Sindrome de asperger, un trastorno del espectro autista El sindrome de Asperger es un trastorno de tipo neurobiológico que forma parte de un grupo de condiciones llamadas desórdenes del espectro del autismo. El término “espectro autista” se refiere a una variedad de discapacidades del desarrollo que incluye el autismo y otros trastornos con características similares. Se conocen como trastornos del espectro debido a que cada uno puede aparecer en distinta combinación y en diferentes grados de gravedad: dos niños con el mismo diagnóstico, aunque pueden compartir ciertas pautas de comportamiento, pueden exhibir una amplia gama de destrezas y habilidades. Como resultado, los términos generales como “bajo funcionamiento”, “alto funcionamiento”, “tendencias autistas”, “trastorno generalizado del
desarrollo”, y otros términos se utilizan a menudo para describir a los niños cuyos comportamientos entran dentro de dicho espectro. Los niños con sindrome de asperger comparten muchos de los mismos síntomas que las personas con “autismo de alto funcionamiento”. Se estima que más de 400.000 familias se ven afectadas por el sindrome de asperger. Debido a que los casos más leves se han identificado con mayor frecuencia, la incidencia parece ir en aumento. Sin embargo, al igual que ocurre en otros trastorno del espectro autista son difíciles tanto a la hora del diagnostico como en el tratamiento. Acerca del Sindrome de Asperger El trastorno lleva el nombre de Hans Asperger, un pediatra nacido en Viena que en 1940 describió por primera vez un conjunto de patrones de comportamiento de sus pacientes que en su mayoría eran varones. Asperger notó que aunque estos niños con una inteligencia normal así como un desarrollo del lenguaje ordinario, detecto ciertas carencias en las habilidades sociales como, no ser capaz de comunicarse de forma correcta con los demás o una deficiente habilidad motora.
Según el instituto Americano, este desorden se diagnostica mas tarde que el autismo. Muchos niños son diagnosticados después de los 3 años, con más diagnósticos entre los cinco y los nueve años. El sindrome de asperger se caracteriza principalmente por una mala interacción social, obsesiones que pueden aparecer, expresiones extrañas y otros gestos peculiares. Los niños normalmente carecen de una expresión facial “normal” y tienen dificultades para leer el lenguaje corporal de los demás, pueden mostrar rutinas obsesivas y mostrar una sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales (por ejemplo, pueden ser molestados por un destello de luz que no molesta a nadie mas, puede taparse los oídos para evitar el ruido ambiental, también muestran predilección ante el material de la ropa que usan, vistiendo siempre por ejemplo algodón). En general las personas con sindrome de asperger son perfectamente funcionales en la vida cotidiana, pero tienden a ser socialmente inmaduros y pueden ser visto por otros como raros o excéntricos. Sindrome de asperger en adultos Los adultos con sindrome de asperger tienen problemas para demostrar empatía por los demás y las interacciones sociales siguen siendo difíciles. Los expertos dicen que el trastorno del espectro autista sigue un curso continuo y normalmente dura toda la vida. Sin embargo, los síntomas pueden aparecer y desaparecer con el tiempo y la intervención temprana suele ser muy útil.