SENA Sistema de Evaluación de Niños y Adolescentes (Secundaria-Au (Secundaria-Autoinforme) toinforme)
n
a
l oi s e f o r p e m r of
Autores: Informe: TEA Ediciones Solución informática: X. Minguijón Diseño: R. Sánchez
nI
Id:
L I F R E P
Marcos
Edad:
13 años
Baremo:
Población clínica, 12 a 15 años, varones + mujeres
Inconsistencia Impresión negativa Impresión positiva
0,9
Problemas exteriorizados Problemas de atención ATE Hiperactividad-impulsividad HIP Problemas de control de la ira IRA AGR Agresión Conducta desafante DES ANT Conducta antisocial Otros problemas SUS Consumo de sustancias ESQ Esquizotipia Problemas de la conducta alimentaria ALI Problemas contextuales FAM FA M Problemas familiares Problemas con la escuela ESC COM Problemas con los compañeros ESCALAS DE VULNERABILIDADES
REG BUS
Problemas de regulación emocional Busqueda de sensaciones ESCALAS DE RECURSOS PERSONALES
AUT SOC CNC
Autoestima Integración y competencia social Conciencia de los problemas
20/04/2017
3 2
Normal Normal Normal T
GLO Índice global de problemas EMO Índice de problemas emocionales CON Índice de problemas conductuales Índice de problemas en las funciones ejecutivas EJE CTX Índice de problemas contextuales REC Índice de recursos personales
Problemas interiorizados DEP Depresión ANS Ansiedad ASC Ansiedad social SOM Quejas somáticas PST Sintomatología postraumática OBS Obsesión-compulsión
Fecha de aplicación:
PD
ÍNDICES GLOBALES
ESCALAS DE PROBLEMAS
Varón
Autoinforme
Responsable de la aplicación: ESCALAS DE CONTROL
INC NEG POS
Sexo:
10
20
30
40
50
60
70
80
90
54
57 56 46
76 18
PD
T
3,7
71
2,9
52
4,9
78
2,1
49
1,7
45
1
36
2,1
42
1,8
42
4
66
1,7
53
2,3
55
1,1
45
1,8
63
1,3
45
1,6
47
3,1
70
3,4
62
2,6
73
PD
T
3
56
1
36
PD
T
1,9
27
1,6
20
2,7
47
NOTA: NOT A: T, T, escala típica con media = 50 y desviación típica = 10.
10
20
30
40
50
60
70
80
90
El SENA, Sistema de Evaluación de Niños y Adolescentes , contribuye a la detección de un amplio espectro de problemas emocionales y de conducta. Asimismo, proporciona información relativa a ciertas áreas de vulnerabilidad psicológica que pueden favorecer el inicio o el mantenimiento de tales problemas. Finalmente, evalúa la presencia de recursos personales que contribuyen a una mejor adaptación de la persona a su entorno. A lo largo de este informe se examinan las puntuaciones de la persona evaluada en las distintas escalas e índices y se proporcionan claves clínicas que pueden resultar útiles con fines de prevención, detección e intervención. Con este objetivo el informe se estructura en los siguientes grandes apartados: • Escalas de control • Índices globales • Escalas de problemas • Escalas de vulnerabilidades vulnerabilidades • Escalas de recursos personales • Ítems críticos Debe tenerse en cuenta que este informe se ha elaborado de forma automática en función de las respuestas que ha dado la propia persona evaluada al cuestionario SENA Autoinforme y atendiendo exclusivamente a sus puntuaciones más destacadas. Por lo tanto, este informe del SENA refleja los pensamientos, emociones y comportamientos que la propia persona evaluada ha indicado en la prueba de acuerdo a su punto de vista. Esto hace que la valoración e interpretación de este informe deba realizarse de forma conjunta con todos los datos adicionales provenientes de otras fuentes de información. Ha de advertirse que el significado otorgado a una determinada puntuación en una escala deberá matizarse o ajustarse de acuerdo al resto de información disponible sobre la persona evaluada, tales como su historial, el comportamiento observado, el contexto específico de la evaluación y otras fuentes de información alternativas. Este informe debe considerarse meramente como una fuente más de información y de hipótesis interpretativas basadas en las respuestas proporcionadas por un informador en particular. Ninguna decisión o diagnóstico deberá basarse aisladamente en la información aquí contenida. El profesional deberá contrastar las sugerencias interpretativas contenidas en este informe con la información adicional disponible y determinar la idoneidad de estas afirmaciones. El profesional, como resultado de sus consideraciones, podrá adaptar, añadir y cambiar los contenidos de este informe de acuerdo a sus propios criterios, realizando así un informe definitivo ajustado a la persona evaluada. Este informe tiene un carácter orientativo para los especialistas y no está destinado a las propias personas evaluadas ni a sus familiares.
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ESCALAS DE CONTROL
Las primeras puntuaciones que deben ser examinadas son las obtenidas en las escalas de control, ya que pueden informar acerca de tendencias o sesgos de respuesta que afecten a la interpretación final del resto de escalas e índices del perfil de resultados. Las escalas Inconsistencia, Impresión negativa e Impresión positiva se sitúan en el rango normal, por lo que se puede proceder a interpretar el resto de puntuaciones del SENA. ÍNDICES GLOBALES
Una vez examinada la información que proporcionan las escalas de control, la siguiente información sustantiva que proporciona el perfil de resultados del SENA se refiere a los índices globales. Estos índices permiten obtener una visión general de la persona evaluada y realizar un primer acercamiento a los resultados. No obstante, se ha de recalcar que la información que proporcionan estos índices siempre deberá ser complementada y matizada con la información específica de las escalas del SENA, que se comentan más adelante en este informe. El Índice global de problemas constituye la información más global que proporciona el SENA. Se trata de un índice combinado de problemas que permite resumir en una única puntuación el nivel de malestar y afectación general que presenta la persona evaluada de acuerdo a la información que ella misma proporciona. La puntuación en este índice muestra que la persona evaluada no muestra una afectación global destacada, reflejando de forma general un ajuste psicológico normal. No obstante, conviene matizar esta conclusión por la presencia de algunas dificultades específicas que deberán ser examinadas en detalle. Concretamente, preste atención a los resultados en las escalas Depresión, Ansiedad social, Problemas de control de la ira, Consumo de sustancias, Problemas familiares, Problemas Problemas con la escuela y Problemas con los compañeros. El Índice de problemas emocionales resume el nivel de problemas interiorizados que presenta la persona y es, por tanto, un indicador del grado en que muestra alteraciones emocionales y sintomatología relacionada con problemas afectivos y del estado de ánimo. Se conforma a partir de las escalas Depresión, Ansiedad, Ansiedad social, Quejas somáticas, Sintomatología postraumática y Obsesión-compulsión. Obsesión-compulsión. La puntuación en este índice muestra que la persona evaluada presenta en general un ajuste emocional adecuado. No obstante, conviene matizar esta conclusión por la presencia de algunas dificultades específicas que deberán ser examinadas en detalle. Concretamente, preste atención a los resultados en Depresión y Ansiedad social. El Índice de problemas conductuales es un indicador de aquellas manifestaciones comportamentales externas y disruptivas que irrumpen en el entorno generando conflictos interpersonales y dificultando el desarrollo normal de las actividades. Este índice se obtiene a partir de las escalas Problemas de control de la ira, Agresión, Conducta desafiante y Conducta antisocial. La puntuación en este índice muestra que la persona evaluada no parece presentar
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comportamientos disruptivos No obstante, conviene prestar atención a algunas dificultades que deberán ser examinadas en detalle en Problemas de control de la ira. El Índice de problemas en las funciones ejecutivas hace referencia a un conjunto de funciones de orden superior encargadas de regular y supervisar el propio comportamiento para ajustarlo a las demandas del entorno y a las tareas que se han de realizar. Este índice se obtiene a partir de las escalas Problemas de atención, Hiperactividad-impulsividad y Problemas de regulación emocional. La puntuación en este índice muestra que la persona evaluada presenta una capacidad normal para su edad para controlar y dirigir su atención y su comportamiento, para inhibir las respuestas inadecuadas, para adaptar su comportamiento a distintos contextos y demandas y para regular sus emociones. El Índice de problemas contextuales evalúa el grado de malestar general, insatisfacción y tensión percibido por la persona evaluada en los contextos familiar y escolar. Refleja en qué medida la persona evaluada afirma tener problemas relevantes y significativos en los entornos en los que se desenvuelve durante la mayor parte del tiempo. Se calcula a partir de las escalas Problemas familiares, Problemas Problemas con la escuela y Problemas con los compañeros. La puntuación elevada en este índice sugiere que la persona evaluada presenta un alto grado de desajuste y muchas dificultades para adaptarse a los contextos en los que se desenvuelve habitualmente, así como una importante insatisfacción y tensión percibida en las relaciones que mantiene con las personas de estos entornos. Tales dificultades aparecen con relación a la familia y la relación con los compañeros. El Índice de recursos personales resume una serie de aspectos que contribuyen a que la persona evaluada esté mejor preparada para afrontar y responder eficazmente a las dificultades de su entorno. En otras palabras, es un indicador del grado de fortaleza y protección frente al desarrollo de futuros problemas psicológicos y del pronóstico favorable de una intervención. También es un indicador de la tendencia de la persona evaluada a experimentar emociones positivas. Este índice se obtiene a partir de las escalas Autoestima e Integración y competencia social. La baja puntuación en este índice sugiere que la persona evaluada presenta un repertorio de recursos psicológicos y sociales más reducido que el de otras personas de su edad, lo que probablemente le hace tener una menor resistencia ante las dificultades, así como un menor número de fortalezas en las que apoyar una posible intervención, lo cual puede dificultar los avances durante la misma. Conviene incidir especialmente en las dificultades observadas en Autoestima e Integración y competencia social. ESCALAS DE PROBLEMAS
En este apartado se describen las puntuaciones de la sección principal del perfil de resultados del SENA, las escalas de problemas, que permiten identificar aquellas áreas específicas en las que se concentran las dificultades de la persona evaluada. Únicamente se comentarán los resultados en aquellas escalas cuyas puntuaciones señalen la existencia de algún problema o dificultad en el área evaluada.
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Problemas interiorizados
El primer conjunto de escalas de problemas se refiere a los problemas interiorizados, es decir, problemas de naturaleza fundamentalmente emocional. Este bloque está conformado por las escalas Depresión, Ansiedad, Ansiedad social, Quejas somáticas, Sintomatología postraumática y Obsesión-compulsión. A continuación se describen los resultados en aquellas escalas que han mostrado cierta elevación que sugiere la existencia de problemas: La escala Depresión evalúa la presencia de un estado de ánimo disfórico, anhedonia, anergia, sentimientos de inutilidad y culpa, indefensión, desesperanza y algunos pensamientos relacionados con la muerte y el suicidio. La alta puntuación en esta escala indica que la persona evaluada presenta con mucha frecuencia un estado de ánimo triste o irritable. Asimismo, experimenta emociones positivas con poca frecuencia y no suele disfrutar con actividades agradables o juegos. Es posible que presente sentimientos de inutilidad, culpa, indefensión y desesperanza. Nótese que la persona evaluada también presenta ciertas dificultades exteriorizadas que se reflejan en las escalas Problemas de control de la ira, que se describirán más adelante. Cabría plantearse si los comportamientos disruptivos que se observan representan más bien una forma inadecuada de expresar y canalizar las emociones negativas experimentadas por la persona o si, por el contrario, la manifestación apática de la persona evaluada tiene que ver con dichos problemas de conducta. Simultáneamente, la escala Autoestima muestra un deterioro en esta área, lo cual sugiere que la persona evaluada tiene un bajo concepto de su valía personal. Se sugiere prestar atención a ambas áreas conjuntamente si se realiza alguna intervención, ya que la escasa seguridad en sí misma puede contribuir a los sentimientos de desesperanza y desilusión de la persona evaluada. La escala Ansiedad social evalúa la presencia de síntomas ansiosos específicamente relacionados con situaciones de tipo social en las que la persona teme ser evaluada o enjuiciada y, como resultado, se activa cuando interactúa con otras personas, especialmente con desconocidos, en situaciones grupales y en escenarios sociales en los que el enjuiciamiento y la crítica de los otros puede estar presente. La alta puntuación en esta escala indica que la persona evaluada experimenta un temor o ansiedad acusados en situaciones grupales o de interacción con otras personas. En estas situaciones aparecen con frecuencia sentimientos de vergüenza, de temor a hacer el ridículo, nerviosismo, inseguridad y tensión. Como resultado, es posible que la persona evite algunas situaciones sociales, lo cual podría desembocar en un déficit en la adquisición de habilidades sociales importantes. Todo ello podría estar relacionado con las menores habilidades sociales que se observan en la escala Integración y competencia social. Problemas exteriorizados
El segundo conjunto de escalas de problemas que incluye el SENA se refiere a los problemas
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exteriorizados. Estos problemas incluyen una serie de comportamientos que resultan disruptivos o perturbadores en el entorno en que se manifiestan. Este bloque está conformado por las escalas Problemas de atención, Hiperactividad-impulsividad, Problemas de control de la ira, Agresión, Conducta desafiante y Conducta antisocial. A continuación se describen los resultados en aquellas escalas que han mostrado cierta elevación que sugiere la existencia de problemas: La escala Problemas de control de la ira evalúa si existe una experimentación o expresión exagerada e inapropiada de la ira por parte de la persona evaluada que se manifiesta en comportamientos de tipo agresivo-impulsivo, sentimientos de rabia y en una percepción de pérdida de control. La puntuación media-alta en esta escala indica que la persona evaluada tiene algunas explosiones de ira que pueden manifestarse en gritos, enfados, golpes a objetos, etc. Estos comportamientos pueden ser resultado de ciertas dificultades para controlar, regular y expresar sus sentimientos de ira o enfado. Afortunadamente, Afortunadamente, las dificultades de la persona evaluada para controlar sus emociones de ira y enfado aún no han dado lugar a otros comportamientos más graves como pueden ser la agresión interpersonal o el enfrentamiento a sus padres u otras figuras de autoridad. No obstante, debe prestarse especial atención a estas dificultades ya que pueden evolucionar hasta dar lugar a este tipo de comportamientos, que tienen un carácter significativamente más grave. Debe considerarse la posibilidad de que las dificultades para controlar la expresión de la ira se relacionen con problemas interpersonales más específicos y, en concreto, dificultades de interacción con sus compañeros, tal y como sugiere la elevación en la escala Problemas con los compañeros. Otros problemas
Esta sección del perfil de resultados agrupa escalas que evalúan problemas específicos de gran importancia que, por sus características, no se pueden asignar claramente a ninguna de las categorías descriptivas anteriores. En concreto, se incluyen las siguientes escalas: Consumo de sustancias, Esquizotipia y Problemas de la conducta alimentaria. A continuación se describen los resultados en aquellas escalas que han mostrado cierta elevación que sugiere la existencia de problemas: La escala Consumo de sustancias tiene como objetivo identificar un posible consumo de sustancias problemático para el adolescente. Se presta especial atención al consumo de marihuana y al consumo excesivo de alcohol debido a la mayor frecuencia de su uso en estas edades aunque también se evalúa el consumo de drogas en general. La puntuación media-alta en esta escala indica que la persona evaluada presenta un consumo de sustancias que puede llegar a ser problemático, por lo que debería indagarse más sobre el mismo para delimitar su alcance y reducir dicho consumo. También podría suceder que la persona evaluada no consuma sustancias pero esté en un entorno en el que el consumo esté normalizado y las sustancias sean de fácil acceso, lo cual supone un riesgo para el inicio del consumo.
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Cabe mencionar la posible relación entre el consumo de sustancias y la presencia de problemas de control de la ira. Puede plantearse como posible hipótesis explicativa el papel que esté jugando el consumo de sustancias en la regulación emocional de la persona evaluada. Problemas contextuales
Las escalas incluidas en este último bloque de problemas permiten valorar las dificultades de adaptación de la persona evaluada a los principales entornos en los que tiene lugar su desarrollo. En concreto, se incluyen tres escalas: Problemas familiares, Problemas con la escuela y Problemas con los compañeros. A continuación se describen los resultados en aquellas escalas que han mostrado cierta elevación que sugiere la existencia de problemas: La escala Problemas familiares evalúa el grado de tensión, incomprensión y falta de apoyo familiar percibido por la persona evaluada. Refleja la percepción de la persona sobre su importancia relativa dentro de la familia, el estado de la relación y el grado de confianza e interés de su familia por ella. La alta puntuación en esta escala indica que la persona evaluada presenta problemas importantes en su relación familiar. Las tensiones, discusiones, críticas, enfados, celos o problemas de comunicación son bastante frecuentes y, como consecuencia, la persona evaluada percibe poco apoyo familiar y no suele recurrir a su familia cuando tiene problemas. Es posible además que muestre cierto enfado u hostilidad hacia su familia. Conviene evaluar en profundidad estas dificultades para poder intervenir en aquellos aspectos de la relación familiar que estén deteriorados y que impidan una adecuada convivencia. Es posible que el deterioro de la relación familiar esté estrechamente relacionado con las dificultades exteriorizadas que se describieron al examinar las puntuaciones en Problemas de control de la ira. Posiblemente, en la medida en que se intervenga para mejorar estos aspectos mejorará también la relación familiar. Los problemas emocionales de la persona evaluada, expresados en la elevación en Depresión y Ansiedad social, pueden estar contribuyendo al deterioro que percibe la persona evaluada acerca del grado de apoyo que recibe de su familia. La escala Problemas con la escuela expresa el nivel de rechazo de la persona evaluada hacia el colegio o instituto y, más en general, hacia el estudio o los aspectos académicos. Refleja una actitud negativa hacia la institución, el estudio y los profesores, así como una insatisfacción y un cierto nivel de malestar o incomodidad por acudir al centro educativo. Este malestar también se extiende a la relación con sus profesores. La puntuación media-alta en esta escala indica que la persona evaluada siente rechazo o malestar con relación al colegio o instituto o a los profesores y es posible que intente evitar este contexto. Posiblemente lo considere una fuente de insatisfacción, aburrimiento o tensión que no desea y esto puede aumentar el riesgo de absentismo escolar y de abandono de los estudios. Se recomienda examinar en mayor profundidad el origen del malestar (p. ej., si es un rechazo al estudio, a los profesores, a algún profesor concreto, al contenido académico, a los compañeros…) para poder tomar las medidas oportunas.
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Resulta especialmente relevante tener en cuenta la elevación en la escala Problemas con los compañeros, ya que las dificultades de relación con sus iguales en el contexto académico pueden ser la causa o estar acentuando el malestar que experimenta la persona evaluada en el contexto escolar. La última escala de este bloque, Problemas con los compañeros , evalúa el grado en que la persona evaluada se siente rechazada, aislada o poco integrada por sus compañeros en el colegio o instituto. Refleja el grado de tensión, incomprensión y falta de apoyo que la persona evaluada percibe por parte de sus iguales en el contexto escolar. La alta puntuación en esta escala indica que la persona evaluada se siente aislada o rechazada por parte de sus compañeros. Es posible que sus compañeros se burlen de ella, la critiquen o la agredan física o psicológicamente. Como consecuencia, la persona evaluada se encuentra insatisfecha en este entorno y percibe un escaso apoyo o amistad por parte de sus compañeros. Deberá realizarse una evaluación del problema con mayor profundidad, para lo cual conviene examinar el tipo de conductas concretas que estén teniendo lugar (p. ej., aislamiento, rechazo o acoso). La intervención en esta área deberá ser prioritaria, ya que es posible que la persona evaluada esté siendo objeto de acoso escolar. Es posible que los problemas emocionales identificados en Depresión y Ansiedad social estén estrechamente relacionados con los problemas con los compañeros descritos en esta escala, ya que se trata de un contexto muy habitual para la persona evaluada y que puede estar generándole un nivel de malestar intenso. Resulta bastante probable que las dificultades de integración social de la persona evaluada, expresadas en la escala Integración y competencia social, guarden mucha relación con los problemas con los compañeros, ya sea como causa de los mismos (es decir, que el déficit en habilidades sea el que dificulte su integración con sus compañeros o la sitúe en una situación de vulnerabilidad frente a los mismos) o como consecuencia (que los episodios de acoso escolar estén afectando a la capacidad de la persona para relacionarse con sus iguales de manera socialmente hábil). Probablemente se trate de una relación circular que se retroalimente, razón por la cual conviene intervenir lo antes posible para favorecer la integración de la persona evaluada en el aula. ESCALAS DE VULNERABILIDADES VULNERABILIDADES
Una vez identificadas las áreas problemáticas, el perfil psicológico de la persona evaluada puede complementarse con la información que proporcionan las escalas de vulnerabilidad que se describen en este apartado. La presencia de elevaciones en estas escalas, si bien no constituyen en sí mismas un problema, pueden suponer puntos débiles o factores de riesgo personal que, en conjunción con otras características, hacen más probable la aparición de problemas psicológicos y el aumento subsiguiente de dificultades de adaptación de la persona evaluada. Las escalas de vulnerabilidad incluidas en el perfil de resultados son: Problemas de regulación emocional y Búsqueda de sensaciones. Las puntuaciones en todas las escalas que componen esta sección se sitúan dentro de la normalidad, sin observarse ninguna dificultad significativa, por lo que no se describen los resultados en ninguna de ellas. ESCALAS DE RECURSOS PERSONALES
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Esta última sección del perfil de resultados del SENA está dedicada a las escalas de recursos personales o fortalezas, cuyo objetivo es detectar posibles puntos fuertes en los que apoyar la intervención o posibles áreas adicionales de intervención que faciliten una conceptualización más comprehensiva del caso. A continuación se describen los resultados en aquellas escalas que han mostrado cierta desviación de los valores medios, ya sea en sentido positivo o negativo: La escala Autoestima evalúa en qué medida la persona evaluada está satisfecha consigo misma y se valora positivamente. La baja puntuación en esta escala indica que la persona evaluada se siente insatisfecha consigo misma y probablemente se sienta insegura y menos valiosa o capaz que los demás. Esto puede constituir un factor de vulnerabilidad importante para el desarrollo o mantenimiento de otros problemas. Las dificultades de autoestima de la persona evaluada pueden estar en la base de algunas de las alteraciones emocionales que presenta, por lo que conviene explorar esta relación. La escala Integración y competencia social evalúa la habilidad de la persona evaluada para iniciar y mantener relaciones de amistad, para integrarse en grupos sociales y sentirse cómoda en ellos y, en general, para relacionarse de forma adecuada con los demás, haciendo especial hincapié en sus relaciones con los iguales (amigos, compañeros) dada la importante fuente de apoyo social que suponen. La baja puntuación en esta escala indica que la persona evaluada presenta dificultades para relacionarse con los demás y para desenvolverse cómodamente en las interacciones sociales. Le cuesta iniciar contactos con otras personas y no termina de sentirse integrada en los grupos en los que participa. Es posible que sus relaciones con sus amigos o compañeros no sean satisfactorias. Es bastante posible que las limitadas competencias sociales observadas estén estrechamente relacionadas con la ansiedad social que presenta la persona evaluada. Ambos aspectos tienden a retroalimentarse de tal modo que la ansiedad social conduce a una evitación de las relaciones sociales, lo cual a su vez dificulta la adquisición de las habilidades necesarias para afrontar futuras situaciones con un mayor éxito. De este modo la ansiedad social y la inhabilidad social pueden tender a mantenerse en el tiempo. Por ello conviene intervenir conjuntamente en ambas áreas. Resulta necesario poner en relación los resultados en esta escala con Problemas con los compañeros, que indica la posible presencia de acoso escolar o aislamiento de la persona evaluada por parte de sus compañeros. Cabe la posibilidad de que dicha situación de acoso o aislamiento haya provocado que la persona evaluada se vea privada de situaciones muy valiosas de aprendizaje social y de integración con sus compañeros. Al mismo tiempo, es posible que ciertos comportamientos menos hábiles socialmente hayan situado a la persona evaluada en una situación de mayor riesgo de victimización social. Lo más probable es que ambos factores se retroalimenten recíprocamente. En cualquier caso será necesario intervenir en las dificultades en el aula con el fin de favorecer la integración de la persona evaluada en uno de sus principales contextos de desarrollo social.
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ÍTEMS CRÍTICOS
Además de las puntuaciones de los índices y escalas, el perfil de resultados del SENA proporciona una información de especial relevancia: los ítems críticos. En concreto, se informa de aquellos ítems que reflejan situaciones o comportamientos de especial riesgo para la salud o el bienestar de la persona evaluada o de quienes la rodean y en los que las respuestas de la persona evaluada deben alertar al profesional de manera inmediata. A continuación se listan, agrupados por categorías, aquellos comportamientos que se han considerado especialmente graves y a los que se ha respondido indicando una frecuencia inusual que debe alertar al profesional. Téngase en cuenta que en algunos comportamientos incluso una baja frecuencia (pocas veces) ya resulta alarmante debido a la gravedad de los mismos y por este motivo se alerta al profesional sobre los mismos. Riesgo de autolesión: En primer lugar deben alertar al profesional algunos ítems que sugieren que la persona evaluada está en riesgo de hacerse daño a sí misma.
Concretamente, la persona evaluada indica que: • Muchas veces quiero morirme. • Algunas veces pienso que mi vida no tiene sentido. Este aspecto deberá evaluarse prioritariamente con la persona evaluada, para determinar el grado de riesgo que existe así como los orígenes del malestar de la persona, y deberán tomarse medidas, en coordinación con sus familiares, para prevenir que pueda hacerse daño o tomar medidas drásticas. Sensación de peligro y alerta: Estos ítems hacen referencia a comportamientos de miedo o desconfianza intensos de la persona evaluada que, aunque pueden ser resultado de una ansiedad muy extrema, también podrían deberse a la presencia de alguna amenaza real en el entorno de la persona evaluada que conviene evaluar específicamente para poder descartar antes de considerar otras causas de este malestar.
Concretamente, la persona evaluada indica que: • Muchas veces desconfío de los demás. Conviene evaluar con la persona evaluada cuáles son las amenazas o peligros que percibe para determinar si son generales o inespecíficas o si, por el contrario, se refieren a personas o contextos muy concretos. Asimismo, deberán contrastarse estos miedos con otras personas del entorno de la persona evaluada. A partir de toda esta información el profesional deberá considerar la naturaleza y plausibilidad de los miedos expresados por la persona evaluada para orientar su labor hacia la detección de riesgos específicos (p. ej., situaciones de acoso, maltrato, violencia, abuso…) o hacia la intervención en la ansiedad y el malestar de la persona evaluada. Riesgo de agresión o daño a otros: Los ítems incluidos en esta categoría reflejan comportamientos agresivos por parte de la persona evaluada que no solo resultan disruptivos
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en su entorno sino que pueden constituir un riesgo para las personas que la rodean. Concretamente, la persona evaluada indica que: • Siempre o casi siempre pierdo el control cuando me enfado o enojo. Debido al carácter destructivo y potencialmente antisocial de estos comportamientos, esta área deberá ser objeto de intervención prioritaria. Abuso de sustancias: Los ítems que se indican a continuación indican la presencia de sospechas o la constatación de un patrón de consumo de alcohol u otras sustancias.
Concretamente, la persona evaluada indica que: • Muchas veces necesito tomar alcohol para pasarlo bien. La presencia de estos comportamientos requiere una atención prioritaria por parte del profesional por las consecuencias negativas que acarrea el consumo de estas sustancias. Riesgos en el entorno familiar: Esta categoría señala la presencia de peleas o un ambiente tenso en el hogar y contribuye a comportamientos negligentes o de maltrato por parte de los padres o cuidadores.
Concretamente, la persona evaluada indica que: • Siempre o casi siempre en mi casa hay peleas. Se recomienda evaluar en mayor profundidad cómo son las relaciones familiares y, en concreto, las interacciones entre la persona evaluada y sus padres y cuidadores para determinar la existencia de ciertos comportamientos o manejos inadecuados por parte de estos. Conviene tener presente la presencia de otros comportamientos por parte de la persona evaluada (p. ej., conductas disruptivas) que puedan ser causa o consecuencia de las dificultades que tienen lugar en el contexto familiar. Riesgo de acoso escolar: Esta categoría señala problemas potencialmente graves de la persona evaluada con respecto a sus iguales que puedan indicar o derivar en una situación de acoso o aislamiento.
Concretamente, la persona evaluada indica que: • Muchas veces lo paso mal en el colegio o instituto. • Muchas veces me insultan en el colegio o instituto. • Siempre o casi siempre odio el colegio o instituto. • Pocas veces me amenazan en el colegio o instituto. Resultará importante determinar la naturaleza específica de los comportamientos de los
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compañeros de la persona evaluada hacia ella así como si el problema está circunscrito a algún compañero o compañeros concretos o es más bien el resultado de una actitud de hostilidad o rechazo por parte de su clase. Toda esta información permitirá tomar las medidas más oportunas para poner fin a la situación de acoso o exclusión que pueda estar produciéndose así como realizar una intervención en las emociones negativas de la persona evaluada así como en su competencia social, que pueden verse afectadas por esta situación. Falta de apoyo social: Los ítems que se indican a continuación contribuyen a detectar si la persona evaluada se encuentra sola incluso en los momentos más propicios para la interacción social y si carece de apoyos o de amigos íntimos.
Concretamente, la persona evaluada indica que: • Siempre o casi siempre siento que a nadie le importa lo que hago. • Siempre o casi siempre me siento sola. • Nunca o casi nunca cuando tengo problemas, hay personas que me escuchan. El profesional deberá evaluar cuáles son las causas de esta soledad o aislamiento de la persona evaluada, ya sean sus dificultades de relación social, su falta de interés en la misma o situaciones específicas de acoso o rechazo por parte de sus iguales, y deberá intervenirse en esta área, haciendo especial énfasis en conseguir que la persona evaluada tenga una mínima red de apoyo a la que acudir ante las dificultades. Sentimientos de culpa: En esta categoría se incluyen aquellos ítems que indican que la persona evaluada experimenta sentimientos de culpa exagerados y que le provocan mucho malestar.
Concretamente, la persona evaluada indica que: • Muchas veces me siento culpable.
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