obserii inegr Sig XXI
capítulo 7 RuptuRa pREMatuRa DE MEMBRaNaS
Tomo I. Contenido Tomo II. Contenido
Jairo Amaya Guío, Magda Alexandry Gaitán.
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RuptuRa pREMatuRa DE MEMBRaNaS, Jairo Amaya Amaya Guío, Guío, Magda Alexandry Alexandry Gaitán.
INtRoDuccIÓN
L
a ruptura prematura de membranas (RPM) ocurre en el 3% de los embarazos y es responsable del 25 al 30% de los nacimientos pretérmino (1,2). La RPM pretérmino se presenta como un dilema para los obstetras y neonatólogos, quienes deben decidir entre continuar la gestación para disminuir la morbilidad relacionada con la prematurez o interrumpirla para prevenir los resultados adversos maternos y etales relacionados con la ruptura prematura de membranas tales como corioamnionitis (13-60%), abrupcio de placenta (4-12%) y compresión del cordón umbilical. El riesgo de estas complicaciones se incrementa con la disminución de la edad gestacional a la cual ocurre la RPM (1, 2).
El intervalo entre la ruptura de membranas y el parto usualmente es corto, y aun con manejo expectante el 50-60% de las mujeres con RPM lejos del término tiene su parto dentro de la semana siguiente a la ruptura de membranas (2). La recuencia y severidad de las complicaciones neonatales después de la ruptura de las membranas varía con la edad gestacional a la cual la ruptura y el parto suceden, con incremento de éstas si se asocian además a inección, abrupcio de placenta o compresión del cordón umbilical. El síndrome de dicultad respiratoria es la complicación sería más recuente a cualquier edad gestacional. Otras complicaciones serias que suelen presentarse son: enterocolitis necrotizante, hemorragia intraventricular, y sepsis, las cuales son muy comunes en partos muy pretérmino pero raras en partos cerca al término (2,3).
La corioamnionitis, el síndrome de dicultad respiratoria, la sepsis, la hemorragia intraventricular, la hiperbilirrubinemia, la enterocolitis necrotizante y la estancia hospitalaria neonatal, son signicativamente menores en madres y neonatos que presentan rupturas de membranas con 34 semanas o más, comparado con los que están por debajo de esta edad gestacional, lo cual justica por qué en pacientes con gestaciones de 34 semanas o más el manejo óptimo es desembarazarlas —manejo activo— (Figura 1) (2,4,5).
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DEFINIcIÓN Esta entidad se dene como la ruptura de las membranas amnióticas, con salida de líquido amniótico de más de 1 hora, antes de desencadenarse el trabajo de parto. Al hablar de RPM se debe tener en cuenta el periodo de latencia, el cual es el intervalo entre la ruptura de las membranas y el inicio del trabajo de parto. Existe desacuerdo en la literatura actual sobre la duración del periodo de latencia, para que se hable de ruptura prematura de membranas, pero se ha sugerido que sea entre 1 y 12 horas; igualmente, igua lmente, se propone que se considere ruptura prolongada de membranas cuando el periodo de latencia sea mayor a 24 horas.
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La ruptura de membranas se clasica en dos categorías generales: a. Ruptura prematura p rematura de membranas a término: después de 37 sema-
nas de gestación. b. Ruptura prematura de membranas pretérmino: antes de las 37 se-
manas de gestación, la cual a su vez se divide en (6):
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RuptuRa pREMatuRa DE MEMBRaNaS, Jairo Amaya Guío, Magda Alexandry Gaitán. 1. RPM previable: ruptura prematura de membranas en gestacio-
nes menores de 23 semanas. 2. RPM lejos del término: ruptura prematura de membranas en
gestaciones de 24 a 32 semanas. 3. RPM cerca de término: ruptura prematura de membranas en
gestaciones de 33 a 36 semanas (7). En este capítulo se tratará la ruptura prematura de membranas pretérmino.
FISIopatoloGía La expresión membranas etales se aplica a la estructura anatómica que incluye el corion y el amnios. Desde una perspectiva estructural, el corioamnios está compuesto por ocho capas, descritas por Bourne en 1960, de las cuales cinco hacen parte del amnios y tres del corion (Figura 2) (8). El amnios se deriva del citotrooblasto y está compuesto por cinco capas: el epitelio amniótico (en contacto con líquido amniótico), que descansa sobre la membrana basal ; luego se halla la capa compacta, que orma el esqueleto broso y le da la resistencia al amnios; la siguiente es la capa de broblastos, que es la más delgada y está compuesta de células mesenquimales y macróagos dentro de una matriz extracelular; le sigue la capa intermedia o esponjosa, la cual separa el amnios del corion y se caracteriza por tener abundante cantidad de proteoglicanos
y glicoproteínas hidratadas que le dan la apariencia “esponjosa” y a su vez le permite al amnios deslizarse sobre el corion, que se encuentra rmemente adherido a la decidua materna. Al corion, en contacto con la decidua materna, lo componen tres capas (reticular, membrana basal y trooblastos) y, a pesar de ser más delgado que el amnios, tiene mayor resistencia. Los componentes estructurales principales de estas capas son células y matriz extracelular. La matriz extracelular está compuesta por una variedad de componentes de colágeno y no colágeno como microbrillas, elastina, laminina y bronectina, que le dan la uerza tensil a las membranas, especialmente a través de las bras del colágeno tipos I y III de la capa compacta y tipo IV de las membranas basales (Figura 3). Este colágeno es degradado por una variedad de enzimas tipo metaloproteinasas tales como colagenasas y gelatinasas (9).
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Menism de rr de membrns Las membranas que se rompen prematuramente, a dierencia de las que se rompen intraparto, tienen en el sitio de contacto con el cér vix un deecto ocal llamado “zona de morología alterada” (ZMA), caracterizada por marcado edema, alteración del tejido conjuntivo, adelgazamiento de la capa de trooblastos, adelgazamiento o ausencia de la decidua y apoptosis aumentada, asociado con una disminución importante en la densidad del colágeno tipos I, III y V. Por lo anterior, cuando la presión intrauterina aumenta y ejerce presión sobre esta
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RuptuRa pREMatuRa DE MEMBRaNaS, Jairo Amaya Guío, Magda Alexandry Gaitán.
zona se produce la ruptura de las membranas. Estudios preliminares sugieren que los cambios en la ZMA, junto con una disminución marcada de la elasticidad secundaria a la disminución de los niveles de colágeno, son más evidentes en los cas os de RPM pretérmino (7). Las teorías implicadas en el mecanismo de la ruptura de las membranas más aceptadas son: sobredistensión mecánica en RPM a término e inección en RPM pretérmino, por activación de las meta loproteinasas que producen pérdida de contacto de las células de la matriz e inducen un mecanismo autocrino-paracrino a través de citoquinas inamatorias (Figura 3) (9,10). Se ha evidenciado también que aquellas entidades que conllevan a la disminución del contenido de colágeno, alteración en su estructura o aumento en su actividad colagenolítica, se asocian con RPM, entre ellas (9): 1. Disminución del contenido de colágeno. Como ejemplo se encuen-
tran aquellos embarazos que cursan con etos aectados por el síndrome de Ehler-Danlos. Esta entidad hace parte de un grupo de enermedades hereditarias que alteran la estructura y unción del colágeno y se asocian en orma importante con RPM. 2. Alteración de la estructura del colágeno. La disminución en los ni-
veles de cobre y ácido ascórbico, en pacientes umadoras o con décit nutricionales, pueden contribuir a alteración de la estructura del colágeno.
3. Actividad colagenolítica aumentada. La degradación del colágeno y
la bronectina es mediada por las metaloproteinasas de la matriz celular (MMP), producidas por la membrana basal, los broblastos del amnios y los trooblastos del corion, y cuya acción es bloqueada principalmente por los inhibidores especícos de tejido —IMP— (1). La integridad de las membranas etales se mantiene a lo largo de la gestación debido a una combinación de la baja actividad de MMP y mayor concentración de IMP. En el momento del parto (en embarazos a término) o en casos de inección (en embarazos pretérmino) el equilibrio entre MMP y IMP se altera y se produce degradación proteolítica de la matriz extracelular de las membranas etales (Figura 4). La inección induce una respuesta inamatoria materno-etal que aumenta la producción y liberación de citoquinas inamatorias (interleuquina [IL]-1, IL-6, IL-8) y actor de necrosis tumoral, las cuales inducen producción de prostaglandinas que llevan a maduración cervical y aumento de la contractilidad miometrial. La elevación de estos mensajeros biológicos (citoquinas y prostaglandinas) son considerados marcadores de parto pretérmino y RPM (11). Los actores asociados con la RPM pueden incrementar la expresión de M1-MMP, MMP-2 y MMP-3 de las membranas ovulares e inducir la expresión o liberación de MMP-9. Estos actores reducen los niveles del inhibidor tisular de las metaloproteinasas IMP-2. M1-MMP y bajos niveles de IMP-2 activan MMP-2 a su orma activa. MMP-2 ac-
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RuptuRa pREMatuRa DE MEMBRaNaS, Jairo Amaya Guío, Magda Alexandry Gaitán.
tivo y MMP-3, junto con otras proteasas, activan MMP-9. odas estas metaloproteinasas activas pueden degradar las proteínas de la matriz extracelular y causar la ruptura de membranas. Los actores también pueden activar la apoptosis mediada por p53 y el actor de necrosis tumoral (FN). La acción sinérgica de todos estos actores genera un círculo vicioso de eventos que resultan en ruptura de membranas (11). La RPM pretérmino se ha asociado c on altas concentraciones en líquido amniótico de MMP-1, MMP-8 y MMP-9. Recientes observaciones han demostrado que altas concentraciones en líquido amniótico de MMP-8, entre la semana 14 y 21 de gestación, se asocian con riesgo aumentado de RPM pretérmino (RRI: 3,4; IC 95% 1-9,9) (9). Al igual que en el adulto, se puede presentar SIRS (síndrome de respuesta inamatoria sistémica) en el eto con trabajo de parto pretérmino, y aquellos que cursan con RPM pueden presentar una respuesta inamatoria llamada síndrome de respuesta infamatoria del eto, caracterizada por la activación de su sistema inmune, disunción orgánica múltiple y mayor tasa de morbilidad ajustada por edad gestacional, que incluye: síndrome de dicultad respiratoria, sepsis neonatal, neumonía, hemorragia intraventricular y enterocolitis necrotizante (12,13).
EtIoloGía Varios actores han sido asociado clásicamente con RPM pretérmino, incluyendo:
• Causasinfecciosas(amnionitis,cervicitisyotrasvaginosis) • Aumentodel volumenintrauterino(polihidramniosy embarazo
múltiple)
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• Hemorragiasubcoriónica • Coito • Estratosocioeconómicobajo(¿nutricióninadecuada?) • Anomalíasestructuralesbioquímicas(síndromedeEhlers-Danlos) • Traumamaterno
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• Abusodesustancias,incluyendotabaquismo • Patologíadelcuellouterino.
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La combinación de acortamiento del cér vix, antecedente de parto pretérmino y bronectina etal positiva se asocia uertemente con parto pretérmino secundario a RPM (1,14).
css ineiss La RPM pretérmino se asocia en un 30% de casos con cultivos positivos. Los gérmenes más comúnmente aislados de la cavidad amniótica en pacientes con RPM pretérmino son: Ureaplasma urealyticum; Mycoplasma hominis; Streptococcus agalactiae (Streptococcus del grupo B); Fusobacterium y Gardnerella vaginalis (11).
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RuptuRa pREMatuRa DE MEMBRaNaS, Jairo Amaya Guío, Magda Alexandry Gaitán. 1. Vaginosis bacteriana: la asociación entre vaginosis bacteriana y
RPM no es clara; mientras algunos estudios sugieren que la inección por Gardnerella vaginalis entre las semanas 8 y 17 aumenta 7 veces el riesgo de RPM (RRI 7,3 IC95% 1,8-29,4) y que el tratamiento para vaginosis bacteriana en pacientes con antecedente de parto pretérmino puede reducir el riego de RPM hasta un 84% (RRI 0,14 IC95% 0,05-0,38), otros no han encontrado asociación (15,16). 2. Streptococcus del grupo B (SGB): la colonización con SGB no es un
riesgo para RPM pretérmino pero sí para un resultado adverso en el neonato (7). 3. Chlamydia trachomatis: la inección por Chlamydia trachomatis
con respuesta inmune humoral (IgM positivo) es un actor de riesgo para RPM (7). 4. Neisseria gonorrhoeae: la prevalencia de RPM es mayor en pacientes con cultivo positivo para N gonorrhoeae en endocérvix, placen-
ta o endometrio (75% vs. 37%, p menor o igual que 0,05). 5. Trichomonas vaginalis: no hay una relación clara; sin embargo, al-
gunos han reportado una probabilidad de RPM de 1,42 en pacientes con cultivo positivo para richomonas vaginalis (7).
Hemrrgi sbrióni La hemorragia subcoriónica puede predisponer a ruptura de membranas por separación del corioamnios y la decidua, ormación de coágulo retroplacentario y liberación de la trombina, que estimula a su vez la
producción de MMP-1, MMP-3 y MMP-9, las cuales pueden degr adar el colágeno, especialmente el de los tipos I y III. El sangrado vaginal es el principal indicador de riesgo de RPM. Si el sangrado vaginal ocurre durante el primer trimestre, el riesgo de RPM se incrementa en dos veces; si se presenta durante el segundo o el tercer trimestre, se aumenta en c uatro y seis veces, respectivamente (17). Los deectos en la placentación, en los cuales ocurren allas en la transormación siológica de las arterias espirales, son asociados recuentemente con RPM pretérmino. Las lesiones especícas incluyen ateromatosis, necrosis brinoide y trombosis de los vasos de la d ecidua, que en general se asocian con inección (18,19).
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ci El coito durante el embarazo no se comporta como un actor de riesgo para RPM (7).
Esr sienómi bj reind n nriión inded En general, los estudios demuestran que existe asociación entre bajo nivel socioeconómico y nutrición inadecuada, con RPM. Un estudio realizado en Canadá evidenció que las mujeres de estrato socioeconómico bajo y niveles de hemoglobina menor de 11,1 mg/L, tienen tres
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veces más riesgo de RPM (RRI 3,1 IC 95% 1,6-6) (20).
pg de e erin
Se ha encontrado también que la tasa de RPM es mayor entre pacientes con niveles plasmáticos bajos de vitamina C (14,6% en niveles < 0,20 mg/dL vs. 1,4% en niveles > 0,60mg/dL) y que el suplemento de vitamina C desde la semana 20 se asocia con disminución en la tasa de RPM (RR 0,26 IC 95% 0,078-0,037) (7,21).
No es claro el eecto de la cirugía cervical sobre el riesgo de RPM; se ha descrito que los procedimientos escisionales para neoplasia cervical pueden incrementar el riesgo de RPM, principalmente cuando se les realizó Lletz, conización (pero no ablación) láser y Leep (Lletz 5% vs. 2%, conización láser 15% vs. 6% y ablación con láser 5% vs. 4% y Leep 3,5% vs. 0,9%) (7).
anms esrres biqmis (sndrme de EhersDns)
Rz
Un estudio publicado en 2002 no mostró dierencia en la recuencia de RPM pretérmino entre mujeres aectadas con síndrome de EhlerDanlos; sin embargo, si el eto está aectado con este desórden genético, sí se evidencia riesgo (34% vs. 18% p menor o igual que 0,03) (22).
Las mujeres arodescendientes tienen mayor riesgo de RPM pretérmino, cuando se comparan con las mujeres caucásicas (3,9% vs. 1,7% p menor que 0,001) (23). Al parecer esta asociación se debe a una predisposición genética a producir mayores cantidades de MMP-9 (24).
tbqism
aneedene de RpM
La literatura sugiere que umar más de 10 cigarrillos al día aumenta el riesgo de RPM entre dos y cuatro veces; no obstante, las mujeres que suspenden el cigarrillo durante el embarazo tienen el mismo riesgo que las que nunca han umado (7).
La recurrencia de RPM pretérmino es del 4% si el embarazo anterior llegó a término sin RPM, mientras que en pacientes con antecedente de RPM pretérmino el riesgo de recurrencia es entre 6 y 13 veces mayor (2).
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DIaGNÓStIco Cualquier mujer embarazada que consulte por salida de líquido por la vagina o en quien se documente disminución en el volumen del líquido amniótico por ecograía, debe ser cuidadosamente evaluada para descartar RPM. El tacto vaginal debe evitarse hasta que el diagnóstico de RPM se haya descartado, a menos que haya signos rancos de trabajo de parto. El primer paso para hacer el diagnóstico es realizar especuloscopia con el n de evaluar la presencia de líquido amniótico en ondo de saco posterior y documentar la ruptura de membranas con ayuda de los test que a continuación se describen. Si el líquido amniótico no es visualizado espontáneamente, se puede provocar su salida a través del oricio cervical mediante maniobras de valsalva, pidiéndole a la paciente que tosa, o rechazando la presentación (1).
prebs de brri Se han recomendado diversas pruebas para la evaluación de la RPM, pero sólo dos han trascendido: la del papel de nitracina y la de helecho, también conocida como prueba de cristalización del líquido amniótico
l reb de heeh Es la más comúnmente utilizada. La secreción vaginal que se encuentra en el ondo de saco vaginal es recolectada con un aplicador de algodón
estéril y extendida en una laminilla de vidrio; luego, por un tiempo sufciente (diez minutos o más), se deja secar al aire (no con calor) y se examina al microscopio para buscar la presencia de un patrón arborizado (helecho). Se han reportado alsos p ositivos por la presencia de solución salina, moco, o cuando la laminilla no está completamente seca.
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l reb de nirin Estapruebase basaenelhechodeque elpHdel líquidoamniótico (pH7,0a7,5)essignicativamentemásalcalinoquelasecreciónva ginalnormal(pH4,5a5,5).Lapruebaserealizatomandounamues -
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tra de secreción de ondo de saco vaginal que se extiende en papel de nitracina.Uncambioacolorazulverdoso(pH6,5)oaazul(pH7,0)
Tomo II. Contenido
con mucha probabilidad sugiere la presencia de líquido amniótico. Sin embargo, pueden presentarse alsos positivos por la presencia de sangre, orina, semen o agentes antisépticos.
Egr La ecograía ayuda a conrmar la RPM, especialmente cuando la prueba de helecho o de nitracina es dudosa. La RPM usualmente se asocia con volúmenes de líquido amniótico bajo, pero pueden encontrarse lagos de hasta 2 x 2 cm en presencia de RPM.
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amnienesis
pechoso y no ha sido posible diagnosticarla con las pruebas anteriores.
La amniocentesis puede ser usada para conrmar el diagnóstico de RPM si las pruebas anteriores son dudosas. Éste es un procedimiento invasivo, que requiere la inusión de una ampolla de índigo de carmín (o complejo B) diluido en 10 a 20 ml de SSN estéril en la cavidad amniótica a través de una aguja de amniocentesis; luego se deja una compresa en la vagina durante 30 a 40 minutos. La presencia de color rojo (o amarillo) en la compresa conrma el diagnóstico de RPM. El azul de metileno no se debe usar porque se ha asociado con anemia hemolítica, hiperbilirrubinemia y metahemoglobinemia.
La bronectina etal (positiva > 50 ng/ml) es una prueba diagnóstica con alto valor predictivo negativo, es decir, que en una paciente con alta sospecha de RPM pretérmino una prueba negativa de FN la descarta, pero un resultado positivo no la conrma. La FN tiene una S de 94%, una E de 97%, un VPP de 97% y un VPN de 94%. Al comparar esta prueba con las de helecho y nitracina, para el diagnóstico de RPM en pacientes a término, tiene una sensibilidad del 98,2%, especicidad de 26,8%, VPP de 87,5% y VPN de 75%.
La amniocentesis también puede ser usada para confrmar el diagnóstico de inección intraamniótica (glucosa menor que 16 - 20 mg/dl, gram positivo o cultivo de líquido amniótico positivo) y madurez pulmonar etal (1).
prebs biqmis Varios marcadores bioquímicos como la fbronectina etal (FN), la alaetoproteína (AFP) y la diamino oxidasa (DAO) han sido propuestos como herramientas para el diagnóstico de RPM, mas hay pocos datos que soporten su utilidad debido básicamente a sus costos, por lo que son utilizados solamente cuando el diagnóstico de RPM es altamente sos-
La alaetoproteína tiene una sensibilidad de 88%, una especicidad de 84%, un valor predictivo positivo de 86% y un valor predictivo negativo de 87%. La diamino oxidasa (DAO) tiene sensibilidad de 83%, especicidad de 95%, valor predictivo positivo de 95% y valor predictivo negativo de 84,5% (abla 1) (7). En conclusión: el diagnóstico de RPM se basa en una combinación de sospecha clínica, anamnesis y algunas pruebas de laboratorio. La anamnesis sola tiene una exactitud del 90%. La historia clínica y las pruebas de nitracina y helecho usadas para evaluar una paciente por RPM tienen una exactitud del 93,1%, si por lo menos 2 de estas pruebas son positivas (25).
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MaNEJo El manejo debe ser eectuado según la edad gestacional a la cual se presente la ruptura prematura de membranas, debido a que las complicaciones perinatales cambian dramáticamente según el momento del embarazo en el que ocurra la r uptura. Para el abordaje de la paciente con RPM, en general se debe tener en cuenta (2,27,28): • Realizarunaecografíaparavericarpesofetal,posición,volumen
de líquido amniótico residual, y valorar si existen anomalías etales. En caso de etos en pelvis o transversos con dilatación cervical importante, puede producirse prolapso del cordón umbilical; esta circunstancia podría justicar desembarazar tempranamente a la paciente por el riesgo etal. Si el eto cursa con malormaciones no compatibles con la vida debe reorzarse el trabajo de parto, para disminuir el riego de complicaciones maternas. • Hacerunaadecuadaevaluación,paravalorarsilapacientepresen -
ta trabajo de parto, corioamnionitis, abrupcio de placenta o surimiento etal. En caso de trabajo de parto pretérmino avanzado, inección intrauterina, sangrado vaginal importante o eto con estado etal insatisactorio, se debe desembarazar a la paciente, sin tener en cuenta la edad gestacional. • Lasmujeresquesufrandeherpessimplegenitaloaquellasconin-
ección por el virus de inmunodeciencia humana, no deben recibir manejo conservador.
Mnej de ienes n rr de membrns er de érmin (32-36 semns) Cuando la ruptura de membranas ocurre entre las semanas 34 a 36 el riesgo de morbilidad severa aguda y mortalidad perinatal es baja, por lo cual se debe desembarazar a la paciente, dado que el manejo conser vador se asocia con aumento en el riesgo de amnionitis (16% vs. 2%, P = 0,0001), de hospitalización materna prolongada (5,2 vs. 2,6 días,
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P=0,006)ypHbajoenelcordónumbilicaldelfetoalnacer(7,25vs.
7,35, P = 009), sin beneciar a l eto de reducción en las complicaciones perinatales relacionadas con prematurez y sí poniendo en riesgo al eto de surir complicaciones tales como la compresión del cordón (2, 29). En caso de que la ruptura ocurra entre las 32 y 34 semanas y se documente madurez pulmonar etal, mediante la relación lecitina/esngomielina o determinación de osatidilglicerol en líquido amniótico, se recomienda desembarazar a la paciente (la proporción de neonatos que desarrollan membrana hialina es menor del 5% cuando la relación L/E es > a 2 y menor del 1% si hay presencia de osatidilglicerol en líquido amniótico) (2, 29, 30). Si no se evidencia ma durez pulmonar se puede optar por manejo conservador, con monitoría maternoetal estricta, uso de corticoides para lograr maduración pulmonar e inicio de antibioticoterapia y considerar inducción del parto 48 horas después de la primera dosis de corticoides o a las 34 semanas de gestación, en consenso con el neonatólogo (2, 29, 30).
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Mnej de ienes n rr de membrns ejs de érmin (24-31 semns) En este grupo de pacientes la RPM se asocia con alto riesgo de complicaciones neonatales, incluyendo morbilidad severa aguda y muerte. Si la paciente se encuentra estable debe recibir manejo conser vador, en un esuerzo por prolongar el embarazo y reducir el riesgo de morbilidad en el recién nacido. Se debe hacer con la paciente hospitalizada; sin embargo, en pacientes seleccionadas puede orecerse hospitalización domiciliaria, pues algunos autores no han encontrado dierencias en el periodo de latencia, edad gestacional al momento del parto, inección o resultado perinatal adverso (2, 29, 30) (abla 2). El manejo conservador incluye: 1. Reposo, intentando que se realice un sellamiento espontáneo de
membranas, con reacumulación de líquido amniótico. 2. Evaluar signos de inección o compromiso del estado etal. Los etos
deben ser evaluados diariamente, o dos veces por semana con monitoría etal, la cual además de aportarnos datos acerca del bienestar etal nos inorma acerca de la presencia de actividad uterina. En casos de monitoría no reactiva se debe realizar perl bioísico, cuyo valor radica en que si hay ausencia de movimientos respiratorios se debe pensar en inección intraamniótica. Entre mayor es el oligohidramnios, mayor es el riego de inección intrauterina, es a sí que si el lago de líquido amniótico es mayor de 2 cm el riesgo de sepsis neonatal es de sólo el 1%, mientras que si el lago es menor de 1 cm el riesgo es del 30%.
Por esto se recomienda que pacientes con índices de líquido amniótico menores de 5 cm deben ser vigiladas con perl bioísico diariamente, y si el índice es de 5 cm o más, el perl bioísico puede realizarse dos veces por semana (2,29,30). La combinación de ebre con hipersensibilidad uterina o taquicardia materna o etal, en ausencia de otras causas de inección, es sugesti va de inección intrauterina. La leucocitosis materna puede aparecer articialmente por el uso de corticoides hasta 5 a 7 días luego de su aplicación. La ebre no es un signo que s e presente tempranamente en pacientes que cursan con amnionitis; si el cuadro clínico y los laboratorios habituales no permiten realizar el diagnóstico de amnionitis, se puede eectuar una amniocentesis para conrmar el diagnóstico; un gram positivo tiene una sensibilidad del 60% y una especicidad de 92%, la concentración de glucosa por debajo de 10 mg/dl tiene una sensibilidad del 90%, con un VPP del 80% y VPN del 95%. A dierencia de las pacientes con membranas íntegras, el hallazgo de leucocitos en líquido amniótico no es útil para realizar el diagnóstico. El cultivo positivo es patognomónico de amnionitis (2). Si se conrma el diagnóstico de corioamnionitis se debe iniciar manejo antibiótico. La literatura reporta que la terapia de elección debe ser un betalactámico (penicilina, cealosporina, carbapenems o monobactámico) asociado a un aminoglucósido (gentamicina o amikacina), siendo la asociación de ampicilina más gentamicina la más usada. La clindamicina y el metronidazol deben ser adicionados en casos de cesárea para disminuir el riego de endometritis. El tratamiento anti-
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RuptuRa pREMatuRa DE MEMBRaNaS, Jairo Amaya Guío, Magda Alexandry Gaitán.
biótico se ha de mantener hasta 48 horas después de que la paciente se encuentre sin signos de SIRS. La vía del parto debe ser vaginal, a menos que documente estado etal insatisactorio o una causa obstétrica que lo contraindiquen durante la inducción (31). 3. Iniciar terapia con corticoides y prolaxis antibiótica, como se des-
cribió anteriormente. Los tactos vaginales deben reducirse al máximo por el riesgo de inección intrauterina (2,29). En ausencia de trabajo de parto, abrupcio, estado etal insatisactorio o inección intrauterina, el embarazo requiere mantenerse hasta las 34 semanas de gestación. Es razonable, no obstante, valorar la madurez pulmonar entre las 32 a 34 semanas; en caso de conrmarse madurez pulmonar, se decidirá desembarazar a la paciente (2,31).
Aunque nuestro manejo sugerido es desembarazar a la paciente, es importante inormar amplia y honestamente sobre el pronóstico, riesgos, benefcios y alternativas terapéuticas existentes para que se decida, en conjunto con la pareja, si se realiza o no manejo expectante. Los datos publicados reportan que en este grupo de pacientes más del 50% tienen el parto en 1 semana (promedio 13 días), del 24% a 71% requieren desembarazar por amnionitis, la mortalidad perinatal es alta (37-75%), la tasa de sobrevida es de de 47% después de una estancia hospitalaria promedio de 71 días, y el 37% de los sobrevivientes quedan con secuelas serias, pulmonares y neurológicas, principalmente (29,32,33).
Si se decide manejo activo, la inducción del parto se puede hacer con prostaglandinas u oxitocina (2,29).
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Tomo I. Contenido Tomo II. Contenido
Rr remr de membrns en ienes n erje Mnej de rr de membrns en gesines revibes (mens de 23 semns) En este grupo, además de todas las complicaciones secundarias a la inmadurez extrema, se asocia una mayor morbilidad y mortalidad etal por inección perinatal e hipoplasia pulmonar. Además el oligohidramnios se relaciona con hipoplasia pulmonar y deormidades etales similares al síndrome de Potter, tales como deormidad en los miembros, orejas de inserción baja, pliegue epicántico y extremidades hipotrócas (2,29).
Cuando una paciente con cerclaje presenta ruptura de membranas, éste debe ser retirado tempranamente, por el riesgo potencial de aumento de morbilidad maternoetal sin benecio para el neonato (2,30).
MEDIcaMENtoS tis El uso de uteroinhibición en pacientes con ruptura prematura de
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RuptuRa pREMatuRa DE MEMBRaNaS, Jairo Amaya Guío, Magda Alexandry Gaitán.
membranas en etos pretérminos, tiene valor limitado. Aunque algunos estudios han demostrado una prolongación del embarazo hasta de una semana comparado con placebo, no se ha demostrado benecio en cuanto a morbilidad o mortalidad perinatal; es más, existen datos sugiriendo que podría aumentar el riego de inección intrauterina, al prolongar innecesariamente el periodo de latencia, en pacientes con indicaciónde desembarazar. El NIHen un estudio colaborativode
corticoides antenatales demostró asociación entre el uso de tocolíticos y alto riesgo de síndrome de dicultad respiratoria del recién nacido en pacientes con ruptura prematura de membranas (2,29,30). Otros autores recomiendan el uso de tocolíticos durante 48 horas en pacientes a quienes se les haya descartado corioamninitis, abrupcio y estado etal insatisactorio, con el objetivo de administrar las 2 dosis de corticoides para maduración pulmonar etal. Y otros, proponen el uso de uteroinhibición en gestaciones por debajo de 28 semanas para aumentar las tasas de sobrevida del eto. De todos modos, el benecio de esta terapia, aun en estos casos, es cuestionable (2,29,30).
criserides El uso de corticoides en pacientes con ruptura prematura de membranas es controversial. Algunos estudios no han demostrado su benefcio en la reducción del síndrome de difcultad respiratoria del recién nacido, con el inconveniente de que pueden incrementar la incidencia de inecciones maternas por su eecto inmunosupresor, sumado a que la
ruptura de membranas por sí sola induce maduración pulmonar etal y algunas mujeres tienen parto antes de que se logre el benefcio de esta terapia (2, 30,34). Otros, como el último metaanálisis publicado, demostró que los corticoides, principalmente en gestaciones entre las 24 y 32 semanas, sí reducen signifcativamente el riesgo de síndrome de difcultad respiratoria en pacientes con r uptura de membranas pretérmino (20% vs. 35,4%; RRI 0,56 IC 0,46-0,70) , además de disminuir el riego de hemorragia intraventricular (7,5% vs. y 15,9%; RRI 0,47; IC 0,31-0,70), y enterocolitis necrotizante (0,8 vs. 4,6%; RRI 0,21; IC 0,05- 0,82), sin aumento signifcativo de la inección materna (9,2 vs. 5,1%;RRI 1,95; IC 0,83-4,59) o inección neonatal (7,0% vs. 6,6%; RRI 1,05; IC 0,66-1,68).
En pacientes entre las 32 a 34 semanas se debe determinar la relación lecitina/ esngomielina o presencia de osatidilglicerol en líquido amniótico, en caso de conrmar inmadurez etal se debe colocar un ciclo de corticoides (30,35). Se recomienda el uso de un solo ciclo de corticoides, pues se ha demostrado que ciclos repetidos aumentan el riesgo de corioamnionitis (31,7% vs. 49,4%, P menor que 0,04), sin evidencia de benefcio en el resultado perinatal (36,37). Además se ha encontrado, en estudios experimentales con ratas, un riesgo teórico de disminución del peso del cerebro, alteraciones en las concentraciones de neurotransmisores, alteración en el comportamiento sexual y supresión adrenal. Sin embargo, no se han hallado dierencias entre el desarrollo cognitivo, psicosocial o progreso en el colegio a los 4, 6 y 12 años, en niños expuestos antenatalmente a corticoides (30).
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El esquema recomendado es betametasona 12 mg intramuscular cada 24 horas, por 2 dosis, o dexametasona 6 mg IM cada 12 horas por 4 dosis (29,30).
anibióis Existen dos momentos en los que se ha propuesto el uso de antibióticos en el manejo de ruptura prematura de membranas, el primero cuando existe una ruptura mayor de 12 horas, ante el riesgo de inección por estreptococo beta hemolítico, y el segundo cuando se indica manejo expectante para prevenir la c orioamnionitis (2). Para el primer caso, cuando la RPM es mayor de 12 horas, se han propuesto varios esquemas, entre éstos: penicilina cristalina 5.000.000 U en bolo inicial, seguido de 2.500.000 U cada 4 gramos o ampicilina 2 gramos iniciales seguidos de 1 gramo IV cada 4 horas. En caso de alergia a la penicilina se utilizará eritromicina 500 mg IV cada 6 horas o clindamicina 900 mg cada 8 horas. El CDC ha recomendado el uso de ceazolina 2 gramos iniciales, seguido por 1 gramo cada 8 horas, en pacientes con alergia leve a la penicilina (rash) y que tienen cepas resistentes a clindamicina o eritromicina. El esquema que sea elegido debe ser administrado durante el trabajo de parto o antes de la cesárea, a menos que se tenga un cultivo ano-vaginal negativo, 2 semanas previas al parto (2,29). En el segundo caso, manejo expectante en pacientes con RPM, el objetivo de la terapia es el de intentar prevenir la inección ascendente, evi-
tar la inección neonatal, prolongar el embarazo y disminuir la morbilidad asociada a prematurez. Los dierentes estudios han demostrado que el mejor esquema es la asociación de ampicilina o amoxicilina con eritromicina. Las dosis recomendadas son: ampicilina 2 gramos intravenosos cada 6 horas, en conjunto con eritromicina 250 mg intra venosos cada 6 horas durante 48 horas, seguido por amoxicilina (250 mg cada 8 horas) más eritromicina (333 mg cada 8 horas) por 5 días más. ambién se ha recomendado el uso de eritromicina 250 mg cada 6 horas por diez días (2, 29, 30,37,38). El manejo antibiótico se asocia a reducción en el riesgo de corioamnionitis (RR 0,57, IC 95% 0,37-0,86), de nacimientos a las 48 horas (RR 0,71, IC 95% 0,58-0,87) y a los 7 días (RR 0,80, IC 95% 0,71-0,90), además de una disminución en los índices de inección neonatal (RR 0,68, IC95% 0,53-0,87), uso de suractante (RR 0,83, IC 95% 0,72-0, 96), necesidad de oxígeno posnatal (RR 0,88, IC 95% 0,81-0,96) y ecograías del recién nacido anormales (RR 0,82, IC 95% 0,68-0,98. En pacientes con cultivos de estreptococo beta hemolítico positivos se debe dar prolaxis antibiótica intraparto, a pesar de que se haya suministrado a la pac iente tratamiento previo. El uso de amoxicilina-clavulanato está contraindicado por el aumento de enterocolitis necrotizante (2,29,30,39,40). Ni la eritromicina ni la amoxicilina-clavulanato, luego de seguimiento durante siete años, han m ostrado alteración en el comportamiento, compromiso médico o dicultades en el logro de los n iveles de lectura, escritura o matemáticas, en cada una de las etapas del desarrollo en niños del estudio Oracle I (39). Sin embargo, aunque es baja en niños
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producto de madres con RPM, se ha reportado que la parálisis cerebral aumenta cuando se usa la eritromicina en pacientes con parto pretérmino espontáneo (40).
que existe entre ruptura de membranas y parto pretérmino, con tasas de mortalidad perinatal del 8,4% (7,41).
En conclusión, el uso de antibióticos prolácticos en mujeres con ruptura prematura de membranas y manejo expectante ha demostrado prolongar el periodo de latencia entre el momento en que ocurre la ruptura y el parto, mejorando el resultado perinatal, y ningún eecto signicativo en la salud de los niños a los 7 años de edad. Por lo tanto, deben ser usados en toda paciente con RPM menor de 34 semanas en manejo expectante.
criminiis
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La prevalencia de cultivo positivo en líquido amniótico en mujeres con RPM es de 32,4%. La inección maternal ocurre en 21,7% de las pacientes a quienes se les inicia manejo expectante. Es importante tener en cuenta, además, que la mortalidad perinatal es mayor en neonatos de madres inectadas con gestaciones menores de 28 semanas, que en gestaciones mayores (46,6% vs. 1,2%) (7,29). Tomo I. Contenido
coMplIcacIoNES DE la RpM Las principales consecuencias de la RPM son: parto pretérmino, inección, abrupcio de placenta, muerte etal, secuelas por oligohidramnios y muerte materna.
pr reérmin Si se tiene en cuenta que los estudios demuestran que el 42% de las pacientes que presentan ruptura tienen gestaciones menores de 28 semanas y la historia natural de la RPM muestra que el 52% de las mujeres que suren de ruptura de membranas entre las semanas 20 a 36, presentan parto dentro de las 48 horas siguientes y sólo el 12,9% desencadenan el parto luego de una semana, podemos entender la estrecha relación
Abruptio placentae
Tomo II. Contenido
Ocurre en el 2,29% de pacientes con RPM (RR 3,58, IC 95% 1,74-7,39) y aumenta de acuerdo a la severidad del oligohidramnios (12,3% con lagos verticales de 1-2 cm vs. 3,5% en lagos verticales mayor que 2 cm). El riesgo relativo de abrupcio cuando se asocia con corioamnionitis es de 9.03% (IC 95% 2,80-29,15) (7).
Hisi mnr La recuencia de hipoplasia pulmonar en pacientes con ruptura prematura de membranas está entre 16 y 28% y depende de la edad gestacional a la cual ocurre la ruptura, más que del periodo de latencia. El papel de la amnioinusión para prevenir la hipoplasia pulmonar permanece en etapa experimental (7).
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Síndrme de mresión fe Se ha reportado una incidencia de 12% a 46% cuando el periodo de latencia es mayor a 5 semanas (7).
gestaciones menores de 24 semanas, de hasta el 53%. Sin embargo, se requieren más estudios para poder recomendar esta terapia (42).
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REFERENcIaS Mere nen La mortalidad etal es aproximadamente del 1% si la RPM se da en gestaciones mayores a 24 semanas, y del 15% si se presentan en menores edades gestacionales. La muerte etal se presenta como consecuencia de inección neonatal, abrupcio de placenta, RCIU y prolapso de cordón (7).
tERapIaS EXpERIMENtalES Actualmente se está trabajando sobre nuevas terapias que mejoren el resultado neonatal y disminuyan el riego materno, en pacientes con ruptura prematura de membranas, especialmente para pacientes lejos del término, como son los sellantes intracervicales con brina. Estos sellantes se aplican a nivel del oricio cervical interno y tienen dos ormas teóricas de acción: la primera es realizando un sellamiento ísico del canal endocervical, que actuaría como una barrera y evita el ascenso de las bacterias, y el segundo es promoviendo la angiogénesis, acelerando el crecimiento tisular local, la reparación y el sellamiento de las membranas. Los estudios disponibles tienen muestras de población pequeñas y describen tasas de supervivencia neonatal, aun en
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Figr 1 Morbilidad según edad gestacional
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Figr 2 Estructura de las membranas corioamnióticas
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Representación esquemática de la estructura de las membranas corioamnióticas y sitios de producción de metaloproteinasas (MMP) e inhibidores tisulares de metaloproteinasas (IMP)
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Figr 4
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Mecanismo de ruptura prematura de membranas Volver Cerrar
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Fjgrm 1 Manejo RPM pretérmino
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tb 1 Características operativas de los métodos diagnósticos para RPM
Méd
Sensibiidd
Eseifidd
Vpp
VpN
Exid
Helecho
88-96
94-97
94-99
87-91
91-96
Nitracina
89
84
83
90
87
Historia clínica
90
89
88
90
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Fibronectina etal (FN)
94
97
97
94
Alaetoproteína (AFP)
88
84
86
87
Diamino oxidasa (DAO)
83
95
95
84.5
Tomo I. Contenido Tomo II. Contenido
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obserii inegr Sig XXI tb 2 Criterios para hospitalización domiciliaria
Presentación ceálica Dilatación cervical menor de 4 cm Residente en una ciudad local No evidencia de corioamnionitis
Tomo I. Contenido Tomo II. Contenido
Lago de líquido amniótico mayor de 2 cm Gestación única
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