TEXTOS COMENTADOS DE LOS CAP. VI Y VII DE LA REPÚBLICA DE PLATÓN. PLATÓN: REPÚBLICA, libro VI. LA ALEGORÍA DEL SOL Y LA FNCIÓN DEL !BIEN". T#$%o &:
Co'#(%)rio:
Ento Entonc nces es,, lo qu quee apor aporta ta la verd verdad ad a las las cosa cosass cogn cognos osci cibl bles es y otor otorga ga al qu quee cono conoce ce el po pode derr de conocer, puedes decir que es la Idea del Bien. Y por ser causa de la ciencia y de la verdad, concíbela como cognoscible; y aun siendo bellos tanto el conocimiento como la verdad, si estimamos correctamente el asunto, tendremos a la idea del Bien por algo distinto y más bello que ellas. Y así como dijimos que era correcto tomar a la luz y a la vista por aines al sol pero que sería err!neo creer que son el sol, análogamente a"ora es correcto pensar que ambas cosas, la verdad y la cienci ciencia, a, son aines aines al Bien, Bien, pero pero sería sería equ equivo ivocad cadoo cree creerr qu quee un unaa u otra otra uer ueran an el Bien Bien,, ya qu quee la condici!n del Bien es muc"o más digna de estima.
En este este te#t te#to, o, $lat $lat!n !n e#po e#pone ne su teor teoría ía del del conocimiento% cuando el "ombre &el alma' conoce las i(deas, alcanza la ciencia y la verdad, es decir, un conocim cono cimient ientoo objeti objetivo vo y seguro seguro,, pero pero cuando cuando se vuelve sobre las cosas sensibles &)lo sumergido en la oscuridad*', el "ombre se queda en la mera opini!n, que, como las cosas que conoce, es cambiante e insegura. +"ora bien, la uente de la ciencia y de la verdad es la idea de bien, que no es como las demás ideas, sino que es algo distinto y más bello que ellas*. ellas*. a idea de bien, que da lugar a la verdad y la ciencia, )es muc"o más digna de estima*.
En el libro -I de la República la )i*#) *# Bi#(" aparece como objeto del estudio supremo, por encima de la justicia, de la verdad y de la )ciencia*; #+ l) r#)li*)* *# *o(*# ro-#*# %o*o lo #r*)*#ro, lo )lio+o / lo 01+%o. $lat!n no se atreve a decir qu es el )Bien*, porque no cree que se pueda "ablar de l de una manera directa. $or eso se reiere al vástago del )Bien*, como lo que más se le parece. En este diálogo establece la )()lo23) *#l +ol / *#l !Bi#(" como autntico 'o*#lo )r) -o'r#(*#r l) r#)li*)* . a 'ir)*) se muestra en este conte#to -o'o #l -#(%ro *# l) #$#ri#(-i) , el medio a travs del cual se nos maniiesta la realidad. a claridad con la que se revela la realidad a nuestra mirada le sirvi! para entender entender c!mo unciona el conocimient conocimientoo j"umano. j"umano. El (4-l#o *# l) )()lo23) #+ l) 5or') *# 'ir)r l) r#)li*)*. /uando los ojos están iluminados por la luz de la luna la visi!n es dbil. En cambio, cuando es la luz del sol la que ilumina la realidad, la visi!n recupera la nitidez y la claridad. 0e la misma manera que la luz del sol permite que los ojos puedan ver todas las cosas y los seres que componen el universo, #l !Bi#(" 6)-# 71# -o(o8-)'o+ l)+ r#)li*)*#+ i(%#li2ibl#+ . Está por encima de la justicia, de las )esencias* y de la )ciencia*, justo lo que garantiza la racionalidad. E+ #l 51(*)'#(%o *# l) r#)li*)* / *#l -o(o-i'i#(%o , pero tambin la 51#(%# *# l) #(#r23) . El sol cumple con respecto a la vista la misma unci!n que el )Bien* con respecto al conocimiento intelectual. /uando el sol brilla sobre los objetos, los ojos pueden verlos. 0e la misma orma, cuando el alma ija sus ojos sobre aquellos aquellos objetos que son iluminados iluminados por la verdad, verdad, “intelige”, es decir, conoce racionalmente; sin embargo, cuando se sumerge en la oscuridad, opina y conoce sin inteligencia. E#actamente igual que para ver es necesario que e#istan el sol, la luz proyectada y la vista que sale al encuentro de las cosas e#istentes, )r) #l -o(o-i'i#(%o i(%#l#-%1)l #+ (#-#+)rio #l !Bi#(" , que ilumina los objetos inyteligibles y dispone al ser "umano "acia el conocimiento racional. a uerza uerza del )Bien* )Bien* roor-io() )l )l') l) -))-i*)* *#l -o(o-i'i#(%o #r*)*#ro, il1'i() l) r#)li*)* / l) -o(i#r%# #( -o2(o+-ibl# . a naturaleza mis del )Bien* es la que proporciona a la realidad su sentido, la alumbra, convierte en valiosas y bellas las cosas y, por tanto, es la que nos abre a la luz del conocimiento verdadero. a unci!n del )Bien* en cuanto al conocer no s!lo supone la capacidad de iluminar, sino que -o(i#r%# l) r#)li*)* #( )l2o *i2(o *# #+%i') . Es decir, sit1a la realidad bajo el oco de la atenci!n, del inters y del deseo del conocimiento.
EL !BIEN" COMO CASA DE LA !ESENCIA". T#$%o 9: 2 3ablas de una belleza e#traordinaria, puesto que produce la ciencia y la verdad, y además está por encima de ellas en cuanto a "ermosura. 4in duda, no te reieres al placer. 2 50ios nos libre6 7ás bien prosigue e#aminando nuestra comparaci!n. 2 80e qu modo9 2 $ienso que puedes decir que el sol no s!lo aporta a lo que se ve la propiedad de ser visto, sino tambin la gnesis, el crecimiento y la nutrici!n, sin ser l mismo gnesis. 2 /laro que no. 2 Y así dirás que a las cosas cognoscibles les viene del Bien no s!lo el ser conocidas, sino tambin de l les llega el e#istir y la esencia, aunque el Bien no sea esencia, sino algo que se eleva más allá de la esencia en cuanto a dignidad y a potencia. 2Y :lauc!n se ec"! a reír% 2 8$or +polo6, e#clam! . 8u elevaci!n demoníaca6 2 <1 eres culpable, repliqu, pues me "as orzado a decir lo que pensaba sobre ello. 2 Está bien; de ning1n modo te detengas, sino prosigue e#plicando la similitud respecto del sol, si es que te queda algo por decir. 2 Bueno, es muc"o lo que queda. 2 Entonces no dejes de lado ni lo más mínimo. 2 7e temo que voy a dejar muc"o de lado; no obstante, no omitir lo que en este momento me sea posible. 2 =o, por avor.
Co'#(%)rio:
$ero el )Bien* no solo es el origen del conocimiento, sino tambin la causa de la e#istencia de las cosas y su esencia, es decir, las cosas sensibles, y tambin el resto de las ideas, e#isten porque e#iste la idea de )Bien* y son lo que son porque la idea de )Bien> "ace que sean lo que son, aunque no se conunde con ellas.
En los Diálogos de $lat!n nos encontramos con una estructura narrativa que se mantiene de orma constante. 3ay una parte en la que debilita la construcci!n de la teoría ilos!ica y la conversaci!n discurre en un ambiente coloquial donde el pensador aligera la intensidad de la rele#i!n te!rica. En este punto del diálogo 4!crates muestra que l) 51(-i( *#l !Bi#(" no queda reducida a la esera de la gnoseología &teoría del conocimiento', sino que, )*#';+ *# )brir l) o+ibili*)* *# l) !-i#(-i)" / *# l) #r*)*, +# r#+#(%) -o'o l) -)1+) *# l)+ -o+)+ -o2(o+-ibl#+, *# +1 #$i+%#(-i) / *# +1 !#+#(-i)". =o se podría entender la teoría de las )ideas* de $lat!n si no se comprendiera la dimensi!n ontol!gica &teoría de la realidad' del )Bien*.
L)+ !i*#)+" , que +o( !#+#(-i)+" ob0#%i)+, 1(i#r+)l#+ / #%#r()+ , determinan el verdadero sentido de la realidad, constituyen el undamento del conocimiento racional y, en la medida en que son modelos o arquetipos, determinan el in que la realidad "a de seguir y la necesidad de que la naturaleza siga el in que le es propio. EL MNDO DE LO VISIBLE Y LA ESFERA DE LA OPINIÓN. T#$%o <: 2 $iensa entonces, como decíamos, cuáles son los dos que reinan% uno, el del gnero y ámbito inteligibles; otro, el del visible, y no digo ?el del cielo@ para que no creas que "ago juego de palabras.
Co'#(%)rio:
8/aptas estas dos especies, la visible y la inteligible9 2 as capto. 2
+quí empieza el +3'il *# l) l3(#) . 4!crates le pide a :lauc!n que trace una línea y la *ii*) #( *o+ )r%#+% una de esas partes representa #l '1(*o i+ibl# y la otra #l '1(*o i(%#li2ibl#; por lo tanto la primera representa #l -o(o-i'i#(%o +#(+ibl# y la segunda #l -o(o-i'i#(%o i(%#li2ibl#. a divisi!n de la línea se "ace en unci!n de dos partres dierentes y desiguales por la distinta importancia que tienen los dos ámbitos de la realidad y las dos ormas de conocimiento. =o se trata s!lo de *o+ 5or')+ *# 'ir)r / *# *o+ 5or')+ *# -o(o-#r , sino de *o+ %io+ *# r#)li*)*#+ *i+%i(%)+ / )b+ol1%)'#(%# (#-#+)ri)+ #(%r# +3 % el componente concreto, particular y material, que son los objetos del mundo sensible que pueden ser captados por los sentidos; y el elemento inmutable, universal y eterno, los objetos in teligibles, que s!lo pueden ser conocidos racionalmente. El pensamiento plat!nico presenta una *i+%i(-i( clara *# lo+ ob0#%o+ -o(-r#%o+ / *# l)+ !i*#)+" cuando e#pone que e#isten cosas buenas y bellas, pero tambin )lo bueno en sí* y )lo bello en sí*. +demás establece una relaci!n entre la multiplicidad de las cosas e#istentes y la unidad subsistente de las )ideas*, una r#l)-i( *i)l=-%i-) #(%r# l) '1l%ili-i*)* / l) 1(i*)*.
L) !i*#) *#%#r'i() l) #r*)*#r) +1+%)(-i) *# lo r#)l , )lo que es*, es decir, )lo bueno en sí* y )lo bello en sí*, la verdadera realidad. $or eso distingue la realidad que es vista pero no pensada de la realidad que es pensada pero no vista. En el mundo de las )ideas* encontr! $lat!n las )esencias*, la verdadera realidad, la unidad, el reerente absolutamente necesario de la multiplicidad, de las realidades concretas y determinadas. E+ l) )r%i-i)-i( *# l) 1() #( l) o%r) l) 71# 2)r)(%i8) l) 1(i( *# l)+ *o+ r#)li*)*#+ / *# lo+ *o+ '1(*o+. Ase es el vínculo entre los dos ámbitos de lo real. os objetos concretos participan del la )idea* y la imitan como su autntico modelo. 4i tomamos la parte del '1(*o i+ibl# y la volvemos a dividir en otras *o+ )r%#+ , encontramos que en la primera se sit1an las imágines, es decir, las sombras representadas en el agua o en supericie que puedan relejarlas. +"í situaríamos #l -o(o-i'i#(%o *# l) i')2i()-i(, la conjetura &eikasía). a segunda parte se corresponde con el mundo visible y el conocimiento sensible, donde estarían todas las cosas, los animales, todo lo que crece o lo que puede ser abricado por el "ombre, los seres naturales y los artiiciales, es decir, el conjunto de cosas y de seres que guardan relaci!n con las imágenes. +"í se localiza la creencia & pistis', #l -o(o-i'i#(%o *ir#-%o *# l) r#)li*)* ) %r)=+ *# lo+ +#(%i*o+ . a r#l)-i( #(%r# l)+ *o+ #+5#r)+ *# l) r#)li*)* , las imágenes y los objetos, %i#(# 71# +#r #+%ri-%) , de tal manera que si esta primera parte de la línea se doblara por la mitad, las imágenes tendrían que mantener
una correspondencia estrec"a con la parte de la línea en que se encuentran los seres naturales y los objetos artiiciales. Y lo mismo pasaría si dobláramos la línea por la mitad y pusiramos en relaci!n el ámbito de lo visible y el de lo inteligible% tendría que e#istir una correspondencia estrec"a entre los objetos y las )ideas*. Esta correspondencia se mantiene tambin entre los objetos matemáticos y los objetos materiales. El conocimiento discursivo de la geometría es un paso entre el conocimiento sensible y la inteligencia.
EL MNDO Y EL CONOCIMIENTO INTELIGIBLE. T#$%o >:
Co'#(%)rio:
2 +"ora e#amina si no "ay que dividir tambin la secci!n de lo inteligible. 0el mismo modo que en el ámbito 2 80e qu modo9 2 0e ste. $or un lado, en la primera parte de ella, el alma, sensible se pueden distinguir dos sirvindose de las cosas antes imitadas como si ueran imágenes, se niveles de conocimiento, en el ámbito tambin se pueden ve orzada a indagar a partir de supuestos, marc"ando no "asta un inteligible dierenciar dos grados% el principio sino "acia una conclusi!n. )pensamiento discursivo*, que se 2 $or otro lado, en la segunda parte, avanza "asta un principio no sirve de supuestos &las matemáticas supuesto, partiendo de un supuesto y sin recurrir a imágenes 2a parten de una proposiciones que no se dierencia del otro caso2, eectuando el camino con Ideas mismas y demuestran, los a#iomas' y utiliza de iguras sensibles &por ejemplo, las por medio de Ideas. iguras geomtricas', y la dialctica, 2 =o "e apre"endido suicientemente esto que dices. 2 $ues veamos nuevamente; será más ácil que entiendas si te digo o, propiamente, ciencia de las ideas. esto antes. /reo que sabes que los que se ocupan de geometría y de cálculo suponen lo impar y lo par, las iguras y tres clases de ángulos y cosas aines, seg1n lo investigan en cada caso. /omo si las conocieran, las adoptan como supuestos, y de a"í en adelante no estiman que deban dar cuenta de ellas ni a sí mismos ni a otros, como si ueran evidentes a cualquiera; antes bien, partiendo de ellas atraviesan el resto de modo consecuente, para concluir en aquello que proponían al e#amen. 2 4í, esto lo s. 2 4abes, por consiguiente, que se sirven de iguras visibles y "acen discursos acerca de ellas, aunque no pensando en stas sino en aquellas cosas a las cuales stas se parecen, discurriendo en vista al /uadrado en sí y a la 0iagonal en sí, y no en vista de la que dibujan, y así con lo demás. 0e las cosas mismas que coniguran y dibujan "ay sombras e imágenes en el agua, y de estas cosas que dibujan se sirven como imágenes, buscando divisar aquellas cosas en sí que no podrían divisar de otro modo que con el pensamiento. a dialcica a dierencia del 2 0ices verdad. 2 + esto me reería como la especie inteligible. $ero en esta su pensamiento discursivo, de las matemáticas, no se limita a supuestos primera secci!n, el alma se ve orzada a servirse de supuestos en su no demostrados, sino que se remonta b1squeda, sin avanzar "acia un principio, por no poder remontarse "asta los principios, ni utiliza más allá de los supuestos. Y para eso usa como imágenes a los imágenes sensibles, sino que solo se objetos que abajo eran imitados, y que "abían sido conjeturados y sirve de ideas, y solo mediante ellas estimados como claros respecto de los que eran sus imitaciones. llega al conocimiento de las ideas y, en 1ltimo trmino, de la idea de 2 /omprendo que te reieres a la geometría y a las artes aines. 2 /omprende entonces la otra secci!n de lo inteligible, cuando )Bien*, que, como "emos visto antes, airma que en ella la raz!n misma apre"ende, por medio de la es principio del conocimiento y de la acultad dialctica, y "ace de los supuestos no principios sino e#periencia tanto de las cosas como realmente supuestos, que son como peldaos y trampolines "asta el de las mismas ideas. principio del todo, que es no supuesto, y tras aerrarse a l, atenindose a las cosas que de l dependen, desciende "asta una conclusi!n, sin servirse para nada de lo sensible, sino de Ideas, a travs de Ideas y en direcci!n a Ideas "asta concluir en Ideas.
El +3'il *# l) l3(#) r#r#+#(%) l) or2)(i8)-i( *# l) r#)li*)* / *#l -o(o-i'i#(%o en una especie de ascensi!n desde las realidades más rudimentarias como las imágenes "asta las más elevadas como las )ideas*, y "asta la cumbre de todas las )ideas*, que es el )Bien*, pasando por los objetos materiales y por los objetos matemáticos. +l dividir la +#--i( *# lo i(%#li2ibl#, *i+o(#'o+ *# lo+ ob0#%o+ ')%#';%i-o+ , una primera parte de la línea en la que el conocimiento intelectual, el pensamiento discursivo & dianota', conoce ) %r)=+ *# i';2#(#+ / *# +11#+%o+ . Es decir, el ge!metra, al conocer, "a de suponer lo par y lo impar, las iguras geomtricas y otros elementos similares. El pensamiento discursivo se sirve de iguras y, a partir de esas iguras, genera el conocimiento. 4e sirve de stas para pensar en aquellas cosas a las que s!lo se puede acceder a travs del conocimiento racional. a condici!n del conocimiento matemático consiste precisamente en la necesidad de partir de supuestos como si ueran principios, supuestos que no necesitan ser demostrados, y a partir de stos se "an de establecer las deducciones precisas. En la segunda secci!n de lo inteligible, la inteligencia &inteligencia & noesis'', se accede a travs de la dialctica a las )ideas* o )esencias* objetivas. En la dialctica, aunque la mente parta de un supuesto, se dirige "acia un principio que no encierra ning1n supuesto; puede partir de supuestos, pero considerándolos meros supuestos. El ro-#+o *# )+-#(+i( i'li-) l) )r#6#(+i( *# l)+ !i*#)+" / +1 -1l'i()-i( #( #l !Bi#(".
LOS DISTINTOS TIPOS DE CONOCIMIENTO. T#$%o ?: 2 /omprendo, aunque no suicientemente, ya que creo que tienes en mente una tarea enorme% quieres distinguir lo que de lo real e inteligible es estudiado por la ciencia dialctica, estableciendo que es más claro que lo estudiado por las llamadas ?artesC, para las cuales los supuestos son principios. Y los que los estudian se ven orzados a estudiarlos por medio del pensamiento discursivo, aunque no por los sentidos. $ero a raíz de no "acer el e#amen avanzando "acia un principio sino a partir de supuestos, te parece que no poseen inteligencia acerca de ellos, aunque sean inteligibles junto a un principio. Y creo que llamas ?pensamiento discursivo@ al estado mental de los ge!metras y similares, pero no ?inteligencia@; como si el ?pensamiento discursivo@ uera algo intermedio entre la opini!n y la inteligencia. 2 Entendiste perectamente. Y a"ora aplica a las cuatro secciones estas cuatro aecciones que se generan en el alma; inteligencia, a la suprema; pensamiento discursivo, a la segunda; a la tercera asigna la creencia y la cuarta la conjetura; y ordnalas proporcionadamente, considerando que cuanto más participen de la verdad tanto más participan de la claridad. 2 Entiendo, y estoy de acuerdo en ordenarlas como dices.
Co'#(%)rio:
Estos cuatro grados de conocimiento &la conjetura y la creencia dentro del ámbito de la opini!n y el pensamiento discursivo y la dialctica en el ámbito de la ciencia'n participan más de la verdad a medida que ascendemos de la conjetura a la dialctica..
$ara terminar con el símil de la línea, el propio :lauc!n propone un resumen de la divisi!n y la organizaci!n del conocimiento para saber si "a entrendido lo e#puesto por 4!crates.
L) *i)l=%i-), o inteligencia, #+ 1( -o(o-i'i#(%o ';+ -l)ro 71# #l *#l #(+)'i#(%o *i+-1r+io o #l *# l)+ )r%#+, 71# +# +ir#( *# +11#+%o+ -o'o +i 51#r)( ri(-iio+ . Y de esta orma, el pensamiento discursivo queda entre la opini!n y la inteligencia. $or eso 4!crtes termina por identiicar cada una de las secciones de la línea denominando inteligencia a la suprema, pensamiento discursivo a la segunda, creencia a la tercera y conjetura a la cuarta.
PLATÓN: REPÚBLICA, Libro VII. T#$%o @:
Co'#(%)rio:
0espus de eso proseguí compara nuestra naturaleza respecto de su educaci!n y de su alta de educaci!n con una e#periencia como sta. Depresntate "ombres en una morada subterránea en orma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su e#tensi!n, a la luz. En ella están desde nios con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar s!lo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. 7ás arriba y más lejos se "alla la luz de un uego que brilla detrás de ellos; y entre el uego y los prisioneros "ay un camino más alto, junto al cual imagínate un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del p1blico para mostrar, por encima del biombo, los muecos. 2 7e lo imagino. 2 Imagínate a"ora que, del otro lado del tabique, pasan "ombres que llevan toda clase de utensilios y igurillas de "ombres y otros animales, "ec"os en piedra y madera y de diversas clases; y entre los que pasan unos "ablan y otros callan. 2 E#traa comparaci!n "aces, y e#traos son esos prisioneros. 2 $ero son como nosotros. $ues en primer lugar, 8crees que "an visto de sí mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el uego en la parte de la caverna que tienen rente a sí9 2 /laro que no, si toda su vida están orzados a no mover las cabezas. 2 8Y no sucede lo mismo con los objetos que llevan los que pasan del otro lado del tabique9 2 Indudablemente. 2 $ues entonces, si dialogaran entre sí, 8no te parece que entenderían estar nombrando a los objetos que pasan y que ellos ven9 2 =ecesariamente. 2 Y si la prisi!n contara con un eco desde la pared que tienen rente a sí, y alguno de los que pasan del otro lado del tabique "ablara, 8no piensas que creerían que lo que oyen proviene de la sombra que pasa delante de ellos9 2 5$or eus que sí6 2 8Y que los prisioneros no tendrían por real otra cosa que las sombras de los objetos artiiciales transportados9 2 Es de toda necesidad.
En este libro, $lat!n narra su amoso )mito de la caverna* en el que compendia toda su ilosoía% a caverna representa el mundo sensible, y los prisioneros encadenados, a los "ombres que solo conocen a las cosas sensibles &opini!n'. a luz es )la idea de Bien*, y los objetos que pasan por encima del tabique, las ideas.
Esta aparentemente e#traa comparaci!n muestra, seg1n $lat!n, nuestro verdadero estado, en tanto que "ombres que solo conocen sombras de la realidad, aunque las creen reales. Esas sombras son las cosas del mundo sensible, y los objetos que las proyectan las ideas.
El libro -II de la República %r)%) +obr# l) #*1-)-i( del il!soo. En el mito de la caverna unos "ombres están encadenados y obligados a mirar "acia delante, "acia una pared. 0etrás de ellos "ay un uego; y entre el uego y las espaldas de los "ombres encadenados, un muro por el que pasan unos esclavos llevando en sus manos utensilios, iguras de animales, "ombres y toda clase de objetos. El uego proyecta
las imágenes de todos estos objetos en orma de +o'br)+ sobre la pared, de tal orma que stas +o( lo 4(i-o 71# 1#*#( -o(o-#r lo+ 6)bi%)(%#+ *# l) -)#r() . El destino del "ombre es nacer encadenado en su propia caverna, condenado a conocer s!lo lo que aparece en las sombras proyectadas por el uego. E+%)+ +o'br)+ +o( l) )l#2or3) *# l) r#)li*)* que estamos obligados a conocer en el mundo visible. En el mundo real (o -o(o-#'o+ l) #r*)*#r) r#)li*)*, +i(o +lo 1() -oi) *# #+) r#)li*)*. E( #l 'i%o *# l) -)#r() #l -o(o-i'i#(%o 61')(o ))r#-# r#r#+#(%)*o #( ri'#r l12)r or l)+ i';2#(#+ *# l)+ -o+)+ r#)l#+.
E+%o+ +#r#+ #(-)*#()*o+ #+%;( li'i%)*o+ ) -o(o-#r l) ))ri#(-i) *# l) r#)li*)*, lo 71# #( -o( lo+ +#(%i*o+, / ) +)%i+5)-#r l)+ (#-#+i*)*#+ ';+ #l#'#(%)l#+ de la e#istencia.
T#$%o :
Co'#(%)rio:
2 E#amina a"ora el caso de una liberaci!n de sus cadenas y de una curaci!n de su ignorancia, qu pasaría si naturalmente les ocurriese esto% que uno de ellos uera liberado y orzado a levantarse de repente, volver el cuello y marc"ar mirando a la luz, y al "acer todo esto, suriera y a causa del encandilamiento uera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras "abía visto antes. 8u piensas que respondería si se le dijese que lo que "abía visto antes eran ruslerías y que a"ora, en cambio está más pr!#imo a lo real, vuelto "acia cosas más reales y que mira correctamente9 Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, 8no piensas que se sentirá en diicultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran a"ora9 2 7uc"o más verdaderas. 2 Y si se le orzara a mirar "acia la luz misma, 8no le dolerían los ojos y trataría de eludirla, volvindose "acia aquellas cosas que podía percibir, por considerar que stas son realmente más claras que las que se le muestran9 2 +sí es. 2 Y si a la uerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar "asta la luz del sol, 8no suriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de ulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que a"ora decimos que son los verdaderos9 2 $or cierto, al menos inmediatamente. 2 =ecesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor acilidad las sombras, y despus las iguras de los "ombres y de los otros objetos relejados en el agua, luego los "ombres y los objetos
4i se liberara a un prisionero y se le mostrara la luz, esto es, si se le enseara al idea de )Bien* y las demás ideas, en un primer momento se sentiría conuso y pensaría que lo real son las sombras, las cosas sensibles. En este proceso de acomodaci!n de la vista de la sombra a la luz, de conocimiento de la verdad superando la opini!n, consiste la educaci!n; por eso, $lat!n comenzaba este libro -II "ablando de nuestra educaci!n o nuestra alta de educaci!n.
El conocimiento es un proceso que parte del conocimiento de las cosas sensibles &opini!n' y asciende paulatinamente "asta el conocimiento de las ideas y, en 1ltimo trmino, de la idea de )Bien* &)el sol*' &dialctica'.
mismos. + continuaci!n contemplaría de noc"e lo que "ay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna más ácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol. 2 4in duda. 2 inalmente, pienso, podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son e#traos, sino contemplarlo como es en sí y por sí, en su propio ámbito. 2 =ecesariamente. 2 0espus de lo cual concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los aos y que gobierna todo en el ámbito visible y que de alg1n modo es causa de las cosas que ellos "abían visto. 2 Es evidente que, despus de todo esto, arribaría a tales conclusiones.
inalmente, al llegar al mayor grado de conocimiento, el "ombre reconoce que el )Bien* &el sol' es la causa de la e#istencia del mundo visible, como ya "emos comentado antes se encontraba en un error al considerar que lo sensible &las sombras de los objetos', la mera opini!n, era la verdad.
En un momento determinado, se libera a uno de estos prisioneros y se le obliga a salir al e#terior. a lib#r)-i( *# l)+ -)*#()+ r#r#+#(%) en la narraci!n aleg!rica del mito de la caverna la lib#r)-i( *# l)+ -)r2)+ *#l -1#ro / *#l -o(o-i'i#(%o #rr(#o *# lo+ +#(%i*o+ y la superaci!n de las sombras que se "an proyectado continuamente sobre la pared.
L) #*1-)-i( #+ #l ro-#+o *# )+-#(+i( 71# lo ll#)r; 6)+%) l) l18 *#l -o(o-i'i#(%o r)-io()l . $lat!n renunci! al papel educador de la poesía, porque se quedaba en el nivel de las sombras y suponía un alejamiento de la verdad. En cambio, apost! por la gimnasia, porque puede suministrar armonía al "ombre, y tambin la m1sica, con el in de alcanzar la armonía para el cuerpo y el alma. $ero el #+%)*o +1#rior +lo +# 1#*# )l-)(8)r -o( #l *o'i(io *# l)+ ')%#';%i-)+ / l) 5ilo+o53) . +l salir, el liberado tendrá que adaptarse a la claridad del e#terior. Y cuando sus ojos se acostumbren a la luz, podrá contemplar las sombras de los objetos en el suelo, las imágenes que se relejan en el agua o sobre cualquier supericie brillante y, por in, podrá mirar "acia el sol. a narraci!n nos muestra #l ro-#+o *#l -o(o-i'i#(%o / *# l) r)-io()li*)* -o'o 1( -)'i(o )+-#(*#(%#, como el paso que va desde la sombra y la ignorancia "asta la luz y el conocimiento racional. El proceso de la educaci!n y de la ascensi!n en el conocimiento es paralelo al que "emos descrito en el símil de la línea, y nos muestra, como en ese símil, las distintas eseras de la realidad. El -6o71# +# ro*1-# -1)(*o #l ri+io(#ro lib#r)*o +# *) -1#(%) *# 71# todo lo que "abía visto y vivido "asta entonces carecía de sentido. os propios objetos que "ay detrás, y que son más reales que las sombras, lo convencerán de que 6)/ 1() r#)li*)* +1#rior ) lo 71# #+%)b) )-o+%1'br)*o . El camino de la liberaci!n lo lleva a descubrir la realidad de los objetos, "ace que pase de la mera imagen al conocimiento directo de la realidad. El mito de la caverna desvela el conocimiento como un camino escarpado, complicado y diícil que asciende desde la oscuridad "asta la luz del sol. a educaci!n no es un proceso ácil, porque supone un esuerzo continuo. a liberaci!n de las cadenas representa la necesidad que tiene el ser "umano de soltar lastres, de desprenderse de las ataduras del cuerpo para aspirar a un conocimiento de las más elevadas. a verdad es una realidad que se encuentra en otro lugar. a ascensi!n "acia el mundo e#terior representa el acceso al mundo de las )ideas*. El "ombre liberado necesita que sus ojos se acostumbren a la luz para poder mirar la verdadera realidad. a estructura del conocimiento se muestra de manera paralela al símil de la línea. En este caso los ojos del prisionero liberado tendrán que acostumbrarse a ver las sombras proyectadas en el suelo, en el agua o en las supericies brillantes, lo que simboliza el estado de conocimiento intermedio entre la opini!n y la dialctica, es decir, el conocimiento de la geometría. 0espus podrá mirar la realidad de una manera directa y, por 1ltimo, podrá dirigir su mirada al sol.
EL RETORNO DE LA CAVERNA. T#$%o : 2 Y si se acordara de su primera morada, del tipo de sabiduría e#istente allí y de sus entonces compaeros de cautiverio, 8no piensas que se sentiría eliz del cambio y que los compadecería9 2 $or cierto. 2 Despecto de los "onores y elogios que se tributaban unos a otros, y de las recompensas para aquel que con mayor agudeza divisara las sombras de los objetos que pasaban detrás del tabique, y para el que mejor se acordase de cuáles "abían desilado "abitualmente antes y cuáles despus, y para aquel de ellos que uese capaz de adivinar lo que iba a pasar, 8te parece que estaría deseoso de todo eso y envidiaría a los más "onrados y poderosos entre aqullos9 8H más bien no le pasaría como al +quiles de 3omero, y Jpreeriría ser un labrador que uera siervo de un "ombre pobreK o soportar cualquier otra cosa, antes que volver a su anterior modo de opinar y a aquella vida9 2 +sí creo tambin yo, que padecería cualquier cosa antes que soportar aquella vida. 2 $iensa a"ora esto% si descendiera nuevamente y ocupara su propio asiento, 8no tendría ouscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol9 2 4in duda. 2 Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que "an conservado en todo momento las cadenas, y viera conusamente "asta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, 8no se e#pondría al ridículo y a que se dijera de l que, por "aber subido "asta lo alto, se "abía estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar marc"ar "acia arriba9 Y si intentase desatarlos y conducirlos "acia la luz, 8no lo matarían, si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo9 2 4eguramente. 2 $ues bien, querido :lauc!n, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente "a sido dic"o, comparando la regi!n que se maniiesta por medio de la vista con la morada2 prisi!n, y la luz del uego que "ay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplaci!n de las cosas de arriba con el camino del alma "acia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. 0ios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al inal, y con diicultad, es la Idea del Bien. Gna vez percibida, "a de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible "a engendrado la luz y al seor de sta, y que en el ámbito inteligible es seora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo p1blico. 2 /omparto tu pensamiento, en la medida que me es posible.
Co'#(%)rio:
$lat!n se deiende las burlas y de los ataques que suren los il!soos por parte de los ignorantes, pues solo aquellos conocen la autntica realidad, que no es la del mundo sensible, sino la del inteligible.
4i lograra acordarse de su antigua vida en la caverna, se sentiría eliz y se apiadaría de las consecuencias neastas de la ignorancia y de la vanidad con que se vanagloriaban allí de ser los más sabios cuando competían por ser el más ingenioso o el más "ábil para reconocer las somarras.
4i tuviera que descender de nuevo "acia la caverna, sus ojos se tendrían que acostumbrar a la oscuridad. Y cuando viera de nuevo las sombras sobre la pared, stas le recordarían lo que "abía visto en el mundo e#terior. El -o(o-i'i#(%o #+ r#'i(i+-#(-i). El )l') #$i+%3) )(%#+ *# #(-)r()r+# #( #l -1#ro /, or #+o, -1)(*o # l)+ -o+)+ #( l) r#)li*)*, r#-1#r*) lo 71# -o(%#'l #( #l '1(*o *# l)+ !i*#)+" .
L)+ +o'br)+ / l) o+-1ri*)* de la caverna r#r#+#(%)( l) i2(or)(-i) , la necesidad de salir "acia el e#terior, de ascender "acia el mundo de las )ideas*. En el mito l) l18 *#l +ol +i'boli8) l) r#)li*)* #r*)*#r) *#l '1(*o *# l)+ !i*#)+" y se contrapone al conocimiento de los sentidos. El 'i%o +# -i#rr) -o( l) (#-#+i*)* *# ol#r ) l) -)#r() . El proceso de educaci!n por el que el il!soo "a ascendido "asta el conocimiento racional impone la necesidad de retornar al lugar de donde parti!.