Resumen: “Historia de la conciencia”
Autor: Morris Berman.
En este libro Morris Berman nos presenta la evolución humana y la toma de conciencia en las sociedades, en el primer capitulo ue lo denomina como escritura en el muro muestra al!unas caracter"sticas de la humanidad primitiva y del paleol"tico. #ichas caracter"sticas de la humanidad primitiva son: trances, Mitos y chamanismos tambi$n nos dice ue esta es la verdadera conciencia, otro aspecto ue nos muestra es ue la mente natural es reli!iosa todo esto lo tomo de escrituras echas por %un! y &bell' en el (aleol"tico el punto mas importante importante es ue la espiritualidad espiritualidad es mas bien hori)ontal, hori)ontal, mala interpretación de al!unos historiadores *interpretación *interpretación moderna a los acontecimientos+. El hombre del paleol"tico no va!a en torno a una atmosera irreal y m-!ica. e disra)aban para imitar a los animales, no en actitud chamanista, sino de observación para poderlas casar y alimentarse, otro aspecto importante ue subraya es ue de esta $poca no se tiene re!istro o evidencia de ceremonias rituales. /os presenta tambi$n tambi$n un paralelo entre dos culturas culturas de la $poca uno era los ca)adores0 ca)adores0 recolectores de los cuales se dice ue eran independientes de la tierra, ue estaban siempre alerta a los detalles, se sentraban en elementos espec"icos, ue eran pueblos errantes y ue vivian en una parado1a hori)ontal' hori)ontal' en cambio los A!ricultores A!ricultores eran dependientes dependientes de la tierra, no se centraban centraban en detalles, veian el todo los detalles los veian borrosos, eran sedentarios y vivian la parado1a pero vertical. 2ambi$n 2ambi$n habla de relaciones ob1etales asi llamaba a las relaciones muy tempranas de si mismo 3 otro. /acimiento del e!o. /acimiento psicoló!ico psicoló!ico del inante humano humano mundo de otros.
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a5os, entidad separada, un si mismo en un
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Es el nacimiento de la identidad individual, pero tambi$n es el nacimiento de la alineación del mundo *brecha, alla b-sica+.
/os muestra tambi$n al!unas ormas de rellenar estimulos por e1emplo el pecho materno con al!6n otro ob1eto personal a estos ob1etos el le llama ob1etos de transición, todo esto se da en la $poca del Hommo sapiens sapiens, es tambi$n au" donde se producen proundos cambios de la unción mental se entiende asi por ue se tienen vesti!ios de herramientas, planteamientos proundos, aumento de ornatos personales, arte, elaboración de unerales, aumento dierencial de ran!o. El en su desarrollo y undament-ndose en lo ue aportan las ciencias bioló!icas dice ue esta parado1a es como una continuación en el ser humano del proceso evolutivo de lo ue llamamos el alerta animal. El animal, especialmente el predatorio ue busca su presa, o au$l ue es buscado, est- en una permanente alerta como parte de su supervivencia, y esta alerta animal contin6a en el ser humano, en este proceso evolutivo ue $l llama parado1a y ue muchas de las pinturas ue e7isten en cavernas en Europa, especialmente en 8rancia y en otros lu!ares del mundo, ue tradicionalmente antropólo!os y arueólo!os han interpretado como escenas ue muestran al!6n tipo de ritual reli!ioso o personas en al!6n tipo de trance primitivo o $7tasis podr"a interpretarse de una manera dierente. 9a interpretación de ue sean e7presiones de “reli!iosidad” no ser"an sino proyecciones hacia el pasado de cate!or"as de pensamiento contempor-neas ue no necesariamente rele1ar"an lo ue eectivamente estaba pasando en ese momento histórico de la evolución del ser humano. Estas pinturas muestran, por e1emplo, personas ue usan elementos o pieles de animales, cabe)as de animales, y est-n tendidos en el suelo. El dice cómo en una sociedad ca)adora recolectora puede ser una orma natural el tratar de aseme1arse a los animales ue ca)aban, de acercarse a ellos y hacer m-s e7pedita, m-s -cil su aena de ca)a. (ero esa es una de las tantas interpretaciones ue podemos tener respecto a esas escenas y por lo tanto $l trata de empu1ar, de trasladar el ori!en de la reli!ión practicada por los pueblos de la anti!edad al (aleol"tico tard"o o a comien)os del /eol"tico. Ahora esa parado1a, esa orma de ser y estar en el mundo, tan inte!rada de la conciencia con la naturale)a da ori!en a ormas de or!ani)ación y relaciones sociales de tipo hori)ontal, donde e7iste una conian)a en el !rupo, e7iste una conian)a en el entorno. Esas sociedades, a trav$s del estudio de vesti!ios ue han de1ado, ser"an sociedades or!ani)adas hori)ontalmente donde no hab"a 1eraru"as y vivir lo sa!rado era precisamente estar en el mundo, ser parte del mundo. Es una $poca donde el proceso evolutivo, en ue el ser humano como especie toma conciencia de s" mismo, descubre al otro y comien)a a dierenciarse de $l, y descubre tambi$n el entorno.
(ero esa primera ase en este proceso de descubrimiento de s" mismo, este tener conciencia de s" mismo es una ase todav"a muy temprana, muy cercana a la naturale)a, es lo ue llama en uno de los libros anteriores, una ase de conciencia participativa: se es uno con el mundo. El usa una analo!"a para desarrollar el concepto: las ases o estadios de la evolución del ser humano como individuo, desde ue nace hasta ue lle!a a la edad adulta, especialmente la transición de la toma de conciencia de la inancia a la ni5e), ue var"a se!6n la cultura, pero ue $l toma de unos ;< meses a tres a5os, y despu$s hasta ue viene la dierenciación !radual de la adolescencia hasta lle!ar a la adulte). Entonces, esta distinción ue hace Morris Berman le permite e7plicar poru$ se produce un cambio en nuestra concepción de lo sa!rado en la etapa (aleol"tica, en ue necesariamente, de esa condición de movilidad ue ten"a el ca)ador recolector se lle!a a sociedades sedentarias donde al asentarse la sociedad humana, comien)a una serie de din-micas y procesos sociales ue dan ori!en a lo ue $l llama una econom"a de retorno retardado. 9a econom"a del ca)ador recolector es de retorno inmediato. &ivili)acion: e7istencia de una or!ani)ación social capa) de traspasar conocimientos de una u otra !eneración. Ape!o: relación 6nica, sin paralelos. Monotropia: uerte ses!o a una conducta de ape!o a una persona del ue induce al ni5o a volverse intensamente posesivo de esa persona. #esape!o: se produce si la separación es lar!a. 9a relación entre el cambio ue se produce cuando las sociedades ca)adoras recolectoras se transorman en sociedades civili)adas y los or"!enes de la desi!ualdad social como desarrollo !radual. 9a brecha no se produ1o entre orra1eo y a!ricultura o entre hombre primitivo y civili)ado sino entre pueblos atrapados en lo ue llamo una econom"a de utilidades retardadas en oposición de otra de retorno inmediato de hecho los rolectores ca)adores utili)aban lo ue se conoce como utilidades retardadas, recordemos ue este termino se ocupa ya ue estos pueblos acumulaban los e7edentes, pierden la i!ualdad y es tambi$n por esto ue comien)a la estructura 1eraruica. En cambio la la econom"a de utilidades inmediatas se denomina asi por recha)ar el super habit, por su $tica de compartir con los dem-s.
&ada d"a es el desa"o de u$ se va a comer. /o hay planeación, se vive pr-cticamente como un eterno presente, no hay pasado, no ha y uturo estamos muy cerca todav"a de una condición animal ue es eterno presente.
&omien)a una dierenciación ue se acent6a en la sociedad a!raria donde ya el ser humano ha comprendido el tiempo lineal, tiene una historia, un presente y se proyecta al uturo. =a el tiempo no tiene ue ver solamente con los ciclos sino ue tambi$n es lineal y desde esa perspectiva comien)a la acumulación, comien)a a !uardarse los productos de la a!ricultura, se cuida a los animales, se desarrolla la producción animal y necesariamente sur!en las 1eraru"as dentro de la sociedad. e hace necesario al!uien encar!ado de la distribución, del cuidado de todas estas cosas y 1unto con eso sur!e una nueva orma de vivir la espiritualidad, ue $l llama “el comple1o de la autoridad sa!rada” donde, desde la hori)ontalidad de la $poca ca)adora0recolectora, se pasa a una verticalidad y toda la or!ani)ación social comien)a adoptar esta orma vertical y 1erarui)ada, ue $l atribuye, a una reli!iosidad ue tiene ue ver con la creación de dioses y diosas y no con el vivir en ese estado de ser conciente ue se es conciente y eso considerarlo como lo sa!rado de la vida. =a lo sa!rado se proyecta verticalmente, comien)a un proceso de separación entre el mundo mundano, la realidad "sica y una realidad ue ser"a dierente en el plano ya m-s espiritual. A6n dentro de este comple1o de autoridad sa!rada, ue es el trance unitivo, esa b6sueda de di!amos usión con la deidad, ese trance o $7tasis ue est- presente en nuestra cultura hasta el d"a de hoy aunue no seamos concientes de ello. En otras palabras todo lo ue hacemos, ya sea individual o institucionalmente, no ser"a sino ue un rele1o de este comple1o de autoridad sa!rada, y $l históricamente pone el momento en ue esto sur!e, a partir de una i!ura pro$tica, el undador por as" decirlo de la reli!ión revelada y cuya visión produce un uiebre bastante proundo y deinitivo entre lo divino y lo mundano. Esta i!ura ser"a >oroastro, ue no hay consenso entre los historiadores, pero su aparición se sit6a por all- por el a5o ?@@ A.&. El dice ue hasta ese momento, este comple1o de autoridad sa!rada en las reli!iones, ue $l llama preacciales, como por e1emplo la reli!ión ue habr"a en E!ipto, si bien hab"a otro mundo, hab"a dioses, este otro mundo y estos otros dioses eran como paralelos a este mundo, incluso los dioses y diosas e7perimentaban las mismas emociones y e7periencias ue nosotros los seres humanos 3entre ellos hab"a celos, luchas, incluso al!unos mor"an y se cre"a ue hab"a un m-s all- "sico, de ah" ue en las tumbas, el cad-ver era acompa5ado de utensilios, alimentos, etc. Eso es una interpretación suya. &on >oroastro empie)a una $poca ue llama “a7ial” y ue da ori!en a una serie de otras reli!iones reveladas en el uturo ue tienen una pauta com6n ue tiene ue ver con esta distinción entre el cielo y la tierra y el tema
de la salvación, con una visión dual"stica en ue lo divino es al!o completamente inalcan)able y separado de este plano de la e7istencia. ur!e la promesa de un salvador, la promesa de un Mes"as, incluso esta visión apocal"ptica ue no est- solamente en el >oroatranismo sino ue tambi$n en el 1uda"smo, en el cristianismo, en el slam, de ue en una $poca utura en una batalla cósmica #ios triunar- sobre el mal, o sea, el demonio. Esto no e7ist"a antes de >oroastro. Ahora lo ue a $l le perturba en la sociedad actual y en la cultura contempor-nea especialmente la cultura occidental es ue esta visión >oro-strica, presente en todas las reli!iones posteriores, es al!o ue se ha trasladado tambi$n a otras eseras de la vida humana y ue tambi$n es el ori!en de las utop"as y por lo tanto de las ideolo!"as. (ara simpliicar su ar!umento, estas utop"as y estas ideolo!"as no ser"an sino la b6sueda de soluciones pero, no la b6sueda de simples soluciones, sino ue la b6sueda de soluciones totali)antes. Esto de ver el mundo blanco o ne!ro, en ue el blanco es lo bueno y el ne!ro lo malo y ue todas las respuestas a los problemas humanos ue si!uen esa pauta de una solución inal es una pauta reli!iosa heredada de la visión >oroastriana. Berman dice ue esto contin6a hoy en d"a y en su an-lisis y rele7ión se detiene bastante en lo ue hoy d"a se conoce como “la b6sueda de nuevos paradi!mas”. &onsidera ue esta b6sueda de nuevos paradi!mas es una b6sueda tambi$n totali)ante en la ue $l no se ve. Esa pauta est- presente tambi$n en la intelectualidad occidental actual, moderna y postmoderna a trav$s de un concepto tomado del ranc$s ue $l reco!e de un periodista norteamericano ue escribe en el /e =orCer, el “d$rapa!e” ue si!niica desli)arse y es un t$rmino ue se ori!inó en el estudio posterior ue se hi)o de la revolución rancesa y ue sinteti)a el enómeno ue au" ocurre. El dice ue la revolución rancesa tuvo una base moral, en la b6sueda y la deensa de los derechos del hombre 3libertad, i!ualdad, raternidadDpero ue prontamente se “desli)a” a lo ue es el R$!imen del 2error y desde el R$!imen del 2error sur!e una nueva ideolo!"a donde est-n las elites, est-n las 1eraru"as y ue eso contin6a sucediendo hoy en d"a. sea, vivimos en un constante “d$rapa!e”.