1. Tecnología de la conservación de la energía La energía desempeña un papel fundamental en el desarrollo de todos los sectores productivos cuya utilización debería realizarse con alta eficiencia, bajo impacto medioambiental y al menor coste posible. El consumo de energía se ha ido incrementando unido a la producción de bienes y servicios. Históricamente, el desarrollo económico ha estado estrechamente correlacionado con un mayor consumo de energía y un aumento de las emisiones de GEI (Gas de Efecto Invernadero), lo que ha generado importantes impactos ambientales y una fuerte dependencia de fuentes de energía alóctonas. Las energías renovables pueden ayudar a romper esa correlación, contribuyendo al desarrollo sostenible. En estos momentos de crisis, la estrategia de futuro Europa 2020 propone como uno de los tres pilares del desarrollo, el crecimiento sostenible, definido como la promoción de una economía que haga un uso más eficaz de los recursos, que sea más verde y competitiva. Las empresas son grandes consumidoras de energía para proporcionar bienes y servicios a la sociedad, y en estos momentos disponen de opciones factibles para disminuir su consumo energético, mediante actuaciones que favorecen además la reducción de gastos, el aumento de la competitividad y la innovación tecnológica. tecnológica.
1.1.
Algunos Principios importantes Los mejoramientos importantes de la productividad a menudo proceden de ahorros de materiales y energía. Las materias primas representan aproximadamente el 40 por ciento de los costos totales de la producción nacional por término medio; si se incluye la energía, esta cifra aumenta considerablemente. Una mala práctica de los operadores, una mala disposición y un espacio insuficiente para el almacenamiento pueden agravar los problemas de manipulación de los materiales y originar un mo vimiento excesivo. Un objetivo importante de cualquier programa de mejoramiento de la productividad debe consistir en sugerir métodos para mantener el volumen de la producción al mismo tiempo que se reduce el consumo de energía y materiales, y para sustituir materiales
y piezas de repuesto caros por otros más baratos. Alternativamente, un programa de productividad debe indicar formas de producir más con una cantidad dada de materias primas. El mejoramiento de la productividad depende asimismo de la elección y utilización óptima de materiales y fuentes de energía. Las compañías manufactureras normales gastan entre el 30 y el 80 por ciento de su cifra de ventas en comprar materias primas y energía. Sin embargo, frecuentemente menos de las tres cuartas partes de lo que se compra se incorpora realmente al valor completo del producto acabado. En el curso de los centenares de operaciones que se ejecutan en un mes se produce un desperdicio de un 5 a un 10 por ciento de materias primas y energía. Esto se debe a numerosas razones, y la dirección puede hacer poco al respecto. No obstante, los gerentes sí pueden luchar contra el desperdicio del 2 al 3 por ciento de los materiales y la energía que se produce entre la última hora y los últimos cinco minutos del proceso de producción, debido a unas pocas causas bien conocidas. Son los operadores de las máquinas y los capataces quienes realmente controlan la utilización de los materiales, la energía y las máquinas, pero los directores, los ingenieros de producción y el personal que vela por la calidad tienen tres importantes responsabilidades en este sector: Hacer físicamente posible que los obreros y los capataces reduzcan el desperdicio que se produce en el proceso, por causa de unos pocos factores conocidos.
Delegar responsabilidades para que los obreros y los capataces puedan controlar las operaciones de que son responsables.
Velar por que se consigan resultados.
1.2.
Programas de conservación de la energía La mayor parte de la energía utilizada en la producción y en los servicios industriales termina por escaparse a la atmósfera. La
eficiencia térmica de la mayor parte de los hornos industriales oscila entre el 20 y el 40 por ciento, mientras que las calderas tienen una eficiencia térmica que va del 70 al 90 por ciento. La energía puede conservarse volviendo a utilizar el calor desechado o reorientando la energía mal utilizada. El éxito de cualquier programa de conservación depende en gran medida del compromiso de aplicarlo por parte de todos los miembros de la organización y de las costumbres y estilos de vida de sus gerentes y trabajadores. Por consiguiente, el elemento humano es la clave de cualquier programa eficaz de conservación. Como los trabajadores se guían por la dirección, ésta debe iniciar esfuerzos para conservar la energía. En el nivel técnico, debe esperarse que participen en la conservación de la energía los especialistas en ingeniería civil, mecánica, de combustibles, del calor, de la ventilación y eléctrica. Estos especialistas deben estudiar qué se puede cambiar y qué equipo se ha de comprar. Los directores y los supervisores deben contar con los conocimientos técnicos de los ingenieros para reunir gran parte de la información básica que se necesita para mejorar la planificación. Con el fin de obtener los beneficios de la conservación de la energía, ha de realizarse una serie de tareas prácticas de gestión cerca del punto de control, por lo general en la máquina o en el lugar de trabajo. Unos instrumentos analíticos apropiados facilitan la comprensión del proceso y ayudan a encontrar la forma de mejorar el rendimiento; además, suelen hacer posible mejorar la operación antes de introducir cambios más permanentes. La política de la organización con respecto a la conservación de la energía debe basarse en lo siguiente:
Una estructura organizativa adecuada. La capacitación del personal El acopio y el análisis de datos operativos sobre la energía. El establecimiento de metas de conservación de la energía por el director responsable.
Los directores deben intercambiar información regularmente con el personal acerca de los problemas de conservación de la energía, indicar sus políticas y procedimientos, anunciar el lanzamiento del programa, verificar y supervisar la situación del programa e investigar por qué no se están alcanzando ciertas metas. Los directores deben apoyar igualmente el programa realizando personalmente esfuerzos para conservar la energía.
En un programa de conservación de la energía se debe analizar y evaluar sistemáticamente la situación real y promover medidas de conservación de la energía, elaborar planes prácticos, organizar su puesta en aplicación y evaluar los resultados. El mecanismo de acción podría ser un departamento de administración de la energía, un comité, un equipo de proyecto, etc. Por ejemplo, las empresas japonesas normalmente apoyan a sus pequeños grupos motivados mediante la constitución de comités de promoción de conservación de la energía, a cuyo frente está el director de la fábrica. Esos comités preparan planes prácticos y evalúan sus resultados. Los comités de conservación de la energía de Filipinas tienen primordialmente la responsabilidad de formular y aplicar programas para conservar la energía. Se puede designar un coordinador de la energía o un director de energía de tiempo completo para que presente informes a la dirección general. Algunos comités de conservación de la energía están encabezados por el presidente o el vicepresidente de la compañía. Entre las funciones típicas de un comité de conservación de la energía, cabe mencionar la planificación y la participación en estudios sobre el ahorro de energía; el establecimiento de métodos uniformes de registro, presentación de informes y contabilidad de la energía; la realización de investigaciones y la promoción de ideas sobre cómo mejorar la energía; la sugerencia de metas de conservación estricta de la energía y la transmisión de ideas sobre cómo alcanzarlas; la promoción de ideas y planes para recabar el apoyo y la participación del personal, y la planificación y realización de un programa permanente de actividades para estimular el interés por los esfuerzos de conservación de la energía. La conservación de la energía exige la cooperación de todos los trabajadores. Para que el programa tenga éxito, conviene crear un clima que sea propicio a la formulación de sugerencias en todos los niveles, al surgimiento de ideas y a la promoción de la toma de conciencia; todos los trabajadores deben comprender por qué el programa no puede funcionar sin ellos. Para que los trabajadores participen en los programas de conservación de la energía, es importante explicar de qué modo el aumento de los precios de la energía influirá en la supervivencia de la empresa y en su propio empleo; insistir en su función crucial en la conservación de la energía; poner de relieve las incoherencias entre un consumo excesivo de energía y los valores que defienden los trabajadores.
Al explicar a los trabajadores por qué deben conservar la energía, se ha de velar por que las metas sean realistas y alcanzables. Estudiar la conveniencia de compartir las ganancias de la conservación de la energía con los trabajadores; fomentar una competencia razonable entre los departamentos y los turnos; eliminar los temores innecesarios de que las medidas se adoptarán a expensas de las condiciones de trabajo, y reconocer los esfuerzos y realizaciones de los individuos y los departamentos. La formación es también un buen instrumento, no sólo para aumentar la toma de conciencia, sino para responder a preguntas técnicas sobre cómo conservar la energía. 1.3.
Eficiencia energética Podemos reducir nuestro consumo de energía utilizándola de forma más eficiente, invirtiendo en equipamiento energéticamente eficiente y en medidas de ahorro energético, así como adoptando un estilo de vida más sostenible con respecto al uso de la energía, es decir, cambiando nuestro comportamiento. El camino hacia la eficiencia energética en las empresas tiene que recorrerse adoptando estrategias encaminadas hacia:
Diversidad energética
Reducción de la demanda
Energías renovables
Innovación
Autoconsumo a través de microrredes
Modificación de hábitos
Reducción de la demanda energética La gestión de la demanda de energía se revela cada vez más como un elemento fundamental de la política energética. La reducción de la demanda permite avanzar, de la forma más económica posible, hacia los objetivos de reducción del coste de aprovisionamiento de energía, de minimización del impacto ambiental, y de incremento de la seguridad energética. La Unión pretende que la eficiencia energética juegue un papel fundamental en el escenario energético europeo, lo que
relaciona explícitamente con sus objetivos en materia de cambio climático.
Diversidad energética Tener diferentes fuentes de generación de energía permite contar con un sistema eléctrico sólido y confiable. Hoy en día, los avances tecnológicos permiten contar no sólo c on sistemas tradicionales como las plataformas de generación térmica o hidráulica, sino también con tecnologías capaces de originar electricidad a partir energías renovables.
Máximo aprovechamiento del uso de energías renovables Las energías renovables son recursos limpios y casi inagotables que nos proporciona la naturaleza. Además, por su carácter autóctono contribuyen a disminuir la dependencia de los suministros externos, aminoran el riesgo de un abastecimiento poco diversificado y favorecen el desarrollo tecnológico y la creación de empleo.
Innovación tecnológica La innovación tecnológica está íntimamente relacionada con la eficiencia energética y la búsqueda de mejoras en los procesos industriales que requieran menos energía para generar bienes y servicios.
Autoconsumo a través de micro redes Cuando hablamos de autoconsumo de energía, se considerará el autoconsumo total (la energía producida se consume íntegramente en la red interior a la que se conecta la instalación) y el autoconsumo parcial (parte de la energía generada no se consume en la red interior y se vuelca a la red de distribución). Las micro redes ofrecen inteligencia y la oportunidad de gestionar y distribuir la energía, mejorando la escalabilidad de la demanda, la confiabilidad de la red, las nuevas aplicaciones y la capacidad para que el consumidor pueda gestionar mejor los costes, al tiempo que le permite operar en un mercado energético en tiempo real.
Modificación de los hábitos de consumo El comportamiento energético o bien es consecuencia de la adquisición de un equipo o bien es un hábito de conducta. El primer caso generalmente implica la adquisición de nueva tecnología, tal vez la compra de un nuevo electrodoméstico, mientras que los hábitos son consecuencia de una conducta
rutinaria; por ejemplo, apagar siempre las luces al salir de una habitación. Una de las claves de la eficiencia energética es administrar los recursos energéticos de un modo hábil y eficaz, que incluya cambios de comportamiento en el uso de la energía. Recuerde: La implicación de todo el personal de la empresa es imprescindible para el ahorro de energía y la eficiencia energética.
1.3.1. ¿Por qué es importante? No cabe duda de que el ahorro de energía (consumo responsable) y el uso eficiente de las fuentes de energía resultan esenciales para el futuro de todos los habitantes del planeta. Pero también, ahorrar energía en nuestra empresa nos va a proporcionar mejoras tanto económicas como ambientales, además de otros beneficios para la organización.
Beneficios del ahorro de energía y la eficiencia energética en la empresa.
1.3.2. Eficiencia energética en iluminación El coste de la energía constituye uno de los factores de mayor peso dentro de los costes totales de los procesos productivos.
Reducción de la dependencia energética exterior El origen de la energía consumida actualmente proviene de combustibles fósiles extraídos en terceros países.
Disminución de las emisiones de co2 El dióxido de carbono resultante de la combustión de combustibles fósiles es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la actividad humana, por lo que una disminución en el consumo de energía y el cambio de combustibles fósiles por energías renovables favorece la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.
Mejora de la competitividad La reducción de la cantidad de energía consumida para la generación de productos y servicios finales obtenidos favorece la competitividad de la empresa.
Potencia la incorporación de la innovación tecnológica La búsqueda de la eficiencia energética va ligada a la innovación.
Mejora en el rendimiento de los equipo El aumento en el control y seguimiento de equipos y el incremento del mantenimiento favorece la mejora del rendimiento, lo que además de favorecer la reducción del consumo de energía, fomenta la mejora del proceso productivo.
Promoción de la sostenibilidad económica, empresarial y ambiental Fomenta su imagen corporativa y contribuye a la integración de criterios de responsabilidad social empresarial.
Nueva cultura del ahorro en la empresa La implicación de todo el personal en el uso eficiente de la energía puede resultar un factor motivador y diferencial en nuestra empresa.
Zonificación y horarios El alumbrado debe estar suficientemente zonificado, de forma que las instalaciones estén divididas en zonas (interruptores) de forma razonable por funcionamientos afines: horarios, ocupación y aportación de luz natural para no incurrir en gastos extras de iluminación, al evitar alumbrar zonas desocupadas, o superar o no llegar a las necesidades reales de iluminación.
Iluminación localizada Una buena idea. Una lámpara junto a un puesto de trabajo permite poder prescindir, en algunos casos, de la iluminación general y puede facilitar que se cumplan las exigencias de cantidad de luz para tareas concretas. En función del uso de cada zona, puede utilizar los consejos sobre regulación con interruptores y detectores de presencia indicados en el siguiente cuadro.
1.3.3. Eficiencia energética en equipos de oficina Los equipos informáticos y sus conexiones a la red apenas representan un 2% de la demanda energética. No obstante, es recomendable mantener pautas de ahorro y eficiencia energética en estos equipos de uso extendido en nuestras empresas.
Apague los equipos cuando no los esté utilizando: ordenador, impresoras, escáner, etc. Si un ordenador tiene que dejarse trabajando muchas horas, puede apagar la pantalla, que es lo que más consume. Apagar por las noches los equipos que no necesitan funcionar puede suponer un ahorro del 10%. Escoja los equipos de menor consumo energético: Por ejemplo, los ordenadores portátiles y las pantallas planas consumen menos energía. Compruebe el etiquetado y rendimiento energético de cada equipo. Para pausas cortas desconecte la pantalla de su pc: que es la responsable de la mayor parte del consumo energético. Ahorrará energía y evitará tener que reinicializar todo el equipo. Active las funciones de ahorro energético: que para que el ordenador se apague de forma automática cuando detecta que no se está usando, pero asegúrese de comprobar que está bien programado. Apague su impresora durante la noche y los fines de semana, así como siempre que trabaje con el ordenador y no precise de los servicios de la misma.
1.3.4. Eficiencia energética en sistemas electrónicos industriales El funcionamiento de la maquinaria, es sin duda, el gran consumidor de energía en el sector industrial. Dependiendo de los procesos, el consumo por el funcionamiento de la maquinaria f luctúa entre el 65 y el 80% del consumo total de energía de una empresa. Automatice su proceso: la automatización como herramienta para el ahorro energético. Dado que la automatización e instrumentación es cada vez más común en las industrias de diversos tipos, es importante conocer como éstas pueden ser usadas como unas herramientas poderosas para alcanzar la eficiencia energética en una empresa. Los pasos que debemos seguir conseguir ahorros energéticos mediante la automatización de los procesos industriales son los siguientes:
a) Mida: identifique y monitoree aquellos puntos críticos del proceso con alto consumo energético, instale instrumentos para visualizar los consumos, realice seguimiento y registre los datos. Recuerde:
En el mercado existe una extensa oferta de equipos de medición. Escoja el que mejor se adapte a sus necesidades.
b) Analice el proceso: Realice un análisis de su proceso, revisando variables, rangos, tolerancias, capacidades para flexibilizar el proceso y buscar la reducción gradual del consumo de energía del mismo. Todo proceso es susceptible de mejorar.
Por ejemplo: La instalación de autómatas programables para el control de procesos productivos permite ajustar los tiempor de desarrollo de actividades de forma muy precisa. Programe su autómata para suministrar en cada momento la energía necesaria a una actividad, sin malgastar energía que no va a utilizar.
c) Identifique las oportunidades de ahorro: una vez identificadas las variables críticas y analizado el proceso, identificaremos aquellas oportunidades de mejora. Escoja las soluciones que maximicen el ahorro energético en relación a la inversión y sean sencillas de implementar. d) Implemente las mejoras Generalmente implementar una mejora implica una modificación del estado actual de los sistemas, equipos o procedimientos. Es entonces que resulta importantísimo y fundamental consensuar, planificar, y supervisar antes y después la mejoras a implementar. Involucre a todos los que se van a ver afectados por las mejoras implantadas. e) Comunique los resultados: No se olvide de comunicar los resultados obtenidos con el proceso de automatización. Informe a sus trabajadores sobre las mejoras obtenidas, los ahorros logrados. Recuerde la importancia de reconocer el esfuerzo realizado por todos. Comunique a sus stakeholders los procesos de mejora implementados y los resultados obtenidos.
1.4.
Gestión de la energía de la empresa Un Sistema de Gestión de Energía se define como el conjunto de elementos interrelacionados o que interactúan entre sí para establecer la política energética, los objetivos energéticos y los procesos y procedimientos para alcanzar dichos objetivos. Con la finalidad de dar soporte a la política medioambiental de la Unión Europea, y frente al reto de su estrategia 20-20-20, se aprobó en primera instancia una norma certificable, la EN16001, que garantizaba en una organización su compromiso respecto a la eficiencia energética, que en junio de 2011 dio lugar a la publicación de la Norma ISO 50001:2011 sobre Sistemas de Gestión de la Energía. El documento se basa en los elementos comunes que se encuentran en todas las normas ISO sobre gestión de sistemas, asegurando un alto nivel de compatibilidad con la norma ISO 9001 (gestión de calidad) e ISO 14001 (gestión ambiental). Es una norma basada en el concepto de mejora continua.
El concepto de mejora continua lleva asociada la necesidad de registrar la información para su posterior análisis, de forma que se pueda comprobar si se están cumpliendo los objetivos marcados, y
realizar un seguimiento de los planes de acción de mejora del rendimiento energético diseñado e implantado. De no ser así, se tomarán las medidas oportunas. El esquema básico de la planificación de la gestión energética se fundamenta en el estudio de los usos y consumos de energía, la identificación de las fuentes de energía y de las variables que afectan al uso de la energía. Requiere una revisión energética en el que el análisis de los usos y consumos de energía nos identifique las áreas de uso y consumos significativos de energía y nos permita proponer oportunidades para la mejora de la eficiencia energética. Con esta revisión se establecerá la línea de base que se define como una referencia cuantitativa que sirve para la comparación del rendimiento energético; fijaremos indicadores de rendimiento energético (EnPi) en los que se relacione consumo energético con otra variable de referencia, por ejemplo kWh/m2, kWh/pieza. Finalmente se aprobarán unos objetivos de mejora y unos planes de acción para llegar a alcanzarlos.
• Pasado y presente de los usos de la energía. • Identificación fuentes de energía. • Variables que afectan al uso y rendimiento.
Entradas Planificación
Revisión energética
• Análisis de usos y consumos de energía. • Indentificación de áreas de usos y consumos significativos. • Determinarcion de oportunidades para la mejora del rendmiento energético
• Línea base. ••EnPi's. ••Seguimiento de objetivos. ••Planes de acción.
Salidas Planificación
Las prácticas de la gestión de energía sostenible pueden reducir costos y sumar ventaja competitiva. Todo plan de negocios empresarial en el que se propongan estrategias de reducción de costos, debería incluir un análisis del modo de reducir el consumo de energía. Tal reducción no sólo se refleja en las ganancias netas, sino que dada la disminución de los recursos y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, también ayuda al planeta.
Cuando los beneficios pueden medirse, es sencillo justificar una inversión en proyectos de eficiencia porque: Se generan ahorros considerables en costos operativos y de mantenimiento al aumentar la eficiencia y reducir el impacto ambiental. Se aumenta la resistencia a las fluctuaciones de los precios de la energía. Se disminuyen los riesgos financieros derivados de las reglamentaciones en materia de emisiones y sistemas de tope y canje (cap and trade). Se asegura una ventaja competitiva adoptando prácticas orientadas a la eficiencia energética que afianzan la fidelidad del cliente, atraen talento y aumentan el valor del negocio. Se aumenta el valor para los accionistas mostrando responsabilidad energética y ambiental.
1.5.
Diferencia entre la tecnología de energía y la tecnología de conservación de la energía La tecnología de energía se ocupa para el conocimiento y refinamiento de las fuentes de energía, soluciones de almacenamiento, y tecnologías que proporcionan las cosas más básicas de hoy en día: energía. Cuanto mayor sea el nivel desarrollado, más eficientes serán los sistemas. La conservación de la energía sólo se puede conseguir si se introduce un plan de gestión de la energía con un seguimiento riguroso y metas de progreso. La motivación de la mano de obra es esencial y sólo es posible si existe un compromiso abierto al más alto nivel.