alcanzando la oposición (distante), o dar un ro deo para alcanzarla moviendo a una casilla cuya opuesta no sea accesible a las negras. Por ejem plo, en el diagrama 93. b) si l. Rdl Re6 entonces 2. Rc2 es posible, ya que las negras no pueden alcanzar un
"1".
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
2
94
,____,__. -
¡---.-�
En esta posición la conjugación es menos estricta; c5 contra c7 y d5 contra d7 son de hecho zugzwang, pero con Rc4 contra Rc8 las negras pueden hacer tablas: l. ..., Rd8; 2. Rd4 (o 2. b5+, ab+ tablas); 2. ..., Rc8; y si las blancas lo evitan con 3. Re5, Rc7; 4. Re6, entonces des pués de 4. ..., Rc6 el contraataque asegura con facilidad las tablas.
3
w X
X
X
� 4
2
3
5
6
55
TRIANGULACIÓN
verfP # 647
96
8 Las zonas sólo se alcanzan por la derecha hasta la horizontal e, ya que con Rf4 contra Rf6 si las blan
cas mueven ganan inmediatamente con l. b5!, ab;
2. a5!
Cuando el rey blanco llega a
una de las casillas fundamentales (marcadas con una
X)
el sistema
conjugado del diagrama 94 deja de ser relevante. El movimiento a5
posterior nos lleva al diagrama 95.
"Un sistema triangular" ver FP # 148, 149 a) Re3 cont ra ReS b) R eS cont ra Rb 7 Debo mencionar que durante la
95
partida del diagrama 93 las negras podían jugar a5, pero esto siempre conduciría a la derrota con b5. In
cluso aunque el rey blanco no esté
todavía en la cuarta horizontal
puede forzar la derrota, ya que el rey negro debe permanecer en el
interior del cuadrado del peón b. Por ejemplo: a) (Re3 contra Re5) l. RfJ!, RdS (1. .. , Rf5; 2. b6); 2. Rf4, Rd6; .
3. Re4, Re6; 4. Rd4, Rd6; S. Rc4!, FP # 648
Rc7; y entonces 6. RdS!
es la victo-
56
PREPARACIÓN DE FINALES
ria más rápida. Después de 6. ReS(?), Rb7 tenemos: b) (ReS contra Rb7) Las blan cas "tienen la oposición", pero no
les es aquí de utilidad. Éste es un punto muy importante al que re tornaré en el próximo apartado. Si
l. b6?, entonces l. ..., Ra6; 2. Rc6 es ahogado. Es necesario perder
un movimiento, y esto lo consiguen las blancas mediante una "triangu
lación". Por desgracia para las ne gras, dos de las casillas "de las
En el diagrama 96 he marcado e6 como "2". También lo podría haber llamado "4", y señalar que el "4" de las negras, c6, les está prohi bido; se trata simplemente de una cuestión de gustos. Si las negras mueven pierden inmediatamente, pero si las blancas mueven deben triangular. Si esto no se aprecia directamente, se pue den observar las casillas conjugadas apropiadas para ver dónde se debe ría producir el desenlace.
blancas" -dS y d6- se conjugan con la c7 "de las negras". Si las blancas juegan l. Rd5, Rc7; 2. Re6!, Rb7
98
(c6 no es posible); 3. ReS (también 3. Rd7, Rb6; 4. Rd6, Rb7; S. ReS, etc); 3 , Rc7; 4. Rd5, Rb6; 5. Rd6, Rc7; 6. ReS, las negras deben esco ger entre 6. ..., Rc7; 7. b6+, y 6...., R cualquier otro; 7.Rc6, etc. • •••
Las blancas "pierden un movi miento" con la maniobra RdS-e6eS. Las negras son incapaces de responder a esta triangulación, ya que su rey no puede utilizar c6.
FP # 2 1 Las negras deben responder Rd6 con Rd8 y RdS con Rc8. Esto está muy bien, pero las blancas tie nen dos casillas posteriores, c4 y d4, mientras que las negras no pue den acceder ni a b7 ni a d7. Des pués de l. Rd5!, Rc8; 2. Rc4! (2. Rd4!); 2 , Rd8; 3. Rd4, Rc8; 4. Rd5, las blancas han ganado la coordinación: 4. ..., Rc7; S. ReS, o 4...., Rd8; S.Rd6, etc. Es de notar, incidentalmente, que Averbakh y Maizelis prefirie ron considerar a c4 y d4 como "4" en lugar de como "2". •
FP # 19; FAB # 26 +1-
•••
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
57
LA DIVERSIDAD DE LOS SISTEMAS CONJUGADOS
EL SISTEMA DE LAS "CASILLAS TRIANGULARES"
Aunque en los diagramas 96 y 98 algunas de las casillas conjuga das están "en oposición", esto no es aquí un factor importante. Los reyes se coordinan de acuerdo a un sistema completamente distin to. En los Finales de peón, capítulo 7, Averbakh y Maizelis proponen una clasificación de los distintos sistemas coordinados que pueden darse. Como avancé en la intro ducción a este ·capítulo, no consi dero que esta clasificación sea absolutamente vital. Mis razones son:
Los diagramas 96 y 98 corres · ponden a este caso. A verbakh y
1) De cualquier forma, es difícil estar completamente seguro de lo que se está tratando sin analizar múltiples posiciones de zugzwang; de modo que el sistema deja así de ser eficaz: una vez que uno ya tiene la información, se puede organizar según la propia conveniencia. 2) Dado que existe una cierta indeterminación en el modo en que se tratan ciertos ejemplos, cualquier clasificación siempre se hará sobre un criterio relativamen te ad hoc. Habiendo expresado estas dis crepancias menores, creo, a pesar de todo, que es extremadamente útil tener una idea de las distintas posibilidades que pueden surgir. La sistematización está bien en tanto que no se tome como la ver dad del evangelio. Volveré a tratar este problema en el último ejemplo de final de peón, el diagrama 1 13, pero expongo aquí algunos ejem plos de las distintas categorías.
Maizelis lo ilustran con el diagra ma 99. 99
FP # 655 "Las zonas primarias están con figuradas como pequeños triángu los; la casilla que si se añade al trián gulo forma un cuadrado puede ser accesible o inaccesible para los re yes. En este diagrama las zonas no son simétricas, pero lo pueden ser. Además de las «zonas primarias», las casillas posteriores adyacentes a las zonas son muy importantes." En la posición de Grigoriev las blancas deben evitar l. d4?, Re4; 2. Rc3, Rf5 ! {no 2 .. . . , Rd5 ?; 3. Rd3, y ganan) ; 3. Rd3, Rf4; 4. Rd2, Re4; 5. Rc3, Rf5 ! etc. (si 6. d5, Re7; 7. d6, Rxd6; 8. Rd4, Rc6; 9. Re5, etc; las blancas ganan el peón b, pero tan sólo consiguen tablas después de Rxb5, Rb7 ! ) . Dado que l . d 4 n o funciona, podemos examinar algunas posi ciones de zugzwang. Como en el
58
PREPARACIÓN DE FINALES
FP # 289; Rd2 cont ra Rf3 Blancas juegan y ganan N. D. Grigoriev, 1 920 diagrama 98, las blancas ganan retirándose a b2 o b3, ya que e4 es inaccesible al rey negro: l. Rc2, Rf4; 2. Rb3 (b2), Rf3 (si 2 . . . . , Rf5 ; 3. Rc3, Re5; 4. Rd2, Rd4; 5 . Rc2 ! , Re5; 6 . Rd1 , Rd5; 7. Re2, Rd4; 8. Rd2, y ganan como en la línea principal); 3. Rb2!, Rf4; 4. Rc2!, las blancas consiguen la coordinación. Ahora ganan, ya que aunque las negras pueden tomar al peón b de las blancas y coronar el suyo, sacri fican su nueva dama con un jaque a través. Pero, por supuesto, si las negras son todavía capaces de for zar tablas, es decir, si la variación táctica que se da a continuación conduce a unas tablas, entonces la coordinación no habría existido (ver el diagrama 101 ) . 4 , RD; •
cfr. FP # 291; 1 =
=
Esta posición es tablas aunque muevan las negras. Después de
l. ..., Rg4; 2. Rf2
(2. Rd2, Rg3; 3.
Rc3, Rg4; 4. Rb3, Rf3 es demasiado lento para las blancas: 4. Ra4, Rxe3; 5. Rb3 !=, pero no 5. Ra5??, Rd3; y
2 ..., RfS!; 3. RD, ReS; 4. e4, Rd4; S. Rf4, Rxc4; 6. eS, Rb3! (el único movimiento); 7. e6, c4; 8. e7, c3; 9. e8=D, c2; el rey blan ganan las negras);
•
co está fuera de la zona ganadora.
102
•••
S. Rd2, Rf4; 6. Re2, ReS; 7. Re3, RdS; 8. d4!, Rc4; 9. Re4, Rxb4; 10. d5, ReS (o 10 . . . . , Ra5; 1 1 . d6, Rb6; 12. Re5, b4; 13. Re6 ! , b3; 14. d7) ; 11. ReS, b4; 12. d6, Rc6;
13. Re6, b3; 14. d7, b2; 15. d8=D, bl=D; 16. Dc8+, seguido de 17. Db8+, y 18. Dxbl.
FP # 671; FAB # 70; a) Ra3 cont ra RaB Em. Lasker, 190 1 b) Ra 1 cont ra Ra 7 Reichhelm, 1 9 1 O
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
Por supuesto, esta defensa no funciona con un peón de caballo. Esta posición es muy famosa. Apareció en escena recién iniciado el siglo xx, cuando los incondicio nales defensores de la "oposición" todavía creían que se podía utilizar para resolver cualquier problema de "maniobras" como éste. Esto condujo a algunas soluciones ex tremadamente confusas del diagra ma 102, y se tuvo que utilizar una cantidad considerable de jerigonza para intentar explicarlas. La histo ria de esta posición es también algo confusa. Averbakh y Maizelis afir man que se trata de un estudio de Lasker (a), posteriormente modifi cado por Reichhelm en otra ver sión (b). Las blancas ganarán si pueden alcanzar cualquiera de los puntos clave marcados con X. Por su puesto, su rey no puede alejarse
59
largo no tendrían ninguna oportu nidad de ganar. Rc4 contra Rb6 es zugzwang, ya que si el rey negro se queda ais lado dos verticales más a la izquier da del rey blanco, las blancas pue den ganar simplemente dirigiéndo se a h5, es decir, l. ... , Ra6; 2. Rd3, y 7. Rh5. Siguiendo el ejemplo de A verbakh y Maizelis, llamo a c4 y b6 "a". Esto no es debido a que exista alguna razón intrínseca por la que no pudiesen ser llamadas " 1 ". Simplemente copio gran parte de su posición # 671 , ya que creo que es muy clara y fácil de seguir. Rd3 contra Rc7 también es zugzwang. Si las negras juegan, de ben elegir entre situarse dos casi llas a la izquierda del rey blanco o permitir Rc4-b5. Es natural que estas dos casillas se conjuguen, ya que cada una es el primer paso ne cesario para seguir el camino más
demasiado hacia su flanco antes de dirigirse a b5, ya que en caso con trario las negras contraatacarán
corto entre c4 y h4 y b6 y g6 res pectivamente. Rc3 contra Rb7: estas dos casi
contra el peón f. Así (p.e.) Rh4 contra Rg6 no es zugzwang: (Rh4
llas son las únicas contiguas tanto a "a" como a "1 ". Claramente se de
contra Rg6) l. . . . , Rh6; 2. Rg3,
ben conj ugar, es decir (si las negras
Rh5; con lo que las blancas clara mente no han tenido tiempo de ganar el peón a.
mueven) l. . . . , Rc7; 2. Rd3 ! , o l. . . . , Rb6; 2. Rc4. d2, c2, c8 y b8 son todas conti
Aquí, la longitud del camino más corto entre b6 y g6 (es decir, b6-c7-d7/d8-e6/e7-f6/t7-g6) es la misma que la del camino de c4 a
guas tanto a " 1 " como a "2". De hecho, la conjugación es d2 contra
h4, lo que significa que las blancas no pueden ganar simplemente ju gando Rc4 para forzar Rb6 y diri girse después rápidamente a g5 . Es de vital importancia que estas dis tancias sean las mismas. Si el cami no de las blancas fuese más corto su victoria sería trivial; si fuese más
c8, y c2 contra b8. Con Rd2 contra Rc8, si l. . , Rd8/d7; entonces 2. Rc3! (dando un rodeo); 2 . ... , Rc7; 3. Rd3, o, l. . . . , Rc7; 2. Rd3 ! , o l. . . , R a la vertical b; 2. Re2, y 6. Rh5 . Una vez obtenidas estas cinco conjugaciones, Averbakh y Maize lis afirman que "puesto que se tra ta de un sistema triangular, el resto se sigue de modo inmediato". Creo ..
.
60
PREPARACIÓN DE FINALES
que esto es apurar demasiado las cosas -me parece que juegan a tiro hecho-. Por supuesto, es muy pro bable que el resto sea de verdad como dicen que es, pero creo que uno debería avanzar un poco más para estar seguro de que se está en lo cierto. Por ejemplo, Rdl contra Rc7: si l. . . . , Rc8; 2. Rd2, o l. . . . , Rb8; 2. Rc2/Re2 ! , o l. . . . , Rb7; 2. Re2 ! , o finalmente l. . . . , Rd7/Rd8; 2. Rc2 (dando un rodeo); 2 . . . . , Rd8/Rd7; 3. Rc3 ! , Rc7 (también 4. Rc4, y 5. Rb5); 4. Rd3 ! , etc.
Rb2 contra Rc8: si las negras mueven a 1, 2 o 4, entonces tam bién lo hacen las blancas. Si l. . . . , Rd7/Rd8; 2. Rc3, Rc7; 3. Rd3. Debo hacer mención aquí de la vertical a. Cuando el rey blanco está en la vertical a sólo puede moverse a 1 o a 3, de modo que las negras pueden estar en cualquiera de las casillas b7, b8, d7 o d8. Y mientras que a7 y a8 se conjugan con casillas en la vertical b (b3/bl y b2 respectivamente), claramente no tienen relación con las de la ver
res las blancas, a pesar de estar ini cialmente en una posición de zugz wang al mover, encontraron una maniobra para recuperar la coordi nación (p.e. , la triangulación). En este caso esto no es posible, ya que las negras tienen tanto espacio pa ra maniobrar como las blancas. Si las negras logran conseguir la coor dinación, harán tablas. Pertrechados con el diagrama 102 podemos enfrentarnos ahora a los estudios a) y b ). a) (Ra3 contra Ra8) l. Rb2! (no l. Rb3?, Ra7=; ni l. Ra2?, , Ra7; 2. Rb3 Rb8/Rb7= ) ; l. (2. Rbl también gana, pero esta , Ra6 (o forma es más rápida); 2 2. . . . , Rb7; 3. Rc3, etc); 3. Rc2! , Rb6; (dando un rodeo); 3. 4. Rd2, Rc7; 5. Rd3, etc. •• •
•
•••
•••
b) (Ral contra Ra7) l. Rbl!, Rb7; 2. Rcl, Rc7; 3. Rdl, etc. El diagrama 103, la continua ción de la posición anterior, puede parecer chocante. A pesar de que
tical d. He etiquetado a8 y a7, ya que esto nos será de utilidad cuan do consideremos a) y b), pero no me he molestado en etiquetar al, a2 y a3 con los molestos "2, 4". Habréis notado que en todos estos casos he tratado los proble mas de las negras cuando son ellas las que tienen que mover, en lugar de lo que deberían hacer las blan cas si fuesen ellas las que jugasen primero. Esto es debido a que las casillas conjugadas son posiciones de zugzwang -si las negras j uegan están en desventaja-. En algunas ocasiones en los ejemplos anterio-
103
FP # 673 a) Rd2 contra RcB=. b) Ra 1 contra RaB como en FP.
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
la "mayor parte" de la configura ción de peones es la misma, el sis tema de conjugación es distinto. Esto es debido a que las negras se pueden defender con mucha más facilidad en el flanco de rey, es decir, su rey tiene tan sólo que alcanzar la casilla e7 para evitar una invasión. Aunque c4 contra b6,
61
104b
104a
d3 contra c7, y c3 contra b7 siguen siendo posiciones de zugzwang, d2 contra c8, por ejemplo, no lo es. a) (Rd2 contra Rc8) l . ..., Rb8! (pero no l. .. . , 'Rd7?/Rd8?; 2. Rc3, Rc7; 3. Rd3 y gana); 2. Re3, Rc8!;
3. Rf4, Rd7/rd8; 4. RgS, Re7; 5. Rf5, Rt7. Las blancas pueden ahora retroceder con 6. Re4?!, Rg6; pero no deben continuar con 7. Rd3?, ya que Rxh6 gana. En su lugar, 7. Rf4 son tablas: 7 . ... , Rf6= (pero no 7 . ... , Rxh6?); 8. Rf5, y las blancas están mucho mejor situadas. Las blancas no fueron capaces de "tomar la coordinación" hasta que su rey se hubo alejado dema siado por su flanco. b) Ral contra Rb8 se trata en Finales de peón. Después de l. Rb2, Rb8! las negras hacen tablas.
FP # 685
FP # 686
Esto difiere del sistema de las "casillas triangulares" en que cada lado debe tener tres casillas conju gadas distintas en la misma hori zontal. Esta posición aparece en FAB. Existen varios errores en el análi sis, ya que en realidad no se utiliza la teoría de las casillas conjugadas.
(3)
(2)
4
• 2
105
'
EL SISTEMAT Bahr dio nombre a este sistema. "Diagrama 104 (a): Las tres casillas a lo largo de la horizontal corresponden a la zona primaria triangular, que se puede rellenar hasta formar un cuadrado ( diagra ma 104 b). La zona primaria de las blancas se parece a una T.
a) FP # 689; FAB 67a Ebersz, 1935; +1 b) FP # 688; Peón a4 -+ bS; Rd2 contra Rd8 Bahr, 1936; +1=
'
S
62
PREPARACIÓN DE FINALES
RdS contra Rd7 y ReS contra Re7: estas posiciones son clara
a) Rel contra Re8 (la posición del diagrama): l. Rd2!, RdS; 2. Re2,
mente zugzwang. En la primera, por ejemplo, l. . . . , Rc7; 2. ReS, Rd7; 3. Rf6, Re8; 4. Rg7, Re7; S. Rxh7, Rf8; 6. g6 gana.
ReS; 3. Rf3, Re7; 4. Re3, Rd7; S. Rf4, RdS; 6. Re4, ReS; 7. RfS, Re7; S. ReS, etc. Por supuesto, esta
Con el rey blanco en fS las ne gras deben ser capaces de respon der a ReS con Re7 y a Rf6 con Rf8. Claramente, e8 es la única casilla con la que se puede conseguir esto, y por lo tanto e4 se debe conjugar con d8 (las dos son contiguas a 1, 2 y 3). Las negras siempre se pueden defender frente a casillas conjuga das detrás de la "línea de frente" , con s u rey e n e l cuadrado que for ma su zona primaria, por ejemplo, Re3 contra Re7: l. Re4, Rd8 ! ; o l. Rf4, Rd7!
posición es "tonta" si juegan las negras, ya que pueden ganar inme diatamente con un contraataque. b) En 1936 Barh derivó una pequeña variación de este estudio en la que el peón a4 de las blancas se reemplazaba por uno en bS. Las zonas coordinadas seguían siendo las mismas. Bahr tenía así Rd2 contra Rd8, tras lo que si j ugaban las blancas l. Re2! ganaban, y si j ugaban las negras l. ... , Re8 eran tablas (al igual que l. ... , Rc8). Pero se debe tener cuidado al alterar la configuración de los peones...
106 8
Os habréis dado cuenta que c8 y c7 han sido llamadas (3) y (2) res pectivamente. Estas dos casillas no se conjugan con fS, d4 y e4, pero sí con casillas situadas por detrás, co mo Rd4 contra Rc8: l. ReS ! gana, pero Rf3 contra Rc8: l. Re3, Rc7; 2. Rd4, Rd6 ! Esto nos conduce a otro hecho que no era conveniente introducir en el diagrama: d6 es un 3 negro (excepto que con RfS contra Rd6; l. Rf6 ! gana) y Re4 contra Re6 es zugzwang. Supongo que podría ha ber llamado a d6 "3" y a e6 "4", pe ro esto entraría en contradicción con las condiciones fij adas ante riormente, y además está bien que las dos zonas estén separadas. Una vez admitido que el diagrama lOS no es perfecto, podemos, a pesar de todo, utilizarlo para resolver el estudio de Ebersz:
FP# 690 Ebersz 1935 +1 A pesar de la semej anza super ficial con el diagrama lOS, esta posición es completamente distin ta. Las blancas puede tomar al peón a cuando quieran, pero si lo hacen las negras inmediatamente harán tablas: l. Rc2, Re7; 2. Rc3?, Re6; 3 . Rb4, RfS; 4. Rxa4, RxgS;
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
63
5. Rb3, f5; y las negras coronan antes. Las blancas no pueden im
107 B
pedir que el peón f corone, ya que el rey negro puede controlar en todo momento todas las casillas por las que se debe mover el peón, p.e. 6. Rc2, Rg4; 7. Rd2, Rg3, etc. Para que las blancas puedan ga nar en esta variación deben conse guir un tiempo. Esto se puede ha cer maniobrando en Rf6-g7, como en el diagrama anterior. Las negras se pueden defender de esta amena za, pero deben utilizar la horizon tal negra para su rey, lo que permi te a las blancas retomar con venta ja el plan inicial. Es difícil decidir qué esquema de coordinación hacer en el diagra ma 106, pero creo que mi elección es razonable. En cualquier caso, esta posición no precisa de un mo do desesperado la "teoría" para poder ser resuelta. El problema de las negras es que no pueden utili zar f6 o f7, de modo que carecen de casillas conjugadas a f4 y f5. l. Rc2,
Re7 (si l.
. . . , f5; entonces 2. gf, Rf7;
3. Rc3, Rg6; 4. f7 ! ) ;
2. Rd3, Rd7; 3. Re4, Re6; 4. Rf4!, Rd7 (4 . . . . , f6; 5. g6 ! ) ; S. RfS, ReS; 6. Re4!, RdS; 7. Rd4, Rd7; S. RdS, Re7; 9. ReS, ReS; 10. Rd6!, y ganan: 10 . . . . , Rd8; 1 1 . Rc5, Re7; 12. Rb4, Re6; 1 3 . Rxa4, Rf5; 14. Rb3, Rxg5; 15. a4, f5; 16. a5, f4; 17. Rc2 ! , Rg4; 18. Rd2, Rg3; 19. a6, f3; 20. a7, f2; 2 1 . Re2, Rg2; 22. a8=D+. É ste es un soberbio "estudio natural" de Grigoriev. Las blancas se pueden sentir tentadas de ir di rectamente a tomar el peón h, pero esto no las conducirá a la victoria. Las negras responden a Rxh7 con Rf7, y tras un movimiento de am-
FP# 694; cfr. FP# 486 Grigoriev 1938 +1 bas con el peón b el rey blanco sigue atrapado. Sólo tras ciertas maniobras preliminares es posible tomar el peón en circunstancias fa vorables. Rb6 contra Rb8 es la po sición primaria de zugzwang. Si las negras juegan pierden tras l. . . . , Ra8; 2. Rc7, Ra7; 3. b3, Ra8; 4. Rd7 ! , . . . , 8. Rxh7, Rf7; 9. b6 ! , pero si las blancas juegan tan sólo pueden hacer tablas: l. b5, Rc8; 2. Ra7 (o 2. Rc5, Rd7 ! ; 3. Rd5, b6= ); 2. . . . , Rc7; 3. Ra8, Rb6; 4. Rb8, Rxb5; 5. Rxb7 ; o l. Rb5, Rc8 ! ; o l. Rc5, Rc7! Los pares con jugados que se siguen de esto son: ReS contra Rc7: l. .. Rb8/d8/d7; 2. Rb6; l. . . . , Rc8; 2. Rd6, Rd8; 3. b5 ! ; l. . . . , b6+; 2. Rd5 , Rd7; 3 . b5. RbS contra ReS se sigue inme diatamente. RdS contra Rd7: l. . . . , Rc7; 2. Rc5 ! ; l. . . . , Re7; 2. Rc5, Rd7; 3. Rb6, Rc8; 4 Ra7. ReS contra Rc7: l. . . . , Rc6; 2. Re6, Rc7; 3. b5 ! , Rd8; 4. Rf7, b6; 5. Re6 ! ; l. . . . , Rd7; 2. Rd5; l. ... , Rd8; 2. Rd6. =
.
,
PREPARACIÓN DE FINALES
64
Rc4 contra Rd8: los dos están contiguos a 1, 2 y 3. Daos cuenta, sin embargo, que Rd3 contra Rd7 no es zugzwang, p.e. l. . . . , b5. Ahora podemos resolver el es tudio con bastante facilidad: l. Rd3, Rb8; 2. Re4, Rc8 (o 2 . . . , Rc7; 3. Re5, etc); 3. Rd4, Rd8; 4. Rc4, Rc8; 5. Rb5, Rc7; 6. Rc5, etc. .
A
diferencia del Finales de sitúo este apartado después de las "casillas triangulares" y los sistemas T. Averbakh y Maizelis utilizan el diagrama 108 para ilus trarlo. "Existen dos distribuciones en el diagrama 108. En la primera, la zona blanca se contrapone a la zo na negra situada a la izquierda. Aunque estas zonas estén sepa radas, son simétricas horizontal mente.
peón,
6
7
8
5
3
2
4
1
4
"Las zonas forman un cuadrado de 3 x 3 casillas, en el que falta una de ellas (inaccesible a los reyes), de modo que tan sólo ocho casillas forman las zonas." A pesar de que este sistema de
EL SISTEMA DE LAS "OCHO CASILLAS"
108
"La segunda distribución mues tra la misma zona para las blancas contraponiéndose a la zona negra diagonalmente simétrica a la dere cha (en el diagrama existe una si metría total, pero esto no es nece sario).
3
7
3
5
6
5
"ocho casillas" abarca un gran nú mero de casillas, y a menudo pare ce un tanto desalentador, no es tan difícil de aplicar como uno podría suponer a primera vista. Averbakh y Maizelis establecen algunas con venciones para facilitar su uso en la práctica. Estas básicamente utili zan la numeración del diagrama 109. En unas diez páginas exami nan diferentes ejemplos. Aquí tan sólo voy a utilizar un par de ellos, para perfilar una idea general del sistema. Ver diagrama 109. Las blancas han conseguido el tiempo de reserva g3; esto significa que deben ganar si su rey llega a b5.
Rc4 contra Rb6: esto es un zugzwang, ya que si l. . . , Ra6; 2. Rd3, Rb6; entonces las blancas se colocan en Rxf6. El contraata que l. .. , Ra5 fracasa ante 2. Rd3, .
.
Rb5; 3. Re4, Rc4; 4. Rf5, Rxd5 (o 4. . . . , Rxd4; 5. Re6, Rc5; 6. g3) ; 5. Rxf6, y las blancas coronan con el peón negro en la sexta horizontal.
4 5 6
FP# 675
Rd3 contra Rc7 y Rc3 contra Rb7: se siguen inmediatamente. Rb4 contra Ra6: l. . . . , Rb6; 2. Rc4 etc.
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
109
6
7
8
5
3
2
negras se pueden defender de Rel , a
' 8
4
'
' 8
a
:�
3
5
65
3
Re2 o Re3 con Rd7 o Rd8. Ahora podemos resolver con facilidad el estudio de Bahr: (Ral contra Ra7) l. Rb1 , Rb7; 2. Rcl , Rc7; 3. Rb2 (también 3 . Rd1 , Rb7; 4. Re2!); 3 . . . . , Rc8; 4. Rb3, Rc7; 5. Rb4, Rb6; 6. Rc4, etc. Si las ne gras juegan hacen tablas tras l. . . . , Rb7!; consiguiendo la coordina ción y reteniéndola.
2
4
5
FP # 676; Ra 1 contra Ral; Bahr, 1936; +1=
6 7
110 S
8
Rb3 contra Ra7:
8
las dos están
junto a 1 , 3 y 4. En el supuesto de que estemos tratando con un sistema de ocho casillas, el resto es obvio. Pero to davía no estoy absolutamente se guro de que en efecto se trate de un sistema de ocho casillas. ¿Qué pasa si el rey blanco está en c2? Ciertamente, las negras se deben defender desde b6 o b8. Sin embar go, con Rc2 contra Rb6, l. Rd2! gana. Si l. . . . , Rb7; 2. Rc3, o si l. . . . , Rc7; 2. Rd3, las negras deben ini ciar un contraataque sin esperanza con l. . . . , Rb5. De modo que las negras pueden defenderse frente a Rc2 sólo con Rb8. Así, b2 contra a8 y d2 contra c8 se siguen inme diatamente. Ahora tenemos ambas "zonas primarias". Las negras también se pueden defender frente a las casi llas blancas en la parte posterior siguiendo el diagrama, p.e. Rc1 contra Rb7 es zugzwang. Las zonas no alcanzan a llegar a las verticales e y d respectivamente, ya que las
a
4
1
4
1
5
3
5
3
6
7
6
7
5
3
5
3
2
FP # 680; Ra 1 contra RhB; Bianchetti, 1925; +1-. En esta posición las zonas se contraponen una a otra diagonal mente. Tras haber examinado el ejemplo anterior, tan sólo voy a ha cer una presentación del diagrama y de sus conjugaciones, y voy a de j ar que las verifiquéis vosotros si queréis. Bianchetti empezó con Ra1 contra Rh8. Tras esto, si las blancas juegan ganan con 1 Ra2!, mientras que si las negras juegan hacen tablas con l. ... , Rg8. Ver el diagrama 1 1 1 . Esta posición s e trata tanto en FAB como en Finales de peón (y, de hecho, en Cheron). Fine da la solución incorrecta l. Rb2?, Rg7 ( 1 . . . . , Rh8=).
PREPARACIÓN DE FINALES
66
Rxg4, Rd6; 15. Rf5, Rxd5; 16. g4, Rd6; 17. Rf6, etc.); 11. RxeS, Re7;
111
8
12. d6+, ReS; 13. Rf4!, Rf7; 14. RfS,
Rg7; 15. Rxg4, Rf6; 16. RhS, Re6; 17. g4, Rxd6; 18. g5, Re7; 19. Rh6!, y ganan. Si las negras juegan pue den hacer tablas o con l. ... , Rg7 o con l. . . . , Rh7 (2. Ra2, Rg7!).
DOS MONSTRUOS
FP # 678; FAB 676 Locock 1892; +1Las blancas intentan alcanzar la casilla e5 o Rf4, de modo que Rd4
En los finales en ocasiones se dan sistemas conjugados de gran tamaño. Es posible estudiar las po siciones como si se trataran de sis temas de ocho casillas con algunas zonas ausentes.
contra Rf6 es zugzwang. El resto de las conjugaciones se
4
5
6
5
112
8
siguen del modo habitual. Pero de bemos señalar que las casillas de la vertical a están demasiado lejos de d4 para poderse conjugar con las casillas negras apropiadas, p.e. con
a
Ra2 contra Rh7 las negras juegan
l. . . . , Rg7!, y las blancas deben evi tar 2. Ra3?, Rf6 ¡o de otro modo las negras ganan! El movimiento correcto es, por lo tanto, 2. Rb3/b 1 , Rg6=; o 2. Rb2, Rh6=. Según el diagrama, si las blan cas
juegan
ganan
después
de
l. Rbl!, p.e.l , Rg7; 2. Rcl, Rg6; 3. Rdl, Rg5; 4. Rc2! (un rodeo) 4. , Rh6; 5. Rd2, Rh5; 6. Rc3!
4 5 6
7
8
e
FP # 684 Ebersz, 1930
• •••
•••
(otro rodeo; si 6. Re2, entonces 6. . . . , Rh6; y las blancas deben repetir con 7. Rd2, Rh5; 8. Rc3! para lograr algún progreso); 6 , Rg5; •
•••
7. Rc4!, Rg6; 8. Rd3, Rf6; 9. Rd4, Rf7; 10. eS!, de+ (o 10. . . . Rg6; 1 1 . Re4!, de -también 12 ed-; ,
12. Rxe5, Rf7; 1 3 . Rf5, Re7; 14.
¡ En esta posición se conjugan por lo menos catorce pares de ca sillas! Averbakh y Maizelis la tra tan como un "sistema de ocho ca sillas +" (he añadido "e" a su dia grama). Si ayuda a que entendáis la posición, este tratamiento se puede considerar una buena idea. Si no, no.
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
113 5
� � �
5
1
4
11
2
6
9
7
8
10
FP. # 705 a) Rd1 contra Rd5 +1 b) Rh 1 contra Rd7 1=
ra justificar la "corrección" de este diagrama. De hecho, funciona ade cuadamente en la posición de Ebersz (esto es, Rd1 contra Rd5, juegan las blancas), ya que las blancas son capaces de maniobrar en la zona de seis casillas, sin utili zar la vertical h, o tan sólo para interrumpir posibles ataques. a) Diagrama: l. Rel, Rc5; 2. Re2, Rc6; 3. Rfi, Rc7; 4. Rgl, Rc6 (si 4. ..., Rd6; 5. Rf2; o 4. ..., Rd8; 5. Rf2, interrumpiendo el jue go de las negras -también 5. Rh2-; 5. ..., Rd7; 6. Rg2, como en la línea de juego principal); 5. Rh2! (un ro deo); 5 , Rd7; 6. Rg2!, Re7 (si 6. ..., Rd6; 7. Rf2; o si 6. ..., R cual quier otro movimiento; entonces o bien 7. Rg3 y 10. Rh6, o 7. Rf2 y 9. Rd4); 7. Rg3, Rf7; 8. Rf2! y ganan. b) Rh1 contra Rd7, juegan las negras. Por supuesto, el diagrama no es en verdad "incorrecto" -sim plemente no muestra todas las con jugaciones-. En particular, no de muestra por qué en esta posición el único movimiento con el que se consiguen tablas es l. ..., Rc8! •
Ebersz construyó un sistema de letras bastante caótico para expli car esta posición -yo particular mente no entiendo cómo e2 y g3 pueden denominarse ambas con la misma letra, que es lo que se dedu ce de FP # 705, de modo que he cambiado e2 y c5 a "12". 114
67
•••
10
9
8
5
6
7
115 b
4 3
�
4
5
FP # 706 a) Diagrama b) Rh 1 contra Rd7; negras juegan Averbakh
b
y Maizelis emplean un argumento bastante confuso pa-
8 9
10 "Representación de diez casi llas"
68
PREPARACIÓN DE FINALES
De hecho, esta posicion real mente es un "sistema de gran ta maño", y las conjugaciones son las que descubrió Ebersz. Personal mente, creo que éste es más o me nos el mejor modo de exponer to da la información correspondiente, aunque quizá se podría reorganizar la asignación de números. 1 16
6
5
4 e
' 8
He anticipado mi conclusión tanto en la introducción como en las parrafadas que la siguen, de modo que simplemente resumiré aquí de modo breve mi actitud an te el tema: el "método de las casi llas conjugadas" es muy útil al en frentarse a ciertos finales de peón (posiciones de maniobra), y en al gunos casos puede ser práctica mente indispensable. Pero lo im portante es descubrir lp que está sucediendo realmente, no hacer encajar los ·hechos en un sistema predeterminado.
e
CASILLAS CONJUGADAS EN OTROS CONTEXTOS 4
1
3
5
8
7
6
"Un rescate de ocho casillas"
Para terminar, también es posi ble hacer encajar el diagrama 113 en el esquema de los Finales de peón, ¡utilizando un sistema de ocho casillas! Como he reiterado en varias ocasiones, se trata tan só lo de una cuestión de gustos.
La teoría de las casillas conju gadas también se puede emplear en otros finales. Voy a considerar aquí algunos ejemplos variados. Ver el diagrama 117. Esta posición es, quizás, un tan to frívola, ¡pero ciertamente de pende de las casillas conjugadas!
117 8
ALGUNAS BREVES CONCLUSIONES
Tras estas relativamente gigan tescas posiciones daré por termina da mi exposición sobre las casillas conjugadas en los finales de peón, aunque, por supuesto, el tema sur girá alguna que otra vez en este li bro -por ejemplo, está implícito en el tratamiento del diagrama 215.
FA c C # 323 =1 F. Bondarenko, 1946
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
Las negras ganarán si su caballo
118
puede alcanzar una de las siguien
(bJ
tes once casillas: h2, gl , e l , d2, e3, d4, e5, d6, e7, g7 o g5. En Finales
de alfil contra caballo
69
Averbakh
deriva toda una serie de conjuga ciones basadas en lo siguiente:
Caballo
Alfil
c2
f2
d3, b3
c3
e4, c4, f7
f4.
c6, eq
f6
d5, b5
c5
e8, d8, a5 , c5
eS
b4, c7
d4
Las casillas conjugadas para el alfil blanco
a7
d4,e7
c3
d6, e3
Por supuesto, los números se pueden redistribuir si así se desea.
Podríamos, si quisiésemos, ex poner esta información en dos dia gramas -118 a) y b)-, pero no estoy muy seguro de que esto fuera me j or que una lista.
6
118
(a}
7.9
7
mantener el diagrama razonable mente despej ado (p.e., Cf2 contra Af2) . De los dos primeros elementos de la lista se deduce que las blancas deben comenzar con 1 Ae1! -de ben ser capaces de alcanzar Cb3 con Ac3 y Cc2 con Af2-, pero esto
6 X
No he señalado todas las conjuga ciones posibles, ya que quiero
3
X
no significa que las blancas puedan hacer tablas. ¿Quizá las negras puedan romper .la conjugación de alguna forma? De hecho no es así; por ejemplo, (1 . Ael ! ) , Cc2; 2. Af2, Ca3; 3. Ae3, Cc4; 4. Af4, Ca5; 5. Ae5, Cc6; 6. Af6, Ca7; 7. Ae7 , Cb5; 8. Ac5, Cc7; (7. Ad4); 7 9. Ad4, Cd5; 10. Ac5, Cc3; 11. Ad6 ( 1 1 . Ae3); 11 , Ce4; 12. Af4, Cc5; 13. Ae5, Cb3; 14. Ac3, etc. •
•••
• •••
Las negras ganan si su caba llo alcanza cualquiera de las casillas marcadas con X, o gS.
En esta posición el alfil se de muestra incapaz de dominar al ca ballo. Las negras deben defender a los peones de e6 y h7, y también
70
PREPARACIÓN DE FINALES
119 B
W.
Adamson, 1923 +1
evitar Cb5 o Cg6. Podemos hacer una tabla con las casillas conjuga das:
Caballo c5 d4 f4, g5 d3 c3, e2 e4
•
salvo a e2, ya que entonces se fuer za Ad3 (para cubrir Cd4, Cf4), y entonces con Cc3 se consigue la victoria. Podemos ahora retroce der a l . Cf4, Af5; 2. Ce2 ! , etc., y hacer de esto nuestro objetivo des de la posición del diagrama: l. Ca3, Ac6; 2. Cb1 , Ae4; 3. Cc3, Ad3; 4. Ca4, Ae4; 5. Cc5, Ad5; 6. Cd3, Ae4; 7. Cf4, Af5; 8. Ce2 ! , Ad3; 9. Cc3, Afl ; 10. Ce4, etc. Ver el diagrama 120. En contraste con los ejemplos anteriores, esta posición se dio en un j uego real. Las blancas tan sólo tienen que perder un movimiento para ganar de forma inmediata. Pero esto es extremadamente di fícil.
Alfil
120 B
d5 c4 f5 e4 d3 ¡ Ninguna!
Por supuesto, las posiciones en las que el alfil ataca al caballo no son zugzwang, es decir, Cd3 contra Ae4, Ce2 contra Ad3, mientras que el resto sí lo son. En cualquier caso, sin embargo, el alfil debe per manecer en la casilla apropiada, o en caso contrario si mueven las blancas ganarán inmediatamente. Si el caballo puede alcanzar con seguridad e4, las blancas deben ga nar, ya que el alfil no puede cubrir al mismo tiempo Cc5 y Cg5 desde ninguna otra casilla excepto e4 -Ad5, Af5 respectivamente-. Esto también es suficiente para llegar a
FA c C # 3 1 7
A verbakh encontró un modo de conseguirlo en un magnífico ejemplo de análisis. Después de 1 Rf3! las negras deben mover a su rey -si se mueve el alfil entonces Cxc6-- . Es fácil ver que f5 y g7 no son adecuados. Si l. . . . , Rf5; 2. Cfl y 3. Rd6, o si l. ... ,
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
Rg7; 2. Rg3, Rf6; 3. Rf4, etc. La variación difícil es, sin embargo, l. ... , Re6; tras la que las blancas deben continuar 2. Cd3 ! (amena zando 3. Cf4+ ); 2. ... , Rf6 (si 2. ... , Re7; entonces 3. Rf4, Rf6; 4. Ce5) ;
7l
121 8
3. 3. 5. 4.
Re3 ! (zugzwang); 3. ... , Rf5 (si ... , Af5; entonces 4. Re5, Ac8; Rf4; o 3. ... , R otro movimiento; Rf4, Rf6; 5. Ce5) ; 4. Cf4 ! , Rg4; 5. Cg6, Rg3 (el mejor); 6. Ce7, Ad7; 7. Rg8 ! , Rxh4; 8. Cf6, Ag4; 9. Rf4, Rh3; 10. Cxh5, Axh5; 1 1. Re5, Rg4; 12. Rd6, Rf5; 13. Rc7 y ganan. Así, tras l.' Rf3 el único movi miento posible de las negras es
Y.
FA # 28 1; Averbakh, 1954
l , Re7. De hecho, e7 se conjuga con f3, ya que si mueven las negras estarían en zugzwang con Rf3 con
retirándose a su segunda horizon
tra Re7. De modo similar, e6 se conjuga con e3 y g3. Con Rg3 con
p.e. l. Rf3, Re7; 2. Rf2, Rf6; 3.
•
•••
tra Re6, si l. ... , Re7; 2. Rf3 , o l. . . . , Rf6; 2. Rf4, o l. .. . , Rf5; 2. Rf3 ! (2. Ct7 ! ? , Re4 ! ) ; 2. ... , Re6; 3. Cd3 ! En realidad, Re3 contra Re6 es un poco más favorable para las blan cas, ya que si l. ... , Rf5; 2. Ct7 ! ganan rápidamente: 2. ... , Rg4; 3. Cd6, Rxh4; 4. Rf2 ! , etc. Se sigue de esto que f6 también se conjuga con e2, f3 y g2, ya que desde cual quiera de estas casillas las blancas se pueden mover a f3 y por lo me nos a una entre g3 y e3.
Las blancas ganan,
entonces,
tal para alcanzar la coordinación, Re2! , o l. Re3, Re6; 2. Re2, Rf6; 3. Rf2. Hay varias soluciones "distin tas". En esta posición las blancas de nuevo sólo tienen que perder un movimiento para ganar. Es posible hacerlo, ya que exis te una diagonal en la que su alfil tiene la posibilidad de utilizar tres casillas, mientras que las negras en su diagonal correspondiente están limitadas a dos. l. Ae2, Ag6! (1. .. . , Ae8 pierde inmediatamente ante 2. -o 2. ... , Ad7; 3. Ac2!, Ae6; 4. Adl, etc-; 3. Ac2, Ah7; 4. Ab3, Ag8; 5. Ad1 , Af7; 6. Af3); 2. Ad3, Ah7; 3. Abl! ("perdiendo un
Ad3, Ag6
Podemos resumir esta informa ción en una tabla:
Rey blanco e2, g2, f4, f2 f3 g3, e3
Rey negro f6 e7 e6
También se podría haber utili zado un diagrama.
movimiento" o "ganando la coor dinación");
3 , Ag6; 4. Ac2, Ah7; 5. Ab3, Ag8; 6. Adl, At7; 7. Af3, y •
•••
ganan. Se pueden representar las coor denadas de esta posición en otro diagrama:
72
PREPARACIÓN DE FINALES
jaque continuo o mate ahogado. De modo que las blancas deben in corporar a su rey al juego. Parece que l. Rb2 debiera ga nar con facilidad. Sin embargo, después de l. ... , Th3; 2. Rc2, Tg3; 3. Rd2, Th3; 4. Re2, Tg3; 5. Rf2, Th3 ¡las blancas se encuentran en
122
zugzwang! ; 6. Rg2, Ta3; y si 7. Tb7, Ta5 ! ; 8. g6, Tg5+; ó si 7. Rh2 (7. Rf2, Th3 ! ) ; 7 . . . . , Tb3; 8. Ta7, Tb5 ! ; 9. h5, Th5+. Así, con Rf2
Las blancas pierden porque no tienen ninguna casilla conjugada con b l .
contra Th3 si las blancas mueven sólo pueden conseguir tablas, aun que si las negras mueven podrían perder fácilmente después de l. . . . , Ta3; 2. Tb7 ! Las blancas empiezan, por lo tanto, con l. Ral!! (si l. Rbl ?, Rb3+, etc; las negras esperan hasta que el rey blanco entre en la segun da horizontal, y entonces eligen
123 8
entre g3 y h3 para su torre, o con tra Rg2 o Rh2 j uegan, por ejemplo, Ta3) ;
, Th3; 2. Rb2, Tg3; l 3. Rc2, Th3; 4. Rd2, Tg3; 5. Re2, Th3; 6. Tf2, Ta3 (si 6. . . . , Rf8; 7. Tf7+, Rg8; 8. Tf5); 7. Tb7, Th3; 8. Tb5, Tg7; 9. Rg2, y las blancas •
•••
ganan con bastante facilidad, p.e. 9 . . . . , Th4; 10. Rg3, Thl (o 10. . .. ,
cfr. FT # 106 # 107 FAP# 186-188 G. M. Kasparian, 1946 +1= Esta memorable posición fue publicada por G. Kasparian en 1946. La torre blanca está inmovili zada en esta situación, p.e. si l . Ta7, Tg5; y las blancas deben repetir con 2. Th7. Si la torre negra estu viese en h3 entonces l h6? sería un error, ya que l . . . . , Tg3; 2. Tg7+, Rh8 ! ; y las negras logran tablas por
Ta4; 1 1 . Th7+, Rg8; 12. h6, etc.) ; 1 1 . Th7+, Rg8; 1 2 . Rg4. La mejor defensa de las negras después de l. Ra2 es "abandonar la coordinación" inmediatamente: l , Tc3; 2. Tb7 (no Rb2?, Th3 ! =) ; 2 , Th3; 3 . Tb5, Rg7. Esta posi ción supone una victoria para las blancas, pero con una considerable dificultad: 4. Tg5 (evitando 4. . .. , Rh6; a causa de 5. g7, y 4 . . . . , Tc3; a , Th4; 3. Rb3, causa de 5. h6+ ) ; 4 • •••
•
•••
•
•••
Thl; 6. Rc4, Tcl+; 7. Rd5, Tdl+; 8. Re6, Tel +; 9. Rd6, Tdl+; 10. Rd5,
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
(o 10 . . . . , Te1 ; 1 1 . Rd7, Rh6; 12. Rd8, amenazando 13. Td7) ; 11. Re7, Ta6 (o 1 1 . . . . , Te1+; 12. Rd8 ! , Rh6; 1 3 . Td7 ! , Rxh5; 14. g7, Tg1 ; 1 5 . Re8, etc); U. Td7, Tc6 (o 1 2. . . . , Tb6; 13. Rd8+, Rg8; 14. Rc7, Ta6; 1 5 . Td6, y le sigue h6); 13. Rd8+,
Tal
(14 . . . . , Td6+; 1 5 . Rc7, Ta6; 16. Rd7, amenazando Te6); 15. Rd7, Ta6; 16. Te6, Ta7+; 17. Rd6, Ta6+; 18. ReS, y ganan. He tratado de resumir este de sarrollo tanto como me ha sido po sible, ya que no es directamente re
Rg8; 14. Te7, Rf8
levante al tema que nos ocupa.
El
movimiento
correcto
73
es
l. g8T! cuando
desaparecen las po sibilidades del ahogado. Las negras son entonces capaces de conseguir una barrera de jaques, pero ésta se desvanecerá si el rey blanco es ca paz de llegar a hl. Es posible mos trar cómo se puede conseguir esto si utilizamos algunas casillas conju gadas. ¿Qué sucede si el rey llega a h2? Para evitar Rhl las negras deben hacer jaque en la vertical h; pero ¿en qué casilla? Si l ._, Dh5+; 2. Rg3 ! , o si l. ..., Dh7+; 2. Rgl ! , o .
l. ..., Dh6+;
2. Rg2, Dc6+; 3. Rg3 ! ,
Dc3+; 4 . Rh2, y ganan. D e modo que la única casilla adecuada es h4, es decir, Rh2 se "conjuga" con
124 B
Dh4+. De modo similar, Rgl debe ser respondido con Del +, y enton ces Rg2 requiere De4+.
FD # 137 +1 Esta posición fue descubierta por el realizador de estudios y teó rico del final inglés John Roycroft (en realidad el rey blanco estaba en otra casilla distinta). 1. g8=D sería un error, ya que después de l. . . . , Dc6+; 2. Db5, Dc2+; 3. Ra5 (3. Dgb3, Dc4+ ! ; 4. Ra5, Dc7+; 5. Db6, Da7+ ! ) ; 3 . . . . , Dc7+; 4. Db6, D3+; y si 5. Ra6, Dc4+, o si 5. Rb5, Db3+. En cualquier caso, las ne gras fuerzan un ahogado, un j aque continuo o ganan la dama.
¿Y qué hay de h3? Si 1 . . . . , Dh6+; o l. . . . , Dh5+; entonces 2. Rg2 ganará; y si l. ..., Dh7+; en tonces 2. Rg3, Dd3+; 3. Dh2, etc. Sólo nos queda l. ..., Dhl+; pero entonces las blancas tienen la posi bilidad de 2. Dh2, Df3+ (ó 2 . . . . , Dfl ; 3. Dg2, Df5+; 4. Rh2, Dh5+; 5. Rgl , Dc5+; 6. Df2) ; 3. Tg3 , Dh5+; 4. Rg2, Dd5+; 5 . Tf3, Dd2+; 6. Rhl . D e modo que las negras no pueden combatir con éxito contra Rh3, y para las blancas es también suficiente que su rey llegue a fl . Pero entonces, en última instancia Rg2 también ganaría de modo cla ro. Queda todavía por ver si las ne gras pueden mantener al rey blan co alejado del flanco de rey. Esta bastante claro que esto es imposi ble. Por ejemplo (del diagrama 124 después de l. g8=T ! ) ; l. . . . , Dc2+; 2. Rb4, De4+; 3. Rc5, Df5+; 4. Rd4,
74
PREPARACIÓN DE FINALES
Df2+; 5. Re4, De2+; 6. Rf4, Dfl +; 7. Rg3, Del +; 8. Rh3, y ganan. No es sorprendente que para cualquier posición inicial del rey blanco y la dama negra en el dia grama 124 (aparte del infortunado Rh8 contra Dh6 ! ) las negras serán incapaces de limitar completamen te los movimientos del rey blanco. Pero para demostrar que las blan cas ganaban necesitábamos encon trar un lugar en el que su rey pu diese esconderse, y un modo preci so de llegar hasta allí.
deben, por lo tanto, maniobrar con su rey. En este caso no se puede recurrir a ningún triángulo, debido al problema de los j aques del alfil. Existe, no obstante, un recorrido mucho más largo. Las blancas ganan j ugando Rc2-dl -el-f2-g3-f4-e5-d4-c3, mien tras que las negras se arrastran por Ra6-a5-a6, etc. Las blancas tam bién pueden revertir su recorrido y jugar Rd4-e5 . . . . , c2-c3. Como el mismo Troitsky seña la, esta posición es "algo entre un estudio y un problema". No es ma te en un número determinado de movimientos, pero tampoco es de la misma clase que la mayoría de los estudios "naturales" que hemos
125 B
visto hasta el momento. Durante muchos años los estudiosos de pro blemas han empleado mucho tiem po e ingenio en el diseño de pro blemas muy largos, de muchos mo vimientos, en los que una manio bra sistemática se utiliza repetida mente para perder un movimiento.
A. A. Troitsky Magyar Sakkvilag, 193 1 Blancas juegan y ganan
126 B
En los ejemplos finales de este largo capítulo voy a retomar a la frivolidad ( ¡no sin un cierto grado de alivio ! ) . Si las negras mueven perderían rápidamente después de l. . . . , Ra4; 2. Ta8, a5; 3. Th8, o l. . . . , Ra6; 2. Rb4, o l. . . . , a6; 2. Ta8. Las blan cas no pueden perder un movi miento con su torre, ya que des pués de l. Tf8, Ra6 las negras ame nazan con 2 . . . .. Rb7. Las blancas
W. Jorgennsen Premio especial, Die Schwalbe, 1976 Mate en 200
LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
John Nunn me indicó la existencia de un artículo de sir 1ere my Morse en el número de noviembre de 1 979 de The Problemist, en el que se cita lo que efectivamente es el "mate directo desde una posición legal y con una fuerza ortodoxa"
con el sentido
más largo que se co
noce. Este problema se puede alargar un par de movimientos añadiendo algo de juego preliminar, pero aun así es la estructura (o "matriz") con sentido más larga de las cono cidas. La solución es ésta (abrevia da, como era de esperar):
l. De6+,
(otros movimien tos acelerarían el mate); 3. De3+
Tf5; 2. Ah2, Rf3
(no 3. Dxf5, Rg2 ! ) ; 3. ..., Rg2; 4. Dgl+, Rf3; 5. Dfl+, Rg4 (no 5 . . . . , Re4; 6. Dd3, mate); 6. De2+, Tf3; 7. De6+, Tf5; 8. Rb2 (no 8. Ra4, Rf3+; ni 8. c4, Rf3; lo que nos lle varía a 12. De2+, Tf3+ ) ; 8. ..., Rf3; 14. Rcl, Rf3; 20. Rdl, a4 (no 20 . ... , Rf3; 2 1 . De2+ mate, ni 20 . ... , c4; 2 1 . Re1 , a4; 22. Rd1 ) ; 21. Rcl (21 . Re1 ?, a3 ! ) ; 21 . ..., Rf3; 27. Rd1, (c4 se puede jugar aquí, y en posiciones similares hasta el movi miento 136( ! ) , pero no a3, que per
a5
mitiría
65.
Re1 );
28. Rc1, Rf3;
34. Rd1, a6 (aquí a3 es una alterna tiva, así como c4) ; 35. Rc1, Rf3; 41. Rd1, a3; 42. Rc1, Rf3; 48. Rb1 (no 48. Rd 1 , a2 ! ) ; 48. ..., Rf3; 54. Ra2, Rf3; 60. Rxa3, Rf3; 66. Rb2, Rf3; 72. Rc1, Rf3; 78. Rd1, a4; 85. Rdl, a5; 92. Rd1, a3; 111. Rxa3, Rf3; 129. Rd1, a4; 136. Rd1, c4 (no 136 . ... , a3; que permitiría 155. Rxa3, y mate en 171); 137. Rc1 (no 137. Dxc4+, Cf4 ! ) ; 137. ..., Rf3;
140. Dfl+, Rg4; 144. De6+, Tf5; 145. Rd1, c5; 146. Rc1 (no 146. c4,
75
a3; lo que conduciría a 165. Rxa3, y 169. De2+, Tf3+ ) ; 146. ..., Rf3;
152. Rd1, c4; 153. Rc1, Rf3; 156. Dfl+, Rg4 (no 156 . . . . , Re4; lo que permitiría 1 6 1 . c4, y más adelante 179. c7, a2; 180. Rb2, a1=D+; 181. Rxa1 , Rf3; 187. c8D, haciendo mate en 190); 159. Rd1 (no 159. Rd2, conduciendo a 168. Dfl +, Re4; y 173. Rxa4, Rf3+ ) ; 159. ..., a3; 160. Rc1, Rf3; 166. Rb1, Rf3; 169. Dfl+, Re4 (lo más pronto que se puede jugar esta posición sin acortar la solución, aunque se pue de retrasar hasta el movimiento 193); 174. Ra2, Rf3; 180. Rxa3, Rf3; 198. Rdl, C mueve; 199. Cb6+, y 200. De2 mate. Quizá lo más sorprendente de este problema es que todos los mo vimientos de las blancas son úni cos. ¡Tienen que seguir exactamen te el recorrido del rey durante todo el tiempo! Soy consciente de que la solución al diagrama 126 es larga y complicada, y que tiene poco que ver con el juego del ajedrez real. Es, sin embargo, un ejemplo inte resante de maniobras sistemáticas en un contexto ligeramente distin to. Por cierto, espero que al incluir este ejemplo y el siguiente bajo la denominación de "frívolos" no ofenda a muchos estudiosos de problemas. Desde mi punto de vis ta como jugador de ajedrez, y espe cialmente en este libro acerca de los finales, son un tanto frívolos. Pero, por supuesto, la elaboración de ambos ha requerido muchas ho ras de un gran esfuerzo intelectual. Mi ejemplo final de casillas con jugadas está tomado de un contexto que puede parecer todavía más ale jado del juego normal del ajedrez.
76
PREPARACIÓN DE FINALES
Ver el diagrama 127. Esto es un automate, es decir, las blancas tratan de forzar a las negras para que se hagan mate a sí mismas. Puede parecer bastante tonto, pero de hecho este proble ma es un soberbio ejemplo de ma niobrabilidad. Os recomiendo que hagáis acúmulo de entusiasmo e in tentéis, por lo menos durante un rato, resolverlo antes de leer la so lución. Recordad, las blancas tratan de forzar a las negras para que se den mate a sí mismas, y las negras se resisten tozudamente.
tar en h8. Con Ad5 contra Ac6, por ejemplo, las blancas juegan l. Th8 ! , Ab7; 2. Ac6 ! , Axc6; mate. Con una casilla en medio: Con siderar Ad5 contra Ab7. Si la torre ahora se desplaza a h8 las negras tendrían l. ... , Ac6! Si se desplaza a d8, e8, f8 o g8, entonces l. . . . , Axd5 sería mate. Por lo tanto, la torre debe j ugar a c8. De modo similar se resuelve: Dos casillas en medio: Utilizan do Ae4 contra Ab7 como ejemplo, la torre tiene que ir a d8. Si ahora l. . . . , Ad5 ; entonces 2. Th8 ! ; o si l. ... , Ac6; entonces 2. Tc8 ! , Ad5; 3. Th8 !
127
Tres casillas en medio:
8
La torre
debe j ugar a e8.
"Auto-mate en 9" G. Broecker, London Chess Fortnightly, 1 892 Para resolver el diagrama 127 debemos considerar dónde debería de estar la torre blanca, ya que el número de casillas entre los alfiles en casillas blancas varía. Sin ninguna casillaen medio: El caso obvio es Ac6 contra Ab7, en donde la torre claramente debe es-
Cuatro casillas enmedio: La to rre debe j ugar a f8. Por lo tanto, la solución es: l. Tf8! ! Una variación es l. . . . , Ac6; 2. Te8, Ad5; 3. Td8, Ae4; 4. Tc8, Af3; 5. Th8 ! , Ae4; 6. Af3, Ad5; 7. Ae4, Ac6; 8. Ad5, Ab7; 9. Ac6, Axc6; mate. O las negras se pue den defender también, y durante el mismo tiempo, con, por ejemplo, l. ... , Ac6; 2. Te8, Ab7; 3. Af3, Ac6; 4. Td8, Ab7; 5. Ae4, Ac6; 6. Tc8, Ab7; 7. Ab5, Ac6; 8. Th8, Ab7; 9. Ac6, Axc6; mate. De acuerdo; el diagrama 127 está muy lejos de lo que es el j uego real del ajedrez, y es, quizás, un tanto misterioso. Pero creo que es muy bello. Con este ejemplo algo esotérico terminamos nuestra ex posición de las casillas conj ugadas, y pasamos al dominio más sólido del "Balance de material" .
SECCIÓN
111
BALANCE DE MATERIAL
Una mota decantará la balanza; sea Pyramus, sea Thisbe, será lo mejor.
El sueño de una noche de verano,
William Shakespeare
Los peones son mucho más pesados que una mota.
INTRODUCCIÓN En esta sección examinaremos algunos problemas asociados al b alance de material. Los primeros dos capítulos tratan de las condi ciones baj o las cuales la ventaj a de un peón extra se puede transfor mar en una victoria. Obviamente, es prácticamente imposible ser aquí exhaustivo. Sin embargo, he examinado con detalle dos temas específicos. El capítulo 5 se refiere a "Un peón extra pasado lateral " , y el capítulo 6 a posiciones en las que todos l o s peones están e n una misma ala del tablero. En el capítulo 7 nos centraremos en " El intercambi o " . ¿Hasta qué punto es mejor una torre que una pieza menor? Es muy difícil gene ralizar cuando los factores referentes a la posición son tan im portantes. Éste es un tema difícil e interesante. Para acabar, en el capítulo 8 se dan algunos ejemplos de finales sin peones. He incluido este capítulo más por su valor como entreteni miento que como parte de un gran esquema teórico. De todas formas, es interesante saber, por ej emplo, que mientras que una torre debe ser capaz de hacer tablas frente a una torre y un caballo, con la adición de un par de alfiles la defensa se torna extremadamente difícil.
78
PREPARACIÓN DE FINALES
5. U n peón extra pasado lateral Un peón extra pasado lateral casi siempre es definitivo en los fi nales de peón y rey. En los finales con piezas menores también suele ser una ventaja suficiente (excepto con alfiles opuestos). Sin embargo, en finales con torre la posición de las torres respectivas es especial mente importante -las torres de ben estar por detrás del peón pasa do-. Y en los finales con dama se pueden presentar problemas, debi do al peligro de un j aque continuo.
dejar paso);
8. Rd4, Rd6; 9. b5, ab; 10. ab, Rc7; 11. ReS, Rb6; 12. Rf6, etc. Las blancas primero centrali
zan su rey y luego convierten su peón extra del flanco de dama en un peón extra pasado lateral. Esto mantiene ocupado al rey negro, y las blancas pueden masacrar el abandonado flanco de rey, obte niendo con ello varios peones de ventaj a . El desarrollo d e esta victoria es extremadamente sencillo. Como veremos más adelante, el diagrama
128
128 también sería una victoria si añadimos un par de piezas meno
S
res (excepto alfiles opuestos); pero en este caso las blancas tendrían que haber trabaj ado un poco más para llevar a cabo su plan. Sin embargo, existen posiciones excepcionales en las que un peón extra pasado lateral no supone la victoria, incluso en los finales de rey y peón.
Averbakh; FP # 771 A verbakh analizó una serie de finales con esta configuración de peones. En los finales de rey y peón el peón extra gana con mucha facilidad. Por ejemplo, l. Rfl, Re7; 2. Re2, Rd6; 3. b4, (o 3. Rd3, ReS; 4. Rc3, etc.) ; 3 , Rd5; 4. Rd3, f5; 5. f4, g6; 6. g3, a6; 7. a4, Rc6 (las negras están en zugzwang y deben .
.•.
Ver el diagrama 129. Si los peones bloqueados estu viesen en la vertical b las blancas ganarían con mucha facilidad, por ejemplo con (b4 contra bS) l. ReS, Rg6; 2. RdS, y 4. RxbS, etc. Pero con peones de torre, como en el diagrama, la posición es tablas: l. ReS (o l. g6+, Rg7; 2. RgS, Rg8; etc) ; l. . . . , Rg6; 2. RdS, RxgS; 3. RxcS, Rf6; 4. RbS, Re7; S. RxaS, Rd8; 6. Rb6, Rc8=.
UN PEÓN EXTRA PASADO LATERAL
79
gras: l. . . . , Re7; 2. ReS, Re6; 3. RbS, RxeS; 4. RxaS, Rd6; S. Rb6. Si en el diagrama 129 los peo nes bloqueados se avanzan una horizontal las blancas ganan: (PaS contra Pa6, el resto como en el dia grama) l. ReS , Rg6; . . . ; S. Rxa6, y 6. Rb7. Pero si los peones a se re trasan, el peón pasado de las blan cas también se tiene que retrasar para que ganen las blancas.
129
130
a) FP # 261 -9 b) a4 contra aS -+ b4 contra bS e) Rf3, Pg3 contra RfS d) RdS, PeS contra Re 7 e) a4 contra aS -+ aS contra a6 Sin embargo, si el peón g blan co no estuviese tan avanzado, ga narían. Por ejemplo, con Rf3, Pg3, Pa4 contra RfS, PaS, las blancas pueden jugar l. Re3, Rg4; 2. Rd4, Rxg3; 3. ReS, Rf4; 4. RbS, ReS; S. RxaS, Rd6; 6. Rb6, y ganan. En este ejemplo, resulta que si el peón blanco no ha cruzado la línea y tiene el rey blanco por de trás, y el rey negro en oposición, las blancas ganan, mientras que si ha cruzado la línea son tablas. Otro ejemplo es RdS, PeS, Pa4 contra Rd7, PaS: l. ReS, Re6; 2. RbS, RxeS; 3. RxaS, Rd6; 4. Rb6, etc. En cualquiera de estas posicio nes no importa quién tenga que mover, ya que tanto el rey blanco como el negro siguen necesitando el mismo número de movimientos para capturar a sus respectivos peo nes (aunque, por supuesto, Rf6 y Pg6 contra Rf8 sería una victoria si las negras juegan). Por ejemplo, utilizando de nuevo la posición RdS y PeS, pero moviendo las ne-
"Zonas de victoria para los peones de tone" El diagrama 130 muestra las zo nas de victoria para los peones blancos de torre en la segunda y tercera horizontales. Por ejemplo, Rf2, Pg2, Pa3 contra Rf4, Pa4 es una victoria · para las blancas tras
l. Re2, Rg3; 2. Rd3, Rxg2; 3. Rc4, Rf3; 4. Rb4, Re4; 5. Rxa4, Rd5; 6. Rb5, etc., pero con Rf3, Pg3, Pa3 contra tablas:
RfS,
Pa4
la posición es
l. Re3, Rg4; 2. Rd4, Rxg3; 3. Rc4, Rf4; 4. Rb4, ReS; 5. Rxa4, Rd6; 6. Rb5, Rc7=. Ver el diagrama 1 3 1 . El tipo d e ventajas en los fina les de caballo y peón es muy simi lar al de los finales de rey y peón, es decir, un peón pasado lateral es
80
PREPARACIÓN DE FINALES
habitualmente una gran ventaj a. Sin embargo, la conversión de esta ventaja de un peón en una victoria es más difícil, ya que los caballos pueden revolotear por la zona dan do lugar a una gran confusión.
En los diagramas 128 y 1 3 1 una vez que el rey negro se logra des viar al flanco de dama, el flanco de rey de las negras se desintegra. És te no es el caso en el diagrama 132, también de Averbakh. Estas tres posiciones aparecen en su Finales
131
de ajedrez: conocimiento esencial,
B
pero aunque no sean nuevos son igualmente de gran utilidad para demostrar nuestro principio: "un peón extra pasado lateral debe ga nar habitualmente en los finales de rey y peón o de una pieza menor (excluyendo a los alfiles opuestos), a menos que exista una buena ra zón que lo impida". 132 B
FC # 1 72
l. RO., Re7; 2. Re2, Rd6; 3. Rd3, ReS; 4. Cc2, CdS; S. g3! (las blancas deben evitar Cf4); S , aS; 6. b3, fS; 7. a3, g6; 8. b4+!, ab; 9. ab+, Rd6 •
•••
(si 9 . . . . , Cxb4; 10. Cxb4, Rxb4; 1 1 . Rd4, y el final de peón es gana do de forma trivial por las blancas)
10. Rd4, Cc7; 11. f4, CbS+; 12. Rc4, Cc7 (no 12. . .. , Rc6; 1 3 . Cd4+ ); 13. Ce3! (esto es mucho más sim ple que 1 3 . bS, RdS; después de deberían ganar, muy bien para
CxbS ! ; 14. CxbS, lo cual las blancas pero deben jugar lograrlo) ; 13. , •••
Rc6; 14. Rd4, Rd6; lS. Cc4+, Rc6
(o 1S. . .. , Re6; 16. CeS, Rd6; 17. Ct7+, Re7; 1 8. CgS, h6; 19. Cf3, amenazando Ch4-; 19 . . . . , Rf6; 20. ReS, y el peón b coronará, o por lo menos tomará el caballo); 16. ReS, RbS; 17. Ce3, Ca6 ( 1 7 . . . . , Rxb4; 18. CdS+ ! ) ; 18. CdS, Rc4; 19. Cf6, hS; 20. CdS, Cb8; 21. Ce7, y el flanco de rey de las negras se desmorona.
FA # 243; cfr. FAB # 183 Si las blancas mueven, pueden ocupar una excelente posición con su rey: l. Rfi, Rf8; 2. Re2, ReS; 3. Rd3, Rd7; 4. Rc4! Si hubiesen movido las negras en el diagrama 132, podrían haber evitado esto con l. . . . , Rf8; y 4 . . . . , RdS. La posi ción sería igual una victoria para las blancas (presumiblemente), pe ro la ventaja posicional del rey ha ría más difícil la victoria, ya que, con los alfiles actuando, las blancas
UN PEÓN EXTRA PASADO LATERAL
no pueden situar a las negras en zugzwang simplemente haciéndo las moverse: un movimiento del al fil podría no debilitar su posición
81
133 B
en absoluto. 4 , Rc6; 5. Ac3, g6; 6. b4, Ab6; 7. f3, Ac7; 8. a4, Ab6; 9. Ad4 (antes de presionar al peón .
•••
b las blancas sitúan dos de sus pie zas en casillas favorables); 9 , Ac7; 10. b5+, ab+; 11. ab+, Rb7 ( 1 1 . ... , Rd6 es peor: 12. Ac5+, Rd7; 13. b6, • •••
Af4; 14. Rd5 , seguido de 15. Ad4 y 16. Ae5) ; 12. Rd5 (el rey blanco avanza hacia el flanco de rey, pero las blancas todavía deben trabajar un poco más para poder introdu cirse) ; 12 , Ab8 (no 12 . ... , Af4; •
•••
13. Ae5, y 14. Rd6, etc.; pero si aho ra 13. Ae5, entonces 13. . .. , Aa7; 14. Rd6, Ab8+ ! ; y el rey debe reti rarse); 13. Af2! (esto es una prepa ración para limitar al alfil enemigo; presumiblemente 13. b6 también se ría un buen movimiento, pero éste es claramente el mejor) 13 , Ac7; 14. g3, h5; 15. h4 (no 15. f4?, h4! ); •
•••
15 ., Ab8; 16. b6! (zugzwang) (las negras deben o debilitar su flanco de rey o permitir Rc6, de modo que •
••
pierden inmediatamente). Los alfiles son en general mejo res que los caballos en posiciones en las que hay peones a ambos la dos del tablero. En el diagrama 133, a pesar de empezar con una posi ción del rey ligeramente mejor, las negras pierden de forma muy sim ple. Por ejemplo: l , Rb5; 2. b3 (2. Rd3, f5 no es de utilidad para las blancas); 2 , Cc7; 3. a4+, Rc6; .
•
••.
•••
4. Rc4, Cd5; 5. b4, Cc7; 6. Af4, Ae6; 7. b5+, ab+; 8. ab+, Rd7; 9. Rd5, Cd8; y las blancas pueden ganar alcanzando, p.e., Rb5, Ac7, Pb6 contra Rd7, Cb7 si las negras mue-
a) Diagrama; b) Blancas Ce3, negras Ae6 ven. Después de l. ... , Rc8; 2. Rc6, Ca5+; 3. Rd6, las blancas utilizarán su rey, tomando el flanco de rey en unos pocos movimientos, ¡ sea cual sea la situación en esta zona! Pero si cambiamos el alfil blan co por un caballo, y el caballo ne gro por un alfil, entonces las blan cas deben proceder con cierto cui dado, ya que es difícil movilizar los peones del flanco de la dama, p.e. l. b4+?, Rb5; 2. Cd1 , Ra4 ! ; 3. Rb2, Rb5 ! Sin embargo, las blancas de ben ganar con l. a4, Ad7; 2. b3. N o importa que las blancas pongan temporalmente sus peones en casi llas blancas, ya que pueden cam biarlos fácilmente. Las negras de ben evitar a5, ya que entonces Cc4 sería una posición muy peligrosa; pero muy bien pueden considerar avanzar sus peones del flanco de rey en lugar de jugar pasivamente. 2 , Ac6!? (o 2 . . . . , Ac8; 3. b4+, Rd6; 4. Rd4, Ad7; 5. Cc4, Rc7; 6. a5 y, controlando Rc6, el blanco gana; sin embargo el negro puede probar 2 . . . . , h5) 3. f4, Ae8; 4. b4+, Rd6; .
•••
5. a5, Ab5; 6. Rd4, Ae2; 7. Cc4+,
PREPARACIÓN DE FINALES
82
Rc6 (si 7 . . . . , Re6; entonces 8. ReS, RfS; 9. bS, ab; 10. Cd6+, Rg4; 1 1 . a6, y las blancas ganan con algunos movimientos dilatorios) 8. CeS+, Rb5; 9. Cc3, f5; 10. Cd7, Ac4 (o 10 . . . . , Rc6; 1 1 . Cf8, RdS; 12. Cxh7, Re4; 1 3 . Cf8, etc); 1 1. Cf6, h6; 12. Cd7, y las blancas ganan con fa cilidad después de 12. , ArT; 13. CeS, Ae8; 14. h4, Ra4 (14. . . . , hS; 1S. Rb3, zugzwang); 1S. Rc4, o 12 , g5; 1 3 . CeS (amenazando Cxa6); 13 . . . . , AdS; 14. Cb3, Ae4; 1S. Cd4+, Ra4: tras el que una lí nea de juego sencilla es 16. Rc4, gf; 17. gf, Ab1 ; 18. ReS, Ae4; 19. h4, hS (o 19 . . . . , Ad3; 20. bS ! ) ; 20. Ce6, Af3; 2 1 . Cc7, Ae2; 22. bS ! , etc. Quizá la defensa negra se pue da mejorar un poco en este ejem plo, pero claramente el plan de las blancas para forzar al rey negro a retroceder, y después obligarlo a elegir cuál de los dos flancos del tablero abandonar, debe suponerle la victoria. Sin embargo, las blan cas aquí tienen que amoldarse más al j uego de las negras que en los otros ejemplos que hemos exami nado anteriormente. •••
•
•••
En el diagrama 134 hay alfiles de colores opuestos. Con esta com binación de piezas menores el de fensor (como es bien sabido) a me nudo tiene excelentes oportunida des para hacer tablas, incluso con una desventaja de uno o más peo nes. Esto es debido a que los alfiles muchas veces pueden defender un flanco completo de los ataques del rey y el alfil opuesto sin la ayuda de su propio rey. Además, el rey y el alfil pueden a veces bloquear a dos peones pasados, o en ocasiones incluso a más. Así, el diagrama 1 34 muestra prácticamente unas tablas seguras. Las negras pueden inten tar obtener una posición semejante a la del diagrama 13S.
135
8
134
8 El alfil negro defiende el flanco de rey Las blancas ganarán con facili dad si pueden consolidar un peón pasado en el flanco de rey, pero es to es imposible. Por ejemplo, l. h4,
Ac4; 2. f3, Afi
Averbakh; FA # 322
(las negras también
podrían jugar el pasivo 2 . . . . , Ab3; 3. RgS, AdS ! =; pero no 3 . . . . , Ae6??; 4. g4 ! , y ganan); 3. g4 (o 3. g3, Ae2;
4. Rxf7, Axf3; S. Rxg6=);
3
•
•••
,
UN PEÓN EXTRA PASADO LATERAL
Ae2!; 4. gh, gh; 5. f4, Ac4; 6. Rg5, Ae2=; o l. f4, Ad5; 2. g3, Ac4 (¿por qué no?); 3. f5, Ade3 ! = . Las negras tienen una posibilidad asegurada de tablas incluso tras el bastante estúpido 3 , gf?!; 4. Rxf5, ya que pueden jugar 4 . . . . , Ae6+ ! ; 5. Rg5, Ag4; tras el que las blancas pueden situarse en h3 sólo al precio de en terrar su rey en h4. Sin embargo, si las negras omiten 4 . . . . , Ae6+ ! pare cen estar perdidas, p.e. 4 , Rc6?; 5. Rg5, Ae2; y nos situamos en el diagrama 136. Esta posición es muy interesan te. Las blancas pueden conseguir un peón pasado con g4 seguido de h4, y con un juego apropiado pue den entonces forzar la victoria. •
•••
•
•••
136
83
1 1 . . . . , f5; 12. h6, f4; 13. Rg5 ! , f3; 14. h7, las blancas pro bablemente deberían ganar, pero el texto es mucho más sensato); 10 , Ab5 (o 10 . . . . , g2; 1 1 . Rg5 ! , y las blancas ganan fácilmente con h6, Rf6, Rg7, h7 etc., ya que con el peón g en la séptima horizontal las negras no pueden desviar al alfil blanco de la diagonal g1 -g6);
-11 Rh4!-;
•
•••
11. Rxg3, f6; 12. Rf4, Ag6; 13. h5, Ah7; 14. h6. A primera vista me parece que las negras tienen aquí un bloqueo inquebrantable. Pero, por supuesto; las blancas ganan con mucha facilidad moviendo su rey a a5. Esto no lo rompe inme diatamente vía a6, pero protege el peón b y así amenaza Axf6. Des pués de que el peón f se mueve o es tomado, el rey blanco puede entrar vía e5 o g5. ¿Qué pasa con las posiciones en las que las blancas tienen un peón extra en el flanco de dama y hay piezas mayores en juego? En este caso, la actividad de las piezas es de vital importancia.
137
8
Después de 5. ... , Ae2 +16. h3 ! (no 6. Rf6, Ac4; 7. h3 ?, Afl ! ; 8. g4, h4 ! ; 9. Rxt7, Axh3; 10. g5, Afl ; y las negras hacen tablas, ya que fuerzan el intercambio de su peón h por el peón b );
6
•
•••
,
Rb7
(o 6 . . . . , Afl ; 7. g4, hg; 8. h4);
7. Ad4, Rc6; 8. g4, hg; 9. h4, g3; 10. Rf4! (si 1 0. h5 , f6+ -10 . . . . , Ad1; 1 1 . h6, Ac2; 12. Rf4 ! , etc.-; 1 1 . Rg6
a) FT # 238; b) Intercambio de to"es e) TbB, Pb5 contra Tb2
84
PREPARACIÓN DE FINALES
a) En el diagrama 137 la torre blanca es extraordinariamente pa siva. La partida debería ser tablas, ya que si las blancas avanzan el peón a hasta la séptima horizontal no pueden progresar más -Rb6 siempre se puede conseguir ha ciendo un j aque por detrás; y si si gue en a6, mientras el rey blanco va a apoyarlo la torre negra puede zamparse la mayor parte del flanco de rey-. Por ejemplo, l. a6, h5;
2. Rf3, Rf6; 3. Re4, Re6 (o 3. . .. , 4. Rd4, Rf5; 5. ReS, Rg4; 6. Rb6, Tb2+; 7. Ra7, Txf2; 8. TeS, Rxg3; 9. Tc4, Tb2; y las negras es
Txf2) ;
tán bien situadas. b) Pero si las torres estuviesen intercambiadas, es decir, la torre negra en a8 y la blanca en a2, la posición sería una victoria para las blancas (ver el diagrama 8S) . El hermoso final de Andersson-Chris tiansen, en el diagrama 138, ilustra el modo de ganar en una posición mucho más favorable para la de fensa. e) Si las piezas en la vertical a se desplazasen a la b, las blancas ten drían alguna oportunidad de victo ria. Tienen cierta ventaj a al tener el peón un poco más cerca de su rey. Por ejemplo, l. b6, Rf6; 2. Rf3,
Re6; 3. Re3, Rd6?! (quizá hS ! ?) ; 4. Tb7!, Re6; 5. f4!,
3 . ... , y las blancas tienen realmente una oportunidad, ya que si 5. ..., Tb3+; entonces 6. Rd4, Txg3; 7. Rc4!, Tgl (7 . . . . , Tg4? ! ; 8. Txt7 ! ? , Rxt7; 9. b7, Txf4+; 10. ReS, y quizás las negras pueden construir una fortaleza después de 10 . . . . , Txh4, aunque no lo creo factible); 8. Ta7!, y las ne gras están en cierta medida en peli gro, ya que el peón blanco se está
138 B
Andersson-Christiansen Hastings, 19 78- 19 79 haciendo peligroso, y las negras tan sólo han tomado hasta el mo mento un peón del flanco de rey. En el diagrama 138 la torre blanca está bien situada, defen diendo el peón desde el costado, y su rey es bastante activo. Anders son ganó rápidamente: l. bS, hS; 2. Re3 ! , Tb2; 3. Rd4, Txg2; 4. b6, Tb2; S. ReS, Tc2+; 6. RbS, Txh2; 7. Td4, Te3; 8. b7, Te8 ! ; 9. Tc4, Rg7; 10. Tc8, Te1 ; 1 1 . b8=D, Th1 + ; 12. Rc4. Las negras han consegui do evitar que las blancas crearan a una nueva dama permanente, pero de hecho se rindieron aquí. Con el rey pasivo y los peones negros prácticamente intactos, la posición está completamente perdida. Para completar el ciclo damos ahora dos finales con damas. En el diagrama 139 a) si las blancas mueven ganan enseguida con l. Db7 ! , seguido de la corona ción del peón, por ejemplo l. .. , h5; 2. a6, h4; 3. a7, y la posibilidad de las negras de contraatacar es mínima -3 . . . . , Dg4; 4. h3 ! , gana .
UN PEÓN EXTRA PASAD O LATERAL
85
Con el peón f en f3, sin embar go, la posición son unas tablas in mediatas si mueven las negras: l. ..., Dd2+; y 2 . . . . , Dxa5. Si mue ven las blancas l. Da2!, Da7; 2. a6 ! puede ganar, pero es muy difícil. Lo que es cierto es que si los peo nes blancos estuviesen bloqueados en la quinta horizontal, sus posibi lidades de victoria serían mínimas:
139 B
140 B
a) Diagrama b) f2 ..... f3 (pero no 4. a8=D? ?, h3+; S . R cual quier movimiento, Dd1; mate)-. Si las negras mueven, la posición es todavía
más
difícil,
aunque
las
blancas todavía deberían ganar. Si
l. .. , DeS; las blancas deben j ugar .
2. Db2+ ! , Rg8; 3. Da1, para evitar f3. Después de 3 . ... , Dc6+; 4. Rg1 ! , Da6; S . DeS, hS; 6. h4, Rh7; 7 . DdS, Rg7; 8. Dd4+, Rh7; 9. Db6, De2; 10. a6, el rey blanco está perfecta mente a salvo y el peón a debe coronar enseguida: 10 . . . . , De4+; 1 1 . Rh2, DfS; 12. a7, Df3. Si las
Alekhine contra Reshevsky; Avro, 1938; FD # 218;
l. Da2, Rg8; 2. a4, Dc6; 3. aS, Da6!; y parece que en esta posición las blancas no pueden avanzar. Si 4. DdS, entonces 4. ..., Rg7; S .
negras mueven estarían en zugz
Dd4+, Rg8; 6. Db6, De2+. Las
wang, pero incluso si las blancas
blancas decidieron intentar mejo
mueven la posición no es difícil. Pueden j ugar Db2-a2, forzando
rar su configuración de peones: 4. g4, g5; 5. Rf2, Dd6; 6. Rfl, Da6+; 7. Rg2, Rg7; 8. Db2+, Rg8; 9. Db8+, Rg7; 10. DeS+, Rg8; 11. Rf.Z, Da7+; 12. Re2, Da6+; 13. Rd2, Dc4 (las
Da8 y entonces Rg1 y Da6-b6 con tra prácticamente todos los movi mientos. Con el rey blanco en g1 las negras no pueden prosperar ha ciendo j aques, y el peón a se podrá transformar con la nueva dama cubriendo g2.
negras deben bloquear el camino del rey blanco); 14. Df5, Dd4+; 15.
Re2, Db2+; 16. Rd3, Db3+; 17. Re2, Db2+ 112 V2. -
86
PREPARACIÓN DE FINALES
6. Un peón extra con todos los peones en un flanco Habitualmente en el final es una ventaja que el peón extra esté "distante", de modo que este capí tulo contiene muchas más tablas que el anterior. Voy a realizar el mismo tipo de ciclo que en el últi mo capítulo, empezando de nuevo con los finales de peón. 141
FP # 585; Maizelis, 1954 Un peón extra generalmente será suficiente para ganar en un final de rey y peón, incluso aunque todos los peones estén en el mismo lado del tablero. Sin embargo, exis ten algunas excepciones. En lugar de embarullamos con este tema tan complejo -que ya se trata con detalle en los Finales de peón- me limitaré a tres ejemplos (bastante difíciles). A partir del diagrama 141, si las negras mueven perderán con cierta rapidez después de:
a)
l. ..., g6; 2.
Re4! (no 2. h4? ?,
g5+= ); 2 . ... , Re6 (o 2 . ... , Rg5; 3. Rf3 , Rh4; 4. Rf4, gana); 3. h4 ! , Rf6; 4. Rd5, etc. b) l. ..., Rg6; 2. h4, Rf6; 3. h5, Rt7 (3 . ... , g6; 4. g5+ ! ) ; 4. Rf5, Rg8; 5. Rg6, Rh8; 6. h6, Rg8; 7. g5, etc. Si las blancas mueven, la victo ria es algo más difícil, pero utili zando movimientos dilatorios cui dadosamente pueden ser capaces de situar a su rey en g6, tras lo cual los peones se pueden avanzar. l. Rf3! (no l. g5+?, Re6; 2. Re4, g6= ); l. ..., Rg5 (si l. . . . , Re5 ; 2. h4 ! , Rf6; 3 . Re4, Re6; 4 . h5, Rf6; 5 . Rf4, etc. ; o l. . . . , Rg6; 2. h4, Rf6; 3. Re4! ) ; 2. Rg3, Rg6 (si 2 . ... , Rf6; o 2 . . . . , Rh6; entonces 3. Rf4 ! , o 2 . . . . , g6; 3. h3, Rf6; 4. Rh4 ! , y ganan); 3. Rh4, Rh6; 4. g5+, Rg6; 5. Rg4, Rt7; 6. Rf5, Rg8; 7. Rg6, Rh8; y ahora las blancas pueden ganar con 8. h3, Rg8; 9. h4, Rh8; 10. h5, Rg8; 1 1 . h6, o con 8. h4, Rg8; 9. h5 , Rh8; 10. Rt7 (no 10. h6??, Rg8=); 10. ... , Rh7; 1 1 . g6+ (o 1 1 . h6) ; 1 1 . ... , Rh8; 12. h6. Ver el diagrama 142. É sta es una posición muy inte resante de Maizelis. ¡ Aparente mente es un zugzwang mutuo ! Si las blancas mueven: a) l. f5+, gf+; 2. gf+, Rf6; 3. Rf4, Rt7; 4. Re5 , Re7; 5. f6+, Rt7; 6. Rf5, Rf8 ! (pero no 6 . . . . , Re8? ; 7. Re6, Rf8; 8. h5, Re8; 9. t7+, Rf8;
UN PEÓN EXTRA CON TODOS LOS PEONES EN UN FLANCO
87
El diagrama 143 apenas puede ser tomado como un ejemplo típico de transformar en victoria un peón extra -habitualmente es bastante fácil-, pero en cualquier caso es una pieza de análisis interesante.
142
143 N
cfr. FP # 218-222 10. Rf6, h6; 1 1 . Rg6); 7. Re6, Re8; 8. hS, Rf8 ! (no 8 . . . . , h6?; 9. ReS ! , Re8; 10. Rf4, Rf8; 1 1 . Re4, Re8; 12. ReS, y la triangulación gana); 9. n, h6=. b) l. gS, Rd6; 2. fS, gf+; 3. RxfS, Re7; es tan sólo tablas, como en esta variación 2. hS, Re6 ! e) l. hS, gh; 2. gS, h4; 3. fS+, Rd6; 4. Rf4, h3; S. Rg3, ReS; 6. f6, Re6; 7. Rxh3, h6! = d ) l . Rd4, Rd6; 2 . Rc4, Rc6; 2. Rc3, Rc7 ! ; mantiene la oposición, pero no 3 . . . . , ReS?; 4. Rd3, RdS; S. Re3, y gana, ya que eS es inacce sible al rey negro. Pero si las negras mueven las blancas apenas pueden ganar: l. ...,
Rd6; 2. Rd4!, Re6; 3. ReS, Re7 (3 . . . . , hS; 4. gh ! , gh; S. Rd4, y ga nan); 4. RdS, Rf6; S. Rd6, Rt7;
6. ReS, Re7; 7. gS!, Rt7; 8. Rd6, Rf8; 9. Re6, ReS; 10. Rf6, Rf8; 11. hS! (en contraste con el caso e) anterior, el rey negro está aquí en una situación más pasiva, y las blancas ganan con un movimiento dilatorio); 11 , gh; 12. ReS, h4; 13. Re4, Re7 (o 13 . . . . , Rf7; 14. fS ! ) ; 14. Rf3!, Re6; lS. Rg4, y ganan. •
•••
Tarjan-Larsen, Riga IZ, 1979 En esta posición Larsen forzó el intercambio de torres con l. ..., Desgraciadamente, el final de peón es tablas: 2. Txh4, gh; 3. Rf4,
Th4.
(las blancas también pueden j ugar 4. ReS, RgS; S. h3,
fS; 4. Re3
Rg6; 6. Rd4 ! , Rf6; 7. RdS, tras lo que el rey negro no tiene posibili dad de actuar, por ejemplo 7 . . . . , RgS; 8. ReS, Rg6; 9. Rd4 ! , Rf7; 10. ReS ! =) ; 4 , Rt7; S. Rf3, Re6; •
•••
Esta posi ción siguen siendo tablas. Las ne gras pueden avanzar a su rey sólo al precio de mover el peón f a f3. Las blancas deben entonces retirar
6. Rf4, Rf6; 7. Re3, ReS.
a su rey. Si el peón h está en h4, deben j ugar Rel ! , pero si está en h3 no importa. 8. Rf3, f4; 9. Re2,
Re4; 10. Rf2, f3; 11. Rel!, Re3; 12. Rfi!, f2; 13. h3, Rf3; ahogado. Volviendo al diagrama 143, las negras habrían mantenido unas ex-
88
PREPARACIÓN DE FINALES
celentes perspectivas de victoria si hubiesen evitado l. ... , Th4?; pero sospecho que la posición es, teóri camente, tablas, p.e. l. ..., Rf5; 2. Tg3 (no 2. Th8?, Rg4; en donde Tf3-h3 creará problemas más tar de, y si 3. h4 ! ?, entonces 3 . ... , Rg3 ! parece una victoria; 4. hg, fg; 5. Th1 , Tf2 ! ; y presumiblemente 4 . h 5 , Th4
co cruzar la vertical f); 7. ..., Ta5; (o 9. Rg3; pero no 9. Rgl?, f5; 10. Tc4, f4; 1 1 . Tb4, Rh4; 12. Tb3, Te2; seguido de 13 . . . . , Te3) ; 9. ..., f5; 10. Tc4, Ta3+;
8. Rf2, Ta2+; 9. Rf3
11. Rg2, f4; 12. TeS! Esta posición es más o menos idéntica a una po sición ya publicada:
también es lo suficientemente bue no) ; 2. ..., Th4; 3. h3! Si 3. Tf3+, las negras pueden escoger entre 3 . ... , Rg4! y 3 . ... , Re5 ! ; 4. Tf2 (o 4. h3) ; 4 . . . . , Te4+; tras l o que e l rey blanco es obligado a ir a la vertical d.
144 B
4. Tg2 no tiene muy buen aspecto a la vista de 4. . . . , Te4+; 5. Rf3, Tf4+; 6. Re2, Rg6; en donde el rey alcan za h4, o de 4 . ... , Th3+; 5. Re2 ! , Rf4; y las blancas deben evitar la tenta ción de 6. Tf2+, Rg4; 7. Txf6? (7. Tg2+ ! ) , que pierde después de 7 . . . . , Txh2+; 8. Rfl , Rg3; 9. Rgl, Tg2+ ! ; 10. Rfl (o 10. Rh1 Tf2 ! ) ; 10 . ... , Ta2. Sin embargo, ninguna de las dos líneas de juego es una derrota clara. Volviendo a la línea de juego principal, 3 , Tf4; 4. Re2, • •••
(no existe otro camino para realizar algún progreso); 5. Tg4!!,
Rg6
Tf5. El final de peón después de 5 . . . . , Txg4; 6. hg, son tablas. 6 . ... , Rf7 (6 . . . . , f5; 7. gf+, Rxf5; 8. Rf3=); 7. Rf3 (o 7. Rd3) ; 7 . ... , Re7; 8. Re3 ! (en cuanto el rey alcanza la vertical e las blancas deben tomar la oposi ción); 8 . ... , Re6; 9. Re4=. Si ahora 5 . . . . , Rf5; entonces las blancas pue den repetir con 6. Tg3. La línea principal sigue 6. Ta4, Rh5; 7. Tb4 (con la torre blanca ejerciendo un control firme de la cuarta horizon tal la posición son tablas -para in tentar realizar algún progreso las negras deben permitir al rey blan-
Keres-Smyslov 1 7 Campeonato de la URSS, 1949 FT # 163 La situación original del diagra ma 144, en la partida Keres-Smys lov del 17 Campeonato de la URSS, tenía los colores al revés (es decir, Smyslov tenía el peón extra). Smyslov hizo algunos intentos, pe ro al final se acordaron tablas des pués de l. Tc7+, Rf6! (no l. . . , Rg8??; 2. Rh5, Tb6; 3. Te7 ! ) ; 2. Tc6+ (o 2. Th7, Th1+; 3. Rg3, Tg1 +; 4. Rf3, Th1 != ); 2. ..., Rg7; .
3. Tg6+, Rh7; 4. Te6, Rg7; 5. Rg3, Tfl; 6. Te7+, Rf6; 7. Th7, Thl; 8. Rg2, Th4 (!); 9. Rf3, 1111; 10. 1118, Rg7; 11. Td8, Tfl +; 12. Rg2, Tf4; 13. Td7+, Rf6; 14. Td6+, Rg7; 15. Rg3, 112 - 112. Puesto que ya hemos tratado los finales de torre con el diagrama
UN PEÓN EXTRA CON TODOS LOS PEONES EN UN FLANCO
89
143, voy a invertir el orden del ca pítulo previo y continúo con ellos. Un peón extra en un final de to rre con peones un sólo un flanco del tablero no suele ser una ventaja su ficiente para ganar. Sin embargo, conseguir las tablas puede exigir una lucha encarnizada, como hemos visto en los diagramas 143 y 144.
146 N
145 B
Petrosian-Keres, Moscú, 1951 En la posición del diagrama el defensor se las apaña para llegar a h5, lo que, como veremos en el próximo ejemplo, facilitará consi derablemente la defensa. Keres ju , h5!; 2. Tc2, gó correctamente l •
•••
Rg7; 3. Rg2, Tb5; 4. Rf3, Rf6; 5. h4 Levenfish-Cohn, Carlsbad, 191 1 FT # 21 7 En el diagrama 145 las negras tan sólo han conseguido "3 contra 2". Esto no es en general suficiente para ganar, a menos que tengan al guna otra ventaj a. Las blancas se podían haber defendido pasiva mente, pero de hecho fueron capa ces de forzar unas tablas tácticas: l. Td4, g5; 2. Tg4, f6; 3. g3 ! , hg; 4. h4, Tc3; 5. hg, f5; 6. Tf4=. El final de torre de "4 contra 3 en el mismo flanco" es de una im portancia teórica y práctica consi derable. Este final ha surgido en distintas ocasiones (quizá docenas de ellas) en partidas importantes de torneos. Es posible hacer tablas con una buena defensa, pero las ne gras deben tener mucho cuidado.
(5. h3, y 6. g4, tan sólo simplificarí , Tf5+; 6. Rg2, an la posición); 5 •
•••
Ta5; 7. Rh3, Ta4; 8. Td2, ReS; 9. Tb2, Rf6; 10. TbS, Tal; 11. Rg2, Ta4; 12. Rf3, Ta3; 13. Rf4, Ta2; 14. f3, Te2; 15. e4 (las blancas final mente deciden movilizar a sus peo nes, pero esto no le supone mayo , res problemas a las negras); 15 •
•••
Tel; 16. Tb6+, Rg7; 17. Ta6, Tbl; 18. Tc6, Tgl; 19. Tc2, Rf6; 20. Ta2, Rg7; 21. Te2, Rf6; 22. Te3, Rg7; 23. eS, Rf8; 24. g4, hg; 25. fg, Rg7; 26. RgS, Tfi; 27. Te4, Tf3; 28. hS ( ¡28. e6 no era demasiado reco , gh; 29. gh, f6+; mendable ! ) ; 28 •
•••
30. Rg4, Tfi; 31. h6+, Rg6!; 112 -
112, ya que Keres había evitado el último intento: 3 1 . . .. , Rxh6??; 32. e6, f5+; 33. Rh3, fe; 34. e7. Claramente, una vez situadas en h5 las negras no tienen mucho que temer, siempre que se manten-
90
PREPARACIÓN DE FINALES
gan alerta. Sin embargo, si las blan cas pueden evitar que lo consigan la posición se puede volver muy crítica. Ver el diagrama 147. l. g5!? Justo antes de cumplirse el tiempo Gligorié enfrentó a Eu we a una difícil elección. Sin em bargo, desde un punto de vista téc nico habría sido mejor preparar es ta posición con, p.e., Rg3, f3, e4 y
, gh?! (las negras deberían Rf4. l jugar l. . . . , h6! ); 2. Ta6!, Th3? Este movimiento, el 39 de Euwe, es otro error. Las negras pueden jugar 2 . ... , Te7 ! ; tras lo que si 3. Rg3, Te6 ! ; y 4 . . . . , h6; ó 3. Th6, Te5; 4. Txh5, Rg6; 5. Th6+, Rg7 ! = . • •••
8. Rg4, Tgl+; 9. Rf5, Thl; 10. Rg4, Tgl+; 11. Rf5, Thl; 12. f4!, h3 (si 12 . 13. 13. 15.
. .. , Th2; o 12 . . . . , Rg8; entonces Rg4; y si 12 . ... , Rg8, entonces Rg4 ! , o 13. Rf6, h3; 14. f5, h2; Th4); 13. Rg4, Tgl+; 14. Rf3!,
Tfi+; 15. Rg3, Tgl+; 16. Rf2, Thl; 17. Tf6!, Tal; 18. Rg3, Thl; 19. Rg4!, Rg8 (si 19. . .. , Th2; 20. Th6, y el peón h sale); 20. Th6. Ver el diagrama 148. Mediante unas muy acertadas maniobras las blancas han forzado al rey negro a retirarse a g8. Euwe , b2. Durante algún j ugó aquí 20 tiempo se creyó que esto había si do el error decisivo. Sin embargo, después de 20 . . . . , Tg1 +; 21. Rxh3, Th1 +; 22. Rg4, Txh6; 23. gh, f6 ! •
•••
147 148
B
N
G/igorié-Euwe; Zurich C, 1953; FT # 228 Siguiendo con la línea principal, (no 5. Txh5? , Rg6; 6. Th6+, Rxg5; 7.
3. Th6, Ta3; 4. Rg3, Tal; 5. e4
Txh7, y la posición son unas tablas , Tgl+; 6. Rf4, teóricas fáciles); 5 Thl; 7. eS, h4? Tras este nuevo error las posición parece estar per dida. Las negras debieron seguir mostrándose pasivas con 7 . ... , Rg8; manteniendo el control de g4. •
•••
Gligorié-Euwe, después de 20. Th6 Maizelis encontró una forma de obtener la victoria en el siguiente final de peón, que aparentemente tendría que ser tablas: 24. ef, Rt7; 25. Rf5, Rf8 (o 25 . . . . , ReS; 26. Re6, RfS; 27. Rd7, Rt7; 2S. RdS, RfS; 29. t7 ! ) ; 26. Re6, ReS; 27. f7+, RfS; 2S. Rd6, Rxt7; 29. Rd7 ! (una posi ción de zugzwang mutuo, es decir, si las blancas jugasen serían ta-
UN PEÓN EXTRA CON TODOS LOS PEONES EN UN FLANCO
91
bias); 29 . . . . , Rf6 (o 29 . . . . , Rf8; 30. Re6, Re8; 31. Rf6, Rf8; 32. f5, etc.); 30. Re8, Re6; 3 1 . Rf8, Rf6; 32. Rg8, Rg6; 33. f5+, Rxf5; 36. Rxh7, y ganan (cfr. Finales de peón # 287). Además, como señaló Frids tein, después de 20. . .. , Tgl + las blancas también pueden j ugar: 2 1 . Rf3, Tfl +; 22. Rg3, Tgl +; 23. Rt2, Thl ; 24. Th4! , que también de bería ser una victoria. La partida continuó 21. Rg3, Tg1+; 22. Rxh2,
34. Rf6, o si 30 . . . . , Tal ; entonces 31. Td7, Ta6 (31 . ... , Rg8; 32. Rf6, Ta6+; 33. Td6 ! ; 31. ... , Tel ; 32. Te7 ! ; 3 1 . . . . , Ta5; 32. Rg4, Rf8; 33. Td8+,
Tg4; 23. Tf6, Rg7; 24. Rh3, Tg1; 25. Rh4, Th1+ (las negras no pue
34. f5!, Tg2 (o 34 . . . . , Ta7; 35. Re4,
den mantener al rey blanco fuera de la vertical h, ya que las blancas pue den jugar Rh5 y Ta6-a7, amenazan do e6, y si Rg8 entonces f5 sería una victoria); 26. Rg4, Tg1+; 27. Rf5. Ver el diagrama 149. Esta posición es teóricamente una victoria. Primero, echemos un vistazo a la continuación de la par tida: 149 N
Rg7; 34. f5 ! ) ; 32. Rg4, h6; 33. f5 ! , Rg8; 34. Td8+, Rh7; 35 . g6+, fg; 36. f6 ! Euwe movió 30. ..., Tf2; (las blancas han reducido la distancia de j aque de la torre negra y ahora ganan); 31. ..., Tf3 (o
31. Td1!
3 1 . ... , Ta2; 32. Td7, Ta6; 33. Rg4, etc.);
32. Re4, Tf2; 33. Re3, Ta2;
seguido de Td8; etc.); 35. Td7, Txg5 (o 35. . .. , Rf8; 36. f6, Re8; 37. Te7+, Rf8; 38. Ta7, Re8; 39. Ta8+, Rd7; 40. Tf8, Re6; 41. Te8+, Rf5; 42. e6 ! ) ; 36. Rf4, Tg1; 37. e6,
Tfl+; 38. ReS, Te1+; 39. Rd6, h5; 40. Txt7+, Rg8; 41. Re7, y Euwe renunció, ya que si 4 1 . . . . , h4; 42. Rf6, h3; 43 . Tg7+, Rh8; 44. Tg3, etc. Veamos ahora brevemente la defensa alternativa de las negras del diagrama 149: 27. . .. , Tal ; 28. Tc6, Ta4; 29. Tc7, Rf8; 30. Rg4, Tal (si 30 . . . . , Ta5 ; entonces 3 1 . Rf3, Ta3+; 32. Re4, Ta4+; 33. Re3, Ta3+; 34. Rd4, Ta4+; 35. Tc4, Tal ; 36. f5, Tgl ; 37. Rd5, Txg5; 38. f6, Re8; 39. Rd6, Rd8; 40. Ta4, gana); 31. f5 ! ,
Gligorié-Euwe, después de 27 Rf5 FT # 222
27. . .. , Tfl; 28. Tc6, Rf8; 29. Tc8+, Rg7; 30. Td8!, ¡y las ne gras están en zugzwang! Si 30 . . . . , h6, entonces 31. gh+, Rxh6; 32. Tg8, y las blancas ganan con 33. Tg4, y
Tgl +; 32. Rf4, Tfl + ; y las blancas ganan moviendo primero su rey a c8 -33. Re4, Tel +; 34. Rd5, Tdl +; 35 . Rc6, Tcl +; 36. Rd7, Tdl +; 37. Rc8- y forzando entonces el intercambio de torres y un final de peón que les suponga la victoria: 37 . . . . , Td5; 38. f6 ! , Txe5; 39. Rd7 ! , Td5+; 40. Rc6, Td8; 41 . Td7, Ta8; 42. Tb7, Te8; 43. Rc7, etc. Pasamos ahora de los finales de torre a los de piezas menores.
92
PREPARACIÓN DE FINALES
En los finales en los que todos los peones están en el mismo lado del tablero los caballos son en ge neral mejores que los alfiles. Su ha bilidad para moverse a saltos por el tablero es aquí de mayor utilidad que la capacidad del alfil para des plazarse a grandes distancias con rapidez.
151 N
150 N
Kurajica-Timman; Bugojno, 1980 fuerte tiene unas excelentes pers pectivas. En Finales de ajedrez bá sicos, Fine intenta demostrar que en un "final general" de un caballo y cuatro peones contra un caballo y tres peones en el mismo flanco, el oponente más fuerte tiene la victo ria asegurada (cfr. FAB # 1 30, FC #
Stahlber-Fine; Kemeri, 1937 FA # 254 Las blancas tienen un peón ex tra, pero las negras no muestran ninguna debilidad, y con una de fensa adecuada logran hacer tablas , f6!; 2. ReS, Ad7; con facilidad: l 3. Ag8, h6 (3 . . . . , h5? sería extraor • •••
dinariamente aventurado; no hay ninguna necesidad de dejar a un peón fij ado en una casilla blanca);
4. Rd5, Aa4; 5. Rd4, Ad7; 6. Ac4, Aa4; 7. Ad3, Ae8 (o 7 . ... , g5; no, sin embargo, 7 . . . . , f5?; lo que es es túpido); 8. h4, g5!; y se acordó que la partida fuesen tablas en unos po cos movimientos más. En el ejemplo previo las posibi lidades de victoria de las blancas eran mínimas. Con los caballos ac tuando, sin embargo, el bando más
176). Sea o no cierto, es sin duda un síntoma de las extremas dificul tades que el defensor tendrá que superar si quiere sobrevivir. Yo no creo que los peones g ne gros doblados del diagrama 1 5 1 sean una desventaj a, y a que limi tan al caballo blanco. Timman con siguió ganar a pesar de permitir un , Cd4; intercambio de peones: l 2. Cc4, Ce2; 3. Cd6+1? (Kurajica quiso centralizar su caballo rápida •
•••
mente, pero quizá debió empezar por organizar el flanco de rey con
, Re7; 4. Ce4, Rd7; 5. f3, 3. g3); 3 (esto parece necesario, ahora o más tarde; si 5. g3, entonces 5 . . . . , Rc6; 6. Rg2, Rd5; y 7. Cd2 sería , Rc6; 6. g3, Cd4; muy pasivo); 5 •
•••
•
•••
7. Rg2, Cf5; 8. Rf2, Cd6!; 9. Cc3, ReS; 10. Ce2, Rd5?!; 11. h4! (las blancas tienen éxito en lograr el in-
UN PEÓN EXTRA CON TODOS LOS PEONES EN UN FLANCO
tercambio de un par de peones, pe ro su caballo sigue estando ligera mente mal situado); 11. ..., gh;
U. Cf4+!, ReS; 13. Cg6+, Rd4; 14. Cxh4, g5; 15. Cg6! (15. Cg2, Cf5 ; es una perspectiva horrible para las blancas); 15. ..., f5; 16. Cf8, Rd5; 17. Ch7, Ct7; 18. f4? !/? Esto parece algo dudoso, ya que el ca ballo negro es liberado de la defen sa del peón g, y el propio peón g de las blancas se debilita mucho. Pre
93
los peones en el mismo flanco son tablas, a menos que el atacante tenga por lo menos dos peones de ventaj a, aunque puede que dos no sean suficientes. Más que sumer girnos en las anfractuosidades teó ricas de alfil y dos peones contra alfil opuesto voy a examinar tan sólo un ejemplo interesante. 152 B
sumiblemente, las blancas temie ron el avance del peón e, lo que se ría en efecto muy desagradable, pe ro 18. Re3 parece una opción ade cuada. 18. ..., g4; 19. Cf8, Cd6; 20.
Cg6, Ce4+; 21. Rg2, Rd4; 22. Ce7 (si 22. Cf8, entonces 22 . . . . , Cc5; 23. Rf2, Rd3; y el rey negro todavía puede alcanzar e3); 22. ..., Re3;
23. Cc6, CeS; 24. Cd8, Re2!; 25. Ct7, Cd3; 26. Rgl (o 26. Cd8, Ce1+; 27. Rh2, Rf2; 28. Cxe6, Cf3+; 29. Rh1 , Rxg3; etc.); 26. ..., Rf3; 27. Rh2,
Rf2; 28. CgS, CeS; 0-1 (los dos peo nes blancos pronto desaparecen) . Como no soy omnisciente, real mente no sé si el diagrama 1 5 1 "de biera" ser una victoria de las ne gras. ¡ Sin embargo, y a diferencia de la posición anterior, parece que vale la pena intentar j ugarla! Es prácticamente imposible encontrar algo que pudiesen hacer las blan cas -en realidad, tan sólo tendrían que haber "sabido esperar"-. Des pués del intercambio de peones, creo que las blancas tendrían que haber sido capaces de aguantar. Pero el movimiento 18 f4 parece que fue erróneo, y tras él la posi ción parece ganada. Generalmente, los finales con alfiles de color opuesto con todos
Ribli-Espig; Budapest, 1975 lnformator 20 # 28 Con dos peones más, pero con "un alfil y el peón de torre equivo cado", las blancas apenas son capa ces de ganar:
l. gS!, hg; 2. Rg4!
(no
2. fg?, Ae1 ; 3. h6, gh; 4. gh, Ad2 ! ; 5. Rg6, Af4= ) ; 2. ..., Ael (si 2 . ... , Re7; entonces 3. f5, Rf8; 4. f6, Ae1
-4. . . . , gf; 5. ef, Ael; 6. h6, gana5. Rxg5 -ó 5. h6; pero no el intento
de ganar elegantemente con 5. e6?, gf,· 6. Rf5, Ab4!; 7. h6, Ae7; 8. Rg6, Rg8; y el rey se desliza por entreme dio- 5 . ... , Ac3; 6. Rf5, y las blancas amenazan 7. h6 ! , mientras que si 6 . . . . , Ad2; 7. Rg6, ganan. Si en esta variante 3 . . . . , Ae1 ; entonces 4. h6! , gh; 5 . f6+, ganan; pero n o 4 . f6+?, gf; 5. h6, f5+; 6. Rxf5, Rf8; 7. Rf6, Ac3; 8. h7, Axe5+= );
3. Rxg5, Ad2;
PREPARACIÓN DE FINALES
94
4. Rf5, Acl; 5. Ac4, Ad2; 6. Re4, Acl; 7. h6!, gh (o 7 . . . . , g6; 8. Rf3,
Ab2; 9. Rg4, Ac1 ; 10. Rg5, Ad2; 1 1 . Ad3 ! ; y 12. Axg6, etc.) ; 8. f5, h5 (si 8 . . . . , Rg7; entonces 9. Ae2, Ag5; 10. Ah5 -o JO. Rd5, Rj7; 11. Rd6!, evitando Re7- 10 . . . . , Ad8; 1 1 . Rd5, Ag5; 12. Re6, Rf8; 13. f6, Ad2; 14. Rf5, y las negras pueden evitar el plan de las blancas de e6-e7+, bien colocando su alfil en la diago nal a3-e7, en donde Rd7 y e7 + ga nan, o jugando 14 . . . . , Aa5; 15. e6, Ad8; en donde 16. Ag6 es zugz wang); 9. f6, h4; 10. e6, Aa3; 11. Rf3!, y las negras abandonaron. Las blancas pueden tomar el peón h sin prisas, y entonces llevar a su rey a d7; o a f7 si las negras han lle vado su rey hasta d8.
La partida conti nuó a partir de aquí con 8 , Rf6; 9. Rg2, Rg5; 10. f4+!, ef; 11. Cel, y la posición era claramente tablas. En lugar de 8. . .. , Rf6 Averbakh podía haber intentado 8. . .. , Rd5; pero esto parece ser igualmente in suficiente: 9. Re3, Ac5+; 10. Re2, Rd4; 1 1 . Ce1 , e4; 12. Cg2, Re5; 1 3 . fe, fe (o 13 . . . . , Rxe4; 14. Ch4, amenazando 15. Cxf5 14. . .. , f4; 1 5 . Cf3=); 14. Rd2, Ae7; 1 5 . Re2, Ag5; 1 6. Rt2, Rd4; 17. Re2, y las blancas no pueden hacer ningún otro progreso.
7. gf+, gf; 8. Rf2.
•
•••
154 N
153 N
Uskov-Beilin, Moscú 1949 FA c C # 276 Tan sólo quedan cinco peones sobre el tablero, pero además de su
Korchnoi-Averbakh; Moscú, 1955 FA e e # 266 Todos los peones están en el flanco de rey, y las negras tienen un alfil y un peón de torre opuesto. Estos factores son suficientes para permitir a las blancas hacer tablas, a pesar de tener un peón menos:
l. , Ad6; 2. Cd3, f6; 3. h3, Rt7; 4. Rf2, eS; 5. Re3, Re6; 6. Re2, f5; •••
peón extra las negras tienen las ventajas posicionales de la mejor pieza menor y la de algunas casillas débiles para intentar llegar a g3 y t2. Demostró ser suficiente.
l. ..., Rf4; 2. Rf2, Cf5; 3. Ab7, Cd6; 4. Ad5, Ce4+; 5. Rgl, f6; 6. Ac6, Re3; 7. Ae8, g5; 8. Ad7?! Esto no es adecuado. 8. Rfl es una cabezo nería, cuando las negras deben evi tar 8 . . . . , Cd2+; 9. Re1 , f5?; 10. Ad7,
UN PEÓN EXTRA CON TODOS LOS PEONES EN UN FLANCO
f4; 1 1 . Ac8, f3; 12. gf, Cxf3+; 13. Rfl, Cd4; 14. Rg2, Ce2; 15. Ag4 ! , Cf4+; 16. Rfl , y el rey negro se ve imposi bilitado para alcanzar g3. Después de 8. Rfl las negras deberían j ugar
95
155 N
8 . . . . , Rf4; 9. Ac6, Cc5; 10. Rf2, Cd3+; 1 1 . Re2, Ce5 ! ; 12. Ab7, Rg3; 13. Rfl , f5, etc., de modo parecido a la partida real. 8. ..., Re2; 9. Ac8, Las negras pue den ahora forzar a su rey a f2 y
Cg3; 10. Ad7, Rel!
avanzar el peón f hasta que tenga que ser intercambiado en f3. Re capturando con el caballo llegan a g3 con su rey, y pueden entonces rodear al peón h. La partida acabó de este modo: 11. Ac8, Re2+;
12. Rh2, Rf2; 13. Ad7, Cd4; 14. Rhl, f5; 15. Ae8, f4; 16. Ad7, f3; 17. gf, Cxf3; 18. Ag4, Rg3; 19. Af5, Cd4; 20. Ag4, Cc2; 21. Rgl, Cel; 22. Ae2, Cg2; 0-1 . Fue prácticamente impo sible bloquear todos los accesos a f4 y f2; de hecho, no habría sido descabellado renunciar después de 10 . .. . , Re1 ! E l diagrama 154 fue una victo ria para las negras, porque fueron capaces de abrirse paso hasta los peones. Las posibilidades de las blancas para hacer tablas se ha brían incrementado enormemente si su peón h hubiese empezado en h2; de hecho, la posición bien po dría haber sido entonces tablas. El diagrama 155 es interesante. No está nada claro si las negras po drían haber aguantado sin las to rres, aunque sospecho que debe rían haber sido capaces. Con las to rres haciendo su trabajo esto es extremadamente difícil: l. ..., Td7;
2. Td2, Ab5; 3. Tc2, Ad3; 4. Tc3, Ae4; 5. f3, Ab7; 6. Rf2, h5!?/?! (esto coloca un peón en una casilla
Adorjan-Tseshkovsky; Riga IZ, 1979 blanca, pero de otra forma las blancas podrían decidir fij ar los peones negros con g4); 7. h4, Aa6;
8. Ta3, Ac4; 9. Tc3, Aa6; 10. Tc6, Ta7; 11. Tc2, Ad3; 12. Td2, Ac4; 13. e4, Tal (con el peón h fijado en h5 y las piezas blancas activas 13 . . . . , Ta2 empieza a ser bastante deses perado); 14. Re3. Las piezas blan cas están bien movilizadas, y pron to deben escoger un plan. Si las negras no hacen nada, las blancas, presumiblemente, mej orarán pri mero la posición de su rey con Rf4, y después tratarán de mejorar las otras piezas. Quizá después de una preparación adecuada sería bueno j ugar e5, p.e. si el caballo puede después ir rápidamente a e4. Sin embargo, no creo que las blancas estuviesen todavía preparándose para hacer nada decisivo. De he cho, Tseshkovsky decidió aquí se llar su movimiento. Escogió 14. ... , f6?!, lo que es bastante sorpren dente; pero si uno va a jugar este movimiento quizá lo mejor sea se llarlo. El j uego continuó 15. Rf4, Ta5? (15 . . . . , Ta7); 16. Cc6!, TeS; 17. Td7+, Rf8; 18. Td6. La posición
96
PREPARACIÓN DE FINALES
es ahora una victoria:
18. ..., Ab5 (o
156
18 . ... , Rg7; 19. eS ! ) ; 19. Cb4, g5+!?; 20. Re3, f5 (o 20. . . . , Re7; 2 1 . Tb6, etc.) ; 21. hg, fe; 22. f4, h4; 23. Td5,
S
Tc3+; 24. Rd2, Tg3; 25. Txb5, Txg2+; 26. Re3, h3; 27. Tb6, Tb2; 28. Tf6+, Rg7; 29. Cd5, 1 -0. Es difícil decir si las negras pue den defenderse en el diagrama 155. Ciertamente, después de 15 . . . . , Ta5 parecen perdidas, y quizás también tras 14 . . . , f6. Pero si las negras se .
hubiesen defendido con tranquili dad, esperando que las blancas en contrasen algún plan, bien podrían haber sobrevivido. Finalmente, el diagrama 156 es un ejemplo de final con dama y cuatro peones contra dama y tres. N o voy a hacer ningún análisis de esta posición, pero en su lugar diré lo siguiente: Por supuesto, el peón extra da ciertas pQsibilidades de victoria, pero creo que con una
"Las blancas son mejores" defensa razonable las negras deben lograr hacer tablas. Cuando hay damas sobre el tablero las blancas deben operar con un cierto grado de precaución. Larsen perdió en una ocasión un final de dama de "4 contra 3" enfrentándose a Keres, ¡ por intentar ganar con demasiado entusiasmo!
EL INTERCAMBIO
97
7 . El intercam bio Las torres son claramente me jores que las piezas menores en los finales. Es difícil ser más específico que esto, pero en ocasiones he vis to que se sugería que una torre equivale aproximadamente a un alfil o un caballo más 2 peones (a veces se mencionan "un peón y medio"). Así, si una torre con peo nes se enfrenta a una pieza menor con un peón extra, es muy posible que la torre tenga las de ganar; mientras que si el jugador con la pieza menor tiene dos peones extra (o más), la valoración de la posi ción dependerá mucho de otros factores. Esto es tan sólo una indi cación a grandes rasgos. Si el juego se desarrolla en un frente amplio la torre es en general muy poderosa, especialmente si tiene uno (o más) peones pasados que la apoyen. Sin embargo, la torre no es tan eficaz en el papel defensivo. Es mucho mejor liquidando sabrosos y dimi nutos bocados que las piezas me nores no puedan defender por sí mismas que haciendo frente a una horda enemiga. La presencia de piezas extra también afecta a las valoraciones. La diferencia entre la torre y las piezas menores es mucho más mar cada en el final que en medio del j uego, precisamente por ser la to rre tan mortífera contra peones de fendidos tan sólo por piezas meno res, y al apoyar los peones pasados propios. Una torre a menudo pue-
de forzar el paso de un peón pasa do solitario frente a un alfil o un caballo, o por lo menos ganar la pieza a cambio; pero una pieza me nor y un peón pasado son pocas veces realmente peligrosos frente a una torre, incluso aunque ambos reyes se encuentren alej ados del lugar donde se desarrolla la acción. De la argumentación preceden te debe haber quedado claro que éste es un tema complejo, en el que es muy probable que las reglas ge nerales no se puedan aplicar, y del que se obtiene una mejor compren sión mediante el uso de ejemplos específicos. Sin embargo, formula ré una regla general: T > PM + P, es decir, una torre más peones es (habitualmente) mej or que una pieza menor y un peón adicional. Una vez hecho esto pasemos a examinar algún ejemplo específico, entre los que he hecho un esfuerzo para incluir por lo menos una "ex cepción que pruebe la regla".
TORRE CONTRA ALFIL Ver diagrama 157. Las negras tienen dos peones para intercambiar, y parecen estar en una buena situación. Sin embar go, la característica más importan te de esta posición son los dos peo nes a.
98
PREPARACIÓN DE FINALES
sido la respuesta a 5 . . . . , Txf5; pero el peón blanco es más fuerte que todo lo que pueda idear el peón negro. 6. ..., e4+; 7. Re2, Ae7 (si 7 . . . . , Rf6; 8. Ta5 ! , manteniendo el rey fuera del juego: 8 . . . . , f4; 9. a4, f3+; 10. Rf2, Ah4+ -o JO. . . . , A d2; JJ. Tc5, Ae6; J2. a5, Rd6; J3. a6!1 1 . Re3, Ag5+; 12. Txg5 ! , y el peón a corona; o 7 . ... , Af6; 8. Tc4 ! , Ad8
-8. . . . , Rj7; 9. a4, Re6; JO. Tc6+, y
JJ. Txf6-;
9. Tc6, Af6; 10. a4, Ad4;
1 1 . Td6 ! , Ag1 ; 12. a5, y el peón to
Spassov-Boncev; Stara Zagora, 1977 lnformator 23 # 29 Tras el primer movimiento de las blancas las negras son incapaces de salvar su peón a, y entonces las blancas se constituyen en una fuer za extremadamente potente. Spas sov publicó un excelente análisis de esta posición en Informator 23: l. a3! ! No l. Rf3, Ab4 ! ; y las blan cas mantienen su peón. El movi miento jugado es mucho mejor que l. Tc6, a5; 2. a3, e6; que está poco claro. l. ..., aS. Las blancas tienen la amenaza de Rf3-e2 y Ta8. No hay nada incorrecto con este movi miento, que de todas formas se ha ce necesario. 2. Rf3, fS; 3. Tc2! (si 3. Re2, Af4; 4. TeS -4. h3, Ad6!-; 4 . ... , Axh2; 5. Txa5, Ad6; 6. a4, Rf6; 7. Ta7 ! -no 7. Ta8?, Re6; 8. a5, Rd7; y se detiene al peón- 7 . ... , Rf7 ! -las negras deben evitar 7 . . . . , Re6?; 8. a5, Rd5; 9. Td7 ! , Rc6; 10. a68. a5, Re8; 9. a6, Rd8; 1 0. Tb7, Rc8; y las negras sobrevivirán); 3 , •
ma al alfil, p.e. 12 . . . . , f4; 13. a6, f3+; 14. Rfl , Ac5; 15. Tc6, o 15. a7, etc);
8. TaS, Ad6; 9. a4, Rf6; 10. TbS, Axh2. Una vez decidido que avan zar los peones e y f es del todo inú til, Boncev deja su alfil a merced del peón a, esperando hacer tablas con el rey y tres peones contra el rey y la torre. Sin embargo, su idea tam poco tiene ninguna perspectiva real
11. aS, Agl; 12. a6, f4; 13. Rfl!, Ae3; 14. Th7, RfS; 15. a7, Axa7; 16. Txa7, hS; 17. Rf2, h4; de realizarse.
18. Tg7!
(zugzwang);
18. ..., Rf6
158 B
•••
AgS; 4. TeS, a4!; S. TaS, eS!; 6. Txa4. Las blancas deben tolerar a los peones pasados negros liga dos. No pueden jugar 6. Txe5?, Ac1 ! ; que también podría haber
(o
18 . . . . , h3; 19. Tg8, etc.); 19. Tg4, 1 -0.
Alekhine-Tartakower; Viena, 1922 FT c PM # 138
EL INTERCAMBIO
La inefectividad de los peones pasados ligados de las negras en el diagrama 157 era sorprendente. En el diagrama 158 las negras no tie nen peones para intercambiar, pe
99
159 B
ro sus dos peones pasados parecen extremadamente amenazadores. Alekhine encontró un movimiento soberbio para atenazados: 1 Td5!! Las alternativas eran: a} l. Rc4, e4; 2. Rd4, Af4; 3. Tf2, e3; 4. Txf3, e2; ¡y las negras ganan! b) l. Rc2, e4; 2. Td4 ! , e3; 3. Rd1 , e2+; 4 . Rd2, Ag3; 5. Te4, Ah4=.
e) l. Th2, e4; 2. Th8+, Rd7; 3. Tf8, Ag3 ! ; 4. g5, Ad6 ! ; 5. Tf6, Ae5; 6. Tf7+, Re6; y las negras per seguirán eternamente a la torre blanca. d)
l. g5,
e4; 2. Td5 (2. g6?,
Ae5) ; 2 . . . . , f2; 3. Tf5, e3; 4. g6, e2; 5. g7, fl=D; 6. g8=D+, Rb7; 7. Dd5+, Ra7. El movimiento de Alekhine es taba basado en el hecho de que los peones se vuelven inofensivos si se pueden bloquear en casillas ne gras, o si la torre se puede colocar
Sergievsky-Hasin; URSS, 1978 lnformator 26 # 8
2. cb, ab; 3. a6, b4; 4. a7 (no 4. Tb2?, g3, 5. Th3+, Re2; 6. Txf3, Rxf3; 7. a7, h2+; 8. Rh1 , g2+; 9. Rxh2, Rf2; 10. a8=D, g1=D+; 1 1 . Rh3, Dg3; mate);
4.
•••
, Ae4; 5. a8=D!
Ciertamente no 5. Th2? ?, g3; y ga nan, pero 5. Rfl ! ? puede ser una opción
aceptable.
Sin
embargo,
éste es con mucho el mejor mo vimiento.
5 , Axa8; 6. Tb2, g3; 7. Tb3+!, Rf4; 8. Txb4+, Ae4; 9. Tb2, V2-V2. •
•••
160
detrás de ellos tras perder un tiem po. l. ..., e4 (si l. ... , f2; 2. Td1 , e4; 3. Rc2, Af4; 4. Tfl, etc.); 2. Tf5, Ag3; 3. g5, Ad7 (o 3 . ... , e3; 4. Txf3,
N
e2; 5. Te3, etc.); 4. g6, Re6; y el resto fue fácil: 5. ,
5. g7!, Rxf5; 6. g8=D, Af4; 7. Dt7+, Rg4; 8. Dg6+, Ag5; 9. Dxe4+, Rg3; 10. Dg6, Rg4; 11. Rxb6, 1 -0. • ••
Las negras han conseguido sólo un peón para intercambiar, pero sus peones del flanco de rey son fuertes. Las blancas forzaron las tablas con l. b5! ( 1 . Rfl ! ?), l. cb;
S. García-Padevsky; Varna, 1971
100
PREPARACIÓN DE FINALES
En lo referente a las piezas, las negras están por lo menos en una situación equivalente a la de las blancas. Además, tienen varias ventajas posicionales. Su rey está activo, su alfil está firmemente an clado en una buena casilla, y los peones del flanco del rey son fuer tes. El rey blanco está mal situado, y su único peón es muy débil. Por encima de todo, ante la ausencia de peones pasados amigos las blan cas no pueden contrarrestar el jue go. Estas ventajas fueron suficien tes para que las negras ganasen: 1. , Rg5; 2. Re4, h3!; 3. Tb3 (si 3. Tal , g3 ! ; 4. hg, Rg4; y ganan); 3 , Agl; 4. Ta3 (si 4. Tb2, g3 ! ) ; 4 , Axh2; 5. Txa7, Ae5!! (si 5 . . . . , Ag3; entonces 6. Tg7+, Rh6; 7. Tg8 ! , h2; 8. Th8+, Rg7; 9. Th5, Rg6; 10. Th8, Ae5 ! ; 1 1 . Th4 ! , y las blan cas hacen tablas); 6. Td7 (si 6. Rxe5, h2; 7. Tg7+, Rh6; 8. Tg8, Rh7 ! ; o 6. Th7, g3 ! ; 7. Rf4, g2; y ganan); 6 , h2; 7. Tdl, Ad4!!; y el segun do ofrecimiento del alfil fuerza la rendición. Las negras amenazan 8 . . . . , Agl ; y si 8. Rxd4, entonces 8 . . . . , g3; etc. •••
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•••
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•••
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•••
161
Los finales con peón (o peones) contra alfil y peón (o peones) en el mismo flanco se dan frecuente mente, y han sido analizados en detalle. Como norma general, la torre a menudo se las apaña para ganar si los dos contrincantes tie nen el mismo número de peones, pero si el defensor tiene un peón extra con frecuencia logra hacer tablas. La posición en el diagrama 161 es una derrota para las blancas. A las negras les interesa intercambiar los peones f, ya que así el peón g3 quedaría totalmente desprotegido. Sin embargo, si hubiesen j ugado f4 sin prepararlo con antelación, las blancas lo habrían tomado, y si las negras alcanzan entonces, por ejemplo, la posición Rg2, Ae7, Pf2, Ph4 contra Rg4, Th3, Pg6, Ph5 des graciadamente no hubieran podido j ugar Txh4, en vista de f3+. Las negras pueden forzar una victoria con el siguiente plan: 1) Fuerzan a las piezas blancas hacia atrás, de modo que su rey se sitúe en e2 y su torre en e3. 2) Avanzan entonces a f5-f4. En esta posición no pueden ser to mados, ya que después de Txf4 las blancas perderían un peón, o por lo menos tendrían que retirar su rey a la vertical h.
8
' 8
3) La torre se mueve desde f3 con movimientos dilatorios sobre el alfil, tras lo cual se juega f3+ y, en unos pocos movimientos más, Txf2.
Ver también FT e PM # 159
Las negras también pueden ga nar de modo más lento mediante el intercambio en g3, reagrupando sus piezas y forzando en última ins tancia Txg3.
EL INTERCAMBIO
El juego podría ser éste: l. Rf3, Rf6; 2. Rf4, Td5; 3. Aa7, Tf5+; 4. Re4, Re6; 5. Ae3, Ta5; 6. Rf4, Tb5 (no hay necesidad de permitir
1 01
162 N
Rg5 ! ?, aunque presumiblemente esto no ayudaría a las blancas); 7. Aa7 (o 7. Ad2, Tf5+; 8. Re3, Td5; y 9 . ... , Rf5); 7. ..., Tf5+; 8. Re4,
Ta5; 9. Ae3, Ta4+; 10. Rf3, Rf5; 11. Ab6, Ta3+; 12. Rg2, Re4; 13. Ac5, Ta6; 14. Re3, Rd3; 15. RO (15. Rf3, Tf6+; no es de ninguna ayuda); 15. ..., Tal+; 16. Rg2, Re2;
17. Ac5, Tbl; 18. Ae3, Tb3; 19. Ad4, Tf3 (la finalización de la primera parte del plan); 20. Ac5, f5; 21. Ab6, f4; 22. Aa7 (o 22. gf, Txf4; 23. Rg3, Tg4+; 24. Rh3, Rf3; segui do de Tg2xt2) ;
22. ..., Ta3! (final mente, la ejecución); 23. Ac5, 1'3+; 24. Rh2, Tal; 25. Ae3 (25. g4 no es de ninguna utilidad, por supuesto);
25. ..., Tfl; 26. Ad4, Txf2+!; y ganan. El diagrama 161 fue una ele gante y directa victoria de las ne gras. Las blancas hubiesen dispues to de unas perspectivas de tablas mucho más favorables si hubiesen tenido un alfil en las casillas blan cas, ya que habrían protegido las casillas de entrada de las negras y masacrado sus peones. Sin embar go, aun en este caso lo normal era que perdiesen. En los diagramas 162-166 se examinan (con un deta lle mucho mayor de lo que inicial mente pretendía) algunos ejemplos de este tipo de finales. Esta posición fue analizada por Holmov. Con sus piezas situadas óptimamente las negras pueden j u gar la ruptura temática l. ..., g5!, y después: a) 2. hg, h4; 3. gh (si 3. Rg2, hg; 4. Rxg3, Td4; 5. Rh4, Rxf4 ! ; 6. g6,
FT c PM # 155 Td8 ! ; ganan, o aquí 6. Rh5, Td3; 7. Rh6, Th3+; 8. Rg6, Tg3); 3 . . . . , Rxf4; 4. Ac8 (4. Rg2, Td2+; 5. Rh3
-5. Rfl, Th2- 5 . . . . , Td3+; 6. Rh2 -6. Rg2, Tg3+; 7. Rh2, Rg4; 8. Ac8, Th3+1- 6. . . . , Rg4; 7. Ac8, Td2+; 8. Rg1 , Rg3; 9. Rfl , f4; 10. g6, f3; 1 1 . Re1 , f2+; etc.); 4. ... , Rg3; 5. Rf1 , f4; y ganan. b) 2. fg, f4; 3. gf, Rxf4; 4. Rt2. Holmov cede aquí dos verticales, empezando con 4 . . . . , Rg4; y 4. . . . , Td2+; respectivamente. La última parece más simple, siempre que las negras eviten una trampa diabóli ca: 4. ... , Td2+; 5. Re1 (o 5. Rfl, Rg3 ! ; ganan, p.e. 6. g6, Td4! ; 7. Ac8, Td6); 5 . ... , Th2; 6. g6, Txh4; 7. Ac8 ! , Rf3 ! (no 7 . . . . , Th2?; 8 . Ag4! ! ); 8. Rd2, Td4+ (de nuevo no 8 . . . . , Th2+?; 9. Rd3, Rf4; 10. Ag4 ! ) ; 9. Rc3 (si 9. Re1 , entonces 9 . . . . , Te4+; 10. Rfl -10. Rd2, Te5-; 10. ... , Tc4; etc); 9. ... , Td1 ! ; y ganan. Anima ver que con sus piezas en casillas óptimas las negras pue den seguir avanzando -de otro mo do tendrían poco que j ugar-, pero esto no prueba que puedan llegar a
102
PREPARACIÓN DE FINALES
e) etc.
163
8
J. Speelman, 1980 Original situar a sus piezas en estas casillas óptimas . . . En el diagrama 163 l a s blancas se defienden atacando al peón g. ¡ De hecho están en zugzwang! a) l. Art, Ta3+; 2. Rg2, Re3; 3. Axg6, Ta2+; 4. Rh3 (otros movi mientos son claramente peores); 4 . . . . , Rt2; 5. Rh2! (5. Axf5, Rg1 ; 6. g4, Ta3 + ! ) ; 5 . . . . , Rf3+; 6. Rh3, Tg2; 7. Axh5+, Rt2; 8. Afl, Txg3+; 9. Rh2, Tg� (no 9 . ... , Rf3?; 10. Ae6, Rxf4; 1 1 . Axf5 ! ) ; 10. Rh3, Re3 ! ; 1 1 . h5, Rxf4; 12. h6, Rg5; y ganan. Si el rey blanco se mueve, las negras se sitúan en Re4. Las blan cas pueden mover su alfil con la idea de responder a Re4 con Ac6+, pero esto no funciona demasiado bien: b) l. AbS, Ta3+ ; 2. Rt2, Tc3 ! ; 3 . Ae2 (si 3 . Ae8, entonces 3 . . . . , Re4; 4. Axg6, Td2+; y las negras barren; o 3. Aa6, Tb3 ! ; 4. Afl , Tb1 ; 5 . Ag2, Tb2+; 6 . Rg1 , Txg2+ ! ; ga nan); 3. . .. , Re4; 4. Ad1 , Ta3; 5. Ac2+, Rd4; 6. Ad1 , Rd3; 7. Af3, Ta2+; 8. Rg1 , Re3; 9. Ad5, Td2; y en seguida se llega a g5.
l. Ad7,
Ta3+; 2. Rt2, Tc3 ! ;
Si las negras mueven en el dia grama 163, deben evitar l. ... , Ta3+; 2. Rf2, Re4; 3. Ac6+. Sin embargo, fácilmente pueden "perder un movimiento" : l. . . . , Te6 ! ; 2. Afl (2. Aa4, Tb6; 3. Rt2, Ta6; 4. Ab5, Ta2+; 5. Rf3, Ta3+; 6. Rt2, Tc3 ! ; se llega a la misma situación que en en el apartado b) anterior); 2 . . . . , Tc6; 3. Ae8, Ta6 ! ; etc., o quizás 3 . . . . , Tc3+; 4. Rg2, Re3; 5. Axg6, Tc2+; 6. Rh3, Rt2; 7. Axf5, Tc3; que presumiblemente también será una victoria.
164
N
J. Speelman, 1980 Original Aquí las blancas se defienden con su alfil en la diagonal larga. Desgraciadamente, se quedan sin casillas: p.e. l. .., Th2+; 2. Rf3, Tb8!; 3. Ac6, ReS; 4. Aa4 (4. Ad7, Tb6; 5. Re3, Rd5; 6. Aa4 --6. Rf3, .
Tb3+; 7. Rj2, Tc3!; 8. Ae8, Re4; 9. Rg2, Tc2+; JO. Rh3, Rj3; 11. Axg6,
Tg2; etc., como en la variante a) del diagrama 163-; 6 . . . . , Te6+; como en la línea de juego principal); 4 , . ..•
EL INTERCAMBIO
Tb6 (las negras desean jugar Re4 o Rd4 cuando el alfil no puede alcan zar la diagonal larga, tras lo que se sitúan en la posición del diagrama 163); 5. Re3 (5. Rf3, Rd4; 6. Ae8, Ta6! es el diagrama 163); 5. , Te6+; 6. Rf2, Rd4; y el alfil no pue de volver a la diagonal larga, de modo que las negras deben ganar. Por ejemplo, 7. Rf3, Tb6; 8. Rf2, Ta6; 9. Ab5, Ta2+; 10. Rf3, Ta3+; 1 1. Rf2, Tc3 ! ; etc., como en el dia grama 163, variante b )
103
166 N
•••
.
J. 165 N
J.
Speelman, 1980
En el diagrama 165 las blancas han evitado f4, lo que significa que su punto débil está ahora en f2 en lugar de g3. Parece que las negras tienen todavía la victoria asegura da. Primero retiran a su alfil: l. ..., Rf6; 2. Rf4, Tb4+; 3. Rf3, Tb8; 4. Ac6, ReS; 5. Aa4. Ver el diagrama 166. Esta posición es extremada mente interesante. A las negras les gustaría mejorar la posición de su rey sin dejar que las blancas pue dan contrarrestar su juego excesi vamente.
Speelman, 1980 ¿Zugzwang?
No voy a intentar analizar esta posición, pero quiero mostrar que las negras tienen la posibilidad de realizar algún progreso. Primero, veamos algunos inten tos obvios. l. ..., Ta8; 2. Ad7 (o 2. Ab5, pe ro no Ac6?); 2. . .. , Ta3+; 3. Rg2! (no 3. Re2?, f4!); 3 . ... , Re4 (si el al fil hubiese ido a c6 en el movimien to 2, entonces 3 . ... , Ta6!; hubiese sido aquí una bue� jugada); 4. Ac6+ ! , Rd4; 5. Ae8, Ta6; 6. Rf3. Puesto que la torre está en a6, 6 . ... , Rd3?? es ahora imposible -7. Ab5+ !-. Esto interfiere con los planes del ataque negro hasta el punto que ahora debe retirarse con 6. ... , Re5 ! Otra línea de juego forzada del diagrama 166 es l. ..., Tb4; 2. Ae8, f4? ! ; 3. Axg6, Tb3+. Sin embargo, después de 4. Re2! , f3+; 5. Rd2, Rd4; 6. Axh5, las negras no pare cen capaces de hacer progresos. Por ejemplo, 5 . ... , Tb2+; 6. Rel, Re4; 7. Ag6+ (o 5 . ... , Re4; 6. Ag6+!). U na tercera idea, más racional que esta última, es l. ..., TeS;
104
PREPARACIÓN DE FINALES
2. Ab5, Tc3+; 3. Rg2, f4. Las blan cas se ven forzadas a dividir a sus peones, pero se intercambian un par de ellos. El mejor movimiento es probablemente 4. f3 (no 4. Ae8?, f3+ y ganan; ni 4. Ae2?, Re4; 5. gf, Rxf4; y el alfil se queda bloqueado en la diagonal corta). Después de 4. f3 no estoy seguro de si las ne gras pueden hacer algún progreso. Si, por ejemplo, 4. ... , Tc2+; enton ces 5. Rh3, Tf2; 6. Ac6! Fue impor tante situar al alfil en b5 en lugar que en d7 en el movimiento 2, ya que si estuviese en d7 entonces 4 . ... , Tc2+; 5. Rh3, Rd6 ! ; sería una victoria para las negras -6 . ... , Tf2 sería demasiado fuerte. En la variante anterior las blan cas también pueden intentar 4. gf+ (en lugar de 4. f3); 4. . .. , Rxf4; 5. Ad7 ! (si 5. Ae8, las negras tienen al menos 5 . ... , Tc8; y 5 . ... , Tc7! puede ser incluso mejor, de forma que 6. Rh3, Rf3 ! ?; 7. Axg6, Tc5; 5. Ae2, pierde, p.e. 5 . ... , Ta3; 6. Adl, Td3; 7. Ae2 -o 7. Ac2, Td6-; 7 . ... , Td6; 8. Af3, Td2; etc.). Las blancas ahora intentan mantener su alfil en la diagonal h3-c8, y puesto que en ella hay cuatro casillas seguras esto debería ser posible. No tengo muy claro cómo podrían progresar las negras -no creo que g5 suponga la victoria-. Por ejemplo, 5 . ... , Td3; 6. Ae6 (no 6. Ah3?, Txh3); 6. ... , Td8; 7. Ah3, Td4; 8. Ac8 (8. Ae6?, Re5); 8 . ... , Td6; 9. Ah3, Re4; 10. Ac8 ! , Rd3; 1 1 . Ab7, y las blan cas jugarán f3, situándose en la lí nea de juego de 4. f3. En lugar de examinar más lí neas de juego forzadas para las ne gras, invirtamos el problema para buscar los movimientos más razo-
nables para las blancas. ¡ Resulta que si las blancas mueven en el dia grama 166 están en zugzwang! a) l. Ac6, Tb3+; y ahora: al) 2. Re2, f4; 3. gf+, Rxf4; y las blancas deben perder enseguida un peón, p.e. 4. Ae8, Tb6; 5. Ad7, Tb2+; 6. Rfl , Rf3; etc. a2) 2. Rg2, Rd4; 3. Ae8, Tb6; y las blancas deben empezar a jugar pasivamente, p.e. con 4. Afl, Rd3; 5. Rfl ! Si contraatacan con 4. Rf3, con la torre en b6; 4. ... , Rd3 es po sible y además un buen movimien to -5. Rf4?, Re2; 6. Rg5 (6. f3, Rf2 no es de ninguna ayuda); 6 . ... , Rxf2; 7. Axg6, Rxg3; 8. Axh5 (8. Rxf5, Txg6; o 8. Axf5, Tb5 ! ; 9 . Rxh5, Txf5+; 10. Rg6, Rg4!; o 8. Rxh5, f4; 9. Ae4, e incluso 9 . ... , f3); 8 . ... , f4; 9. Ae2, Te6; 10. Adl , Te5+; 1 1 . Rf6; Tel. etc. En la variante a2) las blancas podrían haberse defendido pasiva mente, como hemos dicho, con 4. Afl, etc. No voy a intentar de mostrar que no tienen posibilida des de victoria -aunque estoy con vencido de que así es-. Como he dicho antes, todo lo que quiero mostrar aquí es que las negras pue den realizar algún progreso a partir del diagrama 166. b) l. Ad7, Tb3+ es lo mismo que a). e) l. Re3, Ta8; 2. Ac6 (2. f4+ pierde como en los diagramas 162164; si 2. Ab5, Ta3+; 3. Ad3, Tb3 ! ; etc.); 2 . ... , Ta3+; 3 . Re2, f4! ; etc., como en al). d) l. Ac2, Tb4! Ahora el alfil blanco va a tener grandes proble mas para tomar al peón g, y las ne gras pueden mejorar la posición de su rey, p.e. 2. Re3, Tc4; 3. Adl (si
EL INTERCAMBIO
3. Ad3, Txc2! ; con un final de peón ganado; o 3. Ad3, Tc3; 4. Re2, Ta3; S. Re3 -5. Ab5, f4; 6. Ad3, f3+1; gana- S . ... , Tb3 ! ; 6. Re2, Rd4; etc.); 3 . ... , Tc3+; 4. Rd2, Ta3; S. Re2, f4; etc. e) l. Re2, Rd4; y el rey se pone en movimiento. De modo que si las blancas mueven deben hacer una conce sión al diagrama 166 -la mejor lí nea de juego parece ser 4. f7! en a2)-. Si las negras mueven pueden maniobrar con bastante facilidad para perder un movimiento: l. ... , Re6!; 2. Re2 (si 2. Ac6, Rd6!; 3. Aa4, ReS; o 2. Ac2/Ad1 , Tb4!; o 2. Re3, RdS; y se sitúan en la línea de juego principal; finalmente si 2. Rf4?, entonces, por supuesto, 2 . ... , Tb4+ !); 2 . ... , Rd6!; 3. Re3 (el problema de las blancas es que deben ser capaces de alcanzar ReS con Rf3 -Re3 las devolverían a la variación e) anterior- y si el alfil se mueve entonces tras Tb4 están permanentemente limitadas); 3 . ... , RdS; 4. Rf3, ReS ! ; etc.
Finalmente, retornamos al pun to de partida de esta discusión teó rica. El diagrama 167 es "muy simi lar" al diagrama 161. Sin embargo, ¡la diferencia es suficiente para convertir una victoria fácil en unas tablas! El único plan concebible de las negras es amarrar a las piezas blancas, y jugar entonces f4, pero en esta posición el peón siempre puede ser tomado. El juego conti nuó l. Ae3, Rf6; 2. Ac5, Rf5; 3. Ae3, Re4; 4. Ag5, f5; 5. Ae3, Rd3; 6. Rfi, Th7; 7. Af4, Thl +; 8. Rg2, Re2; 9. Ae3, Th3; 10. Ad4, Tf3; 11. AeS, Rd3; 12. Ad6 (no 12. Ae3??, Txe3); 12 , Re2; 13. Ac5, f4; 14. gf, Rd3; 15. Ad6. Webb no hace ningún intento de mante ner los dos peones f4 y h4, ya que después de 1S. Ae7, Re4; 16. AgS, RfS; 17. Ah6, Ta3; 18. AgS, Th3 tendría que haber movido el alfil -19. Ae7 !- o permitir g3 con 19. Rg1 ? El peón más importante es el situado en h4, y las blancas deben tener mucho cuidado en preservar , Re4; 16. Ac7, Rf5; lo. 15. 17. Ad8, Txf4; 18. Ae7, Tf3; 19. Ad8, Re4. Si el rey negro puede alcanzar hS ganaría con Txh4, pero las blan cas siempre pueden evitar esto ju gando AgS en el momento adecua do. Las negras pueden intentar al canzar la posición Rg2, AgS, Pf2, Ph4 contra Rg7 (o Rh7), Th3, Pg6, Pg6, Pg4 si las blancas mueven, pero después de l. Ae3! (lo que pa rece mucho más seguro que l. Rg1 , g3 ! ; aunque incluso entonces las blancas pueden seguir en su lugar) l. .. , Txh4; 2. Rg3, ciertamente parece como si las blancas debie ran sobrevivir. 20. Ag5, Rd3; 21. Ae7, Re2; 22. Ac5, Th3; 23. Ae7, •
•••
167 S
.
Webb- Vukié; Campeonato europeo por equipos, Skara, 1980
105
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106
PREPARACIÓN DE FINALES
Rd3; 24. Ad8, Re4; 25. Af6, Tb3; Ag5, g3 (el último intento de victoria); 27. fg, Th2+; 28. Rgl (28. Rh3, Rf3; 29. Af4, Th1 ; 30. Rh2, Rg4 debe llevarnos al mismo lugar, pero las blancas no tienen por qué complicar las cosas, dado que 28. Rg1 son unas tablas sencillas); 28. ..., Rf3; 29. Af4, Tal; 30. Ae5, Tg2+; 31. Rhl, Txg3; 32. Axg3, Rxg3; 33. h5!, V2 - V2. 26.
TORRE CONTRA CABALLO En el diagrama 168 las negras tienen un peón para intercambiar (el situado en e6, por ejemplo). No tiene una actividad especial, y por lo tanto está en peor situación. 168 B
su torre pronto penetrará); 2. ..., ab; 3. Tal, h4 (si 3 . ... , b4; 4. Ta8, Cc8; S. Re3, Rc7; 6. h4! , gh; 7. gh, Cd6; 8. Tf8!, Rd7 -8. . Cf5+; 9. Txf5!-; 9. Rf4, Re7; 10. Th8, CfS; 1 1 . ReS, Cxh4; 12. Th7+, Rd8; 13. Rxe6, y ganan, de modo que Larsen decide situar su peón en una casilla que puede ser defendi da por el caballo); 4. gh, gh; 5. Ta8, b4; 6. Ta4? (esto hace perder algo de tiempo; el movimiento correcto es 6. Tf8, que es el que de hecho jugó Matanovié después del déci mo movimiento de las negras); 6. ..., Rc7; 7. Re2 (y no 7. Txb4??, bS); 7. ..., Rc6; 8. Ta8, Cf5; 9. Rd3, Rd7; 10. Tb8, Rc7; 11. Tf8! (no exacta mente la misma posición que la de después del quinto movimiento de las negras, pero sigue siendo la idea correcta); 11. ..., Rd6; 12. Tt7, b6; 13. h3, Ch6 (las negras estaban en zugzwang, ya que si 13 . ... , Rc6; entonces 14. TxfS ! , ef; 1S. Re3, Rd6; 16. Rf4, Re6; 17. RgS, etc.); 14. Tf4!, Cf5; 15. Re2, Re7; 16. Rf3, Rt7; 17. Rg4, Rg6; 18. Txf5!, ef+; 19. Rxh4, y las blancas ganan enseguida. ..
,
169 N
Matanovió-Larsen; Portoroz IZ, 1958 FTc PM# 301
Hasta el momento todo está ba jo control, pero el contingente de las blancas está extendido por una amplia zona, y la torre blanca pron to se hará amenazadoramente acti va. l. Tel, Cd6; 2. b5! (2. TeS, CfS no sería de ayuda para las blancas, pero mediante el sacrificio de este peón abren la vertical a, en la que
Bronstein-0/afsson; Portoroz IZ, 1958
EL INTERCAMBIO
El diagrama 169 es otro ejem plo del torneo Interzonal de 1958. En el ejemplo previo el jugador con el caballo perdió porque la acción tuvo lugar en un frente de masiado amplio. Aquí, sin embar go, todo sucede en un solo lugar -¡en el gaznate de las negras! Al mirar esta posición se hace absolutamente obvio que las blan cas están en mejor situación; gozan de una gran ventaja espacial y pie zas mortíferamente activas. De he cho, las blancas tienen sólo un peón para intercambiar (¿quizá el d5?), pero ciertamente esto no es lo pri mero que se hace evidente al exa minar la posición, ¡y con razón! Las negras no se pueden defen der pasivamente, ya que si l. ... , Re7; 2. d6+, Re8 (2 . ... , Rf8; 3. d7, Td8; 4. Rd6); 3. Cd5, Td8 (las blan cas amenazaban 4. d7 + ); 4. Cb6, Rf8; 5. Rd5, Re8; 6. c6, be+; 7. Rxc6, y ganan. Así que intenta ron su única salida, activar la torre: l , TeS+!; 2. Rf6, Te3 (este con traataque es demasiado lento, ya que las negras no van a poder avan zar un peón durante mucho tiem po); 3. Rxt7, Tb3; 4. Cxg6, Txb4; 5. CeS+; ReS (5 . ... , Rd8 es "ligera mente mejor", pero tras 6. d6, Tb2; 7. Re6, Td2; 8. Rxf5, Txg2; 9. Re6, Td2; 10. f4, el peón f se arrastra de vuelta a casa); 6. d6, Tb2; 7. ReS!, Td2; S. Cg6, RbS; 9. g3, Tdl; 10. Ce7, 1-0. ¡El diagrama 170 es una posi ción caótica que ciertamente debió entretener a los espectadores! Gu feld hace un excelente análisis en lnformator 26: l. ThS (si l. Td7+1 ?, Rxd7; 2. h7, c3; 3. h8=D,c2; enton ces el caballo y los peones fácil•
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107
:
170 8
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Vitolins-Kiovan; URSS, 1978 lnformator 26 # 9
mente alcanzan a la dama, p.e. 4. Dg7+, Rc6; 5. Dg5 ! , d4 -no 5 . ... , f4??; 6. Dg6+-; 6. Dd2, d3; 7. Rfl -o 7. Dc3+, Rb6=-; 7 . ... , e4; con unas "tablas posicionales"; si las blancas intentan l . Rfl, entonces l . ... , c3; 2. Re2, d4; 3. Td7+ condu ce a más o menos la misma posi ción: 3 . ... , Rxd7; 4. h7, e4; 5. h8=D, d3+; 6. Re1 , c2=( !); finalmente, si l. Rfl , c3; 2. Re1 , d4; 3. Td7+, Rxd7; 4. h7, d3; 5. h8=D, d2+ ! ; 6. Re2, Ce3; 7. Dg7+, Rc8! -forza do-; 8. Df8+, Rd7; 9. Df7+, Rd8=); l , Cxh6! En cualquier caso, está claro que las negras enseguida de ben ceder su caballo por el peón h. La única alternativa posible era l . ... , Cf6; pero entonces las blancas podrían haber tomado el peón por el caballo cuando hubiesen queri do, manteniendo la opción de se guir jugando a por más. 2. Txh6+, ReS; 3. Rf2, c3; 4. Re2, d4; 5. Rd3 ( Gufeld ofrece la línea de juego alternativa 5. Tf6!, c2! -"el único movimiento"-; 6. Td2, d3; 7. Txf5, Rd4; 8. Tf8, e4; 9. Td8+, Rc4; •
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PREPARACIÓN DE FINALES
10. Te8, Rd4; 1 1 . g4, e3+; 12. Rc1 -12. Txe3, c1=D+; 13. Rxc1 , Rxe3; 14. Rd1, Rf4=-; 12 . ... , e2; 13. Rd2, Rc4; 14. g5, Rb3; 15. g6, Rb2; 16. Tb8+, Ra2; 17. Tc8, Rb2; 18. g7, e2=D+! ; 19. Rxe1, c1=D+; 20. Txc1, Rxc1 ; 21. g8=D, d2+= ); 5 , e4+; 6. Rc2, Rc4; 7. Tc6+, Rb4; 8. Tb6+, Rc4; 112-112. Quizá os hayáis dado cuenta de que no he hecho grandes intentos por analizar este final. Esto se de be a que lo considero un entreteni miento -para mí, por lo menos-. Desde el punto de vista de los juga dores de la partida, seguro que no les pareció tan divertido. Si la par tida hubiese sido aplazada cerca del di�grama 170, o todavía peor, cuando las blancas ya hubiesen re suelto, los dos contendientes ha brían envejecido notablemente. He incluido otro final de torre contra caballo y peones (más ade cuado que éste) en el capítulo de las tablas (diagramas 69-70), pero pasemos ahora a examinar algunas posiciones en las que los peones es tén todos en el mismo flanco. Como regla general, en un final con torre y peón (o peones) contra caballo y peón (o peones) en el mismo flanco, la torre ganará prác ticamente siempre si se tiene el mis mo número de peones, y se segui rán teniendo unas buenas perspec tivas de victoria aunque el caballo tenga un peón extra. El diagrama 171 es una victoria fácil para las blancas. La partida fi nalizó: l , Cb5 (si l. ... , Ce6; 2. f4, Cg7 -o 2. ... , gf; 3. gf, Cg7; 4. Tg3+, Rj7; 5. f5!, etc.-; 3. Ta7, y las blan cas ganan enseguida, ya que la ame naza de 4. Txg7+ ! es descorazona•
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171 N
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Dobosz-Hassenrück, Dortmund lnformator 22# 23
1976
dora, p.e. 3 . ... , h5 -3. ... , gf; 4.Rxf4, etc.; o 3.. .. , Cf5 4 g4-; 4. Txg7+, Rxg7; 5. f5 -o 5. fg-; 5. . .. , g4; 6. Rd5, Rh6; 7. Rd6!, etc.); 2. Td3, Cc7; 3. f4, CeS; 4. Td7!, Cg7; 5. Txg7+!, Rxg7; 6. f5, g4; 7. Rd5, 1 -0. Ver el diagrama 172. Con un juego extraordinario Alekhine logró la victoria en este final, y durante algún tiempo se consideró que en realidad era una "victoria teórica". Ciertamente las negras tienen buenas perspectivas prácticas de ganar, pero se ha lle gado a encontrar un modo median te el que las blancas pueden hacer tablas. Primero, veamos la continua ción de la partida: l. h4, Re7; 2. Ce4, h6; 3. Cf2, Re6; 4. Cd3, Rf5; 5. Cf4, Ta4; 6. Cd3, Tc4; 7. Cf2, Tc6; 8. Ch3, ReS; 9. h5? Esto es una equivocación. Si las blancas quieren jugar h5, deben apoyar este movimiento con g4. Sin embargo, parece que después
EL INTERCAMBIO
Vidmar-Aiekhine; San Remo, 1930 FT e PM # 305; FAB # 5 18
del juego un tanto descuidado de las blancas están perdidas de todas formas. Por ejemplo, si 9. Cf4, en tonces 9. ..., Tc2; 10. Ch3, Td2; 1 1 . Cf4, Ta2; 12. Ch3, Rct4; 13. Cf4, Re3; 14. Ce6, Ta7; 15. Cf4, Ta6! ; 16. Ch3, Re2; 17. Cf4+, Rfl; y una vez que el rey negro ha penetrado la victoria es fácil, por ejemplo 18. h5, Ta5; 19. Rh2, Rf2; 20. Rh3, Tb5; 21. Rh4, Re3; y el caballo es apartado del juego (ver la conti nuación de la partida); o 18. Ch3?, Ta2; 19. Cf4, g5; 20. hg, hg; 21. Ce6, Txg2+; 22. Rh3, Rf2; etc. La parti da continuó 9. , Tc2!; 10. Cf4, Tdl; 11. Ch3, Rd4; 12. Cf4, Re3; 13. Re6 (si 13. Ch3, entonces 13 . ... , Tb2; 14. Cf4, Tb5; 15. Ce6, Te5; etc.; o 13. Rg4, Td4 14. g3, Ta4; 15. Rf5, Rxf3); 13 , TdS!; 14. f4 (o 14. Rh4, Te5 ! ; 15. Cxg7, Tg5; 16. Ce6, Txg2); 14 , TfS!; 15. R g4, Tf6; 16. fS. Aquí Alekhine intentó 16. , Tt7!?; y Vidmar se colapsó con 17. g3?, Re4; 18. CeS+, Rd4!; 19. Cb3+, ReS; 0-1 . Sin embargo, después de •••
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Vidmar-Aiekhine, después de
109
16. f5
16 . ... , Tt7, las blancas debieron haber jugado 17. Cd8!, Tf6; 18. Ce6, tras lo que las negras habrían teni do que replegarse al "mejor" movi miento -18 . ... , Re4!-. A partir del diagrama 173 Alekhine analizó: 16 . ... , Re4 ! ; 17. Cxg7 (17. Cc5+, Rd5; 18. Cd3, Rd4; 19. Cf4, Re4); 17 . ... , Tt7; 18. Ce6, Txf5; 19. Rh4 (19. g3, Te5; 20. Cd8, Tg5+; 21. Rh4, Rf3; 22. Ct7, Tg4+; 23. Rh3, Txg3+; 24. Rh4, Rf4!; 25. Cxh6, Tg7! ; 26. Rh3, Th7; etc); 19 . ... , Re5; 20. Cc5, Tf4+; 21. Rh3, Td4; 22. g3, Rd6 ! ; 23. Cb3, Td1; 24. Rh4, Rd5; 25. g4, Td3; y las negras ganan después de 26. Cc1, Te3; 27. g5, Te4+! ; y 26. g5, Txb3; 27. gh, Re6; 28. h7, Tb8; etc. Vidmar perdió desde la posi ción del diagrama 172 porque no tenía un plan, aunque su final no es ni con mucho el peor posible (Alekhine tuvo que jugar de modo soberbio para ganar). En 1940 A. Leykin publicó dos posiciones de fensivas que podían haber sido ju gadas por las blancas.
1 10
PREPARACIÓN DE FINALES
174 B
blancas deberían haber sido capa ces de hacer tablas en el diagrama 172, por ejemplo con l. h4, Re7; 2. Ce4, h6; 3. Rh3! (en lugar de 3. Cf2?); 3 , Re6 (si 3 . ... , Ta3; 4. Rg4, Re6; 5. Rf4, Rd5 -5. .. ., g6; 6. g4, etc.-; 6. h5, Rd4; 7. Cd6, Rd3; 8. Cf5 , Ta4+; 9. Rg3, Ta5 -o 9. . . , Ta7; JO. Rj2, y 11. g4-; 10. Rf4, Ta7; 1 1 . g4, Re2; 12. Rg3, etc.); 4. g4!, ReS; 5. Rg3, g6 (o 5 . ... , Rd4; 6. h5!, Re3; 7. Cd6, y 8. Cf5); 6. Cfl, Ta3 (si 6 . ... , Rd4; 7. Ch3, y 8. Cf4); 7. Ch3, Ta4; 8. Rfl! (no 8. Cf2?, Rd4; 9. Ch3, Re3); 8 , h5 (éste es el único modo racional de que las negras puedan impedir a las blancas construir la fortaleza del diagrama 174); 9. gh, Txh4 (9 . ... , gh; 10. Rg3, son unas tablas simples); 10, hg!=. De modo que las blancas deben ser capaces de hacer tablas en el diagrama 172 siempre que empie cen por organizarse inmediata mente. Sin embargo, si esto se re trasa parece que las negras tendrán la victoria en la mano. •
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A. Leykin, 1940 FTc PM # 303
1. Cg2+, Re2; 2. Cf4+, Rfl; 3. Ce6, Ta7; 4. Cd4, Td7; 5. Cf5, Re2; 6. Rg2=. 115 B
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176 N
A. Leykin, 1940 FTc PM # 304
l. Cf4, Ta6 (o l. ... , g5; 2. hg, hg; 3. Ch3, Ta5; 4. f4=); 2. Rfl, y de nuevo las blancas tienen una "for taleza", p.e. 2 , Tf6; 3. Rg3, Ta6; 4. Rfl, Td6; 5. Rg3, Re3; 6. Cg2+, Rd4; 7. Cf4=. Armadas con el conocimiento de estas posiciones de fortaleza, las •
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Keene-D. Roos, Campeonato de la CEE Berlín, 1980 ·
EL INTERCAMBIO
Aunque las blancas tienen tres peones existen considerables pro blemas técnicos, ya que la posición de las negras es muy compacta, y el peón f de las blancas es débil. l. ..., Ce4; 2. Re3, Cf6; 3. TaS, Re6; 4. Ta6+, RfS; 5. Ta8, Re6; 6. Rd3, RfS; 7. Th8, Rg6; 8. Rc4, Rt7; 9. Ta8, Re6; 10. Ta2, RfS; 11. T�6!, Ce4. 177 S
Keene-D. Ross, después de
11 .
. . . , Ce4
Ésta es la posición que las blan cas han estado buscando. 12. RdS!, Cxf2!? Este movimiento debiera conducir a una rápida derrota, siempre que las blancas encuen tren dos buenos movimientos en una misma horizontal. Si 12 . ... , Cf6+ ?; 13. Rd6, Ce4+; 14. Re7, y el peón f queda protegido indirecta mente -14 . ... , Cxf2; 15. Tf6+, es una victoria fácil- y de este modo las blancas debieran ganar. Pero las negras siempre pueden intentar 12. . .. , Cc3+; 13. Rd6, Re4. Creo que las blancas están ganando esta posición, pero tienen una plétora de seductoras alternativas para ele gir, y tan sólo algunas de ellas las conducirán a la victoria.
111
a) 14. Ta3?? no es particular mente seductivo -14 . ... , Cb5+! b) 14. Re6, Rf3 ! ; 15. Ta3?, Rxf2; 16. Txc3 (16. Rxe5, Ce2 tam bién parece insuficiente); 16. . .. , e4! ; y extrañamente la posición parece ser tablas, p.e. 17. Rf5, e3; 18. Rg5, e2; 19. Tc2! , Rf3 ! (el único movimiento); 20. Tcl, Rxg3; 21. Rxh5, Rf3; 22. Rg5, g3; 23. h5, g2=. e) 14. Re6, Rf3 ! ; 15. Rxe5 pare ce ser una victoria, con p.e. 15 . ... , Rxf2; 16. Th6, Rxg3; 17. Txh5: el) 17. ..., Rh3; 18. Th8, g3; 19. h5, g2; 20. Tg8, Ce2; 21. Txg2! , Rxg2; 22. h6, etc. c2) 17. ..., Ce2; 18. Th8, Cf4 (si 18 . ... , Rh3; 19. h5, g3; 20. Tg8!, es la misma situación que el ); o 18 . ... , Rh3; 19. h5, Rh4; 20. h6, Rg5; 21. h7, Rg6; 22. Tg8+, Rxh7; 23. Txg4, y las blancas ganarán enseguida con el caballo); 19. Rf5! (no 19. h5?, Cxh5 !) y el peón h en seguida se hace decisivo. d) Después de 14. Re6, las ne gras también pueden intentar 14 . ... , Cd1 ; pero después de 15. Ta5, Cxf2 (15. . .. , Rf3); 16. Txe5+, Rf3; 17. Txh5, Rxg3; 18. Th8!, las blan cas parecen ir ganando: d1) 18. ..., Rh3; 19. Tf8+ ! , Re2; 20. h5, g3; 21. h6, Cg4; 22. Tg8! (22. h7, también gana); 22 . ... , Rf3 (o 22 . ... , Cxh6; 23. Txg3, y 24. Tg6); 23. Txg4! , Rxg4; 24. h7, etc. d3) 18. ..., Ch3; 19. Rf5 ! (no 19. h5?, Cf4+; 20. Rf5, Cxh5 ! ; 2 1 . Txh5, Rf3= ); 1 9. ... , Cf4; 20. Tg8! d4) 18. ..., Cd3; 19. Rf5 ! , etc. d5) 18. ..., Ce4; 19. Re5 ! , y las blancas deben ganar. Así 14. Re6, parece ser una vic toria siempre que las blancas "olvi den" ganar el caballo. Las blancas
1 12
PREPARACIÓN DE FINALES
también pueden llegar a estas va riantes por otra línea de juego, tal que e) 14. Ta5, Rf3; lS. TxeS: el) 15. ..., Ce4+; 16. Re6!, Cxf2; 17. TxhS, Rxg3; 18. Th8, es la mis ma situación que d); pero no 16. RdS?, Cxf2; 17. TxhS, Rxg3; 18. Th8, conecta con la línea d) anterior; pero no 16. RdS?, Cxf2; 17. TxhS, Rxg3; 18. Th8 (18. Rd4, Rf4); 18 . ... , Rh3; 19. hS, g3; 20. h6, Cg4; 21. h7, Cf6+ ! ; 22. ReS, g2=. e2) 15. ..., Rxf2; 16. TxhS, Rxg3; 17. Th8, Rh3; 18. ReS (o 18. hS) es lo mismo que el apartado el) ante rior. e3) 15. ..., Rxf2; 16. TxhS, Ce4+; 17. ReS, Cxg3; es la más tenaz de las posibles defensas de las negras, pero las blancas pueden ganar con (p.e.) 18. TgS, Rf3; 19. Tg8, ChS; 20. RfS, Cg3+ ! (20 . ... , g3; 21. RgS ! , Cf4; 22. Tf8); 2 1 . Rg6 ! , Ce2 (21 . . . . , Rf2; 22. RgS ! ; o 21. ... , Ce4; 22. hS, g3; 23. RfS, Cd6+; 24. Re6, Ce4; 2S. h6, g2; 26. Txg2, Rxg2; 27. RfS !); 22. hS, Cf4+; 23. RgS, CxhS; 24. RxhS, g3; 2S. Rh4, g2; 26. Rh3. He analizado esta posición con gran detenimiento; de hecho, su pongo que hasta un grado del todo innecesario. La razón es que ini cialmente no estaba muy seguro de si las blancas podían ganar después de 12 . ... , Cc3+. Por supuesto, se po drían haber retirado con 13. Rc4, Ce4; 14. Ta2, pero no he encontra do otro modo claro por el que las blancas podían conseguir la victo ria. De hecho, mis intentos por ganar fueron como sigue: primero, variación b ); después e), incluyen do las distintas subvariantes que incluyo aquí bajo el) y d); y sólo
tras mucho tiempo me di cuenta de que en la variación e) las negras no podían mejorar en 17 . ... , Rh3.
POSDATA Tras volver a examinar esta po sición, finalmente he encontrado un modo mediante el que las blan cas pueden ganar sin todo este lío. Deben intentar llegar a la posición del diagrama 177, pero con la torre en b6. l. RdS, y entonces i) l. ..., Cxf2; 2. Tbl ! , Cd3; 3. Tb8! , ganan. ii) l. ..., Cc3+; 2. Rd6, Re4 (o 2 . ... , Cdl; 2. Tbl ! , Cc3; 4. Tb2); 3. Tb2!, y las blancas ganan fácil mente. Tras esta larga disquisición re tornamos a la partida. 13. Tal!, Cd3 (13 . ... , e4; 14. Rd4, no tiene ninguna posibilidad); 14. Tfl+ . Al llegar los problemas Keene mantuvo sus cálculos inicia les, que eran 14 . ... , C(4 sin hacer jaque; lS. Tf2, zugzwang. Por su puesto, a estas alturas había visto que 14 . ... , Cf4 es jaque, pero no tu vo tiempo de encontrar otra línea de juego. De hecho, las blancas pueden ganar aquí colocando a las negras en zugzwang: 14. Tb 1 ! ! , Cf4+ (no hay otro movimiento construc tivo); lS, gf, ef (o lS. . .. , Rxf4; 16. Tfl +, Rg3; 17. Rxe4, Rxh4; 18. Rf4, Rh3; 19. Thl+!, Rg2; 20. TxhS, g3; 21. TgS); 16. Tb8 ! , g3 (16. . .. , f3; 17. Tf8+ es peor); 17. Tg8!, f3; 18. Txg3, Rf4 (o 18 . ... , f2; 19. Tf3+, Rg4; y lo más simple es 20. Re4 ! , Rxh4; 21. Rf4, etc); 19. Tg8, f2; 20. Tf8+, Rg3; 21 . Re4,
EL INTERCAMBIO
Rg2 (21 . ... , Rxh4 pierde, por su puesto); 22. Re3, fl=D; 23. Txfl , Rxfl ; 24. Rf4, Re2; 25 . Rg5, y ganan. 14. ..., Cf4+!, 15; gf (si 15. Tf2, CxR!); 15. ..., ef (con la torre en f1 las blancas no pueden jugar activa mente contra los peones, ¡y deben tener cuidado de las tablas!); 16. Rd4, g3; 17. Rd3, Rg4; 18. Re2!, V2-V2. Después de 18 . ... , g2 las blancas pueden elegir entre 19. Txf4+ ! , y 19. Tal , Rg3; 20. Ta3+, Rh2 (o 20 . ... , f3+ ); 21. Tal ! , pero, por supuesto, deben evitar 19. Tgl ?? , Rg3; con el que las negras ganan.
MÁS PIEZAS EN JUEGO Ver el diagrama 178. Esta posición surgió a partir de algunas complicaciones fantásticas. Las negras, con dos peones para el intercambio, tienen una gran ven taja a la vista de su potente masa de peones centrales, la incapacidad de la torre blanca de emprender ninguna actividad y el hecho de 178 N
Nikitin-Tal, Campeonato de la URSS,
1959
1 13
que su alfil está mucho mejor situa do que el blanco. Tal enseguida convirtió estas ventajas en una victoria. l .. , d5; 2. Tg3, Ag5; 3. b4?! Las blancas no quieren vincularse al peón b ante u� . posible Cc4 postenor, pero su moVI miento es bastante malo, ya que sus peones del flanco de dama están ahora bloqueados. 3. ..., b5; 4. Ab3, f5; 5. c3, Re7; 6. a4, f4; 7. Th3, Cc4. Las negras tantean el peón d preparándose para avanzar su peón e. Su posición era tan buena que bien se podrían haber permitido este movimiento, que ofrece el in tercambio de una buena pieza me nor por una menos activa. Si 8 Axc4 be los peones centrales de las negras son muy fuertes, pero el potencial peón pasado del flanco de dama de las blancas es un tanto molesto. Por ejemplo, 9. Rf2, Rd6; 10. a5 conduce a una posición en la que las negras preferirían con mu cho que fuesen las blancas las que tuviesen que mover. El rey no tie nen ningún movimiento bueno ex cepto e5, que de momento es im posible debido a Th5, es decir, si l. Rgllfl/el, e5; 2. Th5, f3 ! ; o l. Re2/g2, e5; 2. Th5, e4; 3. h4, f3+; o l. Rf3, e5; 2. Th5, e4+. Además, los movimientos de la torre tam bién son malos: l. Tf3, Ah4+ ! ; seguido d e 2 . ... , e5; o l. Th5, Af6; 2. Th3, d4! ; es muy poderoso, y cla ramente l . b5 no tiene aquí ningu na esperanza. Así, si las blancas mueven la posición está un tanto enmarañada, p.e. 10 . ... , Af6 (10 . ... , e5?; 1 1 . Th5 ! ; o 10 . ... , Rd7; 1 1 . Re2, e5?; 12. Th5, e4; 13. h4, y el peón d está perdido); y ahora las blancas pueden confundir las cosas con .
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1 14
PREPARACIÓN DE FINALES
1 1 . b5 ! ? (no 1 1 . Re2, d4; 12. Txh6, d3+; 13. Rd2, Ag5; 14. Th5, f3+!; pero posiblemente 1 1 . Rel ! ?); 11. ... , ab (1 1 . ... , d4! ?); 12. a6, Rc7; 13. Txh6, Axc3; 14. Txe6, con cier ta confusión. Presumiblemente, las negras ganan -rápida pero emba rulladamente- después de 8. Axc4, be. Por ejemplo, probablemente pueden intentar "perder un movi miento" para poner a las blancas en zugzwang. Sin embargo, creo que después de 8. Axc4, sería más cínico jugar 8 . ... , de -como ya sa bemos, es bastante peligroso per mitir la existencia de peones pasa dos cuando uno tiene una pieza me nor contra una torre-. La partida puede continuar 9. ab, ab; 10. Tf3 (si 10. Th5, Rf6; 1 1 . h4?, Rg6; o 10. Rf2, Rf6; 1 1 . Rf3?, Rf5; y las blancas no consiguen bloquear a los peones) 10 . ... , e5; 1 1 . Tfl , Re6 (no 1 1 . ... , e4??; 12. Tel !) ; 12. Tal ,
e4; y los peones pasados ligados serán decisivos rápidamente. 8. ab?!/? Este movimiento libe ra a las negras de posibles preocu paciones; 8. Rf2 es mejor. 8...., ab; 9. Rf2, Rd6; 10. Re2 ( ?) . Esto per mite avanzar al peón e, pero desde 8. ab las blancas estaban práctica mente perdidas. 10. ..., eS; 11. Axc4, be!; U. ThS. 10. ..., eS; 11. Axc4, be!; U. ThS. La defensa pasiva ob viamente no tiene ningún sentido, p.e. 12. Tf3, e4; 13. Tfl, f3+; 14. Rdl (14. Rf2, d4! ; 15. cd, c3; etc.); 14 . ... , d4! ; 15. cd, Rd5; 16. b5, Rxd4; 17. b6, Rd3; 18. b7, Af4; y ganan. U. ..., e4; 13. h4, f3+; 14. Rd1, Af4. Aquí la partida fue aplazada. Niki tin dejó sellado 15. Tf5, pero aban donó durante el aplazamiento. Las negras ganarían fácilmente tras, p.e., 15. . .. , Ae5; 16. Rd2, Re6; 17. Tf8, Ad6 ! ; 18. Tg8, Af4+; 19. Re1 , e3; etc.
FINALES SIN PEONES
1 15
8. Finales sin peones Para completar esta extensa sección he decidido buscar algo de alivio en algunos finales sin peones.
180 N
179 B
R. 8/au contra Unzicker; Lucerna, 1949
Nyazova-Levant; URSS, 1976
Dama + caballo contra dama, y dama + alfil contra dama son en general tablas, en el supuesto de que el lado más fuerte no pueda obtener una victoria forzada. Pero en esta posición las blancas pueden ganar inmediatamente. l. Dg8+ ! En la partida las blancas jugaron el "más débil" l. De6+, que gana de un modo más lento: l. ..., Rh4 (o l. . .. , Rxh5; 2. Rg6+) ; 2. Df6+, Rh3; 3. Dc3+, Rg2 (3 . ... , Rh4; 4. Dg3+! , Rxh5; 5. Dg6+) ; 4. Dd2+, Rgl (o 4. ... , Rh3; 5. De3+, Rg2; 6. Cf4+ ); 5. De3+, Rg2; 6. Cf4+, 1-0. Después de l. Dg8+, Rh4 (si l. ... , Rf3; 2. Da8+; o l. ... , Rf5; 2. Cg3+ ) ; 2. Dg3+, Rxh5; 3. Dg6+, Rh4; 4. Dh6+ ganan.
Torre + caballo contra torre son en general unas tablas verda deramente simples. Por el contra rio, torre + alfil contra torre teóri camente también son tablas, en el caso de que el bando con la torre empiece desde una posición razo nable, pero en la práctica existen excelentes perspectivas de victoria. N o quiero reproducir aquí la teoría de estos finales -se puede encon trar en cualquier buen libro de teo ría del final-, pero sí daré dos posi ciones en las que están en juego un par de piezas extra. Presumible mente, con más piezas el lado más fuerte debe ganar en "circunstan cias normales". Si los alfiles estuviesen en el mismo color en el diagrama 180 el defensor podría tener alguna posi bilidad. Tal y como se presenta, el ataque es mortífero, y Unzicker
116
PREPARACIÓN DE FINALES
rápidamente acabó con la partida. l , Te3; 2. Ad4, Te2+; 3. Rcl (o 3. Ra3, Ta2 mate); 3. , Cb4; 4. A g7, Tc2+; 5. Rdl, Ae2+; 0-1. ¡Después de 6. Re1, Cd3 es mate! •
182 8
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181 N
Una fortaleza: Horwitz y Kling, 185 1
Vladimiriv-Palatnik; URSS, 1977 lnfonnator 24 # 24
Si hubiesen podido intercam biar los alfiles las blancas habrían sido capaces de hacer tablas, pero esto es imposible, y las negras de sarrollaron rápidamente un ataque ganador. l , Th3+; 2. Rh2 (no 2. Rg4?, Af3+); 2 , Ac6; 3. Tb8, Tc3; 4. Th2, Rf5; 5. Ag3, Rg4; 6. Te2, A g5 (pero no 6 . , Txg3?; 7. Te4+! , y 8. Txe7); 7. 1b2, Ae4 (de nuevo no 7. ... , Txg3?; 8. Tb4+, Af4; 9. Txf4!, Rxf4; ahogado); 8. Tf2, Tcl; 0-1. Los dos alfiles deberían ganar contra un caballo con relativa faci lidad (ver el diagrama 183). Sin embargo, existe una posición de fortaleza (ver el diagrama 182). Horwitz y Kling muestran una posición con la fortaleza negra cen trada en f8. Afirmaron que no exis tía modo de romper esta fortaleza •
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con el caballo "comprometido", al tiempo que las piezas negras esta ban confinadas. Sin embargo, es posible llevar al rey y al caballo negro al centro del tablero. Durante más de un siglo el final siguió teniendo una condición teó rica indeterminada, hasta que se asumió que, con tal cantidad de es pacio y tiempo a su disposición, las negras podrían reconstruir su forta leza en cualquier otra esquina.
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183
..
8
Botvinnik-Tal, Partida de torneo ( 17), 1961
FINALES SIN PEONES
Sin embargo, actualmente una base de datos (cfr. diagrama 15) ha establecido que esto no es así. Las blancas siempre pueden evitar el restablecimiento de la fortaleza. Desgraciadamente, desde algunas posiciones iniciales un tanto impro bables se requieren más de 50 movi mientos. Al escribir este libro (1986) la normas de la PIDE permiten 100 movimientos para hacer mate o tomar el caballo con esta composi ción de piezas. Puesto que es prácti camente imposible que un ser hu mano desarrolle correctamente tan to el ataque como la defensa, este número me parece desorbitado (75 movimientos serían suficientes, ya que el máximo número absoluto re querido es 67). Éste es el juego ópti mo para el diagrama anterior: l. Ag3, Cd5; 2. Ae8, Cb7; 3. Ce5, Cd8; 4. Rd6, Cb7+; 5. Re7, Cc5; 6. Rd7, Rc4; 7. At7+, Rd3; 8. Ag6+, Re3; 9. Ac7, Cc5+; 10. Rd6, Cd3; 11. Ab6+, Rd2; 12. Ad4, Cf4; 13. Ae4, Cd3; 14. Rd5, Cf4+; 15. Rc4, Ce2; 16. Ac5, Cg3; 17. Ac6, Cf5; 18. Rd5, Ce3+; 19. Re4, Cc2; 20. Ae8, Rc3; 21. At7, Cb4; 22. Ad4+, Rd2; 23. Ab6, Cd3; 24. Rd4, Cel; 25. Ad8, Cc2+; 26. Re4, Cal ; 27. Aa5+, Rc2; 28. Re3, Cb3; 29. Ag6+, Rcl; 30. Ac3, Rdl; 31. Af6, Cc5; 32. Ae5, Cb3; 33. Ae8, Rcl; 34. Af6, Cd2; 35. Aa4, Cc4+; 36. Rd4, Ca3; 37. Rd3, Cbl; 38. Ae5, Ca3; 39. Rc3, Cbl +; 40. Rb3, Cd2+; 41. Ra2, Ce4; 42. Af4+, Cd2; 43. Ra3, Rbl; 44. Axd2, y mate en 3 movimientos. Botvinnik se tomó un cuarto de hora para decidir entre l. Cc5+, y l. Rxa6. Al final escogió el último, en la esperanza de crear la fortale za del diagrama 182. l. Rxa6,
1 17
Afl+; 2. Rb6, Rd6; 3. Ca5, Ac5+ (evitando Cb7); 4. Rb7, Ae2; 5. Cb3, Ae3; 6. Ca5, Rc5; 7. Rc7, Af4+; y Botvinnik abandonó en vista de 8. Rd7, Rh6; 9. Cb3, Ae3; seguido de Adl y Ad4. l. CeS+ también habría perdido en el diagrama 183: l. ... , Rd6 (no l . ... , Axc5+; 2. Rxc5= ); 2. Cxa6, Ad2; 3. Cb8, Ag5; 4. Ca6, Ad8+; 5. Ra7, Rc6; y el caballo está próxi mo a ser separado de su rey (per manentemente). 184 B
"Otra fortaleza"
Para finalizar este capítulo, un ejemplo más de fortaleza. Las bases de datos han demostrado que dama contra dos alfiles es "en general ga nador", aunque hay algunas fortale zas, ¡y se ha encontrado una posi ción en la que son necesarios 70 movimientos para ganar! Sin em bargo, dama + dos caballos es "ha bitualmente tablas". Dama contra alfil y caballo es en general una vic toria, pero existe la posición de for taleza del diagrama 184, a la que puede aspirar el defensor. Si, por ejemplo, l. Dh5, entonces l. ... , Ah8!; 2. De8+, Rh7; 3. Re6, Ag7=.
SECCIÓN IV
IDEAS ESTRATÉGICAS Y VALORACIONES
En pocas palabras, cuando tenga algunas nociones de estrategia elemental, diréis que nunca un caballo fue montado por mejor comandante general. Los Piratas de Penzance, W.
S. Gilbert
INTRODUCCIÓN La valoración de las posiciones es uno de los aspectos más difíciles del ajedrez. A veces, como en la mayor parte de los ejemplos de la Sección 1, es suficiente con calcular las variantes particulares. Sin embargo, en general es necesario examinar las características estraté gicas más estáticas de una posición . Las valoraciones estratégicas dependen de varios factores. Ya hemos tratado uno de ellos, el balan ce del material, en la sección precedente. Aquí examinaremos tres elementos algo menos tangibles bajo tres encabezamientos: "Confi guración de peones y peones débiles"; "Peones pasados"; y "La acti vidad de las piezas".
120
PREPARACIÓN DE FINALES
9. Configuración de peones y peones pasados La configuración de los peones es un tema extraordinariamente amplio y complejo (tan amplio que se pueden dedicar, y de hecho se han dedicado, libros enteros a él). La configuración de peones de un jugador puede ser inferior por dis tintas razones. Puede contener al gún tipo de debilidad "orgánica" (peones doblados, aislados o retra sados). Puede no armonizar ade cuadamente con el resto de sus pie zas, p.e. un "mal alfil" (examinare mos esto en el apartado de la acti vidad de las piezas). O simplemen te pueden estar demasiado "despa rramados". En este contexto, uno puede pensar en "islas de peones" (grupos de peones). Primero, examinemos algunos ejemplos de debilidad orgánica.
PEONES DOBLADOS La principal desventaja de los peones doblados es que si son par te de una mayoría de peones a menudo no se pueden evaluar co mo peones pasados. La configuración de peones de la Variante de Intercambio Ruy Lopez es muy favorable para las blancas, siempre que puedan inter cambiar todas las piezas. El diagra ma 185 es probablemente una vic toria para las blancas. Euwe dio una variación simple:
185 8
Euwe, 1940; FP #
772
l. Re2, Re7; 2. Re3, Te6; 3. f4, c5; 4. c4!, c6; S. a4, bS; 6. b3! (no 6. ab??, cb; 7. cb, ab; y las negras, habiéndose desprendido de sus peones dobles, pueden colocar un peón pasado en el flanco de dama); 6. ..., f6; 7. aS, b4?; 8. g4, gS?; 9. eS!, gf+; 10. Rxf4, fe+; 11. Re4, h6; 12. h4, Rf6; 13. gS+, hg; 14. hg+, RxgS; lS. RxeS, Rg4; 16. Rd6, Rf4; 17. Rxc6, Re4; 18. Rxc5, Rd3; 19. Rxb4, Rd4; 20. Ra3! (o 20. Ra4, pero no 20. c5??, Rd5 !=); 20. ..., ReS; 21. Ra4, y ganan fácilmente. Como Averbakh y Maizelis señalan, 8 . ... , g5? es débil. En su lugar, las negras deben intentar establecer un bloqueo en el centro con, p.e., 8 . ... , g6. Además, 7 . ... , b4? es una tontería, ya que para las negras es ciertamente una buena idea retener la posibilidad de un
CONFIGURACIÓN DE PEONES Y PEONES PASADOS
movimiento dilatorio en el flanco de dama. Si las negras evitan estos dos errores, pueden tener algunas posibilidades de hacer tablas, p.e. (siguiendo la variante de Euwe hasta el séptimo movimiento de las blancas) 7. ..., g6; 8. g4, Rd6; 9. h4, h6; 10. Rf3, Re7! (no 10 . ... , Re6?; 1 1 . f5+ ! , gf; 12. ef+, y ganan); 11. hS ( 1 1 . e5, fe; 12. fe, g5 !=); 11. ..., gS; 12. eS, gf; 13. ef+ (13. Rxf4, Re6= ); 13. ..., Rt7!! (o 13 . ... , Re6; pero no 13 . ... , Rxf6; 14. Rxf4, b4; 15. g5+, hg+; 16. Rg4, ganando); 14. Re4, Re6; 15. Rxf4, Rxf6; 16. Re4, Re6! (no 16. . .. , Rg5?; 17. Rf3, Rf6; 18. Rf4); 17. Rf4, Rf6; 18. gS+, hg+; 19. Rg4, b4; 20. h6, Rg6; 21. h7, Rxh7; 22. RxgS, Rg7=. ¿Quizá las blancas tenían algu na forma de ganar antes? No voy a tratar de resolver esto aquí, ya que no es en realidad relevante para nuestro tema, que es el de la gran desventaja de los peones doblados, por no el de poderse adelantar pa ra conseguir peones pasados.
12 1
En el diagrama 186 la única posibilidad de las blancas es esta blecer la configuración de peones f4, g5, h5 contra g7 en el flanco de rey. Los peones estarían entonces a salvo de ser capturados, y el rey negro se vería severamente limita do. l. ..., eS! (esto evita f4, que no ofrecería ninguna esperanza aho ra); 2. Rfi, bS; 3. Re2. Aquí Alek hine se puso un tanto nervioso y jugó 3. ..., eS?? Después de 4. Re3 aceptó unas tablas, ya que ahora no podía evitar 5. f4. El movimien to correcto era 3 . ... , a5 ! ; p.e. 4. Rd3 (4. Re3, a4; 5. f4, ef+; 6. Rxf4, b4; 7. Re3, b3; 8. ab, a3); 4. ... , a4; 5. Rc3, c5; 6. g4, Re7; 7. Rd3, Re6; 8. Rc3, Rd5; 9. a3, Re6; 10. Rd3, Rd6; 11. Rc3, Rd5; 12. Rd3, b4; 13. ab, ab; 14. Rc2, Rc4; 15. Rb2 (si 15. h5, las negras juegan 15 . ... , a3; o simple mente . ... , Rg5; y entonces e4, etc.); 15 . ... , a3+; 16. Ra2, Rc3; y ganan. Si los peones doblados también están aislados pueden ser igual mente muy débiles desde el punto
187
186
8
N
Euwe-Aiekhine, Partida de tomeo (24), 1935 FP# 819
FP# 819; Euwe
122
PREPARACIÓN DE FINALES
de vista defensivo. El diagrama 187 es otro ejemplo de Euwe. Las ne gras están totalmente perdidas, ya que pronto se quedarán sin movi mientos posibles, especialmente si las blancas empiezan con l . b4. Podréis daros cuenta aquí de lo dé bil que es la casilla enfrente de los peones. Ver el diagrama 188. Con un par de torres en el ta blero la debilidad de los peones doblados no es demasiado seria.
189 N
Suetin-Holmov, después de 19. Td7+ 188 8
Suetin-Holmov, 2 1 Campeonato de la URSS FT# 224 La partida continuó l. b4, 1b2; 2. TeS, Ta2; 3. Rh3, Th2; 4. g4, Th4; S. bS, Ta4; 6. Rg3, 1b4; 7. Rf2, Ta4; 8. Re3, Th4; 9. TdS, Ta4; 10. Td4,
TaS; lL f4 (11. Rf4 no consigue mu cho, ya que las blancas no pueden controlar la quinta horizontal con su rey en f4); 11. ..., 'lbS; 12. Re4, fS+!? (las negras también podrían haber jugado 12. . .. , Ta5; 13. Td5, Ta6; 14. Rf5, Th6; 15. g5, fg; 16. hg, Ta8!); 13. gf, Rb6; 14. Td7, RxbS; 15. Txt7, Rh6; 16. Td7, TaS; 17. TdS, Ta6; 18. ReS, Rg7; 19. Td7+.
Esta posición es teóricamente tablas. Una posible línea de juego es 19. . .. , Rg8; 20. Td6 (20. f6, Tal=); 20. ... , Ta4!; con el que el ataque sobre el peón f posterior asegura las tablas, p.e. 21. Td8+, Rt7; 22. Td7+, Rg8 (también 22 . ... , Re8); 23. Re6, Te4+ (o 23 . ... , Txf4; 24. Td8+, Rg7!= ); 24. Rf6, Txf4=; de modo que 25. Td8+, Rh7; 26. Tf8 (o 26. Re6, Rg7=); 26 . ... , Ta4! Smyslov y Levenfish dan como el juego de Holmov 19 . ... , Rf8. La idea de este movimiento es llegar a 20. Td6 con 20 . ... , Ta7!; y si 21. Rg6, entonces 21. ... , Tf7+=. Creo que 20 . ... , Ta7! es el único movimiento. Si 20 . ... , Ta4?; 21. Rf6, Rg8 (21 . ... , Re8; 22. Te6+, Rf8; 23. Th6! ); 22. Rg6 ! , ganan; o 20. ... , Tal ?; 21. Rf6, Rg8 (21 . ... , Re8; 22. Rg7! ); 22. Td8+, Rh7; 23. Re7 ! , y si 23 . ... , Tel+; 24. Rt7, Te4; 25. f6, Txf4; 26. Re6, gana; o 23. . .. , Ta7+; 24. Td7, Ta8; 25. f6, Rg6; 26. t7, Rg7; 27. f5 ganan. Suetin jugó durante otros vein te movimientos desde el diagrama 189, pero, por supuesto, el resulta do fue tablas.
CONFIGURACIÓN DE PEONES Y PEONES PASADOS
190 N
Bronstein-Geller; Zurich, 1953 "Posible variación"
Esta curiosa posición en reali dad no fue alcanzada durante la partida Bronstein-Geller en Zurich en 19S3 -los jugadores acordaron tablas antes-. Como Bronstein di ce en su magnífico libro sobre los Torneos de Candidatos, The Chess Struggle in Practice (La lucha del ajedrez en la práctica), "cada juga dor evaluó la posición como desfa vorable para sí mismo, ¡y es difícil decir cuál de los dos tenía razón!". 191 S
123
Las negras no tuvieron proble mas en crear peones pasados, pero los peones doblados son de todas formas más débiles que los ligados (a propósito, supongo que esta po sición podría haber sido incluida en el próximo capítulo, pero está aquí más como una ilustración de la de bilidad de los peones doblados que con el ánimo de plantear un debate acerca de los peones pasados). Parece que Petrosian no se per cató de una posible victoria con l. Th7!, c6; 2. Td7+, ReS; 3. Td1, c3; 4. gS, Rc4; S. g6, c2; 6. Tc1, Rc3; 7. fS, Tg8; 8. Rf4, Rd2; 9. Txc2+, Rxc2; 10. RgS, eS; 1 1. f6, c4; 12. fl, Txg6+; 13. Rxg6, c3; 14. f8=D, y las blancas están un tiempo vital por delante en la partida. En sus Sixty memorable games (Sesenta partidas memorables) Fischer entra en cier tos detalles para mostrar que las negras no pueden mejorar siguien do esta línea de juego. De hecho, Petrosian jugó l. Thl?, c3; 2. g5, c5; 3. Tdl+ (si 3. g6, Tg8; 4. fS, ReS !; S. Rg4, Rf6; 6. Tc1 , c4!; 7. Txc3, Tc8=; o 3. Rg4, Te2!; 4. g6, Re4; S. RgS, Tg2+; etc.); 3. ..., Rc4; 4. g6, c2; 5. Tcl (si S. Tg1 , Td8!; y si 6. g7?, Tg8; amenazando Txg7); 5. ..., Rd3; 6. f5, Tg8; 7. Rf4, Rd2; 8. Txc2+, Rxc2; 9. Rg5, c4; 10. f6, c3; 11. f7, li2-V2 (11. ... , Txg6+; 12. Rxg6, Rb1; 13. f8=D, c2= ).
PEONES AISLADOS
Petrosian-Fischer; PortoroZ, 1958 FT# 303
Los peones aislados pueden ser un punto débil peligroso, ya que deben ser protegidos por otras pie zas en el caso de que sean ataca dos. Además, a menudo otras pie zas del oponente se pueden situar frente a ellos con total impunidad.
124
PREPARACIÓN DE FINALES
192 N
Marsha/1-Chigorin; Barmen, 1905 FT# 266
Txd4. Y, habiendo conseguido su plan estratégico de bloquear pri mero el peón d aislado y después tomarlo para tener un final feliz, las negras ganaron enseguida. Po demos señalar que, tras ganar el peón, sus piezas todavía seguían en unas excelentes casillas. 6. Tc3, Te4+; 7. Rd2, h4!; 8. Tc7, hg; 9. Txg7, Txf4; 10. Txg3, ReS; 11. Re2, Tc4; 12. Tg6, Ta4; 13. Tg3, f4; 14. Tb3, Tc4; 15. Rdl, Re4; 16. h4, f3; 17. Rel, Rf4; 18. h5, Tcl+; 19. Rf2, Tc2+; 20. Rel, Rg3; 0-1. 193
En el diagrama 192 las negras tienen una gran ventaja posicional, a la vista de los dos peones blancos aislados. Sin embargo, deben resis tir la tentación de ganar piezas inmediatamente. Si l. ... , Tc3+; 2. Re4, Txa3 (o 2 . ... , Re6; 3. f5+!, Rd6; 4. a4!); 3. Rd5, el peón d blan co se transforma en un pilar de for taleza, y estará perfectamente situado. Así que las negras jugaron l. ..., Re6!; 2. Tb3. Quizá las blan cas podrían haber considerado 2. Re4!? con la idea de 2 . ... , f5+; 3. Rd3, Rd5; 4. Tb4, en donde 4. ... , Txb4; 5. ab no está claro, p.e. 5 . ... , g6; 6. h3, h6; 7. g4! (cfr. el capítulo del zugzwang, diagrama 81 ). Sin embargo, las negras podrían jugar 4. ... , Tc1 ! en lugar de 4. ... , Txb4?; y si 5. a4, entonces 5 . ... , Tc4!; 6. Txc4, be+; 7. Rc3, a5; 8. h3, h5; 9. h4, g6; gana. 2. ..., Rd5; 3. Td3, f5; 4. h3, h5; 5. Re2. Las blancas estaban en zugzwang. Claramente, 5. h4, g6; no les es de ayuda, y si 5. Td1 , Tc3+; 6. Td3, Txd3+; 7. Rxd3, a5; el final de peón es una victoria fácil para las negras. 5. ..,
B
Flohr-Capablanca; Moscú, 1935
En el diagrama 193 el peón d aislado de las negras, firmemente bloqueado por el caballo blanco, da a las blancas una clara y durade ra ventaja. Flohr utilizó la vertical abierta e para intercambiar piezas ajenas: l. Tacl, Tfc8; 2. Tc2, Cxd3; 3. Txd3, Txc2; 4. Rxc2, Rf8; 5. Rd2, Tc8; 6. Tcl, Txcl; 7. Rxcl. Es interesante que de las piezas que quedan las únicas que se han movido respecto al diagrama 193 son los dos reyes. Las blancas tie nen una clara ventaja en el diagra-
CONFIGURACIÓN DE PEONES Y PEONES PASADOS
194 N
Flohr-Capablanca, después de 7. Rxc 1 FA e C # 320; FAB # 257
ma 194, pero mediante un muy acertado plan de defensa Capa blanca logró hacer tablas. 7. ..., Re7; 8. Rd2, Rd6; 9. Rc3, b6! (Ca pablanca colocó sus peones en ca sillas negras para prevenir poste riores invasiones del rey blanco); 10. f4, Ad7; 11. Cf3, f6; 12. Rd4, a5; 13. Cd2, Ac8; 14. Cb1, Ae6; 15. Cc3, Rc6; 16. a3, h6. Si las negras se hu biesen defendido pasivamente las blancas podrían haber seguido el siguiente plan ganador, demostra do por l. Rabinovich: 1) Transferir el rey a h4. 2) Avanzar f5 y apoyarlo con g4. 3) Transferir el caballo a f4, de modo que el alfil de las negras se quede ligado a f7 y el rey deba oscilar entre c6 y d6. 4) Ganar el caballo en c6 jugan do l. Ce6!, Axe6; 2. fxe6, Rd6; 3. e7, Rxe7; 4. Rxd5, Rd7; 5. b4, con un final de peón ganado. A la vista de esto, Capablanca evita la confi guración de peones del flanco de
1 25
rey h6, g7, f6. 17 g3 hS! 18 b4! Las negras pueden ahora alcanzar el plan de Ch4 con g6 y Afl. En cualquier caso, no soy ca paz de ver una ruta obvia para que el caballo llegue a h4. 18. ..., ab (las blancas estaban amenazando 19. b5+, Rd6; 20. f5, y si 20 . ... , Afl; entonces Ce2-f4 con un zugzwang enseguida); 19. ab, Rd6; 20. bS (si 20. f5, entonces 20. . .. , Axf5; 21 . Cxd5, b5; y las negras están en buena situación); 20. ..., g6!; 21. fS!, gf (este movimiento es forzado; no 21. ... , Axf5; 22. Cxd5, Ad7; 23. Cxf6!, Axb5; 24. Cd5, y si 24 . ... , Rc6; 25. Ce7+ ) ; 22. Ce2, Ad7?! (22 . ... , Ag8! ; es mejor 23. Cf4, Afl; y las blancas deben utilizar un mo vimiento dilatorio con 24. h3, Ae8; etc); 23. Cf4, Ae8!; 24. CxdS, AxbS; 2S. Cxb6, Ac6; 26. Cc4+, Re6; 27. Cb2, AbS! (las negras son capa ces de hacer tablas evitando que el caballo llegue a f4); 28. Cd1, Ae2; 29. Cf2, Afl! Ver el diagrama 195. 30. Cd3, Axd3; 31. Rxd3. El fi nal de peón es tan sólo tablas. En la práctica, Flohr ya lo aceptó al tratar de evitarlas con su movimiento 28. 31. ..., ReS; 32. Re2 (o 32. Rd2, h4!; 33. gh, f4; 34. h5, fe+=); 32. ..., Re4. Ésta es una posición de zugzwang (si las negras mueven perderán, pe ro si las blancas mueven son ta blas). 33. h3 (o 33. Rf2, h4!); 33. ..., RdS!; 34. Rf3, ReS; 3S. h4, RdS; 36. Rf4, Re6; 1/2-1/2. Aunque Capablanca tuvo éxito en empatar el final, lo hizo sólo después de una defensa extrema damente ardua. De modo que a pesar del final feliz para el propie tario del "IQP", este ejemplo pue-
126
PREPARACIÓN DE FINALES
Flohr-Capablanca, después de 29 . .. , Af! ver FP # 612 .
de seguir siendo válido como una terrible advertencia para no llegar a posiciones en las que uno tenga un peón aislado de dama sin activi dad compensatoria. Veremos más ejemplos de peo nes aislados más adelante en este mismo capítulo, especialmente en la sección última acerca de las "is las de peones", de modo que ahora pasaremos a los "peones retrasa dos".
Un peón retrasado inutiliza una mayoría de peones
a) l. Rd4, Rf5 (o l. ... , Rd6; 2. f5, etc.); 2. Rc5, Rxf4; 3. Rb6, Re5; 4. Rxa6, Rd6; 5. Rxb5, Rc7; 6. Ra6, etc. b) l. fS+, Rf6; 2. Rf4, Rf7; 3. Re5, Re7; 4. f6+ (o 4. Rd5, etc.); 4. ... , Rf7; 5. Rf5, Rf8 (o 5 . ... , a5; 6. ba, b4; 7. Re4, etc.); 6. Re6, Re8; 7. f7+, Rf8; 8. Rf6, a5; 9. ba, b4; 10. a6, b3; 1 1 . a7, b2; 12. a8=D mate. 197
PEONES RETRASADOS Un peón retrasado puede ser una desventaj a, bien como parte de una mayoría de peones a la que perjudique o como una debilidad por derecho propio. Ver el diagrama 196. Si el peón b negro estuviese en b6 la posición serían tablas, pero con el peón a retrasado las negras virtualmente tienen un peón me nos. Las blancas tienen dos formas de ganar:
8
Berger-Bauer; Corres, 1889-1991 FP # 754
CONFIGURACIÓN DE PEONES Y PEONES PASADOS
En el ejemplo anterior la mayo ría de peones de las negras quedó totalmente inutilizada por el peón a retrasado. Aquí, sin embargo, las blancas son capaces de hacer valer su mayoría en el flanco de dama con un enérgico ataque. l. c4!, be; 2. Re3, Rg5; 3. a4!, Rxg4; 4. b4, ab; 5. Rd3 (pero no 5. a5?, b3; 6. Rd3, b2; 7. Rc2, Rf3; 8. a6, Re2; 9. a7, bl=D+; 10. Rxbl , Rd2; 1 1 . a8=D, c2+= ); 5. ..., h5. 6. a5; y ganan.
127
Rd6; 1 1 . Rdl , Rc5; 12. b3, c3; 13. Tcl, d3 ! ; 14. cd, Th2; 15. Tc2, Th1+; 16. Re2, Rd4; 0-1. Ver el diagrama 199. Las blancas en realidad pueden tomar el peón b negro, pero una parte sustancial de las fuerzas ne gras se verán entonces obligadas a defenderlo, tras lo que las blancas pueden precipitar la acción en el otro lado del tablero.
198
199
N
1 ' ' '
Carranza-Capablanca Buenos Aires, 1911 (Partida de exhibición)
Las posición de las blancas tie ne muy mal aspecto, en vista de la gran ventaja espacial de las negras. El peón f3 es "útil" tan sólo en lo que respecta a su capacidad defen siva, pero incluso aunque estuviese en f5 las negras probablemente es tarían en una mejor situación -la casilla en la que realmente debiera estar es d3-. Capablanca ganó con mucha facilidad: l. ... , Tf7; 2. Tf2, T7a7; 3. Rd3, a4; 4. ba, c4+; 5. Rd2, Txa4; 6. Tbl, Tal ; 7. Tfl, Txbl; 8. Txb1, Ta2; 9. Rdl, b4; 10. Rd2,
N
Rubinstein-Takacs, Budapest, 1926
l. ..., Re7. Takacs decide mover su rey hasta el flanco de dama. Quizá lo debería haber dejado en el flanco de rey, y defender el peón b con las torres en a7 y e7, y el caballo en d8. Sin embargo, esto también le resultaría un tanto fatal. 2. Tb2, Rd7; 3. Tlbl, Rc8; 4. Re2, Te7; 5. Rf3, Te4; 6. g4! (con la mayoría de las piezas negras liga das al peón b es hora de iniciar alguna acción en el flanco de rey); 6. ..., g6; 7. Tgl, Ct7; 8. h4!, gh; 9. gf, gf (si 9 . ... , g5; 10. Cc4! es mejor,
128
PREPARACIÓN DE FINALES
seguido de Cd6+ y el colapso del flanco de rey); 10. Tg7, CdS; 11. TgS, f4; U. ThS! (mucho mejor que 12. Cxb7); U. ..., fe; 13. fe, Rd7; 14. Tg2, TeS; 15. Txh4, Te7; 16. ThS, Rc7; 17. TgS, Td7; lS. Cb3!, a5; 19. Ccl, TaS; 20. Cd3. Rubins tein amenaza ahora con maniobrar al caballo hasta e6. Takacs intenta un movimiento realmente desespe rado: 20. ..., b5; 21. cb+, Rxb6; 22. CeS, Td6; 23. a4, TeS; 24. Rg4, 1-0. En pocos movimientos más las negras perderán una pieza o serán objeto de un jaque mate. En este magnífico final Rubins tein demostró muy claramente su plan al intentar primero sujetar al oponente en una posición de debi lidad, para luego cambiar el frente de batalla de una forma tan rápida que sus mal situadas piezas no tu viesen tiempo de reaccionar. 200 S
Flohr-Vidmar; Nottingham, FT # 286; FAB # 407
1936
Las blancas tienen ventaja de bido al peón e retrasado y al solita rio peón a. Sin embargo, la posi ción de las negras es lo suficiente-
mente sólida como para tener bue nas perspectivas de defensa si pue den escoger el momento adecuado para abandonar la defensa pasiva. l. Re2, Re7; 2. Rd3, Rd6; 3. Ta5!, (no 3. Rd4?, Tb8; y el bloqueo que da roto, p.e. 4. TaS, eS+ es posible); 3. ..., TaS; 4. Rd4. Las blancas se las han apañado para detener eS, y mantienen su ventaja. En este mo mento no tienen ninguna amenaza en particular, pero con el tiempo podrían primero mejorar su posi ción en el flanco de dama, y des pués intentar abrir el flanco de rey con g4, h4 y finalmente e4. Puesto que las blancas intentan jugar e4, Vidmar decide hacer que esto les resulte tan caro como sea posible, en términos de intercambio de peones. 4. ..., f5!?; 5. b4, TbS? Éste era el momento de que las negras se hiciesen activas, p.e. S . ... , Rc7; 6. ReS, Rb7; 7. Rd6, Te8; 8. Ta3, d4! ; 9. ed, Te2; 10. Tc3, Txg2; 1 1 . Txc6, Txh2; 12. a4, gS !=; tal y como señalan Smyslov y Leven fish. 6. a3, TaS (la torre estaría en muy mala situación en b6; no ten dría ningún posible "movimiento de avance", y las negras podrían fácilmente provocar un zugzwang); 7. e4!, fe; S. fe, de; 9. Rxe4, Ta7? Como suele suceder en los finales de torre, la defensa pasiva no es buena. Aquí las negras tienen otra oportunidad de activarse: 9. . .. , Rc7. 10, TeS ! (10. Rf4, Tf8+! ; 11. Rg3, Rb6=); 1 0. ... , Rb6; 1 1 . Te7, aS ! ; 12. Txh7, ab; 1 3 . ab, Ta4; 14. Tg7, Txb4+; 1S. Rt3, Th4; 16. h3, Th6! ; 17. Rg4, eS; 18. RgS, Th8; 19. Txg6+, RbS; 20. Rg7, c4; 21. h4, Tc8 ! ; y el peón e de las negras ofre ce posibilidades de tablas. 10. Rf4.
CONFIGURACIÓN DE PEONES Y PEONES PASADOS
201
damente, ambas posibilidades su ponen una derrota. 17 , Rd6 (si 17 . ... , Rf6; 18. TeS, Tc7; 19. Ta5, Ta7; 20. Rd4, Re6; 21. ReS, Td7 -21. ... , Rd7 no ofrece ninguna posi bilidad después de 22. a4, y si 22. . , Rc7; 23. b5-; 22. Txa6, Td3; 23. Txc6+, Rf7; 24. a4, Txg3; 2S. Txh6, y ganan. 18. TeS eS (18 . ... , Te7+; obviamente, es del todo inútil); 19. Td8+! , Rc6 (o 19 . ... , Rc7; 20. Th8, cb; 21. Th7+, Rb6; 22. Txa7, Rxa7; 23. ab, Rb6; 24. RfS ! , y las blancas coronan demasiado pronto, tan só lo por un movimiento); 20. Tc8+, Rb6; 21. TxcS, Th7; 22. TeS, Rc6; 23. Te6+, RbS; 24. RfS, Tt7+; 2S. Tf6, 1-0. •
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Flohr- Vidmar, después de 10. Rf4 ver FT# 286a
La debilidad de los peones en el flanco de dama se ha mutado en un par de peones aislados. Por su puesto, era extremadamente difícil decidir si se abandonaba la defensa pasiva y, en este caso, cuándo. Pe ro las negras debieron haberlo he cho en algún momento en el trans curso de la partida (en el movi miento nueve, ya que perdieron la oportunidad en el movimiento quinto). Ahora parece que la de fensa pasiva es insuficiente y que las negras están perdidas. 10 , h6. Esto debilita su situación. Sin em bargo, si continúan pasivamente con 10. . .. , Ta8, entonces tras 11. RgS, Ta7; 12. Rh6, las blancas tienen un claro plan para ganar: jugar g4 se guido de h4-hS, forzando el inter cambio en hS, y finalmente Tg5-g7. 11. h4, Re6; 12. Rg4, Ta8 (si 12 . ... , Rf7; las blancas todavía juegan 13. hS !); 13. hS!, gS (o 13 . ... , gh+; 14. RxhS, Tg8; 1S. g4! , Rd6; 16. Txa6, etc.); 14. g3, Ta7; lS. Rf3, Ta8; 16. Re4, Ta7; 17. TeS+! Las negras ahora tienen que decidir hacia dón de moverse con su rey. Desgracia-
202 N
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Mattisson-Rubinstein; Carlsbad, 19 1 1
Un peón retrasado no es siem pre una debilidad. Rubinstein mo vió l. ..., fS!, tras lo que el juego más acertado de las blancas hubie se sido forzar un final de peón de tablas con 2. eS. En vez de esto movió 2. ef+? (2. Rd3 es todavía peor: 2 . ... , fe+; 3. Rxe4, Tb8! -pero no 3. , b5; 4. b4!; forzando una sim plificación-; y las negras jugarían bS con una gran actividad); 2 , gf. ...
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PREPARACIÓN DE FINALES
Aunque el peón d sigue estando retrasado, simplemente está defen dido por el rey (y de hecho la torre), y apenas entorpece el movi miento de las piezas negras. Las negras tienen a su rey en una posi ción central, y la vertical g, y pro bablemente la vertical b, para su torre; y el peón d, lejos de ser dé bil, es realmente parte de una po tencial mayoría central. En pocas palabras: ¡las negras están mejor! 3. Td2 (o 3. g4, fg; 4. fg, Tf8!); 3. ..., b5; 4. b3? (las blancas deben forzar la liquidación con 4. b4) ; 4. ..., h5; 5. g3, f4!; 6. Te2+ (o 6. g4, hg; 7. fg, Th8; 8. Rd3, ReS; 9. Te2+, Rf6; 10. Re4, Rg5; con una gran venta ja); 6. ..., Rf5; 7. Te4, fg; 8. hg, Tg8; 9. Tf4+? Después de esto la posi ción de las blancas empieza a co lapsarse. Podían y debían haber ju gado 9. g4+ ! , hg; 10. Txg4, ya que si 10 . ... , Txg4??; 1 1 . fg+, Rxg4; 12. cb, ab; 13. a4, ganan las blancas; o si 10 . ... , b4+?; 1 1 . Rd3, Txg4; 12. fg+, Rf4!; 13. g5 ! , Rxg5; 14. Re4, Rf6; 15. Rd5, Re7; 16. Rc6, y el final de peón son tablas. Después de 10. Txg4 las negras conservarían alguna posibilidad de victoria con 10 . ... , Th8!; pero lo que realmente sucede es peor. 9. ..., Re6; 10. Te4+ (si 10. g4, entonces 10 . ... , h4; 11. g5, Txg5; 12. Txh4, Tg3; 13. Tf4, b4+; y las blancas pronto pierden un peón); 10. ..., Rd7; 11. g4, Tf8!; 12. Te3? (si 12. gh, Txf3+; 13. Rc2, Th3; las negras tienen buenas pers pectivas para la victoria, pero esto es ridículo); 12. . , h4; 13. a4 (si 13. Rd2/d3, entonces 13 . ... , h3 !); 13. ..., ba; 14. ba, TeS!; 15. Rd2 (o 15. Td3, h3; 16. Rc2 -16. f4, h2; 1 7. Td1, Te3+; 18. Rd2, Tj3; 19. Th1,
Txf4; 20. Txh2, Txc4; gana, o si 1 7. Th3?, Te3+!-; 16. ..., Te2+; 17. Rc3, Tf2! ; etc); 15. ..., Txe3; 16. Rxe3, d5!; 0-1 . Si 17. g5, d4+ ! ; o 17. cd, h3; 18. Rf2, h2; 19. Rg2, c4; etc. Era hermoso que el estallido final hubiera sido provocado por el peón d retrasado, que las blancas tan cuidadosamente impusieron a las negras.
ISLAS DE PEONES En lugar de pensar específica mente en términos de peones débi les, uno puede considerar las "islas de peones", o "grupos" de peones. En todas las fases del ajedrez, y a menos que existan en los alrededo res peones pasados peligrosos, en general es una ventaja tener una posición compacta, sin demasiadas "islas de peones". Éste es particu larmente el caso en los finales. Mientras que las blancas tienen tres islas de peones -b3, d4 y f2+g2+h3-, las negras tienen única mente una masa continua que va de d5 a h4. 203 N
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Lasker-Capablanca, Partida de torneo (10), La Habana, 192 1
CONFIGURACIÓN DE PEONES Y PEONES PASADOS
Si las blancas pudiesen contra rrestarla no sería demasiado im portante, pero el peón b de las blancas no es peligroso, de modo que las negras tienen una gran ven taja. Con un gran juego Capablan ca logró ganar un peón sin dejar que Lasker pudiera contraatacar. l , Tb6!; 2. Td3 (no 2. Tb2?, Tb4; y el peón b avanza; y el contrajuego proporcionado por avanzar el peón b tras el intercambio de caballos en d4 sería insuficiente; las negras cen tralizarían su rey antes de tomar el peón d si quisiesen); 2 , Ta6!; 3. g4. Esto es necesario, ya que si 3. Td2, Tal+; 4. Rh2, Tbl ; y si 5. Td3, Tb2!; o 3. Cc3, Tal+; enton ces 4. Rh2, Tcl ; 5. b4, Tc2 (no 5 . ... , Cxd4; 6. Cxd5 !); 6. Rgl, Tb2; 7. b5, Tb4; etc. Sin embargo, la posición de las blancas ahora se dispersa incluso más. 3 , hg; 4. fg (4. Cxg3, Tal+; 5. Rg2, Cd6! -mucho mejor que el caballo blanco-; 6. Rf3, Tbl ; 7. Re3, Tb2; y las negras primero centralizarán su rey y después in tercambiarán caballos si así lo dese an, con una posición apabullante); 4 , Ta2; 5. Cc3, Tc2; 6. Cdl. Quizá las blancas podrían intentar 6. Rfl, ya que si 6. ... , Cxd4; 7. Cxd5 ! Sin embargo, después de 6. ... , Tb2 su posición sigue siendo horrible. 6 , Ce7! (el caballo se ha comportado de modo excelente en f5, y ahora se va a una nueva misión: a ganar el peón b); 7. Ce3, Tcl+; 8. Rf2, Cc6; 9. Cdl, Tbl! (Lasker había tendido una inteligente trampa: 9 . ... , Cb4; 10. Td2, Tbl ?; 1 1. Cb2, Txb2?; 12. Txb2, Cb3+; 13. Re2, Cxb2; 14. Rd2, atrapando al caballo, y al canzando así un final de peón de tablas después de Cc4).
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Lasker-Capablanca, después de 9 . , Tb1! ...
10. Re2. El peón b estaba perdi do de todas formas, pero puesto que la torre negra es mucho más activa que la blanca, habría sido mejor forzar el intercambio de torres al tiempo que se perdía el peón, p.e. 10. Rel , Ca5; 11. Rd2, Txb3 (no 11. ... , Cxb3+ ??; 12. Rc2); 12. Txb3, Cxb3+; 13. Rc3, y aunque todavía existen algunas dificultades técnicas por superar, con las negras un peón por delante y mantenien do una mejor configuración de peo nes, creo que la posición debe ser objetivamente una victoria. 10 , Txb3; 11. Re3, Tb4!; 12. Cc3, Ce7; 13. Ce2, Cf5+; 14. Rf2. Con un peón extra, una mejor configura ción de peones y piezas más acti vas, las negras ganan con bastante facilidad. Capablanca terminó la partida eficientemente: 14. , gS; 15. g4, Cd6; 16. Cgl, Ce4+; 17. Rfi, Tbl+; 18. Rg2, Tb2+; 19. Rfl, Tf2+; 20. Rel, Ta2; 21. Rfi, Rg7; 22. Te3, Rg6; 23. Td3, f6; 24. Te3, Rf7; 25. Td3, Re7; 26. Te3, Rd6; 27. Td3, Tf2+; 28. Rel, Tg2; 29. Rfi, Ta2; 30. Te3, eS!; 31. Td3 (o 31. Ce2, •
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PREPARACIÓN DE FINALES
Cd2+; 32. Rf2, e4; 33. Tc3, Cf3; 34. Re3, Cel; 35. Rf2, Cg2; 36. Rxg2, Txe2+; etc.); 31. , ed; 32. Txd4 (32. Ce2, Rc5; 33. Cxd4, Rc4; 34. Tdl, Cc3; y ganan); 32 , ReS; 33. Tdl, d4; 34. Tcl+, RdS; 0-1. Después de 35. Tdl, Cg3+; 36 . Rel, Tg2; las blancas pierden el caballo. •••
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205N l:, ��� -, �·--��---�
diagrama 205. Pero sus ventajas son todas algo intangibles, y con una defensa cuidadosa las negras podrían ser capaces de lograr ta blas. De todas formas, en la partida real tienen un montón de oportuni dades para equivocarse. Y de he cho Pachman dio enseguida un pa tinazo con l. ..., Rf6?; ya que era esencial evitar el próximo movi miento de las blancas. Kotov reco mendó l. ... , h5; y Pachman l. ... , f5. 2. g4! Con este movimiento las blancas crean una nueva debilidad: el peón h negro. La posición de las negras estaba ya algo comprometi da por la necesidad de proteger el peón e, y añadir un peón h débil les puso las cosas muy difíciles. 2 , Re6. Al jugar el estratégicamente adecuado 2. g4! , las blancas tam bién tuvieron que calcular la tácti ca inmediata. Está a su favor. Si 2 . ... , Rg5; 3. h3, h5; 4. f4+, y si 4. ... , Rh4?; 5. Rg2, tras lo que 5 . ... , hg?? permite 6. Th8, mate. Por supues to, las negras podían y debían haberse retirado después de 4. f4+, pero entonces las blancas podrían o ganar una permanente ventaja espacial con g5 !?, o imponer un peón h aislado a las negras con gh (la última alternativa parece la más racional). Si 2 . ... , c5 ! ?; 3. de, Axc5; 4. Ta5 ! , y las blancas ganan el peón d. Sin embargo, las negras tendrían alguna posibilidad de hacer tablas en el final con T, A + 3 contra T, C + 4, ya que se habrían desembara zado de todas sus debilidades. Considerando que al alcanzar el diagrama 207 las negras estaban realmente perdidas, quizá debie ron elegir algún momento anterior para subsanar sus puntos débiles, •
Kotov-Pachman, Venecia, 1950
Las blancas tienen una preciosa y compacta configuración de peo nes, pero los peones negros no están tan bien. La isla de peones en el flanco del rey goza de una sufi ciente buena salud, pero la que consiste en los peones e y d está un poco enferma. Aunque el peón e retrasado no es particularmente débil por sí mismo, siempre reque rirá protección, y si en algún mo mento se avanzase el peón d que daría muy debilitado. Además, en el tipo de lucha cuerpo a cuerpo que se establecerá a partir del dia grama 205, un caballo es una pieza algo mejor que un alfil. Por las razones detalladas ante riormente, las blancas están cierta mente en una mejor situación en el
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CONFIGURACIÓN DE PEONES Y PEONES PASADOS
incluso al precio de un peón (pero el diagrama 205 no está perdido; ¡ver los diagramas 207 y 209!). 3. Rg2, Tb7; 4. Te8+, Te7; 5. Th8, f6. Las negras podían haber consi derado 5 . ... , f5; 6. g5, Tt7 con la amenaza de f4. Habrían tenido la esperanza de seducir a las blancas para que jugasen 7. f4, lo que apa rentemente es muy positivo para las blancas, pero en última instan cia bloquea la ruta de entrada del rey blanco. Sin embargo, las blan cas pueden evitar tácticamente f4 con 7. Tc8 (también 7. Te8+ ); 7 . ... , Rd7 (no 7 . ... , Tc7?; 8. Cc5+, y ganan; o 7 . ... , f4; 8. Txc6, y las negras no generan ningún auténtico juego); 8. Ta8, Re6 (8. . .. , f4; 9. Ta7+!); 9. Ta6, y después de 9 . ... , Rd7; o 9 . ... , Tc7; las blancas pue den j ugar con toda seguridad 10 h4 seguido de Rf3 etc. 6. h4, Tb7; 7. Rf3, Tf7; 8. TeS+, Te7; 9. Td8!, Ta7; 10. CeS+!, Re7 (si 10. ... , Axc5; 1 1 . de, Ta6 -11 . ... , Td7; 12. Tcl!r; 12. Td6+, Re7; 13. g5 ! , como ocu rrió realmente tras el movimiento 16 de las blancas); 11. Tc8 (no 1 1 . Th8?, Axc5; 12. Txh7+??, Re6! ; pero s i ahora 1 1 . ... , Tc7; entonces 12. Th8 es muy fuerte -12. ... , Axc5; 13. Txh7+, Rd8; 14. Txc7, Rxc7; 15. de, y ganan); 11 , AxcS; 12. de, Rd7; 13. Th8, Re6; 14. Td8! Las blancas tienen ahora el mis mo número de islas de peones que las negras, pero el peón en c5 ape nas supone un punto débil. Más bien, y gracias a su control de d6, dificulta el juego de las negras. 14 , Re7. Si 14 . ... , Tc7, Kotov responde 15. Td6+, ReS; 16. Re2 ! , g5; 1 7 . hg, fg (ver e l diagrama 207); 18. Rd3, Tc8; 19. Td7, h6; 20. Td6,
Kotov-Pachman, después de 14. TdB!
ganando un peón. Sin embargo, en lugar de 18 . ... , Tc8? las negras pue den contraatacar con 18 . ... , Tt7; y si 19. Txc6, con Txf2. No veo aquí una victoria clara. Si, por ejemplo, 20. Tc8, entonces 20. . .. , Re6! -el único movimiento-; y no 20. . .. , Tfl ?; 21. Te8+; ni 20. ... , Ta2?; 21 Te8+ ! , Rf6; 22. c6, Ta7; 23. Rd4; ni 20. ... , Tt7?; 21. Re8+, Rf6; 22. Rd4.
207 S
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Kotov-Pachman, subvariación después de 17 . , fg ¿Es esto un zugzwang? .
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PREPARACIÓN DE FINALES
He examinado la posición del diagrama 207 durante algún tiem po tratando de encontrar un modo de obtener una victoria clara, pero no puedo ver ninguno obvio. Si las negras moviesen estarían en zugz wang y perderían inmediatamente, pero si las blancas mueven esto es difícil. Por ejemplo, a) 18. Rd3, Tf7 ! ; es tan enmara ñado como al principio. b) 18. f3, Ta7! ; 19. Txc6, Ta2+; 20. Rfl (quizá 20. Rd3, Ta3+; 21. Rd2), y ahora 20 . ... , d4! causa cierta confusión. e) 18. Rf3 , Tf7+; 19. Rg3, Tf6!; y las blancas estarían bien colocadas en el final de peón. d) 18. Th6, d4! e) 18. Td8 podría ganar, pero es muy complicado; por ejemplo: el) 18 , Ta7; 19. Tc8, Ta6; 20. Te8 ! , Rf6; 21. Td8; y con la to rre en a6 las negras están peligro samente cerca del zugzwang, e2) 18 , Tf7?; 19. Te8+, Rf6; 20. Tc8. Hay, sin embargo, tres movi mientos que parecen aprovecha bles -18 , Te7; 18 , Re6; y 18 , Rf6-- y no puedo ver nada que esté claramente en contra de ellos. Yo sugeriría que una de las líne as de juego "enmarañadas" (a) y (b) del diagrama 207 probablemen te conducen a una victoria para las blancas. Claramente, Pachman de bía haber jugado para esta posición (pero con vistas al recurso utilizado en el diagrama 209). Retornamos a la partida, en la que Pachman acababa de jugar 14. ... , Re7? (desde el diagrama 206). 15. Td6!, Ta6; 16. g5! (ahora el rey blanco puede entrar en la posición, •
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y las blancas prácticamente están ganando); 16. , fg; 17. hg, Rf7; 18. Rg3! (no 18. Rf4?, Ta4+; 19. Re5?? -19. Rj3-, 19 . ... , ¡Te4; mate!); 18 , Re7; 19. f3, Ta3; 20. Rf4, Ta4+; 21. ReS, Ta3! (si 21. ... , Ta7; 22. Te6+, Rd7; 23. Rf6, gana; pero ahora si 22. Te6+, Rd7; 23. Rf6? las negras tienen 23. . .. , d4!); 22. Txc6, Txe3+; 23. Txd5, Td3+ (o 23 . ... , Txf3; 24. Tc7+, Re8; 25. Txh7, Tf5+; 26. Re6, Rd8; 27. Rd6, etc); 24. Re4, Tc3; 25. f4, Tc1; 26. Tc7+. •••
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Kotov-Pachman después de 26 Tc l+
Una de las peores cosas que pueden suceder cuando se está anotando una partida de ajedrez es ésta: al final del proceso técnico largo y sumamente lógico median te el que evalúas la ventaja de un jugador, súbitamente descubres que el defensor tiene un recurso táctico (bastante insospechado) que signi fica su salvación. ¿Qué puedes ha cer? ¿Significa esto que tu juicio era erróneo desde un principio, o es simplemente un revés del desti no? Ciertamente, todas tus anota-
CONFIGURACIÓN DE PEONES Y PEONES PASADOS
ciones hasta ese punto estaban equivocadas, o por lo menos mal enfocadas, ya que ¡intentaban de sesperadamente sacar al defensor de una posición que ahora aparece como su única posibilidad de sal varse! Creo que ya ha habido suficien tes emociones, y que debo retornar ahora a la cuestión que estamos tratando, que no es más que decir que esta desgracia para el anotador me pasó en esta partida. Pachman jugó 26 , Rd8; y después de 27. Txh7, Txc5; 28. Tt7! , renunció, ya que no hay defensa ante la amenaza de 29. Tf6. Si 28. . .. , Tc6; entonces o 29. Tf6, Txf6; 30. gf, Re8; 31. Rd5 ! , o sim plemente primero 29. ReS. La otra línea de juego, 26. . . . , Re6; parece igualmente inútil: 27. Txh7, Tc4+; 28. Rf3, Txc5; 29. Tg7: •
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Kotov-Pachman después de 29. Tg7 ¡Si juegan las negras hacen tablas!
Y ahora, 29 . ... , Rf5 pierde rápi damente ante 30. Tt7+, Re6; 31. Tf6+. Las negras, sin embargo, tie nen un recurso sorprendente: 29 . ... , Tc6! ! La cuestión es que si 30.
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Txg6+, Rf5 ! , 31. Txc6 es ahogado, mientras que otras líneas de juego también parecen conducir a tablas: a) 30. Txg6+, Rf5; 31. Tg7/g8, Tc3+; 32. Rf2, Rxf4; 33. g6, Rf5=. Las blancas podrían intentar en su lugar 31. Th6, Tc3+; 32. Rf2, Txf4; 33. g6, con la idea de 33 . ... , Rg5?; 34. g7, pero p.e. tanto 33 . ... , Tf3+ como 33 . ... , Tc8 hacen tablas con facilidad. b) 30. Re4, Tc4+; 31. Re3, Rf5; 32. Tt7+, Rg4; 33. Tf6, y ahora sim plemente 33 . ... , Ta4; y las blancas no pueden progresar: 34. Txg6, Txf4; 35. Tg8 (o 35. Tf6, Ta4; 36. g6, Ta8; 37. g7, Tg8=); 35 . ... , Ta4; 36. g6, Rg5; 37. g7, Rg6. e) 30. Rg4! es, por supuesto, la mejor opción para las blancas, pe ro tras 30 . . . . , Rd5 ! creo que las blancas se sostienen, p.e. 31. f5, Tc4+; o 3 1 . Tt7, Ta6; 32. Tf6, Txf6; 33. gf, Re6; 34. Rg5, Rt7=. Las blancas podrían haber detenido al rey negro con 3 1 . Te7, pero no veo cómo esto podría haberles ayuda do. He empleado mucho tiempo en la partida Kotov-Pachman (mucho más del que tenía pensado al em pezar a escribir sobre ella). Sería adecuado ahora intentar resumir lo que este final demuestra, si es que demuestra algo. Creo que refleja: 1) Que tener los peones disper sos en un final es una grave des ventaja. 2) Que los caballos son mejores que los alfiles en la lucha cuerpo a cuerpo. 3) Que la conversión técnica de una pequeña ventaja en una victo ria es extremadamente difícil con-
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PREPARACIÓN DE FINALES
tra una defensa adecuada, y de hecho a menudo imposible. 4) Que oportunidades tácticas "azarosas" son realmente posibles en los finales, incluso cuando pare ce que hay pocas esperanzas, y que uno no debe renunciar demasiado pronto sólo porque su posición sea desastrosa.
Finalmente, puede que le haya proporcionado al lector alguna idea de los problemas que es facti ble que surjan al anotar partidas de ajedrez. Se trata de un trabajo que estoy dispuesto a admitir que no es desa gradable, ¡pero en ocasiones un tanto irritante !
PEONES PASADOS
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1 O. Peones pasados
En este capítulo veremos bre vemente algunos aspectos relativos a los peones pasados. Quiero con centrarme en los problemas estra tégicos de los distintos tipos de peones pasados más que en los problemas tácticos asociados con su conversión.
APOYO ADECUADO Si un peón pasado se adelanta prematuramente se puede conver tir simplemente en un punto débil que el oponente puede rodear y ganar. El peón pasado d es un peón extra, pero está demasiado alejado del cuerpo de ejército blanco, y
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con su movimiento Korchnoi logró neutralizar la ventaja de Karpov. l. , hg; 2. hg, Rf6; 3. Rfi, Re7; 4. Cd2 (si 4. Re2, Rd6; ó 4. Cg5, f5 ! ; 5. gf, gf; 6. Ce6, Rd6; 7. Cf4, Re5 ! ; e n ambos casos las negras ganan el peón d antes de que las blancas puedan acudir en su ayuda); 4 , Ac7! No, por supuesto, 4. ... , Rd6?; con el que la táctica gana para las blancas: 5. Cc4+, Rc5; 6. d6, Rc6; 7. d7! , Ac7; 8. Ce5+ ! , Rd6; 9. d8=D+! , Axd8; 1 0 . Cxt7+, y 1 1 . Cxd. Éste es un buen ejemplo del principal peli gro que debe evitarse al rodear a un peón pasado débil. ¡Si uno no es cuidadoso, la táctica puede preva lecer y transformar la debilidad en el elemento que haga ganar la par tida! 5. Ce4 (si 5. Cc4, b5; 6. Ce3, Rd6; seguido de Ab6 y Axe3, con lo que las negras están como míni mo en una situación equivalente); 5. , f5!; 6. gf, gf; 7. CeS, Rd6!; 8. Cxb7+, Rxd5. Las blancas han logrado intercambiar su peón extra -en lugar de perderlo sin más-, pe ro ahora su caballo está algo mal colocado. 9. b4!, Rc4!; 10. CeS, Ab6! (no 10 . . .. , Rxb4??; 1 1 . Cxa6+, ni 10 . . . . , a5; 1 1 . Ce6); 11. Cxa6, Rb5; 12. CeS, Rxb4; 13. Cb3, Ra3; V2-112. Aunque llevó cierto tiem po engullir y después devorar al peón d, las blancas fueron incapa ces entretanto de generar una ac tividad táctica suficiente para man tener su ventaja. • .•
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Karpov-Korchnoi, Partida de torneo (8,) 197 4 PEL # 70
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PREPARACIÓN DE FINALES
Narcza-Simagin; Moscú, 1949 FC # 192
A diferencia del ejemplo pre vio, las negras disponen aquí de un peón menos, pero tiene su peón d pasado y estupendamente apoyado por el rey y el caballo. De hecho, tienen una victoria forzada: l. ..., d3!; 2. Rfl, Cc3; 3. Rel, Rd4; 4. Rd2 (forzado), 4. -., Ce4+; 5. Rcl (si 5. Rd1 , Re3; 6. Cb5, Cf2+; o 5. Re1, Re3; 6. Cb5, d2+ ); 5 , Cd6!! (el único movimiento para ganar -si 5. ..., Re3; entonces 6. Cb5, d2+; 7. Rc2 ! , Re2; 8. Cd4+=); 6. Rd2 (o 6. Cc6+, Rc3 ! ; 7. Ce7, d2+; 8. Rd1, Ce4; 9. Cd5+, Rc4!; y ganan, tal y como expone Simagin); 6 , Cc4+; 7. Ccl, d2+; 8. Rc2, Re3; 9. Cb5, Ca3+!; 0-1. Hay innumerables ejemplos del triunfo de peones pasados que están convenientemente apoyados. Aquí, sin embargo, se trata de un peón que a pesar de estar muy bien apoyado no debería haberse abierto camino. En el diagrama 212 el peón e pasado de las blancas les da una ventaja obvia, pero parece que esto no debiera haber sido suficiente para garantizarles la victoria. •
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Lukov-Duriga; Polonia, 1975 lnformator 20 # 22
l. ReS! (1. Rd6, Rf6=); l , h5 (no l. ... , Rh4?; tras el que 2. Rd6 es decisivo); 2. Aa4, h4; 3. Ad7! (zugzwang); 3. , h3; 4. Axh3, Ce8!; 5. Ae6!, Rh6 (si 5 . ... , Cf6; en tonces 6. Afl, Cg4+; 7. Rd6! , Cf6; 8. Re6 -zugzwang-; 8. ..., Ch5; 9. Axg6, y ganan); 6. Ad7, Cg7; 7. Cf6, g5; 8. Rt7, Rh7; 9. Rf8, Rg6; 10. Ag4. Aquí las negras jugaron 10 , Rf6?; y después de 11. Af5! esta ban en zugzwang: 11. , g4; 12. Axg4, Rg6; 13. Ad7, Rh7 (si 13 . ... , •
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Lukov-Duriga, después de 1 O. Ag4
PEONES PASADOS
Rf6; 14. Af5 ! ); 14. Rt7, Rh6; 15. Ag4, Rh7; 16. Re2, 1-0, ya que si 16 . ... , Rh6; 17. Ad3, o 16 . ... , Rh8; 17. Ad3, Cf5; 18. e8=D+, o si 16 . . . . , Cf5; 17. Ad3, es una clavada. En lugar de 10. ... , Rf6? las ne gras debieran haber jugado 10. ... , Rh7! (no 10 . ... , Rh6; 11. Af5, etc.). Si 11. Af5+, Rh6, entonces son las blancas las que tienen que mover, y ahora están en zugzwang, ya que 12. Rf7?? no logra mantener el do minio -12 . ... , Cxf5 ! , y la única opor tunidad de las blancas es 13. e8=C. Después de 10 . ... , Rh7! no veo el modo por el que las blancas pue dan colocar a las negras en zugz wang. Mientras maniobran tienen que tratar de evitar tanto Ce6+ co mo Ce8, y también recordar que con su rey en f7 el caballo puede to mar f5. Además, el alfil debe per manecer en una casilla desde la que pueda impedir g4. Parece que estas consideraciones limitan demasiado los movimientos de las blancas, p.e. 10. ... , Rh7! ; 11. Ah3, Rg6; 12. Ad7, Rh7 ! ; 13. Rf7, Rh6; 14. Rg8, g4! (pero no 14 . ... , Rg6?; 15. Af5+! , Rf6/h6; 16. Rf8, y ganan); 15. Axg4, Ce8; y las negras hacen tablas.
PEONES PASADOS PROTEGIDOS Los peones pasados protegidos son, en general, un gran recurso en los finales, y algo muy codiciado. Ver el diagrama 214. Las blancas ganan simplemente yendo a por el peón h y tomándo lo. Las negras no pueden defender lo, ya que si su rey se desplaza a la vertical g el peón e coronará. Des pués de que el peón h se haya esfu-
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mado el rey retrocederá y las ne gras pronto tendrán que dejar pa so. Por ejemplo, l . Re3, Re6; 2. Rf3, Rf5; 3. Rg3, Re5; 4. Rh4, Rf5; 5. Rxh5, Rf6; 6. Rg4, Re5; 7. Rg5, Re6; 8. Rf4, Rf6; 9. Re4, Re6; 10. Rd4, etc. 214 8
a) Diagrama b) h5 ..... g5 Philidor, 1777; FP # 402
Si, sin embargo, el peón pasado negro lateral llega a ser un peón g, puede defenderse: l. Re3, Re5; 2. Rf3, Rf5; 3. Rg3, Re5 ! (pero no 3. . .. , Rf6??; 4. Rg4, zugzwang y ganan); 4. Rg4, Rf6=. Si las negras mueven también son tablas: l. .. . , Re5; 2. Re3, Rd5 ! (pero no 2 . ... , Rf5?; 3. Rd4, g4; 4. Rd5 ! -o 4. Re3f2-g2-g3-; 4. ... , g3; 5. c6, y ganan); 3. Rf3, Re5; 4. Rg4, Rf6, etc. El peón pasado blanco protegi do no está muy avanzado. Si las negras mueven hacen tablas con l. ..., Rf3! (pero no l. . .. , Re3?; 2. Rdl , Rf3 -2. ... , Rd4; 3. Re2, etc.-; 3. Rc1 , Re3; 4. Rb1 , Rd4; 5. Ra2, Rc5; 6. Rb3, etc.); 2. Rfl, Re3; 3. Rel (si 3. Rg2, Rd2 ! ; y las negras coronan primero, con unas tablas);
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4. Ce3, Re6; 5. Cfl, Cf8; 6. Cg2, en donde tienen una posición sólida. En vez de esto, Euwe se embarcó en el demasiado optimista plan de intentar llevar a su caballo a e6. l. g4?, Cd6; 2. Re3, CbS; 3. f4, Cc8; 4. fS, Ccd6; S. Cf4.
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FP # 154; Grigoriev, 192 1
3. , Rf3!; 4. Rdl, Re3; S. Rcl, Rd4; 6. Rbl, ReS; 7. Ral, Rb4=. •••
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Euwe-Averbakh, después de 5. Cf4
Las blancas han activado su ca ballo, pero ahora el peón b dice la suya. S , Cxa3; 6. Axa3, CbS; 7. Acl, Cxc3; 8. Ce2, Cbl!; 0-1 . En esta casilla el caballo evita la apro ximación del rey blanco. Las ne gras ganarán las dos piezas blancas con los peones a y b. •
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Euwe-Averbakh; Zurich C, 1953
El fuertemente protegido peón b avanzado de las negras les da la ventaja. Además, el alfil blanco está muy mal colocado. Sin embar go, si las blancas hubiesen jugado pasivamente hubiesen tenido una excelentes perspectivas de hacer tablas. El plan correcto es mover el rey hacia bl para reforzar el flanco de dama. Así, las blancas deberían haber jugado l. Cf4, Rf7 (para de tener Ce6); 2. g3, Cd6; 3. Cg2, Cb5;
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Skóld-Botvinnik; Estocolmo, 1962
PEONES PASADOS
Las blancas tienen temporal mente dos peones más, pero sus peones del flanco de rey son una ruina, y el peón g negro es muy fuerte. Como dijo Botvinnik, "no hay duda de que las negras gana rán". l. Td4, Txh5; 2. Tc4, Tb4; 3. Txb4, ab; 4. Rd2, Kd5; 5. Re3, Txh4; 6. Tdl+, ReS; 7. Td7, Th3+; 8. Re2, Tf3; 9. Txe7, Txf4; 10. Re3, Te4+; 11. Rd3, Rd5; U. a3, Td4+! (quizá la idea de las blancas era que si 12 . ... , ba entonces 13. c4+ podía causar algo de confusión; de hecho esto no es así debido a 13 . ... , Txc4; 14. Rd7+, Re6 ! ; 15. Td6+, Rxe5; pero el movimiento de Bot vinnik es incluso más sencillo); 13. Re3, f4+; 14. Re2, ba; 15. Ta7, Rxe5; 16. Txa3, f3+; 0-1 .
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e4 bloquea al peón irradiando po der, mientras que el alfil negro está manifiestamente mal colocado. Además, el rey blanco puede pene trar fácilmente hasta f5. Averbakh ganó enseguida. l. g5!, Rg7; 2. Rf3, Rf7; 3. Rg4, Ae7; 4. Rf5. Si las ne gras hubiesen maniobrado de mo do que fuesen las blancas las que tuviesen que mover en esta posi ción, las blancas jugarían 5. h6! , Af8; 6 . Cf6, Ae7; 7. Cxh7, e4; 8. g6+, etc. 4 , Af8; 5. Cf6, h6! (la única posibilidad); 6. gh!, Axh6; 7. Ce4, Af8; 8. h6!, Axh6 (o 8 . ... , Ae7; 9. h7, Rg7; 10. Re6, Af8; 1 1 . h8=D+, Rxh8; 12. Rf7, etc.); 9. Cxd6+, Re7; 10. Ce4, Ae3; 11. d6+!, Rd7; 12. Rxe5, 1-0. • •••
PEONES PASADOS LATERALES Y CENTRALES
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Averbakh-Pano� A1oscú, 1950 FA c C# 309
Los peones pasados protegidos no siempre son fuertes. En el dia grama 212 las negras tienen un peón e pasado protegido, pero esto difícilmente se puede considerar la característica más predominante de la posición. El caballo blanco en
En el final generalmente es una gran ventaja tener un peón pasado lateral cuando el oponente no tiene peones pasados propios. Sin embargo, si varios peones pa sados se oponen unos a otros, la ventaja se decidirá en parte por lo avanzados que estén los peones de cada lado, y en parte por el tipo de final. En los finales de rey y peón, un peón pasado lateral es habitual mente mucho más fuerte que un peón pasado central, ya que des viará al rey contrario lejos de la acción principal. É ste es también el caso de los finales de caballo, ya que un caba llo por sí solo suele tener grandes dificultades en evitar que un peón pasado corone.
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PREPARACIÓN DE FINALES
En los finales de torre y de alfil, sin embargo, un peón pasado cen tral puede ser como mínimo tan bueno como uno lateral. En estos finales es en general posible como último recurso deshacerse de una pieza a cambio del peón pasado, y la centralización que supone la pro tección del peón pasado puede ser entonces un factor importante. En los finales de dama cual quier peón pasado es peligroso si está muy avanzado. Una dama puede forzar un peón pasado en contra de la dama opuesta sin nin guna otra ayuda. Y aunque suele ser posible sacrificar una dama por el peón pasado si así se desea, esto no es en general una política muy provechosa. Finalmente, tan sólo algunas palabras acerca de los peones pasa dos en los finales con un balance de piezas desigual. Las torres son en general mucho mejores que las pie zas menores al enfrentarse con los peones pasados (cfr. el capítulo del intercambio), y los alfiles son en general mejores que los caballos.
El peón pasado lateral de las blancas les proporciona una victo ria fácil, p.e. l. Re3, g5; 2. a4, Rc5; 3. a5, Rb5; 4. Rd4, Rxa5; 5. Re5, f4; 6. gf, gf; 7. Rxf4, Rb5; 8. Rg5, Rc5; 9. Rh6, Rd6; 10. Rxh7, Re6; 1 1 . Rg6! (no 1 1 . h4?, Rf5; 12. h5, Rf6!=); 1 1 . ... , Re7; 12. Rg7, y ga nan (1. h4, h6; 2. a4, g5; 3. h5, Rc5; 4. a5, Rb5; 5. Rd4, Rxc5; 6. Re6, f4; 7. gf, también gana.) Ver el diagrama 221 . Las blancas ganaron e l diagra ma 220 fijando el peón h de las negras, y tomándolo cuando el rey negro abandonó el flanco de rey. Sin embargo, en esta posición los peones blancos están divididos, lo que hace extremadamente difícil fijar los peones del flanco del rey. Las blancas de hecho pueden ele gir entre fijar el flanco de rey y lle var a su rey a una posición satisfac toria (pero no pueden hacer ambas cosas). l. ..., Rt7; 2. Rd3, Re6; 3. Re4. Las blancas pueden intentar 3. h4 para fijar el flanco de rey. Si entonces 3 . ... , g6; 4. h5, gh?; 5. Re4,
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Un peón pasado lateral
Bogo/jubow-Fine; Zandvoort, 1936 FAB # 63; FP # 373
PEONES PASADOS
las blancas ganan por un tiempo, p.e. S . ... , Rd6; 6. Rf3, CeS; 7. Rg3, RbS; 8. Rh4, Ra4; 9. RxhS, Rxa3; 10. Rh6, etc. Pero las negras pue den jugar en su lugar 3 . ... , g6; 4. h5, RdS ! ; S. h6, ReS; y aunque las blan cas han fijado el peón h, el rey ne gro es ahora tan activo que logran hacer tablas, p.e. 6. Rc3, RbS; 7. Rd4, Ra4; 8. RdS, Rxa3; 9. Re6, gS; 10. fg, fg; 1 1 . RfS, Rb4; 12. RxgS, ReS; 13. Rf6, Rd6=. Incidentalmen te, en esta variación las negras po dían jugar 3 . ... , RdS primero, y des pués 4. h5, g6! Otra alternativa es 3. Rd4, Rd6 (no 3 . ... , g6?; 4. ReS ! , ganan); 4 . h4, g6; S. hS. E n esta variante, sin embargo, las negras tienen un tiempo extra sobre la últi ma, y pueden jugar S . ... , gh! ; 6. Re4, ReS; 7. Rf3, RbS; 8. Rg3, Ra4; 9. Rh4, Rxa3; 10. RxhS, Rb4; 1 1 . Rh6, ReS; 12. Rxh7, Rd4; 1 3 . Rg6 (no 13. fS??, Re4!); 13 . ... , Re4!; 14. Rxf6, Rxf4. Finalmente, si las blan cas insisten demasiado en desplazar a las negras, éstas pueden hacer ta blas inmediatamente: 3. Rc4, Rd6; 4. RbS, gS ! Volviendo al desarrollo principal, 3 ., g6!; 4. Rd4 (si 4. fS+, Rd6!=; o 4. a4, Rd6; S. aS, ReS; 6. a6, Rb6; 7. Rd5, g5 ! ; 8. fS -8fg es lo mismo que en la partida, es decir 8 . ... , fg; 9. ReS, Rxa6; 10 RfS h6!=- 8. ... , hS; 9. Re6, h4 y los peones coro nan simultáneamente); 4. ..., Rd6; 5. Rc4, h6 (S . ... , Rc6 estaba bien, pero ahora las negras amenazan 6 . ... , gS; 7. fg, hg; seguido de fS-f4=); 6. Rd4, Rc6 (no 6. ... , g5?; 7. Re4!); 7. Re4, Rb5; 8. Rd5, g5!; 9. fg, fg!; 10. ReS, Ra4; 11. Rf5, Rxa3; 12. Rg6, Rb4; 13. Rxh6, g4!; 112-112. Después de 14. RgS, ReS; 1S. Rxg4, Rd6 el rey negro llega a f8.
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FP # 785
Aunque el rey negro está más avanzado, el peón pasado lateral de las blancas les proporciona una victoria trivial: l. Rc2, Ra3 (no ayudaría posponer el intercambio de peones, p.e. l. .. , ReS; 2. Rc3, RbS; 3. a3, ReS; 4. a4, Rd5; S. aS, ReS; 6. a6, etc.); 2. Rc3, Rxa2; 3. Rxc4, Rb2; 4. Rd4, Rc2; 5. Re4, Rd2; 6. Rf5, Re2; 7. Rxg5, Rf2; 8. Rxf4, Rxg2; 9. Rg4, y ganan. Las blancas habrían ganado in cluso si hubiesen tenido un tiempo menos, como en el diagrama 223: .
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FP # 600
PREPARACIÓN DE FINALES
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l. Rc4, Rc2; 2. Rd4, Rd2; 3. Re4, Re2; 4. RfS, Rf2; S. RxgS, Rg3; 6. RfS (o 6. RhS, Rxg2; 7. Rg4!), y si 7 . ... , Rf2; 8. Rxf4, o 7 . ... , Rh2; 8. Rxh4. 224 8
Chigorin-Marsha/1; Carlsbad, 1907
El peón pasado b es extrema damente poderoso. Después de l. CdS!, Cd7; 2. gS!, las negras se sometieron dócilmente a su destino con 2 , h6(?); 3. Cf6!, Cb6; 4. h4. Una vez que los peones del flanco de rey están bloqueados la posición no ofrece esperanza. La partida finalizó con 4. , hg; S. hg, Rf8; 6. ReS, Ca4+ (si 6. ... , Cc8; simple mente 7. b6! gana como en la parti da); 7. Rd6!, Rg7; 8. Rc6, Rf8; 9. b6!, Cxb6; 10. Rxb6, Re7; 11. Rc7, Rf8 (o 1 1 . ... , Re6; 12. Rd8, RfS; 13. Ch7 ! , etc.); 12. Rd7, Rg7; 13. Re7, Rh8; 14. CeS (no 14. Rxt7, ahogado); 14 , Rg8; 15. Rf6, 1-0. Después de l. CdS, Cd7; 2. gS ! , las negras podrían haber intentado confundir a las blancas con 2 . ... , fS( ! ). Este movimiento, que no se menciona en Finales de caballo, objetivamente no es más fuerte que 2. . .. , h6; pero por lo menos •
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ofrece a las blancas una oportuni dad para equivocarse. El primer movimiento que con sideré fue 3. b6? Esto da a las ne gras una excelente oportunidad pa ra confundir las cosas con 3 . ... , h6! ; 4 . h4, hg; S. hg, Rt7; 6 . b7, Re6; 7. Cf4+, Rd6; 8. Cxg6, Cc7. Quizá esta posición sea una victoria para las blancas, pero tendrían que ju gar muy bien para demostrarlo. Después pasé a considerar, de forma un tanto estúpida, 3. gf+(?). Parece que este movimiento gana, pero existe una alternativa mucho mejor. Sin embargo, tras haber empleado mucho tiempo en él, y puesto que la posición es bastante interesante, voy a dar un análisis abreviado de 3. gf+(?) al final. Las blancas podrían considerar 3. Cf4, pero después de 3 . ... , Rt7; 4. RdS, Re7; S. Cc6, CeS; 6. Rc7, Cc4; 7. b6, Cxb6; 8. Cxb6, Rd6; las negras han conseguido una posibi lidad de hacer tablas, y si en esta línea las blancas intentan 7. h4, después de 7 . ... , Cb2! el peón to davía no puede avanzar -8. b6, Ca4; 9. b7, CeS; y si 10. b8C?, Ce6+ ! Otra posibilidad es 3. Cf6, Cb6; pero en este caso no 4. ReS? (4. h4!); 4 . ... , Ca4+; S. Rc6, tras el que las negras pueden jugar S . ... , f4! ; o primero S . . . . , h6; 6. Ce8+, Rh7; 7. h4, hg; 8. hg, f4! ; que es suficien te para hacer tablas, p.e. 9. b6, Cxb6; 10. Rxb6, f3; 11. Cf6+, Rg7; 12. Cg4 (o 12. Ce4, Rt7; 13. ReS, Re6; 14. Rd4, RfS; 1S. Re3, f2!= ); 12 . ... , Rt7; 13. CeS+, Re6; 14. Cxf3, RfS; 1S. ReS, Rf4; y 16. RdS? pier de, de modo que las blancas deben mover el caballo.
PEONES PASADOS
El mejor movimiento es simple mente 3. h4! Esto coloca a las ne gras en zugzwang, p.e. a) 3 , h6; 4. Cf4! remienda el flanco de rey: 4 . ... , hg; S. hg, Rt7; 6. RdS, etc. b) 3 , Cb8; 4. ReS, Rt7; S. Rd6. e) 3 , Cf8; 4. ReS, es lo mismo. d) 3 , Rt7; 4. Cf6!, Cf8 (o 4 . ... , Cb6; S. Cxh7, Re6; 6. Cf6, y simple mente 7. hS, etc); S. b6, Ce6+; 6. RdS, Cd8; 7. Cxh7, y ganan. e) 3 , Rh8; 4. Cf6, Cb8 (si 4. ... , Cb6; S. Cxh7, Re6; 6. Cf6, y Rg7; 7. b6, es suficientemente bueno); S. ReS, Rg7; 6. Rd6, o 6. CdS, ganan. Así, 3. h4! gana con extrema facilidad. Aquí doy ahora, en cual quier caso, el un tanto redundante análisis de 3. gf+(?). 3. gf+, Rt7. Las blancas han ganado un peón, pero están algo desorganizadas. 4. h4! (no 4. b6?, Cxb6!=; ni 4. Re4?, Re6; S. b6, CeS+ -5. ... , Cxb6!?-; y el peón b queda bloqueado en la sexta horizontal) . 4. ..., Re6. La va riante 4 . ... , h6; S. b6 se debe co rresponder con una línea ya estu diada. Las negras podrían intentar bloquear el peón b en b6, pero pierden por un tiempo, como por ejemplo 4. . .. , Cf8; S. b6, Ce6+; 6. ReS, Cd8! ; 7. Rd6, h6 (7 . ... , Cb7+; 8. Rc7, CeS; 9. Rc6! -pero no 9 b7? h6!-; 9 . ... , Ce6; 10. b7! , y ganan); 8. Rc7, Ce6+; 9. Rc8, CeS; 10. Cf4! (ahora no 10. b7? , Cxb7; 11. Rxb7, gS=); 10. . .. , gS (10. . .. , Ce4; 1 1 . Cd3 !); 1 1 . hg, hg; 12. Cd3 ! , g4 ( 12 . ... , Ca6; 13. Rb7! ; o 12 . ... , Ce4; 13. Rc7!); 13. CxcS, g3; 14. Ce4, g2; 1S. CgS+, y 16. Cf3. La línea de jue go sigue con S. b6 ! , h6. S . ... , Cxb6; ahora pierde, p.e. 6. Cxb6, Rxf6; .
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7. Re4, gS; 8. hS, g4; 9. Rf4, g3; 10. CdS+, Re6; 1 1 . Ce3, Rf6; 12. Cg4+ ! , etc. Las negras no pue den evitar h6; de otra forma el plan (después de b7) de Rh6 (forzando . .. , Rg8) y Ce3-g4-eS hubiera ganado con facilidad. 6. b7, Rf7; 7. Re3, Re6; 8. Rf3, Rf7; 9. Rg3, Re6 (o 9 . ... , Cb8; 10. Rg4, Cd7; 11. hS); 10. h5!
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Chigorin-Marsha/1 (análisis), después de 1 O. hS!
Las negras ahora tienen que elegir entre: i) 10. ..., gh?; 1 1 . Rh4, etc. ii) 10. ..., Rt7; 1 1 . Rg4, Cb8; 12. gh+, Rxg6; 13. Rf4, Cd7 (13 . ... , Cc6; 14. Ce7+; 13 . ... , hS; 14. ReS, Rt7 ! ; conecta con otra línea de jue go); 14. Cb6 ! , Cb8; 1S. ReS, Rt7; 16. RfS, seguido de CdS-f4-hS y Rc7, o si 16 . ... , hS; 17. CdS, y R to ma el peón h; o 16 . ... , Cc6; 17. CdS, Cd4+; 18. Rg4 ! , Cc6; 19. RhS, etc. iii) 10. .. , g5; 1 1 . Ce3 ! , Rxf6; 12. Cg4+, Re7 ! (si 12 . ... , Rg7; simple mente el plan de Rc7 gana); 13. Cxh6, Rd8! (13. . .. , Rd6; 14. b8=D+ ! , Cxb8; 1S. CfS+, y el peón .
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PREPARACIÓN DE FINALES
h corona); 14. CfS, Rc7 ; 1S. h6, Cf6; 16. Cd6!, Rb8; 17. Rf3, Ch7 (no 17. ... , Rc7?; 18. Ce8+!); 18. Rg4 (o 18. Re4, Cf6+; 19. RfS, Ch7; 20. ReS !, etc.); 18 . ... , Rc7; 19. RfS, Rb8; 20. ReS ! (las blancas triangulan para perder un tiempo); 20. ... , Rc7; 21. Re4 ! , Rb8; 22. RfS, Rc7; 23. Rg6, g4; 24. Rxh7, g3; 2S. CbS+, Rxb7; 26. Cd4, g2; 27. Cf3, y ganan. 226 B
14. Cc4! era una defensa mejor, "estableciendo una barrera", pero las blancas perderían igual, con p.e. 14. . .. , h3; 1S. Rxh3, Rxf4; 16. Ca3, Ce3; 17. c4 (o 17. Rh2, Re4; 18. Rg3, Rd3; 19. Rf2, Cc4; 20. CbS, Cd6 ! ; 21. c4! , Cxc4; 22. Rel , Ce3 ! ; 23. Rf2, Cc2; 24, Rfl; Rc4. etc.); 17 . ... , Re4; 18. eS, RdS; 19. Rg3, RxcS; 20. Rf2 (20. Rf3, Rb4 ! ; 21. Cb1 , Cd1 ; es igual de ma lo); 20 . ... , Rb4 ! ; 21. Cb1 , Cd1 +; 22. Re1 , Cc3; 23. Cd2, a3 y ganan.
R. 11/a-Capab/anca; Buenos Aires, 19 1 1 "Partida de exhibición"
Ambos contendientes tienen peones pasados, pero el par de peo nes de torre negros es, obviamente, muy superior a los dos peones de alfil blancos, a los que es fácil dete ner. Capablanca ganó con bastante facilidad. Aunque su oponente se pudo haber defendido, al final pa rece que habría perdido igual. l. Rf2, Cf5; 2. Rf3, Cd6!; 3. Ca3, Rd5; 4. Rg3, Cf5+; 5. Rf3, ReS; 6. Rg2, Rc6; 7. Rf2, Rd5; 8. Rf3, Cd6; 9. Rg3, CfS+; 10. Rf3, Rc6; 11. Rg2, h4!; 12. Rh3 (12. Rf3, RdS; 13. Rg4, Re4; conducen a lo mismo); 12 , Rd5; 13. Rg4, Re4; 14. c4?, Rd4; e Illa renunció a la vista de la imparable amenaza de RcS-b4. •
•••
Kuzmin-Bouaziz; Riga IZ, 1979
Las negras tienen un peón pa sado lateral, pero el alfil blanco puede ocuparse de él perfecta mente, y el peón pasado de las blancas está más adelantado. Ade más, el peón a negro está fijado en una casilla blancas, y por lo tanto es débil. Sin embargo, la ventaja de las blancas probablemente es insuficiente para conducirlas a la victoria. l , Rf6. Las blancas ha brían ganado definitivamente con l. ... , Rf4; 2. AdS, Rg3; 3. ReS, f4; 4. Ac4! (pero no 4. Rf6?, AbS ! ) ; •
•••
PEONES PASADOS
4 . ... , f3 (4 . ... , Rf3; 5. Ae6 ! , gana) ; 5. Rf6, f2 (o 5 . ... , Rf4; 6. Re7, y 7. d7, etc.); 6. Re7, Ac6; 7. d7, Axd7; 8. Rxd7, Rg2; 9. Rc6, fl=D ; 10. Axfl+, Rxfl ; 1 1 . Rb5, Re2; 1.2. Rxa4, y las negras tienen un tiempo menos. 2. ReS, ReS; 3. Ad5! (zugzwang) 3 , f3; 4. Af3! (zugz �ang) 4 , Ae6? Si 4. ... , Ae8; simplemente 5. Ag4!, seguido de 6. d7, gana. Pero no veo modo de ganar después de 4 . ... , Rf6; 5. Rb6 (¿quizá 5. Rd5 ! ?); 5. . .. , Re5 ! ; 6 . Rc7, Ae8 (6 . ... , Ah3 ! ?). N o hay nada claro después de 6. Ac6, Axc6; 7. Rxc6, f3; 8. d7, f2; 9. d8=D, flD; y si 6. d7?, Axd7; 7. Rxd7, Rd4; 8. Rc6, Rc3 ! (pero no 8 . ... , Rc4?; 9. Ad5+ !); y el peón a cae. S. Ac6, Rf6 (forzado, ya que se amenazaba 6. d7); 6. Axa4, f3; 7. AbS, f2; 8. Rc6, ReS; 9. Afl. �quí las negras perdieron por tiempo -éste hubiera sido su mo vimiento 71- ¡pero definitivamen te este último movimiento fue un error de las blancas! Después de 9 . .. . , Rd4 ! ; 10. a4 (10. d7, Axd7+; 1 1 . Rxd7, Rc3=); 10 . ... , Ac4 ! ; 1 1 . d7, (si 1 1 . Ah3, Ae6 ! ; 1 2 . d7, Axd7+ ! ; 13. Rxd7, Rc5=); 1 1 . ... , Axfl ; 12. d8=D+, Re3; las blancas tendrían la ventaja de una dama contra un alfil, ¡pero no veo modo de que puedan evitar que el peón f corone ! Después de l , Tb3; 2. AdS!, tontamente elegí jugar 2. , Txa3+? (2 . ... , Txc3; 3. Axe6, fe; 4. Rb2, Tc7; 5. Td6, Re7; 6. Ta6, es a�go mejor para las blancas, pero ciertamente no demasiado); 3. Rb2, Ta6; 4. Axe6, Txe6 (si 4 . ... , fe; entonces 5. Td7, es un tanto moles to); S. c4! •
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1 47
228 • i ' i N
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Palatnik-Speelman; Frünze, 1979
Esta posición es sumamente desagradable para las negras. Por supuesto, si las torres no estuvie sen el final de rey y peón les sería muy favorable, pero no hay modo de conseguir este maravilloso cam bio. El peón e de las blancas es muy peligroso, ya que el rey negro puede atascarse en la vertical d mientras que el peón apenas tien� parte en la acción, excepto en su bloqueo de la vertical a, evitando que la torre blanca penetre a tra vés de ella. 229
N
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Palatnik-Speelman; después de 5. c4!
1 48
PREPARACIÓN DE FINALES
Al final perdí a partir del dia grama 229. En algún momento qui zá pude salvar la partida, pero la labor defensiva fue siempre muy difícil. Puesto que jugué este final hace un año no recuerdo muchos detalles, pero daré el desarrollo completo con lo que recuerdo, ya que es bastante interesante. 5 , Re7; 6. Rc3, Tc6 (no pude encon trar nada mejor); 7. Rb4, Td6; 8. Tal!, a6; 9. eS, Te6; 10. Td2!, f6; 11. Rc4, Te4+; 12. Td4, Te6; 13. g3, g6; 14. Td2, Te4+; 15. Td4! Éste fue el movimiento sellado. Las blancas primero se dispusieron para jugar f3 antes de mover Rd5. Creo que la línea principal era 15. Rd5, Rd7!; 16. Tb2, Te5+; 17. Rc4, Te4+; 18. Rd3, Rc6; 19. Tb6+, Rxc5; 20. Txa6 (20. Txf6 ! ?; 20. Tb7 !?); 20 . ... , Tb4! ; y si 21. Txf6, Tb2! ; o si 21. Re2, posiblemente 21. ... , Tb2+. 15 , Te6; 16. Td3!, Te4+; 17. Rb3, Te6; 18. f3, g5; 19. Rc4, h5; 20. f4!?, Te4+; 21. Rd5, Rd7; 22. Ta3, h4; 23. gh!? •
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Creo recordar que 23. Txa6 era aquí un movimiento fuerte. Si 23 . ... , hg; 24. c6+! , Rc8; 25. Ta8+, Rc7; 26. Ta7+, Rb6 (26 . ... , Rc8; 27. Rd6, o 26 . ... , Rb8; 27. c7+ !); 27. Tb7+, Ra6 (27 . ... , Ra5; 28. hg! , gana); 28. Tb8! , gana, con p.e. 28 . ... , gh (o 28 . ... , Txe3; 29. c7, Tc3; 30. c8=D+, Txc8; 31. Txc8, y ahora 31. ... , gh; 32. Th8! , o 31. ... , gf; 32. Tc2 ! , o 31. ... , g2; 32. Tc1 , gf; 33. Rd4!); 29. c7, Te5+ (29 . ... , h1=D; 30. c8=D+, Ra5; 31. Dc5+, y mate en el próxi mo movimiento); 30. fe! , h1=D+; 31. Rd6, Dd1 +; 32. Re7, y ganan. Creo que existe alguna razón por la que las negras preferirían tener el intercambio de peones h antes de jugar Txe3. Pero quizá no sea éste el caso, ya que, después de que forzasen 23 . ... , Txe3 ! ; las blancas juegan 24. Txf6?, de modo que 24. ... , Td3+!; todavía es posible (25. Rc4, hg! = ¡ya que si 26. Rxd3, g2; las negras ganan!) De modo que las blancas hubieran tenido que jugar 24. Ta7+!, Rc8 (24 . ... , Rd8!?); y después seguramente 25. gh ! ? La partida siguió 23. , gf!; 24. ef, Txf4; 25. Txa6! En el post mortem ambos estuvimos de acuer do en que esto es mejor que 25. Th3. La razón es 25 . ... , Te4 ! ; 26. h5, TeS+; 27. Rd4, Te4+; 28. Rc3, Rc6; 29. h6, Te8; 30. h7, Th8; 3 1 . Rc4, f4! ; 32. Th6, y ahora simplemente 32 . ... , f3 ! debería ser suficiente (32 . ... , Rc7; 33. Rd4!?) -33. Txf6+, Rc7-; y las blancas se quedarían con los peones e y h con tra el peón a. Sospecho que incluso sin el peón las negras deberían estar bien. 25 , Txh4; 26. Ta7+, Rd8!? Mi primera reacción, con algún problema con el tiempo, fue • ••
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Palatnik-Speelman, después de 22 . . . . , h4
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PEONES PASADOS
replicar 26 . ... , Rc8. Este movi miento deberían ser tablas si no quedasen peones en el flanco de rey, y probablemente sería adecua do si simplemente eliminamos los dos peones f negros. Pero las ne gras tienen los peones doblados f, lo que hace que les sea extrema damente difícil hacer jaques por el flanco. Recuerdo haberme sentido bastante mal en aquellos momen tos, ya que después de 26 . ... , Rc8; 27. Rc6, Rb8, las blancas podrían de algún modo coronar forzada mente (todavía no estoy muy segu ro de ello). Escogí por lo tanto el siguiente movimiento activo: 27. Rc6, Td4+; 28. Rc6, Th4; 29. Ta8+, Re7; 30. Ta2, f4. Con este movi miento llegamos al tiempo de con trol. Las blancas deberían ser capa ces ahora de coronar su peón e por la fuerza, pero las negras tienen posibilidades de cambiar su torre por el peón e, y lograr después ta blas con rey y peón contra torre. 31. Rb7, f3; 32. c6, Tb4+; 33. ReS, Te4; 34. c7, f5; 35. Tf2, Te3 (si 35. ... , Tf4; 36. h3 ! , es zugzwang); 36. h4, Rf6; 37. Tc2!, Te2; 38. Tc6+!, Rt7; 39. Rb8!, f2 (o 39 . ... , Th2+; 40 Ra7, Ta2+; 41. Rb6, Tb2+; 42. RaS, Ta2+; 43. Rb4, Ta8; 44. c8=D, y ganan); 40. Tcl! 40. ..., Tb2+ ( ? ) . Esto no ofrece ninguna esperanza. La partida aca bó 41. Ra7, Ta2+; 42. Rb7, Tb2+; 43. Rc6, Tc2+; 44. Txc2, fl=D; y abandoné, ya que después de 45. c8=D, Df3+, los jaques enseguida se acabaron. Las blancas ganan de forma más rápida jugando su rey a b8. Realmente debí intentar la otra línea de juego: 40. . . . , Tel ; 41. c8=D, fl=D. Como era de esperar,
1 49
231 N
Palatnik-Speelman, después de 40. Tc 1!
las blancas tienen una victoria for zada. Sin embargo, deben tener mucho cuidado en evitar que el rey negro escape vía g4 (a menos que tengan en mente algo específico ante esta posibilidad). Fue pruden te que las blancas jugasen 39. Rb8! , e n lugar de 39. Rb7, y a que esto les proporciona la casilla extra b7 para su dama. Después de la partida re cuerdo haber encontrado una vic toria incluso con el rey en b7, pero ahora no puedo recordarla. De cualquier modo, éste es un modo de que las blancas ganen (con su rey en b8). 42. Dc7+! (no 42. Tc7+?, Te?!; ni 42. Db7+/d7+?, Rg6!); 42. ..., ReS! Si 42. ... , Rg6/g8; 43. Dg3+, Rt7; 44. Dxel ! , Db5+; 45. Rc7, y cesan los jaques. Similar mente, si 42. . .. , Rf6; 43. Dc3+ ! , Después d e 42 . ... , Re6; las blancas pueden jugar 43. Db6+, como en la línea de juego principal. 43. Dc6+, Re7. Si 43 . ... , Rt7; 44. Dd5+ ! , Rg7 ( 44. . .. , Rg6; 45. Dg8+, Rf6; 46. Dd8+ ! , Re6; 47. De8+, Rd5; 48. Txel, Df4+; 49. Rc8, Dc4+; 50. Rd8 ! ; o 44 . ... , Rf8; 45 . Dd8+,
150
PREPARACIÓN DE FINALES
Rt7; 46. Tc7+, Re6; 47. Te7+; o 44. ... , Re7; 45. Tc7+, Rf6; 46. Tc6+, y enseguida se da mate); 45. Tc7+ !, Rg6; 46. Dd6+, Rh5; 47. Th7+, Rg4; 48. Tg7+, Rf3; 49. Dg3+! , Re2 (49. . .. , Re4; 50. Te7+, Rd5; 51. Dxel, Db5+; 52. Tb7); 50. Te7+, Rd2; 51. Dd6+, Rc3; 52. Tc7+ Rb3; 53. Db6+, y mate en dos jugadas). La línea principal sigue 44. Db7+ (si 44. DeS+, Re8! ; y las blancas deberían repetir con 45. Dc6+ ); 44. ..., Rf6 (si 44 . ... , Rd6; 45. Db4+! , Rd7; 46. Dd2+, o 44 . ... , Re6; 45. Db3+, Rd7 -de otro modo la dama ahorquilla al rey y la torre-; 46. Tc7+, Rd6; 47. Db4+, Rd5; 48. Td7+, Re6; 49. Te7+ ) ; 45. Db6+, Rt7 (si 45 . ... , ReS; 46. DaS+; o 45 . ... , Rg7; 46. Tc7+ ); 46. Db3+!, ReS (cualquier otro movimiento del rey permite una horquilla); 47. TeS+ (finalmente es conveniente mover la torre); 47. ..., Re7; 48. Tc7+, Rf6 (si 48. . .. , Rd6; 49. Db4+!); 49. Db6+, ReS (o 49 . ... , Te6; 50. Dd4+, TeS; 5 1 . Tc6+ ); 50. Te7+, Rf4 (o 50. . .. , Rd5; 5 1 . Da5+ ); 51. Db4+, y ganan. Ahora os puede parecer total mente obvio que esta posición de bía de ser una victoria -de hecho, yo creo que es así-. Pero las blan cas ciertamente tuvieron que te ner mucho cuidado en cómo se desarrolló su juego, ya que si el rey negro se hubiese escapado por el flanco de rey, o incluso por el medio, ¡verdaderamente podría haber sobrevivido ! La razón por la que he desarrollado esta victo ria forzada es principalmente para mostrar la exactitud con la que deben jugar las blancas para ga nar.
232 B
FD # 242
El diagrama 232 quizá nos con duzca de nuevo un poco más cerca de la realidad. Es la convincente demostración de A verbakh de que en los finales de dama los peones pasados son peligrosos. Después de l. a6, las blancas obviamente deben de estar bastante satisfechas con un jaque continuo, a pesar del hecho de que están cuatro ( ! ) peo nes por encima.
PEONES PASADOS LIGADOS Y AISLADOS Los peones pasados ligados son en general mejores que los desliga dos, siempre que los peones pasa dos aislados se puedan mantener bajo control. Esto es debido a que es muy difícil bloquear a los peones pasados ligados, incluso aunque el rey esté por detrás de ellos. Por supuesto, la cuestión del control se condiciona a un enorme "sí". Dos peones pasados laterales pueden ser mortales en cualquier final una vez se ponen en movimiento.
PEONES PASADOS
Pillsbury-Tan-asch; Nuremberg, 1896 FP# 775; FAB# 89
Las blancas tienen peones pasa dos ligados en la quinta horizontal, y las negras todavía no han podido conseguir ningún peón pasado. Pe ro en los finales de peón son en ge neral los peones pasados laterales los que cuentan. De hecho, Ta rrash perdió este final con un juego muy débil. Sin embargo, si las ne gras hubiesen jugado correctamen te las blancas hubieran tenido que luchar por las tablas. La partida terminó l• •••, b5; 2. Rg3, b4(?); 3. Rf4, g5+ ?? (un pati nazo terrible); 4. hg, hg+; 5. Rxg5, a5; 6. d6, Rt7; 7. Rf5, a4; 8. e6+, ReS; 9. Rf6, b3; 10. ab, ab; 11. d7+, Rd8; 12. Rt7, 1-0. Tarrasch pensó que la línea de juego correcta era l. ... , b5; 2. Rg3, a5 ! ; 3. Rf4, Rt7; 4. h5, gh; 5. Rf5, h4; 6. d6, h3; 7. e6+, Re8; 8. Rf6, h2; 9. d7+, Rd8; 10. e7+, Rxd7; 1 1 . Rt7, h1=D; 12. e8=D+, Rd6; 13. Dd8+, Rc5; y las negras tienen unas excelentes perspectivas de victoria. En esta variante sería me jor haber jugado 2 . ... , a5 ! en lugar de 2. . .. , b4(?), ya que en el se-
151
gundo caso las blancas podrían ju gar 13. Db8+! , ganando el peón a con un jaque. En Finales de ajedrez básicos Fine da un análisis correcto de este difícil final. l. ... , b5; 2. h5 ! (no 2. d6?, Rt7; 3. d7, Re7; 4. e6, a5; 5. h5, g5; 6. Rg3, b4; 7. Rg4, a4; 8. Rf5, b3; 9. ab, ab; 10. Rg6, b2; 1 1 . d8=D+, Rxd8; 12. Rt7, b1=D; 13. e7+, Rc7; 14. e8=D, Df5+! ; 1 5 . Rg7, Dd7+; 16. Dxd7+, Rxd7; 17. Rxh6, g4; y aunque el peón h de las blancas llega a la séptima hori zontal, el rey negro está lo suficien temente cerca como para conseguir la victoria); 2. . , gh (2 . ... , g5? per dería); 3. Rg3. Ahora el rey blanco se puede aproximar a t7 vía h5, lo que le garantiza las tablas, p.e. 3• ••., a5; 4. Rh4, b4; 5. Rxh5, a4; 6. d6, EU7; 7. d� Re7; 8. e6, b3; 9. ab, ab; 10. Rg6, b2; 11. d8=D+, Rxd8; 12. Rf7, bl=D; 13. e7+, Rc7; 14. e8=D, y las blancas hacen tablas fácilmen te, ya que pueden rodear el peón h, p.e. 14 . ... , Df5+; 15. Rg7!, Dg5+ (o 15 . ... , h5; 16. Rg6, h4; 17. De7+=); 16. Dg6!, Rd7; 17. Rh7! , etc. ..
234 N
Stahlberg-Tartakower "Partida amistosa 1934"
152
PREPARACIÓN DE FINALES
En una partida informal Stahl berg intentó l. c4!, ofreciendo los tres peones pasados ligados, y Tar takower aceptó gustosamente: l. ..., de? (1. ... , Rf5 ! ; 2. cd, Rxg6; gana); 2. h4, a5; 3. h5, a4; 4. 1td2( ? ) (4. h6, gana con más rapidez -4. ..., gh; S. d5+, Rf6; 6. d6, a3; 7. d7, Re7; 8. g7, etc.); 4. ..., bS; 5. dS+, ltd7; 6. h6, a3; 7. ltc2 (7. Rcl !); 7. ..., b4; 8. hg, b2+; 9. ltbl, al+; 10. ltal, c3; 11. g8=D, y Tartakower renunció. Debo decir que no me gustaría que mis partidas amistosas se pu blicasen por todas partes -y esta obviamente se jugó muy deprisa-. Pero supongo que fue un final de entretenimiento, ¡y estoy seguro de que no he sido el primero en utilizarlo!
chacó a Alexander con l. TaS!, Tb6; 2. d4, Tb3+; 3. ltf4, Tb4; 4. dS (no 4. ReS??, TbS+!); 4. ..., Tb6; S. TeS, Tb4 (o S . ... , Tb7; 6. eS, Ta7; 7. Tc8, aS; 8. e6+, etc.); 6. Tc7+, ltf8; 7. Ta7, 1-0. 236 B
Keres-Aiekhine; AVRO, 1938 FAB # 4 13; FT # 196
235 B
Alekhine-Aiexander, Margate, 1937
Los peones ligados pasados de las blancas están preparados para empezar a rodar. Si hubiesen juga do las negras podrían haber optado por cierto contrajuego con l. ... , gS ! ; y 2. ... , Tg6. Sin embargo, mo vían las blancas, y Alekhine ma-
Ambos bandos tienen peones pasados ligados, pero las blancas tienen ventaja porque los suyos están más avanzados, y son ellas las que mueven. l. c6!, lte7 (si ... , Tc2; 2. bS, TeS; 3. Tb4!, y ganan). Aquí Keres falló con 2. bS? Anali zó hasta el movimiento 7, y pensó que las negras estaban en zugz wang, sin darse cuenta de que el rey podía mover. La partida termi nó 2. ..., Tb2; 3. Tc4, ltd8; 4. TeS, g4!; 5. ltf4, Tb4+; 6. Rg3, ltc7; 7. lth4, ltc8!; 8. ThS, ltc7; 9. Th7+, Rc8; 10. Tb7, Tc4; 11. ltg3, f5; 12. Th4, TeS; V2-V2. El análisis reveló el modo correcto de jugar: 2. Td4! (cortando el camino del rey); 2 . ... , Tc2 (si 2 . ... , Tb2; 3. Rd3, Tbl ; 4. Rc2, Tal; S. c7, Ta8; 6. bS, y ganan); 3. bS, TeS; 4. Tb4! (esto es con mucho el movimiento más
PEONES PASADOS
fuerte, aunque Smyslov y Leven fish dan un análisis en Finales de torre que muestra que 4. Td7+ también ganaría, como hace Fine en Finales de ajedrez básicos); 4 . ... , Rd8; 5. b6, Rc8; 6. b7+, Rb8; 7. Tb6, f5 (o 7 . ... , Ta5; 8. c7+! ); 8. Ta6, Rc7; 9. Ta8, Tb5; 10. Tc8+, y ganan.
153
238 S
237
N
' FA # 266 O. Durás, 1906
Blancas juegan y ganan
Finalmente, para completar es te largo capítulo sobre los peones pasados, un ejemplo de peones pa sados que pierden los estribos.
239
Schakmatny Listok, 1924 FA # 264
Los peones negros están más avanzados y su rey está mejor colo cado. Esto es una ventaja suficien te para conseguir la victoria: l. ... , Rg4 ! ; 2. b5? (2. Ab5, e3+; 3. Rel , Ae7 ! ; también pierde, pero es mejor que permitir que los dos peones lleguen a la sexta horizon tal). 2. ... , e3+; 3. Rel, d3; 4. Af3, Ae6; 5. b6, ab; 6. cb, Ad6; 7. a4, Ab3 ! ; 8. a5 (o 8. Adl, Ac4!); 8 . ... , d2+; 9. Rfl , Ac4+; 10. Rgl , e2; y ganan. Las blancas emplean un truco inteligente para forzar la victoria: l. b8=D+! , Axb8; 2. Rb7, Ra5 (o 2 . ... , g3; 3. Axg3, Axg3; 4. a7, f2; 5. a8=D, fl=D; 6. Da6+); 3. Ah4, Rb5; 4. Ael, zugzwang y ganan.
N
Minió-Rakic! Campeonato de Yugoslavia, 1969
Las negras jugaron l , el+(?); 2. Rcl, Ah6+; 0-1, en previsión de 3. Td2, b2, mate. Como señala Bot terill en The modern defence (La defensa moderna), habría sido más estético jugar l. ... , Tal+! . ...
154
PREPARACIÓN DE FINALES
11 La actividad de las piezas .
En este capítulo examinaremos varios ejemplos de piezas activas y pasivas. En cualquier posición del ajedrez siempre es una ventaja te ner piezas activas, y desde luego el final no es una excepción. De he cho, cuando sólo quedan algunas piezas el contraste entre piezas ac tivas y pasivas puede ser especial mente significativo. En ocasiones, al defenderse uno se ve obligado a jugar pasivamente. Sin embargo, y a menos que la defensa pasiva ga rantice con seguridad unas tablas, siempre está bien mantener aun que sea una remota posibilidad de "activarse". Por lo menos, es bue no para la moral.
EL REY El rey es una temible unidad de combate en los finales, más o me nos como una torre, por decir algo. Se debe utilizar tan activamente como sea posible, teniendo siem pre en mente que es una pieza im portante y que se debe cuidar de ella con gran interés. Ver el diagrama 240. En esta partida, la quinta del torneo del Campeonato del Mun do de 1963, fue la primera vez que Petrosian derrotó a Botvinnik. Las blancas tienen un peón más y pue den mantener esta ventaja con l. h3.
Petrosian-Botvinnik, Partida de torneo (5) 1963
Sin embargo, Petrosian encon tró una jugada mucho mejor: l. Ce4!, Txh2; 2. Rd4, Rd7 (si 2. ..., Txg2; 3. Tc7+, es mortal); 3. g3! (esto es mejor que 3. g4?, después de lo que Botvinnik podría haber activado su juego con 3. ..., h5!); 3.
•••
, Ab4; 4. ReS, ThS+; S. Rf6,
(el rey está perfecta mente a salvo en esta posición, de trás de las líneas enemigas, y pron to empezará a masacrar a los peo nes); 6. ...,eS (las blancas amenaza ban 7. Td2+, y 8. Rf7); 7. Tc6, Thl. Ver el diagrama 241. En esta posición Petrosian, muy acertadamente, se tomó una pausa de veinte minutos para calmarse, y para asegurarse de sellar el movi miento correcto. 8. Rt7! La posi ción aplazada está totalmente ga nada, a la vista de la actividad ase sina de las piezas blancas. Ae7+; 6. Rg7
LA ACTIVIDAD DE LAS PIEZAS
241
B
.&
155
muy duro para ganar. Sin embar go, tras el aplazamiento, Mednis se equivocó al permitir que el rey blanco se hiciese activo, y la victo . na fue muy fácil. l. , Td8 (el movimiento sellado); 2. Tg3, Ad7? (este movimiento permite al rey blanco desplazarse al flanco de da ma); 3. Rd4, f5? Y esto fue suicida. La única posibilidad era 3. ..., Af5+, para mantener al rey retra sado. Una vez que penetra, la po sición de las negras se hace bas tante desesperada. 4. ReS!, fg; S. Rb6, Ae8 (las blancas amenaza ban 6. Rc7); 6. Rxb7, h5; 7. Rxa6, Td4; 8. Rb6, h4; 9. Txg4. Si 9. Te3, las negras podrían causar alguna c<:mfusión con 9 . ..., g3; 10. hg, h3. Sm duda, esto seguiría siendo una victoria para las blancas, pero con el rey apoyando poderosamente al peón a pasado Gheorghiu puede perfectamente permitirse perder un alfil para evitar complicacio nes. 9 , Txd3; 10. f5, Tb3; 11. eS, Ad7; 12. a6, Axf5; 13. Txh4, Rg7; 14. a7, Ta3; 15. Rb7, Ac8+; 16. Rb8!, 1-0. • ••
1 Petrosian-Botvinnik, después de 7 , Th 1 .
...
La partida finalizó 8. , Tal; 9. Te6, Ad8; 10. Td6+, Rc8; 11. Re8, Ac7; 12. Tc6, Tdl (si 12. ..., Txa4; 13. Cc3, seguido de 14. Cd5, gana el alfil); 13. CgS, Td8+; 14. Rt7, Td7+ (se amenazaba 15. Txc7+!); 15. Rg8, 1-0. .•.
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243 B
Gheorghiu-Mednis; Riga IZ, 1979
Ésta fue la posición aplazada. Las blancas tienen una gran venta ja en vista de su configuración de peones a ambos lados del tablero, pero tendrían que haber trabajado
Larsen-Grünfeld; Riga /Z, 1979
156
PREPARACIÓN DE FINALES
Éste es otro ejemplo de un rey en la séptima horizontal. Larsen jugó l. g4?, pensando en su próxi mo movimiento, pero esto resultó ser un error. La jugada correcta era l. h4! Esto amenaza 2. g4, y si l . ..., Te1; 2. Ah5!, seguido de Ag6, y la el peón h corona. l. ..., Tel; 2. g5? Esto es consecuente, pero incorrecto. El movimiento correc to era 2. Af3! Volveremos a esto después de examinar la continua ción de la partida. 2. ..., RdS?? Esto conduce a una derrota trivial. 2. ..., Txd1? es también malo -3. gf+, Rd8; 4. f7. El movimiento correcto era 2. ... , Tg1!; y entonces 3. h4, fg; 4. f6+ Re6; 5. h5, Txd1; 6. fl!, Tfl; 7. f8=D, Txf8; 8. Rxf8, g4 (y no 8...., Rf6??; 9. Rg8!, ni 8. ..., Rf5?!; 9. Rfl); 9. h6, g3; 10. h7, g2; 11. h8=D, g1=D=. Las blancas de ben evitar una trampa en esta línea de juego: si 6. h6?? (en lugar de 6. fl!), entonces perderían con 6. ..., Tfl!; 7. h7, Th1!; 8. fl, Txh7+! La partida siguió con 3. Rxf6, Txdl; 4. g6, ReS; 5. g7, 1-0. Volvamos a 2. Af3! En lugar de 2. g5? Larsen da la siguiente com pleja variación ganadora en lnformator 28: 2. Af3!, Tg1 (si 2. ... , Tfl/e3; 3. g5, gana); 3. b4!, d5 (3. ..., a5; 4. ba, ba; 5. c4!, zugzwang); 4. b5, d4. Las negras se han visto forza das por un zugzwang a abrir la dia gonal c4-c6. Ahora las blancas jue gan 5. h4!, Tg3; 6. Ae2, Tg2; 7. g5!, fg; 8. f6+, Rd6 (si 8. ... , Re6; 9. Ac4+ es ahora posible); 9. h5, Txe2; 10. h6, Te8; 11. fl!, y ganan. Las blancas tienen una gran ventaja. Mientras que el caballo blanco irradia poder, el alfil negro es prácticamente impotente, ya
244 8
A lekhine-Yates; Londres, 1922
que la mayoría de sus peones están fijados en casillas del color equivo cado. Las torres blancas están do bladas poderosamente en la única vertical abierta, y las negras no se pueden oponer a ellas, ya que un final puro de caballo contra alfil se ría ganado fácilmente por las blan cas. Además, y quizá lo más impor tante, las negras son angustiosa mente débiles en las casillas ne gras. No tienen ninguna pieza para controlarlas, ya que el alfil es del color contrario y las torres no sir ven para este propósito. A pesar de todas estas ventajas, las blancas no tienen una continua ción inmediata que sea decisiva. Sin embargo, con su próximo mo vimiento Alekhine inició una enér gica marcha del rey que rápida mente decidió la partida. l. Rf2!, Rh7; 2. h4!, Tf8; 3. Rg3, TtbS (las negras no pueden hacer nada, y por lo tanto permanecen pasivas); 4. Tc7, Ab5 (el último movimiento de las blancas amenazaba 5. Cd7, seguido de Cc5 o Cb6); 5. Tlc5, Aa6; 6. T5c6, TeS; 7. Rf4, RgS; S. h5!, Afi; 9. g3. No Tf7?, TacS.
LA ACfiVIDAD DE LAS PIEZAS
Con paciencia, las blancas pueden conseguir doblar sus torres en la séptima horizontal, tras lo que tie nen preparada una preciosa com binación ganadora. 9. , Aa6; 10. Tt7, Rh7; 11. Tc7, Tg8; 12. Cd7! (controlando g6 con 8. hS! las blan cas evitaron Rg6 en esta posición, pero era conveniente controlar en todo momento g6 con sus piezas); 12 , Rh8. Ver el diagrama 24S. 13. Cf6!, Tgf8; 14. Txg7!, Txf6; 15. ReS, 1-0. Después de que cada una de las torres vaya a f8 las blan cas dan mate en dos jugadas.
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A lekhine-Yates después de 12.
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. , RhB
Éste es un ejemplo drástico de la explotación de un complejo de casillas débiles por el juego de pie zas, y también muestra el efecto mortal que un rey puede tener en una defensa ya débil de por sí. Las blancas tienen la ventaja en este final de dobles torres, ya que el peón e no es peligroso, y pueden movilizar sus propios peones rápi damente con, p.e., c4 seguido de Tc3. Sin embargo, por el momento
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Boleslavsky-Giigorié; Zúrich C, 1953 l. ..., TxfS podría convertirse en una amenaza. Boleslavsky cometió un error instructivo defendiéndose en contra de este movimiento con l. g4? El l. c4?!/? es prematuro, ya que después de l. ..., TxfS; 2. Tdxe3, Txe3; 3. Txe3, Tf2+ el final de to rre no está claro, p.e. 4. Rc3, Txg2; S. eS, en donde S. ..., fS!; parece correcto, y si 6. c6, Tg6!; o 4. Rb3, y ahora o bien 4. ..., Txg2; S. eS, a4+; o quizá 4. ..., a4+ directamente. En el libro del torneo Bronstein reco mienda l. g3! Si entonces l. ... , TxfS; 2. Tdxe3, Txe3; 3. Txe3, a4!; 4. c4, Tf2+; S. Rc3, a3; 6. ba, Txa2; 7. Rb4, y el final de torre es favora ble a las blancas. Y si las negras no juegan l. ..., TxfS; entonces las blancas pueden continuar tranqui lamente con su plan de c4, Tc3. l , h5!; 2. Td6. Las blancas creen que están restringiendo al rey ne gro, ¡ pero se equivocan! Otros mo vimientos tampoco habrían servido para mantener sus ventajas, p.e. 2. Td4, Rh6; 3. Rd3, RgS; 4. c4, hg; S. hg, Rh4; ó 2. c4, Rh6; etc. 2 , hg; 3. hg, Rh6!; 4. Txf6+, Rg5; 5. Txf7, Rxg4; 6. Td7, RD (activan•
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PREPARACIÓN DE FINALES
do su rey Gligorié ha hecho algo más que igualar las posiciones); 7. Rd3, Txf5; 8. c4, a4.
248 B
247 B
Taimanov-Larsen; La Habana, 1967
Boleslavsky-Giigorié después de B. , a4
...
9. Td6!, 112-112. Presumible mente este fue el movimiento se llado. Las blancas hacen tablas siempre y cuando se mantengan pasivas. El movimiento "activo" 9. c5? les llevaría a la derrota. Bronstein da la variación 9. T8e5!, 10. c6, Td5+; 11. Rc4, Tc5+; 12. Rd3, Tfd5+; 13. Txd5, Txd5+; 14. Rc4, Td2!, y ganan.
No siempre es una ventaja tener al rey en una posición muy avanza da en los finales En esta situación problemática Taimanov jugó l. Ab3? En su Fifty Selected Games (Cincuenta partidas seleccionadas) Larsen dice que l. Ad1!, también habría conducido a tablas. l. ..., ReS; 2. Rg7?, Cg4!; 3. Tdl, Tg5+; 4. Rh8, Cf6; 5. Aa4+, Re7; 0-1. 249 N
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MALAS POSICIONES DEL REY Tras la euforia de todos estos reyes magníficamente activos sería adecuado mirar la otra cara de la moneda -los desastres que pueden caer sobre el poseedor de un rey mal colocado-. Por supuesto, ya hemos examinado esta situación en alguna medida en posiciones en las que un bando tiene un rey activo y el otro no; pero algunos ejemplos más no nos harán ningún daño.
Tseshkovsky-Polugayevsky; Riga IZ, 1979
Polugayevsky jugó una combi nación para ganar dos peones: l. ..., Te2+; 2. Tfl, Txf2+; 3. Rxf2, Cxb2;
LA ACfiVIDAD DE LAS PIEZAS
4. Axb2, Txc2+; 5. Re3, Txb2. Des graciadamente, después de 6. Tcl! resultó que no tenían una buena defensa ante la amenaza de Tc8 y Ce7+.
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251 N
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N
Tseshkovsky-Polugayevsky, después de 15. Ce7+
15. , Rh7. Si 15. . .. , Rf7; 16. Cxg6, Ae7; 17. Ch8, mate. Sin embargo, el final con una pieza menos al que se llega no ofrece es peranza para las negras, ya que las blancas pueden mantener fácil mente el peón g. 16. hg+, Rh6; 17. Txf8, Te2; 18. Th8+ (el movimien to sellado); 18. , Rg5; 19. h4+!, Rg4; 20. Cd5, Th2; 21. Th7! (mejor que 21. Cxf6+?, Rf5!); 21 , Th3+; 22. Rd4, Rf5; 23. Th5+, Rg4; 24. Th7, Rf5; 25. Ce7+, Re6; 26. Txg7, Txh4+; 27. Re3, 1-0. El peón g pronto coronará. Se dan algunos ejemplos adi cionales de ataques de mate en el capítulo sobre táctica (diagramas 31-6). En el próximo ejemplo las negras consiguen evitar el mate. Sin embargo, la terrible posición de su rey es un factor totalmente decisivo. Capablanca activó su rey con l. Rg3!, Txc3+; 2. Rh4, y de pronto el rey negro se encontró en un mal paso. Tartakower intentó 2 , Tf3 (si 2. ... , Tcl; 3. Rh5!, etc., pero no 3. g6?, Thl+; 4. Rg5, Txh7; 5. gh, •••
Tseshkovsky-Polugayevsky, después de 6. Tc1!
6 _, Tb3+; 7. Re2, Th2+; 8. Rel, f6; 9. g6!, Ta2. Si 9 , hg; 10. fg, Ta2(!); 11. Tc8, Tal+; 12. Re2, Ta2+; 13. Re3, Ta3+; 14. Re4, Txa4+; 15. Rf5, Ta5!; 16. Re6, Txd5; 17. Rxd5, y en vista del deplorable estado pasivo del rey y el alfil ne gros, las blancas deben ganar. 9. . . , hg; 10. fg, Txh2?; es peor, ya que después de 11. Tc8, Thl+; 12. Re2, Th2+; 13. Rf3, Th3+; 14. Rg2, las blancas escapan a los jaques. Esta maniobra del rey también habría ganado, por supuesto, si las negras hubiesen jugado 9. . ., Txh2? inme diatamente. 10. TeS, Tal+; 11. Rd2, Ta2+; 12. Rd3, Ta3+; 13. Rc2, Ta2+; 14. Rc3! Esto es mucho mejor que 14. Rb3?, Te2; 15. gh+, Rxh7; 16. Txf8. Si ahora 14. ... , Re2; entonces 15. Cf4! gana inmediata mente -15. ..., Tel; 16. Txf8+!-. La partida sigue 14. ... , hg; 15. Ce7+! • •
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160
PREPARACIÓN DE FINALES
alfiles en la lucha cerrada que se produce cuando todo el juego está concentrado en un lugar.
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ALFILES MALOS Primero, aquí van algunos ejem plos en los que es mejor un caballo. 253 N
Capablanca-Tartakower, Nueva York, 1924 FT # 273; FAB # 404
Rg7; 6. RxfS, eS!=; y el intento de un contraataqQe con 2. ... , aS; 3. g6, bS es demasiado lento -4. ab, a4; S. RgS, a3; 6. Rf6, etc.); 3. g6, Txf4+; 4. Rg5, Te4 (no 4. ... , Txd4; S. Rf6, Rg8; 6. Td7, y las blancas en reali dad dan mate); 5. Rf6!, Rg8; 6. Tg7+!, Rh8; 7. Txc7, Te8; 8. Rxf5, Te4; 9. Rf6, Tf4+; 10. ReS, Tg4; 11. g7+!, Rg8; 12. Txa7, Tgl; 13. RxdS, Tcl; 14. Rd6, Tc2; 15. d5, Tcl; 16. Tc7, Tal; 17. Rc6, Txa4; 18. d6, 1-0.
ALFILES Y CABALLOS Los alfiles tienden a ser mejor que los caballos en posiciones abiertas en las que hay juego en ambos flancos, y en enfrentarse a los peones pasados. Sin embargo, los caballos son en general más úti les que los alfiles en las posiciones bloqueadas, particularmente si hay varios peones atrapados en casillas del mismo color que la del alfil. Además, los caballos suelen ser por lo menos tan buenos como los
Henneberger-Nimzowitsch, Winterthur, 1931 ver FA e C # 316; FAB # 255
Éste es un ejemplo particular mente terrible. El alfil blanco esta horriblemente incapacitado por sus propios peones. Sin embargo, la posición está tan bloqueada que Nimzowitsch tuvo que trabajar du ro para forzar la victoria. Pero en contró un maravilloso método para ganar: l. , Rc6; 2. Re2, Cf6; 3. Re3, Ce4; 4. Re2, Rd5 (4. ... , Rd6 es más rápido); 5. Re3, Rd6! (las negras triangulan para perder un tiempo); 6. Re2, Rc6; 7. Re3, Rd5; 8. Re2, Cd6!; 9. Re3, Cb5; 10. Ad2, Ca3; 11. Acl (las blancas estaban en zugzwang -si 11. Ae1, Cc2+; 12. Rd2, Cxe1; 13. Rxe1, Re4; 14. Re2, a3!); 11 , Cbl!; 12. Ab2, a3!; 13. Aal. •••
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LA ACTIVIDAD DE LAS PIEZAS
Hennebe,rger-Nimzowitsch, después de 13. Aa 1
El alfil está ahora terriblemente inmovilizado, pero para forzar esto las negras han tenido que dejar a su propio rey desamparado. Sin embargo, Nimzowitsch calculó con precisión que las blancas no tienen tiempo suficiente para tomarlo y quedar con vida. 13. , Rd6! (las negras triangulan de nuevo); 14. Re2, Rc6!; 15. Rdl (o 15. Re3, Rd5 etc; y. si, 15. Rf2 el caballo escapa de veras -15. ..., Cd2; 16. Re2, Ce4; o si 16. Rg1, incluso funcionaría 16. ... , Cb3!); 15 , Rd5; 16. Rc2, Re4; 17. Rxbl, Rf3; 18. Ab2, ab; 19. a4, Rxg3; 20. a5, Rh2; 21. a6, g3; 22. a7, g2; 23. a8=D, gl=D+; 24. Rxb2, Dg2+; 25. Dxg2+, Rxg2; 26. Ra3, Rf3; 27. Rb4, Rxf4; 28. Rxc4, Re3; 29. d5, ed+; 30. Rxd5, f4; 31. c4, f3; 32. eS, f2; 33. c6, fi=D; 0-1. ¡Todo este desarrollo está for zado a partir del diagrama 253! No es sorprendente que, las blancas pudieran forzar un zugz wang decisivo enseguida. l. Rg8!, Ag4 (si el alfil se mueve a cualquier otro sitio entonces 2. Cxe6!, gana); 2. Cg6!, Ad3; 3. Ch8!, Ah5; 4. Rg7, 1-0. •••
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Szi/y-Balogh, Budapest, 1947
Hay otros ejemplos de malos alfiles, tan horripilantes como és tos, en distintas partes de este libro (cfr. diagramas 216 y 219). Pero pasemos ahora a un ejemplo más razonable. Este final es más favorable a las blancas, ya que su caballo es mejor que el alfil de las negras, y porque además tienen la posibilidad de penetrar con su rey hasta el centro de la acción. Sin embargo, las ne gras tienen buenas perspectivas de
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256 N
Botvinnik-Petrosian, Partida de torneo (14), 1963
162
PREPARACIÓN DE FINALES
defensa. Petrosian jugó l. ..., a4!/? Trataba de eliminar peones, pero al hacer esto crea un magnífico emplazamiento para el caballo blanco en c5. Se ha sugerido que l. ... , Rf8; y l. ... , h6; eran alternati vas mejores. 2. ba. 2. Ce5(!) era una alternativa más directa. Si en tonces 2. ... , Tc3; 3. ba, Ta3; 4. Tb2, Txa4; 5. Txb6, Txa2+; 6. Rg3, Af5; 7. Tb8+, Rg7; 8. Tb7+, Rg8; 9. Ct7, con excelentes posibilidades de victoria. Las negras podrían inten tar mejorar esto con 2. ... , Tcl; 3. ba, Tb1! La partida continuó con 2. ..., Tc4; 3. aS!, ba; 4. CeS. Éste fue el movimiento sellado. Las blancas están ahora mucho mejor. 4. . .., AfS; S. Rg3, a4! Las alternativas eran: 5. ... , h6; 6. gh, Rh7; 7. Rf4, Rxh6; 8. Re5, con una gran venta ja; 5. ... , h6; 6. gh, g5; 7. Te2!, Txd4; 8. Te5, Tf4; 9. Ce6!, y ganan, ya que si 9. ... , Axe6; 10. Txg5+!; 5. ... , Rg7; 6. Tf4, h6; 7. gh+, y si 7. ... , Rf6; 8. Tb2!, Se jugó 6. Rf4, a3; 7. ReS, Tb4 (Botvinnik afirmó que 7. ... , Tc1; es mejor, y podrían lle gar a ser tablas); 8. Cd3 (si 8. Cb3, Ab1!; amenazando 9. ... , Axa2!; pe ro no 8. ... , Txb3?; 9. ab, Ab1; 10. b4, y ganan); 8. ... , TbS; 9. Rd6, Rf7; 10. Rc6, Axd3; 11. Txd3. Las ne gras tuvieron éxito en el intercam bio de su alfil por el caballo -de he cho el último movimiento de Bot vinnik estaba diseñado para forzar este intercambio, ya que el alfil se había vuelto muy activo-. Pero la ventaja de las blancas persiste, en la forma de un rey mucho más acti vo y el peligroso peón d pasado que va a ser creado en breve (ver también las notas tras el diagrama 257). 11. ..., Tb2! (la defensa activa
habitualmente es adecuada en un final de torre); 12. Txa3, Tg2; 13. RxdS (no 13. f4?, Re6!); 13. ... , TxgS+; 14. Rc6! (mucho mejor que 14. Re4?, h5; 15. Ta7+, Rf6; 16. a4, h4; 17. Th7, Ta5 con unas tablas teóricas); 14. . .., hS; lS. dS, Tg2; 16. d6, Tc2+ (el inmediato 16. ... , g5 podría ser mejor); 17. Rd7. 257 N
Botvinnik-Petrosian, después de 17. Rd7
La última parte de esta partida, después del intercambio de piezas menores, obviamente tiene poco que ver con el tema de las buenas y las malas piezas menores. Sin em bargo, ilustra un fenómeno intere sante e importante, que es que, en cualquier fase de una partida de ajedrez, a menudo es imposible mantener una ventaja en su forma inicial. Pero si de verdad existe una ventaja sobre la que basarse, debe ría ser posible transformarla en algo de importancia y validez equi valentes. Este final es un caso ex celente para ilustrar este punto. Botvinnik empezó con las mejores piezas menores y poniendo en
LA ACTIVIDAD DE LAS PIEZAS
acción a su rey. Con una buena de fensa, Petrosian fue capaz de ac tivar a su alfil, e incluso hacerlo más poderoso que el caballo. Sin embargo, mientras hacía esto las blancas penetraban con su rey, y fueron capaces de intercambiar lo que se había convertido en una pieza menor inferior para poder llegar al favorable final de torre que condujo al diagrama 257. De hecho, la partida tan sólo duró tres movimientos más a partir del diagrama, ¡ya que Petrosian cometió un error garrafal! Pero la posición realmente era muy com pleja. Puesto que el análisis es bas tante interesante, voy a seguir con él, a pesar de que nos vamos a des viar del tema que nos ocupa. 17. ..., h4(?) (17. ... , g5 ofrece mejores posibilidades, pero las blancas pue den forzar la victoria con 18. Ra5! -no 18. Ta7-; 18. ... , Rf6; 19. Rd8, h4; 20. d7, h3; 21. Ta6+, Rg7; 22. Re7!, tras el que el final de da ma y peón después de 22. ..., Te2+; 23. Te6, es una victoria fácil); 18. f4, Tf2? Petrosian se equivoca, no dándose cuenta del movimiento 20 de las blancas. Las negras tienen dos alternativas mejores: 18. ..., g5; 19. hg, Rg6; 20. Rd8, Rxg5; 21. d7, Td2! -21. ..., Rg4; 22. Ta8!, h3; 23. Re7, y ganan, ya que las blan cas coronan primero-; 22. Ta8!, h3; 23. Re7, h2; 24. Th8, Te2+; 25. Rd6, Td2+; 26. Rc6, Tc2+; 27. Rb5, Tb2+; 28. Rc4, Td2; 29. Txh2, Txd7; 30. a4, y las blancas probablemente ganarán; y 18. ... , Rf6; 19. Rd8, Rf5; 20. d7, Rxf4; 21. Ta8!, h3; 22. Re7, Td2; 23. d8=D, Txd8; 24. Txd8, g5; 25. Th8, g4; 26. Rf6, g3; 27. Th4+!, y ganan -o 26. a4, Rg3; 27. Rg6!, y
163
también ganan ( ¡pero no 27. a5?, Rh2; de resultado incierto!). La partida terminó 19. ReS, Txf4; 20. Ta7+!, 1-0. Si 20. ... , Re6; entonces 21. d7, Tc4+; 22. Tc7, Ta4; 23. Tc6+, ganan con facilidad. Petrosian esperaba 20. Tc3?, tras el que podría jugar 20 . ..., Ta4.
UN ALFIL BUENO CONTRA UN CABALLO Retornamos al tema con la ven ganza del alfil.
J.
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Stoltz-Kashdan; La Haya, 1928 FA e C # 302; FAB # 242
Éste es un ejemplo muy conoci do -y muy instructivo-. La posición puede parecer marcadamente igua lada a primera vista, pero de hecho las negras tienen varias ventajas: 1) El alfil es mucho mejor que el caballo en una posición abierta con peones en los dos flancos. 2) Las blancas tienen varios peones en casillas blancas que pue den debilitarse.
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PREPARACIÓN DE FINALES
3) Al mover, las negras son in mediatamente capaces de llevar a su rey a una mejor situación que la del blanco (esto es especialmente importante). La ventaja es suficiente para una victoria. La partida continuó l , Rf8; 2. Rfi, Re7; 3. Re2, Rd6; 4. Rd3, Rd5; 5. h4, Ac8!; 6. Cf3, Aa6+; 7. Rc3 (si 7. Re3, ReS; 8. CgS, Rb4; 9. Cxf7, Rxb3; y el peón a pasado lateral será decisi vo); 7 , h6; 8. Cd4, g6; 9. Cc2, Re4; 10. Ce3, fS; 11. Rd2, f4; 12. Cg4 (las blancas intentan un contraata que: si 12. Cc2, Afl; 13. Ce1, RfS; 14. f3, gS; 1S. hg, RxgS!; y Rh4, g3, etc); 12 , h5; 13. Cf6+, RfS; 14. Cd7, Ac8!; 15. Cf8, g5!; 16. g3 (si 16. hg, RxgS; el caballo blanco está en realidad atrapado); 16 , gh; 17. gh, Rg4; 18. Cg6, Af5; 19. Ce7, Ae6; 20. b4, Rxh4; 21. Rd3, Rg4; 22. Re4, h4; 23. Cc6, Af5+; 24. Rd5, f3! (no 24. ..., h3??; 2S. CeS+, y 26. Cf3); 2S. bS, h3; 26. Cxa7, h2; 27. b6, h1=D; 28. Cc6, Db1; 29. ReS, Ae4; 0-1. •
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Como he reiterado en distintas ocasiones, los alfiles son mucho me jores que los caballos en la lucha para convertir a los peones. El dia grama 2S9 es otro ejemplo de esto. Fischer jugó l. .. ., a5!; para fijar el peón blanco a. Siguió con 2. Rf4 (si 2. Rh6, AdS; 3. Cf6, Af3; ganan -las negras pueden alcanzar 4. Rxh7, RxcS; S. Rg6, Rb4; 6. RgS, Rxa4; 7. Cxg4, simplemente con 7. ..., Axg4!; y el caballo blanco será incapaz de sacrificarse por el peón a si las blan cas eligen una alternativa a 7. Cxg4); 2 ..., Ab3; 3. Re3 (o 3. Rxg4, Axa4; 4. RgS, Ac2; etc.); 3. ..., Axa4; 4. Rd2 (4. Cf6, Ac2); 4. _., h6; 5. Cf6, Rxc5; 6. Cxg4, h5; 7. Ce3 (si 7. Cf6, h4; 8. Ce4+, Rd4; 9. Cd6, Ad7!; y el caballo queda fuera del juego sin ninguna posibilidad); 7 ., Rd4; 8. en, ReS; 9. Re3 (o 9. Ce3, AbS); 9. � Ab3; 10. Cg3, y Uhlmann abandonó, presumiblemente duran te el aplazamiento, a la vista de 10. ..., a4; 11. Rd3 (o 11. CxhS, a3; y el peón corona); 11. ..., a3; 12. Rc3, a2; 13. Rb2, h4; 14. Ce2, Re4; etc. Fue sorprendente lo inútil que fue el ca ballo al oponerse al peón a pasado. •
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8
N
Uhlmann-Fischer; Leipzig 01, 1960
Miles-Dzhindzhihashvili; Tilburg, 1978
LA ACTIVIDAD DE LAS PIEZAS
Esta posición está un tanto blo queada. Sin embargo, las blancas tienen una gran ventaja, ya que los peones negros del flanco de dama están fijados en casillas negras, y por lo tanto son débiles. Además, tendrán que ser defendidos por el caballo, puesto que el rey negro no puede acercarse para hacerlo. Miles inmediatamente sujeta al ca ballo para defender el peón b con l. Ac7!, a5 (?! Miles). Dzhindz hihashvili está preocupado por la posibilidad de un posterior a5. Sin embargo, al jugar esto pierde un movimiento dilatorio que podría serie útil más tarde. 2. Rf2, g5 (esto es necesario; las negras no pueden permitirse dejar su peón g fijado en una casilla negra); 3. hg+, Rxg6; 4. Rg3, Rg5; 5. e4, h5; 6. Rh3 (no 6. f4+?, Rg6; y 7 . ... , f5; con una po sición defensiva adecuada); 6 , Rh6; 7. Rh4, Rg6; 8. Ad8, Rh6; 9. Rg3, Rg7; 10. Rh4, Rh6; 11. Ac7, Rg6. Ésta es la misma posición que la de después del séptimo movi miento de las negras. Sin embargo, •
261
B
''*
Miles-Dzhindzhihashvilí, después de 11.. , Rg6 . .
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165
ahora Miles jugó la decisiva manio bra 12. g3! (no 12. g4?, hg; 13. fg, f5!); 12 , Rh6 (si 12. ... , f5; 13.ef+, ef; las blancas podrían arreglárse las para penetrar con Rf4 ); 13. g4!, hg!; 4. fg, Rg6; 15. Rg3, Rg5 (ahora si 15. ... , f5; 16. gf+, ef; 17. Rf4!, y ga nan -pero no 17. e5?, Rf7); 16. Rf3, Rh6 (con el rey en g5; 16. . .. , f5 sucumbe ante 17. gf, ef; 18. e5!, tras el que 18 . ... , Rt7 es imposible; o si 16. ... , e5; 17. Rg3, Rg6; 18. Rh4, Rh6; 19. Ad8, Rg6; 20. g5!, fg+ -o 20. ... , f5; 21. ef+, Rxf5; 22. Rh5!-; 21. Axg5, Cb8; 22. Ad8, Cd7; 23. Rg4, y ganan); 17. Rf4, Rg6; 18. eS!, fe+; 19. Axe5, Rt7; 20. Ac7, Rf6; 21. g5+, Rt7; 22. Rg4, Rg6; 23. Ad6, y las negras renunciaron ante la perspectiva de 23 . ... , e5; 24. Ac7, e4; 25. Rf4, e3; 26. Rxe3, Rxg5; 27. Re4; o 23. ... , Rt7; 24. Rh5, Rg7; 25. Ac7, e5 (25 . ... , Rh7; 26. g6+, Rg7; 27. Rg5, etc.); 26. Rg4, Rg6; 27. Ad6 (más o menos), volviendo a la línea principal. •
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FINALES DE CABALLO En los finales de caballo, como ya hemos visto (cfr. capítulo acerca de los peones pasados, diagramas 224-226), los peones pasados late rales son muy peligrosos. Con una configuración de peones más equi librada, la actividad de las piezas se convierte en el factor decisivo. Un caballo puede producir un daño enorme a los peones desprotegidos y sin ayuda, ya que no hay ningún lugar en el que esconderse -en los finales de alfil los peones pueden buscar santuarios en las casillas del color opuesto al del alfil.
166
PREPARACIÓN DE FINALES
Con un material tan limitado normalmente sería muy difícil, sino imposible, ganar. Sin embargo, aquí la enorme actividad de las pie zas blancas hacen que esta tarea sea sencilla: l. Rt7!, Cxg4; 2. Cf8+, Rh8; 3. Ce6, Cf2 (o 3. ... , Cf6; 4. Cxg7, Cd5; 5. f5, Cf4; 6. f6, Rh7; 7. Rf8!, y ganan); 4. Rxg7, Cd3; 5. Ce6, Rh7; 6. Cf8+, Rh8; 7. Cg6+, Rh7; 8. f5, Cf2; 9. f6, Ce4; 10. Re7, Cg5; 11. Ce5! (no 11. fl??, Cxfl; 12. Cxfl, ahogado); 1-0.
262
N
Riumin-Capablanca; Moscú, 1936
La única ventaja de las negras es la posición activa de su caballo, pero es una ventaja muy grande. Capablanca jugó l , b5! (si l. ..., Cb1; 2. a4, Cc3; 3. a5, Ccd5; 4. ab, ab; 5. Ce4, Cxb4; 6. Cd6+, Rf8; 7. Rfl, y las blancas tienen una míni ma posibilidad de hacer tablas, ya que a las negras les llevará cierto tiempo organizarse -aunque al fi nal, mediante 7. ... , Cd5!; 8. Re2, Re7; presumiblemente deberían ganar) 2. Ce2, Cbl; 3. Cd4, Cxa3; 4. Cc6, ReS!; 5. g3 (si 5. Cxa7, Rd7; y el caballo está atrapado); 5 , Rd7; 6. Cb8+, Rd6; 7. f4, Cc2; 0-1. •
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263 B
ALFILES DEL MISMO COLOR. MÁS ALFILES MALOS En los finales con alfiles del mismo color, es muy importante no tener peones atascados en casi llas del mismo color que las de los alfiles, a menos que uno tenga muy buenas razones. Si los peones de uno de los jugadores se quedan fijos en casillas del color equivoca do, su alfil casi automáticamente estará en una posición peor que la de su oponente -es decir, será un mal alfil. En el capítulo de las casillas conjugadas se da un ejemplo típico de como forzar un zugzwang cuan do el oponente tiene un mal alfil (diagramas 121-122). Doy aquí un par de ejemplos más de los males inherentes a tener peones en las casillas del color equivocado. Los peones en e4 y c4 son ex tremadamente débiles. Fischer ga nó tras l. , Rd4; 2. Rg4, Ag6; 3. Rf3, Ah5+; 4. Rf2, Adl; 5. Rg3??, Ae2! (no 5. ... , Ab3; 6. Rg4, Axc4?; 7. Axc4, Rxc4; 8. Rf5=); 6. eS, Rxc5; 7. Ae6 (o 7. Rf2, Ac4; •••
Haag-Kiuger, Pecs
1976/nfonnator 23 # 15
LA ACTIVIDAD DE LAS PIEZAS
Elo-Fischer; Milwaukee, 1957
Ab7, Rd4; 9. Rf3, Ad3; 10. Ab7, Ac2; 11. Ac6, Ad1+; 12. Rf2, g4; y ganan); 7 , Rd4; 8. Af5, Re3!; O l. No hay defensa contra 9 . ... , Af3. Las blancas perdieron este final porque rehusaron arriesgar piezas hasta que se vieron forzadas por circunstancias desfavorables. Me parece que podrían haber hecho tablas si hubiesen utilizado el peón e como señuelo, ya sea para llevar a su alfil a fS manteniendo al rey negro alejado de e3, o para llevar su propio rey a e3. Así, en su quinto movimiento las blancas deberían haber jugado (en lugar de S. Rg3??); S. Ab7!, Axc4 (S. . .. , Ab3; 6. eS!, RxcS; 7. Re3!, o 7. Ac8!); 6. Ac8 (también 6 Re3); 6. ... , Rd4; 7. AfS. El rey negro está muy bien si tuado en d4, pero con el alfil blan co en una diagonal excelente esto no es suficiente para ganar. Por ejemplo, 7. . .. , g4 (7. . .. , ReS; 8. Rg3); 8. Rg3, Re3 (o 8. ... , ReS; 9. Ag6, Ae2; 10. Ah7, Af3; 11. 8.
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Elo-Fischer (análisis) a) Diagrama b) A blanco en b7 e) A blanco en b1 d) A blanco en g2
AfS!); 9. Ag6, Ae2; 10. Ah7 (no 10. AfS??, Af3; y son las blancas las que están en zugzwang); 10. ... , Af3 (si 10. ... , Ad3; 11. AfS, o inclu so 11. Rxg4, Axe4; 12. AfS!); 11. AfS! No hay modo de progre sar mientras el alfil siga en la dia gonal fS-h7, y por lo tanto la posi ción son tablas. Sin embargo, con su alfil en cualquier otra diagonal las blancas perderían: con el alfil en b7, l. ... , g4!; 2. Rg3, Re3; 3. Ac6, Af3; gana; con el alfil en b1, l. ... , AhS; 2. Ac2, Ag4; 3. Ad1 (zugz wang); 4. Rg3, Ae2; y S. ... , Ad3; con el alfil en g2, l. ..., Ac2! Durante un momento, hipnoti zado por el peón g negro, pensé que era absolutamente necesario para las blancas situar su alfil en la diagonal fS-h7, y mantener su rey en g3 o f2, pero de hecho no es así, p.e. diagrama 266. Las blancas deben jugar l. Ac2! (no l. Af3??, Ab7; 2. Ag2, fS); l. ... , g4; 2. Adl! (no 2. Ad3?, g3; 3. Rf3, Axe4+; 4. Axe4, g2); 2 , Ad7 (o 2. ... , g3; 3. Rf3); y lo más sencillo •
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168
PREPARACIÓN DE FINALES
266 S
El alfil blanco es particular mente malo. Si moviesen las blan cas estarían en zugzwang, y po drían renunciar gustosamente. Sin embargo, son las negras las que mueven. No tienen modo de per der una jugada, y no pueden mejo rar la posición de sus piezas. No tienen más remedio que acudir al sacrificio: l , Axc4; 2. be, Rxc4; 3. Adl (si las blancas sacan a su alfil de la cadena de peones tam bién pierden: 3. Ab3+, Rd4; 4. Rd5, c4; 5. Rc2 -5. Rc1, Rc3!-; 5. ... , c3; 6. Ae6, Re3; 7. Ag4, b3+!; 8. Rxb3, Rd2; etc.); 3. , Rd4; 4. Rc2. Si 4. Re2?, b3!; o 4. Aa4, c4; 5. Rc1 (5. Rc2, Re3!; o 5. Ac2, b3; 6. Ab1, c3+); 5. ... , Re3 (también 5. ... , Rc3); 6. Ad1, b3; 7. Rb1 (7. ab, c3; o 7. Axb3, cb; 8. ab, Rd3); 7. ... , Rd2!; y si 8. Axb3, cb; 9. ab, Rc3; 10. Ra2, Rb4; o si 8. ab, c3; 9. Ac2, a2+; y ganan. 4 , Re3; 5. Rb3. Las blancas siempre perderán si permi ten que el rey negro llegue a c3, por ejemplo con 5. Rc1, Rd3; 6. Ac2+, Rc3; y ahora: •
Elo-Fischer (análisis)
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es 3. Ac2, Ac6; 4. Adl!=. Aunque 3. Ae2 también se podría jugar: 3 , g3; 4. Afi (no 4. Rf3?, Ag4+!; ni 4. Af3?, Ac6; 5. Ag2, f5; 6. Rf3, Axe4+; 7. Rxg3, Axg2; 8. Rxg2, Re4!; ni 4. Ad3?, Ac6; 5. Rf3, g2; Sin embargo, 4. Aa6, es posible, ya que si 4. ..., g2; 5. Rf2, Ah3 es sólo tablas); 4 , Ag4; 5. Ag2! (forzado -5. Ad3?, g2; 6. Rf2, Af3!; gana); 5 , Adl; 6. Afi, Ac2; 7. Rf3=. •
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� N
Pedko-Kislova; URSS, 1978 lnformator 26 # 20
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a) 7. Aa4, c4; 8. Ad1, b3; 9. Rb1 (9. ab, a2!; gana) y aquí 9. ... , Rd2! enlaza con la variación anterior, pero no 9. ... , b2?; con el que las blancas hacen tablas, puesto que el alfil está siempre a salvo en d1 debido al ahogado. b) 7. Aa4, c4; 8. Ac2, b3; 9. Ab1, Rd4!; y ganan; e) 7. Ad1, c4; 8. Aa4, b3; 9. Rb1 (o 9. ab, a2!); 9 . ..., Rd2; y ganan; d) 7. Ad1, c4; 8. Rb1, b3; 9. ab (9. Ra1, Rd2!); 9. ..., cb; 10. Ra1, Rb4! (las negras triangulan -no 10. ... , a2?; 11. Axb3!); 11. Rb1, Rc4; 12. Ra1, Rc3 (zugzwang); 12. Rb1,
LA ACfiVIDAD DE LAS PIEZAS
a2+; 13. Rb1, a2+; 14. Ra1, b2+; 1S. Rxa2, Rd2; y ganan. Volviendo a la línea de juego principal, S. .. , Rd3!; 6. Ac2+, Rd2!; 7. Abl, Re2; 8. Rc4, Rxf3; 9. RxcS, b3!; y las blancas renuncia ron ante sus dos fatales alternati vas. Si 10. ab, Re3!; el peón f coro na; o si 10. Rb4, ba; 11. Axa2, Rxe4 y ganan, p.e. 12. Rxa3, Rd3; 13. Ae6, f3; 14. Rb2, f2; 1S. Ah3, e4; 16. Rc1, e3; etc. En este ejemplo el final de alfil bueno contra alfil malo se transfor mó inmediatamente en uno en el que las negras tenían dos peones para el alfil. Sin embargo, pudieron mantener sus ventajas -una posi ción excelente de su rey y ninguna debilidad en los peones-. Y la hor da negra arrasó con facilidad a las blancas. Tener peones fijados en las ca sillas del color equivocado no es siempre una desventaja. En el dia grama 268 el peón en e6 es extraor dinariamente poderoso, y las blan cas debieron haber ganado. •
268 8
l. Ad3!, a4 (ante la amenaza de 2. a4, y más adelante AbS); 2. b4!, a3; 3. bS! (cuatro de los cinco peo nes de las blancas están fijados en casillas blancas, ¡pero el alfil negro está casi muerto!); 3. . .. , Rg8; 4. Rf4, Rf8; S. RfS!, Rg8 (si S. ... , Rg7(!); 6. RgS, Rf8; 7. Rf6, h4; 8. e7+ -no 8. Ah7, Ah5!-; 8. ... , Rg8; 9. Re6, y yo creo que las blancas deberían ganar); 6. Rf6, h4 (no 6.... , Rf8?; 7. Ah7!). Aquí Flohr ju gó 7. e7?, y consiguió tablas tras 7. ... , g3; 8. hg, hg; 9. Afl, Ad7. Aver bakh señala en Finales de alfil que las blancas podrían haber ganado con 7. Re7!, g3; 8. hg, hg; 9. Ae4, AxbS; 10. Rxd6, p.e. 10. ... , Rf8; 11. ReS, Ac4; 12. d6, Axa2; 13. e7+.
ALFILES DE COLORES OPUESTOS En los finales con alfiles de co lores opuestos, más que el número de peones que tiene cada jugador lo más importante son las po sibilidades de crear peones pasa dos y de apoyarlos. A menudo es necesario sacrificar un peón o peo nes para crear un peón pasado y protegerlo (cfr. diagrama 27). A continuación doy un remarcable ejemplo descubierto por Aver bakh. Smyslov pudo haber forzado es ta posición en su partida contra Averbakh, pero muy razonable mente asumió que eran tablas. Sin embargo, al analizarla Averbakh encontró una victoria increíble. l. RgS, Rf7 (no l. .. , Axf3?; 2. Rcg6, ReS; 3. Ae3, Re6; 4. Af4, zugzwang y ganan); 2. f4!! (las blancas se cie.
Flohr-Zagorovsky; Minsk, 1952
169
170
PREPARACIÓN DE FINALES
LOS DOS ALFILES
269 S
Smys/ov-A verbakh, Moscú, 1950 (análisis) Averbakh 1951; FA # 358
rran sobre su propio rey preparan do un soberbio ataque); 2 , Ae4!; 3. Af2, Rg7 (si 3. ..., Af3; 4. g4!, se alcanza de todas formas, y ganan algo más fácilmente que en la línea de juego principal); 4. g4!, hg (si 4. ..., fg; 5. f5, gf; 6. Rxh5, Rf6; 7. Ag3, Af3; 8. Rh6, Ae4; 9. h5, Af3; 10. Ah4+, Rf7 -o 10. ..., Re5; 11. Rg5, f4; 12. h6, gana- 11. Re5, Ae4; 12. Ag3, Rg7; 13. Ae5+, Rf7; 14. h6, gana); 5. h5!, gh; 6. a8=D!, Axa8; 7. Rxf5. El balance de piezas está ahora equilibrado, pero las blancas se han conjurado para obtener un muy saludable peón f pasado. Si las negras pudiesen sacrificar su alfil a cambio de él, y hacer llegar su rey a a8 a tiempo podrían, hacer tablas, pero esto es del todo imposible. 7 , Rt7; 8. Rg5, Af3 (o 8. ... , Re7; 9. f5, Rd7; 10. f6, Rd5; 11. a7, etc.); 9. a7, Aa8; 10. Ah4, Af3; 11. f5, Rg7; 12. Ag3, Rt7; 13. Ae5!, Ae4 (o 13. ..., Rf8; 14. Rf6, h4; 15. Ad6+, seguido de Re7 o Rg7; etc); 14. Rxh5!, g3; 15. Axg3, Rf6; 16. Rg4!, Axf5+; 17. Rf4, y el peón a corona. •
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En los finales dos alfiles son en general más fuertes que cualquier otro par de piezas menores. Una de las principales desventajas de un alfil, si se compara con un caba llo, es que sólo puede controlar la mitad de las casillas del tablero -con un par de alfiles este proble ma queda resuelto-. Además, dos alfiles son muy eficaces para explo tar debilidades en cualquier parte del tablero, y también para devol ver a los peones pasados al redil.
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Larsen-Gheorghiu; Winnipeg, 1967
Las blancas tienen una gran ventaja en vista de los vulnerables peones del flanco de dama. Des pués de l , Re7; 2. Ab8, Gheorg hiu intentó 2 , Cf6 (si 2. ..., a5; 3. Aa7, Cd6; 4. Acx5, es también una victoria para las blancas, p.e. 4. ..., Re6; 5. Ab3, Aa6; 6. Axd6!, Rxd6; 7. c5+!, Rxc5; 8. Axc7, etc.); 3. Axa7, Cd7. El alfil está "atrapa do" en a7, pero el caballo negro no puede moverse por estar obligado a sujetarle. Larsen ganó con mucha facilidad: 4. Ab5, Rd6; 5. a4, Rc7; 6. a5, Rc6; 7. a6, h5; 8. g4, h4; 9. Rf2, •
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LA ACfiVIDAD DE LAS PI EZAS
f6; 10. f5!, Cb6 (si 10. ... , Rd6; 11. Ab8+!; o 10. . .. , Ce5; 11. Re2, Cd3; 12. Axc6, Rxc6; 13. Ab8, Cb2; 14. Ad6, Cxc4; 15. Af8, y el flanco del rey se desmorona); 11. Axb6+, Rxb6; 12. Re2, Aa8; 13. Rd2, RaS; 14. Rc3, Rb6; 15. Rb3, RaS; 16. Ra3, Rb6; 17. Ra4, 1-0. 271
N
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Es un soberbio ejemplo del domi nio de los caballos por los alfiles. La partida continuó 5 , f5? (un error de Botvinnik -este movi miento debilita al peón h); 6. gf, gf; 7. Ad3, Rg6. Aquí Botvinnik tuvo que sellar su jugada ante el aplaza miento. Su plan era colocar un alfil en b1, el otro en d6, intercambiar en d5 y después jugar Aa2, toman do el peón d. Tuvo que elegir qué alfil mover primero, y eligió 8 Ad6?! La elección errónea. Debería ha ber jugado 8. Ab1 ! , Cc6 (8. ... , Cc4; 9. Af4, y 10. Aa2); 9. ed, ed; 10. Aa2, Ce7; 11. Ad6, ganando el peón d. Si 8. Ab1, fe; 9. fe, de; 10. Axe4+, Rg7; los alfiles blancos son mucho más poderosos. Una posibilidad aquí es la sugerencia de Flohr de 11. Axb7!?, Cxb7; 12. Rc4, seguido de Rb5 etc. 8. , Cc6; 9. Abl, Rf6?! Botvinnik sugiere que 9. ... , Ca7! es una mejora, para amenazar b5. Si entonces 10. ed, ed; 11. Aa2, b5; 12. a5 (12. Axd5, ba! ; amena zando Cb5+); 12. ..., b4+! (no 12. ..., Cc6; 13. Axd5, Cxa5; 14. f4, con una gran ventaja); 13. Rd3, Cb5; 14. Ae5, Cac7; 15. Rc2, Rf7; 16. Rb3, Ca6; y las negras todavía es tán en el tablero. 10. Ag3!! Un mo vimiento poco aparente que sitúa las negras en zugzwang. Esto es mucho mejor que 10. h4, Cab8; 11. Af4, Cd7; 12. Ag5+, Rg6; 13. ed, ed; 14. Aa2, h6; 15. Af4, Ce7; 16. Ad6, CeS !; en donde las blancas se defienden a sí mismas. 10. , fg. Bronstein intercambia peones para liberar a su rey. El motivo de 10. Ag3 es que si 10. ... , Cab4; 11. Ae5+ ! , Rg6; 12. Ad6, Ca6; 13. ed, ed; 14. Aa2, gana el peón d. 11. fg, h6; 12. Af4, h5; 13. ed! (esto era .
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Botvinnik-Bronstein, Partida de torneo (23) 1951
Bronstein ganó el peón b con l , Axcl? Esto fue un error, ba sado en un mal análisis de la posi ción. Debió haber mejorado la po sición de su rey con l. ..., Rf7. Si en tonces 2. Rc2, Cb4+; 3. Rb1, Ca6; las blancas hubiesen tenido dificul tades en intentar cualquier cosa. O si 2.llxa6, ba; 3. Ac7, Axc1; 4. Rxc1, Cxb3+; 5. Rc2, Ca5; 6. Axb6, las negras pueden jugar 6. ... , Cc6!=, o quizá meterse en líos después de 6. ..., Cc4; 7. Ad8, Cxe3+!? La partida sigue 2. Rxcl, Cxb3+; 3. Rc2, Ca5; 4. Rc3, Rt7; 5. e4. Está muy claro que, a pesar de haber perdido un peón, tan sólo las blancas tienen alguna posibilidad de ganar. En sus Best games 1947-1970 (Mejores partidas 1947-1970) Botvinnik ana liza este final con mucho detalle. •
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PREPARACIÓN DE FINALES
esencial; de otro modo las negras habrían conseguido una casilla de cente para un caballo con de); 13 , ed; 14. h4, Cab8; 15. AgS+, Rt7; 16. AfS. •
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212 N
Ésta fue la partida decisiva del Torneo del Campeonato del Mun do de 1951. Antes de ella Brons tein ganaba por un punto, pero tras perderla no pudo obtener ninguna ventaja en la partida 24 final, de modo que la partida fue tablas y Botvinnik retuvo su título.
FINALES DE TORRE
Botvinnik-Bronstein, después de 16. A f5 "Dominio"
16 , Ca7. Si 16. ..., Ce7; las blancas no tienen que darse prisa para ganar un peón con 17. Axe7, Cxe7; 18. Ag6, ya que las negras tienen posibilidades de tablas si consiguen alfil + peón de torre opuesto contra rey. En su lugar pueden jugar 17. Ah3,C8c6; 18. Ag2, Rg7; 19. Axe7, Cxe7; 20. Rb4, Cc6+; 21. Rb5, Cxd4+; 22. Rxb6 y a8=D. 17. Af4, C8c6; 18. Ad3, Cc8; 19. Ae2, Rg6; 20. Ad3+ (repitiendo movimientos para llegar al control de tiempo) 20 , Rf6; 21. Ae2, Rg6; 22. AD, C6e7 (si 22. ..., C8e7; enton ces simplemente 23. Ac7, Cf5; 24. Axb6, gana); 23. AgS! zugzwang. Bronstein se lo pensó cuarenta minutos antes de renunciar. Su po sición no ofrece muchas esperanzas, p.e. 23. ..., Cc6; 24. Axd5, Cd6; 25. Af3, Rf5; 26. Ac1 (Smyslov); 26. ..., b5; 27. Axc6, be; 28. a5, etc. •
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Habitualmente es mejor jugar acti vamente en los finales de torre, ya que la torre es un defensor un tan to descuidado, pero una pieza ata cante muy poderosa. Ya hemos visto algunos ejemplos de esto en este capítulo, de modo que no voy a dar más. Sin embargo, quiero se ñalar dos cuestiones. Primero, las torres se deben co locar detrás de los peones pasados. En el capítulo del zugzwang se dio un ejemplo arquetípico de esto (diagrama 85). También explora mos este tema en la sección de ma terial (diagramas 137-138). He aquí otro ejemplo. 273 8
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Capab/anca-Marshe/1 San Petersburgo, 1914
LA ACfiVIDAD DE LAS PIEZAS
Esta postcton es una victoria extremadamente fácil para las blancas. Sin embargo, si las torres se intercambiasen serían tablas. Capablanca ganó con l. TaS!, Rf6; 2. g4, Re7; 3. Rg3, Rd6; 4. Rf4, Rc7; 5. ReS, Rd7; 6. gS, Re7; 7. g6 , Rf8; 8. Rxe6, Re8; 9. g7, Txg7; 10. a7, Tg6+; 11. RfS(!), 1-0. Segundo, en posiciones en las que es necesario que el defensor aleje el rey de la acción para poder sobrevivir, es vital que la torre ten ga tanto espacio como sea posible.
173
Las negras tenían que dar jaque en el diagrama 274, o las blancas estarían en la posición Lucena, esto es, l. ..., Td3; 2. Tgl+, Rh7; 3. Tg4!, Tdl; 4. Rt7, Tfl+; 5. Re6, Tel+; 6. Rf6, Tfl+; 7. Re5, Tel+; 8. Te4! 275 B
274
N
a) Diagrama; FT # 51 b) TcB -+ el
a) Diagrama; FT # 21 b) Ta3 -+ b3; FT # 22
Si las negras juegan hacen tablas simplemente haciendo jaques al rey blanco hasta que lo lleven a la verti cal b, y moviendo entonces su torre a la vertical e, p.e. l. ..., Ta8+; 2. Rd7, Ta7+; 3. Rd6, Ta6+; 4. Rd5, Ta5+; 5. Rc6, Ta6+; 6. Rb7, Te6=. Sin embargo, si la torre empieza en b3 no tiene suficiente espacio para poder meterle prisa al rey, es decir, tiene una "distancia de ja que" insuficiente: l. ..., Tb8+; 2. Rd7, Th7+; 3. Rd6, Tb8; 4. Rc7, Ta8!; 5. Tal!!, Te8; 6. Rd7, y ganan.
La misma idea se aplica al dia grama 275. Con la torre en c8 las negras tienen una distancia de jaque sufi ciente, y pueden mantener la posi ción. La línea de juego principal es l. Rb4 (1. Td4, Re5); l. ..., Tb8+; 2. Ra5, Tc8!; 3. Rb5, Tb8+; 4. Ra6, Tc8; 5. Td4, Re5; 6. Td5+, Re6; 7. Rb5, Th8+; 8. Ra4, Tc8; 9. Rb4, Th8+; 10. Tb5, Th8; 11. Tb7, Rd6; 12. Rb5, Th5+; 13. Rb6, Tc5!; 14. Td7+, Rxd7; 15. Rxc5, Rc7=. Sin embargo, en c7 la torre ne gra está demasiado cerca. Si las blancas juegan ganan con l. Rb4, Th7+ (1. ..., Td7; 2. Txd7, Rxd7; 3. Rb5); 2. Ra5, Tc7; 3. Rb5, Th7+; 4. Rcg!, y 5. c5, con lo que con el rey negro en el flanco "largo" del peón las blancas ganan con facilidad.
174
PREPARACIÓN DE FINALES
Si las negras juegan podrían hacer tablas con l. ..., Tc8, o inclu so l. ... , Td7.
FINALES DE DAMA La dama es la pieza más pode rosa, y ella sola puede crear una enorme desolación entre las filas contrarias. No es sorprendente en tonces que en los finales de dama su actividad sea de la mayor impor tancia, como también lo son las posibilidades de crear peones pasa dos (cfr. capítulo anterior) y la se guridad del rey.
Dxg5+; 6. Rf3, Dxb5; 7. Df4+, Rd7!; y las negras ganaron un peón a cambio de nada, ya que si 8. Dxf6, Dc6+ ); 3. ..., Dc4; 4. g3? (Bonda revsky sugirió 4. Dbl!, que debe ser mejor); 4. ..., g5; 5. hg, fg; 6. Dh2? (no 6. Dbl, Dc3+; es mejor 6. Re4, pero las negras todavía perecen poder ganar tras 6. ..., g4; 7. Rf4, Rf6; 8. Re4, De6+; 9. Rd3, Dd5; 10. Df2+, Rg6); 6. ... , Db3+; 7. Re4, g4!; 8. De2, Dxg3; 9. Dc4+, Re7; 10. DeS, Df3+; 11. ReS, Df6+; 12. RdS, Dd6+; 0-1. Después del intercambio de damas el final de peones es trivial.
TORRES Y PIEZAS MENORES
276 N
Los finales con torres y piezas menores pueden ser muy tácticos. Aquí doy un par de ejemplos (anti guos, pero impresionantes) de acti vidad en este tipo de finales. 2n N
Lisitsin-Capablanca; Moscú, 1935 FD # 258
Éste es un ejemplo famoso. Las negras tienen la ventaja, debido a su mejor configuración de peones (las blancas tienen tres islas de peones) y su mayor centralización de las piezas. No está claro si esto debería ser decisivo, pero es de subrayar que Capablanca ganó en tan sólo una docena de movimien tos. l. ... , Re6; 2. h4, f6; 3. Re3 (si 3. De2+, Rd6; 4. De4, g5+; 5. hg,
_, ---..----1---1 ' ' � .& �
Salwe-Rubinstein; Car/sbad, 1907
Las negras controlan la vertical d, e incrementan su ventaja con l. ..., Td3!; 2. Th2. Amenazaban 2. ..., Tb3. Si 2. Tc3?, Td2!; ganan defini-
LA ACTIVIDAD DE LAS PIEZAS
tivamente, p.e. si 3. Re3, Tb2; 4. Td3, con la esperanza de jugar Td6 ¡tras el que 4. ... , Cf4! por lo menos gana tres peones! Las blancas podrían considerar 2. b5!?, pero las negras simplemente pueden ganar un peón con 2. ... , Ta3. Sigue con 2. ..., Rc7; 3. eS (las blancas estaban en zugzwang -si 3. Re1, h3!; mien tras que 3. Tc2, Tb3; o si 3. Tb1, Td2; o 3 . ... , h3; sería fatal); 3 , Rd7; 4. g3? (esto facilita las cosas para las negras, pero de todas for mas el final sigue siendo bastante difícil); 4. ..., hg+; S. hg, g4!; 6. Cgl (o 6. fg, Cg5); . 6. ..., CgS; 7. Re2, Ta3; 8. f4, Cxe4; 9. fe, fe; 10. Rfi, Cxg3+; 11. Rg2, ChS; 12. Tf2, Cf4+; 13. Rhl, Tal; 14. Td2+, Re7; 0-1. .
..•
278 8
175
tienen una gran ventaja. La partida continuó l. g3, Rt7; 2. eS, Rf6; 3. Ac4, Ac8! En un final de torre las blancas se defenderían bien. Al conservar su alfil Alekhine mantu vo la ventaja. 4. a4, gS; 5. bS, f4; 6. Rfi, Td2!; 7. Rel, Tb2; 8. gf, gf; 9. Ae2 (si 9. Td1, Ag4; 10. Td6+, Re7; 11. Td4, Af3; seguido de 12. ... , e3); 9. ..., ReS; 10. c6, be; 11. Txc6 (o 11. be, f3; 12. Ad1, e3!; y ganan); 11. ..., Ae6; 12. Adl, Tbl; 13. TeS+ (las negras amenazaron con 13. ... , Ab3; o con 13. ..., Ag4; si 13. Rd2, e3+; ganan); 13. .. ., Rd4; 14. Tc2, e3; lS. fe+, fe; 16. Tc6, Ag4; 17. Td6+, ReS; 18. h3, AhS; 0-1. Creo que las blancas probable mente se podrían haber defendido un poco mejor a partir del diagra ma 278, pero de todas formas está bastante claro que eran las negras las que tenían todas las posibilida des de ganar.
PIEZAS ATRAPADAS Finalmente, algunos ejemplos de piezas que se ven atrapadas. 279 N
Yates-Aiekhine; La Haya, 1921
Las blancas tienen mayoría de peones en el flanco de dama, pero las negras controlan la única verti cal abierta y tienen una gran venta ja espacial en el flanco de rey, en donde su propia mayoría de peones se puede convertir fácilmente en un peón pasado. Además, su rey es activo, mientras que el blanco está cercado. De modo que las negras
' '
Mieses-Aiekhine; Mannheim, 1914
176
PRE PARACIÓN DE FINALES
Éste es otro ejemplo de una de las partidas de Alekhine, de nuevo muy instructivo. (He de señalar que poseo una copia de las Best Games 1908-1923 (Mejores parti das 1908-1923) de Alekhine; pero no me disculpo por incluir varios ejemplos de este libro, ya que con tiene distintos finales que son muy instructivos, especialmente en un contexto adecuado.) El diagrama 279 es extremada mente complicado. Las negras tie nen un peón más, pero las blancas gozan de una excelente actividad de las piezas. Alekhine jugó l. ... , Ce8!?/! Tenía en mente una inteli gente combinación mediante la que las piezas blancas se trabarían de forma considerable. Sin embargo, no es del todo convincente, y quizá sería conveniente examinar algu nas de las alternativas. He analiza do este final durante algún tiempo con el maestro internacional sueco Harry Schüssler. Llegamos a la conclusión de que ciertamente la situación de las negras es mejor, pero que probablemente no tienen la suficiente ventaja para ganar sin un cierto grado de confusión (en el caso de que lo hagan). Alekhine da: a) l. ... , c6?; 2. b5! , cb; 3. Cxe5, y las negras pierden su ventaja. b) l. ... , Cd7; 2. Ca5, b6; 3. Cc6, y el potente caballo les da a las blancas ciertas posibilidades de hacer tablas. En la segunda variante las blan cas también podrían considerar 3. Cb7!?, Txb4; 4. Txc7, Td4; y, p.e., 5. Cd8!? Con Schüssler anali cé las alternativas siguientes:
e) l. ... , g4; 2. hg, hg; 3. Cxe5, g3; 4. Rfl, y las blancas parecen estar mejor, p.e. 4. . .. , Td1 +; 5. Re2, Tg1 ; 6. Rd3, y ahora se amenaza 7. Cg6. d) l . ... , h4; 2. Cxe5, Ch5; espe rando poder tender una red que le lleve al mate, pero las blancas pue den jugar 3. Rfl ! (o 3. Rf2 ! , pero no 3. Txc7??, Td1+; 4. Rf2, Cg3); 3. ... , Cg3+; 4. Re1 , y la posición no está clara. e) l. . . . , g4?; 2. hg, hg; 3. Cxe5, Ch5?; sigue la misma idea, pero después de 4. Cxg4! (también des pués de 4. fg!?, Td1+; 5. Cf2, Cg3; 6. Rf3!, o simplemente 4. Rfllf2); 4. ... , Td1+; 5. Rh2 ! , Cg3; 6. Cf2! , y el rey puede escapar vía h3. f) l. ... , Rf7 !? Las negras centra lizan su rey. Las blancas pueden entonces considerar 2. Cxe5+, Re6; 3. Cg6!?, o 3. Cc4, o quizás 2. h4! , Cd7; pero con complicaciones. Parece, a partir de estas varian tes, que las negras realmente de ben elegir entre la continuación de la partida real, l. ... , Cd7: y posible mente l. ... , Rf7!? La partida continuó (1. ... , CeS); 2. b5!, b6; 3. Cxe5? Alekhine afirma que esto es forzado, ya que si 3. Rf2, g4! Sin embargo, no aca bo de entenderlo (seguramente el intento de 4. Cxe5, g3+; 5. Re2 por lo menos vale la pena para las blancas). Quizá si 3. Rf2 las negras podrían jugar 3. ... , h4! ; 4. Re2, Rg7; 5. Cxe5, Tb4; etc. Pero creo que las blancas en realidad ten drían que intentar g4 con 3. h4(!), g4 (3. ... , gh); 4. Cxe5, g3; 5. Rfl, p.e. 5. . .. , Td1 + (5. ... , Rg7; 6. Re2, y 7. Cd3); 6. Re2, Tg1 ; 7. Rd3, Rg7 (para detener 8. Cg6); y la posición
LA ACTIVIDAD DE LAS PIEZAS
no está demasiado clara, aunque ciertamente las negras debieran estar mejor. La partida sigue 3 , Tb4; 4. Tc6? Para las blancas es muy cómodo seguir directamente la línea principal de la combina ción. Creo que en su lugar debe rían intentar 4. h4, aunque por el momento parezca demasiado len to. 4. , Txb5; 5. Tg6+?, Cg7; 6. TxgS, h4! (evitando 7. h4, y si 7. Ct7, entonces 7. ... , Th1+! gana); 7. Rf2, TeS; 8. Re2, Rh7! (pero no 8. ... , b5??; 9. Ct7!). •
177
•••
•••
2lrJ
Keres-Najdorf; Zurich, 1953
4. c7, Af6; 5. Rf1, Rf8; y si 6. Re2, Ae7; seguido de 7. ..., Re8; o si 6. Txh7, Ag7! Las blancas movie ron 3. Td7!, ¡y se acordaron tablas! Después de 3. ... , Tc2; 4. c7, las ne gras deben jugar 4. ... , Af8. Ahora no tienen ningún posible modo de liberar su posición, ya que ni el alfil ni el rey pueden hacer nada. Así que la torre se debe mover arriba y abajo por la vertical e, y la posición son unas condenadas tablas.
8
Mieses Alekhine, después de 8 . .. . , Rh l!
Y Mieses renunció, ya que no tenía ninguna defensa posible al plan de ..., b1=D. Si 9. Rd3, b5; 10. Rd4, Ce6+; o 9. Ct7, Txg5; 10. Cxg5+, Rg6!; ¡y el caballo está atrapado! l , b2; 2. Axb2. Con proble mas con el tiempo Najdorf jugó aquí 2 , Txb2? El camino correc to es 2. ..., Axb2! Después de esto las negras tienen problemas técni cos, pero deben seguir siendo capaces de ganar, p.e. 3. Td7, Tc8; •
•••
•
•••
282
' •
' � A¡ �' � Lemer-Godes; URSS, 1979 /nformator 28 # 45
8
178
PREPARACIÓN DE FINALES
Las negras atraparon al rey blanco con l . ..., Ac5! Sin embar go, tras 2. AdS ! , las blancas toda vía mantenían unas buenas pers pectivas de tablas, ya que el rey negro está también bastante cerca do. Además, hay posibilidades de llegar a un final en el que las ne gras se queden con sólo un alfil y el peón de torre equivocado. La partida continuó 2. ..., Rh6; 3. Ag8, g6;
4.
fg,
Rxg6;
S.
Ac4,
Rg7;
Después de este movi miento el caballo negro se va de veras. 6. Ad5 ! era correcto, toda-
6. Ab3?
vía con esperanzas de hacer tablas. 6. ..., Ce4!; 7. Aa4, Cd2! (ahora el rey blanco también está metido en un cajón); 8. Ae8, Rh6; 9. Aa4, RgS; 10. Ae8, Rf4; 11. Ad7, Cc4;
12. Rfl, CeS; 13. AfS, Re3; 14. Rg2, Cf3; 1S. Rfl, Cd4; 16. Ad7, Ce2; 17. gS (17. Rg2, Cf4+; 18. Rh2,
seguro que también debe perder, pero quizá las blancas deberían intentarlo, ¡por lo menos para im pedir que el rey negro llegue a c7! ); 17. ..., fg; 18. Ae6, Cd4; 19. AdS, Cf3; 20. Ae6, CeS; 21. AdS, Cd3; 22. Ae6, Rf3! ;
0-1.
SECCIÓN
V
I N DICACION ES G EN ERALES
" La excepción confirma l a regla" Un dicho falso, pero pertinente. Como prometí, doy aquí una lista de l as indicaciones generales que hemos formulado -y a l as que hemos encontrado excepciones en este libro.
SECCIÓN 1: IDEAS TÁCTICAS Y COM BINACIONES Las tácticas realmente ocurren en los finales; ¡ búsquelas ! No se concluye ninguna indicación general de esta sección: ¡ la fra se anterior lo dice todo ! Pero sí voy a dar una lista de las tácticas que se pueden utilizar:
Tácticas simples El j aque a través, la horquilla, la clavada, el ataque doble.
Potenciar un peón Interferencia, es decir, bloqueo de líneas de j uego, desviar, atacar.
Ataques de mate A menudo abundan en los finales. ¡ Estad al tanto con ellos !
1 80
PREPARACIÓN DE FINALES
Combinaciones para hacer tablas
Se puede intentar conseguir un ahogado, un jaque continuo o un ataque continuo. Se puede intentar construir una fortaleza. A veces es posible sacrificar piezas para alcanzar unas tablas teó ncas. SECCIÓN 1 1 : ZUGZWANG Y LA TEORÍA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS
Introducción El zugzwang es un arma vital en los finales. Muchas posiciones que son una victoria fácil podrían llegar a ser tablas si los j ugadores de ajedrez no tuviesen la obligación de mover. Zu g zwan g Movimientos dilatorios.
A veces es necesario hacer movimientos dilatorios con los peones para forzar un zugzwang. ¡Acumule movi mientos dilatorios siempre que sea posible !
El zugzwang como objetivo estratégico.
En muchos finales el plan estratégico de victoria es forzar al oponente a un zugzwang. É s te es especialmente el caso en los finales con malos alfiles, y también cuando una torre tiene que bloquear a un peón pasado del enemigo desde el frente. Por supuesto, el zugzwang es vital en los finales.
El zugzwang como resultado de una táctica.
A veces de repente surge un zugzwang al final de una variante táctica. A menudo éste es un tema propio de estudios, pero también puede suceder en partidas reales. La teoría de las casillas conju g adas
La oposición.
En los finales de rey y peón la oposición es la forma normal de coordinación entre los reyes. Sin embargo, en ocasiones se dan otros tipos de coordinación, y la oposición es irrelevante.
Triangulación. La triangulación es un modo muy común de perder un tiempo o de ganar la oposición.
INDICACIONES GENERA LES
181
A continuación doy una lista de algu nos de los "tipos" principales, de acuerdo en la clasi ficación de los Finales de peón: "Sistema rectangular" : se aplica la oposición. "Sistema de casillas triangulares". "Sistema T". "Sistema de ocho casillas". A estos podemos añadir: "Monstruos". La diversidad de los sistemas coordinados.
Aviso.
Al aplicar la teoría de las casillas conj ugadas recuerde que estas casillas no son mágicas (ni siquiera los monstruos) . Son mera mente una ayuda al análisis, y se deben tratar como tal.
Casillas conjugadas en otros finales. En ocasiones se puede utili zar con mucho provecho la teoría de las casillas conjugadas en finales distintos a los de rey y peones.
SECCIÓN 1 1 1 : BALANCE DE MATER IAL
Un peón extra lateral
Un peón pasado extra lateral (potencial o real) es en general sufi ciente para obtener la victoria en un final de rey y peón, o en un final con piezas menores (excepto si se trata de alfiles opuestos) , a menos que haya una buena razón que lo impida. Los alfiles son en general mejores que los caballos en posiciones en las que hay peones a ambos lados del tablero. En un final con alfiles de colores opuestos, el defensor puede te ner excelentes perspectivas de hacer tablas incluso si tiene un peón (o más) menos. Esto es debido a que un alfil a menudo es capaz de defender, sin la ayuda de su propio rey, todo un flanco frente a un rey y un alfil opuesto. Además, dos o incluso más peones pasados a veces pueden ser bloqueados por un rey y un alfil. En los finales de torre la actividad de las piezas es de importancia fundamental. En los finales de torre + 3 + peón lateral contra torre + 3 el resultado es el siguiente: a) Con la torre atacante frente a un peón, habitualmente tablas. b) Con la torre atacante detrás de un peón, habitualmente una victo ria. e) Con la torre atacante al iado del peón, existen buenas perspectivas para la victoria.
182
PREPARACIÓN DE FINALES
Además, en a) para el atacante tener un peón b supone una mayor ventaja que tener un peón a. En los finales de dama y peón, la seguridad del rey es de vital importancia. Un peón pasado extra lateral debería ganar con facili dad si el rey está a salvo. De otra forma, podría tener problemas. Un peón extra, todos los peones en un flanco
En general, en un final es una ventaj a que el peón extra esté aleja do; por esto el capítulo 6 contiene más tablas que el anterior.
R + 4 contra R + 3 R + 3 contra R + 2 T + 4 contra T + 3
Debería ser una victoria. Debería ser una victoria, con al gunos "problemas de posición". Tablas teóricas (fáciles si el de fensor puede evitar "h5", pero bas tante difíciles en caso contrario) .
En los finales con todos los peones en el mismo lado del tablero los caballos son en general mejores que los alfiles: A + 4 contra A + 3 C + 4 contra C + 3
C + 4 contra A + 3
A + 4 contra C + 3 Alfiles opuestos: A + 4 contra A + 3 A + 4 contra A + 2 A + 2 contra A
Generalmente tablas. El atacante tiene excelentes pers pectivas de victoria (Fine conside ra que esto es una "victoria teóri ca") . Buenas perspectivas de victoria, dependiendo de la posición (mu chas posiciones estarán "teórica mente ganadas"). Mejores perspectivas para el de fensor que en el caso anterior. Casi siempre tablas. En ocasiones con posibilidades de victoria. Con peones ligados depende de la posición (consultar un libro de teoría para más detalles).
Finales de dama: D + 4 contra D + 3
Algunas posibilidades de victoria.
INDICACIONES GENERA LES
183
El intercambio
En alguna ocasión he visto publicado: T ::::: PM + 2 peones T ::::: PM + 1 112 peones es decir, una torre se equipara aproximadamente a una pieza menor más 2/1 1 12 peones respectivamente. En general es cierto que T > PM + 1, es decir, una torre es mejor que una pieza menor + peón (en un final con varios peones en juego). Por supuesto, éstas son sólo indicaciones generales. Una torre es siempre muy peligrosa, ya sea en el ataque contra peones débiles o al apoyar a un peón pasado propio en contra de una pieza menor. Es más débil a la defensiva. T + 3 contra A + 3 en el mismo flanco. Esto es en general una vic toria, pero pueden surgir dificultades si el alfil es de color opuesto a sus peones, o si la configuración de peones del atacante tiene algún defecto. T + 2 contra A + 3 en el mismo flanco. Esto es habitualmente tablas, a menos que exista una buena razón que lo impida. T + 2 contra e + 3 en el mismo flanco. El defensor debe ser capaz de hacer tablas si se organiza con rapidez (hay algunas posiciones de fortaleza a las que puede intentar llegar). Sin embargo, si el defensor se limita a salir del paso, su posición puede hacerse crítica muy pronto. T + 3 contra e + 3 en el mismo flanco.
Esto es habitualmente una victoria fácil y rápida, pero en algunas posiciones excepcionales pue den surgir problemas técnicos. Finales sin peones
Los resultados normales, en el caso de que no exista una victoria inmediata del lado más fuerte, son: D + e contra D Tablas. Tablas. D + A contra D T + e contra T Tablas (con relativa facilidad). T + A contra T Tablas, pero con dificultades para la defensa. Desgraciadamente, una base de datos encontró una victo ria forzada de 56 movimientos. En consecuencia, aquí se aplica la re gla de los 100 movimientos.
1 84
PREPARACIÓN DE FIN ALES
T + 2A contra T + A T + A + e contra T +
Gana ( ? ) . A
T + A + e contra T + e 2A contra e
Muy buenas perspectivas de victo ria (probablemente sin esperanza para el defensor si los alfiles son de colores opuestos) . Gana, supongo. Ahora se sabe que es una victoria, aunque el defensor pueda establecer una fortaleza (ver el diagrama 182) . El atacante tiene 100 movi mientos para intentar ganar.
Para finalizar, algunos balances de piezas con dama contra otras piezas:
D
contra
T
D
contra 2A
D contra 2e D contra A + e
Gana, pero puede resultar un tan to difícil . Gana habitualmente, aunque exis tan fortalezas. En general, tablas. Esto es habitualmente una victo ria, pero existe una posición de fortaleza (diagrama
1 84) .
SECCIÓN IV: I D EAS ESTRATÉGICAS Y VALORACIONES Confi g uración de peones y peones débiles Los peones dobles, los peones aislados y los peones retrasados pueden ser una desventaj a. Pueden constituir una debilidad por sí mismos, o debilitar una mayoría de peones de la que forman parte.
Islas de peones A menos que un j ugador tenga peones pasados peligrosos, en general es una ventaj a tener menos islas de peones que el oponente. Peones pasados Los peones pasados necesitan un apoyo adecuado. Los peones pasados protegidos en general son muy fuertes en el final. Peones pasados laterales y peones pasados centrales Los peones pasados laterales son en general más fuertes que los peones pasados centrales en los finales de rey y peón.
INDICACIONES GENERA LES
1 85
En los finales de alfil y en los de torre, un peón pasado central puede ser tan fuerte como un peón pasado lateral. En los finales de dama todos los peones pasados son peligrosos.
Peones pasados ligados y aislados Si se puede controlar a los peones pasados aislados, los peones pasados ligados deberían ser más fuertes, ya que son muy difíciles de bloquear incluso con un rey enfrente de ellos (pero, por supuesto, dos peones pasados laterales pueden resultar fatales en cualquier final) .
La actividad de las piezas El rey El rey es una pieza poderosa en el final. Debe ser utilizado tan activamente como sea posible, pero al mismo tiempo se debe cuidar de él con esmero. Alfiles y caballos Las alfiles tienden a ser mejores que los caballos en: 1) Posiciones abiertas. 2) Posiciones en las que el j uego se desarrolla en los dos flancos. 3) La lucha para convertir peones pasados y detener a los del opo nente. Los caballos tienden a ser mejores que los alfiles en:
1)
Posiciones bloqueadas, especialmente si los peones están fij ados en casillas de color opuesto a las de los alfiles. Los caballos son por lo menos tan buenos como los alfiles en:
1)
La lucha cuerpo a cuerpo que tiene lugar en posiciones en las que el j uego está concentrado en un lugar.
•
•
•
Finales de caballo. La iniciativa es muy importante. Finales de alfiles del mismo color. No dejar que los peones queden bloqueados en casillas del mismo color que el alfil sin que exista una buena razón para ello. Alfiles de distinto color. La posibilidad de originar peones pasados y de apoyarlos es más importante que el balance formal de mate rial. Incidentalmente, una cuestión que no menciono en el texto, aunque probablemente debiera haberlo hecho:
186
PREPARACIÓN DE FIN ALES
Al intentar ganar, en general se deben colocar peones en casillas del color opuesto al del alfil propio. Al intentar hacer tablas, en general se deben colocar peones en casillas del mismo color que el del alfil propio. •
Dos alfiles. Dos alfiles son en general considerablemente más pode rosos que cualquier otro par de piezas menores.
Finales de torre Habitualmente es mej or j ugar activamente en los finales de torre, ya que la torre es un mal defensor, pero un muy buen atacante. Las torres se deben colocar detrás de los peones pasados. En ciertos finales de torre es necesario defenderse haciendo repe tidos j aques al rey enemigo. En este caso, la torre se debe colocar tan lejos como sea posible del rey, es decir, las torres necesitan espacio para funcionar con eficacia. La dama Es una pieza poderosa. En los finales de dama es una gran ventaj a tener una dama más activa que l a del oponente. Piezas atrapadas ¡ En los finales en ocasiones las piezas pueden quedar atrapadas !
COM ENTARIO GEN ERAL Para finalizar, quiero reiterar que la actividad es esencial en los finales. Si estás defendiéndote, no seas absolutamente pasivo, a me nos que tengas unas tablas blindadas o que estés absolutamente for zado a ello. Y si te ves forzado a defenderte pasivamente, haz que el oponente trabaje tan duro como sea posible para conseguir cualquier pequeña ventaj a.
Bibliog rafía LA SERIE DE FINALES BATSFORD
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Finales de Caballo, (FC) (Knight Endings) Y. Averbakh y V. Chekhover ( 1 977). Finales de Dama contra Torre/Piezas menores, (FD e T/PM) (Queen v. Rook!Minor Piece Endings) Y. Averbakh, V. Chekhover y V. Henkin, 1978.
Finales de Torre contra Piezas menores,
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Lehr und Handbuch der Enspiel, A. Cheron -cuatro volúmenes en alemán . Finales de Ajedrez, conocimiento esencial, (Chess Endings, Essential Knowledge) Y. Aver bakh (Pergamon Press 1 966) .
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