Z E R É P R A M L I G : S
2007 El proyecto beneficia a 71 familias, que obtendrán estas viviendas de 80 m 2 a US$ 10,000. Eso sí, el amarillo patito se ve tan limeño como partidario.
O T O F
Flor de María Valladolid y fachada de la Casa de las Trece Puertas. Será la parte comercial de la manzana.
Esquina Esperanza Una manzana que de tugurio pasó a reluciente prueba de que el Centro puede cambiar para mejor. 2005:: Así era 2005 era
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Es más bien el resultado de 3 años de trabajo esmerado y sistemático. En el extremo opuesto de aquellas obras edilicias criticadas por ser tan pomposas como estériles –aquí es representativo el hasta hoy discutido Circuito Mágico del Agua–, este primer fruto del Programa Municipal de Renovación Urbana parece demarcar por fin una real política de recuperación del Centro Histórico por parte de la gestión del silencioso Luis Castañeda, que contempla tanto a las edificaciones como a los habitantes; porque quienes vivirán en los flamantes chalets de la rebautizada Urbanización La Muralla son sus inquilinos originales, que literalmente han sudado el tránsito de tugurio a complejo habitacional porque ellos mismos han fungido como mano de obra, luego de ser capacitados por la propia Municipalidad de Lima. “Han plantado hasta la última flor. ¿Cómo no van a cuidar el vecindario que ellos mismos han levantado?”, dice
En el Centro Histórico existen 460 manzanas que necesitan ser renovadas y destugurizadas.
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La iniciativa, que recrea la arquitectura de la Lima colonial –nótese el detalle de los balcones–, ha ganado dos concursos nacionales.
Flor de María Valladolid, directora del mencionado programa. La idea siempre fue no solo remozar un área urbana sino también capitalizar el elemento humando que ahí sobrevivía. Los habitantes de El Rastro y La Soledad recibieron la visita de Valladolid y su equipo en el año 2003. La propuesta era: les enseñamos un oficio y les damos traba jo en la Municipalidad; y el primer encargo de ese trabajo consiste en que construyan aquí sus propias casas. Al principio no les creyeron nada, finalmente aceptaron. “Las capacitaciones duraron hasta el 2005, en que hacemos la mudanza”, explica Valladolid, refiriéndose al momento en que la población tuvo que mudarse temporalmente a Surco. “En el 2006 empezamos el desmontaje de la zona y las excavaciones. Ya estaban capacitados en albañilería, trabajo en fierro, instalaciones eléctricas y sanitarias, arma-
E
L primer gran cambio que siempre ha necesitado Lima es de mentalidad. La buena conservación de la ciudad no consiste en comprar más escobas: el habitante capitalino suele asumir como dogma eso de que el Centro no tiene arreglo y por eso las calles que se barren en la mañana ya están sucias en la tarde. Cuando esta hipótesis ha incubado unida a la pobreza extrema y la delincuencia, ha dado como resultado famosos tugurios a los que no se mete ni la policía. Uno de aquellos era hasta hace muy poco el de la manzana de El Rastro y La Soledad, frente a la iglesia de San Francisco. Guarida de ladronzuelos, foco de prostitución, trampa de turistas distraídos, parecía imposible que se pudiera transformar en el espectacular complejo habitacional que hoy aparece como foto principal de este artículo. Pero esta metamorfosis no es milagro.
El plan de recuperación, proyectado hasta el año 2035, cuenta con el respaldo del Ejecutivo.
Casa del Rastro, totalmente restaurada. Funcionará como oficina del programa.
PÁGINA 65 *
La propuesta era: les enseñamos un oficio y les damos tra bajo, y el trabajo es que reconstruyan sus propias casas.
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Es más bien el resultado de 3 años de trabajo esmerado y sistemático. En el extremo opuesto de aquellas obras edilicias criticadas por ser tan pomposas como estériles –aquí es representativo el hasta hoy discutido Circuito Mágico del Agua–, este primer fruto del Programa Municipal de Renovación Urbana parece demarcar por fin una real política de recuperación del Centro Histórico por parte de la gestión del silencioso Luis Castañeda, que contempla tanto a las edificaciones como a los habitantes; porque quienes vivirán en los flamantes chalets de la rebautizada Urbanización La Muralla son sus inquilinos originales, que literalmente han sudado el tránsito de tugurio a complejo habitacional porque ellos mismos han fungido como mano de obra, luego de ser capacitados por la propia Municipalidad de Lima. “Han plantado hasta la última flor. ¿Cómo no van a cuidar el vecindario que ellos mismos han levantado?”, dice
En el Centro Histórico existen 460 manzanas que necesitan ser renovadas y destugurizadas.
Z E R É P R A M L I G : O T O F
La iniciativa, que recrea la arquitectura de la Lima colonial –nótese el detalle de los balcones–, ha ganado dos concursos nacionales.
Flor de María Valladolid, directora del mencionado programa. La idea siempre fue no solo remozar un área urbana sino también capitalizar el elemento humando que ahí sobrevivía. Los habitantes de El Rastro y La Soledad recibieron la visita de Valladolid y su equipo en el año 2003. La propuesta era: les enseñamos un oficio y les damos traba jo en la Municipalidad; y el primer encargo de ese trabajo consiste en que construyan aquí sus propias casas. Al principio no les creyeron nada, finalmente aceptaron. “Las capacitaciones duraron hasta el 2005, en que hacemos la mudanza”, explica Valladolid, refiriéndose al momento en que la población tuvo que mudarse temporalmente a Surco. “En el 2006 empezamos el desmontaje de la zona y las excavaciones. Ya estaban capacitados en albañilería, trabajo en fierro, instalaciones eléctricas y sanitarias, arma-
E
L primer gran cambio que siempre ha necesitado Lima es de mentalidad. La buena conservación de la ciudad no consiste en comprar más escobas: el habitante capitalino suele asumir como dogma eso de que el Centro no tiene arreglo y por eso las calles que se barren en la mañana ya están sucias en la tarde. Cuando esta hipótesis ha incubado unida a la pobreza extrema y la delincuencia, ha dado como resultado famosos tugurios a los que no se mete ni la policía. Uno de aquellos era hasta hace muy poco el de la manzana de El Rastro y La Soledad, frente a la iglesia de San Francisco. Guarida de ladronzuelos, foco de prostitución, trampa de turistas distraídos, parecía imposible que se pudiera transformar en el espectacular complejo habitacional que hoy aparece como foto principal de este artículo. Pero esta metamorfosis no es milagro.
El plan de recuperación, proyectado hasta el año 2035, cuenta con el respaldo del Ejecutivo.
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Casa del Rastro, totalmente restaurada. Funcionará como oficina del programa.
La propuesta era: les enseñamos un oficio y les damos tra bajo, y el trabajo es que reconstruyan sus propias casas. 50
CARETAS / ENERO 17, 2008
les, el que más provee de información es el ojo. El ojo tiene diferentes partes que ayudan a formar las imágenes a la retina, ese tejido delicado y sensible a la luz cuyas células fotorreceptoras convierten la luz en señales eléctricas. Estas señales llegan al cerebro a través del nervio óptico, que está compuesto por más de un millón de fibras nerviosas. Nosotros “vemos” con nuestro cerebro; los ojos sólo recogen la información.
CARETAS / ENERO 17, 2008
personajes de la antigüedad como Santo Tomás de Aquino, quien dictó de memoria la célebre Suma Teológica, hay individuos cuya capacidad de recordación es asombrosa. El cerebro posee dos lóbulos temporales mediales, además de una estructura curva llamada hipocampo y diversas regiones adyacentes que realizan la tarea (hasta ahora indescifrable) de convertir nuestras percepciones en recuerdos a largo plazo. Los recuerdos no se almacenan en el hipocampo sino en la neocorteza, la capa exterior del cerebro. Sin embargo, el hipocampo hace que estos se retengan. La ciencia halló desde hace tiempo la diferencia entre la memoria de largo y la de corto plazo. Un recuerdo como tal será entonces aquella vivencia que por su intensidad o su diversidad de percepciones logrará a través del hipocampo consolidarse y pasar de una zona a otra del cerebro. Por ejemplo, usted recuerda exactamente dónde estaba y qué hacía cuando volaron las Torres Gemelas, pero le costará recordar qué comió anteanoche. Los recuerdos, además, se suelen
Lima * PÁGINA 51
do de muros, lozas y placas. Así que ya tenían el nivel que necesitábamos para trabajar”. Mientras tanto, en las viviendas temporales los menores recibían clases de karate y capacitaciones de acuerdo a su edad. La población en pleno –71 familias– participó además en terapias de grupo y entrevistas psicológicas. El proyecto en El Rastro y La Soledad implica también la recuperación de la famosa Casa de las Trece Puertas, de la antigua carnicería de El Rastro –de inicios del S. XX, albergará a las oficinas del Programa– y de la casa de Bodega y Quadra, en donde las excavaciones dieron con una sorpresa arqueológica e histórica: plazuelas y construcciones de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y XX, que representan una especie de síntesis de la evolución urbanística y arquitectónica de Lima (ver nota aparte). Todo este trabajo y el que se viene
Si se destinara el 10% del Impuesto a la
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les, el que más provee de información es el ojo. El ojo tiene diferentes partes que ayudan a formar las imágenes a la retina, ese tejido delicado y sensible a la luz cuyas células fotorreceptoras convierten la luz en señales eléctricas. Estas señales llegan al cerebro a través del nervio óptico, que está compuesto por más de un millón de fibras nerviosas. Nosotros “vemos” con nuestro cerebro; los ojos sólo recogen la información.
Premonición en CARETAS 1235, de noviembre de 1992.
Y la asociación cerebro-ojo es adicionalmente importante porque es la principal fuente de generación de los recuerdos. Muchas personas en todo el mundo presentan problemas con la vista que terminarán con una pérdida parcial o total de la visión. Y la ceguera no solo conduce a la oscuridad, sino a no poder recordar lo que se vive. Pero en esto es relativo. El quedar ciego no imposibilita del todo tener percepciones o recuerdos. Lo que olemos, oímos o pensamos se almacena selectivamente también en la gran base de datos, nuestro cerebro. NEOCORTEZAS PRIVILEGIADAS
No todos tenemos la misma capacidad de memoria y retención. Desde los grandes oradores peruanos como Víctor Raúl Haya de la Torre o especialmente Fernando Belaunde Terry (que llegó a pronunciar textualmente un mensaje a la Nación de 90 páginas sin un apunte a la mano), hasta ciertos legendarios
personajes de la antigüedad como Santo Tomás de Aquino, quien dictó de memoria la célebre Suma Teológica, hay individuos cuya capacidad de recordación es asombrosa. El cerebro posee dos lóbulos temporales mediales, además de una estructura curva llamada hipocampo y diversas regiones adyacentes que realizan la tarea (hasta ahora indescifrable) de convertir nuestras percepciones en recuerdos a largo plazo. Los recuerdos no se almacenan en el hipocampo sino en la neocorteza, la capa exterior del cerebro. Sin embargo, el hipocampo hace que estos se retengan. La ciencia halló desde hace tiempo la diferencia entre la memoria de largo y la de corto plazo. Un recuerdo como tal será entonces aquella vivencia que por su intensidad o su diversidad de percepciones logrará a través del hipocampo consolidarse y pasar de una zona a otra del cerebro. Por ejemplo, usted recuerda exactamente dónde estaba y qué hacía cuando volaron las Torres Gemelas, pero le costará recordar qué comió anteanoche. Los recuerdos, además, se suelen dividir en dos tipos: declarativos y no declarativos. Los recuerdos declarativos son asuntos que sabemos que recordamos, como el color de nuestras camisas. Los recuerdos no declarativos son cosas que sabemos sin pensar conscientemente en ellas; por ejemplo, cómo andar en bicicleta. Pero todo está almacenado en el cerebro. HIPOCAMPO CON AMNESIA DUDOSA
Por lo tanto, resulta dudoso que un acusado argumente, en un sonado juicio en curso, que sus billones de sinapsis no le bastan para recordar ciertas situaciones puntuales de su vida pública. Esta sintomatología es muy común cuando se desarrolla actividad política y realmente se hace más obvia en las campañas electorales, cuando ciertos candidatos se desbordan en ofrecimientos que luego olvidan. Hasta ahora, es verdad, no existen tratamientos alternativos que nos permitan combatir enfermedades degenerativas como el Alzheimer, la demencia o el síndrome de Parkinson. Pero sería fácil determinar si el ingeniero que es juzgado ahora por una sala especial de la Suprema en la base de la Diroes padece de estos males o no. ■
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do de muros, lozas y placas. Así que ya tenían el nivel que necesitábamos para trabajar”. Mientras tanto, en las viviendas temporales los menores recibían clases de karate y capacitaciones de acuerdo a su edad. La población en pleno –71 familias– participó además en terapias de grupo y entrevistas psicológicas. El proyecto en El Rastro y La Soledad implica también la recuperación de la famosa Casa de las Trece Puertas, de la antigua carnicería de El Rastro –de inicios del S. XX, albergará a las oficinas del Programa– y de la casa de Bodega y Quadra, en donde las excavaciones dieron con una sorpresa arqueológica e histórica: plazuelas y construcciones de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y XX, que representan una especie de síntesis de la evolución urbanística y arquitectónica de Lima (ver nota aparte). Todo este trabajo y el que se viene
Si se destinara el 10% del Impuesto a la Renta a estas obras, cada año se tendría US$ 500 millones. estarán en manos de los inquilinos de la manzana, antiguos invasores y hoy orgullosos propietarios y empleados municipales. Valladolid indica que las obras por hacer en el rubro de renovación urbana son tantas, que el municipio aún puede ofrecer trabajo bajo esta modalidad a muchos beneficiarios del Programa. No exagera: en el Centro Histórico existen 460 manzanas que necesitan ser renovadas y destugurizadas. Para lograrlo se necesita un presupuesto total de 950 millones de dólares. “Con el 10% del Impuesto a la Renta destinado a estas obras, como se hace en otras capitales de América y como corresponde aquí por ley –aunque no se cumple–, solo este año ya tendríamos 500 millones. Ya habríamos terminado la renovación”, señala Valladolid. Mientras tanto, los residentes del Conjunto Habitacional La Muralla dicen que el proyecto les ha cambiado la vida y sonríen. Presupuestos aparte, eso es algo que, como dice el comercial, no tiene precio. (G. Silva) ■ CARETAS / ENERO 17, 2008
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