Daniel Martín Alvarado
ÍNDICE -
Introducción
p.4
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Objetivos
p.4
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Desarrollo
p.5
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Molestias perceptibles a simple vista
p.5
Molestias negativas para nuestra forma de tocar
p.6
Molestias positivas para nuestra forma de tocar
p.8
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Molestias no perceptibles a simple vista Molestias negativas para nuestra forma de tocar
p.15 p.15
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Calentamiento específico
p.18
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Casos prácticos
p.22
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Conclusiones
p.31
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Conclusiones personales
p.33
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Bibliografía y otros enlaces de interés
p.33
INTRODUCCIÓN Desde que estudio clarinete, siempre he oído que el callo del pulgar derecho, la marca de los dientes y otras deformaciones en nuestro cuerpo son estrictamente negativas. Opino que podemos beneficiarnos sobremanera del conocimiento de las mismas. Esta duda me impulsa a comprobar cuántas de estas deformaciones pueden ser positivas, cuáles son neutras y cuáles debemos tratar de evitar.
OBJETIVOS -
Identificar y explicar las deformaciones leves que suelen sufrir los clarinetistas.
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Clasificar estas deformaciones según la clase de impacto que tienen en nosotros.
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Desmitificar dichas deformaciones, y enseñar al lector las ventajas que puede sacar de algunas de ellas.
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Analizar estas deformaciones en casos de clarinetistas reales.
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Servir de guía a los clarinetistas para consultar de manera rápida las dudas que puedan tener sobre las malformaciones que se desarrollen en su cuerpo debido a la práctica del instrumento.
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MOLESTIAS PERCEPTIBLES A SIMPLE VISTA En la práctica del clarinete es inevitable la aplicación de cierta presión, peso, repetición de movimientos, etc., que pueden (y suelen) desembocar en la aparición de ciertas deformaciones que podemos percibir a simple vista. Se trata, principalmente, de la marca de los dientes en el labio inferior y el callo en la parte interior de nuestro pulgar derecho. Por el mismo motivo es normal la aparición de ciertos cier tos dolores, como el dolor en nuestras piezas incisivas inferiores. Sin embargo, podemos utilizar estas molestias a nuestro favor, para responder ciertas preguntas que nos preocupan, a saber: -
¿Se encuentra la molestia en el lugar “adecuado”? Como “adecuado”? Como es obvio, la aplicación correcta del peso del clarinete conlleva la aparición de estas molestias en los sitios exactos. Sería buena idea analizar nuestro cuerpo a través de estas deformaciones para comprobar si estamos tocando el clarinete de manera ma nera correcta. La aparición de marcas en lugares erróneos debe ser suficiente para nosotros para cambiar nuestra postura. Esto nos permitirá mejorar en aspectos técnicos y nos evitará más de una lesión innecesaria.
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¿Es preocupante la intensidad de la molestia? Debemos aplicar el sentido común. No se puede establecer un punto exacto en el que podamos saber que hay que parar. Pero, en este tipo de molestias, debemos considerar que cuanto más forcemos y más agrandemos la molestia más tiempo tardará nuestro cuerpo en permitirnos tocar de nuevo, en caso de llegar al punto en el que nuestro cuerpo no aguante la intensidad del dolor.
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¿Cómo puedo minimizar o hacer desaparecer estas deformaciones? Analizar emos cada caso de manera aislada, pero todo accesorio o sistema que reduzca o distribuya el peso del clarinete nos ayudará a minimizar (aunque no a eliminar) estas marcas.
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¿Debo preocuparme si estas lesiones no se manifiestan? Cada persona es distinta. Puede que no necesites estudiar tanto tiempo como otras personas, o que tu cuerpo aguante mejor las horas de estudio que el de los demás. Si, además de no haber deformaciones, tampoco hay dolor, no hay ningún motivo por el que preocuparse. Al contrario: ¡aprovecha esta ventaja a tu favor!
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MOLESTIAS PERCEPTIBLES A SIMPLE VISTA NEGATIVAS PARA NUESTRA FORMA DE TOCAR Hablamos de molestias negativas para mi forma de tocar el clarinete cuando estas molestias evidencian una mala postura, presión, distribución de peso, etc. Las catalogamos como “negativas” porque influyen negativamente en nuestra música de dos maneras distintas: desembocando en lesiones y/o perjudicando a nuestro sonido y a nuestra técnica. Principalmente hablamos del contorno de la llave 7 en la falange proximal del dedo índice de la mano derecha. También podríamos catalogar aquí el callo que deja el clarinete en nuestro pulgar derecho. Sin embargo, por ser ésta positiva en muchos casos, la veremos en la sección “Molestias perceptibles positivas para nuestra forma de tocar”: -
Marca de la llave 7 en el dedo índice de la mano derecha:
Nos referimos al contorno de la parte inferior de la llave 7 en la pared izquierda de la falange proximal de nuestro dedo índice derecho. Por supuesto, se trata de una deformación negativa para nuestra forma de tocar. Es negativa en los dos aspectos que hemos explicado antes, a saber:
Perjudica a nuestra salud: esta postura es la consecuencia de una mala colocación del pulgar derecho (hablaremos de la colocación del pulgar más adelante). Al apoyar el clarinete en la primera falange del pulgar, la mano derecha queda demasiado sujeta y pierde libertad de movimiento. Es entonces cuando los dedos quedan tensos y mal situados con respecto a la altura de las llaves que deben accionar. Esta tensión, tras horas de estudio, provocará a buen seguro fatiga y sobrecarga en nuestros músculos, y la probabilidad de lesiones en esta zona será bastante alta.
Perjudica también a nuestra forma de tocar de varias formas: apoyar el peso de la llave 7 en la mano nos impedirá accionar las llaves 7, 8, 10bis y 11 con la libertad necesaria. El hecho de que el pulgar derecho sujete el clarinete desde la primera falange, en lugar de hacerlo en el punto de encuentro entre las dos falanges del dedo, provocará una mala colocación y una tensión excesiva en la mano, cuyos dedos acabarán accionando y tapando las llaves más con la punta que con la yema del dedo. Esto desembocará fácilmente en un mal tapado de las l laves, y, por tanto, 6
en pitidos, notas falsas, etc., etc ., y también en un mal funcionamiento de los dedos en pasajes de exigencia técnica. Este problema se puede deber a tres motivos: a) aplicación de una tensión excesiva, provocada por nervios estrés, es trés, etc., b) un mal aprendizaje en la postura del instrumento, que conllevaría “reaprender” a colocar la mano, o bien, c) bien, c) en niños, no tener la fuerza suficiente para soportar el peso del clarinete. Para solucionar este último caso, es aconsejable adquirir un collar que nos ayude a sujetar el peso del instrumento, restando tensión al brazo y posibilitando una mejor colocación de la mano. Adjuntamos fotos:
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MOLESTIAS PERCEPTIBLES A SIMPLE VISTA POSITIVAS PARA NUESTRA FORMA DE TOCAR -
Marca de los dientes en el labio (atrás, adelante, izquierda o derecha)
En este caso, hablamos de una marca positiva, porque puede ayudarnos a identificar nuestra postura al tocar (o, al menos, algunos aspectos de ella) como positiva. La marca de los dientes en el interior del labio inferior es algo inevitable en la práctica del clarinete. Así pues, trataremos de sacarle el mayor partido posible. Observar si el contorno de los dientes se encuentra muy atrás, muy adelante o entornada hacia un lado nos ayudará a conocer ciertos aspectos de nuestra embocadura. Empezaremos por los más evidentes: -
Marca de los dientes entornada hacia un lado: nos indica que nuestra postura no es la adecuada. Sin embargo, esta deformación es sólo una pista, pero es incapaz de indicarnos la causa por sí sola. Varios factores podrían llevarnos a este caso, c aso, a saber:
Presión excesiva en los músculos orbiculares de los labios: una presión excesiva en estos músculos podría causar una desviación en la colocación de la embocadura.
Montaje defectuoso del clarinete: debemos asegurarnos de que la boquilla está perfectamente alineada con el cuerpo superior del clarinete. Hay un un truco sencillo para conseguir esto cuando damos clases clas es a niños pequeños, pero que nos puede servir en cualquier etapa: cogemos el clarinete a modo de “rifle”, desde la campana, la llave 12 y la caña mirando hacia arriba. Nos aseguraremos de que la “mirilla” de nuestro rifle esté calibrada, cali brada, alineando y asegurando fácilmente en esta en esta posición la línea recta entre la llave 12 y la caña de nuestro instrumento.
Dentadura desviada: puede ser que, en nuestra etapa de crecimiento, nuestra dentadura haya sufrido ciertas desviaciones. No ha de preocuparnos, siempre y cuando no perjudique a nuestra embocadura ni a la presión que hacemos sobre ella. En caso de que así sea, debemos plantearnos la posibilidad de visitar a un dentista.
-
Marca de los dientes desviada hacia atrás: hablaremos de esta desviación cuando la marca se encuentre por debajo del final de nuestro labio (ver fotos). Podría deberse a que no levantemos el clarinete lo suficiente. Esta situación nos provoca
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dos contrariedades: 1) apoyamos los dientes en una zona de la mandíbula menos carnosa, por lo que nos ofrece menos acomodo y menos resistencia contra esta carga continuada de peso, y 2) tal cantidad de labio en contacto con la embocadura entorpecerá con total seguridad nuestra emisión de aire, y, sobre todo, nuestro picado, además de restarle vibración a la caña. -
Marca de los dientes desviada hacia delante: aunque pueda parecer menos problemático, debemos ser cautelosos y tratar de evitar esta situación. Coger una cantidad insuficiente de labio al colocar la boca nos llevará a una situación de “pellizco” entre los dientes y la boquilla contra el labio, y, por tanto, a un desgaste más rápido de éste.
Para entender cuál es la marca correcta en el labio inferior adjuntamos algunas fotos explicativas:
Hay que notar que la marca que queda en el interior de nuestro labio inferior debe estar a la altura del final de la piel de nuestro labio, si miramos éste desde fuera. Debemos ser conscientes de que, cuando estudiamos durante mucho tiempo de manera continuada, llega un momento en el que esta molestia se convierte en un dolor que nos impide seguir tocando. En este punto, no debemos forzar más el labio, pues en ese caso tardará más tiempo en recuperarse. Sin embargo, podemos tomar ciertas medidas para prevenir y retrasar este momento. Usar algunos materiales a modo de almohadilla para reducir la presión de los dientes en el labio es una práctica muy extendida entre los clarinetistas. Se trata de una explicación
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muy simple: al agrandar el área de presión, esta se reparte de forma menos agresiva.
Los dos materiales más comunes son el papel de fumar y las férulas dentales de resina. El papel de fumar tiene la ventaja de ser la opción más económica. La forma de usarlo es doblarlo en varios pliegues, hasta que tenga un á rea y un grosor adecuado para nuestros dientes. Ha de acoplarse a ellos, y es entonces cuando cumplirá su función. Sus inconvenientes son a) que son de un solo uso. Cada vez que toquemos tendremos que repetir el proceso y preparar un papel nuevo, y b) que no se acoplarán de forma perfecta a nuestros dientes. A menudo se mueven o llegan incluso a soltarse, resultando esto bastante molesto. Las férulas dentales de resinas, por contrario, resultan una opción costosa, pero muy efectiva. Al estar hechas a medida, se acoplan perfectamente a nuestros dientes, y no se mueven de su sitio. Son una opción más higiénica, ya que apenas necesitamos manipularla con las manos. Sus inconvenientes son el ya mencionado precio y la necesidad de ser limpiada después de cada uso. -
Dolor y callo en el pulgar
Al igual que la marca en nuestro labio inferior, el habitual callo en nuestro pulgar derecho nos puede decir mucho sobre nuestra postura en el clarinete. Para analizar esta marca, elijo oportuno trazar dos ejes imaginarios (x é y) sobre nuestro pulgar, para analizar los problemas que pueden surgir al desviarnos a cada una de las posibilidades:
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-
Eje x positivo: este cuadrante está relacionado con lo ya explicado en el apartado ap artado de la
marca de la llave 7 en el dedo índice derecho . Como ya se explicó
entonces, colocar el pulgar de esta forma nos lleva a un reparto del peso inapropiado sobre nuestro pulgar. Además, el resto de la mano se acopla de manera incorrecta sobre cada una de las llaves, y creamos tensión en toda la mano, y, por extensión, en el brazo, dando lugar a errores técnicos y a la posibilidad de aparición de lesiones. -
Eje x negativo: cuando el pulgar no se implica de forma suficiente en la sujeción del instrumento, es muy probable que, al no apoyar el peso en la parte del dedo que más resistencia ofrece, éste se canse pronto y no nos permita estudiar o tocar todo el tiempo que desearíamos. Por supuesto, apoyando el peso de esta forma, garantizamos la aparición de dolores y/o lesiones e n el dedo pulgar, quizás el más implicado en el instrumento, el más doloroso en caso de lesión y el que se recupera de manera más lenta.
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Eje y positivo: cuando se da este caso, podemos asegurar que el problema reside en la colocación del apoyo para el pulgar (hablaremos de los distintos tipos de apoyo más adelante). Al ajustar el apoyo apo yo demasiado arriba en nuestro clarinete, el dedo no encuentra resistencia hasta que no sube a su altura. Es en ese momento cuando el dedo y, por ende, el resto de la mano, adquieren una postura indebida, de la que, de nuevo, pueden aflorar tensiones peligrosas e innecesarias.
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Eje y negativo: puede aparecer por dos vías. La primera es el mal aprendizaje en el instrumento. Si el profesor no se da cuenta de este error, el alumno podría pensar que está tocando de manera correcta. Además, colocando el apoyo de pulgar demasiado bajo, el pulgar tiende a tornarse hacia la palma, convirtiendo esta situación en un problema, igual que en los casos anteriores.
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Colocación correcta de la mano: en el punto en el que el eje x se cruza con el eje y es donde debemos colocar el clarinete sobre nuestro dedo. En este punto, el clarinete apoya su peso en el lugar en el que articulan las falanges del pulgar derecho. Evitamos apoyar en la última falange y perjudicar a la articulación del dedo, y la posición es cómoda y natural para que los dedos bajen sin problema a cada una de las llaves. Además, la altura correcta en el eje y evitará también problemas relacionados rela cionados con la tensión y la naturalidad con la que actúa nuestra mano derecha.
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Colocación correcta del apoyo: debe estar a una altura en la cual podamos situar nuestra mano derecha totalmente relajada, y que de esta manera los dedos acoplen en cada una de las llaves. Vemos una foto:
En cuanto a la intensidad de esta molestia, ¿en qué momento debemos preocuparnos? Por supuesto, debemos apelar al sentido común. Cada persona es diferente, y puede que nuestro cuerpo exprese de una forma más o menos me nos exagerada este problema. En este caso, las apariencias pueden llevar a engaño. El hecho de que la apariencia de nuestro pulgar sea “fea” no significa que estemos pidiéndole demasiado a nuestro cuerpo. De igual manera, puede ser que tengamos mucho dolor en esta parte, aunque nuestro cuerpo no lo manifieste de manera visible. El punto en el que debemos preocuparnos es aquél en el que la molesti a (normal después de unas horas de estudio), pase a convertirse en dolor. En ese momento, es obvio que 12
debemos descansar. En caso de que este dolor aparezca demasiado pronto, podríamos intentar varias soluciones:
Ejercitar y fortalecer la zona: fortalecer el brazo hará que sea más fácil para este sujetar cierto peso durante un determinado periodo de tiempo.
Usar un collar para el instrumento: nos ayudará a repartir el peso del instrumento. El pulgar se verá aliviado al soportar un peso menor durante la práctica del clarinete. Todas las opciones son parecidas. Podemos encontrar collares por precios entre los 12 y los 40 euros.
Cambiar el apoyo de nuestro pulgar: la forma y el material de nuestro apoyo para el pulgar son importantes. Suelen ser de goma, metal o plástico. Buscaremos y probaremos el abanico más amplio de posibilidades y escogeremos es cogeremos aquella que mejor reparta el peso del instrumento, sin dejar de lado la comodidad que nos proporcione.
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Acudir a un especialista: es la opción más obvia y la más segura. Allí nos dirán de forma rápida si debemos preocuparnos, y nos ayudarán a reconocer las causas y, por tanto, la solución al problema.
Como en las demás lesiones, adjuntamos fotos explicativas:
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Para explicar mejor estos casos, añadiremos también fotos del resultado de algunos de estos errores:
MOLESTIAS NO PERCEPTIBLES A SIMPLE VISTA En este apartado nos referimos a dolores en músculos, articulaciones, etc., que no se manifiestan de manera visible en nuestro cuerpo. Ninguno de estos dolores tiene aportaciones positivas. Todos se deben a malas pos turas, a sobreexposiciones a tensión y peso del instrumento y/o a falta de estiramientos y calentamiento. Identificaremos, analizaremos e intentaremos resolver algunas de las lesiones más comunes en los clarinetistas.
MOLESTIAS NO PERCEPTIBLES A SIMPLE VISTA NEGATIVAS PARA NUESTRA FORMA DE TOCAR -
Dolor en la estructura dental de la mandíbula inferior
Se trata de una molestia en los dos incisivos intermedios de la línea inferior. Es una sensación de fragilidad en los ligamentos de los dientes. Podríamos notar la sensación de que los dientes tienen más holgura de la debida. Esta sensación se debe a la sobreexposición de los dientes al peso del clarinete (más concretamente el de la embocadura), que, cuando se realiza durante más tiempo del debido, desemboca en esta holgura en los ligamentos, la cual, efectivamente, se produce.
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Debemos ser cautelosos con este tipo de molestia: no siempre aparece, y cuando aparece no es fácil saber si se debe o no a un mal hábito o a una mala postura. En cualquier caso, la solución que aquí proponemos es sencilla: buscaremos el apoyo del instrumento en los incisivos superiores en lugar de apoyarlo en los inferiores. Es decir, la boquilla reposará contra los dientes de arriba, y los de abajo se limitarán a sellar la embocadura al tocar. Con esto, quitaremos presión del labio inferior, lo que nos ayudará a agrandar la columna y la dirección del aire, y reducirá las molestias de la marca de los dientes en el labio inferior, como veremos más adelante. Además, al apoyarnos en la mandíbula superior, que no tiene libertad de movimiento como la inferior (pensemos en el movimiento de nuestras mandíbulas al bostezar) tendremos mayor facilidad para abrir la boca y coger una mayor cantidad de aire para t ocar. Añadimos una foto con la colocación incorrecta de la embocadura y otra foto con una colocación correcta:
Al hacer este cambio en nuestra manera de tocar, podemos pensar que este nuevo apoyo de la embocadura puede repercutir en una sobrecarga en el pulgar, ya que es el brazo derecho el encargado de elevar el clarinete hacia los incisivos superiores. Sin embargo, haciendo los descansos adecuados, utilizando los accesorios apropiados (apoyos de pulgar, collarines…) collari nes…),, etc., esta nueva postura no debería darnos ningún problema, sino solventarlos.
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-
Dolor en la mandíbula inferior
En ocasiones puede aparecer un dolor relativamente fuerte en la mandíbula inferior, justo debajo de la zona de las orejas. Se trata de un dolor bastante molesto, si bien tiene una solución bastante fácil. En la mayoría de los casos se debe al uso de cañas demasiado duras. Esto nos obliga a abrir más la boca, manteniendo la misma tensión, lo l o que origina un fuerte dolor pasadas las horas de estudio. est udio. Podemos arreglar este problema de manera rápida y efectiva, no sólo buscando cañas más flexibles. También podemos jugar con la colocación de la caña (cuanto más baja esté en la boquilla, más blanda parecerá), la altura de la abrazadera (ídem: a mayor altura, mayor dureza de nuestro material), etc. -
Tensión en la zona de los trapecios
Podría catalogarse como una de las molestias más recurrentes en los clarinetistas. Puede deberse a un exceso de tiempo en el estudio o a una mala postura. En el primer caso, la solución es lógica: reduciremos las horas de estudio. En el segundo caso, hay dos tendencias: -
Inclinar la cabeza hacia adelante: más frecuente cuando tocamos de pie. A veces pensamos en “acercar la cabeza al clarinete” clari nete” en lugar de “acercar el clarinete a la cabeza”. La cabeza no se encuentra correctamente alineada con la espalda. Si a esto le sumamos la tensión de mantener los brazos levantados, es previsible que acabaremos sufriendo la mencionada tensión en los trapecios. La solución a este problema consiste en asegurarnos, mediante cámara de vídeo, espejo, etc., de que nuestra cabeza se alinea bien con la columna. Normalmente, el pequeño “truco” de pensar en “acercar el clarinete a la cabeza” suele bastarnos para colocarnos de manera adecuada y suprimir, o, cuanto menos, minimizar este dolor.
-
Arquear el tronco hacia adelante: más frecuente frecuent e cuando tocamos sentados. Es muy común, no sólo en músicos, adquirir una mala postura al sentarnos y doblar la cabeza hacia adelante. Cuando, además, sostenemos un instrumento musical, es frecuente que su peso nos pase factura, ya sea en los trapecios o también en las lumbares. En ambos casos, corregiremos esta postura para evitar este problema. La mejor forma de corregir nuestra postura de estudio sentado es apoyar la espalda e spalda en el suelo y colocarnos, con la ayuda de una silla, como si estuviéramos sentados
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con una inclinación de 90º. Una vez aprendida esta colocación, trataremos de imitarla cuando toquemos sentados. La explicación de esta idea es sencilla: cuando estamos tumbados, la presión se reparte de la misma forma por toda la espalda. Si aplicamos la misma postura al sentarnos, nos aseguramos un reparto saludable de nuestro peso y el del instrumento.
CALENTAMIENTO ESPECÍFICO El calentamiento que aquí propongamos, probablemente no sea el más completo ni el más documentado. Por ello, en lugar de copiar o adaptar otros calentamientos, trataremos de hacer uno adaptado y focalizado en los problemas de mi propia experiencia. A pesar de ello, confío en que mi calentamiento pueda ser útil para cualquier clarinetista: El primer problema que he experimentado a la hora de hacer calentamientos es la falta de atención. Al ser movimientos mecánicos, mi concentración pronto se va a ese pasaje que tengo que estudiar, aquello que tengo que hacer cuando llegue a casa, etc., y, cuando uno se quiere dar cuenta, ya ni siquiera sabemos qué partes hemos calentado ni recordamos cuáles nos hemos dejado por el camino. Por ello, creo que la opción más práctica es hacer el calentamiento en una dirección determinada. Por comodidad propia, empezaremos calentando desde abajo hacia arriba, y desde los grupos pequeños (dedos) hasta los más grandes (hombros, p.ej.). En primer lugar, calentamos los dedos. Podemos encontrar muchos ejercicios con este propósito: juntar alternativamente el pulgar con cada uno de los otros cuatro dedos, ejercicios entrelazando dedos de ambas manos, etc. En mi experiencia, encuentro particularmente útil para los meses más fríos un el ejercicio ejercic io de calentar, con co n una mano, cada uno de los dedos de la otra mano.
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Imitando la foto que adjuntamos, frotamos suavemente los músculos del dedo para hacerles entrar en calor. Debemos ser cuidadosos con la posición de la mano que proporciona el calor; aplicaremos la fricción en el lateral de los dedos, nunca en el dorso o en la parte frontal de éstos. Continuamos calentando las palmas de las manos. Frotamos una contra la otra, como si nos laváramos las manos. Como siempre, tenemos cuidado con la fuerza que aplicamos. El calentamiento debe ser efectivo, pero si apretamos demasiado podría ser contraproducente. Seguimos con un masaje de la región re gión del antebrazo. Es importante poner cuidado en est a zona por la cantidad de tendones y la implicación de ellos en la práctica de nuestro instrumento, ya que son tendones implicados en la flexión y extensión de los dedos. Presionaremos con los dedos sobre el músculo sin abusar de su resistencia, siguiendo el sentido del contorno de los músculos. Ayudaremos con esto a que la sangre riegue y oxigene la zona. Recientemente he padecido una ligera tendinitis en los tendones del antebrazo, coincidiendo con el momento en el que traté de adquirir una rutina de ejercicio y gimnasio. La primera medida, obvia, fue cortar estos ejercicios y tomar unos días de descanso con el instrumento. A la vuelta, presto especial importancia a los estiramientos en esta zona. Suaves, de menos a más. Aperturas lentas de la mano, sin apretar. Imitamos el movimiento que haríamos al colocar una bombilla, con el brazo muerto, calentando
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toda la zona del antebrazo y la muñeca. Aprovechamos estos momentos para comprobar que la zona ya no está dolorida y que no hay sobrecarga en los te ndones. Continuamos calentando la articulación del codo. Particularmente es una zona en la que no he tenido problemas nunca. No por ello dejaremos de prestarle atención. Unos cuantos movimientos naturales de esta articulación son suficientes para “engrasarla”. En mi experiencia como estudiante, he experimentado sobrecargas en el hombro derecho, probablemente debidas al peso del clarinete sobre este lado. Creo que un calentamiento adecuado en esta zona puede ayudarnos a disminuir este problema. Estiraremos los músculos de esta zona, con precaución
para
evitar
tirones
u
otros
problemas.
Masajearemos los músculos del hombro y del brazo (región escapular, bíceps, bíceps, tríceps…), igual que en la región del antebrazo. Realizamos giros de brazos. El movimiento será constante y a una velocidad normal. Debemos evitar movimientos bruscos cuando la zona aún está fría. Giraremos unos segundos ambos brazos en sentido horario, luego en sentido antihorario, y, por último, giraremos el brazo izquierdo en sentido horario y el derecho en antihorario, y viceversa. Abandonamos la zona de los brazos y comenzamos con el cuello y la cabeza. Giramos suavemente el cuello de lado a lado y de arriba hacia abajo, gesticulando “no” y “sí”. Realizamos unos pocos giros completos del cuello, siempre de forma cuidadosa para no forzar esta zona tan delicada. Inclinamos la cabeza hacia un lado, hasta notar que se estiran los músculos del lado contrario, y cambiamos de lado. Masajeamos con ambas manos
nuestros
trapecios
levantando los codos a la altura de nuestra cabeza. Proporcionamos calor con la fricción de nuestras palmas, 20
desde la altura de los omoplatos hasta el final de los trapecios en el cuello. Es una de las partes que más sobrecarga sufre, s ufre, normalmente debido a nuestra mala postura. Por ello, ell o, toda prevención o alivio que podamos darle será bienvenida. Por último, calentamos los músculos de la cara. Considero útil, más por relajar que por calentar los músculos, masajear nuestras mejillas de la misma forma que hicimos con los trapecios. Soltamos tensión y relajamos uno de nuest ros resonadores más importantes, lo que me parece apropiado para tocar. Siguiendo en esta región, aplicamos calor en nuestros maseteros: fijamos el pulgar de una mano en la mejilla del mismo lado, y masajeamos con el resto de la mano la mejilla, y hacemos lo mismo desde el lado contrario. Ahora, masajeamos
la
región
orbicular
los
labios,
de
importante para la sujeción y colocación de la embocadura. Hemos de cuidar bien esta zona, ya que se trata de músculos de poca masa y poca potencia, que no están preparados para la tarea que en el clarinete le asignamos. Reproducimos la tarea que realizamos con los maseteros: fijamos el pulgar a uno de los lados sobre nuestro labio superior, y masajeamos el lado contrario con el resto de los dedos de la mano. Después, cambiamos de lado. Después del calentamiento, al coger el instrumento, considero extremadamente útil comenzar la práctica con escalas de notas largas, por varios factores: nos aseguramos que los músculos terminan de entrar en calor correctamente, en lugar de arriesgarnos a que alguno de ellos siga aún frío y sufra, por forzarlo; practicamos un ejercicio esencial para mejorar nuestro sonido; restamos tensión, ya que este ejercicio exige respirar muy hondo, con lo que, además, contribuimos a oxigenar todo el cuerpo; y, por último, preparamos también el sistema respiratorio, en lugar de someterle a un trabajo duro de forma repentina. Cuando hayamos terminado este ejercicio, nuestro cuerpo estará preparado para asumir las tensiones propias de ejercicios de técnica, estudios u obras.
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CASOS PRÁCTICOS A continuación, analizaremos algunos casos prácticos. Intentaremos localizar ciertos problemas mencionados en este trabajo, asesoraremos al sujeto y trataremos tratarem os de corregir errores. Propondremos un tiempo de reflexión y aplicación de nuestras propuestas y volveremos a preguntar al sujeto sobre el resultado de éstas más adelante. Con el fin de entender el porqué de las molestias de cada sujeto, proponemos esta breve entrevista:
Aportaremos fotos de los problemas que intentamos solventar a cada individuo.
22
Caso 1
El sujeto experimenta dolores en la zona alta de los brazos y la espalda. Sin embargo, ha corregido su postura en su última etapa como músico. Cabe recomendar que siga visitando a un especialista para hacer un seguimiento de su evolución. Podemos ver que usa collar, por lo que podría tratarse de un problema de debilidad en los músculos de los brazos. Probablemente una rutina de ejercicio para fortalecer esta zona contribuiría a que el peso del instrumento hiciera menos mella en la resistencia de esta clarinetista. Queda esperar a comprobar si la rectificación de los malos hábitos en su manera de tocar surten efecto. En conexión con nuestro trabajo, observamos que su dedo pulgar apenas manifiesta molestia, quizás por el uso del collar. Vemos una foto: Nos comenta que no sufre molestias, por lo que, debido al buen aspecto de su mano, podemos pensar que su colocación es efectivamente la correcta, y no hay riesgo aparente de lesión ni de ninguna otra problemática.
23
Caso 2
El sujeto experimenta dolor crónico en el antebrazo derecho. Este problema podría deberse, a priori, a dos motivos: exceso de horas en la práctica del instrumento (o mala planificación y realización de los pertinentes descansos) o mala colocación del brazo derecho. Extendiéndose el dolor hacia el antebrazo, probablemente la mano derecha sufra demasiada tensión, fruto de un mal acople al instr umento. La marca en el pulgar derecho no aclara el origen del dolor. Podría tratarse de un cuerpo que no manifiesta fácilmente las marcas,
como
vimos
en
la
descripción de las molestias. Sin embargo, estos dolores en el brazo suelen deberse a la tensión que esta postura origina. Recomendaremos al sujeto la visita a un fisioterapeuta que le ayude a descargar esta tensión.
Probablemente
este 24
especialista le recomiende tomar reposo. Vigilaremos la colocación de la mano desde el pulgar; podría ser que la postura no fuese la idónea, pero la ausencia de callo no nos permitiese hacer una comprobación a posteriori. Consultaremos resultados dentro de un tiempo prudente (2-3 semanas).
Caso 3
Nos encontramos frente a una niña que acaba de entrar en el mundo de este instrumento. Recientemente corregimos su posición de la mano derecha (tenía el problema de apoyar la
llave
7
en
la
mano
derecha).
Lamentablemente, no tenemos fotos de esta
etapa
para
comparar,
pero
adjuntamos otras más actuales en las que se ve que el problema ha desaparecido: Vemos que no hay marca del contorno de la llave 7 en su dedo índice. Aunque, con el paso de los minutos, el cansancio hace 25
el clarinete se acerque cada vez más, creo que es normal en una niña pequeña, y que, habiendo conseguido este avance en tan poco tiempo (apenas 2 semanas), estamos en el camino correcto para eliminar el problema por completo. Nos comenta que utiliza el collar por comodidad, y comprobamos comprobamos que es capaz de tocar un rato sin él sin sentir molestias, lo cual es buena señal. No obstante, dado que aún es pequeña y el collar no hace ningún daño, dejaremos que siga utilizándolo, a pesar pesar de que su clarinete tiene un peso inferior a la media. Vigilaremos con sumo cuidado su evolución, ya que, debido a que no se somete a mucho estrés (menos de una hora al día), podría darse el caso de que su postura no fuera correcta correct a y no nos diéramos cuenta al no manifestar (aún) ningún síntoma.
Caso 4
26
El sujeto es consciente de que su postura no es la correcta, y le está dando problemas en la zona de la espalda y los hombros. Además, su clarinete tiene un peso considerable, y su tiempo de estudio es relativamente extenso. Comprobamos su posición:
En efecto, su posición no es correcta. correcta . Tiene el mismo problema que yo estoy intentando resolver en mi forma de tocar: la cabeza va a la boquilla, en vez de traer la boquilla a la 27
cabeza. Así, el sujeto toca con el tronco mal alineado, y la espalda debe hacer un esfuerzo extra para soportar este peso que se echa hacia adelante. Trataremos de concienciar al alumno respecto a este tema, ya que, dado su material, su tiempo de estudio, su edad, etc., podría desembocar en una lesión importante en la espalda. es palda. Aconsejaremos acerca de la colocación del tronco y consultaremos resultados más adelante. Recomendaremos la visita a un especialista para minimizar los dolores y allanar el camino hacia una reducción o eliminación total del problema. Observamos un último problema en este sujeto, relacionado con el temaque trata este trabajo: cómo la marca del pulgar derecho puede decirnos si nuestra colocación es buena. Veamos las fotos:
Enseguida comprobamos que la marca del pulgar se encuentra más cerca de la falange proximal del dedo. Esto, como hemos visto, añade tensión a la mano, y esta tensión se acaba transmitiendo al resto del brazo. En este caso, esta postura no ocasiona problemas técnicos al sujeto. Sin embargo, recomendamos recolocar la mano. Probablemente esto ayude a restar tensión en la zona que le da problemas.
28
Caso 5
El sujeto experimienta recientemente una tendinitis en el brazo izquierdo, tras inicia r una rutina de gimnasio. A pesar de no venir
provocada por por el estudio estudio del clarinete,
suprimimos la actividad de estudio, ya que hemos detectado el problema muy pronto. Recomendamos también visita a fisioterapia. A la hora de retomar la actividad, lo haremos poco a poco y preocupándonos especialmente por la tarea de calentamiento y estiramiento.
29
Observando la postura del individuo, vemos que se repite el problema del caso 4. Se acerca la cabeza al clarinete, esta vez de manera aún más exagerada:
El sujeto ya es consciente del problema. Mediante ejercicios que comprendan poca dificultad y poca concentración, trataremos de fijarnos en todo momento en si estamos colocándonos de manera correcta. Este caso es bastante alarmante por lo exagerado del problema. De momento no ha dado problemas reseñables, más que una sobrecarga (de momento) dentro de lo normal, a pesar del poco peso del clarinete que usa. Sin embargo, seguiremos el caso con especial cuidado, ya que mantener esta postura
durante
más
tiempo
podría
traer
consecuencias más graves.
Por otro lado, vemos que la aparición de la marca en el pulgar derecho
es
correcta.
La
no
necesidad de uso de collar señala también una buena colocación de las manos. Por tanto, podemos deducir que los problemas que padece el sujeto 5, a tenor de las fotos mostradas, vienen de la mala alineación de la espalda y la cabeza, por lo que que será ésta la zona en la que focalicemos nuestros esfuerzos. Como en otras ocasiones, recomendamos la visita a un fisio. No eliminará el problema si no corregimos estos defectos, pero ayudará a una recuperación más rápida rápida y quizás evite que que tegamos que apartarnos del estudio del instrumento. Consultaremos resultados a corto-medio plazo.
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CONCLUSIONES -
Efectivamente, hay distintos tipos de lesiones, tanto en su origen como en sus consecuencias.
-
No todas las deformaciones son perjudiciales: algunas al gunas son sólo el producto de la fricción de los dedos contra el instrumento, sin necesidad de ser dañinas para nuestra salud; otras pueden deberse a la repetición de movimientos.
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El conocimiento previo de la información que se da en este trabajo ayudará a corregir con mayor rapidez los fallos que pudiéramos estar cometiendo al colocarnos frente al clarinete.
CONCLUSIONES PERSONALES Tras analizar los sujetos y reflexionar sobre este trabajo, creo que estamos brindando a los estudiantes de clarinete herramientas muy simples y muy efectivas para mejorar su postura y prevenir problemas. Además de otras herramientas que nos sirven para observarnos en tiempo real (espejo, cámaras), encontramos en esta guía otro medio más para observar nuestras características a posteriori. Me gustaría hacer hincapié en lo sencillo y efectivo de este método: con un simple vistazo y una consulta a este manual podemos anticipar y resolver multitud de problemas. En cuanto a las molestias trabajadas, creo que la más importante, influyente y común es la del callo en el pulgar. Creo que la mala colocación de la mano derecha es un problema muy normalizado entre clarinetistas. Me parece que los problemas que conlleva son bastante graves, y la l a solución muy sencilla, por lo que es el problema que más rápido conviene arreglar. Además, disponemos en el mercado de collares, apoyos, etc. para remediarlo. Por experiencia opino que la tensión provocada por esta mala colocación afecta no sólo a nuestra salud, sino también a nuestra técnica. Muy frecuentemente me veo bloqueado ante pasajes de dedos debido a esta tensión acumulada, que bloquea la mano y nos impide movernos con naturalidad y solventar dichos pasajes. Otros deformaciones, como la de los dientes, rara vez suponen un problema, aunque sí pueden llegar a entorpecer nuestro estudio es tudio si dejamos que esta molestia se manifieste de manera rápida. Es buena idea analizar estas lesiones: es sal udable conocerse a uno mismo, y ésta es una buena herramienta. Cuando nos vemos frente a un espejo, a veces, por
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costumbre o por dejadez, pasamos detalles por alto. Analizando este tipo de deformaciones es aún más difícil dejar de lado nuestra colocación. A pesar de todo, y para concluir, cabe aclarar que estas deformaciones, aunque nos ayudan, no son, ni mucho menos, suficientes para conocer todos los detalles sobre cómo tocamos. Hemos de dejar claro que el uso de cámaras de vídeo, espejos, consejos de compañeros y otras formas de vernos tocando siguen siendo nuestra principal ayuda para corregir y perfeccionar nuestra posición, y mantener así una colocación, un estudio y una evolución saludables.
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BIBLIOGRAFÍA https://images.static-thomann.de/pics/prod/346323.jpg http://www.thomann.de/thumb/bdbmagic/pics/bdb/217359/6116786_800.jpg http://blogmusico.gestesetpostures.com/?p=238 https://auladeclarinetemerida.wordpress.com/2014/10/25/clarinetistas-consejos-ymateriales-para-evitar-lesiones/
* Todos los enlaces fueron consultados por última vez el 25 de abril de 2015
OTROS ENLACES DE INTERÉS http://www.musicianshealthcare.com/2013/06/ejercicios-para-musicos.html https://www.youtube.com/watch?v=kvqsVu2RBlE http://www.musicianshealthcare.com/2013/08/tendinitis-en-musicos-como prevenirla.html * Todos los enlaces fueron consultados por última vez el 25 de abril de 2015
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