PROFESIÓN DOCENTE E IDENTIDAD (IDENTIDAD Y FORMACIÓN) -Eduardo Remedi-
"Entonces en ese momento, entendía qué era ser docente, para qué estábamos aquí, cuál era nuestro objetivo y recursos para llevar a cabo el aprendizaje de los alumnos"
El texto de Remedi habla acerca del proceso por el cual pasa un docente desde el inicio de su formación hasta el compromiso real de su identidad profesional como maestro; debo decir que al leerlo me identifiqué a tal grado de sentirlo describiendo mi propia historia. Remedi hace un análisis del discurso pedagógico a partir de las respuestas comunes que recibe de los maestros al momento de preguntarles por qué son docentes, la mayoría cuenta un relato en lugar de dar una respuesta concreta, y Remedi se pregunta por qué. A continuación se mencionan los puntos de mayor relevancia de la lectura: * El maestro para ejercicio de su función necesita dominar un contenido, saber cuál es el contenido digno de transmitirse, y poder transmitirlo con eficiecacia a los estudiantes. * La institución brinda confianza total al contratar al maestro cuando el mismo reconoce que aún no domina el saber, el contenido, y que no sabe tampoco como transmitirlo (esto se debe al hecho de ser recien egresados, faltos experiencia o de formación docente, los contenidos no coincide con las exigencias de la instiución o las necesidades de los alumnos, o simplemente no estan actualizados). * La escuela se presenta como la fuerza potencializadora del desarrollo del maestro, que le dice cuáles son sus carencias y que le ofrece elementos para suplirlas (cuando el maestro puede "reconocer sus porpias carencias puede tomar la iniciativa de buscar más cursos) * El primer elemento de la formación que se adquiere es el contenido de enseñanza: el programa, aquí formación equivale a información; el programa es indicativo, normativo, informa al maestro culáles son los requisitos de la institución, respecto de lo que él debe inculcar; y señala los limites. * Posteriormente la demanda del maestro hacia los contenidos será de una ampliación de estos, des sus fuentes, estudiar cursos, etc. * A partir de ese momento, a lo que aspira es a la actualización y el perfeccionamiento: mayor eficiencia en la transmisión, por medio de las técnicas didácticas con fundamentos (adqiuirir conocimiento concreto adecuado, actualizado y util con valor instrumental). * Como ultima meta esta la idea de perfeccionamiento: aspiración que ya no parece tanto ligada a la habilidad, a un conocimiento específico, a una necesidad de la práctica, sino a la busqeuda de una identidad plena sin quiebres, totalizadora, definitiva (compromiso consciente de una elección libre, un compromiso cada vez mayor con su quehacer docente). * Trayectioria: proceso de formación que se presenta como una conquista progresiva del sujeto. * La aspiración de la identidad docente se ubica en una idea de compromiso, de elección libre, de reconocimiento de la carencia y de las formas para resolverlas y de un cierto dominio del futuro. * Un elemento significativo de la constitución de la identifdad profesional es darse cuenta que el docente posee algo que puede dar (información, expereincias, algo fuera "de lo que el libro te habla"); y otro aspecto importante es que su identidad esta ligada a la necesidad
de una continua adquisición del conocimiento (el maestro paulatinamente se va convirtiendo, necesita hacerse a si mismo). * El discurso pedagógico puede significarle al maestro totalmente su práctica, le permite entender qué es ser docente, cuál es la finalidad de su práctica y empieza a encontrar placer (si el docente no encuentra placer en lo que hace tiene dos opciones: dejar de hacerlo para evitar influir negativamente a la gran cantidad de niños que quedan a su merced día a día; o comprarse el libro "Por favor sea felíz en su trabajo" de Nicolas Parsons, para que "entienda" la importante contribución que esta haciendo a la sociedad y lo haga con alegría (si funciona para cualquier trabajo, por pequeño o insignificante que parezca, seguro le ayudará en el área de la docencia donde recae gran parte de la formación de los futuros ciudadanos).
martes, 5 de abril de 2011
Profesión docente e identidad Eduardo Remedi nos presenta en la lectura algunos ejemplos para entender el binomio profesión docente e identidad.1[1] En el campo de otras profesiones es factible la resolución de problemas concretos. Sin embargo, a los maestros se les presentan otros factores formativos en la práctica diaria. Los alumnos, la institución y la sociedad se presentan como el objeto de las funciones del docente e incluso de sus aspiraciones. Su actividad refleja e incorpora significados de lo que socialmente se espera de su función como maestro. Uno de los maestros entrevistados manifiesta su frustración al sentir que se ha limitado a la enseñanza dejando de lado su profesión, dedicándose a una actividad ubicada en un lugar distinto al que aspiraba. Otro de los entrevistados considera la docencia como un proceso tanto de enseñanza como de aprendizaje. Lo que manifiesta parecerle más atractivo además de la variedad de situaciones que se presentan en la educación, el que al final recibe grandes satisfacciones. El autor destaca de la entrevista tres elementos en la enseñanza de las
matemáticas: sintetizar la metodología de su enseñanza, plantear la autonomía del alumno frente al maestro y capacitar al alumno para que aprenda a moverse por el mundo como ciudadano. Aspirar a formar a través del proyecto capacidades para que el alumno sepa hablar, escribir y comprender lo que habla, lee, escribe y calcula, tiene la intención de atribuir independencia y neutralidad a un método de enseñanza. El alumno aprende habilidades y pasos para abordar fragmentos de conocimientos, para que de este modo pueda seguir buscando en la educación, el maestro esa formación que necesita. El investigar y proponer nuevas estrategias en su campo laboral, permite permanecer con cierta frescura al docente. Es arduo el sumar a la enseñanza diaria, una capacitación permanente que bien vale la pena. Definitivamente alternar con una tercera actividad parece titánico, ya que los maestros tienen familia y deberes que atender. Es aquí donde la creatividad del maestro logra un equilibrio en las diferentes facetas de su vida profesional. Felicidades a todas mis compañera que siguen en este camino de concluir su licenciatura en educación ¡Son maravillosas y muy valiosas para la educación de nuestros niños!
PROFESION DOCENTE E IDENTIDAD En esta lectura el autor Eduardo Remedi, considera necesario estudiar con mayor cuidado los factores que están presentes tanto en la formación, como en la práctica de los maestros, a fin de aproximarse a la identidad de la profesión docente. El autor señala que para los profesores es difícil confrontar las condiciones de su oficio y caracterizar la actividad especifica de su ejercicio, de tal manera que no hay un sentido social unificado acerca de las características sociales y subjetivas de la actividad docente o de sus destinatarios precisos. Son los alumnos, la institución o la sociedad los que de manera indiferenciada y abstracta se presentan como el objeto de las funciones del docente e incluso de sus aspiraciones. ¿Como viven entonces los sujetos que ejercen la profesión docente esta ambigüedad o entrecruzamiento de imágenes de lo que es o ha de ser su actividad?
Un primer elemento que sobresale en una entrevista realizada a un docente, es el hecho de que su actividad refleja e incorpora en algún lado, significados de lo que socialmente se espera de sus funciones, del papel percibido por el docente sobre el carácter de su desempeño profesional y por el papel desempeñado efectivamente en su quehacer. En la misma entrevista, cuando al docente se le pregunta cual es su profesión, contesta: “Actualmente yo estoy relacionado mas con la enseñanza que con mi profesión, actualmente yo creo que estoy desligado de mi profesión, de lo que realmente yo pretendí ser, creo que la carrera de matemático no es ser maestro.” El reconocimiento por parte del maestro de que su actividad esta ubicada en un lugar distinto al que aspiraba, marca sin duda su identidad como docente. Él sabe que dedicarse a la enseñanza no le permitirá realizar una actividad científica reconocida, delimitada y valorada socialmente. El sentimiento de haber pretendido ser algo que no se es, marca en algún sentido su hacer en la negación, la incertidumbre y la frustración.
Incluido en una profesión no elegida, ambigua en sus fines y tareas, para definir o describir su actividad como docente, se ve en la necesidad de recurrir a una construcción subjetiva, cuyo componente central es el “deber ser” de la educación y la aspiración de resolver dificultades en el aprendizaje: disgustos y satisfacciones, transmisión de un saber y control de resultados se entremezclan para justificar, aunque sea contradictoriamente, su hacer. El maestro se ve siempre identificado individualmente. Centrado en la idea de adquirir habilidades para enseñar, necesita otorgar a la docencia una significación imaginaria que la haga aparecer como espacio de creación, donde se comprometerá ésta con el éxito o el fracaso, el resultado estará planteado en referencia con el buen o mal desempeño en el aula. La educación queda planteada, así, como resolución de problemas, según otro maestro que fue entrevistado: “La educación es muy atractiva por la serie de dificultades que representa… la dificultad es que no hay exactamente un método el cual se aplique para lograr mejores resultados, a veces cuando uno cree que tiene un buen método, son otras las razones que hacen sentir a uno el fracaso y eso te impulsa a buscar nuevas ideas. En la educación pues, la búsqueda es que el alumno vea que al evaluarlo, ha adquirido conocimientos fuertes, sólidos, bastantes”. El maestro necesita creer que la razón de ser de su actividad es el alumno, por que éste le permite no solo dosificar el contenido o saberes necesarios, sino determinar cuando el alumno aprense por si mismo. En la posibilidad de seguir dando esta la justificación de su acción.
En la lectura anterior escribí que el maestro necesitaba ser responsable, estar comprometido con su trabajo y tener vocación, si mal no recuerdo, pero después de esta lectura, me he dado cuenta que a todo lo anterior le hacia falta un ingrediente: “La identidad docente”, el encontrar una justificación a los que haces, el reconocer que es lo que te hace feliz de lo que haces día a día. Ciertamente para todos los que estábamos en otra profesión y nos inclinamos por la docencia, nos apartamos de ostentar títulos como gerente de sistemas, desarrollador de software, etc. Pero el simple hecho de que en la calle el niño jale a su mamá o papá para ir a decirte “hola miss” o aunque ya no le des clases siempre vayas a ser su maestra, creo que tiene su valor, de nosotros como docentes depende identificarnos plenamente con el papel que desarrollamos, hacer nuestro mejor esfuerzo y como dice la caricatura que puse al final… nada debe desalentarnos y apartarnos de nuestro camino…. La enseñanza. Les voy a contar brevemente lo que me paso en mi primer entrevista de trabajo, que casualmente era en una escuela y que puede que nos ayude con este asunto de la identidad: “El director me dijo, antes de hablar de cualquier otra cosa, quiero hacerte dos preguntas: “¿Por qué quieres ser maestra?, ¿Por qué crees que te gustaría ser Maestra?”. Les invito a que ustedes también respondan a esas preguntas, que en aquel entonces casi me hicieron salir corriendo de dicha escuela.
Lectura:
“Profesión Docente e Identidad” Eduardo Remedi La enseñanza/aprendizaje que el maestro aplica a los alumnos, en base a sus conocimientos teóricos y pedagógicos son la base de su identidad profesional como docentes, porque el profesor sabe que dedicarse a la enseñanza no le permitirá realizar una actividad científica reconocida y valorada socialmente, sino el sentimiento de haber pretendido ser algo más gratificante e ir realizando una construcción subjetiva, con la finalidad de saber ser de la educación de mejor calidad para nuestros alumnos aprenda a moverse por el mundo como ciudadanos. Para el maestro, su inclusión como sujeto activo tanto en la enseñanza como en el aprendizaje, así como lo educativo queda configurado como una búsqueda de problemas y soluciones orientadas a la definición de la competencia del profesor logre que los alumnos capte la enseñanza adecuadamente a su capacidad intelectual y vaya asiendo un aprendizaje significativo más eficaz para el alumno y no porque sea bueno o malo el desempeño del maestro dentro del aula, sino depende de las posibilidades de estrategias de aprendizajes que el docente tenga y que pueda aplicarla adecuadamente dentro del aula. La idea principal del docente que su enseñanza es que los alumnos aprenda a estudiar por si mismo que “aprenda a aprender” para lograr un aprendizaje mas significativo.
Lectura:
“Identidad y Formación” Eduardo Remedi
¿Qué es un docente? El quehacer de un docente, va tras contar una historia que tiende a sustituir en el sujeto, para su hacer, es investido por la institución, para asumirse como maestro. La historia es una construcción imaginaria, en el sentido que la sociedad define y elabora una imagen del mundo en el que vive, intentado cada vez hacer de ella un conjunto significante. La formación del docente se va dando con la práctica y buscar actualizaciones que perfeccionen el trabajo, dándole coherencia, sentido y orden, y así poder mostrar un mejor trabajo de calidad, porque la formación, es la única formación para llegar a ser docente, porque el proceso de enseñanza-aprendizaje, es saber a ser transmitidos a los alumnos, por ejemplo: como la maestra de la película “escritores de la libertad” que quería estudiar Derecho para defender a los jóvenes, pero cuando ya iban a ser encerrados por delincuentes, y mejor decidió ser maestra dedicarse a la docencia para poder evitar que los jóvenes fueran encerrados forjándole valores antes de que se convirtieran en delincuentes, ahí fue donde la maestra encontró su identidad y su formación, buscando la manera de lograr los objetivos o metas propuestas y luchando por ellos como su verdadera vocación. El saber se adquiere en la práctica, buscando estrategias significativas, la trayectoria, proceso de formación que se presenta como una conquista progresiva del sujeto de autoformación, porque la aspiración a la identidad docente se ubica en una idea de compromiso, de elección libre, de reconocimiento de la carencia y de las formas para resolverlas y de un cierto dominio al futuro, para lograr el aprendizaje significativo en los alumnos para mejores ciudadanos en el mundo real.
Lectura:
“Presencia de las Ciencias Sociales en la formación de Licenciados en Educación Elemental” Ramón Larrauri Torroella La formación de un maestro no es una tarea fácil, esta complejidad se vuelve aun mayor frente a la necesidad de que el docente se transforme, para lograr este objetivo debemos establecer una formación critica, reflexiva y participativa para
buscar establecer la justificación y necesidad de las ciencias sociales con la formación y práctica docente, buscando la innovación en el quehacer educativo, teniendo un conocimiento más claro y preciso en las cuestiones de orden social, económico, político, etc., que inciden en el desarrollo de la educación general, y de la enseñanza básica que se da hoy en día en la sociedad nacional. Pero los cambios de los planes y programas implicaran el desarrollo de una concepción científica y critica de la educación, de la función del profesor en la sociedad y de su propio papel como educador de ella; se pretende formar un profesional, que sea capaz de promover y orientar el proceso educativo, planteando alternativas de solución a problemas que enfrenta el desarrollo del sistema educativo, rescatando los valores. En su formación integral promueve cuatro líneas de formación básica: la pedagógica, psicológica, social y instrumental, que proveerán a los futuro docentes los conocimientos, valores, herramientas y experiencias que le permitan un mejor desarrollo profesional y así conozca, analice y comprenda las características del desarrollo socioeconómico y político de la nación y del Estado que servirán para determinar la orientación política educativa de nuestro país. Por eso la formación del profesor es impulsada en la actual reforma, que enfatiza la necesidad de hacer del alumno un ser crítico y reflexivo, y de ir descubriendo la continuidad de los aprendizajes en las aulas e instituciones.
Tema 3: “Análisis de los Planes y Programas de Estudio y las tendencias de
matrícula en la Formación de Docentes” Lectura:
“Transformar la Práctica Docente de los Maestros de la UNM ¿Utopía o realidad? Reflexiones en torno a una experiencia de actualizaciones” Juan Manuel Rendón La relación entre la formación y la práctica docente que se daba en la Escuela Nacional de Maestros (ENM), en la década de los 80´s, contaba con una problemática sobre la reforma curricular aplicada en la educación normal, su status académico en la formación de docentes y en las condiciones políticas
derivadas de la correlación de las fuerzas SEP-SNTE por las que atravesaba el país y la Institución que se llamo “el saber ser”, para entender mejor los cambios en la formación y práctica de los docentes. Y poder entender mejor la reflexión sobre la relación entre la formación de maestros y la práctica docente es cuando por ejemplo; el docente tiene su formación cuando asistió en una escuela normalista donde se le proporcionan toda la información y herramientas indispensables para su formación pedagógica como docentes y su práctica docente se da cuando llega a una institución y se para enfrente de un grupo a dar la clase utilizando sus estrategias de aprendizajes aprendidas en la escuela normal y las técnicas que utilice para lograr el aprendizaje significativo dentro del aula, y así su práctica docente va hacer significativa y gratificante dependiendo de su construcción del conocimiento significativo que le dé a los alumnos. “aprender a aprender”
Tema 4: “Las necesidades Educativas de la Región, el conocimiento de lo
Regional y la Formación Docente” Lectura:
“Diagnóstico de la Educación Normal de Jalisco” Silvia Ayala Rubio La política sobre la formación docente que establece el Estado mexicano en algún momento de la vida nacional no siempre tiene una aplicación homogénea, y ni logra los mismos alcances en todos y cada una de las entidades o regiones del país. El desarrollo de la Educación Normal se formuló a partir de los años 30´s hasta finales de los 80´s y se le llamo “Plan de Once Años”. Los movimientos, los cambios y las transformaciones en los fenómenos sociales, transcurrieron de forma lenta, ante la imposibilidad de captar el movimiento de la estructura normalista en Jalisco. La problemática de la educación normal ha venido trabajando a través de los indicadores: composición social, expansión cuantitativa,
relaciones de poder, complejo burocrático, administrativo y prácticas académicas para impulsar el crecimiento de la educación normal. La importancia de estas acciones no radica solo en la instrumentación de carácter administrativo, sino porque con ello inicia un nuevo modelo curricular y una educación mas vinculada a la producción, para obtener una enseñanza más pragmática, más abierta y más libre de fanatismo religioso. Este hecho coadyuvó para que las instituciones preescolar y primaria se fueron conformando con un grupo de estudiantes y maestros de libre pensamiento y mantendría un nivel ideológico con respeto a la orientación económica-social que debía adoptar el país y al tipo de educación que al gobierno correspondía fortalecer, pugnando una educación mas vinculada al cambio social y más acorde a las necesidades populares. Y una década más tarde durante la etapa cardenista, para Jalisco fueron años decisivos en la conformación y delineamientos de una educación normalista, donde se conformaron con tres ejes principales lo que el normalista habría de incursionar hasta nuestros días: la educación normal estatal, federal y confesional.
PROFESION DOCENTE E IDENTIDAD “Cuando a un profesor se le pregunta ¿qué es un docente? Remedi sostiene que la respuesta ofrecida por el interrogado es “un relato histórico” en el que explica su quehacer docente”… y es que la mayoría de los profesores adoptan y adaptan esta profesión sin conocerla realmente. A partir de entrar al aula y estar enfrente de los alumnos comienza su responsabilidad como maestro cuando hasta hacía poco era solo un alumno, o se dedicaba a otra profesión. Muchos de los que hoy son docentes, al terminar su carrera de origen, no encontraron trabajo en su campo profesional. En estas circunstancias se les presenta la oportunidad de dar clases. Muchas personas asocian el término de la carrera con el inicio de un trabajo más “formal”, iniciar a trabajar para ganar dinero. En muchas ocasiones el ingreso al campo profesional al terminar la carrera no es fácil; ante la presión de buscar y encontrar trabajo, la docencia se presenta como una actividad intermedia, “por mientras encuentro trabajo”. El maestro principiante muchas veces influido por un “tipo ideal de trabajo nada difícil”, compartido socialmente, acerca de la docencia y de la educación, reconoce a la actividad, en un
primer momento como, “algo fácil de realizar”. Luego esos contenidos simbólicos son contrastados en el salón de clases, resultando con ello que no es tan fácil como se pensaba en un principio, y que se requiere aprender y desarrollar diversas habilidades. Cuando el maestro descubre que no es un trabajo tan fácil, que es una actividad compleja, y se enfrenta a sus primeros fracasos y frustracionesse siente desencantado; por una parte, alejado de la profesión para la que fue formado y por otra, avanzando en la construcción de un imaginario complementario en la práctica educativa. La práctica le va corroborando el hecho de que sobrevivir en la actividad de enseñar está ligado principalmente a la resolución de problemas. .
El docente se inicia con poca información acerca de las alternativas y las soluciones concretas a problemas que se repiten en el salón de clases. El asumir la responsabilidad de la docencia no es paulatino, desde el primer día de trabajo se le pide que desempeñe las mismas labores que a un veterano con veinticinco años de experiencia. Cuando va pasando el tiempo y el docente se encuentra más inmerso en la enseñanza y más alejado por ende de su profesión inicial, se suceden una serie de justificaciones para explicar el porqué se mantiene en esta actividad y lo liga, muchas veces, con la llamada “vocación”, resalta el aporte a la formación de la juventud. Eduardo Remedi, en Entrevistas e identidad, analiza cómo el maestro se encuentra incluido en una profesión no elegida, ambigua en sus fines y tareas. Para definir o describir su actividad como docente, se ve en la necesidad de recurrir a una construcción subjetiva, cuyo componente central es el “deber ser” de la educación y la aspiración de resolver dificultades en el aprendizaje. La docencia oscila entre dos polos: el ideal inalcanzable y la realidad concreta que exige resoluciones día a día, es decir, ubicada entre el pragmatismo y la idealización. El reconocimiento por parte del maestro de que su actividad está ubicada en un lugar distinto al que él aspiraba, marca sin duda su identidad como docente. “En una especie de profecía autocumplida, el maestro “sabe” que dedicarse a la enseñanza no le permitirá realizar una actividad científica reconocida, delimitada y valorada socialmente. El sentimiento de haber pretendido ser algo que no se es, marca en algún sentido su hacer en la negación, la incertidumbre y la frustración”. Es importante remitirnos al origen que pone los cimientos de esta práctica. En estos términos, en la reconstrucción de la identidad del grupo de profesores, se han conjugado varios elementos: el que se reivindiquen en la actualidad como buenos docentes, respondiendo al mismo tiempo a la pregunta ¿quién soy?, así como la recuperación histórica, desde el proceso que ha ido estructurando la profesión, desde las ambigüedades y presiones externas e internas, sobre las cuales ha construido su actividad. Por ello, la identidad tiene que ver con la imagen ideal, y por lo tanto con elecciones, con el proceso de socialización y con la producción de sentido. Conclusión. La mayoría de los maestros que llegamos a la docencia en situaciones fortuitas cuando nos enfrentamos a la práctica concreta, ésta se convierte en una actividad con sentido, y con el tiempo las experiencias cotidianas nos hacen sentir satisfechos de nuestro trabajo creando con ello nuestra identidad. La minoría podrían haberse convertido en profesionistas sin identidad debido a la falta de
empatía por el verdadero docente, o porque económicamente el trabajo del maestro no es tan bien remunerado como el de un profesionista llamado médico, abogado, etc. Finalmente, no debemos olvidar que como maestros nos debemos a los alumnos y a la sociedad quien pese a todo, espera del maestro por lo menos responsabilidad, valores y compromiso.