RELACION MEDCO – PACIENTE La comunicación médico – paciente es cada día mas deficiente y solo se confía en la tecnología para el diagnóstico y la toma de decisiones. Desde luego, la comprensión del paciente tiene que darse en un nivel científico, el de la objetividad, pero también es fundamental que se dé a un nivel afectivo y de intercambios subjetivos y es allí donde el medico comprende al hombre enfermo y es en ese nivel donde se realizan los procesos afectivos conscientes e inconscientes. El medico ante la enfermedad debe manejar los dos niveles, científico y afectivo, y su posición depende de la afección que sufre el enfermo, de la ansiedad que presenta, de la importancia de los problemas psicosociales que se plantean y de las posibilidades que tiene el enfermo de acondicionarlos o arreglarlos. Estos aspectos de la enseñanza médica se expresan teóricamente pero en la praxis no se realizan. Sería necesario para balancear estas influencias que se imprima el humanismo como cualidad fundamental para desarrollar al futuro profesional. Este humanismo debe tener tres cualidades fundamentales: la integridad intelectual, del respeto de los valores y el cuidado del enfermo. La integridad intelectual lo obliga a reconocer honestamente los límites de su conocimiento, habilidades y capacidades y en el respeto de los valores de los demás, acepta sus opiniones y sus derechos. El cuidado del enfermo implica no solo una comunicación activa, eficaz y empática, sino también una preocupación por su bienestar, apoyo en su sufrimiento ayuda en su enfermedad. Este humanismo medico propone que sea el ser humano individual lo más importante. Relación medico –paciente La necesidad de comprender al enfermo es de gran importancia para el medico. Para captar comprensivamente al enfermo, el medico debe reunir varias condiciones:
Asumir una estructura psicológica ante el enfermo. Conocer las reacciones psicológicas a las enfermedades mas comunes entre los enfermos. Tener claro el objetivo que se quiere alcanzar con el tratamiento y conocer la afeccion que sufre.
Conocer la situación y el contexto en que se da la relación medico – paciente. Llamamos actitud psicológica a una actitud libre, flexible, calida, expectante,neutral, desprovista de comportamientos directivos y autoritarios y centrada en lo que acontezca en la personalidad del otro. Es cambiar de silla sin asumir la enfermedad del paciente. Este comportamiento favorece que el paciente sea mas cooperador, comunicativo y ventile sin temores su problemática. La enfermedad es vivida como una herida, un ataque a la personalidad del enfermo que tiene la posibilidad de desequilibrarla. Este desequilibrio se puede restablecer sin la ayuda del medico, pero en la mayoría de los casos esta actividad puede no ser conducida a buen termino, sino con la ayuda medica. El enfermo percibe la enfermedad como algo desagradable. El enfermo sufre. Es sabido actualmente, a través de los exámenes que se realizan a los ejecutivos o en los controles preventivos, que aunque la persona no sufra, se convierte en enfermo al encontrarse en los exámenes alteraciones. Hollander distingue la existencia de tres modelos básicos distintos en la relación medico – paciente: 1. El tipo de relación medico – paciente mas adecuada se refiere a una relación de cooperación entre ambos, una relación de dos prójimos: uno, el enfermo sufre, y el otro, el medico trata de ayudarle en el sufrimiento. 2. En circunstancias excepcionales de agudeza y urgencia, la relación se atiende mas al modelo progenitor – hijo. El progenitor dirige y el hijo es dirigido. Hay un riesgo vital y entonces el medico debe asumir el control frente a la situación de inminente riesgo. Sin embargo, este modelo tiende a reproducirlo el medico en la practica diaria y con todo tipo de pacientes. 3. Finalmente, hay un tercer tipo de situaciones en la que la relación medico – paciente se atiende al modelo madre – lactante. Aquí el paciente permanece en una situación de pasividad total y el medico es el que asume un papel absolutamente responsable. Toda la actividad le incumbe al medico. Las situaciones que imponen este tipo de relación medico – enfermo se producen en los enfermos intervenidos quirúrgicamente y los comatosos.
De acuerdo con algunos observadores, las expectativas de los pacientes se ubican en cuatro puntos:
Ser tratados como seres humanos. Ser atendidos con competencia profesional.
Recibir información apropiada y no ser abandonados. Tener acceso a los servicios de salud, sin las frecuentes barreras económicas, culturales, y administrativas.
El paciente debe recibir información acerca de su diagnostico,tratamiento, procedimientos y pronostico, de acuerdo con su estado emocional y cultural. La información debe ser clara y sencilla. En la mayoría de los casos esto no ofrece problemas. El conflicto surge cuando se trata de informar a pacientes con enfermedades mortales o invalidantes. No hay una forma única, sino que debe ser lo mas conveniente para cada individuo. A todo enfermo se le deberá transmitir un informe claro, sencillo y sincero sobre los puntos fundamentales, pero con dos limitaciones:
No dar información que produzca un impacto psicológico traumatizante. La información se hara sin eufemismos. El exceso de palabras pueden ser distorsionadas por el paciente. El paciente también requiere información sobre las colaboración que se espera de él y de sus familiares. La manera como se da la información medica tiene, sin dudas, tanta importancia como la información misma.
ACOMPAÑAMIENTO DEL PACIENTE El mundo emocional del paciente es un mundo complejo y a veces muy ignorado en la practica medica. La enfermedad no es una entidad objetiva y aislable, sino que se presenta en un contexto humano que tiene sus implicaciones tanto en el paciente como en el medico y en quienes lo rodean. Lo que el medico hace esta basado en sus conocimientos y capacidades pero, como lo hace, depende de su actitud, de su personalidad y las del paciente. Para que el medico y el personal de salud puedan establecer una relación terapéutica que realmente proporcione apoyo emocional ante la enfermedad , no requiere contar con un decálogo de las acciones que debe hacer y otro de las que debe evitar, sino que debe contar con información, comprensión y empatía. Debe saber qué pasa en la persona del enfermo, cuales son las reacciones normales que despierta la enfermedad y debe comprender lo que siente el paciente como persona que sufre. Pero también debe saber qué pasa con el medico, como medico, qué reacciones moviliza la personalidad; las demandas del paciente y las características de la enfermedad y también debe comprenderse a si mismo como persona afectada en esa relación. El poder reconocer al paciente y reconocerse a si mismo como personas, como seres humanos con sentimientos, necesidades y actitudes, le permite identificarse
con el otro; ponerse en el lugar del paciente, sintonizarse con él y asi sentir lo que seria de ayuda para el enfermo. Pero para poderlo hace, primero tendría que ponerse en contacto con su propia para humana y preguntarse: ¿Cómo querria que yo que me respondieran? ¿Cómo desearía que me trataran? ¿Qué me gustaría que hagan conmigo?