PROBLEMÁTICAS DE LAS PYMES EN EL PERÚ Para comenzar en el Perú la gran parte de empresas son pequeñas y medianas, las cuales generan empleo, y ganancias para el País.
Pero ¿porqué, si estas generan utilidades, no se desarrollan y crecen?. Pues se dice que la problemática de las Pymes abarca por varios factores como la falta de asesoría, la pésima administración de tales, el desconocimiento de mercados, como también la modernización, innovación de productos etc.
La mayoría las pymes no cuentan con el dinero suficiente para invertir en sus productos y así poder abarcar más el mercado nacional e internacional. Hay entidades financieras que brindan prestamos para la elaboración de las Pyme’s,
Pero el gran problema es que la gran mayoría de ellas son muy complicadas de brindar. Poniendo trabas o por sus elevados intereses los cuales generan un endeudamiento amplio, y esto no permite que las empresas puedan surgir. Pero si empezamos en como son creadas estas pequeñas empresas, veremos la gran cantidad de informalidad, las cuales son generadas por la existencia de un sistema legal, contable y tributario, muchas veces confuso e inestable. Esto impide el desarrollo de las pymes en nuestro país.
Igualmente una de las razones que ocasiona el estancamiento de estas empresas es la cultura expresada en pretender avanzar cada cual por su lado y a su manera, lo contrario y favorable sería unirse entre pequeñas y medianas empresas para así ayudarse entre sí y poder crecer y abarcar más mercados. Esto no significa que no haya mercado para las pymes. Lo que sucede es que debido a un conjunto de limitaciones, conformidad y dificultades de carácter estructural, están impedidas de acceder a mercados y a conquistar más y mejores clientes.
La tecnología es una herramienta fundamental para que las empresas puedan ser
más eficaces, en un mundo tan globalizado como en el que vivimos actualmente es imposible el desarrollo de las epresas (de cualquier tipo) y con mayor razón las pymes si es que la tecnología e innovación no están presentes en el desarrollo de la empresa.
En conjunto con la ciencia, la técnologia, la innovación e investigación lo que se ausenta en las pymes es la capacitación en los trabajadores, ya que son ellos los que van hacer que las empresas puedan mejorar.
..”El empresario es una persona especial. Es aquel que tiene la facultad de crear y
desarrollar algo prácticamente de la nada y que supone lanzar una empresa, ocuparse de ella, obtener logros y ampliarla, más que contemplarla”
Situación de las micro y pequeñas empresas del país Hay un ámbito muy interesante de emprendimiento, no solo porque la gente busca un autoempleo, sino porque el peruano es muy creativo y tiende a buscar salidas a situaciones particulares que han terminado generando empleo a una comunidad, logrando resultados interesantes. Ese es el caso, por ejemplo, de los Añaños, que se han convertido en una gran empresa. El peruano tiene las ideas, el problema es la informalidad, que les impide tener acceso a capacitación. El Gobierno la ofrece pero a veces no hay a quién dársela, pues los emprendedores no cuentan con la documentación necesaria.
La informalidad es muy alta y las empresas parecen no estar interesadas en formalizarse por los altos costos que el trámite acarrea.
La nueva Ley MYPE facilita la formalización y esta a su vez el acceso a capacitación, a las compras públicas, a protección en salud y hasta a una pensión de jubilación.
Implementación del sistema de pensiones para las MYPE El Ministerio de Economía y Finanzas y la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP. Trabajan en algunos esquemas, está por definirse si estarán a cargo de la Oficina de Normalización Previsional (ONP) o de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Serán básicamente modelos facultativos para que más empresas se puedan acoger y no los vean como un sobrecosto.
TRES GRANDES PROBLEMAS Son tres los grandes problemas que las pyme peruanas afrontan en la difícil tarea de generar empleo y riqueza.
El primero es el difícil acceso a mercados nacionales e internacionales. “Si no hay
quien compre sus productos y/o servicios, sencillamente la empresa, cualquiera fuera su tamaño, no puede siquiera subsistir. Si la empresa no vende desaparece inexorablemente. Resulta, por lo tanto, vital poner énfasis en que vender es el objetivo principal de las pyme al cual convergen muchos otros.”
Esto no significa que no haya mercados para las pyme. “Lo que sucede es que debido a un conjunto de limitaciones y dificultades de carácter estructural, estas unidades productivas están impedidas de acceder a mercados y a conquistar más y mejores clientes”.
El segundo problema es que los pequeños y microempresarios no tienen dinero en la mano para invertir cada vez más y poder acceder a los mercados nacionales e internacionales.
Las pyme no tienen capital no porque no haya, sino porque no pueden hacer uso del dinero o de capitales.
“La carencia de políticas gubernamentales promotoras de financiamiento, el alto
costo de capital, las restricciones en su otorgamiento principalmente las referidas a las garantías, la falta de una cultura crediticia, constituyen, entre otros, aspectos que repercuten negativamente en las pequeñas y microempresas, ya que ellas no pueden hacer frente a sus necesidades financieras para propender su desarrollo.”
Finalmente, como tercer problema que afrontan las pyme está la casi absoluta ausencia de tecnología. En un contexto de globalización, competitividad y del conocimiento que caracteriza a las sociedades actuales, es imposible el desarrollo de las empresas (de cualquier tipo) y con mayor razón de las pyme si es que la ciencia, tecnología e innovación no están activamente presentes en la vida cotidiana de la empresa.
Si la empresa no investiga o no está vinculada a la investigación científica es imposible la creación y aplicación de nuevas tecnologías para su desarrollo; es decir, es imposible la conquista de más y mejores mercados. En ese sentido, las universidades tienen un rol protagónico en la promoción y desarrollo de las pyme en el Perú
Sistema legal Por otra parte, el especialista comentó que la existencia de un sistema legal, contable y tributario, muchas veces confuso, engorroso, burocrático e inestable genera, entre otras desventajas, la informalidad.
Esto impide el desarrollo de las pyme en nuestro país y, por consiguiente, demanda un sistema mucho más promotor.
Otra de las razones que ocasiona el estancamiento de estas unidades productivas en el Perú es la cultura expresada en pretender avanzar cada cual por su lado y a su manera.
Los tiempos actuales demandan, por el contrario, alianzas estratégicas, joint ventures, asociaciones en participaciones, concesiones, subcontrataciones, franquicias, conglomerados, entre otras formas de asociación; no sólo entre las pyme sino, y ante todo, éstas con las grandes y medianas empresas.
El empresario: factor clave ¿Qué significa ser empresario? Para el profesor principal de la Facultad de Ciencias Administrativas de la UNMSM, el empresario o la empresaria no es una persona cualquiera. Es, por el contrario, una persona especial.
Esto significa que cualquier persona no puede ser empresario, sino solamente aquellas que reúnan determinadas condiciones especiales, unas innatas y otras adquiridas.
Todos quisiéramos ser empresarios, porque tienen dinero, estatus, libertad, satisfacciones, es patrón, entre otros beneficios. “Pero ser empresario no se
traduce al simple hecho de sólo desear o querer serlo, sino se traduce y se expresa, ante todo, en la cuestión de poder serlo; y son pocos los que realmente pueden lograrlo.
Por ello, añadió, el empresario o la empresaria es una persona especial. El empresario es aquel que tiene la facultad de crear y desarrollar algo prácticamente de la nada y que supone lanzar una empresa, ocuparse de ella, obtener logros y ampliarla, más que contemplarla.
En otras palabras, el empresario es aquel capaz de traspasar los límites de lo imposible, hacer riqueza de la nada y está siempre premunido de un temple extraordinario; en su cabeza pende una suerte de espada de Damocles.
No existe una fórmula única para asegurar el éxito. Pero sí hay algunos aspectos que no podemos perder de vista para evitar conducir a nuestra pyme al fracaso.
1. No investigar. Muchos son los emprendedores que pasan el tiempo emocionados por la idea de tener por fin su empresa propia, y terminan aventurándose en un sector sin conocer cuáles son las necesidades del público.
2. No evaluar a la competencia. Uno de los principales errores de los nuevos empresarios es que no se toman el tiempo de informarse sobre la competencia, quiénes son, cuáles son sus debilidades y sus fortalezas.
3. No conocer el mercado. Si bien el crecimiento económico de un país es un buen momento para aprovechar e iniciar su propio negocio, debe primero averiguar cuál es el rubro adecuado para usted, y no lanzarse a invertir en uno del que sólo conoce el nombre.
4. Mal uso del préstamo. Otro problema común es solicitar créditos a entidades financieras, y terminar empleando el dinero para gastos personales u otros fines que no generarán ningún tipo de rentabilidad al futuro.
5. No reinvertir. Una vez que el negocio ya está en marcha, no todos invierten sus ganancias para que la empresa crezca. Se conforman con lo que tienen y terminan perdiendo todo el capital de inversión inicial.
6. No controlarse. También están aquellos que compran todo tipo de productos para “surtir” el negocio, sin detenerse a hacer una evaluación adecuada de qué es
lo que realmente se necesita o lo que los clientes realmente están buscando.
7. No innovar. Algunos caen en el error de creer que el producto o servicio que ofrecen no necesita cambios o mejoras.
8. No escuchar a los clientes. Por más de que tenga un grupo fiel de habituales clientes, es recomendable que cada cierto tiempo les consulte qué más esperan de su marca y cómo podrían mejorar, si no ellos lo cambiarán fácilmente.
Hay varios problemas que enfrentan las microempresas y pequeñas empresas en el Perú entre las que más resaltan en los problemas de gestión son los siguientes:
-
La falta de procedimientos debidamente detallados en manuales,
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La ausencia de políticas de gestión,
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La poca o nula capacitación del personal y de los promotores de los emprendimientos,
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El no planificar las actividades
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La ineficacia de sistema de control.
Según Santiago Macías, coordinador general de Compite de México, estos problemas se acentúan y conducen a una poca productividad. "Si estuviéramos correctamente organizados, podríamos triplicar nuestra producción", señala.
Para Macías, la solución a los problemas de las PYME, parten de "atender, oír, preguntar, capacitar y motivar a nuestra gente". También, las pequeñas empresas deben enfocarse en la planificación y estandarización de sus procedimientos y, finalmente, pero no por ello menos importante, generar información sobre la marcha de la empresa, que permita un mejor control y evaluación de los objetivos trazados.
El
especialista
mexicano
se
presentó
en
el
Seminario
"Innovación
y
Competitividad: El reto de la inserción de las PYME en los mercados internacionales", evento organizado con motivo del 40 aniversario del Comité de la Pequeña Industria de la Sociedad Nacional de Industrias.
PORQUE FRACASAN LAS MYPES
Casi todas las empresas, las ya establecidas o las que se inician terminan en fracaso. Dicho fracaso no es necesariamente total, pero es evidente en algunos aspectos: las empresas no controlan los costos, dejan que sus clientes los abandonen o lanzan al mercado servicios o productos equivocados.
Abrir un negocio MYPE es un acto de valentía que no tiene el éxito asegurado. Según estadísticas de la SUNAT, al tercer año una de cada tres empresas no logra pasar la barrera del tercer año. Las posibilidades de éxito de cada nuevo emprendedor son, entonces, reducidas, especialmente en segmentos de bajo valor agregado en los que pueden ser fácilmente desplazados por las grandes empresas.
En definitiva el ¿Porqué del fracaso de las Mypes?
En teoría no es muy fácil predecir porque las Mypes en nuestro país no sobrepasan el segundo año de establecida o en esencia porque es que fracasan, los administradores en estas pequeñas empresas muchas veces no ven llegar el fracaso de su organización, lo que muchos expertos en administración refieren al decir que el administrador no solo debe ver el árbol, sino que también el bosque.
Coincidimos con a Naomi Stanford en decir que el riesgo en el fracaso de las organizaciones puede minimizarse o evitarse al diseñar conscientemente una nueva organización o adaptarse rápidamente a las circunstancias cambiantes en el mercado. Esto en definitiva significa evaluar todos los elementos en las organizaciones, tanto externos como internos y actuar para alinear esos elementos hacia el logro de los objetivos.
Liderar una empresa progresista es una tarea difícil. Pocas son las empresas que se consolidan, surgen problemas y cambian sus objetivos, se meten en dificultades y dilapidan sus recursos.
Hoy en día, en nuestro país, son muchas las personas que se han involucrado en el campo del negocio como consecuencia de los ceses masivos en las grandes fuentes de trabajo, principalmente en los Organismos de la Administración Pública, dando lugar al fenómeno llamado reconversión laboral y al nacimiento de miles de nuevos empresarios autogestionarios que convergen al lugar común de las oportunidades
denominado
mercado,
muchas
veces
sin
el
conocimiento
elemental, los recursos indispensables y un modelo de desarrollo competitivo; otras tantas con una sobredosis de optimismo colindante con la ingenuidad y algunas, pensando que la forma más segura de estar empleado es siendo el dueño.
Muchas veces las Mypes no son productivas; esto es: ser capaz de servir mejor a los clientes tanto en calidad como en precio, y esto en relación a otras empresas más grandes; Las implicancias de este hallazgo son claras si pensamos en la dinámica actual: bodega-supermercado; ferretería-grandes comercializadores de producto de mejoramiento del hogar; farmacias individuales-franquicias
de
farmacias; panaderías-supermercados; peluquerías de barrio-spas, entre otros. Puesto que las Mypes muchas veces suelen olvidar: la división del trabajo, la especialización y el acceso a herramientas legales, tecnológicas y financieras del que se pueden beneficiar empresas de mayor tamaño son elementos clave para el desarrollo.
El presidente del (ILADE), Eduardo Lastra[4], considera que la mayoría de las Mypes en nuestro país fracasan es porque no desarrollaron una visión estratégica de la gestión del negocio, y se dan cuenta de esto luego de uno o dos años de haber iniciado su proyecto.“La razón principal del fracaso de cualquier
emprendimiento es la falta de visión estratégica del negocio. Al iniciar un negocio,
casi siempre nos enfocamos en un solo aspecto, que puede ser el productivo, administrativo o comercial. Esta mirada con anteojeras impide ver todos los demás aspectos que están presentes en el funcionamien to de una empresa competitiva”.
En el aspecto tributario y cargas laborales es un peso que pone en desventaja a la empresa nacional frente a una extranjera, ya que estos costos influyen en el precio de venta y eso no nos da competitividad. Encima las empresas extranjeras invierten al por mayor y eso les da más beneficios frente a una empresa que recién se está forjando, este es uno de los motivos por el cual varias de las empresas nacionales con el tiempo optan por ser informales. Pero aun así hay empresas nacionales que salen adelante, guiados por su pasión y estrategias de mercado.
La clave para el progreso de la MYPE está en crecer o en capturar nichos de mercado altamente especializados. Si la MYPE desea permanecer pequeña, entonces debe alcanzar altos niveles de especialización que les permita ubicarse en nichos de mercado con márgenes atractivos. Si, por el contrario, desea seguir en segmentos de bajo valor agregado−formar alianzas, ganar escala y duplicar la calidad del servicio de los grandes negocios, es el camino a seguir.
Cualquier solución intermedia no permitirá al país mejorar su productividad y arrinconará a millones de peruanos a seguir trabajando en unidades económicas estériles sin posibilidades reales de crecer y prosperar.
¿Qué puede hacer el Estado?
Mucho. El estudio del BID señala que el Estado debe jugar un rol muy importante en el desarrollo de la MYPE. Decir lo contrario es irresponsable. Las razones son obvias.
Una economía es un sistema complejo que podría compararse con el tránsito en una metrópoli. La seguridad, rapidez, confort, eficiencia, limpieza ecológica con la que transiten los automóviles depende de la acción coordinada de múltiples agentes.
El reciente estudio del BID nos ha recordado que las MYPE en Perú son como automóviles con excelentes choferes y motores potentes pero poco eficientes.
Así como en un sistema de tránsito, contar con buenas autopistas, señalización clara y autoridades con capacidad de hacer cumplir las reglas es crucial para alcanzar fluidez y seguridad, en una economía, el Estado debe asegurar que las reglas de convivencia y de intercambio entre los agentes no solo no sean un obstáculo para los emprendedores sino que tampoco permitan el abuso, la corrupción y el fraude.
En la actualidad el acceso a la información y al financiamiento para pymes, así como de cursos dirigidos a micro y pequeños empresarios nos deberían llevar a considerar que la respuesta a la pregunta planteada no debe esbozarse considerando tales elementos como determinantes.
Esto se debe a la atomización del mercado, siguen aumentando el número de competidores en mercados saturados, sin criterio adecuado.
En nuestra realidad debemos distinguir entre un emprendedor y el micro pequeño empresario tradicional. El emprendedor busca innovar, sea con nuevos productos y servicios, o nuevos enfoques sobre cómo presentarlos o prestarlos en el mercado, esto es, se invierte en diferenciación y en como posicionarse en el mercado como consecuencia de ello. El micro-pequeño empresario tradicional es uno más en el mercado.
Si partimos de esto y observamos en qué casos resulta más frecuente el fracaso de algún tipo de micro o pequeña empresa, podemos ver que resulta en quienes inician la aventura de hacer empresa, como uno más, que en aquellos que hemos definido como emprendedores.
Un ejemplo nos puede aclarar lo señalado, imaginemos que el mercado es una mesa en la que se sirven un número finito de platos y los comensales son los empresarios. Inicialmente no habrá problemas, pero si aumenta el número de comensales, sin aumentar el número de platos, lo que sucederá es que los comensales empezarán a competir por los platos y necesariamente muchos saldrán de la mesa, mayormente los que llegan al final, en la medida que acudan en condiciones que no los diferencien.[1]
En el otro lado, tenemos un grupo que opta o por generar una mesa distinta (nuevo mercado) o genera una situación que le permite sustraer legítimamente algunos platos para generar una pequeña mesa (submercado), ello en base a la diferenciación y al posicionamiento al que apunta.
Lo señalado explica suficientemente el porqué del fracaso de las pymes. El tema es sencillo, debemos innovar y diferenciarnos, esto es, estar preparados para competir.