Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.
El ser y el tiempo. Dania E. García Rivero.
La tradición ontológica a concentrado su inter!s y estudio en la "#s$ueda incesante de una sustanc sustancia ia $ue deter%i deter%ine ne la esenc esencia ia de las cosas cosas $ue son. Desde Aristóteles se &ro&uso una 'filosofía &ri%era( donde su o")eto de estudio se dese%&e*a"a dese%&e*a"a en las realidades in%óviles e in%ateriales, $ue tienen su ra+ón en lo su&rasensi"le co%o ele%ento en co%#n $ue coesiona a la realidad ousía-, co%o g!nesis de la ontología aristot!lica. ntología entendida co%o ciencia del ser en general y de sus &ro&iedades trascendentales/, seg#n la tesis aristot!lica la ousía, lo &ri%ero de todas las cosas, es un &rinci&io unificador de 'lo $ue es(. Dica afir%ación es el ilo conductor &ara una caída in%inente del ser a la categoría de cosa, es decir, a lo ente. 0ste &ensa%iento originó $ue la sustancia aya co"rado el &a&el &a&el &rinci&al en la istoria de la ontología, su "#s$ueda %etafísica congrega a la %ítica ousía en el nivel óntico, transfor%1ndolo en un &ilar esencial esencial de la tradición ontológica, ontológica, lo $ue dese%"oca dese%"oca irre%edia"le%ente irre%edia"le%ente en el olvido del ser2 $ue desde una &ers&ectiva conte%&or1nea se &uede afir%ar $ue el ser no est1 co%&leta% co%&leta%ente ente olvidado, olvidado, sino $ue se est1 olvidando olvidando.. ntológic ntológica%en a%ente te no ay olvido, sino $ue funciona%os desde el olvido $ue acontece en el re3conoci%iento del inconsciente 4$ue oculta y aflora en la actitud y %odo de ser3 cuando el 'da3sein( se desenvuelve en una cotidianidad. El conce&to de realidad 4la realidad en sí %is%a3 es un %odo de ver el %undo, donde surge la e5&eriencia funda%ental, $ue radica en el aconteci%iento de la angustia2 dica angustia le a"re y cierra la &osi"ilidad al 'da3sein( de ®untarse &or el sentido de las cosas. La angustia no es ante nada, no surge co%o efecto de una causa, sino $ue /
Metafísica, 6&. /7.
adviene, cuando adviene la angustia co%o sentido de &ro&iedad del ser3en3el3%undo se cae en cuenta de $ue se carece de funda%ento y se trae al consciente la finitud del ser, ocurre el anonada%iento2 el instante en el $ue el 'da3sein( se sa"e nada. El desfonda%iento instant1neo $ue es la vida.
8eidegger &retende llevar a ca"o la 'destrucción( 4en el sentido de a&ro&iación y advenir del origen, ver a trav!s de la istoria3 de la tradición ontológica, &lanteando la ®unta &or la totalidad a &artir de una e5istencia $ue interroga &or el sentido de las cosas2 con la intensión de afir%ar el sentido de la %etafísica, $ue en rigor ontológico no se a"la del ser sino $ue se enuncia lo que es. La 'destrucción( 4$ue es er%en!utica3 significa %ostrar lo oculto, en otras &ala"ras, el sentido del ser. Radicali+ar una deter%inada &re3co%&rensión en la inter&retación del &asado &ara re3inter&retarlo 4en el sentido de a"rir una nueva for%a de entender lo $ue est1 dico3 y 'ro%&er( con lo $ue se a contado en la istoria, el fenó%eno del 'da3sein( en el constante advenir en la istoria. 'Ser” es el %1s universal y vacío de los conce&tos( 9 ya $ue es indefini"le, sin e%"argo, todos le da%os utilidad al ver"o y eventual%ente al %o%ento de co%unicarlo, co%&rende%os su uso y el conte5to en el $ue se desarrolla. La tradición griega, co%ien+a a for%ar su ontología desde la ousía $ue constituye al ser del o%"re, es decir, el 'da3sein(. La &ro"le%1tica se &resenta una ve+ $ue la significación to%a co%o "ase su a&titud &ara a"lar2 siendo una facultad $ue co%&arten todos los o%"res, la dial!ctica &or sí %is%a 4$ue sin duda en origen co%&one a la filosofía3 to%a una &ostura triviali+ada y sin &eculiaridades filosóficas &or$ue saca de cual$uier conte5to y relación &osi"le al ente del tie%&o. :e desfonda al ente con "ase en el &rinci&io de no3
9
8eidegger, 9;/;, 6&. //.
contradicción lógico #nica%ente.
La dial!ctica es %era%ente crítica so"re las
cuestiones $ue la sa"iduría de eco ya conoce. 7
En el siguiente ensayo, &retendo anali+ar el conce&to del sentido del logos co%o #nica y distintiva facultad del 'da3sein( &ara enunciar las estructuras del ser, en tanto $ue son verdaderas. La ontología est1 atravesada &or el logos, ya $ue es una clave &ilar &ara el devela%iento del ser de los entes &or %edio de la facultad del a"la. :in logos, no ay ser. El facto de &ronunciar o el 'decir de<( y en el 'decir $ue<( de algo = a"re la &osi"ilidad de inter&retación del logos, &or lo tanto todo logos es er%en!utico. La definición del 'da3sein( en tanto su facultad de %entar con la vo+, tiene co%o raí+ el >?@BC, entendida desde la radicali+ación del t!r%ino seg#n Aristóteles, co%o la si%&le percepción
de algo 'ante los o)os( en su &uro 'ser ante los o)os( co%o ilo conductor
&ara la e5!gesis del ser. El ente &resente ante los o)os es verdadero y se inter&reta en tanto $ue ace &resencia, es decir, ay una %is%idad entre el ser del ente y lo $ue se &iensa del ente. Es HIJí radical, &ensada co%o &resencia, &or tanto toda co%&rensión del ser es verdadera, en tanto $ue es &erce&ti"le, se ace &atente. La %is%idad es relativa al 'da3sein( en cuanto al car1cter de relación de algo consigo %is%o, co%o &rinci&io de identidad. Relación $ue &or su &ro&io sentido se encuentra envuelta en sí %is%a y deviene sie%&re en ella %is%a, de tal for%a $ueK la identidad no es su)eto ni o")eto, sino relación. La relación $ue guarda en el %undo con "ase en el a"la2 dico %undo se sit#a co%o o")eto de re&resentación donde todos los e5istenciarios confor%an la %is%idad del 'da3sein(. La %is%idad ad$uiere sentido en la relación íntersu")etiva con el %undo y se conserva en el devenir en rigor.
7
&. it., /;;=". &. it., 6&. 7. "íd., 6&. 7. =
El logos en su sentido original se &uede traducir como si el discurso que constantemente tiene en cuenta la estructura formal que se trate: para manifestar lo que uno está hablando, es decir, el logos es una especie de poner de manifiesto. Esto se ve con mayor precisión en el sentido aristotélico de
HOBCJPB: "dejar que algo está por
verse." Logos tiene el carácter de dejar que lo que se habla se manifiesta a partir de la materia hablada . El habla hace patente aquello de que “se habla” en el habla 6 porque permite ver desde el ente que se mienta a una suerte de “espectador” o “audiencia”. El
logos a partir de su sentido apofántico, expresa su patente en su “poner de
manifiesto” en la voz donde se expresa fonéticamente, se convierte en lenguaje en el
sentido de una pronunciación de vocales en las palabras, sonidos que hacen visible algo
.
Sin embargo, no a todo hablar le va la cualidad de manifestar de lo que se habla, el ejemplo al que alude Heidegger es el ruego, que se encuentra ajeno a juicios de valor tales como la verdad o la falsedad, ya que éste hace patente pero de un modo distinto. 7 El logos cobra su significado en el sentido de
>QB, como des-velamiento o no-
ocultamiento del ser del ente enunciado por el “da-sein” cuando pone en manifiesto el ser del cual se está hablando, extrayéndolo del ocultamiento, es decir, es descubierto. Heidegger en dicho apartado, sugiere una bella metáfora, en la cual se sitúa a la luz como el reflejo inmediato del ser. La luz por sí misma comprende a la sombra, la luz es tan ligera que su liviandad la vuelve efímera y se escapa fácilmente entre la penumbra, donde lo que pesa irreductiblemente es la sombra; tal como el ser que no tiene forma y sólo se muestra en sutiles claros de luz que develan momentos, que enseguida se ocultan entre las sombras. Los fenómenos son la totalidad de los entes que tiene la posibilidad
"íd., 6&.=7. "íd., 6&. =7.
S
de mostrarse a la luz en un nivel óntico y acceder a ellos de distintos modos, con diferentes significados. Su proceso de mostrarse coincide con el aparecer ante los ojos, sin embargo, el ser no es causa del aparecer y el fenómeno nunca es reductible al término de apariencia -porque se estaría determinando al ser por medio de lo ente- pero dicha apariencia necesita siempre del fenómeno; lo que eventualmente nos permite ver el ocultamiento. El fenómeno que se muestra en sí mismo como carácter de los entes. Como se había hecho mención anteriormente, el logos saca del ocultamiento al ente en el momento en que se “dice algo” de el, se habla para revelarlo de la no-presencia. Logos, en su sentido original es habla y es el fenómeno primero del lenguaje; en sentido
ontológico hace patente aquello de lo que se habla. Al hablar, se conjugan sonidos que siempre avistan algo, el ser se muestra y siempre adviene: se mira con el sonido de la voz. En el nivel del lenguaje se encuentra la pre-comprensión, que atraviesa para llegar a la comprensión, es decir, de-mostrar el ser de los entes. El habla al ser fonética, requiere de escucha y silencio como elementos que la constituyen como fenómeno; el habla es vitalidad y fluir de la palabra. Del silencio se parte como menester de distinción entre el lenguaje y el habla por sí misma, ya que el lenguaje es un sistema de significaciones y conceptos ya establecidos, donde evidentemente la afonía no tiene lugar. El habla es un sistema abierto siempre verdadero –o positivo- y ajeno de valoraciones, por el contrario, al lenguaje es ineludible atribuirle valores como verdadero o falso, que ya juegan un papel en el razonamiento y por tanto, en la determinación. Sin embargo, únicamente por que el habla acontece cabe la posibilidad de que exista el lenguaje y en el mismo una concordancia entre el ente del que se habla, que actúa cuando lo saca del ocultamiento, como se había dicho anteriormente lo descubre y lo
trae de la no-presencia porque su fin es definirlo cuando se posa “ante los ojos”. El oír , descubre siempre sonidos en la escucha y el silencio –se conforma de ambas acciones-, del mismo modo en el que ver descubre siempre colores con el simple y trivial acto de dirigir la vista, el ver como un acto de discernir donde la mirada se posa. Los sentidos acontecen en el logos originalmente “verdadero” en la simple percepción, 8 la TJQJQ, que es lo verdadero por excelencia, lo estético y sensible, como posibilidad del ente de hacerse visible o patente cuando se nombra o se ve. En la
TJQJQ no existe
posibilidad de verdad o falsedad, sino que por sí misma es verdadera de origen, sin embargo, no basta para el acceso adecuado al “ser”. Demuestra las determinadas características en cuanto tales del ente, en las que debe ver “a través” para llegar al desvelamiento. En la
TJQJQ adviene el sentido, en el sentir mismo como ya hemos dicho
ya deviene un logos, por tanto, se puede dudar del ente pero jamás del sentir. La
TJQJQ, la percepción en su original sentido es garantía del ser-en-el-mundo. En tanto que es verdadera, se oculta; la percepción es fugacidad que acontece en instantes que la encubren continuamente y siempre se está mostrando en infinitivo. La
TJQJQ es tan
efímera como un segundo, de suerte que, se nos presenta en el advenir del mundo, un encontrarse incesante que decanta en la familiaridad del entorno con base en el cambiante “estado de ánimo”, es decir, lo sensible. Se nos abre el mundo dependiendo de la percepción de la mirada. El mundo en tanto realidad, se abre como lo que acontece con el extrañamiento, que sucede únicamente por instantes que irrumpen la nada, momentos en que se rompe la familiaridad y el mundo se muestra inhóspito. El logos, como el lugar de reunión de la cosa, el habla como prestar oídos a la palabra; es entonces cuando surge el pensar. El pensamiento adviene en el hombre, mas no, es producto del mismo. El “da-sein” no es creador ni fundamento del pensamiento, no es V
"íd., 6&. ==.
conceptualización, sino un devenir del ser. Una vez que se comprende el devenir, se propicia el diálogo pensante convocado por el ser al pensarlo. Lo hablado nunca es lo dicho, el ser reside en el silencio, siempre acontece un momento en que se impone silencio en el diálogo y lo único que queda es la contemplación del mundo. Entre el theorein y el thauma, hay noein, es decir, intuición que por su naturaleza no puede ser enunciada; es imposible traducirla en palabras. Dicho noein, Heráclito lo pensaba como una preparación para re-conocer la racionalidad de lo real como sentido, como lo que hace ser a las cosas lo que son, desde donde nace la inferencia del
>?@BC, de la >QB
y &or tanto, a"la. :e ®unta &or el sentido del ser desde el lengua)e, %ane)ar las cosas en tanto $ue algo, co%o una &re3co%&rensión $ue &er%ite llevar a ca"o nuestros fines. El ser en tanto $ue er%en!utica. El ser no va en &os, ni &ersigue nada, no tiene &rinci&io ni fin, sino $ue ay co &ertenencia entre el 'da3sein( y el ser.
Bibliografía.
Aristóteles, Metafísica, W9;;VX Ed. Alian+a, Madrid, Yrad. María Luisa Alía Al"erca8eidegger, Martin, El Ser y el Tiempo, W9;/;X Ed. FE. M!5ico, Yrad. Zos! Gaos- 6&. //3=.