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TEMA 1.
YO, JOVEN, SOY LLAMADO A VIVIR EN PLENITUD, CON CRISTO Y DESDE CRISTO, EL DON DE LA VIDA Objetivos: -
Que los jóvenes:
Tomen conciencia de su ser llamados a vivir, a ser personas, a ser hijos de Dios. Sean sensibles al amor de Dios en sus vidas. Valoren más el don de su persona y sean más conscientes del compromiso de construirse cada día. Crezca en ellos la necesidad de dejarse amar por Dios y hagan suya la invitación a transformarse en Jesús por el Espíritu Santo.
Bienvenida y presentación del equipo Animación: Cantos y juegos. Dinámica de presentación: (Se puede tomar cualquier dinámica, presentamos una propuesta que puede ayudar) “La Orquesta de Animales”. Se le reparte a cada uno de los jóvenes participantes un papelito con el nombre de un animal, por ejemplo, perro, gato, chivo, vaca, pollo, etc. (Se elegirá la variedad de animales dependiendo del número de equipos que se quiera hacer y de la cantidad de jóvenes que haya). Ya que cada uno tiene su papelito, lo lee y a la indicación del coordinador empezarán a buscar a sus compañeros haciendo el sonido del animal que les tocó: maullando, piando, ladrando, etc. Una vez reunidos por grupos de animales, en esos equipos compartirán su nombre, qué los motivó a participar en esta Semana y qué esperan encontrar. Cuando todos han compartido en sus equipos, se les indicará, que para el plenario, uno de los miembros del equipo presentará a cada uno de sus compañeros por su nombre y compartirá algunas de las cosas que más se hayan repetido con respecto a lo que los motivó a participar y lo que esperan encontrar en estos días de encuentro. Además van a buscar una canción para “entonarla” con el sonido del animal que les tocó, por ejemplo los pollos pueden escoger la canción de La puerta negra y la van a entonar piando y así cada grupo de animales. Una vez que hayan escogido su canción pasamos al plenario. Después de que cada equipo haya pasado, si se cree conveniente, puede invitarse a entonar todos al mismo tiempo su canción al momento que el coordinador lo indique. (Ahora se les motiva para continuar nuestro trabajo y reflexión desde una actitud de apertura y novedad a lo que Dios nos quiera regalar este día). Desarrollo de la reflexión
2 1. Dinámica: “MI VIDA ES UN DON DE DIOS” (Se tendrá una caja envuelta en papel de regalo, que será el signo de este día y desde este primer momento conviene tenerla en el centro del grupo o en un lugar visible para todos) (Se invita a los jóvenes a compartir) ¿Cómo nos sentimos cuando nos dan un regalo? (Luego se lanza la siguiente pregunta) ¿Qué regalos importantes y significativos has recibido en tu vida? (Después de escuchar a algunos jóvenes, para la reflexión, se pueden tomar las siguientes ideas) Todos estos regalos los has podido gozar y disfrutar porque TIENES UN REGALO MUY GRANDE Y ESPECIAL: EL DON DE LA VIDA. Este regalo lo hemos recibido de Dios, que desde siempre NOS HA AMADO. Cuando pensó en ti, en mí, en cada uno de los que estamos aquí, dijo: “Hagamos a ...(se puede decir el nombre de alguno de los jóvenes) a nuestra imagen y semejanza”. Ahí estaba la presencia de Dios Trinidad, es decir, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo dándonos la Vida. ¿Qué es lo que a los seres humanos nos hace diferentes de otros seres? (Compartirlo al grupo). Todo esto que han dicho, es lo que nos hacer ser IMAGEN DE DIOS, es lo que nos hace SER PERSONAS, EXISTIR DE UNA MANERA MUY CONCRETA Y ESPECIAL, ya que podemos amar, ser libres, decidir, pensar, CADA UNO SOMOS UN REGALO. Pero sólo por el hecho de vivir no quiere decir que ya todo está acabado, al contrario es cuando empieza para nosotros la tarea de construirnos cada día para ser realmente personas y no objetos.
2. REFLEXIÓN PERSONAL: Al tomar conciencia de que hemos recibido la vida como un regalo de Dios, la vamos descubriendo con sorpresa y desarrollando desde nuestro ser personas. Ahora te invitamos a hacer un trabajo que te permita tomar conciencia de la riqueza que llevas dentro. -
(Este momento, puede ser reflexionado por escrito o sólo pensarlo en silencio) a) (Si se opta porque sea escrito hay que llevar hojas, lápices y plumones). Se invita a los jóvenes a escribir su nombre en una cara de la hoja (como lo quieran escribir grande o chico, a la mitad o en una orilla...) luego van a ir (en 2 minutos) con algunos de sus compañeros que les escriban el mismo nombre, es decir, si yo me llamo Margarita voy a ir con Adriana y me va a escribir mi nombre: Margarita, pero quedará en mi hoja escrito con su letra. Una vez terminado este momento se les invita a voltear su hoja por la parte que está en blanco, la van a doblar por la mitad, en una van a escribir sus cualidades, por lo menos 10, en la otra mitad 5 limitaciones máximo. (Darles unos 5 ó 10 minutos para este ejercicio). b) (Si no se hace por escrito). Se les invita a pensar en su nombre y en las muchas formas que lo hemos escuchado de parte de las demás personas. Luego cada uno irá diciendo su nombre en voz alta. Después se les invita a pensar en sus principales cualidades y en unas cuantas limitaciones. Concluido el trabajo personal se les invita a compartir cómo se sienten o qué descubren de ellos mismos.
3. ESTOY LLAMADO A SER PERSONA Y A SER HIJO-HIJA DE DIOS (Ideas para retomar la reflexión personal anterior y hacer el cierre) (Se les invita a tomar su hoja por el lado donde está escrito su nombre o traer a la mente su nombre, si no se hizo el ejercicio por escrito, y ser conscientes de quién se los ha dicho y cómo lo ha pronunciado. Invitar a unos pocos a compartir alguna de esas personas que ha pronunciado su nombre y cómo lo pronuncia).
3 En la vida diaria, varias veces escuchamos nuestro nombre pronunciado de múltiples formas: suave, con delicadeza, cariño, enojo, gritando, etc. Pero hay alguien que desde toda la eternidad ha pronunciado nuestro nombre y lo sigue diciendo con mucho amor y ternura: Dios. Veíamos hace rato cómo Dios nos ha regalado el don de la vida y nos lo dio porque nos ama muchísimo y también nos ha dado este nombre que llevamos con el cual nos identifica como hijos e hijas suyos y aunque haya muchos que lleven el mismo nombre que nosotros, cada uno somos único y especiales en su Corazón de Padre-Madre. Él nos ama así como somos, con nuestras cualidades y con nuestras limitaciones (mirar ahora la hoja por el lado de las cualidades y limitaciones o recordarlas quienes no las hayan escrito) y nos invita a desarrollar todos estos dones personales fijándonos más en nuestras cualidades que nos posibilitan ir haciendo menores nuestras limitaciones. Mientras más conozcamos lo que somos y tenemos vamos siendo más personas y, por lo tanto, más imagen y semejanza de Dios. En su inmenso amor, Dios nos ha dado el regalo más grande: a su mismo Hijo Jesucristo. Jesús quiso hacerse uno de nosotros y uno con nosotros, compartiendo y viviendo como hombre y como persona su ser Hijo de Dios. Es Jesús quien ahora quiere hacer camino con cada uno de nosotros y enseñarnos a ser felices viviendo nuestra dignidad de ser hijos e hijas de Dios. Algunos puntos importantes y prácticos que debemos tener en cuenta en este camino de construirnos como personas desde nuestro ser de hijos muy amados de Dios son:
a) Si te das cuenta, tu vocación o llamado a la VIDA y a SER PERSONA se concretiza en tu SER DE HOMBRE O DE MUJER. De ahí la importancia de estar bien identificado con tu sexo y vivirte
plenamente como hombre (en el caso de los varones) y vivirte plenamente como mujer (en el caso de las muchachas). Además, cada uno tenemos también una misión ¿Para qué soy llamado? HAY UN LLAMADO ESPECIAL A SER FELIZ, pero el cómo y el dónde es lo que vamos a ir descubriendo y viviendo. b) Es importante irnos conociendo a nosotros mismos, ser conscientes de nuestras capacidades, cualidades y también de nuestras limitaciones, aceptarnos tal y como somos y buscar ser mejores cada día. c) Ser libres, es decir, ser capaces de tomar decisiones coherentes con lo que queremos ser y hacer en nuestra vida, por ejemplo, si alguien quiere ser futbolista, pero nunca patea un balón pues no lo va a lograr. Así sucede con todas las opciones que se nos presentan en la vida, hay que tratar de decidir con base a nuestro ser cristiano, a nuestro ser hijos de Dios y a aquello que más nos lleve a lo bueno. Esto no quiere decir que no haya dificultades, pues cuando se decide algo hay que asumir también las consecuencias. d) Quienes más nos pueden ayudar a ser nosotros mismos son los demás. La persona es un ser social, un ser de comunión. Por eso somos más personas en la medida que más nos relacionamos con otras personas y establecemos relaciones de amistad, de cariño, de ayuda mutua etc. Esto implica reconocer que el otro es persona, evitar todo intento de manipulación, posesión o dominio, aceptarlo como alguien distinto, valorar todo lo positivo que tiene, tener una actitud de respeto y comprensión. e) Finalmente, el punto principal de todo esto se encuentra en dejarnos amar por Dios, descubrir la grandeza de nuestra vida cuando la vamos construyendo en Él. Dios nos invita a irnos asemejando y pareciendo cada día más a su Hijo y esto lo podremos hacer vida en la medida que más nos acerquemos y conozcamos a Jesús, pues es Él quien vivió en plenitud su vida, su ser de persona como hombre y su ser Hijo de Dios; sólo en Jesús nosotros también podemos vivir en plenitud nuestra vida.
4. ORACIÓN (Nos ponemos en pie formando un círculo; en el centro estará la caja de regalo). Se invita a los jóvenes a orar desde la experiencia de saberse y sentirse amados por Dios Trinidad y con gratitud por tanto amor que nos tiene y por los regalos que nos ha dado, expresándolo a través de una oración de acción de gracias o de petición. - Se puede terminar con el canto de “Te doy gracias Jesús” u otro.
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TEMA 2.
JESÚS ME INVITA A SER SIGNO DE VIDA Y A VIVIR EN COMUNIÓN Objetivos: -
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Que los jóvenes:
Valoren más el don de su vida y se sientan comprometidos a luchar por ella en sus diferentes manifestaciones. Acojan la invitación de Jesús a entrar en un camino de conversión que los lleve a reconocer sus signos de muerte, a pedir perdón por ellos y a ser signos de vida como expresión de la Vida de Dios en cada uno de ellos. Se experimenten llamados a vivir en comunión de hermanos como expresión de su ser hijos e hijas de Dios y como signo de vida cristiana en nuestro mundo.
Animación: Cantos y juegos. Desarrollo de la reflexión
1. INTRODUCCIÓN (Como signo de este día se tendrá una olla o cualquier vasija de barro) Ayer reflexionamos sobre el regalo tan hermoso de la vida y la importancia de irnos construyendo cada día como personas desde nuestra dignidad de ser hijos de Dios para así asemejarnos más a Jesús. Pues en este camino nos damos cuenta que no siempre aquello que estamos haciendo nos lleva a vivirnos desde el Proyecto de Vida que Dios tiene para cada uno de nosotros. Jesús ha venido a manifestarnos el Proyecto de Amor del Padre que quiere que todos tengamos vida y vida en abundancia (Cfr. Jn.10,10). Nuestra vida es para dar más vida y podemos significarla en esta vasija de barro (se trae y se coloca en el centro) ¿Para qué podemos utilizar esta vasija? (Lluvia de ideas). También de nuestra persona y de nuestra vida, podemos hacer algo muy bueno para nosotros mismos y para los demás como por ejemplo: (lluvia de ideas de todo lo que podemos hacer como: saludar, hacer sentir bien a otra persona con una palabra de apoyo, buscar el bien de la familia, amar a otra persona etc.) Pero en este proceso de construir nuestra persona y de aprender a dar lo mejor de nosotros mismos podemos darnos cuenta de que somos frágiles y nos rompemos como es fácil que se rompa esta vasija de barro. Es importante entonces, reconocer que en nuestra vida tenemos actitudes de egoísmo, envidia, violencia, orgullo, individualismo, etc. Podemos decir que en nuestro caminar por la vida se encuentran estos signos de vida y signos de muerte. Como personas tenemos el precioso regalo de la libertad, que nos permite optar por aquello que nos da vida, que nos dignifica o por aquello que nos da muerte y nos destruye.
5 2. Dinámica: DESCUBRIENDO EN MI PERSONA SIGNOS DE VIDA Y SIGNOS DE MUERTE La siguiente dinámica nos puede ayudar a reconocer personal y grupalmente cuáles son nuestros signos de vida y de muerte. Signo de VIDA: Son todas aquellas actitudes y manifestaciones que nos ayudan a crecer como personas, a valorarnos más, a desarrollar nuestras capacidades y cualidades. Nos lleva a ser plenamente felices de acuerdo al Proyecto de Dios sobre nosotros; ejemplo: el servicio, la responsabilidad en el estudio o trabajo, la alegría de vivir, la ayuda a quienes más lo necesitan, la amistad, la fidelidad, el amor a la vida, a la familia, etc. Signo de MUERTE: Es todo aquello que obstaculiza nuestro crecimiento y desarrollo como personas; aquello que nos daña, que nos hace ir en contra de la vida y de sus manifestaciones. Por ejemplo: el individualismo, el rencor, orgullo, querer dominar a los demás, agresión, el materialismo, etc. También signos de muerte pueden ser la guerra, el hambre, la injusticia, el aborto, la drogadicción, etc. a)
A nivel personal se les invita a reflexionar en sus principales signos de vida y signos de muerte que se dan en su vida. Se deja un minuto de silencio para la reflexión. Luego, de ser posible, se tendrán papeletas y lápices o plumones para que cada uno escriba tres signos de muerte que en este momento experimente son más significativos en su vida. Se les puede decir que eso que escriban no lo van a compartir ni nadie lo va a leer, para que se sientan en confianza.
b)
Se reúnen luego en pequeños equipos de 5 ó 6 personas y comparte cada uno también 3 de sus signos de vida; algún miembro va escribiéndolos en un papelógrafo. (Conviene que alguno de los del equipo coordinador esté con ellos para que los motive a compartir y si los muchachos no se animan a escribir los signos de vida, pueda quien coordina prestar este servicio de anotarlos).
c)
(Una vez terminado este trabajo de equipo se les invita al siguiente momento de oración): Dios, quiere que tengamos una vida plena, por lo tanto, en la siguiente celebración, manifestaremos nuestro deseo de acoger la Vida que hoy Dios nos da en estos signos de vida, que nos lleven a vencer nuestros signos de muerte, de tal manera que sea la vida de Dios en nosotros la que nos mueva a crear la comunión y la unidad entre nosotros.
3. CELEBRACIÓN Volviendo al Proyecto de Vida que Dios tiene para mí Motivación: La conversión es fruto del encuentro y de la adhesión a Jesús. Él nos manifiesta la ternura y misericordia del Padre y nos invita a volver a su Casa, a volver a la vida que nos hace hijos de Dios. Por eso, con el corazón y el oído atentos, escuchemos lo que Dios nos quiere decir hoy a través de su Palabra. -
Se lee la Parábola del hijo pródigo: Lc. 15,11-32.
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Se deja un momento corto de silencio para que la Palabra caiga en el corazón.
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Invitarlos a compartir qué les llama más la atención de la parábola.
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(Después de que algunos hayan compartido pasamos al siguiente momento) Vamos ahora a presentar nuestra vida y nuestra persona con todo lo que somos y tenemos, y así como el hijo pródigo con humildad reconoció su pecado, en este momento también nosotros vamos a reconocer nuestros signos de muerte que nos han alejado de la Casa del Padre (pedirles que tomen en sus manos su hojita donde escribieron sus signos de muerte y los relean en silencio).
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Con un corazón arrepentido y necesitado del amor misericordioso y fiel de Dios vamos a pedirle perdón por todas las veces que no hemos sabido vivirnos como hijos suyos desde su Proyecto de Vida y a presentarle estos signos de muerte, pero solamente si estamos dispuestos a volver a su amor, a dejarnos abrazar por Él. Este gesto lo vamos a hacer siendo conscientes de nuestra fragilidad simbolizada en esta vasija de barro (se toma la vasija y se coloca en el centro); quien quiera hacerlo se pone de pie, camina hacia el centro, rompe su hojita, la deja en la vasija y regresa a su lugar. Lo vamos hacer en ambiente de oración y de silencio. (Mientras pasan todos puede entonarse un canto de perdón).
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(Ya que todos pasaron a hacer este gesto, continuamos con el siguiente paso). Pero recordemos que el amor de Dios Padre- Madre es fiel, siempre nos espera, nos perdona, nos vuelve a recibir como a sus hijos e hijas muy amados, por eso llenos de gratitud, de alegría y confianza, sabiendo que Él ya nos ha perdonado y tomado nuestro barro, vamos ahora a presentarle nuestro deseo de vivir siempre en su Casa a través de nuestros signos de vida. (Cada equipo comparte los signos que escribieron en el papelógrafo y después de los van dejando sobre la vasija de barro).
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Dios toma nuestros signos de muerte y nos invita a vivirnos desde nuestros signos de vida, signos que son expresión de la misma Vida de Dios en cada uno de nosotros, Vida que nos ha dado por medio de Jesús y en el Espíritu Santo nos da la fuerza y luz para poder ser portadores y signo de vida de Dios para los demás.
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Y hoy la invitación es a que, desde esta experiencia de sentirnos amados y perdonados por el Padre, vayamos a vivir como hijos suyos en Jesús y a compartir esta vida nueva en nosotros con nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, del grupo, etc.
Cuando sabemos vivirnos como hijos de Dios, la consecuencia es que vamos siendo hermanos de los demás. Por eso un signo de vida de los verdaderos cristianos tiene que ser LA COMUNIÓN ¿Qué exige vivir la comunión? (Compartir en el grupo como lluvia de ideas). La comunión exige aceptar al otro como es, con sus cualidades y defectos; no querer ocupar yo el primer lugar sino estar atento a lo que necesita el otro, estar en actitud de servicio como Jesús nos lo enseña y que lo celebraremos este Jueves Santo; implica, en una palabra, ver en el otro UN HERMANO y ser capaz de amarlo a la manera de Jesús haciendo vida el mandamiento nuevo del amor que Él nos dejó: “ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO LOS HE AMADO” (Jn. 15,12). Por eso para terminar nuestro encuentro de este día los invitamos a expresar este signo de la comunión poniéndonos de pie, tomándonos de los hombros significando la fuerza de la unidad y diciendo con mucho cariño y gratitud la oración del Padre Nuestro en la que le expresamos al Padre nuestro deseo de permanecer siempre en su Casa viviendo como verdaderos hijos suyos y de aprender a ser hermanos de todos en Jesús. (Se puede concluir con el canto: “Juntos como hermanos” o “Danos un corazón grande para amar”. •
Si se ve conveniente, al final de este día, se les puede invitar a acercarse al Sacramento de la Reconciliación como un medio de la gracia y misericordia de Dios para nosotros sus hijos.
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TEMA 3.
COMO JESÚS QUIERO GASTAR LA VIDA POR AMOR A TRAVÉS DEL COMPROMISO SOLIDARIO CON MIS HERMANOS Objetivos: -
Que los jóvenes:
Reflexionen más sobre la persona de Jesús, profundizando sobre todo en sus actitudes solidarias hacia nuestros hermanos más necesitados. Tomen mayor conciencia del Proyecto de Vida que Jesús nos ofrece como Buena Noticia: el Reino y de su invitación a ser presencia hoy de este Reino. Sean más conscientes de su ser de cristianos y de su compromiso como seguidores de Jesús.
Animación: Cantos y juegos. Desarrollo de la reflexión
1. MOTIVACIÓN Después de haber sido conscientes de la vida que Dios quiere para cada uno de nosotros, hoy vamos a reflexionar un poco sobre la persona de Jesús y su propuesta de Vida que llamamos Reino, propuesta que sigue siendo muy actual en este siglo XXI. Es importante que esta vida la acojamos desde un proceso constante de conversión y de comunión con los demás que nos lleve a compartir la vida en solidaridad con nuestros hermanos, especialmente quienes más lo necesitan.
2. Dinámica: “DESCUBRIENDO A JESÚS” Se invita a los jóvenes a compartir ¿qué es lo que conocen de Jesús? (Las siguientes preguntas pueden ayudar) -
¿Quién es Jesús de Nazareth? ¿Qué hacía? ¿Por cuáles lugares caminaba? ¿Con quiénes se relacionaba más? ¿Por qué? ¿Cómo se comportaba? Mencionar algunos mensajes de su predicación. ¿Qué pasó con su vida?
(Después de compartir entre todos y de tratar de hacer una síntesis de la vida de Jesús se pueden retomar algunas de las siguientes ideas)
3. LA PROPUESTA DE JESÚS: EL REINO
8 Jesús, aunque era Dios, desde el momento que se encarnó, asumió toda nuestra condición humana, y por lo tanto vivió como todo hombre de su tiempo: sufrió, lloró, gozó, tuvo dudas, pero Jesús siempre estuvo en una actitud de búsqueda de la Voluntad de su Padre, fue descubriendo ese Proyecto de Vida que el Padre tenía para Él y fue capaz de asumirlo en su vida hasta sus últimas consecuencias. Este Proyecto es el REINO. Jesús inicia su misión no hablando de sí mismo, sino PROCLAMANDO COMO BUENA NOTICIA LA LLEGADA DEL REINO DE DIOS: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc. 1,15). EL REINO es, por tanto, el centro de la predicación de Jesús. Él mismo reconoce que para eso ha sido enviado por el Padre. Si contemplamos con atención la vida de Jesús, podemos darnos cuenta que no sólo habla del Reino sino que su forma de vida, sus actitudes y acciones son presencia del Reino. Así por ejemplo, vemos a Jesús hablando del Reino a través de las parábolas, pero anunciándolo sobre todo con su vida: sana a los enfermos, perdona a los pecadores y convive con ellos, prefiere a los pobres y despreciados, se acerca a las mujeres, abraza a los niños, denuncia las injusticias contra el pueblo y la hipocresía de los fariseos, camina por los pueblos y ciudades enseñando y curando; podemos decir que Jesús es la PRESENCIA DEL REINO. Se pueden leer algunos 2 ó 3 textos bíblicos que iluminen lo compartido anteriormente y descubrir qué actitudes vive Jesús; algunos textos pueden ser: • • • • • •
Jn. 8, 2-11 Mt. 8, 2-4 Mc. 1, 32-34 Lc. 19, 1-10 Lc. 18, 35-43 Mt. 9, 1-8
(Mujer adúltera) (Leproso) (Curaba enfermos) (Encuentro con Zaqueo) (Ciego de Jericó) (Curación de un paralítico)
(Este trabajo puede hacerse con todo el grupo o por equipos, según se vea conveniente. Una vez iluminada la reflexión con estos textos bíblicos, continuamos...) Para Jesús no fue fácil vivir esta misión, pues tuvo que enfrentarse a personas que rechazaban su mensaje de vida, libertad y justicia; tuvo momentos difíciles de decisión por ejemplo cuando le ofrecieron ser rey, pero Jesús, en el encuentro con su Padre desde la oración, pudo permanecer fiel a este Proyecto de Amor, fue la Causa por la que se entregó hasta el extremo de dar la vida. Esta propuesta del Reino, no fue sólo para Jesús; Él vivió y asumió esta Causa, pero nos la ofrece para que nosotros también la vivamos y la hagamos presente tanto de palabra como con nuestra vida en el hoy de nuestra historia. Estar dispuestos a vivir esta Propuesta del Reino, nos convierte en seguidores de Jesús. Jesús pone algunas exigencias para quien decide ser su discípulo: “Si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz de cada día y sígame” (Lc.9,23). Jesús no es un Mesías del triunfo y del poder, sino de la solidaridad, del servicio y de la entrega total de sí mismo por amor a cada uno de nosotros. Él mismo lo dice de palabra y con su vida: “No he venido a ser servido, sino a servir y a dar mi vida...” (Mc. 10,45; Mt. 20,26-28; Cfr. Jn. 13,1-20). Quien quiera ser como Él ha de ser el servidor de sus hermanos. Jesús nos llama a seguirlo, lo que implica de nuestra parte es conocerlo, aceptarlo, amarlo y elegir valientemente este Proyecto del Reino asumido en totalidad. Quienes intentamos ser cristianos – católicos en serio, es decir, verdaderos seguidores de Jesús, no podemos encerrarnos en nuestro “propio yo”, ni en nuestros intereses, sino hacer de nuestra vida un don gratuito y libre que crea comunión con Dios y con nuestro hermanos pues “gratuitamente hemos recibido este regalo, démoslo pues gratuitamente” (Cfr. Mt. 10,8)
9 4. CELEBRACIÓN Aprendiendo a entregar la vida desde el amor solidario Motivación: Vivir teniendo como ley fundamental de la propia vida el AMOR, no es una tarea fácil y no lo es porque vivimos en un mundo lleno de signos y hechos que reflejan la carencia de este don en nuestras vidas y en la sociedad. Sin embargo, Jesús nos invita a descubrir que sólo desde el AMOR puede transformarse el ser humano y llegar a ser una creatura nueva, feliz. Bien dicen que el precio del amor es muy alto. A Jesús le costó dar la vida; a nosotros nos puede comenzar a costar reconocer lo lejos que estamos por vivir el mandamiento del amor y aceptar nuestras incoherencias como seguidores de Jesús. Vamos ahora a acercarnos nuevamente a Jesús y descubrir la invitación que nos hace a través de su Palabra. Leer el texto bíblico Lc. 10, 25-37 EL BUEN SAMARITANO (Después de un minuto de silencio) Preguntar qué les llama más la atención del texto o a qué los invita Jesús a través de esta parábola. (Dejar un tiempo para compartir) Jesús es EL BUEN SAMARITANO que hoy sigue acercándose a los más necesitados de nuestra sociedad, pero ¿quiénes son hoy los más necesitados? (Lluvia de ideas) (Si no hay mucha participación de parte de los jóvenes se pueden mencionar algunos como por ejemplo: drogadictos, enfermos de SIDA, niños de la calle, desempleados, etc. Confrontar ¿cómo son nuestras actitudes ante estas personas? ¿Se parecen a las actitudes de Jesús? Jesús sigue hoy acercándose y haciéndose solidario en todo lo que viven estas personas, en sus sufrimientos y sus preocupaciones, pero lo quiere hacer a través de nosotros. De aquí se desprende la necesidad de sentir en nuestra vida esta cercanía de Jesús, su amor solidario en todo lo que vamos viviendo para que, desde esta experiencia, seamos también nosotros solidarios con nuestros hermanos que más sufren y ser así manifestación de la vida que Jesús nos ofrece con su Resurrección. Invitarlos reflexionar y expresar en voz alta quiénes son las personas más necesitadas de su Comunidad, luego en un momento de silencio cada uno piensa cómo quiere empezar a vivir este compromiso solidario con ellos. Terminar motivándolos a hacer nuestra esta Causa de Jesús y a ser presencia de este Reino desde estas actitudes evangélicas que Jesús nos pide vivir desde la experiencia del seguimiento. Se puede cerrar este día de encuentro con el canto de “Tu causa es mi causa”. (Si no se lo saben cantado se puede hacer en forma de oración). TU CAUSA ES MI CAUSA TU CAUSA ES MI CAUSA, JESÚS SACERDOTE, TU SUERTE MI SUERTE, SEÑOR; SEGUIRTE EN LA VIDA, TAMBIÉN EN LA MUERTE Y SER UNA OFRENDA DE AMOR. TU CAUSA ES MI CAUSA, JESÚS SACERDOTE, TU SUERTE MI SUERTE, SEÑOR, QUIERO SEGUIRTE PUES TÚ ME HAS LLAMADO, Y AQUÍ ESTOY. Contigo quiero ser fiel al Padre, buscar sólo su gloria, que se haga verdad el deseo de su amor que todos los hombre se salven. Contigo quiero ser solidario con el hermano que sufre y con el pobre que no tiene pan de dignidad y justicia.
Motivarlos a participar en la celebración y adoración del Jueves Santo y en las del Viernes Santo: Vía Vía, Pasión del Señor, Procesión del silencio, dándoles mayor sentido desde todo lo que se ha reflexionado .
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TEMA 4.
SOY ENVIADO POR JESÚS A SER TESTIGO DE LA RESURRECCIÓN
Objetivos: -
Que los jóvenes:
Sean conscientes de la Misión que Jesús les confía de ser testigos de su Resurrección. Celebren con gozo esta gran fiesta de la Resurrección. Realicen su compromiso como fruto de la vivencia de esta Semana.
(Se pretende hoy solamente hacer esta pequeña celebración como cierre de la Semana y así, el tiempo que quede, poder preparar con ellos lo que les haya tocado para la Celebración Pascual de la noche).
1. MOTIVACIÓN Hoy celebramos como Iglesia el gran acontecimiento de la RESURRECCIÓN DE JESÚS. Este hecho tan significativo es la confirmación de que Dios Padre acepta la entrega de su Hijo y lo lleva a la plenitud de la Vida en la Resurrección a través del Espíritu Santo. Jesús, después de resucitado, permanece otros días con sus discípulos explicándoles muchas de las cosas que no habían entendido y sobre todo, les confía la Misión de continuar el Proyecto del Padre: “Jesús les dijo de nuevo: La paz esté con ustedes. Y añadió: Como el Padre me ha enviado, así los envío a ustedes. Sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo”. (Jn. 20,21-22). Esta Misión fue continuada por la primera Comunidad Cristiana y por todos aquellos hombres y mujeres que por el testimonio estos primeros apóstoles de Cristo creyeron en Jesús, quisieron seguirlo y también comprometieron su vida siendo testigos de la resurrección. Hoy Jesús también a nosotros nos confía esta Misión, pero no nos deja solos, Él está con nosotros y nos da al Espíritu Santo, para que bajo su acción y su impulso seamos valientes en este anuncio de la Buena Noticia de la Resurrección Por eso, agradecidos y felices, vamos a celebrar este regalo que Dios Padre ha querido hacernos al darnos vida nueva en su Hijo por el Espíritu Santo.
2. CELEBRACIÓN - COMPROMISO
11 (Se tendrá preparado un recipiente con agua) Celebrar a Jesús Resucitado presente entre nosotros es renovar nuestra vida y nuestro compromiso cristiano que iniciamos desde el día de nuestro bautismo. Vamos a dejar un momentito de silencio para reflexionar: - ¿Cómo he vivido mi compromiso cristiano? - ¿Quisiera renovar mi compromiso bautismal? - ¿Qué actitudes me siento invitado por Jesús a vivir para ser testigo de la Resurrección? - ¿A qué me comprometo? (Dejar un momentito de silencio entre cada pregunta) Si de verdad queremos dar el paso a esta vida plena los invitamos a expresar nuestra alegría y fe en Cristo vivo y resucitado a través de este credo. A cada frase responderemos: ¡SÍ, CREO! Levantando la mano derecha. -
¿Creen ustedes que Dios Padre nos llama a ser sus hijos y que debemos alimentar nuestra vida con su Palabra para dar testimonio de Él a través de la vivencia de los valores del Evangelio?
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¿Creen ustedes que ser cristiano es crecer en la amistad profunda con el Señor Jesús?
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¿Creen ustedes que el Espíritu Santo es quien nos da la fuerza y nos impulsa para cumplir la misión que Jesús nos confía?
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¿Creen ustedes que la salvación que Jesús nos ofrece es para todos y que es deber de cada uno anunciarla?
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¿Creen ustedes que ser testigos de la resurrección es vivir la justicia que nos lleva a la paz, el perdón que nos lleva a la comunión, el servicio que nos lleva a la solidaridad y así vivir como hermanos?
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¿Creen ustedes que el amor prevalecerá sobre el odio, la esperanza sobre la enemistad, la luz sobre la oscuridad, la resurrección y la vida sobre una cultura de muerte?
Entonces renovemos ahora nuestro compromiso bautismal y sellemos nuestro compromiso de ser testigos de Jesús Resucitado, conscientes del envío que hemos recibido de Él y de esta Misión que la Iglesia nos confía de llevar esta Buena Noticia a otros jóvenes, pues los mejores evangelizadores de los jóvenes son los jóvenes. Lo haremos utilizando el agua, signo de vida y que nos recuerda también el día de nuestro bautismo, día en que empezamos este camino de transformación en Jesús por el Espíritu Santo. (Se trae el recipiente con agua y se coloca en el centro o en un lugar adecuado). Quien quiera hacer este gesto se acerca al recipiente, toma un poco de agua y se la echa en la cabeza diciendo: ESPÍRITU SANTO, RENUÉVAME Y TRANSFÓRMAME EN JESÚS. (Mientras pasan se pueden entonar cantos como: “Bautízame Señor, con tu Espíritu”, etc.). Concluyamos con esta oración: Señor Jesús, es hora de ser tus testigos, es hora de construir juntos la civilización del amor. Es hora de darse la mano, de juntarnos como amigos en un solo pueblo, de marchar unidos sembrando paz y amor; es hora de llamar al hombre y a la mujer hermanos míos; es hora de vivir en justicia, armonía y comunión. Cristo, Testigo del amor del Padre, Señor de la historia, Hermano del hombre marginado, Vida de los jóvenes, danos la fuerza de tu Espíritu Santo para que Él anime nuestro compromiso de cambio en el mundo, para que podamos responder a las urgentes necesidades de nuestra sociedad y seamos verdaderos testigos del Reino. Con el gozo de sabernos pertenencia de Dios Padre, con la certeza de que Jesús vive en nosotros y con la presencia transformante y dinamizadora del Espíritu Santo, vayamos a vivir lo que aquí hemos celebrado bendecidos por Dios Trinidad EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN. (Se puede terminar con un canto).